Almorranas Asesinas

El blockbuster cinematográfico acercó a las multisalas, no hace muchas temporadas, la esencia grindhouse. Eso sí, camuflando como cine exploit lo que verdaderamente irradiaba un halo de cine de autor confirmado por la firma de sus autores: Quentin Tarantino y Robert Rodríguez. Sea como fuere, existen muchos ejemplos underground que verdaderamente se exhiben en las catacumbas de la red o en mini-festivales minoritarios y que tienen en su esencia auténticamente Z la genética de un infragénero que motiva las filias de los amantes de lo hardcore, el humor rollizo y la metáfora tallada a grosso modo. Sin irnos muy lejos, Roid Rage, el esperado cortometraje del cineasta y fotógrafo estadounidense Ryan Lightbourn sorprende igual que los descarados ejercicio de estilo gore de un primerizo Peter Jackson: “Varias prostitutas han sido halladas asesinadas con el ano tremendamente destrozado. El FBI está detrás de la investigación y parece ser un extraño virus más demoledor que la infección por VIH. Una central nuclear cercana y unos trabajadores de ésta, que al mismo tiempo son fieles clientes de los prostíbulos, parecen ser la causa…“.

En tiempos donde la pesadumbre de la crisis financiera, emocional y global se asienta en el firme que pisamos diariamente y las tragedias naturales nos regañan con probables catástrofes similares a la del accidente de Chernóbil, un autor desconocido y profesional experimentador con las cámaras y técnicas de última generación se sale de la tangente y se aventura a entrar en territorios de vox populi a través de la polémica y el argumento felizmente malsano y lleno de regocijo perturbador. Un cortometraje que esperemos no tardar mucho en poder gozarlo…