HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
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HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Diario de grabación del primer disco de Hotel Valmont.
Lunes 15 de agosto de 2011.
El día que llegamos a Cáceres. En realidad, todo empezó hace ya un tiempo para Hotel Valmont, en la primavera de 2010, con idas y venidas, subidas y bajadas, ensayos y conciertos algo desiguales, y la reaparición en mi vida de Alberto, más que un brazo derecho, y de Carlos Macías, que un día me dijo que se moría por producir un disco nuestro. Ha sido seguro mi tendencia impulsiva, más de fondo que formal, la que ha conducido todo el proceso con una metodología que no ha compartido todo el mundo –de hecho, ahora mismo la banda es un dúo–, pero que en cualquier caso nos llevó el lunes 15 de agosto a los estudios yenimusic de El Casar de Cáceres para grabar nuestro primer disco. Aunque no sea este el lugar donde verterlo, hay más historia. En cualquier caso, desde aquí gracias a todos los que de alguna forma u otra compartieron este proyecto en un momento dado.
El primer día que llegamos es duro en varios sentidos. Finalmente, Alberto y yo nos hemos visto en la situación de tener que grabar el disco con un batería nuevo para nosotros: Pachi Cañamero, del grupo Maggot Brain, a la sazón la banda de Carlos, nuestro productor. Por tanto, hoy es el día del “ensayo general”, que comienza antes de comer y termina casi a la medianoche. De lo que nos da tiempo a ensayar hoy –nueve de las once canciones que irán a parar al disco–, mucho se podrá escuchar en el disco definitivo y algunas cosas irán surgiendo al grabar las primeras pistas de batería y bajo. Doble mérito para Pachi y Alberto (que en el disco se encarga de los bajos además de su tarea habitual como guitarrista), y doble mérito para Carlos y para Alfonso Espadero, el ingeniero de sonido, a quien conozco este lunes aunque sólo un rato. Hay mucho trabajo por delante y poco tiempo: dos semanas, de las cuales una se destinará a bases, guitarras rítmicas y voz, y la segunda a solos, colaboraciones, coros, percusiones, mezcla y mastering.
Entretanto, a la problemática de tener que ensayar todo de nuevas con un batería nuevo, sumo un repentino estado de parálisis emocional que sufro al sentirme terriblemente lejos de mi mujer y de mi hijo. Ya he estado fuera otras veces, pero esta vez son varios días seguidos y la situación se me hace difícil desde el primer momento.
Cuando acabamos el ensayo, tocamos un rato una canción que irá a parar al disco, “El bosque de nunca jamás”, y que es la única que no lleva batería; la base será por tanto una guitarra acústica. Dejamos para más adelante la revisión de otras dos canciones reposadas, “Todo lo que nos vio crecer” y “La reina de la ciudad”. Con un sabor entre esperanzado y amargo, nos acostamos. Tengo alguna duda de más, ya que un ensayo general con un batería con el que no has tocado jamás no es precisamente algo sencillo ni de hacer ni de digerir. Pese a todo, muchas cosas han ido cobrando forma, pero aun no he aprendido a ver la botella medio llena.
Martes 16 de agosto.
El día de la nostalgia criminal es también el primer día que Pachi y Alberto empiezan a grabar bases. Esta mañana recuerdo un extracto del libro de Juan Bosco sobre Antonio Vega donde describe al músico en su nave de la calle Palermo en Madrid, con aquella frase tan exagerada que reza “Antonio está sentado ante el teclado, componiendo una base, fumando base”. Tan pronto me levanto y hablo con mi mujer, soy consciente de mi necesidad de volver a Madrid a verlos. Cada vez que Manuel se pone al teléfono me dice “¿Vienes ya?” Y eso me está matando. Voy a hacer la compra en mitad de una solana de 35º a las once de la mañana y todo se me viene encima. Solo por El Casar, Lorenzo a tope, estoy a punto de meterme en el cuartel de la Guardia Civil a pedir que me detengan. O me marcho a Madrid, o no voy a estar bien. Mi corazón no está aquí y tengo que volver.
Desde el primer momento que hablo del asunto con Carlos, sé que cuento con su apoyo. Pero el día idóneo para volver es hoy, un día después de haber llegado, por la sencilla razón de que hoy no voy a grabar nada y ellos pueden adelantar trabajo sin que mi ausencia conlleve contratiempo alguno. Así pues, a las tres de la tarde hago el petate y marcho para Guadarrama. Hago las tres horas de coche que había conducido el día anterior y que volveré a hacer mañana, pero las hago contento y sintiendo que era lo que tenía que hacer. “Con dos cojones”, dice Alfonso. A nadie le ha parecido ni bien ni mal. Simplemente, me han apoyado.
En la carretera me siento entre absurdo y solo, y canto con la voz entrecortada entero el Twisted de Del Amitri. Tengo ganas de cantar, tengo ganas de grabar un disco, tengo ganas de estar con mi familia, tengo, tengo, tengo… Todo no podrá ser. Tendré que centrar alguna vez mis deseos y prioridades y asumir las consecuencias de las decisiones. Algún día tendré que ponerme con eso.
Llego a casa a las seis. Volver a verlos es genial. Paso la tarde con Silvia y con el crío en casa, vamos también a la piscina con mi hermano del alma Manolis, mi antiguo manager a quien despedí por dejación de sus funciones (¿alguien ha visto un manager que sale por la noche y no te consigue ni un solo concierto en esas noches de jarana?) y a la sazón mi mejor amigo. Le doy de cenar a Manuel y hago lo que hago todas las noches en mi casa, en mi hogar, con mi familia. Hago lo que quiero hacer, estoy donde quiero estar, y mañana me voy donde me tengo que ir, y quiero conseguir estar donde quiero estar en cualquier parte adonde vaya. Es una deuda pendiente. Aunque me da pena marcharme mañana, nada se puede comparar a la sensación de estar de nuevo en casa.
Miércoles 17 de agosto
Vuelvo al estudio de El Casar a eso de las cinco de la tarde, no sin antes parar en el Sweet Corner, una tienda enfrente del estanque que nunca está cerrada, para comprar agua y cerveza. El consumo de cerveza el primer día de ensayo fue escandaloso, y no se puede volver al lugar del crimen con las manos vacías. En cuanto vuelvo, escucho un tema para el que ya habían grabado bases y un par de guitarras, “La señal”. La escucha me deja seco. Aquello suena brutal, como John Mellencamp puesto de esteroides, no puedo esperar a cantarla.
A las 17:30 Pachi y Alberto prueban sonido para grabar “El rey lagarto”. Yo me imagino que el sonido de bajo tiene que recordar al de Duff McKagan en el concierto de París de 1992 de Guns N’ Roses, y paradójicamente ellos buscan un sonido de bajo ligeramente distorsionado que hace un efecto cojonudo. Mientras empiezan a grabar, Carlos y yo departimos un rato en el salón, como habíamos hecho ya y haríamos tantas veces durante los días que estuve allí. Le doy los discos de Antonio Vega que le había llevado y que espero que escuche cuando se saque a Hotel Valmont de las orejas. Hablamos de Cowboy Junkies mientras escuchamos el disco de los Walkabouts Satisfied Mind, un álbum lleno de sutileza y gracia. En cuatro tomas, la base del Rey Lagarto está grabada. La escucha de la base confirma lo que ya había intuido en Pachi cuando vi a Maggot Brain por primera vez en la Sala Live: es un batería cojonudo. Además, su estilo encaja como un guante con nosotros. Concretamente, la batería de “La señal” suena enorme. Pachi se ha adaptado a la perfección, conoce el estudio y aprovecha su tiempo para rematar las cosas en un número de tomas razonable.
Estoy mejor aunque siga echando de menos a Manuel a Silvia. Pero esta es una experiencia única, y de alguna manera la conjunción de la melancolía y el saber que esta vivencia no tiene comparación posible me hace pensar que es muy posible que todo esto valga la pena, cuando la pena significa estar lejos de ellos. Hacia el final de la tarde, escucho la base de “Noches de ciencia ficción”, una canción remozada por completo respecto a la versión que incluimos en nuestra maqueta Estaciones de Paso, y grabo guitarras para “Radiografía de un fracaso”. Acto seguido, Alberto mete otra guitarra con la cejilla en el 2º traste que le da un rollo muy guapo. Antonio Vega nos ha guiñado un ojo.
La noche acaba con el Barcelona-Madrid de la vuelta de la Supercopa de España, a golpe de cigarrillos y Johnnie Walker con Coca-Cola. Subidón por el whisky y por el triunfo.
Jueves 18 de agosto
Desayunamos en la churrería Ronco Tovar, el lugar de encuentro por la mañana a las 9:30. Alfonso está puntual y hace una apología de la puntualidad que comparto absolutamente. Hacemos risas y contamos anécdotas y arremetemos contra Mourinho, que la noche anterior le metió el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona en mitad de una trifulca ridícula. En el periódico ya empiezan a aparecer las primeras fotos del incidente del dedo, pero nosotros sólo podemos mirar al hombre de atrás, a ese back door man llamado Francesc Satorra, el observador impertérrito de esa escena surrealista con ese dedo que, según los madridistas, les enseñó el camino a seguir.
La primera toma del día es la base de “California”, con varios breaks respecto a la versión original, y tiene muy buena pinta. A media mañana aparece la historia del tipo que cuando iba a cagar mencionaba que iba al baño “a liberar a Nelson Mandela”. A golpe de esternón partido cada vez me siento más dentro de la grabación y este Sr. Espadero tiene gracia el cabrón. Aquella anécdota sobre el técnico de Mötörhead y el productor que le sugería a un guitarra que volviese a hacer una toma “pero esta vez sin los guantes de boxeo” precede a la base del “Tren de medianoche”, que graban Pachi y Alberto exactamente en dos segundos. No sé cómo haremos para que la canción dure cuatro minutos y medio, pero el ritmo está siendo increíble para un batería y un bajista que no habían tocado juntos jamás. Pasan las horas y cada vez me siento mejor. El agradecimiento por lo que estoy viviendo es cada vez mayor. Carlos no me deja ni un segundo. Además de coordinarlo todo, de sugerir lo que procede como productor, de aportar ideas y tomar decisiones sobre las propuestas que van colocándose sobre el tapete, no me pierde de vista ni un segundo y hablamos continuamente. La base de “California” casi está terminada, con arreglos stonianos, Alberto en racha, acústicas para dar cuerpo, y a comer que son las dos y media. Tortilla de patatas que me sale amazacotada y algo sosa y salmorejo que prepara Alfonso en un santiamén. La mezcla de la tortilla con el salmorejo es una nota de color en el día que Nelson Mandela fue liberado tres veces.
La tarde empieza atractiva: me toca cantar “California”. Poco exigido en la vida en general, colegio de pago y trabajo de administrativo en la España de la vaga y la bragueta, acostumbrado al tono bajo y gris de ciertos sectores en los que me muevo, laborales para más señas, tengo dificultades para aceptar la crítica y para enfocar mi esfuerzo adecuadamente. Sin embargo, Carlos y Alfonso dan pronto con el punto, y en lugar de pinchar la toma, me sugieren que cante varias tomas seguidas para coger una toma base y completarla con estrofas o versos que hayan sido mejorados en otra toma. Me cuesta aceptar todo, pero queda bien intencionado, digno, aunque tengo la sensación de que preferiré cantar por la noche.
La base de “1959” se atasca. Cuando Pachi termina, Alberto tarda más de lo habitual con el bajo, y mi guitarra rítmica tampoco sale fluida, aunque todo termina saliendo. Para la eléctrica del 59 he utilizado una antigua guitarra Talman con un sonido que hace crujir los arpegios, estallando en los estribillos. Minutos después de terminar de grabar el sonido aun chisporrotea en mi cabeza. De alguna manera esta tarde he visto sobrevolar a Neil Young, a Lou Reed y a los Stooges, y también a Cliff Burton de Metallica en algún momento de la espeluznante línea de bajo que se ha marcado Alberto, mezclando virtuosismo con ratos donde se ha tenido que colocar el casco de peón de la construcción. Pero yo hoy no estoy. Hoy no me creo lo que observo y lo que escucho en mí, aunque debo reconocer que todo lo que suena salido de manos de los demás me parece la hostia. Me siento en MODO BALADA ON. Quizás esto cambie mañana.
Viernes 19 de agosto
Me levanto a las 8 de la mañana con la frente y el 3er dedo del pie izquierdo acribillados por un mosquito al que no hemos sabido dar muerte y destrucción a tiempo.
Ayer por la noche estuvimos tomando unas cervezas con Carlos y Alfonso y a mí personalmente me vino estupendamente. Pude charlar con Alfonso, y comprobé que existen vibraciones cordiales comunes, como decía mi padre. Es un tío de 48 años con carretera y mantón de Manila, sabe del estudio lo que no está en los escritos, y es tremendamente discreto; una vez que le preguntas y que se siente a gusto, se involucra con saber hacer, mesura, bastante gracia y con ese desparpajo y naturalidad que proporcionan la edad y la experiencia. Alberto y yo sabemos que estamos en buenas manos, porque con Carlos ya he hablado mucho en estos meses atrás y Carlos me conoce bien. Pero para mí era importante transmitirle a Alfonso mis sentimientos al respecto de la música y de algunos aspectos de la vida, y conseguí liberarme de cierto peso y pasar de trabajar con un desconocido a trabajar con un amigo. Si estoy triste, estoy triste, pero triste también me puedo divertir, y lo que es más importante, triste o cabreado también pueden salir cosas buenas de mí. Al final, he venido para grabar un disco, y como tantas veces me ha pasado en la vida, creo que soy perfectamente capaz de levantarme de la cama cada mañana aunque sea jodido, y hacer lo que tengo que hacer.
En dos días me ha quedado demostrado que ambos, tanto Carlos como Alfonso, saben cómo manejar una grabación y a las diversas personalidades involucradas en ella. Carlos es más extrovertido e impulsivo, más hablador, más como yo, y acomete su primera producción como si fuese la última; Alfonso es discreto, experto y una persona que me hace sentir extraordinariamente cómodo. Como equipo, lidian bien conmigo y ya no sé si considerarme alguien particularmente complejo de tratar. Al final, lo que importa es que siento que sacan algo bueno de mí y sobre todo que me aprecian y respetan. Aprendo conceptos nuevos estos días. Tengo claro que disfrutar y divertirme no me son ajenos pero sí raros, y que a veces la voluntad de relajarse y disfrutar empieza por asumir el sometimiento de uno mismo a la tiranía del estado de ánimo, asumirlo y empaquetarlo y tirarlo a tomar por culo. Y en el terreno musical, sé que lo que me dicen es cierto: nunca me voy a oír igual. Odio oírme mal en los putos directos, y quiero disfrutar esa claridad. Quiero cantar y sentirme en un estudio yo también como si fuese la última vez. La implicación y el impulso se presuponen; ahora quiero creerme lo que escucho.
La noche anterior Alberto y yo charlamos del futuro. “No future?” No sabemos cómo saldrá esta aventura aunque pinte bien. No hay mercado en España para esto. Si sale de cojones, será para nosotros, para el equipo que lo ha hecho posible. A propósito del Barça-Madrid del otro día y lo calentito que acabó, Rafa Nadal dijo ayer que hay cosas más importantes que ganar o perder. Supongo que estoy de acuerdo, así que lo único en lo que puedo pensar sobre este disco, y es la sensación con la que me acosté ayer, es que ojalá quede lo suficientemente bien como para sentirme orgulloso de él toda la vida.
La mañana del 19 se graban las bases de “Bajo el manto de fuego” y “Todo lo que nos vio crecer”, rematando la última por la tarde, donde tras una siesta que no me deja dormir la fantástica película “Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto”, pasamos a la acústica para el “Tren de medianoche” y la propia “Bajo el manto de fuego”, así como la base de “El bosque de nunca jamás”. Utilizamos mi acústica Martin para los arpegios y momentos más oscuros, porque suena más seria, con una mayor resonancia cuerda por cuerda, mientras que la otra Martin del estudio resuelve mejor los acordes abiertos, tiene un rollo más suelto.
La tarde pasa volada, pero adelantamos mucho trabajo. Pachi graba la batería de “La reina de la ciudad” de forma absolutamente sensacional, ya que muchos pensábamos que no era su estilo para nada. Pero este hombre no conoce de estilos; pega y siente la batería, suda y se caga en dios, se entrega a tope. Increíble Pachi, LO HA HECHO. Por cierto, bonita conversación he tenido con él por la mañana en la terraza. Me cuenta que tuvo una tienda de discos entre el 88 y el 95 (¡toma castaña!), y hablamos también de mi madre, del puto cáncer… Hay mucho que aprender de gente como él o como mi propia madre. En realidad, su andar es una lección de la vida, de cómo vivir con dignidad algo así y luchar con fuerza frente a ese monstruo. Pachi grabó Land, de Maggot Brain, su banda, recién salido de un tratamiento durísimo. Aquello supongo que fue su forma de decirse a sí mismo y a todos “puedo hacerlo”, pero el disco de Hotel Valmont ha sido sencillamente un “voy a hacerlo”, y lo ha hecho como dios. Aun así, es todavía mejor persona que batería, y es un batería excelente. Ha sido un honor tenerle en nuestro disco y será un amigo para siempre. Me siento afortunado.
Sobre las nueve nos vamos a tomar unos litros a la charca, para despejarnos un rato. “La charca” es un estanque de considerables dimensiones que hace un efecto estupendo cuando llegas en coche al Casar y te encuentras con una larga avenida con canchas de baloncesto y columpios a un lado de la carretera y casas bajas al otro. Nos sentamos en un banco y echamos unas risas antes de volver al trabajo. Todo lo que hacemos es necesario y al mismo tiempo agradable. No pasa un minuto sin que cualquier cosa, ya sean patos o anécdotas de viejos conocidos, nos haga reírnos.
La noche es la primera que utilizamos para las voces, intentando ajustar el plan de trabajo para terminar el domingo, ya que la semana que viene vuelvo a currar a mi nada rockero trabajo de administrativo. El “Tren de medianoche” me hace coger el tono, con “La Señal” rompo la voz del todo, y “Radiografía de un fracaso” es un estado de amor y confianza, un estado de gracia total: la 2ª toma queda “de mamazo” según Alfonso, “pero vamos a hacer una toma más”. Despolle absoluto ante una de las constantes en las tomas de voz: “Manuel, está de puta madre”, me dice por cascos. Silencio. “Vamos a hacer otra toma”, añade al segundo siguiente. Grande. Sin embargo, la 2ª toma de “Radiografía” se queda tal cual. Vale entera. Dicen que es algo raro en un estudio. A mí me parece que esta noche me he congraciado conmigo mismo y con todo. Mi alrededor, que hacía un rato era algo oscuro, ahora está iluminado. Todo se ha tornado enorme, todo ha cambiado. Ahora, echando de menos a Silvia y a Manuel como un enfermo, estoy disfrutando de este sueño. No es más que sentirlo fluir, caminar solo, verlo cobrando forma. Ahora sé que voy a volver a casa con la sensación de haberlo hecho, maldita sea.
Sábado 20 de agosto.
Ayer por la noche vimos el documental de cómo se hizo Who’s Next de los Who. Qué manera de tocar. Qué banda de rock. Townsend con 60 años tocando la acústica y cantando es sencillamente apabullante.
Por la mañana grabo la voz de “Bajo el manto” con la voz de mañana. Primero grabo la guitarra de “El Rey Lagarto” y la acústica después. Vienen Héctor y Olga. Héctor viene a tocar la armónica en El Rey así que tengo que grabar la voz también ahora. Cuando llegan, aun estoy grabando pero da tiempo a charlar un rato antes de comernos un arroz con pollo que produce Carlos, un espectáculo cocinando. Por la mañana han venido Laura y Jara, la mujer y la hija de Carlos. Quiero ver a Manolín con esa cría, parece muy buena y me haría gracia ver a esos dos pululando por el estudio con tapones para los oídos, corriendo de un lado para otro y manoseando todo.
La tarde es casi de asueto. Me echo una siesta que Carlos me obliga a echarme para descansar la voz. Es su trabajo. Me duermo a gusto y Alberto me despierta con la 12 cuerdas para “Noches de ciencia ficción”. Afinar esa guitarra es como un parto. Luego Alberto mete la Telecaster, le ponemos a Héctor (que ha grabado su armónica para “El Rey Lagarto” en un santiamén) y a Olga un par de temas y nos vamos a descansar a la charca. Yo tengo algo de ansiedad porque me espera una noche dura y una mañana siguiente definitiva. Cuando volvemos a la casa nos despedimos de Héctor y Olga, lamento que no se puedan quedar pero tengo la cabeza en mi historia absolutamente. Sin embargo, por la tarde he podido charlar un buen rato con ellos y agradezco que se hayan pasado. En el fondo, me gustaría que Héctor grabase con Carlos y Alfonso porque no sé por qué me da que no debe ser fácil encontrar gente con la que grabar a gusto. Hoy Héctor se ha quedado con la sensación de que podía haber tocado mejor pero Carlos dice que tiene lo que necesita para la armónica de El Rey. No había mucho más tiempo y Carlos dice que le sirve, o sea que sirve.
Cantar “Noches de ciencia ficción” es otro parto. Ahora la canción es más cortante y stoniana, y yo la cantaba antes más rota y punk rock, queriendo irme a pescar con Mike Ness. Ahora tengo que acabar las frases antes (algo que me enseñan, que yo no llevo aprendido), porque esa es una manía que tengo que no aporta nada, y tengo que cuidar la afinación. De alguna manera, siento que Carlos y Alfonso están siendo un pelo permisivos porque mi afinación dista algo de ser perfecta, pero las pelotas están en su sitio y en este disco eso cuenta. Ellos lo llaman “intención”. Aunque me cueste, me siento permeable y a gusto. Siento que estoy aprendiendo y termino disfrutando la sexta toma de la canción, que resulta ser la buena.
Canto “1959”. Habitación a oscuras. Un micro que distorsiona un pelo. Pegado a la tela en las partes graves. Muy motivado. Estoy viendo a mi padre reflejado en la letra de la canción, que ilumina un flexo de luz. Termino las tomas afectado pero seguro de que mi padre hubiese dicho “sí” a esto. Carlos me abraza al terminar, sabe lo que está pasando. Me cuida, me recoge, impide que me desmonte. Sabe exactamente lo que necesito en cada momento. Me he bebido un vaso de whisky seco y tengo la botella de agua donde él la ha colocado, tengo todo lo que necesito, suspiro y me vacío en recuerdo de mi viejo. La toma vocal es violentísima, como lo es el resto de la canción. Bajo al salón a fumar, desahogado, a gusto. Alberto está chateando con Yol y le veo relajado. Yo estoy en tensión aunque muy contento.
Subo de nuevo a cantar “La reina de la ciudad”. Otras tres tomas. Silvia está en mi canción, y suena como tiene que sonar, sensual e impúdica, algo fatigada cuando lo requiere, grande al final. Como si estuviese en el salón de casa tocándole la canción, otra indicación de Carlos. Todo sirve. Todo encaja.
Alfonso se va a descansar y abrimos una botella de licor de frambuesa, que es el único alcohol que tenemos en ese momento en la casa. El consumo ha sido correcto: elevado, generoso, mañanero y así hasta el final. Carlos, Alberto y yo escuchamos todo lo que llevamos grabado y me acuesto tranquilo. La cosa tiene ya un color.
Domingo 21 de agosto.
Amanece lloviendo. No tengo chubasquero. “Es sólo lluvia”, dice Carlos, “y sería mucho peor que fuese ácido sulfúrico”. A estas alturas, si bien aun no veo ninguna botella siquiera mediada, al menos entiendo esa clase de razonamientos. Desayunamos en la churrería que hoy está a rebosar. Debo hacer una loa a esa churrería que fabrica una de las mejores tostas de la historia de las tostas: una enorme rebanada de pan tostado con dos lonchas de queso fundido, y encima trozos de bacon a la plancha con un chorro de aceite de oliva y orégano. Difícilmente olvidables, esas tostas. Cada mañana me zampaba una con mucho gusto. La churrería está llena, putos domingos. Hoy me vuelvo a casa. Antes grabo la guitarra acústica de “Todo lo que nos vio crecer”, la de “El bosque de nunca jamás” (en un ritmo algo más vals que de costumbre), canto “El bosque” y termino con “Todo lo que nos vio crecer”. Rápido y suelto como Fast Eddie Felson. Tres tomas de cada y a correr. Vienen Jesús Maggot y Pachi y escuchamos un tema. Es la hora de irse. Nos hacemos unas fotos (aunque la foto de la grabación será otra), me preparo un sándwich y me voy. Me voy contento. Debería estar toda la grabación, porque estos cabrones aun están a tiempo de joderlo como ellos mismos reconocen jocosos, pero necesito estar con mi familia y tengo que volver a trabajar. La próxima vez, recordaré esto y planearé el asunto de otra forma, porque queda una semana de grabación (guitarras, colaboraciones, coros, percusiones…) y me lo voy a perder. Aun no sé lo que me espera y eso que lo que llevamos está bastante bien. Los bajos de Alberto son interplanetarios, y todas las guitarras suenan desahogadas, crujiendo, potentes, han aparecido referencias desconocidas o no tratadas hasta ahora, he acabado disfrutando como un puerco. Conocer a Alfonso ha sido la hostia. Y Carlos… no sé si alguna vez tendré palabras. Ese tío ha hecho posible mi sueño.
Cuando me voy acercando a Guadarrama pincho ocho veces seguidas “It’s not a war (just the end of love)” de los Manic Street Preachers. Toda esa jodida épica me arropa mientras vuelvo a casa de vivir una de las experiencias más gratificantes que he tenido jamás.
Viernes 26 de agosto.
La semana ha sido extraña. El trabajo no es exactamente el sitio en el que quiero estar ahora, y lo único que me ha hecho sentir bien es estar con Silvia y Manuel, pero no he oído nada de lo que estaba pasando en el estudio y tenía ganas. Salimos para Cáceres a la una, y llegamos a las cuatro y media al hotel. Dejamos las cosas y nos cambiamos, y llegamos al estudio a las seis. Volver a ver a Alberto, Carlos y Alfonso es un alivio porque nada más verles sé que todo ha ido bien. Ya están mezclando y hay dos canciones terminadas: “1959” y “El Rey Lagarto”. Dejaré que sea la gente quien juzgue el resultado. Yo me debato entre la risa histérica y el llanto compulsivo, aunque consigo quedarme a mitad de camino, y me tapo la boca para que no se vea mi sonrisa absurda, de felicidad, de sentirme completo, y consigo retener las lágrimas con el “59”. “El Rey Lagarto” confirma todas las teorías elaboradas a lo largo de la historia sobre lo importante que es delegar en la gente adecuada. Suena como un trueno. Han conducido las dos canciones a parajes de violencia extrema, dentro de un orden. Escuchar esas dos canciones terminadas es una experiencia. Silvia está alucinada. Yo estoy alucinado. Ellos están cansados y saturados de música, pero los tres me abrazan cuando termino de escuchar el “59” porque afortunadamente para mí, los tres saben quién soy, y no es egocentrismo, solamente constato la suerte que he tenido de trabajar con gente profesional y, sobre todo, humana. Cariñosos, saben que es especial, saben de qué va la vaina. Y sin quererlo, sin saberlo, me han dado justo lo que necesitaba. Han construido mi sueño a partir de una canción compuesta con una guitarra acústica. Han levantado un edificio potente y coherente, repleto de impulso, dinámica, matices, agresividad, rabia explosionando. Suena muy contundente. Y “El Rey Lagarto” suena como el homenaje que es. Tiene todo lo que la canción requería, incluso más. Oigo coros, la armónica histérica de Hector (en efecto, sirve), guitarras alucinantes, teclados sinuosos, y pegada. Me han dado dos bofetones que han sido como ganchos, crochets y upercuts todo en dos tiempos, como Roy Jones Jr., en un segundo, en un chasquido. Salgo de allí feliz, en un estado casi de levitación.
Sábado 27 de agosto.
Hoy graban Barrunto Bellota Band. No desvelaré gran cosa, solamente que a Silvia y a mí se nos saltan las lágrimas cuando escuchamos lo que han hecho en “Bajo el manto de fuego”. Escucho “La señal”, “California” y “Noches de ciencia ficción” ya mezcladas. La sensación sigue siendo apabullante, aunque el colapso es menor. Me gustaría haber estado durante todo el proceso de creación. Los teclados de Abraham Benítez aquí y allá están tocados con un buen gusto acojonante. “La señal” ha quedado particularmente bien. Creo que hemos conseguido rematar el efecto de Mellencamp puesto de esteroides hasta que la canción ha cobrado vida propia. Suena muy rotunda. “Noches” suena condenadamente bien. Guitarra de 12 cuerdas, Telecaster y slide. Apesta a primer single, según consensuamos.
Por la noche hay cena en casa de Pachi. Ha venido Yol de Madrid a estar con Alberto, Jesús Maggot está en la cena (sus guitarras en conjunción con las de Alberto para “Radiografía” y “El Rey Lagarto” son una preciosidad), y Alfonso viene con su novia, Ana, que ha cantado en el disco con la mujer de Carlos y la tercera corista que forma parte de las Brainettes, el coro de Maggot Brain, que se llama Mar y que también ha colaborado en solitario en “Bajo el manto de fuego”. Insisto en no desvelar nada, pero la impresión al escuchar su voz junto a la colaboración de David González ha sido muy profunda. La cena es muy agradable, Pachi tiene una terraza con magníficas vistas a la parte de antigua de Cáceres, y departimos amigable y relajadamente. Hay cierta sensación en el aire de despedida para mí, pero a ellos aun les falta un poco. Pese a todo, la sensación de trabajo bien hecho creo que es común a todos. Estamos relajados, y desde luego no es así como empezamos. De todas formas, el trayecto ha sido formidable. Yo creo que a todos nos queda la sensación de haber grabado un buen disco. Y ese disco es la foto de ese instante, el instante que pasamos en El Casar de Cáceres grabando el primer disco de Hotel Valmont. Repetir la palabra sueño sería reiterativo. Pero cumplirlo es la hostia.
Manuel López Sacristán
Septiembre de 2011.
Lunes 15 de agosto de 2011.
El día que llegamos a Cáceres. En realidad, todo empezó hace ya un tiempo para Hotel Valmont, en la primavera de 2010, con idas y venidas, subidas y bajadas, ensayos y conciertos algo desiguales, y la reaparición en mi vida de Alberto, más que un brazo derecho, y de Carlos Macías, que un día me dijo que se moría por producir un disco nuestro. Ha sido seguro mi tendencia impulsiva, más de fondo que formal, la que ha conducido todo el proceso con una metodología que no ha compartido todo el mundo –de hecho, ahora mismo la banda es un dúo–, pero que en cualquier caso nos llevó el lunes 15 de agosto a los estudios yenimusic de El Casar de Cáceres para grabar nuestro primer disco. Aunque no sea este el lugar donde verterlo, hay más historia. En cualquier caso, desde aquí gracias a todos los que de alguna forma u otra compartieron este proyecto en un momento dado.
El primer día que llegamos es duro en varios sentidos. Finalmente, Alberto y yo nos hemos visto en la situación de tener que grabar el disco con un batería nuevo para nosotros: Pachi Cañamero, del grupo Maggot Brain, a la sazón la banda de Carlos, nuestro productor. Por tanto, hoy es el día del “ensayo general”, que comienza antes de comer y termina casi a la medianoche. De lo que nos da tiempo a ensayar hoy –nueve de las once canciones que irán a parar al disco–, mucho se podrá escuchar en el disco definitivo y algunas cosas irán surgiendo al grabar las primeras pistas de batería y bajo. Doble mérito para Pachi y Alberto (que en el disco se encarga de los bajos además de su tarea habitual como guitarrista), y doble mérito para Carlos y para Alfonso Espadero, el ingeniero de sonido, a quien conozco este lunes aunque sólo un rato. Hay mucho trabajo por delante y poco tiempo: dos semanas, de las cuales una se destinará a bases, guitarras rítmicas y voz, y la segunda a solos, colaboraciones, coros, percusiones, mezcla y mastering.
Entretanto, a la problemática de tener que ensayar todo de nuevas con un batería nuevo, sumo un repentino estado de parálisis emocional que sufro al sentirme terriblemente lejos de mi mujer y de mi hijo. Ya he estado fuera otras veces, pero esta vez son varios días seguidos y la situación se me hace difícil desde el primer momento.
Cuando acabamos el ensayo, tocamos un rato una canción que irá a parar al disco, “El bosque de nunca jamás”, y que es la única que no lleva batería; la base será por tanto una guitarra acústica. Dejamos para más adelante la revisión de otras dos canciones reposadas, “Todo lo que nos vio crecer” y “La reina de la ciudad”. Con un sabor entre esperanzado y amargo, nos acostamos. Tengo alguna duda de más, ya que un ensayo general con un batería con el que no has tocado jamás no es precisamente algo sencillo ni de hacer ni de digerir. Pese a todo, muchas cosas han ido cobrando forma, pero aun no he aprendido a ver la botella medio llena.
Martes 16 de agosto.
El día de la nostalgia criminal es también el primer día que Pachi y Alberto empiezan a grabar bases. Esta mañana recuerdo un extracto del libro de Juan Bosco sobre Antonio Vega donde describe al músico en su nave de la calle Palermo en Madrid, con aquella frase tan exagerada que reza “Antonio está sentado ante el teclado, componiendo una base, fumando base”. Tan pronto me levanto y hablo con mi mujer, soy consciente de mi necesidad de volver a Madrid a verlos. Cada vez que Manuel se pone al teléfono me dice “¿Vienes ya?” Y eso me está matando. Voy a hacer la compra en mitad de una solana de 35º a las once de la mañana y todo se me viene encima. Solo por El Casar, Lorenzo a tope, estoy a punto de meterme en el cuartel de la Guardia Civil a pedir que me detengan. O me marcho a Madrid, o no voy a estar bien. Mi corazón no está aquí y tengo que volver.
Desde el primer momento que hablo del asunto con Carlos, sé que cuento con su apoyo. Pero el día idóneo para volver es hoy, un día después de haber llegado, por la sencilla razón de que hoy no voy a grabar nada y ellos pueden adelantar trabajo sin que mi ausencia conlleve contratiempo alguno. Así pues, a las tres de la tarde hago el petate y marcho para Guadarrama. Hago las tres horas de coche que había conducido el día anterior y que volveré a hacer mañana, pero las hago contento y sintiendo que era lo que tenía que hacer. “Con dos cojones”, dice Alfonso. A nadie le ha parecido ni bien ni mal. Simplemente, me han apoyado.
En la carretera me siento entre absurdo y solo, y canto con la voz entrecortada entero el Twisted de Del Amitri. Tengo ganas de cantar, tengo ganas de grabar un disco, tengo ganas de estar con mi familia, tengo, tengo, tengo… Todo no podrá ser. Tendré que centrar alguna vez mis deseos y prioridades y asumir las consecuencias de las decisiones. Algún día tendré que ponerme con eso.
Llego a casa a las seis. Volver a verlos es genial. Paso la tarde con Silvia y con el crío en casa, vamos también a la piscina con mi hermano del alma Manolis, mi antiguo manager a quien despedí por dejación de sus funciones (¿alguien ha visto un manager que sale por la noche y no te consigue ni un solo concierto en esas noches de jarana?) y a la sazón mi mejor amigo. Le doy de cenar a Manuel y hago lo que hago todas las noches en mi casa, en mi hogar, con mi familia. Hago lo que quiero hacer, estoy donde quiero estar, y mañana me voy donde me tengo que ir, y quiero conseguir estar donde quiero estar en cualquier parte adonde vaya. Es una deuda pendiente. Aunque me da pena marcharme mañana, nada se puede comparar a la sensación de estar de nuevo en casa.
Miércoles 17 de agosto
Vuelvo al estudio de El Casar a eso de las cinco de la tarde, no sin antes parar en el Sweet Corner, una tienda enfrente del estanque que nunca está cerrada, para comprar agua y cerveza. El consumo de cerveza el primer día de ensayo fue escandaloso, y no se puede volver al lugar del crimen con las manos vacías. En cuanto vuelvo, escucho un tema para el que ya habían grabado bases y un par de guitarras, “La señal”. La escucha me deja seco. Aquello suena brutal, como John Mellencamp puesto de esteroides, no puedo esperar a cantarla.
A las 17:30 Pachi y Alberto prueban sonido para grabar “El rey lagarto”. Yo me imagino que el sonido de bajo tiene que recordar al de Duff McKagan en el concierto de París de 1992 de Guns N’ Roses, y paradójicamente ellos buscan un sonido de bajo ligeramente distorsionado que hace un efecto cojonudo. Mientras empiezan a grabar, Carlos y yo departimos un rato en el salón, como habíamos hecho ya y haríamos tantas veces durante los días que estuve allí. Le doy los discos de Antonio Vega que le había llevado y que espero que escuche cuando se saque a Hotel Valmont de las orejas. Hablamos de Cowboy Junkies mientras escuchamos el disco de los Walkabouts Satisfied Mind, un álbum lleno de sutileza y gracia. En cuatro tomas, la base del Rey Lagarto está grabada. La escucha de la base confirma lo que ya había intuido en Pachi cuando vi a Maggot Brain por primera vez en la Sala Live: es un batería cojonudo. Además, su estilo encaja como un guante con nosotros. Concretamente, la batería de “La señal” suena enorme. Pachi se ha adaptado a la perfección, conoce el estudio y aprovecha su tiempo para rematar las cosas en un número de tomas razonable.
Estoy mejor aunque siga echando de menos a Manuel a Silvia. Pero esta es una experiencia única, y de alguna manera la conjunción de la melancolía y el saber que esta vivencia no tiene comparación posible me hace pensar que es muy posible que todo esto valga la pena, cuando la pena significa estar lejos de ellos. Hacia el final de la tarde, escucho la base de “Noches de ciencia ficción”, una canción remozada por completo respecto a la versión que incluimos en nuestra maqueta Estaciones de Paso, y grabo guitarras para “Radiografía de un fracaso”. Acto seguido, Alberto mete otra guitarra con la cejilla en el 2º traste que le da un rollo muy guapo. Antonio Vega nos ha guiñado un ojo.
La noche acaba con el Barcelona-Madrid de la vuelta de la Supercopa de España, a golpe de cigarrillos y Johnnie Walker con Coca-Cola. Subidón por el whisky y por el triunfo.
Jueves 18 de agosto
Desayunamos en la churrería Ronco Tovar, el lugar de encuentro por la mañana a las 9:30. Alfonso está puntual y hace una apología de la puntualidad que comparto absolutamente. Hacemos risas y contamos anécdotas y arremetemos contra Mourinho, que la noche anterior le metió el dedo en el ojo al segundo entrenador del Barcelona en mitad de una trifulca ridícula. En el periódico ya empiezan a aparecer las primeras fotos del incidente del dedo, pero nosotros sólo podemos mirar al hombre de atrás, a ese back door man llamado Francesc Satorra, el observador impertérrito de esa escena surrealista con ese dedo que, según los madridistas, les enseñó el camino a seguir.
La primera toma del día es la base de “California”, con varios breaks respecto a la versión original, y tiene muy buena pinta. A media mañana aparece la historia del tipo que cuando iba a cagar mencionaba que iba al baño “a liberar a Nelson Mandela”. A golpe de esternón partido cada vez me siento más dentro de la grabación y este Sr. Espadero tiene gracia el cabrón. Aquella anécdota sobre el técnico de Mötörhead y el productor que le sugería a un guitarra que volviese a hacer una toma “pero esta vez sin los guantes de boxeo” precede a la base del “Tren de medianoche”, que graban Pachi y Alberto exactamente en dos segundos. No sé cómo haremos para que la canción dure cuatro minutos y medio, pero el ritmo está siendo increíble para un batería y un bajista que no habían tocado juntos jamás. Pasan las horas y cada vez me siento mejor. El agradecimiento por lo que estoy viviendo es cada vez mayor. Carlos no me deja ni un segundo. Además de coordinarlo todo, de sugerir lo que procede como productor, de aportar ideas y tomar decisiones sobre las propuestas que van colocándose sobre el tapete, no me pierde de vista ni un segundo y hablamos continuamente. La base de “California” casi está terminada, con arreglos stonianos, Alberto en racha, acústicas para dar cuerpo, y a comer que son las dos y media. Tortilla de patatas que me sale amazacotada y algo sosa y salmorejo que prepara Alfonso en un santiamén. La mezcla de la tortilla con el salmorejo es una nota de color en el día que Nelson Mandela fue liberado tres veces.
La tarde empieza atractiva: me toca cantar “California”. Poco exigido en la vida en general, colegio de pago y trabajo de administrativo en la España de la vaga y la bragueta, acostumbrado al tono bajo y gris de ciertos sectores en los que me muevo, laborales para más señas, tengo dificultades para aceptar la crítica y para enfocar mi esfuerzo adecuadamente. Sin embargo, Carlos y Alfonso dan pronto con el punto, y en lugar de pinchar la toma, me sugieren que cante varias tomas seguidas para coger una toma base y completarla con estrofas o versos que hayan sido mejorados en otra toma. Me cuesta aceptar todo, pero queda bien intencionado, digno, aunque tengo la sensación de que preferiré cantar por la noche.
La base de “1959” se atasca. Cuando Pachi termina, Alberto tarda más de lo habitual con el bajo, y mi guitarra rítmica tampoco sale fluida, aunque todo termina saliendo. Para la eléctrica del 59 he utilizado una antigua guitarra Talman con un sonido que hace crujir los arpegios, estallando en los estribillos. Minutos después de terminar de grabar el sonido aun chisporrotea en mi cabeza. De alguna manera esta tarde he visto sobrevolar a Neil Young, a Lou Reed y a los Stooges, y también a Cliff Burton de Metallica en algún momento de la espeluznante línea de bajo que se ha marcado Alberto, mezclando virtuosismo con ratos donde se ha tenido que colocar el casco de peón de la construcción. Pero yo hoy no estoy. Hoy no me creo lo que observo y lo que escucho en mí, aunque debo reconocer que todo lo que suena salido de manos de los demás me parece la hostia. Me siento en MODO BALADA ON. Quizás esto cambie mañana.
Viernes 19 de agosto
Me levanto a las 8 de la mañana con la frente y el 3er dedo del pie izquierdo acribillados por un mosquito al que no hemos sabido dar muerte y destrucción a tiempo.
Ayer por la noche estuvimos tomando unas cervezas con Carlos y Alfonso y a mí personalmente me vino estupendamente. Pude charlar con Alfonso, y comprobé que existen vibraciones cordiales comunes, como decía mi padre. Es un tío de 48 años con carretera y mantón de Manila, sabe del estudio lo que no está en los escritos, y es tremendamente discreto; una vez que le preguntas y que se siente a gusto, se involucra con saber hacer, mesura, bastante gracia y con ese desparpajo y naturalidad que proporcionan la edad y la experiencia. Alberto y yo sabemos que estamos en buenas manos, porque con Carlos ya he hablado mucho en estos meses atrás y Carlos me conoce bien. Pero para mí era importante transmitirle a Alfonso mis sentimientos al respecto de la música y de algunos aspectos de la vida, y conseguí liberarme de cierto peso y pasar de trabajar con un desconocido a trabajar con un amigo. Si estoy triste, estoy triste, pero triste también me puedo divertir, y lo que es más importante, triste o cabreado también pueden salir cosas buenas de mí. Al final, he venido para grabar un disco, y como tantas veces me ha pasado en la vida, creo que soy perfectamente capaz de levantarme de la cama cada mañana aunque sea jodido, y hacer lo que tengo que hacer.
En dos días me ha quedado demostrado que ambos, tanto Carlos como Alfonso, saben cómo manejar una grabación y a las diversas personalidades involucradas en ella. Carlos es más extrovertido e impulsivo, más hablador, más como yo, y acomete su primera producción como si fuese la última; Alfonso es discreto, experto y una persona que me hace sentir extraordinariamente cómodo. Como equipo, lidian bien conmigo y ya no sé si considerarme alguien particularmente complejo de tratar. Al final, lo que importa es que siento que sacan algo bueno de mí y sobre todo que me aprecian y respetan. Aprendo conceptos nuevos estos días. Tengo claro que disfrutar y divertirme no me son ajenos pero sí raros, y que a veces la voluntad de relajarse y disfrutar empieza por asumir el sometimiento de uno mismo a la tiranía del estado de ánimo, asumirlo y empaquetarlo y tirarlo a tomar por culo. Y en el terreno musical, sé que lo que me dicen es cierto: nunca me voy a oír igual. Odio oírme mal en los putos directos, y quiero disfrutar esa claridad. Quiero cantar y sentirme en un estudio yo también como si fuese la última vez. La implicación y el impulso se presuponen; ahora quiero creerme lo que escucho.
La noche anterior Alberto y yo charlamos del futuro. “No future?” No sabemos cómo saldrá esta aventura aunque pinte bien. No hay mercado en España para esto. Si sale de cojones, será para nosotros, para el equipo que lo ha hecho posible. A propósito del Barça-Madrid del otro día y lo calentito que acabó, Rafa Nadal dijo ayer que hay cosas más importantes que ganar o perder. Supongo que estoy de acuerdo, así que lo único en lo que puedo pensar sobre este disco, y es la sensación con la que me acosté ayer, es que ojalá quede lo suficientemente bien como para sentirme orgulloso de él toda la vida.
La mañana del 19 se graban las bases de “Bajo el manto de fuego” y “Todo lo que nos vio crecer”, rematando la última por la tarde, donde tras una siesta que no me deja dormir la fantástica película “Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto”, pasamos a la acústica para el “Tren de medianoche” y la propia “Bajo el manto de fuego”, así como la base de “El bosque de nunca jamás”. Utilizamos mi acústica Martin para los arpegios y momentos más oscuros, porque suena más seria, con una mayor resonancia cuerda por cuerda, mientras que la otra Martin del estudio resuelve mejor los acordes abiertos, tiene un rollo más suelto.
La tarde pasa volada, pero adelantamos mucho trabajo. Pachi graba la batería de “La reina de la ciudad” de forma absolutamente sensacional, ya que muchos pensábamos que no era su estilo para nada. Pero este hombre no conoce de estilos; pega y siente la batería, suda y se caga en dios, se entrega a tope. Increíble Pachi, LO HA HECHO. Por cierto, bonita conversación he tenido con él por la mañana en la terraza. Me cuenta que tuvo una tienda de discos entre el 88 y el 95 (¡toma castaña!), y hablamos también de mi madre, del puto cáncer… Hay mucho que aprender de gente como él o como mi propia madre. En realidad, su andar es una lección de la vida, de cómo vivir con dignidad algo así y luchar con fuerza frente a ese monstruo. Pachi grabó Land, de Maggot Brain, su banda, recién salido de un tratamiento durísimo. Aquello supongo que fue su forma de decirse a sí mismo y a todos “puedo hacerlo”, pero el disco de Hotel Valmont ha sido sencillamente un “voy a hacerlo”, y lo ha hecho como dios. Aun así, es todavía mejor persona que batería, y es un batería excelente. Ha sido un honor tenerle en nuestro disco y será un amigo para siempre. Me siento afortunado.
Sobre las nueve nos vamos a tomar unos litros a la charca, para despejarnos un rato. “La charca” es un estanque de considerables dimensiones que hace un efecto estupendo cuando llegas en coche al Casar y te encuentras con una larga avenida con canchas de baloncesto y columpios a un lado de la carretera y casas bajas al otro. Nos sentamos en un banco y echamos unas risas antes de volver al trabajo. Todo lo que hacemos es necesario y al mismo tiempo agradable. No pasa un minuto sin que cualquier cosa, ya sean patos o anécdotas de viejos conocidos, nos haga reírnos.
La noche es la primera que utilizamos para las voces, intentando ajustar el plan de trabajo para terminar el domingo, ya que la semana que viene vuelvo a currar a mi nada rockero trabajo de administrativo. El “Tren de medianoche” me hace coger el tono, con “La Señal” rompo la voz del todo, y “Radiografía de un fracaso” es un estado de amor y confianza, un estado de gracia total: la 2ª toma queda “de mamazo” según Alfonso, “pero vamos a hacer una toma más”. Despolle absoluto ante una de las constantes en las tomas de voz: “Manuel, está de puta madre”, me dice por cascos. Silencio. “Vamos a hacer otra toma”, añade al segundo siguiente. Grande. Sin embargo, la 2ª toma de “Radiografía” se queda tal cual. Vale entera. Dicen que es algo raro en un estudio. A mí me parece que esta noche me he congraciado conmigo mismo y con todo. Mi alrededor, que hacía un rato era algo oscuro, ahora está iluminado. Todo se ha tornado enorme, todo ha cambiado. Ahora, echando de menos a Silvia y a Manuel como un enfermo, estoy disfrutando de este sueño. No es más que sentirlo fluir, caminar solo, verlo cobrando forma. Ahora sé que voy a volver a casa con la sensación de haberlo hecho, maldita sea.
Sábado 20 de agosto.
Ayer por la noche vimos el documental de cómo se hizo Who’s Next de los Who. Qué manera de tocar. Qué banda de rock. Townsend con 60 años tocando la acústica y cantando es sencillamente apabullante.
Por la mañana grabo la voz de “Bajo el manto” con la voz de mañana. Primero grabo la guitarra de “El Rey Lagarto” y la acústica después. Vienen Héctor y Olga. Héctor viene a tocar la armónica en El Rey así que tengo que grabar la voz también ahora. Cuando llegan, aun estoy grabando pero da tiempo a charlar un rato antes de comernos un arroz con pollo que produce Carlos, un espectáculo cocinando. Por la mañana han venido Laura y Jara, la mujer y la hija de Carlos. Quiero ver a Manolín con esa cría, parece muy buena y me haría gracia ver a esos dos pululando por el estudio con tapones para los oídos, corriendo de un lado para otro y manoseando todo.
La tarde es casi de asueto. Me echo una siesta que Carlos me obliga a echarme para descansar la voz. Es su trabajo. Me duermo a gusto y Alberto me despierta con la 12 cuerdas para “Noches de ciencia ficción”. Afinar esa guitarra es como un parto. Luego Alberto mete la Telecaster, le ponemos a Héctor (que ha grabado su armónica para “El Rey Lagarto” en un santiamén) y a Olga un par de temas y nos vamos a descansar a la charca. Yo tengo algo de ansiedad porque me espera una noche dura y una mañana siguiente definitiva. Cuando volvemos a la casa nos despedimos de Héctor y Olga, lamento que no se puedan quedar pero tengo la cabeza en mi historia absolutamente. Sin embargo, por la tarde he podido charlar un buen rato con ellos y agradezco que se hayan pasado. En el fondo, me gustaría que Héctor grabase con Carlos y Alfonso porque no sé por qué me da que no debe ser fácil encontrar gente con la que grabar a gusto. Hoy Héctor se ha quedado con la sensación de que podía haber tocado mejor pero Carlos dice que tiene lo que necesita para la armónica de El Rey. No había mucho más tiempo y Carlos dice que le sirve, o sea que sirve.
Cantar “Noches de ciencia ficción” es otro parto. Ahora la canción es más cortante y stoniana, y yo la cantaba antes más rota y punk rock, queriendo irme a pescar con Mike Ness. Ahora tengo que acabar las frases antes (algo que me enseñan, que yo no llevo aprendido), porque esa es una manía que tengo que no aporta nada, y tengo que cuidar la afinación. De alguna manera, siento que Carlos y Alfonso están siendo un pelo permisivos porque mi afinación dista algo de ser perfecta, pero las pelotas están en su sitio y en este disco eso cuenta. Ellos lo llaman “intención”. Aunque me cueste, me siento permeable y a gusto. Siento que estoy aprendiendo y termino disfrutando la sexta toma de la canción, que resulta ser la buena.
Canto “1959”. Habitación a oscuras. Un micro que distorsiona un pelo. Pegado a la tela en las partes graves. Muy motivado. Estoy viendo a mi padre reflejado en la letra de la canción, que ilumina un flexo de luz. Termino las tomas afectado pero seguro de que mi padre hubiese dicho “sí” a esto. Carlos me abraza al terminar, sabe lo que está pasando. Me cuida, me recoge, impide que me desmonte. Sabe exactamente lo que necesito en cada momento. Me he bebido un vaso de whisky seco y tengo la botella de agua donde él la ha colocado, tengo todo lo que necesito, suspiro y me vacío en recuerdo de mi viejo. La toma vocal es violentísima, como lo es el resto de la canción. Bajo al salón a fumar, desahogado, a gusto. Alberto está chateando con Yol y le veo relajado. Yo estoy en tensión aunque muy contento.
Subo de nuevo a cantar “La reina de la ciudad”. Otras tres tomas. Silvia está en mi canción, y suena como tiene que sonar, sensual e impúdica, algo fatigada cuando lo requiere, grande al final. Como si estuviese en el salón de casa tocándole la canción, otra indicación de Carlos. Todo sirve. Todo encaja.
Alfonso se va a descansar y abrimos una botella de licor de frambuesa, que es el único alcohol que tenemos en ese momento en la casa. El consumo ha sido correcto: elevado, generoso, mañanero y así hasta el final. Carlos, Alberto y yo escuchamos todo lo que llevamos grabado y me acuesto tranquilo. La cosa tiene ya un color.
Domingo 21 de agosto.
Amanece lloviendo. No tengo chubasquero. “Es sólo lluvia”, dice Carlos, “y sería mucho peor que fuese ácido sulfúrico”. A estas alturas, si bien aun no veo ninguna botella siquiera mediada, al menos entiendo esa clase de razonamientos. Desayunamos en la churrería que hoy está a rebosar. Debo hacer una loa a esa churrería que fabrica una de las mejores tostas de la historia de las tostas: una enorme rebanada de pan tostado con dos lonchas de queso fundido, y encima trozos de bacon a la plancha con un chorro de aceite de oliva y orégano. Difícilmente olvidables, esas tostas. Cada mañana me zampaba una con mucho gusto. La churrería está llena, putos domingos. Hoy me vuelvo a casa. Antes grabo la guitarra acústica de “Todo lo que nos vio crecer”, la de “El bosque de nunca jamás” (en un ritmo algo más vals que de costumbre), canto “El bosque” y termino con “Todo lo que nos vio crecer”. Rápido y suelto como Fast Eddie Felson. Tres tomas de cada y a correr. Vienen Jesús Maggot y Pachi y escuchamos un tema. Es la hora de irse. Nos hacemos unas fotos (aunque la foto de la grabación será otra), me preparo un sándwich y me voy. Me voy contento. Debería estar toda la grabación, porque estos cabrones aun están a tiempo de joderlo como ellos mismos reconocen jocosos, pero necesito estar con mi familia y tengo que volver a trabajar. La próxima vez, recordaré esto y planearé el asunto de otra forma, porque queda una semana de grabación (guitarras, colaboraciones, coros, percusiones…) y me lo voy a perder. Aun no sé lo que me espera y eso que lo que llevamos está bastante bien. Los bajos de Alberto son interplanetarios, y todas las guitarras suenan desahogadas, crujiendo, potentes, han aparecido referencias desconocidas o no tratadas hasta ahora, he acabado disfrutando como un puerco. Conocer a Alfonso ha sido la hostia. Y Carlos… no sé si alguna vez tendré palabras. Ese tío ha hecho posible mi sueño.
Cuando me voy acercando a Guadarrama pincho ocho veces seguidas “It’s not a war (just the end of love)” de los Manic Street Preachers. Toda esa jodida épica me arropa mientras vuelvo a casa de vivir una de las experiencias más gratificantes que he tenido jamás.
Viernes 26 de agosto.
La semana ha sido extraña. El trabajo no es exactamente el sitio en el que quiero estar ahora, y lo único que me ha hecho sentir bien es estar con Silvia y Manuel, pero no he oído nada de lo que estaba pasando en el estudio y tenía ganas. Salimos para Cáceres a la una, y llegamos a las cuatro y media al hotel. Dejamos las cosas y nos cambiamos, y llegamos al estudio a las seis. Volver a ver a Alberto, Carlos y Alfonso es un alivio porque nada más verles sé que todo ha ido bien. Ya están mezclando y hay dos canciones terminadas: “1959” y “El Rey Lagarto”. Dejaré que sea la gente quien juzgue el resultado. Yo me debato entre la risa histérica y el llanto compulsivo, aunque consigo quedarme a mitad de camino, y me tapo la boca para que no se vea mi sonrisa absurda, de felicidad, de sentirme completo, y consigo retener las lágrimas con el “59”. “El Rey Lagarto” confirma todas las teorías elaboradas a lo largo de la historia sobre lo importante que es delegar en la gente adecuada. Suena como un trueno. Han conducido las dos canciones a parajes de violencia extrema, dentro de un orden. Escuchar esas dos canciones terminadas es una experiencia. Silvia está alucinada. Yo estoy alucinado. Ellos están cansados y saturados de música, pero los tres me abrazan cuando termino de escuchar el “59” porque afortunadamente para mí, los tres saben quién soy, y no es egocentrismo, solamente constato la suerte que he tenido de trabajar con gente profesional y, sobre todo, humana. Cariñosos, saben que es especial, saben de qué va la vaina. Y sin quererlo, sin saberlo, me han dado justo lo que necesitaba. Han construido mi sueño a partir de una canción compuesta con una guitarra acústica. Han levantado un edificio potente y coherente, repleto de impulso, dinámica, matices, agresividad, rabia explosionando. Suena muy contundente. Y “El Rey Lagarto” suena como el homenaje que es. Tiene todo lo que la canción requería, incluso más. Oigo coros, la armónica histérica de Hector (en efecto, sirve), guitarras alucinantes, teclados sinuosos, y pegada. Me han dado dos bofetones que han sido como ganchos, crochets y upercuts todo en dos tiempos, como Roy Jones Jr., en un segundo, en un chasquido. Salgo de allí feliz, en un estado casi de levitación.
Sábado 27 de agosto.
Hoy graban Barrunto Bellota Band. No desvelaré gran cosa, solamente que a Silvia y a mí se nos saltan las lágrimas cuando escuchamos lo que han hecho en “Bajo el manto de fuego”. Escucho “La señal”, “California” y “Noches de ciencia ficción” ya mezcladas. La sensación sigue siendo apabullante, aunque el colapso es menor. Me gustaría haber estado durante todo el proceso de creación. Los teclados de Abraham Benítez aquí y allá están tocados con un buen gusto acojonante. “La señal” ha quedado particularmente bien. Creo que hemos conseguido rematar el efecto de Mellencamp puesto de esteroides hasta que la canción ha cobrado vida propia. Suena muy rotunda. “Noches” suena condenadamente bien. Guitarra de 12 cuerdas, Telecaster y slide. Apesta a primer single, según consensuamos.
Por la noche hay cena en casa de Pachi. Ha venido Yol de Madrid a estar con Alberto, Jesús Maggot está en la cena (sus guitarras en conjunción con las de Alberto para “Radiografía” y “El Rey Lagarto” son una preciosidad), y Alfonso viene con su novia, Ana, que ha cantado en el disco con la mujer de Carlos y la tercera corista que forma parte de las Brainettes, el coro de Maggot Brain, que se llama Mar y que también ha colaborado en solitario en “Bajo el manto de fuego”. Insisto en no desvelar nada, pero la impresión al escuchar su voz junto a la colaboración de David González ha sido muy profunda. La cena es muy agradable, Pachi tiene una terraza con magníficas vistas a la parte de antigua de Cáceres, y departimos amigable y relajadamente. Hay cierta sensación en el aire de despedida para mí, pero a ellos aun les falta un poco. Pese a todo, la sensación de trabajo bien hecho creo que es común a todos. Estamos relajados, y desde luego no es así como empezamos. De todas formas, el trayecto ha sido formidable. Yo creo que a todos nos queda la sensación de haber grabado un buen disco. Y ese disco es la foto de ese instante, el instante que pasamos en El Casar de Cáceres grabando el primer disco de Hotel Valmont. Repetir la palabra sueño sería reiterativo. Pero cumplirlo es la hostia.
Manuel López Sacristán
Septiembre de 2011.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
he leido el diario mientras escuchaba el disco
gallina de piel, compañero. Muchísimas gracias por confiar en mí y por tus palabras
han sido unos días fantásticos, de verdad. he aprendido muchísimas cosas y, como experiencia, humana y musical, ha sido formidable
gallina de piel, compañero. Muchísimas gracias por confiar en mí y por tus palabras
han sido unos días fantásticos, de verdad. he aprendido muchísimas cosas y, como experiencia, humana y musical, ha sido formidable
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Molti, estabas en la mejor comapañía posible para rocanrolear. Ganas de escuchar ya el resultado.
Abrazos.
Abrazos.
manel.- Mensajes : 26743
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:he leido el diario mientras escuchaba el disco
gallina de piel, compañero. Muchísimas gracias por confiar en mí y por tus palabras
han sido unos días fantásticos, de verdad. he aprendido muchísimas cosas y, como experiencia, humana y musical, ha sido formidable
ya se ha filtrado?
MAGIIIIIIIIIIIIIIIIIIIC!!!
_________________
KIM_BACALAO- Moderador
- Mensajes : 51588
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Gracias por compartir la experiencia con el foro.
Emotivo e interesante !!!!!!
Emotivo e interesante !!!!!!
celtasnake- Mensajes : 47599
Fecha de inscripción : 09/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
no lo he terminado de leer, he parado en el día 20 de agosto. Muy emocionante lo que llevo leído, cobrará aún más valor cuando el disco (o adelanto) se pueda compaginar con este texto.
Ayers- Mensajes : 33325
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
manel. escribió:Molti, estabas en la mejor comapañía posible para rocanrolear. Ganas de escuchar ya el resultado.
Abrazos.
Por supuesto
y
tenemos-que-hablar!!!
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
KIM_BACALAO escribió:Perimaggot escribió:he leido el diario mientras escuchaba el disco
gallina de piel, compañero. Muchísimas gracias por confiar en mí y por tus palabras
han sido unos días fantásticos, de verdad. he aprendido muchísimas cosas y, como experiencia, humana y musical, ha sido formidable
ya se ha filtrado?
MAGIIIIIIIIIIIIIIIIIIIC!!!
A pan y agua, EP antiguo sale mañana. A este paso en 2015 podrás escuchar el disco!
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Ayers escribió:adelanto
Falta poco.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Le preguntaba yo a peri si no era demasiado personal. Qué pollas, si es un diario. ¿Qué va a ser si no?
Es bonito desnudarse sin vergüenza. Pero sí, destape sí que es.
Fdo.: Nadiuska.
Es bonito desnudarse sin vergüenza. Pero sí, destape sí que es.
Fdo.: Nadiuska.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Moltisanti escribió:KIM_BACALAO escribió:Perimaggot escribió:he leido el diario mientras escuchaba el disco
gallina de piel, compañero. Muchísimas gracias por confiar en mí y por tus palabras
han sido unos días fantásticos, de verdad. he aprendido muchísimas cosas y, como experiencia, humana y musical, ha sido formidable
ya se ha filtrado?
MAGIIIIIIIIIIIIIIIIIIIC!!!
A pan y agua, EP antiguo sale mañana. A este paso en 2015 podrás escuchar el disco!
que el mundo se acaba en 2012!!!
y...
_________________
KIM_BACALAO- Moderador
- Mensajes : 51588
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Ayers escribió:no lo he terminado de leer, he parado en el día 20 de agosto. Muy emocionante lo que llevo leído, cobrará aún más valor cuando el disco (o adelanto) se pueda compaginar con este texto.
En algunos momentos intento imaginarme cómo debe estar sonando ese bajo, haciendo uso de la descripción de Moltisanti.
Incluir este diario o en su caso una versión menos "personal" en el libreto sería fantástico.
celtasnake- Mensajes : 47599
Fecha de inscripción : 09/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Sugar Bug escribió:
pero de los grandes.
bien, bien, muy bien.
Goletti- Mensajes : 7651
Fecha de inscripción : 17/12/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Moltisanti escribió: ¿Qué va a ser si no?
cosas nazis
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Moltisanti escribió: ¿Qué va a ser si no?
cosas nazis
Y gramenauers, sí.
Eso sí, todo muy español.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
celtasnake escribió:Ayers escribió:no lo he terminado de leer, he parado en el día 20 de agosto. Muy emocionante lo que llevo leído, cobrará aún más valor cuando el disco (o adelanto) se pueda compaginar con este texto.
En algunos momentos intento imaginarme cómo debe estar sonando ese bajo, haciendo uso de la descripción de Moltisanti.
Incluir este diario o en su caso una versión menos "personal" en el libreto sería fantástico.
El bajo en el disco come aparte, pero eso es mi visión, ya diréis lo que sea cuando salga.
Y sí, lo del diario es una opción, hay por ahí también unas notas que molaría que estuviesen, pero quizás al final no tengan cabida, aunque la intención es hacer un libreto bastante chulo. Veremos, porque salvo la música, el resto está en pañales aun.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
vasolechecongalletas escribió:tiene que salir antes que checkmate, atlas y cia., mamon.
No sé si pronto es la palabra, ahora mismo.
Tú mejor que nadie sabes que poner toda esta monstruosity togheter no es moco de pibi.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Me ha gustado mucho Molti y me han entrado ganas de escuchar el disco. Estoy por hacer lo mismo y escribir el diario de la grabación de lo nuevo que estamos haciendo nosotros... que por cierto, también somos un dúo jajaja
El Puto Fary- Mensajes : 22007
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Carabirubi escribió:
¿A nombre de quién va la copia del Popu? ¿Qué polla me tengo que comer para que me hagan una reseña?
Ya lo estoy viendo: lucha encarnizada Popu/Hotel Valmont. Tendría cojones. Comprador compulsivo desde el 93, escribo cartas, lo defiendo con los puños, y al final, ¿quién saca reseñas de los discos de Hotel Valmont?
Ruta 66.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Moltisanti escribió:Carabirubi escribió:
¿A nombre de quién va la copia del Popu? ¿Qué polla me tengo que comer para que me hagan una reseña?
Ya lo estoy viendo: lucha encarnizada Popu/Hotel Valmont. Tendría cojones. Comprador compulsivo desde el 93, escribo cartas, lo defiendo con los puños, y al final, ¿quién saca reseñas de los discos de Hotel Valmont?
Ruta 66.
Hay fricciones con las altas esferas, encomiendate al saber hacer de Peri para que logre limar esas asperezas en su proxima gira galaica
El Puto Fary- Mensajes : 22007
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Carabirubi escribió:Moltisanti escribió:Carabirubi escribió:
¿A nombre de quién va la copia del Popu? ¿Qué polla me tengo que comer para que me hagan una reseña?
Ya lo estoy viendo: lucha encarnizada Popu/Hotel Valmont. Tendría cojones. Comprador compulsivo desde el 93, escribo cartas, lo defiendo con los puños, y al final, ¿quién saca reseñas de los discos de Hotel Valmont?
Ruta 66.
Hay fricciones con las altas esferas, encomiendate al saber hacer de Peri para que logre limar esas asperezas en su proxima gira galaica
¿En serio? Tócate los cojones.
Y yo que pensaba tirar de ti. ¿Qué ha pasado? Cuenta por mp, pero no te dejes nada, que sabes que me flipa la morralla.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Muy MUY grande Molti, tela de emocionante. Enhorabuena a los implicados!! Puede gustar o no gustar el resultado, pero lo que está claro es que ahí hay toneladas de alma y saber hacer. Estaré atento al adelanto. A ver si encontráis a dos buenos compañeros y a rularlo por ahí, que le jodan al mercado.
sandiablo- Mensajes : 1752
Fecha de inscripción : 02/06/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Carabirubi escribió:Moltisanti escribió:Carabirubi escribió:
¿A nombre de quién va la copia del Popu? ¿Qué polla me tengo que comer para que me hagan una reseña?
Ya lo estoy viendo: lucha encarnizada Popu/Hotel Valmont. Tendría cojones. Comprador compulsivo desde el 93, escribo cartas, lo defiendo con los puños, y al final, ¿quién saca reseñas de los discos de Hotel Valmont?
Ruta 66.
Hay fricciones con las altas esferas, encomiendate al saber hacer de Peri para que logre limar esas asperezas en su proxima gira galaica
se hará lo que buenamente se pueda
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
por cierto, algún día habrá que hacer el recuento de chistes, letras pervertidas y cosas nazis que parimos durante toda la grabación
"para hacerme un huerto aquí, empezar por los pimientos" jejejejejeje
"para hacerme un huerto aquí, empezar por los pimientos" jejejejejeje
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Que grande Molti.Ojala hubiese podido pasarme por alli como hablé con Peri en Córdoba,pero fue imposible.Hubiese sido emocionante ver como grababais lo que promete ser uno de los discos del momento en este desagradecido pais.
MEMYSELF&I- Mensajes : 12886
Fecha de inscripción : 04/05/2009
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
MEMYSELF&I escribió:Que grande Molti.Ojala hubiese podido pasarme por alli como hablé con Peri en Córdoba,pero fue imposible.Hubiese sido emocionante ver como grababais lo que promete ser uno de los discos del momento en este desagradecido pais.
os echamos de menos a PUMP y a tí
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Ganazas de escuchar ese disco.
Trumbo- Mensajes : 99707
Fecha de inscripción : 01/10/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
- Me mola Perimaggot
Barbie Conciertos- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
Hola
Barbie Conciertos- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Barbie Conciertos escribió:Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
Hola
hola ¿nos conocemos? ¿estamos casados?
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
como dicen en mi tierra... pots contar...
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
Hola
hola ¿nos conocemos? ¿estamos casados?
menos mal pensé que era locura de mi cabeza, pero veo que no...
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
Hola
hola ¿nos conocemos? ¿estamos casados?
No sé
- eres Ken?
- tienes complementos concierteros?
Barbie Conciertos- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:por cierto, algún día habrá que hacer el recuento de chistes, letras pervertidas y cosas nazis que parimos durante toda la grabación
"para hacerme un huerto aquí, empezar por los pimientos" jejejejejeje
Hombre yo creo que eso es un poco ya violación de la intimidad. Algo así como si Nacho Vidal penetrase sin compasión a, qué sé yo, Ana Torroja o Gemma Mengual.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Steve Trumbo escribió:Ganazas de escuchar ese disco.
Se te van a poner los pezones como gorros de nazareno.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Tremenda crónica, qué ganas de catar lo que habéis parido.
Grande pachi... le conocía de los días de vino y womad en el cali de mis visitas cacereñas en los tiempos de maricastaña y ya sabía que es un tío majo como pocos, pero como batería es un megacrack.
Grande pachi... le conocía de los días de vino y womad en el cali de mis visitas cacereñas en los tiempos de maricastaña y ya sabía que es un tío majo como pocos, pero como batería es un megacrack.
Godofredo- Mensajes : 145946
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Moltisanti escribió:Perimaggot escribió:por cierto, algún día habrá que hacer el recuento de chistes, letras pervertidas y cosas nazis que parimos durante toda la grabación
"para hacerme un huerto aquí, empezar por los pimientos" jejejejejeje
Hombre yo creo que eso es un poco ya violación de la intimidad. Algo así como si Nacho Vidal penetrase sin compasión a, qué sé yo, Ana Torroja o Gemma Mengual.
juas juas juas... o se pusiese a quemar viejas
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Barbie Conciertos escribió:Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
Hola
hola ¿nos conocemos? ¿estamos casados?
No sé
- eres Ken?
- tienes complementos concierteros?
¿no sabes?
en realidad soy Kent, Kent Brockman
tengo un pin de los cult y un parche de manolo escobar, creo que eso sirve ¿no?
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:Perimaggot escribió:Barbie Conciertos escribió:- Me mola Hotel Valmont
- Me mola Perimaggot
juas ¿y esto?
Hola
hola ¿nos conocemos? ¿estamos casados?
No sé
- eres Ken?
- tienes complementos concierteros?
¿no sabes?
en realidad soy Kent, Kent Brockman
tengo un pin de los cult y un parche de manolo escobar, creo que eso sirve ¿no?
Barbie Conciertos- Mensajes : 69
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Godofredo escribió:Tremenda crónica, qué ganas de catar lo que habéis parido.
Grande pachi... le conocía de los días de vino y womad en el cali de mis visitas cacereñas en los tiempos de maricastaña y ya sabía que es un tío majo como pocos, pero como batería es un megacrack.
Eres de los que han estado, cago en todo, hasta en el último tugurio, así que por gente como tú o Barfly me alegro de haber podido vivirlo y contarlo y estar orgulloso cuando lo tengáis.
Lo de Pachi ha sido de lo más natural. Encajó. Y la música es agradecida con él porque él cuida la música. Así lo veo yo al menos.
Carlos es afortunado.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Moltisanti escribió:Perimaggot escribió:por cierto, algún día habrá que hacer el recuento de chistes, letras pervertidas y cosas nazis que parimos durante toda la grabación
"para hacerme un huerto aquí, empezar por los pimientos" jejejejejeje
Hombre yo creo que eso es un poco ya violación de la intimidad. Algo así como si Nacho Vidal penetrase sin compasión a, qué sé yo, Ana Torroja o Gemma Mengual.
juas juas juas... o se pusiese a quemar viejas
No existe el la menor, tío. No existe.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Peri, en serio, ¿crees que es un disco en exceso gramenizado, aunque siempre bajo un prisma español?
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Moltisanti escribió:Peri, en serio, ¿crees que es un disco en exceso gramenizado, aunque siempre bajo un prisma español?
no, no hay más gromenizers que en el común de los discos, de hecho creo que hay menos
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Moltisanti escribió:
Carlos es afortunado.
mucho, mucho, te lo aseguro
Perimaggot- Mensajes : 35025
Fecha de inscripción : 20/05/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Perimaggot escribió:Moltisanti escribió:Peri, en serio, ¿crees que es un disco en exceso gramenizado, aunque siempre bajo un prisma español?
no, no hay más gromenizers que en el común de los discos, de hecho creo que hay menos
O sea que es un disco español.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: HOTEL VALMONT: DIARIO DE GRABACIÓN
Sé que cuando se escribe en mayúsculas en un foro parece que estás gritando, así que lo diré en mayúsculas.
TENGO UNAS PUTAS GANAS DE SACAR EL PUTO DISCO QUE ME CAGO POR LAS PUTAS ESQUINAS.
HOSTIA PUTA YA.
TENGO UNAS PUTAS GANAS DE SACAR EL PUTO DISCO QUE ME CAGO POR LAS PUTAS ESQUINAS.
HOSTIA PUTA YA.
Moltisanti- Mensajes : 48182
Fecha de inscripción : 24/03/2008
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