¿Cada vez se escriben más tochos en el foro?

Godofredo escribió:

Yomis escribió:Nomino a Devon Miles, EdWood, Neska, M.Garañon, Boro y Zoetocho.

Deposito mi trozo de vasija con esos nombres y accésit para axlferrari y los autores gabachos.

Polar Bear escribió:A ver si va a ser pandémico. Yo que entro tranquilo, aquí con mi catarrazo, a leer algo ligero y tocho por un lado, tocho por el otro

Zoetrope escribió:

Polar Bear escribió:A ver si va a ser pandémico. Yo que entro tranquilo, aquí con mi catarrazo, a leer algo ligero y tocho por un lado, tocho por el otro

Ánimo.

Cerpin Taxt escribió:el topic de paco león, no?

Evolardo escribió:

Cerpin Taxt escribió:el topic de paco león, no?

El del covid hay hasta gráficas

Sugar Bug escribió:Los mejores tochos son los de Madrid

TIENENOMBRESMIL escribió:No deja de ser curioso que este sea uno de los únicos topics sin tochos.

Moderno escribió:Cuando veo un tocho lo paso sin leerlo. Así está la cosa.

Adso escribió:

Tocho bandera: el crecimiento del flag football

El futbol americano de la NFL es uno de los deportes más populares alrededor del mundo. La edición 2021 del Super Bowl atrajo casi 100 millones de espectadores. Sin embargo, además de la NFL existen otras maneras de jugar fútbol americano; por ejemplo el flag football, también conocido como tocho bandera. La principal característica del tocho bandera es que se trata de una variación sin contacto del fútbol americano. En lugar de taclear y tirar al suelo al contrincante, se le deben quitar las banderas que cuelgan al costado de sus caderas.

David Z. escribió:Interesante pregunta. Como moderado experto en el asunto, trataré de dar mi opinión, muy brevemente, por supuesto:

1.Tochonomía: definición terminológica

1.1 ¿Qué es un tocho?

Lo primero es en efecto tener un acuerdo, una visión común de lo que constituye o no constituye un tocho. Hay quien se queja por textos de 10 líneas, quien considera que todo lo que exceda a la capacidad de lectura que pueda tener mientras cague o se masturbe ya es un tocho. Hay en cambio quien escribe la biografía de Matusalén y considera satisfecho que ha sido conciso/a. Ergo lo que parece fácil definir no lo es tanto y depende del emisor, del receptor y, como todo en la vida, de la calidad de la droga.

Pongamos que para el forero medio el tocho es todo aquello que excede en longitud a la de su pantalla (generalmente telefónica). Pobre unidad de medida para la que más de cuatro líneas ya es tocho. Pobre tochista condenado a condensar lo imposible. “Hazme un resumen de la discografía de Neil Young pero en 5 líneas”.

1.2 ¿Qué es el tochismo?

Es un tocho colgando y otro lo mismo. Es decir, es el arte de escribir tochos, de juntar y venga a juntar palabras sin solución de continuidad, palabras que se unen en proposiciones, proposiciones que se subordinan unas a otras en una espiral de frases en sí que tarde o temprano constituirán, si Dios quiere, un párrafo. Lo de menos es que haya coherencia entre los pensamientos. Se vende disco Mint de los Beatles. Lo importante es teclear, teclear y volver a teclear. Ya se nos ocurrirá algo, o no, o tal vez. En realidad no tiene importancia.

1.3. El párrafo "z" como unidad de medida

El párrafo es el ladrillo, la unidad base del tocho. También podríamos llamarlo el zoe, o el z. Por ejemplo, "este tocho es de lo menos seis ZzzZzz". Solo quien piensa en párrafos podrá llegar a perpetrar tochos. Solo quien siente sudores fríos al oír la palabra 'párrafo' puede calificar en propiedad qué es un tocho y sufrirlo en silencio. El resto son meros aficionados, comparsas del tochismo.

2. Tochología: emisor, receptor y mensaje

2.1. El tochista, ese ser

El tochista, todos lo sabemos, teclea desde el ordenador, nunca desde el móvil. Ergo ya es una persona relajada, calmada, pequeño-burguesa, que no te va a soltar su opinión ahí deprisa y corriendo desde el móvil. Al contrario: leerá, ponderará, se preparará un café o un jugo de pepino y se sentará en su sofá de orejas dispuesto a teclear hasta que se le caigan los dedos, en paz y en bata.

El tochista es esa pobre persona a la que ya nadie escucha en su casa, donde ya lo ignoran por completo, cansados de la respuesta “y al fin y al cabo, ¿qué es el pan? Todo depende del valor nutritivo asignado a cada molécula de nuestro ser, y no es asunto baladí considerar la consistencia de la miga” a la pregunta “¿puedes bajar a por pan?”. Las cajeras lo temen, no se atreven a preguntarle ya si quiere bolsa, presas del pánico ante un tocho sobre la futilidad de la ecología, la hipocresía del reciclaje y la definición del plástico.

El tochista no sabe en rigor de nada, pues si no no tochearía, sino que estaría en un puesto de responsabilidad. Olvidado por la vida, ignorado por su gente, odiado por los foreros, enemigo de la concisión y de la higiene, simplemente habla, pondera, divaga. En lo único en que es un experto es en escucharse.

2.2. Tipos de tocho

El tocho, en rigor, no tiene tipos. Podría decirse que hay tochos de música, tochos humorísticos, tochos filosóficos… Pero, en realidad, al tochista todo eso le da igual. ¿Que se habla de la pesca del congrio? Tocho que te crió. ¿De las mejores películas snuff para niños? Tochazo al canto. La belleza y la virtud del tocho consisten precisamente en la tenue, inexistente relación entre el tema a tratar y el ladrillo a escribir. Se han escrito tochos que no creeríais, tochos más allá de Orión, y todos ellos se perderán como hilos viejos en el histórico.

En todo caso avancemos algunos tipos frecuentes:

- El “filosófico”. Es un tocho etéreo y que no va de nada en particular, sólo es dar vueltas a premisas generales, vagos conceptos entrelazados en un sinfín de “solo me hago preguntas”, “es importante cuestionarse las cosas” y generalismos de barra del Café Gijón. Pongamos que alguien pregunta si tal canción es buena. El tochista se cuestionará  los conceptos “bondad” o “canción” y hará una comparativa en la que incluirá elementos sociológicos, filosóficos y psicológicos y, tras veinte párrafos, no te habrás enterado de si la canción le gusta o no. ¿Qué canción?
Derivado del filosófico es el tocho sofista: generalidades, divagaciones, medias verdades, distracciones todas encaminadas a que se olvide la cuestión básica, a embarrar el debate y la cuestión. El común de los mortales se rasca la cabeza y continúa donde lo dejó antes de la (larga) interrupción.

- El “musical”: venga párrafos y párrafos sobre grupos tan claves en la historia de la música como los Nisu, los NPI, los At Home at Lunch Time y los Made-Up Names.

- El ‘cómico’: se distingue fácilmente por la total ausencia de gracia.

2.3. Ventajas e inconvenientes del tocho:

Son tan innumerables las ventajas (para el tochista) como los defectos (para el resto). Al tochista lo mantiene ocupado, alejado de la droga, el tráfico de órganos o la pesca de arrastre. Especie de terapia y meditación, ¿cuántas vidas no habrá salvado un tocho a tiempo?

Pero la gran ventaja del tochismo es el poder ajustar cuentas con alguien sin que se entere: pongamos que uno tiene un bife contra Invitado, es el momento de decir, a traición y enterrado en lo más profundo del tocho, que Invitado es totalmente gilipollas, insoportable y que no entiendes cómo puede existir alguien tan bobo y cuya madre evidentemente era una cabra del Rif. Total, nadie lo leerá y bien agusto que se queda uno.

Como inconvenientes se podrían citar la exclusión, la marginación, la soledad y el solipsismo, pero eso son síntomas que el tochista ya traía de casa, pues el tocho solo es síntoma, no causa. En todo caso convengamos en que el tochista es odiado e ignorado a partes iguales.



2.4. Los antitochos:

Aquí llegamos al verdadero problema. No habría tocho sin antitochos. Son ellos los que crean la figura del ‘tocho’ y por tanto son sus verdaderos responsables.

El antitocho es una figura triste, en verdad. Alardea y presume sin ninguna vergüenza de su déficit de atención, se jacta de no leer nada que exceda la longitud de un tuit o una etiqueta de champú, hace gala y bandera de su nula comprensión lectora y su inexistente capacidad de concentración.

Claro, él viene aquí diciendo que es porque en el foro viene a relajarse, no a leer tochos. Porque sin duda en su casa estaba leyendo a Thomas Mann, a Kant y a Proust, pero al ir a cagar le dio por abrir el foro. ¡Totalmente plausible! Un poco como si ves la lista de Spotify de alguien y todo es Maluma, Melendi y DJ Paquirrín, y te dice que es porque usa spotify para ‘desconectar’ y que en casa lo que oye es Mahler, Mendelsson y Stravinski. ¡Por supuesto que sí!


3. A modo de conclusión

Como el tocho en sí es informe e innecesario, así lo es cualquier conclusión. Podemos decir que el tocho, como todo en la vida, es como la droga: proporciona un subidón en el momento de escritura, y un gran remordimiento por las horas perdidas después, cuando el tocho es ignorado como matojo rodando en el desierto, sin eco ni nadie que lo responda. En la clasificación de drogas ni siquiera ocuparía un puesto destacado. Está un poco entre la resaca y el vómito, a medio camino entre las fases alcohólicas del amor a todos y la llorera por incomprensión.

El tocho vendría a ser el equivalente oral de los efectos de la raya de cocaína. Esa chapa inmisericorde que te suelta el hijoputa de tu colega tras venir del baño sin invitarte. El tocho destruye amistades, destruye familias y es una lacra para la sociedad. Y por todo ello es necesario y digno de admiración.


Salud,
z

Cerpin Taxt escribió:yo creo que la opción de ignorados se creó para poder saltar más fácilmente a los tochistas

David Z. escribió:Es que esa es la segunda parte de la cuestión. Ahora te respondo brevemente, en cuanto tenga un par de horas libres.

Salud,
z

Sugar Bug escribió:

Cerpin Taxt escribió:yo creo que la opción de ignorados se creó para poder saltar más fácilmente a los tochistas

pero si lo mejor del foro son los tochos!!!!

el resto, solo tontos pidiendo atención!!!

David Z. escribió:Interesante pregunta. Como moderado experto en el asunto, trataré de dar mi opinión, muy brevemente, por supuesto:

1.Tochonomía: definición terminológica

1.1 ¿Qué es un tocho?

Lo primero es en efecto tener un acuerdo, una visión común de lo que constituye o no constituye un tocho. Hay quien se queja por textos de 10 líneas, quien considera que todo lo que exceda a la capacidad de lectura que pueda tener mientras cague o se masturbe ya es un tocho. Hay en cambio quien escribe la biografía de Matusalén y considera satisfecho que ha sido conciso/a. Ergo lo que parece fácil definir no lo es tanto y depende del emisor, del receptor y, como todo en la vida, de la calidad de la droga.

Pongamos que para el forero medio el tocho es todo aquello que excede en longitud a la de su pantalla (generalmente telefónica). Pobre unidad de medida para la que más de cuatro líneas ya es tocho. Pobre tochista condenado a condensar lo imposible. “Hazme un resumen de la discografía de Neil Young pero en 5 líneas”.

1.2 ¿Qué es el tochismo?

Es un tocho colgando y otro lo mismo. Es decir, es el arte de escribir tochos, de juntar y venga a juntar palabras sin solución de continuidad, palabras que se unen en proposiciones, proposiciones que se subordinan unas a otras en una espiral de frases en sí que tarde o temprano constituirán, si Dios quiere, un párrafo. Lo de menos es que haya coherencia entre los pensamientos. Se vende disco Mint de los Beatles. Lo importante es teclear, teclear y volver a teclear. Ya se nos ocurrirá algo, o no, o tal vez. En realidad no tiene importancia.

1.3. El párrafo "z" como unidad de medida

El párrafo es el ladrillo, la unidad base del tocho. También podríamos llamarlo el zoe, o el z. Por ejemplo, "este tocho es de lo menos seis ZzzZzz". Solo quien piensa en párrafos podrá llegar a perpetrar tochos. Solo quien siente sudores fríos al oír la palabra 'párrafo' puede calificar en propiedad qué es un tocho y sufrirlo en silencio. El resto son meros aficionados, comparsas del tochismo.

2. Tochología: emisor, receptor y mensaje

2.1. El tochista, ese ser

El tochista, todos lo sabemos, teclea desde el ordenador, nunca desde el móvil. Ergo ya es una persona relajada, calmada, pequeño-burguesa, que no te va a soltar su opinión ahí deprisa y corriendo desde el móvil. Al contrario: leerá, ponderará, se preparará un café o un jugo de pepino y se sentará en su sofá de orejas dispuesto a teclear hasta que se le caigan los dedos, en paz y en bata.

El tochista es esa pobre persona a la que ya nadie escucha en su casa, donde ya lo ignoran por completo, cansados de la respuesta “y al fin y al cabo, ¿qué es el pan? Todo depende del valor nutritivo asignado a cada molécula de nuestro ser, y no es asunto baladí considerar la consistencia de la miga” a la pregunta “¿puedes bajar a por pan?”. Las cajeras lo temen, no se atreven a preguntarle ya si quiere bolsa, presas del pánico ante un tocho sobre la futilidad de la ecología, la hipocresía del reciclaje y la definición del plástico.

El tochista no sabe en rigor de nada, pues si no no tochearía, sino que estaría en un puesto de responsabilidad. Olvidado por la vida, ignorado por su gente, odiado por los foreros, enemigo de la concisión y de la higiene, simplemente habla, pondera, divaga. En lo único en que es un experto es en escucharse.

2.2. Tipos de tocho

El tocho, en rigor, no tiene tipos. Podría decirse que hay tochos de música, tochos humorísticos, tochos filosóficos… Pero, en realidad, al tochista todo eso le da igual. ¿Que se habla de la pesca del congrio? Tocho que te crió. ¿De las mejores películas snuff para niños? Tochazo al canto. La belleza y la virtud del tocho consisten precisamente en la tenue, inexistente relación entre el tema a tratar y el ladrillo a escribir. Se han escrito tochos que no creeríais, tochos más allá de Orión, y todos ellos se perderán como hilos viejos en el histórico.

En todo caso avancemos algunos tipos frecuentes:

- El “filosófico”. Es un tocho etéreo y que no va de nada en particular, sólo es dar vueltas a premisas generales, vagos conceptos entrelazados en un sinfín de “solo me hago preguntas”, “es importante cuestionarse las cosas” y generalismos de barra del Café Gijón. Pongamos que alguien pregunta si tal canción es buena. El tochista se cuestionará  los conceptos “bondad” o “canción” y hará una comparativa en la que incluirá elementos sociológicos, filosóficos y psicológicos y, tras veinte párrafos, no te habrás enterado de si la canción le gusta o no. ¿Qué canción?
Derivado del filosófico es el tocho sofista: generalidades, divagaciones, medias verdades, distracciones todas encaminadas a que se olvide la cuestión básica, a embarrar el debate. El común de los mortales se rasca la cabeza y continúa donde lo dejó antes de la (larga) interrupción.

- El “musical”: venga párrafos y párrafos sobre grupos tan claves en la historia de la música como los Nisu, los NPI, los At Home at Lunch Time y los Made-Up Names.

- El ‘cómico’: se distingue fácilmente por la total ausencia de gracia.

2.3. Ventajas e inconvenientes del tocho:

Son tan innumerables las ventajas (para el tochista) como los defectos (para el resto). Al tochista lo mantiene ocupado, alejado de la droga, el tráfico de órganos o la pesca de arrastre. Especie de terapia y meditación, ¿cuántas vidas no habrá salvado un tocho a tiempo?

Pero la gran ventaja del tochismo es el poder ajustar cuentas con alguien sin que se entere: pongamos que uno tiene un bife contra Invitado, es el momento de decir, a traición y enterrado en lo más profundo del tocho, que Invitado es totalmente gilipollas, insoportable y que no entiendes cómo puede existir alguien tan bobo y cuya madre evidentemente era una cabra del Rif. Total, nadie lo leerá y bien agusto que se queda uno.

Como inconvenientes se podrían citar la exclusión, la marginación, la soledad y el solipsismo, pero eso son síntomas que el tochista ya traía de casa, pues el tocho solo es síntoma, no causa. En todo caso convengamos en que el tochista es odiado e ignorado a partes iguales.



2.4. Los antitochos:

Aquí llegamos al verdadero problema. No habría tocho sin antitochos. Son ellos los que crean la figura del ‘tocho’ y por tanto son sus verdaderos responsables.

El antitocho es una figura triste, en verdad. Alardea y presume sin ninguna vergüenza de su déficit de atención, se jacta de no leer nada que exceda la longitud de un tuit o una etiqueta de champú, hace gala y bandera de su nula comprensión lectora y su inexistente capacidad de concentración.

Claro, él viene aquí diciendo que es porque en el foro viene a relajarse, no a leer tochos. Porque sin duda en su casa estaba leyendo a Thomas Mann, a Kant y a Proust, pero al ir a cagar le dio por abrir el foro. ¡Totalmente plausible! Un poco como si ves la lista de Spotify de alguien y todo es Maluma, Melendi y DJ Paquirrín, y te dice que es porque usa spotify para ‘desconectar’ y que en casa lo que oye es Mahler, Mendelsson y Stravinski. ¡Por supuesto que sí!


3. A modo de conclusión

Como el tocho en sí es informe e innecesario, así lo es cualquier conclusión. Podemos decir que el tocho, como todo en la vida, es como la droga: proporciona un subidón en el momento de escritura, y un gran remordimiento por las horas perdidas después, cuando el tocho es ignorado como matojo rodando en el desierto, sin eco ni nadie que lo responda, perdido en la eterna soledad en la que todos vivimos y hemos de morir. En la clasificación de drogas ni siquiera ocuparía un puesto destacado. Está un poco entre la resaca y el vómito, a medio camino entre las fases alcohólicas del amor a todos y la llorera por incomprensión.

El tocho vendría a ser el equivalente oral de los efectos de la raya de cocaína. Esa chapa inmisericorde que te suelta el hijoputa de tu colega tras venir del baño sin invitarte. El tocho destruye amistades, destruye familias y es una lacra para la sociedad. Y por todo ello es necesario y digno de admiración.


Salud,
z

Sugar Bug escribió:

David Z. escribió:Es que esa es la segunda parte de la cuestión. Ahora te respondo brevemente, en cuanto tenga un par de horas libres.

Salud,
z

si ves que te tienes que explayar, sin prisas.

Reckoner escribió:

David Z. escribió:Interesante pregunta. Como moderado experto en el asunto, trataré de dar mi opinión, muy brevemente, por supuesto:

1.Tochonomía: definición terminológica

1.1 ¿Qué es un tocho?

Lo primero es en efecto tener un acuerdo, una visión común de lo que constituye o no constituye un tocho. Hay quien se queja por textos de 10 líneas, quien considera que todo lo que exceda a la capacidad de lectura que pueda tener mientras cague o se masturbe ya es un tocho. Hay en cambio quien escribe la biografía de Matusalén y considera satisfecho que ha sido conciso/a. Ergo lo que parece fácil definir no lo es tanto y depende del emisor, del receptor y, como todo en la vida, de la calidad de la droga.

Pongamos que para el forero medio el tocho es todo aquello que excede en longitud a la de su pantalla (generalmente telefónica). Pobre unidad de medida para la que más de cuatro líneas ya es tocho. Pobre tochista condenado a condensar lo imposible. “Hazme un resumen de la discografía de Neil Young pero en 5 líneas”.

1.2 ¿Qué es el tochismo?

Es un tocho colgando y otro lo mismo. Es decir, es el arte de escribir tochos, de juntar y venga a juntar palabras sin solución de continuidad, palabras que se unen en proposiciones, proposiciones que se subordinan unas a otras en una espiral de frases en sí que tarde o temprano constituirán, si Dios quiere, un párrafo. Lo de menos es que haya coherencia entre los pensamientos. Se vende disco Mint de los Beatles. Lo importante es teclear, teclear y volver a teclear. Ya se nos ocurrirá algo, o no, o tal vez. En realidad no tiene importancia.

1.3. El párrafo "z" como unidad de medida

El párrafo es el ladrillo, la unidad base del tocho. También podríamos llamarlo el zoe, o el z. Por ejemplo, "este tocho es de lo menos seis ZzzZzz". Solo quien piensa en párrafos podrá llegar a perpetrar tochos. Solo quien siente sudores fríos al oír la palabra 'párrafo' puede calificar en propiedad qué es un tocho y sufrirlo en silencio. El resto son meros aficionados, comparsas del tochismo.

2. Tochología: emisor, receptor y mensaje

2.1. El tochista, ese ser

El tochista, todos lo sabemos, teclea desde el ordenador, nunca desde el móvil. Ergo ya es una persona relajada, calmada, pequeño-burguesa, que no te va a soltar su opinión ahí deprisa y corriendo desde el móvil. Al contrario: leerá, ponderará, se preparará un café o un jugo de pepino y se sentará en su sofá de orejas dispuesto a teclear hasta que se le caigan los dedos, en paz y en bata.

El tochista es esa pobre persona a la que ya nadie escucha en su casa, donde ya lo ignoran por completo, cansados de la respuesta “y al fin y al cabo, ¿qué es el pan? Todo depende del valor nutritivo asignado a cada molécula de nuestro ser, y no es asunto baladí considerar la consistencia de la miga” a la pregunta “¿puedes bajar a por pan?”. Las cajeras lo temen, no se atreven a preguntarle ya si quiere bolsa, presas del pánico ante un tocho sobre la futilidad de la ecología, la hipocresía del reciclaje y la definición del plástico.

El tochista no sabe en rigor de nada, pues si no no tochearía, sino que estaría en un puesto de responsabilidad. Olvidado por la vida, ignorado por su gente, odiado por los foreros, enemigo de la concisión y de la higiene, simplemente habla, pondera, divaga. En lo único en que es un experto es en escucharse.

2.2. Tipos de tocho

El tocho, en rigor, no tiene tipos. Podría decirse que hay tochos de música, tochos humorísticos, tochos filosóficos… Pero, en realidad, al tochista todo eso le da igual. ¿Que se habla de la pesca del congrio? Tocho que te crió. ¿De las mejores películas snuff para niños? Tochazo al canto. La belleza y la virtud del tocho consisten precisamente en la tenue, inexistente relación entre el tema a tratar y el ladrillo a escribir. Se han escrito tochos que no creeríais, tochos más allá de Orión, y todos ellos se perderán como hilos viejos en el histórico.

En todo caso avancemos algunos tipos frecuentes:

- El “filosófico”. Es un tocho etéreo y que no va de nada en particular, sólo es dar vueltas a premisas generales, vagos conceptos entrelazados en un sinfín de “solo me hago preguntas”, “es importante cuestionarse las cosas” y generalismos de barra del Café Gijón. Pongamos que alguien pregunta si tal canción es buena. El tochista se cuestionará  los conceptos “bondad” o “canción” y hará una comparativa en la que incluirá elementos sociológicos, filosóficos y psicológicos y, tras veinte párrafos, no te habrás enterado de si la canción le gusta o no. ¿Qué canción?
Derivado del filosófico es el tocho sofista: generalidades, divagaciones, medias verdades, distracciones todas encaminadas a que se olvide la cuestión básica, a embarrar el debate. El común de los mortales se rasca la cabeza y continúa donde lo dejó antes de la (larga) interrupción.

- El “musical”: venga párrafos y párrafos sobre grupos tan claves en la historia de la música como los Nisu, los NPI, los At Home at Lunch Time y los Made-Up Names.

- El ‘cómico’: se distingue fácilmente por la total ausencia de gracia.

2.3. Ventajas e inconvenientes del tocho:

Son tan innumerables las ventajas (para el tochista) como los defectos (para el resto). Al tochista lo mantiene ocupado, alejado de la droga, el tráfico de órganos o la pesca de arrastre. Especie de terapia y meditación, ¿cuántas vidas no habrá salvado un tocho a tiempo?

Pero la gran ventaja del tochismo es el poder ajustar cuentas con alguien sin que se entere: pongamos que uno tiene un bife contra Invitado, es el momento de decir, a traición y enterrado en lo más profundo del tocho, que Invitado es totalmente gilipollas, insoportable y que no entiendes cómo puede existir alguien tan bobo y cuya madre evidentemente era una cabra del Rif. Total, nadie lo leerá y bien agusto que se queda uno.

Como inconvenientes se podrían citar la exclusión, la marginación, la soledad y el solipsismo, pero eso son síntomas que el tochista ya traía de casa, pues el tocho solo es síntoma, no causa. En todo caso convengamos en que el tochista es odiado e ignorado a partes iguales.



2.4. Los antitochos:

Aquí llegamos al verdadero problema. No habría tocho sin antitochos. Son ellos los que crean la figura del ‘tocho’ y por tanto son sus verdaderos responsables.

El antitocho es una figura triste, en verdad. Alardea y presume sin ninguna vergüenza de su déficit de atención, se jacta de no leer nada que exceda la longitud de un tuit o una etiqueta de champú, hace gala y bandera de su nula comprensión lectora y su inexistente capacidad de concentración.

Claro, él viene aquí diciendo que es porque en el foro viene a relajarse, no a leer tochos. Porque sin duda en su casa estaba leyendo a Thomas Mann, a Kant y a Proust, pero al ir a cagar le dio por abrir el foro. ¡Totalmente plausible! Un poco como si ves la lista de Spotify de alguien y todo es Maluma, Melendi y DJ Paquirrín, y te dice que es porque usa spotify para ‘desconectar’ y que en casa lo que oye es Mahler, Mendelsson y Stravinski. ¡Por supuesto que sí!


3. A modo de conclusión

Como el tocho en sí es informe e innecesario, así lo es cualquier conclusión. Podemos decir que el tocho, como todo en la vida, es como la droga: proporciona un subidón en el momento de escritura, y un gran remordimiento por las horas perdidas después, cuando el tocho es ignorado como matojo rodando en el desierto, sin eco ni nadie que lo responda, perdido en la eterna soledad en la que todos vivimos y hemos de morir. En la clasificación de drogas ni siquiera ocuparía un puesto destacado. Está un poco entre la resaca y el vómito, a medio camino entre las fases alcohólicas del amor a todos y la llorera por incomprensión.

El tocho vendría a ser el equivalente oral de los efectos de la raya de cocaína. Esa chapa inmisericorde que te suelta el hijoputa de tu colega tras venir del baño sin invitarte. El tocho destruye amistades, destruye familias y es una lacra para la sociedad. Y por todo ello es necesario y digno de admiración.


Salud,
z

Así da gusto.

David Z. escribió:

Sugar Bug escribió:

David Z. escribió:Es que esa es la segunda parte de la cuestión. Ahora te respondo brevemente, en cuanto tenga un par de horas libres.

Salud,
z

si ves que te tienes que explayar, sin prisas.

Bueno, sabes que me gusta ser conciso.

No creo que se escriban más tochos que en otros tiempos. Al contrario, los antiguos tochistas se cortan ante la mofa general y cada vez quedan menos atrevidos. Creo que lo que pasa es que la gente cada vez tiene menos paciencia y cada vez lee menos, o al menos lee menos cosas largas. Por tanto le parecen tochos lo que hace 10 años nunca hubiéramos llamado tal. La gente quiere una frase ingeniosa, luego abro ventana para el porno, después compro unas tuercas seminuevas en amazon, ahora una apuesta online al campeonato de Halterofilia de Aragón, miro porno otra vez, vuelvo al foro un minuto... Y un texto largo pues no te permite hacer todo eso. Cómo osan los tochistas cortarnos el tiempo de masturbarnos. La vida va rápida online y es implacable.

Yo hasta que entré en este foro no sabía ni que hubiera 'tochos' ni que la gente se quejara cuando alguien escribe mucho. Así escribíamos siempre antaño. Se conoce que las nuevas generaciones, y las viejas pasadas por años de deformación mental a base de teléfono móvil, llevan con orgullo su déficit de atención y su incapacidad de leer cuatro frases juntas. Me parece bien. Yo suelo ignorar a la gente que solo escribe para soltar una parida de una frase. Cada cual ignora lo que quiere, no hay tiempo para todo.

Quicir, no juzgo en base a tochos ni no-tochos. Hay textos interesantes y textos aburridos, y eso pasa en los de una línea igual que en los de mil.

Y esto quedará muy perezrevertesco, pero yo intuyo que la gente que se queja de los tochos es la misma que no leería los Hermanos Karamazov, el Ulises, el Quijote o la Iliada porque vaya tochos, qué ladrillos. Pues hala, a disfrutar de los tuits de Kiko Matamoros.


Salud,
z

David Z. escribió:Un honor, Godo

Salud,
z

David Z. escribió:Interesante pregunta. Como moderado experto en el asunto, trataré de dar mi opinión, muy brevemente, por supuesto:

1.Tochonomía: definición terminológica

1.1 ¿Qué es un tocho?

Lo primero es en efecto tener un acuerdo, una visión común de lo que constituye o no constituye un tocho. Hay quien se queja por textos de 10 líneas, quien considera que todo lo que exceda a la capacidad de lectura que pueda tener mientras cague o se masturbe ya es un tocho. Hay en cambio quien escribe la biografía de Matusalén y considera satisfecho que ha sido conciso/a. Ergo lo que parece fácil definir no lo es tanto y depende del emisor, del receptor y, como todo en la vida, de la calidad de la droga.

Pongamos que para el forero medio el tocho es todo aquello que excede en longitud a la de su pantalla (generalmente telefónica). Pobre unidad de medida para la que más de cuatro líneas ya es tocho. Pobre tochista condenado a condensar lo imposible. “Hazme un resumen de la discografía de Neil Young pero en 5 líneas”.

1.2 ¿Qué es el tochismo?

Es un tocho colgando y otro lo mismo. Es decir, es el arte de escribir tochos, de juntar y venga a juntar palabras sin solución de continuidad, palabras que se unen en proposiciones, proposiciones que se subordinan unas a otras en una espiral de frases en sí que tarde o temprano constituirán, si Dios quiere, un párrafo. Lo de menos es que haya coherencia entre los pensamientos. Se vende disco Mint de los Beatles. Lo importante es teclear, teclear y volver a teclear. Ya se nos ocurrirá algo, o no, o tal vez. En realidad no tiene importancia.

1.3. El párrafo "z" como unidad de medida

El párrafo es el ladrillo, la unidad base del tocho. También podríamos llamarlo el zoe, o el z. Por ejemplo, "este tocho es de lo menos seis ZzzZzz". Solo quien piensa en párrafos podrá llegar a perpetrar tochos. Solo quien siente sudores fríos al oír la palabra 'párrafo' puede calificar en propiedad qué es un tocho y sufrirlo en silencio. El resto son meros aficionados, comparsas del tochismo.

2. Tochología: emisor, receptor y mensaje

2.1. El tochista, ese ser

El tochista, todos lo sabemos, teclea desde el ordenador, nunca desde el móvil. Ergo ya es una persona relajada, calmada, pequeño-burguesa, que no te va a soltar su opinión ahí deprisa y corriendo desde el móvil. Al contrario: leerá, ponderará, se preparará un café o un jugo de pepino y se sentará en su sofá de orejas dispuesto a teclear hasta que se le caigan los dedos, en paz y en bata.

El tochista es esa pobre persona a la que ya nadie escucha en su casa, donde ya lo ignoran por completo, cansados de la respuesta “y al fin y al cabo, ¿qué es el pan? Todo depende del valor nutritivo asignado a cada molécula de nuestro ser, y no es asunto baladí considerar la consistencia de la miga” a la pregunta “¿puedes bajar a por pan?”. Las cajeras lo temen, no se atreven a preguntarle ya si quiere bolsa, presas del pánico ante un tocho sobre la futilidad de la ecología, la hipocresía del reciclaje y la definición del plástico.

El tochista no sabe en rigor de nada, pues si no no tochearía, sino que estaría en un puesto de responsabilidad. Olvidado por la vida, ignorado por su gente, odiado por los foreros, enemigo de la concisión y de la higiene, simplemente habla, pondera, divaga. En lo único en que es un experto es en escucharse.

2.2. Tipos de tocho

El tocho, en rigor, no tiene tipos. Podría decirse que hay tochos de música, tochos humorísticos, tochos filosóficos… Pero, en realidad, al tochista todo eso le da igual. ¿Que se habla de la pesca del congrio? Tocho que te crió. ¿De las mejores películas snuff para niños? Tochazo al canto. La belleza y la virtud del tocho consisten precisamente en la tenue, inexistente relación entre el tema a tratar y el ladrillo a escribir. Se han escrito tochos que no creeríais, tochos más allá de Orión, y todos ellos se perderán como hilos viejos en el histórico.

En todo caso avancemos algunos tipos frecuentes:

- El “filosófico”. Es un tocho etéreo y que no va de nada en particular, sólo es dar vueltas a premisas generales, vagos conceptos entrelazados en un sinfín de “solo me hago preguntas”, “es importante cuestionarse las cosas” y generalismos de barra del Café Gijón. Pongamos que alguien pregunta si tal canción es buena. El tochista se cuestionará  los conceptos “bondad” o “canción” y hará una comparativa en la que incluirá elementos sociológicos, filosóficos y psicológicos y, tras veinte párrafos, no te habrás enterado de si la canción le gusta o no. ¿Qué canción?
Derivado del filosófico es el tocho sofista: generalidades, divagaciones, medias verdades, distracciones todas encaminadas a que se olvide la cuestión básica, a embarrar el debate. El común de los mortales se rasca la cabeza y continúa donde lo dejó antes de la (larga) interrupción.

- El “musical”: venga párrafos y párrafos sobre grupos tan claves en la historia de la música como los Nisu, los NPI, los At Home at Lunch Time y los Made-Up Names.

- El ‘cómico’: se distingue fácilmente por la total ausencia de gracia.

2.3. Ventajas e inconvenientes del tocho:

Son tan innumerables las ventajas (para el tochista) como los defectos (para el resto). Al tochista lo mantiene ocupado, alejado de la droga, el tráfico de órganos o la pesca de arrastre. Especie de terapia y meditación, ¿cuántas vidas no habrá salvado un tocho a tiempo?

Pero la gran ventaja del tochismo es el poder ajustar cuentas con alguien sin que se entere: pongamos que uno tiene un bife contra Invitado, es el momento de decir, a traición y enterrado en lo más profundo del tocho, que Invitado es totalmente gilipollas, insoportable y que no entiendes cómo puede existir alguien tan bobo y cuya madre evidentemente era una cabra del Rif. Total, nadie lo leerá y bien agusto que se queda uno.

Como inconvenientes se podrían citar la exclusión, la marginación, la soledad y el solipsismo, pero eso son síntomas que el tochista ya traía de casa, pues el tocho solo es síntoma, no causa. En todo caso convengamos en que el tochista es odiado e ignorado a partes iguales.



2.4. Los antitochos:

Aquí llegamos al verdadero problema. No habría tocho sin antitochos. Son ellos los que crean la figura del ‘tocho’ y por tanto son sus verdaderos responsables.

El antitocho es una figura triste, en verdad. Alardea y presume sin ninguna vergüenza de su déficit de atención, se jacta de no leer nada que exceda la longitud de un tuit o una etiqueta de champú, hace gala y bandera de su nula comprensión lectora y su inexistente capacidad de concentración.

Claro, él viene aquí diciendo que es porque en el foro viene a relajarse, no a leer tochos. Porque sin duda en su casa estaba leyendo a Thomas Mann, a Kant y a Proust, pero al ir a cagar le dio por abrir el foro. ¡Totalmente plausible! Un poco como si ves la lista de Spotify de alguien y todo es Maluma, Melendi y DJ Paquirrín, y te dice que es porque usa spotify para ‘desconectar’ y que en casa lo que oye es Mahler, Mendelsson y Stravinski. ¡Por supuesto que sí!


3. A modo de conclusión

Como el tocho en sí es informe e innecesario, así lo es cualquier conclusión. Podemos decir que el tocho, como todo en la vida, es como la droga: proporciona un subidón en el momento de escritura, y un gran remordimiento por las horas perdidas después, cuando el tocho es ignorado como matojo rodando en el desierto, sin eco ni nadie que lo responda, perdido en la eterna soledad en la que todos vivimos y hemos de morir. En la clasificación de drogas ni siquiera ocuparía un puesto destacado. Está un poco entre la resaca y el vómito, a medio camino entre las fases alcohólicas del amor a todos y la llorera por incomprensión.

El tocho vendría a ser el equivalente oral de los efectos de la raya de cocaína. Esa chapa inmisericorde que te suelta el hijoputa de tu colega tras venir del baño sin invitarte. El tocho destruye amistades, destruye familias y es una lacra para la sociedad. Y por todo ello es necesario y digno de admiración.


Salud,
z

David Z. escribió:

Sugar Bug escribió:

David Z. escribió:Es que esa es la segunda parte de la cuestión. Ahora te respondo brevemente, en cuanto tenga un par de horas libres.

Salud,
z

si ves que te tienes que explayar, sin prisas.

Bueno, sabes que me gusta ser conciso.

No creo que se escriban más tochos que en otros tiempos. Al contrario, los antiguos tochistas se cortan ante la mofa general y cada vez quedan menos atrevidos. Creo que lo que pasa es que la gente cada vez tiene menos paciencia y cada vez lee menos, o al menos lee menos cosas largas. Por tanto le parecen tochos lo que hace 10 años nunca hubiéramos llamado tal. La gente quiere una frase ingeniosa, luego abro ventana para el porno, después compro unas tuercas seminuevas en amazon, ahora una apuesta online al campeonato de Halterofilia de Aragón, miro porno otra vez, vuelvo al foro un minuto... Y un texto largo pues no te permite hacer todo eso. Cómo osan los tochistas cortarnos el tiempo de masturbarnos. La vida va rápida online y es implacable.

Yo hasta que entré en este foro no sabía ni que hubiera 'tochos' ni que la gente se quejara cuando alguien escribe mucho. Así escribíamos siempre antaño. Se conoce que las nuevas generaciones, y las viejas pasadas por años de deformación mental a base de teléfono móvil, llevan con orgullo su déficit de atención y su incapacidad de leer cuatro frases juntas. Me parece bien. Yo suelo ignorar a la gente que solo escribe para soltar una parida de una frase. Cada cual ignora lo que quiere, no hay tiempo para todo.

Quicir, no juzgo en base a tochos ni no-tochos. Hay textos interesantes y textos aburridos, y eso pasa en los de una línea igual que en los de mil.

Y esto quedará muy perezrevertesco, pero yo intuyo que la gente que se queja de los tochos es la misma que no leería los Hermanos Karamazov, el Ulises, el Quijote o la Iliada porque vaya tochos, qué ladrillos. Pues hala, a disfrutar de los tuits de Kiko Matamoros.


Salud,
z

Godofredo escribió:

David Z. escribió:

Sugar Bug escribió:

David Z. escribió:Es que esa es la segunda parte de la cuestión. Ahora te respondo brevemente, en cuanto tenga un par de horas libres.

Salud,
z

si ves que te tienes que explayar, sin prisas.

Bueno, sabes que me gusta ser conciso.

No creo que se escriban más tochos que en otros tiempos. Al contrario, los antiguos tochistas se cortan ante la mofa general y cada vez quedan menos atrevidos. Creo que lo que pasa es que la gente cada vez tiene menos paciencia y cada vez lee menos, o al menos lee menos cosas largas. Por tanto le parecen tochos lo que hace 10 años nunca hubiéramos llamado tal. La gente quiere una frase ingeniosa, luego abro ventana para el porno, después compro unas tuercas seminuevas en amazon, ahora una apuesta online al campeonato de Halterofilia de Aragón, miro porno otra vez, vuelvo al foro un minuto... Y un texto largo pues no te permite hacer todo eso. Cómo osan los tochistas cortarnos el tiempo de masturbarnos. La vida va rápida online y es implacable.

Yo hasta que entré en este foro no sabía ni que hubiera 'tochos' ni que la gente se quejara cuando alguien escribe mucho. Así escribíamos siempre antaño. Se conoce que las nuevas generaciones, y las viejas pasadas por años de deformación mental a base de teléfono móvil, llevan con orgullo su déficit de atención y su incapacidad de leer cuatro frases juntas. Me parece bien. Yo suelo ignorar a la gente que solo escribe para soltar una parida de una frase. Cada cual ignora lo que quiere, no hay tiempo para todo.

Quicir, no juzgo en base a tochos ni no-tochos. Hay textos interesantes y textos aburridos, y eso pasa en los de una línea igual que en los de mil.

Y esto quedará muy perezrevertesco, pero yo intuyo que la gente que se queja de los tochos es la misma que no leería los Hermanos Karamazov, el Ulises, el Quijote o la Iliada porque vaya tochos, qué ladrillos. Pues hala, a disfrutar de los tuits de Kiko Matamoros.


Salud,
z

Como todo tochista, algún día, a los 10 o 15 años de foro, te sorprenderás escribiendo  chascarrillos de dos líneas que sólo a ti te resultarán mordaces, te preguntarás qué te ha pasado y te acordarás de este mensaje de un ex-tochista.

Le pasó hasta a darthmercury. Borogis ya empieza a mostrar síntomas. No es bueno ni malo, es inevitable.

Reckoner escribió:

Así da gusto.

Godofredo escribió:
Ahora me sonrojas, jodío

nadie escribió:

Sugar Bug escribió:

Aquí la respuesta perfecta sería un emoticono.

Completamente de acuerdo con todo, señor Z