RONDA 8.25 DEL ENCINTADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DE FOROAZKENA. ¡A VOTARRRRRRR!

Buenas tardes,

Seguro que ya hay hordas de literatos con su relato listo. Si no, buscad en vuestra memoria qué os inspira este artefacto del pasado.

La frase:

LA CINTA VHS...




Qué mareo.

Punto extra para aquel que me solicite un verbo o adverbio para continuar la frase

Ojo, pensad las maldades que puedo hacer.

Aquí debajo los pagos de Toro.  

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN VIII EDICIÓN:

Relatos a concurso:





1.- Interferencias



2.- Esclavos



3.- 1985
 
La cinta VHS estaba en el reproductor. Pulsé el REC. La televisión sin señal emitía de madrugada esas manchas blancas y negras con el chisporroteo de fondo. Me acerqué al televisor, observando sin pestañear. El programa radiofónico había explicado cómo grabar imágenes del más allá.
Salí de mi ensimismamiento, pausé la cinta, rebobiné y di al play. Me senté en el suelo, observando atentamente. Guiñé los ojos con la luz parpadeante iluminando mi rostro en la oscuridad. Las sombras empezaron a tomar forma. Me vi en la pantalla, tumbado en el suelo con los ojos cerrados. Un charco de sangre emanaba de mi cabeza. Con un respingo me levanté rápidamente. Me di la vuelta. No había nada. Corrí respirando entrecortadamente, abrí la puerta, bajé las escaleras del portal a toda velocidad presa del terror. Tropecé y caí escaleras abajo. Me di un golpe en la cabeza y todo se apagó.



4.- Tarde de agosto en videoclub de extrarradio

La cinta VHS puede tener un punto rojo pegado en su caja. Eso es que está alquilada. Las de acción suelen tenerlo, las españolas siempre están libres. Pregunto al señor del videoclub si van a devolverle alguna buena hoy y espero ojeando carátulas; me encanta pasar las horas muertas así y además, hay aire acondicionado. Hoy he perdido la noción del tiempo, he acabado en un pasillo con unas pelis rarísimas. En sus portadas aparecen caras, algunas me resultan familiares. Reconozco a Antonio el quiosquero, murió hace años. Tiene el punto rojo y está como descolorido por el sol. A mi lado, una extraña señora parece dudar entre dos pelis. Una tiene la cara de mi abuelo. Será aburridísima, él nunca hace nada —lo señalo—. Me da las gracias y la devuelve al estante antes de llevarse la otra. No entiendo cómo no pilla alguna de Schwarzenegger, aunque sea antigua.



5.- “El deshojamargaritas”

La cinta VHS casi nunca la sacamos de su estuche. En ella sale él, mi padre, durante la comunión de mi hermana. Se hace extraño verle caminar entre invitados como una persona normal. Las madres colocaban niños sobre su regazo para que los acunase y él lo hacía. En un momento dado se me ve a mí, feliz hasta la carcajada, cabalgando sobre sus rodillas. Confiada en brazos del monstruo. Esa grabación posee la pátina desvanecida de la representación, todo en ella es mentira, la exhibición estudiada de un comediante. Mamá dice hey, olvídalo, no le des vueltas, el presente es un misterio azaroso, el pasado una colección abollada de recuerdos. Eso dice, y luego me pide perdón con los ojos. En mi casa evitamos hablar de mi padre, tampoco mencionamos el nombre que le puso la policía. Un escorpión en ámbar, casi nunca sacamos el vídeo de su estuche.



6.- El buen samaritano.

La cinta de VHS de doctor en Alaska con los tres primeros episodios me llegó al buzón esa misma mañana, con una nota decía entrecomillado, ya no lo necesito muchas gracias, firmado Juan.
Había leído que empezaban a emitirlo de nuevo en filmin y no recordaba que hubiera tenido nunca la cinta, pero sí quién era Juan y cuántas cosas le había dejado y no me había devuelto.
En un ataque de compañerismo, busqué donde vivía y me acerqué a su casa, sabía que vivía solo y que seguía siendo el mismo ser raro y maniático del instituto. Llamé a la puerta y cuando abrió le propiné un golpe en la rodilla con el bate de béisbol. Por supuesto le dejé una nota que decía entrecomillado; puedes utilizar un poco más las muletas que te dejé.



7.- Funciona

La cinta VHS del laboratorio había desaparecido… pero ¿cómo? Si estaba en la cajonera. ¿Quién? Si alguien descubre en lo que estaba trabajando, nadie debería adelantarme. Opté por registrar mi experimento con una videocámara de las antiguas para evitar que me pudieran hackear cualquier archivo digital. Mis análisis estaban ahí, todo lo que necesitaba pulir para conseguirlo. Mi corazón late con fuerza cada vez que pienso en lo que puede aportar ese invento a la humanidad.  

Un momento… él estuvo aquí toda la noche. Puede que esté en fase de pruebas, pero no pierdo nada por intentarlo. Cojo el aparato y se lo coloco.

-“Misifu, ¿has visto quién se ha llevado la cinta?”

Al principio sonaba algo distorsionado, pero tras unos maullidos, consiguió trasmitir:

-“Igual deberías tomarte tu café de la mañana, la cinta está dentro de la videocámara. Y ahora llena mi cuenco de leche, cabrón”.



8.- La boda de Prudencio y Clotilde

La cinta VHS había dejado de funcionar. Prudencio ya no podría rememorar más aquel idílico día en el que pronunció las palabras sagradas  “Sí, quiero” a su amada Clotilde. Darle al play, y comprobar que la pantalla del televisor seguía fundida a negro, le sumió en una pena terrible.

Prudencio había ido perdiendo todo aquello que amaba. Sus amistades, que aparecían jóvenes y lozanas en el vídeo de su boda, o Clotilde, más bella que ninguna aquel mágico día. Y su memoria, impidiéndole recordar bien según qué cosas. Ver frecuentemente el vídeo de su boda no solo traía felices reminiscencias de tiempos pasados, también le mantenía seguro de sus recuerdos.

Por eso, la mañana en que la cinta VHS había dejado de funcionar, Prudencio sabía que se encontraba solo con sus recuerdos. Y eso le daba mucho miedo.



9.- La luz

La cinta VHS está en la buhardilla de mi madre, entre otras tantas. Esta tiene una pegatina pequeña que solo yo puedo identificar. Contiene algunas de nuestros primeros polvos. Dos cuerpos reales seguramente algo torpes y ardiendo, como se arde con la piel apenas estrenada por alguien nuevo. Mi madre. Que tiene que vaciar la buhardilla. Que sus mierdas, claro, son más importantes que las mías. Cuando me deshaga de casi todo también tiraré esa cinta. Antes la veré con la curiosidad de comprobar si mis recuerdos (sobre el espacio y especialmente sobre la luz) son tan inquebrantables como creo. Todo lo demás quizá me divierta o me excite pero no va a disparar la nostalgia. Nunca he sentido nostalgia de esos días de peritaje, de anhelo turbador, de fascinación juvenil. No añoro nada de entonces. Lo prefiero todo, todo ahora, que sé quién eres, que sabes quién soy.



10.- Un anhelo de Ferlinguetti

La cinta vhs de mi primera comunión reposaba en la estantería. Sabía que algo raro me pasaba, aunque tenía dieciséis años seguía aparentando diez; metí la cinta en el reproductor y encontré la respuesta: mi yo de dieciséis tomaba la comunión. Cada cierto tiempo volvía a poner la cinta: mi yo de diecisiete años se emborrachaba en la barra libre. El de diecinueve años cambiaba la hostia por un tripi y se pasaba el banquete mirando al infinito con una sonrisa estúpida. El de veinte citaba fragmentos del anticristo de Nietzsche ante una iglesia conmocionada. El de cincuenta años se mostraba respetuoso, el de sesenta asentía durante la homilía y el de setenta lloraba en una silla de ruedas al recibir a Cristo. Ya muy anciano pulsé el play y una cegadora luz blanca refulgió en la pantalla. La luz se fue aclarando y allí estaba: Jesucristo en mi televisión.




11.- Sporting de Gijón 0 - Real Oviedo 1 (Temp 92-93)

La cinta VHS mira al portero y el portero mira a la cinta VHS. Vaya mierda de cesión. Gol de Lacatus.

Pero lo peor no fue aquella derrota contra el Oviedo, piensa el portero, sino la voz del comentarista. Qué apatía de tarde de toros. Qué voz lánguida y desmayada. Qué hastío y empalago. Nunca consigue verlo hasta el final, es narcoléptico. Se duerme Juan Carlos Ablanedo, que nunca en la vida ha necesitado valerianas ni contar ovejitas ni mindfulness de los cojones.

Spoiler:

12.- Ni rastro del asesino. (...Era yo)

La cinta VHS anunciaba orgullosa su contenido. Una pulcra caligrafía en rojo destacaba sobre su lomo. Decía: «Don Quijote, Hamlet y otras putas de postín».
¿Don Quijote y Hamlet, putas? Algo olía a podrido allí. Si algo tiene que pasar desapercibido, algo de esta naturaleza, lo normal es titularlo como «BBC: Bodas, Bautizos y Comuniones» o «Rocky VI».
Aquella cinta pedía una revisión a voces.
Pero el inspector Sanchespeare era un hacha. Cogió la cinta para revisarla aquella noche.
Efectivamente, tal y como adelantaba la pulcra caligrafía en rojo, aquello era una sucesión de sketches porno donde los molinos no eran sino pollas de grandes cabezas que volaban de cama en cama en busca de tronos que ocupar. La banda sonora: La vulva fue del chachachá y El chachachá del tren se alternaban a lo largo de casi cuatro horas de pornografía chusca.
¿Y esto a que viene?
Me pilló.



13.- Copenhagen

La cinta VHS muestra la espalda de un chico desnudo sentado en el mismo sitio en el que estoy.

Junto al chico que aparece en el vídeo está la chica que acabo de conocer. Es la misma que hace un par de horas me preguntaba por mi nombre, profesión, horóscopo... La misma que puso una pastilla sobre su lengua y me besó.

Aunque los ojos se me cierran, veo cómo la chica recorre con la mano toda la espalda del chico y es exactamente lo que siento hasta que la chica coge un cuchillo y noto cómo una punta metálica afilada recorre mi columna vertebral.

Lo último que veo antes de caer en una profunda oscuridad es como el chico del vídeo se posa lentamente sobre la chica. Está desangrándose, pero parece estar en paz y satisfecho, como si todo tuviera al fin sentido, y es exactamente lo que siento.



14.- Grabando gravedad

La cinta VHS temblaba en mis manos al sacarla de la videocámara de papá, de puro entusiasmo. Había conseguido apretar el botón rojo a tiempo, menuda carrera escaleras abajo hasta el jardín, después de dejar a Lucía gateando por el tejado. La toma fue perfecta. No tanto la caída, no esperaba el enganche del pañal en el canalón. Mejor, más segundos de suspense. Tampoco contaba con el rebote en el alféizar, que la alejó de la colchoneta. Tanto hinchar para nada. Aterrizó frente a la barbacoa, el sonido del golpe contra el terrazo quedó registrado por encima de mi carcajada nerviosa. Y como remate, llegó Maki a lamer del charco de sangre. Perfecto, un gato siempre da votos. Tengo que enviar la cinta cuanto antes, ya lo recogeré todo después. El premio de Videos de Primera será mío, ya me veo en Disneylandia. Y además vuelvo a ser hijo único.



15.- Lo cortés no quita lo caliente

La cinta VHS ordenaba las grabaciones de los experimentos ejecutados por el Profesor Puffo con él como sujeto, entre los años1983 y 1987. Cronológicamente, visionamos el ensayo de procesamiento de boñigas como sustitutivo de carne de hamburguesa, el de inmunización a la intoxicación etílica aguda con ingestas de psicotrópicos, la constatación del contagio de hipo y lágrimas entre sujetos acústicamente aislados, el límite de la resistencia humana a las cosquillas a ocho manos tras 23 minutos, y lo que parecía el último, el traslado del alma animal a la humana (el propio Profesor poseído por una cacatúa). Resultó que el Profesor Puffo había grabado encima del vídeo de su boda y allí aparecía, libando champán del desnudo pie de la novia, el profesor Puffo padre, que luego publicó su famoso ensayo sobre el complejo de Electra en las nueras. Gran Psiquiatra, el profesor Puffo padre, y también enorme cabrón.



16.- La casa de verano revisitada

La cinta VHS apareció al fondo del baúl del desván. Infantiles trazas a lápiz la rotulaban; “MARCOS”.
Aquel lugar guardaba interminables horas de juegos, de tardes descubriendo el mundo con libros o experimentando con canicas, pero la videocámara marcó aquel verano.
Me puse a verla. Algo deteriorada, pero seguían mis collages sin orden; las velas de mi cumpleaños, una time-lapse con muñecos de barrio sésamo, unas palomas equilibristas en el balcón... Aquella cámara no había grabado solo la cinta, había esculpido imágenes en mi memoria que empezaron a aflorar en paralelo.
Lo comprobé con el corte tras el concierto de fiestas. Fundido en negro. Solo unas luces dejaban efímeros surcos luminosos por el electrizante movimiento de cámara. Escuché de fondo el golpe seco con el grito ahogado, y volvió a mi recuerdo como un mazo aquello que había provocado que no hubiese vuelto a pisar esa casa en 20 años.



17.- Dale al play

La cinta VHS era escupida una y otra vez. Mi viejo reproductor rechazaba las grabaciones del gran Chiquito, que había estado reuniendo durante años.
Probé en el equipo de mi tío Enrique, en el del video club y en el de los padres de un colega. Ninguno cogía la cinta.
Solo quería verla una vez más, antes de digitalizar su contenido. Pero imposible si no era reproducible.
Se la envié a RecuperaData, pero nada.
La llevé a una curandera, le impuso las manos, pero nada.
Contacté con un manitas que había trabajado en Sony, pero nada.
Averigué donde vivía un psíquico que había salido en televisión, pero nada.
Le puse tres velas a san Judas Tadeo, pero nada.
Se la di al vecino de abajo para que sus niños la destrozasen, como hacían con todo.
Dos días después oí al más pequeño dar voces en el rellano: ¡Fistrooo, pecadorrr!, gritaba.



18.- Existe

La cinta VHS estaba en la caja fuerte, junto a un saquito de diamantes, un Rolex Oyster Perpetual de oro y un millón de dólares en billetes de 100. Los investigadores descubrieron que aquel objeto rectangular era una cinta de vídeo porque lo buscaron con google image search. Esa cinta debía contener algún documento gráfico de valor extraordinario, pero no había manera de visualizarlo. Ya no existían reproductores analógicos, todo el contenido audiovisual estaba en la nube y se reproducía mediante streaming. El último aparato reproductor lo tenía Hideo Morita, hijo de uno de los inventores del vídeo. Sin embargo, al intentar reproducirla, la cinta no cabía.
“Ah, es un cinta VHS. Yo solo tengo este Betamax, la calidad es mucho mejor”
No hubo manera de conocer el contenido. Los investigadores se quedaron con las ganas de saber qué significaba la pegatina lateral que decía “Ricky Martin perro mermelada”.

qué grande, todavía guardo mi colección, a ver qué se me ocurre...

Cabeceras actualizadas

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN VIII EDICIÓN:

Zzzz escribió:

Fail!!!

Ese es beta

Toro escribió:

Zzzz escribió:

Fail!!!

Ese es beta

Jodío niño...

Me parece una falta de todo banalizar con el VHS. Ahora es tratable, pero fue una epidemia.

Recuerdo diversas anécdotas   y no voy a ponerlas por si luego no se me ocurre nada

¿Qué cosa es una cinta VHS?

¿Algún asidero al que podamos aferrarnos los jóvenes?

Nomeko7 escribió:Me parece una falta de todo banalizar con el VHS. Ahora es tratable, pero fue una epidemia.

https://twitter.com/colgadosdelaro/status/1590769320954859521?lang=en

Tremendo.

Magic apostó por el VHS y no por el Beta.

salakov escribió:¿Qué cosa es una cinta VHS?

¿Algún asidero al que podamos aferrarnos los jóvenes?

No te hagas el Monkey.

¿Dónde andará? Es buen momento para su regreso.

Esmeralda escribió:Recuerdo diversas anécdotas   y no voy a ponerlas por si luego no se me ocurre nada

Seguro que en muchas acabas así:

Eduardo Montenegro escribió:

Esmeralda escribió:Recuerdo diversas anécdotas   y no voy a ponerlas por si luego no se me ocurre nada

Seguro que en muchas acabas así:

Cómo me conoces, ladrón 

A ver, ¿vosotros rebobinabais las películas antes de devolverlas al videoclub?

Es para saber si me junto con buenas o malas personas.

Zzzz escribió:A ver, ¿vosotros rebobinabais las películas antes de devolverlas al videoclub?

Es para saber si me junto con buenas o malas personas.

Es peor lo de grabar encima de una peli de videoclub

Toro escribió:

Zzzz escribió:A ver, ¿vosotros rebobinabais las películas antes de devolverlas al videoclub?

Es para saber si me junto con buenas o malas personas.

Es peor lo de grabar encima de una peli de videoclub

¡Y qué grabarías!

Zzzz escribió:

Toro escribió:

Zzzz escribió:A ver, ¿vosotros rebobinabais las películas antes de devolverlas al videoclub?

Es para saber si me junto con buenas o malas personas.

Es peor lo de grabar encima de una peli de videoclub

¡Y qué grabarías!

Mis dos grandes descubrimientos de niño con vhs fueron; la programacion del video para grabar a una hora determinada y que poniendo un celo podias grabar encima de cualquier cinta

Toro es ese amigo que te grababa un documental de pingüinos sobre la porno.

Yo siempre grababa las películas de las 22:00 de Canal + los viernes y programaba cuatro horas de grabación no fuese a ser que fuesen muy largas.

salakov escribió:Toro es ese amigo que te grababa un documental de pingüinos sobre la porno.

Ostras, me estoy acordando de una cosa que hice, pero al revés, una porno sobre los pingüinos.

Los que éramos clase obrera de verdad veíamos la del Plus codificada.

¡El Ojo Mágico!

salakov escribió:Los que éramos clase obrera de verdad veíamos la del Plus codificada.

¡El Ojo Mágico!

Tengo una buena anécdota al respecto. No sé si debería contarla, pero lo voy a hacer.

Estamos jugando con fuego.

En esa época de tan jovenzuelo tampoco tenía mi madre por entonces Canal + y una de esas noches de viernes que volvía más salido que un mico puse el plus codificado. Ya tenía los ojos hechos.

Tras la peli de estreno de las 22:00 ponían la pornícula. Llegaría a la una y pico a casa y puse el plus codificado. Aquel sonido chirriante me ponía berraco como perro de Pavlov. Se vislumbraban muchos cuerpos enlazados, embestidas, la orgía era de aúpa. Me puse a la labor con tan insinuantes escenas sutilmente vislumbradas. Al acabar dejé la película puesta un rato como aquel al que le parece feo dormirse nada más hacer el amor y al poco vi que salían los títulos de crédito. Coño, que película más corta han puesto, me dije. Entonces empezó otra. La música lujuriosa inconfundible incluso a través del bloqueo de sonido. Qué cosa más rara. Acudí al periódico a comprobar y vi que me la había machacado con Braveheart, que todavía no había acabado a esas horas.

No he visto nada más que esa vez Braveheart pero supongo que al final de la peli hay alguna batalla campal. Pues con eso.

Y ahora a lo importante, que tengo un primer y excelente relato.

Zzzz escribió:En esa época de tan jovenzuelo tampoco tenía mi madre por entonces Canal + y una de esas noches de viernes que volvía más salido que un mico puse el plus codificado. Ya tenía los ojos hechos.

Tras la peli de estreno de las 22:00 ponían la pornícula. Llegaría a la una y pico a casa y puse el plus codificado. Aquel sonido chirriante me ponía berraco como perro de Pavlov. Se vislumbraban muchos cuerpos enlazados, embestidas, la orgía era de aúpa. Me puse a la labor con tan insinuantes escenas sutilmente vislumbradas. Al acabar dejé la película puesta un rato como aquel al que le parece feo dormirse nada más hacer el amor y al poco vi que salían los títulos de crédito. Coño, que película más corta han puesto, me dije. Entonces empezó otra. La música lujuriosa inconfundible incluso a través del bloqueo de sonido. Qué cosa más rara. Acudí al periódico a comprobar y vi que me la había machacado con Braveheart, que todavía no había acabado a esas horas.

No he visto nada más que esa vez Braveheart pero supongo que al final de la peli hay alguna batalla campal. Pues con eso.

Que maravilla de historia....

m

Zzzz escribió:En esa época de tan jovenzuelo tampoco tenía mi madre por entonces Canal + y una de esas noches de viernes que volvía más salido que un mico puse el plus codificado. Ya tenía los ojos hechos.

Tras la peli de estreno de las 22:00 ponían la pornícula. Llegaría a la una y pico a casa y puse el plus codificado. Aquel sonido chirriante me ponía berraco como perro de Pavlov. Se vislumbraban muchos cuerpos enlazados, embestidas, la orgía era de aúpa. Me puse a la labor con tan insinuantes escenas sutilmente vislumbradas. Al acabar dejé la película puesta un rato como aquel al que le parece feo dormirse nada más hacer el amor y al poco vi que salían los títulos de crédito. Coño, que película más corta han puesto, me dije. Entonces empezó otra. La música lujuriosa inconfundible incluso a través del bloqueo de sonido. Qué cosa más rara. Acudí al periódico a comprobar y vi que me la había machacado con Braveheart, que todavía no había acabado a esas horas.

No he visto nada más que esa vez Braveheart pero supongo que al final de la peli hay alguna batalla campal. Pues con eso.

Esto no es una anécdota. Es una peli que Ken Loach.

Un humorista contaba que le llegó el soplo de que, por lo visto, la porno del Plus se podía ver, sin codificar, en las televisiones que José María Carrascal tenía de fondo. Así que acercó la vista, se sacó la chorra y comenzó a meneársela durante el informativo de madrugada.

Se abrió la puerta. Era su padre. Su hijo se la estaba machacando con José María Carrascal.

Spoiler:

salakov escribió:Un humorista contaba que le llegó el soplo de que, por lo visto, la porno del Plus se podía ver, sin codificar, en las televisiones que José María Carrascal tenía de fondo. Así que acercó la vista, se sacó la chorra y comenzó a meneársela durante el informativo de madrugada.

Se abrió la puerta. Era su padre. Su hijo se la estaba machacando con José María Carrascal.

Qué maravilla. Y mira que no haber sabido yo el truco…

También decían algunos cachondos que mojabas un papel con vinagre, lo pegabas a la pantalla y conseguías una definición mejorada. Ahí no piqué, supongo que sería un bulo lanzado por los de Parras.

Zzzz escribió:

salakov escribió:Un humorista contaba que le llegó el soplo de que, por lo visto, la porno del Plus se podía ver, sin codificar, en las televisiones que José María Carrascal tenía de fondo. Así que acercó la vista, se sacó la chorra y comenzó a meneársela durante el informativo de madrugada.

Se abrió la puerta. Era su padre. Su hijo se la estaba machacando con José María Carrascal.

Qué maravilla. Y mira que no haber sabido yo el truco…

También decían algunos cachondos que mojabas un papel con vinagre, lo pegabas a la pantalla y conseguías una definición mejorada. Ahí no piqué, supongo que sería un bulo lanzado por los de Parras.

Seguro que eran los mismos que decían que te sentases sobre la mano derecha hasta que quedase dormida.

«¡Es como si no fuera tuya, tío!»

No veo el verbo de la frase

Troy Mc Clure escribió:No veo el verbo de la frase

Aquellos a los que no se les ocurra qué verbo utilizar, sólo tienen que pedirlo en privado.

De esa manera tendréis una frase con sujeto y predicado y os construiré maravillosos inicios como:

—La cinta VHS soliviantaba.
—La cinta VHS embuchaba.
—La cinta VHS procrastinaba ó
—La cinta VHS sofreía.

¡Anímense al reto!

Qué buena idea para el futuro, demonios.

Yo verbo no quiero, ¿pero un adverbio?

salakov escribió:Yo verbo no quiero, ¿pero un adverbio?

Si quieres te lo mando por privado.

Zzzz escribió:

salakov escribió:Yo verbo no quiero, ¿pero un adverbio?

Si quieres te lo mando por privado.

¡Dale!

Vale, he estado pensando en mandarte “paradójicamente”, pero no soy tan cabrón.

Es más. Los que me pidan verbo o adverbio se llevarán un punto extra. A excepción de mí mismo, que se lo voy a pedir a Salakov y del autor del primer relato, que se lo lleva por madrugador.

¡He dicho!

Aunque me va a descubrir, ahora que lo pienso. Pensaré cómo hacerlo.

Le voy a pedir el verbo o adverbio a una mano inocente. Dejadme pensar si existe alguna por aquí.

Hola!

Quiero mi verbo.

Me lo envías con un lazo rojo y a portes pagados.

Que sea de mi talla, no me gustaría tener que cambiarlo, no quiero tique regalo.

Me gustan de la primera conjugación y que tenga más consonantes que vocales.

Para mí:

El primero que escriba al respecto, que elija una página entre la 9 y la 257 de este libro que tengo a mano. Empezaré por el primer verbo que aparezca en esa página.

El detalle de la chancleta de mi hijo en una esquina le da realismo a la foto.

La 17.

Nomeko7 escribió:La 17.

Ha habido suerte.