RONDA 8.42 DEL CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL FOROAZKENA. CIERRE DE LAS VOTACIONES A LAS 21

Buenos días.

La frase de esta semana es la siguiente:

Preguntó en la oficina de objetos perdidos

La frase inicial no está incluida en las 150 palabras.

Las votaciones se cerrarán a las 21 y la gala será a las 22:30.

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN VIII EDICIÓN:

RELATOS A CONCURSO

1.Incompleto

Preguntó en la oficina de objetos perdidos si tenían allí su corazón. El dependiente, entre atónito e irritado, optó por obviar la pregunta del androide y llamar a la siguiente persona que esperaba en la cola, dejando al androide, una vez más, a la búsqueda del órgano que simboliza la vida y el amor.

El androide continuó su peregrinaje en busca del corazón perdido, incapaz de entender cómo es posible sentir tanto con un hueco en su pecho. No cabía en sus parámetros lógicos aceptar esa sensación de ausencia, aun aguantando las chanzas e insultos de aquellos que se burlaban de él cuando formulaba aquella pregunta.

En cada rincón que exploraba el androide por mar, tierra y aire, a cada persona que preguntaba en su camino, nunca, en ninguna de esas situaciones, el androide titubeaba a la hora de enunciar, con educación, aquello de: ¿Perdone, está aquí mi corazón?

***

2.Estante to heaven

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por enésima vez.
—Señor, ya le he dicho que aquí no está.
—¿Pero cómo no voy a estar?
No había nada que hacer, se dijo que ésta era la última vez que se reclamaba. Salió de allí abatido, pensando en qué momento y en qué lugar.
Llovía y hacía frío; el viento amenazaba con volarle el sombrero.
—¿Señor? —le preguntó un chiquillo.
—¿Sí?
—¿Es esto suyo?  
—¿Qué, cómo? —balbuceó.
El joven se agachó para entregarle su cabeza.
—No… —titubeó.
—Como quiera señor —y con solícita premura, se perdió por Reginald’s avenue, en busca de otro cliente a quien chupársela.
A salvo, en casa, el hielo y el vinilo crepitaron; un último beso de Ella en su glande.
Meses después, lo encontraron abrazado a su cuerpo y cubierto de polvo, pacientemente estático y resignadamente perdido.

***

3.In memoriam

Pregunto en la oficina de objetos perdidos. Al salir del tanatorio he cogido un taxi y me he venido directo, no quiero darme tiempo para pensar. Espero en el mostrador. En una mano llevo la bolsa de tela con la urna, en el meñique de la otra, una alianza que me está pequeña. ¿Cómo puede una ausencia sentirse tan presente?
Esta mañana, mientras me anudaba la corbata frente al espejo, me he dado cuenta de que había perdido las ganas de vivir. Si al final resulta que no las tienen aquí, pondré un anuncio por palabras en el periódico. En algún lado tendrán que estar. A ella no le habría gustado que me rindiera tan pronto.

***

4.El paraguas negro

Pregunto en la oficina de objetos perdidos por un paraguas negro. Preferiría algo más extravagante, una funda de violín roja tal vez, pero debo ir a lo seguro, todo el mundo anda perdiendo paraguas. El funcionario es suspicaz, sin duda harto de gente que reclama lo que no es suyo. Descríbalo —me insta—. Negro, lona negra, mango curvado, negro entero, así más o menos —extiendo las manos—. ¿Cuántas varillas tiene? Diez —contesto preparado, sabía que irían a pillar—. Espere un momento —suspira hondo antes de meterse dentro—. Despliega en la mesa ocho paraguas negros. ¿Es alguno de estos? Una trampa. Dos o tres los habrán comprado ellos como aquellos policías que se infiltran en las ruedas de reconocimiento. Observo… estos son demasiado nuevos… ¡Este! —señalo—. El funcionario se resigna derrotado antes de entregármelo. ¡Y tenga cuidado con él! —aconseja molesto—. Gracias, lo tendré —me despido ufano levantando el paraguas—. Estoy en racha. Objetos perdidos, siete; Manolo, once.

***

5.DESPERATE TEENAGE LOVEDOLLS

Preguntó en la oficina de objetos perdidos sin demasiada esperanza. John —el dependiente— lo miró perplejo sin saber qué decir…

- ¿has dicho corazón?
- sí, eso he dicho —insistió Frank, con expresión afligida…
- imagino que estarás de broma, no tengo tiempo para pendejadas…
- te hablo en serio —le dijo muy seriamente…

Frank, levantó con delicadeza su camiseta. John no podía creer lo que estaba viendo. Justo en el centro del pecho de Frank había un enorme hueco que supuraba sangre y otros líquidos. A John casi le da algo, aunque logró controlarse y no se desmayó…

- ¿te han traído entonces un corazón perdido?
- Ummm… no que yo recuerde —contestó incrédulo…

Frank enfureció, saltó sobre John, le arrebató su camisa hawaiana y en un movimiento rápido le arrancó el corazón… John perdió el conocimiento…

Frank limpió con cuidado el corazón y lo insertó en el hueco de su pecho…

Después, abandonó la oficina…

***

6.Realidad oculta

Preguntó en la oficina de objetos perdidos.
-Disculpe, he perdido la alianza que me regaló mi mujer. Ha tenido que ser aquí, en el club…
-Aquí no está –dijo tajante. A Luis le sorprendió la rapidez de su respuesta.
-¿Cómo lo sabe? No ha mirado…
-Está en su casa.
Luis no salía de su asombro.
-Pero, ¿cómo sabe usted qué…?
-Porque la estoy viendo ahora mismo.
El tenso silencio podía cortarse con un cuchillo.
-Disculpe, creo que no le entiendo.
-Llame a su mujer y pregúntele, ella se lo dirá.
-Mi mujer está aquí conmigo, está esperando fuera.
-¿Qué pasa, cariño? –preguntó Teresa al entrar, tardaba mucho.
-Llámela.
Con las manos temblando sacó el móvil. Su mujer cogió el teléfono.
-Cariño, ¿por qué tardas tanto? La cena está hecha.
Miró de reojo a su mujer, que también estaba a su lado, sin comprender. El hombre se reía.
-Pregúntele, o puedo hacerlo yo. La cena huele de maravilla.

***

7.Oferta de empleo

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por el encargado.
Mientras esperaba su llegada, le ganó la curiosidad y no pudo evitar echar un vistazo en el almacén.
Hizo un cálculo aproximado y se le encogió el corazón al ver tantos objetos recluidos en aquellos estantes.
No tenía dudas de que él era el candidato perfecto para el puesto. Se ocuparía de todos ellos con deleite. Los clasificaría cuidadosamente, les colocaría con mimo las etiquetas que informan de la fecha y el lugar donde han sido encontrados, protegería a los más vulnerables con envolturas de burbujas; y, sobre todo, intentaría paliar tanta orfandad, haciendo todo lo posible por encontrar a sus dueños tras investigaciones detectivescas, se dijo mientras observaba una gabardina arrugada que bien podría haber perdido Colombo.

***

8.Ama de llaves

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por su llave. Allí tenían de muchos tipos, una llave capaz de abrir cualquier puerta, otra capaz de descerrajar el corazón más frío, incluso una capaz de franquear los pórticos de berilo del fondo del mar; sin embargo, no tenían su llave. ¿Cómo es?, preguntó el encargado, y él respondió que no sabía, que una llave metálica, ni grande ni pequeña, normal, vaya. Puede usted llamar a un cerrajero, sugirió, y él replicó que no había cerrajero que pudiera ayudarle, que su llave era única, que sólo esa llave abría su puerta, esa y ninguna otra. Seguro que esta le sirve, y desde el mostrador le ofreció una llave que llenaba de felicidad cualquier hogar. Yo sólo quiero mi llave, la rechazó sin siquiera mirarla, y se despidió como quien no ha encontrado lo que quiere, sin mirar atrás como quien no tiene claro qué es aquello que ha perdido.

***

9.No cambia nada.

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por los dos planetas que había dejado, creía, junto a la nave nodriza. Sírvase usted mismo, hay cientos en el sótano 205 y, entre usted y yo, apuntó el oficinista, si quiere llevarse alguno extra, aquí nadie va a decir ni pío. La mayoría son inhabitables, pero los que contienen especies son muy demandantes, se nos va el presupuesto. Y eso cuando se están quietos, que algunos pretenden colonizar otros más inhóspitos, criaturas ingenuas…. En fin, solo le digo que ojito con la masa, que la fuerza gravitatoria la carga el diablo.
En mi época se tenían hijos, no civilizaciones…qué tiempos. Todos los veranos nos mandan decenas de planetas, que a la gente olvida al repostar antes de sus vacaciones.

***

10.Expresiones destinadas a desvanecerse

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por vocablos abandonados, por palabras que ya casi nadie usaba, expresiones destinadas a desvanecerse. Le respondieron que no había ido al lugar adecuado, que tendría que dirigirse a la biblioteca de las palabras condenadas. Volvió a interrogar al empleado esta vez consultando la ubicación de dicha biblioteca, pero no supieron responderle. Salió de la oficina, se sentó en un banco en el parque al que llegó tras varias horas de caminar meditabundo, ordenó sus pensamientos, y decidió que no iba a dejarse vencer tan fácilmente. Necesitaba esas palabras para poder expresar sentimientos obsoletos, pasados de moda. Para la gran mayoría esas palabras ya no servían, pero para él era urgente recuperarlas. ¿Cómo expresar sus sentimientos que parecían surgidos de otra era sin ellas?

***

11.Camino a la oscuridad

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por la empatía. Parecía como si la tierra se la hubiese tragado. Más bien como si la tierra la hubiese triturado y convertido en excremento. Debajo de las baldosas, escondida en callejones, en oficinas de altos ejecutivos, nada. El egoísmo se había proclamado terrateniente. Cacique de todo lo que les rodeaba. La humanidad no existía hace décadas, pero Jack no perdía la esperanza. Luchaba contra el destino inexorable del mundo. Su labor era deambular entre seres sin rostro, tratando de encontrar esa luz ausente. Soñaba con el día en el que la encontrase. Imaginaba que la agarraría con fuerza y combatiría al odio y al miedo. No le quedaba mucho tiempo, podía ver el final del camino de puntillas y allí solo quedaba oscuridad.

***

12. Persistencia

Preguntó en la oficina de objetos perdidos  sin ánimo de encontrarla.
El empleado le dio el manojo de llaves de los trasteros, estaban a ambos lados de un gran pasillo y se identificaban con rótulos que eran de lo más inverosímiles.
El trastero "Real Madrid"contenía balones,  camisetas, chapitas, banderas...con el escudo del equipo.
El trastero "Hogar" tenía fregonas, colchones, jaulas de pájaros, coladores, pantuflas...
El trastero "Amor" guardaba alianzas, ramos de flores secas, cajas de bombones caducados...
De trastero en trastero,  llegó al último, "Microrrelatos".  Había montones de folios apilados en el suelo y un pupitre con un boli y un papel. Se sentó y leyó el papel:
            Concurso de microrrelatos
-Frase de inicio "El rock no ha muerto".
-Enviar a..."
Sintió una explosión en su mente, en 30 minutos lo tenía escrito.
Días después recibió una carta en la que le comunicaban que era el ganador del concurso.
Había conseguido encontrar la imaginación.

***

13.El brebaje

Preguntó en la oficina de objetos perdidos, un lugar donde el destino se entremezcla con la esperanza abandonada. Era una persona anónima, atrapada en un mundo de penumbra y desesperanza. Recogía aquellos objetos que llevaban demasiado tiempo para ser reclamados, fragmentos perdidos de otras vidas, y los llevaba a su morada solitaria.

En su sombría guarida, estos objetos olvidados cobraban un nuevo propósito. Los depositaba en una licuadora junto al agua necesaria para obtener una poción amarga que lo transportaba a través del olvido.

Todas las noches de los viernes bebía aquel elixir maldito. Cada sorbo era un acto de desaparición, un esfuerzo por olvidarse de sí mismo y sumergirse en el vacío del anonimato absoluto.

Pero con aquella rutina, la línea entre el olvido deseado y la completa desaparición se iba desdibujando. Aquellos objetos abandonados habían encontrado una nueva morada dentro de su ser. Pronto, la vida gris y solitaria de aquel individuo, simplemente, se desvanecería.

***

14.Nacho Vegas te enseña geografía

Preguntó en la oficina de objetos perdidos. Preguntó también en El Molinón. Fue a la playa de San Lorenzo y preguntó ahí. No lo encontró, así que dirigió sus pasos hacia Cimadevilla, donde nuevamente preguntó por él. En vano. Luego fue a buscarlo al Alimerka y al MasyMás, quizá estaría haciendo la compra semanal. Tampoco. Sin dejarse vencer por el desánimo, recorrió la avenida Schulz y el parque de Zarracina, pero tampoco allí halló el objeto de su búsqueda.
Pero, ¡oh!, cuando había perdido toda esperanza, al fin encontró a su hombre. Ahí estaba, era él sin lugar a duda. ¿Qué demonios hacía Ablanedo en un concurso de microrrelatos?

***

15.Retoñarás

Preguntó en la oficina de objetos perdidos, después de varios días buscando en los colmados, las abacerías, las librería de viejo. Eso después de visitar tapicerías y corseterías, ferreterías y farmacias, sombrererías, sastrerías, cererías, cerrajerías, economatos, herbolarios, gestorías, multicines, joyerías, corredurías, panaderías, bodegas, zapaterías, cordelerías, jugueterías, talleres, librerías. Agotada, pero no vencida, se sentó en un banco del parque y desmigó un trozo de pan para los pájaros. Mientras lo hacía escuchaba el latido de su corazón como si fuese un minúsculo tambor que le anunciase una misteriosa ruta. No, no sabía dónde había dejado la esperanza, pero no iba a tardar en averiguarlo. Anotó en su vieja libreta unos versos que terminaban así: "las mañanas son una casa de apuestas / en las que entras arrastrando los pies / para pedir fichas y un café". Cuando devolvió al bolso el cuaderno, sus ojos tenían la luz de siempre.

***

16.Incompleto

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por la última frase de su relato: había sido eliminada por exceder las ciento cincuenta palabras permitidas. El anciano encargado de aquel polvoriento almacén refunfuñó algo entredientes mientras tecleaba algo en un viejo ordenador.

Aquí está, dijo el viejo funcionario, me puede decir su DNI y las últimas palabras de su frase para comprobar que realmente es suya.

Sí, claro. Mi DNI es el 0123455, letra T de Toledo. Las últimas palabras son “y ya no lo volví a ver más”.

De acuerdo, tome su frase, dijo el viejo mientras lanzaba las palabras al otro lado de la ventanilla y retomaba el libro que estaba leyendo.

Tras coger las palabras, el escritor colocó la frase al final del relato mutilado y lo leyó en voz alta. Tras hacerlo, sonrió a medias, como si hubiera preferido que su relato no se entendiera.

***

17.¡Cómo está el patio!

Preguntó en la oficina de objetos perdidos y nadie supo darle razón.
Era increíble que un lugar destinado a devolver a sus legítimos dueños cualquier objeto perdido y posteriormente encontrado y ofrecido allí; era increíble, repito, que fuera un lugar donde se obligaba a la gente a perder su tiempo. ¿Contrasentido? No sabía, pero le estaba entrando tal mala hostia solo de pensarlo, que un inoportuno apretón le empujó a agacharse tras el mostrador y aliviar la presión del vientre.
—Veo, veo —dijo cantarín.
—¿Qué ves? —respondió un funcionario.
—Una cosita que empieza —hizo una pausa— a oler.
—Póngala sobre el mostrador
—No es un objeto perdido. Ni nadie lo va a venir a buscar.
—Deje de jugar ya, hombre por dios y diga qué es lo que quiere.
—Que me hacen perder el tiempo
—Vale, pues cuando alguien lo encuentre ya lo traerá y se lo guardamos. Condiós.

***

18.Día de San Cucufato

Pregunté en la oficina de objetos perdidos de la plazoleta, se acercaba san Patricio y necesitaba el complemento perfecto.
—¿Tendrán por aquí una chistera verde?
—Pues sí, tenemos una grandísima chistera. Es Esmeralda. Aunque a veces nos lía y parece rosa.
—¿Rosa? ¿Lía? Tra… tra… tráigamela a ver si es la que busco—balbuceé confuso.
—Eso sí, como chistera es terrible. Le pondrá la cabeza loca. Claro que peor sería un salakov, es mucho más pesado.
—Además de ser majo soy mago, la chistera que busco tiene que tener conejo.
—Usted no le diga abracadabra, dígale Motomami y échele unos polvos mágicos. No se la quitará de encima.
—¿Y no desaparecerá?
—Quizás le haga perder la cabeza, pero si eso sucede, ya sabe: Aquí nos tiene.
—¿También tienen cabezas? ¿Tendrán una de toro? —pregunté pensando en mi complemento para San Fermín. Y en que la mía no está para contar palabras, y creo que ya llevo muchas.

***

19.Aquellos versos que le escribía


Preguntó en la oficina de objetos perdidos, después de revolver su oficina, la casa, preguntar en el supermercado y en el bar, y limpiar el coche. En el coche encontró las llaves de la casa de su ex, una tarjeta caducada, una invitación de boda amarillenta, el primer DVD de Nick Cave, 3,34 euros y cinco pesetas. No estaba.
—Es una libreta pequeña, plateada, con un marcapáginas de lazo.
—Pero, ¿es una agenda? ¿Tiene nombres, teléfonos?
—No, libreta. Tiene escritos…bueno… poemas.

Ante su sonrojo, el empleado no preguntó más; entró a la oficina y volvió con un cajón. Dentro había libros, agendas, libretas.
—Mire a ver.

Estaba. Brillaba entre el resto. La abrió. Una caligrafía extraña había escrito en la primera página un nombre y un teléfono. Es precioso lo que escribes, me gustaría conocerte, Laura. Arrancó la página. Comprobó que estaban las claves para volar la central nuclear.

***

20.Pasa la vida (título moñis, un saludo Esmeralda)

Preguntó en la oficina de objetos perdidos por su vista de águila para ver mozos guapos pero tampoco estaba, ni vista, ni rodillas para la verbena, ni oído para los vinilos, ni le convenía ponerse nerviosa por la tensión.
¡Es la vida abuela!, le decía su nieto.
¡Anda a la mierda! Le contestaba.

***

21.Reencuentro

Preguntó en la oficina de objetos perdidos, pero no habían encontrado ningún sombrero fedora recientemente. De todas formas, pasó a echar un vistazo. Le llamó la atención una chaqueta de lino, suave y ligera. Al ver que se fijaba en ella, la chaqueta empezó a mover las mangas entusiasmada. Fue un flechazo, así que se fueron juntos a casa. La chaqueta era una excelente prenda de entretiempo, perfecta para tomar un vermú en terraza o pasear por la calle mayor. Sin embargo, al llegar el invierno, la chaqueta empezó a crecer y se convirtió en un polar de Trango. El polar necesitaba actividad, movimiento, no le valía con los paseos urbanitas, quería ir al monte. No podía seguir su ritmo, así lo vendió en Wallapop.
Años después, se sentó en el parque junto a un anciano que echaba pan a las palomas. La teba del anciano empezó a agitar las mangas suavemente. Aquella chaqueta le resultaba familiar.

***

22. El seminarista de los ojos verdes


Preguntamos en la oficina de objetos perdidos sin éxito, el camafeo no aparecía. Hasta su pérdida, recuerdo a mi madre siempre con su joya colgando del cuello, junto a su corazón, recibiendo tantas caricias y besos como mi hermano el mayor, muchas más de las que recibíamos padre o yo. Creyendo que era por veneración a la imagen de san Antonio que mostraba, quise regalarle uno igual, pero rehusó contrariada. Necesitaba aquel camafeo, no otro. Supuse que su valor estaría en su condición de talismán, tantas veces bendecido en tantas iglesias que visitaba con fervor. Hasta que en el lecho de muerte me lo confesó. La imagen del santo era una tapa bajo la que escondía la imagen de su verdadero amor, un joven seminarista que conoció antes de casarse. Disfrazaba su búsqueda de peregrinaje y devoción.
Encontré el camafeo al morir padre, escondido entre sus cosas. Lo abrí. Ahí estaban los ojos verdes de mi hermano.

***

,

Gran frase.

Cabeceras actualizadas.

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN VIII EDICIÓN:

gran frase, sí, señor...

Buena frase.
Hablando de perdidos...
Salakov, ¿qué sabes de Eloyso?
Se hecha de menos su elegante prosa llena de calidad.

Here we go!

Nuxe escribió:Buena frase.
Hablando de perdidos...
Salakov, ¿qué sabes de Eloyso?
Se hecha de menos sus elegante prosa llena de calidad.

Echar de menos

Nuxe escribió:Buena frase.
Hablando de perdidos...
Salakov, ¿qué sabes de Eloyso?
Se hecha de menos sus elegante prosa llena de calidad.

lo de hecha es broma fija, ¿cierto?

Hank escribió:

Nuxe escribió:Buena frase.
Hablando de perdidos...
Salakov, ¿qué sabes de Eloyso?
Se hecha de menos sus elegante prosa llena de calidad.

lo de hecha es broma fija, ¿cierto?

Sobretodo

Nuxe escribió:

Hank escribió:

Nuxe escribió:Buena frase.
Hablando de perdidos...
Salakov, ¿qué sabes de Eloyso?
Se hecha de menos sus elegante prosa llena de calidad.

lo de hecha es broma fija, ¿cierto?

Sobretodo

mea legro!!!

jajajaja

Muy buena frase 

Un microrrelatista más rápido que Correcaminos.


1.Incompleto

Preguntó en la oficina de objetos perdidos si tenían allí su corazón. El dependiente, entre atónito e irritado, optó por obviar la pregunta del androide y llamar a la siguiente persona que esperaba en la cola, dejando al androide, una vez más, a la búsqueda del órgano que simboliza la vida y el amor.

El androide continuó su peregrinaje en busca del corazón perdido, incapaz de entender cómo es posible sentir tanto con un hueco en su pecho. No cabía en sus parámetros lógicos aceptar esa sensación de ausencia, aun aguantando las chanzas e insultos de aquellos que se burlaban de él cuando formulaba aquella pregunta.

En cada rincón que exploraba el androide por mar, tierra y aire, a cada persona que preguntaba en su camino, nunca, en ninguna de esas situaciones, el androide titubeaba a la hora de enunciar, con educación, aquello de: ¿Perdone, está aquí mi corazón?

Dama de Shalott escribió:Un microrrelatista más rápido que Correcaminos.


1.Incompleto

Preguntó en la oficina de objetos perdidos si tenían allí su corazón. El dependiente, entre atónito e irritado, optó por obviar la pregunta del androide y llamar a la siguiente persona que esperaba en la cola, dejando al androide, una vez más, a la búsqueda del órgano que simboliza la vida y el amor.

El androide continuó su peregrinaje en busca del corazón perdido, incapaz de entender cómo es posible sentir tanto con un hueco en su pecho. No cabía en sus parámetros lógicos aceptar esa sensación de ausencia, aun aguantando las chanzas e insultos de aquellos que se burlaban de él cuando formulaba aquella pregunta.

En cada rincón que exploraba el androide por mar, tierra y aire, a cada persona que preguntaba en su camino, nunca, en ninguna de esas situaciones, el androide titubeaba a la hora de enunciar, con educación, aquello de: ¿Perdone, está aquí mi corazón?

Bufff.....uno que no ha ido al azkena....

No veo a edu escribiendo a estas horas....
m

Frase to’guapa.

salakov escribió:Frase to’guapa.

¿El curso rápido de escritura cuando decías que era mañana?
Espero no me coincida con la pachanga.....

m

Ayer saludé a m señor y elsambenito.

Compartí un concierto con Esme y Montenegro.

Conocí al gran Borogis.

Vino Troy a ver Rancid con nosotros y resulta que tenemos un amigo común.

Mucho microrrelatense güeno. Gran día.

salakov escribió:Ayer saludé a m señor y elsambenito.

Compartí un concierto con Esme y Montenegro.

Conocí al gran Borogis.

Vino Troy a ver Rancid con nosotros y resulta que tenemos un amigo común.

Mucho microrrelatense güeno. Gran día.

Y Monster Magnet

Estoy tomándome un café y una paloma se está echando una siesta debajo de la mesa de al lado. 48 años y sigo viendo cosas nuevas cada día.

Zzzz escribió:Estoy tomándome un café y una paloma se está echando una siesta debajo de la mesa de al lado. 48 años y sigo viendo cosas nuevas cada día.

Los 50 son los nuevos 30 

A tope

m señor escribió:

Dama de Shalott escribió:Un microrrelatista más rápido que Correcaminos.


1.Incompleto

Preguntó en la oficina de objetos perdidos si tenían allí su corazón. El dependiente, entre atónito e irritado, optó por obviar la pregunta del androide y llamar a la siguiente persona que esperaba en la cola, dejando al androide, una vez más, a la búsqueda del órgano que simboliza la vida y el amor.

El androide continuó su peregrinaje en busca del corazón perdido, incapaz de entender cómo es posible sentir tanto con un hueco en su pecho. No cabía en sus parámetros lógicos aceptar esa sensación de ausencia, aun aguantando las chanzas e insultos de aquellos que se burlaban de él cuando formulaba aquella pregunta.

En cada rincón que exploraba el androide por mar, tierra y aire, a cada persona que preguntaba en su camino, nunca, en ninguna de esas situaciones, el androide titubeaba a la hora de enunciar, con educación, aquello de: ¿Perdone, está aquí mi corazón?

Bufff.....uno que no ha ido al azkena....

No veo a edu escribiendo a estas horas....
m

vaserkeno, mío no ye. Yo hasta la hora del vermú no fui persona.

Eso sí, el vermú de 10, genial juntanza con mesa a la sombra en la Virgen Blanca con Elsa, m, Rhonda, Sapir y Esme.
Momentos azkeneros de lujo.

Loscincuentasonlosnuevostreintapormiscojones.

Que forma de dar envidia… menos mal que mañana mismo nos plantamos alli

Los cincuenta son los treinta de 1950.

Qué hijaputa qué siesta se está echando. Envidia me da.

Hasta la baba parece que se le cae.

salakov escribió:Loscincuentasonlosnuevostreintapormiscojones.

Estaba en modo irónico.  Observar palomas dormidas ya es los 50 son los nuevos 70

salakov escribió:Loscincuentasonlosnuevostreintapormiscojones.

Sonlo, sonlo.

Pero hay que tener actitud para que lo sean.

Otros a los 50 son Paco Martínez Soria.

Se puede optar.

¿Está lloviendo ya por allí? ¿Se hace barrizal? ¿Llevo los castellanos?

Esmeralda escribió:

salakov escribió:Loscincuentasonlosnuevostreintapormiscojones.

Estaba en modo irónico.  Observar palomas dormidas ya es los 50 son los nuevos 70

La observación de lo singular es afición mía desde shiquitito. Mi abuelo por ejemplo ya habría tirado algún pedrusco para despertar a la buena mujer.

Grabasteis a Rancing?

Zzzz escribió:¿Está lloviendo ya por allí? ¿Se hace barrizal? ¿Llevo los castellanos?

Katiuskas 

Esmeralda escribió:

Zzzz escribió:¿Está lloviendo ya por allí? ¿Se hace barrizal? ¿Llevo los castellanos?

Katiuskas 

Pero de verano. Sin borreguillo.

¿Se puede cambiar la tercera persona por primera persona? ¿El tiempo verbal?

Zzzz escribió:¿Se puede cambiar la tercera persona por primera persona? ¿El tiempo verbal?

Como Atticus es más flexible que yo y estoy en la Administración con él, sí, se puede cambiar la persona, el número y el tiempo del verbo.

Me gustaría impugnar el #negropoeta de la ronda anterior. He mirado los metadatos y se conoce de que copié la frase de otro literate que había puesto "tenia" en lugar de "tenía".

Esmeralda escribió:

salakov escribió:Loscincuentasonlosnuevostreintapormiscojones.

Estaba en modo irónico.  Observar palomas dormidas ya es los 50 son los nuevos 70

Que será lo próximo, observar edificios en construcción???  

salakov escribió:Loscincuentasonlosnuevostreintapormiscojones.

El viejo truco de no pasarse de las 150 palabras de un micro. Más sabe el diablo por viejo...

Dama de Shalott escribió:

Zzzz escribió:¿Se puede cambiar la tercera persona por primera persona? ¿El tiempo verbal?

Como Atticus es más flexible que yo y estoy en la Administración con él, sí, se puede cambiar la persona, el número y el tiempo del verbo.

Te me has adelantado. Estaba a punto de escribirte para preguntarte si te parecía bien .

Zzzz escribió:Los cincuenta son los treinta de 1950.

Qué hijaputa qué siesta se está echando. Envidia me da.

palomas.wiki nos cuenta lo siguiente al respecto:

¿Cómo duermen las palomas?

Las palomas no tienen un patrón de sueño regular. A diferencia de los humanos, las palomas pueden dormir durante varias horas a la vez o tomar una serie de pequeñas siestas a lo largo del día. Las palomas son capaces de dormir en cualquier lugar, incluso en ramas de árboles o en el suelo.

No acabo de ver la diferencia con la manera de dormir de los humanos.

Qué asco las palomas. Prefiero fotos de rodaballos...

Nomeko7 escribió:Qué asco las palomas. Prefiero fotos de rodaballos...

Cuando vivía en Londres, se me colaban en la cocina y se comían el pan de molde agujereando la bolsa. Estaban guarrísimas y llenas de calvas y tumores. Las ratas me daban menos grima.

AtticusFish escribió:

Nomeko7 escribió:Qué asco las palomas. Prefiero fotos de rodaballos...

Cuando vivía en Londres, se me colaban en la cocina y se comían el pan de molde agujereando la bolsa. Estaban guarrísimas y llenas de calvas y tumores. Las ratas me daban menos grima.

Pero las palomas no pasan a tu cocina si no les ofreces pan, son como los vampiros, que no pueden pasar a tu casa sin que los invites, como en From los muertos esos. ¿Habéis comido paloma?

AtticusFish escribió:

Nomeko7 escribió:Qué asco las palomas. Prefiero fotos de rodaballos...

Cuando vivía en Londres, se me colaban en la cocina y se comían el pan de molde agujereando la bolsa. Estaban guarrísimas y llenas de calvas y tumores. Las ratas me daban menos grima.

Joder, ni Dickens....

Me gusta mucho la frase 

Nomeko7 escribió:

AtticusFish escribió:

Nomeko7 escribió:Qué asco las palomas. Prefiero fotos de rodaballos...

Cuando vivía en Londres, se me colaban en la cocina y se comían el pan de molde agujereando la bolsa. Estaban guarrísimas y llenas de calvas y tumores. Las ratas me daban menos grima.

Pero las palomas no pasan a tu cocina si no les ofreces pan, son como los vampiros, que no pueden pasar a tu casa sin que los invites, como en From los muertos esos. ¿Habéis comido paloma?

Estas entraban sin invitación. Las cabronas sabían a lo que iban. ¿Comer paloma? Conscientemente no, a lo mejor en algún chino.

Pues yo no estoy en el azkena, pero...
me curré una tortilla de patatas y bajé a la calle a por un par de voll-damms (coño si hasta le regateé al paki los precios, se ve que han subido este último año y medio de forzada ausencia).
Además escribí el relato...
Lo extraordinario ha sido bajar a la calle con las muletas y "el cacharro" en la pierna, y también ser capaz de cocinar una tortilla de patatas, de pie y eso. Lo más fácil, como siempre ha sido escribir.

Nuxe escribió:Pues yo no estoy en el azkena, pero...
me curré una tortilla de patatas y bajé a la calle a por un par de voll-damms (coño si hasta le regateé al paki los precios, se ve que han subido este último año y medio de forzada ausencia).
Además escribí el relato...
Lo extraordinario ha sido bajar a la calle con las muletas y "el cacharro" en la pierna, y también ser capaz de cocinar una tortilla de patatas, de pie y eso. Lo más fácil, como siempre ha sido escribir.

A cuánto te cobraban las Voll-Damms? La verdad es que me quité hace tiempo, pero solía encontrarlas en 0,79 en el Día.

AtticusFish escribió:

Nomeko7 escribió:Qué asco las palomas. Prefiero fotos de rodaballos...

Cuando vivía en Londres, se me colaban en la cocina y se comían el pan de molde agujereando la bolsa. Estaban guarrísimas y llenas de calvas y tumores. Las ratas me daban menos grima.

Esta de Getafe estaba como un pincel. Daban ganas de echarle una toquilla para abrigarle las patas.