una semana usando un walkman

Giving up my iPod for a Walkman

When the Sony Walkman was launched, 30 years ago this week, it started a revolution in portable music. But how does it compare with its digital successors? The Magazine invited 13-year-old Scott Campbell to swap his iPod for a Walkman for a week.

[...]

wakam escribió:http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/magazine/8117619.stm

Giving up my iPod for a Walkman

When the Sony Walkman was launched, 30 years ago this week, it started a revolution in portable music. But how does it compare with its digital successors? The Magazine invited 13-year-old Scott Campbell to swap his iPod for a Walkman for a week.

[...]

Maniac escribió:wakam ¿tu nick era walkman pero tuviste un ataque de dislexia al escribrirlo?

wakam escribió:

Maniac escribió:wakam ¿tu nick era walkman pero tuviste un ataque de dislexia al escribrirlo?

No. El ataque de dislexia lo sufrió el que iba a poner mi nick de nombre al dichoso aparato.

M Clan escribió:wakam ¿tu nick era walkman pero tuviste un ataque de dislexia al escribrirlo?

Le Bichô escribió:

M Clan escribió:wakam ¿tu nick era walkman pero tuviste un ataque de dislexia al escribrirlo?

Lord Aguafiestington escribió:

Le Bichô escribió:

M Clan escribió:wakam ¿tu nick era walkman pero tuviste un ataque de dislexia al escribrirlo?

no entiendo la relación a la que somete a tales factores en su tramposa ecuación,querido amigo.

Sean Flynn escribió:En su dia estaba bastante bien, ahora mismo, no responde a las expectativas de los usuarios.

Eloy escribió:

Sean Flynn escribió:En su dia estaba bastante bien, ahora mismo, no responde a las expectativas de los usuarios.

Más o menos como el autogiro, el dirigible y el gramófono...

wakam escribió:y el tocadiscos

Lord Aguafiestington escribió:En sonido, como en otros órdenes de la vida,

no se puede quedar uno en puertas...


produce en el oído un efecto parecido al del buen vino, que deja todos los sentidos como adormilados por su aroma y sabor y que todo lo siguiente nos parece carente de sus características. Aunque no sea una comparación muy técnica ni científica, sí es elocuente, en cuanto al efecto que produce un sonido (ruido) escuchado durante cinco o seis horas diarias, así a lo largo de ocho o nueve meses y aún más si es escuchado a través de auriculares aunque haya compañeros técnicos que lo consideran inapropiado por el desgaste en la percepción sonora que produce en el oído y la desconexión del entorno. Yo soy de los que piensan que para apreciar los matices armónicos y subarmónicos de una música hay que monitorizarlos a través de auriculares, aunque lógicamente también hay que escucharla y comprobar el sonido final en un medio natural con altavoz y amplificador, y las paredes, los techos, el mobiliario, las distancias de escucha y todos aquellos factores que influyen en la llamada acústica, y que hacen que al final nos emocionemos por voces o melodías o que los tengamos que disminuir medio punto a esos agudos para cortar el ruido de fritura que en algún disco con el esmalte más gastado de la cuenta, ha aflorado tanto que ni el ecualizador ni el filtro pasaaltos han sido capaces de acallarlo. Ahí es donde empieza el problema, ahí está nuestra puerta imaginaria que en el mundo de hoy, en el que se tiende a la perfección, en este caso es imposible porque estamos ante una colección de discos de pizarra con todo su encanto pero también con imperfecciones aunque éstas no le impidieron que en otros años y en otro tiempo fue una de las vías de comunicación más importantes y que en años difíciles hizo a nuestros antepasados pasar una página del libro de nuestra historia, en la que todos y a su manera escribieron un párrafo y de la cual la radiodifusión hizo posible aquellos años más amenos y menos duros, a pesar de las presiones y las limitaciones técnicas que sufrían los profesionales.

A ellos quiero agradecer el que nos hayan llegado estos discos, gracias al mimo y al cuidado con que trataron este material tan duro y tan frágil a la vez, y que ni el paso de los años ni las condiciones atmosféricas han conseguido acallar un microsurco mágico que nos revela un sinfín de voces, instrumentos, orquestas que brotan al rozarse dos superficies como de un manantial mágico e inagotable.

También es de agradecer que instituciones tan dispares como una Universidad y una Consejería de diferentes regiones hayan hecho posible esta recuperación para disfrute del oído de expertos y aficionados a la música en general. Desde el punto de vista técnico, estamos ante una colección muy extensa y antes que nada quiero recordarles que estamos ante un sonido analógico puro, nada de sucedáneos de AAD ADD, sino AAA quizás al final podamos hablar de alguna D que se incluya en este proceso. No voy a entrar en polémicas de si analógico mejor o peor, puro o impuro, si digital frío, si metálico, si perfecto. Cada época tiene un sonido característico y que los sonidos recogidos en estos discos fueron grabados más por la pericia de los técnicos que por la tecnología con la que contaban en una época y que cumplieron sobradamente su misión. El único punto en común, aparte del propio de la música, es la alta velocidad de reproducción, 78 r.pm. y 3 cm/s del compact disc y en sonido existe una máxima: a mayor velocidad mayor calidad.

Por tanto estamos ante una gran calificación, otra cosa es el método de reproducción; el rozamiento, que genera unos ruidos, el más característico la fritura o sibilino, que se localiza entre los 315 hz. y 5 khz. y que con un ecualizador gráfico o paramétrico es fácilmente atenuable, aunque en algunos casos eso conllevara una pérdida de señales armónicas o subarmónicas; otro sería el rumble o arrastre del motor del plato giradiscos, este más problemático porque afecta a unas frecuencias básicas dentro del espectro sonoro que estaría en tomo a los 315 Hz. y que su recorte supondría una pérdida de información que es fatal para la grabación final del disco. Aquí hay que combinar varios factores: aislamiento y combinación de ecualización paramétrica de la mesa y un filtro pasa-bajos para enmascarar este sonido.

Sin embargo, hay otros problemas más radicales y nefastos y que en la mayoría de los casos tienen una difícil solución, a saber: 1º acumulación de suciedad en el microsurco, 2º desaparición de la capa de esmalte por el uso, por la limpieza con productos abrasivos y por la humedad y la temperatura en su almacenaje, 3º desgaste del micosurco por el uso, 4º la curvatura de la plancha de pizarra por un almacenaje incorrecto en posición horizontal u oblicua, lo cual lleva a un ovalamiento, 5º la rotura o descantillamiento por golpes o caídas.

Para ser justo tengo que decir que los tres últimos casos hay contados discos con estos problemas, lo cual demuestra el cariño y la profesionalidad con que han sido tratados. Los restantes casos son habituales y normales dado el tiempo transcurrido y las condiciones de humedad, temperatura que han sufrido.

La limpieza es fundamental y se ha utilizado una solución jabonosa al 2%; eliminando el polvo, huellas y grasa utilizando jabón neutro y agua destilada para así evitar que el cloro del agua dañe el esmalte y que en el disco produce efecto contrario al deseado. Por supuesto, un aclarado cada tiempo determinado de esponjas y gamuzas utilizadas para no arrastrar la suciedad de unos a otros. Para la ausencia del esmalte es recomendable utilizar alguna cera o producto rico en silicona para que el rozamiento sea lo más tenue posible o incluso la utilización de un peso adicional sobre la cápsula portagujas para así extraer el sonido fundamental. Este proceso también es aplicable al desgaste del microsurco o las rayaduras. Ni que decir tiene que antes y después de estos procesos es necesario pasar el disco por la aguja para abrir y limpiar el surco, tarea pesada pero gratificante y que es aprovechada para escuchar con más atención, anotar título o autor, etc. La deformación de la plancha es quizá el más difícil de solucionar y el que produce el efecto más curioso porque hace que el brazo y la cápsula dé saltos en el disco con el consiguiente efecto sonoro comparable a los raperos más actuales y perdón por la comparación. Pero han sido casos contados y necesitaban de una solución inmediata; lo ideal hubiera sido colocar el disco en posición horizontal con un aislante rígido, plancha, madera o cristal y con un peso encima; es descartable la aplicación de calor por el efecto que produciría sobre el esmalte.

La rotura todos sabemos lo que conlleva: pegamentos si hay suerte y es limpia, y si es más grave sólo queda rezar y que termine pronto, y las nuevas tecnologías del tratamiento digital se encargarán de hacerlo audible.

Para la reproducción de esta colección, salvando estos problemas, se ha utilizado un plato Garrard de tres velocidades con un variador de + 10%, una cápsula cerámica dual y aguja de punta metálica Alhambra y algunos discos, los más modernos se han podido reproducir con punta de diamante. También se ha utilizado cápsula Fox con aguja Fox, un ecualizador gráfico de 32 bandas, en el que espectro armónico de un disco de pizarra grabado en los años 40 se situaría entre 80 hz y 5khz, en esta banda encontraríamos percusiones, guitarras en tonos mayores, violoncellos, etc.; a continuación guitarras en tonos medios, voces humanas e instrumentaciones varias; en el otro extremo tendríamos violines, bandurrias, flautas, castañuelas, etc. Todo un mosaico de sonidos y ritmos. Aquí me gustaría matizar el sonido de voces claras, guitarras sugerentes y evocadoras, percursiones sadamericanas, trompetas y saxofones para ritmos calientes y orquestas susurrantes que parecieran recobrar su plenitud y esplendor cada vez que se pincha el disco. Ha sido un deleite revivirlos al menos durante tres minutos, y espero que este espíritu perdure en todas aquellas personas que indaguen en los años venideros en esta colección.

Para la grabación de todo este elenco de sonidos y melodías, ha sido necesario: un DAT como punto final de una ruta por lo que se ha pasado por un ecualizador gráfico, un sicoacústico, una mesa de control de 20.8 canales, de los cuales en alguno discos se han llegado a utilizar hasta 8 para duplicar señal e 'invertir la fase y contrarrestar así frecuencias de ruidos, y por último un micrófono unidireccional para captar aquellos matices que la cápsula dejaba escapar.

En cuanto a la ecualización, ha sido muy laboriosa, no tanto por la cantidad sino por la variedad y al no poder contar con un ecualizador con memoria por la pérdida excesiva de tiempo que suponía, tuve que optar por una fija y promediada. A la hora del ajuste de señales se realizó a 0 DB a una frecuencia de 1 Khz. en salida, y entrada en DAT a -15 DB y con picos en -6 DB, evitando así posibles saturaciones. Sin embargo, al trabajar con registros monofónicos y entradas y salidas balanceadas, la señal crea un hueco que hace que suene como eco, sobre todo en aquellos discos con más problemas y que la señal se ha tenido que tratar en más de una ocasión en la mesa. El resultado, a mi entender, es aceptable en un alto porcentaje; sólo queda que con la irrupción de la informática en el tratamiento del sonido este trabajo sirva de base para posibles recopilaciones y ediciones en CD, y por qué no en papel. Pero eso ya será trabajo de los estudiosos e investigadores de la musicología y la informática.

Ayers escribió:cinta tdk de cromo

Lord Aguafiestington escribió:En sonido, como en otros órdenes de la vida,

no se puede quedar uno en puertas...


produce en el oído un efecto parecido al del buen vino, que deja todos los sentidos como adormilados por su aroma y sabor y que todo lo siguiente nos parece carente de sus características. Aunque no sea una comparación muy técnica ni científica, sí es elocuente, en cuanto al efecto que produce un sonido (ruido) escuchado durante cinco o seis horas diarias, así a lo largo de ocho o nueve meses y aún más si es escuchado a través de auriculares aunque haya compañeros técnicos que lo consideran inapropiado por el desgaste en la percepción sonora que produce en el oído y la desconexión del entorno. Yo soy de los que piensan que para apreciar los matices armónicos y subarmónicos de una música hay que monitorizarlos a través de auriculares, aunque lógicamente también hay que escucharla y comprobar el sonido final en un medio natural con altavoz y amplificador, y las paredes, los techos, el mobiliario, las distancias de escucha y todos aquellos factores que influyen en la llamada acústica, y que hacen que al final nos emocionemos por voces o melodías o que los tengamos que disminuir medio punto a esos agudos para cortar el ruido de fritura que en algún disco con el esmalte más gastado de la cuenta, ha aflorado tanto que ni el ecualizador ni el filtro pasaaltos han sido capaces de acallarlo. Ahí es donde empieza el problema, ahí está nuestra puerta imaginaria que en el mundo de hoy, en el que se tiende a la perfección, en este caso es imposible porque estamos ante una colección de discos de pizarra con todo su encanto pero también con imperfecciones aunque éstas no le impidieron que en otros años y en otro tiempo fue una de las vías de comunicación más importantes y que en años difíciles hizo a nuestros antepasados pasar una página del libro de nuestra historia, en la que todos y a su manera escribieron un párrafo y de la cual la radiodifusión hizo posible aquellos años más amenos y menos duros, a pesar de las presiones y las limitaciones técnicas que sufrían los profesionales.

A ellos quiero agradecer el que nos hayan llegado estos discos, gracias al mimo y al cuidado con que trataron este material tan duro y tan frágil a la vez, y que ni el paso de los años ni las condiciones atmosféricas han conseguido acallar un microsurco mágico que nos revela un sinfín de voces, instrumentos, orquestas que brotan al rozarse dos superficies como de un manantial mágico e inagotable.

También es de agradecer que instituciones tan dispares como una Universidad y una Consejería de diferentes regiones hayan hecho posible esta recuperación para disfrute del oído de expertos y aficionados a la música en general. Desde el punto de vista técnico, estamos ante una colección muy extensa y antes que nada quiero recordarles que estamos ante un sonido analógico puro, nada de sucedáneos de AAD ADD, sino AAA quizás al final podamos hablar de alguna D que se incluya en este proceso. No voy a entrar en polémicas de si analógico mejor o peor, puro o impuro, si digital frío, si metálico, si perfecto. Cada época tiene un sonido característico y que los sonidos recogidos en estos discos fueron grabados más por la pericia de los técnicos que por la tecnología con la que contaban en una época y que cumplieron sobradamente su misión. El único punto en común, aparte del propio de la música, es la alta velocidad de reproducción, 78 r.pm. y 3 cm/s del compact disc y en sonido existe una máxima: a mayor velocidad mayor calidad.

Por tanto estamos ante una gran calificación, otra cosa es el método de reproducción; el rozamiento, que genera unos ruidos, el más característico la fritura o sibilino, que se localiza entre los 315 hz. y 5 khz. y que con un ecualizador gráfico o paramétrico es fácilmente atenuable, aunque en algunos casos eso conllevara una pérdida de señales armónicas o subarmónicas; otro sería el rumble o arrastre del motor del plato giradiscos, este más problemático porque afecta a unas frecuencias básicas dentro del espectro sonoro que estaría en tomo a los 315 Hz. y que su recorte supondría una pérdida de información que es fatal para la grabación final del disco. Aquí hay que combinar varios factores: aislamiento y combinación de ecualización paramétrica de la mesa y un filtro pasa-bajos para enmascarar este sonido.

Sin embargo, hay otros problemas más radicales y nefastos y que en la mayoría de los casos tienen una difícil solución, a saber: 1º acumulación de suciedad en el microsurco, 2º desaparición de la capa de esmalte por el uso, por la limpieza con productos abrasivos y por la humedad y la temperatura en su almacenaje, 3º desgaste del micosurco por el uso, 4º la curvatura de la plancha de pizarra por un almacenaje incorrecto en posición horizontal u oblicua, lo cual lleva a un ovalamiento, 5º la rotura o descantillamiento por golpes o caídas.

Para ser justo tengo que decir que los tres últimos casos hay contados discos con estos problemas, lo cual demuestra el cariño y la profesionalidad con que han sido tratados. Los restantes casos son habituales y normales dado el tiempo transcurrido y las condiciones de humedad, temperatura que han sufrido.

La limpieza es fundamental y se ha utilizado una solución jabonosa al 2%; eliminando el polvo, huellas y grasa utilizando jabón neutro y agua destilada para así evitar que el cloro del agua dañe el esmalte y que en el disco produce efecto contrario al deseado. Por supuesto, un aclarado cada tiempo determinado de esponjas y gamuzas utilizadas para no arrastrar la suciedad de unos a otros. Para la ausencia del esmalte es recomendable utilizar alguna cera o producto rico en silicona para que el rozamiento sea lo más tenue posible o incluso la utilización de un peso adicional sobre la cápsula portagujas para así extraer el sonido fundamental. Este proceso también es aplicable al desgaste del microsurco o las rayaduras. Ni que decir tiene que antes y después de estos procesos es necesario pasar el disco por la aguja para abrir y limpiar el surco, tarea pesada pero gratificante y que es aprovechada para escuchar con más atención, anotar título o autor, etc. La deformación de la plancha es quizá el más difícil de solucionar y el que produce el efecto más curioso porque hace que el brazo y la cápsula dé saltos en el disco con el consiguiente efecto sonoro comparable a los raperos más actuales y perdón por la comparación. Pero han sido casos contados y necesitaban de una solución inmediata; lo ideal hubiera sido colocar el disco en posición horizontal con un aislante rígido, plancha, madera o cristal y con un peso encima; es descartable la aplicación de calor por el efecto que produciría sobre el esmalte.

La rotura todos sabemos lo que conlleva: pegamentos si hay suerte y es limpia, y si es más grave sólo queda rezar y que termine pronto, y las nuevas tecnologías del tratamiento digital se encargarán de hacerlo audible.

Para la reproducción de esta colección, salvando estos problemas, se ha utilizado un plato Garrard de tres velocidades con un variador de + 10%, una cápsula cerámica dual y aguja de punta metálica Alhambra y algunos discos, los más modernos se han podido reproducir con punta de diamante. También se ha utilizado cápsula Fox con aguja Fox, un ecualizador gráfico de 32 bandas, en el que espectro armónico de un disco de pizarra grabado en los años 40 se situaría entre 80 hz y 5khz, en esta banda encontraríamos percusiones, guitarras en tonos mayores, violoncellos, etc.; a continuación guitarras en tonos medios, voces humanas e instrumentaciones varias; en el otro extremo tendríamos violines, bandurrias, flautas, castañuelas, etc. Todo un mosaico de sonidos y ritmos. Aquí me gustaría matizar el sonido de voces claras, guitarras sugerentes y evocadoras, percursiones sadamericanas, trompetas y saxofones para ritmos calientes y orquestas susurrantes que parecieran recobrar su plenitud y esplendor cada vez que se pincha el disco. Ha sido un deleite revivirlos al menos durante tres minutos, y espero que este espíritu perdure en todas aquellas personas que indaguen en los años venideros en esta colección.

Para la grabación de todo este elenco de sonidos y melodías, ha sido necesario: un DAT como punto final de una ruta por lo que se ha pasado por un ecualizador gráfico, un sicoacústico, una mesa de control de 20.8 canales, de los cuales en alguno discos se han llegado a utilizar hasta 8 para duplicar señal e 'invertir la fase y contrarrestar así frecuencias de ruidos, y por último un micrófono unidireccional para captar aquellos matices que la cápsula dejaba escapar.

En cuanto a la ecualización, ha sido muy laboriosa, no tanto por la cantidad sino por la variedad y al no poder contar con un ecualizador con memoria por la pérdida excesiva de tiempo que suponía, tuve que optar por una fija y promediada. A la hora del ajuste de señales se realizó a 0 DB a una frecuencia de 1 Khz. en salida, y entrada en DAT a -15 DB y con picos en -6 DB, evitando así posibles saturaciones. Sin embargo, al trabajar con registros monofónicos y entradas y salidas balanceadas, la señal crea un hueco que hace que suene como eco, sobre todo en aquellos discos con más problemas y que la señal se ha tenido que tratar en más de una ocasión en la mesa. El resultado, a mi entender, es aceptable en un alto porcentaje; sólo queda que con la irrupción de la informática en el tratamiento del sonido este trabajo sirva de base para posibles recopilaciones y ediciones en CD, y por qué no en papel. Pero eso ya será trabajo de los estudiosos e investigadores de la musicología y la informática.

burton escribió:
lo que esta en negrita tengo que ponerlo en duda

Eloy escribió:

Ayers escribió:cinta tdk de cromo

Pijeras...

Rockenberg escribió:soy el único q nunca ha utilizado el modo aleatorio del ipod?

Carabirubi escribió:

Rockenberg escribió:soy el único q nunca ha utilizado el modo aleatorio del ipod?

yo lo hice una vez y casi me quitan el carnet de rockero

Rockenberg escribió:soy el único q nunca ha utilizado el modo aleatorio del ipod?

Le Bichô escribió:

Rockenberg escribió:soy el único q nunca ha utilizado el modo aleatorio del ipod?

ah, pero se puede quitar? ni se me había pasado por la cabeza...

Rockenberg escribió:

Le Bichô escribió:

Rockenberg escribió:soy el único q nunca ha utilizado el modo aleatorio del ipod?

ah, pero se puede quitar? ni se me había pasado por la cabeza...

Pues por lo visto. Por lo q veo algunos vienen con el aleatorio puestro y otros no. Por suerte el mio vino sin el aleatorio puesto...

Ayers escribió:

Eloy escribió:

Ayers escribió:cinta tdk de cromo

Pijeras...

mucho ojito con las cintas de cromo...

todavía recuerdo lo bien que se me daba arreglarlas cuando algún radiocassete se "comía" la cinta

Eloy escribió:

Ayers escribió:

Eloy escribió:

Ayers escribió:cinta tdk de cromo

Pijeras...

mucho ojito con las cintas de cromo...

todavía recuerdo lo bien que se me daba arreglarlas cuando algún radiocassete se "comía" la cinta

Yo recuerdo una gloriosa época en la que en el bar que frecuentaba por entonces había una promo de Budweiser en la que por cada dos cervezas te llevabas una cinta de cromo sony de 50m.

En dos semanas les vacié las existencias.

De ambas...

Rockenberg escribió:A mi me da la sensación de q en este foro hay mucho auténtico q va de "no voy de auténtico"... supongo q me entendéis.

Rockenberg escribió:No sé chicos, a mi me mola escuchar discos enteros. Pa cambiar me hago sesiones en casa con la calma...

the beautiful loser escribió:Mi primer Walkman lo tuve a mediados de los 80.
Llegaba 4 pilas que duraban una cinta de 60 min. y cuando ponías la segunda cinta ,al principio ya se gastaban.
Que tiempos.........
Más buenos..........

Le Bichô escribió:

Rockenberg escribió:A mi me da la sensación de q en este foro hay mucho auténtico q va de "no voy de auténtico"... supongo q me entendéis.

Espero que eso no vaya por mi, ya me entiende... (no, no se lo que he querido decir,pero ahora solo me falta decir: taxista, siga ese coche. y sáltese todos los semáforos! )

Rockenberg escribió:No sé chicos, a mi me mola escuchar discos enteros. Pa cambiar me hago sesiones en casa con la calma...

cuando toca escuchar discos enteros (lease chinese o algunas recomendaciones concretas) pues lo hago, pero muy pocas veces en el del cd...

Rockenberg escribió:CADA UNO TENDRÁ SUS GUSTOS. DIGO YO...
SOY MÁS AUTÉNTICO POR DECIR Q ESCUCHO LOS DISCOS DEL TIRÓN?
A RAZÓN DE Q? YO ES Q FLIPO CON ALGUNOS COMENTARIOS...

celtasnake escribió:

Rockenberg escribió:CADA UNO TENDRÁ SUS GUSTOS. DIGO YO...
SOY MÁS AUTÉNTICO POR DECIR Q ESCUCHO LOS DISCOS DEL TIRÓN?
A RAZÓN DE Q? YO ES Q FLIPO CON ALGUNOS COMENTARIOS...

Pues claro, cada uno tiene el derecho de escuchar la música como quiera, lo importante es "to keep the flame alive".

Si lo comentas por mi mensaje, tranquilo, interpreté mal otro mensaje tuyo.

A ver si coincidimos en algún concierto y nos tomamos una birra, y de paso me recomiendas por dónde comenzar con Mr. Neil Young

Steve Trumbo escribió:Yo estoy con Rockenberg, jamás uso el modo aleatorio . Me oigo los discos siempre por su estricto orden.

Le Bichô escribió:

Steve Trumbo escribió:Yo estoy con Rockenberg, jamás uso el modo aleatorio . Me oigo los discos siempre por su estricto orden.

Boohan escribió:La ventaja del walkman es que escuchabas la misma cinta hasta desgastarla y te aprendías los discos de memoria. Ahora es raro darle más de 10 orejazos a un album.

Steve Trumbo escribió:

Le Bichô escribió:

Steve Trumbo escribió:Yo estoy con Rockenberg, jamás uso el modo aleatorio . Me oigo los discos siempre por su estricto orden.

Para una vez que estoy de acuerdo con él debía de comentarlo

Rockenberg escribió:soy el único q nunca ha utilizado el modo aleatorio del ipod?

Usagi escribió:¿Existe algún dispositivo para escuchar música pero con las función online? Quiero decir, como un móvil, pero sin llamadas, pero que tenga Spotify, por ejemplo, además de microsd para los MP3 .,

R'as Kal Bhul escribió:

Usagi escribió:¿Existe algún dispositivo para escuchar música pero con las función online? Quiero decir, como un móvil, pero sin llamadas, pero que tenga Spotify, por ejemplo, además de microsd para los MP3 .,

Yo creo que si. Hay reproductores HI Res audio con sistema operativo Android... Con posibilidad de instalar apps.