Pongan un cuadro en su vida
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Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:Alexandra & The Minotaur - by Matthew Grabelsky - Óleo sobre lienzo
Si no fuera por el Sr Buey cualquiera creería que se trata de una fotografía.
Boohan- Mensajes : 54468
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Pongan un cuadro en su vida
Embraced by the Silence - Linnea Strid
De la misma autora, y ya veis cuál es su especialidad:
Boohan- Mensajes : 54468
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Pongan un cuadro en su vida
Maravilloso tópic por cierto. Trataré de pasarme de vez en cuando y colaborar un poco a partir de ahora.
Boohan- Mensajes : 54468
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Pongan un cuadro en su vida
Para los amantes de Nighthawks (1942), de Edward Hopper, los bocetos y preliminares.
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Boohan escribió:Curioso lo que encuentro en la wiki acerca del famoso cuadro de Leonardo da Vínci:
La historia de este cuadro puede ser reconstruida un tanto a partir de finales del siglo XVIII, pues hasta aquel momento no era atribuido a Leonardo. Después de una revisión crítica, sin embargo, que ha modificado una serie de atribuciones, el cuadro es hoy universalmente considerado obra de Leonardo.
La pintura fue una adquirida por Adam Jerzy Czartoryski, hijo de Izabela Czartoryska y de Adam Kazimierz Czartoryski en Italia en 1798 y se integró en la colección de la familia Czartoryski en 1800. La inscripción sobre la esquina superior izquierda de la pintura, LA BELE FERIONIERE. LEONARD D'AWINCI., fue probablemente añadida por un restaurador poco después de su llegada a Polonia. [1] Después de estar escondido en los subterráneos de un castillo, el cuadro fue encontrado en 1939, requisado por los soldados nazis que habían invadido Polonia y enviado al museo del Kaiser Friedrich en Berlín. En 1940 Hans Frank,el gobernador general de Polonia, demandó que se restituyera a la villa de Cracovia, y allí estuvo colgada en sus oficinas. Al final de la segunda guerra mundial, las tropas aliadas descubrieron la pintura en la mansión de Frank en Baviera. Cuando fue recuperado tenía en un ángulo la huella de un talón. Fue devuelto a Polonia y actualmente se expone en el Museo Czartoryski de Cracovia.
Es interesante la historia posterior del cuadro. A mí en estos casos, son dos de mis cuadros favoritos, también me interesa saber sobre esas mujeres, quienes fueron, en ambos casos lo sé. Una gracias a un libro y otra investigando en Internet. Una se llamaba Cecilia y la otra Jerónima.
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
LA DAMA DEL ARMIÑO (Leonardo Da Vinci)
Información extraída del libro "Leonardo; el vuelo de la mente", de Charles Nicholl.
Este retrato lo pintó Leonardo Da Vinci en la corte de Milán al mudarse desde su Florencia natal, aproximadamente en el año 1487 (tendría unos 35 años de edad).
En esa época Milán era una ciudad dispuesta a prosperar a cualquier precio. Tenía unos 80.000 habitantes y era una ciudad-estado al viejo estilo feudal, gobernada por una dinastía cuyo poder se basaba más en la fuerza y el ejército que en las leyes.
Sus gobernantes eran los Sforza, convertidos en nobles desde hacía poco tiempo. Su origen era militar y para unos eran héroes pacientes y astutos que se hicieron a si mismos y para otros solamente vulgares soldados. Sea como fuera para Leonardo era positivo: los arribistas siempre son un mecenas insaciables.
Quien le encargó el retrato fue Ludovico Sforza, su protector y hombre fuerte de Milán, el cual estaba deseoso de crear un renacimiento milanés. También era apodado como Il Moro, en parte por su tez morena y en parte por un juego de palabras con uno de sus nombres: Mauro.
Ludovico Sforza disfrutaba de las ventajas que en el terreno sexual ofrecía el despotismo. Consideraba que sus súbditas estaban a su entera disposición. Cualquier mujer en la que posara sus ojos, sabía que ese favor equivalía un pasaporte a un mundo de comodidades y privilegios del que no solo disfrutaría ella sino toda su familia.
Cecilia Gallerani fue una de las amantes del moro. Su padre era un alto funcionario (había servido como embajador en Florencia) y su madre era hija de un famoso doctor en leyes. Tenía seis hermanos más y su padre murió cuando tenía 7 años. Por lo tanto, era de buena familia, aunque no excesivamente rica. Era inteligente y culta, e incluso acabó protegiendo a escritores. Poseía una hermosura seductora, podemos deducirlo de los muchos poemas y cartas que se escribieron acerca de ella, aunque la deducción resulta innecesaria puesto que su belleza vive -por utilizar el tópico de la época- en el retrato que de ella pintara Leonardo Da Vinci.
No sabemos cuando se convirtió en amante del Moro, pero podemos suponerlo con bastante precisión. Un documento fechado en junio de 1487 la libera formalmente de un compromiso matrimonial contraído durante su infancia con Giovanni Stefano Visconti; es muy probable que el interés de Ludovico fuera el motivo de esa ruptura. Cecilia solo tenía 15 años. A principios del verano de 1489 ya no vivía con su familia, sino en una propiedad no especificada de la parroquia de Nuovo Monasterio, que resulta difícil resistirse a identificar como un nido de amor. En ese mismo año, su hermano Nigerio mató a un hombre en el curso de una pelea y escapó a la justicia gracias a la intervención personal de Ludovico.
Aunque los planes de boda de Cecilia podían cancelarse, los de Ludovico eran cuestión aparte. Desde 1480 estaba comprometido, por sólidas razones políticas, con la hija del duque de Ferrara, Beatrice d´Este, y se acercaba el momento de solemnizar el matrimonio: una importante alianza dinástica que había de festejarse con un extraordinario despliegue de la capacidad de los milaneses para la celebración de grandes fiestas.
El 8 de noviembre de 1490 el duque de Ferrara recibió un desconcertante despacho de su embajador en Milán, Jacopo Trotti, quien le comunica que las intenciones de Ludovico con respecto a la madonna Duchessa nostra (es decir, Beatrice) no estaban claras, ya que seguía locamente enamorado de quella sua innamorata (es decir, de Cecilia). "La tiene con él en el castillo, la lleva a todas partes y quiere regalarle todo. Está embarazada y tan bella como una flor; y él a veces me lleva a visitarla".
La boda de Ludovico y Beatrice se celebró como se había planeado y con toda suntuosidad el 16 de enero de 1491, pero Cecilia continuó ejerciendo su fascinación y un mes después el embajador Trotti informaba de que el Moro le había dicho "al oído" que "ojalá pudiera ir a La Rocca (sus aposentos privados en el castillo) para hacer el amor con Cecilia y estar con ella en paz, y esto era lo que su esposa deseaba también, porque no quería rendirse a él". Al parecer Beatrice se negaba a acostarse con Ludovico mientras éste mantuviera su relación con Cecilia. Sin embargo, el 21 de marzo Trotti informa de que Ludovico ha ordenado a su amante que abandone el castillo: "No quiere volver a tener relaciones con ella ahora que está tan grande, y no lo hará hasta que haya alumbrado a su hijo".
El día 3 de mayo (de 1491) Cecilia dio a luz un niño. En el bautismo se le impuso el nombre de Cesare Sforza Visconti. Para celebrarlo el poeta Bellincioni compuso un trío de sonetos en honor de Cecilia. A Bellincioni debemos la primera referencia al cuadro de Leonardo, en un soneto dedicado a la naturaleza.
"Oh, Naturaleza, cómo envidias a Vinci,
que ha pintado a una de tus estrellas,
la hermosa Cecilia, cuyos bellos ojos
la luz del sol convierten en oscura sombra.
Pues piensa: cuanto más vivaz y hermosa sea
mayor gloria tendrás en los tiempos futuros.
Da gracias, pues, a Ludovico
y al genio y a la mano de Leonardo,
que quieren compartirla con la posteridad".
Incluye una aguda observación: Con sua pictura / La fa che par che ascolti e non favella ("Con su arte, hace que parezca que está escuchando y no hablando"), unas palabras que reflejan en parte la serenidad del retrato: Cecilia parece atenta a algo que ocurre más allá del especio cerrado del cuadro. ¿Contienen además una observación personal sobre Cecilia: e non favella, es decir, que por una vez no está parloteando?
Este es el telón de fondo de la pintura: sexo, rumores y poesía en la corte de los Sforza. El retrato de Cecilia tiene un contenido erótico: la mano que acaricia el animal es una alusión sexual; los accesorios del vestido -la banda de oro de la frente, la cinta negra, el vello, el collar- sugieren la condición de la mujer sometida, de la cautiva, de la concubina.
Leonardo argumenta que el pintor tiene el mismo poder que el poeta para "inflamar en amor a los hombres" haciendo "que se enamoren de una pintura". Y cuenta la siguiente historia:
"Me ocurrió en una ocasión que habiendo hecho una pintura que representaba a una figura divina, fue comprada por un hombre que se enamoró de ella y quiso que borrase los emblemas de divinidad para poder besarla sin escrúpulos. Pero finalmente su conciencia prevaleció sobre sus suspiros y deseos y se vio obligado a sacar el cuadro de su casa".
El animal que tiene en sus brazos la joven aporta a la obra una serie de asociaciones simbólicas y folclóricas. Se trata de un armiño (Mustela erminea) de la variedad septentrional, o de invierno, caracterizado por la blancura de su piel (aunque el cuadro está coloreado por el barniz y aparece de un color amarillento). Se asociaba a este animal con la pureza y la limpieza, como leemos en el "bestiario" de Leonardo compilado a comienzos de la década de 1490: "El armiño, a causa de su temperamento... prefiere caer en manos de los cazadores antes que refugiarse en una guarida llena de barro, para no mancharse". El armiño aparece también como símbolo de pureza en el retrato de un caballero pintado por Vittore Carpaccio hacia 1510, en el que en una leyenda situada sobre el animal se lee: Malo mori quam foedari, ("Antes morir que ser mancillado"). Esta asociación con la pureza añade al retrato de Cecilia un refinamiento parcialmente irónico: lo simbólico contrapposto a lo erótico.
Pero el armiño ofrecía un significado más específico. Era una alusión emblemática al propio Ludovico: en 1488, Ferrán de Aragón, rey de Nápoles (abuelo de Isabel de Aragón) le había investido con la Orden del Armiño. El animal que vemos en los brazo de Cecilia es, por lo tanto, un emblema del hombre al que está unida social y sexualmente; observamos su mirada vigilante, su fuerte pata musculosa y sus garras extendidas sobre la manga roja de la joven. Como hace con frecuencia, Leonardo representa con tanta fuerza lo emblemático que esto revierte sobre lo real, de forma que vemos al armiño como un depredador, lo que es en la naturaleza y lo que era Ludovico.
Tanto los armiños como sus parientes (comadrejas, martas, hurones, etcétera) se utilizaban como mascotas, de forma que el retrato, considerado en su totalidad no es fantástico: consigue una especial resonancia con su imagen de un realismo casi fotográfico, bellamente iluminado sobre un telón de fondo negro.
Aunque rechazada, Cecilia siguió siendo objeto del afecto del Moro y, como madre de uno de sus hijos naturales, continuó recibiendo favores de su mano. Ludovico le concedió unas tierras en Saranno, al norte de Milán, y en 1492 le casó con un cremonés, el Conde Lodovico Bergamini. Cecilia mantuvo un pequeño salón en el Palazzo Carmagnola de Milán; entre los que allí le rendían homenaje figura el autor Matteo Bandello, quien le dedicó dos de sus novelle y le elogió por su ingenio su erudición y sus versos latinos.
Cecilia se quedó en posesión de su retrato, y el 26 de abril de 1498 la insaciable coleccionista Isabella d´Este le dirigió una petición en tono perentorio (aunque no desagradable si tenemos en cuenta que era hermana de Beatrice):
"Contemplábamos hoy unos hermosos retratos pintados por Zoanne Bellino (Giovanni Bellini) cuando comenzamos a comentar las obras de Leonardo y a desear poder ver algunas de ellas para compararlas con las que tenemos aquí. Recordamos que Leonardo pintó un retrato de vos del natural, ¿serías tan amable de enviármelo por medio del portador de presentes que con ese fin os envío? Además de servir para llevar a cabo dicha comparación, nos proporcionaría un gran placer de ver vuestro rostro. Tan pronto como lo hayamos estudiado, os lo devolveremos".
El 29 de abril, Cecilia contestó que le enviaba el retrato,
"... aunque lo enviaría más gustosamente si se pareciera más a mi. Su señoría no debe pensar que esto se debe a error alguno por parte del maestro, del que sinceramente considero que no tiene igual. Se debe solamente a que el retrato se pintó cuando mi edad era imperfecta y mi rostro ha cambiado completamente desde entonces, de forma que si nos pusiéramos juntos al retrato y a mí, nadie pensaría que era yo la representada".
Ésta no fue, en absoluto, la última de las peregrinaciones del retrato. Tras la muerte de Cecilia, ocurrida en 1536, permaneció en Milán. En el siglo XVIII aún se podía ver en esta ciudad del norte de Italia en la colección de los marqueses de Bonasana. Hacia 1800 el cuadro fue comprado por un príncipe Polaco, Adam Jerzy Czartoryski, quien se lo regaló a su madre Isabella, que lo colgó en su galería de pintura, llamada la Casa Gótica, cerca de Cracovia. En 1842, la familia Czartoryski vivía en el exilio en París y conservaba el cuadro, que permaneció 30 años en esa ciudad, en la residencia familiar del Hotel Lambert (aunque en los círculos artísticos franceses no se tenía noticias de él). Tras la guerra franco-prusiana la familia regresó a Polonia, y en 1876 la Dama del Armiño fue expuesta, por primera vez, en el Museo Czartoryski de Cracovia.
Durante la Segunda Guerra Mundial corrió su última aventura. En 1939, poco antes de la invasión de Polonia por parte de Alemania, fue escondido en Sieniawa junto con otros tesoros de la colección Czartoryski -un paisaje de Rembrandt y un retrato de Rafael-, pero fue descubierto. Fue expuesto brevemente en el Kaiser Fridrich Museum de Berlín y reservado después para el museo privado de Hitler en Linz. Finalmente fue a parar a la colección particular del gobernador nazi de Polonia, Hans Frank, en cuya villa de Baviera fue descubierto en 1945 por el comité polaco-americano. Así los avatares del amor y la guerra han marcado esta pequeña tabla de nogal (40,3 cm. de ancho y 54,8 cm. de alto) que salió del estudio de Leonardo da Vinci hacia 1489.
En esa época Milán era una ciudad dispuesta a prosperar a cualquier precio. Tenía unos 80.000 habitantes y era una ciudad-estado al viejo estilo feudal, gobernada por una dinastía cuyo poder se basaba más en la fuerza y el ejército que en las leyes.
Sus gobernantes eran los Sforza, convertidos en nobles desde hacía poco tiempo. Su origen era militar y para unos eran héroes pacientes y astutos que se hicieron a si mismos y para otros solamente vulgares soldados. Sea como fuera para Leonardo era positivo: los arribistas siempre son un mecenas insaciables.
Quien le encargó el retrato fue Ludovico Sforza, su protector y hombre fuerte de Milán, el cual estaba deseoso de crear un renacimiento milanés. También era apodado como Il Moro, en parte por su tez morena y en parte por un juego de palabras con uno de sus nombres: Mauro.
Ludovico Sforza disfrutaba de las ventajas que en el terreno sexual ofrecía el despotismo. Consideraba que sus súbditas estaban a su entera disposición. Cualquier mujer en la que posara sus ojos, sabía que ese favor equivalía un pasaporte a un mundo de comodidades y privilegios del que no solo disfrutaría ella sino toda su familia.
Cecilia Gallerani fue una de las amantes del moro. Su padre era un alto funcionario (había servido como embajador en Florencia) y su madre era hija de un famoso doctor en leyes. Tenía seis hermanos más y su padre murió cuando tenía 7 años. Por lo tanto, era de buena familia, aunque no excesivamente rica. Era inteligente y culta, e incluso acabó protegiendo a escritores. Poseía una hermosura seductora, podemos deducirlo de los muchos poemas y cartas que se escribieron acerca de ella, aunque la deducción resulta innecesaria puesto que su belleza vive -por utilizar el tópico de la época- en el retrato que de ella pintara Leonardo Da Vinci.
No sabemos cuando se convirtió en amante del Moro, pero podemos suponerlo con bastante precisión. Un documento fechado en junio de 1487 la libera formalmente de un compromiso matrimonial contraído durante su infancia con Giovanni Stefano Visconti; es muy probable que el interés de Ludovico fuera el motivo de esa ruptura. Cecilia solo tenía 15 años. A principios del verano de 1489 ya no vivía con su familia, sino en una propiedad no especificada de la parroquia de Nuovo Monasterio, que resulta difícil resistirse a identificar como un nido de amor. En ese mismo año, su hermano Nigerio mató a un hombre en el curso de una pelea y escapó a la justicia gracias a la intervención personal de Ludovico.
Aunque los planes de boda de Cecilia podían cancelarse, los de Ludovico eran cuestión aparte. Desde 1480 estaba comprometido, por sólidas razones políticas, con la hija del duque de Ferrara, Beatrice d´Este, y se acercaba el momento de solemnizar el matrimonio: una importante alianza dinástica que había de festejarse con un extraordinario despliegue de la capacidad de los milaneses para la celebración de grandes fiestas.
El 8 de noviembre de 1490 el duque de Ferrara recibió un desconcertante despacho de su embajador en Milán, Jacopo Trotti, quien le comunica que las intenciones de Ludovico con respecto a la madonna Duchessa nostra (es decir, Beatrice) no estaban claras, ya que seguía locamente enamorado de quella sua innamorata (es decir, de Cecilia). "La tiene con él en el castillo, la lleva a todas partes y quiere regalarle todo. Está embarazada y tan bella como una flor; y él a veces me lleva a visitarla".
La boda de Ludovico y Beatrice se celebró como se había planeado y con toda suntuosidad el 16 de enero de 1491, pero Cecilia continuó ejerciendo su fascinación y un mes después el embajador Trotti informaba de que el Moro le había dicho "al oído" que "ojalá pudiera ir a La Rocca (sus aposentos privados en el castillo) para hacer el amor con Cecilia y estar con ella en paz, y esto era lo que su esposa deseaba también, porque no quería rendirse a él". Al parecer Beatrice se negaba a acostarse con Ludovico mientras éste mantuviera su relación con Cecilia. Sin embargo, el 21 de marzo Trotti informa de que Ludovico ha ordenado a su amante que abandone el castillo: "No quiere volver a tener relaciones con ella ahora que está tan grande, y no lo hará hasta que haya alumbrado a su hijo".
El día 3 de mayo (de 1491) Cecilia dio a luz un niño. En el bautismo se le impuso el nombre de Cesare Sforza Visconti. Para celebrarlo el poeta Bellincioni compuso un trío de sonetos en honor de Cecilia. A Bellincioni debemos la primera referencia al cuadro de Leonardo, en un soneto dedicado a la naturaleza.
"Oh, Naturaleza, cómo envidias a Vinci,
que ha pintado a una de tus estrellas,
la hermosa Cecilia, cuyos bellos ojos
la luz del sol convierten en oscura sombra.
Pues piensa: cuanto más vivaz y hermosa sea
mayor gloria tendrás en los tiempos futuros.
Da gracias, pues, a Ludovico
y al genio y a la mano de Leonardo,
que quieren compartirla con la posteridad".
Incluye una aguda observación: Con sua pictura / La fa che par che ascolti e non favella ("Con su arte, hace que parezca que está escuchando y no hablando"), unas palabras que reflejan en parte la serenidad del retrato: Cecilia parece atenta a algo que ocurre más allá del especio cerrado del cuadro. ¿Contienen además una observación personal sobre Cecilia: e non favella, es decir, que por una vez no está parloteando?
Este es el telón de fondo de la pintura: sexo, rumores y poesía en la corte de los Sforza. El retrato de Cecilia tiene un contenido erótico: la mano que acaricia el animal es una alusión sexual; los accesorios del vestido -la banda de oro de la frente, la cinta negra, el vello, el collar- sugieren la condición de la mujer sometida, de la cautiva, de la concubina.
Leonardo argumenta que el pintor tiene el mismo poder que el poeta para "inflamar en amor a los hombres" haciendo "que se enamoren de una pintura". Y cuenta la siguiente historia:
"Me ocurrió en una ocasión que habiendo hecho una pintura que representaba a una figura divina, fue comprada por un hombre que se enamoró de ella y quiso que borrase los emblemas de divinidad para poder besarla sin escrúpulos. Pero finalmente su conciencia prevaleció sobre sus suspiros y deseos y se vio obligado a sacar el cuadro de su casa".
El animal que tiene en sus brazos la joven aporta a la obra una serie de asociaciones simbólicas y folclóricas. Se trata de un armiño (Mustela erminea) de la variedad septentrional, o de invierno, caracterizado por la blancura de su piel (aunque el cuadro está coloreado por el barniz y aparece de un color amarillento). Se asociaba a este animal con la pureza y la limpieza, como leemos en el "bestiario" de Leonardo compilado a comienzos de la década de 1490: "El armiño, a causa de su temperamento... prefiere caer en manos de los cazadores antes que refugiarse en una guarida llena de barro, para no mancharse". El armiño aparece también como símbolo de pureza en el retrato de un caballero pintado por Vittore Carpaccio hacia 1510, en el que en una leyenda situada sobre el animal se lee: Malo mori quam foedari, ("Antes morir que ser mancillado"). Esta asociación con la pureza añade al retrato de Cecilia un refinamiento parcialmente irónico: lo simbólico contrapposto a lo erótico.
Pero el armiño ofrecía un significado más específico. Era una alusión emblemática al propio Ludovico: en 1488, Ferrán de Aragón, rey de Nápoles (abuelo de Isabel de Aragón) le había investido con la Orden del Armiño. El animal que vemos en los brazo de Cecilia es, por lo tanto, un emblema del hombre al que está unida social y sexualmente; observamos su mirada vigilante, su fuerte pata musculosa y sus garras extendidas sobre la manga roja de la joven. Como hace con frecuencia, Leonardo representa con tanta fuerza lo emblemático que esto revierte sobre lo real, de forma que vemos al armiño como un depredador, lo que es en la naturaleza y lo que era Ludovico.
Tanto los armiños como sus parientes (comadrejas, martas, hurones, etcétera) se utilizaban como mascotas, de forma que el retrato, considerado en su totalidad no es fantástico: consigue una especial resonancia con su imagen de un realismo casi fotográfico, bellamente iluminado sobre un telón de fondo negro.
Aunque rechazada, Cecilia siguió siendo objeto del afecto del Moro y, como madre de uno de sus hijos naturales, continuó recibiendo favores de su mano. Ludovico le concedió unas tierras en Saranno, al norte de Milán, y en 1492 le casó con un cremonés, el Conde Lodovico Bergamini. Cecilia mantuvo un pequeño salón en el Palazzo Carmagnola de Milán; entre los que allí le rendían homenaje figura el autor Matteo Bandello, quien le dedicó dos de sus novelle y le elogió por su ingenio su erudición y sus versos latinos.
Cecilia se quedó en posesión de su retrato, y el 26 de abril de 1498 la insaciable coleccionista Isabella d´Este le dirigió una petición en tono perentorio (aunque no desagradable si tenemos en cuenta que era hermana de Beatrice):
"Contemplábamos hoy unos hermosos retratos pintados por Zoanne Bellino (Giovanni Bellini) cuando comenzamos a comentar las obras de Leonardo y a desear poder ver algunas de ellas para compararlas con las que tenemos aquí. Recordamos que Leonardo pintó un retrato de vos del natural, ¿serías tan amable de enviármelo por medio del portador de presentes que con ese fin os envío? Además de servir para llevar a cabo dicha comparación, nos proporcionaría un gran placer de ver vuestro rostro. Tan pronto como lo hayamos estudiado, os lo devolveremos".
El 29 de abril, Cecilia contestó que le enviaba el retrato,
"... aunque lo enviaría más gustosamente si se pareciera más a mi. Su señoría no debe pensar que esto se debe a error alguno por parte del maestro, del que sinceramente considero que no tiene igual. Se debe solamente a que el retrato se pintó cuando mi edad era imperfecta y mi rostro ha cambiado completamente desde entonces, de forma que si nos pusiéramos juntos al retrato y a mí, nadie pensaría que era yo la representada".
Ésta no fue, en absoluto, la última de las peregrinaciones del retrato. Tras la muerte de Cecilia, ocurrida en 1536, permaneció en Milán. En el siglo XVIII aún se podía ver en esta ciudad del norte de Italia en la colección de los marqueses de Bonasana. Hacia 1800 el cuadro fue comprado por un príncipe Polaco, Adam Jerzy Czartoryski, quien se lo regaló a su madre Isabella, que lo colgó en su galería de pintura, llamada la Casa Gótica, cerca de Cracovia. En 1842, la familia Czartoryski vivía en el exilio en París y conservaba el cuadro, que permaneció 30 años en esa ciudad, en la residencia familiar del Hotel Lambert (aunque en los círculos artísticos franceses no se tenía noticias de él). Tras la guerra franco-prusiana la familia regresó a Polonia, y en 1876 la Dama del Armiño fue expuesta, por primera vez, en el Museo Czartoryski de Cracovia.
Durante la Segunda Guerra Mundial corrió su última aventura. En 1939, poco antes de la invasión de Polonia por parte de Alemania, fue escondido en Sieniawa junto con otros tesoros de la colección Czartoryski -un paisaje de Rembrandt y un retrato de Rafael-, pero fue descubierto. Fue expuesto brevemente en el Kaiser Fridrich Museum de Berlín y reservado después para el museo privado de Hitler en Linz. Finalmente fue a parar a la colección particular del gobernador nazi de Polonia, Hans Frank, en cuya villa de Baviera fue descubierto en 1945 por el comité polaco-americano. Así los avatares del amor y la guerra han marcado esta pequeña tabla de nogal (40,3 cm. de ancho y 54,8 cm. de alto) que salió del estudio de Leonardo da Vinci hacia 1489.
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
LA DAMA DEL ARMIÑO (El Greco)
Cuando vi este cuadro, aparte de quedarme fascinado, lo primero que pensé es que no era una mujer cualquiera para El Greco, ni encargo ni nada de eso, sino amante, esposa o le gustaba, vaya. Sentía algo por ella. Y bueno, pensé bien y acerté.
Busqué información y armé esto.
Se llama Jerónima de las Cuevas (su nombre le hace honor: tiene solera), amante del pintor y única mujer que le dio un hijo, su querido e inseparable Jorge Manuel. Tuvieron relaciones al poco de llegar El Greco a Toledo.
Poco se sabe de ella. Algunos especialistas la sitúan como perteneciente a la nobleza toledana (aunque en los archivos no aparezcan nobles con estos apellidos). Se ha sugerido que doña Jerónima sería de ascendencia morisca. Lo que es seguro es que no se casaron. En el poder que firmó para su hijo Doménikos dice:
"...tengo tratado e comunicado con Jorge Manuel Theotocopuli mi hijo y de Doña Gerónima de las Cuevas, que es persona de confianza y de buena conciencia lo que cerca de ello se a de hazer".
Mucho se ha especulado sobre por que no se casaron. Unos dicen que ella murió joven (justo al dar a luz su hijo). Otros dicen que su amor era imposible (por la diferencia social) y que tras tener un hijo fuera del matrimonio Jerónima fue recluida de por vida en un convento.
Toledo es ciudad de misterios y leyendas. Por supuesto esta historia la tiene. Una especie de Romeo y Julieta toledano. Nada explica mejor todos los misterios que rodean al cuadro.
La leyenda dice así:
Al poco de llegar a Toledo El Greco (llamado así por estar su tierra lejana) pintaba un retrato encargado por un noble toledano, don Diego de las Cuevas, que frecuentemente posaba acompañado por su bella hija, doña Jerónima. Ella asistía impresionada por la facilidad del pintor para pintar a su padre.
Jerónima observaba el estudio de El Greco lleno de tarros de pinturas y pinceles. Lo que más le llamó la atención fue una redoma que destacaba entre las demás, de color verdoso y elegante forma.
Doménico aprovechó la curiosidad de Jerónima para hablarle. Le contó que se lo encontró por casualidad en los subterráneos de la casa y que tras traducir un pergamino se enteró que era un elixir mágico de tal poder que si un hombre y una mujer respiraban una sola vez su perfume, quedarían enamorados para siempre.
Ya se despedían cuando Jerónima echó en falta un pañuelo que traía. El Greco le acompañó. Al intentar recogerlo Jerónima cayó con tan mala suerte de empujar la redoma, cayéndose esta al suelo haciéndose mil pedazos. De forma instantánea un intenso aroma perfumó la habitación mientras ambos reían recordando lo anterior.
Se enamoran y quedan furtivamente en diferentes lugares de la ciudad, siempre a escondidas. Doménico decide pedir la mano a su padre pero él se opone porque ya tenía intereses puestos en casar a su hija con un noble toledano. Le advirtió que la encerraría en un convento si perseveraba en la idea de casarse con un mísero pintor, además extranjero.
Pese a las advertencias, siguieron viéndose a escondidas, hasta que una noche Doménico fue atacado por tres jóvenes. Desenvainaron acero toledano, el cretense se defendió bravamente, incluso estuvo a punto de perder la vida. Finalmente hirió a uno de ellos, momento que aprovechó para perderse por los callejones de Toledo.
Al día siguiente, una criada de don Diego visitó la casa del pintor y le contó que la mala suerte había querido que el joven al que hirió la pasada noche fuera primo y pretendiente de doña Jerónima, habiendo muerto hacía pocas horas...
Esa misma semana doña Jerónima entraba como novicia en un convento.
Casi pasado un año sonaron fuertes golpes en la casa del pintor. La vieja sirvienta lo llamaba a gritos. Había encontrado en el suelo un cestillo con un niño de escasos meses, y junto a él una escueta nota donde se leía:
"Cuidad de él; es vuestro hijo Jorge Manuel. Su madre, Jerónima de las Cuevas murió ayer, y su deseo es que Vos lo criéis".
Esta fue su última voluntad antes de morir en el convento.
Con gran tristeza Doménicos volvió a su estudio, donde estaba perfeccionando un retrato de doña Jerónima que estaba haciendo conforme la recordaba. Con el niño en brazos, tomó un pincel y moteó de negro el manto blanco del retrato de la que fuera su amada. Así, con tales señas, ha llegado hasta nuestros días, la imagen de "La Dama del Armiño".
Poco se sabe de ella. Algunos especialistas la sitúan como perteneciente a la nobleza toledana (aunque en los archivos no aparezcan nobles con estos apellidos). Se ha sugerido que doña Jerónima sería de ascendencia morisca. Lo que es seguro es que no se casaron. En el poder que firmó para su hijo Doménikos dice:
"...tengo tratado e comunicado con Jorge Manuel Theotocopuli mi hijo y de Doña Gerónima de las Cuevas, que es persona de confianza y de buena conciencia lo que cerca de ello se a de hazer".
Mucho se ha especulado sobre por que no se casaron. Unos dicen que ella murió joven (justo al dar a luz su hijo). Otros dicen que su amor era imposible (por la diferencia social) y que tras tener un hijo fuera del matrimonio Jerónima fue recluida de por vida en un convento.
Toledo es ciudad de misterios y leyendas. Por supuesto esta historia la tiene. Una especie de Romeo y Julieta toledano. Nada explica mejor todos los misterios que rodean al cuadro.
La leyenda dice así:
Al poco de llegar a Toledo El Greco (llamado así por estar su tierra lejana) pintaba un retrato encargado por un noble toledano, don Diego de las Cuevas, que frecuentemente posaba acompañado por su bella hija, doña Jerónima. Ella asistía impresionada por la facilidad del pintor para pintar a su padre.
Jerónima observaba el estudio de El Greco lleno de tarros de pinturas y pinceles. Lo que más le llamó la atención fue una redoma que destacaba entre las demás, de color verdoso y elegante forma.
Doménico aprovechó la curiosidad de Jerónima para hablarle. Le contó que se lo encontró por casualidad en los subterráneos de la casa y que tras traducir un pergamino se enteró que era un elixir mágico de tal poder que si un hombre y una mujer respiraban una sola vez su perfume, quedarían enamorados para siempre.
Ya se despedían cuando Jerónima echó en falta un pañuelo que traía. El Greco le acompañó. Al intentar recogerlo Jerónima cayó con tan mala suerte de empujar la redoma, cayéndose esta al suelo haciéndose mil pedazos. De forma instantánea un intenso aroma perfumó la habitación mientras ambos reían recordando lo anterior.
Se enamoran y quedan furtivamente en diferentes lugares de la ciudad, siempre a escondidas. Doménico decide pedir la mano a su padre pero él se opone porque ya tenía intereses puestos en casar a su hija con un noble toledano. Le advirtió que la encerraría en un convento si perseveraba en la idea de casarse con un mísero pintor, además extranjero.
Pese a las advertencias, siguieron viéndose a escondidas, hasta que una noche Doménico fue atacado por tres jóvenes. Desenvainaron acero toledano, el cretense se defendió bravamente, incluso estuvo a punto de perder la vida. Finalmente hirió a uno de ellos, momento que aprovechó para perderse por los callejones de Toledo.
Al día siguiente, una criada de don Diego visitó la casa del pintor y le contó que la mala suerte había querido que el joven al que hirió la pasada noche fuera primo y pretendiente de doña Jerónima, habiendo muerto hacía pocas horas...
Esa misma semana doña Jerónima entraba como novicia en un convento.
Casi pasado un año sonaron fuertes golpes en la casa del pintor. La vieja sirvienta lo llamaba a gritos. Había encontrado en el suelo un cestillo con un niño de escasos meses, y junto a él una escueta nota donde se leía:
"Cuidad de él; es vuestro hijo Jorge Manuel. Su madre, Jerónima de las Cuevas murió ayer, y su deseo es que Vos lo criéis".
Esta fue su última voluntad antes de morir en el convento.
Con gran tristeza Doménicos volvió a su estudio, donde estaba perfeccionando un retrato de doña Jerónima que estaba haciendo conforme la recordaba. Con el niño en brazos, tomó un pincel y moteó de negro el manto blanco del retrato de la que fuera su amada. Así, con tales señas, ha llegado hasta nuestros días, la imagen de "La Dama del Armiño".
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Muy interesantes los dos ultimos posts. Gracias Sacarino
LTI priest- Mensajes : 916
Fecha de inscripción : 09/05/2013
Re: Pongan un cuadro en su vida
Arte efímero
Me pregunto que pensaría Cecilia si pudiese ver como ha trascendido más de 500 años después.
Me pregunto que pensaría Cecilia si pudiese ver como ha trascendido más de 500 años después.
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Bokor escribió:Munch más allá de El Grito
Separación
Vampiresa
El asesino (1910)
La asesina
Melancolía
Death in the sickroom (1893)
La Soledad
La danza de la vida (1899)
El día después (1894-95)
Tarde en la calle Karl Johan (1892)
Precisamente estuve en la exposición del Thyssen el sábado. Tremenda.
Adso- Mensajes : 33136
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Re: Pongan un cuadro en su vida
Alice (1918) - by Amadeo Modigliani
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Re: Pongan un cuadro en su vida
Sleeping woman in blueb (1903) - by Konstantin A.Somov
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Re: Pongan un cuadro en su vida
CAPITALISM - by Elnur Babayev - Ilustración
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Re: Pongan un cuadro en su vida
by Adam Vogt - Ilustración
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Re: Pongan un cuadro en su vida
by Margaterich
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Re: Pongan un cuadro en su vida
It Clears Up in Lofoten - by Victor Sparre (Norwegian, 1919–2008) - Oil on canvas
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Re: Pongan un cuadro en su vida
Le Poète Perse (1886) - by Gustave Moreau
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Re: Pongan un cuadro en su vida
You Have to Say the Bad Stuff to Get Them Out of Your Brain (2016) - by Christine Wu - Oil, Gold Leaf, Pencil and Toner on Wood Panel
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Re: Pongan un cuadro en su vida
Portrait of Oskar van Herzseele as a Child (1817) - by Caroline Bardua (German, 1781 – 1864)
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Re: Pongan un cuadro en su vida
by Shan Jiang - Ilustración
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Re: Pongan un cuadro en su vida
Untitled (2013) - by Essam Marouf - Acrylic on linen
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Re: Pongan un cuadro en su vida
Cómo mola este topic...
Eloy- Mensajes : 85406
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:by Shan Jiang - Ilustración
Este me encanta.
Dust N Bones !?- Mensajes : 35674
Fecha de inscripción : 26/03/2010
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:Alice (1918) - by Amadeo Modigliani
Este ha estado toda mi vida en mi pasillo (una litografia, se entiende, jaja)
Lorenzombie- Mensajes : 8094
Fecha de inscripción : 04/02/2012
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:Untitled (2013) - by Essam Marouf - Acrylic on linen
Yo me he enamorado de éste. Tiene misterio y tiene poder...
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:
LA DAMA DEL ARMIÑO (El Greco)
Cuando vi este cuadro, aparte de quedarme fascinado, lo primero que pensé es que no era una mujer cualquiera para El Greco, ni encargo ni nada de eso, sino amante, esposa o le gustaba, vaya. Sentía algo por ella. Y bueno, pensé bien y acerté.
Busqué información y armé esto.Se llama Jerónima de las Cuevas (su nombre le hace honor: tiene solera), amante del pintor y única mujer que le dio un hijo, su querido e inseparable Jorge Manuel. Tuvieron relaciones al poco de llegar El Greco a Toledo.
Poco se sabe de ella. Algunos especialistas la sitúan como perteneciente a la nobleza toledana (aunque en los archivos no aparezcan nobles con estos apellidos). Se ha sugerido que doña Jerónima sería de ascendencia morisca. Lo que es seguro es que no se casaron. En el poder que firmó para su hijo Doménikos dice:
"...tengo tratado e comunicado con Jorge Manuel Theotocopuli mi hijo y de Doña Gerónima de las Cuevas, que es persona de confianza y de buena conciencia lo que cerca de ello se a de hazer".
Mucho se ha especulado sobre por que no se casaron. Unos dicen que ella murió joven (justo al dar a luz su hijo). Otros dicen que su amor era imposible (por la diferencia social) y que tras tener un hijo fuera del matrimonio Jerónima fue recluida de por vida en un convento.
Toledo es ciudad de misterios y leyendas. Por supuesto esta historia la tiene. Una especie de Romeo y Julieta toledano. Nada explica mejor todos los misterios que rodean al cuadro.
La leyenda dice así:
Al poco de llegar a Toledo El Greco (llamado así por estar su tierra lejana) pintaba un retrato encargado por un noble toledano, don Diego de las Cuevas, que frecuentemente posaba acompañado por su bella hija, doña Jerónima. Ella asistía impresionada por la facilidad del pintor para pintar a su padre.
Jerónima observaba el estudio de El Greco lleno de tarros de pinturas y pinceles. Lo que más le llamó la atención fue una redoma que destacaba entre las demás, de color verdoso y elegante forma.
Doménico aprovechó la curiosidad de Jerónima para hablarle. Le contó que se lo encontró por casualidad en los subterráneos de la casa y que tras traducir un pergamino se enteró que era un elixir mágico de tal poder que si un hombre y una mujer respiraban una sola vez su perfume, quedarían enamorados para siempre.
Ya se despedían cuando Jerónima echó en falta un pañuelo que traía. El Greco le acompañó. Al intentar recogerlo Jerónima cayó con tan mala suerte de empujar la redoma, cayéndose esta al suelo haciéndose mil pedazos. De forma instantánea un intenso aroma perfumó la habitación mientras ambos reían recordando lo anterior.
Se enamoran y quedan furtivamente en diferentes lugares de la ciudad, siempre a escondidas. Doménico decide pedir la mano a su padre pero él se opone porque ya tenía intereses puestos en casar a su hija con un noble toledano. Le advirtió que la encerraría en un convento si perseveraba en la idea de casarse con un mísero pintor, además extranjero.
Pese a las advertencias, siguieron viéndose a escondidas, hasta que una noche Doménico fue atacado por tres jóvenes. Desenvainaron acero toledano, el cretense se defendió bravamente, incluso estuvo a punto de perder la vida. Finalmente hirió a uno de ellos, momento que aprovechó para perderse por los callejones de Toledo.
Al día siguiente, una criada de don Diego visitó la casa del pintor y le contó que la mala suerte había querido que el joven al que hirió la pasada noche fuera primo y pretendiente de doña Jerónima, habiendo muerto hacía pocas horas...
Esa misma semana doña Jerónima entraba como novicia en un convento.
Casi pasado un año sonaron fuertes golpes en la casa del pintor. La vieja sirvienta lo llamaba a gritos. Había encontrado en el suelo un cestillo con un niño de escasos meses, y junto a él una escueta nota donde se leía:
"Cuidad de él; es vuestro hijo Jorge Manuel. Su madre, Jerónima de las Cuevas murió ayer, y su deseo es que Vos lo criéis".
Esta fue su última voluntad antes de morir en el convento.
Con gran tristeza Doménicos volvió a su estudio, donde estaba perfeccionando un retrato de doña Jerónima que estaba haciendo conforme la recordaba. Con el niño en brazos, tomó un pincel y moteó de negro el manto blanco del retrato de la que fuera su amada. Así, con tales señas, ha llegado hasta nuestros días, la imagen de "La Dama del Armiño".
Preciosa leyenda. El hijo deduzco que es el mismo que aparece en "El entierro del Conde Orgaz", por cerrar el círculo...
Balachina- Mensajes : 23835
Fecha de inscripción : 23/08/2012
Re: Pongan un cuadro en su vida
Toledo, ciudad de misterios y leyendas. Que bonita es. Pues yo no lo se, Balachina. A ver si algún forero lo sabe y nos ayuda.
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:Toledo, ciudad de misterios y leyendas. Que bonita es. Pues yo no lo se, Balachina. A ver si algún forero lo sabe y nos ayuda.
Hombre, no puede ser de otra manera al tratarse de hijo único.
Balachina- Mensajes : 23835
Fecha de inscripción : 23/08/2012
Re: Pongan un cuadro en su vida
Molaría ser rico para poder comprar láminas de Shan Jiang.
Joder.
Joder.
Rayo- Mensajes : 55501
Fecha de inscripción : 15/09/2011
Re: Pongan un cuadro en su vida
Rayo escribió:Molaría ser rico para poder comprar láminas de Shan Jiang.
Joder.
Elige. Más del mismo autor.
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Qué belleza de topic.
letobladioblada- Mensajes : 14386
Fecha de inscripción : 29/09/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:Rayo escribió:Molaría ser rico para poder comprar láminas de Shan Jiang.
Joder.
Elige. Más del mismo autor.
Ya los vi, ya...
Por eso decía.
Rayo- Mensajes : 55501
Fecha de inscripción : 15/09/2011
Re: Pongan un cuadro en su vida
Caravaggio
esparta liliput- Mensajes : 613
Fecha de inscripción : 28/10/2010
Re: Pongan un cuadro en su vida
Giotto, anunciación a santa ana (del cartel del ARF )
esparta liliput- Mensajes : 613
Fecha de inscripción : 28/10/2010
Re: Pongan un cuadro en su vida
basquiat
esparta liliput- Mensajes : 613
Fecha de inscripción : 28/10/2010
Re: Pongan un cuadro en su vida
Cardbird I (1971) - by Robert Rauschenberg - Offset lithograph, screenprint, tape, and polyethylene collage on corrugated cardboard
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Three Messengers (1988) - by Hans Feibusch (1898–1998)
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Femme nue (1981) - by Alain Bonnefoit (French b.1937-) - Watercolour
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Mystery of the Night - by John Pototschnik (American, no sé el año de nacimiento pero es contemporáneo) - Oil on canvas
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Twenty Century Love IV - por Jorge Hernández Garcia (Huelva, 1973, España) - Acrylics/Resin on Wood/Board
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Cocktail ! - by Marie Chapuis
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:Twenty Century Love IV - por Jorge Hernández Garcia (Huelva, 1973, España) - Acrylics/Resin on Wood/Board
Oniria pura. :_)
letobladioblada- Mensajes : 14386
Fecha de inscripción : 29/09/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
El Botones Sacarino escribió:CAPITALISM - by Elnur Babayev - Ilustración
Attikus- Mensajes : 22149
Fecha de inscripción : 19/03/2011
Re: Pongan un cuadro en su vida
Campanile del Palazzo, Vecchio, Firenze - by Antonietta Brandeis (Czech, 1848 - 1926)
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
No conocía este topic!! Justo hace unos meses que me vengo interesando un poco más por la pintura.
The Deep - Jackson Pollock (1953)
The Deep - Jackson Pollock (1953)
merillas- Mensajes : 1939
Fecha de inscripción : 02/03/2013
Re: Pongan un cuadro en su vida
Pond in Radkersburg - by Karl Vikas (Austria, 1875-1934)
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
Green Wilderness - by Zhu Daoping(朱 道平 Chinese, b.1949)- ink and mineral pigment on xuan paper
El Botones Sacarino- Mensajes : 75135
Fecha de inscripción : 16/10/2015
Re: Pongan un cuadro en su vida
George Grosz, The Funeral (Dedicated to Oskar Panizza), 1917-1918
Dust N Bones !?- Mensajes : 35674
Fecha de inscripción : 26/03/2010
Re: Pongan un cuadro en su vida
Umberto Boccioni, La Risa (1911)
Dust N Bones !?- Mensajes : 35674
Fecha de inscripción : 26/03/2010
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