Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
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Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Borrado sin ninguna razón aparente.
Última edición por Maniac el Lun 10 Sep 2018 - 1:28, editado 4 veces
Joseba- Mensajes : 71963
Fecha de inscripción : 02/09/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Es brutal!!
Me encanta la historia y la resolución no desencanta nada. Resulta muy cercano con un punto negativo, aburrido, pasivo.
Entre el último corto y esto estás más creativo que nunca! A ver si sigue la racha. :**
Me encanta la historia y la resolución no desencanta nada. Resulta muy cercano con un punto negativo, aburrido, pasivo.
Entre el último corto y esto estás más creativo que nunca! A ver si sigue la racha. :**
be.nice- Mensajes : 606
Fecha de inscripción : 25/06/2008
Green Machine- Mensajes : 2041
Fecha de inscripción : 29/04/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Green Machine escribió:Grande!
Un mega abrazo tio!!!!
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Por cierto, no sólo lo leí, sino que me moló cantidad.
Vamos, que cuando le doy al "me gusta" en el Facebook es porque algo me gusta, no sé si mexplico...
Vamos, que cuando le doy al "me gusta" en el Facebook es porque algo me gusta, no sé si mexplico...
Pris- Mensajes : 1872
Fecha de inscripción : 17/09/2009
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Me ha gustado mucho maniac, y el segundo párrafo me parece genial, digno de un maestro.
Supongo que es la idea para uno de tus cortos. Si consigues transmitir el detritus existencial que rezuma el escrito será la ostia.
Supongo que es la idea para uno de tus cortos. Si consigues transmitir el detritus existencial que rezuma el escrito será la ostia.
sandiablo- Mensajes : 1752
Fecha de inscripción : 02/06/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Me alegra mucho. Dejé de escribir hace unos años y estoy intentando retomarlo poco a poco, sin expectativas. Esto es solo un relato,no espero que se acabe haciendo imagen.
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Maniac escribió:Me alegra mucho. Dejé de escribir hace unos años y estoy intentando retomarlo poco a poco, sin expectativas. Esto es solo un relato,no espero que se acabe haciendo imagen.
Pues con dos cojones. Materia prima hay, se ve de lejos.
sandiablo- Mensajes : 1752
Fecha de inscripción : 02/06/2008
Dumbie- Mensajes : 36296
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Mini lectura de verano, venga va!!!!
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
me ha molado tio, bastante
solo una pregunta...
cuando el prota, lee en la prensa que otra gente ha muerto de esa forma, como sabe que contaban pasos?
como lo sabia el periodista?
spn periodistas los que matan a la gente?
solo una pregunta...
cuando el prota, lee en la prensa que otra gente ha muerto de esa forma, como sabe que contaban pasos?
como lo sabia el periodista?
spn periodistas los que matan a la gente?
Dumbie- Mensajes : 36296
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
DUMBHEAD escribió:me ha molado tio, bastante
solo una pregunta...
cuando el prota, lee en la prensa que otra gente ha muerto de esa forma, como sabe que contaban pasos?
como lo sabia el periodista?
spn periodistas los que matan a la gente?
digamos que me invadió un poco la pereza, atisbé diversas formas de morir en las que uno podría estar contando cinco pasos,pero a todas les veía una base algo endeble. Asi que lo dejé a gusto del lector.
Según creo es el coco,que existe de verdad, ese que habita bajo la cama, en la rendija de la puerta del armario entreabierta,cuando cuentas cinco pasos, cuando dices candyman delante del espejo, cuando abres los limites de la percepción en los sueños...
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Cuando he leído lo de "Cinco pasos hacia el otro lado" he pensado que sería un topic de Pearl Jam por lo de los cinco pasos hacia atrás que pidió Vedder ayer en el concierto.
Neenah Menasha- Mensajes : 3312
Fecha de inscripción : 16/07/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
me guardo el post en marcadores, que hoy voy muy resacoso para leer algo de más de 5 lineas...
Johnny Kashmir- Mensajes : 62151
Fecha de inscripción : 01/05/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Lo he vuelto a leer y esta mal escrito en algunas fases...pero la historia mola.
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Por si alguien se aburre lo suficiente.
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Maniac escribió:
Cuando era un niño creé mi propio camino secreto hacia cualquier lugar. Al ser un crío no iba a muchos sitios, así que mi universo nunca fue valorado en cantidad, lo fue en matices.
El punto de partida. Mi calle, perfectamente ordenada en cualquier dirección. Cada losa, cada bordillo, cada tubería que bajaba reptando por la pared hasta el centro de la tierra, en cuyo interior viajaba un mensaje oculto, estaba perfectamente estudiada. La forma de pisar una baldosa según su color o forma y de acariciar o golpear sutilmente una tubería para que todo acabara saliendo bien, estaba basada es una serie de complicadas improvisaciones de temeroso primer día de colegio.
Con los años fui acrecentando paulatinamente mi mágico y secreto ritual de circulación urbana. Aunque sin darme cuenta, le di la espalda a la magia y abracé la esclavitud existencial. Algunos de esos pasos siguen siendo los de mi infancia, porque esos pasos pueden determinar cuanto mantendré la sonrisa ese día. Nunca los he olvidado, para nada los he olvidado.
En el presente aparento ser un simple adulto y hago cosas como ir a la tintorería. Tengo catorce trajes iguales de diario lo cual me obliga a hacerlo dos veces en una semana, una ida y vuelta eterna. La más efectiva y solvente de la ciudad se encuentra en una calle a casi dos kilómetros de la mía, pero merece la pena y el paseo me ayuda a reordenar ideas. Estaba llegando por fin a mi destino cuando me paré unos segundos a repasar mentalmente las cuentas, me gustaba estar preparado ante cualquier eventualidad, ya fuera intencionada o no. A mi derecha, en la acera de enfrente vi a un niño jugando solo, nadie parecía fijarse en él excepto yo, y sigo sin saber el porque me llamó la atención. Nunca había sentido un peso tal en mi existencia como el que me cayó encima en ese preciso instante. Vi al niño contar en voz alta sus pasos... uno, dos, tres, cuatro...y cinco... de la nada apareció una forma casi invisible, de una imposible oscuridad brillante y pasó a través de él, lo atravesó como una bala de 9 milímetros a una tonelada de gelatina ... los ojos parecían dos globos a punto de estallar en sus cuencas, sudaba mucho. Crucé la calle sin apenas mirar, nada propio en mi, para atenderlo. O por curiosidad, no lo se. El contacto con su piel al intentar socorrerlo me sorprendió, un frío marmóreo se apoderó de mi mano al instante. Se había convertido en un trozo de carne. Solo con rozarlo sentí que allí ya no había nadie- Pero eso que teníamos allí había sido un feliz niño solo unos minutos antes.
Antes de que nadie pudiera hacer notar que yo fui el único testigo consciente de la muerte salí de allí, el niño estaba muerto y yo tenia mucho que hacer.
En el transcurso de los meses hubo muertes parecidas, en todo el mundo. Puntuales, no en masa, era fácil encontrarlas. Se iban sucediendo en las televisiones, en Internet, en la prensa... se propagaban de manera invisible. Similares por la falta de diagnóstico, por la ausencia de patrón aparente. Nadie sabía que pasaba, el ser humano se había acostumbrado al genocidio de su raza sin que tuvieran que darle una razón y, con mayor gravedad, sin que sintiera inquietud por conocerla. El problema es que, en este caso, el enemigo no estaba en casa.
Durante todo ese tiempo viví con la imagen del niño muerto en mis brazos. Asediando mis sueños, hasta me asaltaba su imagen caminando por la calle. Repasaba una y otra vez todo lo que recordaba haber visto. Guardaba todas las imágenes de las decenas de muertes que habían ido sucediendo, documentos de prensa, videos de Internet, ...y en todas había una fácil deducción... estaban contando sus pasos. A nadie parecía importarle ese dato, pero a mi se me antojaba crucial.
Mi vida proseguía tan inútil como venia siendo desde que mi esposa me había abandonado hacia ya…dos años… no me importaba demasiado, supongo que yo mismo me lo había buscado con mi extraño ritual de vida y, por supuesto, de trabajo. Pasaba épocas en las que no hablaba con nadie, solo vivía en mi interior, que es donde reside la materia prima de mi obra. Si, soy escritor. Y soy de los prolíficos, no se que es eso del folio en blanco. Mis libros no se venden demasiado, pero lo suficiente para que mi editor me mantenga en nómina. Y así se desenvuelve mi rutina, hoy no va a ser menos.
Me he levantado a las nueve de la mañana, he desayunado una infusión de frutas del bosque con dos magdalenas mientras veía el canal de noticias 24 horas. Y ahora me dispongo a bajar a dar mi paseo perfectamente diseñado. Como siempre, salgo cerrando las ventanas y las puertas en el orden adecuado. Bajo en el ascensor sin mirarme en el espejo, aun no es el momento. Miro en el buzón, aunque se que el cartero no pasará hasta las once y media. Abro la pesada puerta de madera que da a la calle y me encamino hacia la izquierda, marginando mis pasos todo lo que puedo a los edificios. Daré una vuelta a la manzana sin mirar demasiado a mí alrededor. Todo esto me lleva unos cuatro minutos, según el ritmo que imprima a mis pasos. No hablo con nadie en ese trayecto, nadie que conozca puede propiciar un encuentro en esos momentos. Meto la mano izquierda en el bolsillo derecho de mi chaqueta buscando las llaves unos diez metros antes de llegar, y preparo la primera llave que va a usarse antes que pueda darle la luz. Así que llego a la puerta de mi edificio dispuesto para entrar en menos de dos segundos.
Un hecho me frena en seco por completo. Me noto observado descaradamente. Un hombre con traje negro se desenfunda un bombín de la cabeza, y apunta con su bastón hacia mí moviendo gracilmente un finísimo y largo bigote al tiempo que pronuncia mi apellido. El hombre tiene una extraña posición, como si esperara que un camión lo atropellara y tuviera la certeza de que iba a resistir el envite.
-No se mueva, Don García- exclama con una impoluta pronunciación.
Le miro con sorpresa, me giro hacia él, pero me detiene.
-Alto- y como no quiere la cosa, le cambia el gesto por completo como si la duda le atenazara… ¿Cuánta distancia diría usted que hay entre su posición y la mía? ¿Podría hacer el favor de contar cuantos pasos hay entre nosotros? Se lo ruego.
Las dos magdalenas chocan entre ellas en ese momento en mi barriga y todas las frutas del bosque deciden alinearse en mi intestino, me siento como si acabaran de anestesiarme sin saber por donde va a venir el bisturí. Así que decido dejar hacer a la rutina, que no necesita de mi intelecto para llevarse a cabo, entrando raudo en el portal, dejando atrás el portón de madera. Cerrando el día, abriendo la oscuridad.
No acabo de entenderlo muy bien, un tipo acaba de intentar matarme. No se porqué, y además nadie me tomaría en cuenta ya que a vista común solo me ha retado a contar mi pasos. Desde el oscuro pasillo de mi edificio abro la puerta lentamente, asomo la cabeza temeroso y miro a ambos lados, no hay rastro del potencial asesino, y mis vecinos actúan como si fuera una mañana normal, no acaba de darse un intento de asesinato ante sus narices, la señora de enfrente pasa con la compra a rastras y me mira con la misma cara de repugnancia habitual.
Han pasado siete meses. Mi rutina esta rota, se ha resquebrajado por completo mi impoluto sistema existencial. No puedo bajar a la calle sin que alguien intente matarme, así que me he visto obligado a diseñar un nuevo compendio de procesos diarios supeditados a la nueva frontera con los asesinos, con el mundo exterior; la puerta de mi casa.
No se vive mal, para alguien como yo es casi un favor que me ha brindado el destino. Nunca me gustó demasiado la gente, me costaba entender su comportamiento ante la rutina, ante la vida. La misma cosa.
Cada quince días hago la compra por teléfono, compuesta de un estudiado número de alimentos de larga vida por si mis enemigos encontraran la forma de cortar el suministro para hacerme salir. Me dejan la comida en la puerta dentro de sus bolsas y recogen el sobre con el dinero que hay debajo de la alfombrilla de bienvenida( debería cambiar eso) asumen lo peculiar del negocio porque dejo buenas propinas. Cuando se han ido compruebo que no hay nadie acechando y la introduzco en mi casa.
Ordeno los alimentos por fecha de caducidad y así estoy mas seguro. No recuerdo haber pedido un alimento en particular, un tipo de lasaña precocinada con ingredientes adicionales. Dudo durante unos instantes, pero lo coloco en el lugar que le corresponde según la fecha. Me sorprende porque es el día de mi cumpleaños, aun quedan dos meses para que llegue el evento. Será un buen regalo, hace mucho que no como lasaña.
Cada vez hay mas muertes, pero los muy estúpidos no aciertan el frecuente leit motiv que contienen. Los telediarios están plagados de ellas, las esquelas de los periódicos no dan abasto. Parece un mal chiste, pero ahora salen en un suplemento gratuito. Aguantan varias visitas al water, una excentricidad inconfesable que tengo, la lectura en el trono real. Todo sigue, el mundo lleva una eternidad viniéndose abajo, pero las generaciones se suceden sin que llegue ese prometido fin. Por mi parte me contento con lo que me queda, lectura, cine y Mahler, Gustav Mahler. Sigo escribiendo sin problemas e Internet me permite perpetuar mi modo de vida.
Hoy es el día , comeré lasaña a los 36 años de haber nacido. Soy un tipo con suerte. La retiro del congelador, transcurrida una hora comienzo su preparación. La saco de su envase, y según las instrucciones enciendo el horno para precalentarlo. La mantengo en la bandeja que viene con ella retirando el plástico. Cuarenta minutos a 180 grados grados, huele maravillosamente. Por último vierto la salsa especial que la acompaña. Me siento en la mesa y comienzo a comer, pero algo no va bien. No esta a la temperatura deseada. Voy a la cocina y saco el envoltorio donde se describe el proceso correcto. Lo enumero en voz alta por si algo se me ha escapado. Cuando termino de hacerlo sigo sin saber que he hecho mal. Miro el otro lado del envase y el corazón me da un vuelco. Un maldito slogan ha acabado conmigo. Lasaña preparada en cinco sencillos pasos.
Ahora solo hace frío.
TorokElTroll- Mensajes : 383
Fecha de inscripción : 12/11/2011
Emi- Mensajes : 8504
Fecha de inscripción : 21/05/2009
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Emi escribió:buen relato
gracias.
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Pues al final si que lo estoy adaptando para que sea un cortometraje...
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
- ¿Cuál, dime por favor, es la técnica del corazón explosivo?
- Simplemente, es el golpe más mortal de todas las artes marciales. Te golpea con la punta de los dedos, en cinco puntos de presión diferentes del cuerpo y después te deja ir. Pero una vez que diste cinco pasos, tu corazón explota dentro del cuerpo, y caes al suelo, muerto.
Adso- Mensajes : 33155
Fecha de inscripción : 03/12/2013
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
joder... pues no recordaba yo eso...
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Maniac escribió:joder... pues no recordaba yo eso...
Nada, a por otro proyecto.
Joseba- Mensajes : 71963
Fecha de inscripción : 02/09/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Joseba escribió:Maniac escribió:joder... pues no recordaba yo eso...
Nada, a por otro proyecto.
al margen de la coincidencia en el número no hay más paralelismo.
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Puedo hacer que sean seis, es mi historia.. Hago con ella lo que quiero...
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Maniac escribió:Puedo hacer que sean seis, es mi historia.. Hago con ella lo que quiero...
Ya, pero queda aquí reflejada la captura de pantalla para dar fe de tu primigenia mala fe.
Joseba- Mensajes : 71963
Fecha de inscripción : 02/09/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Joseba escribió:Maniac escribió:Puedo hacer que sean seis, es mi historia.. Hago con ella lo que quiero...
Ya, pero queda aquí reflejada la captura de pantalla para dar fe de tu primigenia mala fe.
- Spoiler:
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Maniac escribió:Joseba escribió:Maniac escribió:Puedo hacer que sean seis, es mi historia.. Hago con ella lo que quiero...
Ya, pero queda aquí reflejada la captura de pantalla para dar fe de tu primigenia mala fe.
- Spoiler:
Joseba- Mensajes : 71963
Fecha de inscripción : 02/09/2008
Re: Cinco pasos hacia el otro lado ( y otros relatos, de vez en cuando)
Voy caminando por una ciudad que bien podría ser Madrid.
No tengo ni idea de a donde voy, estoy solo y pienso que, al menos antes, estaría buscando alguna tienda de discos como justificación a haberme perdido.
Conforme avanzo por una gran avenida empieza a asomar la copa de lo que se revelará como un trasunto de una iglesia mastodóntica. No es una catedral, es una construcción relativamente nueva. De un estilo artístico indeterminado, nada que haya visto antes.
Minutos más tarde, con la cercanía, empiezo a escuchar un monótono zumbido de voces atrapadas en un mantra. Hay miles de personas dentro, se adivina con facilidad a través de un sordo estruendo. Me da pánico entrar, pero me estoy meando ( eso era así en el sueño, y en la realidad) y pienso que, una estructura de esa magnitud ha de tener un buen número de baños cerca.
Y así es,logro encontrar unos baños tras un rodeo renuente. Por suerte hay acceso directo desde la calle a través de los flancos a un patio interior donde estás rodeado de un aire viciado, noto como si una botella de ácido sulfúrico se hubiera derramado por cada hueco existente en mi columna vertebral. Encuentro unos baños inmensos, casi irreales. Logro mear (en el sueño), el instinto de supervivencia da al traste con cualquier convención social y hasta con mi estúpida timidez. Al tiempo que voy relajándome por fin empiezo a analizar el entorno. Las filas de urinarios desafían a la lógica,se pierden a la vista sin intentas contarlos. Hasta empiezo a dudar que no estén pintadas en alguna pared que engaña a la perspectiva. Salgo caminando con actitud de haber cometido el crimen perfecto. Olvidado un problema, aparece otro. No tengo ni idea de donde estoy, de como he llegado, y peor aún, de como se sale...tratando de mantener la calma observo el entorno. Todas las pareces están forradas con el mismo cartel, se repite infinitamente hasta que se pierde la vista, de igual forma que los urinarios, pienso con rapidez.
"EL IMPERATIVO NO ES DELITO (ellos no tienen la razón)"
Noto que las ganas de mear golpean de nuevo, con más fuerza si cabe (en el sueño y en la realidad) y me encuentro con un amigo que también se está meando... le digo que sé donde hay servicios.Arrojando un factor de control sobre el espacio absolutamente falso.
Lo veo reticente ,pero accede a ir por la presión de la vejiga. A mi me da igual su gesto fundido de urgencia y miedo, camino decidido junto a él. Al llegar de nuevo muchas puertas están cerradas, ahora parece que hay muchos más, hay muchos habitáculos similares. Vamos probando hasta que él encuentra abierta la que está más lejos de donde estoy. Cuando llego por fin, el ha terminado y ya está fuera.
Avanzo temeroso, la sala está a oscuras... pero eso me vuelve a dar igual. Atisbo bajo la luz mortecina que bajo cada urinario hay un charco enorme,quizá hayan hecho un descanso para mear y lo hayan hecho quince mil tíos sin ganas de apuntar. Espero un instante que parece una eternidad, se me acostumbra la visión a la falta de luz , y es entonces cuando me doy cuenta que la pintura blanca de los urinarios se ha derretido conformando un nuevo y simétrico paisaje...los urinarios palpitan y se asemejan a seres humanos deformes despellejados...se oyen gritos de pánico y desesperación... pero yo me estoy meando.Al tiempo que me acerco no se descifrar que partes del cuerpo son. Parecen torsos vueltos del revés a martillazos, cuyos bordes son extremidades y su desague esté vivo y consciente de manera inverosimil. Si son humanos, hay millones ; si están vivos, están sufriendo.
Se me presenta tal dilema moral, que decido despertarme. Y ya me he levantado y he ido a mear (en la realidad)
No tengo ni idea de a donde voy, estoy solo y pienso que, al menos antes, estaría buscando alguna tienda de discos como justificación a haberme perdido.
Conforme avanzo por una gran avenida empieza a asomar la copa de lo que se revelará como un trasunto de una iglesia mastodóntica. No es una catedral, es una construcción relativamente nueva. De un estilo artístico indeterminado, nada que haya visto antes.
Minutos más tarde, con la cercanía, empiezo a escuchar un monótono zumbido de voces atrapadas en un mantra. Hay miles de personas dentro, se adivina con facilidad a través de un sordo estruendo. Me da pánico entrar, pero me estoy meando ( eso era así en el sueño, y en la realidad) y pienso que, una estructura de esa magnitud ha de tener un buen número de baños cerca.
Y así es,logro encontrar unos baños tras un rodeo renuente. Por suerte hay acceso directo desde la calle a través de los flancos a un patio interior donde estás rodeado de un aire viciado, noto como si una botella de ácido sulfúrico se hubiera derramado por cada hueco existente en mi columna vertebral. Encuentro unos baños inmensos, casi irreales. Logro mear (en el sueño), el instinto de supervivencia da al traste con cualquier convención social y hasta con mi estúpida timidez. Al tiempo que voy relajándome por fin empiezo a analizar el entorno. Las filas de urinarios desafían a la lógica,se pierden a la vista sin intentas contarlos. Hasta empiezo a dudar que no estén pintadas en alguna pared que engaña a la perspectiva. Salgo caminando con actitud de haber cometido el crimen perfecto. Olvidado un problema, aparece otro. No tengo ni idea de donde estoy, de como he llegado, y peor aún, de como se sale...tratando de mantener la calma observo el entorno. Todas las pareces están forradas con el mismo cartel, se repite infinitamente hasta que se pierde la vista, de igual forma que los urinarios, pienso con rapidez.
"EL IMPERATIVO NO ES DELITO (ellos no tienen la razón)"
Noto que las ganas de mear golpean de nuevo, con más fuerza si cabe (en el sueño y en la realidad) y me encuentro con un amigo que también se está meando... le digo que sé donde hay servicios.Arrojando un factor de control sobre el espacio absolutamente falso.
Lo veo reticente ,pero accede a ir por la presión de la vejiga. A mi me da igual su gesto fundido de urgencia y miedo, camino decidido junto a él. Al llegar de nuevo muchas puertas están cerradas, ahora parece que hay muchos más, hay muchos habitáculos similares. Vamos probando hasta que él encuentra abierta la que está más lejos de donde estoy. Cuando llego por fin, el ha terminado y ya está fuera.
Avanzo temeroso, la sala está a oscuras... pero eso me vuelve a dar igual. Atisbo bajo la luz mortecina que bajo cada urinario hay un charco enorme,quizá hayan hecho un descanso para mear y lo hayan hecho quince mil tíos sin ganas de apuntar. Espero un instante que parece una eternidad, se me acostumbra la visión a la falta de luz , y es entonces cuando me doy cuenta que la pintura blanca de los urinarios se ha derretido conformando un nuevo y simétrico paisaje...los urinarios palpitan y se asemejan a seres humanos deformes despellejados...se oyen gritos de pánico y desesperación... pero yo me estoy meando.Al tiempo que me acerco no se descifrar que partes del cuerpo son. Parecen torsos vueltos del revés a martillazos, cuyos bordes son extremidades y su desague esté vivo y consciente de manera inverosimil. Si son humanos, hay millones ; si están vivos, están sufriendo.
Se me presenta tal dilema moral, que decido despertarme. Y ya me he levantado y he ido a mear (en la realidad)
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