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la foto de las moscas es la que mas repelus me ha dado

Brutal el fiambre con los mondongos fuera y el pajarito posado en lo alto.

locovereas escribió:Brutal el fiambre con los mondongos fuera y el pajarito posado en lo alto.

creo que esa es mi "favorita"

el reportaje en cuestión es espeluznante, la verdad
tiene que ser uno de los ríos más insalubres del mundo...

Y la peña bañándose en el río...
O te mata o te inmuniza.

El rio Ganges a su paso por Varanasi es tremendo. Estuve hace un montón de años y me chocó, me fascinó y me noqueó a partes iguales.

Fui una noche a un crematorio en un ghat (escaleras que hay en toda la orilla del rio) y impresiona. De día estuvimos en una pequeña barca mirando los crematorios rituales y recuerdo una imagen que no olvidaré: Un occidental (tal vez alemán) muy joven y totalmente ido. Estaba en calzoncillos bañandose y bebiendo agua de la orilla del rio. Todo muy cerca de donde quemaban a dos hindús.

En 2004 viajé a La India y una de las ciudades que visité fue Varanasi y lo recuerdo como uno de los sitios más fascinantes de todos mis viajes.
¿Que hay muertos en el Ganges? pues claro, yo también los vi, pero eso es normal, el cuerpo se purifica en el río sagrado y lo suyo es que se vaya descomponiendo para que los otros animales se beneficien de él y así purificar su alma.

Yo también me bañé en el Ganges y en los días en que estuvimos en aquel río, me consta que, cuando mandábamos en el hostal a lavar nuestra ropa, lo hacían en sus aguas y no pasa nada, aquí estoy.

Se dice que Canarias es un paraíso, yo les puedo demostrar a ustedes que, si me empeño, les puedo mostrar una cara de las "Islas Afortunadas" que se cagaban ustedes por las patas para abajo... y sin escatimar algún que otro muerto, y no por circunstancias religiosas.

Refrescospepito escribió:En 2004 viajé a La India y una de las ciudades que visité fue Varanasi y lo recuerdo como uno de los sitios más fascinantes de todos mis viajes.
¿Que hay muertos en el Ganges? pues claro, yo también los vi, pero eso es normal, el cuerpo se purifica en el río sagrado y lo suyo es que se vaya descomponiendo para que los otros animales se beneficien de él y así purificar su alma.

Yo también me bañé en el Ganges y en los días en que estuvimos en aquel río, me consta que, cuando mandábamos en el hostal a lavar nuestra ropa, lo hacían en sus aguas y no pasa nada, aquí estoy.

Se dice que Canarias es un paraíso, yo les puedo demostrar a ustedes que, si me empeño, les puedo mostrar una cara de las "Islas Afortunadas" que se cagaban ustedes por las patas para abajo... y sin escatimar algún que otro muerto, y no por circunstancias religiosas.

Hombre. No sé donde te bañabas, pero hacerlo muy cerca de los ghats y los crematorios puede ser...como mínimo una experiencia. Entiendo que no es lo mismo bañarse en otro tramo del larguísimo Ganges a hacerlo en el meollo del los gaths. Lo que sí recuerdo es el gran caudal del rio que realmente se llevaba todo.
A mi me daba mas aprensión ver a alguien bebiendo y al ladito a alguien lavandose.

F.I.N.E escribió:

Refrescospepito escribió:En 2004 viajé a La India y una de las ciudades que visité fue Varanasi y lo recuerdo como uno de los sitios más fascinantes de todos mis viajes.
¿Que hay muertos en el Ganges? pues claro, yo también los vi, pero eso es normal, el cuerpo se purifica en el río sagrado y lo suyo es que se vaya descomponiendo para que los otros animales se beneficien de él y así purificar su alma.

Yo también me bañé en el Ganges y en los días en que estuvimos en aquel río, me consta que, cuando mandábamos en el hostal a lavar nuestra ropa, lo hacían en sus aguas y no pasa nada, aquí estoy.

Se dice que Canarias es un paraíso, yo les puedo demostrar a ustedes que, si me empeño, les puedo mostrar una cara de las "Islas Afortunadas" que se cagaban ustedes por las patas para abajo... y sin escatimar algún que otro muerto, y no por circunstancias religiosas.

Hombre. No sé donde te bañabas, pero hacerlo muy cerca de los ghats y los crematorios puede ser...como mínimo una experiencia. Entiendo que no es lo mismo bañarse en otro tramo del larguísimo Ganges a hacerlo en el meollo del los gaths. Lo que sí recuerdo es el gran caudal del rio que realmente se llevaba todo.
A mi me daba mas aprensión ver a alguien bebiendo y al ladito a alguien lavandose.

Bebían agua y se lavaban y cagaban y meaban y bañaban a los animales... Está claro que hay que saber dónde bañarse. En la parte alta del río es lo mejor para hacerlo, está claro que no voy a pegarme un chapuzón al lado de cadáveres, eso no es sano.

Prefiero la Costa Brava, sinceramente.

Eloy escribió:Prefiero la Costa Brava, sinceramente.

Por cierto y hablando de baños, yo para bañarme este año me he enganchado a la costa de Tarragona.

F.I.N.E escribió:

Eloy escribió:Prefiero la Costa Brava, sinceramente.

Por cierto y hablando de baños, yo para bañarme este año me he enganchado a la costa de Tarragona.

Tiene playas chulas también.

Pero es otra cosa.

Yo no me baño ni cuando hace cuarenta grados. Odio los baños de mar.

Eso sí, lo de Varanasi lo tengo que ver algún día. El espectáculo humano tiene que ser indescriptible.

loaded escribió:Yo no me baño ni cuando hace cuarenta grados. Odio los baños de mar.

Eso sí, lo de Varanasi lo tengo que ver algún día. El espectáculo humano tiene que ser indescriptible.

Tengo los ojos muy delicados, una sola gota de agua salada y estoy un par de horas jodido.

Lo mismo con el cloro de las piscinas.

loaded escribió:Yo no me baño ni cuando hace cuarenta grados. Odio los baños de mar.

Eso sí, lo de Varanasi lo tengo que ver algún día. El espectáculo humano tiene que ser indescriptible.

Yo me aficioné hace mas de 10 años a la playa y todos los veranos lo disfruto mucho. Puedo llegar a mutarme en el ambiente como una lagartija. Solo necesito mi Creative, un periódico y agua. Este año he explotado las playas en Tarragona y lo voy a añorar hasta el 2011.

Varanasi es increible. De lo que visité en India, sin duda fue lo que mas me sorprendió. Todo es átavico y extremo. No me pareció una ciudad ni un país que te deje para nada indiferente. En un sitio así puedes agobiarte en 5 minutos o rendirte sin condiciones y dejarte ir.

Eloy escribió:Prefiero la Costa Brava, sinceramente.

Jajajaja

Eloy escribió:

F.I.N.E escribió:

Eloy escribió:Prefiero la Costa Brava, sinceramente.

Por cierto y hablando de baños, yo para bañarme este año me he enganchado a la costa de Tarragona.

Tiene playas chulas también.

Pero es otra cosa.

Eso es cierto. Son como el día y la noche.

Cuando yo estuve tuve la suerte de no encontrarme con nada de esto. Es más, me parecio mucho más impresionante la ceremonia de cremación en pashupatinath (en Kathmandú).

Eso sí, Benarés es un sitio impresionante. De la Índia es el primera imagen que me viene a la cabeza (mucho antes que el Taj mahal que en mi opnión está sobrevalorado)

estuve el año pasado y fue... toda una experiencia. Hay gente que asegura que es lo mejor de su viaje, a otros les horroriza... a mi ni lo uno ni lo otro. Si que me parece un sitio mágico y terrorifico a la vez, aunque disfruté más de lugares como Orccha o Kajuraho, menos masificados, por no hablar de Leh, en el norte de la india, donde estuve de trekking una semana y... bueno, aquello es la india, pero podría no serlo, porque te sientes como en nepal

en varanasi mi chica cayó enferma y estuve un día entero deambulando por las calles con un coelga que hice allí que llevaba todo un mes, tercer año consecutivo, aprendiendo rituales, participando en ellos, colocandose con ellos, estudiando la lengua... todo un personaje

cuando se repuso mi novia, fuimos a dar una vuelta en barca por el ganges, cosa obligada por turistada que parezca. y alli vi a unos niños chapoteando alegremente en el agua, junto con gente enjabonandose, lavandose los dientes... cerca del ghat de las cremaciones. y a su lado, un tio panzudo haciendose el muerto. si, eso pensé yo porque estaba a dos metros de los chavales. hasta que vi que tenía media cara comida por los peces. me impresionó ALGO. curiosamente, despues de estar allí 2 días y medio, parece que, no es que te insensibilices, sino que te mimetizas con el ambiente reinante. y más te vale. si veo algo así flotando en el nervión cuando lo cruzo a diario para ir a currar, me cago pata abajo. en cambio, mi primer muerto me pareció de lo más natural. también vimos craneos, huesos, perros comiendo... cosas, que es mejor no saber

perros. madre mía. en otro momento hago corta pega de un relato que escribí a cuenta de un breve transito nocturno por una calle llena de perros aullantes camino del hotel.

varanasi, toda una experiencia, si señor

Eso si que es un viaje, lo demas son mariconadas.

Ahora he recordado una situación rara por decirlo de alguna manera en Varanasi. El primer día que estabamos allí vi un tipo tirado en medio de la calle y envuelto en un sudario blanco. Tenía la cara descubierta y...estaba muerto. A sus pies había una vasija con algunas rupias.
Un tipo nos dijo que lo habían dejado allí para recolectar el dinero suficiente para poder pagar la leña y el santón que oficia la ceremonia.

Todo muy extraño. Había alguien controlando el dinero y esperando a reunir la pasta que faltaba.

Unos días mas tarde un guia que conocimos nos dijo que en la ciudad había un crematorio municipal, pero que no funcionaba la luz por falta de pago... No se si era realmente así o nos tomó el pelo, pero si hay un sitio donde pueden ocurrir cosas de este tipo, sin duda es la India.

esto lo escribí hace un año, y refleja como fue la ultima noche alli

Después de pasar un primer día cojonudo en Varanasi, llegó la inevitable cruz que suele tocarle a mucha gente: que tu salud (o tus tripas) te diga basta y se subleve. Después de ventitantos días era inevitable que uno de los dos pinchara, y mas si tenemos en cuenta el ritmo que llevábamos. Así que mi chica pasó una noche para recordar, de la cual ni me enteré, lo cual dice mucho de la profundidad de mi sueño (cosa comprensible después de ventipico años durmiendo en una habitación de 3 tíos con la carretera general al lado)

Ese día teníamos pensado ir a Sarnat, a visitar el sitio en el que Buda dio su primer discurso, pero tuvimos que cancelarlo, ya que ella no se podía mover de la cama a causa de la debilidad. Salí un par de veces, a comer algo, a pasear, mezclándome con la gente, con los grupos de intocables transportando cuerpos al ghat de Manikarnika para incinerarlos, en definitiva, pasé el día lo mejor que pude gracias además a Rubén, un vecino de habitación de lo mas freak que llevaba allí todo un mes (no en India: sólo en Varanasi) conociendo en profundidad los ritos, los funerales, fumando marihuana con ellos y entrando en trance como uno más.

A la noche la convencí para que saliera a comer algo, aunque fuera arroz hervido. Fuimos a un restaurante del centro. Para llegar hasta él teníamos dos opciones: o bien ir por el exterior, por los ghats, atravesando una zona bastante extensa sin iluminación, o bien por el laberinto de callejas. Para ir optamos por la segunda opción, y creo que ella tuvo ración más que suficiente de empujones, procesiones, olores diversos, vacas obstaculizando el camino y mierda en el calzado. Así que la vuelta de la cena decidimos hacerla por los ghats.

Y llegamos a la zona de la oscuridad, donde veías a gente tirada aquí y allá, vagabundos, shadus, moribundos, gente que te ofrecía un extenso catálogo de drogas “good for karma” (la verdad, mi conocimiento de estupefacientes se quedaba en el nº 10) y PERROS.

Íbamos con nuestros frontales iluminando el camino. El Ganges a la derecha, las escaleras de los ghats a a izquierda. Los perros empezaron a ladrar. A aullar. A pelearse entre ellos. A mirarnos con los ojos iluminados por nuestros frontales, vidriosos y de claro perfil SATANÁSICO. En medio de la casi total oscuridad, mientras cuerpos de gente (viva, o NO) ocupaban las esquinas; como si de un videojuego se tratase, o de una película en la que usan gafas de visión nocturna, los perros nos devolvían la luz en sus ojos, se cruzaban en nuestro camino, se apartaban, surgían de la nada, mientras intentaba aparentar serenidad para que no olieran nuestro miedo. Pensé, si entre estos perros hay un líder nato que ordena “hoy tenemos cena fresca y no restos de cadáver incinerado”, se nos echan encima. 10, 20 o 30. Y no lo contamos.

La agarré firmemente de la mano (hay que tener en cuenta que encima ella estaba débil después de todo un día casi sin comer y sin levantarse de la cama) y aceleramos el paso. “Como ultimo recurso me quedan las patadas”, pensé mientras miraba mis blandas playeras (llenas de mierda de vaca) fácilmente masticables que llevaba ese día. “Mis botas, que bien estan en Delhi”, pensé a continuación. Pero los perros no hicieron nada mas que mirarnos, ya que al parecer bastante tenían con su particular guerra civil. Y llegamos a donde comenzaba la luz de nuevo, que no era otro sitio que el ghat de Manikarnika, donde incineran cuerpos sin descanso noche y día: EL PARAÍSO. Al ver la columna de humo y aspirar el olor a churrasco nos sentimos como en casa, aliviados, eufóricos, felices, con ganas de coger al primer indio asistente las cremaciones y abrazarlo, aunque eso, pardiez, hubiera sido una falta de respeto, ya que no era ni el sitio ni el momento. Así que nos encaminamos hacia el hotel, aún con el corazón palpitando a cien por hora, pensando en por qué hostias nos ocurren estas cosas mas a menudo de lo que quisiéramos.

Visteis alguno a un Aghori?

clashcityrockers escribió:esto lo escribí hace un año, y refleja como fue la ultima noche alli

Después de pasar un primer día cojonudo en Varanasi, llegó la inevitable cruz que suele tocarle a mucha gente: que tu salud (o tus tripas) te diga basta y se subleve. Después de ventitantos días era inevitable que uno de los dos pinchara, y mas si tenemos en cuenta el ritmo que llevábamos. Así que mi chica pasó una noche para recordar, de la cual ni me enteré, lo cual dice mucho de la profundidad de mi sueño (cosa comprensible después de ventipico años durmiendo en una habitación de 3 tíos con la carretera general al lado)

Ese día teníamos pensado ir a Sarnat, a visitar el sitio en el que Buda dio su primer discurso, pero tuvimos que cancelarlo, ya que ella no se podía mover de la cama a causa de la debilidad. Salí un par de veces, a comer algo, a pasear, mezclándome con la gente, con los grupos de intocables transportando cuerpos al ghat de Manikarnika para incinerarlos, en definitiva, pasé el día lo mejor que pude gracias además a Rubén, un vecino de habitación de lo mas freak que llevaba allí todo un mes (no en India: sólo en Varanasi) conociendo en profundidad los ritos, los funerales, fumando marihuana con ellos y entrando en trance como uno más.

A la noche la convencí para que saliera a comer algo, aunque fuera arroz hervido. Fuimos a un restaurante del centro. Para llegar hasta él teníamos dos opciones: o bien ir por el exterior, por los ghats, atravesando una zona bastante extensa sin iluminación, o bien por el laberinto de callejas. Para ir optamos por la segunda opción, y creo que ella tuvo ración más que suficiente de empujones, procesiones, olores diversos, vacas obstaculizando el camino y mierda en el calzado. Así que la vuelta de la cena decidimos hacerla por los ghats.

Y llegamos a la zona de la oscuridad, donde veías a gente tirada aquí y allá, vagabundos, shadus, moribundos, gente que te ofrecía un extenso catálogo de drogas “good for karma” (la verdad, mi conocimiento de estupefacientes se quedaba en el nº 10) y PERROS.

Íbamos con nuestros frontales iluminando el camino. El Ganges a la derecha, las escaleras de los ghats a a izquierda. Los perros empezaron a ladrar. A aullar. A pelearse entre ellos. A mirarnos con los ojos iluminados por nuestros frontales, vidriosos y de claro perfil SATANÁSICO. En medio de la casi total oscuridad, mientras cuerpos de gente (viva, o NO) ocupaban las esquinas; como si de un videojuego se tratase, o de una película en la que usan gafas de visión nocturna, los perros nos devolvían la luz en sus ojos, se cruzaban en nuestro camino, se apartaban, surgían de la nada, mientras intentaba aparentar serenidad para que no olieran nuestro miedo. Pensé, si entre estos perros hay un líder nato que ordena “hoy tenemos cena fresca y no restos de cadáver incinerado”, se nos echan encima. 10, 20 o 30. Y no lo contamos.

La agarré firmemente de la mano (hay que tener en cuenta que encima ella estaba débil después de todo un día casi sin comer y sin levantarse de la cama) y aceleramos el paso. “Como ultimo recurso me quedan las patadas”, pensé mientras miraba mis blandas playeras (llenas de mierda de vaca) fácilmente masticables que llevaba ese día. “Mis botas, que bien estan en Delhi”, pensé a continuación. Pero los perros no hicieron nada mas que mirarnos, ya que al parecer bastante tenían con su particular guerra civil. Y llegamos a donde comenzaba la luz de nuevo, que no era otro sitio que el ghat de Manikarnika, donde incineran cuerpos sin descanso noche y día: EL PARAÍSO. Al ver la columna de humo y aspirar el olor a churrasco nos sentimos como en casa, aliviados, eufóricos, felices, con ganas de coger al primer indio asistente las cremaciones y abrazarlo, aunque eso, pardiez, hubiera sido una falta de respeto, ya que no era ni el sitio ni el momento. Así que nos encaminamos hacia el hotel, aún con el corazón palpitando a cien por hora, pensando en por qué hostias nos ocurren estas cosas mas a menudo de lo que quisiéramos.

Increible historia. Yo en tu situación con los perros no lo hubiera pasado muy bien. Otro animal que me daba respeto en la india eran los monos. Paseando por los cables de la luz, por la calle, en los templos. Tienen mala leche los jodios.
Yo en Varanasi la noche que fuimos a los crematorios de los ghats, pasamos por una callejuela sumamente estrecha y no había ninguna luz. Cero. Recuerdo que solo habían pequeñas velas en algunas partes y de golpe choqué con algo muy grande, que parecía enorme y taponaba la calle. Era un búfalo de agua o algo parecido. No sé ni como conseguimos pasar, pero lo hicimos. Igual que vosotros, también con los zapatos de mierda hasta el cuello. Y al igual que tu pareja, yo cogí unas fiebres y diarreas tremendas unos días mas tarde. Estuve KO tres días en Khajuraho.

Y ahora que has sacado el tema del "churrasco", a mi me chocó que realmente el olor de una persona quemandose es como una el de una barbacoa. Y lo digo sin cachondeo ni ironía. Que no se me mosquee nadie, pero es así.

desde mi cómodo sofá parece irreal

jajaja, pues es bien real, es una ciudad mágica, para lo bueno y para lo malo

Totalmente de acuerdo con lo dice un tipo en ese foro:
"Y la peña dándose un baño purificador en el lavadero de cadáveres. Sinceramente, la religión, sea cual sea, causa más estragos que beneficios entre la población sin recursos"

da un poquito de asco...

Yo estuve el verano pasado y la verdad es que me impactó menos de lo que pensaba. La primera impresión es fuerte, está claro, pero depende de la predisposición con la que vayas, creo.

El primer día, la llegada a los ghats fue nocturna y con prisa por llegar a la ceremonia que se realiza al anochecer. Pasar por un túnel a oscuras y tropezar con un cadáver fue lo que más me impresionó. El ser de noche, llegar a un sitio así, subir a una barca con cucarachas, ver “bultos” flotando alrededor de ti, las piras crematorias ... hace que estés inquieto por un lado y expectante por otro.

El espectáculo musico-visual que se organiza al anochecer, no obstante, me pareció un poco circense ... muy de turista.

Al día siguiente, al amanecer, es cuando más me gustó. A pesar de todo lo dicho, se respiraba un ambiente de absoluta tranquilidad y buen “karma”. El ver gente haciendo las abluciones en el río, a pesar de todo lo que “circula”, me pareció hasta “normal”, dentro de lo que cabe.

En uno de los ghats, el hombre encargado de una de las piras me invitó a acercarme más y, en contra de los que yo pensaba, el olor me pareció bastante ligero y nada desagradable. Posteriormente me invitó a entrar en un edificio donde se encontraban personas moribundas, esperando a morir para ser incinerados, pero decliné la invitación (esto ya me pareció excesivo).