Ernesto Sabato RIP

Charlie don't surf escribió:"El Túnel" me impresionó muchísimo. Recuerdo la lectura como una experiencia particularmente agobiante, con esa historia obsesiva que se va replegando cada vez más sobre si misma...un gran libro. No el leído los otros libros de Sábato.

Jincho escribió:

Charlie don't surf escribió:"El Túnel" me impresionó muchísimo. Recuerdo la lectura como una experiencia particularmente agobiante, con esa historia obsesiva que se va replegando cada vez más sobre si misma...un gran libro. No el leído los otros libros de Sábato.

sus otras dos novelas Sobre héroes y tumbas y Abaddón el exterminador no llegan al nivel de excelencia de El Túnel pero también tienen momentos memorables incidiendo nuevamente en esa densa temática de abandono y soledad

de ensayos tengo una deuda pendientísima con Ernesto, he de subsanarla

por cierto Charlie, ¿por dónde sigo con Camus? el único que he leído es, obviamente, El Extranjero y me impactó lo suyo

Bettie escribió:

Muy triste, muy triste, aunque el inexorable fin ya tardaba, uno de mis escritores favoritos, otra voz que perdemos los desheredados, cuidado con los ciegos!! No estoy de acuerdo con jincho en que Abaddon y Heroes no son lo suficientemente excelsos para mi si lo son y mucho sobre todo Heroes. Aguante Sabato!!

En Hombres y engranajes, Sabato no sólo trata de dar cuenta de la crisis universal que se avecinaba, la de Occidente, sino que también en algunos aspectos nos da su autobiografía espiritual. Inmerso en la ciencia positivista, Sabato se encontraba en primera fila para notar que la ciencia, creación del hombre, había escapado a su control e iba lentamente a esclavizarlo. Análisis profundo y lúcido de la técnica y de los motores que le son el dinero, la razón y el capitalismo, arraigado en la historia de Occidente desde el Renacimiento, este texto es uno de los más originales y más fuertes contra el mito del progreso y los males que  induce sobre la espiritualidad, la libertad, la fe en el hombre. Presenta una constatación ciertamente desilusionada pero mantiene la fe en el ser humano y cree en esos pequeños momentos fugaces durante los cuales sentimos que la vida tiene sentido.

Spoiler:

El motor de la historia es el resentimiento, que ―en el caso argentino― se acumula desde el indio, el gaucho, el gringo, el inmigrante y el trabajador moderno, hasta conformar el germen del peronista, el principal resentido y olvidado.

El desconocido coronel Perón, cuya estrella empezaba a levantarse sobre el horizonte vio claro que había llegado para el país la era de las masas. Y tanto su aprendizaje en Italia, su natural tendencia al fascismo, su infalible olfato para la demagogia, su idoneidad para intuir y despertar las peores pasiones de la multitud, su propia experiencia de resentido social -hijo natural como era- y por lo tanto su comprensión y valoración del resentimiento como resorte primordial de un gran movimiento de masas, y finalmente su absoluta falta de escrúpulos; todo lo capacitaba para convertirse no solamente en el jefe de las multitudes argentinas sino también en su explotador.