¿Alguien sabe que es lo que le pasa al foro?

Dust N Bones !? escribió:

red_mosquito escribió:

Dust N Bones !? escribió:

Admin Blas escribió: Mierda de publicidad de foroactivo, a la tarde pago y la quito

Gracias Blas.

Pero eso no es publicidad.
Si te instalas la supuesta actualización, te mete un virus.
Y si empezáis a ver (sin necesidad de instalaros nada) que al intentar entrar en youtube, google, facebook, etc, en ocasiones os sale un mensaje de ese tipo, es que ha infectado a vuestro router, y para arreglarlo tela. Yo tuve que comprarme uno nuevo al ver que los problemas que daba para arreglarlo.

Es que es spam, dusty.

Ok.
Yo después de la odisea con el router, tiemblo sólo de ver cosas raras.   

javi clemente escribió:Me salta publicidad, me cago en dios.

banners de la hostia de grandes.

Admin Blas escribió:

javi clemente escribió:Me salta publicidad, me cago en dios.

banners de la hostia de grandes.

Pues no son del foro, por lo menos en la teoria

red_mosquito escribió:

Admin Blas escribió:

javi clemente escribió:Me salta publicidad, me cago en dios.

banners de la hostia de grandes.

Pues no son del foro, por lo menos en la teoria

En el curro no tengo instalado ningún addblock y no hay publicidad. Me da que clemente ha visto guarreridas y se ha instalado algo sin querer.

red_mosquito escribió:Yo entro y no me da ningún mensaje de alerta.

Pásate a firefox.   

red_mosquito escribió:Yo entro y no me da ningún mensaje de alerta.

Pásate a firefox.   

JE_Galicia escribió:

red_mosquito escribió:Yo entro y no me da ningún mensaje de alerta.

Pásate a firefox.   

Acabo de entrar y me da el siguiente mensaje:



Y me niego a pasarme a Firefox.

Un saludo.

JE_Galicia escribió:

red_mosquito escribió:Yo entro y no me da ningún mensaje de alerta.

Pásate a firefox.   

Acabo de entrar y me da el siguiente mensaje:



Y me niego a pasarme a Firefox.

Un saludo.

Rockin' Yakuza escribió:Y por qué no te gusta el Firefox, JE?

JE_Galicia escribió:

Rockin' Yakuza escribió:Y por qué no te gusta el Firefox, JE?

Cosas de estar aburrido, ya que solo era por llevar la contraria al señor moderador, como en tu caso con Don Simón y Telefunken en el otro tópico, ya que también lo tengo como navegador para linux.  Y Chromium es una versión de Chrome para linux

Un saludo.

Rockin' Yakuza escribió:

JE_Galicia escribió:

Rockin' Yakuza escribió:Y por qué no te gusta el Firefox, JE?

Cosas de estar aburrido, ya que solo era por llevar la contraria al señor moderador, como en tu caso con Don Simón y Telefunken en el otro tópico, ya que también lo tengo como navegador para linux.  Y Chromium es una versión de Chrome para linux

Un saludo.

      

Ah vale, pero yo solo por llevar la contraria no eh! Es que son una enorme bosta y estoy convencido de que Napolitana ha creado el hilo solo por dar la nota.

Un saludo, JE   
R.Y

Txomin escribió:

Ya ni quotear, censura en el foro, la sombra del borbón?

CrackerSoul escribió:Cuando se intenta quotear es imposible poner comentarios.

¿Pero qué andáis jugando ahora con el código? Que no son horas hombre, que eso se hace de madrugada cuando no entra nadie.

red_mosquito escribió:

Txomin escribió:

Ya ni quotear, censura en el foro, la sombra del borbón?

¿Destronamos a blas?

¡PODEMOS!

Blas escribió:

CrackerSoul escribió:Cuando se intenta quotear es imposible poner comentarios.

¿Pero qué andáis jugando ahora con el código? Que no son horas hombre, que eso se hace de madrugada cuando no entra nadie.

probando

Txomin escribió:cuidado con las votaciones Blas.   

Blas escribió:

CrackerSoul escribió:Cuando se intenta quotear es imposible poner comentarios.

¿Pero qué andáis jugando ahora con el código? Que no son horas hombre, que eso se hace de madrugada cuando no entra nadie.

probando

deniztek escribió:La culpa es de zepp.

led zepp escribió:

deniztek escribió:La culpa es de zepp.

   

deniztek escribió:

led zepp escribió:

deniztek escribió:La culpa es de zepp.

   

  

Letizia, la Reina 'hipster' que ama a Los Planetas y a Miguel Noguera

«Total, que me voy al Teatro Alfil, al espectáculo de Miguel Noguera, que es un tío de lo más radical, que se ríe de todo y no tiene límites, y ¿a quién me encuentro en la cola? Pues a ella, otra vez. Flipante. ¡Yo ya no sabía qué cara poner!».

Además de excelente periodista cultural, el gallego Iago Fernández va camino de convertirse en un género periodístico en sí mismo.

Por una curiosa vía: la de retratar, a base de varios encuentros completamente casuales, el lado -cómo decirlo- más macarra y hipster de Letizia Ortiz Rocasolano, la ex periodista que en menos de un mes se convertirá, muy probablemente, en reina de todos los españoles.

Fernández, editor en Madrid de la revista Vice (o sea, Vicio en inglés), recibe llamadas estos días hasta de Latinoamérica para contar cómo se convirtió en improbable sosias (con piercing en la nariz y gafas de pasta) del mismímismo Jaime Peñafiel, después de trabar inesperada amistad con Letizia en varias de esas tan comentadas escapadas de la princesa al Madrid más underground.

Andanzas conocidas muchas de ellas, algunas a conciertos de lo más comercial, de Hombres G a Luz Casal, por ejemplo. Otras, sin embargo, más escogidas, como a los festivales D-Code (en la Complutense, donde vio a los estadounidenses The Killers en 2012) o al Primavera Club (donde disfrutó de Los Planetas, símbolo del pop español alternativo de los años 90).

El bar José Alfredo, junto a la Gran Vía, o el Costello, en la calle Caballero de Gracia, son algunos de los garitos más frecuentados por la casi reina, que por lo demás no tiene problemas en mezclarse con sus futuros súbditos, incluso hasta llegar a departir con ellos, como demuestran las peripecias con su inesperado biógrafo de Vice, que cuenta así su historia.

«La primera vez fue en la sala La Riviera, en el concierto de [la banda californiana] Eels. Yo estaba con mi novia, Rocío, en la barra de atrás. Letizia estaba allí y la gente no dejaba de mirarla, pero nadie la abordaba. Un poco pensando en hacer algo para la revista, le dije a Rocío: 'Voy a hablar con esta tía'. La abordé y en medio minuto ella había dado la vuelta a la tortilla y me preguntaba ella a mí si me molaba este disco o este otro. Estuvo encantadora, la verdad.Me preguntó por ejemplo si había leído el libro del líder del grupo [Cosas que los nietos deberían saber, una especie de biografía de Mark Oliver Everett]. Yo no lo había leído, ella me lo recomendó vivamente y al contar luego la peripecia en la revista me llamó el editor español, a quien casualmente conozco, para preguntarme: 'Tío, ¿pero esto es verdad?».

Letizia Ortiz, explica Fernández, no se contentó con enseñarle en su móvil las fotos que se acababa de hacer en el backstage con el grupo: «Cuando Rocío se nos acercó, Letizia empezó: 'Yo a ti te conozco de algo, me suenas mucho'. Rocío es actriz, así que empezó a decirle películas en las que había trabajado... Y resulta que la había visto en Diamond flash, de Carlos Vermut, que es una peli que más underground no puede ser... Ella va y le dice a Rocío: 'Si es que me gustaste tanto en la peli que te busqué por Google'. No dábamos crédito. Le digo: 'Pero Letizia, si es que esta peli no la ha visto ni la gente de mi oficina, por dios...'. Y me contesta: 'Qué pasa, ¿que no puedo ver cine yo?'. Nos dejó muñecos», dice Fernández, que llegó a hacerse una foto con la Princesa «pero luego la perdí, soy un desastre».

Cuatro meses después, segundo encuentro, esta vez en la cola de los cines Renoir Retiro (los Príncipes de Asturias suelen acudir a las salas de la misma cadena en la Plaza de Los Cubos, junto a Princesa). «Iba con Rocío a ver El lobo de Wall Street, la de Scorsese, ¿y a quién me encuentro en la cola de las palomitas? Nada, mandé a Rocío de avanzadilla y Letizia estuvo maja. Yo había publicado algo sobre aquel primer encuentro, y ella bromeó con Rocío: 'Oye, pero me dijo que no iba a publicar nada, ¿eh?'. Yo no quería hacer nada en principio, pero los amigos no me creían, se pensaban que todo era coña!».

El tercer encuentro fue el más singular: «Yo iba a ver a Miguel Noguera, que hace una cosa muy bestia que se llama ultrashows al Teatro Alfil, y traca, allí me la encuentro. Me acerco y me espeta: 'Bueno, parece que tenemos los mismos gustos'». Noguera es quizás el cómico español más extremo, vitriólico e inclasificable de la nueva generación, y no hace ascos a bromear con la violencia o con otras, digamos, zonas de sombra. «Después de cinco minutos hablando, me dice: 'Oye, que te quiero presentar a alguien. Mira, este es Felipe'. Él llevaba allí todo el rato y no me había dado cuenta, menudo empanao.Se sentaron en primera fila y después del espectáculo quisieron que Noguera se tomara una cerveza con ellos, pero a él, que es un tipo genial, le dio pudor e hizo lo que hace siempre: tiene por costumbre irse a un Vips a comer el plato de salmón. Hasta Miguel, que le conozco, flipó con ellos : estuvieron hablando y se conocían toda su obra, sus libros, sus ultrashows. Todo».

deniztek escribió:Exasperante lentitud, sí

Txomin escribió:   

led zepp escribió:

deniztek escribió:Exasperante lentitud, sí

A mi me va correctamente..

Godofredo escribió:La culpa es de letizia, que desde que se ha hecho gafapasta le ha dado por el foro -lógico y normal- y cada vez que se mete se trae consigo a medio CNI.

http://www.elmundo.es/madrid/2014/06/04/538e4f5a22601dc6368b456c.html

Letizia, la Reina 'hipster' que ama a Los Planetas y a Miguel Noguera

«Total, que me voy al Teatro Alfil, al espectáculo de Miguel Noguera, que es un tío de lo más radical, que se ríe de todo y no tiene límites, y ¿a quién me encuentro en la cola? Pues a ella, otra vez. Flipante. ¡Yo ya no sabía qué cara poner!».

Además de excelente periodista cultural, el gallego Iago Fernández va camino de convertirse en un género periodístico en sí mismo.

Por una curiosa vía: la de retratar, a base de varios encuentros completamente casuales, el lado -cómo decirlo- más macarra y hipster de Letizia Ortiz Rocasolano, la ex periodista que en menos de un mes se convertirá, muy probablemente, en reina de todos los españoles.

Fernández, editor en Madrid de la revista Vice (o sea, Vicio en inglés), recibe llamadas estos días hasta de Latinoamérica para contar cómo se convirtió en improbable sosias (con piercing en la nariz y gafas de pasta) del mismímismo Jaime Peñafiel, después de trabar inesperada amistad con Letizia en varias de esas tan comentadas escapadas de la princesa al Madrid más underground.

Andanzas conocidas muchas de ellas, algunas a conciertos de lo más comercial, de Hombres G a Luz Casal, por ejemplo. Otras, sin embargo, más escogidas, como a los festivales D-Code (en la Complutense, donde vio a los estadounidenses The Killers en 2012) o al Primavera Club (donde disfrutó de Los Planetas, símbolo del pop español alternativo de los años 90).

El bar José Alfredo, junto a la Gran Vía, o el Costello, en la calle Caballero de Gracia, son algunos de los garitos más frecuentados por la casi reina, que por lo demás no tiene problemas en mezclarse con sus futuros súbditos, incluso hasta llegar a departir con ellos, como demuestran las peripecias con su inesperado biógrafo de Vice, que cuenta así su historia.

«La primera vez fue en la sala La Riviera, en el concierto de [la banda californiana] Eels. Yo estaba con mi novia, Rocío, en la barra de atrás. Letizia estaba allí y la gente no dejaba de mirarla, pero nadie la abordaba. Un poco pensando en hacer algo para la revista, le dije a Rocío: 'Voy a hablar con esta tía'. La abordé y en medio minuto ella había dado la vuelta a la tortilla y me preguntaba ella a mí si me molaba este disco o este otro. Estuvo encantadora, la verdad.Me preguntó por ejemplo si había leído el libro del líder del grupo [Cosas que los nietos deberían saber, una especie de biografía de Mark Oliver Everett]. Yo no lo había leído, ella me lo recomendó vivamente y al contar luego la peripecia en la revista me llamó el editor español, a quien casualmente conozco, para preguntarme: 'Tío, ¿pero esto es verdad?».

Letizia Ortiz, explica Fernández, no se contentó con enseñarle en su móvil las fotos que se acababa de hacer en el backstage con el grupo: «Cuando Rocío se nos acercó, Letizia empezó: 'Yo a ti te conozco de algo, me suenas mucho'. Rocío es actriz, así que empezó a decirle películas en las que había trabajado... Y resulta que la había visto en Diamond flash, de Carlos Vermut, que es una peli que más underground no puede ser... Ella va y le dice a Rocío: 'Si es que me gustaste tanto en la peli que te busqué por Google'. No dábamos crédito. Le digo: 'Pero Letizia, si es que esta peli no la ha visto ni la gente de mi oficina, por dios...'. Y me contesta: 'Qué pasa, ¿que no puedo ver cine yo?'. Nos dejó muñecos», dice Fernández, que llegó a hacerse una foto con la Princesa «pero luego la perdí, soy un desastre».

Cuatro meses después, segundo encuentro, esta vez en la cola de los cines Renoir Retiro (los Príncipes de Asturias suelen acudir a las salas de la misma cadena en la Plaza de Los Cubos, junto a Princesa). «Iba con Rocío a ver El lobo de Wall Street, la de Scorsese, ¿y a quién me encuentro en la cola de las palomitas? Nada, mandé a Rocío de avanzadilla y Letizia estuvo maja. Yo había publicado algo sobre aquel primer encuentro, y ella bromeó con Rocío: 'Oye, pero me dijo que no iba a publicar nada, ¿eh?'. Yo no quería hacer nada en principio, pero los amigos no me creían, se pensaban que todo era coña!».

El tercer encuentro fue el más singular: «Yo iba a ver a Miguel Noguera, que hace una cosa muy bestia que se llama ultrashows al Teatro Alfil, y traca, allí me la encuentro. Me acerco y me espeta: 'Bueno, parece que tenemos los mismos gustos'». Noguera es quizás el cómico español más extremo, vitriólico e inclasificable de la nueva generación, y no hace ascos a bromear con la violencia o con otras, digamos, zonas de sombra. «Después de cinco minutos hablando, me dice: 'Oye, que te quiero presentar a alguien. Mira, este es Felipe'. Él llevaba allí todo el rato y no me había dado cuenta, menudo empanao.Se sentaron en primera fila y después del espectáculo quisieron que Noguera se tomara una cerveza con ellos, pero a él, que es un tipo genial, le dio pudor e hizo lo que hace siempre: tiene por costumbre irse a un Vips a comer el plato de salmón. Hasta Miguel, que le conozco, flipó con ellos : estuvieron hablando y se conocían toda su obra, sus libros, sus ultrashows. Todo».