Concurso de MICRORRELATOS Azkenero - Ronda 21ª - Votaciones cerradas. Procedemos al recuento...

Frase de la semana:  Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido.

Normas:

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Clasificación Ronda 20:

Clasificación general:

Clasificación por puntos:

¡Recordad que debéis enviarme los relatos por privado!

1. Paraíso amazónico.

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. La entrada era vigilada por dos osos perezosos, que esquivé con tres rápidos pasos, pero el rugido del jaguar me detuvo en seco.
En ese instante apareció un tamarino león dorado que, agarrándome del dedo meñique, me guió por un pasillo hasta un estanque que ocupaba el centro del atrio, donde estaba la tortuga matamata, la reina, escoltada por un delfín rosado y una nutria gigante.
Debían estar esperándome, ya que todo el templo estaba ocupado por capybaras, anacondas, guacamayos, mariposas búho,monos araña, colibríes y múltiples especies hasta entonces desconocidas por mí.
Imité la reverencia del oso hormiguero y la reina hizo un gesto, tras el cuál un tucán salió volando, y poco después volvió con un caimán negro que me ofreció amablemente una caipirinha.
En ese preciso momento decidí quedarme aquí. Para siempre.

2. Parchís y Oca

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Estábamos preparados para indígenas armados con lanzas, mujeres semidesnudas, sacrificios humanos y amuletos de sobrenaturales poderes, pero lo que mi hermano y yo encontramos fue muchísimo más aterrador. Sentado sobre la rueda de un viejo tractor se hallaba papá, apretando contra su nariz unas bragas de nuestra prima Clara mientras con la otra mano se la pelaba con la ferocidad de un mono gibraltareño. Fue la última vez que jugamos a Indiana Jones. El resto del verano en el pueblo fue un tedioso maratón de Parchís y Oca.

3. La X marca el lugar

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Dentro todo estaba en su sitio correspondiente: el falso ídolo de oro encima del soporte central, unas escaleras hechas con cañas de bambú que llevaban a un piso superior y musgo por las paredes. Cuando la bola gigante de cartón-piedra rodó hacia mi posición, todo el público que abarrotaba el teatro explotó en estruendoso aplauso. No fueron tan benevolentes cuando me partí el labio con el látigo en el siguiente acto.

4. Natura

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Respiré hondo y grité todo lo fuerte que pude a la naturaleza. Me quité la ropa, dejando que el frío penetrara en mi cuerpo y notando la hierba húmeda bajo mis pies.
Conforme pasaban los días sentía crecer el vello, notaba que mi masa muscular aumentaba. Mi cuerpo, lleno de pequeños cortes y magulladuras cicatrizaba velozmente. Me movía etéreo entre los árboles, sólo protegido por un trozo de tela que cubría las zonas más sensibles. Empecé a entender a los animales y ellos a mi. Ya no sé distinguir si soy un animal o un hombre, poco me importa ya. Lo que nunca les diré es la ubicación del templo perdido.

5. El néctar olvidado

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Había insistido en su búsqueda pues no eran pocas las maravillas que había oído contar.
Mis ojos se fueron acostumbrando a la oscuridad reinante mientras permanecía de pie a pocos pasos de la entrada. Poco a poco fui descubriendo con la mirada diversos tesoros de otro tiempo, ordenados con mimo y pulcritud. Un pantone universal de tonalidades comenzaron a ofrecerse ante mis ojos, incrédulos ante lo que allí se exhibía.
Avancé receloso hasta aquel muro de piedra que rodeaba el altar, paseé mis manos temblorosas sobre su lomo y calculé mis posibilidades. Reparé en aquellos ojos amodorrados que parecían preguntar sin hacerlo. Llegado el momento de comprobarlo, mi reseca lengua chasqueó:

-Una copa de soberano, por favor. En un vasito ámbar, si puede ser.

6. Distorsión

7. Xilitla

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Nubes de mariposas comarca sobrevolaban columnas que no sostenían nada, escaleras que no subían, puertas que se abrían al aire y tallas caprichosas fusionadas con la selva.

"Manos de gigante" me ofrecieron paz y en "La casa de 3 pisos que pudieron haber sido 5" me acecharon los pecados capitales del "Pasillo de las siete serpientes". Me enfrenté a estegosaurios, atravesé una flor de lis y llegué al "Templo de dos columnas": plintos de zapatos de astronauta y una escalera helicoidal mostraban las 3 edades del hombre. Una enorme bromelia regalaba verdad y unas navajas custodiaban la entrada al paraíso: 33 teclas de piano. "La escalera del cielo".

Quinientos años desaparecido… había encontrado el templo arquitectónico del siglo XX. Bienvenidos a Las Pozas de Edward James. Un lugar que tiene alas y a la noche canta.

8. Triángulo amoroso

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Todos estallamos en vítores conscientes de que nuestra odisea llegaba a su fin y seguíamos vivos para contarlo. Subidos a unas sensaciones que hace ya mucho nos eran ajenas, aproveché para lanzarla un beso clavando nuestras miradas en otra vida. Enfurecido, el director de juego introdujo un evento aleatorio que terminó conmigo inconsciente y lisiado tras las pertinentes tiradas. No me importó, sus ojos seguían mirando más allá del Dungeons & Dragons.

9. Caprichos arqueológicos.

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. El acceso era menos intrincado de lo previsto. Dentro ya, tomé fotos y grabé mis observaciones durante varias horas, recreándome en los hallazgos, anticipando el impacto en la historia de la Arqueología.
Antes de irme coloqué, tal como había planeado, diseminadas y sin dejar huellas, el proyectil de piedra mongol de siglo Vll, el fragmento fósil de hueso de mamut, restos del juego africano del IX, la pieza de ajedrez aqueménida y me entretuve en elegir varias rocas y colocarlas en un círculo simulando la forma de Stonehenge.
Seguramente faltaban pocos días para que el equipo de J.W. Thompson diera con la ubicación exacta del templo. Los próximos números del British Archaelogy Magazine iban a ser divertidísimos.

10. النجم الأسود Estrella Negra

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Las indicaciones eran precisas. Subí la cambiante y desigual escalinata hasta llegar a lo alto. Desde arriba las estrellas parecían más cercanas y temblorosas. Mientras que abajo, sobre aquella estrella negra de materia degenerada, reposaba la esfinge igual que una cosmonave dispuesta a partir hacia Marte. Tiempo atrás, alucinados ancianos con los ojos en blanco cayeron en trance ante sus garras mientras fervorosos sacerdotes corrían por el templo a toda prisa intentando descifrar el mensaje que llegaba de las estrellas. Y el mensaje repetía una y otra vez lo mismo: Él será rey. Ella será reina. Ahora estoy en una estación de metro de Berlín, leyendo las noticias sobre el descubrimiento. Y recuerdo que tú y yo estuvimos allí antes de que el mundo lo supiera. Fuimos héroes, durante un día.

11. Polvo de estrellas

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. En la pared, una esfera fundida en negro. Sobre ella, tres reconocibles rayas rojas unidas entre si. No pude evitar sentir un ligero escalofrío. Resultaba curioso. Nunca me habían interesado lo más mínimo las historias acerca de viejas y extravagantes fábulas. Y sin embargo, ahí estaba, dispuesto a creer en ello.

Me armé de valor y empujé con fuerza la puerta. Conforme avanzaba, furiosos acordes sobrevolaron los pasadizos de aquel insólito lugar. Al fondo, una figura de andrógino aspecto se erigía sobre el escenario. No podía ser cierto. Sacudí la cabeza, pero su imagen permanecía intacta, inalterable, rodeada de sus antiguos camaradas de profesión.

Me acerqué a ellos: 'Ustedes no me conocen, aunque eso ahora no importa. Muchas gracias por todo'.

Divisé la salida. Era hora de volver a casa.

Disfrutad de vuestro retiro. Os lo habéis ganado.

12. Un hombre corriente

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. En él vivía una tribu conformada por decenas de preciosas amazonas. El terreno que lo circundaba era tan abrupto, y la selva tan densa, que todos los intentos por aventurarse lejos de sus muros terminaban de forma catastrófica. Solo en el mejor de los casos conseguían volver extenuadas al punto de partida. Por ello, se alimentaban únicamente de los frutales cercanos, y rara vez de algún animal que cazaban en las inmediaciones.

En las semanas que llevo aquí, la vida de la tribu ha mejorado mucho: asiduamente vamos a una cascada lejana para bañarnos, recolectamos frutos deliciosos y extraños en lugares antes impensables, colocamos trampas en los lugares más propicios, e incluso nos alejamos buscando la intimidad que precisa el acto sexual.

Ellas me llaman "el enviado del cielo", pero solo soy un hombre corriente con un GPS.

13. Nada Brahma

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. El Santuario de la Resistencia Sonora estaba ubicado entre las ruinas de la extinta ciudad llamada Fortaleza destruida tras la llegada del silencio y avistada por los exploradores poco después del deshielo.

Cuando enganchaba aquel sistema de altavoces, baterías y placas solares pensaba en que la posibilidad real de que ese Dios venido de otro mundo existiera era remota pero cuando aquel ruido comenzó a sonar no pude evitar llorar mientras tatareaba haciendo extraños ruidos. Tal y como me dijeron, aquello era parte del deshielo del sonido.

Mirándome en una de las placas recompuse mi emborronado rayo dibujado sobre mi ojo derecho y dibujé uno idéntico, pero enorme, sobre la puerta del templo. Al regresar y a punto de traspasar de nuevo las lianas miré hacia atrás. Puede que no exista pero ¿No lo ha cambiado todo?.

14. Enganchado a ti

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Por fín. Llegó el momento mil veces soñado.
Caminé decidido, estudié el portón, y saqué mi llave plateada.
En ese preciso instante una flecha con punta de diamante atravesaba mi craneo. Mientras me tambaleaba, eché mano de las botellitas de agua que me quedaban....en vano...Game Over.
Triste y feliz, abandoné el salón. Tenía que buscar veinticinco pesetas como fuera. Ésta sí que sería una aventura de las buenas.

15. Lianas

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Traduzco: mi nuevo psiquiatra cubría la puerta de su consulta con un horrible cortinaje. Mi cabeza vaga por una realidad diferente, mejor o peor, no lo sé. Mi meta es vivir incomunicado porque no soporto nada ni a nadie; sencillamente no me interesa lo ajeno. Las imágenes de lo cotidiano son únicamente como las quiero ver y así seguiré.
Con un potente grito y agarrado a las lianas entro de un salto en el despacho del sorprendido galeno. Para sentar las bases más que nada.

16. Deseo de aventura

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Corro hacia la entrada mientras esquivo cada lanza con un tempo perfecto, sin experimentar la más mínima emoción. Subo los escalones con insultante confianza mientras los dardos silban como de costumbre a mis espaldas. Siguiendo mi rutina cojo el ídolo, beso a Marion —sin lograr simular la pasión de la primera vez— y nos lanzamos por la catarata. Recibimos la ovación acostumbrada. Tres veces al día, seis días a la semana.

Mis hastiados ojos se alejan del público, se me ilumina la mirada al ver la atracción contigua. Príncipe Encantador y Bella están en el punto culminante de su número. Esos granujas refriegan sus lenguas sin disimulo ante mi desde hace un mes. Sueño cada noche con explorar cada centímetro de la piel de ambos a chasquido de látigo.

17. Tesoros

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. No era como lo recordaba. El polvo se había acumulado en las esquinas y las malas hierbas habían surgido de entre las piedras. ¿Qué había sucedido?

-Ya era hora, chaval –oí-. Ahora te toca a ti cuidar de esto.

Me volví para ver quién me hablaba y descubrí un joven vestido de negro, con el pelo demasiado largo. Tuve un flash en el que me vi saliendo de un concierto con esa misma ropa y con ese mismo pelo que ahora ya me raleaba.

-Esfuérzate un poco, no hagas como la última vez –me regañó-. Y sobre todo… ponle un poco de cariño, hombre.

Y ahí sigo, intentando crear cada día nuevos tesoros para mi templo perdido. Para que la próxima vez que alguien lo visite, tal vez, lo sienta más acogedor.

18. La ciudad del templo

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Un gigante de piel de madera surgía con agresividad de su interior y con sus largos brazos acariciaba el resto de estancias, como si temiese que se fueran a escapar. Admito que recorría con miedo este trozo de mundo, sentía que innumerables ojos me miraban con cierto reproche. Y después de caminar dos kilómetros descubrí que no me equivocaba. Delante de mí se erguían gigantes de dos caras, eran muchos y duros como la piedra, pero el miedo se escapó de mi cuerpo, todas esas caras, incluso las que no me podían observar me regalaban sonrisas bonachonas. Les di la espalda con la intención de descubrir si cuando me volviese me seguirían sonriendo. Pero donde debía haber paz y tranquilidad había dos conductores de tok tok discutiendo en jemer por un turista. Y regresó el miedo, recordé Madrid.

19. La Piscina Carmesí

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Me adentré en la oscuridad de sus pasillos, examinando los bajorrelieves e inscripciones. Perdí la noción del tiempo mientras me debatía entre el horror y la curiosidad insana ante aquellos misterios insondables. En la gran cámara, la piscina carmesí brillaba a la luz de la linterna. Me asomé y mi reflejo se diluyó en el líquido viscoso entre visiones de otros mundos, de tiempos pasados y futuros. Una voluntad que no era mía me hizo sumergirme en la piscina. Traspasé la frontera. Viví en eras y lugares remotos. Conocí el Caos Primordial y los seres que habitan en la profundidad de los océanos y más allá de las estrellas. La horrible sensación de ser observado me impulsó a salir, boqueando en busca de aire.

Me conocen.

Me seguirán a través de la piscina.

Debo destruir el templo.

20. Enhorabuena

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Sin quererlo. Las cálidas paredes de la habitación se iban separando y me dejaban caer hacia ese agujero helado, lleno de luz blanca. La vegetación espesa a cuyo abrazo continuo estaba acostumbrada se deshacía de mí. Me resistía, pero sabía que tarde o temprano tendría que entrar, o me sacarían a la fuerza. Al final me dejé llevar. Unas manos estériles agarraron mi cabeza, y a través de mis lágrimas de rabia pude ver que el templo, inmenso, estruendoso, estaba lleno de caras desquiciadas e inexplicables gritos de felicidad.

21. El Descontento de la Modernidad

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Al fondo, se alzaba su guardián.

- Siéntese y hábleme de sus problemas.
- Yo no tengo ningún problema.
- Dígame, ¿qué deseaba usted encontrar en este lugar?
- No buscaba nada.
- Entonces, váyase y no vuelva jamás.
- ¿Por qué?
- Porque este templo se nutre de fantasías, mitos y mentiras. Sólo así mantendrá el consuelo y las ilusiones no marchitarán.

22. Horizontes

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Ahí empezó la segunda fase del juego, pero se me cascó a los dos minutos. La madre que lo parió. El plan para la tarde dinamitado. Me quedé pensando, tras apagar la consola. Pensar está bien, reconocí después de un rato. Y seguí otro rato más. Repasé cosas que me habían ocurrido ultimamente. Intenté descifrar otras que me estaban pasando y, sobre todo, le di vueltas a algunas que deseaba que me sucediesen. Fue fantástico. Después me asomé la ventana. La calle estaba puesta de sábado. Tenía la mirada brillante, no necesitaba un espejo para verlo. Y decidí salir a pasearla.

23. Mentira piadosa

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido.
Me adentré despacio y miré con incredulidad. A través de un humo apestoso se intuía una mujer tristemente disfrazada de bruja mover una escoba con desgana. A su derecha, lo que suponía una momia fumaba un cigarrillo.
Mi mayor ilusión era ir a Disneyworld, un sueño imposible.
Deambulé un rato más por el interior de esta carpa tristemente decorada evitando tropezar con serpientes de goma. Por encima de la música se oían los gritos de niños que saltaban en las camas elásticas.
Salí corriendo hacia mi padre, que al abrazarme susurro con voz rota: lo siento mucho...
Levanté la cabeza y sonriendo le mentí entre saltos:¡¡¡me ha encantado papá. Es el mejor regalo de cumple de mi vida!!!
Le apreté con fuerza la mano mientras salíamos de la feria, notando todos sus callos, todas sus durezas.

24. Montserrat, 5046 D.C

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Al sur las olas rompían contra los acantilados cercanos, y poco más allá del increíble amontonamiento de roca conglomerada que me rodeaba, veía la antigua fachada de color ocre y la base del campanario. Decidí volver sobre mis pasos y no comunicar a nadie mi hallazgo. Creí que, a pesar de que su repugnante afán de poder les llevara a aquel terrible holocausto nuclear, merecían seguir descansando en paz.

25. ¡Por fin!

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Había tardado nueve días y ocho noches en dar con él. Me saqué un selfie con las ruinas y emprendí el camino de vuelta.

26. Ultima misión

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Fue bastante fácil encontrarlo para tratarse de la ultima misión. Descifré con maestría el mecanismo de apertura de sus puertas de roca tallada y se abrieron entre estruendos y polvareda.

La absoluta oscuridad de su interior me obligó a encender la antorcha y contemplar aquellas intimidantes figuras. Di dos pasos hacia una enorme pantera y cobró vida desprendiéndose de su piel de piedra, como si llevara siglos esperándome, mostró sus fauces. Le apunté y oí unos pasos rápidos y cercanos… Todo se volvió negro de golpe.

-¿Qué haces? (grité) Déjame, que estoy terminando.

-Ya esta bien, Alfredo. Tienes que llevar a los niños a natación.

-Venga. Enciende que guarde la partida. Un minuto.

-¡Ni uno, ni medio! Todo el día enganchado con la Lara Croft esa… ¡Coño, ya!

27. Utopías y pedazos

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Cada día igual, figurar que detrás de aquellas sábanas recortadas se escondía un idílico cobijo. Así lo era para mi pequeño Wafiq, que se pasaba horas detrás de aquellas telas sucias jugando a ser un rey sin reino. No sería osado decir que él era de las pocas personas de todos los que estábamos allí que sonreía de vez en cuando. El miedo y la espera para la llegada de las barcas superaban la inocencia del resto y la poca esperanza que intentábamos mantener.

Entonces todavía no sabíamos que el refugio de sábanas y troncos no sería mucho peor que los “templos” prometidos del otro lado del Mediterráneo.


28. Circa 1981

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido.
Dudé un instante, pero armándome de valor traspasé la puerta al fin y un cemento casi en ebullición abrasó al momento mis pies desnudos. No me importó, no había llegado tan lejos para volverme atrás.
Medio cegado por la luz, mientras avanzaba reparé en un extraño árbol de áspero aspecto que trepaba amenazante por la pared de mi derecha. A mi izquierda una colección de misteriosos artefactos despertaban mi curiosidad. Decidido, seguí adelante.
Y ahí estaba ese vociferante ser erguido sobre su trono, desafiándome desde lo alto. Me abalancé sobre él y en segundos todo fue un caos de gritos, golpes y plumas verdes.
"José, ¡ya te has vuelto a dejar abierta la puerta del patio y el niño le ha echao mano al loro!", gritaba mi abuela mientras me sacaba en volandas del templo perdido.

29. El viaje

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Noté un ambiente cargado y sofocante. De las paredes salían destellos y, al tocarlas, notaba como si mis dedos ardieran. La habitación se expandía y menguaba a su antojo, acrecentando mi sensación de mareo. Vagaba por el lugar rodeado, ocasionalmente, por unos seres de colores que eran como grandes culos con pequeños brazos y piernas que se dedicaban a hacerme tropezar. Se oían risas y lamentos terroríficos. Perdida la noción del tiempo, sólo sé que pasé allí tres horas por lo que me contaron después. Javi está loco por pillar otra vez, lo suyo fueron todo risas. Yo no creo que vuelva a probarlos. Bueno, no sé.

30. ¿Cómo te lo digo?

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido.
.- Joder Manolo, te he dicho que no he tenido tiempo de depilarme el coño.
.- Ya hija mía pero es que se me llena la boca de pelos y yo no estoy acostumbrado a merendar mientras follamos.
Pilar se levanta de la cama en un ejercicio de gimnasta olímpica y corre por el pasillo refunfuñando y generando aire para iluminar una población pequeña con sus aspavientos, aquel romanticismo ensortijado donde las palabras se tornaban caricias y las caricias eran poemas sobre su espalda da paso a un tiempo de soberbia que pesa, apisona y vence el deseo.
Pilar se gira sobre si misma, corre por el pasillo y grita: ¡MANUEL, ESTOY EMBARAZADA!

31. En la morada de los antiguos innombrables


Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Sthauga bisbiseó:

-Aquí es donde reposan nuestros enviados primigenios.

Penetramos en su interior. Los colosales muros revelaban una antigüedad más allá de cualquier medida humana. Percibí un estremecimiento en el gelatinoso cuerpo de Sthauga:

-¡Muestra Madre Primordial!

Yo me había arriesgado a llegar hasta las entrañas del báratro para suplicar que los nuestros alcanzaran la victoria. Pero ante la hórrida visión reptante me desvanecí.

Cuando recuperé la conciencia, me hallé en una celda viscosa, tendida desnuda sobre una losa glacial e incapaz de moverme. Sthauga acariciaba suavemente mi cabello con sus tentáculos. Sentía las miradas de los infraseres escudriñando mi cuerpo, pero no los podía ver. Apenas un tenue hilo de voz emergió de mi garganta:
-¿Dónde... dónde estamos, Sthauga?
-En casa...

32. No siempre ganan los buenos

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido. Era mucho más pequeña de lo que había imaginado, hecha, seguramente por los diminutos habitantes de la isla. Al poco de entrar, agachado, la luz del exterior comenzó a escasear. Fue entonces cuando caí encima de los restos de lo que seguramente sería un anterior explorador. Con las telas de su ropa hice la antorcha que me perimitió llegar hasta la puerta final. Con la tensión de quien no sabe lo que se encontrará tras abrirla, empujé la pesada puerta. Después de tanto tiempo buscándolo, al fondo de la galería, se encontraba El Ídolo. Lástima que al lado de mi trofeo también estaba él, Belloq.

Vaya frase,Sean Conery

Si eso ya nos das todo el relato y nosotros jugamos a poner el titulo.

Preveo relatos muy guarros.

Hostia, Sean, te has lucido.

vaya frase... no me gusta

Pues a mi me gusta. Un relato de aventuras, o de aventuras en el puticlub.

Fenderman escribió:Pues a mi me gusta. Un relato de aventuras, o de aventuras en el puticlub.

Hemos pensado lo mismo. Indiana jones en el Titty Twister.

Elsanbenito escribió:

Fenderman escribió:Pues a mi me gusta. Un relato de aventuras, o de aventuras en el puticlub.

Hemos pensado lo mismo. Indiana jones en el Titty Twister.

Buf, demasiado cerrado para que no se repitan ideas. Lo del templo vale, pero lo de las lianas es demasiado específico.

Uyyyy
Voy a tener que ir a google,no tengo ni idea que son lianas.

Joder, Sean.

Vaya.
Son hojas.

DarthMercury escribió:Buf, demasiado cerrado para que no se repitan ideas. Lo del templo vale, pero lo de las lianas es demasiado específico.

A mi no me gusta.
O utilizas calzador o todos los relatos van a girar en torno a relato Indiana Jones.

es cerradísimo, para que gane él, lo ha preparado durante 10 días.

Sean, eres un pájaro de cuidao

jojomojo escribió:Vaya.
Son hojas.

Yo tb lo he tenido que mirar.
Y sin ser de Inglaterra.

Canibalismo

Los relatos guarros lo decís con implicaciones metafóricas, no? Porque si no...

¡Que gane el mejor relato de aventuras!

Sean escribió:Los relatos guarros lo decís con implicaciones metafóricas, no? Porque si no...

¡Que gane el mejor relato de aventuras!

Vete a la mierda.

Pues yo rompo una liana en favor de Sean. Sería cojonudo ver quién escribe la más trepidante de las aventuras.

Y apuesto por Darth.

Te lo has preparado demasiado Sean, se te ha visto el plumero

jojomojo escribió:Vaya.
Son hojas.

Sí, pero son de la selva. Eso quita muchas posibilidades a lo del templo. Por ejemplo ataja a los relatos góticos, o al uso más metafórico del templo.

A ver, que yo ya tengo una idea pero posiblemente a alguien se le ocurra una muy similar.

Fenderman escribió:
Y apuesto por Darth.

Yo creo que esta es la ronda definitiva para que gane Darth. O para la tercera victoria de Rudicio o Atabal (antes se comentó que tenía buen ritmo narrativo).

Sean escribió:

Fenderman escribió:
Y apuesto por Darth.

Yo creo que esta es la ronda definitiva para que gane Darth. O para la tercera victoria de Rudicio o Atabal (antes se comentó que tenía buen ritmo narrativo).

Yo también lo creo. Son grandes narradores, lo cual garantiza buenas y sorprendentes historias.

Yo veo sexo claro,las lianas son los pelos del jopo y el templo el molletaco.

YOMISMO escribió:Yo veo sexo claro,las lianas son los pelos del jopo y el templo el molletaco.

Correcto. Yo también lo he pensado así.

El molletaco

Para facilitar las cosas, agradecería que pusieráis el título del relato en el título del mensaje privado para no tener que leer el mensaje para verlo. ¡Gracias y que fluya la imaginación!

1º Fuera de concurso

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido.Así comenzaba el informe. Definitivamente, tengo que cambiar de ginecólogo.

Plazos?

Los de siempre. Miércoles a las 14h empezamos a votar.

Los comienzos más complicados y cerrados han dado los mejores relatos.

Fresx escribió:1º Fuera de concurso

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido.Así comenzaba el informe. Definitivamente, tengo que cambiar de ginecólogo.

 

3 p.

No olviden el monogámico de la semana! Sin Búho, no habría concurso!

https://www.foroazkenarock.com/t51972-5-monogamico-de-microrrelatos-buho-lunatico

letobladioblada escribió:

Fresx escribió:1º Fuera de concurso

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al templo perdido.Así comenzaba el informe. Definitivamente, tengo que cambiar de ginecólogo.

 

3 p.

Ya te digo, este tenía mis tres puntos casi con seguridad.

Fuera de concurso

Tras apartar la cortina de lianas, descubrí la entrada al Templo Perdido.
- ¡Un orujo, por favor!

Mushoblues escribió:

YOMISMO escribió:Yo veo sexo claro,las lianas son los pelos del jopo y el templo el molletaco.

Correcto. Yo también lo he pensado así.

metalbert escribió:

Mushoblues escribió:

YOMISMO escribió:Yo veo sexo claro,las lianas son los pelos del jopo y el templo el molletaco.

Correcto. Yo también lo he pensado así.

El que no haya pensado en un ojete está muerto por dentro.

Es emos cargado el concurso

Estoy perdido entre mierdas,cuando se publican los primeros relatos?

Entiendo que leer la info del primer post donde he puesto los plazos de envío, publicación, etc...es mucho pedir. Los relatos se publican a partir del lunes.

Sean escribió:Entiendo que leer la info del primer post donde he puesto los plazos de envío, publicación, etc...es mucho pedir. Los relatos se publican a partir del lunes.

es que después de leer la frase es imposible leer nada más Sean, entiéndelo, patidifusos estamos...

Sean escribió:Entiendo que leer la info del primer post donde he puesto los plazos de envío, publicación, etc...es mucho pedir. Los relatos se publican a partir del lunes.

Ay oso,perdón,es que con tantas vueltas en diciembre estoy descolocado.

Como siempre se ponia en el titulo las fechas de enviar,publicar,votar,etc.

Yo tengo una ideilla que,obviamente,será pisada,ultrapisada y milveces pisada.

digo desde ya que mi relato sera un desecho

Stoner escribió:digo desde ya que mi relato sera un desecho

vaya frasecita de marras...

Se puede cambiar la frase de inicio poniendo todo o una parte en comillas ??

Ronda lastrada a priori, esperemos que la imaginación del personal la haga remontar el vuelo.