La Saga de Sugar
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Neska
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Re: La Saga de Sugar
Yo creo que el autor misterioso es muy bueno, pero muy bueno con las tensiones. Lo suyo es lo relacional, el poner los elementos en los puntos que más tensión crean. Es un autor cool.
Kupak- Mensajes : 29306
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Re: La Saga de Sugar
23) ...
Después de pensarlo mucho, se armó de valor y saltó al vacío. A la oscuridad que creaba la luz de su perseguidor..
Cerro los ojos.
Y saltó.
Con todas sus fuerzas, esperando llegar al otro lado.
Muerta de miedo. Huyendo de alguien.
Rezando por su vida.
A la desesperada...
Saltó, con la agilidad de sus 16 años y la fuerza del miedo. Saltó, como nunca. Saltó.
Cuando descubrió que el vacío era una sombra ya era tarde. Cayó sin control, golpeándose las rodillas y la cabeza contra el suelo.
El foco se acercaba, detrás de el, una risa cansada y un constante puta, puta puta...
Cada vez más cerca, más fuerte. Su mano palpó algo, lo cogió a tientas, escondiéndolo como podía en la sombra de su brazo.
Más pasos, más putas...
Una mano en su cuello...
Con todas sus fuerzas golpeó donde esperaba que estuviera la cabeza.
Después de pensarlo mucho, se armó de valor y saltó al vacío. A la oscuridad que creaba la luz de su perseguidor..
Cerro los ojos.
Y saltó.
Con todas sus fuerzas, esperando llegar al otro lado.
Muerta de miedo. Huyendo de alguien.
Rezando por su vida.
A la desesperada...
Saltó, con la agilidad de sus 16 años y la fuerza del miedo. Saltó, como nunca. Saltó.
Cuando descubrió que el vacío era una sombra ya era tarde. Cayó sin control, golpeándose las rodillas y la cabeza contra el suelo.
El foco se acercaba, detrás de el, una risa cansada y un constante puta, puta puta...
Cada vez más cerca, más fuerte. Su mano palpó algo, lo cogió a tientas, escondiéndolo como podía en la sombra de su brazo.
Más pasos, más putas...
Una mano en su cuello...
Con todas sus fuerzas golpeó donde esperaba que estuviera la cabeza.
Última edición por Neska el 10.03.16 10:52, editado 2 veces
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
Muy bien, Sugar. Me ha gustado mucho esta vez.
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
vamos a remontar la saga....vamos a ganar esta ronda....la ronda del capitán mosca que persigue a mary lou......
vamos....vamos....vamos....
sugar gana esta ronda, neska la siguiente....y fin de la saga...o eso dicen...
m
vamos....vamos....vamos....
sugar gana esta ronda, neska la siguiente....y fin de la saga...o eso dicen...
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
todos somos Mary Lou......(o casi)
m
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
m señor escribió:vamos a remontar la saga....vamos a ganar esta ronda....la ronda del capitán mosca que persigue a mary lou......
vamos....vamos....vamos....
sugar gana esta ronda, neska la siguiente....y fin de la saga...o eso dicen...
m
si gano esta ronda os mando a la mierda a todos!
Re: La Saga de Sugar
Sugar Bug escribió:m señor escribió:vamos a remontar la saga....vamos a ganar esta ronda....la ronda del capitán mosca que persigue a mary lou......
vamos....vamos....vamos....
sugar gana esta ronda, neska la siguiente....y fin de la saga...o eso dicen...
m
si gano esta ronda os mando a la mierda a todos!
vale....vale....ya me voy.
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
m, la gracia de toda la saga (por lo menos para mí) es usar las frases de otros. si gano una ronda ahora para mi dejaría de tener "gracia"...
y dudaría durante horas sobre si poner una frase muy enfocada a la saga o algo más plurinacional...
no me jodáis!
y dudaría durante horas sobre si poner una frase muy enfocada a la saga o algo más plurinacional...
no me jodáis!
Re: La Saga de Sugar
un trago deberías pagar a borogis por la frase de esta semana.......si gana neska....
m
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
Todo parece estar orquestado para un final Mary Louiano de película..
F- Mensajes : 19772
Fecha de inscripción : 24/02/2012
Re: La Saga de Sugar
Anda, pero ya hay frase?
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
24. ...
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la loca le gusta un niño. El capitán mosca en el restaurante chino…
Una absurda canción de patio de colegio arrastrándose desde el fondo su cerebro.
Volvía a ser consciente de quién era, del golpe en la cabeza, de caer en la oscuridad, de ver a Mary-Lou alejarse, de golpearse la rodilla con algo, de perder el sentido…
Aún con el soniquete en la cabeza, notó la sangre resbalándole por la cara y el cuello. Se levantó, le falló la pierna, se arrastró hasta encontrar apoyo, volvió a levantarse, caminó, renqueante, hasta su pick-up. La puerta estaba abierta y su bolsa de deporte desaparecida.
Cogió el hacha de la caja de herramientas, escupió sangre en el suelo, se caló el Stetson y siguió hacia adelante.
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la zorra le darán su merecido…
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la loca le gusta un niño. El capitán mosca en el restaurante chino…
Una absurda canción de patio de colegio arrastrándose desde el fondo su cerebro.
Volvía a ser consciente de quién era, del golpe en la cabeza, de caer en la oscuridad, de ver a Mary-Lou alejarse, de golpearse la rodilla con algo, de perder el sentido…
Aún con el soniquete en la cabeza, notó la sangre resbalándole por la cara y el cuello. Se levantó, le falló la pierna, se arrastró hasta encontrar apoyo, volvió a levantarse, caminó, renqueante, hasta su pick-up. La puerta estaba abierta y su bolsa de deporte desaparecida.
Cogió el hacha de la caja de herramientas, escupió sangre en el suelo, se caló el Stetson y siguió hacia adelante.
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la zorra le darán su merecido…
metalbert- Mensajes : 47399
Fecha de inscripción : 12/04/2008
Re: La Saga de Sugar
Releida toda la saga, me parece espectacular.
Que bien traidas algunas frases joder! la frase de la cantante de opera, genial!!
Ahora ya puedo disfrutar del final de la saga como dios manda!
Que bien traidas algunas frases joder! la frase de la cantante de opera, genial!!
Ahora ya puedo disfrutar del final de la saga como dios manda!
metalbert- Mensajes : 47399
Fecha de inscripción : 12/04/2008
Re: La Saga de Sugar
metalbert escribió:Releida toda la saga, me parece espectacular.
Que bien traidas algunas frases joder! la frase de la cantante de opera, genial!!
Ahora ya puedo disfrutar del final de la saga como dios manda!
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
Nos vamos de procesión....sugar...aunque se detenga....
m
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
Falta el de la ronda pasada... Voy a buscarlo
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
23) ...
No se explicaba cómo podía alejarse de él. Cómo podía ser que le hubiera golpeado. A él, la única persona que realmente la conocía, la única persona que la amaba.Y ahora se alejaba...
No se explicaba porqué había asociado a Mary-Lou con la vieja mina. Pero ahora conducía el coche patrulla a toda velocidad por los viejos caminos de montaña. Atento a los baches, charcos y piedras.
No se explicaba qué había pasado, però corría. Semidesnuda, con su culotte de pokemon, una pashmina que había encontrado en una camioneta, y miedo.
Greg Fantpay miró al cielo, se tocó la sien, y caminó. Años de ser el perfecto boy-scout tuvieron su recompensa
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
No se explicaba cómo podía alejarse de él. Cómo podía ser que le hubiera golpeado. A él, la única persona que realmente la conocía, la única persona que la amaba.Y ahora se alejaba...
No se explicaba porqué había asociado a Mary-Lou con la vieja mina. Pero ahora conducía el coche patrulla a toda velocidad por los viejos caminos de montaña. Atento a los baches, charcos y piedras.
No se explicaba qué había pasado, però corría. Semidesnuda, con su culotte de pokemon, una pashmina que había encontrado en una camioneta, y miedo.
Greg Fantpay miró al cielo, se tocó la sien, y caminó. Años de ser el perfecto boy-scout tuvieron su recompensa
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
- La saga al completo (por el momento):
Promenade party (Ronda 4)
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
Talk, talk, talk. (Ronda 5)
Parecía un día totalmente normal en la oficina cuando de la clase del señor Ovensson llegó una nota: La alumna Retton no ha aparecido.
La señorita Greenwood levantó la vista por encima de las gafas y, mientras Audrey Bettancourt daba media vuelta, apretaba el intercomunicador de su mesa.
- Director, la señorita Retton no ha aparecido.
- ¿Tampoco hoy? Llame a su padre, si es tan amable.
- Ahora mismo.
Un teléfonó sonó a un kilometro.
- Comisaría. Agente Doyle. Buenos días, director.
- Buenos días, Rita. Ponme con el comisario, por favor.
- Cuente hasta cinco y hable.
Cuatro segundos después, el comisario Arthur Retton jadeaba por el manos libres.
- Hola, director Malick, ¿que sucede?
- Tu hija no ha venido a clase, Arthur. Y hoy es martes.
Tras recuperar el resuello, habló.
- No la veo desde el sábado. ¿Greg Fantpay, su amiguito, está en clase?
- Si. Y ayer también estuvo.
- ¿Donde estás, Mary-Lou?
"..." (Ronda 6)
La espera terminó de una manera imprevista en los manuales de actuación de la policía. La persona desaparecida entró por la puerta de la comisaría sonriendo y sorbiendo un café en el mismo instante en que el comisario colgaba el teléfono.
- ¿No deberías estar en el instituto?
- Buenos días, Rita. ¿Que tal tu fin de semana?
- Tu padre está hablando con el director Malick.
En cinco segundos, Mary Lou bajó un poco su falda, disimuló su escote con una pashmina azul, eliminó gran parte del pintalabios y ensayó un par de veces su frase: ¡Hola, papá oso! !Dale un beso a la osita!
Aún no había cerrado la puerta del despacho cuando su padre, el comisario Retton, ya le estaba abroncando: “¡Señorita, estás castigada hasta que aprendas a comportarte como se espera de tí! Y encima en año de eleciones!”
“…” (Ronda 7)
-Es casi medianoche y solo quedamos nosotros. Bañémonos a la luz de la luna. Te lo juro papá, me dijo eso. Me dijo que sería muy romántico. Que me quería. Me dijo que…
-No me cuentes películas, Mary-Lou. Sabías que a medianoche debías estar en casa. No a las nueve de la mañana del martes.
-¡Pero papá!
-Me da igual. Ni que sea Gregg ni que sea George Clooney. Tres días fuera y ni te has dignado a llamar!
-No encontré el momento.
-Mary-Lou Retton, no me tomes por idiota. Estás castigada desde ya.
-Pero papá, tengo que ver a Andy, ¡estoy enamorada de él!
-Mientras vivas en mi casa harás lo que yo te… ¿Andy?¿Andy Whistle? ¿Ese delincuente?
Fuera del despacho, Rita Doyle recibía una llamada de los forestales. Acababan de encontrar el Mustang de Andy Whistle empotrado contra un árbol.
30 años (Ronda 8)
Cansado de andar siempre con prisas, decidió marcharse de Brooklyn a un pueblo de Nebraska.
Al joven Arthur Retton, una vacante en la oficina del sheriff de Lincoln, tras tres años trabajando de infiltrado en narcóticos, se le antojaban unas vacaciones pagadas.
Un 19 de junio llegaba al pueblo y, cuatro días después, conocía a Molly, la hija del sheriff, con la que se casaría tres años después y con la que tendría tres hijos. La mayor, Mary-Lou, y los gemelos, Angeline y Gabriel.
El día que encontraron el coche de Andy Whistle, Arthur Retton empezó a plantearse una no muy lejana jubilación. Su hija Mary-Lou era la mayor fuente de rumores del pueblo. Sus faldas cortas, sus horarios, los coches que la dejaban en casa por las mañanas.., Y ahora se declaraba enamorada de un delinquente desaparecido. Nada podía ir peor.
- Comisario, le llama su madre!
... (Ronda 9)
- …medio año más tarde. Una noche de marzo volvió a suceder, Arthur. Joanna Crompton empotró otra vez el Cadillac de su difunto marido en la palmera del jardín. Se debe creer que nadie se ha dado cuenta de que se pasa las tardes bebiendo en el Sheraton sacándole la pasta a los turistas con ese escote de fresca. Pero ya la tenemos calada, Arthur. Al final se llevará un susto de alguno de esos viejos casados de Portland que le regalan joyas a cambio de…
Mientras su madre escupía en su oído los chismorreos de Atlantic City, el comisario Retton notaba algo raro alrededor del coche de Andy Whistle. Algo clínico, metódico, dirigido... La puerta del conductor cerrada era extraña, la canción de Willie Nelson en bucle sonaba fuera de lugar, la foto de Mary-Lou en el limpiaparabrisas no tenía sentido…
… (Ronda 10)
Desde hace algún tiempo anoto en un cuaderno todas las mentiras que cuento a mis familiares y amigos. Y las que me cuento a mi mismo. Me he autoconvencido de que Mary-Lou me quiere. Páginas y páginas de autoconvencerme. De que solo es una fase, que se dará cuenta de que yo soy lo que necesita. Por eso sigo cubriéndole las espaldas. La princesita rebelde con el quarterback titular. Pero cada vez me cuesta más. Cada mentira me duele más. Ya ni me avisa. Da por sentado que mentiré, como siempre, mientras se enrosca en juegos cada día más sórdidos. Confía en que callaré, que lograré despistar las preguntas de su padre, que podrá comprar mi silencio con unos cuantos besos rápidos en el instituto, paseos a la vista de todos por el centro comercial y alguna mamada rápida en los vestuarios después de los partidos…
… (Ronda 11)
- Eché un rápido vistazo a la estantería de discos y noté algo raro. ¿Papá, tu has entrado en mi habitación? ¿Has tocado mis cosas?
- Sabes que no entro en tu habitación. Por eso está como está.
- Pues entonces alguien ha entrado en casa, papá. Los cd's estaban ordenados y yo nunca los ordeno. Pero no parece que se hayan llevado nada...
- ¿Quieres que mande a alguien?
- No hace falta, papá. Adiós.
Mary-Lou se tumbó en la cama, cerro los ojos y se dejó llevar por el primero de Van Halen. La cortina de su ventana filtraba la luz de la hora dorada, los ruidos de la calle iban cayendo por detrás de On Fire. En el duermevela que precede al sueño, le pareció oír la melodía de The Storm Has Just Begun…
… (Ronda 12)
De pequeña, soñaba con ser gimnasta rítmica. Quería bailar, ser una con la cinta y la pelota. Parar los latidos del corazón de 15000 personas en plena pirueta. Notar el aire vibrar con los gritos y los aplausos en una recepción arriesgada.
De pequeña, quería ser el centro de atención, la estrella, la reina del baile y la jefa de animadoras. Estudiar en Yale y ser la editora del periódico del campus.
De pequeña era la niña mimada de papá y del pueblo. El hada rubia cantarina que ayudaba con las compras a las abuelas.
De pequeña, tras las cortinas de las vecinas, era la huerfanita hija del sheriff, la niña que vivía casi sola, la pobrecita Mary-Lou.
A los 14 años, besó a Greg. A las dos semanas folló con un hombre en los lavabos de la estación de tren. A los 15 años tomó cocaína...
Blackened (Ronda 13, fuera de concurso)
mas allá, sobre las colinas, las sirenas de los forestales iluminan con destellos rojos, blancos y azules el bosque. están volviendo al pueblo. "voy a tener que darme prisa" piensa el encapuchado mientras arrastra un bulto inconsciente por el pasillo.
sin contemplaciones lanza el cuerpo semidesnudo en el maletero, arranca el coche y desaparece respetando los límites de velocidad e, incluso, el semáforo, inútil ya a esas horas, de second street con omaha.
cuando pasa por delante del granero de la Still Mills Company, presiona el play de su viejo ocho pistas. nada como el sonido de un viejo disco de country para pensar y conducir hasta la vieja mina.
al dejar la carretera, los baches del camino despiertan a mary-lou. sus gemidos de dolor animan al conductor, que con media sonrisa se relame recordando el sabor de su sangre...
… (Ronda 14)
Todo cambió con su llegada. Dejó de buscar en la oscuridad, de moverse, de hablarse. casi de respirar. Si hubiera podido, hubiera dejado de sudar.
La sangre seca en su cabeza no era lo peor. Ni la tirantez que empezaba a notar en la herida. Ni el dolor constante en la rodilla, ni el frío, ni los cortes en los pies descalzos, ni lo que creía era el brazo izquierdo roto.
Era no saber quién era el encapuchado y por qué le había escogido a él. Saber que volvía a tenerlo cerca y tener que esperar su voluntad encadenado a esa maldita vía. Tenerlo de nuevo agachado a escasos centímetros de su mano canturreando esas mierdas sobre libertad y chicas y paseos a caballo...
- Seguro -pensó antes de perder el sentido de nuevo- que es por los cinco mil que le debo al puto negro jones.
… (Ronda 15)
La temperatura no dejaba de aumentar. El cuerpo de Mary-Lou pesaba cada vez más y empezaba a protestar al golpear con los pilares de la mina. Parecía que bajar costaba más que cargar con ella.
Cuando llegó a donde estaba el maldito Andy, estaba empapado bajo la capucha.
- Dile al negro que le pagaré. tengo la pasta. por favor...-los gritos se alternaban con los susurros y los gimoteos- No me hagas daño. Te daré lo que quieras. ¡Suéltame, hijo de puta! ¡Te mataré! ¡Y al puto negro también!
Una patada certera y volvió el silencio. Dejó caer el bulto sobre las piedras y, mientras resonaban los gemidos, se dió media vuelta. Necesitaba refrescarse.
Mientras se alejaba, un Andy aterrorizado se acercaba lentamente a las respiraciones que oía en la oscuridad.
- ¡Eh!, ¡eh! -esperaba una respuesta- ¡eh!
Un esfuerzo excesivo le hizo perder de nuevo la consciencia…
… (Ronda 16)
Cogió papel y boli del escritorio de su hija.
"Mary-Lou, me voy a dormir. mañana hablaremos muy seriamente."
La llamó una vez más. Esta vez escuchó la vibración de su inseparable teléfono debajo de la cama.
Obviamente no era normal. Y abrió los ojos.
Ropa por el suelo, en la cama, sobre la mesa, en la silla...
Encendió la luz de la habitación y observó. Con ojo profesional.
El disco de Van Halen en el tocadiscos, el teléfono, unas gotas de sangre en la almohada...
- Rita, Mary-Lou ha desaparecido. Pásate por los antros por donde merodea andy whistle, a ver si descubres algo.
Tú y tu rebeldía. -pensó- Te has pasado. Finjir tu propio secuestro para fugarte con ese macarra…
… (Ronda 17)
En menudo lío se había metido por culpa de esa niñata, su culo de acero y su constante: Vámonos a Hollywood, Andy. Seré una gran actriz...
-¡La hija del puto sheriff! Cómo si no tuviera ya problemas por mi mismo. ¿Cómo me he dejado liar para intentar estafar al puto Negro Jones? ¿Cómo? Un tipo de metro sesenta y sin armas que controla el negocio de la coca en Nebraska desde una floristeria no me dejará largarme con sus cinco mil dólares. Joder, quince putos días de mamadas y sexo anal con la putita de turno y me la ha liado muy gorda. ¡Cómo si no llevara 5 años follándome niñatas subidas de sueños y egos a cambio de farlopa para pasar el sábado! ¿Y ahora qué? Encadenado en una cueva por algún puto yonki dispuesto a matarme por dos putas dosis…
… (Ronda 18)
- ...tras varios días de viaje llegamos al planeta que daría impulso a la sonda para salir del sistema solar...
-¡Me cago en la puta mierda de la onda media! - gritó mientras pateaba la vieja radio. - ¡Dejaos de Voyagers y de viejos locos y poned al puto Willie Nelson, joder!.
Se sacó el pasamontañas. Apagó la linterna. Vió que empezaba a amanecer. Y salió a tomar un poco el aire.
Ya no había vuelta atrás. Ese macarra llorón iba a suplicar clemencia delante de Mary-Lou. Iba a llamar a su mamá y hasta a cagarse encima. Y ella vería que no era lo bastante hombre. Y se enamoraría de él. Y serían felices para siempre...
Sin darse cuenta había empezado a cantar en un susurro que se convirtió en un grito: “Nobody Said It Was Going To Be Easy...”
Mary-Lou empezó a temblar. Conocía esa canción…
… (Ronda 22) (Fuera de concurso RELOADED)
La puerta del tercero B estaba reventada; es lo primero que vi al salir del ascensor. Le puedo asegurar que media hora antes la puerta estaba bien porque estuve hablando con Louise antes de ir a a comprar cosas para la comida de este fin de semana que viene mi hija a comer.
No me interrumpa, que pierdo el hilo
Le decía que cuando salí del ascensor la puerta estaba reventada y no se oía nada. Entré en mi casa y mientras les llamaba estuve mirando por la mirilla de la puerta. Si, hace tres días que les llamé y ya vinieron los dos agentes. La chica negra y el gordo. Si, les conté lo mismo. Sí, lo del negro mariquita. Ya se lo dije al poli gordo. Les gritaba a dos negros enormes algo de 5000 dolares y de Andy. ¿lo cuento yo o lo cuenta usted, comisario?
… (Ronda 23)
- La primera decisión que tomó el nuevo Rey fue eliminar la competencia. Tenemos constancia de visitas a otros destacados jefes del narcotráfico y de la muerte de tres de ellos en el plazo de una semana. Los análisis de los laboratorios relacionan esas muertes con la entrada conjunta del mismo material en diferentes ciudades incluidas aquellas....
- ¡Basta! - Gritó el comisario Retton. - ¿Qué tiene todo esto que ver con encontrar a Mary-Lou?
- Según los datos que tenemos, su hija se relaciona últimamente con Andy Whistle. Y este está menudeando con material del Negro Jones. Pudiera ser que Jones estuviera arreglando cuentas...
El comisario Retton se levantó de la silla. Salió a la calle, encendió un Marlboro y miró hacia las montañas. Sin fijar la vista mientras pensaba. El logo de Still Mills brillaba en el bosque.
- ¡Rita! - gritó - ¿han reabierto la vieja mina?
Shadowland (Ronda 24)
No reconoció su imagen reflejada en el espejo. Los moratones en los ojos, el rictus de dolor, la sangre seca, la suciedad, el barro, los surcos de las lágrimas, el titilar de las cerillas......
Poco a poco, en silencio, sin alejarse de los raíles, Mary-Lou se alejó del animal.
En la oscuridad chocó con algo. Una pared. Una puerta. Entró. Un armario estrecho. Un baño, quizá.
Se notó a salvo y encendió una cerilla. Lo poco que quedaba de su pijama había ocultado tres cerillas y medio porro en la goma de sus bragas. Algunas noches salía al balcón de su habitación a fumar. Se asustó al verse en un espejo roto y lleno de polvo.
Respiró, salió de allí y siguió de nuevo los raíles.
Solo quería huir de la bestia que, encadenada, había llegado a tocarla desde las sombras. Prefería perderse o encontrarse con el maldito vaquero...
Ronda 25 - ...
Abrió la caja y dijo: ¿esto es todo lo que tenemos de la Still Mills? ¿Una orden de cierre y la conformidad por escrito del sindicato?
En su cabeza, se repetía la misma pregunta: ¿Por qué brilla la mina? ¿Por qué ha empezado a brillar hoy?
-¡Rita! Me voy a la mina abandonada. A ver si mientras conduzco puedo pensar un poco...
Cogió su chaqueta, el sombrero y el rifle. Por si acaso. Tenía la esperanza de cruzarse con algún jabalí.
Mary-Lou andaba despacio por el túnel. Tras ella resonaban los gemidos de la bestia. Delante, un silbido y sonidos metálicos. Tropezó con algo. Se agachó. Sus dedos encontraron una pala. Siguió adelante, hacia el silbido, huyendo de la bestia, alejándose.
Sin zapatos, sólo con un culotte semitransparente y los restos de su minipijama favorito, Mary-Lou se dirigía hacia la impresión de una brisa. Hacia afuera. Hacia el silbido...
Ronda 26. BREAKING NEWS
La cantante de opera retirada, Joanna Crompton, fue encontrada muerta ayer en el Parque Nacional de Yellowstone, a más de mil quilómetros de su residencia. El cuerpo fue encontrado en interior del Cadillac CTS de su propiedad en el interior del bosque. El cuerpo mostraba signos de violencia en diversos grados
Por otra parte, los análisis toxicológicos previos resultaron positivos en alcohol, cocaína y rophynol. El análisis del interior del coche ha mostrado la existencia de varios tipos de liquido seminal y de restos de barro.
La policía está tomando declaración a las compañeras de residencia de la fallecida, que han informado que la señorita Crompton recibía visitas de varios hombres de edad avanzada y que en varias ocasiones había sufrido accidentes de tráfico.
Sus familiares han emitido un comunicado solicitando respeto hacia su dolor y la vida privada de Joanna Crompton.
Ronda 27 ...
La luz lo cegó al abrir los ojos. El sol, que minutos antes quedaba oculto por los árboles, entraba al interior de la vieja mina.
A lo lejos, oía los gemidos del maldito Andy Whistle. Se levantó, agarró un casco del maletero y se dirigió hacia los pasadizos. Los sonidos de sus botas resonaban en todas direcciones. A cada paso estar un poco más cerca de ese hijo de puta le cabreaba de nuevo.
Cuando pasó por el punto de bifurcación donde estaba el antiguo despacho del capataz, a escasos trescientos metros de su objetivo, le hervía la sangre. Ansiaba matar a ese maldito cabrón y su polla goteaba con la sola idea de meterse dentro la putita de Mary-Lou.
A los pocos segundos vio el bulto que era Andy tirado entre las vías. A su espalda le pareció oír un par de ratas hurgando entre las rocas…
Ronda 28 …
Estaba esperando en un rincón. Oía los latidos de su corazón retumbando en las húmedas paredes. En cualquier momento iba a darse cuenta de que no estaba cerca del animal. Había pasado a escasos metros de ella y juraría que incluso la había oído encoger los dedos de los pies.
- Rita, si en dos horas no te llamo de nuevo, haz que venga alguien. Cambio.
- De acuerdo, comisario. Vaya con cuidado con el barro, no se quede atascado. cambio y corto.
Tiritando de frío, Mary-Lou se iba poniendo tensa por momentos. Empezaban a dolerle los cartílagos, necesitaba moverse.
De repente se oyó un grito: - ¡Hija de puta! ¡¿Donde estás, maldita zorra?! ¡Mary-Lou! ¡Mary-Lou!
Sin esperar a ver que pasaba, arrancó a correr. Alejándose. Descalza, tiritando.
Vio aparecer un halo de luz que iluminó la cueva. Oyó gritos y a alguien correr. La estaba persiguiendo.
Ronda 29 ...
Después de pensarlo mucho, se armó de valor y saltó al vacío. A la oscuridad que creaba la luz de su perseguidor..
Cerro los ojos.
Y saltó.
Con todas sus fuerzas, esperando llegar al otro lado.
Muerta de miedo. Huyendo de alguien.
Rezando por su vida.
A la desesperada...
Saltó, con la agilidad de sus 16 años y la fuerza del miedo. Saltó, como nunca. Saltó.
Cuando descubrió que el vacío era una sombra ya era tarde. Cayó sin control, golpeándose las rodillas y la cabeza contra el suelo.
El foco se acercaba, detrás de el, una risa cansada y un constante puta, puta puta...
Cada vez más cerca, más fuerte. Su mano palpó algo, lo cogió a tientas, escondiéndolo como podía en la sombra de su brazo.
Más pasos, más putas...
Una mano en su cuello...
Con todas sus fuerzas golpeó donde esperaba que estuviera la cabeza.
Ronda 30
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la loca le gusta un niño. El capitán mosca en el restaurante chino…
Una absurda canción de patio de colegio arrastrándose desde el fondo su cerebro.
Volvía a ser consciente de quién era, del golpe en la cabeza, de caer en la oscuridad, de ver a Mary-Lou alejarse, de golpearse la rodilla con algo, de perder el sentido…
Aún con el soniquete en la cabeza, notó la sangre resbalándole por la cara y el cuello. Se levantó, le falló la pierna, se arrastró hasta encontrar apoyo, volvió a levantarse, caminó, renqueante, hasta su pick-up. La puerta estaba abierta y su bolsa de deporte desaparecida.
Cogió el hacha de la caja de herramientas, escupió sangre en el suelo, se caló el Stetson y siguió hacia adelante.
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la zorra le darán su merecido…
Ronda 31
No se explicaba cómo podía alejarse de él. Cómo podía ser que le hubiera golpeado. A él, la única persona que realmente la conocía, la única persona que la amaba.Y ahora se alejaba...
No se explicaba porqué había asociado a Mary-Lou con la vieja mina. Pero ahora conducía el coche patrulla a toda velocidad por los viejos caminos de montaña. Atento a los baches, charcos y piedras.
No se explicaba qué había pasado, però corría. Semidesnuda, con su culotte de pokemon, una pashmina que había encontrado en una camioneta, y miedo.
Greg Fantpay miró al cielo, se tocó la sien, y caminó. Años de ser el perfecto boy-scout tuvieron su recompensa
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
Neska- Moderadora
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Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
Neska escribió:
- La saga al completo (por el momento):
Promenade party (Ronda 4)
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
Talk, talk, talk. (Ronda 5)
Parecía un día totalmente normal en la oficina cuando de la clase del señor Ovensson llegó una nota: La alumna Retton no ha aparecido.
La señorita Greenwood levantó la vista por encima de las gafas y, mientras Audrey Bettancourt daba media vuelta, apretaba el intercomunicador de su mesa.
- Director, la señorita Retton no ha aparecido.
- ¿Tampoco hoy? Llame a su padre, si es tan amable.
- Ahora mismo.
Un teléfonó sonó a un kilometro.
- Comisaría. Agente Doyle. Buenos días, director.
- Buenos días, Rita. Ponme con el comisario, por favor.
- Cuente hasta cinco y hable.
Cuatro segundos después, el comisario Arthur Retton jadeaba por el manos libres.
- Hola, director Malick, ¿que sucede?
- Tu hija no ha venido a clase, Arthur. Y hoy es martes.
Tras recuperar el resuello, habló.
- No la veo desde el sábado. ¿Greg Fantpay, su amiguito, está en clase?
- Si. Y ayer también estuvo.
- ¿Donde estás, Mary-Lou?
"..." (Ronda 6)
La espera terminó de una manera imprevista en los manuales de actuación de la policía. La persona desaparecida entró por la puerta de la comisaría sonriendo y sorbiendo un café en el mismo instante en que el comisario colgaba el teléfono.
- ¿No deberías estar en el instituto?
- Buenos días, Rita. ¿Que tal tu fin de semana?
- Tu padre está hablando con el director Malick.
En cinco segundos, Mary Lou bajó un poco su falda, disimuló su escote con una pashmina azul, eliminó gran parte del pintalabios y ensayó un par de veces su frase: ¡Hola, papá oso! !Dale un beso a la osita!
Aún no había cerrado la puerta del despacho cuando su padre, el comisario Retton, ya le estaba abroncando: “¡Señorita, estás castigada hasta que aprendas a comportarte como se espera de tí! Y encima en año de eleciones!”
“…” (Ronda 7)
-Es casi medianoche y solo quedamos nosotros. Bañémonos a la luz de la luna. Te lo juro papá, me dijo eso. Me dijo que sería muy romántico. Que me quería. Me dijo que…
-No me cuentes películas, Mary-Lou. Sabías que a medianoche debías estar en casa. No a las nueve de la mañana del martes.
-¡Pero papá!
-Me da igual. Ni que sea Gregg ni que sea George Clooney. Tres días fuera y ni te has dignado a llamar!
-No encontré el momento.
-Mary-Lou Retton, no me tomes por idiota. Estás castigada desde ya.
-Pero papá, tengo que ver a Andy, ¡estoy enamorada de él!
-Mientras vivas en mi casa harás lo que yo te… ¿Andy?¿Andy Whistle? ¿Ese delincuente?
Fuera del despacho, Rita Doyle recibía una llamada de los forestales. Acababan de encontrar el Mustang de Andy Whistle empotrado contra un árbol.
30 años (Ronda 8)
Cansado de andar siempre con prisas, decidió marcharse de Brooklyn a un pueblo de Nebraska.
Al joven Arthur Retton, una vacante en la oficina del sheriff de Lincoln, tras tres años trabajando de infiltrado en narcóticos, se le antojaban unas vacaciones pagadas.
Un 19 de junio llegaba al pueblo y, cuatro días después, conocía a Molly, la hija del sheriff, con la que se casaría tres años después y con la que tendría tres hijos. La mayor, Mary-Lou, y los gemelos, Angeline y Gabriel.
El día que encontraron el coche de Andy Whistle, Arthur Retton empezó a plantearse una no muy lejana jubilación. Su hija Mary-Lou era la mayor fuente de rumores del pueblo. Sus faldas cortas, sus horarios, los coches que la dejaban en casa por las mañanas.., Y ahora se declaraba enamorada de un delinquente desaparecido. Nada podía ir peor.
- Comisario, le llama su madre!
... (Ronda 9)
- …medio año más tarde. Una noche de marzo volvió a suceder, Arthur. Joanna Crompton empotró otra vez el Cadillac de su difunto marido en la palmera del jardín. Se debe creer que nadie se ha dado cuenta de que se pasa las tardes bebiendo en el Sheraton sacándole la pasta a los turistas con ese escote de fresca. Pero ya la tenemos calada, Arthur. Al final se llevará un susto de alguno de esos viejos casados de Portland que le regalan joyas a cambio de…
Mientras su madre escupía en su oído los chismorreos de Atlantic City, el comisario Retton notaba algo raro alrededor del coche de Andy Whistle. Algo clínico, metódico, dirigido... La puerta del conductor cerrada era extraña, la canción de Willie Nelson en bucle sonaba fuera de lugar, la foto de Mary-Lou en el limpiaparabrisas no tenía sentido…
… (Ronda 10)
Desde hace algún tiempo anoto en un cuaderno todas las mentiras que cuento a mis familiares y amigos. Y las que me cuento a mi mismo. Me he autoconvencido de que Mary-Lou me quiere. Páginas y páginas de autoconvencerme. De que solo es una fase, que se dará cuenta de que yo soy lo que necesita. Por eso sigo cubriéndole las espaldas. La princesita rebelde con el quarterback titular. Pero cada vez me cuesta más. Cada mentira me duele más. Ya ni me avisa. Da por sentado que mentiré, como siempre, mientras se enrosca en juegos cada día más sórdidos. Confía en que callaré, que lograré despistar las preguntas de su padre, que podrá comprar mi silencio con unos cuantos besos rápidos en el instituto, paseos a la vista de todos por el centro comercial y alguna mamada rápida en los vestuarios después de los partidos…
… (Ronda 11)
- Eché un rápido vistazo a la estantería de discos y noté algo raro. ¿Papá, tu has entrado en mi habitación? ¿Has tocado mis cosas?
- Sabes que no entro en tu habitación. Por eso está como está.
- Pues entonces alguien ha entrado en casa, papá. Los cd's estaban ordenados y yo nunca los ordeno. Pero no parece que se hayan llevado nada...
- ¿Quieres que mande a alguien?
- No hace falta, papá. Adiós.
Mary-Lou se tumbó en la cama, cerro los ojos y se dejó llevar por el primero de Van Halen. La cortina de su ventana filtraba la luz de la hora dorada, los ruidos de la calle iban cayendo por detrás de On Fire. En el duermevela que precede al sueño, le pareció oír la melodía de The Storm Has Just Begun…
… (Ronda 12)
De pequeña, soñaba con ser gimnasta rítmica. Quería bailar, ser una con la cinta y la pelota. Parar los latidos del corazón de 15000 personas en plena pirueta. Notar el aire vibrar con los gritos y los aplausos en una recepción arriesgada.
De pequeña, quería ser el centro de atención, la estrella, la reina del baile y la jefa de animadoras. Estudiar en Yale y ser la editora del periódico del campus.
De pequeña era la niña mimada de papá y del pueblo. El hada rubia cantarina que ayudaba con las compras a las abuelas.
De pequeña, tras las cortinas de las vecinas, era la huerfanita hija del sheriff, la niña que vivía casi sola, la pobrecita Mary-Lou.
A los 14 años, besó a Greg. A las dos semanas folló con un hombre en los lavabos de la estación de tren. A los 15 años tomó cocaína...
Blackened (Ronda 13, fuera de concurso)
mas allá, sobre las colinas, las sirenas de los forestales iluminan con destellos rojos, blancos y azules el bosque. están volviendo al pueblo. "voy a tener que darme prisa" piensa el encapuchado mientras arrastra un bulto inconsciente por el pasillo.
sin contemplaciones lanza el cuerpo semidesnudo en el maletero, arranca el coche y desaparece respetando los límites de velocidad e, incluso, el semáforo, inútil ya a esas horas, de second street con omaha.
cuando pasa por delante del granero de la Still Mills Company, presiona el play de su viejo ocho pistas. nada como el sonido de un viejo disco de country para pensar y conducir hasta la vieja mina.
al dejar la carretera, los baches del camino despiertan a mary-lou. sus gemidos de dolor animan al conductor, que con media sonrisa se relame recordando el sabor de su sangre...
… (Ronda 14)
Todo cambió con su llegada. Dejó de buscar en la oscuridad, de moverse, de hablarse. casi de respirar. Si hubiera podido, hubiera dejado de sudar.
La sangre seca en su cabeza no era lo peor. Ni la tirantez que empezaba a notar en la herida. Ni el dolor constante en la rodilla, ni el frío, ni los cortes en los pies descalzos, ni lo que creía era el brazo izquierdo roto.
Era no saber quién era el encapuchado y por qué le había escogido a él. Saber que volvía a tenerlo cerca y tener que esperar su voluntad encadenado a esa maldita vía. Tenerlo de nuevo agachado a escasos centímetros de su mano canturreando esas mierdas sobre libertad y chicas y paseos a caballo...
- Seguro -pensó antes de perder el sentido de nuevo- que es por los cinco mil que le debo al puto negro jones.
… (Ronda 15)
La temperatura no dejaba de aumentar. El cuerpo de Mary-Lou pesaba cada vez más y empezaba a protestar al golpear con los pilares de la mina. Parecía que bajar costaba más que cargar con ella.
Cuando llegó a donde estaba el maldito Andy, estaba empapado bajo la capucha.
- Dile al negro que le pagaré. tengo la pasta. por favor...-los gritos se alternaban con los susurros y los gimoteos- No me hagas daño. Te daré lo que quieras. ¡Suéltame, hijo de puta! ¡Te mataré! ¡Y al puto negro también!
Una patada certera y volvió el silencio. Dejó caer el bulto sobre las piedras y, mientras resonaban los gemidos, se dió media vuelta. Necesitaba refrescarse.
Mientras se alejaba, un Andy aterrorizado se acercaba lentamente a las respiraciones que oía en la oscuridad.
- ¡Eh!, ¡eh! -esperaba una respuesta- ¡eh!
Un esfuerzo excesivo le hizo perder de nuevo la consciencia…
… (Ronda 16)
Cogió papel y boli del escritorio de su hija.
"Mary-Lou, me voy a dormir. mañana hablaremos muy seriamente."
La llamó una vez más. Esta vez escuchó la vibración de su inseparable teléfono debajo de la cama.
Obviamente no era normal. Y abrió los ojos.
Ropa por el suelo, en la cama, sobre la mesa, en la silla...
Encendió la luz de la habitación y observó. Con ojo profesional.
El disco de Van Halen en el tocadiscos, el teléfono, unas gotas de sangre en la almohada...
- Rita, Mary-Lou ha desaparecido. Pásate por los antros por donde merodea andy whistle, a ver si descubres algo.
Tú y tu rebeldía. -pensó- Te has pasado. Finjir tu propio secuestro para fugarte con ese macarra…
… (Ronda 17)
En menudo lío se había metido por culpa de esa niñata, su culo de acero y su constante: Vámonos a Hollywood, Andy. Seré una gran actriz...
-¡La hija del puto sheriff! Cómo si no tuviera ya problemas por mi mismo. ¿Cómo me he dejado liar para intentar estafar al puto Negro Jones? ¿Cómo? Un tipo de metro sesenta y sin armas que controla el negocio de la coca en Nebraska desde una floristeria no me dejará largarme con sus cinco mil dólares. Joder, quince putos días de mamadas y sexo anal con la putita de turno y me la ha liado muy gorda. ¡Cómo si no llevara 5 años follándome niñatas subidas de sueños y egos a cambio de farlopa para pasar el sábado! ¿Y ahora qué? Encadenado en una cueva por algún puto yonki dispuesto a matarme por dos putas dosis…
… (Ronda 18)
- ...tras varios días de viaje llegamos al planeta que daría impulso a la sonda para salir del sistema solar...
-¡Me cago en la puta mierda de la onda media! - gritó mientras pateaba la vieja radio. - ¡Dejaos de Voyagers y de viejos locos y poned al puto Willie Nelson, joder!.
Se sacó el pasamontañas. Apagó la linterna. Vió que empezaba a amanecer. Y salió a tomar un poco el aire.
Ya no había vuelta atrás. Ese macarra llorón iba a suplicar clemencia delante de Mary-Lou. Iba a llamar a su mamá y hasta a cagarse encima. Y ella vería que no era lo bastante hombre. Y se enamoraría de él. Y serían felices para siempre...
Sin darse cuenta había empezado a cantar en un susurro que se convirtió en un grito: “Nobody Said It Was Going To Be Easy...”
Mary-Lou empezó a temblar. Conocía esa canción…
… (Ronda 22) (Fuera de concurso RELOADED)
La puerta del tercero B estaba reventada; es lo primero que vi al salir del ascensor. Le puedo asegurar que media hora antes la puerta estaba bien porque estuve hablando con Louise antes de ir a a comprar cosas para la comida de este fin de semana que viene mi hija a comer.
No me interrumpa, que pierdo el hilo
Le decía que cuando salí del ascensor la puerta estaba reventada y no se oía nada. Entré en mi casa y mientras les llamaba estuve mirando por la mirilla de la puerta. Si, hace tres días que les llamé y ya vinieron los dos agentes. La chica negra y el gordo. Si, les conté lo mismo. Sí, lo del negro mariquita. Ya se lo dije al poli gordo. Les gritaba a dos negros enormes algo de 5000 dolares y de Andy. ¿lo cuento yo o lo cuenta usted, comisario?
… (Ronda 23)
- La primera decisión que tomó el nuevo Rey fue eliminar la competencia. Tenemos constancia de visitas a otros destacados jefes del narcotráfico y de la muerte de tres de ellos en el plazo de una semana. Los análisis de los laboratorios relacionan esas muertes con la entrada conjunta del mismo material en diferentes ciudades incluidas aquellas....
- ¡Basta! - Gritó el comisario Retton. - ¿Qué tiene todo esto que ver con encontrar a Mary-Lou?
- Según los datos que tenemos, su hija se relaciona últimamente con Andy Whistle. Y este está menudeando con material del Negro Jones. Pudiera ser que Jones estuviera arreglando cuentas...
El comisario Retton se levantó de la silla. Salió a la calle, encendió un Marlboro y miró hacia las montañas. Sin fijar la vista mientras pensaba. El logo de Still Mills brillaba en el bosque.
- ¡Rita! - gritó - ¿han reabierto la vieja mina?
Shadowland (Ronda 24)
No reconoció su imagen reflejada en el espejo. Los moratones en los ojos, el rictus de dolor, la sangre seca, la suciedad, el barro, los surcos de las lágrimas, el titilar de las cerillas......
Poco a poco, en silencio, sin alejarse de los raíles, Mary-Lou se alejó del animal.
En la oscuridad chocó con algo. Una pared. Una puerta. Entró. Un armario estrecho. Un baño, quizá.
Se notó a salvo y encendió una cerilla. Lo poco que quedaba de su pijama había ocultado tres cerillas y medio porro en la goma de sus bragas. Algunas noches salía al balcón de su habitación a fumar. Se asustó al verse en un espejo roto y lleno de polvo.
Respiró, salió de allí y siguió de nuevo los raíles.
Solo quería huir de la bestia que, encadenada, había llegado a tocarla desde las sombras. Prefería perderse o encontrarse con el maldito vaquero...
Ronda 25 - ...
Abrió la caja y dijo: ¿esto es todo lo que tenemos de la Still Mills? ¿Una orden de cierre y la conformidad por escrito del sindicato?
En su cabeza, se repetía la misma pregunta: ¿Por qué brilla la mina? ¿Por qué ha empezado a brillar hoy?
-¡Rita! Me voy a la mina abandonada. A ver si mientras conduzco puedo pensar un poco...
Cogió su chaqueta, el sombrero y el rifle. Por si acaso. Tenía la esperanza de cruzarse con algún jabalí.
Mary-Lou andaba despacio por el túnel. Tras ella resonaban los gemidos de la bestia. Delante, un silbido y sonidos metálicos. Tropezó con algo. Se agachó. Sus dedos encontraron una pala. Siguió adelante, hacia el silbido, huyendo de la bestia, alejándose.
Sin zapatos, sólo con un culotte semitransparente y los restos de su minipijama favorito, Mary-Lou se dirigía hacia la impresión de una brisa. Hacia afuera. Hacia el silbido...
Ronda 26. BREAKING NEWS
La cantante de opera retirada, Joanna Crompton, fue encontrada muerta ayer en el Parque Nacional de Yellowstone, a más de mil quilómetros de su residencia. El cuerpo fue encontrado en interior del Cadillac CTS de su propiedad en el interior del bosque. El cuerpo mostraba signos de violencia en diversos grados
Por otra parte, los análisis toxicológicos previos resultaron positivos en alcohol, cocaína y rophynol. El análisis del interior del coche ha mostrado la existencia de varios tipos de liquido seminal y de restos de barro.
La policía está tomando declaración a las compañeras de residencia de la fallecida, que han informado que la señorita Crompton recibía visitas de varios hombres de edad avanzada y que en varias ocasiones había sufrido accidentes de tráfico.
Sus familiares han emitido un comunicado solicitando respeto hacia su dolor y la vida privada de Joanna Crompton.
Ronda 27 ...
La luz lo cegó al abrir los ojos. El sol, que minutos antes quedaba oculto por los árboles, entraba al interior de la vieja mina.
A lo lejos, oía los gemidos del maldito Andy Whistle. Se levantó, agarró un casco del maletero y se dirigió hacia los pasadizos. Los sonidos de sus botas resonaban en todas direcciones. A cada paso estar un poco más cerca de ese hijo de puta le cabreaba de nuevo.
Cuando pasó por el punto de bifurcación donde estaba el antiguo despacho del capataz, a escasos trescientos metros de su objetivo, le hervía la sangre. Ansiaba matar a ese maldito cabrón y su polla goteaba con la sola idea de meterse dentro la putita de Mary-Lou.
A los pocos segundos vio el bulto que era Andy tirado entre las vías. A su espalda le pareció oír un par de ratas hurgando entre las rocas…
Ronda 28 …
Estaba esperando en un rincón. Oía los latidos de su corazón retumbando en las húmedas paredes. En cualquier momento iba a darse cuenta de que no estaba cerca del animal. Había pasado a escasos metros de ella y juraría que incluso la había oído encoger los dedos de los pies.
- Rita, si en dos horas no te llamo de nuevo, haz que venga alguien. Cambio.
- De acuerdo, comisario. Vaya con cuidado con el barro, no se quede atascado. cambio y corto.
Tiritando de frío, Mary-Lou se iba poniendo tensa por momentos. Empezaban a dolerle los cartílagos, necesitaba moverse.
De repente se oyó un grito: - ¡Hija de puta! ¡¿Donde estás, maldita zorra?! ¡Mary-Lou! ¡Mary-Lou!
Sin esperar a ver que pasaba, arrancó a correr. Alejándose. Descalza, tiritando.
Vio aparecer un halo de luz que iluminó la cueva. Oyó gritos y a alguien correr. La estaba persiguiendo.
Ronda 29 ...
Después de pensarlo mucho, se armó de valor y saltó al vacío. A la oscuridad que creaba la luz de su perseguidor..
Cerro los ojos.
Y saltó.
Con todas sus fuerzas, esperando llegar al otro lado.
Muerta de miedo. Huyendo de alguien.
Rezando por su vida.
A la desesperada...
Saltó, con la agilidad de sus 16 años y la fuerza del miedo. Saltó, como nunca. Saltó.
Cuando descubrió que el vacío era una sombra ya era tarde. Cayó sin control, golpeándose las rodillas y la cabeza contra el suelo.
El foco se acercaba, detrás de el, una risa cansada y un constante puta, puta puta...
Cada vez más cerca, más fuerte. Su mano palpó algo, lo cogió a tientas, escondiéndolo como podía en la sombra de su brazo.
Más pasos, más putas...
Una mano en su cuello...
Con todas sus fuerzas golpeó donde esperaba que estuviera la cabeza.
Ronda 30
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la loca le gusta un niño. El capitán mosca en el restaurante chino…
Una absurda canción de patio de colegio arrastrándose desde el fondo su cerebro.
Volvía a ser consciente de quién era, del golpe en la cabeza, de caer en la oscuridad, de ver a Mary-Lou alejarse, de golpearse la rodilla con algo, de perder el sentido…
Aún con el soniquete en la cabeza, notó la sangre resbalándole por la cara y el cuello. Se levantó, le falló la pierna, se arrastró hasta encontrar apoyo, volvió a levantarse, caminó, renqueante, hasta su pick-up. La puerta estaba abierta y su bolsa de deporte desaparecida.
Cogió el hacha de la caja de herramientas, escupió sangre en el suelo, se caló el Stetson y siguió hacia adelante.
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la zorra le darán su merecido…
Ronda 31
No se explicaba cómo podía alejarse de él. Cómo podía ser que le hubiera golpeado. A él, la única persona que realmente la conocía, la única persona que la amaba.Y ahora se alejaba...
No se explicaba porqué había asociado a Mary-Lou con la vieja mina. Pero ahora conducía el coche patrulla a toda velocidad por los viejos caminos de montaña. Atento a los baches, charcos y piedras.
No se explicaba qué había pasado, però corría. Semidesnuda, con su culotte de pokemon, una pashmina que había encontrado en una camioneta, y miedo.
Greg Fantpay miró al cielo, se tocó la sien, y caminó. Años de ser el perfecto boy-scout tuvieron su recompensa
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
Sugar se está haciendo de rogar y no ha contestado a si esta semana es el final de la saga o no.
Yo creo que no lo sabe ni él
Yo creo que no lo sabe ni él
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
Neska escribió:Sugar se está haciendo de rogar y no ha contestado a si esta semana es el final de la saga o no.
Yo creo que no lo sabe ni él
creo que tendrás otra oportunidad de ganar....o eso dijo.... te votaré
m
m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
m señor escribió:Neska escribió:Sugar se está haciendo de rogar y no ha contestado a si esta semana es el final de la saga o no.
Yo creo que no lo sabe ni él
creo que tendrás otra oportunidad de ganar....o eso dijo.... te votaré
m
+1.
la idea que tengo no me da final, creo.
administración putanesca!
Re: La Saga de Sugar
Neska escribió:Sugar se está haciendo de rogar y no ha contestado a si esta semana es el final de la saga o no.
Yo creo que no lo sabe ni él
Clavao!
Re: La Saga de Sugar
Esto es como Lost o Los Serrano, al final todo es un sueño.
Ring ring. Suena el despertador. Mary Lou se despierta y tiene que ir al instituto.
Ring ring. Suena el despertador. Mary Lou se despierta y tiene que ir al instituto.
CocH.- Mensajes : 12547
Fecha de inscripción : 19/06/2014
Re: La Saga de Sugar
CocH. escribió:Esto es como Lost o Los Serrano, al final todo es un sueño.
Ring ring. Suena el despertador. Mary Lou se despierta y tiene que ir a la cafetería a servir cafés.
fixed.
Re: La Saga de Sugar
CocH. escribió:Esto es como Lost o Los Serrano, al final todo es un sueño.
Ring ring. Suena el despertador. Mary Lou se despierta en braguitas y tiene que ir al instituto.
metalbert- Mensajes : 47399
Fecha de inscripción : 12/04/2008
Re: La Saga de Sugar
metalbert escribió:CocH. escribió:Esto es como Lost o Los Serrano, al final todo es un sueño.
Ring ring. Suena el despertador. Mary Lou se despierta sin braguitas y tiene que ir al instituto.
Re: La Saga de Sugar
Neska escribió:
- La saga al completo (por el momento):
Promenade party (Ronda 4)
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
Talk, talk, talk. (Ronda 5)
Parecía un día totalmente normal en la oficina cuando de la clase del señor Ovensson llegó una nota: La alumna Retton no ha aparecido.
La señorita Greenwood levantó la vista por encima de las gafas y, mientras Audrey Bettancourt daba media vuelta, apretaba el intercomunicador de su mesa.
- Director, la señorita Retton no ha aparecido.
- ¿Tampoco hoy? Llame a su padre, si es tan amable.
- Ahora mismo.
Un teléfonó sonó a un kilometro.
- Comisaría. Agente Doyle. Buenos días, director.
- Buenos días, Rita. Ponme con el comisario, por favor.
- Cuente hasta cinco y hable.
Cuatro segundos después, el comisario Arthur Retton jadeaba por el manos libres.
- Hola, director Malick, ¿que sucede?
- Tu hija no ha venido a clase, Arthur. Y hoy es martes.
Tras recuperar el resuello, habló.
- No la veo desde el sábado. ¿Greg Fantpay, su amiguito, está en clase?
- Si. Y ayer también estuvo.
- ¿Donde estás, Mary-Lou?
"..." (Ronda 6)
La espera terminó de una manera imprevista en los manuales de actuación de la policía. La persona desaparecida entró por la puerta de la comisaría sonriendo y sorbiendo un café en el mismo instante en que el comisario colgaba el teléfono.
- ¿No deberías estar en el instituto?
- Buenos días, Rita. ¿Que tal tu fin de semana?
- Tu padre está hablando con el director Malick.
En cinco segundos, Mary Lou bajó un poco su falda, disimuló su escote con una pashmina azul, eliminó gran parte del pintalabios y ensayó un par de veces su frase: ¡Hola, papá oso! !Dale un beso a la osita!
Aún no había cerrado la puerta del despacho cuando su padre, el comisario Retton, ya le estaba abroncando: “¡Señorita, estás castigada hasta que aprendas a comportarte como se espera de tí! Y encima en año de eleciones!”
“…” (Ronda 7)
-Es casi medianoche y solo quedamos nosotros. Bañémonos a la luz de la luna. Te lo juro papá, me dijo eso. Me dijo que sería muy romántico. Que me quería. Me dijo que…
-No me cuentes películas, Mary-Lou. Sabías que a medianoche debías estar en casa. No a las nueve de la mañana del martes.
-¡Pero papá!
-Me da igual. Ni que sea Gregg ni que sea George Clooney. Tres días fuera y ni te has dignado a llamar!
-No encontré el momento.
-Mary-Lou Retton, no me tomes por idiota. Estás castigada desde ya.
-Pero papá, tengo que ver a Andy, ¡estoy enamorada de él!
-Mientras vivas en mi casa harás lo que yo te… ¿Andy?¿Andy Whistle? ¿Ese delincuente?
Fuera del despacho, Rita Doyle recibía una llamada de los forestales. Acababan de encontrar el Mustang de Andy Whistle empotrado contra un árbol.
30 años (Ronda 8)
Cansado de andar siempre con prisas, decidió marcharse de Brooklyn a un pueblo de Nebraska.
Al joven Arthur Retton, una vacante en la oficina del sheriff de Lincoln, tras tres años trabajando de infiltrado en narcóticos, se le antojaban unas vacaciones pagadas.
Un 19 de junio llegaba al pueblo y, cuatro días después, conocía a Molly, la hija del sheriff, con la que se casaría tres años después y con la que tendría tres hijos. La mayor, Mary-Lou, y los gemelos, Angeline y Gabriel.
El día que encontraron el coche de Andy Whistle, Arthur Retton empezó a plantearse una no muy lejana jubilación. Su hija Mary-Lou era la mayor fuente de rumores del pueblo. Sus faldas cortas, sus horarios, los coches que la dejaban en casa por las mañanas.., Y ahora se declaraba enamorada de un delinquente desaparecido. Nada podía ir peor.
- Comisario, le llama su madre!
... (Ronda 9)
- …medio año más tarde. Una noche de marzo volvió a suceder, Arthur. Joanna Crompton empotró otra vez el Cadillac de su difunto marido en la palmera del jardín. Se debe creer que nadie se ha dado cuenta de que se pasa las tardes bebiendo en el Sheraton sacándole la pasta a los turistas con ese escote de fresca. Pero ya la tenemos calada, Arthur. Al final se llevará un susto de alguno de esos viejos casados de Portland que le regalan joyas a cambio de…
Mientras su madre escupía en su oído los chismorreos de Atlantic City, el comisario Retton notaba algo raro alrededor del coche de Andy Whistle. Algo clínico, metódico, dirigido... La puerta del conductor cerrada era extraña, la canción de Willie Nelson en bucle sonaba fuera de lugar, la foto de Mary-Lou en el limpiaparabrisas no tenía sentido…
… (Ronda 10)
Desde hace algún tiempo anoto en un cuaderno todas las mentiras que cuento a mis familiares y amigos. Y las que me cuento a mi mismo. Me he autoconvencido de que Mary-Lou me quiere. Páginas y páginas de autoconvencerme. De que solo es una fase, que se dará cuenta de que yo soy lo que necesita. Por eso sigo cubriéndole las espaldas. La princesita rebelde con el quarterback titular. Pero cada vez me cuesta más. Cada mentira me duele más. Ya ni me avisa. Da por sentado que mentiré, como siempre, mientras se enrosca en juegos cada día más sórdidos. Confía en que callaré, que lograré despistar las preguntas de su padre, que podrá comprar mi silencio con unos cuantos besos rápidos en el instituto, paseos a la vista de todos por el centro comercial y alguna mamada rápida en los vestuarios después de los partidos…
… (Ronda 11)
- Eché un rápido vistazo a la estantería de discos y noté algo raro. ¿Papá, tu has entrado en mi habitación? ¿Has tocado mis cosas?
- Sabes que no entro en tu habitación. Por eso está como está.
- Pues entonces alguien ha entrado en casa, papá. Los cd's estaban ordenados y yo nunca los ordeno. Pero no parece que se hayan llevado nada...
- ¿Quieres que mande a alguien?
- No hace falta, papá. Adiós.
Mary-Lou se tumbó en la cama, cerro los ojos y se dejó llevar por el primero de Van Halen. La cortina de su ventana filtraba la luz de la hora dorada, los ruidos de la calle iban cayendo por detrás de On Fire. En el duermevela que precede al sueño, le pareció oír la melodía de The Storm Has Just Begun…
… (Ronda 12)
De pequeña, soñaba con ser gimnasta rítmica. Quería bailar, ser una con la cinta y la pelota. Parar los latidos del corazón de 15000 personas en plena pirueta. Notar el aire vibrar con los gritos y los aplausos en una recepción arriesgada.
De pequeña, quería ser el centro de atención, la estrella, la reina del baile y la jefa de animadoras. Estudiar en Yale y ser la editora del periódico del campus.
De pequeña era la niña mimada de papá y del pueblo. El hada rubia cantarina que ayudaba con las compras a las abuelas.
De pequeña, tras las cortinas de las vecinas, era la huerfanita hija del sheriff, la niña que vivía casi sola, la pobrecita Mary-Lou.
A los 14 años, besó a Greg. A las dos semanas folló con un hombre en los lavabos de la estación de tren. A los 15 años tomó cocaína...
Blackened (Ronda 13, fuera de concurso)
mas allá, sobre las colinas, las sirenas de los forestales iluminan con destellos rojos, blancos y azules el bosque. están volviendo al pueblo. "voy a tener que darme prisa" piensa el encapuchado mientras arrastra un bulto inconsciente por el pasillo.
sin contemplaciones lanza el cuerpo semidesnudo en el maletero, arranca el coche y desaparece respetando los límites de velocidad e, incluso, el semáforo, inútil ya a esas horas, de second street con omaha.
cuando pasa por delante del granero de la Still Mills Company, presiona el play de su viejo ocho pistas. nada como el sonido de un viejo disco de country para pensar y conducir hasta la vieja mina.
al dejar la carretera, los baches del camino despiertan a mary-lou. sus gemidos de dolor animan al conductor, que con media sonrisa se relame recordando el sabor de su sangre...
… (Ronda 14)
Todo cambió con su llegada. Dejó de buscar en la oscuridad, de moverse, de hablarse. casi de respirar. Si hubiera podido, hubiera dejado de sudar.
La sangre seca en su cabeza no era lo peor. Ni la tirantez que empezaba a notar en la herida. Ni el dolor constante en la rodilla, ni el frío, ni los cortes en los pies descalzos, ni lo que creía era el brazo izquierdo roto.
Era no saber quién era el encapuchado y por qué le había escogido a él. Saber que volvía a tenerlo cerca y tener que esperar su voluntad encadenado a esa maldita vía. Tenerlo de nuevo agachado a escasos centímetros de su mano canturreando esas mierdas sobre libertad y chicas y paseos a caballo...
- Seguro -pensó antes de perder el sentido de nuevo- que es por los cinco mil que le debo al puto negro jones.
… (Ronda 15)
La temperatura no dejaba de aumentar. El cuerpo de Mary-Lou pesaba cada vez más y empezaba a protestar al golpear con los pilares de la mina. Parecía que bajar costaba más que cargar con ella.
Cuando llegó a donde estaba el maldito Andy, estaba empapado bajo la capucha.
- Dile al negro que le pagaré. tengo la pasta. por favor...-los gritos se alternaban con los susurros y los gimoteos- No me hagas daño. Te daré lo que quieras. ¡Suéltame, hijo de puta! ¡Te mataré! ¡Y al puto negro también!
Una patada certera y volvió el silencio. Dejó caer el bulto sobre las piedras y, mientras resonaban los gemidos, se dió media vuelta. Necesitaba refrescarse.
Mientras se alejaba, un Andy aterrorizado se acercaba lentamente a las respiraciones que oía en la oscuridad.
- ¡Eh!, ¡eh! -esperaba una respuesta- ¡eh!
Un esfuerzo excesivo le hizo perder de nuevo la consciencia…
… (Ronda 16)
Cogió papel y boli del escritorio de su hija.
"Mary-Lou, me voy a dormir. mañana hablaremos muy seriamente."
La llamó una vez más. Esta vez escuchó la vibración de su inseparable teléfono debajo de la cama.
Obviamente no era normal. Y abrió los ojos.
Ropa por el suelo, en la cama, sobre la mesa, en la silla...
Encendió la luz de la habitación y observó. Con ojo profesional.
El disco de Van Halen en el tocadiscos, el teléfono, unas gotas de sangre en la almohada...
- Rita, Mary-Lou ha desaparecido. Pásate por los antros por donde merodea andy whistle, a ver si descubres algo.
Tú y tu rebeldía. -pensó- Te has pasado. Finjir tu propio secuestro para fugarte con ese macarra…
… (Ronda 17)
En menudo lío se había metido por culpa de esa niñata, su culo de acero y su constante: Vámonos a Hollywood, Andy. Seré una gran actriz...
-¡La hija del puto sheriff! Cómo si no tuviera ya problemas por mi mismo. ¿Cómo me he dejado liar para intentar estafar al puto Negro Jones? ¿Cómo? Un tipo de metro sesenta y sin armas que controla el negocio de la coca en Nebraska desde una floristeria no me dejará largarme con sus cinco mil dólares. Joder, quince putos días de mamadas y sexo anal con la putita de turno y me la ha liado muy gorda. ¡Cómo si no llevara 5 años follándome niñatas subidas de sueños y egos a cambio de farlopa para pasar el sábado! ¿Y ahora qué? Encadenado en una cueva por algún puto yonki dispuesto a matarme por dos putas dosis…
… (Ronda 18)
- ...tras varios días de viaje llegamos al planeta que daría impulso a la sonda para salir del sistema solar...
-¡Me cago en la puta mierda de la onda media! - gritó mientras pateaba la vieja radio. - ¡Dejaos de Voyagers y de viejos locos y poned al puto Willie Nelson, joder!.
Se sacó el pasamontañas. Apagó la linterna. Vió que empezaba a amanecer. Y salió a tomar un poco el aire.
Ya no había vuelta atrás. Ese macarra llorón iba a suplicar clemencia delante de Mary-Lou. Iba a llamar a su mamá y hasta a cagarse encima. Y ella vería que no era lo bastante hombre. Y se enamoraría de él. Y serían felices para siempre...
Sin darse cuenta había empezado a cantar en un susurro que se convirtió en un grito: “Nobody Said It Was Going To Be Easy...”
Mary-Lou empezó a temblar. Conocía esa canción…
… (Ronda 22) (Fuera de concurso RELOADED)
La puerta del tercero B estaba reventada; es lo primero que vi al salir del ascensor. Le puedo asegurar que media hora antes la puerta estaba bien porque estuve hablando con Louise antes de ir a a comprar cosas para la comida de este fin de semana que viene mi hija a comer.
No me interrumpa, que pierdo el hilo
Le decía que cuando salí del ascensor la puerta estaba reventada y no se oía nada. Entré en mi casa y mientras les llamaba estuve mirando por la mirilla de la puerta. Si, hace tres días que les llamé y ya vinieron los dos agentes. La chica negra y el gordo. Si, les conté lo mismo. Sí, lo del negro mariquita. Ya se lo dije al poli gordo. Les gritaba a dos negros enormes algo de 5000 dolares y de Andy. ¿lo cuento yo o lo cuenta usted, comisario?
… (Ronda 23)
- La primera decisión que tomó el nuevo Rey fue eliminar la competencia. Tenemos constancia de visitas a otros destacados jefes del narcotráfico y de la muerte de tres de ellos en el plazo de una semana. Los análisis de los laboratorios relacionan esas muertes con la entrada conjunta del mismo material en diferentes ciudades incluidas aquellas....
- ¡Basta! - Gritó el comisario Retton. - ¿Qué tiene todo esto que ver con encontrar a Mary-Lou?
- Según los datos que tenemos, su hija se relaciona últimamente con Andy Whistle. Y este está menudeando con material del Negro Jones. Pudiera ser que Jones estuviera arreglando cuentas...
El comisario Retton se levantó de la silla. Salió a la calle, encendió un Marlboro y miró hacia las montañas. Sin fijar la vista mientras pensaba. El logo de Still Mills brillaba en el bosque.
- ¡Rita! - gritó - ¿han reabierto la vieja mina?
Shadowland (Ronda 24)
No reconoció su imagen reflejada en el espejo. Los moratones en los ojos, el rictus de dolor, la sangre seca, la suciedad, el barro, los surcos de las lágrimas, el titilar de las cerillas......
Poco a poco, en silencio, sin alejarse de los raíles, Mary-Lou se alejó del animal.
En la oscuridad chocó con algo. Una pared. Una puerta. Entró. Un armario estrecho. Un baño, quizá.
Se notó a salvo y encendió una cerilla. Lo poco que quedaba de su pijama había ocultado tres cerillas y medio porro en la goma de sus bragas. Algunas noches salía al balcón de su habitación a fumar. Se asustó al verse en un espejo roto y lleno de polvo.
Respiró, salió de allí y siguió de nuevo los raíles.
Solo quería huir de la bestia que, encadenada, había llegado a tocarla desde las sombras. Prefería perderse o encontrarse con el maldito vaquero...
Ronda 25 - ...
Abrió la caja y dijo: ¿esto es todo lo que tenemos de la Still Mills? ¿Una orden de cierre y la conformidad por escrito del sindicato?
En su cabeza, se repetía la misma pregunta: ¿Por qué brilla la mina? ¿Por qué ha empezado a brillar hoy?
-¡Rita! Me voy a la mina abandonada. A ver si mientras conduzco puedo pensar un poco...
Cogió su chaqueta, el sombrero y el rifle. Por si acaso. Tenía la esperanza de cruzarse con algún jabalí.
Mary-Lou andaba despacio por el túnel. Tras ella resonaban los gemidos de la bestia. Delante, un silbido y sonidos metálicos. Tropezó con algo. Se agachó. Sus dedos encontraron una pala. Siguió adelante, hacia el silbido, huyendo de la bestia, alejándose.
Sin zapatos, sólo con un culotte semitransparente y los restos de su minipijama favorito, Mary-Lou se dirigía hacia la impresión de una brisa. Hacia afuera. Hacia el silbido...
Ronda 26. BREAKING NEWS
La cantante de opera retirada, Joanna Crompton, fue encontrada muerta ayer en el Parque Nacional de Yellowstone, a más de mil quilómetros de su residencia. El cuerpo fue encontrado en interior del Cadillac CTS de su propiedad en el interior del bosque. El cuerpo mostraba signos de violencia en diversos grados
Por otra parte, los análisis toxicológicos previos resultaron positivos en alcohol, cocaína y rophynol. El análisis del interior del coche ha mostrado la existencia de varios tipos de liquido seminal y de restos de barro.
La policía está tomando declaración a las compañeras de residencia de la fallecida, que han informado que la señorita Crompton recibía visitas de varios hombres de edad avanzada y que en varias ocasiones había sufrido accidentes de tráfico.
Sus familiares han emitido un comunicado solicitando respeto hacia su dolor y la vida privada de Joanna Crompton.
Ronda 27 ...
La luz lo cegó al abrir los ojos. El sol, que minutos antes quedaba oculto por los árboles, entraba al interior de la vieja mina.
A lo lejos, oía los gemidos del maldito Andy Whistle. Se levantó, agarró un casco del maletero y se dirigió hacia los pasadizos. Los sonidos de sus botas resonaban en todas direcciones. A cada paso estar un poco más cerca de ese hijo de puta le cabreaba de nuevo.
Cuando pasó por el punto de bifurcación donde estaba el antiguo despacho del capataz, a escasos trescientos metros de su objetivo, le hervía la sangre. Ansiaba matar a ese maldito cabrón y su polla goteaba con la sola idea de meterse dentro la putita de Mary-Lou.
A los pocos segundos vio el bulto que era Andy tirado entre las vías. A su espalda le pareció oír un par de ratas hurgando entre las rocas…
Ronda 28 …
Estaba esperando en un rincón. Oía los latidos de su corazón retumbando en las húmedas paredes. En cualquier momento iba a darse cuenta de que no estaba cerca del animal. Había pasado a escasos metros de ella y juraría que incluso la había oído encoger los dedos de los pies.
- Rita, si en dos horas no te llamo de nuevo, haz que venga alguien. Cambio.
- De acuerdo, comisario. Vaya con cuidado con el barro, no se quede atascado. cambio y corto.
Tiritando de frío, Mary-Lou se iba poniendo tensa por momentos. Empezaban a dolerle los cartílagos, necesitaba moverse.
De repente se oyó un grito: - ¡Hija de puta! ¡¿Donde estás, maldita zorra?! ¡Mary-Lou! ¡Mary-Lou!
Sin esperar a ver que pasaba, arrancó a correr. Alejándose. Descalza, tiritando.
Vio aparecer un halo de luz que iluminó la cueva. Oyó gritos y a alguien correr. La estaba persiguiendo.
Ronda 29 ...
Después de pensarlo mucho, se armó de valor y saltó al vacío. A la oscuridad que creaba la luz de su perseguidor..
Cerro los ojos.
Y saltó.
Con todas sus fuerzas, esperando llegar al otro lado.
Muerta de miedo. Huyendo de alguien.
Rezando por su vida.
A la desesperada...
Saltó, con la agilidad de sus 16 años y la fuerza del miedo. Saltó, como nunca. Saltó.
Cuando descubrió que el vacío era una sombra ya era tarde. Cayó sin control, golpeándose las rodillas y la cabeza contra el suelo.
El foco se acercaba, detrás de el, una risa cansada y un constante puta, puta puta...
Cada vez más cerca, más fuerte. Su mano palpó algo, lo cogió a tientas, escondiéndolo como podía en la sombra de su brazo.
Más pasos, más putas...
Una mano en su cuello...
Con todas sus fuerzas golpeó donde esperaba que estuviera la cabeza.
Ronda 30
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la loca le gusta un niño. El capitán mosca en el restaurante chino…
Una absurda canción de patio de colegio arrastrándose desde el fondo su cerebro.
Volvía a ser consciente de quién era, del golpe en la cabeza, de caer en la oscuridad, de ver a Mary-Lou alejarse, de golpearse la rodilla con algo, de perder el sentido…
Aún con el soniquete en la cabeza, notó la sangre resbalándole por la cara y el cuello. Se levantó, le falló la pierna, se arrastró hasta encontrar apoyo, volvió a levantarse, caminó, renqueante, hasta su pick-up. La puerta estaba abierta y su bolsa de deporte desaparecida.
Cogió el hacha de la caja de herramientas, escupió sangre en el suelo, se caló el Stetson y siguió hacia adelante.
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la zorra le darán su merecido…
Ronda 31
No se explicaba cómo podía alejarse de él. Cómo podía ser que le hubiera golpeado. A él, la única persona que realmente la conocía, la única persona que la amaba.Y ahora se alejaba...
No se explicaba porqué había asociado a Mary-Lou con la vieja mina. Pero ahora conducía el coche patrulla a toda velocidad por los viejos caminos de montaña. Atento a los baches, charcos y piedras.
No se explicaba qué había pasado, però corría. Semidesnuda, con su culotte de pokemon, una pashmina que había encontrado en una camioneta, y miedo.
Greg Fantpay miró al cielo, se tocó la sien, y caminó. Años de ser el perfecto boy-scout tuvieron su recompensa
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
la madre que me parió!
añadiendo la ronda actual, más de 3700 palabras!!!!!!!!! no uso tantas en mi día a día!
Re: La Saga de Sugar
se abre la posibilidad del tipo "universo expandido" de Star wars...
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m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
He leido dos veces el relato de esta ronda....
m
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m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
m señor escribió:He leido dos veces el relato de esta ronda....
m
300 palabras. Ve a descansar. Te lo mereces.
Re: La Saga de Sugar
Sugar Bug escribió:m señor escribió:He leido dos veces el relato de esta ronda....
m
300 palabras. Ve a descansar. Te lo mereces.
Si, tal vez tenga que dormir mas....si...
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m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
Pregunta abierta.
de todas las veces que se ha hablado de la saga (incluyendo lo de "desperdicio de votos"), cual es la frase/opinión que mas recuerdas?
de todas las veces que se ha hablado de la saga (incluyendo lo de "desperdicio de votos"), cual es la frase/opinión que mas recuerdas?
Re: La Saga de Sugar
Sugar Bug escribió:Pregunta abierta.
de todas las veces que se ha hablado de la saga (incluyendo lo de "desperdicio de votos"), cual es la frase/opinión que mas recuerdas?
yo recuerdo el mito de que el negro jones huele a flores....
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m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
y en otro orden de cosas....¿termina esta semana?....no sé si poner...veo nervios...o poner...placeeeerrrrrr.....o poner Hypie en todo lo alto....
dudas....dudas...
m
dudas....dudas...
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m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
.
24 ...
La procesión detuvo su marcha casi instantáneamente. Mary-Lou escuchó algo, su perseguidor creyó ver algo y el comisario paró el coche bloqueando, por precaución, la salida de la pick-up.
Lo que parecía un día totalmente normal en la oficina se había convertido en una semana de tensión, robos, ajustes de cuentas y miedo. Miedo de perder a su pequeña...
Ahora, en el medio del bosque, el cartucho de Laying My Burdens Down en la camioneta del chico Fantpay hacía crujir unos cuantos engranajes y situaba los detalles en su sitio. No se debía haber tomado muy bien que su pequeña le dejara por el proyecto de matón.
Un grito en la lejanía le devolvió a la realidad. Era Mary-Lou, seguro. Miro al suelo y las huellas de unos pies y unas botas le marcaron el rumbo. Quitándole el seguro a su viejo revolver, se adentró andando en el bosque...
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
25) THESE BOOTS ARE MADE FOR WALKING
Burló a la muerte gracias a un mero accidente y algo de suerte.
Escuchó algo, giró la cabeza esperando ver a su perseguidor y tropezó con algo. Una raíz, seguramente.
Y un grito salió de su garganta.
Mary-Lou cayó en unos arbustos torciéndose dolorosamente el tobillo y decidió ocultarse allí mismo. Lo último que hizo fue sacar el brazo del arbusto para ocultar la libreta que había cogido con la pashmina de la pick-up y morderla para no hacer ruido.
Instantes después, unas viejas camperas se detuvieron justo delante de sus ojos. Unas camperas viejas, sucias, conocidas.
Y entonces vio el hacha. Oxidada, llena de muescas.
Y esperó.
Notando cada respiración del maldito Greg.
La espera terminó de una manera totalmente imprevista. Otros pasos, menos cuidadosos, se acercaban.
Y el hacha se alejó de ella.
Y otro par de botas.
Volvía a estar sola.
Burló a la muerte gracias a un mero accidente y algo de suerte.
Escuchó algo, giró la cabeza esperando ver a su perseguidor y tropezó con algo. Una raíz, seguramente.
Y un grito salió de su garganta.
Mary-Lou cayó en unos arbustos torciéndose dolorosamente el tobillo y decidió ocultarse allí mismo. Lo último que hizo fue sacar el brazo del arbusto para ocultar la libreta que había cogido con la pashmina de la pick-up y morderla para no hacer ruido.
Instantes después, unas viejas camperas se detuvieron justo delante de sus ojos. Unas camperas viejas, sucias, conocidas.
Y entonces vio el hacha. Oxidada, llena de muescas.
Y esperó.
Notando cada respiración del maldito Greg.
La espera terminó de una manera totalmente imprevista. Otros pasos, menos cuidadosos, se acercaban.
Y el hacha se alejó de ella.
Y otro par de botas.
Volvía a estar sola.
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
.
Y AL FIN LLEGÓ EL FINAL
26) …
Volvió de prisa sobre sus pasos. Alejándose lo más rápido posible del hacha y los dos pares de botas. Su única preocupación era no hacer ruido. Moverse. Volver a la mina y huir en esa maldita pick-up, encontrar las llaves y volver a casa.
En algún momento había perdido el rastro. Una maldita senda de ciervos no era un buen lugar para rastrear a una gacela asustada. Ni siquiera podía confiar en encontrar restos de ropa degarrada en alguna rama. Redujo su escasa velocidad para buscar algún mínimo rastro. Su rodilla cada vez dolía más y la ira le cegaba.
Arthur Retton avanzaba con suavidad por el terreno lleno de hojas secas y ramas. No le importaba hacer ruido. Sabía que iba en buen camino. Un constante murmullo ahogado le guiaba hacia adelante. Y las claras huellas de alguien que cojeaba.
Cuando Mary-Lou, ya casi a la carrera, llegó al claro frente a la mina descubrió el todoterreno de la policía comprendió de quién eran el segundo par de botas. De su padre. Se acercó con miedo. Abrió la puerta. Todo estaba en orden. En el asiento del copiloto donde tantas veces había hecho el camino del colegio, donde había cantado las canciones de los viejos discos de rock de su padre, un rifle y un puñado de balas.
Sin pensarlo ni un segundo, cogió el rifle, puso unas cuantas balas en la goma del sucio y desgarrado culotte y volvió sobre sus pasos.
Corriendo, sin pensar en el dolorido tobillo, sin notar las piedras del suelo, resbalando en el barro, atravesando zarzas que le clavaban espinas en las piernas desnudas, buscando a su padre.
De repente un grito rompió el falso silencio del bosque.
- ¡Gregory Louis Fantpay junior! ¡Deja ese hacha en el suelo ahora mismo!
La voz del comisario, rotunda y segura de si misma llegó hasta Mary-Lou. Y siguió corriendo.
Gregory Louis Fantpay junior se detuvo de golpe. Però no soltó el hacha. Sabía que si tenía alguna posibilidad de seguir vivo era con ella en las manos.
- Vamos, Greg, no me hagas hacer algo que no quiero hacer. Suelta el hacha y date la vuelta. Despacito.
- ¡Comisario Retton! - dijo Greg, falseando sus nervios con un deje irónico.- Que alegría me produce poder hablar con usted. ¿Le importa si me doy la vuelta?
- Primero suelta el hacha, Greg. Y luego hablamos.
- Verá usted, comisario. Lo de soltar el hacha se me antoja problemático. - contestó mientras se daba la vuelta. - Como puede ver la uso como bastón, ya que Mary-Lou, nuestra querida Mary-Lou, casi consigue destrozarme la rodilla hace un rato.
- Cállate y suelta la puta hacha, Greg.
A un cuarto de milla, la semidesnuda Mary-Lou seguí acercándose. Podía oír la conversación. Los gritos de su padre y, sin distinguir las palabras, los susurros de Greg. Ese maldito Greg. Maldito subnormal. Dos años tragándose sus corridas cada vez que ganaban un partido en casa. Dos años dejando que la cogiera de la mano por el instituto y siendo la novia perfecta del jodido quarterback y ahora su padre iba a descubrir que era todo una tapadera y que su hijita no era más que una adicta al sexo y a la cocaína.
- Vamos, Greg. Suelta el hacha y hablaré en tu favor en el juicio. - Arthur Retton odiaba mentir, pero hasta que no supiera donde estaba Mary-Lou no podía hacer otra cosa.
Greg seguía inmóvil, mirando al comisario. Pensando. De repente, una sonrisa cruzó sus labios.
- Comisario, le voy a contar una historia que le abrirá los ojos. Luego, decida usted. – Greg notó que el revolver del comisario dejaba de apuntar a su cabeza.
- Cuidado con mentirme, Greg. Si me mientes en una sola palabra dispararé.
Detrás de un árbol, Mary-Lou Retton esperaba. Recuperando el resuello, escuchando, temiéndose lo peor. ¿Hasta dónde se atrevería a llegar Greg? ¿Qué se creería su padre? ¿Qué pasaría con su doble vida? ¿Y su sueño de ser actriz?
- Verás, Arthur, ¿puedo llamarte Arthur?, Mary-Lou y yo llevamos juntos mucho tiempo, tú ya lo sabes. Tú y todo este maldito pueblo. La pareja perfecta. Guapos y simpáticos. La hija del comisario y el hijo del tipo más rico del condado. - Greg empezaba a gustarse. Empezaba a gesticular, en cualquier momento iba a empezar a andar como hacía en las clases de retórica. - ¿no le parecía demasiado bonito? ¿demasiado cliché? Creo recordar que hubo una película así a mediados de los ochenta.
- Al grano, Gregory.
- De acuerdo, Arthur, de acuerdo. Como te decía, tu "osita", - retomó el hilo con cierta ironía - tu adorada hijita, no está enamorada de mí. Nunca me ha querido. Oh, sí. Claro que hemos hecho el amor. En tu casa y para que tú lo supieras. ¿Recuerdas los gemidos y el gritito? Una mentira. Un polvo de mierda para que creyeras que acababa de desvirgarla. Y la sangre que viste en sus sábanas, era de mi lengua. Un puto mordisco. Pues claro que tenía un porque. Tu niñita siempre tiene un porque. Tenía un retraso y no sabía quién podía ser el padre.
Mary-Lou, escondida detrás del árbol, veía como su vida se desmoronaba por momentos. Su padre iba a mandarla al maldito internado militar. Tenía que minimizar los daños como fuera. Cerró los ojos, contó hasta 10, respirando lentamente, intentando bajar sus pulsaciones, buscando la serenidad interior. Calmándose. Paseando por su palacio de cristal.
Arthur Retton se iba cabreando por momentos. Y Greg lo sabía. Y Mary-Lou lo sabía. Y Arthur lo sabía. Y eso iba contra las intenciones de Mary-Lou. Fruto de sus años como infiltrado, cuando se cabreaba controlaba sus reacciones hasta límites casi místicos
- Vamos, papá. – susurraba ella clavando su espalda en el árbol. – Deja de escuchar a este imbécil y haz algo. Por favor, papá.
- ¿Quieres saber otra cosa, Arthur? La otra noche se quedó con el imbécil de Whistle en la piscina. Y se lo folló mientras le llamaba Papá Osito. ¿Te suena, Arthur? ¿Papá Osito? Lo vi con mis propios ojos, Arthur. Tu niña pequeña, tu osita, desnuda, con un porro enorme en la boca y con solo el Stetson de la policía que le regalaste por su 13 cumpleaños, cabalgando a ese maldito yonki al borde de la piscina de un motel barato. Y si no me equivoco, igual que lo vi yo lo vieron varios clientes del motel. Y ya sabes que todo el mundo quiere ganar dinero subiendo pornografía a la red.
- No sigas por ahí, hijo de puta. No sigas por ahí. – Mary-Lou iba tensándose por momentos. No sabía que le dolía más. Que la hubieran visto follando, que lo hubieran grabado para subirlo a internet o que se lo contara a su padre.
- El mejor momento, querido Arthur, - continuó Greg mirando fijamente al comisario y levantando el hacha hasta su hombro – fue cuando, mientras su hijita se sacaba la polla de ese yonki del coño, él le dijo “Molly, es casi medianoche y solo quedam
El disparo se oyó desde el pueblo. Y los gritos de todos los animales de las montañas. Y el espectáculo de bandadas enteras de pájaros volando sobre los rojizos colores de la puesta de sol.
Y el espectáculo para dos de la explosión de la cabeza de Gregory Louis Fantpay junior.
Dos disparos simultáneos, uno de revolver y otro de un rifle de caza, impactaron en la cabeza de Greg destrozándola y provocándole una parada cardiorespiratoria de la que no se recuperó.
Arthur Retton, sorprendido, se dio media vuelta con el revolver aún humeante en su mano. Al lado de un árbol, su hija, vestida con únicamente unas bragas y una camiseta realmente corta, empuñaba un rifle igualmente humeante. Dos lágrimas empezaban a caer por sus ennegrecidas mejillas. La fragilidad hiposa de una niña contrastaba con el rifle.
- ¡Mary-Lou! Baja ese rifle. ¿Estás bien?
- Si. Tuve que hacerlo, papá. No pude soportar oír el nombre de mamá en la boca de ese cabrón. – Mary-Lou se derrumbaba por instantes. - No pude, papá. Tuve que hacerlo. Mamá, mamá…
- Está bien, osita, está bien. – Arthur Retton se acercaba a su pequeña. – Yo tampoco pude evitarlo.
- Perdóname, papá. No quería que te enteraras de todo esto por…
- Mary-Lou, soy el comisario. Se todo lo que haces. Tú y todos los habitantes del pueblo. Quizá no conozca los detalles, pero sí con quien vas y con quién no vas…
Y AL FIN LLEGÓ EL FINAL
26) …
Volvió de prisa sobre sus pasos. Alejándose lo más rápido posible del hacha y los dos pares de botas. Su única preocupación era no hacer ruido. Moverse. Volver a la mina y huir en esa maldita pick-up, encontrar las llaves y volver a casa.
En algún momento había perdido el rastro. Una maldita senda de ciervos no era un buen lugar para rastrear a una gacela asustada. Ni siquiera podía confiar en encontrar restos de ropa degarrada en alguna rama. Redujo su escasa velocidad para buscar algún mínimo rastro. Su rodilla cada vez dolía más y la ira le cegaba.
Arthur Retton avanzaba con suavidad por el terreno lleno de hojas secas y ramas. No le importaba hacer ruido. Sabía que iba en buen camino. Un constante murmullo ahogado le guiaba hacia adelante. Y las claras huellas de alguien que cojeaba.
Cuando Mary-Lou, ya casi a la carrera, llegó al claro frente a la mina descubrió el todoterreno de la policía comprendió de quién eran el segundo par de botas. De su padre. Se acercó con miedo. Abrió la puerta. Todo estaba en orden. En el asiento del copiloto donde tantas veces había hecho el camino del colegio, donde había cantado las canciones de los viejos discos de rock de su padre, un rifle y un puñado de balas.
Sin pensarlo ni un segundo, cogió el rifle, puso unas cuantas balas en la goma del sucio y desgarrado culotte y volvió sobre sus pasos.
Corriendo, sin pensar en el dolorido tobillo, sin notar las piedras del suelo, resbalando en el barro, atravesando zarzas que le clavaban espinas en las piernas desnudas, buscando a su padre.
De repente un grito rompió el falso silencio del bosque.
- ¡Gregory Louis Fantpay junior! ¡Deja ese hacha en el suelo ahora mismo!
La voz del comisario, rotunda y segura de si misma llegó hasta Mary-Lou. Y siguió corriendo.
Gregory Louis Fantpay junior se detuvo de golpe. Però no soltó el hacha. Sabía que si tenía alguna posibilidad de seguir vivo era con ella en las manos.
- Vamos, Greg, no me hagas hacer algo que no quiero hacer. Suelta el hacha y date la vuelta. Despacito.
- ¡Comisario Retton! - dijo Greg, falseando sus nervios con un deje irónico.- Que alegría me produce poder hablar con usted. ¿Le importa si me doy la vuelta?
- Primero suelta el hacha, Greg. Y luego hablamos.
- Verá usted, comisario. Lo de soltar el hacha se me antoja problemático. - contestó mientras se daba la vuelta. - Como puede ver la uso como bastón, ya que Mary-Lou, nuestra querida Mary-Lou, casi consigue destrozarme la rodilla hace un rato.
- Cállate y suelta la puta hacha, Greg.
A un cuarto de milla, la semidesnuda Mary-Lou seguí acercándose. Podía oír la conversación. Los gritos de su padre y, sin distinguir las palabras, los susurros de Greg. Ese maldito Greg. Maldito subnormal. Dos años tragándose sus corridas cada vez que ganaban un partido en casa. Dos años dejando que la cogiera de la mano por el instituto y siendo la novia perfecta del jodido quarterback y ahora su padre iba a descubrir que era todo una tapadera y que su hijita no era más que una adicta al sexo y a la cocaína.
- Vamos, Greg. Suelta el hacha y hablaré en tu favor en el juicio. - Arthur Retton odiaba mentir, pero hasta que no supiera donde estaba Mary-Lou no podía hacer otra cosa.
Greg seguía inmóvil, mirando al comisario. Pensando. De repente, una sonrisa cruzó sus labios.
- Comisario, le voy a contar una historia que le abrirá los ojos. Luego, decida usted. – Greg notó que el revolver del comisario dejaba de apuntar a su cabeza.
- Cuidado con mentirme, Greg. Si me mientes en una sola palabra dispararé.
Detrás de un árbol, Mary-Lou Retton esperaba. Recuperando el resuello, escuchando, temiéndose lo peor. ¿Hasta dónde se atrevería a llegar Greg? ¿Qué se creería su padre? ¿Qué pasaría con su doble vida? ¿Y su sueño de ser actriz?
- Verás, Arthur, ¿puedo llamarte Arthur?, Mary-Lou y yo llevamos juntos mucho tiempo, tú ya lo sabes. Tú y todo este maldito pueblo. La pareja perfecta. Guapos y simpáticos. La hija del comisario y el hijo del tipo más rico del condado. - Greg empezaba a gustarse. Empezaba a gesticular, en cualquier momento iba a empezar a andar como hacía en las clases de retórica. - ¿no le parecía demasiado bonito? ¿demasiado cliché? Creo recordar que hubo una película así a mediados de los ochenta.
- Al grano, Gregory.
- De acuerdo, Arthur, de acuerdo. Como te decía, tu "osita", - retomó el hilo con cierta ironía - tu adorada hijita, no está enamorada de mí. Nunca me ha querido. Oh, sí. Claro que hemos hecho el amor. En tu casa y para que tú lo supieras. ¿Recuerdas los gemidos y el gritito? Una mentira. Un polvo de mierda para que creyeras que acababa de desvirgarla. Y la sangre que viste en sus sábanas, era de mi lengua. Un puto mordisco. Pues claro que tenía un porque. Tu niñita siempre tiene un porque. Tenía un retraso y no sabía quién podía ser el padre.
Mary-Lou, escondida detrás del árbol, veía como su vida se desmoronaba por momentos. Su padre iba a mandarla al maldito internado militar. Tenía que minimizar los daños como fuera. Cerró los ojos, contó hasta 10, respirando lentamente, intentando bajar sus pulsaciones, buscando la serenidad interior. Calmándose. Paseando por su palacio de cristal.
Arthur Retton se iba cabreando por momentos. Y Greg lo sabía. Y Mary-Lou lo sabía. Y Arthur lo sabía. Y eso iba contra las intenciones de Mary-Lou. Fruto de sus años como infiltrado, cuando se cabreaba controlaba sus reacciones hasta límites casi místicos
- Vamos, papá. – susurraba ella clavando su espalda en el árbol. – Deja de escuchar a este imbécil y haz algo. Por favor, papá.
- ¿Quieres saber otra cosa, Arthur? La otra noche se quedó con el imbécil de Whistle en la piscina. Y se lo folló mientras le llamaba Papá Osito. ¿Te suena, Arthur? ¿Papá Osito? Lo vi con mis propios ojos, Arthur. Tu niña pequeña, tu osita, desnuda, con un porro enorme en la boca y con solo el Stetson de la policía que le regalaste por su 13 cumpleaños, cabalgando a ese maldito yonki al borde de la piscina de un motel barato. Y si no me equivoco, igual que lo vi yo lo vieron varios clientes del motel. Y ya sabes que todo el mundo quiere ganar dinero subiendo pornografía a la red.
- No sigas por ahí, hijo de puta. No sigas por ahí. – Mary-Lou iba tensándose por momentos. No sabía que le dolía más. Que la hubieran visto follando, que lo hubieran grabado para subirlo a internet o que se lo contara a su padre.
- El mejor momento, querido Arthur, - continuó Greg mirando fijamente al comisario y levantando el hacha hasta su hombro – fue cuando, mientras su hijita se sacaba la polla de ese yonki del coño, él le dijo “Molly, es casi medianoche y solo quedam
El disparo se oyó desde el pueblo. Y los gritos de todos los animales de las montañas. Y el espectáculo de bandadas enteras de pájaros volando sobre los rojizos colores de la puesta de sol.
Y el espectáculo para dos de la explosión de la cabeza de Gregory Louis Fantpay junior.
Dos disparos simultáneos, uno de revolver y otro de un rifle de caza, impactaron en la cabeza de Greg destrozándola y provocándole una parada cardiorespiratoria de la que no se recuperó.
Arthur Retton, sorprendido, se dio media vuelta con el revolver aún humeante en su mano. Al lado de un árbol, su hija, vestida con únicamente unas bragas y una camiseta realmente corta, empuñaba un rifle igualmente humeante. Dos lágrimas empezaban a caer por sus ennegrecidas mejillas. La fragilidad hiposa de una niña contrastaba con el rifle.
- ¡Mary-Lou! Baja ese rifle. ¿Estás bien?
- Si. Tuve que hacerlo, papá. No pude soportar oír el nombre de mamá en la boca de ese cabrón. – Mary-Lou se derrumbaba por instantes. - No pude, papá. Tuve que hacerlo. Mamá, mamá…
- Está bien, osita, está bien. – Arthur Retton se acercaba a su pequeña. – Yo tampoco pude evitarlo.
- Perdóname, papá. No quería que te enteraras de todo esto por…
- Mary-Lou, soy el comisario. Se todo lo que haces. Tú y todos los habitantes del pueblo. Quizá no conozca los detalles, pero sí con quien vas y con quién no vas…
Neska- Moderadora
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Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
Bravo !!
Tengo que leerla entera !
Tengo que leerla entera !
Dust N Bones !?- Mensajes : 35674
Fecha de inscripción : 25/03/2010
Re: La Saga de Sugar
BRAVO, SUGAR!!!!
- La saga de principio a fin:
Promenade party (Ronda 4)
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.
Talk, talk, talk. (Ronda 5)
Parecía un día totalmente normal en la oficina cuando de la clase del señor Ovensson llegó una nota: La alumna Retton no ha aparecido.
La señorita Greenwood levantó la vista por encima de las gafas y, mientras Audrey Bettancourt daba media vuelta, apretaba el intercomunicador de su mesa.
- Director, la señorita Retton no ha aparecido.
- ¿Tampoco hoy? Llame a su padre, si es tan amable.
- Ahora mismo.
Un teléfonó sonó a un kilometro.
- Comisaría. Agente Doyle. Buenos días, director.
- Buenos días, Rita. Ponme con el comisario, por favor.
- Cuente hasta cinco y hable.
Cuatro segundos después, el comisario Arthur Retton jadeaba por el manos libres.
- Hola, director Malick, ¿que sucede?
- Tu hija no ha venido a clase, Arthur. Y hoy es martes.
Tras recuperar el resuello, habló.
- No la veo desde el sábado. ¿Greg Fantpay, su amiguito, está en clase?
- Si. Y ayer también estuvo.
- ¿Donde estás, Mary-Lou?
"..." (Ronda 6)
La espera terminó de una manera imprevista en los manuales de actuación de la policía. La persona desaparecida entró por la puerta de la comisaría sonriendo y sorbiendo un café en el mismo instante en que el comisario colgaba el teléfono.
- ¿No deberías estar en el instituto?
- Buenos días, Rita. ¿Que tal tu fin de semana?
- Tu padre está hablando con el director Malick.
En cinco segundos, Mary Lou bajó un poco su falda, disimuló su escote con una pashmina azul, eliminó gran parte del pintalabios y ensayó un par de veces su frase: ¡Hola, papá oso! !Dale un beso a la osita!
Aún no había cerrado la puerta del despacho cuando su padre, el comisario Retton, ya le estaba abroncando: “¡Señorita, estás castigada hasta que aprendas a comportarte como se espera de tí! Y encima en año de eleciones!”
“…” (Ronda 7)
-Es casi medianoche y solo quedamos nosotros. Bañémonos a la luz de la luna. Te lo juro papá, me dijo eso. Me dijo que sería muy romántico. Que me quería. Me dijo que…
-No me cuentes películas, Mary-Lou. Sabías que a medianoche debías estar en casa. No a las nueve de la mañana del martes.
-¡Pero papá!
-Me da igual. Ni que sea Gregg ni que sea George Clooney. Tres días fuera y ni te has dignado a llamar!
-No encontré el momento.
-Mary-Lou Retton, no me tomes por idiota. Estás castigada desde ya.
-Pero papá, tengo que ver a Andy, ¡estoy enamorada de él!
-Mientras vivas en mi casa harás lo que yo te… ¿Andy?¿Andy Whistle? ¿Ese delincuente?
Fuera del despacho, Rita Doyle recibía una llamada de los forestales. Acababan de encontrar el Mustang de Andy Whistle empotrado contra un árbol.
30 años (Ronda 8)
Cansado de andar siempre con prisas, decidió marcharse de Brooklyn a un pueblo de Nebraska.
Al joven Arthur Retton, una vacante en la oficina del sheriff de Lincoln, tras tres años trabajando de infiltrado en narcóticos, se le antojaban unas vacaciones pagadas.
Un 19 de junio llegaba al pueblo y, cuatro días después, conocía a Molly, la hija del sheriff, con la que se casaría tres años después y con la que tendría tres hijos. La mayor, Mary-Lou, y los gemelos, Angeline y Gabriel.
El día que encontraron el coche de Andy Whistle, Arthur Retton empezó a plantearse una no muy lejana jubilación. Su hija Mary-Lou era la mayor fuente de rumores del pueblo. Sus faldas cortas, sus horarios, los coches que la dejaban en casa por las mañanas.., Y ahora se declaraba enamorada de un delinquente desaparecido. Nada podía ir peor.
- Comisario, le llama su madre!
... (Ronda 9)
- …medio año más tarde. Una noche de marzo volvió a suceder, Arthur. Joanna Crompton empotró otra vez el Cadillac de su difunto marido en la palmera del jardín. Se debe creer que nadie se ha dado cuenta de que se pasa las tardes bebiendo en el Sheraton sacándole la pasta a los turistas con ese escote de fresca. Pero ya la tenemos calada, Arthur. Al final se llevará un susto de alguno de esos viejos casados de Portland que le regalan joyas a cambio de…
Mientras su madre escupía en su oído los chismorreos de Atlantic City, el comisario Retton notaba algo raro alrededor del coche de Andy Whistle. Algo clínico, metódico, dirigido... La puerta del conductor cerrada era extraña, la canción de Willie Nelson en bucle sonaba fuera de lugar, la foto de Mary-Lou en el limpiaparabrisas no tenía sentido…
… (Ronda 10)
Desde hace algún tiempo anoto en un cuaderno todas las mentiras que cuento a mis familiares y amigos. Y las que me cuento a mi mismo. Me he autoconvencido de que Mary-Lou me quiere. Páginas y páginas de autoconvencerme. De que solo es una fase, que se dará cuenta de que yo soy lo que necesita. Por eso sigo cubriéndole las espaldas. La princesita rebelde con el quarterback titular. Pero cada vez me cuesta más. Cada mentira me duele más. Ya ni me avisa. Da por sentado que mentiré, como siempre, mientras se enrosca en juegos cada día más sórdidos. Confía en que callaré, que lograré despistar las preguntas de su padre, que podrá comprar mi silencio con unos cuantos besos rápidos en el instituto, paseos a la vista de todos por el centro comercial y alguna mamada rápida en los vestuarios después de los partidos…
… (Ronda 11)
- Eché un rápido vistazo a la estantería de discos y noté algo raro. ¿Papá, tu has entrado en mi habitación? ¿Has tocado mis cosas?
- Sabes que no entro en tu habitación. Por eso está como está.
- Pues entonces alguien ha entrado en casa, papá. Los cd's estaban ordenados y yo nunca los ordeno. Pero no parece que se hayan llevado nada...
- ¿Quieres que mande a alguien?
- No hace falta, papá. Adiós.
Mary-Lou se tumbó en la cama, cerro los ojos y se dejó llevar por el primero de Van Halen. La cortina de su ventana filtraba la luz de la hora dorada, los ruidos de la calle iban cayendo por detrás de On Fire. En el duermevela que precede al sueño, le pareció oír la melodía de The Storm Has Just Begun…
… (Ronda 12)
De pequeña, soñaba con ser gimnasta rítmica. Quería bailar, ser una con la cinta y la pelota. Parar los latidos del corazón de 15000 personas en plena pirueta. Notar el aire vibrar con los gritos y los aplausos en una recepción arriesgada.
De pequeña, quería ser el centro de atención, la estrella, la reina del baile y la jefa de animadoras. Estudiar en Yale y ser la editora del periódico del campus.
De pequeña era la niña mimada de papá y del pueblo. El hada rubia cantarina que ayudaba con las compras a las abuelas.
De pequeña, tras las cortinas de las vecinas, era la huerfanita hija del sheriff, la niña que vivía casi sola, la pobrecita Mary-Lou.
A los 14 años, besó a Greg. A las dos semanas folló con un hombre en los lavabos de la estación de tren. A los 15 años tomó cocaína...
Blackened (Ronda 13, fuera de concurso)
mas allá, sobre las colinas, las sirenas de los forestales iluminan con destellos rojos, blancos y azules el bosque. están volviendo al pueblo. "voy a tener que darme prisa" piensa el encapuchado mientras arrastra un bulto inconsciente por el pasillo.
sin contemplaciones lanza el cuerpo semidesnudo en el maletero, arranca el coche y desaparece respetando los límites de velocidad e, incluso, el semáforo, inútil ya a esas horas, de second street con omaha.
cuando pasa por delante del granero de la Still Mills Company, presiona el play de su viejo ocho pistas. nada como el sonido de un viejo disco de country para pensar y conducir hasta la vieja mina.
al dejar la carretera, los baches del camino despiertan a mary-lou. sus gemidos de dolor animan al conductor, que con media sonrisa se relame recordando el sabor de su sangre...
… (Ronda 14)
Todo cambió con su llegada. Dejó de buscar en la oscuridad, de moverse, de hablarse. casi de respirar. Si hubiera podido, hubiera dejado de sudar.
La sangre seca en su cabeza no era lo peor. Ni la tirantez que empezaba a notar en la herida. Ni el dolor constante en la rodilla, ni el frío, ni los cortes en los pies descalzos, ni lo que creía era el brazo izquierdo roto.
Era no saber quién era el encapuchado y por qué le había escogido a él. Saber que volvía a tenerlo cerca y tener que esperar su voluntad encadenado a esa maldita vía. Tenerlo de nuevo agachado a escasos centímetros de su mano canturreando esas mierdas sobre libertad y chicas y paseos a caballo...
- Seguro -pensó antes de perder el sentido de nuevo- que es por los cinco mil que le debo al puto negro jones.
… (Ronda 15)
La temperatura no dejaba de aumentar. El cuerpo de Mary-Lou pesaba cada vez más y empezaba a protestar al golpear con los pilares de la mina. Parecía que bajar costaba más que cargar con ella.
Cuando llegó a donde estaba el maldito Andy, estaba empapado bajo la capucha.
- Dile al negro que le pagaré. tengo la pasta. por favor...-los gritos se alternaban con los susurros y los gimoteos- No me hagas daño. Te daré lo que quieras. ¡Suéltame, hijo de puta! ¡Te mataré! ¡Y al puto negro también!
Una patada certera y volvió el silencio. Dejó caer el bulto sobre las piedras y, mientras resonaban los gemidos, se dió media vuelta. Necesitaba refrescarse.
Mientras se alejaba, un Andy aterrorizado se acercaba lentamente a las respiraciones que oía en la oscuridad.
- ¡Eh!, ¡eh! -esperaba una respuesta- ¡eh!
Un esfuerzo excesivo le hizo perder de nuevo la consciencia…
… (Ronda 16)
Cogió papel y boli del escritorio de su hija.
"Mary-Lou, me voy a dormir. mañana hablaremos muy seriamente."
La llamó una vez más. Esta vez escuchó la vibración de su inseparable teléfono debajo de la cama.
Obviamente no era normal. Y abrió los ojos.
Ropa por el suelo, en la cama, sobre la mesa, en la silla...
Encendió la luz de la habitación y observó. Con ojo profesional.
El disco de Van Halen en el tocadiscos, el teléfono, unas gotas de sangre en la almohada...
- Rita, Mary-Lou ha desaparecido. Pásate por los antros por donde merodea andy whistle, a ver si descubres algo.
Tú y tu rebeldía. -pensó- Te has pasado. Finjir tu propio secuestro para fugarte con ese macarra…
… (Ronda 17)
En menudo lío se había metido por culpa de esa niñata, su culo de acero y su constante: Vámonos a Hollywood, Andy. Seré una gran actriz...
-¡La hija del puto sheriff! Cómo si no tuviera ya problemas por mi mismo. ¿Cómo me he dejado liar para intentar estafar al puto Negro Jones? ¿Cómo? Un tipo de metro sesenta y sin armas que controla el negocio de la coca en Nebraska desde una floristeria no me dejará largarme con sus cinco mil dólares. Joder, quince putos días de mamadas y sexo anal con la putita de turno y me la ha liado muy gorda. ¡Cómo si no llevara 5 años follándome niñatas subidas de sueños y egos a cambio de farlopa para pasar el sábado! ¿Y ahora qué? Encadenado en una cueva por algún puto yonki dispuesto a matarme por dos putas dosis…
… (Ronda 18)
- ...tras varios días de viaje llegamos al planeta que daría impulso a la sonda para salir del sistema solar...
-¡Me cago en la puta mierda de la onda media! - gritó mientras pateaba la vieja radio. - ¡Dejaos de Voyagers y de viejos locos y poned al puto Willie Nelson, joder!.
Se sacó el pasamontañas. Apagó la linterna. Vió que empezaba a amanecer. Y salió a tomar un poco el aire.
Ya no había vuelta atrás. Ese macarra llorón iba a suplicar clemencia delante de Mary-Lou. Iba a llamar a su mamá y hasta a cagarse encima. Y ella vería que no era lo bastante hombre. Y se enamoraría de él. Y serían felices para siempre...
Sin darse cuenta había empezado a cantar en un susurro que se convirtió en un grito: “Nobody Said It Was Going To Be Easy...”
Mary-Lou empezó a temblar. Conocía esa canción…
… (Ronda 22) (Fuera de concurso RELOADED)
La puerta del tercero B estaba reventada; es lo primero que vi al salir del ascensor. Le puedo asegurar que media hora antes la puerta estaba bien porque estuve hablando con Louise antes de ir a a comprar cosas para la comida de este fin de semana que viene mi hija a comer.
No me interrumpa, que pierdo el hilo
Le decía que cuando salí del ascensor la puerta estaba reventada y no se oía nada. Entré en mi casa y mientras les llamaba estuve mirando por la mirilla de la puerta. Si, hace tres días que les llamé y ya vinieron los dos agentes. La chica negra y el gordo. Si, les conté lo mismo. Sí, lo del negro mariquita. Ya se lo dije al poli gordo. Les gritaba a dos negros enormes algo de 5000 dolares y de Andy. ¿lo cuento yo o lo cuenta usted, comisario?
… (Ronda 23)
- La primera decisión que tomó el nuevo Rey fue eliminar la competencia. Tenemos constancia de visitas a otros destacados jefes del narcotráfico y de la muerte de tres de ellos en el plazo de una semana. Los análisis de los laboratorios relacionan esas muertes con la entrada conjunta del mismo material en diferentes ciudades incluidas aquellas....
- ¡Basta! - Gritó el comisario Retton. - ¿Qué tiene todo esto que ver con encontrar a Mary-Lou?
- Según los datos que tenemos, su hija se relaciona últimamente con Andy Whistle. Y este está menudeando con material del Negro Jones. Pudiera ser que Jones estuviera arreglando cuentas...
El comisario Retton se levantó de la silla. Salió a la calle, encendió un Marlboro y miró hacia las montañas. Sin fijar la vista mientras pensaba. El logo de Still Mills brillaba en el bosque.
- ¡Rita! - gritó - ¿han reabierto la vieja mina?
Shadowland (Ronda 24)
No reconoció su imagen reflejada en el espejo. Los moratones en los ojos, el rictus de dolor, la sangre seca, la suciedad, el barro, los surcos de las lágrimas, el titilar de las cerillas......
Poco a poco, en silencio, sin alejarse de los raíles, Mary-Lou se alejó del animal.
En la oscuridad chocó con algo. Una pared. Una puerta. Entró. Un armario estrecho. Un baño, quizá.
Se notó a salvo y encendió una cerilla. Lo poco que quedaba de su pijama había ocultado tres cerillas y medio porro en la goma de sus bragas. Algunas noches salía al balcón de su habitación a fumar. Se asustó al verse en un espejo roto y lleno de polvo.
Respiró, salió de allí y siguió de nuevo los raíles.
Solo quería huir de la bestia que, encadenada, había llegado a tocarla desde las sombras. Prefería perderse o encontrarse con el maldito vaquero...
Ronda 25 - ...
Abrió la caja y dijo: ¿esto es todo lo que tenemos de la Still Mills? ¿Una orden de cierre y la conformidad por escrito del sindicato?
En su cabeza, se repetía la misma pregunta: ¿Por qué brilla la mina? ¿Por qué ha empezado a brillar hoy?
-¡Rita! Me voy a la mina abandonada. A ver si mientras conduzco puedo pensar un poco...
Cogió su chaqueta, el sombrero y el rifle. Por si acaso. Tenía la esperanza de cruzarse con algún jabalí.
Mary-Lou andaba despacio por el túnel. Tras ella resonaban los gemidos de la bestia. Delante, un silbido y sonidos metálicos. Tropezó con algo. Se agachó. Sus dedos encontraron una pala. Siguió adelante, hacia el silbido, huyendo de la bestia, alejándose.
Sin zapatos, sólo con un culotte semitransparente y los restos de su minipijama favorito, Mary-Lou se dirigía hacia la impresión de una brisa. Hacia afuera. Hacia el silbido...
Ronda 26. BREAKING NEWS
La cantante de opera retirada, Joanna Crompton, fue encontrada muerta ayer en el Parque Nacional de Yellowstone, a más de mil quilómetros de su residencia. El cuerpo fue encontrado en interior del Cadillac CTS de su propiedad en el interior del bosque. El cuerpo mostraba signos de violencia en diversos grados
Por otra parte, los análisis toxicológicos previos resultaron positivos en alcohol, cocaína y rophynol. El análisis del interior del coche ha mostrado la existencia de varios tipos de liquido seminal y de restos de barro.
La policía está tomando declaración a las compañeras de residencia de la fallecida, que han informado que la señorita Crompton recibía visitas de varios hombres de edad avanzada y que en varias ocasiones había sufrido accidentes de tráfico.
Sus familiares han emitido un comunicado solicitando respeto hacia su dolor y la vida privada de Joanna Crompton.
Ronda 27 ...
La luz lo cegó al abrir los ojos. El sol, que minutos antes quedaba oculto por los árboles, entraba al interior de la vieja mina.
A lo lejos, oía los gemidos del maldito Andy Whistle. Se levantó, agarró un casco del maletero y se dirigió hacia los pasadizos. Los sonidos de sus botas resonaban en todas direcciones. A cada paso estar un poco más cerca de ese hijo de puta le cabreaba de nuevo.
Cuando pasó por el punto de bifurcación donde estaba el antiguo despacho del capataz, a escasos trescientos metros de su objetivo, le hervía la sangre. Ansiaba matar a ese maldito cabrón y su polla goteaba con la sola idea de meterse dentro la putita de Mary-Lou.
A los pocos segundos vio el bulto que era Andy tirado entre las vías. A su espalda le pareció oír un par de ratas hurgando entre las rocas…
Ronda 28 …
Estaba esperando en un rincón. Oía los latidos de su corazón retumbando en las húmedas paredes. En cualquier momento iba a darse cuenta de que no estaba cerca del animal. Había pasado a escasos metros de ella y juraría que incluso la había oído encoger los dedos de los pies.
- Rita, si en dos horas no te llamo de nuevo, haz que venga alguien. Cambio.
- De acuerdo, comisario. Vaya con cuidado con el barro, no se quede atascado. cambio y corto.
Tiritando de frío, Mary-Lou se iba poniendo tensa por momentos. Empezaban a dolerle los cartílagos, necesitaba moverse.
De repente se oyó un grito: - ¡Hija de puta! ¡¿Donde estás, maldita zorra?! ¡Mary-Lou! ¡Mary-Lou!
Sin esperar a ver que pasaba, arrancó a correr. Alejándose. Descalza, tiritando.
Vio aparecer un halo de luz que iluminó la cueva. Oyó gritos y a alguien correr. La estaba persiguiendo.
Ronda 29 ...
Después de pensarlo mucho, se armó de valor y saltó al vacío. A la oscuridad que creaba la luz de su perseguidor..
Cerro los ojos.
Y saltó.
Con todas sus fuerzas, esperando llegar al otro lado.
Muerta de miedo. Huyendo de alguien.
Rezando por su vida.
A la desesperada...
Saltó, con la agilidad de sus 16 años y la fuerza del miedo. Saltó, como nunca. Saltó.
Cuando descubrió que el vacío era una sombra ya era tarde. Cayó sin control, golpeándose las rodillas y la cabeza contra el suelo.
El foco se acercaba, detrás de el, una risa cansada y un constante puta, puta puta...
Cada vez más cerca, más fuerte. Su mano palpó algo, lo cogió a tientas, escondiéndolo como podía en la sombra de su brazo.
Más pasos, más putas...
Una mano en su cuello...
Con todas sus fuerzas golpeó donde esperaba que estuviera la cabeza.
Ronda 30
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la loca le gusta un niño. El capitán mosca en el restaurante chino…
Una absurda canción de patio de colegio arrastrándose desde el fondo su cerebro.
Volvía a ser consciente de quién era, del golpe en la cabeza, de caer en la oscuridad, de ver a Mary-Lou alejarse, de golpearse la rodilla con algo, de perder el sentido…
Aún con el soniquete en la cabeza, notó la sangre resbalándole por la cara y el cuello. Se levantó, le falló la pierna, se arrastró hasta encontrar apoyo, volvió a levantarse, caminó, renqueante, hasta su pick-up. La puerta estaba abierta y su bolsa de deporte desaparecida.
Cogió el hacha de la caja de herramientas, escupió sangre en el suelo, se caló el Stetson y siguió hacia adelante.
El capitán mosca en el restaurante chino, a Mary-Lou la zorra le darán su merecido…
Ronda 31
No se explicaba cómo podía alejarse de él. Cómo podía ser que le hubiera golpeado. A él, la única persona que realmente la conocía, la única persona que la amaba.Y ahora se alejaba...
No se explicaba porqué había asociado a Mary-Lou con la vieja mina. Pero ahora conducía el coche patrulla a toda velocidad por los viejos caminos de montaña. Atento a los baches, charcos y piedras.
No se explicaba qué había pasado, però corría. Semidesnuda, con su culotte de pokemon, una pashmina que había encontrado en una camioneta, y miedo.
Greg Fantpay miró al cielo, se tocó la sien, y caminó. Años de ser el perfecto boy-scout tuvieron su recompensa
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, pero eso no le importaba. Como en las películas, cojeaba arrastrando el filo del hacha sobre la tierra.
Esta vez, la muy puta de Mary Lou iba a pagar.Ronda 32 ...La procesión detuvo su marcha casi instantáneamente. Mary-Lou escuchó algo, su perseguidor creyó ver algo y el comisario paró el coche bloqueando, por precaución, la salida de la pick-up.Lo que parecía un día totalmente normal en la oficina se había convertido en una semana de tensión, robos, ajustes de cuentas y miedo. Miedo de perder a su pequeña...Ahora, en el medio del bosque, el cartucho de Laying My Burdens Down en la camioneta del chico Fantpay hacía crujir unos cuantos engranajes y situaba los detalles en su sitio. No se debía haber tomado muy bien que su pequeña le dejara por el proyecto de matón.Un grito en la lejanía le devolvió a la realidad. Era Mary-Lou, seguro. Miro al suelo y las huellas de unos pies y unas botas le marcaron el rumbo. Quitándole el seguro a su viejo revolver, se adentró andando en el bosque...Ronda 33) THESE BOOTS ARE MADE FOR WALKINGBurló a la muerte gracias a un mero accidente y algo de suerte.Escuchó algo, giró la cabeza esperando ver a su perseguidor y tropezó con algo. Una raíz, seguramente.
Y un grito salió de su garganta.
Mary-Lou cayó en unos arbustos torciéndose dolorosamente el tobillo y decidió ocultarse allí mismo. Lo último que hizo fue sacar el brazo del arbusto para ocultar la libreta que había cogido con la pashmina de la pick-up y morderla para no hacer ruido.
Instantes después, unas viejas camperas se detuvieron justo delante de sus ojos. Unas camperas viejas, sucias, conocidas.
Y entonces vio el hacha. Oxidada, llena de muescas.
Y esperó.
Notando cada respiración del maldito Greg.
La espera terminó de una manera totalmente imprevista. Otros pasos, menos cuidadosos, se acercaban.
Y el hacha se alejó de ella.
Y otro par de botas.
Volvía a estar sola.
Ronda 34. FIN DE LA SAGA.
Volvió de prisa sobre sus pasos. Alejándose lo más rápido posible del hacha y los dos pares de botas. Su única preocupación era no hacer ruido. Moverse. Volver a la mina y huir en esa maldita pick-up, encontrar las llaves y volver a casa.
En algún momento había perdido el rastro. Una maldita senda de ciervos no era un buen lugar para rastrear a una gacela asustada. Ni siquiera podía confiar en encontrar restos de ropa degarrada en alguna rama. Redujo su escasa velocidad para buscar algún mínimo rastro. Su rodilla cada vez dolía más y la ira le cegaba.
Arthur Retton avanzaba con suavidad por el terreno lleno de hojas secas y ramas. No le importaba hacer ruido. Sabía que iba en buen camino. Un constante murmullo ahogado le guiaba hacia adelante. Y las claras huellas de alguien que cojeaba.
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Cuando Mary-Lou, ya casi a la carrera, llegó al claro frente a la mina descubrió el todoterreno de la policía comprendió de quién eran el segundo par de botas. De su padre. Se acercó con miedo. Abrió la puerta. Todo estaba en orden. En el asiento del copiloto donde tantas veces había hecho el camino del colegio, donde había cantado las canciones de los viejos discos de rock de su padre, un rifle y un puñado de balas.
Sin pensarlo ni un segundo, cogió el rifle, puso unas cuantas balas en la goma del sucio y desgarrado culotte y volvió sobre sus pasos.
Corriendo, sin pensar en el dolorido tobillo, sin notar las piedras del suelo, resbalando en el barro, atravesando zarzas que le clavaban espinas en las piernas desnudas, buscando a su padre.
De repente un grito rompió el falso silencio del bosque.
- ¡Gregory Louis Fantpay junior! ¡Deja ese hacha en el suelo ahora mismo!
La voz del comisario, rotunda y segura de si misma llegó hasta Mary-Lou. Y siguió corriendo.
Gregory Louis Fantpay junior se detuvo de golpe. Però no soltó el hacha. Sabía que si tenía alguna posibilidad de seguir vivo era con ella en las manos.
- Vamos, Greg, no me hagas hacer algo que no quiero hacer. Suelta el hacha y date la vuelta. Despacito.
- ¡Comisario Retton! - dijo Greg, falseando sus nervios con un deje irónico.- Que alegría me produce poder hablar con usted. ¿Le importa si me doy la vuelta?
- Primero suelta el hacha, Greg. Y luego hablamos.
- Verá usted, comisario. Lo de soltar el hacha se me antoja problemático. - contestó mientras se daba la vuelta. - Como puede ver la uso como bastón, ya que Mary-Lou, nuestra querida Mary-Lou, casi consigue destrozarme la rodilla hace un rato.
- Cállate y suelta la puta hacha, Greg.
A un cuarto de milla, la semidesnuda Mary-Lou seguí acercándose. Podía oír la conversación. Los gritos de su padre y, sin distinguir las palabras, los susurros de Greg. Ese maldito Greg. Maldito subnormal. Dos años tragándose sus corridas cada vez que ganaban un partido en casa. Dos años dejando que la cogiera de la mano por el instituto y siendo la novia perfecta del jodido quarterback y ahora su padre iba a descubrir que era todo una tapadera y que su hijita no era más que una adicta al sexo y a la cocaína.
- Vamos, Greg. Suelta el hacha y hablaré en tu favor en el juicio. - Arthur Retton odiaba mentir, pero hasta que no supiera donde estaba Mary-Lou no podía hacer otra cosa.
Greg seguía inmóvil, mirando al comisario. Pensando. De repente, una sonrisa cruzó sus labios.
- Comisario, le voy a contar una historia que le abrirá los ojos. Luego, decida usted. – Greg notó que el revolver del comisario dejaba de apuntar a su cabeza.
- Cuidado con mentirme, Greg. Si me mientes en una sola palabra dispararé.
Detrás de un árbol, Mary-Lou Retton esperaba. Recuperando el resuello, escuchando, temiéndose lo peor. ¿Hasta dónde se atrevería a llegar Greg? ¿Qué se creería su padre? ¿Qué pasaría con su doble vida? ¿Y su sueño de ser actriz?
- Verás, Arthur, ¿puedo llamarte Arthur?, Mary-Lou y yo llevamos juntos mucho tiempo, tú ya lo sabes. Tú y todo este maldito pueblo. La pareja perfecta. Guapos y simpáticos. La hija del comisario y el hijo del tipo más rico del condado. - Greg empezaba a gustarse. Empezaba a gesticular, en cualquier momento iba a empezar a andar como hacía en las clases de retórica. - ¿no le parecía demasiado bonito? ¿demasiado cliché? Creo recordar que hubo una película así a mediados de los ochenta.
- Al grano, Gregory.
- De acuerdo, Arthur, de acuerdo. Como te decía, tu "osita", - retomó el hilo con cierta ironía - tu adorada hijita, no está enamorada de mí. Nunca me ha querido. Oh, sí. Claro que hemos hecho el amor. En tu casa y para que tú lo supieras. ¿Recuerdas los gemidos y el gritito? Una mentira. Un polvo de mierda para que creyeras que acababa de desvirgarla. Y la sangre que viste en sus sábanas, era de mi lengua. Un puto mordisco. Pues claro que tenía un porque. Tu niñita siempre tiene un porque. Tenía un retraso y no sabía quién podía ser el padre.
Mary-Lou, escondida detrás del árbol, veía como su vida se desmoronaba por momentos. Su padre iba a mandarla al maldito internado militar. Tenía que minimizar los daños como fuera. Cerró los ojos, contó hasta 10, respirando lentamente, intentando bajar sus pulsaciones, buscando la serenidad interior. Calmándose. Paseando por su palacio de cristal.
Arthur Retton se iba cabreando por momentos. Y Greg lo sabía. Y Mary-Lou lo sabía. Y Arthur lo sabía. Y eso iba contra las intenciones de Mary-Lou. Fruto de sus años como infiltrado, cuando se cabreaba controlaba sus reacciones hasta límites casi místicos
- Vamos, papá. – susurraba ella clavando su espalda en el árbol. – Deja de escuchar a este imbécil y haz algo. Por favor, papá.
- ¿Quieres saber otra cosa, Arthur? La otra noche se quedó con el imbécil de Whistle en la piscina. Y se lo folló mientras le llamaba Papá Osito. ¿Te suena, Arthur? ¿Papá Osito? Lo vi con mis propios ojos, Arthur. Tu niña pequeña, tu osita, desnuda, con un porro enorme en la boca y con solo el Stetson de la policía que le regalaste por su 13 cumpleaños, cabalgando a ese maldito yonki al borde de la piscina de un motel barato. Y si no me equivoco, igual que lo vi yo lo vieron varios clientes del motel. Y ya sabes que todo el mundo quiere ganar dinero subiendo pornografía a la red.
- No sigas por ahí, hijo de puta. No sigas por ahí. – Mary-Lou iba tensándose por momentos. No sabía que le dolía más. Que la hubieran visto follando, que lo hubieran grabado para subirlo a internet o que se lo contara a su padre.
- El mejor momento, querido Arthur, - continuó Greg mirando fijamente al comisario y levantando el hacha hasta su hombro – fue cuando, mientras su hijita se sacaba la polla de ese yonki del coño, él le dijo “Molly, es casi medianoche y solo quedam
El disparo se oyó desde el pueblo. Y los gritos de todos los animales de las montañas. Y el espectáculo de bandadas enteras de pájaros volando sobre los rojizos colores de la puesta de sol.
Y el espectáculo para dos de la explosión de la cabeza de Gregory Louis Fantpay junior.
Dos disparos simultáneos, uno de revolver y otro de un rifle de caza, impactaron en la cabeza de Greg destrozándola y provocándole una parada cardiorespiratoria de la que no se recuperó.
Arthur Retton, sorprendido, se dio media vuelta con el revolver aún humeante en su mano. Al lado de un árbol, su hija, vestida con únicamente unas bragas y una camiseta realmente corta, empuñaba un rifle igualmente humeante. Dos lágrimas empezaban a caer por sus ennegrecidas mejillas. La fragilidad hiposa de una niña contrastaba con el rifle.
- ¡Mary-Lou! Baja ese rifle. ¿Estás bien?
- Si. Tuve que hacerlo, papá. No pude soportar oír el nombre de mamá en la boca de ese cabrón. – Mary-Lou se derrumbaba por instantes. - No pude, papá. Tuve que hacerlo. Mamá, mamá…
- Está bien, osita, está bien. – Arthur Retton se acercaba a su pequeña. – Yo tampoco pude evitarlo.
- Perdóname, papá. No quería que te enteraras de todo esto por…
- Mary-Lou, soy el comisario. Se todo lo que haces. Tú y todos los habitantes del pueblo. Quizá no conozca los detalles, pero sí con quien vas y con quién no vas…THE END
Neska- Moderadora
- Mensajes : 28888
Fecha de inscripción : 10/04/2015
Re: La Saga de Sugar
grande sugar!
hoy "solo" me he leido el final, pero un dia de estos me vuelvo a releer la saga. Un clasico del foro desde ya.
hoy "solo" me he leido el final, pero un dia de estos me vuelvo a releer la saga. Un clasico del foro desde ya.
metalbert- Mensajes : 47399
Fecha de inscripción : 12/04/2008
Re: La Saga de Sugar
Tengo que decirlo. Odio a esta gente! Excepto al negro jones.
No, ya no les odio...
No, ya no les odio...
Re: La Saga de Sugar
Campaña nacional plazoleta para que gane el negro Jones.....la ronda de esta semana....
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m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
Re: La Saga de Sugar
m señor escribió:Campaña nacional plazoleta para que gane el negro Jones.....la ronda de esta semana....
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TUS MUERTOS, CABRÓN!
Re: La Saga de Sugar
Sugar Bug escribió:m señor escribió:Campaña nacional plazoleta para que gane el negro Jones.....la ronda de esta semana....
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TUS MUERTOS, CABRÓN!
Vamos...vamos...vamos
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m señor- Mensajes : 46652
Fecha de inscripción : 27/02/2013
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