Ha muerto Andrew Loomis, baterista de Dead Moon

http://www.portlandmercury.com/blogtown/2016/03/08/17739955/andrew-loomis-drummer-for-dead-moon-has-died

Un saludo. Marcial Garañón

vaya bajón

Joder, ayer me estuve de Fred
de los años que tiene, el bajón que le pegó hace dos años y de como estaría....

Sin Refinar

Dead Moon es una de las mejores bandas de garage de las últimas dos décadas. Ahora que celebran veinte años, están de gira por España, y Santoña ha sido una de las paradas. Aunque parezca imposible, después de tanto tiempo, sigue la misma formación que cuando empezaron: Fred Cole (voz, guitarra), Toody Loomis (bajo, voz) y Andrew Loomis (batería).
El viernes día 10 de noviembre hacía justo una semana que los Wedding Present habían pasado por el mismo escenario. Aparentemente esta vez había algo más de gente. No hay ningún estudio que lo demuestre, pero parece que las bandas de rock traen más gente que las de pop. Lo que está claro es que aquí tienen un público más o menos fijo que te asegura una entrada digna.
El trío se merece todos los respetos. No en vano, bandas como los Nomads o Pearl Jam han mostrado su admiración por los americanos, citándoles como influencia e incluso tocando alguna versión como en el caso del grupo de Eddie Vedder.



Una línea de tres personas se colocaba en frente de nosotros. Arriba del escenario las dos voces a cada lado (desde la mesa, Fred a la derecha y Toody a la izquierda). En medio de ambos, una batería mínima. Coronando esta, la clásica botella de Jack Daniels con una vela metida en su cuello.
Andrew parecía la red de la mesa de un ping-pong sonoro que iba de lado a lado. La mayor presencia vocal de Fred dominaba el partido. La música era rocosa, ruda, sin refinar. El grano era puro, estaba sin pulir. Nos estábamos enfrentando a un enemigo bastante real que no rehuía el enfrentamiento cara a cara. Como en las películas de terror, hay mayor sensación si el asesino es de carne y hueso que si se trata de un monstruo cercano a la ficción. Aquí era todo tan verídico como los empastes que asomaban en la boca de la bajista cada vez que esta equilibraba el tanteo. Y es que cada vez que esa menuda mujer encaraba el micro y tomaba el control sabías que en la peli iba a pasar algo.
Su voz era tan profunda como sus llamativas ojeras. Te estrujaba el corazón igual que te encoge el bramido de la pena pura. Ese canto subterráneo y grasiento tenía un magnetismo que no se puede comprar ni vender ni enseñar en OT.



El público conectó desde los primeros momentos. Al contrario de lo que pasa en otras actuaciones en los que la gente reserva un espacio de aire donde da corte hasta asomarse, la pasada noche todo el mundo se fue hacía adelante, sin apretarse excesivamente, pero acercándose decididamente a la cara oculta de la luna. Las luces de la sala siguen siendo estáticas, esta vez, acentuaban más esa sensación primigenia de fuego, cueva, y banda de dinosaurios.
Al contrario que en otras ocasiones, la música venía de abajo. Las vibraciones subían de los pies al estómago y luego eran procesadas por el cerebro. Una sensación especial, una conexión sencilla y efectiva. Sin alardes, sin excesos pero que te acaba pasando por encima. Como esos ciclistas que suben a ritmo. Parece que nunca van a llegar pero que siempre acaban pasando al resto. Al final los escaladores explosivos les acaban viendo el número.



A veces estaban cercanos a Neil Young, otras a Led Zeppelin o a sus coetáneos The Bevis Frond... incluso por momentos recordaban a Jefferson Airplane. Pero como hemos señalado anteriormente, ellos también han dejado su huella en otros grupos igual de importantes.
Acabaron de la mejor manera. Después del primer amago de fin, dos banderillas en todo lo alto. Ring of Fire de Johnny Cash y Communication breakdown de los Zeppelin. El público excitado y disfrutando. El grupo dando los últimos coletazos, poniendo un broche notable a una actuación de pura raza.

D.E.P.

Joder, que pena. Al menos pudimos vivir su último canto del cisne hace 14 meses en el go Sinner go.

dep.

Qué grandes, qué grande.


DEP.

Qué puto bajón. RIP

DEP.