Concurso Microrrelatos Ronda 40. Gran Gala a las 22:30. Votando en el otro hilo. En este la porra: hagan cábalas

borogis escribió:

Banderola cortesía del Sr. DON




Frase de la semana:

Tenía algo en la cabeza

VOTACIONES ABIERTAS EN EL OTRO HILO

https://www.foroazkenarock.com/t53361-votaciones-microrrelatos-ronda-40-votos-en-formulario-y-libre-albedrio

SENTIR MICRORRELATISTA POR SR:

RECORDATORIO: No publiquen directamente. Envíen al signore borogis  sus relatos por mensaje privado.

Sr Kupak: Me tomo en serio que aquí algunos ofrecen algo de ellos a los demás. Ni más ni menos.


PUEDEN VER LOS RELATOS DE TODAS LAS RONDAS ORDENADOS POR AUTOR EN ESTE LINK (A MENOS QUE ESE AUTOR SEA UN VAGO REDOMADO CÓMO MR. MERCURY, o MR. DON O SERVIDOR. LOS AÑADIRÉ UN DÍA DE ESTOS, AUNQUE NO PUEDO PROMETERLO...)


https://docs.google.com/document/d/1jB5odLgZy0AhOo0xPpbUOefot-Ps7D2nrKfKS25i7v4/edit?usp=sharing



NORMAS INVIOLABLES BAJO PENA DE MUERTE O SUSTO (LIBRE ELECCIÓN) :

NORMAS INVIOLABLES BAJO LA PENA DE MUERTE O SUSTO (LIBE ELECCIÓN):

Clasificación ronda 39:

Clasificación general:

Clasificación puntos totales:

1.- Pienso, luego existe.

Tenía algo en la cabeza, desde hace tiempo. De vez en cuando notaba algo rondando por ahí, era una sensación extraña, pero no parecía peligroso, nunca me había preocupado. 
Hasta esta noche.
Me desperté de repente, con un cosquilleo en la oreja y la mejilla, y al encender la luz noté como se volvía a meter dentro, por la nariz.
Corrí al espejo y vi como desaparecía una pequeña cola, como de una lagartija.
Me quedé aterrorizado, paralizado ante el espejo, hasta que poco a poco vi una carita asomándose por el ojo izquierdo, a través del iris.
No era feo ni nada el cabrón, pero me tranquilicé al momento, cuando esbozó una tímida sonrisa.
Creo que seremos amigos.

2.- September rain

Tenía algo en la cabeza. Despertaba varias veces cada noche. No se le iba durante el día. Tenía que hacer algo. Probó métodos drásticos pero ninguno funcionó más allá de unos minutos. Siempre volvía y cada vez con más fuerza. Ya llevaba días así. Luego, sin darse cuenta, semanas. Estaba muy irritable. Aquello era un sinvivir. Al final se jugó el todo por el todo. Un clavo saca otro clavo. Decidió arriesgar. Y ganó. Una pírrica victoria, porque lo que consiguió al fin y al cabo fue cambiar durante los dos meses siguientes la barbacoa por el chiringuito. Suerte que pronto acabaría el verano. A lo mejor las lluvias de septiembre se lo llevarían todo por delante. Puto Georgie Dann.



3.- La espada de Damocles

Tenía algo en la cabeza… Juanjo nos citó una tarde de septiembre y con media sonrisa forzada dijo textualmente “Chicos, el médico me ha visto algo en la cabeza”. Y dijo “algo” cuidándose mucho de no utilizar las palabras malditas, como si el hecho de no nombrarlas fuese a ahuyentar la enfermedad. De manera tácita, todos adoptamos esa estrategia común y trazamos las preguntas con ese código ya aceptado, “¿y eso que te han visto es muy grave?” o “¿qué tratamiento requiere eso?” El contestaba cuando necesitaba creer en la respuesta que estaba dando. Cuando la hipótesis que planteaba la pregunta le hacía demasiado daño, nos despachaba con un “siguiente cuestión” como los entrenadores huidizos en sala de prensa.  Daba miedo pensarlo, ¿qué dices a alguien que pasa por esa situación?, ¿sirve de algo? Sólo pude ser lo suficientemente rápido para ir al baño y llorar fuera de su vista.

4.-Patología del sinvivir.

Tenía algo en la cabeza, lo palpó frenéticamente, estaba bajo la piel. Tomó una cuchilla e hizo una incisión de un centímetro que apenas sangró. Presionó en el lado opuesto y un dispositivo de memoria emergió entre sus dedos. Lo insertó en el ordenador, y se ejecutó un programa:
-¿Desea ignorar su descubrimiento y olvidar lo sucedido?
- NO
- Pulse UNO para una muerte por enfermedad degenerativa o DOS para una muerte ridícula.
Buscó la opción de "volver" o apagar sin éxito. La mano le temblaba al pulsar la segunda opción.
- Destino recalculado. Este programa se autodestruirá en tres, dos, uno.........

Cuarenta años después, Elías el "Precauciones" acaricia su cicatriz perdido en un laberinto de silencios. Entendió tarde que no hay final más ridículo que el de una vida absurda dedicada a esquivar la muerte.

5.- Casi una vida

Tenía algo en la cabeza y decidió plasmarlo en el lienzo. Como había que empezar por algún sitio, empezó por los pies. Después de 52 años seguían siendo los más bonitos que había visto en su vida.

6.- ¡Achís!

Tenía algo en la cabeza, concretamente una placa de metal que le colocaron siendo un bebé. El uso del fórceps en el parto le provocó una fractura craneal que sólo pudo solventarse mediante el uso de dicha placa. El niño creció sano y fuerte, y el pelo largo que ahora luce a sus cuarenta años tapa la pequeña pero fea cicatriz que le quedó. Eso sí, siempre que estornuda cambia la señal del semáforo que tiene delante de casa; no veas los pollos que monta cada primavera.

7.- 13 de Abril, 2015.

Tenía algo en la cabeza, no dejaba de pensar que sus mejores abrazos se habían ido con Galeano. Se había quedado pobre, desnudo y huérfano. Aquel equilibrio que le había caracterizado se había desvanecido de una forma muy delicada, como deshace una madre la trenza de su hija. 

La muerte de Galeano le supuso un extraño dolor que nadie aún entiende. Hasta el punto de que nos afectó a nosotros. Todo lo que nos envuelve puede morir. Incluso las historias que nos contábamos murieron. 

Se hizo de noche y desde aquel momento solo nos quedó una opción. Papel en blanco, boli azul y empezar de nuevo. Quien sabe si una historia. Quien sabe si la buena e inmortal por fin.


8.- La memoria y el corazón

Tenía algo en la cabeza, concretamente en su sistema nervioso que hacía que su memoria fuera prodigiosa. Al igual que el famoso personaje de Borges, tardaba  veinticuatro horas exactas en recordar el día anterior.

Todos pensaban que poseer semejante memoria era un don, pero Matías sufría mucho a causa de ello. 

A lo largo de nuestra vida, todos pasamos por experiencias desagradables como la muerte de seres queridos, desamores etc. Con el paso del tiempo, contemplamos esos acontecimientos como la cima de una lejana montaña que la niebla va cubriendo poco a poco, y en la cual hay enterrado algo irrecuperable y valioso. Pero Matías, contemplaba siempre la cima con la claridad de un día de sol radiante.  

Por eso no me extrañó que una mañana sonara el teléfono, y me comunicaran que Matías había muerto:

-¿qué ha sucedido?-pregunté

-Su corazón no era tan prodigioso como su memoria-dijo mi amigo.


9. A ver si la encuentras

Tenía algo en la cabeza que la hacía diferente a las demás. Siempre sintió que la trataban con más cariño, la acariciaban con dedos hábiles todos los días y a todas horas, la hacían sentir mucho más útil que al resto, a las que perdían de vista sin darles demasiada importancia. Sí, ellas eran más pero su ciclópea cabeza era especial, mucho más estilizada frente a la redondez maciza de sus vecinas
Adela entró en el pajar con ella de la mano, tropezó y la princesa de Eboli salió volando para no aparecer jamás. Con su ojito especial, tantas veces atravesado, se perdió en la inmensidad y dio origen a uno de los grandes retos de la humanidad.

10.- Sinestesia

Tenía algo en la cabeza. La música tenía sabores, veía colores en las letras, y las palabras las escuchaba pentagramadas. Pentagramadas sí. “Gracias” sonaba como un harpa y “Adiós” como una harmónica. “Buenos días” tenía un aire pop y “noche” era un piano de jazz. Ah! Y los enfados! Aquello era hardcore del bueno. El siete era azul, la zeta amarilla. “Suspicious mind” sabía a tarta de arándanos, “La chica de ayer” a crema de calabacín. Era horrible. No podía leer libros, acababa mareado, y al escuchar música engordaba. Me llevaron a muchos médicos, pensaron que estaba loco. Llevo años tomando la medicación y haciendo una vida normal.

Una vida normal de mierda.

11.- Juntos 

Tenía algo en la cabeza que no me quería decir. Era evidente. Apenas me hablaba, le costaba mirarme a los ojos y por las noches tardaba mucho más de lo normal en conciliar el sueño. Reconocía las inequívocas señales de que me iba a dejar. Finalmente reunió el valor para pedirme que me sentara a su lado y, sumido en el pánico, escuché lo que tenía que contarme. Debo ser una persona muy ruin, sí, sin duda lo soy, porque una oleada de alivio sacudió todo mi cuerpo cuando me explicó lo del bulto en su pecho y los resultados de las pruebas. "Lo superaremos, cariño. Juntos lo superaremos" le dije, con lágrimas en los ojos y una imperdonable euforia oculta en lo más hondo de mí, donde ella nunca podría encontrarla.

12. Nuestro padre

Tenía algo en la cabeza, entre brumas de supervivencia e instinto, pugnando por adoptar una forma inteligible y concreta. Desde hacía muchas lunas ese esbozo, ese borrador por perfilar, le atormentaba.
Pero aquella mañana, mientras descansaba en cuclillas a la entrada de la cueva, ese dibujo en su cabeza, apenas un garabato, fue enfocándose más y más. Hasta que a su primitivo cerebro llegó, como un fogonazo, la imagen de sí mismo y la imagen de la palabra que ambos inventaron y articularon para decirse aquello que no entendían y la imagen del día que ella cerró los ojos y no volvió a abrirlos.

Ella.

Yo.

¿Qué es esto que nos rodea? ¿Qué es esto que soy? ¿Por qué ella no despertó?

El resto de la tribu pronto abriría los ojos y saldría con ellos a matar comida, pero ya nada sería igual.

13. Suite Inglesa

Tenía algo en la cabeza. Era la rutina y un piano desafinado. La cascada de notas resonaba con brío en el interior de la noble madera hasta desmoronarse al llegar a la fuga. Entonces la música se interrumpía bruscamente. Durante esos silencios escuchaba los pájaros del bosque cercano y también el eco de los trabajos diarios, pero tras echar un vistazo con desgana a los papeles volvía a desplegar sus dedos sobre el teclado y de nuevo los pequeños martillos golpeaban mecánicamente las cuerdas del brillante Bösendorfer de cola negro sobre el que reposaba la gorra con la calavera y los huesos bordados. Y así, día tras día, mientras la ceniza descendía mansamente igual que nieve primeriza, un pliego de folios repleto de nombres mecanografiados esperaba ser firmado entre la partitura de la suite inglesa.

14.- Caballeros y sombreros

Tenía algo en la cabeza, recordó. Su sombrero. Era un caballero, sí, y no podía obviar el guante: tendría que batirse por el honor de aquella dama iletrada y embustera. Ni siquiera es bella, se lamentó, mas soy un caballero. Un combate a primera sangre en 12 pasos con su fabulosa puntería era trámite puro pero aquel circo era a todas luces innecesario.

La dama le envió la noche anterior una nota ardiente, melodramática y engolada invitándolo a tomar su cama tras el lance. Mi contrincante habrá recibido otra igual, ironizó. 

Al día siguiente el duelo se aplazó por indisposición del padrino contrario. Una hora más tarde, en la escalinata de la mansión de la dama, se cruzaba con su rival, que salía satisfecho, lascivo aún, ajustándose solazado el chaleco. Al encontrarse frente a frente cruzaron sus miradas, alzaron brevemente sus sombreros y no volvió a mencionarse la palabra duelo.

15.- Pájaros en la cabeza

Tenía algo en la cabeza. Lo reveló una radiografía cuando se cayó siendo crío. Tenía forma de huevo y estaba incrustado en medio del cerebro. No le causaba ningún trastorno que le impidiera seguir una vida normal, así que allí se quedó, dada la imposibilidad de extraerlo mediante cirugía.

Fue un chico normal hasta el accidente de tráfico. El scanner mostró que el huevo había desaparecido, dejando unas manchas que cambiaban de lugar revoloteando en su cráneo. Desde entonces, de su cabeza comenzaron a brotar increíbles historias, melodías imposibles y paisajes fantásticos, que plasmaría en multitud de obras de fama mundial.

Todo acabó cuando un fan le disparó en la cabeza a la salida de un estreno. Del orificio de bala salieron unos diminutos pájaros de colores que se perdieron volando en el cielo. Aunque sobrevivió al ataque, se le agotó la imaginación y nunca volvió a crear nada.

16.- Tú también puedes hacerlo

Tenía algo en la cabeza. Sabía que era él que lo generaba, no podía ser tanta casualidad cada mañana. Tantos años perdiendo horas y más horas buscando aparcamiento en el centro y tanta rabia acumulada con los que aparcaban mal habían dado su fruto. De tanto desearlo, había desarrollado el poder de mover los coches mal aparcados. Cada noche mientras dormía, soñaba con ellos, y al salir el sol los coches aparecían desplazados según sus sueños

No sabía cómo, no era capaz de demostrarlo, pero no podía tener otra explicación. El despistado, que lo dejaba sin mirar, no se daría cuenta. Pero le encantaría ver la cara de los que lo hacían adrede, como el del BMW que ocupaba dos plazas y se lo encontraba arrinconado junto al bordillo a la mañana siguiente.

“Jódete, Uri Geller” era su mantra.

17.- El sótano de las estrellas.

Tenía algo en la cabeza. Llevaba varios meses bajando a su sótano y observando cada una de las botellas colocadas en la mugrienta estantería. Una a una las tocaba, acariciaba y husmeaba.
Esa noche Pérignon soñó. Soñó con las estrellas.
Al amanecer, despertó a su fiel monaguillo Pierre y bajaron al sótano cómo nunca lo habían hecho. Excitados.
El monje agarró una botella al azar, la descorchó y ordenó a Pierre activar la vieja máquina de gas que dormitaba tranquila en un rincón.
Una hora más tarde, los dos anunciaban y presumían ante la comunidad de haber inventado el vino que contenía estrellas.
Cada estrella que bebemos tiene olores a sotana, a Pérignon, a Pierre, a locura en forma de oscuridad, a uva fermentada por Dios.
Gracias viejo loco.

18.-Más allá del río

Tenía algo en la cabeza desde hacía semanas - ¿qué había más allá del río?
Había preguntado a todos los animales del bosque - no hay nada Salty, no te preocupes.
Una noche, cuando Salty dormía, se reunieron bajo el Árbol Milenario. Salty debe saberlo - acordaron. El señor Conejo lloraba – ¿y si no vuelve?
Al siguiente día el Colorido Tucán le despertó - ¿quieres volar conmigo más allá del río?
Se elevaron por encima de los Altos Árboles, sobrevolaron la Montaña de las Cinco Caras y Salty jugó con las nubes y la lluvia. 
Pero al cruzar el río… No vieron árboles, ni flores, ni animales. Máquinas expulsando humo negro agujereaban el suelo, otras ensuciaban un río. Se oían gritos.
Salty tuvo miedo - quiero volver.
Al regresar al bosque todos los animales le esperaban - teníais razón, no hay nada. Se abrazaron. Y el señor Conejo lloraba.


19.- Lynchamiento


Tenía algo en la cabeza, una imagen  en sepia de sus padres que no podía sacudirse, las formas de un hombre de peinado difícil y una mujer histérica obtusa. Ahora desde el  limbo se preguntaba qué pudo haberles hecho para que le castigaran con la muerte. 
Si hubiera tenido  cara de elefante -ciertamente son muy desagradables las facciones de elefante-  acaso podría entenderlo, pero  había heredado la misma cabeza emborronada de su padre y que se sepa eso no constituye ningún delito. Es más, él se veía más bien parecido a un Kwisatz haderach que a otra cosa. 

Cuán distinto sería todo sin el susto que dio a su madre al nacer! Ella le habría recibido en sus brazos con una mantita de terciopelo azul y  con seguridad que  ahora estaría comiendo tarta de cerezas y no tarareando letanías contra el miedo a ritmo de la  música del ángel Badalamenti.

20.- Pastoral

Tenía algo en la cabeza, se llamaba Johnny y era un desertor de la guerra de Vietnam. Era un tipo valiente, había huido por ideales, no por miedo a la muerte. Nos echábamos buenas risas escuchando música funk y practicando coreografías que luego pondríamos sobre la pista de 'El Pastoral'. A las chicas les chiflaba mi pelo a lo afro, Johnny asomaba los brazos y daba palmas, ligábamos mucho. Día sí, día también, nos llevábamos a casa algún trofeo y nos lo pasábamos bomba entre los tres, a veces cuatro o cinco, éramos los reyes de la central. Entonces conocí a Ava, la chica danesa y le tuve que decir a Johnny que se tenía que ir. Johnny era un tipo noble, nada sentimental, nos dijimos adiós y ahora creo que vive en la cabeza de una antigua colega, Marta, la chica mayor. Buen tipo el Johnny, a veces Ava y yo hablamos de él, cómo andas Johnny, espero que bien.

21.- Sr Carter, implante Nº500

Tenía algo en la cabeza, lo podía notar pero no recordaba lo que era.
Mientras, seguía tocando la guitarra sin recordar con qué motivo y al observar su alrededor vio que era un quirófano. De repente en su campo de visión apareció una enfermera.
- Siga tocando, estamos cerca de quitarle el temblor de las manos.
Entonces lo recordó.

22.- Condenada Reina Ana

Tenía algo en la cabeza muy distinto a la corona con la que tantas veces había paseado, sonreído y complacido a su marido. Una especie de velo blanco que mantenía recogida su melena; dejando así su cuello, ahora desnudo de perlas, a expensas del destino al que estaba condenado.

“Jesús, recibe mi alma. A Jesucristo encomiendo mi alma”, murmuraba mientras su hasta entonces súbditos se arrodillaban ante ella en un último gesto de lealtad. “No te daré mucho trabajo, tengo el cuello muy fino” dijo, dedicándome la más sincera de sus miradas, precediendo al ruido que hizo el acero al atravesar el aire a gran velocidad. Todo, entonces, se tornó rojo. Más tarde negro. Nunca más morado, al menos para ella. ¿Traidora? Eso es historia, quizás leyenda, como esta espada.

23.- El

Tenía algo en la cabeza,
Y nada en el corazón.
Fue muy inteligente,
Pero era un cabrón.


24.- La soledad de la neurona molona.

Tenía algo en la cabeza.

- ¿Hola?  la?  la?  la?   

- ¿Hay alguien aquí? qui?  qui?  qui?   

Y tras una breve pausa, el presidente continuó con su discurso de investidura.

25.- Forever Blue

Tenía algo en la cabeza. Un pequeño hoyuelo en la parte trasera del cráneo. Ella lo descubrió acariciando su pelo mientras él dormía. Empezó a juguetear con él y consiguió meter la puntita del dedo índice. Él seguía sumido en su sueño. Con el índice ya dentro y el pulgar revoloteando por el contorno, con sorpresa, confirmó que se ensanchaba de forma grosera. Tenía introducida toda la mano notando un cálido vacío. A medida que se introducía dentro, ella menguaba y el resto del mundo crecía. Una vez dentro se encontró flotando en un multicolor universo donde se mezclaban objetos y seres sin lógica aparente. Vio pasar un globo rojo radiante y enorme con su nombre encabezando una sucesión de globos más pequeños  de colores más sombríos. Ahora sabía que la quería. Él despertó. Girándose dijo:
-Mmmm, creo que he soñado contigo.
Pero estaba solo otra vez. Y triste.

26.- Dos mil dieciséis

Tenía algo en la cabeza. No podía dejar de pensar en ello. Por la mañana, al despertar, no era capaz de concentrarse. A mediodía la intranquilidad se apoderaba de su ser. Al caer la tarde, un hormigueo le consumía. Por la noche, antes de ir a la cama, el miedo invadía su interior. Así transcurría su vida. A sabiendas de que no mejoraría, cada día más en el pozo, cada minuto con menos esperanza, debería tomar las riendas del asunto. Esa fue la decisión que cambió todo para siempre. Una simple visita a aquel lúgubre y apestoso cuchitril trajo consigo la paz. Jamás volvería a hacerlo pero, de momento, era consciente de su valía.

27.- Buril

Tenía algo en la cabeza del martillo con el que golpeaba el instrumento que rascaba la fina capa de oro que cubría la cabeza del maldito Juan Rojo y en la que intentaba hacer un bajo relieve pseudoetrusco.

- ¡Pero quieres dejar de moverte, cabrón! ¡Que si se enfría tendré que volver a empezar y quiero llegar a tiempo para ver la final de Masterchef!


28.- Tragicomedia

Tenía algo en la cabeza y era el momento de demostrarlo. Después de toda una vida de humillación aguantando que le llamaran “cabezahueca” y escuchando risitas cada vez que abría la boca, así como de soportar acusaciones aludiendo a que todo lo que tenía se debía a las influencias de su poderoso padre, el caprichoso destino le brindaba una gran oportunidad. Su oportunidad.

Todo el mundo estaría atento a sus palabras. Quería sorprender a la muchedumbre y contentar a sus superiores, estar en boca de todos. Esa intervención supondría un golpe de efecto que podría catapultar su carrera. Quién sabe si incluso podría suponer el inicio de su camino hasta lo más alto. 

Respiró pausadamente para controlar sus nervios y comenzó a leer su gran discurso: “shalen unosh pequeñosh hilillos con ashpecto de plashtilina...”.

29.- HIPOCAMPO

- Tenía algo en la cabeza  -le dijo la enfermera. Le hacía… sentir cosas.
Señaló un frasco encima de su mesa. Contenía un caballito de mar que flotaba en agua, en vertical, moviendo sólo la cola. Inexpresivo. 
- Un vestigio que escapó a la evolución, como el apéndice o el meñique. Un individuo de cada diez mil lo mantiene, y su hijo era una de ellos. Le costará un poco acostumbrarse pero se han acabado los ataques.
El padre saludó con la cabeza y se despidió. Poco después, la enfermera dejó el frasco en el laboratorio. 
Al acabar la jornada, en completa soledad, rodeado de otros frascos que contenían curiosidades científicas no tan valiosas como él, el caballito de mar sacudió su cabecita y derramó lágrimas que se disolvieron en el medio líquido.

30.- Primera cita

Tenía algo en la cabeza. No podía distinguir lo que era, pero estaba ahí. Parecía que le estaba llamando. A gritos. Ya no podría apartar de ahí su mirada en toda la noche. Poco importaban ya sus ojos de azul cristalino, su sonrisa de dentadura perfecta, su generoso escote...tenía algo en la cabeza. Se excusó para ir un momento al baño y, maldiciendo hacia sus adentros, marcó el número de la compañía de taxis.

31.- El niño de mirada perdida

Tenía algo en la cabeza. Una idea. Tenía una buena idea. 
También tenía un secreto que quedaría en esa cabeza. 
Una fantasía también tenía. 
Y un pensamiento, y música, tenía mucha música en la cabeza. 
Había algo en su cabeza más allá del serrín que preocupaba a su madre y los pájaros que enfurecían a su padre.

32.- Siempre en mi cabeza

Tenía algo en la cabeza, pero no caía. Entonces pensé, como siempre, que debería empezar a llevar papelitos en los bolsillos, como hacía mi padre, con las cosas que tenía que hacer ese día, incluso los siguientes. Pensar en lo que había ocultado en mi cabeza, en el plan de organizarme y en los papelitos me hizo como siempre fijar el recuerdo (y la fijación) en mi padre. Aquel viejo comunista que murió sin tener un teléfono móvil. El que le gustaba viajar en tren y escuchar la lluvia, y había visto jugar a Ben Barek en el Metropolitano, y había sido torturado, y había estado preso, y había sido el mejor padre posible. Sin móvil, con papelitos, y con un cabezón enorme que no paraba de dar vueltas. Siempre pensando, siempre imaginando, siempre recordando. Siempre con algo en la cabeza.

33.- Todo por la patria.

Tenía algo en la cabeza que le hacía mantener una fe inquebrantable. Una voz interior le decía que todas sus decisiones por difíciles que fueran siempre eran las acertadas.  Su firma podía arruinar familias enteras, condenar inocentes o incluso salvar culpables. Todo lo hacía por un fin superior. Su confesor privado le visitaba con frecuencia y le convencía sobre la corrección de sus actos. Salvar la patria merecía su total dedicación.

Todos los domingos después de ir a misa iba a las catacumbas del ministerio. En otros tiempos se había torturado, preparado golpes de estado o incluso asesinado con total impunidad. Lo suyo era mucho más inocente. Se limitaba a mirar las noticias semanales. Viéndolas tenía sensaciones impuras y pecaminosas.  Pero nada que imposibilitara la absolución concedida por su confesor.

34.- Mi hermano

Tenía algo en la cabeza ¿sabes? Algo diferente. Era inteligente pero nunca le interesó estudiar, al menos de manera académica. Se pasaba horas en su mundo, sin salir de la habitación.
-Y ¿qué pasó?
- Llevaba una temporada muy raro. Yo intentaba hablar con él pero no conseguía arrancarle las palabras. Un día lo llevé a un concierto, unos tíos que tocaban blues. Lo disfrutó mucho, como siempre que íbamos a un concierto, pero al volver a casa me dijo que no aguantaba más. Yo estaba cansado y apenas le hice caso… Dos días después salió de casa sin despedirse y no lo volvimos a ver. Vivo, quiero decir.
-¡Joder! No quiso despedirse
-Odiaba este mundo y, aunque solía reírse de ello, debió de llegar un momento en el que fue insoportable. No es fácil de entender para mí, pero yo no estaba en su cabeza.



PORRA MICRORRELATISTA (OJO NO CONFUNDIR CON LOS VOTOS QUE VAN EN OTRO HILO Y OTRO FORMULARIO)

borogis escribió:Sugar tambiéna aprece 3 veces en el top 5 en las apuestas

M señor, Azrael y Silver un par de veces

m señor escribió:

Kupak escribió:

borogis escribió:Otros posibles top 5 según las apuestas son jomrt, M Karmen, Coch, Sijord y Criminal pentatónico (2 veces también), Darth, Stoneheart, Alinoe, jojo, Kupak, algunos debutantes...


Bastante variedad en las apuestas

Ostras, me ha hecho ilusión aparecer en la quiniela, me recuerda al cole cuando me dijo una chiquita que le gustaba (en tercera posición), le debo gran parte de mi autoestima actual jajajaj

es usted uno de los pilares de los micros, si los grandes también empiezan a llorar, aqui lloran todos....
m

Sugar Bug escribió:

Ellis escribió:Que es eso de la porra?

te suena "el negro del whatsapp"?

Ellis escribió:

Sugar Bug escribió:

Ellis escribió:Que es eso de la porra?

te suena "el negro del whatsapp"?

No

sapir escribió:

borogis escribió:Otros posibles top 5 según las apuestas son jomrt, M Karmen, Coch, Sijord y Criminal pentatónico (2 veces también), Darth, Stoneheart, Alinoe, jojo, Kupak, algunos debutantes...


Bastante variedad en las apuestas

Nadie confía en mí. Road to Nowhere.

Azrael escribió:

borogis escribió:Sugar tambiéna aprece 3 veces en el top 5 en las apuestas

M señor, AZRAEL y Silver un par de veces

Prefiero apostar a un 2 fijo en un Barcelona-Almendralejo.

jackinthebox escribió:

sapir escribió:

borogis escribió:Otros posibles top 5 según las apuestas son jomrt, M Karmen, Coch, Sijord y Criminal pentatónico (2 veces también), Darth, Stoneheart, Alinoe, jojo, Kupak, algunos debutantes...


Bastante variedad en las apuestas

Nadie confía en mí. Road to Nowhere.

En mi tampoco.

Fíjate sapir que la gente apuesta por Darth antes que por nosotros, incluso avisando el propio Darth que no iba a participar en esta ronda  

Neska escribió:Me falta la porra.

sapir escribió:

Neska escribió:Me falta la porra.

Hay que ver las cosas que se leen.

2.- September rain

Tenía algo en la cabeza. Despertaba varias veces cada noche. No se le iba durante el día. Tenía que hacer algo. Probó métodos drásticos pero ninguno funcionó más allá de unos minutos. Siempre volvía y cada vez con más fuerza. Ya llevaba días así. Luego, sin darse cuenta, semanas. Estaba muy irritable. Aquello era un sinvivir. Al final se jugó el todo por el todo. Un clavo saca otro clavo. Decidió arriesgar. Y ganó. Una pírrica victoria, porque lo que consiguió al fin y al cabo fue cambiar durante los dos meses siguientes la barbacoa por el chiringuito. Suerte que pronto acabaría el verano. A lo mejor las lluvias de septiembre se lo llevarían todo por delante. Puto Georgie Dann.

m señor escribió:

Azrael escribió:

borogis escribió:Sugar tambiéna aprece 3 veces en el top 5 en las apuestas

M señor, AZRAEL y Silver un par de veces

Prefiero apostar a un 2 fijo en un Barcelona-Almendralejo.

ehhh.....que yo he apostado por usted...un respeto a sus fans.
m

borogis escribió:La cosa está que arde.

Enseguida concreto unos datos

Neska escribió:¿Vosotros no tenéis canciones random? La mía más habitual es Miguelín el cashero. Se me mete en la cabeza y ya no hay quien la saque




Otra habitual es Sopa de amor

Neska escribió:¿Vosotros no tenéis canciones random? La mía más habitual es Miguelín el cashero. Se me mete en la cabeza y ya no hay quien la saque

Spoiler:

Kupak escribió:

Neska escribió:¿Vosotros no tenéis canciones random? La mía más habitual es Miguelín el cashero. Se me mete en la cabeza y ya no hay quien la saque

No sé lo que es pero a lo mejor sí que tengo (o no).

Spoiler:

borogis escribió:Sus dos inmediatos perseguidores están a tiro de una votación.

Pueden producirse sorpassos o hasta hay posibilidad de cuádruples empates

jackinthebox escribió:

sapir escribió:

borogis escribió:Otros posibles top 5 según las apuestas son jomrt, M Karmen, Coch, Sijord y Criminal pentatónico (2 veces también), Darth, Stoneheart, Alinoe, jojo, Kupak, algunos debutantes...


Bastante variedad en las apuestas

Nadie confía en mí. Road to Nowhere.

En mi tampoco.

Fíjate sapir que la gente apuesta por Darth antes que por nosotros, incluso avisando el propio Darth que no iba a participar en esta ronda  

Neska escribió:

Kupak escribió:

Neska escribió:¿Vosotros no tenéis canciones random? La mía más habitual es Miguelín el cashero. Se me mete en la cabeza y ya no hay quien la saque

No sé lo que es pero a lo mejor sí que tengo (o no).

Spoiler:

Pues canciones que aparecen aleatoriamente en tu cerebro y te martillean con su soniquete, que no se va en una temporada y aparece y desaparece a su antojo y en las situaciones más inesperadas.

CocH. escribió:Algunos con trampa. Pero es lo que hay.

borogis escribió:

CocH. escribió:Algunos con trampa. Pero es lo que hay.

Hay algún apostante que ha apostado a que su relato lo ha escrito él.



Más allá de eso no veo atisbos de tongo en las apuestas

Kupak escribió:

borogis escribió:

CocH. escribió:Algunos con trampa. Pero es lo que hay.

Hay algún apostante que ha apostado a que su relato lo ha escrito él.



Más allá de eso no veo atisbos de tongo en las apuestas

Me he liao, es una porra a acertar el top 5 con sus autores o es más bien una porra a acertar relato y autor independientemente de la posición (es que lo enfoco de formas totalmente distintas). Venga, hago una porra relato-autor que la anterior quiniela que hice era del top.

Ellis escribió:De qué estáis hablando?

borogis escribió:Fender, nome y jojo también han recibido alguna apuesta más y entra en la ecuación sapir

borogis escribió:

CocH. escribió:Algunos con trampa. Pero es lo que hay.

Hay algún apostante que ha apostado a que su relato lo ha escrito él.



Más allá de eso no veo atisbos de tongo en las apuestas

sapir escribió:

Neska escribió:Me falta la porra.

Hay que ver las cosas que se leen.

Elsanbenito escribió:Lo fantabuloso de esta ronda tan divertida es que, además del dinamismo y la incertidumbre, puedes encontrarte con que alguien ha votado un relato con 3 puntos y te lo ha asignado a ti aunque no sea tuyo. Te sube el ego de una forma ridícula y sin embargo eficacísima. 

Gracias. 

Y gracias, boro, estás a tope!

borogis escribió:

Elsanbenito escribió:Lo fantabuloso de esta ronda tan divertida es que, además del dinamismo y la incertidumbre, puedes encontrarte con que alguien ha votado un relato con 3 puntos y te lo ha asignado a ti aunque no sea tuyo. Te sube el ego de una forma ridícula y sin embargo eficacísima. 

Gracias. 

Y gracias, boro, estás a tope!

Aunque voté a favor de seguir como siempre estoy haciendo lo posible por llevar el experimento a buen término.

Cuando termine la ronda habrá que volver a plantear el formato de las votaciones una vez hecha la prueba piloto