¿Qué estáis escuchando ahora?

La primera génesis de los originales "Iron Maiden", no confundir con los otros de Steve Harris y cia, se inicia en 1964, en Basildon, Essex, cuando un grupo de amigos se unieron para formar una grupo acústico. Esta primera formación estaba compuesta por Steve Drewett, Chris Rose y Alan Hooker y hacían versiones de los Rolling Stones y The Kinks. Tras varios cambios de miembros, en 1966 llega la segunda formación más estable, la forman Steve Drewett (voz y harmonica), Chris Rose (Guitarra solista), Tom Loates (Guitarra ritmica), Stan Gillen (Bateria) y Barry Skeels ( Bajo) y se llaman "Growth". Siguen haciendo versiones de los Rolling Stones y de grupos de blues antiguo por toda la zona de Essex. Tras años de actuaciones deciden quedarse en un duo, formado por Steve Drewett (voz y harmónica) y Barry Skeels (guitarra y Slide) y denominarse "Stevenson´s Blues Department". Bajo este nombre, y de 1967 a 1968, actúan por todos los pubs más importantes de Essex, Londres, y llegan a ser teloneros de bandas tan conocidas como The Groundhogs , Fleetwood Mac, Jethro Tull, Idle Race o King Crimson. Ante su limitación musical, debido a que sólo eran dos miembros, deciden ampliar el grupo en 1968. En este momento se unen al dúo Paul Reynols (bateria), Graham “Gruff” Esgrove (guitarra ritmica) y, tras poner un anuncio en la revista “Melody Maker”, se incorpora a la banda el excelente guitarra solista Trevor Thorns, pieza fundamental en el crecimiento futuro de la música de “Iron Maiden”. En este momento deciden cambiar de nombre y denominarse "Bum" , con la esperanza de que el nombre llamara la atención y les diera mayor publicidad, ( BUM significa “Culo" en Inglés ). El hermano de Peter Green, Lenny Green, se fija en ellos y decide ser el manager del grupo. Green les consigue un contrato con el sello “President Records” para la grabación de un álbum, pero no sin antes tener que cambiar su nombre por otro menos “arriesgado”. Uno de los “roadies” del grupo tuvo la idea de “Iron Maiden”, a la banda le encantó, y así pasaron a llamarse desde ese momento. En 1968 graban un primer single en los Regent B Studios bajo el auspicio del productor Stan Blackbourne . El single contenía los temas “God of Darkness” y “Ballad of Martha Kent”. En ese momento, "President Records" había creado un nuevo sello subsidiario llamado “Gemini” , para el cual la música de la banda parecía encajar a la perfección. La banda comenzó las sesiones de grabación para su primer álbum, que estaba decidido se llamaría “Maiden Voyage”, en los Regent A Studios, en 1969. Durante las sesiones de grabación del álbum Paul Reynols dejó la banda y tuvieron que hacerse audiciones para encontrarle un sustituto adecuado. Se alquiló el Studio 51 y Roger Chapman, ex "Junior´s Eyes", consiguió el puesto de nuevo batería. Aunque se llegaron a grabar seis temas de estudio el álbum nunca se llegó a publicar porque la discográfica "Gemini" quebró en 1970, perdiendose así las grabaciones originales del álbum. Sólo hasta 1998 el álbum no fue editado, por el sello Audio Archives, esta vez a partir de unas copias que conservaba el bajista Barry Skeels. Tras el duro golpe de la quiebra de “Gemini”, la banda se separa y sus miembros pasan a engrosar la filas de grupos como tan famosos como “Spirit of John Morgan”, “Zior” o “The Steve Gibbons band”. El estilo musical de los primeros “Iron Maiden” es una mezcla de rock progresivo, típico de la época, con toques de Psicodélia o hard Folk. Los temas cuentan con letras interesantes y una atmósfera melancólica y oscura que les añade un toque de frescura. Todo suena potente pero a la vez limpio, las guitarras o el bajo suenan muchas veces sin saturación excesiva. Los temas muestran una buena calidad musical y sus componentes son buenos músicos. Los temas tienen estructuras originales con rítmos y tiempos siempre cambiantes, con partes vocales y otras partes de improvisación dónde la guitarra de Trevor Thorns llega a momentos realmente creativos técnicos muy buenos. “Iron Maiden” es una de esas bandas de finales de los 60s y principios de los 70s cuyo único interés entre los amantes de la música actual, parece, es su nombre, por ser el mismo de la conocida banda Inglesa de Heavy de los 80s. Pero tras no una, sino varias escuchas atentas de este trabajo, tenemos que decir que se merecen más atención que la de su simple nombre. “Iron Maiden” eran creativos y originales, con un sonido propio y con unas ideas bastante claras sobre lo que querían hacer. Uno de esos discos llenos de recovecos y bifurcaciones que sólo una detallada escucha puede llegar a descubrir en su totalidad. Un grupo a descubrir sin duda.