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Sin duda alguna, "On the Wings", de 1973, es el mejor álbum de este grupo Griego de Heavy Rock Progresivo con raíces Blueseras. Fue grabado en una época muy difícil, cuando el género que la banda hacía no era muy apreciado en Grecia, lo que le añade más mérito aún a esta obra mestra.
“Socrates Drank the Conium” fue un grupo Griego de Heavy Rock Progresivo, de estilo directo y con temas de esctructuras complejas y originales, que inició su andadura a princiìpio de los 70. Su sonido tenía reminiscencias de bandas como Jimi Hendrix Experience, Led Zeppelin, Black Sabbath o Jeff Beck. El grupo pasó por diferentes formaciones a lo largo de su carrera, pero las bases creadoras del grupo, y que se mantuvieron fijas, fueron el excepcional guitarra Yannis Spathas y el bajista/cantante Antonis Tourkoyorgis. Su lider y máximo compositor, el guitarra Yannis Spathas, es un auténtico dios de la guitarra en su país, con un estilo tan personal y único que difícilmente se podría enseñar en las escuelas de rock. Su otro líder, Antonis Tourkogiorgis es, aún hoy, famoso en su país por su poderosa capacidad vocal y su magnífica técnica al bajo. “Socrates Drank the Conium” inició su andadura en Atenas, en 1969. Eran famosos en los clubs de los alrededores de Victoria Square, sobre todo en el club más popular de esos momentos, el “Kyttaro”, dónde la banda actuaba a menudo. En esos años, aparte de tocar numerosos temas originales del grupo, a menudo hacían versions de Jimi Hendrix, ninguna de las cuales fue grabada en ningún disco de la banda. Sin embargo, una version de 30 minutos del “I Can't Get No Satisfaction”, de los Rolling Stones, se puede encontrar en su álbum de 1972 “Taste of Conium”, su segundo trabajo. En las sesiones de grabación de sus discos, y en los conciertos en vivo, utilizaron diferentes baterías, todos ellos de contrastada calidad. “Socrates Drank The Conium”, y en especial Yannis Spathas, su máximo compositor, han sido uno de los grupos más ignorados e infravalorados miserablemente a lo largo de la historia de la música rock. "Socrates Drank the Conium" grabaron tres álbuns entre 1971 y 1973, pero “On the Wings”, editado por el sello Polydor en 1973, fue su mejor trabajo sin duda alguna. “On The Wings”, tiene un sonido más poderoso que sus anteriores álbuns, más orientados hacia el hard blues, el sonido de la banda en este álbun es poderoso, hacen un heavy Rock con desarrollos progresivos, aunque sin perder nunca sus raíces Blueseras, como en evidente en temas como "This Is The Rats". Para la grabación de este álbum la banda tuvo buscar a un segundo guitarrista a fin de que el poderoso sonido de la banda en estudio no perdiera su fuerza en los conciertos en vivo, dado los complejos arreglos de guitarra que Yannis Spathas había creado en algunos temas. Por tanto, la banda reclutó a Gus Doukakis, un excelente guitarra rítmica de la escena rock Griega. “On the Wings” es un pelotazo de Heavy Rock, poderoso, creativo, y sazonado con algún tema de raíces Blueseras con sonido poderoso. La fuerza de este trabajo reside en las afiladas dobles guitarras, totalmente fuera de su tiempo, un bajo de ensueño y un trabajo de batería de primera división. Los temas son complejos e imaginativos, con cambios de tiempo y tonalidad constantes, casi increíbles, y una colección de riffs tan originales como intrincados. Un álbum de obligada escucha para todos los amantes del metal en la actualidad. “Socrates Drank the Conium”, ( que es el nombre correcto de la banda, y no “Socrates”, como suelen llamarles a menudo), tras la grabación de "On the Wings", se unieran al ex-Aphrodite's Chile”, compositor y extraordinario músico Vangelis, y bajo en nombre de "Socrates" grabaron cinco álbunes entre 1974 y la actualidad. "On the Wings" es una obra absolutamente genial, con un trabajo de guitarras descomunal para la época y con más cambios de tiempo y tonalidad de los que nadie se pueda imaginar en 1973. Es difícil de creer que este trabajo fuese grabado en ese año. “On the Wings” es uno de esos discos que te hacen mover la cabeza con incredulidad cada vez que lo escuchas. Las composiciones con complejas, los arreglos intrincados y originales, con dos guitarras marcando los riffs, punteos y acordes, acompañados por un bajo poderoso que, a veces, llega a tocar diferentes líneas. Todo ello con una batería demoledora que llega a tener, por momentos, hasta un estilo Jazzy. En todas sus composiciones se pueden apreciar, e imaginar, claramente, las melodías clásicas que más tarde empezarían a pergeñar bandas tan famosas del metal como “Iron Maiden”. Sí, y es que los cambios de tiempo y los desarrollos son tan arriesgados y abigarrados como los mejores que cualquier otro grupo de Metal o NWOBHM creara en la década de los 80s o 90s. La forma de cantar de Antonis Tourkoyorgis es frenética, con esa tesitura de voz suya rasgada que se asemeja a la de otros cantantes Griegos más famosos en el mundo, siempre entregándolo todo y al límite de sus posibilidades, lo cual añade un punto extra de intensidad a los, ya de por si, poderosos temas que, por cierto, son cantados en Inglés, ya que este idioma era el segundo de la banda. El álbum, pese a tener 10 auténticos temazos, no tiene mucha duración, sólo 30 intensos minutos, pero ofrecen muchísimo en ese tiempo. Hay temas poderosos, de estructuras complejas y cambios de tiempos constantes, como el que abre el album, "Who Is To Blame", soberbio, con un aire en sus melodias incluso a la música típica Griega, o el descomunal "Death Is Gonna Die", un pelotazo de heavy rock. Otros pelotazos son “Breakdown” o “Who Is to Blame”, con momentos excelentes. Hay otros temas con una estructura más Bluesera, como "Regulations ( If I Were A President )" o “Naked Trees, pero todos con el sonido potente y los desarrollos complejos propios de la banda. El disco fue producido por el conocido productor de rock griego Costas Phassolas. La calidad de la producción está bastante bien para la época, teniendo en cuenta que, probablemente, la tecnología de los estudios de grabación en la Grecia de 1973 no era la mejor que se podía encontrar en el mundo de la música rock, como tampoco el poder económico de la banda que le impidió conseguir los mejores estudios de la época. Sin embargo, ese sonido compacto y crudo le va de perlas a los temas. El diseño de la cubierta corrió a cargo de Petros Porashis. “On the Wings” es, sin la menor duda, una obra mestra, un disco brillante que hará las delicias, y dejara estupefactos, a los amantes del metal en la actualidad.