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LA FRASE PARA LA RONDA 39* :

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja.


*Para esta ronda, como excepción y para quien así lo quiera, el límite de palabras estará situado en 250. Para que no se queden con las ganas.


PLAZOS DE ENTREGA Y VOTACIONES PARA LA RONDA Nª39

EL PLAZO PARA PRESENTAR PEPINOS EN ESTA RONDA Nº 39 ACABARÁ ESTE JUEVES  A LAS 12 HORAS DEL MEDIODÍA.

LAS VOTACIONES TENDRÁN LUGAR DESDE LAS 12 HORAS DEL JUEVES HASTA LAS 22:OO HORAS DEL MISMO DÍA.

EL GANADOR DE LA RONDA Nº 39 SE ANUNCIARÁ SOBRE LAS 23:15 HORAS, TAMBIÉN EL JUEVES.

AL TÉRMINO DE LA GALA SE OFICIARÁ UNA PEQUEÑA MISA EN LA PARROQUIA DE BATMAN Y EL SR ELLIS INTERPRETARÁ UN TE DEUM AL ÓRGANO.

EL SR KUPAK DIJO:

EL SR SALAKOV DICE QUE EL SR FAULKNER DIJO:

EL CAMBIANTE UNIVERSO DEL SR STONER:

MANDAMIENTOS, REGLAS Y OBLIGACIONES:

CLASIFICACIÓN:

CLASIFICACIÓN POR COPAS:

RELATOS A CONCURSO - RONDA 39


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01 - NAVAJA SUIZA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja.
También voló el tejado, el abrevadero, el tractor y las cercas.
Solamente quedamos en pie yo y mi pequeña navaja suiza.
Todo el invierno bajo fardos de paja pelando patatas.


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02 - RUBY SLIPPERS



El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Detrás le siguió el espantapájaros, que se elevó con gesto estúpido cuando fue arrastrado. Las latas que colgaban en el porche comenzaron a tintinear violentas, como un diapasón gigante, como un arrítmico corazón de hojalata.
—Corre, Totó. Tenemos que escondernos ya.
El perro, visiblemente asustado, abrió la boca y en su gesto nervioso asemejó un león acobardado. Dorothy lo cogió en brazos, entraron en el refugio.
—Aquí estaremos bien, Totó. Verás.
El tornado estaba encima. Desde la pequeña apertura, Dorothy contemplaba la escena: volaban astillas de las casas destrozadas, pedazos dispersos de hormigón, incluso distinguió las pintorescas baldosas doradas de la granja vecina. Especialmente grotesca resultó la imagen de una veintena de monos, casi con toda probabilidad provenientes del cercano zoo de Kansas, que chillaban a la vez que giraban en el bucle violento del tornado.
—Mi dulce Totó, mi dulce Totó—repetía—. Tranquilo. El tornado pasará y los campos de Kansas volverán a brillar en verde —le acariciaba el lomo—. A brillar como una gran ciudad esmeralda.
Pronto el estruendo se fue haciendo lejano, casi inaudible. Dorothy abandonó su refugio, satisfecha. Había pasado el peligro. Sin riesgos. Sin aventuras. Sin magia. Segura en su zona de confort.
En el futuro lo único que recordaría de ese día sería cuando al salir del refugio miró a sus pies: sus mocasines blancos estaban teñidos de rubí, la sangre resbalaba entre sus piernas. Ya era mujer.


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03 - TI AMO

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja que quedaba. Giuseppe y yo contemplamos fijamente como nuestro último sustento de vida se marchaba volando.
-Hasta nunca, Emmanuelle.-Dije mientras varias lágrimas caían por mi mejilla.
Los segundos pasaban. Nuestra casa, fabricada en ladrillo desgastado, aguantaba a duras penas y el viento acechaba.
-Espero que no empiecen a llover tiburones- Soltó Giuseppe para intentar desatascar el ambiente.
No me hizo ni pizca de gracia, pero sonreí para complacerle, como siempre hacía.
El vórtice llegó incesante. Arrancó el tejado de nuestra casa. Nos agarramos a lo primero que pillamos, la chimenea parecía recia. Giuseppe se aferró al sofá. ¡Al puto sofá!. Si es que me casé con un gilipollas.
Como era de esperar, el estúpido no aguantó mucho. De un impulso me solté y me eché a sus brazos. Será amor, será compasión. No lo sé, pero casi toda mi vida a su lado tendría algo que ver.
Ascendimos más alto que el depósito de agua y, cuando me quise dar cuenta, daba vueltas de forma interminable al igual que nosotros.
Giuseppe y yo nos sujetábamos los brazos fuertemente. Pero el poderío del tornado era infinitamente superior. Mis manos se escurrían de sus extremidades. Poco a poco iba perdiendo aguante. No podía más. Miré la cara de Giuseppe, que lloraba desconsolado. Su fuerza parecía agotarse también. Me gritaba, sonidos inentendibles entre aquel alboroto. Abrí mis labios para pronunciar nuestras dos últimas palabras. Sonreí.

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04 - LA FE DE LOS HOMBRES

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Irónicamente, solo quedó en el tejado la veleta, sobre los campos devastados yacían el resto de nuestros animales. Arrodillándose, mi padre dio gracias a Dios por sobrevivir –no te preocupes, él nos compensará- dijo al levantarse. Pero pasaron los meses, y del cielo solo llegaron rayos de sol que herían como cuchillos de fuego y que causaron más podredumbre, hambruna y desolación. Acuciados por las deudas, malvendimos nuestra propiedad y emigramos a la ciudad. Durante semanas vagamos buscando trabajo en vano, hasta que un día nuestros pasos nos llevaron hasta el hipódromo.

Dicen que los actos de los locos superan siempre las expectativas de los cuerdos. Sobre el cartel que anunciaba el nombre de los purasangres, uno llamó poderosamente la atención de mi padre: Tornado. -Él nos compensará- repitió mientras se dirigía hacia la ventanilla para apostar cuanto teníamos. Tornado galopaba en mitad del grupo hasta la última curva, entonces su jockey fustigó al animal con una mayor cadencia mientras progresaba. Mediada la recta, Tornado iba destacado por una cabeza de distancia respecto al grupo, cuando sus cuartos delanteros cedieron y el caballo cayó al suelo. Acabada la carrera, el veterinario acercándose al caballo herido hizo un gesto de negación con la cabeza.

Algunos dirán que mi padre lloró por el pobre animal, otros por verse abocado a la ruina. Yo simplemente creo que por primera vez contempló la posibilidad de que Dios lo hubiera abandonado.

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05 - WHEN THE LEGEND BECOMES FACT, PRINT THE LEGEND

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Quiso el destino que fuera a aterrizar varios acres más allá, en el límite de las tierras de los White. Hubo alboroto en The Ranch, cuna de valores, trabajo y esfuerzo.

Se reunió la asamblea. Llevaban la voz cantante los hermanos Pierce, encabezados por Elliot, poeta y pistolero. Al pendenciero Demian, que escupía entre dientes con odio mientras gritaba “ratas” y el joven Al, aparentemente más inofensivo pero igualmente letal se unieron otros: Joe Miss’m, Fru Scientist, Göttfried el alemán loco, el temible Stu (“fuck you Rob”, decía todo el día), el apuesto TC Toose y unos cuantos más.

Decidieron ir a recuperar el trofeo perdido. La primera discusión fue legal. La vaca estaba claramente fuera, pero los White marcaban la raya alterando a todas luces las lindes de su propiedad. “Está dentro”, chilló Skull, el más camorrista de todos. Otro al que llamaban Trinidad miraba la escena con atención. Su lideresa, Lady –con declarada predilección por los chicos altos- también estaba allí junto a otros pistoleros, el dandi Draper, del que nadie entendía su pertenencia al clan White, el joven Pearcy o el educado N. O’Micko.

Aparentes neutrales (pero a sueldo de los White) como el taimado Sal Akoff o un sureño tocapelotas de Athens, Georgia no perdían detalle.

La batalla fue breve. Ganaron los del The Ranch. Esa noche el canto de celebración se dirigía a la vaca:

"Kivinroldan, con- tigo empezó todo”

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06 - VIAJE NOSTÁLGICO

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Con ella se fue la poca compañía que le quedaba para el resto de sus días.

Rodeada por una densa niebla, aquella granja sería la tumba del solitario anciano, un bastón de tejo, casi su único soporte vital.
Desolado, día tras día, esperando el inevitable destino, rezaba para que aquel tornado volviese y terminara el trabajo que empezó.

Una mañana cualquiera, con otro brillo en los ojos y la mirada fijada en el horizonte, el anciano encendió el motor de su viejo tractor y emprendió el viaje de su vida, reencontrarse con la persona que dos décadas atrás le regaló aquel animal tan especial.

Su último acto de fe, un viaje nostálgico.


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07 - UNA VACA EN NUEVA YORK

El tornado se llevó por los aires a la única vaca en la granja. A pesar del mucho sudor, del cansancio y del mucho polvo; a pesar de todo, fue la vaca y no Willy McDougal, pelirrojo escocés, sucio y bebedor, quien pasó volando a metros de altura por encima de los tejados. Willy maldijo su suerte, a su amor reñido y a su botella, por no ser él la vaca. Y por no tener ya la vaca, y también por el tornado, comieron en esos días pan con arena y hormigas, y excepcionalmente alguna alimaña frita; nada de leche cremosa. La vaca de los McDougal voló por medio país. Mientras rumiaba por enésima vez su último bocado de Kansas contempló ciudades y estados que padre y madre nunca verían. Willy se echó a los caminos para traerla de vuelta. En las afueras de las ciudades, en las lindes, tirados en los caminos y andurriales, vio las hileras de los desposeídos. Nunca regresó a la granja. Arrojó la botella a una cuneta, también dejó allí su amor reñido tantas veces maldecido. Se hizo bautizar a los cuarenta y cinco años. Tomó los votos. Predicó la palabra. Finalmente, tras muchas millas y días, la vaca se precipitó contra el suelo de Wall Street. Sus huesos sonaron con un crack de fardo pesado. Fue un sonido muy parecido al que hacían los hombres que tras perderlo todo se arrojaban al vacío, estrellándose contra las desesperadas calles de Nueva York.

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08 - NARRACIONES TRUCULENTAS: CAPÍTULO IX

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Al día siguiente, todos los diarios de Tucson publicaban un artículo sobre esta situación tan lechosa. Encargué unos cientos de octavillas  en la imprenta “Sparrow” con la imagen de Louise, la única vaca que he amado. Estarían preparadas en una semana, me dijeron, a pesar de la urgencia. Decidí ir a buscarla yo mismo a lo largo y ancho de Arizona. Llegué a Phoenix con la fotografía de Louise. Pregunté al sheriff; no la reconoció. Pregunté en bares y bancos; no la habían visto. Pregunté en radios y periódicos; nada. Agotado, entré en la carnicería “Miller” antes de que cerraran. Había una decena de personas esperando a ser atendidos. Jack “Miller” salió de su almacén con una gran bolsa y nos mostró lo que allí había. Horrorizados, dimos un paso atrás. Todos excepto una niña que se llamaba Rossie. Llegó mi turno y pedí un trozo de tocino para acompañar a las migas que llevaba en el morral. Había que alimentarse para reanudar la búsqueda de Louise.

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09 - LA VACA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja, la encontramos mi padre y yo unos kilómetros al norte. Enseguida noté que estaba distinta, mientras reconstruíamos el granero y los desperfectos empezó a dar mucha más leche. Bajaba muy deprisa las cuestas y una vez se tiró desde un pequeño desnivel. Ya no había que empujarla para subir al camión para alguna feria de ganado y siempre llevaba la cabeza fuera para que le diera el aire.

En la última feria en busca de semental, había un circo y la vaca se subió a la cama elástica en un descuido, fue toda una atracción. El dueño del circo nos ofreció mucho dinero por la vaca, pero mi padre dijo que con la familia no se hace negocio aunque la vaca y yo podríamos ir con ellos a ver mundo.
Primero fue la cama elástica, luego salir de un pequeño coche de payasos más tarde pasar por el alambre para terminar en el cañón. Ver una vaca volar es todo un espectáculo y la gente paga mucho dinero. Los sementales de todo el país nos venían a ver para la crianza y la vaca elegía a su antojo.

Volvimos a la granja años después, mi padre estaba ya mayor y tenía que encargarme del negocio, a la vaca no le faltó de nada, cama elástica, tirolina y cañón. Creo que desde el tornado fue la vaca más feliz del mundo.

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10 - TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN DARWINIANA EN MAMÍFEROS QUE NORMALMENTE ESTÁN EN EL PRADO PASTANDO, PERO QUE POR CASUALIDADES ATMOSFÉRICAS, VUELAN CUAL PAJAROS. LO LLAMAN EVOLUCIÓN, PERO YO PREFIERO LLAMARLO "ME CAGO EN EL PUTO TORNADO QUE SE NOS HA LLEVADO A LA ÚNICA VACA DE LA GRANJA MIENTRAS PASABA ALEGREMENTE EN EL PRADO".

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja.

!Adiós vaca!

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11 - AGUJEROS

11 - AGUJEROS

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja.

No se pueden confirmar zonas seguras fuera de los refugios.

¿Cuántas vacas quedarán?

El edicto impone el aislamiento para garantizar la seguridad todo el mundo.

¿Sin vacas?

Por su propia integridad física y la de los que les rodean.

¿Qué futuro nos espera?

Permanezcan en sus agujeros hasta nuevas instrucciones.

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12 - METÁFORAS BOVINAS

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja en realidad quería decir que la noche anterior se lo había montado con una gorda y así todo el rato. Al principio pensé que no podía ser más cerdo y se lo hubiera dicho a la cara sino hubiera sido porque hubiera hecho de ese insulto una fantasía sexual. Poco a poco le encontré cierta gracia, llámalo encanto, así que una de aquellas noches le dije que podríamos follar con la condición de no utilizar metáforas bovinas y "nada de cerdadas".
Nada de cerdadas, le dije, y él no dijo ni mu y se puso ahí a darle como un toro, pensaba mientras me reía. ¿No le ves cierta gracia? En fin, es sólo una broma... No pienso ponerme en ese plan. Llevamos algún tiempo quedando, ya sabes, y ya no queda nada de aquellas metáforas bovinas y cerdadas... Sólo quedan las físicas y no necesitan ni ser nombradas. La comunicación es perfecta en ese sentido, no hace falta decir hazme esto o hazme lo otro. "¿Te acuerdas de aquello de me hiciste cuando estábamos en tu sofa?", le digo, y a partir de ahí todo es volar, con la ligereza de una vaca llevada por los aires por un tornado. Una vaca que ríe.

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13 - LA VACA QUE RÍE

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja, lo que me costó un par de pescozones que dieron con mi huesos en medio de un charco de barro y estiércol. No sé si mi castigo fue por haberla dejado pastando en campo abierto desoyendo los consejos del hombre del tiempo o por mi feliz idea de ponerle de nombre Trapecista, augurándole tan circense porvenir.
Siendo una joven ternera, le gustaba apoyar su culo respingón en el columpio de madera abandonado, haciendo feliz al columpio, que volvía a ser útil y a mí, que disfrutaba mirando aquel vaivén tan airoso. ¿Qué otro nombre más apropiado?
Días más tarde, supimos que Trapecista se había convertido en una leyenda. Subía y bajaba por el vórtice con tal gracilidad que dejaba atónitos a todos los habitantes del tornado. Habían llegado desde tres estados diferentes todo tipo de personajes atraídos por el colorido del fenómeno en cuestión. El último en llegar, un periodista local que trataba de dar cuenta del paso del tornado, se encaramó como pudo a la atracción y ofició de corresponsal desde sus entrañas, habilitando una oficina de prensa justo en el centro, donde el viento se encargaba de repartir sus crónicas con presteza.
Cientos de fotografías de Trapecista recorrieron el planeta. Todos los tornados se la disputaban, pero prefirió quedarse en el de sus amores, en el primero que se fijó en ella. Allí era feliz.

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14 - LA VENGANZA DE JAKE TUCKER

“El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja”. Jake Tucker contempló la nota clavada con un cuchillo en la puerta de su casa y juró que nada se interpondría en su venganza. Era uno de los pocos que había conseguido resistir casi hasta el final. Pero cuando vio que no le habían dejado conservar ni la última pieza de ganado que le quedaba algo se le rompió por dentro. Pagarían por toda la destrucción y sufrimiento causado en Red Ribbon Town.

Pasaron varios años y la banda de forajidos conocida como El tornado eran los amos y señores de la zona. Habían descubierto un yacimiento de oro cerca del pueblo e hicieron sus planes para quedarse con todo. Primero había que expulsar a todos los habitantes de Red Ribbon Town. Y, una vez hecho, no habría nada que les impidiera quedarse con todo el oro. Ahora eran nuevos ricos aparentando una respetabilidad de la que no eran dignos.

Tiempo después los miembros de El tornado ya se sentían totalmente seguros hasta que un día apareció  tirado en medio de la plaza del pueblo el cuerpo de John Buttler. Le habían cortado la lengua, y seccionado pies y manos. Y en uno de sus ojos tenía clavado un punzón con una nota: “Este ha sido solo el primer paso en mi venganza. El resto de miembros de El Tornado ya sabéis lo que os espera. Firmado: Jake Tucker”.

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15 - EL HEDOR


El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja y con ella nuestra única fuente de ingresos. Fue el momento de malvender los pocos bienes que mis viejos nos legaron y abandonar ese agujero infecto e inmundo llamado Rocky Mound. Cassidy, mi hermana pequeña, estuvo de acuerdo de inmediato, odiaba ese hedor a pescado y cebolla constante. No quiso despedirse de nadie a pesar de que medio pueblo había probado sus encantos. Recogió sus pocas ropas limpias, su osito y su armónica. Yo hice lo mismo, algo de ropa y la pistola de mi viejo, único bien que no vendí. Abandonamos el pueblo casi furtivamente, con decisión y hasta con algo de ilusión. O eso podría afirmar hoy en día.
Pero de todo eso hace ya muchos años. Ahora, viviendo en el mejor barrio de Nueva York, disponiendo de todo lo que puede disponer un ser civilizado y teniendo el estatus que tengo (gracias padre por dejarme esa pistola, ahora enmarcada y presidiendo mi despacho) sólo echo en falta una cosa, la maldita vaca. Aquí es más complicado conseguir una buena vaca, rolliza y de grandes ubres. El dinero dicen que lo puede conquistar todo pero el amor de una vaca, evidentemente, no. Y si no que se lo pregunten al resto del pueblo. Ese día perdieron para siempre la ternura de la vaca aunque también el olor a pescado y cebolla. Mi hermana padece trimetilaminuria, una rara enfermedad transmitida por las vacas.

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16 - EL NUEVO CONCURSO LÍDER DE AUDIENCIA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja que quedaba viva - el viejo granjero paró unos segundos y respiró hondo - y ahora no me queda más nada - y rompió a llorar.
El público en silencio tomaba notas.
No cambien de canal, en 30 segundos estamos de vuelta.
Ya estamos aquí de nuevo, siguiente concursante:
Mi mujer y mis tres hijos fallecieron el mes pasado en un accidente de tráfico - las palabras a duras penas se escuchaban - nada tiene sentido ya.
De nuevo el público anotó los datos.
Y hasta aquí el relato de los cinco participantes del concurso de hoy. Recuerden, al volver de la publicidad el público y la audiencia desde sus casas votarán qué concursante merece morir. ¡no lo olviden! Entre todos los participantes sortearemos quién será su verdugo. Cuantos más mensajes envíen, más probabilidades tendrán.
¡¡Unos minutos de publicidad y volvemos en seguida!! ¿quién merece morir hoy?

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17 - GENIO Y FIGURA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. La quería como a la hija que no tuve. Como a la esposa que no tengo. Como a la presentadora cachonda del Telecupón. Como a Susi, la chica de Anselmo's que se largó a la ciudad hace nada. Mañana iré a ver si la encuentro por ahí. A la vaca, no a Susi. Voy a echar de menos sus apestosas cagadas. Las de la vaca. Nunca pensé que llegaría a decir algo así. Perdonad que me extienda, queridos amigos: cuando leáis esto, acordaos de mi dolor. Visitadme, por favor, los que podáis. Sabéis que me gusta el ron añejo. Charlaremos sobre los viejos tiempos. Lo pasaremos bien. Juro que no será como la otra vez, cuando el anterior tornado mató al borrico. Juro que no beberé, como entonces. Ni volveré a babarme en vuestras camisas y a vomitar en vuestros pantalones, amigos. Lo juro. Y tú, Aniceto, te lo he dicho mil veces: si me quise tirar a tu señora fue porque estaba como una cuba. Yo, no ella. A mi esas tetas tan ricas que tiene me importan un rábano. Y ese culito lo mismo. No soy de esos. Puedes traértela tranquilo.
Me siento solo, amigos, me paso los días dándole a la manivela y pensando en Susi y como se fue volando... o sea, en mi vaca, que se me fue volando. El mejor ron es el venezolano. Sufro mucho, por favor, os espero.

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18 - CORRE CON LOS PERROS ESTA NOCHE

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja y, con ella, a la abuela Obdulia, que la había asido por el rabo en un intento desesperado por retener a nuestra única fuente de ingresos. “No hay mal que por bien no venga”, suspiró el abuelo Marcial mientras vieja y vaca desaparecían más allá del arcoíris. Pero, ciertamente, sin vaca no había sustento, así que nos tuvimos que mudar a la capital, a El Barrio. Casuchas destartaladas y amontonadas, perros ladrando toda la noche y tiros pegando todo el día. Como Marcial no encontró trabajo en ninguna de las fábricas por viejo, lo cogieron para pasar droga mientras miraba las zanjas, total la policía nunca sospecha de los yayos rústicos. Yo vagueaba por las calles, hasta que tuve que decidir entre unirme a la banda de los coloraos o a la de los nazis. Acabé en los coloraos; me arrearon más fuerte.
Ahora un par de nazis me han acorralado y me van a matar. Sopla un viento huracanado, levantan sus pistolas, me apuntan y ¡fiu! Oigo un agudo silbido seguido del estruendo que provoca la pila informe de pellejo y huesos –de restos de vaca y vieja - caída desde el claro cielo que sepulta a mis atacantes.

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19 - AVATARES METEREOLÓGICOS

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. En el duro suelo tras ella quedaban los cuerpos desmembrados del viejo Jonathan y su mujer, Martha. Las piernas de él, rígidas y cercenadas a la altura de la cintura, sobresalían del abrevadero, sin zapatos. El torso unos metros más allá, con sólo un brazo, alzado como pidiendo ayuda. Su cabeza había rodado junto a la de Martha a la entrada del establo. Escalpados ambos. A ella le habían arrancado además las dos manos, y yacía encorvada mostrando, bajo las enaguas almidonadas, unas campestres bragas a cuadros.
A su alrededor, junto al establo, se esparcían los cadáveres de varios apaches jicarillas, igualmente mutilados junto a sus monturas. Un destacamento del ejército se acercaba a lo lejos, en la otra orilla, en impecable formación de a dos, ignorando que el puente sobre el Pecos estaba dinamitado.
La vaca salió finalmente volando por los aires al otro extremo del garaje, cayendo sin ruido bajo la manguera. El tornado se extinguió al instante y Carlos decidió que al conjunto le faltaba pólvora. Puso diez chinos y dos truenos más bajo el puente y sacó del bolsillo una caja de fósforos.
Echó un ojo a la mecha y otro a la ventana y se preguntó cuándo pararía de llover de una vez.

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20 - CATAPLASH, VACAS Y CADENAS DE ORO

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. No muy lejos de allí… dos o tres kilómetros como mucho, la familia Vargas Montero celebraba la comunión de Reme. El prado contiguo del restaurante Laurel se había convertido en un merendero improvisado.  Una de las carpas amortiguó milagrosamente la caída de Plácida, que acabó en la chepa del patriarca. José Vargas escupe la hierba que acaba de tragar y cargado de ira grita al camarero…  “Tus muertos, te dije Besugo a la espalda, Be - Su -  Go…”

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21 - POR PRIMERA VEZ

- El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja - y dejé de leer. La foto de aquella noticia que estaba leyendo desde mi despacho, me resultó familiar. Alcé la cabeza y miré por la ventana. Se veía todo tan pequeño de repente. No pude volver a mi trabajo. Eran mediados de julio y sentí que debía volver a aquellas tierras lejanas de Bernal después de tantos años. Las autoridades nos separaron por mi propio egoísmo, me decían que no aguantaba nada. No me acordaba de ninguna de sus caras, pero ver aquella granja despertó mis recuerdos y no fueron muy buenos. En verdad allí nada nunca cambiaba, me inquietaba y lo odiaba. Me faltó poco para romper con todo lo que dejé, tan poco que hasta ahora, a lo largo de todos estos años, no me vino a la mente ningún resquicio de mis orígenes. Iba a volver por pura curiosidad.

Aquellas tierras no hubieran cambiado nada de no ser por ese tornado. El que me hizo volver. Ahora me parecía un lugar preciosamente devastado e intranquilo. Si hubiese terminado de leer, sabría que a parte de la última vaca también volaron casi todos sus habitantes y que en ese pueblo ya no quedaban más de ocho habitantes. Fue extraño sentir que ahora ya nada me unía a esa granja y en cambio la sentía más mía que nunca. Pero lo más extraño fue sentir que un tornado me había hecho feliz por fin.


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22 - DE LUNARES

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Más contenta que estaba ella mientras volaba no había nadie. Sus primos, los chivitos, consiguieron paga por malformación de cuernos. Su nuera, la vaca Lola, consiguió la invalidez permanente por explotación laboral audiovisual. Y su marido....ése era un cornudo.
Toda la vida sin contrato, sin convenio aplicado, sin vacaciones pagadas, sin finiquito, sin seguro en sus tetas que daban la mejor leche del mundo.
Cuando el tornado la dejó en los Alpes suizos, se encendió un cigarrito, se ajustó el cencerro y se puso su traje lila de lunares.
Era su momento, su sitio y su hora.
A repartir sabores para endulzar los paladares del planeta Tierra.

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23 - TARDE DE IRA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Sus mugidos se escuchaban en todo el valle, como los de la petarda de mi profesora, que es incapaz de hablar en un tono normal y tiene que explicar las cosas como si fuéramos retrasados, su tono sobrepasaría cualquier puto control acústico joder. Si es verdad, que a veces mis compañeros preguntan cada gilipollez que a veces me dan ganas de tirarles el libro en la cabeza, a ver si así aprenden.

Yo voy a lo mío, a mi dejadme en paz panda de chupasangres, no voy a resolver vuestro puto código, buscaos la vida, que es así como se aprende y no mirando mi pantalla, que copiáis todo lo que hago, gafasmierda.

La enésima vez que Vanessa me toca en el hombro... apuesto a que no le funciona algo... ¿Sabéis lo que hago yo cuando no me funciona algo?? Lo busco en el jodido Google, me busco las putas castañas, porque yo me valgo por mí mismo panda de imbéciles.
¿No te funciona tu jodida función de 200 líneas? pues jódete, haber atendido cuando el profesor explicaba, cerebrito de los cojones, en lugar de teclear como un puto hamster.

Tornado.... llévame contigo, llévame con la vaca, el granjero y su puta madre.

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24 - DUERME ADA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. El único tornado que pasó nunca por los duros llanos de Fado. Ada Traubert, lo que los dioses le habían dado, los dioses se lo quitaron. Sin rincones para los lamentos Ada reunió sus últimas pertenencias, la cantimplora, la manta, la cuerda y la foto. Acurrucada tras la roca decidió dirigirse hacia el sur, al amanecer, hacia el mar soñado. Recordaba la canción que susurró por última vez:

Me gusta, me gusta
La brisa de Saint Nazaire.
Las hojas del níspero,
El agua del cocotero.
Abuela gaviota,
Madre raya,
Cangrejo en tu barbas,
Me quedo dormida.

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25 - INSANITY LAUGHS UNDER PRESSURE

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja, así, como se lo cuento. O quizás no fue  la  vaca lo que se llevó y como dice usted, lo que yo vi era el cuervo carroñero del vecino, único también. No puedo hablar con seguridad, dudo. Estoy sometido a demasiada presión y bien es sabido que la imaginación vacila ante la enorme presión;  el discernimiento se nubla, uno deja de distinguir entre lo que es verdad y lo que no. Mi relato no es preciso, lo sé,  falla; aunque pensándolo bien, ¿qué relato no falla por algún sitio?

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DON escribió:Para esta ronda, como excepción, el límite de palabras estará situado en 250. Para que no se queden con las ganas.

sapir escribió:

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Mola la frase!

Recordad que hay ronda extra cortesía de Sugus...

https://www.foroazkenarock.com/t56374-ronda-loca-de-literatos-sonaos

La frase mola, pero cada cosa a su tiempo.

Ufff con el poco tiempo que tengo lo de las 250 palabras puede ser mortal

Muy buena frase.

manofsimplepleasures escribió:Ufff con el poco tiempo que tengo lo de las 250 palabras puede ser mortal

Muy buena frase.

El límite de 250 palabras es para quien quiera alargarse, por gusto o por necesidad de su relato.

Puede escribir relatos como siempre, sin llegar a ese límite.

No lo digo por la escritura, más bien por la futura lectura.

manofsimplepleasures escribió:No lo digo por la escritura, más bien por la futura lectura.

Tampoco debe preocuparle.

El hecho de que pueda llegarse a 250 palabras no asegura que todos los relatos vayan a utilizarlas.

Más o menos será como siempre.

Se puede utilizar pipijervi y somormujo?

YOMISMO escribió:Se puede utilizar pipijervi y somormujo?

Está en su derecho de hacerlo.

Usted ya está en el Olimpo del concurso.

Sabemos ya la reacción de stoner a,la frase?

Sugar Bug escribió:Sabemos ya la reacción de stoner a,la frase?

Me parece muy preocupante que stoner no haya aparecido todavía para quejarse de la frase o de lo que sea.

Muy buena la frase, aunque no sé por dónde la puedo llevar...

Preveo grandes gifs.

Vaca, tornado... muy duro... pero hay que sobrevivir a los elementos

He estado ensayando con un prototipo, se encuentra en fase 2:
2- Vaya, tengo una idea, puede quedar bien

saca la vaca....
m

01 - NAVAJA SUIZA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja.
También voló el tejado, el abrevadero, el tractor y las cercas.
Solamente quedamos en pie yo y mi pequeña navaja suiza.
Todo el invierno bajo fardos de paja pelando patatas.

02 - RUBY SLIPPERS




El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Detrás le siguió el espantapájaros, que se elevó con gesto estúpido cuando fue arrastrado. Las latas que colgaban en el porche comenzaron a tintinear violentas, como un diapasón gigante, como un arrítmico corazón de hojalata.
—Corre, Totó. Tenemos que escondernos ya.
El perro, visiblemente asustado, abrió la boca y en su gesto nervioso asemejó un león acobardado. Dorothy lo cogió en brazos, entraron en el refugio.
—Aquí estaremos bien, Totó. Verás.
El tornado estaba encima. Desde la pequeña apertura, Dorothy contemplaba la escena: volaban astillas de las casas destrozadas, pedazos dispersos de hormigón, incluso distinguió las pintorescas baldosas doradas de la granja vecina. Especialmente grotesca resultó la imagen de una veintena de monos, casi con toda probabilidad provenientes del cercano zoo de Kansas, que chillaban a la vez que giraban en el bucle violento del tornado.
—Mi dulce Totó, mi dulce Totó—repetía—. Tranquilo. El tornado pasará y los campos de Kansas volverán a brillar en verde —le acariciaba el lomo—. A brillar como una gran ciudad esmeralda.
Pronto el estruendo se fue haciendo lejano, casi inaudible. Dorothy abandonó su refugio, satisfecha. Había pasado el peligro. Sin riesgos. Sin aventuras. Sin magia. Segura en su zona de confort.
En el futuro lo único que recordaría de ese día sería cuando al salir del refugio miró a sus pies: sus mocasines blancos estaban teñidos de rubí, la sangre resbalaba entre sus piernas. Ya era mujer.

03 - TI AMO

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja que quedaba. Giuseppe y yo contemplamos fijamente como nuestro último sustento de vida se marchaba volando.
-Hasta nunca, Emmanuelle.-Dije mientras varias lágrimas caían por mi mejilla.
Los segundos pasaban. Nuestra casa, fabricada en ladrillo desgastado, aguantaba a duras penas y el viento acechaba.
-Espero que no empiecen a llover tiburones- Soltó Giuseppe para intentar desatascar el ambiente.
No me hizo ni pizca de gracia, pero sonreí para complacerle, como siempre hacía.
El vórtice llegó incesante. Arrancó el tejado de nuestra casa. Nos agarramos a lo primero que pillamos, la chimenea parecía recia. Giuseppe se aferró al sofá. ¡Al puto sofá!. Si es que me casé con un gilipollas.
Como era de esperar, el estúpido no aguantó mucho. De un impulso me solté y me eché a sus brazos. Será amor, será compasión. No lo sé, pero casi toda mi vida a su lado tendría algo que ver.
Ascendimos más alto que el depósito de agua y, cuando me quise dar cuenta, daba vueltas de forma interminable al igual que nosotros.
Giuseppe y yo nos sujetábamos los brazos fuertemente. Pero el poderío del tornado era infinitamente superior. Mis manos se escurrían de sus extremidades. Poco a poco iba perdiendo aguante. No podía más. Miré la cara de Giuseppe, que lloraba desconsolado. Su fuerza parecía agotarse también. Me gritaba, sonidos inentendibles entre aquel alboroto. Abrí mis labios para pronunciar nuestras dos últimas palabras. Sonreí.

He actualizado las clasificaciones y avisado de los plazos/horarios de admisión/votaciones para esta ronda en la cabecera del concurso.

Anímense, pero no mucho.

Escuchen música. Vean música.

Ay, Don. ¿Por qué no me dejas olvidar que eres madridista?


Unas fotos que he encontrado mientras documentaba mi ignorancia respecto a los tornados:

fotos:

pobre gente...

04 - LA FE DE LOS HOMBRES

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Irónicamente, solo quedó en el tejado la veleta, sobre los campos devastados yacían el resto de nuestros animales. Arrodillándose, mi padre dio gracias a Dios por sobrevivir –no te preocupes, él nos compensará- dijo al levantarse. Pero pasaron los meses, y del cielo solo llegaron rayos de sol que herían como cuchillos de fuego y que causaron más podredumbre, hambruna y desolación. Acuciados por las deudas, malvendimos nuestra propiedad y emigramos a la ciudad. Durante semanas vagamos buscando trabajo en vano, hasta que un día nuestros pasos nos llevaron hasta el hipódromo.

Dicen que los actos de los locos superan siempre las expectativas de los cuerdos. Sobre el cartel que anunciaba el nombre de los purasangres, uno llamó poderosamente la atención de mi padre: Tornado. -Él nos compensará- repitió mientras se dirigía hacia la ventanilla para apostar cuanto teníamos. Tornado galopaba en mitad del grupo hasta la última curva, entonces su jockey fustigó al animal con una mayor cadencia mientras progresaba. Mediada la recta, Tornado iba destacado por una cabeza de distancia respecto al grupo, cuando sus cuartos delanteros cedieron y el caballo cayó al suelo. Acabada la carrera, el veterinario acercándose al caballo herido hizo un gesto de negación con la cabeza.

Algunos dirán que mi padre lloró por el pobre animal, otros por verse abocado a la ruina. Yo simplemente creo que por primera vez contempló la posibilidad de que Dios lo hubiera abandonado.

DON escribió:01 - NAVAJA SUIZA

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja.
También voló el tejado, el abrevadero, el tractor y las cercas.
Solamente quedamos en pie yo y mi pequeña navaja suiza.
Todo el invierno bajo fardos de paja pelando patatas.

¿Esto es una canción country?

DON escribió:02 - RUBY SLIPPERS

«Con la cruz del confort sobre su frente»
(Mario Benedetti)

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Detrás le siguió el espantapájaros, que se elevó con gesto estúpido cuando fue arrastrado. Las latas que colgaban en el porche comenzaron a tintinear violentas, como un diapasón gigante, como un arrítmico corazón de hojalata.
—Corre, Totó. Tenemos que escondernos ya.
El perro, visiblemente asustado, abrió la boca y en su gesto nervioso asemejó un león acobardado. Dorothy lo cogió en brazos, entraron en el refugio.
—Aquí estaremos bien, Totó. Verás.
El tornado estaba encima. Desde la pequeña apertura, Dorothy contemplaba la escena: volaban astillas de las casas destrozadas, pedazos dispersos de hormigón, incluso distinguió las pintorescas baldosas doradas de la granja vecina. Especialmente grotesca resultó la imagen de una veintena de monos, casi con toda probabilidad provenientes del cercano zoo de Kansas, que chillaban a la vez que giraban en el bucle violento del tornado.
—Mi dulce Totó, mi dulce Totó—repetía—. Tranquilo. El tornado pasará y los campos de Kansas volverán a brillar en verde —le acariciaba el lomo—. A brillar como una gran ciudad esmeralda.
Pronto el estruendo se fue haciendo lejano, casi inaudible. Dorothy abandonó su refugio, satisfecha. Había pasado el peligro. Sin riesgos. Sin aventuras. Sin magia. Segura en su zona de confort.
En el futuro lo único que recordaría de ese día sería cuando al salir del refugio miró a sus pies: sus mocasines blancos estaban teñidos de rubí, la sangre resbalaba entre sus piernas. Ya era mujer.

Los zapatos eran plateados, Hollywood les cambió el color.

DON escribió:03 - TI AMO

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja que quedaba. Giuseppe y yo contemplamos fijamente como nuestro último sustento de vida se marchaba volando.
-Hasta nunca, Emmanuelle.-Dije mientras varias lágrimas caían por mi mejilla.
Los segundos pasaban. Nuestra casa, fabricada en ladrillo desgastado, aguantaba a duras penas y el viento acechaba.
-Espero que no empiecen a llover tiburones- Soltó Giuseppe para intentar desatascar el ambiente.
No me hizo ni pizca de gracia, pero sonreí para complacerle, como siempre hacía.
El vórtice llegó incesante. Arrancó el tejado de nuestra casa. Nos agarramos a lo primero que pillamos, la chimenea parecía recia. Giuseppe se aferró al sofá. ¡Al puto sofá!. Si es que me casé con un gilipollas.
Como era de esperar, el estúpido no aguantó mucho. De un impulso me solté y me eché a sus brazos. Será amor, será compasión. No lo sé, pero casi toda mi vida a su lado tendría algo que ver.
Ascendimos más alto que el depósito de agua y, cuando me quise dar cuenta, daba vueltas de forma interminable al igual que nosotros.
Giuseppe y yo nos sujetábamos los brazos fuertemente. Pero el poderío del tornado era infinitamente superior. Mis manos se escurrían de sus extremidades. Poco a poco iba perdiendo aguante. No podía más. Miré la cara de Giuseppe, que lloraba desconsolado. Su fuerza parecía agotarse también. Me gritaba, sonidos inentendibles entre aquel alboroto. Abrí mis labios para pronunciar nuestras dos últimas palabras. Sonreí.

Está bastante bien. Aunque ciertas expresiones vulgares desentonan con el tono general del relato, que es hermoso.

DON escribió:04 - LA FE DE LOS HOMBRES

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Irónicamente, solo quedó en el tejado la veleta, sobre los campos devastados yacían el resto de nuestros animales. Arrodillándose, mi padre dio gracias a Dios por sobrevivir –no te preocupes, él nos compensará- dijo al levantarse. Pero pasaron los meses, y del cielo solo llegaron rayos de sol que herían como cuchillos de fuego y que causaron más podredumbre, hambruna y desolación. Acuciados por las deudas, malvendimos nuestra propiedad y emigramos a la ciudad. Durante semanas vagamos buscando trabajo en vano, hasta que un día nuestros pasos nos llevaron hasta el hipódromo.

Dicen que los actos de los locos superan siempre las expectativas de los cuerdos. Sobre el cartel que anunciaba el nombre de los purasangres, uno llamó poderosamente la atención de mi padre: Tornado. -Él nos compensará- repitió mientras se dirigía hacia la ventanilla para apostar cuanto teníamos. Tornado galopaba en mitad del grupo hasta la última curva, entonces su jockey fustigó al animal con una mayor cadencia mientras progresaba. Mediada la recta, Tornado iba destacado por una cabeza de distancia respecto al grupo, cuando sus cuartos delanteros cedieron y el caballo cayó al suelo. Acabada la carrera, el veterinario acercándose al caballo herido hizo un gesto de negación con la cabeza.

Algunos dirán que mi padre lloró por el pobre animal, otros por verse abocado a la ruina. Yo simplemente creo que por primera vez contempló la posibilidad de que Dios lo hubiera abandonado.

Steinbeckiana la primera parte, Bukowskiana la segunda. Mejor la primera, claro. No obstante, gran relato.

Me ha gustado mucho.

Por completo sin ideas para esta ronda.

DON escribió:He actualizado las clasificaciones y avisado de los plazos/horarios de admisión/votaciones para esta ronda en la cabecera del concurso.

Anímense, pero no mucho.

A ver si saco un rato esta semana y actualizo las clasificaciones que ya me vale...

sapir escribió:Por completo sin ideas para esta ronda.

Que la inspiración te pille sudando.

¡A ello!

Mientras llegan más relatos un artículo sobre las comas.

Comas: el infierno de la puntuación

http://www.eldiario.es/zonacritica/Comas-infierno-puntuacion_6_641545871.html


A mí no se me dan nada bien. No solo voto fatal, además puntúo muy mal.

borogis escribió:Mientras llegan más relatos un artículo sobre las comas.

Comas: el infierno de la puntuación

http://www.eldiario.es/zonacritica/Comas-infierno-puntuacion_6_641545871.html


A mí no se me dan nada bien. No solo voto fatal, además puntúo muy mal.

Es genial.

05 - WHEN THE LEGEND BECOMES FACT, PRINT THE LEGEND

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Quiso el destino que fuera a aterrizar varios acres más allá, en el límite de las tierras de los White. Hubo alboroto en The Ranch, cuna de valores, trabajo y esfuerzo.

Se reunió la asamblea. Llevaban la voz cantante los hermanos Pierce, encabezados por Elliot, poeta y pistolero. Al pendenciero Demian, que escupía entre dientes con odio mientras gritaba “ratas” y el joven Al, aparentemente más inofensivo pero igualmente letal se unieron otros: Joe Miss’m, Fru Scientist, Göttfried el alemán loco, el temible Stu (“fuck you Rob”, decía todo el día), el apuesto TC Toose y unos cuantos más.

Decidieron ir a recuperar el trofeo perdido. La primera discusión fue legal. La vaca estaba claramente fuera, pero los White marcaban la raya alterando a todas luces las lindes de su propiedad. “Está dentro”, chilló Skull, el más camorrista de todos. Otro al que llamaban Trinidad miraba la escena con atención. Su lideresa, Lady –con declarada predilección por los chicos altos- también estaba allí junto a otros pistoleros, el dandi Draper, del que nadie entendía su pertenencia al clan White, el joven Pearcy o el educado N. O’Micko.

Aparentes neutrales (pero a sueldo de los White) como el taimado Sal Akoff o un sureño tocapelotas de Athens, Georgia no perdían detalle.

La batalla fue breve. Ganaron los del The Ranch. Esa noche el canto de celebración se dirigía a la vaca:

"Kivinroldan, con- tigo empezó todo”

Somos pocos, selectos y muy buenos.

Espero que alargar el límite de palabras les esté dando juego. No se acostumbren, sólo ha sido una licencia para esta ronda por estar ustedes en ese plan suyo de niños mimados que ni escriben ni dicen mú.

DON escribió:05 - WHEN THE LEGEND BECOMES FACT, PRINT THE LEGEND

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Quiso el destino que fuera a aterrizar varios acres más allá, en el límite de las tierras de los White. Hubo alboroto en The Ranch, cuna de valores, trabajo y esfuerzo.

Se reunió la asamblea. Llevaban la voz cantante los hermanos Pierce, encabezados por Elliot, poeta y pistolero. Al pendenciero Demian, que escupía entre dientes con odio mientras gritaba “ratas” y el joven Al, aparentemente más inofensivo pero igualmente letal se unieron otros: Joe Miss’m, Fru Scientist, Göttfried el alemán loco, el temible Stu (“fuck you Rob”, decía todo el día), el apuesto TC Toose y unos cuantos más.

Decidieron ir a recuperar el trofeo perdido. La primera discusión fue legal. La vaca estaba claramente fuera, pero los White marcaban la raya alterando a todas luces las lindes de su propiedad. “Está dentro”, chilló Skull, el más camorrista de todos. Otro al que llamaban Trinidad miraba la escena con atención. Su lideresa, Lady –con declarada predilección por los chicos altos- también estaba allí junto a otros pistoleros, el dandi Draper, del que nadie entendía su pertenencia al clan White, el joven Pearcy o el educado N. O’Micko.

Aparentes neutrales (pero a sueldo de los White) como el taimado Sal Akoff o un sureño tocapelotas de Athens, Georgia no perdían detalle.

La batalla fue breve. Ganaron los del The Ranch. Esa noche el canto de celebración se dirigía a la vaca:

"Kivinroldan, con- tigo empezó todo”

Qué pena de final.

sapir escribió:Por completo sin ideas para esta ronda.

Además es que la frase ya es un microrrelato en sí misma.

borogis escribió:Mientras llegan más relatos un artículo sobre las comas.

Comas: el infierno de la puntuación

http://www.eldiario.es/zonacritica/Comas-infierno-puntuacion_6_641545871.html


A mí no se me dan nada bien. No solo voto fatal, además puntúo muy mal.

Te recomiendo un libro que me ha salvado este semestre en clase:



Nos habían recomendado otras dos lecturas, pero me resultaban muy densas. En cambio, éste es muy sencillo de leer y aprendes muuuuchas cosas!

06 - VIAJE NOSTÁLGICO

El tornado se llevó por los aires a la única vaca de la granja. Con ella se fue la poca compañía que le quedaba para el resto de sus días.

Rodeada por una densa niebla, aquella granja sería la tumba del solitario anciano, un bastón de tejo, casi su único soporte vital.
Desolado, día tras día, esperando el inevitable destino, rezaba para que aquel tornado volviese y terminara el trabajo que empezó.

Una mañana cualquiera, con otro brillo en los ojos y la mirada fijada en el horizonte, el anciano encendió el motor de su viejo tractor y emprendió el viaje de su vida, reencontrarse con la persona que dos décadas atrás le regaló aquel animal tan especial.

Su último acto de fe, un viaje nostálgico.

07 - UNA VACA EN NUEVA YORK

El tornado se llevó por los aires a la única vaca en la granja. A pesar del mucho sudor, del cansancio y del mucho polvo; a pesar de todo, fue la vaca y no Willy McDougal, pelirrojo escocés, sucio y bebedor, quien pasó volando a metros de altura por encima de los tejados. Willy maldijo su suerte, a su amor reñido y a su botella, por no ser él la vaca. Y por no tener ya la vaca, y también por el tornado, comieron en esos días pan con arena y hormigas, y excepcionalmente alguna alimaña frita; nada de leche cremosa. La vaca de los McDougal voló por medio país. Mientras rumiaba por enésima vez su último bocado de Kansas contempló ciudades y estados que padre y madre nunca verían. Willy se echó a los caminos para traerla de vuelta. En las afueras de las ciudades, en las lindes, tirados en los caminos y andurriales, vio las hileras de los desposeídos. Nunca regresó a la granja. Arrojó la botella a una cuneta, también dejó allí su amor reñido tantas veces maldecido. Se hizo bautizar a los cuarenta y cinco años. Tomó los votos. Predicó la palabra. Finalmente, tras muchas millas y días, la vaca se precipitó contra el suelo de Wall Street. Sus huesos sonaron con un crack de fardo pesado. Fue un sonido muy parecido al que hacían los hombres que tras perderlo todo se arrojaban al vacío, estrellándose contra las desesperadas calles de Nueva York.

Ni llamo ni escribo, moloch!!!

Tengo la idea y me creo que ya lo tengo hecho... no puede ser.

borogis escribió:

DON escribió:He actualizado las clasificaciones y avisado de los plazos/horarios de admisión/votaciones para esta ronda en la cabecera del concurso.

Anímense, pero no mucho.

A ver si saco un rato esta semana y actualizo las clasificaciones que ya me vale...

No, por favor. Son maravillosssssassssssssssss