RONDA 10 CONCURSO DE MICRORRELATOS ARF.Votos hasta las 21.30 - Gala a las 21.45

Eloy escribió:Todo controlado. Gracias.

Faltan tres relatos mínimo.




Venga esos rezagados...

Eloy escribió:1.- 15,000 días
Allí dentro había alguien más. Caminé atravesando sigilosamente aquella inmensa habitación blanca. Una diminuta y agazapada figura oscura, que se antojaba como una negra mancha a millones de kilómetros de donde yo me encontraba, me observaba con ansiosos y brillantes ojos. Transcurrieron quince mil días hasta que llegué a ella. Cuando la tuve delante le ofrecí mi mano y la ayude a levantarse. Continuaba mirándome como si fuera la primera persona que había visto en su vida. Fue como si acabara de nacer y la luz entrara a través de sus retinas proyectando incipiente poesía existencial. Se acercó temerosa a mí y me dio un delicado beso en los labios. Cerré los ojos y toda mi vida cruzó a trompicones dentro de mi mente. Quince mil días eran muchos días. Volví a mirarla y entonces todas mis preguntas fueron contestadas. La abracé fuertemente y jamás volví a soltarla.

Eloy escribió:2.- Lo que no podemos ver
- Allí dentro había alguien más...
- ¿Pero otra vez? ¡Le hemos repetido por activa y por pasiva que está todo grabado y sólo aparecen usted y la víctima!
El inspector empezaba a perder la paciencia. Tal vez fuese el calor, tal vez la claustrofóbica sala de interrogatorios cerrada a cal y canto, quizá la expresión hierática del sospechoso o las tres infructuosas horas de preguntas y respuestas.
- Mire, es absolutamente imposible que en esa habitación sin amueblar de diez metros cuadrados quedase un solo punto fuera del rango de la cámara. No hay ventanas ni huecos de ningún tipo, la puerta se cerró con llave desde el exterior y las interferencias en la imagen apenas duran unos segundos. ¿En serio sigue defendiendo su inocencia?
- Creo que no lo ha entendido. Nunca he tratado de defenderla, simplemente le digo que había alguien más en la habitación...exactamente igual que ahora.

salakov escribió:—¡Vaya cola!
—¡Y qué fila!




Lo peta Cartarescu en Bilbao. ¡Lo peta!

Eloy escribió:3.- Malas compañías
Allí dentro había alguien más, fue consciente tras un fugaz vistazo y se dió por follado. Al otro lado de la mesa el recuento era correcto: Dos pares de ojos trajeados, dos carpetas, sendos bolígrafos y un dispensador de agua a medio camino como juez de silla. Era aquella presencia incontable lo que hacía huir sus esperanzas en cascada donde los botones de su camisa apretaban estrictos. Era el óxido de la memoria, que todo lo corrompe y a esas alturas lo tenía bailando entre truenos mientras se presentaba.
Igual daban guiones, disimulos o momentos de complicidad, la suya era demasiada carga frente a dos pares de ojos entrenados. Tanta que no conseguiría salir de allí con otra cosa que no fuesen más colorines envasados, porque al otro lado de la mesa tenían la sensación de que allí dentro había alguien más.

Toro escribió:

Hank escribió:

Eloy escribió:A parte de las cuatro y media y casi hasta las diez no podré subir relatos.

Cuando llegue a casa lo que no esté de ahora, será publicado y cerraremos edición.



Aprovecho para decir que no tengo ni puta idea de hacer lo del cuestionario y que si un alma caritativa y benevolente quisiera encargarse tendría mi gratitud eterna.

Toro is your man...

Boro también está al quite desde las sombras, como siempre.... Poco más y Eloy se junta con dos formularios

Eloy escribió:4.- Antes consuetudinario y al fin retórico
Allí dentro había alguien más. En decúbito supino con los brazos estirados en cruz, creyó pesar una tonelada. Los párpados bien podían estar pegados con algún mejunje acrílico; los invocaba con fuerza de forma infructuosa. Tampoco los labios parecían haber corrido mejor suerte, encarcelando una lengua capaz de fregar con éxito fuentes largo tiempo horneadas.
Solo sus oídos parecían no haber perdido las capacidades que se les supone, y eran ellos los que le alertaban, «no estás solo».
Los minutos parecieron horas hasta que, por fin, los párpados cedieron, permitiendo que una oleada de imágenes aterradoras invadiera su maltrecha existencia.
Una mueca de espanto, dolor occipital y abdominal, incredulidad, hiel en su garganta…
—Cu cu, desvergonzado —sonó una ajada sonrisa envuelta en un salto de cama turquesa—. Desayuno para mi campeón.
«¿Qué hace aquí la vieja bruja?», se dijo atribulado ante la visión de la esposa del vicepresidente.
—Cucurrucucú

Eloy escribió:5.- El tronco hundido

(Basado en hechos reales)

Allí dentro había alguien más, en lo más recoleto de mi interior. Una presencia de líquenes y fango. Una sombra del color verdoso de la piel muerta. Entonces recordarme a mí mismo, doce años, subiendo el río Escabas, alejándome a nado de mis padres; y ahí, caído, podrido, a tres metros de profundidad: el tronco hundido. El niño que fui sumergiéndose bajo su madeja de raíces, empujándolo con ganas. Hasta que algo cedió y se me vino encima. Mis piernas quedaron atrapadas en el laberinto de ramas, mis ojos se anegaron, no veo, dios mío, me voy a ahogar...
(...)
A menudo pienso lo cerca que estuve de la muerte bajo aquel tronco hundido. Que mi yo cadáver me acompaña desde entonces. Que le sueño bajo el río, dentro de mí.
Por no pensar en la terrible alternativa de ser yo, y no él, el sueño vivo de aquel niño ahogado.

Eloy escribió:6.- El robo con sábana
Allí dentro había alguien más y con eso no contábamos. Cuando llegué a la cámara de los lingotes de oro del banco suizo, mi socio no estaba solo. Había otra mujer más, con actitud serena y una sábana bajo el brazo derecho. Mi compañero la apuntaba con un revólver del 44 y me preguntó que hacer al no disponer de tiempo extra, así que le pedí que le disparara por miedo a que nos delatase. Ella pidió cubrirse con la sábana y accedimos. Cogió los 29 lingotes de oro que había a sus pies, los metió en un mochila, se la colgó y se tapó con la sábana.
Mi compañero disparó, pero la bala no salió por ningún lado, ni manchó de sangre, ni ninguna otra señal. Cuando quitamos la sábana lo único que había era una columna de hormigón.
Demostró ser mucho mejor que nosotros.

Eloy escribió:7.- Despertar inesperado
Allí dentro había alguien más. Una presencia a mi lado me hizo despertar súbitamente. Confundido, abrí los ojos pero no conseguí ver nada, pues algo sobre mi rostro entorpecía mi visión. Traté de abrir la boca, mas tampoco lo logré. Cualquier intento de mover mi entumecido cuerpo era en vano, pues el tiempo de reposo había sido largo. Fueron unos instantes de confusión. Poco a poco, mis sentidos comenzaron a recuperar sus funciones, y mis músculos su vigor de antaño. Lentamente comencé a recordar quién era y dónde me hallaba, y mi conmoción aumentó al hacerlo. La ira me desbordaba, pues no podía creer que aquello estuviera sucediendo. Los mejores arquitectos habían diseñado las trampas necesarias para garantizarme el sueño eterno, manteniendo mi cámara mortuoria a salvo de profanadores. Hasta hoy. Pobre incauto, pagaría su osadía. El intruso se acercó y, entonces, comenzó a quitarme la venda de los ojos.

Eloy escribió:8.- Fatum Fatis ego perea
Allí dentro había alguien más. No contestaba pero no le quitaba el ojo.  Allí dentro había alguien más pero solo debía haber un reflejo. Allí, dentro del espejo del fondo del pasillo, no debería haber nada más que su reflejo. Pero habitaba eso. Ese. Eso. Algo? Alguien? Decidió enfrentarlo.
Recorrió lentamente el pasillo. A cada paso, su peso aumentaba. Había una fuerza que le acercaba. No quería acercarse pero recorrió cada paso...
-Basta. Eres mi reflejo. Yo tengo el poder. Tú estás encerrado.
- “¡Oh vosotros los que entráis, abandonad toda esperanza!”
Le había contestado el reflejo? Se estaba volviendo loco? Alargó su mano temblorosa para tocar la cristalínea superficie de su reflejo. No se encontró con una superficie sólida. Todo su ser se fue fundiendo. Cuando se dio cuenta… él era el reflejo. Golpeó con todas sus fuerzas el cristal y su salida se rompió en pezados para siempre.

Eloy escribió:9.- Relatos intrusos
Allí dentro había alguien más. Lo subyugaba cada vez más. Ya no era capaz de escribir nada sin ser dominado por ese ser espectral. Empezaba con una idea y acababa escribiendo de forma compulsiva cosas que no tenían nada que ver. Quería publicar libros de terror, ciencia ficción o fantasía. Pero al final todos sus textos acababan pareciendo libros de autoayuda. Estaba desesperado, ya no podía aguantar más, y pensó en que tenía que ponerle fin a todo eso. Hasta que un día su editor decidió publicarle uno esos textos.
Años después, tomando un café en la terraza de su maravillosa mansión con mayordomo en Suiza, sonreía al pensar en todo eso. Al principio no publicaba los libros que quería. Pero ahora no le veía el problema. Y le estaba profundamente agradecido a ese ser espectral que lo dominaba.

Eloy escribió:10.- La soledad del cosmonauta
Allí dentro había alguien más, aunque pareciera imposible. Envió alerta naranja a la base, según el procedimiento. La nave había abandonado la órbita estacionaria después de seis meses alrededor de Encelado, tenía otras coordenadas. Los registros indicaban accionamiento manual en el cambio de consignas. Pero él, era el único tripulante desde hacía cinco años; estaba en el ecuador de su misión.
Repasando en video las seis horas de su supuesto último crioletargo, descubrió esa silueta manipulando los mandos. Un sudor frío le recorrió al reconocerse. Marc había vuelto, le había abandonado hacía veinticinco años con la ayuda del psiquiatra infantil y las inyecciones, pero la soledad le había infectado de nuevo. Aún recordaba las terribles cosas que era capaz de hacer. Activó inmediatamente el protocolo de evacuación de emergencia, sabía que uno de los dos saldría de allí pronto, pero él no lograría vencerle sin ayuda, nunca lo había hecho.

Eloy escribió:11.- Y eso ¿es bueno o malo?
Ahí dentro había alguien más. Se dio cuenta de ello cuando oyó un gruñido a su lado, mientras golpeaba la pared del ataúd y procuraba no agotar el oxígeno.

Eloy escribió:12.- Amigo visible
Allí dentro había alguien más, era la primera vez que se daba cuenta, el niño rosado,moreno y sonriente me miraba.
Enseguida me puso nombre, ricardito me llamó.
Desde que eso ocurrió dejé de ver a mis amigos y familia y solo podía jugar con el visible, era solo una etapa, lo sabía bien,  cuando creciera el niño dejaría de verme y volvería a recuperar mi vida normal, solo tenía que tener paciencia.

Eloy escribió:13.- Valoramos su privacidad
Allí dentro había alguien más. Sospechaba que compartía mesa, mantel, cama y cráneo con ellos. Por eso no se sorprendió cuando aquella mañana, al levantar la vista de sus cereales, vio al holograma mental sentado en la mesa de su cocina con una sonrisa más falsa que un unicornio de circo.
¡Feliz cumpleaños señor Matheson!
¿Qué hace aquí?
Hace 5 años exactos que renació disfrutando de los servicios Respawn Systems. Es hora de que renueve su suscripción.
¡Yo ya he pagado por este cuerpo! ¡Los ahorros de toda una vida! ¡Es mío!
Cierto señor Matheson, pero si mira el artículo ciento seis bis verá que su privacidad sólo queda cubierta hasta hoy. No quisiéramos que los recuerdos de sus visitas al burdel de peque-autómatas cayera en malas manos.
Aunque resistieran temperaturas de 50 grados bajo cero las venas artificiales del señor Matheson se helaron.

rudicio escribió:

Toro escribió:

Hank escribió:

Eloy escribió:A parte de las cuatro y media y casi hasta las diez no podré subir relatos.

Cuando llegue a casa lo que no esté de ahora, será publicado y cerraremos edición.



Aprovecho para decir que no tengo ni puta idea de hacer lo del cuestionario y que si un alma caritativa y benevolente quisiera encargarse tendría mi gratitud eterna.

Toro is your man...

Boro también está al quite desde las sombras, como siempre.... Poco más y Eloy se junta con dos formularios

Vas a hacerlo tu, Toro? Yo aún no he llegado a casa, pero si no puedo hacerlo cuando llegue...

Eloy escribió:14.- Fobialisix
Allí dentro había alguien más. Lo notaba, lo percibía, lo sentía. Cuatro años en la sección de salud mental habían dado sus frutos. En los últimos meses podía dormir sin medicarme. Incluso la relación médico-paciente había dado paso a un amistad sincera entre el Doctor Nolan y yo.
Cuando cerró la puerta y puso el candado me juré partirle la cara a la primera ocasión que tuviera.
Se situó tras la puerta y posó su cara sobre la ventana de cristal. Sonreía nervioso.
Cinco metros cuadrados.
Yo y ella.
Ella y yo.
Mis miedos frente a su causa.
Mis pesadillas mirandome fijamente.
Mis temores posados en el suelo.
Un insecto. Un asqueroso y jodido insecto era mi meta.
Dos pasos. Al tercero.....
( Grito ahogado ).

Sugar Bug escribió:Espavila

Eloy escribió:

Sugar Bug escribió:Espavila

Que te meto ¿eh?

Eloy escribió:15.- El día en que desaparezca la niebla
Allí dentro había alguien más. El banco de niebla que cubría la vieja fábrica desde hacía días, había atraído a Johannes. Durante horas investigó por las diversas estancias, lo que encontró en un pequeño foso lo dejó sin palabras: un niño semihundido movía lentamente sus extremidades. Permanecía unido a las musgosas paredes  mediante un cordón umbilical y lucía sobre su labio un lunar semejante al de su hijo, el mismo del que llevaba años sin tener noticias tras una amarga discusión.
Johannes acudió a diario al foso y tras retirar las impurezas del agua, miraba absorto al niño durante horas.
El día que la niebla desapareció, Johannes lloró sobre el foso vacío mientras un padre hacía lo propio al ver nacer a su precioso bebé sietemesino con un lunar sobre el labio. El padre, dirigió una mirada cargada de nostalgia hacia el horizonte desplegado tras el ventanal:—se llamará Johannes.

Eloy escribió:16.- Espía como puedas
Allí dentro había alguien más. A Edmund O’Brian, elegante agente del MI6, no le hizo falta ni mirar. El pestazo a Farenheit de Dior delataba a Pietr Balowski, el chabacano espía ruso. O’Brian, a pesar del peligro, no estaba intranquilo, sino directamente indignado.
-¡Balowski! ¡Mamón!
Balowski surgió como una exhalación.
-¿¿¿Cómo has sabido que era yo???
-¡Porque eres el único que se baña en Farenheit, hijoputa! ¡Que el perfume es para ponerse una cantidad mínima! ¡Para paladear en las distancias cortas! ¡Pero tú te lo echas en cantidades industriales, como si fuera Nenuco! ¡¡¿¿Cómo no te voy a descubrir a las primeras de cambio si toda la estancia apesta a ti??!!
Balowski le disparó.
-¡Gracias por el consejo!
Mientras O’Brian agonizaba pensó en cómo su sentido de la distinción le había causado la ruina. ¡Pero antes muerto que ser un hortera como Balowski!

Eloy escribió:17.- Un cuento de antaño
Allí dentro había alguien más. Ankhr se giró y movió la antorcha para indicar avanzar a sus compañeros. El olor era intenso y penetrante, asaltando sus chatas narices y sus primitivos estómagos hasta que tras doblar un último recodo antes de la gran galería, por fin lo vieron.
Los tres blandieron instintivamente lanzas y sílex, sorprendidos e incapaces de entender qué o quién era aquello. Ante ellos un animal de piel azulada y garras sin uñas reptaba tratando de introducir la bífida cabeza de una delgada serpiente en las paredes bajas de la caverna. El extremo del reptil terminaba en una delgada piedra en cuyo centro había tallada una manzana mordida.
Tras hundirle la cabeza, trasladarlo a su propia cueva y despellejarlo con sorprendente facilidad, el anciano Mruhk dictaminó que era comestible y colgó junto a la calavera de su cayado las dos etiquetas de Armani y el ratón inalámbrico.

mugu escribió:No se me ocurre nada

Eloy escribió:18.-Evanescente
Allí dentro había alguien más. No lo recuerdo porque era muy pequeña, pero creo que yo la maté. Me debí quedar con su comida. No lo hice aposta. Mis papás nunca hablan de ello, pero yo ahora escribo con la izquierda, y mamá siempre llora el día de mi cumpleaños, aunque lo hace a escondidas para que yo no la vea. En realidad, ella está siempre conmigo. Me habla, me dice que no me guarda rencor, y nunca me deja sola. Lo que pasa es que nadie la puede ver, y además no puedo jugar con ella. Solo me habla, todo el rato. La verdad es que me gustaría que me dejara sola de vez en cuando, pero ella me dice que ya no podemos cambiar eso, porque yo la maté allí dentro, aunque fuera sin querer.

Eloy escribió:19.- Umbiliquitaque
Allí dentro había alguien más. No era una impresión volátil, lo sentía de verdad. Era posible que el divorcio le estuviera afectando. Se había vuelto huraño y desconfiado, vivía entre penumbras y no dejaba entrar a nadie en la casa. Afinando mucho el oído podía escuchar una pequeña respiración, como de bebé cargado de flemas. Le desquiciaba los nervios, aguzados por el insomnio; y aunque solucionó el problema con unos tapones para dormir, aquello, lo que fuera, continuó respirando, cuajándose de vida junto a sus desvelos. Llegó el día en que lo despertó una tos ronca. Miró primero bajo cama, por un renovado temor infantil. Además de basurillas encontró una madeja de pelos y esputos; un cuerpo adulto, enteramente formado por pelusas de ombligo y que se esforzaba por parecerse a su exmujer. Quedó paralizado mientras unas manos deshilachadas hurgaban en su ombligo en busca de más.

Criminal pentatónico escribió:

salakov escribió:—¡Vaya cola!
—¡Y qué fila!




Lo peta Cartarescu en Bilbao. ¡Lo peta!

No es para menos...¡Ojalá que no se muera nunca!

Eloy escribió:20.- El escondite
Allí dentro había alguien más, estaba convencido. La oscuridad total le privaba de la visión. El oído y el olfato se potenciarían, pensó. Escuchó atentamente. Nada salvo su propia respiración. Se concentró en el olfato. Cerrado. Viejo. Humedad. Lavanda -alma olorosa de la Provenza-. El perfume de Teresa. ¿Era acaso posible que...? Sobresaltado notó una mano, suave y delicada apreció, rozando la suya. El roce dio paso a la caricia que subió por su brazo. Olvidó el exterior, olvidó el mundo. La caricia mutó en la tierna sujeción de su cara. Esperó una eternidad un beso. Llegó. Suave y mojado. "Sólo faltan Eduardo y Teresa" escuchó a lo lejos.
La puerta se abrió y Teresa salió corriendo para salvarse. Sólo atisbó un retazo de su vestido rojo. A él le pillaron enseguida. Aún con la sonrisa bobalicona buscó la mirada cómplice de Teresa. ¡Ay!, Teresa y su vestido… ¿verde?

Sugar Bug escribió:

mugu escribió:No se me ocurre nada

Y un nano?

mugu escribió:

Sugar Bug escribió:

mugu escribió:No se me ocurre nada

Y un nano?

Pocas veces te he visto tan preocupado

Eloy escribió:21.- Comiendo relámpagos y cagando truenos
Allí dentro había alguien más... pero, la verdad , estando ya cerca de 38 horas metido en aquel zulo a Winocki le sudaba la polla el que hubiera x o x+1 microbios en el habitáculo o en su culo compartiendo espacio con el reloj del fiambre yankee.
El teniente Rocinante se inclinó y tomó en sus manos una caja de galletas grande.
Le propino un cabezazo ,abrió un agujero en el medio y acto seguido empezó a emitir sonidos obscenos como si quisiera cagarse en la puta madre de su padre, que vendría a ser su abuela, por haber disfrutado el puto Quijote en vez de las aventuras de Huckelberry Finn.
Definitivamente aquello se estaba haciendo largo y nada divertido.
Entonces vieron aquel flash de luz por las ventanas y sus sombras se grabaron a fuego en la pared para siempre.
Algo para contar a sus nietos.

Toro escribió:

rudicio escribió:

Toro escribió:

Hank escribió:

Eloy escribió:A parte de las cuatro y media y casi hasta las diez no podré subir relatos.

Cuando llegue a casa lo que no esté de ahora, será publicado y cerraremos edición.



Aprovecho para decir que no tengo ni puta idea de hacer lo del cuestionario y que si un alma caritativa y benevolente quisiera encargarse tendría mi gratitud eterna.

Toro is your man...

Boro también está al quite desde las sombras, como siempre.... Poco más y Eloy se junta con dos formularios

Vas a hacerlo tu, Toro? Yo aún no he llegado a casa, pero si no puedo hacerlo cuando llegue...

Ya se lo he mandado esta tarde rudi.... muchas gracias, habra que tenerlo en cuenta en algun momento. Dividido el trabajo es mucho mas llevadero

Eloy escribió:22.- Eskimo
Allí dentro había alguien más: un esquimal.
Colores: azul, blanco y gris.
Fuera: las noches y los días tenían, todos, el mismo color azul.
Aire congelado: aire sólido y transparente.
Futuro: el esquimal es mudo o no habla pero, de alguna forma, te dice que hay vida más allá del invierno.
Viento: al aparecer, hacía añicos al silencio.
Locura: llegaba tras horas de nada.
Horas de nada: color blanco, tiempo roto por oleadas de viento.
Corazón: un órgano golpeado por gotas, de sangre gris, densas y pesadas por el frío.
Esquimal: una cara inexpresiva y de un color que no existe: gris y azul a la vez.
Soledad: unas paredes blancas.
Amistad: el esquimal era lo más parecido a un amigo cuando te sentías triste, triste, triste...
Tiempo: horas de nada que sacudían unas lonas blancas. El ruído se parecía al de un corazón que se resiste al frío.