RONDA 30 DEL CONCURSO DE MICRORELATOS DEL AZKENA. GALA A LA 22:30 h

REGLAS DEL CONCURSO:

REGISTRO HISTÓRICO:

ACTAS DE ESTA EDICION, HASTA LA GALA ACTUAL:

CLASIFICACIÓN IV EDICIÓN:

RELATOS A CONCURSO:


1.- Cerca de Benerito
Se había prometido no volver a Los Ranchos. Sabía que aquel lugar era su perdición. Cervezas, música y mujeres: el cielo en la tierra.
Tras meses de abstinencia condujo su preciosa Ford F-150 hasta aquel paraje en medio de la selva. La noche era cálida y las cigarras cantaban boleros y sones.
Los sudores le acompañaron desde que la vio. La Megadiva – más conocida como Sabrina – llevaba una estrecha licra – podía vislumbrar su vulva desde kilómetros –, y se había recogido el pelo. Era hermosa, flagrantemente sexual y vivaracha.
Se acercó a él y le susurró algo en el oído. Sonaba el “Pena” de Luis Segura y olía a picapollo recalentado. Aquel olor y sutiles recuerdos del pasado lo hicieron sentirse como en casa.
Le acompañó al cuartito y, lentamente, se fue desnudando. Su piel chocolateada se camuflaba en la penumbra de aquella cochambrosa habitación.

Se había prometido no volver.


2.- De Diego a Williams
Se había prometido no volver a insistir, pero "por el forro de mis pelotas”; “porque yo he venido aquí a hablar de mi libro”.
De sus embrionarios capítulos que al humanar las calles seminales de la Villa preñarán el fanfarrón -“Bilbao en quince minutos”- capítulo central; es lo que tardo desde mi residencia del Casco Viejo a mi oficina de Moyúa para, en sus 2.019 páginas, declamar los 719 años de estilos arqui-tectónicos que revivo en el trayecto; arrostro luego las villas con la tierra llana.
Del comercio propedeútico y el negocio crediticio. Lo juancrisostómico, las guerras carlistas, y el reptar férrico del ensanche hasta otra “catedral” que no adjetivo.
De los puentes sobre una ría ya sin ángulos ni angulas y con plásticos polimerodominicales; y de la vasectomía universal como única política eficaz para despachar a medio plazo la causa del cambio climático.


3.- Puentes de madera
Se había prometido no volver a Setares, pero había alcanzado esa edad donde incluso los malos recuerdos son algo a atesorar. El camino era umbrío, nebuloso, soturno, y la pendiente fatigaba su pecho de ochenta nochebuenas. Resollaba como una mula vieja, lo que era, pensó. Los eucaliptos eclipsaban a los saúcos, la montaña era un refugio de humedad. Dionisio cruzó un puente de madera, uno de esos pasos creados para salvar desniveles del recorrido. El pueblo estaba cerca. Los tonos rojizos del ladrillo aguardaban arredro, las vigas podridas de salitre, el aljibe descosido. Y tras el frontón derribado, su casa. Se humedecieron sus ojos al recordar el cinturón de su padre, el trabajo infantil, las vagonetas de mineral. Entre zarzas, todavía se divisaba el puente que habían construido juntos: un puente de madera, sin historia, que nadie volvería a cruzar. En la garganta de Dionisio se formó una tristeza ferruginosa.


4.- El incesticida
Se había prometido no volver a usar la máquina del tiempo después del fiasco del gato y los gemelos Hitler, pero las circunstancias reclamaban un héroe. En realidad era su país el que había viajado al pasado: escopetas, reconquistas, toros, señoritos antediluvianos e ideas que ya eran rancias cuando la paella llevaba bisonte.
Volver a 1940 > Matar a Franco > Poner a Pepe Isbert. Un plan perfecto, sin finuras. Pero algo no había ido bien. Hordas de curas besando sindicalistas. Raquetas de langosta congelada. Su abuela fornicando con Stalin. ¿Tortilla con piña?
Mató a Franco de un raquetazo, vistió a Isbert de general y volvió al presente. Alivio: Su abuela sólo follaba con él. Prostitutas esperando a sus hijos a la puerta del congreso. Curas besando a niños. Chimpancés en televisión. ¡Normalidad!
Pero ¿por qué su abuela tenía bigote? ¿Y quién era esa vieja que inauguraba pantanos en la tele?


5.- La sonrisa del mochuelo
Se había prometido no volver a alumbrar nunca más. Macarras apedreando a sus compañeras del paseo cada madrugada de sábado, canes meones, polillas latosas… Colmó el vaso el abrazo de un afligido beodo en plena vomitona. Nunca más.
Pero esta noche, mientras un ceñudo mochuelo la escruta al abrigo de un fresno del parque, se acercará un mocoso harapiento jugueteando con una moneda, confiado. «Un raterillo» pensará envarada.
Querrá el azar que la moneda se escurra entre esos dedos mugrientos hacia la hojarasca a la vera del camino. Ella, forja y cristal, presenciará incómoda la escena desde su atalaya, pretendiendo hacer oídos sordos a los gimoteos del chaval que arrodillado tantea el lodo bajo la penumbra. Tras unos instantes, bufará resignada y titilará un par de veces con disimulo.
Según se aleje el golfo, feliz con su rescatado botín, el mochuelo alzará el vuelo... ¿y puede que esboce una sonrisa?


6.- Un destino de extrarradio
Se había prometido no volver a esforzarse por integrarse en su nuevo vecindario. Quizás fue su desaforado deseo de agradar, la falta de empatía de la gente o simplemente sus rarezas los causantes del abismo que le separaban de sus vecinos.  Una mañana, advirtió que sus muebles se habían separado una cuarta de la pared. Al principio con alegría observó crecer rápidamente su  pequeño  estudio, pero el terror lo invadió al comprobar que la distancia entre el salón y el baño resultaba insalvable. Empezó entonces a hacer sus necesidades tras los matorrales nacidos entre las grietas del suelo. Si bien era un contratiempo la enorme lejanía del dormitorio, los gigantescos árboles frutales aparecidos lo eximieron del fastidio de salir a comprar.
Lo encontraron desmayado entre el sillón y la mesa, tumbado sobre sus heces. En la residencia las auxiliares lo tratan con afecto, cada día al despertar mira los muebles.


7.- Hope Street vol. III
Se había prometido no volver a Hope Street. Aquella cena sería el punto de inflexión, se jugaba todas las cartas con su hijo. Sería un ahora o nunca.
No recordaba la última vez que se sintió pulcro. Que su hijo le hubiese dejado usar la ducha era lo más placentero que había vivido en el último lustro.
Ya una vez en la mesa comenzaron a hablar sobre la situación de su separación. Su hijo le reprochaba que se hubiese ido porqué lo necesitaba más a él que a su madre. Le decía que aunque ella le hubiese proporcionado la parte material y económica, la afectiva había sido nula. Él le comentaba que como esposa no había sido mejor que madre por lo que escuchaba, de ahí su marcha.

Al final de la noche el hijo accedió a buscarle un alojamiento si buscaba trabajo. Lo había perdido una vez, y no quería que hubiese una segunda


8.- Bebe truhán, bebe
Se había prometido no volver a beber aquella tarde en la que, antes de poder esconderse tras los sacos de azúcar, caía escaleras abajo arrastrando su eterna melopea.
Ovidio, el nuevo —fuenas dardes senior diretor—, fue alertado por exclamaciones ahogadas —s’a matao— y acudió, faria en ristre, hasta las plañideras. Sin alardes, despejó el rellano —vamos, vamos, cada pájaro a su espiga—. Pío, pío. Tomó a Unai de un brazo y lo acompañó —un paseíto, truhán— hasta el caserío de su ama.
Maite —porláseñal...—, escandalizada, se deshizo en excusas no solicitadas.
Unai ingresó en una clínica animado por Ovidio —anda truhán, vuelve espabilado—. Todos sabían. Todos callaron.
Hoy —cuatro años ya—, Unai se agarra a su tercera copa. La visión del cuerpo destrozado —bomba de postre— de Ovidio le relevaba de su promesa. Quienquiera que fuese palmeó su hombro —deudas las justas, Unai— efusivo.  
—¡Ponle otra, tú!


9.- Madurez
Se había prometido no volver a prometerse a hacer algo.


10.-Vicio caro
Se había prometido no volver a pagar por ello. Ya se había gastado demasiado dinero en su vicio, y aquello le estaba provocando problemas. Pero sabía que, antes o después, iba a incumplir su promesa.
Sus amigos le habían recomendado Tinder, sin embargo, aquello no le gustaba nada. La otra parte siempre ponía exigencias, y al final, “cuando el servicio es gratis, el producto eres tú”. En realidad, lo que a él le gustaba no era tanto el acto en sí mismo, como la sensación de dominio. Él pagaba y él exigía. Llevaba el mando en todo momento. Lo que le excitaba, lo que le tenía enganchado, era la relación de poder. No podían decirle que no a nada de lo que ordenase.
Lo tenía claro, volvería a robarle dinero a sus padres.


11.- Reboot
Se había prometido no volver a verla, aunque los años que pasó con ella fueron los mejores de su vida, o eso creía él en aquel entonces. El día después de cada cita, corría a la universidad para contárselo todo a sus amigos y comentar los pormenores de la misma. Era casi como una tradición.
Pero todo ello tenía una fecha de caducidad, y no se podía estirar el chicle hasta el infinito. Tras 6 años, ella decidió que ya era hora de terminar aquella aventura. Se fue sin apenas dar explicaciones, dejándole con dudas existenciales que no podía resolver.
Desde entonces ha conocido a otras, incluso más interesantes y profundas que aquella. Pero, aunque supiera cómo acababa la historia, siempre había tenido en mente revivirla y volver a sentir lo que sentía cuando veía el fundido negro con aquellas letras en blanco que decían “LOST”.


12.- La isla fantasma
Se había prometido no volver a su antiguo mundo poniendo kilómetros y un mar de por medio.
Él no era el único habitante de la isla pero su casa estaba rodeada por árboles y la única escapatoria era el acantilado que había bajo su balcón.
Había días en los que caminaba hasta el pueblo. Dejaba el mar a su espalda y se adentraba en el bosque para después aparecer en la última calle de la villa. Era como cambiar de planeta o como regresar a un recuerdo.
Aunque nunca hubiera cartas, acudía a la estación de correos con la cabeza en otro lado porque hacerse ilusiones era lo más parecido a traicionarse a sí mismo.
Nunca había cartas porque nadie sabía dónde estaba. En cierta manera, para él aquella era su isla. Para su antiguo mundo era la isla fantasma: ruido de olas golpeando rocas que no existían.


13.- Mare Tranquillitatis
Se había prometido no volver a la Luna, donde había sido tan feliz. Pero nunca se había acabado de adaptar a la vida en la Neo Colonia y menos desde la eclosión casi consecutiva de aquellas tres cáscaras que, irónicamente, tanto habían deseado. Solicitada, requerida -asediada- por los tres embriones a todas horas, dejó una escueta nota en la pantalla de la nevera: Cariño, necesito un receso. Volveré pronto. Besos, N.
Se ató la mochila-cohete, se ajustó la escafandra y voló. Petardeando en silencio entre asteroides de corcho y nubes de colores, esquivando las cuerdas de nylon que sujetaban estrellas y satélites, una paz cósmica la inundaba. Y llegó a aquel tan querido mundo en blanco y negro, donde ambos se conocieron.
En el motel Selene, ofreció su pasaporte electrónico al conserje. Tiene un mensaje, dijo este.
Pulsó el icono y leyó: Hola nena. Oye, ¿dónde guardamos los cereales liofilizados?


14.- La puerta
Se había prometido no volver a cruzar la puerta. Había sido fuerte -como nunca antes- esos tres meses pero la tentación era demasiado grande. Resignado, lo preparó todo con detalle.
Subió al desván, apartó la cortina que ocultaba la puerta y la abrió.

El bosque
Fueron, la hierba fresca -que abrazó sus pies desnudos-, los olores ancestrales -que inundaron sus níveas fosas nasales-, los cientos de colores y signos olvidados -que se inyectaron en sus pupilas-, los sonidos del universo -que perforaron sus tímpanos- y los atávicos habitantes del bosque -que le abrazaron- los que le hicieron sentirse confortable. Suspiró.

La oscuridad
Pasados lo que parecían miles de años, las tinieblas y la oscuridad azotaron el bosque. Niebla, sapos, negrura y aullidos. Hora de volver. Pero la puerta estaba cerrada. Lo intentó pero fue inútil. Convencido de haberse quedado en el lado correcto se abrigó con la mugre y esperó.


15.- Tortícolis
Se había prometido no volver a echar la vista atrás.


16.- Viejas historias
Se había prometido no volver a hacer predicciones, me confesó el viejo chamán, pero ya había divisado negras águilas surcando el cielo con agudos chillidos de advertencia y alarma. Las señales eran claras.
Me contó con pesadumbre sus recuerdos sobre las ceremonias, el mejor callar, el frío, el color gris, las miradas sospechosas, la minuciosa revisión de tus actos y las verdades incuestionadas.
Juntó a su tribu y les dijo:
−Escuchad, las águilas llegarán poderosas. Os harán odiar a muchas cosas y dirán que sólo ellas pueden protegeros, pero tenéis que saber que a cambio exigirán tenerles miedo a ellas mismas. No las creáis.
Algunos asintieron en silencio, aunque muchos otros le tacharon de viejo loco, ya que las antiguas profecías contaban que las águilas acabarían con la sequía y con su hambre.
El chamán sonrió con tristeza…….
Transcripción de un manuscrito incompleto hallado en las excavaciones Zona 25-Norte


17.- Eterno vaivén
Se había prometido no volver a bajar a por ella. Lázaro resopló mientras la rueda de repuesto caía de nuevo colina abajo. No recordaba cuantas veces había tenido que subirla, y cuantas veces había vuelto a caer. Sin la rueda no podría salir de allí en coche.
Parecía un castigo de los mismísimos dioses, condenado a subir la rueda una y otra vez.
Había perdido la cuenta de los días. Se había vuelto viejo y ciego, no dormía, no descansaba, arriba y abajo. Ya ni siquiera tenía sentido ir a ningún otro sitio.
Inmóvil sobre la ladera, desquiciado, llevó su mano a la boca y comenzó a estirar el labio hasta arrancarse la piel. Fue haciendo tiras desde su cara, y continuó por todo el cuerpo.
Quería arrancarse su naturaleza material, su castigo, olvidar todo, terminar.
Tras cien años sentado desollado se resignó… rompió su promesa y volvió a bajar.


18.- El destino de Evelia
Se había prometido no volver a tocar el suelo porque la tierra amarilla quemaba sus pies. Son pies de antigua, no hay más que verlos; tiernos y blancos como panecillos del mucho pasado, decían las que por piernas tenían renegridos muñones de bregar entre la herrumbre. Aquella mañana, la del juramento, las sendas nacaradas que los caracoles dejaban sobre el óxido brillaban con más intensidad, o eso le pareció a Evelia. De las montoneras siempre llegaban sonidos  atrapados en otro ciclo de tiempo, de épocas reducidas a plástico y chatarra pero todavía reconocibles para algunos cacharros. ¿Y qué harás con tu vida?, repitió entre interferencias la voz que salía de un transistor desguazado; sorprendida, Evelia observó a su alrededor y tras un momento de indecisión, esperando que algo o que alguien lo impidiera, se alejó del lugar subida en unos zancos.


19.- Hoy no
Se había prometido no volver a casa.
Al salir de clase, en lugar de andar hacia la derecha como cada día, se puso a caminar hacia la izquierda. Todo era ligeramente diferente. Apenas llevaba diez minutos caminando, pero podría haber estado en otra ciudad.
Cruzó un parque sin que nadie reparara en su presencia. Por primera vez, se atrevió a desafiar una señal: decía “prohibido pisar el césped”. Los que lo habían decidido no estaban allí para castigarle.
Pronto se haría de noche. Se cansaría, tendría miedo, echaría de menos la comida y la cama… y pasaría lo que fuera que pasaba de noche en la calle, donde sabía que no debía estar.
Pero esta vez no pensaba ceder tan fácilmente. Aún podía pasar mucho tiempo desapercibido. – ¿Dónde acababa la ciudad y empezaba el campo? –pensó, mientras desafiaba con la mirada al semáforo en rojo que tenía delante.


20.- Historias de familia
Se había prometido no volver a quedarse con sus nietos después de la última bronca con su hijo por una caja heredada. A él no le iban a enseñar nada sobre herencias, círculos nutricionales, pirámides de poder y lenguaje inclusivo.
Él los odiaba a todos por igual, pero adoraba a sus nietos y por eso había convertido su casa en el palacio de la gominola este fin de semana


21.- Nieto Marías.
Se había prometido no volver a masturbarse. Por lo menos delante de la abuela Engracia. Por algun motivo no le había gustado. Y encima tuvieron que tirar toda la sopa de marisco (y Antonia, la chacha, casi tira la sopera Weedgwood).
Aunque en realidad, la sopa de marisco tampoco les gustaba tanto, agua sucia con sabor a mar y limón. Él prefería bocadillos de salami italiano y queso azul. Y masturbarse sin demasiadas ganas en los lavabos del tren volviendo del psicólogo con pornografía homosexual en papel barato.
Y poco a poco iba escribiendo la gran novela de su generación. Sin saberlo. Y sin querer.


22.- Ups
Se había prometido no volver a prometer en vano y allí estaba, en un juicio sumarísimo sobre el asunto. El tribunal (doce réplicas de sí mismo) estaba cansado de tanta bobada pero ¿quién no promete a la ligera por pereza, por vergüenza, por cansancio? El cómputo era de 1.234.657 promesas incumplidas desde la veintena, algún tipo de récord, cómo voy a dejarlo ahora, se dijo. Y se prometió no dejar de prometer.

muy muy buena frase, felicidades

Vamos allá, damas y caballeros.

Espero que la frase, bastante abierta, les inspire.
¿Qué es lo que se han prometido alguna vez no volver a hacer? ¿a qué lugar no volver? ¿a quién no ver o con quién no hablar?

¿Lo cumplieron? ¿Cayeron en sus antiguos vicios o errores?

Cuéntennos...


Espero cantidad, pues la calidad se presupone.

Hank escribió:muy muy buena frase, felicidades

Gracias Hanky, me alegro de que te guste

Eloy escribió:

Hank escribió:muy muy buena frase, felicidades

Gracias Hanky, me alegro de que te guste

de las mejores de los últimos meses...

Hemos alcanzado un acuerdo por el que un servidor ponía la frase y administraba, y Autista se encargaba de la gala.

O sea que relatos para mi bandeja durante la semana, y risas y asombro para sus gifs el jueves.

Relatos de desamor en 3, 2, 1...

salakov escribió:Relatos de desamor en 3, 2, 1...

Más de uno espero, desde luego.

César Brandon se relame en una esquina, mientras piensa en las estrellas como ópalos iridiscentes en los ojos de su antigua amada

No había visto el nuevo hilo!!!

Actualizo ahora las clasificaciones Eloy, tu no tienes que hacer nada, ya se actualizan directamente en el spoiler que has copiado.

Si te pediría por favor que metieras en el spoiler de las actas la última, así queda todo recogidito:

29.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1Ntnp1fv5BgMfoosj3pviEJWs5I2TUtCPZhfkOQuyG_M/edit#gid=1853710373


Muchas gracias!!!

Eloy escribió:Hemos alcanzado un acuerdo por el que un servidor ponía la frase y administraba, y Autista se encargaba de la gala.

O sea que relatos para mi bandeja durante la semana, y risas y asombro para sus gifs el jueves.

Eloy escribió:

salakov escribió:Relatos de desamor en 3, 2, 1...

Más de uno espero, desde luego.

César Brandon se relame en una esquina, mientras piensa en las estrellas como ópalos iridiscentes en los ojos de su antigua amada

se relame? se está masturbando como un bonobo en celo aislado en un viejo zoo de la baja sajonia!

Se había prometido no volver a participar pero con frases tan excelsas como Se había prometido no volver a participar...

a ver qué sale!

Toro escribió:No había visto el nuevo hilo!!!

Actualizo ahora las clasificaciones Eloy, tu no tienes que hacer nada, ya se actualizan directamente en el spoiler que has copiado.

Si te pediría por favor que metieras en el spoiler de las actas la última, así queda todo recogidito:

29.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1Ntnp1fv5BgMfoosj3pviEJWs5I2TUtCPZhfkOQuyG_M/edit#gid=1853710373


Muchas gracias!!!

Clasificaciones actualizadas

hostia, Silver me dio un 3... jajaja

Hank escribió:hostia, Silver me dio un 3... jajaja

sí, pero si lo hablamos el martes, no recuerdas? pero tú no cumpliste la parte del trato

además sabes que sólo leo y puntúo los últimos 10 relatos

Toro escribió:No había visto el nuevo hilo!!!

Actualizo ahora las clasificaciones Eloy, tu no tienes que hacer nada, ya se actualizan directamente en el spoiler que has copiado.

Si te pediría por favor que metieras en el spoiler de las actas la última, así queda todo recogidito:

29.4
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1Ntnp1fv5BgMfoosj3pviEJWs5I2TUtCPZhfkOQuyG_M/edit#gid=1853710373


Muchas gracias!!!

Hecho

Gracias a ti

A mi la frase me mola

Sugar Bug escribió:

Eloy escribió:

salakov escribió:Relatos de desamor en 3, 2, 1...

Más de uno espero, desde luego.

César Brandon se relame en una esquina, mientras piensa en las estrellas como ópalos iridiscentes en los ojos de su antigua amada

se relame? se está masturbando como un bonobo en celo aislado en un viejo zoo de la baja sajonia!

that's racist

silver escribió:

Hank escribió:hostia, Silver me dio un 3... jajaja

sí, pero si lo hablamos el martes, no recuerdas? pero tú no cumpliste la parte del trato

además sabes que sólo leo y puntúo los últimos 10 relatos

Tongo mallorquín

Eloy escribió:

Sugar Bug escribió:

Eloy escribió:

salakov escribió:Relatos de desamor en 3, 2, 1...

Más de uno espero, desde luego.

César Brandon se relame en una esquina, mientras piensa en las estrellas como ópalos iridiscentes en los ojos de su antigua amada

se relame? se está masturbando como un bonobo en celo aislado en un viejo zoo de la baja sajonia!

that's racist

los bonobos son negros! tu si que eres rasista!

RegSound escribió:A mi la frase me mola

encantado de que os guste

se me han ocurrido tres o cuatro pero a todas les veía pegas.

Esta ha llegado así de repente y hala...

Eloy escribió:

RegSound escribió:A mi la frase me mola

encantado de que os guste

se me han ocurrido tres o cuatro pero a todas les veía pegas.

Esta ha llegado así de repente y hala...

Todas en retahíla hubiese quedado curiosa... para otra ronda

Esta ronda vuelvo aunque me salga un cagarro de micro.

Gran frase.

¡Dos relatos ya en bandeja y como todo siga esta línea, nos espera una ronda enorme!

¡Vaya frase, administración lamentable!

Spoiler:

Rudicio, ¡espabila o viene el sorpasso!

Autista escribió:

Tres relatos y subiendo...

FdC

Se las lleva el viento.

Se había prometido no volver a participar en el concurso de microrrelatos.

uf, creo que me he autopisado la idea

Eloy escribió:Tres relatos y subiendo...

Autista escribió:

Pa’mi colección de memes.

Autista escribió:

Im a single lady im a singl... .

Sugar Bug escribió:

Autista escribió:

Im a single lady im a singl... .

Ai´m e singuelé...


(lo canto como el Bainés)

salakov escribió:Rudicio, ¡espabila o viene el sorpasso!

Pero aún sigo segundo ahi? Si de las últimas 8 rondas he faltado 5... Solo porque no me pases intento mandar algo esta semana . La verdad es que cada vez me está costando más .

Persevera, Rudi.

Que competir valga la pena.

salakov escribió:Persevera, Rudi.

Que competir valga la pena.

Sí, lo sé... Si las rondas que no envío nada me da mucha pena... Pero cada vez me está costando más encontrar un hueco para escribir algo y cuando lo tengo me encuentro con las neuronas fundidas... Pero venga, esta ronda envío algo... Aunque sea para ganar el Negro-Poeta ese .

salakov escribió:

Es jornada de reflexión.

Mañana a tope...

Eloy escribió:

salakov escribió:

Es jornada de reflexión.

Mañana a tope...

Pronto empezamos hasta el 28 de abril

Yo es que me he prometido no volver a escribir un micro antes del sabado noche

Topic en la tercera página.

¡Vergüenza!

salakov escribió:Topic en la tercera página.

¡Vergüenza!

Eso digo yo...

salakov escribió:Topic en la tercera página.

¡Vergüenza!

La candente actualidad electoral al parecer

Cuatro relatos y cuatro pequeñas joyas, se los juro

Mañana a primera hora (tras el café) publicamos.



Estén pendientes de su topic amigo

Eloy escribió:Cuatro relatos y cuatro pequeñas joyas, se los juro

Mañana a primera hora (tras el café) publicamos.



Estén pendientes de su topic amigo