Ronda 48 del Exquisito Concurso de Microrrelatos ARF

La leyenda continua viva

20.- La oficina

A cada extremo del cuarto había sentado a Dwith y a Andy.
“Caballeros hoy hemos de elegir al número dos de esta oficina. Somos tres, de modo que uno sobra, porque no habrá número tres. El número tres es una mierda. Es un quiero y no puedo, un pudo ser y no fue, un...
¡Michael!
¿Dwight?
¿Podemos empezar?
Por supuesto. Andy...
Michael..
Dwight...
Michael...
¡Empecemos!
(los dos) ¿Quién empieza?
Yo mismo: “Caballeros hoy hemos de elegir al número dos de....”
(los dos) ¡¡¡Michael!!!
Vale, Dwight, empieza.
Yo, D.S., soy el más idóneo porque reúno las características características del número dos: soy fiel al número uno y desprecio a....
¡Michael! 
¿Sí, Andy?
Ha repetido “características”. Es tonto del culo...
¡Michael!
Dwight...
Estoy compitiendo con un retrasado... Figuras del discurso, Michael, no sabe...
Sé más que tú, jirafa con gafas...
¡Michael!
Mierda, sois un par de tarados. Yo seré el número uno y el dos.

Sugar Bug escribió:La leyenda continua viva

Alive and Kickin’

bicugo escribió:

salakov escribió:Los que esperáis siempre hasta el miércoles a última hora para enviar el micro, ¿qué motivo tenéis? Es algo que me flipa semana tras semana.

Yo tengo una teoría: supongamos que la frase se pone el viernes a las 12 h. y el plazo se cierra a las 24 h. del miércoles siguiente, lo que suma un total de 132 horas hábiles para escribir el microrrelato. ¡132 horas para escribir 150 palabras! Esto me hace pensar en que sois gente metódica que dedica exactamente eso, una hora a elegir cada vocablo preciso. Gente que mastica cada bocado cincuenta veces en un lento y esmerado proceso de digestión. ¿Es así?

Yo es que o me cuesta cerrar el relato o no me llega la inspiración y en el último día pongo lo primero que viene a la cabeza.

Apuraba los plazos en el colegio. En el insti. En la Universidad. Entregué el proyecto in extremis. Mi cerebro solo carbura mínimamente bajo presión.

Elsanbenito escribió:

bicugo escribió:

salakov escribió:Los que esperáis siempre hasta el miércoles a última hora para enviar el micro, ¿qué motivo tenéis? Es algo que me flipa semana tras semana.

Yo tengo una teoría: supongamos que la frase se pone el viernes a las 12 h. y el plazo se cierra a las 24 h. del miércoles siguiente, lo que suma un total de 132 horas hábiles para escribir el microrrelato. ¡132 horas para escribir 150 palabras! Esto me hace pensar en que sois gente metódica que dedica exactamente eso, una hora a elegir cada vocablo preciso. Gente que mastica cada bocado cincuenta veces en un lento y esmerado proceso de digestión. ¿Es así?

Yo es que o me cuesta cerrar el relato o no me llega la inspiración y en el último día pongo lo primero que viene a la cabeza.

Apuraba los plazos en el colegio. En el insti. En la Universidad. Entregué el proyecto in extremis. Mi cerebro solo carbura mínimamente bajo presión.

The razors edge, cantaban los kiwis...

Nostamal, veinte nostamal.

En efecto. En una semana como esta, con el ARF por medio, veinte no está nada mal. 

Muchas gracias por vuestros relatos. Mañana a primera hora, formulario.

A leer y disfrutar
Y votar.

Por la noche el señor Sugar entregará los premios. 

Bona nit, se os quiere

Eloy escribió:20.- La oficina

A cada extremo del cuarto había sentado a Dwith y a Andy.
“Caballeros hoy hemos de elegir al número dos de esta oficina. Somos tres, de modo que uno sobra, porque no habrá número tres. El número tres es una mierda. Es un quiero y no puedo, un pudo ser y no fue, un...
¡Michael!
¿Dwight?
¿Podemos empezar?
Por supuesto. Andy...
Michael..
Dwight...
Michael...
¡Empecemos!
(los dos) ¿Quién empieza?
Yo mismo: “Caballeros hoy hemos de elegir al número dos de....”
(los dos) ¡¡¡Michael!!!
Vale, Dwight, empieza.
Yo, D.S., soy el más idóneo porque reúno las características características del número dos: soy fiel al número uno y desprecio a....
¡Michael! 
¿Sí, Andy?
Ha repetido “características”. Es tonto del culo...
¡Michael!
Dwight...
Estoy compitiendo con un retrasado... Figuras del discurso, Michael, no sabe...
Sé más que tú, jirafa con gafas...
¡Michael!
Mierda, sois un par de tarados. Yo seré el número uno y el dos.

No voy a leer más. ...Mis treses aquí. ...y los doses....y los uno...y me voy a votar.
Bravo.
Microrrelatista de pro.
m

Mañana voy a hacer paddle surf.....si se me da mal y no llego a la orilla y ven desde BCN un chorizo en neopreno....lleven un bocadillo de jamón deL ganador sospechoso.
m

Cada uno tiene sus manias.... yo seguire el criterio de todos los relatos en los que si cambio solamente el “a” por “en” ya suenan mal o no pegan, pasan directamente a mi final de puntos....

En un rato pondre el formulario... en cuanto este lo dejare en un mensaje que ya borro mañana, como hace Boro, asi eloy ademas no tiene que darse prisa, que lo mueva de post cuando pueda...

PD: que grande es the office joder! Porque hace poco la acabo de volver a ver entera, si no me la ponia esta noche otra vez

Bueno pues os dejo aquí el formulario para ir votando, en cuanto eloy lo cuelgue mañana lo quito para no duplicar, pero si cualquiera quiere votar ya puede

Edit: ya lo ha puesto eloy en su sitio

Toro escribió:
PD: que grande es the office joder! Porque hace poco la acabo de volver a ver entera, si no me la ponia esta noche otra vez

Espero que estés hablando de la británica...

1.- The night trippers (Cosimo, John y Dave)
A cada extremo del estudio de grabación había colocado un micrófono. Cosimo toqueteaba los faders moviendo su cabeza al compás del fraseo rítmico de piano de John, del contrabajo de Frank y  la batería de Earl. Dave asintió e improvisó un arreglo de trompeta edificado sobre secretas notas arcanas, entonces la mano derecha de John también cambió su fraseo dándole la réplica en una sinergia que parecía inagotable y que los retroalimentaba mutuamente. Pero no, una vez que todo había sido dicho ambos tocaron al unísono el tema principal de la canción y terminaron. Solo entonces fueron conscientes del calor insoportable del estudio y salieron al exterior. Río abajo el silbato del Queen Mary quebró la quietud de la tarde justo antes de desaparecer en la luz agonizante del día, desde Bourbon street llegaron las primeras notas de Tipitina y todos pensaron que vivían en la mejor ciudad del mundo.


Tengo muchas ganas de conocer Nueva Orleans. Con relatos como este, más aún


2.- Cuñados tras trece años.
A cada extremo del vagón se sentaban enfurruñados Francisco y su cuñado. Se habían subido en Retiro, Francisco no se podía creer el follón que le había montado para coger el metro una sola parada. Todo por no tener que subir una cuesta que estaba convencido de que tendrían que subir igualmente. Seguía pensando erróneamente que Sevilla estaba cerrada y para no reconocer su fallo se bajó en la primera parada. Su cuñado en la trasera, preparado para bajarse lo más cerca posible de su destino, se bajó en la segunda. Pero no llegó, antes de doblar la esquina Santi le invitó a comer en el Edelweiss, un sucedáneo de lo que había llegado a ser desde que lo absorbió una cadena. Francisco tampoco lo consiguió, al salir le impuso el edificio, le reconfortaba recordar cuando aún eran amigos y le despedía al bajarse del tram en María Cristina.

Cuñados y amigos, parece imposible pero a veces pasa. A mí por lo menos.


3.- Tendedero
A cada extremo del cordel central del tendedero se veía como una cinta antigua del pelo reforzaba la soga. Él nunca tendía en dicho cordel, siempre lo hacía en el anterior y el posterior, aunque la colada fuese enorme o aunque le sobrase una única prenda en la que hubiera lavado.
Su pareja sentía intriga por dichas cintas y el cordel, pero nunca se atrevía a preguntar (ni usarlo). Hasta que un día, tras tender la ropa, él acarició la cinta entristecido y ella se percató, entonces le confesó el porqué: "Mi abuelo puso la base del tendedero y mi padre hizo los cordeles. Mi abuela era quién unía a los dos. No soy supersticioso, pero me dijo que si el nudo se deshacía, mi vida se rompería, por eso trato de no tocar lo que va bien".
A ella le pareció una chorrada, pero lo respetó para seguir bien.

Esos momentos en los que le muestras a alguien lo más profundo de tu alma, pero a la otra persona probablemente le parezca una estupidez. Por lo menos hay respeto.

4.- Un programa de televisión.
A cada extremo de la placa había un cable rojo y uno azul.....decidí cortar los azules y por eso estoy aquí.

Aquí me parece un buen sitio.


5.- El depósito
A cada extremo del parking podías encontrarte algunos coches perdidos. También era habitual que aparecieran coches perdidos en la zona central. Y, sobre todo, se hallaban muchos cerca de los accesos para peatones. Al acabar el mes siempre quedaban muchos coches perdidos en el aparcamiento del mega centro comercial. ¿Pensabas que tú eras la única persona que había perdido un coche en el parking de un centro comercial? Pues no, es algo bastante habitual. Los dueños, avergonzados por su despiste, casi nunca se atreven a reclamarlos.
Cada cierto tiempo hay que cerrar el parking y sacar esos coches, para evitar el colapso del aparcamiento. Los coches perdidos son llevados a un depósito en las afueras de la ciudad. Junto al depósito hay un edificio de habitaciones, parecido a una residencia, con un jardín y columpios. Allí viven todos los niños que también se perdieron en el centro comercial.

En un centro comercial se puede perder cualquier cosa. Incluso la dignidad.


6.- Incertidumbre.
A cada extremo del parque, flanqueándolo, colocaron hace cien años sendas estatuas. En el lado este, de mármol blanco, un ángel de alas extendidas, manos hacia el cielo, mirada y semblante serenos. En el lado oeste otro ángel, éste caído, de bronce oscurecido; con las alas retorcidas, acomplejadas, que le daban un aspecto torvo.
El tiempo oscureció el mármol y quebró sus inmensas alas, convirtió las manos generosas en muñones apretados, vertió amargura donde hubo serenidad. Por el contrario, el bronce reverdeció, la amenaza mutó en bienvenida y las alas parecieron brotar. Ahora, en las tardes de intenso calor, la sombra del bronce se yergue protectora, la del mármol huye esquiva.
Quizá cuando el sol salga por el oeste y se ponga por el este, la vida se vuelva muerte y viceversa, o tal vez cuando el devenir del tiempo nos vuelva a hacer niños.

Me gusta el simbolismo de las estatuas. Creo que es de Toro

7.- Ocaso
A cada extremo del pueblo se apostaba una cuadrilla de forajidos esperando órdenes del viejo Burdette. El sheriff los vigilaba desde el ventanillo de la oficina. Revisó los tambores de los Colt, apoyó el Winchester en su hombro y salió al porche. Rodamundos errantes surcaban la calle principal entre remolinos de polvo, y el resuello nervioso de una yegua en el abrevadero contiguo presagiaba una ronda atribulada. Alzó la mirada hacia la mocosa tras los visillos de la ventana sobre el Saloon; maldita cabezota, idéntica a su difunta madre, cuando acabara todo aquello cruzarían cuatro palabras, se engañó. La antigua herida de bala de la cadera lo estaba matando, sin los espejuelos apenas distinguía las sombras del granero al otro lado de la calle, y esta vez ni Colorado ni Dude podrían ayudarle. Sus espuelas tintinearon contra el escalón, y se detuvo a escuchar una lejana trompeta tocando a degüello.

Muy chulo. Me encanta “rodamundo”, aunque en mi casa los llamamos chilindrinas.

8.-Sentido entrópico
A cada extremo del universo le colgué un platillo. Delante, el platillo rojo recibía las mentiras, el dolor, la avaricia, los deseos de poder, el egoísmo, las ambiciones materiales...
Detrás, el azul recogía el afecto, las caricias, las ayudas, los besos...
La balanza cósmica determinaba el avance del tiempo, buscando el equilibrio.
No esperaba que los hombres la desnivelaran tan alegremente. Parecían tener prisa, el rojo cada vez más lleno, todo cada vez más rápido.
Evolucionaban sin control, qué impaciencia mostraban, qué ansia por la inmediatez....  incluso dándose cuenta que todo aceleraba, que el universo se separaba... irónicamente, sin conocer los platillos, lo llamaron «desplazamiento hacia el rojo».
Pobres diablos, no se percataron que el azul era el único camino hacia lo que anhelaban realmente, el amor era la única manera de contrapesar, de parar el tiempo, de la inmortalidad soñada.
Quizá el error fue mío al concederles libre albedrío.

Lo veo un poco New Age, hasta que en la última frase el narrador muestra autocrítica.



9.- Fanservice
A cada extremo del campo de batalla estaban preparados ambos ejércitos: el de Invernalia por un lado y el de los Caminantes Blancos por el otro. La batalla definitiva de la serie.
«¡¡¡¿Pero esto que es? »  «Si solo estamos en el tercer capítulo…»!!!  rugieron los fans en internet.
Y fue entonces cuando se desató la batalla definitiva en las redes.

Yo no he visto Juego de Tronos, pero leo Twitter. Certero.


10.- La gran cena
A cada extremo de la mesa estaban Sofía y Diego lanzandose todo tipo de improperios. Ya sabíamos todos que esta reunión familiar iba a ser más conflicliva de lo normal, dado que Diego se acababa de enterar de que Sofia, su mujer durante los últimos 5 años, llevaba varios meses teniendo una relación con Julia, su hermana.

Situación cotidiana


11.- Lucha extrema
A cada extremo del campo cada uno hacía lo que mejor sabía. Robinho se mareaba a sí mismo ante la atenta mirada de Vinicius que tomaba apuntes con un boli bic rojo. Dembelé en modo forrestgump corre que te corre se salía del campo. Joaquín contaba un chiste sin gracia. Susaeta decidía no encarar y pasar la bola atrás para asegurar la posesión.
Con mirada de desconcierto, Bale contemplaba la escena en la mayor de las quietudes. Como una estatua de cera a la que faltara un hervor.

Ya no quedan extremos como los de antes. Bueno, igual sí. El autor es del Athletic.


12.- Dos caras de la misma moneda
A cada extremo de la mesa, se sentaban siempre a cenar las dos personas más opuestas de la sociedad. Una se mostraba fuerte, segura de sí misma; mientras la otra se sentía pequeña ante su presencia, casi frágil. Ésta intentaba siempre rehuir su mirada, sabía que ella la estaba observando con ese aire de superioridad que siempre mostraba ante los demás.
Estaba harta de su arrogancia. Aunque a la hora de trabajar era esa personalidad mordaz y dominante la que se necesitaba para alcanzar el éxito, ella no necesitaba fama. Lo que ansiaba en realidad era la tranquilidad y la paz interior que las falsas apariencias no dan.
Cansada, le lanzó la copa de vino, rompiendo así aquella imagen que tanto le había costado construir. A medida que cada cristal del espejo caía, más libre se sentía.

Buen giro final. Me ha gustado.


13.- De noche, sobre el puente de Quarnvac
A cada extremo del puente, un guardián. Es una pesadilla recurrente, un mal sueño, el mío, donde debo elegir. El guardián de la Verdad te somete a tu secreto más profundo, aquel tuyo inconfesable, abismalmente oculto en tu corazón. Al otro lado, el guardián de la Duda exige respuesta a una sola pregunta, siempre la misma:
—Si hubieras elegido el otro extremo, ¿qué secreto habría desvelado mi hermano?
Siempre caigo, noche tras noche. Bajo el puente, arrecifes afilados aguardan el desplome de mi cuerpo. O bien me resulta insoportable enfrentar la Verdad o bien soy incapaz de deshacer la Duda. Lo mismo da, de forma invariable la resulta soy yo despedazado entre las rocas. El puente es una trampa. Lleno de vergüenza, humillado ante los guardianes, me arrojo al vacío. ¿Qué verdad no tolero ni me atrevo a cuestionar? Lo ignoro, pero cada noche hasta la muerte da menos miedo.

Me recuerda al día de la marmota mezclado con una peli de espada y brujería. ¿No se despierta antes de estrellarse contra las rocas?


14.- Ley de los pocos vitales.
A cada extremo del bosquecillo le asigné un contingente de cien caracoles idénticos.
En mi soledad, estudiaba sus costumbres. Para conocer sus comportamientos antes del amanecer, cené agua abundante dos de cada diez días, de manera que las ganas de orinar me despertaban antes de lo que yo creía que era el alba.
Observé que en cada grupo, veinte caracoles fecundaban y se dejaban fecundar por los otros ochenta, si bien éstos no se apareaban entre sí.
Comprobé como el mismo porcentaje creció más que el resto, y que el veinte por ciento de los que consideré más inteligentes, dejó de avanzar en círculo para moverse con trazos irregulares, de manera que en dos meses se habían juntado veinte ejemplares de cada extremo, de los que ocho comenzaron a liderar el nuevo subgrupo.
Cuando Wilfredo Pareto me sacó del terrario, solo sentí haber cumplido con no se qué deber impuesto.

Comprobación empírica. Muy bien.


15.- Se abre una puerta en medio de la oscuridad...

Déjame que te cuente de aquellos días de suma aventura.
— Milius, John

— A cada extremo del universo le pondré un nombre diferente.  Uno se llamará Terminus y el otro Portaferrisa.. En uno dejaré que la civilización evolucione por si misma y en la otra unos monolitos les indicarán el camino.
— Oye, Paco, me parece que te estás liando un poco en eso de crear un universo propio. — interrumpió Luisma estupefacto — Con cuatro pistas para empezar la partida y tirar cuatro dados para las habilidades ya funcionaría la cosa.
— Joder, tío, para una vez que me dejáis ser el Master de un Dungeon…
— Precisamente por eso no te dejamos nunca. Anda, espabila que dentro de un rato he quedado con la Mireia para estudiar...

Relato de freaks en un topic de freaks dentro de un foro de freaks. Espero que triunfe.


16.- Abuelos y niño
A cada extremo de la mesa se sientan padre y madre. Con el tiempo se ha hecho pequeña pero los extremos siguen siendo los mismos: padre y madre. Abuelo y abuela.
Unas manos arrugadas pasan las páginas de un cuento mientras un niño, de apenas un año, mira atento.
El niño tiene los ojos muy abiertos y se parece un dibujo animado. También tiene la boca abierta: quiere decir algo, pero se limita a hacer un ruido, con tono de interrogación, mientras señala algo en el cuento. La abuela sonríe pero el niño tose. La cara de abuela sonriente deja paso a la cara de preocupación de mi madre.
Los sonidos del niño llegan hasta la puerta del patio. Allí mi hermana pequeña fuma. El tiempo apenas la ha cambiado, sólo unas canas en el lado derecho que oculta tras su oreja tras verme. Sonrío al descubrir ese nuevo gesto.

Parece un cuadro, me gusta.


17.- ¿Septiembre?
A cada extremo de la línea ferroviaria propuesta se encuentran dos estaciones. La distancia entre ambas estaciones A y B es de 480 Km. Un tren sale de A en dirección a B con una velocidad constante de 100 Km/h. Al mismo tiempo otro tren sale de B hacia A con una velocidad de 140 Km/h.
¿Cuánto tardarán en encontrarse?
¿A qué distancia de A y de B se encuentran?
...

...

¡Que te jodan Santillana, me bajo a la playa!


Temática muy oportuna. Me ha hecho reír.


18.- Harto de cuentos.
A cada extremo de la vida le correspondió un símbolo que parecía encajar perfectamente en el otro. Se extendió la idea de que el nacimiento y la muerte tienen una conexión casi alquímica, imprescindible, como si fuesen lo mismo.
Pero no es cierto. Me queda poco tiempo y sé algunas cosas: que no volveré a nacer y que nada de lo que he sentido servirá ya a ningún propósito.

Joder, amargo desde el título hasta el final. Deja mal cuerpo.


19.- Prórroga
A cada extremo del bocadillo se clavó un juego de incisivos, sujetándolo en vilo. Separados por dos metros de pan, queso, lomo y lechuga, los dos oponentes se miraban intentando quitarse el apetito el uno al otro.
Cuando el juez dio el pistoletazo de salida, miles de espectadores jalearon desde sus asientos, y se pusieron en marcha dos mecanismos masticadores que avanzaban feroces en direcciones opuestas. Las reglas les prohibían ayudarse con las manos.
El griterío en las gradas se intensificaba cada vez que uno de los contendientes ganaba terreno sobre su adversario y, cuando apenas quedaba un palmo de bocadillo, ambos estaban casi a la misma distancia del centro…
En efecto, tras la última dentellada, el juez comprobó y demostró que habían empatado.
Se hizo el silencio.
Hubo una pausa.
Descansaron, respiraron y se reincorporaron a sus puestos.
Después del segundo pistoletazo, empezaron a comerse entre ellos.

Potente final surrealista. Mola.

express

¡Troyshow!  

20.- La oficina

A cada extremo del cuarto había sentado a Dwith y a Andy.
“Caballeros hoy hemos de elegir al número dos de esta oficina. Somos tres, de modo que uno sobra, porque no habrá número tres. El número tres es una mierda. Es un quiero y no puedo, un pudo ser y no fue, un...
¡Michael!
¿Dwight?
¿Podemos empezar?
Por supuesto. Andy...
Michael..
Dwight...
Michael...
¡Empecemos!
(los dos) ¿Quién empieza?
Yo mismo: “Caballeros hoy hemos de elegir al número dos de....”
(los dos) ¡¡¡Michael!!!
Vale, Dwight, empieza.
Yo, D.S., soy el más idóneo porque reúno las características características del número dos: soy fiel al número uno y desprecio a....
¡Michael!
¿Sí, Andy?
Ha repetido “características”. Es tonto del culo...
¡Michael!
Dwight...
Estoy compitiendo con un retrasado... Figuras del discurso, Michael, no sabe...
Sé más que tú, jirafa con gafas...
¡Michael!
Mierda, sois un par de tarados. Yo seré el número uno y el dos.

Los microrrelatos superan la realidad

Hoy estoy con visita familiar y turismo por lo que no sé si podré ponerme a leer los microrrelatos con calma para poder valorarlos...

bicugo escribió:Hoy estoy con visita familiar y turismo por lo que no sé si podré ponerme a leer los microrrelatos con calma para poder valorarlos...

Llevas el tiempo suficiente como para que te revelemos el gran secreto...

http://www.alazar.info/generador-de-numeros-aleatorios-sin-repeticion

Autista... no he visto la britanica, pero si llega al nivel de it crowd tengo que ponerme...


Troyshow!!!  

Toro escribió:

bicugo escribió:Hoy estoy con visita familiar y turismo por lo que no sé si podré ponerme a leer los microrrelatos con calma para poder valorarlos...

Llevas el tiempo suficiente como para que te revelemos el gran secreto...

http://www.alazar.info/generador-de-numeros-aleatorios-sin-repeticion

Autista... no he visto la britanica, pero si llega al nivel de it crowd tengo que ponerme...


Troyshow!!!  

Es más cínica, más cruel, más deprimente... Más británica

Votado.

Procedo a leer y votar en breve.

Toro escribió:

Spoiler:

Troyshow!!!  

Formulario en el segundo post.

A por ello 

¿Hay Premio Negro-Poeta? Hay Premio Negro-Poeta.

Les dejo adivinarlo.

salakov escribió:¿Hay Premio Negro-Poeta? Hay Premio Negro-Poeta.

Les dejo adivinarlo.

el tuyo!

Nunca he visto The Office, a pesar de haber utilizado muchos de los GIFs que nos ha dejado.

salakov escribió:¿Hay Premio Negro-Poeta? Hay Premio Negro-Poeta.

Les dejo adivinarlo.

Molaría que no. Si esto fuera boxeo quedaría yo como vigente campeón sine die.

Road to the...

Spoiler:

hostia puts!!!!

pensaba que era noche de martes a miercoles!!!


no se ni en que puto dia vivo

hostia puts!!!!

pensaba que era noche de martes a miercoles!!!


no se ni en que puto dia vivo

8 preseleccionados.

Eloy escribió:

Eric Sachs escribió:hostia puts!!!!

pensaba que era noche de martes a miercoles!!!


no se ni en que puto dia vivo

Eso es saniiiisimo

Votado fatal. Para variar.

Autista escribió:Votado fatal. Para variar.

Eric Sachs escribió:hostia puts!!!!

pensaba que era noche de martes a miercoles!!!


no se ni en que puto dia vivo

Percepción lynchiana del tiempo

Eloy escribió:

Eric Sachs escribió:hostia puts!!!!

pensaba que era noche de martes a miercoles!!!


no se ni en que puto dia vivo

no lo publques.....

a ver si puedo  calzadorazlo  otro dia...

Troy Mc Clure escribió:express

efectivo

Esta semana lo he tenido curiosamente sencillo...

Con el criterio de descartar de primera mano los relatos en los que "a cada extremo" se puede cambiar por "en cada extremo" se ha simplificado al máximo la tarea, prácticamente copando los puestos

sapir escribió:

Nomeko7 escribió:

Eric Sachs escribió:hostia puts!!!!

pensaba que era noche de martes a miercoles!!!


no se ni en que puto dia vivo

Percepción lynchiana del tiempo

y eso que no habeis visto el relato.

sapir escribió:

Nomeko7 escribió:

Eric Sachs escribió:hostia puts!!!!

pensaba que era noche de martes a miercoles!!!


no se ni en que puto dia vivo

Percepción lynchiana del tiempo

y eso que no habeis visto el relato.

Toro escribió:Esta semana lo he tenido curiosamente sencillo...

Con el criterio de descartar de primera mano los relatos en los que "a cada extremo" se puede cambiar por "en cada extremo" se ha simplificado al máximo la tarea, prácticamente copando los puestos

Confieso que he hecho lo mismo. Con uno tengo una duda pero he seguido el mismo criterio.

Toro escribió:Esta semana lo he tenido curiosamente sencillo...

Con el criterio de descartar de primera mano los relatos en los que "a cada extremo" se puede cambiar por "en cada extremo" se ha simplificado al máximo la tarea, prácticamente copando los puestos

no votarás cuatro relatos?

Laureolas para:

6.- Incertidumbre: Confrontación a través de dos estatuas, fantástico cómo el ángel caído consigue redención y lo brillante torna oscuro. Y magnífica prosa, fantásticamente escrito. En mi mente, durante su lectura, sonaba “La estatua del jardín botánico”. (3)



18.- Harto de cuentos: por esto, “nada de lo que he sentido servirá ya a ningún propósito”. No nada de lo que he vivido, tampoco nada de lo que he pensado, no: nada de lo que he SENTIDO. Fabuloso. Aquí sonaba “Cemetry Gates”. (2)



5.- El depósito: evoca el final de “Holy Motors” (nefasta película). Buen relato y bien conducido hacia su final. Musicalmente tañía “No cars go”. (1)



19.- Prórroga: macabro como un relato de Clive Barker. También sirve como metáfora del capitalismo, o así me lo ha parecido a mí. Dog eat dog. (1)



No hay menciones destacadísimas, porque muchos las merecéis. Enorme ronda la de casi todos. Menos tú.




Y el Premio Negro-Poeta de Tele5 esta semana va para 16.- Abuelos y niño, porque tiene ese je ne sais quoi buenista que pone de los nervios, pero también por la incorrección gramatical de «se parece un dibujo animado». ¡Copón!, o “parece un dibujo animado” o “se parece a un dibujo animado”. La RAE es estricta al respecto:

3. Parecer en forma pronominal significa ‘asemejarse’ y se emplea, bien con sujeto plural o coordinado, en construcción recíproca, bien con un complemento precedido de a: «Fernando y Dioni se parecen mucho» (SchzDragó Camino [Esp. 1990]); «La casa se parecía a las que había visto en las ilustraciones de los cuentos» (Aldecoa Mujeres [Esp. 1994]).

Por esto, tómalo, tómalo, tuyo es y mío no.

Spoiler:

Qué pulso, Angela Merkel.