El amor

celtasnake escribió:

Infernu escribió:Best ballad ever.

Muy guapa. Chicago las tienen a paladas.

Mi favorita:

albichuela escribió:Poco que contar. Estoy de entrega hasta mañana de madrugada. La cena se ha caído, así que iremos sin preámbulos a por las cervezas y a decidir si nos vamos de vacaciones juntos.

La verdad es que tampoco es que tenga los ánimos muy allá. Cuando me quite el marrón del curro veremos si me animo más, pero no creo que yo haga ningún movimiento muy loco cuando me vuelvo a españa en dos semanas y no tengo la vuelta a India aún organizada. Especialmente viendo que  ella está haciendo cábalas sobre si quiere o no exponerse emocionalmente. Si fuera un aquí te pillo aquí te mato pues adelante con lo que sea, pero viendo su actitud…vamos, que no quiero marear a nadie, aunque me guste. Sobre todo porque me vine para aquí con otra cita que no se pudo concretar en Madrid y que me gustaría solventar cuanto antes. (Esa es otra historia con su coña, para otro día)

salakov escribió:¿A favor o en contra?


————————

ORACIÓN

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.


—Cristina Peri Rossi—

albichuela escribió:Poco que contar. Estoy de entrega hasta mañana de madrugada. La cena se ha caído, así que iremos sin preámbulos a por las cervezas y a decidir si nos vamos de vacaciones juntos.

La verdad es que tampoco es que tenga los ánimos muy allá. Cuando me quite el marrón del curro veremos si me animo más, pero no creo que yo haga ningún movimiento muy loco cuando me vuelvo a españa en dos semanas y no tengo la vuelta a India aún organizada. Especialmente viendo que  ella está haciendo cábalas sobre si quiere o no exponerse emocionalmente. Si fuera un aquí te pillo aquí te mato pues adelante con lo que sea, pero viendo su actitud…vamos, que no quiero marear a nadie, aunque me guste. Sobre todo porque me vine para aquí con otra cita que no se pudo concretar en Madrid y que me gustaría solventar cuanto antes. (Esa es otra historia con su coña, para otro día)

salakov escribió:¿A favor o en contra?


————————

ORACIÓN

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.


—Cristina Peri Rossi—

Cerpin Taxt escribió:lo de la cita de madrid, vale
pero la de "no voy a hacer ninguna locura porque me vuelvo a nosedonde en nosecuantos días".....anda que no me he arrepentido de haber dejado pasar de esas

Cerpin Taxt escribió:

salakov escribió:¿A favor o en contra?


————————

ORACIÓN

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.


—Cristina Peri Rossi—

en contra, por supuesto

Silke_ escribió:

Cerpin Taxt escribió:

salakov escribió:¿A favor o en contra?


————————

ORACIÓN

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.


—Cristina Peri Rossi—

en contra, por supuesto

A mí me encanta encontrarme con mi primer amor. No hay otra persona en este mundo que me conozca y me quiera más que él. Y tardamos en reencontrarnos 13 años...

We were both young when I first saw you
I close my eyes and the flashback starts
I'm standin' there
On a balcony in summer air
See the lights, see the party, the ball gowns
See you make your way through the crowd
And say, "Hello"
Little did I know

Silke_ escribió:A ver si ponéis alguna canción romántica, que está el hilo saborío del todo.

Cerpin Taxt escribió:

Silke_ escribió:

Cerpin Taxt escribió:

salakov escribió:¿A favor o en contra?


————————

ORACIÓN

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.


—Cristina Peri Rossi—

en contra, por supuesto

A mí me encanta encontrarme con mi primer amor. No hay otra persona en este mundo que me conozca y me quiera más que él. Y tardamos en reencontrarnos 13 años...

que bonito

Silke_ escribió:

Cerpin Taxt escribió:

Silke_ escribió:

Cerpin Taxt escribió:

salakov escribió:¿A favor o en contra?


————————

ORACIÓN

Líbranos, Señor,
de encontrarnos
años después,
con nuestros grandes amores.


—Cristina Peri Rossi—

en contra, por supuesto

A mí me encanta encontrarme con mi primer amor. No hay otra persona en este mundo que me conozca y me quiera más que él. Y tardamos en reencontrarnos 13 años...

que bonito

Además siempre es bonito, sí. Me pregunta por todas mis cosas, se preocupa.... Es alucinante que nos dejáramos perder, pero así fue.

Tengo ganas de enamorarme.

Pablo buho escribió:

Cerpin Taxt escribió:lo de la cita de madrid, vale
pero la de "no voy a hacer ninguna locura porque me vuelvo a nosedonde en nosecuantos días".....anda que no me he arrepentido de haber dejado pasar de esas

Yo también creo que después te arrepentirás.

albichuela escribió:Lo de Madrid, ya que estamos: abro consultocho de visiller@s foreriles.

Nos remontamos a hace 20 años, nada menos (que sé que os gustan estas cosas de larga trayectoria), a un campamento para adolescentes que simulan estar aprendiendo idiomas en las islas británicas.

Yo, con 15 añitos, estoy pasando por mi primer desengaño (aun tardaría años en darle carpetazo) cuando conozco a madrileña2. Una chica guapísima aunque con una característica física que me genera cierto rechazo involuntario. En cualquier caso, hacemos buenas migas. Le gusta hablar, nos contamos nuestras movidas y queda claro que hay cierta sintonía. Yo entonces era de lo más naive y ella sigue siéndolo. Yo no doy el paso porque estoy en mi duelo particular y ahí queda.
A lo largo de los años coincidiríamos en fiestas universitarias varias sin que se diesen las circunstancias para que ninguno de los dos moviese ficha aunque se veía cierto deseo insatisfecho latente. La última vez, durante la primera cita con quien a la postre sería pareja mía durante 5 años. Nos dimos de bruces mientras mi ex se fue al baño: conversación acelerada sabiendo que la voy a cortar abruptamente, cosa que hago en cuanto vuelve mi cita sin siquiera presentarles. Al día siguiente me disculpo explicándole que estaba en una cita que me importaba y nada, todo bien.

Elipsis de 8-9 años.

Me he abierto una cuenta de Instagram donde subo stories de chorradas. No sé muy bien cómo ni por qué sigo a madrileña1, una reportera de viajes gastronómicos de reputada publicación, muy guapa y con una forma de producir contenido que por alguna razón me gusta. Carente de la estupidez contemporánea en este tipo de medios, sin autobombo, ajena a la hoguera de las vanidades que es instagram, paseando su belleza con naturalidad, concisa, buen estilo en la escritura, seis años más joven que yo, diferencia óptima a mi parecer, que permite no compartir frustraciones generacionales sin por ello tener cosmovisiones demasiado divergentes.

Estoy desempaquetando mi último pedido de IKEA cuando compruebo que donde pensaba que había hecho la tontería de comprar una barra para los jabones de la bañera, así como muy cuca, rollo spa ambientado con bambús y tal (para que mis ligues vean que cuido la decoración, al tiempo que sugiero veladamente que podemos hacer cosas con sales y cosas así en la bañera), resulta que no, que he comprado dos. Así que me decido a ofrecer la segunda en mis redes a cambio de una cerveza. Sorpresivamente, sin haber cruzado palabra jamás, sin saber siquiera que ella también me seguía, madrileña1 salta a la palestra y dice que la quiere. Y yo… vale pero ¿dónde tengo que entregarla? En Madrid. Ufff, vale, lo único habría que ver el tema alojamiento, que no me pilla a mano precisamente. No te preocupes, yo (ella) me encargo, guiño, guiño. Vale, pues te aviso cuando me vaya bien que ahora mismo estoy muy liado.

Esto en marzo pasado.

Unos meses antes había retomado contacto con madrileña2 también por instagram. Por alguna razón volvíamos a contarnos nuestras confidencias y demás con total naturalidad (bueno, ya se ve que a mí no me hace falta mucho). En enero me propuso una cerveza durante una visita a su pueblo natal navarro pero decliné la invitación porque en aquellos días yo estaba inmerso en una especie de depresión post migratoria agravada por las expectativas frustradas con una chica por la que en parte había vuelto a España y que estaba pasando de mí olímpicamente. Eso al margen de otras tres historias que estaban esperando el desenlace de la principal (ya lo contaré en otra ocasión). Vamos, que no quería a nadie más en mi mapa emocional en un momento en que todo iba de culo.

Pasan los meses y yo empiezo a planear mi viaje a India. Como tengo un porrón de vacaciones acumuladas, pienso que igual hago escala en Estambul. A los pocos días, madrileña1 empieza a publicar sus movidas gastronómicas precisamente en Estambul volviendo a poner de actualidad lo que había quedado en anécdota. Le escribo pidiéndole que me prepare una lista de sitios, que planeo pasar por Estambul en breve y que, por cierto, la barra de bañera sigue en mi casa, reconvertida en centro de mesa para evitar que el mantel se desplace. Me dice que sigue interesada, que tiene los jabones contra el borde curvado de la bañera, que le dejan una huella que escurre por el lateral que luego tiene que frotar y que le genera incomodidad ese hecho. Así que le digo que entonces mejor no me dé la lista, que ya me lo cuenta con una cerveza cuando completemos la transacción. Estupendo, me dice. Así que le propongo pasar por Madrid justo antes de emprender viaje hacia Asia. Le parece genial porque, cuando yo vuelva, ella va a estar en Perú y posiblemente no vuelva a haber oportunidad hasta marzo.

Con toda la emosio marcho hacia Madrid cuando me avisa de que le ha salido un reportaje en Álava y que va a faltar a la cita. Prácticamente nos cruzamos en la autovía. Así que nada, reorganizo con amigos y me vengo para India (Estambul no fue).

Durante las siguientes semanas parece que los dos nos aplicamos en darle al fuelle para que no se apague el tema antes de marzo. Parece que hay un interés mutuo por conocernos bastante grande.

Bueno, pues resulta que madrileña2 también trabaja en otra revista de renombre de target femenino, encargándose de temas del corazón, todo muy mr.Wonderful y así, lo cuál a mí me genera la duda de si ella es realmente así o es una cuestión de exigencias laborales. El caso es que, por lo que sea, un buen día deciden mandarle a cubrir un evento gastronómico.

Estaba yo caminando hacia la estación de tren de Kacheguda por el arcén de una carretera de mierda hace ahora cuatro semanas cuando empiezo a ver en Instagram stories cruzadas sobre la maravillosa serendipia que estaba suponiendo que madrileña1 compartiera mesa con madrileña2 en el próximo restaurante de moda de Madrid y viceversa. Ay dios! me digo. Y, efectivamente, a los pocos minutos me escribe madrileña1: ¿te han mandado una foto? No, ¿por qué? Ay! es que estoy con una chica majísima que te conoce, y te iba a mandar un selfie de las dos en el que yo estaba con mascarilla, aunque ya le he dicho que no me ibas a reconocer, porque en realidad aún no nos hemos visto en persona. ¡Pues todavía no! Pero ya me estaba volviendo un poco loco viendo stories por duplicado, ya me había dado cuenta que estabais juntas, lo que no entiendo es qué pinto yo en la conversación… Ah! Nada, que madrileña2 había visto alguna vez que me seguías y al hablarle de mi último viaje a India se ha acordado y te ha mencionado. Ah! Vale, vale, joder que casualidad! Si! Ya ves! Qué bien me ha caído! Claro, es que es muy maja… etc, etc.

A los dos días me escribe madrileña2: ¡el otro día estuve con tu reportera favorita! Ay dios, me digo. ¿Reportera favorita? ¡Si! ¡Con madrileña1! ¡Qué chica más maja! Es un amor de persona, nos acabamos de conocer y ya somos BFF, qué envidia me da, ya le he dicho que quiero ser ella, guapa, inteligente, con un trabajo genial…Mira! Ahí que me llega el anticipado selfie. Pues sí que le hubiese reconocido, pienso, esa melena negra y esos ojos son inconfundibles. Y como me da la impresión de que madrileña2 me está vendiendo descaradamente a madrileña1, lo cuál me congratula, decido indagar más sobre la naturaleza de su conversación: bien bien, todo esto que me cuentas, genial pero… ¿por qué lo de reportera favorita? Y nada, que no, que parece nadie reveló sus cartas.

A los tres días subo un selfie a Instagram (cosa que habré hecho 3 veces entre 800 fotos) e inmediatamente vuelve madrileña2 y me dice que ha visto la foto y me lo tiene que decir ya: hay que tomarse esa cerveza que cancelamos el pasado enero. Luego que si ay! que qué vergüenza, que no tenemos nada que ver el uno con el otro, que si no sabe flirtear porque siempre le entran a ella, que si borraría el mensaje anterior, etc etc. Y yo, coño, pues no me estabas vendiendo a madrileña1…¿qué coño es esto?

Así que nada, yo quiero conocer a madrileña1, que tiene secuestrada toda mi atención pero no puede ser hasta dentro de unos meses, que a saber si el interés o la disponibilidad se mantienen hasta entonces. Mientras tanto, madrileña2 quiere que nos veamos en cuanto vuelva, aunque las posibilidades razonables de que cuaje algo sepamos los dos que son remotas y eso, lo de Calcuta entre medias.

Ala, a comentar. ¿Cuál debería ser el proceder?

Zoetrope escribió:

albichuela escribió:Lo de Madrid, ya que estamos: abro consultocho de visiller@s foreriles.

Nos remontamos a hace 20 años, nada menos (que sé que os gustan estas cosas de larga trayectoria), a un campamento para adolescentes que simulan estar aprendiendo idiomas en las islas británicas.

Yo, con 15 añitos, estoy pasando por mi primer desengaño (aun tardaría años en darle carpetazo) cuando conozco a madrileña2. Una chica guapísima aunque con una característica física que me genera cierto rechazo involuntario. En cualquier caso, hacemos buenas migas. Le gusta hablar, nos contamos nuestras movidas y queda claro que hay cierta sintonía. Yo entonces era de lo más naive y ella sigue siéndolo. Yo no doy el paso porque estoy en mi duelo particular y ahí queda.
A lo largo de los años coincidiríamos en fiestas universitarias varias sin que se diesen las circunstancias para que ninguno de los dos moviese ficha aunque se veía cierto deseo insatisfecho latente. La última vez, durante la primera cita con quien a la postre sería pareja mía durante 5 años. Nos dimos de bruces mientras mi ex se fue al baño: conversación acelerada sabiendo que la voy a cortar abruptamente, cosa que hago en cuanto vuelve mi cita sin siquiera presentarles. Al día siguiente me disculpo explicándole que estaba en una cita que me importaba y nada, todo bien.

Elipsis de 8-9 años.

Me he abierto una cuenta de Instagram donde subo stories de chorradas. No sé muy bien cómo ni por qué sigo a madrileña1, una reportera de viajes gastronómicos de reputada publicación, muy guapa y con una forma de producir contenido que por alguna razón me gusta. Carente de la estupidez contemporánea en este tipo de medios, sin autobombo, ajena a la hoguera de las vanidades que es instagram, paseando su belleza con naturalidad, concisa, buen estilo en la escritura, seis años más joven que yo, diferencia óptima a mi parecer, que permite no compartir frustraciones generacionales sin por ello tener cosmovisiones demasiado divergentes.

Estoy desempaquetando mi último pedido de IKEA cuando compruebo que donde pensaba que había hecho la tontería de comprar una barra para los jabones de la bañera, así como muy cuca, rollo spa ambientado con bambús y tal (para que mis ligues vean que cuido la decoración, al tiempo que sugiero veladamente que podemos hacer cosas con sales y cosas así en la bañera), resulta que no, que he comprado dos. Así que me decido a ofrecer la segunda en mis redes a cambio de una cerveza. Sorpresivamente, sin haber cruzado palabra jamás, sin saber siquiera que ella también me seguía, madrileña1 salta a la palestra y dice que la quiere. Y yo… vale pero ¿dónde tengo que entregarla? En Madrid. Ufff, vale, lo único habría que ver el tema alojamiento, que no me pilla a mano precisamente. No te preocupes, yo (ella) me encargo, guiño, guiño. Vale, pues te aviso cuando me vaya bien que ahora mismo estoy muy liado.

Esto en marzo pasado.

Unos meses antes había retomado contacto con madrileña2 también por instagram. Por alguna razón volvíamos a contarnos nuestras confidencias y demás con total naturalidad (bueno, ya se ve que a mí no me hace falta mucho). En enero me propuso una cerveza durante una visita a su pueblo natal navarro pero decliné la invitación porque en aquellos días yo estaba inmerso en una especie de depresión post migratoria agravada por las expectativas frustradas con una chica por la que en parte había vuelto a España y que estaba pasando de mí olímpicamente. Eso al margen de otras tres historias que estaban esperando el desenlace de la principal (ya lo contaré en otra ocasión). Vamos, que no quería a nadie más en mi mapa emocional en un momento en que todo iba de culo.

Pasan los meses y yo empiezo a planear mi viaje a India. Como tengo un porrón de vacaciones acumuladas, pienso que igual hago escala en Estambul. A los pocos días, madrileña1 empieza a publicar sus movidas gastronómicas precisamente en Estambul volviendo a poner de actualidad lo que había quedado en anécdota. Le escribo pidiéndole que me prepare una lista de sitios, que planeo pasar por Estambul en breve y que, por cierto, la barra de bañera sigue en mi casa, reconvertida en centro de mesa para evitar que el mantel se desplace. Me dice que sigue interesada, que tiene los jabones contra el borde curvado de la bañera, que le dejan una huella que escurre por el lateral que luego tiene que frotar y que le genera incomodidad ese hecho. Así que le digo que entonces mejor no me dé la lista, que ya me lo cuenta con una cerveza cuando completemos la transacción. Estupendo, me dice. Así que le propongo pasar por Madrid justo antes de emprender viaje hacia Asia. Le parece genial porque, cuando yo vuelva, ella va a estar en Perú y posiblemente no vuelva a haber oportunidad hasta marzo.

Con toda la emosio marcho hacia Madrid cuando me avisa de que le ha salido un reportaje en Álava y que va a faltar a la cita. Prácticamente nos cruzamos en la autovía. Así que nada, reorganizo con amigos y me vengo para India (Estambul no fue).

Durante las siguientes semanas parece que los dos nos aplicamos en darle al fuelle para que no se apague el tema antes de marzo. Parece que hay un interés mutuo por conocernos bastante grande.

Bueno, pues resulta que madrileña2 también trabaja en otra revista de renombre de target femenino, encargándose de temas del corazón, todo muy mr.Wonderful y así, lo cuál a mí me genera la duda de si ella es realmente así o es una cuestión de exigencias laborales. El caso es que, por lo que sea, un buen día deciden mandarle a cubrir un evento gastronómico.

Estaba yo caminando hacia la estación de tren de Kacheguda por el arcén de una carretera de mierda hace ahora cuatro semanas cuando empiezo a ver en Instagram stories cruzadas sobre la maravillosa serendipia que estaba suponiendo que madrileña1 compartiera mesa con madrileña2 en el próximo restaurante de moda de Madrid y viceversa. Ay dios! me digo. Y, efectivamente, a los pocos minutos me escribe madrileña1: ¿te han mandado una foto? No, ¿por qué? Ay! es que estoy con una chica majísima que te conoce, y te iba a mandar un selfie de las dos en el que yo estaba con mascarilla, aunque ya le he dicho que no me ibas a reconocer, porque en realidad aún no nos hemos visto en persona. ¡Pues todavía no! Pero ya me estaba volviendo un poco loco viendo stories por duplicado, ya me había dado cuenta que estabais juntas, lo que no entiendo es qué pinto yo en la conversación… Ah! Nada, que madrileña2 había visto alguna vez que me seguías y al hablarle de mi último viaje a India se ha acordado y te ha mencionado. Ah! Vale, vale, joder que casualidad! Si! Ya ves! Qué bien me ha caído! Claro, es que es muy maja… etc, etc.

A los dos días me escribe madrileña2: ¡el otro día estuve con tu reportera favorita! Ay dios, me digo. ¿Reportera favorita? ¡Si! ¡Con madrileña1! ¡Qué chica más maja! Es un amor de persona, nos acabamos de conocer y ya somos BFF, qué envidia me da, ya le he dicho que quiero ser ella, guapa, inteligente, con un trabajo genial…Mira! Ahí que me llega el anticipado selfie. Pues sí que le hubiese reconocido, pienso, esa melena negra y esos ojos son inconfundibles. Y como me da la impresión de que madrileña2 me está vendiendo descaradamente a madrileña1, lo cuál me congratula, decido indagar más sobre la naturaleza de su conversación: bien bien, todo esto que me cuentas, genial pero… ¿por qué lo de reportera favorita? Y nada, que no, que parece nadie reveló sus cartas.

A los tres días subo un selfie a Instagram (cosa que habré hecho 3 veces entre 800 fotos) e inmediatamente vuelve madrileña2 y me dice que ha visto la foto y me lo tiene que decir ya: hay que tomarse esa cerveza que cancelamos el pasado enero. Luego que si ay! que qué vergüenza, que no tenemos nada que ver el uno con el otro, que si no sabe flirtear porque siempre le entran a ella, que si borraría el mensaje anterior, etc etc. Y yo, coño, pues no me estabas vendiendo a madrileña1…¿qué coño es esto?

Así que nada, yo quiero conocer a madrileña1, que tiene secuestrada toda mi atención pero no puede ser hasta dentro de unos meses, que a saber si el interés o la disponibilidad se mantienen hasta entonces. Mientras tanto, madrileña2 quiere que nos veamos en cuanto vuelva, aunque las posibilidades razonables de que cuaje algo sepamos los dos que son remotas y eso, lo de Calcuta entre medias.

Ala, a comentar. ¿Cuál debería ser el proceder?

Recuerda que además del comodín del público tienes el de la llamada.

albichuela escribió:

Zoetrope escribió:

albichuela escribió:Lo de Madrid, ya que estamos: abro consultocho de visiller@s foreriles.

Nos remontamos a hace 20 años, nada menos (que sé que os gustan estas cosas de larga trayectoria), a un campamento para adolescentes que simulan estar aprendiendo idiomas en las islas británicas.

Yo, con 15 añitos, estoy pasando por mi primer desengaño (aun tardaría años en darle carpetazo) cuando conozco a madrileña2. Una chica guapísima aunque con una característica física que me genera cierto rechazo involuntario. En cualquier caso, hacemos buenas migas. Le gusta hablar, nos contamos nuestras movidas y queda claro que hay cierta sintonía. Yo entonces era de lo más naive y ella sigue siéndolo. Yo no doy el paso porque estoy en mi duelo particular y ahí queda.
A lo largo de los años coincidiríamos en fiestas universitarias varias sin que se diesen las circunstancias para que ninguno de los dos moviese ficha aunque se veía cierto deseo insatisfecho latente. La última vez, durante la primera cita con quien a la postre sería pareja mía durante 5 años. Nos dimos de bruces mientras mi ex se fue al baño: conversación acelerada sabiendo que la voy a cortar abruptamente, cosa que hago en cuanto vuelve mi cita sin siquiera presentarles. Al día siguiente me disculpo explicándole que estaba en una cita que me importaba y nada, todo bien.

Elipsis de 8-9 años.

Me he abierto una cuenta de Instagram donde subo stories de chorradas. No sé muy bien cómo ni por qué sigo a madrileña1, una reportera de viajes gastronómicos de reputada publicación, muy guapa y con una forma de producir contenido que por alguna razón me gusta. Carente de la estupidez contemporánea en este tipo de medios, sin autobombo, ajena a la hoguera de las vanidades que es instagram, paseando su belleza con naturalidad, concisa, buen estilo en la escritura, seis años más joven que yo, diferencia óptima a mi parecer, que permite no compartir frustraciones generacionales sin por ello tener cosmovisiones demasiado divergentes.

Estoy desempaquetando mi último pedido de IKEA cuando compruebo que donde pensaba que había hecho la tontería de comprar una barra para los jabones de la bañera, así como muy cuca, rollo spa ambientado con bambús y tal (para que mis ligues vean que cuido la decoración, al tiempo que sugiero veladamente que podemos hacer cosas con sales y cosas así en la bañera), resulta que no, que he comprado dos. Así que me decido a ofrecer la segunda en mis redes a cambio de una cerveza. Sorpresivamente, sin haber cruzado palabra jamás, sin saber siquiera que ella también me seguía, madrileña1 salta a la palestra y dice que la quiere. Y yo… vale pero ¿dónde tengo que entregarla? En Madrid. Ufff, vale, lo único habría que ver el tema alojamiento, que no me pilla a mano precisamente. No te preocupes, yo (ella) me encargo, guiño, guiño. Vale, pues te aviso cuando me vaya bien que ahora mismo estoy muy liado.

Esto en marzo pasado.

Unos meses antes había retomado contacto con madrileña2 también por instagram. Por alguna razón volvíamos a contarnos nuestras confidencias y demás con total naturalidad (bueno, ya se ve que a mí no me hace falta mucho). En enero me propuso una cerveza durante una visita a su pueblo natal navarro pero decliné la invitación porque en aquellos días yo estaba inmerso en una especie de depresión post migratoria agravada por las expectativas frustradas con una chica por la que en parte había vuelto a España y que estaba pasando de mí olímpicamente. Eso al margen de otras tres historias que estaban esperando el desenlace de la principal (ya lo contaré en otra ocasión). Vamos, que no quería a nadie más en mi mapa emocional en un momento en que todo iba de culo.

Pasan los meses y yo empiezo a planear mi viaje a India. Como tengo un porrón de vacaciones acumuladas, pienso que igual hago escala en Estambul. A los pocos días, madrileña1 empieza a publicar sus movidas gastronómicas precisamente en Estambul volviendo a poner de actualidad lo que había quedado en anécdota. Le escribo pidiéndole que me prepare una lista de sitios, que planeo pasar por Estambul en breve y que, por cierto, la barra de bañera sigue en mi casa, reconvertida en centro de mesa para evitar que el mantel se desplace. Me dice que sigue interesada, que tiene los jabones contra el borde curvado de la bañera, que le dejan una huella que escurre por el lateral que luego tiene que frotar y que le genera incomodidad ese hecho. Así que le digo que entonces mejor no me dé la lista, que ya me lo cuenta con una cerveza cuando completemos la transacción. Estupendo, me dice. Así que le propongo pasar por Madrid justo antes de emprender viaje hacia Asia. Le parece genial porque, cuando yo vuelva, ella va a estar en Perú y posiblemente no vuelva a haber oportunidad hasta marzo.

Con toda la emosio marcho hacia Madrid cuando me avisa de que le ha salido un reportaje en Álava y que va a faltar a la cita. Prácticamente nos cruzamos en la autovía. Así que nada, reorganizo con amigos y me vengo para India (Estambul no fue).

Durante las siguientes semanas parece que los dos nos aplicamos en darle al fuelle para que no se apague el tema antes de marzo. Parece que hay un interés mutuo por conocernos bastante grande.

Bueno, pues resulta que madrileña2 también trabaja en otra revista de renombre de target femenino, encargándose de temas del corazón, todo muy mr.Wonderful y así, lo cuál a mí me genera la duda de si ella es realmente así o es una cuestión de exigencias laborales. El caso es que, por lo que sea, un buen día deciden mandarle a cubrir un evento gastronómico.

Estaba yo caminando hacia la estación de tren de Kacheguda por el arcén de una carretera de mierda hace ahora cuatro semanas cuando empiezo a ver en Instagram stories cruzadas sobre la maravillosa serendipia que estaba suponiendo que madrileña1 compartiera mesa con madrileña2 en el próximo restaurante de moda de Madrid y viceversa. Ay dios! me digo. Y, efectivamente, a los pocos minutos me escribe madrileña1: ¿te han mandado una foto? No, ¿por qué? Ay! es que estoy con una chica majísima que te conoce, y te iba a mandar un selfie de las dos en el que yo estaba con mascarilla, aunque ya le he dicho que no me ibas a reconocer, porque en realidad aún no nos hemos visto en persona. ¡Pues todavía no! Pero ya me estaba volviendo un poco loco viendo stories por duplicado, ya me había dado cuenta que estabais juntas, lo que no entiendo es qué pinto yo en la conversación… Ah! Nada, que madrileña2 había visto alguna vez que me seguías y al hablarle de mi último viaje a India se ha acordado y te ha mencionado. Ah! Vale, vale, joder que casualidad! Si! Ya ves! Qué bien me ha caído! Claro, es que es muy maja… etc, etc.

A los dos días me escribe madrileña2: ¡el otro día estuve con tu reportera favorita! Ay dios, me digo. ¿Reportera favorita? ¡Si! ¡Con madrileña1! ¡Qué chica más maja! Es un amor de persona, nos acabamos de conocer y ya somos BFF, qué envidia me da, ya le he dicho que quiero ser ella, guapa, inteligente, con un trabajo genial…Mira! Ahí que me llega el anticipado selfie. Pues sí que le hubiese reconocido, pienso, esa melena negra y esos ojos son inconfundibles. Y como me da la impresión de que madrileña2 me está vendiendo descaradamente a madrileña1, lo cuál me congratula, decido indagar más sobre la naturaleza de su conversación: bien bien, todo esto que me cuentas, genial pero… ¿por qué lo de reportera favorita? Y nada, que no, que parece nadie reveló sus cartas.

A los tres días subo un selfie a Instagram (cosa que habré hecho 3 veces entre 800 fotos) e inmediatamente vuelve madrileña2 y me dice que ha visto la foto y me lo tiene que decir ya: hay que tomarse esa cerveza que cancelamos el pasado enero. Luego que si ay! que qué vergüenza, que no tenemos nada que ver el uno con el otro, que si no sabe flirtear porque siempre le entran a ella, que si borraría el mensaje anterior, etc etc. Y yo, coño, pues no me estabas vendiendo a madrileña1…¿qué coño es esto?

Así que nada, yo quiero conocer a madrileña1, que tiene secuestrada toda mi atención pero no puede ser hasta dentro de unos meses, que a saber si el interés o la disponibilidad se mantienen hasta entonces. Mientras tanto, madrileña2 quiere que nos veamos en cuanto vuelva, aunque las posibilidades razonables de que cuaje algo sepamos los dos que son remotas y eso, lo de Calcuta entre medias.

Ala, a comentar. ¿Cuál debería ser el proceder?

Recuerda que además del comodín del público tienes el de la llamada.

Y que si yerras en la respuesta pierdes todo lo acumulado por no plantarte a tiempo.

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

atila escribió:Está claro que a Madrileña2 le gustas mucho más. Pero es casi seguro que le contará a M1 que habéis follado (si se diera).
Si a M1 no le importa una vez se entera, porque es de poliamor, lucky you, porque habrás disfrutado con las dos. También es muy probable que luego se lo cuente a M2.

Así que o las 2 son de poliamor (y creo que M2 no) o tienes que decidir cuál te gusta más.

atila escribió:Está claro que a Madrileña2 le gustas mucho más. Pero es casi seguro que le contará a M1 que habéis follado (si se diera).
Si a M1 no le importa una vez se entera, porque es de poliamor, lucky you, porque habrás disfrutado con las dos. También es muy probable que luego se lo cuente a M2.

Así que o las 2 son de poliamor (y creo que M2 no) o tienes que decidir cuál te gusta más.

El facha catalán escribió:Amigo Albichuela ¿de qué edades estamos hablando?

albichuela escribió:

El facha catalán escribió:Amigo Albichuela ¿de qué edades estamos hablando?

M2 36(de ahora en adelante M36
M1 29(de ahora en adelante M29)

M36 no es del poliamor, no. Y sospecho que le gusta IZAL.

albichuela escribió:

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

Están cerca de probar que te jode el cerebro. O eso me llega por todas partes últimamente. Watch out!

Cerpin Taxt escribió:albi tiene el honor de ser el único forero cuyos tochos me leo con gran detalle

aparte de que me ha dado unas ganas terribles de hacerme instagram pero no tengo ni 1/4 del salero que él

Infernu, aquí tienes a tu nuevo dios

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

albichuela escribió:

Cerpin Taxt escribió:albi tiene el honor de ser el único forero cuyos tochos me leo con gran detalle

aparte de que me ha dado unas ganas terribles de hacerme instagram pero no tengo ni 1/4 del salero que él

Infernu, aquí tienes a tu nuevo dios

RockRotten escribió:

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

RockRotten escribió:

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

R'as Kal Bhul escribió:

RockRotten escribió:

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

No os entiendo, el clickbait claro era descubrir la característica física de una de las madrileñas que le causa rechazo....

Pero el muy trilero no lo suelta.

R'as Kal Bhul escribió:

RockRotten escribió:

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

No os entiendo, el clickbait claro era descubrir la característica física de una de las madrileñas que le causa rechazo....

Pero el muy trilero no lo suelta.

Infernu escribió:

R'as Kal Bhul escribió:

RockRotten escribió:

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

No os entiendo, el clickbait claro era descubrir la característica física de una de las madrileñas que le causa rechazo....

Pero el muy trilero no lo suelta.

Porque aquí somos atabalistas y eso nos la suda.

albichuela escribió:

R'as Kal Bhul escribió:

RockRotten escribió:

Godofredo escribió:Yo me lo he leído con gran interés pensando que al final acababa en trío.

Maldito porno

No os entiendo, el clickbait claro era descubrir la característica física de una de las madrileñas que le causa rechazo....

Pero el muy trilero no lo suelta.

A los raskalistas se nos presupone suficiente clase como para no revelar estas cosas.