Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
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Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Steve Trumbo escribió:se habla poco del esmegma.
buenas noches.
Steve Trumbo escribió:se habla poco del esmegma.
buenas noches.
Rikileaks- Mensajes : 82839
Fecha de inscripción : 17/01/2012
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Steve Trumbo escribió:Ya está bien por hoy, creo yo.
Sigo asimilando las ultimas lecturas
PD: no me refiero a las de auras capuchiles, por si era necesario aclararlo
Toro- Mensajes : 28473
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
ruso escribió:Steve Trumbo escribió:Jud escribió:Steve Trumbo escribió:Por cierto, tengo una capacidad visionaria con una efectividad de un 90% para adivinar si un hombre está operado de fimosis o lleva la polla sin descapullar. Un poder secundario al de adivinador de resultados deportivos.
Pero esto para otra ocasión.
Joder menudo giro
Xavi está operado.
Buenas noches.
Meeec error
Pero porque me he perdido yo este topic...
Pier- Mensajes : 26144
Fecha de inscripción : 03/03/2010
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Joder, me paso un día sin entrar y la que liais
Perry go round- Mensajes : 22752
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Llevo bastante tiempo disfrutando de este foro, pero soy de esos espectadores a los que les cuesta mucho decidirse a dar el paso de aspirar a ser uno más en esta ENORME comunidad. A modo de CV puedo decir que estuve presente en grandes hilos y que todos los días espero reflotes de algunos hilos que contribuyen a forjar mi opinión sobre determinados temas desde hace tiempo, aunque sólo sea por descubrir puntos de vista ajenos.
(Mención especial al correspondiente a JdT, soy de los que creen que la octava temporada es una puta mierda de tomadura de pelo, pero la vería una y otra vez como si fuera la primera vez sólo por volver a ser testigo de aquellos debates interminables y recurrentes...)
Pese a todo no había intervenido aún, pero creo que por fin me animo a hacerlo porque este hilo merece el que pueda firmar públicamente mi primer "yo estuve aquí", en este glorioso compendio de grandiosos momentos de anécdotas, testimonios, confesiones y teorías de todo tipo.
Más allá del garabato en la puerta del baño, no tengo mucho que añadir porque casi todo lo que pienso o conozco ya ha sido expresado previamente. En todo caso multitud de emojis de aplausos, loas y flechitas negras para todos vosotros.
Y por aportar algo propio, soy de los que opinan que a estas alturas ya hemos hecho el ridículo bastante y ante el menor atisbo de pérdida de dignidad, habilidad que nunca acaba de separarse de uno, mejor plegar velas y echar el ancla. Pero aspiro a replicar comportamientos de valentía, o quizás sea simple naturalidad, que veo por aquí y que sin duda ofrecen mejores resultados que lo que suelo venir intentando (o no intentando más bien).
(Mención especial al correspondiente a JdT, soy de los que creen que la octava temporada es una puta mierda de tomadura de pelo, pero la vería una y otra vez como si fuera la primera vez sólo por volver a ser testigo de aquellos debates interminables y recurrentes...)
Pese a todo no había intervenido aún, pero creo que por fin me animo a hacerlo porque este hilo merece el que pueda firmar públicamente mi primer "yo estuve aquí", en este glorioso compendio de grandiosos momentos de anécdotas, testimonios, confesiones y teorías de todo tipo.
Más allá del garabato en la puerta del baño, no tengo mucho que añadir porque casi todo lo que pienso o conozco ya ha sido expresado previamente. En todo caso multitud de emojis de aplausos, loas y flechitas negras para todos vosotros.
Y por aportar algo propio, soy de los que opinan que a estas alturas ya hemos hecho el ridículo bastante y ante el menor atisbo de pérdida de dignidad, habilidad que nunca acaba de separarse de uno, mejor plegar velas y echar el ancla. Pero aspiro a replicar comportamientos de valentía, o quizás sea simple naturalidad, que veo por aquí y que sin duda ofrecen mejores resultados que lo que suelo venir intentando (o no intentando más bien).
KoyoteBros- Mensajes : 344
Fecha de inscripción : 20/01/2020
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Koyote escribió:Aprovechando unas vacaciones en el extranjero mi hermano y yo nos hemos hecho Tinder para ver nuestra aceptación internacional. En un par de días él ha tenido 20 matches y yo 1. Estoy fuera del mercado...
Por alusiones, efectivamente unos cuantos matches en apenas dos días, pero hubo truco: me puse una foto muy chula en la que salgo acariciando un gato en la nieve. Obviamente los matches fueron por el gato, supongo que a mí ni me vieron.
KoyoteBros- Mensajes : 344
Fecha de inscripción : 20/01/2020
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
KoyoteBros escribió:Llevo bastante tiempo disfrutando de este foro, pero soy de esos espectadores a los que les cuesta mucho decidirse a dar el paso de aspirar a ser uno más en esta ENORME comunidad. A modo de CV puedo decir que estuve presente en grandes hilos y que todos los días espero reflotes de algunos hilos que contribuyen a forjar mi opinión sobre determinados temas desde hace tiempo, aunque sólo sea por descubrir puntos de vista ajenos.
(Mención especial al correspondiente a JdT, soy de los que creen que la octava temporada es una puta mierda de tomadura de pelo, pero la vería una y otra vez como si fuera la primera vez sólo por volver a ser testigo de aquellos debates interminables y recurrentes...)
Pese a todo no había intervenido aún, pero creo que por fin me animo a hacerlo porque este hilo merece el que pueda firmar públicamente mi primer "yo estuve aquí", en este glorioso compendio de grandiosos momentos de anécdotas, testimonios, confesiones y teorías de todo tipo.
Más allá del garabato en la puerta del baño, no tengo mucho que añadir porque casi todo lo que pienso o conozco ya ha sido expresado previamente. En todo caso multitud de emojis de aplausos, loas y flechitas negras para todos vosotros.
Y por aportar algo propio, soy de los que opinan que a estas alturas ya hemos hecho el ridículo bastante y ante el menor atisbo de pérdida de dignidad, habilidad que nunca acaba de separarse de uno, mejor plegar velas y echar el ancla. Pero aspiro a replicar comportamientos de valentía, o quizás sea simple naturalidad, que veo por aquí y que sin duda ofrecen mejores resultados que lo que suelo venir intentando (o no intentando más bien).
Bienvenidísimo, hombre
Jud- Moderadora
- Mensajes : 33993
Fecha de inscripción : 14/05/2016
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Steve Trumbo escribió:Toro escribió:Steve Trumbo escribió:Godofredo escribió:Steve Trumbo escribió:Por cierto, tengo una capacidad visionaria con una efectividad de un 90% para adivinar si un hombre está operado de fimosis o lleva la polla sin descapullar. Un poder secundario al de adivinador de resultados deportivos.
Pero esto para otra ocasión.
Venga, prueba
Tú sin operar, claramente. Pellejazo y de color semi negro además, muy moreno.
Pero es por la cara o por la forma de expresarse??
no sabría decir, me lo transmite y ya está la persona. Que no es que piense en eso cuando hablo con alguien pero si es una persona con la que he coincidido varias veces y pienso en ese asunto a mi mente le viene un resultado que es sorprendentemente aproximado a la realidad
Con godo he coincidido varias veces y con Ruso muy poquito, tengo excusa por ahí.
Fijo que es eso
Jud- Moderadora
- Mensajes : 33993
Fecha de inscripción : 14/05/2016
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Jajajaj totalmente, no dejó de pensarlo leyendo este hilo desde ayer. Podría salir perfectamente en Plataforma x)Loza escribió:trumbo es un personaje de houllebecq
BLINK503- Mensajes : 6067
Fecha de inscripción : 08/01/2018
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Steve Trumbo escribió:Godofredo escribió:
¿O le habéis dicho a alguna que la chupa fatal?
lo que digan o lo que no digan no importa.
Lo importante es cuerpo arqueándose subiendo y bajando + calambres en el vientre (que eso no se puede imitar salvo que seas como alves y la capoeira) +gritos que despierten al vecindario.
si esa chica lo que hace es "uh uh uhh", sin moverse mucho ni gritar y sin emocionarse mucho te dice que lo haces muy bien...falso.
Esto me recuerda a una conversación del otro día en la que un amigo, llegado a este punto del relato, añadía: "y entonces le digo 'no te preocupes, que yo te sostengo!'" poniendo el brazo en forma de L y juntando las llemas de los dedos.
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
KoyoteBros escribió:Llevo bastante tiempo disfrutando de este foro, pero soy de esos espectadores a los que les cuesta mucho decidirse a dar el paso de aspirar a ser uno más en esta ENORME comunidad. A modo de CV puedo decir que estuve presente en grandes hilos y que todos los días espero reflotes de algunos hilos que contribuyen a forjar mi opinión sobre determinados temas desde hace tiempo, aunque sólo sea por descubrir puntos de vista ajenos.
(Mención especial al correspondiente a JdT, soy de los que creen que la octava temporada es una puta mierda de tomadura de pelo, pero la vería una y otra vez como si fuera la primera vez sólo por volver a ser testigo de aquellos debates interminables y recurrentes...)
Pese a todo no había intervenido aún, pero creo que por fin me animo a hacerlo porque este hilo merece el que pueda firmar públicamente mi primer "yo estuve aquí", en este glorioso compendio de grandiosos momentos de anécdotas, testimonios, confesiones y teorías de todo tipo.
Más allá del garabato en la puerta del baño, no tengo mucho que añadir porque casi todo lo que pienso o conozco ya ha sido expresado previamente. En todo caso multitud de emojis de aplausos, loas y flechitas negras para todos vosotros.
Y por aportar algo propio, soy de los que opinan que a estas alturas ya hemos hecho el ridículo bastante y ante el menor atisbo de pérdida de dignidad, habilidad que nunca acaba de separarse de uno, mejor plegar velas y echar el ancla. Pero aspiro a replicar comportamientos de valentía, o quizás sea simple naturalidad, que veo por aquí y que sin duda ofrecen mejores resultados que lo que suelo venir intentando (o no intentando más bien).
Nadie se estrena en el hilo de la poesía
Bienvenido
Esmeralda- Forera del Año
- Mensajes : 18740
Fecha de inscripción : 21/02/2018
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Esmeralda escribió:KoyoteBros escribió:Llevo bastante tiempo disfrutando de este foro, pero soy de esos espectadores a los que les cuesta mucho decidirse a dar el paso de aspirar a ser uno más en esta ENORME comunidad. A modo de CV puedo decir que estuve presente en grandes hilos y que todos los días espero reflotes de algunos hilos que contribuyen a forjar mi opinión sobre determinados temas desde hace tiempo, aunque sólo sea por descubrir puntos de vista ajenos.
(Mención especial al correspondiente a JdT, soy de los que creen que la octava temporada es una puta mierda de tomadura de pelo, pero la vería una y otra vez como si fuera la primera vez sólo por volver a ser testigo de aquellos debates interminables y recurrentes...)
Pese a todo no había intervenido aún, pero creo que por fin me animo a hacerlo porque este hilo merece el que pueda firmar públicamente mi primer "yo estuve aquí", en este glorioso compendio de grandiosos momentos de anécdotas, testimonios, confesiones y teorías de todo tipo.
Más allá del garabato en la puerta del baño, no tengo mucho que añadir porque casi todo lo que pienso o conozco ya ha sido expresado previamente. En todo caso multitud de emojis de aplausos, loas y flechitas negras para todos vosotros.
Y por aportar algo propio, soy de los que opinan que a estas alturas ya hemos hecho el ridículo bastante y ante el menor atisbo de pérdida de dignidad, habilidad que nunca acaba de separarse de uno, mejor plegar velas y echar el ancla. Pero aspiro a replicar comportamientos de valentía, o quizás sea simple naturalidad, que veo por aquí y que sin duda ofrecen mejores resultados que lo que suelo venir intentando (o no intentando más bien).
Nadie se estrena en el hilo de la poesía
Bienvenido
¡Bienvenido!
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Steve Trumbo escribió:se habla poco del esmegma.
buenas noches.
Trumbo, si te toca la lotería, te veo abriendo un bar al que pondrías el nombre ESMEGMA y un avión serigrafíado con la misma palabra.
atila- Mensajes : 30965
Fecha de inscripción : 20/07/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Infernu- Mensajes : 56574
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Infernu escribió:es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras
Has definido Jotdown.
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Jud- Moderadora
- Mensajes : 33993
Fecha de inscripción : 14/05/2016
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Y me he ido a los comentarios, para descubrir que también hay gilipoyas entre los que saben expresarse
Con 15 o 20 me ha bastado. Vuelvo a la guarida azkenera.
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
albichuela escribió:Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Y me he ido a los comentarios, para descubrir que también hay gilipoyas entre los que saben expresarse
Con 15 o 20 me ha bastado. Vuelvo a la guarida azkenera.
Jajajaj yo igual
Jud- Moderadora
- Mensajes : 33993
Fecha de inscripción : 14/05/2016
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Jud escribió:albichuela escribió:Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Y me he ido a los comentarios, para descubrir que también hay gilipoyas entre los que saben expresarse
Con 15 o 20 me ha bastado. Vuelvo a la guarida azkenera.
Jajajaj yo igual
Hubo un tiempo lejano en que abría jotdown y engullía con entusiasmo lo que cualquier resabidillo de medio pelo me contaba. Lo más destacable de esta experiencia ha sido comprobar cuánto se ha reducido mi paciencia y capacidad de atención para ciertas cosas desde entonces.
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Por no chafarte el debate, infernu, dejo aquí este extracto (largo como un artículo de jotdown) de La Broma Infinita que leí ayer y dónde DFW analiza de forma quirúrgica, en 1995, lo que hoy es Snapchat y un altísimo porcentaje de perfiles de Tinder:
- Spoiler:
- ¿POR QUÉ, AUNQUE EN LOS PRIMEROS DÍAS DE LOS TELEORDENADORES INTERNETEADOS DE INTERLACE QUE OPERABAN BÁSICAMENTE CON LA MISMA PARRILLA DE FIBRA DIGITAL DE LAS COMPAÑÍAS TELEFÓNICAS, EL ADVENIMIENTO DEL VIDEOTELÉFONO (TAMBIÉN CONOCIDO COMO VIDEÓFONO) GOZÓ DE UNA ÉPOCA DE INMENSA POPULARIDAD ENTRE LOS CONSUMIDORES-USUARIOS ENCANTADOS CON LA IDEA DE UNA INTERAZ TELEFÓNICA TANTO AUDITIVA COMO FACIAL (SIENDO LA PRIMERA GENERACIÓN DE CÁMARAS VIDEOFÓNICAS DEMASIADO RUDIMENTARIAS DE APERTURA DEMASIADO ESTRECHA COMO PARA ALGO MÁS QUE PRIMEROS PLANOS FACIALES),
EN LA PRIMERA GENERACIÓN DE TELEORDENADORES QUE EN AQUELLOS TIEMPOS ERAN POCO MÁS QUE APARATOS DE TELEVISIÓN DE ALTA TECNOLOGÍA, AUNQUE POR SUPUESTO CONTABAN CON ESE DIMINUTO ICONO, EL AGENTE INTELIGENTE Y HOMONCULAR QUE APARECÍA EN LA ESQUINA DERECHA INFERIOR DE LA PANTALLA DE UN PROGRAMA EMITIDO POR CABLE O POR ONDAS Y TE DECÍA LA HORA Y LA TEMPERATURA EXTERIOR O TE RECORDABA QUE TOMARAS EL MEDICAMENTO PARA LA PRESIÓN ARTERIAL O TE ANUNCIABA UNA OPCIÓN DE ENTRETENIMIENTO ESPECIALMENTE ATRACTIVA QUE EMPEZABA INMEDIATAMENTE EN EL CANAL 491 O ALGO ASÍ, O POR SUPUESTO TE ALERTABA DE INMEDIATO DE UNA LLAMADA VIDEOFÓNICA ENTRANTE Y LUEGO ZAPATEABA CON UN PEQUEÑO E ICÓNICO SOMBRERO DE PAJA Y UN BASTÓN Y CAÍA JUSTO DEBAJO DE UN MENÚ DE POSIBLES OPCIONES PARA RESPONDER Y QUIENES LLAMABAN ADORABAN A LOS DIMINUTOS ICONOS HOMUNCULARES, PERO POR QUÉ, AL CABO DE 16 MESES O 5 PERÍODOS DE VENTA, LA CURVA TUMESCENTE DE DEMANDA DE VIDEOFONÍA DE REPENTE SE COLAPSÓ COMO UNA TIENDA DE CAMPAÑA A LA QUE LE DAS UNA PATADA, DE MODO QUE, PARA EL AÑO DE LA ROPA INTERIOR PARA ADULTOS DEPEND, MENOS DEL DIEZ POR CIENTO DE TODAS LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS PRIVADAS UTILIZABAN UN VIDEOTRANSMISOR DE IMAGEN Y DATOS DE FIBRA O PRODUCTOS Y SERVICIOS SIMILARES, HABIENDO DECIDIDO LA MEDIA DE LOS USUARIOS TELEFÓNICOS DE ESTADOS UNIDOS QUE ÉL /ELLA EN REALIDAD Y DESPUÉS DE TODO PREFERÍA EL RETRÓGADO Y ANTICUADO TELÉFONO INTERLACE SOLO PARA VOZ COMO EN LOS TIEMPOS DE LA BELL, UN CAMBIO RADICAL DE PREFERENCIA QUE LES COSTÓ LA CAMISA A NUMEROSOS EMPRESARIOS QUE SE PRECIPITARON EN INTRODUCIR LA VIDEOTELEFONÍA EN SUS COMPAÑÍAS, ADEMÁS DE DESESTABILIZAR A DOS FONDOS DE INVERSIÓN SUMAMENTE RESPETADOS QUE HABÍAN APOSTADO FUERTEMENTE POR LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA Y QUE CASI LIQUIDÓ EL FONDO FREDDIE-MAC DE JUBILACIÓN EN EL QUE HABÍAN DEPOSITADO SUS AHORROS CASI TODOS LOS EMPLEADOS DEL ESTADO DE MARYLAND, UN FONDO CUYO ADMINISTRADOS, A INSTANCIAS DEL HERMANO DE SU AMANTE, QUE HABÍA SIDO UN EMPRESARIO MANIATICAMENTE PRECIPITADO CON LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA… ENTONCES, POR QUÉ SE PRODUJO LA ABRUPTA RETIRADA DE LOS CONSUMIDORES, QUE DIERON MARCHA ATRÁS Y REGRESARON AL VIEJO TELÉFONO SOLO PARA VOZ?
La respuesta, en una especie de trivalente cáscara de nuez, es la siguiente: 1) el estrés emocional; 2) la vanidad física, y 3) un cierto y extraño tipo de lógica autodestructiva en la microeconomía de la alta tecnología para el consumo.
1. Resultó que había algo terriblemente estresante en las interfaces visuales telefónicas que no existía en las interfaces solo verbales. De repente, los consumidores de videofonía se percataron de que habían sido víctimas de un engaño insidioso, pero totalmente maravilloso, en lo que respecta a la videofonía solo verbal. Antes no habían notado el engaño, como si fuera algo tan complejo emocionalmente que solo se pudiera valorar en el contexto de su pérdida. Las viejas y buenas conversaciones solo verbales de antaño te permitían suponer que la persona del otro extremo de la línea te prestaba toda su atención mientras que a ti te tenía sin cuidado lo que ella dijera. Una conversación tradicional solo auditiva-utilizando un teléfono manual cuyo auricular solo tenía seis pequeñas aberturas, pero cuyo auricular significativamente tenía 62 o 36- te permitía entrar en una especie de fuga hipnótica o autopista de semiatención: mientras conversabas, podías mirar la habitación, garabatear, acicalarte, arrancarte diminutos trozos de piel de las cutículas, componer haikus en la agenda telefónica, remover lo que estabas cocinando; incluso podías mantener toda una conversación adicional en lenguaje de signos y mediante exageradas expresiones faciales con la gente que estuviera a tu lado, y todo esto mientras parecías estar prestando la debida atención a la voz del aparato. Y no obstante – y esta fue la parte restrospectivamente maravillosa-, incluso mientras dividías tu atención entre el teléfono y toda una serie de pequeñas actividades, nunca te sentías acechado por la sospecha de que la atención de tu interlocutor podía estar tan dividida como la tuya. En el transcurso de la conversación tradicional, digamos que te entretenías buscando con los dedos algún granito en el mentón y de ningún modo te sentías deprimido por la idea de que acaso tu interlocutor estuviera haciendo lo mismo. Se trataba de una ilusión, y de una ilusión auditiva con una base auditiva: la voz del otro extremo de la línea era densa, fuertemente comprimida y con un vector directo a tu oído que te permitía imaginar que la atención del interlocutor era igualmente comprimida y concentrada… aunque no lo fuera tu atención. Esa era la cuestión. La ilusión bilateral de atención unilateral era casi infantilmente gratificante desde el punto de vista emocional: tenías que creer que recibías toda la atención de alguien sin tener que devolverla. Vista con la objetividad de una percepción a posteriori, la ilusión parece irracional, casi literalmente fantástica: es como si las dos partes se mintieran, pero confiaran una en la otra al unísono.
La videotelefonía hizo insostenible esta fantasía. Los usuarios descubrían ahora que tenían que poner la misma expresión casi demasiado intensa de quienes hablan cara a cara. Aquellos usuarios que, por la fuerza de una costumbre inconsciente, sucumbían a acicalarse o alisarse la ropa, ahora daban la impresión de ser groseros, estar distraídos o de prestarse una infantil atención a sí mismos. Los usuarios que, aún más inconscientemente, se exprimían granitos io se metían el dedo en la nariz, se encontraban con expresiones de horror en el rostro del otro extremo de la línea. Todo lo cual daba como resultado un evidente estrés videofónico.
Aún peor, por supuesto, era la impresión traumática de ser expulsado del Edén cuando, al levantar la mirada tras pasar un dedo por tu agenda de teléfonos o ajustar el ángulo de reposo de tu viejo aparato sobre tus piernas, veías que tu videofónica interlocutora jugueteaba con los cordones de sus zapatos mientras te hablaba y te dabas cuenta de pronto de que la fantasía infantil de tener toda la atención del otro mientras tú hablas haciendo otras cosillas como pequeños ajustes en tus partes genitales era una quimera y que en realidad a ti no te prestaban más atención que la que tú prestabas al otro. Los usuarios videofónicos descubrieron que todo lo de la atención se convertía en un asunto monstruosamente estresante.
2. Y el estrés videofónico era aún peor si tú eras ligeramente vanidoso, es decir, si te preocupaba tu imagen. De cara a los demás. Y, bromas aparte, ¿quién no lo es? Las viejas llamadas auditivas se podían hacer sin maquillaje, peluca, prótesis quirúrgicas, etcétera. Incluso sin ropa, si te apetecía. Pero para lso conscientes de su imagen la videofonía no ofrecía la menos posibilidad de contestar a una llamada tal como estaban; de ese modo, los usuarios empezaron a sentirse ya no como cuando sonaba el viejo teléfono sino como si llamaran a la puerta y ello los obligara a vestirse en un santiamén y ponerse la prótesis y verificar el estado del pelo delante del espejo antes de contestar al timbre.
Pero el verdadero tiro de gracia para la videofonía fue cómo se veían las caras de los usuarios en la pantalla. No la cara del interlocutor, sino la propia cuando la veías en el vídeo. Al fin y al cabo, usar la opción de registrar la llamada apra grabar ambas pulsaciones y luego ver cómo había visto tu cara la persona que te había llamado solo era un trámite de tres botones. Esta especie de chequeo visual no era más llevadero que el espejo. Pero la experiencia resultó ser casi universalmente horripilante. La gente se horrorizaba de cómo se veían su rostro en la pantalla. No era simplemente la hinchazón, esa conocida impresión de sobrepeso que el vídeo inflige a una cara. Era algo peor. incluso con pantallas de alta definicón, los usuarios percibían algo esencialmente borroso y de aspecto húmedo, una indefinición pálida que les parecía no solo muy poco lisonjera, sino también evasiva, furtiva, algo desagradable, muy poco digno de confianza. En un primer y aciago estudio de InterLace/GTE, al que nadie hizo caso en medio de la tormenta de entusiasmo empresaria que levantó aquella tecnología de ciencia ficción, se dice que casi el sesenta por ciento de quienes tenían acceso a sus propios rostros durante las llamadas videofónicas se manifestaban específicamente en términos de imagen «de no fiar», «desagradable» o «difícil de gustar» al describir su propio aspecto en la pantalla; hubo un setenta y uno por ciento fenomenalmente desastroso de ciudadanos de la tercera edad que compararon sus propias videocaras específicamente con la de Richard Nixon durante el famoso debate con Kennedy en 1960.
La solución propuesta a lo que los psicólogos asesores de la industria de las telecomunicaciones denominaron Dusfroia Vídeo- Fisionómica (o DVF) fue sin duda el advenimiento del Enmascaramiento de Alta Definición; de hecho fueron esos empresarios, que gravitaron hacia la producción de imágenes videofónicas de alta deficinión y luego directamente a las máscaras, quienes superaron la corta vida del fenómeno videofónico sin perder hasta la camisa y bastante forrados.
En lo que respecta a las máscaras, la opción inicial fue de Imágenes Fotográficas de Alta Definición; es decir, coger los elementos más atractivos de un conjunto de fotografías en distintas poses favorecedoras de un determinado usuario y – gracias a los equipos disponibles de configuración de imágenes de los que fueron pioneras las industrias de la cosmética y el orden público- combinarlos en una composición de alta definición muy atractiva de un rostro con una expresión honesta y con el exceso de intensidad justo para una atención completa, pero fue rápidamente reemplazada por la opción un poco más económica (usando el mismo software de la industria cosmética y del FBI) que consistía en fundir la imagen facial mejorada en una auténtica máscara de resina de polibutileno; los consumidores pronto descubrieron que valúia la pena pagar el alto coste de una máscara permanente y portátil porque, si se tenían en cuenta los beneficios de reducción de estrés y de DVF y las eficaces cintas de Velcro para atarse la máscara, entonces la cabeza del usuario salía por muy poco dinero; y durante un par de ejercicios fiscales, las compañías de cable telefónico pudieron recuperar la confianza de los consumidores afligidos por la DVF uniéndose en una operación horizontalmente integrada por la cual se entregaban las máscaras en el momento de instalar el aparato. Las máscaras de alta definición, cuando no estaban en uso, simplemente colgaban de un gancho al lado de la consola telefónica del ordenador, dando sin duda una imagen un tanto surrealista y desconcertante cuando se las colgaba vacías y arrugadas; a veces había un problema de identidad errónea potencialmente negativo cuando se trataba de un servicio de multiuso familiar o empresarial que implicaba una apresurada selección de la máscara correcta de una larga hilera de máscaras vacías, pero de cualquier modo al principio las máscaras parecieron una viable respuesta de la industria al problema de la vanidad, del estrés y de la imagen facial nixoniana.
2 y quizá también 3. Pero, al combinar el natural instinto empresarial de satisfacer toda la demanda de consumo lo bastante alto, por un lado, con lo que parece ser una distorsión casi idéntica en la manera que las personas tienden a verse a sí mismas, se posibilita explicar históricamente la velocidad con que decayó y quedó fuera de control toda la cuestión de las máscaras videofónicas de alta definición. No sólo es tremendamente difícil evaluar tu propia imagen, en el sentido, por ejemplo, de si eres apuesto o atractiva – intenta, por ejemplo, ponerte delante de un espejo y determinar con cierta seguridad dónde estas en una escala de atracción con algo parecido a la misma facilidad objetiva con que determinas dónde están en esa escala las personas que tú conoces y si son guapas o feas-, sino que también resultó que la autopercepción instintivamente sesgada de los consumidores, unida a la cuestión del estrés relacionado con la vanidad, hizo que empezaran a preferir y luego a exigir unas máscaras videofónicas mucho más atractivas de lo que ellos eran en realidad. Los fabricantes de máscaras de alta definición, dispuestos y rpedispuestos a ofrecer no solo verosimilitud, sino también realce estético – mentones más prominentes, ojeras menos marcadas, nada de cicatrices ni arrugas -, pronto expulsaron del mercado a los primeros productores de máscaras miméticas. En una progresión gradualmente menos sutil al cabo de un par más de ejercicios de venta, la mayoría de los consumidores usaban máscaras tan innegablemente más atractivas en los videófonos que sus propias caras y se transmitían imágenes de sí mismos tan horrendamente sesgadas y realzadas que se produjo un enorme estrés psicosocial por el cual ingentes números de usuarios se volvieron remisos a abandonar sus hogares o a interfacear personalmente con gente que, ellos se temían, ahora estaba habituada a ver la máscara mucho más fascinante de sí mismo en el teléfono y que sufrirían al verlos en persona (así se expresaba la fobia de los usuarios) la misma desilusión estética que, por ejemplo, producen ciertas mujeres que siempre van maquilladas cuando uno las ve por primera vez con la cara lavada.
Las ansiedades sociales que rodeaban a lo que los psicólogos asesores denominaron Enmascaramiento Optimísticamente No Representativo (EONR) se intensificaron poco a poco a medida que la tecnología de las primeras y rudimentarias cámaras videofónicas dio paso a un diámetro de visión no tan estrecho y ahora las diminutas cámaras podían enviar y recibir imágenes casi de cuerpo entero. Ciertos empresarios psicológicamente poco escrupulosos empezaron a comercializar recortes de cuerpo entero hechos con polibutileno y poliuretano, algo similar a los recortes bidimensionales de hombres musculosos y de bellezas despampanantes en traje de baño y sin cabeza que si uno se pone por detrás y coloca el mentón sobre el cartón entonces se puede hacer sacar fotos baratas en la playa, solo que estas máscaras videofónicas de cuerpo entero eran de alta tecnología y mucho más convincentes. Al sumar los costes variables del guardarropa bidimensional, las opciones de color de ojos y cabello, las distintas reducciones y ampliaciones estéticas, etcétera, el gasto empezó a perjudicar la rentabilidad de cara al gran mercado, aunque al mismo tiempo se producía una terrible presión social para poder afrontar la mejor imagen corporal bidimensional posible a fin de no sentirse con un aspecto comparativamente espantoso cuando se usaba el teléfono. Por supuesto, no pasó mucho tiempo antes de que la implacable carrera empresarial hacia una ratonera aún mejor diera lugar al Tableaux Transmisible (o TT), el cual, visto en retrospectiva, fue probablemente el que puso brillante punto final al negocio videofónico. con el TT, el enmascaramiento facial y corporal quedó descartado por completo y fue reemplazado por una imagen de vídeo de lo que era en esencia una fotografía sumamente retocada, una de un ser humano con un estado físico increíble e inmensamente atractivo y proporcionado, alguien que en realidad solo se asemejaba a su usuario en aspectos tan limitados como la raza o el número de extremidades; el rostro atento de la foto se concentraba en dirección a la cámara videofónica desde una habitación suntuosa, pero sin ostentación, que reflejaba fielmente la imagen que uno deseaba transmitir, etcétera.
Los Tableaux no eran más que fotografías de alta calidad en tamaño reducido, con las proporciones de un diorama y colocadas mediante un ajustador de plástico, bastante similar a una tapa de lente, puesto sobre la cámara videofónica. Celebridades extremadamente atractivas del mundo del espectáculo, pero no terriblemente exitosas – como las que en décadas pasadas lenaban los publirrepoprtajes-, de golpe y porrazo se encontraron en demanda como modelos para los Tableauz videofónicos.
Debido a que los Tableaux solo implicaban la mera transmisión de fotografías fijas en vez de imaginería y realces informáticos, podían ser reproducidos en serie y a un precio ajustado. Por un brece lapso de tiempo, ayudaron a aliviar la tensión entre el alto coste del enmascaramiento corporal realzado y las monstruosas presiones estéticas que la videofonía ejercía en los usuarios, por no mencionar los puestos de trabajo que proporcionó a decoradores fotógrafos, peluqueros y celebridades habituales de los publirreportajes muy presionadas por la declinante fortuna de la publicidad televisiva.
3. Hay una especie de lección reveladora más allá de la breve curva de viabilidad del avance de la tecnología de consumo. La carrera de la videofonía se ajusta con nitidez a la forma clásicamente anular de esta curva: primero se produce una especie de terrible avance como de ciencia ficción en la tecnología de consumo – como el salto de la telefonía auditiva a la de vídeo-, pero sin embargo ese progreso siempre conlleva ciertas imprevistas desventajas para el consumidor; luego esos nichos de mercado creados por esas desventajas – como la repulsión estresante y vanidosa de la gente por su propio aspecto videofónico- son llenados ingeniosamente por el mero empuje empresarial. Y no obstante, esas mismísimas ventajas, resultado de ingeniosas compensaciones para contrarrestar las nuevas desventajas, muy a menudo parecen sovavar el avance tecnológico y todo acaba en una reincidencia del consumo, el cierre de la curva y una pérdida masiva de camisas de los inversores precipitados. En el presente caso, la propia evolución de las compensaciones por vanidad y estrés fue testigo, primero, del rechazo de sus propias facciones por parte de los usuarios, luedo de sus propios parecidos enmascarados y realzados y, finalmente, de la cobertura total de sus videocámaras y la transmisión de Tableaux estáticos y atractivamente estilizados de un aparato a otro. Y por supuesto, detrás de esos dioramas y de la transmisión de Tableauz, los usuarios encontraron que volvían a ser enteramente invisibles y a estar exentos de estrés, sin maquillajes vanidosos ni pelucas, con sus propias ojeras por debajo de los diorabas de celebridades, una vez más libres – ya que eran invisibles – para rascarse, acicalarse, hacerse la manicura o mostrar las arrugas, mientras que en sus pantallas estaba el rostro atento y atractivo de la bien elegida celebridad que al otro lado del Tableau les reaseguraba que eran objeto de una concentrada atención que ellos no tenían por qué prestar.
Y, por supuesto, estas ventajas no eran más que las ventajas en un momento perdidas y ahora valoradas de la vieja época del teléfono Bell ciego y solo auditiva con sus 6 (y 62) agujeros en el aparato. La única diferencia era que ahora este caro Tableau estúpido e irreal era transmitido entre teleordenadores por líneas de videofibra de alto rpecio. Después de que la gente internalizara y difundiera esta realidad entre los consumidores (curiosamente, en gran parte por vía telefónica), ¿cuánto más tiempo podía un microeconomista esperar que pasase antes de que fuera abandonada la videotelefonía visual de alta tecnología y se retornase al viejo teléfono, no solo dictado por el sentido común del consumidor, sino al cabo de un tiempo culturalmente aprobado como una especie de integridad chic, no luditismo pero sí una especie de trascendencia retrógrada de la alta tecnología de ciencia ficción como fin en sí mismo, una trascendencia de la vanidad y de la esclavitud a la moda de la alta tecnología que la gente percibe como poco atractiva en los demás? En otras palabras, el retorno a la telefonía solo hablada, al final de la curva de demanda, se convirtió en una especie de símbolo de estatus de la antivanidad, de modo que únicamente los usuarios que no se enteraban de nada siguieron usando videofonía y Tableauz, por no mencionar las máscaras, y esa gente negligente que seguía usando facsímiles se convirtió en un irónico símbolo cultural de vana e indolente sumisión a las relaciones públicas corporativas y a las novedades en alta tecnología; en el Tiempo Subsidiado fueron los equivalentes en cutrez de la gente con ropa deportiva, pinturas de terciopelo negro, chalecos para sus perros, joyería eléctrica de circonio, raspadores de lengua NoCoat, etcétera. Las mayoría de los consumidores de comunicaciones guardaron sus Tableaux de dioramas en el fondo de un estante cualquiera y cubrieron las cámaras con tapas negras de lentes, y ahora usan los colgadores para las máscaras al lado de la consola para colgar unas nuevas agendas para teléfonos y direcciones especialmente confeccionadas con un pequeño receptáculo en el borde superior para que cuelguen de los ganchos previamente destinados a las máscaras. Pero incluso entonces, la mayoría de los consumidores de estados Unidos siguieron francamente refractarios a salir de sus casas del teleordenador e interfacear personalmente, aunque la persistencia de este fenómeno no se puede atribuir exclusivamente a la moda pasajera de la videofonía; de cualquier manera,e sta nueva panagorafobia sirvió para abrir nuevos gigantescos mercados telecomputerizados para la compra y su transporte, y no causó demasiada preocupación a la industria.
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Blas tendría que crear un emoticono nuevo para ponerlo como respuesta a esto.albichuela escribió:Por no chafarte el debate, infernu, dejo aquí este extracto (largo como un artículo de jotdown) de La Broma Infinita que leí ayer y dónde DFW analiza de forma quirúrgica, en 1995, lo que hoy es Snapchat y un altísimo porcentaje de perfiles de Tinder:
- Spoiler:
¿POR QUÉ, AUNQUE EN LOS PRIMEROS DÍAS DE LOS TELEORDENADORES INTERNETEADOS DE INTERLACE QUE OPERABAN BÁSICAMENTE CON LA MISMA PARRILLA DE FIBRA DIGITAL DE LAS COMPAÑÍAS TELEFÓNICAS, EL ADVENIMIENTO DEL VIDEOTELÉFONO (TAMBIÉN CONOCIDO COMO VIDEÓFONO) GOZÓ DE UNA ÉPOCA DE INMENSA POPULARIDAD ENTRE LOS CONSUMIDORES-USUARIOS ENCANTADOS CON LA IDEA DE UNA INTERAZ TELEFÓNICA TANTO AUDITIVA COMO FACIAL (SIENDO LA PRIMERA GENERACIÓN DE CÁMARAS VIDEOFÓNICAS DEMASIADO RUDIMENTARIAS DE APERTURA DEMASIADO ESTRECHA COMO PARA ALGO MÁS QUE PRIMEROS PLANOS FACIALES),
EN LA PRIMERA GENERACIÓN DE TELEORDENADORES QUE EN AQUELLOS TIEMPOS ERAN POCO MÁS QUE APARATOS DE TELEVISIÓN DE ALTA TECNOLOGÍA, AUNQUE POR SUPUESTO CONTABAN CON ESE DIMINUTO ICONO, EL AGENTE INTELIGENTE Y HOMONCULAR QUE APARECÍA EN LA ESQUINA DERECHA INFERIOR DE LA PANTALLA DE UN PROGRAMA EMITIDO POR CABLE O POR ONDAS Y TE DECÍA LA HORA Y LA TEMPERATURA EXTERIOR O TE RECORDABA QUE TOMARAS EL MEDICAMENTO PARA LA PRESIÓN ARTERIAL O TE ANUNCIABA UNA OPCIÓN DE ENTRETENIMIENTO ESPECIALMENTE ATRACTIVA QUE EMPEZABA INMEDIATAMENTE EN EL CANAL 491 O ALGO ASÍ, O POR SUPUESTO TE ALERTABA DE INMEDIATO DE UNA LLAMADA VIDEOFÓNICA ENTRANTE Y LUEGO ZAPATEABA CON UN PEQUEÑO E ICÓNICO SOMBRERO DE PAJA Y UN BASTÓN Y CAÍA JUSTO DEBAJO DE UN MENÚ DE POSIBLES OPCIONES PARA RESPONDER Y QUIENES LLAMABAN ADORABAN A LOS DIMINUTOS ICONOS HOMUNCULARES, PERO POR QUÉ, AL CABO DE 16 MESES O 5 PERÍODOS DE VENTA, LA CURVA TUMESCENTE DE DEMANDA DE VIDEOFONÍA DE REPENTE SE COLAPSÓ COMO UNA TIENDA DE CAMPAÑA A LA QUE LE DAS UNA PATADA, DE MODO QUE, PARA EL AÑO DE LA ROPA INTERIOR PARA ADULTOS DEPEND, MENOS DEL DIEZ POR CIENTO DE TODAS LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS PRIVADAS UTILIZABAN UN VIDEOTRANSMISOR DE IMAGEN Y DATOS DE FIBRA O PRODUCTOS Y SERVICIOS SIMILARES, HABIENDO DECIDIDO LA MEDIA DE LOS USUARIOS TELEFÓNICOS DE ESTADOS UNIDOS QUE ÉL /ELLA EN REALIDAD Y DESPUÉS DE TODO PREFERÍA EL RETRÓGADO Y ANTICUADO TELÉFONO INTERLACE SOLO PARA VOZ COMO EN LOS TIEMPOS DE LA BELL, UN CAMBIO RADICAL DE PREFERENCIA QUE LES COSTÓ LA CAMISA A NUMEROSOS EMPRESARIOS QUE SE PRECIPITARON EN INTRODUCIR LA VIDEOTELEFONÍA EN SUS COMPAÑÍAS, ADEMÁS DE DESESTABILIZAR A DOS FONDOS DE INVERSIÓN SUMAMENTE RESPETADOS QUE HABÍAN APOSTADO FUERTEMENTE POR LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA Y QUE CASI LIQUIDÓ EL FONDO FREDDIE-MAC DE JUBILACIÓN EN EL QUE HABÍAN DEPOSITADO SUS AHORROS CASI TODOS LOS EMPLEADOS DEL ESTADO DE MARYLAND, UN FONDO CUYO ADMINISTRADOS, A INSTANCIAS DEL HERMANO DE SU AMANTE, QUE HABÍA SIDO UN EMPRESARIO MANIATICAMENTE PRECIPITADO CON LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA… ENTONCES, POR QUÉ SE PRODUJO LA ABRUPTA RETIRADA DE LOS CONSUMIDORES, QUE DIERON MARCHA ATRÁS Y REGRESARON AL VIEJO TELÉFONO SOLO PARA VOZ?
La respuesta, en una especie de trivalente cáscara de nuez, es la siguiente: 1) el estrés emocional; 2) la vanidad física, y 3) un cierto y extraño tipo de lógica autodestructiva en la microeconomía de la alta tecnología para el consumo.
1. Resultó que había algo terriblemente estresante en las interfaces visuales telefónicas que no existía en las interfaces solo verbales. De repente, los consumidores de videofonía se percataron de que habían sido víctimas de un engaño insidioso, pero totalmente maravilloso, en lo que respecta a la videofonía solo verbal. Antes no habían notado el engaño, como si fuera algo tan complejo emocionalmente que solo se pudiera valorar en el contexto de su pérdida. Las viejas y buenas conversaciones solo verbales de antaño te permitían suponer que la persona del otro extremo de la línea te prestaba toda su atención mientras que a ti te tenía sin cuidado lo que ella dijera. Una conversación tradicional solo auditiva-utilizando un teléfono manual cuyo auricular solo tenía seis pequeñas aberturas, pero cuyo auricular significativamente tenía 62 o 36- te permitía entrar en una especie de fuga hipnótica o autopista de semiatención: mientras conversabas, podías mirar la habitación, garabatear, acicalarte, arrancarte diminutos trozos de piel de las cutículas, componer haikus en la agenda telefónica, remover lo que estabas cocinando; incluso podías mantener toda una conversación adicional en lenguaje de signos y mediante exageradas expresiones faciales con la gente que estuviera a tu lado, y todo esto mientras parecías estar prestando la debida atención a la voz del aparato. Y no obstante – y esta fue la parte restrospectivamente maravillosa-, incluso mientras dividías tu atención entre el teléfono y toda una serie de pequeñas actividades, nunca te sentías acechado por la sospecha de que la atención de tu interlocutor podía estar tan dividida como la tuya. En el transcurso de la conversación tradicional, digamos que te entretenías buscando con los dedos algún granito en el mentón y de ningún modo te sentías deprimido por la idea de que acaso tu interlocutor estuviera haciendo lo mismo. Se trataba de una ilusión, y de una ilusión auditiva con una base auditiva: la voz del otro extremo de la línea era densa, fuertemente comprimida y con un vector directo a tu oído que te permitía imaginar que la atención del interlocutor era igualmente comprimida y concentrada… aunque no lo fuera tu atención. Esa era la cuestión. La ilusión bilateral de atención unilateral era casi infantilmente gratificante desde el punto de vista emocional: tenías que creer que recibías toda la atención de alguien sin tener que devolverla. Vista con la objetividad de una percepción a posteriori, la ilusión parece irracional, casi literalmente fantástica: es como si las dos partes se mintieran, pero confiaran una en la otra al unísono.
La videotelefonía hizo insostenible esta fantasía. Los usuarios descubrían ahora que tenían que poner la misma expresión casi demasiado intensa de quienes hablan cara a cara. Aquellos usuarios que, por la fuerza de una costumbre inconsciente, sucumbían a acicalarse o alisarse la ropa, ahora daban la impresión de ser groseros, estar distraídos o de prestarse una infantil atención a sí mismos. Los usuarios que, aún más inconscientemente, se exprimían granitos io se metían el dedo en la nariz, se encontraban con expresiones de horror en el rostro del otro extremo de la línea. Todo lo cual daba como resultado un evidente estrés videofónico.
Aún peor, por supuesto, era la impresión traumática de ser expulsado del Edén cuando, al levantar la mirada tras pasar un dedo por tu agenda de teléfonos o ajustar el ángulo de reposo de tu viejo aparato sobre tus piernas, veías que tu videofónica interlocutora jugueteaba con los cordones de sus zapatos mientras te hablaba y te dabas cuenta de pronto de que la fantasía infantil de tener toda la atención del otro mientras tú hablas haciendo otras cosillas como pequeños ajustes en tus partes genitales era una quimera y que en realidad a ti no te prestaban más atención que la que tú prestabas al otro. Los usuarios videofónicos descubrieron que todo lo de la atención se convertía en un asunto monstruosamente estresante.
2. Y el estrés videofónico era aún peor si tú eras ligeramente vanidoso, es decir, si te preocupaba tu imagen. De cara a los demás. Y, bromas aparte, ¿quién no lo es? Las viejas llamadas auditivas se podían hacer sin maquillaje, peluca, prótesis quirúrgicas, etcétera. Incluso sin ropa, si te apetecía. Pero para lso conscientes de su imagen la videofonía no ofrecía la menos posibilidad de contestar a una llamada tal como estaban; de ese modo, los usuarios empezaron a sentirse ya no como cuando sonaba el viejo teléfono sino como si llamaran a la puerta y ello los obligara a vestirse en un santiamén y ponerse la prótesis y verificar el estado del pelo delante del espejo antes de contestar al timbre.
Pero el verdadero tiro de gracia para la videofonía fue cómo se veían las caras de los usuarios en la pantalla. No la cara del interlocutor, sino la propia cuando la veías en el vídeo. Al fin y al cabo, usar la opción de registrar la llamada apra grabar ambas pulsaciones y luego ver cómo había visto tu cara la persona que te había llamado solo era un trámite de tres botones. Esta especie de chequeo visual no era más llevadero que el espejo. Pero la experiencia resultó ser casi universalmente horripilante. La gente se horrorizaba de cómo se veían su rostro en la pantalla. No era simplemente la hinchazón, esa conocida impresión de sobrepeso que el vídeo inflige a una cara. Era algo peor. incluso con pantallas de alta definicón, los usuarios percibían algo esencialmente borroso y de aspecto húmedo, una indefinición pálida que les parecía no solo muy poco lisonjera, sino también evasiva, furtiva, algo desagradable, muy poco digno de confianza. En un primer y aciago estudio de InterLace/GTE, al que nadie hizo caso en medio de la tormenta de entusiasmo empresaria que levantó aquella tecnología de ciencia ficción, se dice que casi el sesenta por ciento de quienes tenían acceso a sus propios rostros durante las llamadas videofónicas se manifestaban específicamente en términos de imagen «de no fiar», «desagradable» o «difícil de gustar» al describir su propio aspecto en la pantalla; hubo un setenta y uno por ciento fenomenalmente desastroso de ciudadanos de la tercera edad que compararon sus propias videocaras específicamente con la de Richard Nixon durante el famoso debate con Kennedy en 1960.
La solución propuesta a lo que los psicólogos asesores de la industria de las telecomunicaciones denominaron Dusfroia Vídeo- Fisionómica (o DVF) fue sin duda el advenimiento del Enmascaramiento de Alta Definición; de hecho fueron esos empresarios, que gravitaron hacia la producción de imágenes videofónicas de alta deficinión y luego directamente a las máscaras, quienes superaron la corta vida del fenómeno videofónico sin perder hasta la camisa y bastante forrados.
En lo que respecta a las máscaras, la opción inicial fue de Imágenes Fotográficas de Alta Definición; es decir, coger los elementos más atractivos de un conjunto de fotografías en distintas poses favorecedoras de un determinado usuario y – gracias a los equipos disponibles de configuración de imágenes de los que fueron pioneras las industrias de la cosmética y el orden público- combinarlos en una composición de alta definición muy atractiva de un rostro con una expresión honesta y con el exceso de intensidad justo para una atención completa, pero fue rápidamente reemplazada por la opción un poco más económica (usando el mismo software de la industria cosmética y del FBI) que consistía en fundir la imagen facial mejorada en una auténtica máscara de resina de polibutileno; los consumidores pronto descubrieron que valúia la pena pagar el alto coste de una máscara permanente y portátil porque, si se tenían en cuenta los beneficios de reducción de estrés y de DVF y las eficaces cintas de Velcro para atarse la máscara, entonces la cabeza del usuario salía por muy poco dinero; y durante un par de ejercicios fiscales, las compañías de cable telefónico pudieron recuperar la confianza de los consumidores afligidos por la DVF uniéndose en una operación horizontalmente integrada por la cual se entregaban las máscaras en el momento de instalar el aparato. Las máscaras de alta definición, cuando no estaban en uso, simplemente colgaban de un gancho al lado de la consola telefónica del ordenador, dando sin duda una imagen un tanto surrealista y desconcertante cuando se las colgaba vacías y arrugadas; a veces había un problema de identidad errónea potencialmente negativo cuando se trataba de un servicio de multiuso familiar o empresarial que implicaba una apresurada selección de la máscara correcta de una larga hilera de máscaras vacías, pero de cualquier modo al principio las máscaras parecieron una viable respuesta de la industria al problema de la vanidad, del estrés y de la imagen facial nixoniana.
2 y quizá también 3. Pero, al combinar el natural instinto empresarial de satisfacer toda la demanda de consumo lo bastante alto, por un lado, con lo que parece ser una distorsión casi idéntica en la manera que las personas tienden a verse a sí mismas, se posibilita explicar históricamente la velocidad con que decayó y quedó fuera de control toda la cuestión de las máscaras videofónicas de alta definición. No sólo es tremendamente difícil evaluar tu propia imagen, en el sentido, por ejemplo, de si eres apuesto o atractiva – intenta, por ejemplo, ponerte delante de un espejo y determinar con cierta seguridad dónde estas en una escala de atracción con algo parecido a la misma facilidad objetiva con que determinas dónde están en esa escala las personas que tú conoces y si son guapas o feas-, sino que también resultó que la autopercepción instintivamente sesgada de los consumidores, unida a la cuestión del estrés relacionado con la vanidad, hizo que empezaran a preferir y luego a exigir unas máscaras videofónicas mucho más atractivas de lo que ellos eran en realidad. Los fabricantes de máscaras de alta definición, dispuestos y rpedispuestos a ofrecer no solo verosimilitud, sino también realce estético – mentones más prominentes, ojeras menos marcadas, nada de cicatrices ni arrugas -, pronto expulsaron del mercado a los primeros productores de máscaras miméticas. En una progresión gradualmente menos sutil al cabo de un par más de ejercicios de venta, la mayoría de los consumidores usaban máscaras tan innegablemente más atractivas en los videófonos que sus propias caras y se transmitían imágenes de sí mismos tan horrendamente sesgadas y realzadas que se produjo un enorme estrés psicosocial por el cual ingentes números de usuarios se volvieron remisos a abandonar sus hogares o a interfacear personalmente con gente que, ellos se temían, ahora estaba habituada a ver la máscara mucho más fascinante de sí mismo en el teléfono y que sufrirían al verlos en persona (así se expresaba la fobia de los usuarios) la misma desilusión estética que, por ejemplo, producen ciertas mujeres que siempre van maquilladas cuando uno las ve por primera vez con la cara lavada.
Las ansiedades sociales que rodeaban a lo que los psicólogos asesores denominaron Enmascaramiento Optimísticamente No Representativo (EONR) se intensificaron poco a poco a medida que la tecnología de las primeras y rudimentarias cámaras videofónicas dio paso a un diámetro de visión no tan estrecho y ahora las diminutas cámaras podían enviar y recibir imágenes casi de cuerpo entero. Ciertos empresarios psicológicamente poco escrupulosos empezaron a comercializar recortes de cuerpo entero hechos con polibutileno y poliuretano, algo similar a los recortes bidimensionales de hombres musculosos y de bellezas despampanantes en traje de baño y sin cabeza que si uno se pone por detrás y coloca el mentón sobre el cartón entonces se puede hacer sacar fotos baratas en la playa, solo que estas máscaras videofónicas de cuerpo entero eran de alta tecnología y mucho más convincentes. Al sumar los costes variables del guardarropa bidimensional, las opciones de color de ojos y cabello, las distintas reducciones y ampliaciones estéticas, etcétera, el gasto empezó a perjudicar la rentabilidad de cara al gran mercado, aunque al mismo tiempo se producía una terrible presión social para poder afrontar la mejor imagen corporal bidimensional posible a fin de no sentirse con un aspecto comparativamente espantoso cuando se usaba el teléfono. Por supuesto, no pasó mucho tiempo antes de que la implacable carrera empresarial hacia una ratonera aún mejor diera lugar al Tableaux Transmisible (o TT), el cual, visto en retrospectiva, fue probablemente el que puso brillante punto final al negocio videofónico. con el TT, el enmascaramiento facial y corporal quedó descartado por completo y fue reemplazado por una imagen de vídeo de lo que era en esencia una fotografía sumamente retocada, una de un ser humano con un estado físico increíble e inmensamente atractivo y proporcionado, alguien que en realidad solo se asemejaba a su usuario en aspectos tan limitados como la raza o el número de extremidades; el rostro atento de la foto se concentraba en dirección a la cámara videofónica desde una habitación suntuosa, pero sin ostentación, que reflejaba fielmente la imagen que uno deseaba transmitir, etcétera.
Los Tableaux no eran más que fotografías de alta calidad en tamaño reducido, con las proporciones de un diorama y colocadas mediante un ajustador de plástico, bastante similar a una tapa de lente, puesto sobre la cámara videofónica. Celebridades extremadamente atractivas del mundo del espectáculo, pero no terriblemente exitosas – como las que en décadas pasadas lenaban los publirrepoprtajes-, de golpe y porrazo se encontraron en demanda como modelos para los Tableauz videofónicos.
Debido a que los Tableaux solo implicaban la mera transmisión de fotografías fijas en vez de imaginería y realces informáticos, podían ser reproducidos en serie y a un precio ajustado. Por un brece lapso de tiempo, ayudaron a aliviar la tensión entre el alto coste del enmascaramiento corporal realzado y las monstruosas presiones estéticas que la videofonía ejercía en los usuarios, por no mencionar los puestos de trabajo que proporcionó a decoradores fotógrafos, peluqueros y celebridades habituales de los publirreportajes muy presionadas por la declinante fortuna de la publicidad televisiva.
3. Hay una especie de lección reveladora más allá de la breve curva de viabilidad del avance de la tecnología de consumo. La carrera de la videofonía se ajusta con nitidez a la forma clásicamente anular de esta curva: primero se produce una especie de terrible avance como de ciencia ficción en la tecnología de consumo – como el salto de la telefonía auditiva a la de vídeo-, pero sin embargo ese progreso siempre conlleva ciertas imprevistas desventajas para el consumidor; luego esos nichos de mercado creados por esas desventajas – como la repulsión estresante y vanidosa de la gente por su propio aspecto videofónico- son llenados ingeniosamente por el mero empuje empresarial. Y no obstante, esas mismísimas ventajas, resultado de ingeniosas compensaciones para contrarrestar las nuevas desventajas, muy a menudo parecen sovavar el avance tecnológico y todo acaba en una reincidencia del consumo, el cierre de la curva y una pérdida masiva de camisas de los inversores precipitados. En el presente caso, la propia evolución de las compensaciones por vanidad y estrés fue testigo, primero, del rechazo de sus propias facciones por parte de los usuarios, luedo de sus propios parecidos enmascarados y realzados y, finalmente, de la cobertura total de sus videocámaras y la transmisión de Tableaux estáticos y atractivamente estilizados de un aparato a otro. Y por supuesto, detrás de esos dioramas y de la transmisión de Tableauz, los usuarios encontraron que volvían a ser enteramente invisibles y a estar exentos de estrés, sin maquillajes vanidosos ni pelucas, con sus propias ojeras por debajo de los diorabas de celebridades, una vez más libres – ya que eran invisibles – para rascarse, acicalarse, hacerse la manicura o mostrar las arrugas, mientras que en sus pantallas estaba el rostro atento y atractivo de la bien elegida celebridad que al otro lado del Tableau les reaseguraba que eran objeto de una concentrada atención que ellos no tenían por qué prestar.
Y, por supuesto, estas ventajas no eran más que las ventajas en un momento perdidas y ahora valoradas de la vieja época del teléfono Bell ciego y solo auditiva con sus 6 (y 62) agujeros en el aparato. La única diferencia era que ahora este caro Tableau estúpido e irreal era transmitido entre teleordenadores por líneas de videofibra de alto rpecio. Después de que la gente internalizara y difundiera esta realidad entre los consumidores (curiosamente, en gran parte por vía telefónica), ¿cuánto más tiempo podía un microeconomista esperar que pasase antes de que fuera abandonada la videotelefonía visual de alta tecnología y se retornase al viejo teléfono, no solo dictado por el sentido común del consumidor, sino al cabo de un tiempo culturalmente aprobado como una especie de integridad chic, no luditismo pero sí una especie de trascendencia retrógrada de la alta tecnología de ciencia ficción como fin en sí mismo, una trascendencia de la vanidad y de la esclavitud a la moda de la alta tecnología que la gente percibe como poco atractiva en los demás? En otras palabras, el retorno a la telefonía solo hablada, al final de la curva de demanda, se convirtió en una especie de símbolo de estatus de la antivanidad, de modo que únicamente los usuarios que no se enteraban de nada siguieron usando videofonía y Tableauz, por no mencionar las máscaras, y esa gente negligente que seguía usando facsímiles se convirtió en un irónico símbolo cultural de vana e indolente sumisión a las relaciones públicas corporativas y a las novedades en alta tecnología; en el Tiempo Subsidiado fueron los equivalentes en cutrez de la gente con ropa deportiva, pinturas de terciopelo negro, chalecos para sus perros, joyería eléctrica de circonio, raspadores de lengua NoCoat, etcétera. Las mayoría de los consumidores de comunicaciones guardaron sus Tableaux de dioramas en el fondo de un estante cualquiera y cubrieron las cámaras con tapas negras de lentes, y ahora usan los colgadores para las máscaras al lado de la consola para colgar unas nuevas agendas para teléfonos y direcciones especialmente confeccionadas con un pequeño receptáculo en el borde superior para que cuelguen de los ganchos previamente destinados a las máscaras. Pero incluso entonces, la mayoría de los consumidores de estados Unidos siguieron francamente refractarios a salir de sus casas del teleordenador e interfacear personalmente, aunque la persistencia de este fenómeno no se puede atribuir exclusivamente a la moda pasajera de la videofonía; de cualquier manera,e sta nueva panagorafobia sirvió para abrir nuevos gigantescos mercados telecomputerizados para la compra y su transporte, y no causó demasiada preocupación a la industria.
Infernu- Mensajes : 56574
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Explicación gráfica, por favorInfernu escribió:Blas tendría que crear un emoticono nuevo para ponerlo como respuesta a esto.albichuela escribió:Por no chafarte el debate, infernu, dejo aquí este extracto (largo como un artículo de jotdown) de La Broma Infinita que leí ayer y dónde DFW analiza de forma quirúrgica, en 1995, lo que hoy es Snapchat y un altísimo porcentaje de perfiles de Tinder:
- Spoiler:
¿POR QUÉ, AUNQUE EN LOS PRIMEROS DÍAS DE LOS TELEORDENADORES INTERNETEADOS DE INTERLACE QUE OPERABAN BÁSICAMENTE CON LA MISMA PARRILLA DE FIBRA DIGITAL DE LAS COMPAÑÍAS TELEFÓNICAS, EL ADVENIMIENTO DEL VIDEOTELÉFONO (TAMBIÉN CONOCIDO COMO VIDEÓFONO) GOZÓ DE UNA ÉPOCA DE INMENSA POPULARIDAD ENTRE LOS CONSUMIDORES-USUARIOS ENCANTADOS CON LA IDEA DE UNA INTERAZ TELEFÓNICA TANTO AUDITIVA COMO FACIAL (SIENDO LA PRIMERA GENERACIÓN DE CÁMARAS VIDEOFÓNICAS DEMASIADO RUDIMENTARIAS DE APERTURA DEMASIADO ESTRECHA COMO PARA ALGO MÁS QUE PRIMEROS PLANOS FACIALES),
EN LA PRIMERA GENERACIÓN DE TELEORDENADORES QUE EN AQUELLOS TIEMPOS ERAN POCO MÁS QUE APARATOS DE TELEVISIÓN DE ALTA TECNOLOGÍA, AUNQUE POR SUPUESTO CONTABAN CON ESE DIMINUTO ICONO, EL AGENTE INTELIGENTE Y HOMONCULAR QUE APARECÍA EN LA ESQUINA DERECHA INFERIOR DE LA PANTALLA DE UN PROGRAMA EMITIDO POR CABLE O POR ONDAS Y TE DECÍA LA HORA Y LA TEMPERATURA EXTERIOR O TE RECORDABA QUE TOMARAS EL MEDICAMENTO PARA LA PRESIÓN ARTERIAL O TE ANUNCIABA UNA OPCIÓN DE ENTRETENIMIENTO ESPECIALMENTE ATRACTIVA QUE EMPEZABA INMEDIATAMENTE EN EL CANAL 491 O ALGO ASÍ, O POR SUPUESTO TE ALERTABA DE INMEDIATO DE UNA LLAMADA VIDEOFÓNICA ENTRANTE Y LUEGO ZAPATEABA CON UN PEQUEÑO E ICÓNICO SOMBRERO DE PAJA Y UN BASTÓN Y CAÍA JUSTO DEBAJO DE UN MENÚ DE POSIBLES OPCIONES PARA RESPONDER Y QUIENES LLAMABAN ADORABAN A LOS DIMINUTOS ICONOS HOMUNCULARES, PERO POR QUÉ, AL CABO DE 16 MESES O 5 PERÍODOS DE VENTA, LA CURVA TUMESCENTE DE DEMANDA DE VIDEOFONÍA DE REPENTE SE COLAPSÓ COMO UNA TIENDA DE CAMPAÑA A LA QUE LE DAS UNA PATADA, DE MODO QUE, PARA EL AÑO DE LA ROPA INTERIOR PARA ADULTOS DEPEND, MENOS DEL DIEZ POR CIENTO DE TODAS LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS PRIVADAS UTILIZABAN UN VIDEOTRANSMISOR DE IMAGEN Y DATOS DE FIBRA O PRODUCTOS Y SERVICIOS SIMILARES, HABIENDO DECIDIDO LA MEDIA DE LOS USUARIOS TELEFÓNICOS DE ESTADOS UNIDOS QUE ÉL /ELLA EN REALIDAD Y DESPUÉS DE TODO PREFERÍA EL RETRÓGADO Y ANTICUADO TELÉFONO INTERLACE SOLO PARA VOZ COMO EN LOS TIEMPOS DE LA BELL, UN CAMBIO RADICAL DE PREFERENCIA QUE LES COSTÓ LA CAMISA A NUMEROSOS EMPRESARIOS QUE SE PRECIPITARON EN INTRODUCIR LA VIDEOTELEFONÍA EN SUS COMPAÑÍAS, ADEMÁS DE DESESTABILIZAR A DOS FONDOS DE INVERSIÓN SUMAMENTE RESPETADOS QUE HABÍAN APOSTADO FUERTEMENTE POR LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA Y QUE CASI LIQUIDÓ EL FONDO FREDDIE-MAC DE JUBILACIÓN EN EL QUE HABÍAN DEPOSITADO SUS AHORROS CASI TODOS LOS EMPLEADOS DEL ESTADO DE MARYLAND, UN FONDO CUYO ADMINISTRADOS, A INSTANCIAS DEL HERMANO DE SU AMANTE, QUE HABÍA SIDO UN EMPRESARIO MANIATICAMENTE PRECIPITADO CON LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA… ENTONCES, POR QUÉ SE PRODUJO LA ABRUPTA RETIRADA DE LOS CONSUMIDORES, QUE DIERON MARCHA ATRÁS Y REGRESARON AL VIEJO TELÉFONO SOLO PARA VOZ?
La respuesta, en una especie de trivalente cáscara de nuez, es la siguiente: 1) el estrés emocional; 2) la vanidad física, y 3) un cierto y extraño tipo de lógica autodestructiva en la microeconomía de la alta tecnología para el consumo.
1. Resultó que había algo terriblemente estresante en las interfaces visuales telefónicas que no existía en las interfaces solo verbales. De repente, los consumidores de videofonía se percataron de que habían sido víctimas de un engaño insidioso, pero totalmente maravilloso, en lo que respecta a la videofonía solo verbal. Antes no habían notado el engaño, como si fuera algo tan complejo emocionalmente que solo se pudiera valorar en el contexto de su pérdida. Las viejas y buenas conversaciones solo verbales de antaño te permitían suponer que la persona del otro extremo de la línea te prestaba toda su atención mientras que a ti te tenía sin cuidado lo que ella dijera. Una conversación tradicional solo auditiva-utilizando un teléfono manual cuyo auricular solo tenía seis pequeñas aberturas, pero cuyo auricular significativamente tenía 62 o 36- te permitía entrar en una especie de fuga hipnótica o autopista de semiatención: mientras conversabas, podías mirar la habitación, garabatear, acicalarte, arrancarte diminutos trozos de piel de las cutículas, componer haikus en la agenda telefónica, remover lo que estabas cocinando; incluso podías mantener toda una conversación adicional en lenguaje de signos y mediante exageradas expresiones faciales con la gente que estuviera a tu lado, y todo esto mientras parecías estar prestando la debida atención a la voz del aparato. Y no obstante – y esta fue la parte restrospectivamente maravillosa-, incluso mientras dividías tu atención entre el teléfono y toda una serie de pequeñas actividades, nunca te sentías acechado por la sospecha de que la atención de tu interlocutor podía estar tan dividida como la tuya. En el transcurso de la conversación tradicional, digamos que te entretenías buscando con los dedos algún granito en el mentón y de ningún modo te sentías deprimido por la idea de que acaso tu interlocutor estuviera haciendo lo mismo. Se trataba de una ilusión, y de una ilusión auditiva con una base auditiva: la voz del otro extremo de la línea era densa, fuertemente comprimida y con un vector directo a tu oído que te permitía imaginar que la atención del interlocutor era igualmente comprimida y concentrada… aunque no lo fuera tu atención. Esa era la cuestión. La ilusión bilateral de atención unilateral era casi infantilmente gratificante desde el punto de vista emocional: tenías que creer que recibías toda la atención de alguien sin tener que devolverla. Vista con la objetividad de una percepción a posteriori, la ilusión parece irracional, casi literalmente fantástica: es como si las dos partes se mintieran, pero confiaran una en la otra al unísono.
La videotelefonía hizo insostenible esta fantasía. Los usuarios descubrían ahora que tenían que poner la misma expresión casi demasiado intensa de quienes hablan cara a cara. Aquellos usuarios que, por la fuerza de una costumbre inconsciente, sucumbían a acicalarse o alisarse la ropa, ahora daban la impresión de ser groseros, estar distraídos o de prestarse una infantil atención a sí mismos. Los usuarios que, aún más inconscientemente, se exprimían granitos io se metían el dedo en la nariz, se encontraban con expresiones de horror en el rostro del otro extremo de la línea. Todo lo cual daba como resultado un evidente estrés videofónico.
Aún peor, por supuesto, era la impresión traumática de ser expulsado del Edén cuando, al levantar la mirada tras pasar un dedo por tu agenda de teléfonos o ajustar el ángulo de reposo de tu viejo aparato sobre tus piernas, veías que tu videofónica interlocutora jugueteaba con los cordones de sus zapatos mientras te hablaba y te dabas cuenta de pronto de que la fantasía infantil de tener toda la atención del otro mientras tú hablas haciendo otras cosillas como pequeños ajustes en tus partes genitales era una quimera y que en realidad a ti no te prestaban más atención que la que tú prestabas al otro. Los usuarios videofónicos descubrieron que todo lo de la atención se convertía en un asunto monstruosamente estresante.
2. Y el estrés videofónico era aún peor si tú eras ligeramente vanidoso, es decir, si te preocupaba tu imagen. De cara a los demás. Y, bromas aparte, ¿quién no lo es? Las viejas llamadas auditivas se podían hacer sin maquillaje, peluca, prótesis quirúrgicas, etcétera. Incluso sin ropa, si te apetecía. Pero para lso conscientes de su imagen la videofonía no ofrecía la menos posibilidad de contestar a una llamada tal como estaban; de ese modo, los usuarios empezaron a sentirse ya no como cuando sonaba el viejo teléfono sino como si llamaran a la puerta y ello los obligara a vestirse en un santiamén y ponerse la prótesis y verificar el estado del pelo delante del espejo antes de contestar al timbre.
Pero el verdadero tiro de gracia para la videofonía fue cómo se veían las caras de los usuarios en la pantalla. No la cara del interlocutor, sino la propia cuando la veías en el vídeo. Al fin y al cabo, usar la opción de registrar la llamada apra grabar ambas pulsaciones y luego ver cómo había visto tu cara la persona que te había llamado solo era un trámite de tres botones. Esta especie de chequeo visual no era más llevadero que el espejo. Pero la experiencia resultó ser casi universalmente horripilante. La gente se horrorizaba de cómo se veían su rostro en la pantalla. No era simplemente la hinchazón, esa conocida impresión de sobrepeso que el vídeo inflige a una cara. Era algo peor. incluso con pantallas de alta definicón, los usuarios percibían algo esencialmente borroso y de aspecto húmedo, una indefinición pálida que les parecía no solo muy poco lisonjera, sino también evasiva, furtiva, algo desagradable, muy poco digno de confianza. En un primer y aciago estudio de InterLace/GTE, al que nadie hizo caso en medio de la tormenta de entusiasmo empresaria que levantó aquella tecnología de ciencia ficción, se dice que casi el sesenta por ciento de quienes tenían acceso a sus propios rostros durante las llamadas videofónicas se manifestaban específicamente en términos de imagen «de no fiar», «desagradable» o «difícil de gustar» al describir su propio aspecto en la pantalla; hubo un setenta y uno por ciento fenomenalmente desastroso de ciudadanos de la tercera edad que compararon sus propias videocaras específicamente con la de Richard Nixon durante el famoso debate con Kennedy en 1960.
La solución propuesta a lo que los psicólogos asesores de la industria de las telecomunicaciones denominaron Dusfroia Vídeo- Fisionómica (o DVF) fue sin duda el advenimiento del Enmascaramiento de Alta Definición; de hecho fueron esos empresarios, que gravitaron hacia la producción de imágenes videofónicas de alta deficinión y luego directamente a las máscaras, quienes superaron la corta vida del fenómeno videofónico sin perder hasta la camisa y bastante forrados.
En lo que respecta a las máscaras, la opción inicial fue de Imágenes Fotográficas de Alta Definición; es decir, coger los elementos más atractivos de un conjunto de fotografías en distintas poses favorecedoras de un determinado usuario y – gracias a los equipos disponibles de configuración de imágenes de los que fueron pioneras las industrias de la cosmética y el orden público- combinarlos en una composición de alta definición muy atractiva de un rostro con una expresión honesta y con el exceso de intensidad justo para una atención completa, pero fue rápidamente reemplazada por la opción un poco más económica (usando el mismo software de la industria cosmética y del FBI) que consistía en fundir la imagen facial mejorada en una auténtica máscara de resina de polibutileno; los consumidores pronto descubrieron que valúia la pena pagar el alto coste de una máscara permanente y portátil porque, si se tenían en cuenta los beneficios de reducción de estrés y de DVF y las eficaces cintas de Velcro para atarse la máscara, entonces la cabeza del usuario salía por muy poco dinero; y durante un par de ejercicios fiscales, las compañías de cable telefónico pudieron recuperar la confianza de los consumidores afligidos por la DVF uniéndose en una operación horizontalmente integrada por la cual se entregaban las máscaras en el momento de instalar el aparato. Las máscaras de alta definición, cuando no estaban en uso, simplemente colgaban de un gancho al lado de la consola telefónica del ordenador, dando sin duda una imagen un tanto surrealista y desconcertante cuando se las colgaba vacías y arrugadas; a veces había un problema de identidad errónea potencialmente negativo cuando se trataba de un servicio de multiuso familiar o empresarial que implicaba una apresurada selección de la máscara correcta de una larga hilera de máscaras vacías, pero de cualquier modo al principio las máscaras parecieron una viable respuesta de la industria al problema de la vanidad, del estrés y de la imagen facial nixoniana.
2 y quizá también 3. Pero, al combinar el natural instinto empresarial de satisfacer toda la demanda de consumo lo bastante alto, por un lado, con lo que parece ser una distorsión casi idéntica en la manera que las personas tienden a verse a sí mismas, se posibilita explicar históricamente la velocidad con que decayó y quedó fuera de control toda la cuestión de las máscaras videofónicas de alta definición. No sólo es tremendamente difícil evaluar tu propia imagen, en el sentido, por ejemplo, de si eres apuesto o atractiva – intenta, por ejemplo, ponerte delante de un espejo y determinar con cierta seguridad dónde estas en una escala de atracción con algo parecido a la misma facilidad objetiva con que determinas dónde están en esa escala las personas que tú conoces y si son guapas o feas-, sino que también resultó que la autopercepción instintivamente sesgada de los consumidores, unida a la cuestión del estrés relacionado con la vanidad, hizo que empezaran a preferir y luego a exigir unas máscaras videofónicas mucho más atractivas de lo que ellos eran en realidad. Los fabricantes de máscaras de alta definición, dispuestos y rpedispuestos a ofrecer no solo verosimilitud, sino también realce estético – mentones más prominentes, ojeras menos marcadas, nada de cicatrices ni arrugas -, pronto expulsaron del mercado a los primeros productores de máscaras miméticas. En una progresión gradualmente menos sutil al cabo de un par más de ejercicios de venta, la mayoría de los consumidores usaban máscaras tan innegablemente más atractivas en los videófonos que sus propias caras y se transmitían imágenes de sí mismos tan horrendamente sesgadas y realzadas que se produjo un enorme estrés psicosocial por el cual ingentes números de usuarios se volvieron remisos a abandonar sus hogares o a interfacear personalmente con gente que, ellos se temían, ahora estaba habituada a ver la máscara mucho más fascinante de sí mismo en el teléfono y que sufrirían al verlos en persona (así se expresaba la fobia de los usuarios) la misma desilusión estética que, por ejemplo, producen ciertas mujeres que siempre van maquilladas cuando uno las ve por primera vez con la cara lavada.
Las ansiedades sociales que rodeaban a lo que los psicólogos asesores denominaron Enmascaramiento Optimísticamente No Representativo (EONR) se intensificaron poco a poco a medida que la tecnología de las primeras y rudimentarias cámaras videofónicas dio paso a un diámetro de visión no tan estrecho y ahora las diminutas cámaras podían enviar y recibir imágenes casi de cuerpo entero. Ciertos empresarios psicológicamente poco escrupulosos empezaron a comercializar recortes de cuerpo entero hechos con polibutileno y poliuretano, algo similar a los recortes bidimensionales de hombres musculosos y de bellezas despampanantes en traje de baño y sin cabeza que si uno se pone por detrás y coloca el mentón sobre el cartón entonces se puede hacer sacar fotos baratas en la playa, solo que estas máscaras videofónicas de cuerpo entero eran de alta tecnología y mucho más convincentes. Al sumar los costes variables del guardarropa bidimensional, las opciones de color de ojos y cabello, las distintas reducciones y ampliaciones estéticas, etcétera, el gasto empezó a perjudicar la rentabilidad de cara al gran mercado, aunque al mismo tiempo se producía una terrible presión social para poder afrontar la mejor imagen corporal bidimensional posible a fin de no sentirse con un aspecto comparativamente espantoso cuando se usaba el teléfono. Por supuesto, no pasó mucho tiempo antes de que la implacable carrera empresarial hacia una ratonera aún mejor diera lugar al Tableaux Transmisible (o TT), el cual, visto en retrospectiva, fue probablemente el que puso brillante punto final al negocio videofónico. con el TT, el enmascaramiento facial y corporal quedó descartado por completo y fue reemplazado por una imagen de vídeo de lo que era en esencia una fotografía sumamente retocada, una de un ser humano con un estado físico increíble e inmensamente atractivo y proporcionado, alguien que en realidad solo se asemejaba a su usuario en aspectos tan limitados como la raza o el número de extremidades; el rostro atento de la foto se concentraba en dirección a la cámara videofónica desde una habitación suntuosa, pero sin ostentación, que reflejaba fielmente la imagen que uno deseaba transmitir, etcétera.
Los Tableaux no eran más que fotografías de alta calidad en tamaño reducido, con las proporciones de un diorama y colocadas mediante un ajustador de plástico, bastante similar a una tapa de lente, puesto sobre la cámara videofónica. Celebridades extremadamente atractivas del mundo del espectáculo, pero no terriblemente exitosas – como las que en décadas pasadas lenaban los publirrepoprtajes-, de golpe y porrazo se encontraron en demanda como modelos para los Tableauz videofónicos.
Debido a que los Tableaux solo implicaban la mera transmisión de fotografías fijas en vez de imaginería y realces informáticos, podían ser reproducidos en serie y a un precio ajustado. Por un brece lapso de tiempo, ayudaron a aliviar la tensión entre el alto coste del enmascaramiento corporal realzado y las monstruosas presiones estéticas que la videofonía ejercía en los usuarios, por no mencionar los puestos de trabajo que proporcionó a decoradores fotógrafos, peluqueros y celebridades habituales de los publirreportajes muy presionadas por la declinante fortuna de la publicidad televisiva.
3. Hay una especie de lección reveladora más allá de la breve curva de viabilidad del avance de la tecnología de consumo. La carrera de la videofonía se ajusta con nitidez a la forma clásicamente anular de esta curva: primero se produce una especie de terrible avance como de ciencia ficción en la tecnología de consumo – como el salto de la telefonía auditiva a la de vídeo-, pero sin embargo ese progreso siempre conlleva ciertas imprevistas desventajas para el consumidor; luego esos nichos de mercado creados por esas desventajas – como la repulsión estresante y vanidosa de la gente por su propio aspecto videofónico- son llenados ingeniosamente por el mero empuje empresarial. Y no obstante, esas mismísimas ventajas, resultado de ingeniosas compensaciones para contrarrestar las nuevas desventajas, muy a menudo parecen sovavar el avance tecnológico y todo acaba en una reincidencia del consumo, el cierre de la curva y una pérdida masiva de camisas de los inversores precipitados. En el presente caso, la propia evolución de las compensaciones por vanidad y estrés fue testigo, primero, del rechazo de sus propias facciones por parte de los usuarios, luedo de sus propios parecidos enmascarados y realzados y, finalmente, de la cobertura total de sus videocámaras y la transmisión de Tableaux estáticos y atractivamente estilizados de un aparato a otro. Y por supuesto, detrás de esos dioramas y de la transmisión de Tableauz, los usuarios encontraron que volvían a ser enteramente invisibles y a estar exentos de estrés, sin maquillajes vanidosos ni pelucas, con sus propias ojeras por debajo de los diorabas de celebridades, una vez más libres – ya que eran invisibles – para rascarse, acicalarse, hacerse la manicura o mostrar las arrugas, mientras que en sus pantallas estaba el rostro atento y atractivo de la bien elegida celebridad que al otro lado del Tableau les reaseguraba que eran objeto de una concentrada atención que ellos no tenían por qué prestar.
Y, por supuesto, estas ventajas no eran más que las ventajas en un momento perdidas y ahora valoradas de la vieja época del teléfono Bell ciego y solo auditiva con sus 6 (y 62) agujeros en el aparato. La única diferencia era que ahora este caro Tableau estúpido e irreal era transmitido entre teleordenadores por líneas de videofibra de alto rpecio. Después de que la gente internalizara y difundiera esta realidad entre los consumidores (curiosamente, en gran parte por vía telefónica), ¿cuánto más tiempo podía un microeconomista esperar que pasase antes de que fuera abandonada la videotelefonía visual de alta tecnología y se retornase al viejo teléfono, no solo dictado por el sentido común del consumidor, sino al cabo de un tiempo culturalmente aprobado como una especie de integridad chic, no luditismo pero sí una especie de trascendencia retrógrada de la alta tecnología de ciencia ficción como fin en sí mismo, una trascendencia de la vanidad y de la esclavitud a la moda de la alta tecnología que la gente percibe como poco atractiva en los demás? En otras palabras, el retorno a la telefonía solo hablada, al final de la curva de demanda, se convirtió en una especie de símbolo de estatus de la antivanidad, de modo que únicamente los usuarios que no se enteraban de nada siguieron usando videofonía y Tableauz, por no mencionar las máscaras, y esa gente negligente que seguía usando facsímiles se convirtió en un irónico símbolo cultural de vana e indolente sumisión a las relaciones públicas corporativas y a las novedades en alta tecnología; en el Tiempo Subsidiado fueron los equivalentes en cutrez de la gente con ropa deportiva, pinturas de terciopelo negro, chalecos para sus perros, joyería eléctrica de circonio, raspadores de lengua NoCoat, etcétera. Las mayoría de los consumidores de comunicaciones guardaron sus Tableaux de dioramas en el fondo de un estante cualquiera y cubrieron las cámaras con tapas negras de lentes, y ahora usan los colgadores para las máscaras al lado de la consola para colgar unas nuevas agendas para teléfonos y direcciones especialmente confeccionadas con un pequeño receptáculo en el borde superior para que cuelguen de los ganchos previamente destinados a las máscaras. Pero incluso entonces, la mayoría de los consumidores de estados Unidos siguieron francamente refractarios a salir de sus casas del teleordenador e interfacear personalmente, aunque la persistencia de este fenómeno no se puede atribuir exclusivamente a la moda pasajera de la videofonía; de cualquier manera,e sta nueva panagorafobia sirvió para abrir nuevos gigantescos mercados telecomputerizados para la compra y su transporte, y no causó demasiada preocupación a la industria.
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
El queso, y donde hace una radiografía casi perfecta de cierta gente está al principio. Si lo hubiera dejado ahí...Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Entre que la peña está cada vez más sola y que segùn estadísticas que hemos comentado, en las apps como la que nos ocupa, mucha gente se queda fuera, la persona tipo, mujeres incluídas, que describe el autor será muy pero que muy común.
Infernu- Mensajes : 56574
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
albichuela escribió:Explicación gráfica, por favorInfernu escribió:Blas tendría que crear un emoticono nuevo para ponerlo como respuesta a esto.albichuela escribió:Por no chafarte el debate, infernu, dejo aquí este extracto (largo como un artículo de jotdown) de La Broma Infinita que leí ayer y dónde DFW analiza de forma quirúrgica, en 1995, lo que hoy es Snapchat y un altísimo porcentaje de perfiles de Tinder:
- Spoiler:
¿POR QUÉ, AUNQUE EN LOS PRIMEROS DÍAS DE LOS TELEORDENADORES INTERNETEADOS DE INTERLACE QUE OPERABAN BÁSICAMENTE CON LA MISMA PARRILLA DE FIBRA DIGITAL DE LAS COMPAÑÍAS TELEFÓNICAS, EL ADVENIMIENTO DEL VIDEOTELÉFONO (TAMBIÉN CONOCIDO COMO VIDEÓFONO) GOZÓ DE UNA ÉPOCA DE INMENSA POPULARIDAD ENTRE LOS CONSUMIDORES-USUARIOS ENCANTADOS CON LA IDEA DE UNA INTERAZ TELEFÓNICA TANTO AUDITIVA COMO FACIAL (SIENDO LA PRIMERA GENERACIÓN DE CÁMARAS VIDEOFÓNICAS DEMASIADO RUDIMENTARIAS DE APERTURA DEMASIADO ESTRECHA COMO PARA ALGO MÁS QUE PRIMEROS PLANOS FACIALES),
EN LA PRIMERA GENERACIÓN DE TELEORDENADORES QUE EN AQUELLOS TIEMPOS ERAN POCO MÁS QUE APARATOS DE TELEVISIÓN DE ALTA TECNOLOGÍA, AUNQUE POR SUPUESTO CONTABAN CON ESE DIMINUTO ICONO, EL AGENTE INTELIGENTE Y HOMONCULAR QUE APARECÍA EN LA ESQUINA DERECHA INFERIOR DE LA PANTALLA DE UN PROGRAMA EMITIDO POR CABLE O POR ONDAS Y TE DECÍA LA HORA Y LA TEMPERATURA EXTERIOR O TE RECORDABA QUE TOMARAS EL MEDICAMENTO PARA LA PRESIÓN ARTERIAL O TE ANUNCIABA UNA OPCIÓN DE ENTRETENIMIENTO ESPECIALMENTE ATRACTIVA QUE EMPEZABA INMEDIATAMENTE EN EL CANAL 491 O ALGO ASÍ, O POR SUPUESTO TE ALERTABA DE INMEDIATO DE UNA LLAMADA VIDEOFÓNICA ENTRANTE Y LUEGO ZAPATEABA CON UN PEQUEÑO E ICÓNICO SOMBRERO DE PAJA Y UN BASTÓN Y CAÍA JUSTO DEBAJO DE UN MENÚ DE POSIBLES OPCIONES PARA RESPONDER Y QUIENES LLAMABAN ADORABAN A LOS DIMINUTOS ICONOS HOMUNCULARES, PERO POR QUÉ, AL CABO DE 16 MESES O 5 PERÍODOS DE VENTA, LA CURVA TUMESCENTE DE DEMANDA DE VIDEOFONÍA DE REPENTE SE COLAPSÓ COMO UNA TIENDA DE CAMPAÑA A LA QUE LE DAS UNA PATADA, DE MODO QUE, PARA EL AÑO DE LA ROPA INTERIOR PARA ADULTOS DEPEND, MENOS DEL DIEZ POR CIENTO DE TODAS LAS COMUNICACIONES TELEFÓNICAS PRIVADAS UTILIZABAN UN VIDEOTRANSMISOR DE IMAGEN Y DATOS DE FIBRA O PRODUCTOS Y SERVICIOS SIMILARES, HABIENDO DECIDIDO LA MEDIA DE LOS USUARIOS TELEFÓNICOS DE ESTADOS UNIDOS QUE ÉL /ELLA EN REALIDAD Y DESPUÉS DE TODO PREFERÍA EL RETRÓGADO Y ANTICUADO TELÉFONO INTERLACE SOLO PARA VOZ COMO EN LOS TIEMPOS DE LA BELL, UN CAMBIO RADICAL DE PREFERENCIA QUE LES COSTÓ LA CAMISA A NUMEROSOS EMPRESARIOS QUE SE PRECIPITARON EN INTRODUCIR LA VIDEOTELEFONÍA EN SUS COMPAÑÍAS, ADEMÁS DE DESESTABILIZAR A DOS FONDOS DE INVERSIÓN SUMAMENTE RESPETADOS QUE HABÍAN APOSTADO FUERTEMENTE POR LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA Y QUE CASI LIQUIDÓ EL FONDO FREDDIE-MAC DE JUBILACIÓN EN EL QUE HABÍAN DEPOSITADO SUS AHORROS CASI TODOS LOS EMPLEADOS DEL ESTADO DE MARYLAND, UN FONDO CUYO ADMINISTRADOS, A INSTANCIAS DEL HERMANO DE SU AMANTE, QUE HABÍA SIDO UN EMPRESARIO MANIATICAMENTE PRECIPITADO CON LA TECNOLOGÍA VIDEOFÓNICA… ENTONCES, POR QUÉ SE PRODUJO LA ABRUPTA RETIRADA DE LOS CONSUMIDORES, QUE DIERON MARCHA ATRÁS Y REGRESARON AL VIEJO TELÉFONO SOLO PARA VOZ?
La respuesta, en una especie de trivalente cáscara de nuez, es la siguiente: 1) el estrés emocional; 2) la vanidad física, y 3) un cierto y extraño tipo de lógica autodestructiva en la microeconomía de la alta tecnología para el consumo.
1. Resultó que había algo terriblemente estresante en las interfaces visuales telefónicas que no existía en las interfaces solo verbales. De repente, los consumidores de videofonía se percataron de que habían sido víctimas de un engaño insidioso, pero totalmente maravilloso, en lo que respecta a la videofonía solo verbal. Antes no habían notado el engaño, como si fuera algo tan complejo emocionalmente que solo se pudiera valorar en el contexto de su pérdida. Las viejas y buenas conversaciones solo verbales de antaño te permitían suponer que la persona del otro extremo de la línea te prestaba toda su atención mientras que a ti te tenía sin cuidado lo que ella dijera. Una conversación tradicional solo auditiva-utilizando un teléfono manual cuyo auricular solo tenía seis pequeñas aberturas, pero cuyo auricular significativamente tenía 62 o 36- te permitía entrar en una especie de fuga hipnótica o autopista de semiatención: mientras conversabas, podías mirar la habitación, garabatear, acicalarte, arrancarte diminutos trozos de piel de las cutículas, componer haikus en la agenda telefónica, remover lo que estabas cocinando; incluso podías mantener toda una conversación adicional en lenguaje de signos y mediante exageradas expresiones faciales con la gente que estuviera a tu lado, y todo esto mientras parecías estar prestando la debida atención a la voz del aparato. Y no obstante – y esta fue la parte restrospectivamente maravillosa-, incluso mientras dividías tu atención entre el teléfono y toda una serie de pequeñas actividades, nunca te sentías acechado por la sospecha de que la atención de tu interlocutor podía estar tan dividida como la tuya. En el transcurso de la conversación tradicional, digamos que te entretenías buscando con los dedos algún granito en el mentón y de ningún modo te sentías deprimido por la idea de que acaso tu interlocutor estuviera haciendo lo mismo. Se trataba de una ilusión, y de una ilusión auditiva con una base auditiva: la voz del otro extremo de la línea era densa, fuertemente comprimida y con un vector directo a tu oído que te permitía imaginar que la atención del interlocutor era igualmente comprimida y concentrada… aunque no lo fuera tu atención. Esa era la cuestión. La ilusión bilateral de atención unilateral era casi infantilmente gratificante desde el punto de vista emocional: tenías que creer que recibías toda la atención de alguien sin tener que devolverla. Vista con la objetividad de una percepción a posteriori, la ilusión parece irracional, casi literalmente fantástica: es como si las dos partes se mintieran, pero confiaran una en la otra al unísono.
La videotelefonía hizo insostenible esta fantasía. Los usuarios descubrían ahora que tenían que poner la misma expresión casi demasiado intensa de quienes hablan cara a cara. Aquellos usuarios que, por la fuerza de una costumbre inconsciente, sucumbían a acicalarse o alisarse la ropa, ahora daban la impresión de ser groseros, estar distraídos o de prestarse una infantil atención a sí mismos. Los usuarios que, aún más inconscientemente, se exprimían granitos io se metían el dedo en la nariz, se encontraban con expresiones de horror en el rostro del otro extremo de la línea. Todo lo cual daba como resultado un evidente estrés videofónico.
Aún peor, por supuesto, era la impresión traumática de ser expulsado del Edén cuando, al levantar la mirada tras pasar un dedo por tu agenda de teléfonos o ajustar el ángulo de reposo de tu viejo aparato sobre tus piernas, veías que tu videofónica interlocutora jugueteaba con los cordones de sus zapatos mientras te hablaba y te dabas cuenta de pronto de que la fantasía infantil de tener toda la atención del otro mientras tú hablas haciendo otras cosillas como pequeños ajustes en tus partes genitales era una quimera y que en realidad a ti no te prestaban más atención que la que tú prestabas al otro. Los usuarios videofónicos descubrieron que todo lo de la atención se convertía en un asunto monstruosamente estresante.
2. Y el estrés videofónico era aún peor si tú eras ligeramente vanidoso, es decir, si te preocupaba tu imagen. De cara a los demás. Y, bromas aparte, ¿quién no lo es? Las viejas llamadas auditivas se podían hacer sin maquillaje, peluca, prótesis quirúrgicas, etcétera. Incluso sin ropa, si te apetecía. Pero para lso conscientes de su imagen la videofonía no ofrecía la menos posibilidad de contestar a una llamada tal como estaban; de ese modo, los usuarios empezaron a sentirse ya no como cuando sonaba el viejo teléfono sino como si llamaran a la puerta y ello los obligara a vestirse en un santiamén y ponerse la prótesis y verificar el estado del pelo delante del espejo antes de contestar al timbre.
Pero el verdadero tiro de gracia para la videofonía fue cómo se veían las caras de los usuarios en la pantalla. No la cara del interlocutor, sino la propia cuando la veías en el vídeo. Al fin y al cabo, usar la opción de registrar la llamada apra grabar ambas pulsaciones y luego ver cómo había visto tu cara la persona que te había llamado solo era un trámite de tres botones. Esta especie de chequeo visual no era más llevadero que el espejo. Pero la experiencia resultó ser casi universalmente horripilante. La gente se horrorizaba de cómo se veían su rostro en la pantalla. No era simplemente la hinchazón, esa conocida impresión de sobrepeso que el vídeo inflige a una cara. Era algo peor. incluso con pantallas de alta definicón, los usuarios percibían algo esencialmente borroso y de aspecto húmedo, una indefinición pálida que les parecía no solo muy poco lisonjera, sino también evasiva, furtiva, algo desagradable, muy poco digno de confianza. En un primer y aciago estudio de InterLace/GTE, al que nadie hizo caso en medio de la tormenta de entusiasmo empresaria que levantó aquella tecnología de ciencia ficción, se dice que casi el sesenta por ciento de quienes tenían acceso a sus propios rostros durante las llamadas videofónicas se manifestaban específicamente en términos de imagen «de no fiar», «desagradable» o «difícil de gustar» al describir su propio aspecto en la pantalla; hubo un setenta y uno por ciento fenomenalmente desastroso de ciudadanos de la tercera edad que compararon sus propias videocaras específicamente con la de Richard Nixon durante el famoso debate con Kennedy en 1960.
La solución propuesta a lo que los psicólogos asesores de la industria de las telecomunicaciones denominaron Dusfroia Vídeo- Fisionómica (o DVF) fue sin duda el advenimiento del Enmascaramiento de Alta Definición; de hecho fueron esos empresarios, que gravitaron hacia la producción de imágenes videofónicas de alta deficinión y luego directamente a las máscaras, quienes superaron la corta vida del fenómeno videofónico sin perder hasta la camisa y bastante forrados.
En lo que respecta a las máscaras, la opción inicial fue de Imágenes Fotográficas de Alta Definición; es decir, coger los elementos más atractivos de un conjunto de fotografías en distintas poses favorecedoras de un determinado usuario y – gracias a los equipos disponibles de configuración de imágenes de los que fueron pioneras las industrias de la cosmética y el orden público- combinarlos en una composición de alta definición muy atractiva de un rostro con una expresión honesta y con el exceso de intensidad justo para una atención completa, pero fue rápidamente reemplazada por la opción un poco más económica (usando el mismo software de la industria cosmética y del FBI) que consistía en fundir la imagen facial mejorada en una auténtica máscara de resina de polibutileno; los consumidores pronto descubrieron que valúia la pena pagar el alto coste de una máscara permanente y portátil porque, si se tenían en cuenta los beneficios de reducción de estrés y de DVF y las eficaces cintas de Velcro para atarse la máscara, entonces la cabeza del usuario salía por muy poco dinero; y durante un par de ejercicios fiscales, las compañías de cable telefónico pudieron recuperar la confianza de los consumidores afligidos por la DVF uniéndose en una operación horizontalmente integrada por la cual se entregaban las máscaras en el momento de instalar el aparato. Las máscaras de alta definición, cuando no estaban en uso, simplemente colgaban de un gancho al lado de la consola telefónica del ordenador, dando sin duda una imagen un tanto surrealista y desconcertante cuando se las colgaba vacías y arrugadas; a veces había un problema de identidad errónea potencialmente negativo cuando se trataba de un servicio de multiuso familiar o empresarial que implicaba una apresurada selección de la máscara correcta de una larga hilera de máscaras vacías, pero de cualquier modo al principio las máscaras parecieron una viable respuesta de la industria al problema de la vanidad, del estrés y de la imagen facial nixoniana.
2 y quizá también 3. Pero, al combinar el natural instinto empresarial de satisfacer toda la demanda de consumo lo bastante alto, por un lado, con lo que parece ser una distorsión casi idéntica en la manera que las personas tienden a verse a sí mismas, se posibilita explicar históricamente la velocidad con que decayó y quedó fuera de control toda la cuestión de las máscaras videofónicas de alta definición. No sólo es tremendamente difícil evaluar tu propia imagen, en el sentido, por ejemplo, de si eres apuesto o atractiva – intenta, por ejemplo, ponerte delante de un espejo y determinar con cierta seguridad dónde estas en una escala de atracción con algo parecido a la misma facilidad objetiva con que determinas dónde están en esa escala las personas que tú conoces y si son guapas o feas-, sino que también resultó que la autopercepción instintivamente sesgada de los consumidores, unida a la cuestión del estrés relacionado con la vanidad, hizo que empezaran a preferir y luego a exigir unas máscaras videofónicas mucho más atractivas de lo que ellos eran en realidad. Los fabricantes de máscaras de alta definición, dispuestos y rpedispuestos a ofrecer no solo verosimilitud, sino también realce estético – mentones más prominentes, ojeras menos marcadas, nada de cicatrices ni arrugas -, pronto expulsaron del mercado a los primeros productores de máscaras miméticas. En una progresión gradualmente menos sutil al cabo de un par más de ejercicios de venta, la mayoría de los consumidores usaban máscaras tan innegablemente más atractivas en los videófonos que sus propias caras y se transmitían imágenes de sí mismos tan horrendamente sesgadas y realzadas que se produjo un enorme estrés psicosocial por el cual ingentes números de usuarios se volvieron remisos a abandonar sus hogares o a interfacear personalmente con gente que, ellos se temían, ahora estaba habituada a ver la máscara mucho más fascinante de sí mismo en el teléfono y que sufrirían al verlos en persona (así se expresaba la fobia de los usuarios) la misma desilusión estética que, por ejemplo, producen ciertas mujeres que siempre van maquilladas cuando uno las ve por primera vez con la cara lavada.
Las ansiedades sociales que rodeaban a lo que los psicólogos asesores denominaron Enmascaramiento Optimísticamente No Representativo (EONR) se intensificaron poco a poco a medida que la tecnología de las primeras y rudimentarias cámaras videofónicas dio paso a un diámetro de visión no tan estrecho y ahora las diminutas cámaras podían enviar y recibir imágenes casi de cuerpo entero. Ciertos empresarios psicológicamente poco escrupulosos empezaron a comercializar recortes de cuerpo entero hechos con polibutileno y poliuretano, algo similar a los recortes bidimensionales de hombres musculosos y de bellezas despampanantes en traje de baño y sin cabeza que si uno se pone por detrás y coloca el mentón sobre el cartón entonces se puede hacer sacar fotos baratas en la playa, solo que estas máscaras videofónicas de cuerpo entero eran de alta tecnología y mucho más convincentes. Al sumar los costes variables del guardarropa bidimensional, las opciones de color de ojos y cabello, las distintas reducciones y ampliaciones estéticas, etcétera, el gasto empezó a perjudicar la rentabilidad de cara al gran mercado, aunque al mismo tiempo se producía una terrible presión social para poder afrontar la mejor imagen corporal bidimensional posible a fin de no sentirse con un aspecto comparativamente espantoso cuando se usaba el teléfono. Por supuesto, no pasó mucho tiempo antes de que la implacable carrera empresarial hacia una ratonera aún mejor diera lugar al Tableaux Transmisible (o TT), el cual, visto en retrospectiva, fue probablemente el que puso brillante punto final al negocio videofónico. con el TT, el enmascaramiento facial y corporal quedó descartado por completo y fue reemplazado por una imagen de vídeo de lo que era en esencia una fotografía sumamente retocada, una de un ser humano con un estado físico increíble e inmensamente atractivo y proporcionado, alguien que en realidad solo se asemejaba a su usuario en aspectos tan limitados como la raza o el número de extremidades; el rostro atento de la foto se concentraba en dirección a la cámara videofónica desde una habitación suntuosa, pero sin ostentación, que reflejaba fielmente la imagen que uno deseaba transmitir, etcétera.
Los Tableaux no eran más que fotografías de alta calidad en tamaño reducido, con las proporciones de un diorama y colocadas mediante un ajustador de plástico, bastante similar a una tapa de lente, puesto sobre la cámara videofónica. Celebridades extremadamente atractivas del mundo del espectáculo, pero no terriblemente exitosas – como las que en décadas pasadas lenaban los publirrepoprtajes-, de golpe y porrazo se encontraron en demanda como modelos para los Tableauz videofónicos.
Debido a que los Tableaux solo implicaban la mera transmisión de fotografías fijas en vez de imaginería y realces informáticos, podían ser reproducidos en serie y a un precio ajustado. Por un brece lapso de tiempo, ayudaron a aliviar la tensión entre el alto coste del enmascaramiento corporal realzado y las monstruosas presiones estéticas que la videofonía ejercía en los usuarios, por no mencionar los puestos de trabajo que proporcionó a decoradores fotógrafos, peluqueros y celebridades habituales de los publirreportajes muy presionadas por la declinante fortuna de la publicidad televisiva.
3. Hay una especie de lección reveladora más allá de la breve curva de viabilidad del avance de la tecnología de consumo. La carrera de la videofonía se ajusta con nitidez a la forma clásicamente anular de esta curva: primero se produce una especie de terrible avance como de ciencia ficción en la tecnología de consumo – como el salto de la telefonía auditiva a la de vídeo-, pero sin embargo ese progreso siempre conlleva ciertas imprevistas desventajas para el consumidor; luego esos nichos de mercado creados por esas desventajas – como la repulsión estresante y vanidosa de la gente por su propio aspecto videofónico- son llenados ingeniosamente por el mero empuje empresarial. Y no obstante, esas mismísimas ventajas, resultado de ingeniosas compensaciones para contrarrestar las nuevas desventajas, muy a menudo parecen sovavar el avance tecnológico y todo acaba en una reincidencia del consumo, el cierre de la curva y una pérdida masiva de camisas de los inversores precipitados. En el presente caso, la propia evolución de las compensaciones por vanidad y estrés fue testigo, primero, del rechazo de sus propias facciones por parte de los usuarios, luedo de sus propios parecidos enmascarados y realzados y, finalmente, de la cobertura total de sus videocámaras y la transmisión de Tableaux estáticos y atractivamente estilizados de un aparato a otro. Y por supuesto, detrás de esos dioramas y de la transmisión de Tableauz, los usuarios encontraron que volvían a ser enteramente invisibles y a estar exentos de estrés, sin maquillajes vanidosos ni pelucas, con sus propias ojeras por debajo de los diorabas de celebridades, una vez más libres – ya que eran invisibles – para rascarse, acicalarse, hacerse la manicura o mostrar las arrugas, mientras que en sus pantallas estaba el rostro atento y atractivo de la bien elegida celebridad que al otro lado del Tableau les reaseguraba que eran objeto de una concentrada atención que ellos no tenían por qué prestar.
Y, por supuesto, estas ventajas no eran más que las ventajas en un momento perdidas y ahora valoradas de la vieja época del teléfono Bell ciego y solo auditiva con sus 6 (y 62) agujeros en el aparato. La única diferencia era que ahora este caro Tableau estúpido e irreal era transmitido entre teleordenadores por líneas de videofibra de alto rpecio. Después de que la gente internalizara y difundiera esta realidad entre los consumidores (curiosamente, en gran parte por vía telefónica), ¿cuánto más tiempo podía un microeconomista esperar que pasase antes de que fuera abandonada la videotelefonía visual de alta tecnología y se retornase al viejo teléfono, no solo dictado por el sentido común del consumidor, sino al cabo de un tiempo culturalmente aprobado como una especie de integridad chic, no luditismo pero sí una especie de trascendencia retrógrada de la alta tecnología de ciencia ficción como fin en sí mismo, una trascendencia de la vanidad y de la esclavitud a la moda de la alta tecnología que la gente percibe como poco atractiva en los demás? En otras palabras, el retorno a la telefonía solo hablada, al final de la curva de demanda, se convirtió en una especie de símbolo de estatus de la antivanidad, de modo que únicamente los usuarios que no se enteraban de nada siguieron usando videofonía y Tableauz, por no mencionar las máscaras, y esa gente negligente que seguía usando facsímiles se convirtió en un irónico símbolo cultural de vana e indolente sumisión a las relaciones públicas corporativas y a las novedades en alta tecnología; en el Tiempo Subsidiado fueron los equivalentes en cutrez de la gente con ropa deportiva, pinturas de terciopelo negro, chalecos para sus perros, joyería eléctrica de circonio, raspadores de lengua NoCoat, etcétera. Las mayoría de los consumidores de comunicaciones guardaron sus Tableaux de dioramas en el fondo de un estante cualquiera y cubrieron las cámaras con tapas negras de lentes, y ahora usan los colgadores para las máscaras al lado de la consola para colgar unas nuevas agendas para teléfonos y direcciones especialmente confeccionadas con un pequeño receptáculo en el borde superior para que cuelguen de los ganchos previamente destinados a las máscaras. Pero incluso entonces, la mayoría de los consumidores de estados Unidos siguieron francamente refractarios a salir de sus casas del teleordenador e interfacear personalmente, aunque la persistencia de este fenómeno no se puede atribuir exclusivamente a la moda pasajera de la videofonía; de cualquier manera,e sta nueva panagorafobia sirvió para abrir nuevos gigantescos mercados telecomputerizados para la compra y su transporte, y no causó demasiada preocupación a la industria.
No soy usuario de forocoches, pero usan este.
Roto2
Infernu- Mensajes : 56574
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Infernu escribió:El queso, y donde hace una radiografía casi perfecta de cierta gente está al principio. Si lo hubiera dejado ahí...Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Entre que la peña está cada vez más sola y que segùn estadísticas que hemos comentado, en las apps como la que nos ocupa, mucha gente se queda fuera, la persona tipo, mujeres incluídas, que describe el autor será muy pero que muy común.
Que la sociedad aun considere que estar solo/a es de fracasados, es un problema.
Evolardo- Mensajes : 64466
Fecha de inscripción : 07/03/2013
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Evolardo escribió:Infernu escribió:El queso, y donde hace una radiografía casi perfecta de cierta gente está al principio. Si lo hubiera dejado ahí...Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Entre que la peña está cada vez más sola y que segùn estadísticas que hemos comentado, en las apps como la que nos ocupa, mucha gente se queda fuera, la persona tipo, mujeres incluídas, que describe el autor será muy pero que muy común.
Que la sociedad aun considere que estar solo/a es de fracasados, es un problema.
Yo no he terminado ni el tercer párrafo, y ya en el primero me estaba estomagando.
ruso- Mensajes : 31744
Fecha de inscripción : 27/08/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Hay una cierta dignidad en las pajas. Si no te pasas quejándote y autocompadeciéndote todo el puto día, claro.
Interminables barbechos me contemplan. Hoy lejanos, pero siempre presentes.
Interminables barbechos me contemplan. Hoy lejanos, pero siempre presentes.
Godofredo- Mensajes : 145751
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
ruso escribió:Evolardo escribió:Infernu escribió:El queso, y donde hace una radiografía casi perfecta de cierta gente está al principio. Si lo hubiera dejado ahí...Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Entre que la peña está cada vez más sola y que segùn estadísticas que hemos comentado, en las apps como la que nos ocupa, mucha gente se queda fuera, la persona tipo, mujeres incluídas, que describe el autor será muy pero que muy común.
Que la sociedad aun considere que estar solo/a es de fracasados, es un problema.
Yo no he terminado ni el tercer párrafo, y ya en el primero me estaba estomagando.
el escrito ese es infecto.
Evolardo- Mensajes : 64466
Fecha de inscripción : 07/03/2013
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Que lo haya escrito Gonzalo Vazquez me ha jodido doblemente.
Pier- Mensajes : 26144
Fecha de inscripción : 03/03/2010
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Evolardo escribió:Infernu escribió:El queso, y donde hace una radiografía casi perfecta de cierta gente está al principio. Si lo hubiera dejado ahí...Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Entre que la peña está cada vez más sola y que segùn estadísticas que hemos comentado, en las apps como la que nos ocupa, mucha gente se queda fuera, la persona tipo, mujeres incluídas, que describe el autor será muy pero que muy común.
Que la sociedad aun considere que estar solo/a es de fracasados, es un problema.
No he leído la turra al completo, pero esto es como todo. Hay mucha gente que no quiere estar sola y lo está. Y ahí sí que veo problemas gordos.
R'as Kal Bhul- Mensajes : 68751
Fecha de inscripción : 07/06/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Ahí está el quid, y me da que cada vez serán más. Lo bueno que tiene el articulo es que define bastante bien el proceso que siguen muchas personas.R'as Kal Bhul escribió:Evolardo escribió:Infernu escribió:El queso, y donde hace una radiografía casi perfecta de cierta gente está al principio. Si lo hubiera dejado ahí...Jud escribió:albichuela escribió:Lo he abandonado al cuarto párrafoInfernu escribió:No sabía donde poner este artículo, que es genial en algunas partes y totalmente impresentable en otras. Quizás alguno se sienta identificado en lo que describe, ya sea en la actualidad, en el pasado o conociendo a alguien queestá así.
Pero no dejéis de leer los comentarios y los debates que se crean, un autèntico viaje a la tardoadolescencia y al nuncafollismo.
Tinder no es para todos, y lo que se describe en el artículo pasa realmente.
Sólo pongo el artículo, estoy totalmente en desacuerdo con muchas de las cosas que dice en su parte central, que conste.
Pero me parece interesante.
https://www.jotdown.es/2012/03/gonzalo-vazquez-el-drama-tardoadolescente/
Yo he seguido algo más, pero también lo he dejado.
Entre que la peña está cada vez más sola y que segùn estadísticas que hemos comentado, en las apps como la que nos ocupa, mucha gente se queda fuera, la persona tipo, mujeres incluídas, que describe el autor será muy pero que muy común.
Que la sociedad aun considere que estar solo/a es de fracasados, es un problema.
No he leído la turra al completo, pero esto es como todo. Hay mucha gente que no quiere estar sola y lo está. Y ahí sí que veo problemas gordos.
Infernu- Mensajes : 56574
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Me gustaría participar del debate, pero esos textos que habéis puesto son imposibles de leer.
También otra cosa es que todo el mundo pasa por épocas y etapas diferentes. Hay veces que prefieres estar solo, otras que prefieres no estarlo, y hay épocas -las menos- en las que puedes elegir cómo estar y otras -las más- en las que no puedes elegir y te toca adaptarte a lo que hay.
También otra cosa es que todo el mundo pasa por épocas y etapas diferentes. Hay veces que prefieres estar solo, otras que prefieres no estarlo, y hay épocas -las menos- en las que puedes elegir cómo estar y otras -las más- en las que no puedes elegir y te toca adaptarte a lo que hay.
Perry go round- Mensajes : 22752
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Perry go round escribió:Me gustaría participar del debate, pero esos textos que habéis puesto son imposibles de leer.
También otra cosa es que todo el mundo pasa por épocas y etapas diferentes. Hay veces que prefieres estar solo, otras que prefieres no estarlo, y hay épocas -las menos- en las que puedes elegir cómo estar y otras -las más- en las que no puedes elegir y te toca adaptarte a lo que hay.
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
El de albichuela era trolleo, así sólo te quedaría el de jotdown, del que leería el principio y los comentarios.Perry go round escribió:Me gustaría participar del debate, pero esos textos que habéis puesto son imposibles de leer.
También otra cosa es que todo el mundo pasa por épocas y etapas diferentes. Hay veces que prefieres estar solo, otras que prefieres no estarlo, y hay épocas -las menos- en las que puedes elegir cómo estar y otras -las más- en las que no puedes elegir y te toca adaptarte a lo que hay.
Y ya que sacas lo de las èpocas, supongo que esa sensación de estar fuera, y no me refiero geográficamente, que describe el artículo la habrás tenido.
Infernu- Mensajes : 56574
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
De estar fuera del mercado? sí, claro. Después de cierta ruptura sentimental y después de pasar por una depresión, pues tuve unos 3 años entre medias de una cosa y la otra en la que no estaba para nada ni me veía a mí mismo en enredos de estos otra vez. En mi caso perdí toda la fe en la raza humana así en general y no podía confiar en nadie. Pero bueno, todo acaba pasando, por suerte.
He recuperado la fe y ahora al menos estoy quedando con gente de vez en cuando. Acabo de llegar de la segunda cita con la letona, pero creo que no va a haber muchas más con ella. Para el jueves he quedado con una rusa que me dio un superlike por ser cientifico. Y el viernes con una polaca que parece simpática. A ver si con alguna de estas congeniamos bien.
He recuperado la fe y ahora al menos estoy quedando con gente de vez en cuando. Acabo de llegar de la segunda cita con la letona, pero creo que no va a haber muchas más con ella. Para el jueves he quedado con una rusa que me dio un superlike por ser cientifico. Y el viernes con una polaca que parece simpática. A ver si con alguna de estas congeniamos bien.
Perry go round- Mensajes : 22752
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Yo creo que me metí muy pronto aquí después de quedarme soltero. Osea, creo que tengo cero ganas o energía emocional para meterme en nada serio o que implique tener que pensar en nadie más que en mi.
El rollo es que creo que pasármelo bien y un poco de cachondeo si me vendría bien, y sorprendentemente mi perfil está funcionando muy bien La movida es que me como la olla un montón porque, a ver yo no soy un adonis (aunque tengo mi público) pero me da la sensación que ligo por ser muy "noviable", no os paréis a analizar demasiado ésto, pero creo igual que hay tíos que muchas chicas ven con ardiente desea puramente sexual, inspiro más ganas de una cosa que de la otra Y yo creo que me rallo demasiado con esas mierdas. He quedado con una chica, con la que iba de flirteo puro y duro, pero cuando quedé con ella (además de que me pareció un poco flipada por determinados comentarios) me dio la sensación de que buscaba un novio o algo así, y yo pa esas no estoy (ni me interesaría esta chica en concreto para eso).
Tengo bastantes Matches con buena pinta, en especial tres chicas, una de ellas me dio el wassap ella directamente y otra me pidió el instagram (evidentemente se lo di), y que noto que están un poco a la espera de que les proponga quedar, y me parecen muy guapas y majas...pero seguramente por motivos de como estoy mentalmente...tengo miedo de no ser claro y dejar que se hagan una idea equivocada, y tengo miedo también de quedar de flipao dejando claras cosas que no son necesarias
En fin, perdón por el ladrillo, disertaciones de medianoche.
El rollo es que creo que pasármelo bien y un poco de cachondeo si me vendría bien, y sorprendentemente mi perfil está funcionando muy bien La movida es que me como la olla un montón porque, a ver yo no soy un adonis (aunque tengo mi público) pero me da la sensación que ligo por ser muy "noviable", no os paréis a analizar demasiado ésto, pero creo igual que hay tíos que muchas chicas ven con ardiente desea puramente sexual, inspiro más ganas de una cosa que de la otra Y yo creo que me rallo demasiado con esas mierdas. He quedado con una chica, con la que iba de flirteo puro y duro, pero cuando quedé con ella (además de que me pareció un poco flipada por determinados comentarios) me dio la sensación de que buscaba un novio o algo así, y yo pa esas no estoy (ni me interesaría esta chica en concreto para eso).
Tengo bastantes Matches con buena pinta, en especial tres chicas, una de ellas me dio el wassap ella directamente y otra me pidió el instagram (evidentemente se lo di), y que noto que están un poco a la espera de que les proponga quedar, y me parecen muy guapas y majas...pero seguramente por motivos de como estoy mentalmente...tengo miedo de no ser claro y dejar que se hagan una idea equivocada, y tengo miedo también de quedar de flipao dejando claras cosas que no son necesarias
En fin, perdón por el ladrillo, disertaciones de medianoche.
TIENENOMBRESMIL- Mensajes : 25979
Fecha de inscripción : 08/05/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Pues proponles quedar. ¿Qué tienes que perder? Por lo menos sales de casa, conoces gente y preobablemente pasas un rato agradable. Y si luego pasa algo más, pues mejor. Y si no te ves para más, pues se lo dices y listo. A la gente, en general -que luego siempre hay algún/a desequilibrado-, si les explicas las cosas con sentidiño pues lo entienden o al menos lo respetan.
A mí, cuando pasé por mis momentos chungos, cuando quedaba con alguien y salía de casa, pues me vino bien. Luego, eso, la chica pues esperaba pareja y yo venía de aquella ruptura y no me veía, así que al final ella se dió cuenta de que yo no estaba "parejable" en aquel momento y se acabó la cosa. Pero por lo menos a mí me vino mejor el haber quedado con ella unas cuantas veces de lo que me habría sentado quedarme en casa rumiando mis penas y comiéndome más la cabeza.
A mí, cuando pasé por mis momentos chungos, cuando quedaba con alguien y salía de casa, pues me vino bien. Luego, eso, la chica pues esperaba pareja y yo venía de aquella ruptura y no me veía, así que al final ella se dió cuenta de que yo no estaba "parejable" en aquel momento y se acabó la cosa. Pero por lo menos a mí me vino mejor el haber quedado con ella unas cuantas veces de lo que me habría sentado quedarme en casa rumiando mis penas y comiéndome más la cabeza.
Perry go round- Mensajes : 22752
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Perry go round escribió:Pues proponles quedar. ¿Qué tienes que perder? Por lo menos sales de casa, conoces gente y preobablemente pasas un rato agradable. Y si luego pasa algo más, pues mejor. Y si no te ves para más, pues se lo dices y listo. A la gente, en general -que luego siempre hay algún/a desequilibrado-, si les explicas las cosas con sentidiño pues lo entienden o al menos lo respetan.
A mí, cuando pasé por mis momentos chungos, cuando quedaba con alguien y salía de casa, pues me vino bien. Luego, eso, la chica pues esperaba pareja y yo venía de aquella ruptura y no me veía, así que al final ella se dió cuenta de que yo no estaba "parejable" en aquel momento y se acabó la cosa. Pero por lo menos a mí me vino mejor el haber quedado con ella unas cuantas veces de lo que me habría sentado quedarme en casa rumiando mis penas y comiéndome más la cabeza.
A nivel comeduras de olla personales la verdad es que no tengo demasiada historia ahora mismo, y colegas para salir y cosas que hacer tengo siempre también, la verdad. La ruptura, a pesar de ser una mierda y todo, se veía venir. Sin entrar en detalles, pero ella no era de aquí y por motivos ajenos a la relación llevaba 6 meses fuera (sin previsión de cuando volvería, y yo un poco atado para irme fuera también) cuando decidimos que no tenía mucho sentido estar así, que ya veríamos en el futuro si las cosas podían cambiar... Osea que la movida chunga ya la tuve que pasar cuando se fué, y esto es casi más una réplica del terremoto gordo.
A ver, siendo claro, a mi lo que me apetece es un poco de marraneo , y veo que por Tinder podría conseguirlo con mucha facilidad si quisiera, pero ni de broma quiero confundir a nadie ni jugar con nadie, y si me da la sensación de que a alguien le molo en otro sentido...enseguida me siento como si estuviera jugando con sus sentimiento o algo
Tendré que centrarme en intentarlo de fiesta, pero para eso hay que ir a sitios con mucha gente y ruido, y con el tiempo que hace ahora y lo bien que estamos los findes en casa bebiendo y fumando porros, eso no me apetece demasiado
TIENENOMBRESMIL- Mensajes : 25979
Fecha de inscripción : 08/05/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Eso de no querer jugar con los sentimientos de nadie lo entiendo perfectamente. Pero ahí también hay más gente que está igual que tú y que sólo quiere marraneo y no atarse a nadie. Igual piensas que quieren una cosa y lo que quieren es la otra.
Perry go round- Mensajes : 22752
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Exactamente igual que en la vida fuera de Tinder, vaya....Perry go round escribió:Eso de no querer jugar con los sentimientos de nadie lo entiendo perfectamente. Pero ahí también hay más gente que está igual que tú y que sólo quiere marraneo y no atarse a nadie. Igual piensas que quieren una cosa y lo que quieren es la otra.
Leyendo las últimas páginas, Trumbo, eres un maestro, joder!! Qué risas!
Emeritus Pope- Mensajes : 13782
Fecha de inscripción : 22/06/2016
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Perry go round escribió:Eso de no querer jugar con los sentimientos de nadie lo entiendo perfectamente. Pero ahí también hay más gente que está igual que tú y que sólo quiere marraneo y no atarse a nadie. Igual piensas que quieren una cosa y lo que quieren es la otra.
Ya, supongo, a ver si controlo un poco mi "noviabilidad" cuando quede con ellas . Mi problema siempre ha sido que se me enamoran enseguida
Gracias por la terapia
TIENENOMBRESMIL- Mensajes : 25979
Fecha de inscripción : 08/05/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Ojo, el mío era troleo sólo en parte.Infernu escribió:El de albichuela era trolleo, así sólo te quedaría el de jotdown, del que leería el principio y los comentarios.Perry go round escribió:Me gustaría participar del debate, pero esos textos que habéis puesto son imposibles de leer.
También otra cosa es que todo el mundo pasa por épocas y etapas diferentes. Hay veces que prefieres estar solo, otras que prefieres no estarlo, y hay épocas -las menos- en las que puedes elegir cómo estar y otras -las más- en las que no puedes elegir y te toca adaptarte a lo que hay.
Y ya que sacas lo de las èpocas, supongo que esa sensación de estar fuera, y no me refiero geográficamente, que describe el artículo la habrás tenido.
Me parece que hace un gran análisis (previendo una situación con 25 años de antelación) de lo que supone la conjunción de una vanidad mal llevada y la atrofia de las aptitudes sociales como consecuencia del uso de la tecnología y/o las redes sociales. Mucho más lúcido que todo ese rollo de la tardoadolescencia en casa de los papis.
Pero sí, un fragmento de DFW soltado así de sopetón, entiendo que pueda resultar un poco jeroglífico.
albichuela- Mensajes : 5043
Fecha de inscripción : 20/10/2011
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
TIENENOMBRESMIL escribió:
A ver, siendo claro, a mi lo que me apetece es un poco de marraneo , y veo que por Tinder podría conseguirlo con mucha facilidad si quisiera, pero ni de broma quiero confundir a nadie ni jugar con nadie, y si me da la sensación de que a alguien le molo en otro sentido...enseguida me siento como si estuviera jugando con sus sentimiento o algo
Tampoco tienes que hacerte cargo de las expectativas de otras personas. Menos siendo suposiciones.
gayeta- Mensajes : 14118
Fecha de inscripción : 08/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Tío, es algo con lo que tenemos que aprender a lidiar. Como dice Gayeta, no eres responsable de las expectativas de los demás. Si eres claro, tu conciencia debe quedar tranquila.TIENENOMBRESMIL escribió:Perry go round escribió:Eso de no querer jugar con los sentimientos de nadie lo entiendo perfectamente. Pero ahí también hay más gente que está igual que tú y que sólo quiere marraneo y no atarse a nadie. Igual piensas que quieren una cosa y lo que quieren es la otra.
Ya, supongo, a ver si controlo un poco mi "noviabilidad" cuando quede con ellas . Mi problema siempre ha sido que se me enamoran enseguida
Gracias por la terapia
Perry go round- Mensajes : 22752
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
dejaos de tinder. Llega la nueva moda
https://www.lavanguardia.com/cribeo/viral/20200205/473288414830/britanico-cansado-star-soltero-contrata-valla-publicitaria-para-intentar-ligar.html
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Evolardo- Mensajes : 64466
Fecha de inscripción : 07/03/2013
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
gayeta escribió:TIENENOMBRESMIL escribió:
A ver, siendo claro, a mi lo que me apetece es un poco de marraneo , y veo que por Tinder podría conseguirlo con mucha facilidad si quisiera, pero ni de broma quiero confundir a nadie ni jugar con nadie, y si me da la sensación de que a alguien le molo en otro sentido...enseguida me siento como si estuviera jugando con sus sentimiento o algo
Tampoco tienes que hacerte cargo de las expectativas de otras personas. Menos siendo suposiciones.
yo le entiendo perfectamente y me pasa lo mismo
no tienes porque hacerte cargo de las expectativas de otros, pero me ha pasado a mi mismo muchas veces y se pasa muy mal, con lo cual supongo que es una especie de empatía
Cerpin Taxt- Mensajes : 23648
Fecha de inscripción : 24/12/2018
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Evolardo escribió:dejaos de tinder. Llega la nueva moda
https://www.lavanguardia.com/cribeo/viral/20200205/473288414830/britanico-cansado-star-soltero-contrata-valla-publicitaria-para-intentar-ligar.html
Y en cómic sans tamaño gigante, menudo fiera.
Jefe Rojo- Mensajes : 2668
Fecha de inscripción : 22/05/2013
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
Cerpin Taxt escribió:gayeta escribió:TIENENOMBRESMIL escribió:
A ver, siendo claro, a mi lo que me apetece es un poco de marraneo , y veo que por Tinder podría conseguirlo con mucha facilidad si quisiera, pero ni de broma quiero confundir a nadie ni jugar con nadie, y si me da la sensación de que a alguien le molo en otro sentido...enseguida me siento como si estuviera jugando con sus sentimiento o algo
Tampoco tienes que hacerte cargo de las expectativas de otras personas. Menos siendo suposiciones.
yo le entiendo perfectamente y me pasa lo mismo
no tienes porque hacerte cargo de las expectativas de otros, pero me ha pasado a mi mismo muchas veces y se pasa muy mal, con lo cual supongo que es una especie de empatía
Sí sí, si hacer eso que digo es muy difícil pero hay que intentarlo.
Lo que digo es que lo importante al final es no engañar a nadie y si eso lo hace la conciencia no le debe pesar.
gayeta- Mensajes : 14118
Fecha de inscripción : 08/06/2015
Re: Tinder. Foreros medios hablando sobre técnicas de cortejo
gayeta escribió:Cerpin Taxt escribió:gayeta escribió:TIENENOMBRESMIL escribió:
A ver, siendo claro, a mi lo que me apetece es un poco de marraneo , y veo que por Tinder podría conseguirlo con mucha facilidad si quisiera, pero ni de broma quiero confundir a nadie ni jugar con nadie, y si me da la sensación de que a alguien le molo en otro sentido...enseguida me siento como si estuviera jugando con sus sentimiento o algo
Tampoco tienes que hacerte cargo de las expectativas de otras personas. Menos siendo suposiciones.
yo le entiendo perfectamente y me pasa lo mismo
no tienes porque hacerte cargo de las expectativas de otros, pero me ha pasado a mi mismo muchas veces y se pasa muy mal, con lo cual supongo que es una especie de empatía
Sí sí, si hacer eso que digo es muy difícil pero hay que intentarlo.
Lo que digo es que lo importante al final es no engañar a nadie y si eso lo hace la conciencia no le debe pesar.
no se trata de engañar, si no que cuando a mi solo me apetecía un escarceo y he notado que la cosa no se iba a quedar en eso, no he estado cómodo en absoluto
las últimas veces que he estado en esa situación, directamente decidí no seguir adelante y renunciar por completo si me volviese a ver algún día en la situación, volvería a hacerlo probablemente
Cerpin Taxt- Mensajes : 23648
Fecha de inscripción : 24/12/2018
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