RONDA 6.46 DEL BAMBOLEANTE CONCURSO DE MICRORRELATOS. ¿SALAQUÉ? ¡SALAKOV!

por Autista 28.05.21 9:30

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban...

La frase no cuenta para las 150 palabras.
Se puede cambiar el «sus» por «mis» o «tus».

Y ya.

TORO, TORO Y TORO

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN VI EDICIÓN:

¿TXUKRUT? ¡TXUKRUT!

01.- Manolo

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban. En la dilatación de su oreja izquierda colgaba una toalla de hotel, en la derecha pendía un pequeño búho —un autillo, siendo estrictos— impertérrito, salvo cuando se encaramaba a picotear el desbordante cerumen o aventuraba un breve vuelo para darse un festín con las liendres del cuero cabelludo de su dueño.

En su torso, festoneado con emblemas demoníacos, una cadena enganchada a los aretes de sus pezones sostenía —a modo de singular escapulario— una jaula doraba con un agapornis que repetía en bucle: «The ace of spades». Debajo y apenas cubiertas por unas bermudas militares, sus varicosas piernas y sus pies, recientemente afectados por una suerte de sarna, dibujaban enrojecidos las sinuosas formas del delta del Ebro. Observándolos ensimismado —un día de clarividente fumada—, vio la ineludible señal de que debía volver al pueblo.

Casi veinte años hacía que no veía a sus padres. Qué alegría se iban a llevar.

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02.- Soy proteína.

Camino de la estación, mis largas orejas se bamboleaban un poco con el movimiento del camión y del cuello me salía algo de sangre. Seríamos no menos de cien cabezas colgadas de ganchos y hacía frío. No sé muy bien cuando ni desde donde te hablo o si soy solo pensamiento, porque por ahora vivo en una bandeja fría, junto a otras casi iguales, troceado y sin costillas. Ni patas. Mis patas ya se las han comido. Como costillar vivo colgado aparte, pero dicen que por poco tiempo. Y como cabeza, estoy en otro edificio, donde entra gente más oscura.
De antes, me recuerdo con mi madre en nuestros días felices. Yo trotando y ella pastando. Y casi al final, su mirada triste porque el señor que nos cuidaba me arrancó de su costado para siempre. Supongo que mamá seguirá triste, pero confundo el presente con el pasado porque solo soy proteína.

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03.- Bye bye, bip bip

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban rítmicamente al compás de los movimientos de palanca de la vagoneta manual. Había decidido dejar el desierto de Sonora para siempre y abandonar su inalcanzable objetivo. Hasta los huevos estaba. Con el último golpe de yunque en la cabeza había visto estrellas y pajaritos, pero también percibió con lucidez lo equivocado de su empeño. El enésimo traumatismo le reveló que no debía tomarlo como algo personal, ya que persona no era; y en todo caso, si era capaz de recibir los aparatos de ACME, también podría pedir por Deliveroo pollo frito de Kentucky. Avanzaba por la vía reafirmando sus pensamientos de deserción, por lo que el guionista no tuvo más remedio que dibujar una locomotora a su encuentro. No podía dejar escapar al personaje que más simpatías despertaba y en el que volcaba todas sus frustraciones y traumas. Aunque quizás debía dejar que alcanzara por fin al maldito pajarraco.

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04.- Cita en el andén Nº 3

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban a la carrera. Harry no destacaba por su atractivo, pero no importaba aquel día: solo deseaba llegar a tiempo. Había recreado el encuentro innumerables ocasiones pero ahora le atenazaban los nervios. Se impacientaba el reloj dentro del bolsillo y cada poco Harry lo enfrentaba al del andén, al de llegadas y a las agujas de la terminal ferroviaria: en un apogeo de sincronía, exhibieron las mismas cifras. De Harry escapó un suspiro. Silbó entonces la locomotora para advertir su presencia. ¿Qué vagón sería? Revisó todos; a viajantes y parientes lejanos… ¿Pero, ella? ¡Tan tímida! Aguardaba al final, ¡seguro! Y esperó un rato, y otro más después de aquel… hasta quedar el andén tan solo con Harry y sus largas orejas plegadas.
—Señor, tenemos que limpiar.
—Disculpe, claro…
Qué maravilla habría sido encontrarla, se sonrío. Quizá mañana. Pasado tal vez.

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05.- Birlibirloque

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban como campanas de Santiago. Mi cerebro tuvo que desechar las palabras prohibidas —perolas, berzas, pechotes— y concentrarse en orejas. Orejas, orejas, orejas. Como heterosexual convencido, tampoco pude dejar de fijarme en el surco que su —¿coño? ¿chocho? ¿potorro?— estuario dibujaba bajo su pantalón. Estuario, estuario, estuario. La palabra legal es estuario, ¡concéntrate!, los telépatas de la Santa Urbanidad acechan en cada esquina. Pero qué difícil es huir de los impulsos sicalípticoheteropatriarcales. ¡Ay, qué buena está! ¡Oh, sus largas orejas! ¡Ains, su profundo estuario! Con gusto —la follaba, la empotraba, le daba por detrás— haría el coito con ella. ¡No, no, no! Recupera la compostura, pensar en esos términos es delito. Primero fue el lenguaje inclusivo, luego escribir con arrobas (tod@s), por último prohibieron vocablos que mantenían estructuras de dominancia social y binarismo de género. La Inquisición acecha, deja tu mente en blanco y regresa a casa a zurrarte el birlibirloque.

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06.- Otro año sin pillar.

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban provocando un sonido sordo al golpear rítmicamente contra los implantes microdermales del cuello. Había sido un gran Resurrection Fest, qué putada que en el pogo de Gojira se le reventaran los dos EPs de Cannibal Corpse que lucía como pendientes dilatadores.

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07.- Cruce aéreo.

Camino de la estación, mis largas orejas se bamboleaban con mayor frecuencia cada vez que el humano incrementaba el ritmo; parece ser que llegábamos tarde a coger el tren.
Al cruzar la esquina del estanco, una cálida racha de viento sur fluyó sobre mis pabellones auditivos y noté como mis patas delanteras se despegaban del suelo ligeramente. Salté. Soñé con volar.
Apenas llegué a planear tres o cuatro metros, pero alcancé una altura que jamás pude imaginar: al menos era capaz de elevarme sesenta centímetros. Perfeccioné la técnica. El sueño se cumplió.
Yo, un perro salchicha y Kira, la mastín del vecino.

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08.- Gravedad

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban al ritmo de sus marciales pasos, con los lóbulos colganderos pareciendo buscar apoyo en sus hombros. Sus ojos, también caídos, estaban acunados por sendas bolsas ojerosas, oscilantes y obedientes a la gravedad. Parecía guardar allí litros de lágrimas, embalsadas y reservadas para dar credibilidad al arrepentimiento en su juicio final. La nariz, afilada, aguileña, apuntaba igualmente al suelo, y de su caído labio inferior descendía un hilillo de baba de lujuria cuando nos ayudaba a subir al vagón que nos llevaría de colonias. La papada pendía flácida desde su barbilla, altiva en otros tiempos, desbordando el alzacuello del Padre Arturo, al que parecía que la cara se le caía, y muchos sabíamos que era de vergüenza.

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09.- La espera en el banco

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban, señal del la longevidad vivida. Como cada viernes, se sentaba en el banco de la esquina que pegaba al puesto de prensa y esperaba pacientemente a que la megafonía anunciase la dársena del autocar que iba al pueblo. Le gustaba comprar un paquete de pipas de 20 pesetas, cosa que le hacía gracia al vendedor, pues ya lo conocía y le comentaba amablemente que eso ya no existía desde hacía mucho y le regalaba el paquete.

Notó que un revisor se había percatado de que llevaba allí un rato esperando y caminaba hacia él, momento que aprovechó para preguntarle a que dársena dirigirse. El revisor cariñosamente, le agarró del brazo y le contestó:
-¿Otra vez, papá? Menos mal que me ha llamado el kioskero para decirme que de nuevo estás aquí. Venga, vamos, que en la residencia seguro que están preocupados.

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10.- Extraña pero fructífera amistad

Camino de la estación, mis largas orejas se bamboleaban al son del hilo musical. Trataba de disimular mis nervios, había llegado una hora antes, pero es que no podía esperar en otro lado. No tenía hambre, y ahí estaba dándole mordisquitos frenéticos a mi última zanahoria. Tenía taquicardias cada vez que se acercaban los guardias con sus mandíbulas y garras perrunas.

El “tic-tac” del reloj central hacía que me impacientara más, pero al fin llegó ella, disimulando con su gabardina, aunque era difícil ocultar su caparazón. Siempre evitamos subir juntos al tren, pero sí a la vez, cada uno con su maletín.

Acabamos de dar un buen golpe con las apuestas ilegales. En nuestras carreras, siempre se decantan por el más atlético, pero no cuentan con que soy muy “despistado” y acaba ganando ella, con su paso firme.

Ahora toca pasar desapercibidos, cambiar de condado y esperar un tiempo prudencial antes de organizar otra competición.

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11.- Presa del Tik Tok

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban al igual que su cuerpo en general, los ataques epilépticos eran mas frecuentes, ya estaban normalizados por parte de Adrián.
Trataba de apartar el tumulto provocado por la curiosidad de quienes ven en la muerte de otros un alivio personal, un paréntesis de cordialidad frente a la muerte, una relativa inmunidad puesto que la muerte ronda cerca pero con la mirada puesta en otro.
Una muchacha emite un “live”, los usuarios se unen interactuando en tiempo real en una experiencia segura, la normalidad se adueña del momento, la distancia invade a Adrián que se aproxima excesivamente a convertirse en un espectador más, contagiado por la falta de humanidad.
La nada ocupa el espacio emocional donde todo se ha convertido ya en un espectáculo, los servicios sanitarios arrojan profesionalidad en lo que pronto se convertirá en una anécdota más del día.

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12.- King dog

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban como gigantescos péndulos. Su enhiesto y puntiagudo rabo apuntaba al cielo, en contraste con unos carrillos lacios y arrastrados. Cuando llegó al andén, aquel gigantesco cachorro de basset hound arreó un lametón a la locomotora del tren, provocando una estampida de pasajeros hacia los últimos vagones, que chillaban histéricos y resbalaban sobre babas. Entonces, el perrazo se fijó en la rubia, y aulló.

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13.- Gareth

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban. Con el dinero de su primer contrato, decidió acabar de una vez por todas con esos soplillos que lo avergonzaban. Dumbo, Volkswagen, Aeroplano, Orejón,... todos esos motes se irían por el retrete de la mejor clínica estética de Gales.

Quién sabe si era el primer paso hacia una vida mejor en la que dedicarse a lo que más le gustaba: jugar al golf.

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14.- Tontería exponencial

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban en la ingravidez. Las había dejado sueltas, porque sabía que Eldric Babosa haría la vista gorda. Era su último viaje: en cuanto llegaran a la estación, le enviarían a su planeta, donde le esperaba el juicio y oprobio público de sus congéneres, los Orejas Largas de Ramaticlán. Había sido su orgullo, pues jamás un Oreja Larga había conseguido pasar las pruebas para la Armada Interestelar, y eso que eran bípedos, hermafroditas y provistos de sistema digestivo pirolítico. Pero eran tontos; eso no se podía negar. Siempre suspendían en las pruebas; sólo él había conseguido terminar penúltimo y acceder a la misión. Aunque sólo le hablaba Babosa, todo iba bien. Pero, tras varios meses, una infausta noche solitaria se dejó llevar por la lujuria. Ser hermafrodita resultó no ser una ventaja, pensó acariciando su monstruoso bajo buche, que le impedía moverse y ahora albergaba otros diecisiete futuros tontos.

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15.- El fin de la era oceánica

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban lenta pero armoniosamente, recordándome al movimiento de una mantarraya. Su textura y la densidad del agua, las hacían ondular como danzando despacio.
Nuestros cuerpos se habían tornado algo gelatinosos tras demasiados años sumergidos en el océano, apenas recuerdo la inmersión global huyendo de la radiación. Ahora quería grabar en mi memoria cada detalle, cada imagen. Aunque él lo ignoraba, sería nuestro adiós.
Llevábamos solos ya un lustro en la colonia 26-AE. Con las reservas acabadas, necesitábamos encontrar otros humanos, pero no sobrevivirá a la superficie.
Entrando a la estación de emersión, obligadamente mudo por el respirador, papá me dio un viscoso abrazo.
Le vi desaparecer ascendiendo por el hypertúnel.
Extraje mi respirador, no necesitaba disimular más, las biobranquias que me inserté en secreto funcionaban perfectamente. Ignoré el camino de vuelta y comencé a bracear hacia el arrecife turquesa.
Se fue buscando salvarme, pero ignoraba que mi liberación fue su marcha.

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16.- Viaje

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban con parsimonia. Avanzaba lánguida, se diría que un tanto alicaída; ni siquiera reparó en los tiernos brotes de brezo que engalanaban la linde del prado. Arrugaba el hocico como si quisiera contener las lágrimas, si es que los conejos pueden llorar. Quién sabe. Al llegar, cruzó las vías al lado contrario al andén, para evitar tropezarse con el jefe de estación o con algún pasajero de zurrón vacío. Al fin encontró el vagón cuadra, no sin antes dar un respingo espantada por los ladridos de un fox terrier de malas pulgas que la había olisqueado desde primera clase. Suerte que aquel petimetre estaba bien espachurrado por una dama de alcurnia que apenas le dejaba respirar.
Por un instante, volvió la vista hacia la granja, con la vana esperanza de que él la hubiera seguido. Bajo las orejas y subió al tren.

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17.- ¡Silencio, se escucha!

Camino de la estación, sus grandes orejas se bamboleaban al viento de poniente y al ritmo del chucuchú del tren. Caminaba orgulloso de apéndices tan notables.
Una vez en el andén, cabeceaba como quien se coloca el flequillo con gesto de aquí estoy yo. Y las orejas, golosonas y traviesas, remataban el espectáculo con piruetas circenses.
Los asiduos aplaudían a rabiar cada mañana y él hacía una reverencia hasta que las orejas lamían el suelo empedrado.
Tomaba el tren, las colocaba sobre los ojos como un antifaz y echaba una cebezadita mientras llegaba a su destino: un pedestal en el centro de la ciudad, sobre el que se erguía cada mañana.
Desde allí, atendía a todas y cada una de las conversaciones de la ciudad, tal era su capacidad, advirtiendo a las autoridades de actitudes vocales sospechosas.
Los niños, ¡qué mala baba!, lo apodaban Rastreator.
—Por la boca muere el pez —les espetaba—, y yo organizaré vuestra pesca, diablillos.

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18.- Otro día en la oficina.

Camino de la estación, mis largas orejas se bamboleaban y me daban golpecitos en los hombros. La gente por la calle me mira, no es muy normal cruzarse con Pluto un martes a las 10 de la mañana. Una vez en el vagón, me siento y me pongo a leer el periódico en el móvil. El pasajero que está enfrente de mí intenta disimular, pero noto que no puede quitarme la vista de encima. Se le nota inquieto cuando en la siguiente parada sube al tren Pikachu, y su cara muestra auténtica incomodidad al aparecer dos estaciones más tarde un minion gigante y Mickey Mouse. En un momento dado, nos movemos todos a la vez y nos acercamos a la puerta. Me despido educadamente del desconcertado pasajero. Hemos llegado a nuestro destino, es hora de salir a trabajar a la Puerta del Sol.

por Autista 28.05.21 9:30

por RegSound 28.05.21 9:32

Bien, Autillo, bien

por m señor 28.05.21 9:35

Y ya.
¿Nada más?
Tu que has sido siempre muy magnánimo a la hora de cambiar.
m

por Autista 28.05.21 9:40

m señor escribió:Y ya.
¿Nada más?
Tu que has sido siempre muy magnánimo a la hora de cambiar.
m

RONDA 6.46 DEL BAMBOLEANTE CONCURSO DE MICRORRELATOS. ¿SALAQUÉ? ¡SALAKOV! AHR0cHM6Ly9rNDYua24zLm5ldC90YXJpbmdhL0QvNi84LzkvMC8wL0R1cXVlc2FkZS1BbGJhLzAxMi5naWY

Esto se está convirtiendo casi en un rito Laughing

por m señor 28.05.21 9:42

Autista escribió:
m señor escribió:Y ya.
¿Nada más?
Tu que has sido siempre muy magnánimo a la hora de cambiar.
m

Esto se está convirtiendo casi en un rito

Te cuento.
What a Face

Tenia un micro con la misma frase cambiando bamboleando por serpenteando....y claro....quiero utilizarlo.
m

por m señor 28.05.21 9:43

Autista escribió:
m señor escribió:Y ya.
¿Nada más?
Tu que has sido siempre muy magnánimo a la hora de cambiar.
m

Esto se está convirtiendo casi en un rito

Eso si.....me sigue pareciendo mal que te llames nanzi
m

por Autista 28.05.21 9:44

m señor escribió:
Autista escribió:
m señor escribió:Y ya.
¿Nada más?
Tu que has sido siempre muy magnánimo a la hora de cambiar.
m

Esto se está convirtiendo casi en un rito

Te cuento.

Tenia un micro con la misma frase cambiando bamboleando por serpenteando....y claro....quiero utilizarlo.
m

"Orejas serpenteando...". No lo veo. Denegada.

por RegSound 28.05.21 9:47

por salakov 28.05.21 10:46

Me gusta.

Se viene relato sobre borbones.

por Stoneheart 28.05.21 10:48

La frase en sí misma ya es un microrrelato. Aviso: puntuaré extra a los conejos.

por m señor 28.05.21 10:50

Stoneheart escribió:La frase en sí misma ya es un microrrelato. Aviso: puntuaré extra a los conejos.

Y está los puntos por lo de motorhead

m

por Toro 28.05.21 11:30

Cojo sitio... ahora bien, vaya frase más rimbombante

Lo mismo acabo rimando...

por Godofredo 28.05.21 11:31

¿Dan puntos extra por meter el Eloy joder?

por Autista 28.05.21 11:44

Godofredo escribió:¿Dan puntos extra por meter el Eloy joder?

No, pero por joder a Eloy igual sí. Ese maldito desertor...

por CocH. 28.05.21 11:45

FdC

¿Una tapita?

Camino de la estación, mis largas orejas bamboleaban jamón.

por Toro 28.05.21 12:56

Cabeceras actualizadas cheers

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN VI EDICIÓN:

por Toro 28.05.21 12:57

Vaya inesperado empate en cabeza affraid

por Autista 28.05.21 13:33

Toro escribió:Vaya inesperado empate en cabeza

A ver, todos sabemos que esta edición la ha ganado Eloy. Que se joda.

¡Bueno, y gracias por las cabeceras! cheers

por mugu 28.05.21 13:46

por Nomeko7 28.05.21 15:04

Venga, hombre.

por Zzzz 28.05.21 16:12

m señor escribió:
Stoneheart escribió:La frase en sí misma ya es un microrrelato. Aviso: puntuaré extra a los conejos.

Y está los puntos por lo de motorhead

m

Y un conejo con lo de Motorhead ya ni te cuento.

por Zzzz 28.05.21 16:15

Autista escribió:
Toro escribió:Vaya inesperado empate en cabeza

A ver, todos sabemos que esta edición la ha ganado Eloy. Que se joda.

¡Bueno, y gracias por las cabeceras!

¿El ganador de la edición tiene que hacer un mega Excel o algo?

por Autista 28.05.21 17:59

Zzzz escribió:
Autista escribió:
Toro escribió:Vaya inesperado empate en cabeza

A ver, todos sabemos que esta edición la ha ganado Eloy. Que se joda.

¡Bueno, y gracias por las cabeceras!

¿El ganador de la edición tiene que hacer un mega Excel o algo?

Según, a Sala le dio por un discurso en plan Fidel, un audio de unos 2 Teras, 6 horas duraba. El horror.

por m señor 28.05.21 19:24

Zzzz escribió:
m señor escribió:
Stoneheart escribió:La frase en sí misma ya es un microrrelato. Aviso: puntuaré extra a los conejos.

Y está los puntos por lo de motorhead

m

Y un conejo con lo de Motorhead ya ni te cuento.

Y croquetas..

Siempren
m

por Troy Mc Clure 28.05.21 19:42

Las orejas se bamboleaban?

En qué habla popular se dice eso?

por CocH. 28.05.21 19:44

Troy Mc Clure escribió:Las orejas se bamboleaban?

En qué habla popular se dice eso?

En el dialecto de Calzaville.

por Sugar Bug 28.05.21 19:46

m señor escribió:
Zzzz escribió:
m señor escribió:
Stoneheart escribió:La frase en sí misma ya es un microrrelato. Aviso: puntuaré extra a los conejos.

Y está los puntos por lo de motorhead

m

Y un conejo con lo de Motorhead ya ni te cuento.

Y croquetas..

Siempren
m

+2

por Zzzz 28.05.21 19:48

Autista escribió:
Zzzz escribió:
Autista escribió:
Toro escribió:Vaya inesperado empate en cabeza

A ver, todos sabemos que esta edición la ha ganado Eloy. Que se joda.

¡Bueno, y gracias por las cabeceras!

¿El ganador de la edición tiene que hacer un mega Excel o algo?

Según, a Sala le dio por un discurso en plan Fidel, un audio de unos 2 Teras, 6 horas duraba. El horror.

Pues si ganas tú, desnúdate.

por Sugar Bug 28.05.21 19:50

Zzzz escribió:
Autista escribió:
Zzzz escribió:
Autista escribió:
Toro escribió:Vaya inesperado empate en cabeza

A ver, todos sabemos que esta edición la ha ganado Eloy. Que se joda.

¡Bueno, y gracias por las cabeceras!

¿El ganador de la edición tiene que hacer un mega Excel o algo?

Según, a Sala le dio por un discurso en plan Fidel, un audio de unos 2 Teras, 6 horas duraba. El horror.

Pues si ganas tú, desnúdate.

se puede recuperar el haiku de mimip?

por m señor 28.05.21 20:05

CocH. escribió:
Troy Mc Clure escribió:Las orejas se bamboleaban?

En qué habla popular se dice eso?

En el dialecto de Calzaville.

Así.empieza un libro de eloy....bamboleandose.
m

por Toro 28.05.21 20:23

Sugar Bug escribió:
Zzzz escribió:
Autista escribió:
Zzzz escribió:
Autista escribió:
Toro escribió:Vaya inesperado empate en cabeza

A ver, todos sabemos que esta edición la ha ganado Eloy. Que se joda.

¡Bueno, y gracias por las cabeceras!

¿El ganador de la edición tiene que hacer un mega Excel o algo?

Según, a Sala le dio por un discurso en plan Fidel, un audio de unos 2 Teras, 6 horas duraba. El horror.

Pues si ganas tú, desnúdate.

se puede recuperar el haiku de mimip?

Teneis todas esas chucherias en las cabeceras, que para algo las arrastro semana tras semana What a Face

por Autista 28.05.21 21:34

Buf, vaya viernes más tontorròn que tengo.

por fritz 29.05.21 0:10

por Eduardo Montenegro 29.05.21 0:14

Fdc

Cantemos, CocH

Camino de la estación, sus largas orejas se bambonibí aboebé. dance3

por Eduardo Montenegro 29.05.21 0:18

Zzzz escribió:
Autista escribió:
Toro escribió:Vaya inesperado empate en cabeza

A ver, todos sabemos que esta edición la ha ganado Eloy. Que se joda.

¡Bueno, y gracias por las cabeceras!

¿El ganador de la edición tiene que hacer un mega Excel o algo?

Y croquetas para todos.

por fritz 29.05.21 0:46

Troy Mc Clure escribió:Las orejas se bamboleaban?

En qué habla popular se dice eso?

RONDA 6.46 DEL BAMBOLEANTE CONCURSO DE MICRORRELATOS. ¿SALAQUÉ? ¡SALAKOV! 15585510

por CocH. 29.05.21 6:53

Eduardo Montenegro escribió:Fdc

Cantemos, CocH

Camino de la estación, sus largas orejas se bambonibí aboebé.

A tomar por culo el fin de semana. Ya estoy otra vez.

por Eric Sachs 29.05.21 7:19

Fdc:

El Fakir:

Camino de la estación, sus largas orejas se bamboleaban mientras las campanillas de sus cojones iban haciendo tilintilintilin

por Esmeralda 29.05.21 12:36

Necesito vacaciones a ver si se me ocurre algo con orejas

Qué difícil me lo ponéis, carajo

por Autista 29.05.21 12:49

Zzzz escribió:
m señor escribió:
Stoneheart escribió:La frase en sí misma ya es un microrrelato. Aviso: puntuaré extra a los conejos.

Y está los puntos por lo de motorhead

m

Y un conejo con lo de Motorhead ya ni te cuento.