RONDA 7.2 DEL REUTILIZABLE CONCURSO DE MICRORRELATOS. VOTACIONES HASTA LAS 22:00 H. - GALA A PARTIR DE LAS 22:30 H.

¿Otra semanita de vacaciones? Escojan un relato suyo publicado en la edición anterior que consideren que no obtuvo el reconocimiento que merecía según su criterio, siendo vilipendiado por los malvotantes habituales, o bien escriban uno completamente original si así lo prefieren.


CONCEPTO PARA LOS RELATOS NUEVOS: UN AUTOBÚS. QUE LA ACCIÓN DEL RELATO TRANSCURRA DENTRO DE UN AUTOBÚS. PERO TAMPOCO ES IMPRESCINDIBLE.

¿Reglas? Solo una: en caso de optar por el reciclaje, que el relato no resultara ganador en la ronda correspondiente.

Primera Enmienda Quakto: se podrá añadir un máximo de 150 palabras al relato original.
Segunda Enmienda m: Dismissed!
Tercera Enmienda Esmeralda: ella y solo ella queda eximida de cualquier límite de palabras.
Cuarta Enmienda Nomeko: Venga, hombre.

Opcional: El relato puede ir acompañado de una explicación del autor sobre el motivo de su elección.

...

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN VII EDICIÓN:

1.

Islas Sorlingas

Quiero follarte en las islas Sorlingas. Quiero llevarte a la costa suroeste de Inglaterra y follarte sobre los atribulados arrecifes que dan al océano y comerte el coño sobra la fría arena gris berenjena de las playas inglesas. Quiero follarte y devorar encima de tu cuerpo esa empanada de ternera del documental —mantequilla, verduras y carne, no hay nada mejor que la mantequilla británica— que es la misma empanada que hace un siglo comían los mineros del estaño. Quiero follarte en medio de una isla en medio del mar en medio de la nada, follarte delante de sus dos mil habitantes y que todos aplaudan. Quiero follarte y que solo se escuche el viento, follarte y reinventar el silencio, desaparecer follándote. Quiero follarte a treinta millas del condado de Cornualles. Quiero follarte y sobrevolar la vulgaridad, rendido y naufragio, pero follarte. Quiero llevar tu pródigo olor hasta las islas Sorlingas.


Escucha, Ricardo

Escucha, Ricardo, es la última vez que me embaucas. Este viaje ha sido el el desastre definitivo. Y mira que te conozco, pero alentada por la pasión de tus palabras —o tal vez estimulada por un salvífico propósito de enmienda—, accedí a acompañarte. Como quien entrega su última esperanza, te seguí, Ricardo, hacia esas islas Sorlingas que nos recibieron con un aguacero. ¡No cejó de llover en ningún momento!, pero tú insististe en fornicar sobre sus playas. Yo tenía frío. Las piedras se me clavaban en las lumbares. Y lo peor, Ricardo, comes el coño como un búfalo bebe agua de un charco. Nadie aplaudió, Ricardo, ni siquiera yo. «¡Una empanada te levantará el ánimo!», intentaste animarme. En vano. Resultó repulsivo verte relamerte, Ricardo, con una vulgar empanada. El día que pruebes unas croquetas, lo flipas. Eres mongolo, Ricardo. Deja de escribirme. Tu literatura no encuentra refrendo en la realidad.

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2. El que busca halla (allá cuentos)

Encontré la baliza
toda llenita de tiza.
Le pasé una bayeta,
quedó la mar de coqueta.
.
.
.
¿Y ahora qué cojones hago yo con esta mierda? Completarlo, dice. Ahí tienes:
Y me zampé una croqueta
por no comerme la seta
y dejar en la puta calle
al pequeño gnomo del valle.
¡Ah, que quieres más, insaciable tirano que lames con la lengua el...en fin, habano! Busca, busca a quien le importen estos juegos de villano.
No es despecho lo que en mis entrañas siento,
sino indignación e ira, no te miento.
Pero obligado me veo
de este mal camino reo.
Avanzo sin esperanza
siempre buscando pitanza.
Es tu baliza mi faro, mi guía
Y a gusto me la comía
Pues arrecia ya la hambruna
mas no queda croqueta alguna.
¡Mal rayo te parta entonces!
Al final la maldita seta me como,
alucinado desenvaino mi bronce
para acabar degollando al gnomo.

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3.

El juguete

A las 18:35 sonó el interfono. Había pasado una larga semana desde que hiciera la compra por internet, por fin iba a poder disfrutar con su juguete.
Ahí estaba, el DD-M500, tecnología punta para un aspirado perfecto, el último modelo de la marca Flyson ¡¡3500W de potencia!!
Cuando su mujer abrió la puerta, el aspirador estaba en el centro del pasillo. Tuvo la extraña sensación de que aquel trozo de plástico y cables la desafiaba. Se acercó un poco; en el suelo, junto a la máquina, alcanzó a ver unas gafas y una alianza.

Promiscuo

Así que se preparó para escribir algo, sin pretensiones, como era él, más gris que la vagina infecta que parió a Dumbo. La jodida botella de Cutty, las birras recién compradas en los paquis y la guinda: un gramito de speed. Los amigos, bueno, la gente que le aguantaba, decían que donde iba con esa mierda. Él siempre respondía que era un romántico. Se puso en el youtube -puto hereje- algo de los Humble Pie, Steve Marriott se la ponía morcillona. Ya lo tenía todo, ya podía escribir su segundo microrrelato en veinte minutos. Dos relatos en cuarenta minutos, que os follen.

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4. Mutatio est

Oruguis nació en el herbazal; era verde manzana, como las hojas nuevas, y recorría la fronda sin cuidado, ondulando su cuerpo rechoncho. Vivían allí larvas, ninfas, pupas: entre las hebras color esmeralda bullía la vida. Juntas charlaban, reían, comían brotes jugosos: era su única ocupación. De pronto, a Oruguis dejó de apetecerle engullir hojas tiernas. Abandonó a sus amigas y comenzó a segregar hilo blanco, sin saber por qué, pero no podía parar. La arañita preguntó si iba a morir. No pasa nada, se va a hacer mayor, la consoló la larva de escarabajo. Unos días más tarde emergió su nuevo cuerpo. Era etérea, delgada, brillante, con alas verde pavo. No atendió a su nombre y voló sin mirarlas, hacia las flores altas. Nunca volvió, ni llegó a ver su reflejo glauco en los ocho minúsculos ojos húmedos de la solitaria araña…hasta el atardecer, cuando cayó en su tela. Trató de escapar, pero cada aleteo la atrapaba más, atenuados sus colores por el velo viscoso y blanquecino. Araña, desde su rama, la miraba. No lo parecía, pero era su risueña y regordeta Oruguis, la que se comió aquellos pulgones que la atacaron, la que agitaba los tallos de diente de león para verlos juntas deshacerse en el viento. Lloraba porque no podía volar, y Araña traía con sus hilos hasta el suelo las altivas campánulas, tendía etéreos pentagramas para capturarle las primeras gotas de rocío; a veces no le quedaba hilo para tejer, pero no le importaba: Oruguis sonreía y se iluminaba su mundo.  
Se acercó despacio. Era Oruguis, pero en realidad no lo era. El estremecimiento agónico de la tela activó sus jugos gástricos. Mientras la empapaba con ellos, para poder deglutir sus vísceras, comprendió que ya no sentía nada, que ella también era ya otra. Y sonrió, libre.

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5. Poética truncada. El escritor de algoritmos.

Hoy no podía pararme a sonreír y desear buen fin de semana a los compañeros. Era el día señalado. No había tiempo que perder.
Llenando el baúl de la moto, repaso mentalmente cada momento planificado para la cabaña. Es inmejorable. El anillo, dos Mumm semisecos, un pequeño kit Bondage, ¡y la guinda; la jaula! Ni se lo imagina, me he dejado un riñón.
Las vistas desde la ruta de la costa son embriagadoras. Observo la belleza del paisaje imaginando las reacciones de Carol. Va a ser perfecto, ojalá fuera eterno.
Al volver la vista, el reflejo metálico de la rejilla de la enorme cabina de un tráiler me deslumbra. Mientras escucho su grave claxon, intento enderezar el manillar hasta que sufro el inesperado impacto.
Tendido sobre el césped, siento que he tardado una eternidad en poder volver a abrir los parpados, y observo como sobre el añil fondo celeste, ahí arriba, el albatros se mantiene inmóvil en el aire. Las crestas petrificadas de las olas forman azules cordilleras frente a la carretera. Los arbustos, mecidos por el viento, se mantienen inclinados emitiendo un sempiterno zumbido. Yo ya había experimentado la ralentización molecular antes, aunque no tan intensamente.
El desmedido gasto de los últimos años en aceleradores y producción de partículas, había convertido a la venta de quarks top confinados en jaulas de iones, en un negocio floreciente. Su liberación, que dosificabas al gusto, densificaba el entorno estirando el tiempo para disfrutar horas o días de placeres efímeros.
Sobre el asfalto permanece mi moto y mi jaula quebrada y vacía. La llevaba repleta para la escapada al lago con Carol.
Me habré seccionado la pierna con el quitamiedos hace un par minutos. Para mí han sido como dos días, y no sé cuánto queda con este dolor inhumano. Ojalá me hubiese seccionado el cuello. El tiempo debería seguir su curso.

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6.

Despertar del Letargo

La conversación de la mesa de al lado tornaba interesante cuando me mencionaron:
-¿Cómo fue capaz de volatilizarse?
-Hay muchas cuestiones. Tampoco se explica como brillaban los átomos verdes en el desierto.
-¿Crees que volverá algún día?
-Pienso que no, se sacrificó por todos, así se lo dijo a los guardas que custodiaban aquel día la sala.
-Creo que si algún día apareciera, sería la mayor preocupación para el nuevo líder. Tendría que enfrentarse a la auténtica heredera y entre el otro pueblo y los de estratos inferiores tiene mucho apoyo.
-Déjalo, ya no existe.

Me levanté del asiento, disparé a quién no pensaba que volvería y avisé a su compañero:
-Dile al nuevo líder que Chloe nunca se ha ido.

Reclutamiento

Salí del restaurante sabiendo que había que dar un paso al frente para mostrarle al nuevo líder que la cosa iba en serio. Mi objetivo para el siguiente movimiento lo tenía claro, por lo que me desplacé a Auckland para buscar a alguien del otro pueblo.

Entendía que mi presencia no le sería una agradable sorpresa teniendo en cuenta que allí estaba de retiro, huyendo de todos los que le perseguían, por lo que convencerlo no iba a ser fácil.

Esperé a que entrase en un café y se sentase en la mesa para poder abordarlo. Una vez que ocurrió me dirigí a él:
-Hola.
-Hola, Chloe. ¿Cómo me has encontrado?
-Mis contactos lo pueden todo. ¿Cómo sabes quien soy?
-No tienes rostro, eres una celebridad. ¿Por qué yo?
-Porque eres toda una celebridad, necesito al asesino de las orquídeas en mi equipo.

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7.

La paradoja del muelle 49

El libro estaba hueco y en su interior apareció Mr. Kepler cubierto de sangre, le habían disparado en el pecho; el infeliz apenas pudo señalar a su maletín antes de irse a criar malvas. El pestillo del viejo portadocumentos cedió con facilidad; al volcarlo noté caer algo. Era un Plymouth Barracuda color musgo, tenía el capó caliente. Inspeccioné la guantera; contenía documentación a nombre de un tal Fred Westlake y la llave del maletero. Cuando lo levanté, encontré algo que me resultó familiar; se trataba del garaje a las afueras del muelle 49. Sobre el hormigón, un reguero sangriento reveló que el asesino de Kepler estaba herido e iba pisándole los talones. El rastro se perdía en lo que parecía un cajón de herramientas. Empuñando mi Smith & Wesson, lo abrí de golpe y escudriñé dentro. Inmediatamente, oí un crujido y todo fue oscuridad. Me habían tendido una trampa, me encontraba encerrado en la caja.

Un retraso imprevisto

Urgía salir de allí antes de perderle definitivamente la pista, pero la negrura absoluta que me envolvía no facilitaba las cosas. Palpé infructuosamente a mi alrededor buscando algún resquicio pero la pared era completamente lisa, aparentemente sin esquinas y un par de patadas desesperadas sólo confirmaron la solidez del exiguo cubículo que me tenía cautivo. Entonces noté un sonido sordo, cadencioso... tal vez estuviese dentro de un bolso cargado en un tren. Grité ayuda... sin respuesta alguna. A punto de tirar la toalla, aprecié una mínima holgura sobre la cabeza y decidí ejercer presión sobre ella. ¡Parece que cedía! Tras un tiempo indefinido de angustioso esfuerzo atisbé una luz y sentí unas manos enguantadas que me ayudaban a escapar. Cuando tomé conciencia de que estaba en el regazo de mi madre y que el asesino de Kepler me había tomado treinta años de ventaja, sólo pude echarme a llorar.

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8. Escarabajos, calaveras, encaje antiguo y justicia divina

La mancha en el hule tenía forma de escarabajo. O quizá de calavera. La primera vez no presté demasiada atención, pero a la semana siguiente, al descubrir una nueva cerca de la otra, empecé a interesarme. Mis dos tías, solteronas ellas, no supieron satisfacer mi curiosidad. O, más bien, no quisieron, dándome largas entre cómplices risitas. El siguiente domingo, una tercera marca acompañaba a las otras dos. Pregunté de nuevo y mis queridas tías volvieron a decir que no sabían nada, mirándose pícaramente la una a la otra. Presa del hambre, pues no había comido nada en dos días, suspendí las pesquisas para dar buena cuenta del delicioso guiso que me habían preparado. Mientras tanto, observaba con detenimiento las tres supuestas manchas; eran calaveras, no cabía duda. Justo cuando iba a pedir que me pusieran un poco más comencé a sentirme mal y caí, apenas consciente, encima del todavía humeante plato.

Casi insípido, de color y textura parecidos a la harina, el arsénico era el veneno predilecto de las dos encantadoras hermanas de mi madre para llevar a la práctica su particular concepto de la justicia.  Sabían que yo era pobre como una rata, que no tenía donde caerme muerto, y decidieron arreglar lo primero proporcionándome un cálido lugar para lo segundo.

A punto de abandonar este mundo, mientras mi inerte cabeza descansaba plácidamente entre restos de suculentas fabes con almejas, pude percibir lo que cuchicheaban a mi lado esas dos taimadas y ladinas octogenarias: “Mírale… ¡Pobrecillo! ¡Con lo buen chico que era de pequeño!”. “Sí, le queríamos tanto… tuvo mala suerte”. “Podríamos haberle ayudado más… pero ser tan pobre y votar a esos, dándonos la tabarra para que hiciéramos lo mismo…”. “Venga, vamos a llamar a la ambulancia”. “Vale. Bueno, al menos no pasará frío en el infierno…”. "¡Jajaja!".

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9.

Querido tío Herminio

Desde Rusia con amor le escribo estas líneas deseando se encuentre bien a su recibo.
Imagino le sorprenda mi carta, habida cuenta de la riña entre usted y padre, y su desafecto desde entonces, pero escribo con la esperanza de que haya sabido perdonarle como yo perdoné al primo cuando ahogó a mi perro Troski en el río Oka. Yo era muy pequeño y no sé por qué discutieron ustedes, pero recuerdo algo sobre colores y camisas, así que seguro podrán arreglarlo.
Ignoro si sabe de mi embarque junto con otros muchos niños el pasado año para pasar una temporada en Leningrado, lejos de los peligros de la guerra.
El caso es que desde Guernica no responden a mis cartas, y al despedirse en el puerto de Santurce, madre me anotó esta dirección y dijo que si algún día padre y ella no podían ayudarme, entonces seguro que usted podría.

Sin acuse de recibo

-Por Dios, Minio, tenemos que traer al chico, no podemos dejarle abandonado.
-Pues que no lo hubieran embarcado, para mí está tan muerto como mi hermano.
-¿Cómo puedes decir eso? ¡Si es sangre de tu sangre!
-Hijo de rojos y un año en Rusia, ese ya es un perro bolchevique, yo no meto al diablo en casa.
-Pero si es un crío, seguro que le podemos dar una educación, es por caridad cristiana…
-Si no está ni bautizado, ¿vas a hablar tú con el cura y explicarle que queremos traer un marxista quemaiglesias a la parroquia? ¿y que vas a andar en tratos con los comunistas para intentar robarles un cachorro? ¿se lo vas a contar a tus amigas del Club Náutico en el té del viernes? ¿crees que te van a seguir invitando?
-… Pues tampoco estará tan mal en Rusia, Herminio, que es muy sana la ensaladilla.

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10. Resurrection plan

La conversación de la mesa de al lado me tenía tan absorto como desconcertado. Vi de reojo que se trataba de un octogenario de barba cana sermoneando a un treintañero de brillante melena. El anciano pretendía convencerle de la importancia de su regreso. Sospeché que se trataba de un futbolista famoso cuando le dijo que millones de seguidores esperaban su vuelta, que estaba harto de que le relacionaran con Maradona. El joven era reacio a reaparecer en España, decía que aquí festejaban sus desgracias, y algo farfulló de los cirios que se montan en abril. Me desconcertó que el chaval propusiese al menos reaparecer en el Resurrection Fest, que lo veía más propio; supuse entonces que era una estrella de Rock. Apuró el agua de un trago, dejando una mancha roja en la servilleta.
-Además, sabes que no me gustan las cenas, que me la liaste después de la última.

-Te la lio uno de tus amigotes, yo sólo me descojonaba viéndolo. Mira a ver con quién te juntas esta vez. Yo que tú no me fiaba de nadie de los de la casa.
-Tranqui, paso de obispos y papas, papi, yo lo que quiero es reaparecer en Viveiro y correrme una juerga, luego ya la liamos con tablas nuevas y lo que quieras. Aunque se te va la pinza con cien mandamientos, van a pasar de nosotros. Y yo permitiría de todo con la mujer del prójimo y castigaría lo de las fake news, pero como tú veas, lo de los pecados es cosa tuya. Yo, con poder convertir la lluvia en calimocho, ya seguro que me sacan a hombros.
-No te flipes, a ver si hago que no cumplas los treinta y cuatro y lo que saquen a hombros sean figuras tuyas sufriendo, también en julio.

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11. Becario carne de cañón


El director del circo respiró hondo y levantó el telón, mostrando el gigantesco cañón. El hombre bala salió disparado, sobrevoló la pista central y aterrizó en la jaula de los tigres, en la diminuta piscina hinchable. El proyectil humano quedó moribundo por el brutal impacto, pero su agonía fue breve porque los tigres devoraron su cuerpo inmediatamente.

El público aplaudía enfervorizado. El director se retiró sintiendo una mezcla de euforia y estupefacción. Tras la función, se reunió con la responsable de Recursos Humanos del circo.

-El número del cañón es un éxito rotundo, pero tenemos problemas para retener el talento. Ningún artista dura en el puesto.

-¿Y si pusiéramos una piscina más grande?

-No te quedes con la respuesta obvia. Hagamos un análisis en profundidad. Revisaremos el desarrollo de carrera, los beneficios sociales... He encargado un informe a Deloitte, por favor apruébame el presupuesto.
Ah, la próxima semana te toca ser hombre bala.

-¿Cuándo dices que estará listo el informe?

(…)

El viernes siguiente, el consultor de Deloitte presentó las conclusiones del informe:

-Para evitar las fugas de talento, necesitáis una línea telefónica de atención al personal. En Deloitte tenemos una subcontrata que presta dicho servicio por un módico precio.

-¿Y hacer la piscina más grande, o poner casco y protecciones al hombre bala?, dijo el director

-Carecíamos de recursos para probar esas alternativas…

-¡Pero si hay 6 personas en el equipo consultor, y hoy ha venido uno nuevo!

-¡Cierto, el becario! Probemos con él.

La actuación fue un éxito y el becario sobrevivió. El director del circo fichó por Deloitte como Socio. El consultor promocionó a Supervisor. El becario fue nombrado hombre bala permanente. La responsable de RRHH y el becario se enamoraron y se casaron. Por protocolos internos, que prohibían las parejas sentimentales en el circo, uno ellos tuvo que dejar su puesto de trabajo.

El becario fue despedido.

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12. Amor tras el telón

La primera vez que robé un beso tendría unos doce años. Pero a la pobre novicia no le gustó (o le gustó demasiado), y acabé expulsada del convento. No mejoró la cosa en el colegio, como cuando Carlitos salió corriendo al grito de «¡locaaaaaa!». Hay que decir que él todavía pensaba más en jugar a los soldaditos que a papás y mamás. Así que decidí reconducir mi carrera: no los robaría, sino que los falsificaría. Comencé por cosas pequeñas, como los de papá a la abuela, mamá a las vecinas cotillas, y pronto decidí dar el gran salto. Me mudé a Francia, país besucón por excelencia, donde llegué a ser proveedor del mismísimo De Gaulle. Recibía encargos de las altas esferas mundiales, vivía a todo trapo... Hasta lo de Breznev y Honecker. Sería mi gran momento, mi coronación para la posteridad... pero nadie contaba con que aquel beso resultara verdadero.

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13.

Madrid

Ahora viajo en autobús para asistir a un entierro que se celebra en mi pueblo. Es de noche y estoy jodido por esa muerte. Era una mujer mayor, pero había vivido en mi casa varios meses cuando era niño porque se encontraba sola. Llevaba unos cinco años en una residencia a la que sólo fui a verla una vez. Mi madre me solía insistir para que fuera porque ella preguntaba por mí a menudo, aunque no es cien por cien seguro conociendo a mi madre. Yo siempre lo dejaba para luego. Iba camino de aquella visita que no tenía sentido ya. Un factor importante en la comunicación de palabras, gestos o cariño es que las dos personas estén vivas.

La Mancha

Mientras pienso en una anciana muerta, miro la constelación que más odio a través de la ventanilla del autobús: Orión. Me persigue por mucho que el autobús gire y gire. Como no encuentro la manera de expresarle todo mi odio, cierro los ojos e imagino que el universo estalla llevándose a esa maldita constelación por delante. Me imagino solo en una montaña, riendo a carcajadas de ese odioso conjunto de estrellas. La bola de fuego se dirige hacia mí, pero parece que no me importa mucho.

Cuando abro los ojos, mi padre me espera en la estación de autobuses. Son más de las doce de la noche y me lleva a casa en coche. No dice nada hasta que el motor se apaga:
—Come algo. Tu madre vendrá ahora y subirás con ella al tanatorio. Péinate.

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14. El autobús

El autobús de la línea 17 salió de cocheras, como cada día, quince minutos antes de las siete. A esa hora alcanzaba su primera parada y doce minutos más tarde, tras la tercera, una multitud variopinta se hacinaba en su interior.
La ruta diaria cambió de forma repentina ante los rostros atónitos de los viajeros. Gestos y voces llenaron el escaso vacío sin éxito. Sin volver la cabeza, el conductor abandonó la ciudad enfilando una carretera solitaria flanqueada por campos helados. Pasaban unos minutos de las ocho cuando tomaba un desvío apenas visible, que a los pocos kilómetros desembocó en una amplia explanada presidida por un hangar colosal.
Allí, incontables vehículos de todo tipo hacían cola con la clara intención de terminar en su interior.
Fue entonces cuando el conductor abandonó su cubículo blindado, no sin antes anunciar por megafonía:
—Enseguida vendrá un remolcador para llevarlos a su destino. Yo me vuelvo a mi cabina.
Los retazos de una conversación destacaron entre los gritos, llantos y desmayos.
—¿Pero ese no era…
—…José Luis…
—…López Vázquez?

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15.

Operación Nivea

Equipados con la indumentaria de asalto, entramos por la puerta de atrás. En la cocina no había nadie, solo una botella de albariño que acompañaba unas sobras de bacalao. Seguimos a la siguiente habitación, pistola en mano.
En el salón estaba nuestro anfitrión, que apuraba su té agujas de plata. Impasible, se atusaba su pelo cano y depositaba la taza mientras nos sonreía ampliamente mostrando su brillante dentadura, todo sin oponerse a su detención.
Al ver que no suponía ninguna amenaza, mis compañeros bajaron las armas. Yo tardé un poco, seguramente porque aún seguía bajo los efectos de la raya que me había metido.
La nieve cae copiosamente mientras nos dirigimos a comisaría. El hombre no concibe qué crimen ha cometido. Si esa va a ser su defensa acabará en una habitación acolchada con camisa de fuerza... No entiende a quién le hace daño el tráfico de niños albinos.  

Traslado

Llevábamos meses detrás de aquella red y esperaba algo de reconocimiento, pero ni una palmadita en la espalda del jefe ni un cumplido de los compañeros. Entré en un espiral de consumo alarmante, cada vez que los veía murmurar en la esquina hubiera sacado la reglamentaria y hubiera pintado las paredes con sus sesos, de no ser por el temblor de mis manos.
Fue cuando me pillaron robando aquel alijo en la sala de pruebas y me suspendieron que supe que había tocado fondo. Pero gracias a ello, fui a rehabilitación. Y ahora que me he reincorporado y he conseguido un traslado, en mi primer día en Homicidios me han asignado un caso donde no se ha encontrado la cabeza de la víctima, sino que en su lugar había una orquídea blanca. La sensación de estar frente a un posible asesino en serie era mejor que la cocaína.

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¿Concepto?

En puestos de podio, con 8 puntazos, haciendo un gran esfuerzo que se agradece enormemente:

Mis doses a Toro, muy currado y muy bueno

Autista escribió:¡El becerro de oro!

Creo que le voté.

Cuarta posición, otro cómic con gran estilo, como Pep.

Gran dominio del color, Torete.

Vinny Vedecci escribió:

Autista escribió:¡El becerro de oro!

Creo que le voté.

Con tus treses, ni más ni menos.

Está guapo, Arquitecto.

Muy buen uso de las viñetas. Muy dinámico.

Tercer puesto, con 10 puntos:

Interrumpo la gala para agradecer a Salakov sus certeros comentarios sobre los cómics. Un lujo.

En segunda posición, medalla de plata, un chorraco de talento.

¡Eduardo Montenegro!

Tiene más mérito si cabe, ya que todos sabemos que en vez de manos tiene...

El de Auti me divirtió. Juntar a la infanta Elena y a Nolan no es sencillo.

Bieeeeeeen, la mejor posición posible, os quieroooo!!

salakov escribió:El de Auti me divirtió. Juntar a la infanta Elena y a Nolan no es sencillo.

Y a Kubrick, ojo, y a Kubrick. Un guion como un mecanismo de relojería.

Montenegro meets Calpurnio. ¡Fantástico!

Primer merecidísimo puesto, con 16 puntos, entre ellos mis trese, el mejor cómic de la edición, sin duda:

La señooooooooraaaaaaaaa

Canta, escribe, dibuja, aguanta a m... ¡Y todo lo hace bien!

Aquí las actas. Nos vemos en la siguiente, en 2049. Mil gracias a lo participantes, a los votantes, a los lectores, y a todo pichichi.

https://docs.google.com/spreadsheets/d/1DyeNXVbFZHc7FxXY_Q4kZOWN8tpL8xoUDg1M2VKKjJM/edit?resourcekey#gid=893096362

Autista escribió:La señooooooooraaaaaaaaa

Canta, escribe, dibuja, aguanta a m... ¡Y todo lo hace bien!

Enhorabuena, Elsan!!!

Zorionak, elsaltimbanqui!!!

Mmmmmmm juraría que voté




Enhorabuena, Elsan!!!!

RegSound escribió:Mmmmmmm juraría que voté




Enhorabuena, Elsan!!!!

No jodas.

Ostras qué buenos todos

Sois unos artistas

Enhorabuena Elsan!

Y el de Montenegro mola

Acabo de escribir un tocho importante en el primer mensaje para quien quiera leerlo.

Se me habia pasado que tambien habia concurso de comics, mis aplausos para el organizador y los guionistas dibujantes, estare atento para puntuar la proxima vez

Qué idea más cojonuda Vinny. Otra semana sin dar palo al agua. Además entrando en un tema buenísimo que va a ser el de cómo se vota sabiendo ya el autor (como si no se supiese a veces) y otro tema mejor que es el de la doble repudia. Pasar del “Si mi relato era cojonudo, lo que pasa es que sois unos cenutrios” al “Jodidos subnormales, ni leyéndolo dos veces os enteráis”, es siempre algo muy bonito de experimentar. Si no funciona, se puede repetir la fórmula tantas veces como haga falta hasta el “Vaya una puta mierda de relato que escribí”

Oh, qué bien. Podemos vaguear y sacar mierda en la misma ronda

¡Enhorabuena, Elsan! Aunque mis treses fueron, obviamente, para el Cutlass de Monty.

No sé si el ejercicio que propone Vinny va a funcionar mucho pero el caso es que necesitamos vacaciones mentales, así que bienvenido sea.

Yo creo que voy a mandar un relato de DavidZ.

Autista escribió:En puestos de podio, con 8 puntazos, haciendo un gran esfuerzo que se agradece enormemente:

Spoiler:

Gracias a ti por la admin y la temática

Yo enseguida me pongo con mis menesteres, agradezco ir despacito, así que ahora a actualizar generales, incluir a Nuxe, y renovar firma, y después a bucear en relatos, evidentemente, como no puede ser de otra forma, me asaltan dudas, en este caso 2:

- Exclusivamente reducido a la edición VI?
- Hay opción de escribir nuevo ? (Aunque no sea para todos, por lo menos Nuxe y nadie )

Autista escribió:La señooooooooraaaaaaaaa

Canta, escribe, dibuja, aguanta a m... ¡Y todo lo hace bien!

Te reviento!

(pantera dixit)


Pero qué razón tienes....


m

¿Estoy en un capítulo de Black mirror?

Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Toro escribió:Yo enseguida me pongo con mis menesteres, agradezco ir despacito, así que ahora a actualizar generales, incluir a Nuxe, y renovar firma, y después a bucear en relatos, evidentemente, como no puede ser de otra forma, me asaltan dudas, en este caso 2:

- Exclusivamente reducido a la edición VI?
- Hay opción de escribir nuevo ? (Aunque no sea para todos, por lo menos Nuxe y nadie )

Pues hacemos lo siguiente si os parece bien, y si no también.

Que cada cual elija si quiere vaguear recuperar un relato suyo de la última edición del que se sienta muy orgulloso y tenga mucho cariño, y que fuera vilipendiado por los fatalvotantes habituales, o que envíe uno nuevo. Quienes no participasen en la anterior edición, bien por haberse incorporado ahora, bien porque no les salió de allí mismo, tendrán que optar como es lógico por la segunda opción.

Por lo tanto, me los enviáis a mí y yo los publico. Las votaciones, como siempre.

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

Vinny Vedecci escribió:

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

A ver a ver a ver... como es esto??? Un relato de 300 palabras??

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

A ver a ver a ver... como es esto??? Un relato de 300 palabras??

Esmeralda style. Y se queda corto.

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

A ver a ver a ver... como es esto??? Un relato de 300 palabras??

Esmeralda style. Y se queda corto.

Si si... lo primero he pensado en ella... pero entonces, es asi? Se puede? Pueden ir al principio al final o en medio?

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

A ver a ver a ver... como es esto??? Un relato de 300 palabras??

Esmeralda style. Y se queda corto.

Si si... lo primero he pensado en ella... pero entonces, es asi? Se puede? Pueden ir al principio al final o en medio?

He añadido la Primera enmienda Quakto. Se puede añadir hasta un máximo de 150 palabras más, sí. Donde se prefiera.

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

A ver a ver a ver... como es esto??? Un relato de 300 palabras??

Esmeralda style. Y se queda corto.

Si si... lo primero he pensado en ella... pero entonces, es asi? Se puede? Pueden ir al principio al final o en medio?

He añadido la Primera enmienda Quakto. Se puede añadir hasta un máximo de 150 palabras más, sí. Donde se prefiera.

Genial idea innovadora

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

A ver a ver a ver... como es esto??? Un relato de 300 palabras??

Esmeralda style. Y se queda corto.

Si si... lo primero he pensado en ella... pero entonces, es asi? Se puede? Pueden ir al principio al final o en medio?

He añadido la Primera enmienda Quakto. Se puede añadir hasta un máximo de 150 palabras más, sí. Donde se prefiera.

Genial idea innovadora

Eres el jefe y tú mandas....pero añadir 150 sin respetar el relato original....mmmmeh.

Un prólogo o epílogo mola....una segunda parte....pero mezclar textos...yo no voto....

m

m señor escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

quakto escribió:Es posible elegir un relato y complementarlo con 150 palabras más? en plan para mejorar lo que ya estaba escrito o bueno en mi caso sería para empeorarlo más

Por supuesto. Gran idea.

A ver a ver a ver... como es esto??? Un relato de 300 palabras??

Esmeralda style. Y se queda corto.

Si si... lo primero he pensado en ella... pero entonces, es asi? Se puede? Pueden ir al principio al final o en medio?

He añadido la Primera enmienda Quakto. Se puede añadir hasta un máximo de 150 palabras más, sí. Donde se prefiera.

Genial idea innovadora

Eres el jefe y tú mandas....pero añadir 150 sin respetar el relato original....mmmmeh.

Un prólogo o epílogo mola....una segunda parte....pero mezclar textos...yo no voto....

m

Es opcional, buen hombre. Pero podemos introducir la Segunda enmienda m invalidando la Primera enmienda Quakto.

Que se pronuncie el respetable.