THE FORT MUDGE MEMORIAL DUMP-1969

THE FORT MUDGE MEMORIAL DUMP fue un grupo originario de Walpole, Massachusetts, que comenzó su andadura en 1967 de la mano del guitarra Dean Keady, consiguiendo un buen número de seguidores en su localidad. Fueron catalogados dentro del recién creado “Boston Sound”, junto a grupos como Ultimate Spinach, Orpheus o the Beacon Street Union. Con buena técnica y mejores ideas, consiguieron un contrato discográfico a finales de 1969 y grabaron su único trabajo ese mismo año. “Ford Mudge Memorial Dump” es un gran, y muy buscado, LP en el cual la voz de la cantante y compositora Caroline Stratton, similar a la de Grace Slick de Jefferson Airplane, y el guitarra Dean Keady sobresalen por méritos propios entre las demás excelencias del grupo. Dean Keady, con sus sobresalientes técnicas a la guitarra tomadas del Rock, blues y jazz, y efectos diversos, lideraba la banda y la dotaba de una energía y potencia impropia, en cierta forma, de la mayoría de grupos pertenecientes al “Boston Sound”. The Fort Mudge Memorial Dump tenían un sonido muy de grupo, como la mayoría de las bandas de Massachusetts, dónde cada miembro era casi un virtuoso en su instrumento. Su estilo tenía, en cierto modo, similitudes con los últimos Jefferson Airplane pero la verdad es que su sonido era muy personal y muy expresivo, así como rico y compacto, magníficamente ejecutado por unos músicos versátiles y excelentes. Tanto Caroline Stratton, como Dean Keady, hacen que el sonido del grupo llegue a unos niveles de calidad muy altos. Todo el material fue escrito por los miembros del grupo, en especial Carolina Stratton y Richard Clareci, y su sonido y estilo es muy variado. La música de Ford Mudge Memorial Dump es una especie de caja de sorpresas en la que nos podemos encontrar desde temas del mejor Rock Psicodélico y lisérgico, a medios tiempos melódicos con guitarras acústicas y sonido Country, hasta Blues con toques de Funk, Jazz y Soul o Hard Rock con toques de Jazz o experimentación Psicodélica. En “Mr. Man” el riff de guitarra/bajo es tremendo, rápido e imparable. El trabajo de bajo/batería en este tema, así como en todo el disco es digno de oirse con atención. Tanto en “Mr. Man” como en “Crystal Forms” se demuestran las buenas cualidades vocales de Caroline Stratton y su bonito color de voz, e incluyen un magnífico trabajo de guitarras de Dean Keady así como unos arreglos y una ejecución por parte de toda la banda sobresaliente. “Actions Of A Man” nos presenta un tema acústico con excelentes guitarras Country interpretado magníficamente por Richard Clareci, cuya voz era una especie de perfecto cruce entre Jim Morrison y Elvis Presley. “Blue's Tune” es otro temazo con un riff de guitarra magnífico compuesto en clave de Blues pero al que la banda le da mil y una vueltas añadiendo cosas tomadas del Jazz, Funk o la Psicodélia. “The Seventh Is Death” es un magnífico tema Psicodélico lento y melancólico, de tono oscuro en el que la voz de Richard Clareci juega un papel muy importante en el clima ominoso del mismo. Toda la banda está espectacular en él. “What Good Is Spring?” es otro tema de estilo melancólico y soñador, con acústicas, dónde intentan parecerse a los Jefferson Airplane logrando un sonido bastante original, ciertamente cercano al rock de la Costa Oeste pero con marcadas variaciones con respecto a este gracias a la interpretación tan original de los miembros del grupo. “Tomorrow” es otro tema con sentimiento Countrycon acústicas magníficamente interpretado por Richard Clareci. “Know Today” es un magnífico tema instrumental escrito en clave de Blues con toda la banda en pie de guerra y desplegando toda su calidad como instrumentistas. “Questionable Answer” es otro tema precioso interpretado esta vez por Caroline Strutton y con diversos cambios de tiempo. Lo más característico del grupo es su sonido, en todo momento variado. Unas veces melódico, en temas de medio tiempo o acústicos, y otras más potente y con desarrollos originales tomados del Rock, Blues, Jazz o del Country. En otras ocasiones despliegan un sonido más Hard Psicodélico, siempre aderezado con viajes lisérgico repletos de buenas ideas e improvisaciones acertadas que enriquecen los temas. Otro detalle a destacar, las letras, realmente originales, creativas y excelentes. El disco tiene dos lecturas, por una parte posee un sonido en cierta forma comercial, entre comillas, con temas acústicos y de medio tiempo. Y por otra, un sonido más arriesgado, ecléctico y experimental. Cuando esto último sucede, los temas pasan a ser de escucha compleja, de esos que necesitan oírse varias veces tan solo para empezar a entenderlos. A destacar, sobre todo, la magnífica producción a cargo de Michael Tschudin, realmente adelantada a su tiempo, y en la cual cada instrumento a quedado perfectamente reflejado en las mezclas; guitarra solista en canal derecho y rítmica en el izquierdo, bajo y batería perfectamente audibles y separados del resto, así como la voz o cualquier otro instrumento añadido. Si nos hubiesen dicho que este disco fue grabado y producido la semana pasada yo, personalmente, me lo hubiese creído perfectamente. El ingeniero de sonido fue William Wolf. En mi opinión, es una de las mejores producciones que he tenido la oportunidad de disfrutar de esos años. En las labores de cantante solista se turnan Caroline Stratton, con su color de voz dulce y perfecto, y el guitarra rítmica y compositor Richard Clareci, poseedor de una voz grave y totalmente diferente a la de Stratton, aunque igual de perfecta en sus modulaciones. Ambas voces forman un contrapunto interesante en todo el disco. En todo momento se puede constatar la magnífica calidad de unos músicos repletos de ideas y calidad, en especial y muy destacados el increíble trabajo de bajo de Dave Amoral y la portentosa batería de Jim Deptula, sobre todo en temas como “Crystal Forms” o “The singer”, tema este último que cierra el álbum y el de mayor duración del disco, y si me apuran también el más arriesgado musicalmente. En “The Singer” el trabajo instrumental de todo el grupo raya a un nivel muy alto, en un tema que es una auténtica maravilla y que bien vale su sola presencia por todo el álbum. Los arreglos son complicados y originales, y el riff de "The Singer" es una locura que se une a esa voz de grave e imperturbable de Richard Clareci formando un todo salvaje y melódico exquisito que avanza a un tiempo, exalando matices melancólicos y alegres, oscuros y brillantes, con una guitarra salvaje que vomita fuzz, distorsión e improvisaciones imaginativas en contraste a la tranquila modulación de la voz de Clareci. Los desarrollos se suceden intratables y el trabajo de bajo y batería es estratosférico en cada nuevo cambio de tiempo. "The Singer" es el perfecto broche de oro para cerrar este interesante álbum. Puede que, junto a Ultimate Spinach, Orpheus y Beacon Street Union, The Fort Mudge Memorial Dump, y su primer y único LP, sean una de las bandas más destacables e interesante dentro de ese experimento comercial -y normalmente fallido- que fue el “Boston Sound”. Lamentablemente el grupo se saparó en 1973.