RONDA 8.13 DEL CLUB DE MICRORRELATOS DEL FOROAZKENA. CIERRE RECEPCIÓN JUEVES 10 A LAS 11:30am

Toro escribió:14.- (Puti)club

Las normas del club eran muy claras: respeto por las cortesanas, gin-tonics a veinte euros y nada de fotos. Si acaso veías a un futbolista famoso, no sé, Marcelo, no sé, Muniain, mirar hacia otro lado. Y no propasarse nunca so riesgo de tenértelas que ver con el portero.
—¿Juan Carlos Ablanedo?
—Tú eres gelipollas, Joaquín.

Toro escribió:15.- Jack y Tyler

-Las normas del club serán muy claras. La primera norma será no hablar del club de la...
-Mejor poner regla que norma.
-Joder, ¡qué pesadilla eres!
-La culpa es tuya por tener insomnio.

Toro escribió:16.- La altura como concepto

Las normas del club eran muy claras, explicitadas como tales desde su propio lema: aceptamos absolutamente a todo el mundo. La condición física, irrelevante. ¿Nivel académico? Indiferente. La raza la que se tuviera y el sexo, allá cada cual. Tan democrático criterio de admisión atrajo a cientos de miembros. Hombres bajitos y fornidas amazonas, alumnas de primaria, licenciados y analfabetos. Octogenarios, tullidos, esquimales y palentinos. Una membresía abigarrada y feliz cuyas interrelaciones fueron tan íntimas y naturales, desde el primer momento, que el club no encontró criterio para separarla por equipos.
Diversos intentos fracasaron en las puertas de la FEB. Hombres o mujeres. Niños o adultos. Con las dos piernas operativas o en silla de ruedas, dijeron. Cerrazón que el club solucionó brillantemente, creando su propia federación y competiciones. En las que el balón a través del aro es uno de los objetivos, pero ni mucho menos el más importante.

Toro escribió:Mañana tengo el principio de la mañana un poco liado, así que el cierre se va a dilatar un pelín más...

A las 11:30 cerraremos... aun nos da para duplicar el numero de relatos, venga!!!

Toro escribió:17.- Una imagen vale más que mil añadas

Las normas del club eran muy claras. Cualquier reloj y dispositivo de comunicación deben dejarse en la consigna de la puerta. Dentro no existía más. Ni una ventana ni televisión ni radio. Nada electrónico. Había cuatro estancias ambientadas llamadas como las estaciones. Dos habitáculos; día y noche. Parques, comidas, dormitorios o incluso la luna proyectada.
Podías deambular decidiendo el momento del cambio.
Cuando ya perdí la noción del tiempo, decidí ejecutar mi plan: saqué del bolsillo el espejito de maquillaje para acercárselo al anciano de mi lado. Le pedí que fueran todos pasándoselo.
Así contemplaron su tragedia; barbas interminables, ojos hundidos, rostros ajados por el tiempo que no les ha perdonado.
Sollozos, ira, carreras apresuradas o paseos cabizbajos hacia la puerta, pero todos abandonaban.
Por fin, solo, reventé el espejo contra el suelo. Sabía que si no, también yo cedería a la tentación en lugar de disfrutar de mi eternidad.

Dama de Shalott escribió:

Toro escribió:18.- El remigio

Las normas del club eran muy claras, se juegan todos los martes y la última que quede se lo lleva todo.
Cerraron el bar del pueblo, luego el club social y el teleclub, las últimas partidas fueron en casa de la Antonia, llevaban más de 60 años jugando, en el mismo pueblo.
Los que tenían familias no entendieron las herencias y ahora Paca la última superviviente iba a heredarlo todo, pensaba hacer un monumento en bronce tan grande como le diera el dinero, incluyendo el suyo también, de sus ocho amigas y que se jodiera su familia de paso, como las otras.

Dama de Shalott escribió:

Toro escribió:18.- El remigio

Las normas del club eran muy claras, se juegan todos los martes y la última que quede se lo lleva todo.
Cerraron el bar del pueblo, luego el club social y el teleclub, las últimas partidas fueron en casa de la Antonia, llevaban más de 60 años jugando, en el mismo pueblo.
Los que tenían familias no entendieron las herencias y ahora Paca la última superviviente iba a heredarlo todo, pensaba hacer un monumento en bronce tan grande como le diera el dinero, incluyendo el suyo también, de sus ocho amigas y que se jodiera su familia de paso, como las otras.

Es ficción porque en España no es como por ejemplo, en Estados Unidos que puedes dejar la herencia a los gatos.
En España existe la legítima que es la porción de bienes de la que el testador no puede disponer por haberla reservado la ley a determinados herederos llamados por ello herederos forzosos o legitimarios.
No es fácil desheredar.

Dama de Shalott escribió:

Es ficción porque en España no es como por ejemplo, en Estados Unidos que puedes dejar la herencia a los gatos.

Stoneheart escribió:

Dama de Shalott escribió:

Es ficción porque en España no es como por ejemplo, en Estados Unidos que puedes dejar la herencia a los gatos.

¿Y aquí no?

Toro escribió:18.- El remigio

Las normas del club eran muy claras, se juegan todos los martes y la última que quede se lo lleva todo.
Cerraron el bar del pueblo, luego el club social y el teleclub, las últimas partidas fueron en casa de la Antonia, llevaban más de 60 años jugando, en el mismo pueblo.
Los que tenían familias no entendieron las herencias y ahora Paca la última superviviente iba a heredarlo todo, pensaba hacer un monumento en bronce tan grande como le diera el dinero, incluyendo el suyo también, de sus ocho amigas y que se jodiera su familia de paso, como las otras.

Toro escribió:19.- Gracias, Elías Ahúja

Las normas del club eran muy claras:

1. Servirse una copa bien cargada y cantar: Peña del trago, ¿por qué peña del trago?, ¿por qué peña del trago?, porque hoy nos la van a chupar, oé.

2. Beberse el cubata de un trago.

3. Repetir hasta balbucear.

El Senior Manager estalló en una carcajada, y exclamó: "Qué grandes noches aquellas en el parque Almansa, ¿verdad?." Acto seguido me tendió su mano para que la estrechara, el puesto era mío.

Toro escribió:20.- Mala cabeza

Las normas del club eran muy claras, solo se permitía entrar con corbata al cuello.
A Iker le flipaban los fenómenos paranormales. Una noche se le apareció el fantasma de su tío abuelo Conrado y le habló del Club de Almas Errantes de Lanciego, un club de espíritus donde se reunían los lugareños fallecidos violentamente. Conrado murió cuando el carnicero le extirpaba el apéndice durante las vacaciones del médico del pueblo. “Debes saber que es un club de estilo británico, ni chándales ni escuchar a Rosalía”. A Iker el más allá le parecía más atractivo que el más acá, así que se vistió de etiqueta para dejar un bonito cadáver. Puso el cuello sobre la vía del tren y espero al cercanías.

Cuando llegó a la entrada del club con la cabeza en una mano y la corbata en la otra comprendió que la decapitación no había sido buena idea.

Toro escribió:21.- El miedo va a cambiar de bando

Las normas del club son muy claras: nada de tocar, al menos para los clientes esporádicos. Si eres habitual y pagas bien, no voy a ponerme quisquilloso con lo que hagas en el privado. Si hay dinero tampoco se van a quejar, y si no me encargo yo. Lo que no permito es pegar… no vamos a dejar que la mercancía esté mal para el siguiente cliente.  

Vamos, que aquí en el club la ley soy yo. Una norma clara es que el producto lo elijo yo. Hoy llega una nueva, así que toca probar. Nada más entrar a mi despacho, hago que se agache. Cuando voy a cogerle del pelo y meterla hasta dentro, noto un roce raro en el glande. Saca la cabeza y me sonríe ampliamente. Sorprendido, me percato de sus colmillos algo más prominentes de lo normal… y sin tiempo para reaccionar comienza a desmembrarme.

Toro escribió:22.- Cuerdas

Las normas del club eran muy claras. Sólo admitíamos personas cuerdas, para así mantenernos a salvo de la selva en que se había convertido el mundo. Lo primero era presentar el historial médico, claro, pero también curriculum con historial de vida, informes de centros escolares, centros de trabajo. Cualquier indicio de ansiedad o depresión, aún no diagnosticado, era motivo de rechazo. Acordamos también rechazar a los divorciados, a los que tengan menos de 10 amigos activos, los que hayan tenido más de diez parejas, los promiscuos, los que no se hablan con algún familiar, los que no tengan hijos, o tenga más de tres, los que salen todos los fines de semana, los que no salen; cada uno de ellos resultó dar problemas y fue expulsado. Ahora sólo quedamos mi gata y yo. Pasamos las tardes en apacible silencio, votamos a los candidatos, y aceptamos con deportividad los empates.

Toro escribió:Aquí para los votos y eso...

Hank escribió:

Toro escribió:Aquí para los votos y eso...

no veo el formulario...

salakov escribió:«Yo esta ronda ya he ganado».

Toro escribió:

Hank escribió:

Toro escribió:Aquí para los votos y eso...

no veo el formulario...

No habrás mirado bien...

Esmeralda escribió:Buenos días

Estoy esperando para renovar el chip de mi carnet profesional.

Le he dicho al informático que vengo a cambiar el chip y no se ha reído nada.

No aprecian mi humor

Eloy escribió:Tres votantes ya. 

Tres relatos en cabeza.


Información.

Hank escribió:

Toro escribió:

Hank escribió:

Toro escribió:Aquí para los votos y eso...

no veo el formulario...

No habrás mirado bien...

joder, estoy empanado, mil disculpas...

Toro escribió:

Hank escribió:

Toro escribió:

Hank escribió:

Toro escribió:Aquí para los votos y eso...

no veo el formulario...

No habrás mirado bien...

joder, estoy empanado, mil disculpas...

No joder... que era coña

Lo he puesto después de leer tu mensaje