RONDA 8.20 DEL DESQUICIADO CONCURSO DE MICRORRELATOS DE FOROAZKENA (GALA A LAS 22:30 H)

Acabo de ver el vídeo dé Eduardo. Me ha parecido que tiene una letra picante al más puro estilo Lita Claver. O lo mismo habla de la cristianización porque no se los entiende nada.

Montenegro tiene unos gustos heteróclitos.

salakov escribió:8.- El pequeño Buda

En los últimos tiempos, su afición favorita era hacerse una bola y meterse en el estante más bajo del último armario de la clase. Deslizaba sus deditos discretamente y cerraba las puertas desde dentro. Imagino que le reconfortaba la posición fetal. Yo me ponía de los nervios, pero me hacía la tonta durante un buen rato. Cuando ya no podía más le invitaba a salir y es cuando él aprovechaba para escaparse.

Tiempo atrás dibujaba planos. Construía desde su mente enferma verdaderos paraísos terrenales, de una vida alternativa en la que a mí también me habría encantado entrar.

Sus ataques de ira no eran tan divertidos: gritos, patadas, golpes, lanzamiento de mesas, niños llorando por alguna magulladura… pero siempre lo comprendían y ayudaban. Eso me hacía tener esperanza en la bondad.

Hace poco me explicaron que alcanzó la felicidad diseñando los nuevos jardines de nuestra ciudad. ¡Gracias, tulpa!


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de niño a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): Algo le habrían hecho al niño ese. ¿Le apetece una tapita de tulpa?

Qué versátil es la tulpa.

¡Gracias, Nomeko!

salakov escribió:Qué versátil es la tulpa.

¡Gracias, Nomeko!

Y tanto. Ahora mismo me la estoy rascando.

salakov escribió:Montenegro tiene unos gustos heteróclitos.

Va a ser que sí, si es lo que entiendo.

Eso es que soy hetero y me gustan los clítoris, ¿no?

Pues es que hoy no me duermo y me aburro.  

Y cuando me aburro, se me va.  


FdC

¿Loco yo? Noooo.

Loco Toro, lo corroboro. Loco por los robots, por los posts, por los foros, por los votos (todos tongo).
Cómo no, otros dos locos son Don o Coch.
Otros no son locos por poco: Troy, Moderno, Eloyso...; o como Monkey, por mono; o como Sonny, por los porros.
Codo con codo, hombro con hombro, Toro lo logró. Con todo gozo, nos otorgó otro tongo, oros por los morros. Yo, por mongolo, otro doloroso rosco. Como yo lo conozco, lo soporto con poco dolor (o no lo noto), no mojo los ojos, no lloro, sorbo los mocos. ¿Loco yo? no, sólo flojo.

Eduardo Montenegro escribió:Pues es que hoy no me duermo y me aburro.  

Y cuando me aburro, se me va.  


FdC

¿Loco yo? Noooo.

Loco Toro, lo corroboro. Loco por los robots, por los posts, por los foros, por los votos (todos tongo).
Cómo no, otros dos locos son Don o Coch.
Otros no son locos por poco: Troy, Moderno, Eloyso...; o como Monkey, por mono; o como Sonny, por los porros.
Codo con codo, hombro con hombro, Toro lo logró. Con todo gozo, nos otorgó otro tongo, oros por los morros. Yo, por mongolo, otro doloroso rosco. Como yo lo conozco, lo soporto con poco dolor (o no lo noto), no mojo los ojos, no lloro, sorbo los mocos. ¿Loco yo? no, sólo flojo.

Me indigna la no utilización de "potorro".

Dicho lo cual...

¡¡¡MIÉRCOLES!!!

Eduardo Montenegro escribió:Pues es que hoy no me duermo y me aburro.  

Y cuando me aburro, se me va.  


FdC

¿Loco yo? Noooo.

Loco Toro, lo corroboro. Loco por los robots, por los posts, por los foros, por los votos (todos tongo).
Cómo no, otros dos locos son Don o Coch.
Otros no son locos por poco: Troy, Moderno, Eloyso...; o como Monkey, por mono; o como Sonny, por los porros.
Codo con codo, hombro con hombro, Toro lo logró. Con todo gozo, nos otorgó otro tongo, oros por los morros. Yo, por mongolo, otro doloroso rosco. Como yo lo conozco, lo soporto con poco dolor (o no lo noto), no mojo los ojos, no lloro, sorbo los mocos. ¿Loco yo? no, sólo flojo.

Pero pero pero... si aquí estaban mis treses!!

Vamos con el noveno.

9.- El fantabuloso negocio de la sanidad… mental

Nikola Selta se había convertido en el prototipo de mujer de negocios del siglo XXII. El mayor caso de éxito a seguir. Encarnaba las virtudes de la sociedad hipertecnificada.
Con dieciocho comercializó su champú antiinsomnio. Una revolución que la catapultó públicamente. Solo fue el comienzo, después vinieron vapeadores antiobsesivos, calzado antidepresivo o lentillas antiTDAH.

Ahora, con su ejemplar olfato, adaptabilidad y reinvención. Revolucionaba el mercado con sus CC (Centros de Cocreación). Nadie entendía como ganaba dinero. La gente cobraba a cambio de unas horas en sus salas de meditación. Se rumoreaba sobre tulpas y egregores a su servicio. Realmente a nadie le preocupaba mientras le pagasen.

Como no parecía preocuparle a nadie el estancamiento tecnológico de los últimos años, la ausencia de escritores talentosos, o las galerías llenas de cuadros del siglo pasado.
¿Qué importa la genialidad si desaparecen mis trastornos?
Nadie se preocupaba de los precios que no veía.


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salakov escribió:

Eduardo Montenegro escribió:Pues es que hoy no me duermo y me aburro.  

Y cuando me aburro, se me va.  


FdC

¿Loco yo? Noooo.

Loco Toro, lo corroboro. Loco por los robots, por los posts, por los foros, por los votos (todos tongo).
Cómo no, otros dos locos son Don o Coch.
Otros no son locos por poco: Troy, Moderno, Eloyso...; o como Monkey, por mono; o como Sonny, por los porros.
Codo con codo, hombro con hombro, Toro lo logró. Con todo gozo, nos otorgó otro tongo, oros por los morros. Yo, por mongolo, otro doloroso rosco. Como yo lo conozco, lo soporto con poco dolor (o no lo noto), no mojo los ojos, no lloro, sorbo los mocos. ¿Loco yo? no, sólo flojo.

Me indigna la no utilización de "potorro".

Suscribo

Y no nombra mujeres, vaya mosógono

Montonogro, ¡ostrogodo!

La sobremesa trae nuevas joyas a este nuestro lugar favorito de crecimiento literario.

10.- Las caras de Bélmez

Posiblemente sea el último tubo de rayos catódicos de Jaén, pero consigue iluminar el altar y museo donde muy prolijamente ha dispuesto Pepito Bélmez las videocasetes, los retratos autografiados, las figurillas y los recuerdos de época. También quedan todavía algunos que suben los siete pisos, los reclutados en el bar del chino, pero están mayores y han visionado ya muchas veces las cintas. Los críos no entienden sus gracias, se esconden tras las piernas; los bebés lloran. Por las noches vuelve a repasar las grabaciones; sigue las partes habladas con los labios, las suyas y también las del resto, las conoce de memoria, obvio; se ríe y luego aplaude como si la broma le sorprendiera de nuevas. De madrugada, las carcajadas atronan el patio de luces. Al abrir la puerta a la policía, piensa complacido que han llegado para verle y ejecuta una pomposa reverencia. Se debe a su público.


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11.- No me compares

Que estoy loco, dices, que me dejaste por mis manías. Que tengo que salir, ir al psiquiatra.

Me comparas con el Abominable viudo de la Nieves. De niños daba miedo pasar ante su casa. Decían en el pueblo que cuando su mujer se suicidó se encerró en el desván y ya nunca más había vuelto a salir. Nadie le vio en años, y la chavalería jugábamos a tirar piedras a su tejado. Te hiciste mi novia y le pusiste el mote cuando me acerqué más que nadie, rompí su ventana y se asomó con su obesidad mórbida, barbas interminables, melena grasienta y ojos encendidos en sangre. ¡Cómo corrimos aquel día!

Él sí estaba loco, se había abandonado.

No compares.

Aunque no haya salido de casa desde que me dejaste el año pasado, yo no estoy loco. Apenas peso cincuenta kilos y me afeito todos los días. Cinco o seis veces.


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Sin ánimo de lucro, está quedando una ronda chulísima.

Eduardo Montenegro escribió:Pues es que hoy no me duermo y me aburro.  

Y cuando me aburro, se me va.  


FdC

¿Loco yo? Noooo.

Loco Toro, lo corroboro. Loco por los robots, por los posts, por los foros, por los votos (todos tongo).
Cómo no, otros dos locos son Don o Coch.
Otros no son locos por poco: Troy, Moderno, Eloyso...; o como Monkey, por mono; o como Sonny, por los porros.
Codo con codo, hombro con hombro, Toro lo logró. Con todo gozo, nos otorgó otro tongo, oros por los morros. Yo, por mongolo, otro doloroso rosco. Como yo lo conozco, lo soporto con poco dolor (o no lo noto), no mojo los ojos, no lloro, sorbo los mocos. ¿Loco yo? no, sólo flojo.

Despilfarrando talento. ¡Es tiempo de ahorro!

salakov escribió:9.- El fantabuloso negocio de la sanidad… mental

Nikola Selta se había convertido en el prototipo de mujer de negocios del siglo XXII. El mayor caso de éxito a seguir. Encarnaba las virtudes de la sociedad hipertecnificada.
Con dieciocho comercializó su champú antiinsomnio. Una revolución que la catapultó públicamente. Solo fue el comienzo, después vinieron vapeadores antiobsesivos, calzado antidepresivo o lentillas antiTDAH.

Ahora, con su ejemplar olfato, adaptabilidad y reinvención. Revolucionaba el mercado con sus CC (Centros de Cocreación). Nadie entendía como ganaba dinero. La gente cobraba a cambio de unas horas en sus salas de meditación. Se rumoreaba sobre tulpas y egregores a su servicio. Realmente a nadie le preocupaba mientras le pagasen.

Como no parecía preocuparle a nadie el estancamiento tecnológico de los últimos años, la ausencia de escritores talentosos, o las galerías llenas de cuadros del siglo pasado.
¿Qué importa la genialidad si desaparecen mis trastornos?
Nadie se preocupaba de los precios que no veía.


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de mercadotecnia a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): El champú antiinsomnio ese se lo debe de echar mi señora en el potorro, porque siempre lo tiene dormido y nunca quiere nada conmigo.

salakov escribió:10.- Las caras de Bélmez

Posiblemente sea el último tubo de rayos catódicos de Jaén, pero consigue iluminar el altar y museo donde muy prolijamente ha dispuesto Pepito Bélmez las videocasetes, los retratos autografiados, las figurillas y los recuerdos de época. También quedan todavía algunos que suben los siete pisos, los reclutados en el bar del chino, pero están mayores y han visionado ya muchas veces las cintas. Los críos no entienden sus gracias, se esconden tras las piernas; los bebés lloran. Por las noches vuelve a repasar las grabaciones; sigue las partes habladas con los labios, las suyas y también las del resto, las conoce de memoria, obvio; se ríe y luego aplaude como si la broma le sorprendiera de nuevas. De madrugada, las carcajadas atronan el patio de luces. Al abrir la puerta a la policía, piensa complacido que han llegado para verle y ejecuta una pomposa reverencia. Se debe a su público.


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de nostalgia a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): Las videocasetes no hay que tirarlas. La de Junco, la de El Cabrero, la de los chistes de Arévalo mira que las he buscado en cd y nada.

salakov escribió:11.- No me compares

Que estoy loco, dices, que me dejaste por mis manías. Que tengo que salir, ir al psiquiatra.

Me comparas con el Abominable viudo de la Nieves. De niños daba miedo pasar ante su casa. Decían en el pueblo que cuando su mujer se suicidó se encerró en el desván y ya nunca más había vuelto a salir. Nadie le vio en años, y la chavalería jugábamos a tirar piedras a su tejado. Te hiciste mi novia y le pusiste el mote cuando me acerqué más que nadie, rompí su ventana y se asomó con su obesidad mórbida, barbas interminables, melena grasienta y ojos encendidos en sangre. ¡Cómo corrimos aquel día!

Él sí estaba loco, se había abandonado.

No compares.

Aunque no haya salido de casa desde que me dejaste el año pasado, yo no estoy loco. Apenas peso cincuenta kilos y me afeito todos los días. Cinco o seis veces.


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de filomatic a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): Se cuida mucho ese para no ser marica. Hizo bien la novia.

Llenamos la tarde con el relato duodécimo ¡doceavo!

12.- Debes dormir

Dormir es importante, el sueño tiene que ver con la salud psíquica. Si no duermes, estarás jodido el resto del día. No hablo de un tema de cansancio, no, se trata de una tristeza superior. Si no descansas, te mostrarás irritable por pavadas, estarás nostálgico de momentos inexistentes, incluso romperás a llorar de forma espontánea (qué odioso resulta esto). Será culpa de la serotonina que no habrás generado. Así que duerme. Aprende a respirar. Practica la meditación consciente. Y toma esta pastilla. Y esta otra. Y esta también. Debes dormir. El insomnio es aluminosis, corrosión, un asesino invisible. Aunque la oscuridad traiga pesadillas, son preferibles a otra noche en vela. Cualquier opción antes que ese peso oclusivo, que esa nube de estorninos picoteando tu corazón. Mírame. Mírate. Eres tulpa, ansiedad, estambre, una sombra quejumbrosa maldiciendo cada amanecer. Debes dormir. Toma las pastillas que te han dado. Tómatelas todas.


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salakov escribió:12.- Debes dormir

Dormir es importante, el sueño tiene que ver con la salud psíquica. Si no duermes, estarás jodido el resto del día. No hablo de un tema de cansancio, no, se trata de una tristeza superior. Si no descansas, te mostrarás irritable por pavadas, estarás nostálgico de momentos inexistentes, incluso romperás a llorar de forma espontánea (qué odioso resulta esto). Será culpa de la serotonina que no habrás generado. Así que duerme. Aprende a respirar. Practica la meditación consciente. Y toma esta pastilla. Y esta otra. Y esta también. Debes dormir. El insomnio es aluminosis, corrosión, un asesino invisible. Aunque la oscuridad traiga pesadillas, son preferibles a otra noche en vela. Cualquier opción antes que ese peso oclusivo, que esa nube de estorninos picoteando tu corazón. Mírame. Mírate. Eres tulpa, ansiedad, estambre, una sombra quejumbrosa maldiciendo cada amanecer. Debes dormir. Toma las pastillas que te han dado. Tómatelas todas.


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de sedante a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): Tanta pastilla y tanta hostia. Mejor tomarse dos pelotazos y verás que bien duermes.

Me he reído mucho con el que se queda sin comer. Soy yo la tía y ese no come  más. 

Ahora viene lo triste

¡Venga los tardanos!

Tenía que haber puesto de concepto FREIDORAS DE AIRE, que es de lo que el pueblo quiere hablar.

salakov escribió:Tenía que haber puesto de concepto FREIDORAS DE AIRE, que es de lo que el pueblo quiere hablar.

Son estupendas para comer sano.

Dejan la panceta muy crujiente, y puedes mojar pan con la salsa que queda en la bandeja.

Si alguien consigue escribir un relato convincente con una FREIDORA DE AIRE como protagonista, yo creo que se lo lleva.

Eduardo Montenegro escribió:Pues es que hoy no me duermo y me aburro.  

Y cuando me aburro, se me va.  


FdC

¿Loco yo? Noooo.

Loco Toro, lo corroboro. Loco por los robots, por los posts, por los foros, por los votos (todos tongo).
Cómo no, otros dos locos son Don o Coch.
Otros no son locos por poco: Troy, Moderno, Eloyso...; o como Monkey, por mono; o como Sonny, por los porros.
Codo con codo, hombro con hombro, Toro lo logró. Con todo gozo, nos otorgó otro tongo, oros por los morros. Yo, por mongolo, otro doloroso rosco. Como yo lo conozco, lo soporto con poco dolor (o no lo noto), no mojo los ojos, no lloro, sorbo los mocos. ¿Loco yo? no, sólo flojo.

Pero bueno, que salgo yo aquí. Y con las E subrayadas y las Y. Aquí está pasando algo. Ey!

Nos acercamos a la frontera con otro trabajo magnífico.

13.- Buenas, vengo de la compañía de gas para revisar su instalación

Piénsalo. Están observando. Los satélites, las cámaras en las oficinas, en los bares, en todas partes. Recogen datos y nos evalúan, por eso salía siempre vestida de gris, bien cubierta y en horas punta, pues en la multitud les es más complicado entresacar los datos. Pero entonces me di cuenta que había espías. Algunos simulaban ser dependientes, abuelas en chándal, o barrenderos, pero yo los detectaba, siempre se les puede detectar si te fijas. Un día me di cuenta de que la cajera del supermercado lo era, por el pañuelo del cuello, no había duda. Buen día, me dijo, y comprendí. No volví a salir. Creí estar segura en casa, pero estaba la basura, las alcantarillas. Cada pelo por el desagüe era una muestra de ADN. Les hablé, mirando al piloto rojo de la televisión apagada, su canal directo. Habéis ganado. Podéis fecundarme. Me follaré al que enviéis.


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Muero de sueño, mañana por la mañana cerraré recepción. Espero tener un buen montón de relatos esperando cuando despierte.

Pero antes, el 14.

14.- Zapatos de cemento

Que alguien le había puesto bloques de cemento en los pies y no podía escaparse. Que le cosiese una camisa más larga, que le tapase, para salir a la procesión. (No era creyente, era su excusa para intentar fugarse entre la invisible multitud). Que esa chica (mi hermana, su hija) le drogaba para inutilizarlo. Trataba de manotear señalando los zapatos de cemento (vendajes que aprendimos a colocar primorosamente sobre las escaras de sus pies). Había sido un tipo grandón y elegante pero los medicamentos contra el dolor y el dolor mismo traían a la cama un espía esquelético y semidesnudo (era costoso para nosotras y angustioso para él moverlo al cambiarlo y vestirlo) que vivía inmerso en un terrible complot. Al final no pudo robar una moto para largarse, con lo que le gustaban las películas de acción en las que el protagonista se salva en el último momento.


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Venga, va, y el 15.

15.- We’re a happy family

Es la hora de la prueba de sonido pero Joey y en el hotel. “Siempre llamando la puta atención, es insoportable. Qué ganas de terminar y no volver a ver a esta gente”, murmura Johnny mientras rasga su guitarra. Monte va al hotel y se encuentra a Joey en pleno ataque de angustia. “¡Monte, tengo que volver a casa, tengo que cerrar la llave del gas, tengo que cerrar la puta llave del gas!”
Monte está acostumbrado, prepara un par de rayas y se las pasa a Joey. Más centrado, Joey se tranquiliza. Abre una botella de whisky y se pone una copa. Al rato vuelven al pabellón. Joey va al camerino y sigue bebiendo. A las 9 en punto, Monte reúne a los cuatro y los lleva al escenario. Joey no recuerda en qué ciudad está, pero sabe perfectamente lo que tiene que hacer.

¡One, two, three, four…!

Vaya relatos buenos. Escribís como si supieseis de qué habláis.

salakov escribió:13.- Buenas, vengo de la compañía de gas para revisar su instalación

Piénsalo. Están observando. Los satélites, las cámaras en las oficinas, en los bares, en todas partes. Recogen datos y nos evalúan, por eso salía siempre vestida de gris, bien cubierta y en horas punta, pues en la multitud les es más complicado entresacar los datos. Pero entonces me di cuenta que había espías. Algunos simulaban ser dependientes, abuelas en chándal, o barrenderos, pero yo los detectaba, siempre se les puede detectar si te fijas. Un día me di cuenta de que la cajera del supermercado lo era, por el pañuelo del cuello, no había duda. Buen día, me dijo, y comprendí. No volví a salir. Creí estar segura en casa, pero estaba la basura, las alcantarillas. Cada pelo por el desagüe era una muestra de ADN. Les hablé, mirando al piloto rojo de la televisión apagada, su canal directo. Habéis ganado. Podéis fecundarme. Me follaré al que enviéis.


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de observador a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): ¿Dónde decís que vive esta muchacha? Le voy a llevar algo para comer.

salakov escribió:14.- Zapatos de cemento

Que alguien le había puesto bloques de cemento en los pies y no podía escaparse. Que le cosiese una camisa más larga, que le tapase, para salir a la procesión. (No era creyente, era su excusa para intentar fugarse entre la invisible multitud). Que esa chica (mi hermana, su hija) le drogaba para inutilizarlo. Trataba de manotear señalando los zapatos de cemento (vendajes que aprendimos a colocar primorosamente sobre las escaras de sus pies). Había sido un tipo grandón y elegante pero los medicamentos contra el dolor y el dolor mismo traían a la cama un espía esquelético y semidesnudo (era costoso para nosotras y angustioso para él moverlo al cambiarlo y vestirlo) que vivía inmerso en un terrible complot. Al final no pudo robar una moto para largarse, con lo que le gustaban las películas de acción en las que el protagonista se salva en el último momento.


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de atadura a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): Está el muchacho este para dejarle las llaves del bar.

salakov escribió:15.- We’re a happy family

Es la hora de la prueba de sonido pero Joey y en el hotel. “Siempre llamando la puta atención, es insoportable. Qué ganas de terminar y no volver a ver a esta gente”, murmura Johnny mientras rasga su guitarra. Monte va al hotel y se encuentra a Joey en pleno ataque de angustia. “¡Monte, tengo que volver a casa, tengo que cerrar la llave del gas, tengo que cerrar la puta llave del gas!”
Monte está acostumbrado, prepara un par de rayas y se las pasa a Joey. Más centrado, Joey se tranquiliza. Abre una botella de whisky y se pone una copa. Al rato vuelven al pabellón. Joey va al camerino y sigue bebiendo. A las 9 en punto, Monte reúne a los cuatro y los lleva al escenario. Joey no recuerda en qué ciudad está, pero sabe perfectamente lo que tiene que hacer.

¡One, two, three, four…!

—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de espejo a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): Este no se aburre, porque se puede poner a jugar al mus él solo.

Triste mañana, qué grande se nos ha ido.

¡Y vamos con el 16avo!

16.- Dos años

Dos años habían pasado desde la revolución farmacéutica. Dos años desde que una simple pastilla roja solucionara ciento de millones de problemas, desde que la población mundial entró en un estado del bienestar generalizado. Dos años en los que los psicólogos han tenido que buscar otros empleos, pero sin estresarse ni caer en depresión, claro. Dos años sin ver caras amargadas, caras largas por la calle o en el transporte público. Dos años sin contestaciones fuera de lugar.

Dos años en los que…en los que ser feliz ha dejado de tener sentido. En los que la monotonía de las sensaciones nos ha sumido en un estado de aletargamiento emocional, que no nos permite…

-¡Piiiiiiii! Procedemos a desconectar al sujeto XV-25. Empezaba a desarrollar un patrón de comportamiento incompatible con la sociedad actual.


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(en lo que preparo el formulario, quizá podría recibir algún relato más; la bandeja seguirá entreabierta)

salakov escribió:16.- Dos años

Dos años habían pasado desde la revolución farmacéutica. Dos años desde que una simple pastilla roja solucionara ciento de millones de problemas, desde que la población mundial entró en un estado del bienestar generalizado. Dos años en los que los psicólogos han tenido que buscar otros empleos, pero sin estresarse ni caer en depresión, claro. Dos años sin ver caras amargadas, caras largas por la calle o en el transporte público. Dos años sin contestaciones fuera de lugar.

Dos años en los que…en los que ser feliz ha dejado de tener sentido. En los que la monotonía de las sensaciones nos ha sumido en un estado de aletargamiento emocional, que no nos permite…

-¡Piiiiiiii! Procedemos a desconectar al sujeto XV-25. Empezaba a desarrollar un patrón de comportamiento incompatible con la sociedad actual.


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—Doctor Osvaldo Liberto Wittman (licenciado en psiquiatría por la Universidad de Buenos Aires): El protagonista anhela inconscientemente destruirse para huir, dando forma de gran hermano a su deseo.
—Pepe (camarero del bar Acuario II): Ya le digo yo que a los de Atleti esa pastilla no les funciona.

Temazo de un enormérrimo.

salakov escribió:(en lo que preparo el formulario, quizá podría recibir algún relato más; la bandeja seguirá entreabierta)

Va venga, que un tacitus a estas alturas está muy bien, en peores plazas has toreado, y encima con concepto