RONDA 9.10 DEL ANDARIEGO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. PUEDEN VOTAR.

por Zzzz 19.10.23 23:39

¿Qué tal andáis? ¿Bien?

Pues ya podéis empezar a pensar al respecto. La frase de la semana es:

Tenía unos extraños andares

RONDA 9.10 DEL ANDARIEGO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. PUEDEN VOTAR. Vince-mcmahon-backwards-slowly

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La dehesa de Toro

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN IX EDICIÓN:

Clasificación Underground:

Ganador Ronda 1 Edición IX:

Ganador Ronda 2 Edición IX:

Ganador Ronda 3 Edición IX:

Ganador Ronda 4 Edición IX:

Ganador Ronda 5 Edición IX:

Ganador Ronda 6 Edición IX:

Ganador Ronda 7 Edición IX:

ACTAS DE ESTA EDICION, PREVIAS A LA RONDA ACTUAL:

Fichero generales edición IX:
https://docs.google.com/spreadsheets/d/1brTnzsKELYuol1CtUDZDWNeLuDdxrGgtZfJ7Oyanlrk/edit?resourcekey#gid=503060618

por Zzzz 19.10.23 23:40

Parking de relatos

1.- Mono Lito

Tenía unos extraños andares, pero construía carreteras y puentes. Le llamaban el coloso terrestre. Curiosa era su historia, nacido él de una pareja de enanos. A los dos años alcanzaba ya los dos metros. Podréis imaginaros su progresión. A los cuatro años dejó su casa, no cabía en ningún lado. Pobre Monolito —así lo bautizaron los medios de comunicación—, siempre lejos de todo y todos. Caminaba y caminaba sin rumbo, hasta que sintió que podía hacer algo por el mundo. Y lo contrataron para crear las más increíbles estructuras: puentes, enormes autopistas, e incluso presas. Nada se le resistía. La paga era considerable, aunque el donaba todo su capital a diferentes fundaciones alrededor del mundo. No necesitaba una cuenta bancaria, ya que dormía bajo la luna y las estrellas y comía montañas de frutas y verduras que los pueblos le regalaban a su llegada. Así era Monolito.

2.- Michel Jackson

Tenía unos extraños andares, por eso le llamábamos Michael Jackson. Con su moonwalk, se desplazaba por todo el pueblo como si el suelo que pisaba fuera diferente al del resto de adultos. Por eso, cuando sabíamos que no podía vernos, nos poníamos a andar como él: primero poníamos caras raras y después nos dejábamos llevar y terminábamos haciendo el indio, como locos o como cuando haces cosas extrañas porque nadie te está mirando.

No tenía más de quince cuando me dijeron que nuestro Michael Jackson había muerto. Desde entonces el asfalto se ha vuelto cada vez más pesado y hay noches en las que cuesta despegarse del suelo. Entonces se me viene a la mente su moonwalk y lo imito: pongo caras y me pongo a hacer el indio, como un loco o como cuando haces cosas raras porque nadie te está mirando, y el suelo que piso parece distinto.

3.- Estamos en buenas manos

Tenía unos extraños andares. La criatura se movía a cuatro patas en su sala, tras el cristal. Las costillas se le marcaban de forma repugnante, unos colmillos gigantes se curvaban hacia arriba fuera de la boca y la baba caía al suelo. Era enorme, podría engullirnos a los tres fácilmente. En mis años de científico no había visto cosa igual.
—¿Dónde ha sido hallada? —no sabía qué más decir.
—En la selva tropical, en Camboya. Ni te imaginas lo que hicieron para cazarla —contestó el doctor Smith. Yo la miraba boquiabierto.
—Es una nueva especie. ¿De dónde ha salido?
Mis dos compañeros se miraron.
—Su gobierno ha realizado experimentos secretos. El animal escapó. Hay varios muertos.
Saqué la libreta y tomé unos apuntes para disimular. Joder, con la visita de los suegros, el cole de la niña y la reforma del baño y ahora tengo que pensar en esta mierda.

4.- Subnormales

Tenía unos extraños andares; dos pasos hacia delante y un saltito hacia el lado. Francisco Malpica y su TOC. Ignorábamos lo que era un TOC y, además, éramos unos cabrones, así que le llamábamos Paquito el Subnormal.
—Malpica, a la pizarra.
Se levantó del pupitre y fue hasta la tarima con sus andares de caballo de ajedrez. Nos reímos por lo bajo. La ecuación que tenía que despejar no la resolvía ni Einstein.
Paquito cogió la tiza y se puso a trazar números como loco.
—No se embale, Malpica, piense.
Pero Paquito no atendía a razones, parecía poseído por el espíritu de las Matemáticas Puras. La tiza echaba chispas.
Cuando terminó, un don Gregorio boquiabierto comenzó a aplaudir. Paquito regresó trotando a su pupitre.
Continuamos llamándole Subnormal hasta que acabó el instituto. La única diferencia fue que, a partir de ese día, lo hicimos sabiendo que los subnormales éramos nosotros.

5.- Paso al loco de la calle

Tenía unos extraños andares arrastrando los pies, alabeado, parcialmente pandeado sobre sí mismo. No se le conocía ninguna ocupación aparte de caminar, labor a la que dedicaba cada hora del día. Te lo podías encontrar por el barrio en cualquier momento errando sin rumbo, transido, ensimismado en las baldosas del suelo. Si te acercabas, además, podías escuchar un soliloquio que el loco de la calle se repetía a sí mismo una y otra vez. Algunos aseguraban que pronunciaba galimatías sin sentido, rebañaduras perdidas en el fango de su memoria, pero el quiosquero afirmaba que reproducía la última conversación con su amada, y que lo seguiría haciendo hasta que encontrase algún significado. A mí me parecía una estupidez, pero el quiosquero insistía que no, que el loco no estaba loco, que existía dignidad en su caminar andrajoso y que era el único del barrio que, desafortunadamente, conocía el aroma del amor.

6.- Atrapaniños

Tenía unos extraños andares y el trasero como la popa de un barco pesquero. Su aspecto desaliñado, aquellos dientes enmohecidos y esa cojera congénita me producían escalofríos. Mi imaginación infantil veía en aquella mujer a una bruja despiadada atrapaniños. Podía sentir la maldad de sus ojos estrábicos tras sus lentes de culo de vaso.

Cada mañana emprendía con recelo el trayecto hacia el colegio. Nos cruzábamos siempre a medio camino; ella oscilando como un péndulo, y yo procurando no fijar la mirada como método defensivo. Mis piernas corrían como una exhalación, joder si corrían, mis pies reaccionaban al miedo como un resorte. Llegar a mi destino era una victoria. Un triunfo fugaz por no haber sido devorada por la furia aquel día. Siempre vencí a la tullida, otros niños quizá no pueden decir lo mismo.

7.- Pies de plomo

Tenía unos extraños andares desde la caída. Sólo fue un susto, pero ya cuidaba mucho cada pisada y cada tanto alargaba o acortaba la zancada para eludir alguna peligrosa baldosa levantada o las resbaladizas líneas de un paso de cebra. Aunque esto le confería aires de caballo de doma clásica sabía que un mal paso marcaba la diferencia entre un señor muy válido y un viejo quejicoso. Peor todavía eran los brazos; no sabía qué hacer con ellos. Consciente ahora de su balanceo, se sentía integrante de una marcha militar o, peor aún, una majorette cuando portaba un paraguas o una barra de pan. Incluso pensó en meterse las manos en los bolsillos al caminar, pero lo desechó por darle un desagradable aspecto chulesco. Finalmente encontró la solución; ahora pasea feliz por el barrio ligeramente inclinado hacia delante, con sus manos entrelazadas a la espalda mientras acarrea un invisible menhir.

8.- Crimen sin castigo

Tenía unos extraños andares hasta que echó a correr, para enfilar un callejón que terminaba ante una tapia. Allí se detuvo, exánime, mientras oía los pasos de su perseguidor cada vez más cerca y, doblándose agotado, pensaba que todo había terminado.
Hace nada buscaba el mar, se abandonaba en él, se sumergía y volvía a la luz interminable. Y luego, tumbado en la arena, parecía fundirse con la mañana. Hace nada la noche era un trago suave, una forma de diluir el cansancio, como azucarillo, en un líquido agradable que te llevaba hasta el día siguiente. Hace nada la vida para un viaje pacífico en brazos de cada instante. Ocupar todos los momentos completa y conscientemente era el oficio y la meta, el galardón y la trayectoria.
Y ahora estaba atrapado en un cul de sac y en unos instantes el otoño, sin misericordia, iba a apuñalarle por la espalda.

9.- Como si fueran caramelos

Tenía unos extraños andares, lentos y pesados, oscilaba de forma acompasada. Era una mole de cinco metros de altura y muchas toneladas de peso. ¿De dónde había salido? ¿Qué estaba pasando? Un segundo antes, sentado en un banco del parque, disfrutaba de un día soleado, ahora una luna negra colgaba del cielo escarlata. Observó a la gigantesca bestia que se acercaba premiosamente. Tenía un solo ojo, dos cuernos adornaban su frente. Una luz sulfurosa se filtraba por los poros de su piel granulosa. Lo acompañaba un duende regordete con el cuerpo lleno de tumores de los que salían ojos. Uno de esos ojos le hizo un guiño cuando pasaron frente a él. Sus siluetas se fueron haciendo pequeñas hasta que la noche las devoró y un segundo después volvía a ser de día.
Los niños jugaban en el parque, un anciano paseaba al perro.
Soltó una carcajada.
Estas setas mágicas son la hostia, pensó.

10.- Y nuestro próximo concursante...

Tenía unos extraños andares desde que un inoportuno apretón afloró sin aviso. Y una mirada como la de los que miran el mar por primera vez.
Ahora aprieta los cachetes con tal fuerza que la tela atrapada entre ellos queda que ni cosida con bramante.
Apenas dobla las rodillas al andar, pero como no quiere parecer impedido, anda como si tuviera prisa y miedo a la vez. Malos consejeros ambos.
También aprieta los dientes con fuerza, como la ministra esa de la transición ecológica. Cuando la veo pienso si también se habrá cagado.
Pido disculpas y vuelvo al camino recto. No era mi intención transitar por las mismas veredas que los ministros.
Y, por supuesto, se tropieza a cada paso y ya se sabe que el que tropieza y no cae avanza dos pasos.
Olisquea y aprieta los cachetes. Ese es el «un, dos» de su paso marcial.

11.- INTUICIÓN

Tenía unos extraños andares, como le comenté a su madre en nuestra reunión. Ella decía no haber notado nada y no quise insistir.

Tenía un ojo clínico para diagnosticar situaciones que se salían de lo normal. tantos años observando adolescentes... Yo sabía que había gato encerrado.

Mis compañeros me llamaban bruja, siempre acertaba, incluso sin baterías de tests o las entrevistas. ¡Yo misma me sorprendía de mi sensibilidad!

El miércoles no vino a clase, ni el jueves... El viernes llamé a su casa. Me cogió su madre, oí llorar a un bebé.

Me dió un vuelco el corazón. Por desgracia, había vuelto a acertar.

La bebé se llamaba Alba. Su mamá, Ana, estaba bien. Fueron a urgencias, el martes por la tarde, por un dolor muy fuerte en la tripa... Estaba de 35 semanas. El parto duró 3 horas.

Nadie, ni Ana misma, sabía que estaba embarazada. Yo, sí.

12.- Algo cojeaba

Tenía unos extraños andares extraños desde que llegó a la oficina de sus vacaciones. Estaba rarísimo y no era solo la cojera, también estaba muy callado, no había dicho palabra de su viaje por el exoplaneta más alejado del sistema, con lo que él era. Una alarma había saltado en mi cerebro y ahí estaba yo siguiendo a un compañero de trabajo, no tenía nada mejor que hacer. De vez en cuando miraba atrás, pero juraría que no me vio en ningún momento. Ya era de noche cuando entró en su casa. Me intenté asomar a la cocina, donde la luz estaba dada, pero ahí no estaba. Escuché un leve crujido entre los arbustos de atrás.
Me di la vuelta asustado y me desperté desorientado en mi cama. Me despejé y salí hacía el trabajo, cuando empecé a notar algo extraño en la pierna… había desarrollado una leve cojera.

13.- Joseph couchon

Tenía unos extraños andares, parecía que pisaba una pasarela cada vez que paseaba por la finca, movía sus caderas como si toda la penuria del mundo no fuera con él.
Pero eso no le libró, a papá le dio igual.
Voy con el cubo y el cuchillo.

14.- Te deseamos todos

Tenía unos extraños andares hasta que por fin se desmayó y lo pudimos meter en el coche. Más trabajo costó sacarlo y entrarlo al local, pero esta vez no se iba a escaquear. La sonrisa perenne de la auxiliar se difuminó al ver que traíamos un hombre inconsciente, pero al explicarle claudicó y hasta nos dejó unas colchonetas, donde lo instalamos sentado, como formando parte del grupo. Nos tomamos un pelotazo de la petaca de mi cuñada y esperamos a que el diazepam dejara de hacerle efecto mientras disponíamos a los niños gritones y adultos piripis alrededor de la mesa. Sarita, mientras tanto, abrazaba el cuerpo inerte, tan contenta de ver a su papá en su cumpleaños. Cuando comenzó a espabilarse con las machaconas canciones infantiles, aupé a Sarita para que soplara las velas. Fue su papá, como le había prometido, y eso es lo único que saldrá en la foto.

15.- Pedrada

Tenía unos extraños andares, pero no siempre los mismos. Cada primero de enero estrenaba un modo nuevo. Ya había caminado arrastrando los pies, encorvado, con las manos a la espalda, con flow de rapero, con pasos largos… Decía que era su manera de evitar tropezar dos veces con la misma piedra. El año pasado, plagado de altibajos, caminaba como si tuviera muelles en vez de articulaciones. También estrenaba forma de hablar, de mirar, de reír, incluso de estornudar. Explicaba que era para despistar a sus demonios internos, para que no le encontraran fácilmente. Éramos pocos los que le entendíamos. Los parroquianos dejaron de ir a su bar, se apartaban, creían que sufría algún trastorno psiquiátrico, desconfiaban de su variabilidad. Yo volvía cada año al pueblo ansioso por descubrir al nuevo Pedro en el Pedro de siempre. Ayer sólo acudimos cuatro a su funeral, y todos anadeábamos y nos llamábamos Pedro.

16.- Péndulo

Tenía unos extraños andares, como era de esperar al dar los pasos al revés. Se había acostumbrado a hacer vida así, girar la cabeza hasta ciento ochenta grados para no golpearse o cruzar la calle si era necesario, pero siempre dando pasos hacia atrás.
Un día le pregunté por qué y me dijo que había descubierto el Gran Secreto. Como una cabra, estaba claro.
No lo volví a ver hasta diez años después, y estaba pletórico, lleno de energía, parecía hasta más joven.
Lo soy, me dijo, diez años menos. Vosotros seguís andando y mirando hacia adelante. Pero yo he decidido retroceder en el tiempo mediante el Gran Secreto. Al menos hasta que vaya a dejar de poder andar, durante mi tierna infancia. Entonces volveré a caminar como vosotros, hasta que necesite cachaba, que volveré a retroceder en mi ya milenario ciclo vital senoidal. Evidentemente, seguía como una cabra. Espero.

por Zzzz 19.10.23 23:40

Votaciones fatales

por Toro 19.10.23 23:47

Y bolita para cabeceras! cheers

por LeChaperonRouge 20.10.23 4:06

RONDA 9.10 DEL ANDARIEGO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. PUEDEN VOTAR. Img_8610

Con mis extraños andares por aquí :p

por salakov 20.10.23 8:15

Me gusta la frase y me gusta Canadá.

¿Se puede cambiar la persona gramatical: tengo, tenías, tenemos, teníais, tenían? ¿Y añadir un sujeto: Fulgencio?

por m señor 20.10.23 8:22

Caminar me gusta.....

m

por Zzzz 20.10.23 8:32

salakov escribió:Me gusta la frase y me gusta Canadá.

¿Se puede cambiar la persona gramatical: tengo, tenías, tenemos, teníais, tenían? ¿Y añadir un sujeto: Fulgencio?

No se puede modificar la frase, pero como el sujeto es elíptico puede ser Fulgencio o usted mismo el que tenía unos andares extraños.

por Zzzz 20.10.23 8:33

Chape, ese agua tiene que estar que jode.

por Hank 20.10.23 8:36

qué pesaditos con Fulgencio... cuando se os pone algo entre ceja y ceja...

por AtticusFish 20.10.23 8:42

por salakov 20.10.23 8:49

Zzzz escribió:
salakov escribió:Me gusta la frase y me gusta Canadá.

¿Se puede cambiar la persona gramatical: tengo, tenías, tenemos, teníais, tenían? ¿Y añadir un sujeto: Fulgencio?

No se puede modificar la frase, pero como el sujeto es elíptico puede ser Fulgencio o usted mismo el que tenía unos andares extraños.

No hablo de modificar la frase, es una pequeña concesión a la creatividad.

Ándele, no sea estricto.

por Zzzz 20.10.23 8:50

salakov escribió:
Zzzz escribió:
salakov escribió:Me gusta la frase y me gusta Canadá.

¿Se puede cambiar la persona gramatical: tengo, tenías, tenemos, teníais, tenían? ¿Y añadir un sujeto: Fulgencio?

No se puede modificar la frase, pero como el sujeto es elíptico puede ser Fulgencio o usted mismo el que tenía unos andares extraños.

No hablo de modificar la frase, es una pequeña concesión a la creatividad.

Ándele, no sea estricto.

No, inamovible. Sé que me estás poniendo a prueba, sensei.

por Zzzz 20.10.23 8:51

AtticusFish escribió:

por salakov 20.10.23 8:56

por Eduardo Montenegro 20.10.23 9:23

salakov escribió:

Quita, coooooñooo!!

RONDA 9.10 DEL ANDARIEGO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. PUEDEN VOTAR. Tumblr_nzekynzgsk1ufbwoco1_500

por Aurora 20.10.23 9:23

¿Se puede mandar un dibujo?

por Hank 20.10.23 9:25

salakov escribió:
Zzzz escribió:
salakov escribió:Me gusta la frase y me gusta Canadá.

¿Se puede cambiar la persona gramatical: tengo, tenías, tenemos, teníais, tenían? ¿Y añadir un sujeto: Fulgencio?

No se puede modificar la frase, pero como el sujeto es elíptico puede ser Fulgencio o usted mismo el que tenía unos andares extraños.

No hablo de modificar la frase, es una pequeña concesión a la creatividad.

Ándele, no sea estricto.

la frase es sagrada...

no seáis insistentes...

por salakov 20.10.23 9:26

Sujeto elíptico y la hostia.

Qué impersonal.

por Zzzz 20.10.23 9:27

Qué gif el de Montenegro.

por Hank 20.10.23 9:28

Aurora escribió:¿Se puede mandar un dibujo?

adjunto, sí... Smile

por Zzzz 20.10.23 9:28

Aurora escribió:¿Se puede mandar un dibujo?

Por supuesto.

Y un punto extra a quien mande un vídeo suyo con extraños andares.

por Hank 20.10.23 9:31

Zzzz escribió:
Aurora escribió:¿Se puede mandar un dibujo?
Por supuesto.

Y un punto extra a quien mande un vídeo suyo con extraños andares.

jejeje

por Hank 20.10.23 9:31

¿hay que colgarlo aquí o te lo envíamos a ti?

por Zzzz 20.10.23 9:35

Colgadlo aquí, que lo disfrute el pueblo.

por m señor 20.10.23 9:54

Eduardo Montenegro escribió:
salakov escribió:

Quita, coooooñooo!!

m

por m señor 20.10.23 9:55

Hank escribió:
salakov escribió:
Zzzz escribió:
salakov escribió:Me gusta la frase y me gusta Canadá.

¿Se puede cambiar la persona gramatical: tengo, tenías, tenemos, teníais, tenían? ¿Y añadir un sujeto: Fulgencio?

No se puede modificar la frase, pero como el sujeto es elíptico puede ser Fulgencio o usted mismo el que tenía unos andares extraños.

No hablo de modificar la frase, es una pequeña concesión a la creatividad.

Ándele, no sea estricto.

la frase es sagrada...

no seáis insistentes...

Seas...seas....ese plural... Evil or Very Mad

m

por m señor 20.10.23 9:56

Hank escribió:¿hay que colgarlo aquí o te lo envíamos a ti?

m

por Eduardo Montenegro 20.10.23 10:20

por Eduardo Montenegro 20.10.23 11:21

por DON 20.10.23 11:26

Literatos, buen día

por Toro 20.10.23 12:05

Cabeceras actualizadas!!!

cheers

Reglas:

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por salakov 20.10.23 12:27

Zzzz escribió:
salakov escribió:
Zzzz escribió:
salakov escribió:Me gusta la frase y me gusta Canadá.

¿Se puede cambiar la persona gramatical: tengo, tenías, tenemos, teníais, tenían? ¿Y añadir un sujeto: Fulgencio?

No se puede modificar la frase, pero como el sujeto es elíptico puede ser Fulgencio o usted mismo el que tenía unos andares extraños.

No hablo de modificar la frase, es una pequeña concesión a la creatividad.

Ándele, no sea estricto.

No, inamovible. Sé que me estás poniendo a prueba, sensei.

RONDA 9.10 DEL ANDARIEGO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. PUEDEN VOTAR. Y4O9rV

por Nomeko7 20.10.23 12:47

Cansado de andar con prisas y extraños andares...

por salakov 20.10.23 13:09

Sucede que me canso de ser hombre.

por Gae_Bolg 20.10.23 13:31

El relato underground ha pasado a mejor vida, no?
No se votó esta semana ni la anterior.

por Eduardo Montenegro 20.10.23 13:38

salakov escribió:Sucede que me canso de ser hombre.

Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos, con furia, con olvido.

por Eduardo Montenegro 20.10.23 13:39

Gae_Bolg escribió:El relato underground ha pasado a mejor vida, no?
No se votó esta semana ni la anterior.

¡Administración del underground lamentablemente underground!

por Toro 20.10.23 13:39

Gae_Bolg escribió:El relato underground ha pasado a mejor vida, no?
No se votó esta semana ni la anterior.

He reclamado el de la ronda 8... o se me pasó?

Si no lo hacemos a elección popular sin problema, y el seleccionado de la 8 elegiría el de la ronda 9 y nos ponemos al día

por Gae_Bolg 20.10.23 14:02

Toro escribió:
Gae_Bolg escribió:El relato underground ha pasado a mejor vida, no?
No se votó esta semana ni la anterior.

He reclamado el de la ronda 8... o se me pasó?

Si no lo hacemos a elección popular sin problema, y el seleccionado de la 8 elegiría el de la ronda 9 y nos ponemos al día

Si es por elección popular, voto a Sonny.

por Zzzz 20.10.23 14:31

Eduardo Montenegro escribió:

por Zzzz 20.10.23 14:32

Toro escribió:Cabeceras actualizadas!!!

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN IX EDICIÓN:

¡Gracias!

por Zzzz 20.10.23 14:35

Gae_Bolg escribió:El relato underground ha pasado a mejor vida, no?
No se votó esta semana ni la anterior.

Creo que si el ganador de la semana no otorga el premio lo debería hacer m, como la más altísima divinidad del undergroud.

Así debería otorgar el de la ronda 8 y quien él denomine el de la ronda 9.

por Zzzz 20.10.23 14:36

Ojo, que tengo mensajes ya. A ver si no me quieren vender nada.

por m señor 20.10.23 14:40

Toro escribió:
Gae_Bolg escribió:El relato underground ha pasado a mejor vida, no?
No se votó esta semana ni la anterior.

He reclamado el de la ronda 8... o se me pasó?

Si no lo hacemos a elección popular sin problema, y el seleccionado de la 8 elegiría el de la ronda 9 y nos ponemos al día

Por razones musicales.....no he podido leer todo el hilo.....sé que hank pidió explicaciones, se la disteis....así que...

Ronda 8- despecho....no sé el autor.....un nano en época que vivimos.
Ronda 9....la llamada del Sr....querer utilizar la broma de fulgencio y darle toque eclesiástico.....

Si el autor/a del relato del Sr......no quiere.....o lo hace antes de saber la autoria....Toro....dará el premio esta ronda.

He dicho.

SR m solucionador de undergrounds

m

por Zzzz 20.10.23 14:42

No quieren venderme audífonos (por una vez)

por Zzzz 20.10.23 14:43

1.- Mono Lito

Tenía unos extraños andares, pero construía carreteras y puentes. Le llamaban el coloso terrestre. Curiosa era su historia, nacido él de una pareja de enanos. A los dos años alcanzaba ya los dos metros. Podréis imaginaros su progresión. A los cuatro años dejó su casa, no cabía en ningún lado. Pobre Monolito —así lo bautizaron los medios de comunicación—, siempre lejos de todo y todos. Caminaba y caminaba sin rumbo, hasta que sintió que podía hacer algo por el mundo. Y lo contrataron para crear las más increíbles estructuras: puentes, enormes autopistas, e incluso presas. Nada se le resistía. La paga era considerable, aunque el donaba todo su capital a diferentes fundaciones alrededor del mundo. No necesitaba una cuenta bancaria, ya que dormía bajo la luna y las estrellas y comía montañas de frutas y verduras que los pueblos le regalaban a su llegada. Así era Monolito.

por m señor 20.10.23 14:43

Zzzz escribió:
Gae_Bolg escribió:El relato underground ha pasado a mejor vida, no?
No se votó esta semana ni la anterior.

Creo que si el ganador de la semana no otorga el premio lo debería hacer m, como la más altísima divinidad del undergroud.

Así debería otorgar el de la ronda 8 y quien él denomine el de la ronda 9.

Estamos al día.....este fin de semana miro autores de los relatos de la dos rondas anteriores y os digo.

m

por Zzzz 20.10.23 14:49

Vaya, el otro mensaje sí que quería venderme un audífono.

"¡Los jubilados se vuelven locos por estos audífonos!" me acosan los banners de publicidad.

Serán hijosputa, yo creo que el teléfono oye las voces de mi casa y se piensa que estamos todos sordos.

por DON 20.10.23 15:02

Tenía unos extraños andares.

Catálogo para uso literario: