SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
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Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Como te oiga el fan de Blur te arranca la cabeza. Corrige andaperrolokos escribió:BLINK503 escribió:Clemente, tu y yo vivimos en Valencia. Estábamos rodeados de la makineta y poco más. El brit pop lo petaba a nivel mundial, no en España. Que duro 3 años o por ahí, rollo el chandal metal. Pero que salieron grupos como churros como con el grunge.javi clemente escribió:Stoner escribió:javi clemente escribió:Mi recuerdo es que duró un par de años.Evolardo escribió:javi clemente escribió:El recuerdo es distorsionado, pero más allá de Oasis el Britpop en España fue una anécdota.
Pues en Barna fue una brasa continua..oasis, Blur, pulp, the verve..luego ya bandas satélite no estrictamente Britpop pero se subieron al carro como placebo, manic street....etc
pues yo no tengo ese recuerdo, por lo menos por mi círculo, yo he consumido mucho de esto. James, Manic Street Preachers, Pulp, Stone Roses, Charlatans, Primal Scream, Bluetones, Verve, Placebo, Teenage Fanclub, Mansum, Super Furry Animals, Ocean Colour Scene, Suede, Seahorses, Lush,etc, etc... Curiosamente apenas Oasis o Blur apenas.
En mi cabeza y mi corazón eso no ha durado dos años... Yo creo que no, y los que estaban a mi alrededor tampoco creo que lo piensen
Yo he consumido y sigo consumiendo todo ese rollo, pero a nivel mediático fueron 20 meses.
Lo que pasa es que a Oasis los conociamos 2 en el instituto hasta que Wonderwall lo petó y hasta los viejos lo cantaban al oírlo en los 40 porque les recordaban lógicamente a los Beatles. Algo reconocible para ellos entre la morralla que sonaria en la radio comercial por entonces.
Más que a nivel mundial yo lo dejaría a nivel Europeo .
Fuera de aquí les costó muchísimo , Oasis lo petaron con Morning Glory con sus singles estrella en USA y ya está y Oasis fueron un one hit wonder de manual y ya con Song2 con un sonido más alejado al que hacían . El resto de bandas tuvieron poco alcance fuera de Europa .
BLINK503- Mensajes : 6025
Fecha de inscripción : 08/01/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Nunca habia oído hablar de Idles. Me los acabo de poner y efectivi wonder. No me dicen nada. Me han recordado a Ojete Calor con esas bases electrónicas.javi clemente escribió:BLINK503 escribió:Lo mejor de todo es que para probar que el rock no ha muerto estamos aquí dilucidando si Blur y U2 eran mejores que Nirvana y Oasis. Como si hoy en dia la cosa todavia tuviese mportancia. Que frikada Jajajajsjavi clemente escribió:Yo a lo que voy, y ya me retiro , es que el rock de 2024 es el mismo que el de 1996
No echas de menos 1996, echas de menos estar ahí, en 1996
Por supuesto, alguien en 1996 ya dijo que todo era mejor en 1976.
Pero un grupo como idles te arrasa Madrid y Barcelona.
Lo que pasa es que no te gustan.
Pero a un cincuentón en 1994 tampoco le gustaban oasis
BLINK503- Mensajes : 6025
Fecha de inscripción : 08/01/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
javi clemente escribió:Apocalypse Dude escribió:Al final siempre llegamos a la misma conclusión: la gente no tiene ni tenía ni puta idea, y les gustaba porque son unos panolis sin cerebro
A mi me gustaba lo mismo que a la gente pero a mi era porque yo chano del tema.
Mi hijo dejó una idea sobre la mesa el otro día que me hizo pensar
"Lo único importante en este mundo es lo que me pase a mí"
Es joven e impetuoso.
Cuando madure se dará cuenta de que con "si no me gusta a mi, es una puta mierda" es suficiente.
Apocalypse Dude- Mensajes : 10588
Fecha de inscripción : 17/03/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Es lo que tiene estar escribiendo por partes mientras puedo en el curroBLINK503 escribió:Como te oiga el fan de Blur te arranca la cabeza. Corrige andaperrolokos escribió:BLINK503 escribió:Clemente, tu y yo vivimos en Valencia. Estábamos rodeados de la makineta y poco más. El brit pop lo petaba a nivel mundial, no en España. Que duro 3 años o por ahí, rollo el chandal metal. Pero que salieron grupos como churros como con el grunge.javi clemente escribió:Stoner escribió:javi clemente escribió:Mi recuerdo es que duró un par de años.Evolardo escribió:javi clemente escribió:El recuerdo es distorsionado, pero más allá de Oasis el Britpop en España fue una anécdota.
Pues en Barna fue una brasa continua..oasis, Blur, pulp, the verve..luego ya bandas satélite no estrictamente Britpop pero se subieron al carro como placebo, manic street....etc
pues yo no tengo ese recuerdo, por lo menos por mi círculo, yo he consumido mucho de esto. James, Manic Street Preachers, Pulp, Stone Roses, Charlatans, Primal Scream, Bluetones, Verve, Placebo, Teenage Fanclub, Mansum, Super Furry Animals, Ocean Colour Scene, Suede, Seahorses, Lush,etc, etc... Curiosamente apenas Oasis o Blur apenas.
En mi cabeza y mi corazón eso no ha durado dos años... Yo creo que no, y los que estaban a mi alrededor tampoco creo que lo piensen
Yo he consumido y sigo consumiendo todo ese rollo, pero a nivel mediático fueron 20 meses.
Lo que pasa es que a Oasis los conociamos 2 en el instituto hasta que Wonderwall lo petó y hasta los viejos lo cantaban al oírlo en los 40 porque les recordaban lógicamente a los Beatles. Algo reconocible para ellos entre la morralla que sonaria en la radio comercial por entonces.
Más que a nivel mundial yo lo dejaría a nivel Europeo .
Fuera de aquí les costó muchísimo , Oasis lo petaron con Morning Glory con sus singles estrella en USA y ya está y Oasis fueron un one hit wonder de manual y ya con Song2 con un sonido más alejado al que hacían . El resto de bandas tuvieron poco alcance fuera de Europa .
perrolokos- Mensajes : 19086
Fecha de inscripción : 13/01/2016
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
javi clemente escribió:Que igual hay un concierto especial de super furry animals y las entradas se ponen a 70 euros pero no creo que pasase.
Oh, ojalá
Rhonda- Mensajes : 50745
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Rhonda escribió:javi clemente escribió:Que igual hay un concierto especial de super furry animals y las entradas se ponen a 70 euros pero no creo que pasase.
Oh, ojalá
(bueno, los 70 € no, eh)
Rhonda- Mensajes : 50745
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Rhonda escribió:Rhonda escribió:javi clemente escribió:Que igual hay un concierto especial de super furry animals y las entradas se ponen a 70 euros pero no creo que pasase.
Oh, ojalá
(bueno, los 70 € no, eh)
javi clemente- Mensajes : 121940
Fecha de inscripción : 08/05/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
El brit pop no lo petaba a nivel mundial. Eso lo primero.
Y la fiebre fue 95-97. A partir del 97 la gente estaba mas interesada en Garbage, Manson, Pumpkins todavía... Y sobre todo Prodigy.
Y la fiebre fue 95-97. A partir del 97 la gente estaba mas interesada en Garbage, Manson, Pumpkins todavía... Y sobre todo Prodigy.
ion- Mensajes : 11902
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Por lo demás, todo lo que superara las dos semanas fue demasiado tiempo para el brit pop. Qué brasa, señor
Rhonda- Mensajes : 50745
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
“Si quieres venir a tocar, son 300 'pavos'”: en qué momento las salas pasaron de pagar a cobrar"
Alquilar un local para ofrecer un concierto es cada vez más caro, lo cual dificulta la regeneración de escenas musicales; por otro lado, las salas están en plena lucha por su su supervivencia y miran con susto la 'epidemia' de cierres en el Reino Unido
Nando Cruz
14 de marzo de 2024 22:22h
El Diario
Ni todas las salas de concierto funcionan igual ni todos los artistas emergentes tienen el mismo perfil, pero de un tiempo a esta parte, el desencuentro entre salas y artistas no ha hecho más que crecer y enquistarse en España. Las condiciones de alquiler son cada vez más difíciles de asumir para bandas que intentan abrirse camino en el mundo de la música, entre otras razones, porque los costes de mantenimiento de una sala son cada vez más altos y las vías para rentabilizarla se van reduciendo. Sea como sea, uno de los efectos inmediatos de esta tendencia es que muchas bandas ya no pueden ni plantearse actuar en muchas ciudades, lo cual merma sus posibilidades de rodaje y crecimiento.
No siempre fue así. En los años 80 y 90 era habitual que las salas programasen conciertos: es decir, que escogiesen los grupos que querían ver actuar en su escenario, les llamasen y les ofreciesen una cantidad. En esa época lo normal era que la sala asumiese el riesgo. En 1992 Xavi Rivases abrió la sala Garatge Club de Barcelona con dos socios. Tenía un aforo para 800 personas y estaba en una calle desierta del hoy gentrificado barrio de Poblenou. “Al principio contratabas a las bandas para hacerte un nombre y que el público de esas bandas viniese a tu local”, explica. Aún le duele el estrepitoso fracaso que supuso pagar un dineral por Jon Spencer en 1993 y acabar vendiendo once entradas. “Pero cuando empiezas a programar, enseguida vienen los promotores y paulatinamente dejas de programar y pasas a alquilar”, expone para ilustrar la evolución que suelen tener las salas de conciertos conforme se asientan en el circuito.
Rivases ha gestionado otras salas barcelonesas como Rocksound, Puerto Hurraco Sisters o Mundo Caníbal (en Cerdanyola) y hace más de 10 años que trabaja en la sala Apolo. Ha vivido la evolución del sector en primera fila. “Hoy hasta en salas para 150 personas lo normal es tratar con las agencias. Casi nunca hablas directamente con el grupo. A veces aún apostamos por alguna banda, pero cuando una banda funciona no te ofrecen para que le pagues un fijo. Y si no la tiene cogida ningún agente será por algo”, aventura. Nada que ver con la época de Garatge Club, cuando el 30% de conciertos eran de programación propia y los primeros años fue del 50%. Desde su punto de vista, es lógico que las salas hoy cobren alquiler. “En el Garatge abríamos la sala dos personas y yo mismo hacía de técnico de sonido. Ahora abrir una sala es muy caro. Entiendo que para asegurar el tiro las salas digan: si quieres venir a tocar, son 300 pavos”.
El increíble circuito menguante
El rapero Erik Urano recuerda que “entre 2011 y 2014 aún quedaba ese rollo residual de salas, ni muy pequeñas ni muy grandes, con las que cerrabas un caché y unas condiciones”. Las había en Valladolid, Sevilla e incluso Madrid, detalla. “Al final, eran chavales o gente un poco más mayor que quería que fueras a su ciudad, que ejercían de minipromotores en la pequeña escena en la que nos movíamos”. Sin embargo, extraña “esa sala pequeña en la que un grupo que no conoce nadie quería coger tablas, tocaba para que le fueran a ver sus amigos y sus padres. Hoy esos grupos ni siquiera tienen la opción de dar en una sala ese pequeño concierto que hemos hecho todos. Pasa un poco como en los trabajos: no te contratan porque no tienes experiencia y no tienes experiencia porque nadie te contrata. Se está perdiendo el rollo de grupos emergentes que puedan coger la sala pequeñita de su ciudad y gestionarse un concierto. Y eso es aterrador porque se está creando una especie de salto al vacío entre lo pequeño y lo grande”.
Valladolid, ciudad natal de Urano, ejemplifica lo que ha ocurrido en tantas otras capitales de provincia. A principio de siglo había seis u ocho salas a las que ir a ver conciertos. Hoy solo queda un par. “La ordenanza municipal del Gobierno del PP también ha tenido que ver”, aclara. Pero donde no actúan las normativas, lo hace el aumento del alquiler de los locales, la gentrificación o el envejecimiento de los gestores de las salas. Un reciente artículo publicado en The Guardian exponía una situación tanto o más dramática. En Reino Unido más de 100 de salas han bajado la persiana en los últimos años y aunque las entradas para macroconciertos se venden mejor que nunca, el descenso en el consumo de bebidas en las barras y los costes fijos de cualquier sala hacen este negocio cada vez menos viable para locales con aforos inferiores a las 600 personas. Es precisamente este perfil de locales al que se refiere Erik Urano cuando resalta “la importancia de salas con una oferta cultural sostenida, con una constancia”.
José Luis Cuevas fundó la promotora Born! Music en 2006 para acoger giras de artistas principalmente extranjeros, poco conocidos y menos comerciales. “Antes podíamos organizar giras de ocho o 10 fechas en salas pequeñas donde donde te pagaban cachés fijos. Madrid o Barcelona siempre han sido selvas en las que entrar siempre tenía sus costes. No son ciudades donde te pueden ofrecer un fijo, aunque sea bajo, para tocar en salas. Pero podías funcionar en lugares periféricos como Galicia, Extremadura, Murcia o Huesca”, enumera. “Ahora hacemos giras de seis fechas, pero trampeando entre conciertos con marcas, instituciones y sala con caché. Aún queda alguna en Catalunya que ofrece un fijo mínimo, pero en Asturias, Galicia o Extremadura ya no existen”.
El bucle de la supervivencia
Para Cuevas, “la industria musical en España siempre se ha basado en la supervivencia y en este momento las salas están intentando ver de qué manera sobreviven. Cobrando un alquiler al menos tienen los gastos cubiertos, aunque sea a costa del artista, que es el que da sentido a su trabajo”, puntualiza. “Esto es un negocio”, insiste Rivases. “En Rocksound (con aforo para unas 100 personas) había grupos que no tenían ni el repertorio controlado y convocaban a 15 personas. ¡Yo no abro una sala para eso! ¡Quédate en el local de ensayo hasta que tengas una base de fans!”, estalla. Urano entiende que “nadie es una oenegé” y que “todo el mundo necesita hacer dinero”. Incluso entiende que la sala cobre alquiler “pero no puede ser una cifra desproporcionada”, advierte. Cuevas también quiere ser comprensivo. “Pero hace poco me pasaron el precio de alquiler de una de Castellón y pedían 500 euros. ¿Estamos locos o qué?”, se pregunta.
Carmen Zapata es la gerente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC) desde 2006 y apunta que en este asunto se mezclan muchas casuísticas. Una misma sala puede cobrar un alquiler más alto o más bajo en función del tipo de música y de la edad del público porque estos factores determinan que la sala haga negocio. “El público del heavy toma copas, no solo cerveza, y la sala factura mucho en barras. En cambio, con el trap los camareros se pasan el concierto de brazos cruzados. Y el público del jazz también consume. Probablemente, porque tiene un poder adquisitivo más alto”, compara.
También la ciudad donde esté la sala marca su estrategia. “Fuera de Barcelona, en Valls o Manresa, tienes que pagar para que los grupos vayan. Todo el mundo quiere tocar en Barcelona, pero si tocas en L’Hospitalet (ciudad limítrofe a la capital catalana), la sala Salamandra también paga cachés a los grupos”, informa. Incluso las salas grandes de Barcelona programan algunas bandas. “En Razzmatazz los conciertos de madrugada y los discjockeys son de producción propia y la sala paga cachés”, explica. Por otro lado, “en algunas salas pequeñas todo lo que se recauda va a los artistas y la sala se queda con las copas”. También hay salas en las que el grupo paga un alquiler simbólico que sirve para remunerar al técnico de sonido y salas que se quedan un euro de cada entrada vendida.
Otros factores han puesto cada vez más a las salas contra las cuerdas. “Los macrofestivales están generando una desigualdad extrema y al final el circuito de salas acaba cayendo en el saco de afectados igual que los artistas”. Para Cuevas, “con el auge de los festivales, las salas se encuentran en un ambiente hostil donde vale todo. Nos escriben salas interesándose por artistas y al preguntarles por las condiciones te pasan el precio del alquiler. ¡Antes si preguntaban por un artista era para ofrecerte un caché!”, exclama. La lucha por la supervivencia está empujando a algunas salas a introducir medidas controvertidas: exigir un porcentaje del merchandising que venden las bandas, cobrar seis euros por cerveza y cuatro por el servicio de guardarropía, obligar a los grupos a dejar la sala en cuanto termina el concierto para abrir cuanto antes la discoteca…
Una ‘Galia’ en Vitoria
Por supuesto que hay salas que aún programan el 100% de su agenda y pagan rigurosamente su caché. En Vitoria está el Dazz, un bar con ocho años de historia que desde su nacimiento ofrece un concierto de jazz cada la semana. Su dueño, Beñat Lasagabaster, tiene todos los números en la cabeza. “Ofrezco a los artistas alojamiento, cena y 600 euros de caché. La sala tiene un aforo de 57 personas y hacemos dos pases para no palmar pasta porque también pago 100 euros por concierto a una fotógrafa profesional y luego al diseñador gráfico”, enumera. Eso sí, los 600 euros son innegociables: para dúos, tríos o quintetos.
En este tiempo, el Dazz se ha ganado una sólida reputación en el circuito estatal de jazz. “Somos el único club de jazz de Vitoria, una ciudad que tiene un festival de jazz desde hace más de 40 años”, resalta. “Dinero no ganamos mucho, pero ganamos otras muchas cosas. Lo pongo todo en la balanza y me sale a favor”, comenta refiriéndose a la amistad que ha entablado con varios artistas. “La idea es que no gane solo el promotor o solo el artista. Las condiciones son relativamente buenas y todos ganamos un poco. A veces puedo perder 150 o 200 euros, pero la clientela que tengo en el bar es gracias a los conciertos que hemos programado. Al final es como una inversión en publicidad”, resume.
En un país con cada vez menos salas y “con tantísima gente haciendo música, hay una cantidad ingente de propuestas que el propio sistema no puede asumir”, diagnostica Cuevas. “Todo el mundo quiere tocar y en algún momento, aunque no metan gente, hacen un esfuerzo por pagar una sala”, explica. La ley de la oferta y la demanda favorece a las salas y genera una brecha insalvable para los grupos sin recursos económicos que invertir y, posiblemente, perder. “Si yo, como persona pluriempleada que soy, tuviera que adelantar o pagar el alquiler de una sala, sería inviable”, asume Urano, que lleva más de 15 años en activo y ahora se mueve a través de la agencia del sello Sonido Muchacho.
La alternativa pública
Rivases gestionaba la minúscula sala Puerto Hurraco Sisters de Barcelona cuando acogió a principios de los noventa un concierto de Bach Is Dead. “La prensa hablaba mucho de ellos, pero el resultado fue cero entradas vendidas”, recuerda. El grupo tocó para el telonero y el telonero tocó para el grupo del que años después surgirían Beef y La Estrella de David. Aquel día perdieron el dinero de la gasolina. Hoy perderían 300 euros más. O tal vez ni se hubiesen atrevido y David Rodríguez nunca hubiese emprendido su carrera musical. Un país que no permita fracasos de ese tipo será un país donde, tirando del símil futbolístico de Urano, “solo existirá la Champions y no habrá tercera división”. Otras tendencias de supervivencia de las salas son preferir grupos de versiones a artistas noveles con repertorio propio o, en grandes ciudades, adaptarse a los gustos del los turistas y expats con dinero para gastar. Todo ello recorta más las vías de desarrollo de los músicos.
El rapero vallisoletano apela a “la responsabilidad de lo institucional y la importancia de centros cívicos o centros culturales donde no pagas un alquiler y te dejan esa sala con un equipo y un técnico para desarrollar propuestas. Porque aquí nadie quiere que los chavales se droguen y estén haciendo el mal, pero luego tampoco se les ofrece una alternativa para desarrollar propuestas”, denuncia. “En Valladolid, con la entrada en el gobierno PP y Vox, espacios de alquiler simbólico han aumentado el coste de forma vertiginosa para que ningún grupo de la ciudad puede pagarlos. Eso es muy preocupante. Y otro buen melón es cómo los ayuntamientos están más dispuestos a dilapidar miles de euros en grandes festivales que a destinar una cuota de dinero al pequeño tejido cultural”. A diferencia del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz, que en 2023 recibió 198.000 euros del Ayuntamiento, el bar Dazz de Vitoria no recibe ninguna subvención.
En la promotora Born! Music llevan años trabajando el circuito de teatros, auditorios y centros impulsados desde la iniciativa pública. “Nos llegan propuestas de artistas internacionales, de sellos como Drag City o City Slang, y tenemos que decirles que no porque aquí ya no hay un circuito para ellos. Sabes que tienen una propuesta interesante, pero que no puedes ir alquilando salas porque vas a perder dinero. Lo que sí hay es un circuito de programación institucional. En Castellón, por ejemplo, estamos metiendo 120 personas un lunes para ver a Niam Reagan”, resalta en referencia a una joven cantautora irlandesa.
Cuevas celebra la existencia de otras iniciativas como el programa Artistas en Ruta o Girando por Salas, pero advierte que “los cachés en espacios con financiación pública también se están reduciendo porque los presupuestos de cultura de las instituciones suelen ir a la baja”. Tampoco hay que olvidar que no pocas salas de este país reciben ayudas públicas, aunque las destinen casi siempre a mejoras arquitectónicas y no a la programación artística. Y que la práctica ya mayoritaria de alquilar sala en vez de programar facilita que estas eludan la responsabilidad de contratar y asegurar a los grupos. Rivases celebra que, por lo menos, “muchos artistas entiendan que todos estamos en el mismo barco porque no hay tantas salas donde tocar”. Por su parte, Urano aspira a “una relación de simbiosis entre salas pequeñas y grupos pequeños, más que a una relación parasitaria”. Será lo único que, en su opinión, puede salvar a unas y a otros.
Txomin Sorrigueta- Mensajes : 20294
Fecha de inscripción : 29/07/2009
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Buen artículo. Lo cierto es que en Zaragoza, mi ciudad, hay en la actualidad bastantes salas pequeñas programando y cuentan con las bandas locales. Ya desconozco las condiciones. Sí que recuerdo que una vez, hace 8 o 9 años, en una sala ya nos cobraron 150e de alquiler. Y tocó palmar pasta porque éramos tres bandas desconocidas y fueron cuatro gatos pagando entrada, que serían 5 pavos.
Y un caso aparte, que me recuerda al caso de Vitoria, es el Rock & Blues que tiene una programación cojonuda y, en muchos, gratis.
Y un caso aparte, que me recuerda al caso de Vitoria, es el Rock & Blues que tiene una programación cojonuda y, en muchos, gratis.
Robrocker- Mensajes : 834
Fecha de inscripción : 31/01/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
No tiene topic en el foro? creo que me suena el nombre, luego preguntare a mis hijos.
Heaven- Mensajes : 5890
Fecha de inscripción : 09/04/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
La culpa de la gente que no consume, que no compra, que no apoya. Y nadie se pregunta porque antes eran los conciertos rentables a mitad de aforo y con la barra a precios populares y con giras más largas por carretera.
Poisonblade- Mensajes : 55349
Fecha de inscripción : 06/03/2016
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Heaven escribió:No tiene topic en el foro? creo que me suena el nombre, luego preguntare a mis hijos.
Es sobrina de un bajista que estuvo en 091. Hasta aquí mi aportación. (bueno y que circulan fotos por ahí que no se pueden colgar aquí)
Riff- Mensajes : 6172
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Robrocker escribió:Buen artículo. Lo cierto es que en Zaragoza, mi ciudad, hay en la actualidad bastantes salas pequeñas programando y cuentan con las bandas locales. Ya desconozco las condiciones. Sí que recuerdo que una vez, hace 8 o 9 años, en una sala ya nos cobraron 150e de alquiler. Y tocó palmar pasta porque éramos tres bandas desconocidas y fueron cuatro gatos pagando entrada, que serían 5 pavos.
Y un caso aparte, que me recuerda al caso de Vitoria, es el Rock & Blues que tiene una programación cojonuda y, en muchos, gratis.
Venía a puntualizar en esta línea.
El artículo está bien y parece que todo lo dicen desde la lógica y la experiencia. Sin embargo, el infierno que ahí se presenta no concuerda con el hecho de que estamos en un momento con muchas salas, muchos bolos y mucho público.
Otrosí: los dueños de los garitos no mencionan que la peña pimpla en sus locales durante los conciertos. Siempre había pensado que el pacto tácito (o explícito) era ese: toco en tu sala, me pagas por ello (o vamos a entrada) y la peña viene a tu local a consumir a unas horas/días en los que, quizá, no lo haría sin bolo. Ahora resulta que las bandas tienen que pagar por tocar en salas pequeñas
Un saludo. Marcial Garañón
Marcial Garañón- Mensajes : 17805
Fecha de inscripción : 04/04/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Marcial Garañón escribió:Robrocker escribió:Buen artículo. Lo cierto es que en Zaragoza, mi ciudad, hay en la actualidad bastantes salas pequeñas programando y cuentan con las bandas locales. Ya desconozco las condiciones. Sí que recuerdo que una vez, hace 8 o 9 años, en una sala ya nos cobraron 150e de alquiler. Y tocó palmar pasta porque éramos tres bandas desconocidas y fueron cuatro gatos pagando entrada, que serían 5 pavos.
Y un caso aparte, que me recuerda al caso de Vitoria, es el Rock & Blues que tiene una programación cojonuda y, en muchos, gratis.
Venía a puntualizar en esta línea.
El artículo está bien y parece que todo lo dicen desde la lógica y la experiencia. Sin embargo, el infierno que ahí se presenta no concuerda con el hecho de que estamos en un momento con muchas salas, muchos bolos y mucho público.
Otrosí: los dueños de los garitos no mencionan que la peña pimpla en sus locales durante los conciertos. Siempre había pensado que el pacto tácito (o explícito) era ese: toco en tu sala, me pagas por ello (o vamos a entrada) y la peña viene a tu local a consumir a unas horas/días en los que, quizá, no lo haría sin bolo. Ahora resulta que las bandas tienen que pagar por tocar en salas pequeñas
Un saludo. Marcial Garañón
En algunos sitios dentro de poco va a salir más barata la entrada que una cerveza.
Riff- Mensajes : 6172
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Heaven escribió:No tiene topic en el foro? creo que me suena el nombre, luego preguntare a mis hijos.
Estuvo en OT 2017, salió de las primeras, pero de esa edición es de las que más lo ha petado a nivel comercial (como demuestra este lleno en el Bernabéu).
caniplaywithrainbows- Mensajes : 7829
Fecha de inscripción : 22/11/2017
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Riff escribió:Marcial Garañón escribió:Robrocker escribió:Buen artículo. Lo cierto es que en Zaragoza, mi ciudad, hay en la actualidad bastantes salas pequeñas programando y cuentan con las bandas locales. Ya desconozco las condiciones. Sí que recuerdo que una vez, hace 8 o 9 años, en una sala ya nos cobraron 150e de alquiler. Y tocó palmar pasta porque éramos tres bandas desconocidas y fueron cuatro gatos pagando entrada, que serían 5 pavos.
Y un caso aparte, que me recuerda al caso de Vitoria, es el Rock & Blues que tiene una programación cojonuda y, en muchos, gratis.
Venía a puntualizar en esta línea.
El artículo está bien y parece que todo lo dicen desde la lógica y la experiencia. Sin embargo, el infierno que ahí se presenta no concuerda con el hecho de que estamos en un momento con muchas salas, muchos bolos y mucho público.
Otrosí: los dueños de los garitos no mencionan que la peña pimpla en sus locales durante los conciertos. Siempre había pensado que el pacto tácito (o explícito) era ese: toco en tu sala, me pagas por ello (o vamos a entrada) y la peña viene a tu local a consumir a unas horas/días en los que, quizá, no lo haría sin bolo. Ahora resulta que las bandas tienen que pagar por tocar en salas pequeñas
Un saludo. Marcial Garañón
En algunos sitios dentro de poco va a salir más barata la entrada que una cerveza.
Esa es otra, menudos palazos meten en algunas salas. Lo de los macro-eventos ya es directamente un puto atraco
Robrocker- Mensajes : 834
Fecha de inscripción : 31/01/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Marcial Garañón escribió:Robrocker escribió:Buen artículo. Lo cierto es que en Zaragoza, mi ciudad, hay en la actualidad bastantes salas pequeñas programando y cuentan con las bandas locales. Ya desconozco las condiciones. Sí que recuerdo que una vez, hace 8 o 9 años, en una sala ya nos cobraron 150e de alquiler. Y tocó palmar pasta porque éramos tres bandas desconocidas y fueron cuatro gatos pagando entrada, que serían 5 pavos.
Y un caso aparte, que me recuerda al caso de Vitoria, es el Rock & Blues que tiene una programación cojonuda y, en muchos, gratis.
Venía a puntualizar en esta línea.
El artículo está bien y parece que todo lo dicen desde la lógica y la experiencia. Sin embargo, el infierno que ahí se presenta no concuerda con el hecho de que estamos en un momento con muchas salas, muchos bolos y mucho público.
Otrosí: los dueños de los garitos no mencionan que la peña pimpla en sus locales durante los conciertos. Siempre había pensado que el pacto tácito (o explícito) era ese: toco en tu sala, me pagas por ello (o vamos a entrada) y la peña viene a tu local a consumir a unas horas/días en los que, quizá, no lo haría sin bolo. Ahora resulta que las bandas tienen que pagar por tocar en salas pequeñas
Un saludo. Marcial Garañón
Eso era antes, pero mucho antes, íbamos a tocar a garitos y en alguno te decían que te daban un 30% de la barra que se haga durante las dos horas en las que se toca. Otros que si poníamos entrada o vendíamos cd teníamos que correr con más gastos ( tanto de responsable de las entradas como técnicos de sonidos... ) Otros que directamente tenías que pagar al técnico de sonido porque era autónomo...... pero esos son muchos tipos de salas/bares/pubs en los que a todos entre comillas se les permite que haya actuaciones en directo con horario tope y demas. A todos les llenábamos el garito y la gente bebía y demás, pero luego la gente dejó de venir y la chavalada no sabía ni lo que es un bar.
Con los años y con la excesiva oferta concierto ( hablo de Zaragoza ) pasó a dar por culo el ministerio de hacienda ( en vez de la sgae ) que poco más y nos tuvimos que dar de alta en autónomos para hacer algo de lo que no vivimos de ello ni querer dedicarnos a ello en un futuro, tuvimos que cancelar el bolo con una "gran" banda de Madrid, ellos también pasaron de esa mierda.
Luego empezaron con que si querías montar un bolo había que poner pasta para alquilar la sala, técnico de sonido, poner entrada, camareros aparte....... Hasta pusieron tope en la bebida para los artistas!!!! cosa que todo decayó bastante durante un año y pico más o menos ( eso fue en 2016 ) así que a las bandas noveles nos condenaron al ostracismo.
Al final las salas y algún que otro músico se tuvieron que meter en las instituciones para poder sacar algo de provecho y poder sacar pasta para pagar a artistas, pero no todas funcionan igual, tanto artistas como salas, es un mundo complejo y retorcido de cojones.
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
PUMP, en Zaragoza no fue cosa del ministerio de trabajo?? Recuerdo que íbamos a tocar en el Eccos y hubo una movida gorda antes con multas para todo cristo (sería 2013 o algo así). Y de repente todo el mundo tenía que darse de alta para tocar en la jodida Zaragotham porque todo el mundo estaba acojonado.
Que pasó? La gente se vino a Huesca a ver y hacer bolos que antes se hacían ahí jaja
Que pasó? La gente se vino a Huesca a ver y hacer bolos que antes se hacían ahí jaja
ion- Mensajes : 11902
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
ion escribió:PUMP, en Zaragoza no fue cosa del ministerio de trabajo?? Recuerdo que íbamos a tocar en el Eccos y hubo una movida gorda antes con multas para todo cristo (sería 2013 o algo así). Y de repente todo el mundo tenía que darse de alta para tocar en la jodida Zaragotham porque todo el mundo estaba acojonado.
Que pasó? La gente se vino a Huesca a ver y hacer bolos que antes se hacían ahí jaja
Si señor! Fue en 2016, más que nada me acuerdo porque fue el mismo año que me casé
Y si, el Ministerio de Hacienda mandaba los fines de semana a los Inspectores de Trabajo para pedir papeles de los bolos/permisos a los músicos y a los bares. Si el bar/sala no daba de alta a los musicos y pagaba en negro a la banda se le caía el pelo a la sala, y si no te dabas de alta tú cómo autónomo se te caía a tí, en definitiva una locura.
Hoy en día se puede hacer un papel que te lo proporciona la misma sala como para tocar en ella por amor al arte ( sin poner entrada ) o directamente la sala te paga.
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
A mi me cuesta creer ya tantos llenos de estadio. Apesta a mercado secundario y especulación.
DuffMc- Mensajes : 11033
Fecha de inscripción : 21/10/2019
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Muchos lloros pero luego te montan un concierto entre semana como aquí en Valencia con los Hellacopters o Mourn. Dos conciertos a los que iria de cabeza si fuesen en finde. Luego se extrañan de que la cosa vaya así y la gente solo vaya ya a festivales. En fin a ver a La habitación roja en sábado por la mañana, horario de puta madre para el cervezeo.Txomin Sorrigueta escribió:“Si quieres venir a tocar, son 300 'pavos'”: en qué momento las salas pasaron de pagar a cobrar"
Alquilar un local para ofrecer un concierto es cada vez más caro, lo cual dificulta la regeneración de escenas musicales; por otro lado, las salas están en plena lucha por su su supervivencia y miran con susto la 'epidemia' de cierres en el Reino Unido
Nando Cruz
14 de marzo de 2024 22:22h
El Diario
Ni todas las salas de concierto funcionan igual ni todos los artistas emergentes tienen el mismo perfil, pero de un tiempo a esta parte, el desencuentro entre salas y artistas no ha hecho más que crecer y enquistarse en España. Las condiciones de alquiler son cada vez más difíciles de asumir para bandas que intentan abrirse camino en el mundo de la música, entre otras razones, porque los costes de mantenimiento de una sala son cada vez más altos y las vías para rentabilizarla se van reduciendo. Sea como sea, uno de los efectos inmediatos de esta tendencia es que muchas bandas ya no pueden ni plantearse actuar en muchas ciudades, lo cual merma sus posibilidades de rodaje y crecimiento.
No siempre fue así. En los años 80 y 90 era habitual que las salas programasen conciertos: es decir, que escogiesen los grupos que querían ver actuar en su escenario, les llamasen y les ofreciesen una cantidad. En esa época lo normal era que la sala asumiese el riesgo. En 1992 Xavi Rivases abrió la sala Garatge Club de Barcelona con dos socios. Tenía un aforo para 800 personas y estaba en una calle desierta del hoy gentrificado barrio de Poblenou. “Al principio contratabas a las bandas para hacerte un nombre y que el público de esas bandas viniese a tu local”, explica. Aún le duele el estrepitoso fracaso que supuso pagar un dineral por Jon Spencer en 1993 y acabar vendiendo once entradas. “Pero cuando empiezas a programar, enseguida vienen los promotores y paulatinamente dejas de programar y pasas a alquilar”, expone para ilustrar la evolución que suelen tener las salas de conciertos conforme se asientan en el circuito.
Rivases ha gestionado otras salas barcelonesas como Rocksound, Puerto Hurraco Sisters o Mundo Caníbal (en Cerdanyola) y hace más de 10 años que trabaja en la sala Apolo. Ha vivido la evolución del sector en primera fila. “Hoy hasta en salas para 150 personas lo normal es tratar con las agencias. Casi nunca hablas directamente con el grupo. A veces aún apostamos por alguna banda, pero cuando una banda funciona no te ofrecen para que le pagues un fijo. Y si no la tiene cogida ningún agente será por algo”, aventura. Nada que ver con la época de Garatge Club, cuando el 30% de conciertos eran de programación propia y los primeros años fue del 50%. Desde su punto de vista, es lógico que las salas hoy cobren alquiler. “En el Garatge abríamos la sala dos personas y yo mismo hacía de técnico de sonido. Ahora abrir una sala es muy caro. Entiendo que para asegurar el tiro las salas digan: si quieres venir a tocar, son 300 pavos”.El increíble circuito menguante
El rapero Erik Urano recuerda que “entre 2011 y 2014 aún quedaba ese rollo residual de salas, ni muy pequeñas ni muy grandes, con las que cerrabas un caché y unas condiciones”. Las había en Valladolid, Sevilla e incluso Madrid, detalla. “Al final, eran chavales o gente un poco más mayor que quería que fueras a su ciudad, que ejercían de minipromotores en la pequeña escena en la que nos movíamos”. Sin embargo, extraña “esa sala pequeña en la que un grupo que no conoce nadie quería coger tablas, tocaba para que le fueran a ver sus amigos y sus padres. Hoy esos grupos ni siquiera tienen la opción de dar en una sala ese pequeño concierto que hemos hecho todos. Pasa un poco como en los trabajos: no te contratan porque no tienes experiencia y no tienes experiencia porque nadie te contrata. Se está perdiendo el rollo de grupos emergentes que puedan coger la sala pequeñita de su ciudad y gestionarse un concierto. Y eso es aterrador porque se está creando una especie de salto al vacío entre lo pequeño y lo grande”.
Valladolid, ciudad natal de Urano, ejemplifica lo que ha ocurrido en tantas otras capitales de provincia. A principio de siglo había seis u ocho salas a las que ir a ver conciertos. Hoy solo queda un par. “La ordenanza municipal del Gobierno del PP también ha tenido que ver”, aclara. Pero donde no actúan las normativas, lo hace el aumento del alquiler de los locales, la gentrificación o el envejecimiento de los gestores de las salas. Un reciente artículo publicado en The Guardian exponía una situación tanto o más dramática. En Reino Unido más de 100 de salas han bajado la persiana en los últimos años y aunque las entradas para macroconciertos se venden mejor que nunca, el descenso en el consumo de bebidas en las barras y los costes fijos de cualquier sala hacen este negocio cada vez menos viable para locales con aforos inferiores a las 600 personas. Es precisamente este perfil de locales al que se refiere Erik Urano cuando resalta “la importancia de salas con una oferta cultural sostenida, con una constancia”.
José Luis Cuevas fundó la promotora Born! Music en 2006 para acoger giras de artistas principalmente extranjeros, poco conocidos y menos comerciales. “Antes podíamos organizar giras de ocho o 10 fechas en salas pequeñas donde donde te pagaban cachés fijos. Madrid o Barcelona siempre han sido selvas en las que entrar siempre tenía sus costes. No son ciudades donde te pueden ofrecer un fijo, aunque sea bajo, para tocar en salas. Pero podías funcionar en lugares periféricos como Galicia, Extremadura, Murcia o Huesca”, enumera. “Ahora hacemos giras de seis fechas, pero trampeando entre conciertos con marcas, instituciones y sala con caché. Aún queda alguna en Catalunya que ofrece un fijo mínimo, pero en Asturias, Galicia o Extremadura ya no existen”.El bucle de la supervivencia
Para Cuevas, “la industria musical en España siempre se ha basado en la supervivencia y en este momento las salas están intentando ver de qué manera sobreviven. Cobrando un alquiler al menos tienen los gastos cubiertos, aunque sea a costa del artista, que es el que da sentido a su trabajo”, puntualiza. “Esto es un negocio”, insiste Rivases. “En Rocksound (con aforo para unas 100 personas) había grupos que no tenían ni el repertorio controlado y convocaban a 15 personas. ¡Yo no abro una sala para eso! ¡Quédate en el local de ensayo hasta que tengas una base de fans!”, estalla. Urano entiende que “nadie es una oenegé” y que “todo el mundo necesita hacer dinero”. Incluso entiende que la sala cobre alquiler “pero no puede ser una cifra desproporcionada”, advierte. Cuevas también quiere ser comprensivo. “Pero hace poco me pasaron el precio de alquiler de una de Castellón y pedían 500 euros. ¿Estamos locos o qué?”, se pregunta.
Carmen Zapata es la gerente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC) desde 2006 y apunta que en este asunto se mezclan muchas casuísticas. Una misma sala puede cobrar un alquiler más alto o más bajo en función del tipo de música y de la edad del público porque estos factores determinan que la sala haga negocio. “El público del heavy toma copas, no solo cerveza, y la sala factura mucho en barras. En cambio, con el trap los camareros se pasan el concierto de brazos cruzados. Y el público del jazz también consume. Probablemente, porque tiene un poder adquisitivo más alto”, compara.
También la ciudad donde esté la sala marca su estrategia. “Fuera de Barcelona, en Valls o Manresa, tienes que pagar para que los grupos vayan. Todo el mundo quiere tocar en Barcelona, pero si tocas en L’Hospitalet (ciudad limítrofe a la capital catalana), la sala Salamandra también paga cachés a los grupos”, informa. Incluso las salas grandes de Barcelona programan algunas bandas. “En Razzmatazz los conciertos de madrugada y los discjockeys son de producción propia y la sala paga cachés”, explica. Por otro lado, “en algunas salas pequeñas todo lo que se recauda va a los artistas y la sala se queda con las copas”. También hay salas en las que el grupo paga un alquiler simbólico que sirve para remunerar al técnico de sonido y salas que se quedan un euro de cada entrada vendida.
Otros factores han puesto cada vez más a las salas contra las cuerdas. “Los macrofestivales están generando una desigualdad extrema y al final el circuito de salas acaba cayendo en el saco de afectados igual que los artistas”. Para Cuevas, “con el auge de los festivales, las salas se encuentran en un ambiente hostil donde vale todo. Nos escriben salas interesándose por artistas y al preguntarles por las condiciones te pasan el precio del alquiler. ¡Antes si preguntaban por un artista era para ofrecerte un caché!”, exclama. La lucha por la supervivencia está empujando a algunas salas a introducir medidas controvertidas: exigir un porcentaje del merchandising que venden las bandas, cobrar seis euros por cerveza y cuatro por el servicio de guardarropía, obligar a los grupos a dejar la sala en cuanto termina el concierto para abrir cuanto antes la discoteca…Una ‘Galia’ en Vitoria
Por supuesto que hay salas que aún programan el 100% de su agenda y pagan rigurosamente su caché. En Vitoria está el Dazz, un bar con ocho años de historia que desde su nacimiento ofrece un concierto de jazz cada la semana. Su dueño, Beñat Lasagabaster, tiene todos los números en la cabeza. “Ofrezco a los artistas alojamiento, cena y 600 euros de caché. La sala tiene un aforo de 57 personas y hacemos dos pases para no palmar pasta porque también pago 100 euros por concierto a una fotógrafa profesional y luego al diseñador gráfico”, enumera. Eso sí, los 600 euros son innegociables: para dúos, tríos o quintetos.
En este tiempo, el Dazz se ha ganado una sólida reputación en el circuito estatal de jazz. “Somos el único club de jazz de Vitoria, una ciudad que tiene un festival de jazz desde hace más de 40 años”, resalta. “Dinero no ganamos mucho, pero ganamos otras muchas cosas. Lo pongo todo en la balanza y me sale a favor”, comenta refiriéndose a la amistad que ha entablado con varios artistas. “La idea es que no gane solo el promotor o solo el artista. Las condiciones son relativamente buenas y todos ganamos un poco. A veces puedo perder 150 o 200 euros, pero la clientela que tengo en el bar es gracias a los conciertos que hemos programado. Al final es como una inversión en publicidad”, resume.
En un país con cada vez menos salas y “con tantísima gente haciendo música, hay una cantidad ingente de propuestas que el propio sistema no puede asumir”, diagnostica Cuevas. “Todo el mundo quiere tocar y en algún momento, aunque no metan gente, hacen un esfuerzo por pagar una sala”, explica. La ley de la oferta y la demanda favorece a las salas y genera una brecha insalvable para los grupos sin recursos económicos que invertir y, posiblemente, perder. “Si yo, como persona pluriempleada que soy, tuviera que adelantar o pagar el alquiler de una sala, sería inviable”, asume Urano, que lleva más de 15 años en activo y ahora se mueve a través de la agencia del sello Sonido Muchacho.La alternativa pública
Rivases gestionaba la minúscula sala Puerto Hurraco Sisters de Barcelona cuando acogió a principios de los noventa un concierto de Bach Is Dead. “La prensa hablaba mucho de ellos, pero el resultado fue cero entradas vendidas”, recuerda. El grupo tocó para el telonero y el telonero tocó para el grupo del que años después surgirían Beef y La Estrella de David. Aquel día perdieron el dinero de la gasolina. Hoy perderían 300 euros más. O tal vez ni se hubiesen atrevido y David Rodríguez nunca hubiese emprendido su carrera musical. Un país que no permita fracasos de ese tipo será un país donde, tirando del símil futbolístico de Urano, “solo existirá la Champions y no habrá tercera división”. Otras tendencias de supervivencia de las salas son preferir grupos de versiones a artistas noveles con repertorio propio o, en grandes ciudades, adaptarse a los gustos del los turistas y expats con dinero para gastar. Todo ello recorta más las vías de desarrollo de los músicos.
El rapero vallisoletano apela a “la responsabilidad de lo institucional y la importancia de centros cívicos o centros culturales donde no pagas un alquiler y te dejan esa sala con un equipo y un técnico para desarrollar propuestas. Porque aquí nadie quiere que los chavales se droguen y estén haciendo el mal, pero luego tampoco se les ofrece una alternativa para desarrollar propuestas”, denuncia. “En Valladolid, con la entrada en el gobierno PP y Vox, espacios de alquiler simbólico han aumentado el coste de forma vertiginosa para que ningún grupo de la ciudad puede pagarlos. Eso es muy preocupante. Y otro buen melón es cómo los ayuntamientos están más dispuestos a dilapidar miles de euros en grandes festivales que a destinar una cuota de dinero al pequeño tejido cultural”. A diferencia del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz, que en 2023 recibió 198.000 euros del Ayuntamiento, el bar Dazz de Vitoria no recibe ninguna subvención.
En la promotora Born! Music llevan años trabajando el circuito de teatros, auditorios y centros impulsados desde la iniciativa pública. “Nos llegan propuestas de artistas internacionales, de sellos como Drag City o City Slang, y tenemos que decirles que no porque aquí ya no hay un circuito para ellos. Sabes que tienen una propuesta interesante, pero que no puedes ir alquilando salas porque vas a perder dinero. Lo que sí hay es un circuito de programación institucional. En Castellón, por ejemplo, estamos metiendo 120 personas un lunes para ver a Niam Reagan”, resalta en referencia a una joven cantautora irlandesa.
Cuevas celebra la existencia de otras iniciativas como el programa Artistas en Ruta o Girando por Salas, pero advierte que “los cachés en espacios con financiación pública también se están reduciendo porque los presupuestos de cultura de las instituciones suelen ir a la baja”. Tampoco hay que olvidar que no pocas salas de este país reciben ayudas públicas, aunque las destinen casi siempre a mejoras arquitectónicas y no a la programación artística. Y que la práctica ya mayoritaria de alquilar sala en vez de programar facilita que estas eludan la responsabilidad de contratar y asegurar a los grupos. Rivases celebra que, por lo menos, “muchos artistas entiendan que todos estamos en el mismo barco porque no hay tantas salas donde tocar”. Por su parte, Urano aspira a “una relación de simbiosis entre salas pequeñas y grupos pequeños, más que a una relación parasitaria”. Será lo único que, en su opinión, puede salvar a unas y a otros.
BLINK503- Mensajes : 6025
Fecha de inscripción : 08/01/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
BLINK503 escribió:Muchos lloros pero luego te montan un concierto entre semana como aquí en Valencia con los Hellacopters o Mourn. Dos conciertos a los que iria de cabeza si fuesen en finde. Luego se extrañan de que la cosa vaya así y la gente solo vaya ya a festivales. En fin a ver a La habitación roja en sábado por la mañana, horario de puta madre para el cervezeo.Txomin Sorrigueta escribió:“Si quieres venir a tocar, son 300 'pavos'”: en qué momento las salas pasaron de pagar a cobrar"
Alquilar un local para ofrecer un concierto es cada vez más caro, lo cual dificulta la regeneración de escenas musicales; por otro lado, las salas están en plena lucha por su su supervivencia y miran con susto la 'epidemia' de cierres en el Reino Unido
Nando Cruz
14 de marzo de 2024 22:22h
El Diario
Ni todas las salas de concierto funcionan igual ni todos los artistas emergentes tienen el mismo perfil, pero de un tiempo a esta parte, el desencuentro entre salas y artistas no ha hecho más que crecer y enquistarse en España. Las condiciones de alquiler son cada vez más difíciles de asumir para bandas que intentan abrirse camino en el mundo de la música, entre otras razones, porque los costes de mantenimiento de una sala son cada vez más altos y las vías para rentabilizarla se van reduciendo. Sea como sea, uno de los efectos inmediatos de esta tendencia es que muchas bandas ya no pueden ni plantearse actuar en muchas ciudades, lo cual merma sus posibilidades de rodaje y crecimiento.
No siempre fue así. En los años 80 y 90 era habitual que las salas programasen conciertos: es decir, que escogiesen los grupos que querían ver actuar en su escenario, les llamasen y les ofreciesen una cantidad. En esa época lo normal era que la sala asumiese el riesgo. En 1992 Xavi Rivases abrió la sala Garatge Club de Barcelona con dos socios. Tenía un aforo para 800 personas y estaba en una calle desierta del hoy gentrificado barrio de Poblenou. “Al principio contratabas a las bandas para hacerte un nombre y que el público de esas bandas viniese a tu local”, explica. Aún le duele el estrepitoso fracaso que supuso pagar un dineral por Jon Spencer en 1993 y acabar vendiendo once entradas. “Pero cuando empiezas a programar, enseguida vienen los promotores y paulatinamente dejas de programar y pasas a alquilar”, expone para ilustrar la evolución que suelen tener las salas de conciertos conforme se asientan en el circuito.
Rivases ha gestionado otras salas barcelonesas como Rocksound, Puerto Hurraco Sisters o Mundo Caníbal (en Cerdanyola) y hace más de 10 años que trabaja en la sala Apolo. Ha vivido la evolución del sector en primera fila. “Hoy hasta en salas para 150 personas lo normal es tratar con las agencias. Casi nunca hablas directamente con el grupo. A veces aún apostamos por alguna banda, pero cuando una banda funciona no te ofrecen para que le pagues un fijo. Y si no la tiene cogida ningún agente será por algo”, aventura. Nada que ver con la época de Garatge Club, cuando el 30% de conciertos eran de programación propia y los primeros años fue del 50%. Desde su punto de vista, es lógico que las salas hoy cobren alquiler. “En el Garatge abríamos la sala dos personas y yo mismo hacía de técnico de sonido. Ahora abrir una sala es muy caro. Entiendo que para asegurar el tiro las salas digan: si quieres venir a tocar, son 300 pavos”.El increíble circuito menguante
El rapero Erik Urano recuerda que “entre 2011 y 2014 aún quedaba ese rollo residual de salas, ni muy pequeñas ni muy grandes, con las que cerrabas un caché y unas condiciones”. Las había en Valladolid, Sevilla e incluso Madrid, detalla. “Al final, eran chavales o gente un poco más mayor que quería que fueras a su ciudad, que ejercían de minipromotores en la pequeña escena en la que nos movíamos”. Sin embargo, extraña “esa sala pequeña en la que un grupo que no conoce nadie quería coger tablas, tocaba para que le fueran a ver sus amigos y sus padres. Hoy esos grupos ni siquiera tienen la opción de dar en una sala ese pequeño concierto que hemos hecho todos. Pasa un poco como en los trabajos: no te contratan porque no tienes experiencia y no tienes experiencia porque nadie te contrata. Se está perdiendo el rollo de grupos emergentes que puedan coger la sala pequeñita de su ciudad y gestionarse un concierto. Y eso es aterrador porque se está creando una especie de salto al vacío entre lo pequeño y lo grande”.
Valladolid, ciudad natal de Urano, ejemplifica lo que ha ocurrido en tantas otras capitales de provincia. A principio de siglo había seis u ocho salas a las que ir a ver conciertos. Hoy solo queda un par. “La ordenanza municipal del Gobierno del PP también ha tenido que ver”, aclara. Pero donde no actúan las normativas, lo hace el aumento del alquiler de los locales, la gentrificación o el envejecimiento de los gestores de las salas. Un reciente artículo publicado en The Guardian exponía una situación tanto o más dramática. En Reino Unido más de 100 de salas han bajado la persiana en los últimos años y aunque las entradas para macroconciertos se venden mejor que nunca, el descenso en el consumo de bebidas en las barras y los costes fijos de cualquier sala hacen este negocio cada vez menos viable para locales con aforos inferiores a las 600 personas. Es precisamente este perfil de locales al que se refiere Erik Urano cuando resalta “la importancia de salas con una oferta cultural sostenida, con una constancia”.
José Luis Cuevas fundó la promotora Born! Music en 2006 para acoger giras de artistas principalmente extranjeros, poco conocidos y menos comerciales. “Antes podíamos organizar giras de ocho o 10 fechas en salas pequeñas donde donde te pagaban cachés fijos. Madrid o Barcelona siempre han sido selvas en las que entrar siempre tenía sus costes. No son ciudades donde te pueden ofrecer un fijo, aunque sea bajo, para tocar en salas. Pero podías funcionar en lugares periféricos como Galicia, Extremadura, Murcia o Huesca”, enumera. “Ahora hacemos giras de seis fechas, pero trampeando entre conciertos con marcas, instituciones y sala con caché. Aún queda alguna en Catalunya que ofrece un fijo mínimo, pero en Asturias, Galicia o Extremadura ya no existen”.El bucle de la supervivencia
Para Cuevas, “la industria musical en España siempre se ha basado en la supervivencia y en este momento las salas están intentando ver de qué manera sobreviven. Cobrando un alquiler al menos tienen los gastos cubiertos, aunque sea a costa del artista, que es el que da sentido a su trabajo”, puntualiza. “Esto es un negocio”, insiste Rivases. “En Rocksound (con aforo para unas 100 personas) había grupos que no tenían ni el repertorio controlado y convocaban a 15 personas. ¡Yo no abro una sala para eso! ¡Quédate en el local de ensayo hasta que tengas una base de fans!”, estalla. Urano entiende que “nadie es una oenegé” y que “todo el mundo necesita hacer dinero”. Incluso entiende que la sala cobre alquiler “pero no puede ser una cifra desproporcionada”, advierte. Cuevas también quiere ser comprensivo. “Pero hace poco me pasaron el precio de alquiler de una de Castellón y pedían 500 euros. ¿Estamos locos o qué?”, se pregunta.
Carmen Zapata es la gerente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC) desde 2006 y apunta que en este asunto se mezclan muchas casuísticas. Una misma sala puede cobrar un alquiler más alto o más bajo en función del tipo de música y de la edad del público porque estos factores determinan que la sala haga negocio. “El público del heavy toma copas, no solo cerveza, y la sala factura mucho en barras. En cambio, con el trap los camareros se pasan el concierto de brazos cruzados. Y el público del jazz también consume. Probablemente, porque tiene un poder adquisitivo más alto”, compara.
También la ciudad donde esté la sala marca su estrategia. “Fuera de Barcelona, en Valls o Manresa, tienes que pagar para que los grupos vayan. Todo el mundo quiere tocar en Barcelona, pero si tocas en L’Hospitalet (ciudad limítrofe a la capital catalana), la sala Salamandra también paga cachés a los grupos”, informa. Incluso las salas grandes de Barcelona programan algunas bandas. “En Razzmatazz los conciertos de madrugada y los discjockeys son de producción propia y la sala paga cachés”, explica. Por otro lado, “en algunas salas pequeñas todo lo que se recauda va a los artistas y la sala se queda con las copas”. También hay salas en las que el grupo paga un alquiler simbólico que sirve para remunerar al técnico de sonido y salas que se quedan un euro de cada entrada vendida.
Otros factores han puesto cada vez más a las salas contra las cuerdas. “Los macrofestivales están generando una desigualdad extrema y al final el circuito de salas acaba cayendo en el saco de afectados igual que los artistas”. Para Cuevas, “con el auge de los festivales, las salas se encuentran en un ambiente hostil donde vale todo. Nos escriben salas interesándose por artistas y al preguntarles por las condiciones te pasan el precio del alquiler. ¡Antes si preguntaban por un artista era para ofrecerte un caché!”, exclama. La lucha por la supervivencia está empujando a algunas salas a introducir medidas controvertidas: exigir un porcentaje del merchandising que venden las bandas, cobrar seis euros por cerveza y cuatro por el servicio de guardarropía, obligar a los grupos a dejar la sala en cuanto termina el concierto para abrir cuanto antes la discoteca…Una ‘Galia’ en Vitoria
Por supuesto que hay salas que aún programan el 100% de su agenda y pagan rigurosamente su caché. En Vitoria está el Dazz, un bar con ocho años de historia que desde su nacimiento ofrece un concierto de jazz cada la semana. Su dueño, Beñat Lasagabaster, tiene todos los números en la cabeza. “Ofrezco a los artistas alojamiento, cena y 600 euros de caché. La sala tiene un aforo de 57 personas y hacemos dos pases para no palmar pasta porque también pago 100 euros por concierto a una fotógrafa profesional y luego al diseñador gráfico”, enumera. Eso sí, los 600 euros son innegociables: para dúos, tríos o quintetos.
En este tiempo, el Dazz se ha ganado una sólida reputación en el circuito estatal de jazz. “Somos el único club de jazz de Vitoria, una ciudad que tiene un festival de jazz desde hace más de 40 años”, resalta. “Dinero no ganamos mucho, pero ganamos otras muchas cosas. Lo pongo todo en la balanza y me sale a favor”, comenta refiriéndose a la amistad que ha entablado con varios artistas. “La idea es que no gane solo el promotor o solo el artista. Las condiciones son relativamente buenas y todos ganamos un poco. A veces puedo perder 150 o 200 euros, pero la clientela que tengo en el bar es gracias a los conciertos que hemos programado. Al final es como una inversión en publicidad”, resume.
En un país con cada vez menos salas y “con tantísima gente haciendo música, hay una cantidad ingente de propuestas que el propio sistema no puede asumir”, diagnostica Cuevas. “Todo el mundo quiere tocar y en algún momento, aunque no metan gente, hacen un esfuerzo por pagar una sala”, explica. La ley de la oferta y la demanda favorece a las salas y genera una brecha insalvable para los grupos sin recursos económicos que invertir y, posiblemente, perder. “Si yo, como persona pluriempleada que soy, tuviera que adelantar o pagar el alquiler de una sala, sería inviable”, asume Urano, que lleva más de 15 años en activo y ahora se mueve a través de la agencia del sello Sonido Muchacho.La alternativa pública
Rivases gestionaba la minúscula sala Puerto Hurraco Sisters de Barcelona cuando acogió a principios de los noventa un concierto de Bach Is Dead. “La prensa hablaba mucho de ellos, pero el resultado fue cero entradas vendidas”, recuerda. El grupo tocó para el telonero y el telonero tocó para el grupo del que años después surgirían Beef y La Estrella de David. Aquel día perdieron el dinero de la gasolina. Hoy perderían 300 euros más. O tal vez ni se hubiesen atrevido y David Rodríguez nunca hubiese emprendido su carrera musical. Un país que no permita fracasos de ese tipo será un país donde, tirando del símil futbolístico de Urano, “solo existirá la Champions y no habrá tercera división”. Otras tendencias de supervivencia de las salas son preferir grupos de versiones a artistas noveles con repertorio propio o, en grandes ciudades, adaptarse a los gustos del los turistas y expats con dinero para gastar. Todo ello recorta más las vías de desarrollo de los músicos.
El rapero vallisoletano apela a “la responsabilidad de lo institucional y la importancia de centros cívicos o centros culturales donde no pagas un alquiler y te dejan esa sala con un equipo y un técnico para desarrollar propuestas. Porque aquí nadie quiere que los chavales se droguen y estén haciendo el mal, pero luego tampoco se les ofrece una alternativa para desarrollar propuestas”, denuncia. “En Valladolid, con la entrada en el gobierno PP y Vox, espacios de alquiler simbólico han aumentado el coste de forma vertiginosa para que ningún grupo de la ciudad puede pagarlos. Eso es muy preocupante. Y otro buen melón es cómo los ayuntamientos están más dispuestos a dilapidar miles de euros en grandes festivales que a destinar una cuota de dinero al pequeño tejido cultural”. A diferencia del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz, que en 2023 recibió 198.000 euros del Ayuntamiento, el bar Dazz de Vitoria no recibe ninguna subvención.
En la promotora Born! Music llevan años trabajando el circuito de teatros, auditorios y centros impulsados desde la iniciativa pública. “Nos llegan propuestas de artistas internacionales, de sellos como Drag City o City Slang, y tenemos que decirles que no porque aquí ya no hay un circuito para ellos. Sabes que tienen una propuesta interesante, pero que no puedes ir alquilando salas porque vas a perder dinero. Lo que sí hay es un circuito de programación institucional. En Castellón, por ejemplo, estamos metiendo 120 personas un lunes para ver a Niam Reagan”, resalta en referencia a una joven cantautora irlandesa.
Cuevas celebra la existencia de otras iniciativas como el programa Artistas en Ruta o Girando por Salas, pero advierte que “los cachés en espacios con financiación pública también se están reduciendo porque los presupuestos de cultura de las instituciones suelen ir a la baja”. Tampoco hay que olvidar que no pocas salas de este país reciben ayudas públicas, aunque las destinen casi siempre a mejoras arquitectónicas y no a la programación artística. Y que la práctica ya mayoritaria de alquilar sala en vez de programar facilita que estas eludan la responsabilidad de contratar y asegurar a los grupos. Rivases celebra que, por lo menos, “muchos artistas entiendan que todos estamos en el mismo barco porque no hay tantas salas donde tocar”. Por su parte, Urano aspira a “una relación de simbiosis entre salas pequeñas y grupos pequeños, más que a una relación parasitaria”. Será lo único que, en su opinión, puede salvar a unas y a otros.
Es que en las giras en algún sitio tienen que tocar entre semana. Unas veces tendrás suerte y otras no. En Madrid la mayoría de las veces son entre semana. de los 10 conciertos para los que tengo entrada hasta junio, solo uno es en viernes.
pinballwizard- Mensajes : 3032
Fecha de inscripción : 05/03/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Se sabe ya cuanto será la broma de Nick Cave??
Mcbein- Mensajes : 5573
Fecha de inscripción : 24/04/2013
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Mcbein escribió:Se sabe ya cuanto será la broma de Nick Cave??
Posiblemente llegue a las tres cifras, o no andará muy lejos.
Spasic- Mensajes : 4058
Fecha de inscripción : 16/05/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Pues ya tendré suerte otra vez. Pero los que no la tienen son los grupos que pierden pasta si tocan entre semana.pinballwizard escribió:BLINK503 escribió:Muchos lloros pero luego te montan un concierto entre semana como aquí en Valencia con los Hellacopters o Mourn. Dos conciertos a los que iria de cabeza si fuesen en finde. Luego se extrañan de que la cosa vaya así y la gente solo vaya ya a festivales. En fin a ver a La habitación roja en sábado por la mañana, horario de puta madre para el cervezeo.Txomin Sorrigueta escribió:“Si quieres venir a tocar, son 300 'pavos'”: en qué momento las salas pasaron de pagar a cobrar"
Alquilar un local para ofrecer un concierto es cada vez más caro, lo cual dificulta la regeneración de escenas musicales; por otro lado, las salas están en plena lucha por su su supervivencia y miran con susto la 'epidemia' de cierres en el Reino Unido
Nando Cruz
14 de marzo de 2024 22:22h
El Diario
Ni todas las salas de concierto funcionan igual ni todos los artistas emergentes tienen el mismo perfil, pero de un tiempo a esta parte, el desencuentro entre salas y artistas no ha hecho más que crecer y enquistarse en España. Las condiciones de alquiler son cada vez más difíciles de asumir para bandas que intentan abrirse camino en el mundo de la música, entre otras razones, porque los costes de mantenimiento de una sala son cada vez más altos y las vías para rentabilizarla se van reduciendo. Sea como sea, uno de los efectos inmediatos de esta tendencia es que muchas bandas ya no pueden ni plantearse actuar en muchas ciudades, lo cual merma sus posibilidades de rodaje y crecimiento.
No siempre fue así. En los años 80 y 90 era habitual que las salas programasen conciertos: es decir, que escogiesen los grupos que querían ver actuar en su escenario, les llamasen y les ofreciesen una cantidad. En esa época lo normal era que la sala asumiese el riesgo. En 1992 Xavi Rivases abrió la sala Garatge Club de Barcelona con dos socios. Tenía un aforo para 800 personas y estaba en una calle desierta del hoy gentrificado barrio de Poblenou. “Al principio contratabas a las bandas para hacerte un nombre y que el público de esas bandas viniese a tu local”, explica. Aún le duele el estrepitoso fracaso que supuso pagar un dineral por Jon Spencer en 1993 y acabar vendiendo once entradas. “Pero cuando empiezas a programar, enseguida vienen los promotores y paulatinamente dejas de programar y pasas a alquilar”, expone para ilustrar la evolución que suelen tener las salas de conciertos conforme se asientan en el circuito.
Rivases ha gestionado otras salas barcelonesas como Rocksound, Puerto Hurraco Sisters o Mundo Caníbal (en Cerdanyola) y hace más de 10 años que trabaja en la sala Apolo. Ha vivido la evolución del sector en primera fila. “Hoy hasta en salas para 150 personas lo normal es tratar con las agencias. Casi nunca hablas directamente con el grupo. A veces aún apostamos por alguna banda, pero cuando una banda funciona no te ofrecen para que le pagues un fijo. Y si no la tiene cogida ningún agente será por algo”, aventura. Nada que ver con la época de Garatge Club, cuando el 30% de conciertos eran de programación propia y los primeros años fue del 50%. Desde su punto de vista, es lógico que las salas hoy cobren alquiler. “En el Garatge abríamos la sala dos personas y yo mismo hacía de técnico de sonido. Ahora abrir una sala es muy caro. Entiendo que para asegurar el tiro las salas digan: si quieres venir a tocar, son 300 pavos”.El increíble circuito menguante
El rapero Erik Urano recuerda que “entre 2011 y 2014 aún quedaba ese rollo residual de salas, ni muy pequeñas ni muy grandes, con las que cerrabas un caché y unas condiciones”. Las había en Valladolid, Sevilla e incluso Madrid, detalla. “Al final, eran chavales o gente un poco más mayor que quería que fueras a su ciudad, que ejercían de minipromotores en la pequeña escena en la que nos movíamos”. Sin embargo, extraña “esa sala pequeña en la que un grupo que no conoce nadie quería coger tablas, tocaba para que le fueran a ver sus amigos y sus padres. Hoy esos grupos ni siquiera tienen la opción de dar en una sala ese pequeño concierto que hemos hecho todos. Pasa un poco como en los trabajos: no te contratan porque no tienes experiencia y no tienes experiencia porque nadie te contrata. Se está perdiendo el rollo de grupos emergentes que puedan coger la sala pequeñita de su ciudad y gestionarse un concierto. Y eso es aterrador porque se está creando una especie de salto al vacío entre lo pequeño y lo grande”.
Valladolid, ciudad natal de Urano, ejemplifica lo que ha ocurrido en tantas otras capitales de provincia. A principio de siglo había seis u ocho salas a las que ir a ver conciertos. Hoy solo queda un par. “La ordenanza municipal del Gobierno del PP también ha tenido que ver”, aclara. Pero donde no actúan las normativas, lo hace el aumento del alquiler de los locales, la gentrificación o el envejecimiento de los gestores de las salas. Un reciente artículo publicado en The Guardian exponía una situación tanto o más dramática. En Reino Unido más de 100 de salas han bajado la persiana en los últimos años y aunque las entradas para macroconciertos se venden mejor que nunca, el descenso en el consumo de bebidas en las barras y los costes fijos de cualquier sala hacen este negocio cada vez menos viable para locales con aforos inferiores a las 600 personas. Es precisamente este perfil de locales al que se refiere Erik Urano cuando resalta “la importancia de salas con una oferta cultural sostenida, con una constancia”.
José Luis Cuevas fundó la promotora Born! Music en 2006 para acoger giras de artistas principalmente extranjeros, poco conocidos y menos comerciales. “Antes podíamos organizar giras de ocho o 10 fechas en salas pequeñas donde donde te pagaban cachés fijos. Madrid o Barcelona siempre han sido selvas en las que entrar siempre tenía sus costes. No son ciudades donde te pueden ofrecer un fijo, aunque sea bajo, para tocar en salas. Pero podías funcionar en lugares periféricos como Galicia, Extremadura, Murcia o Huesca”, enumera. “Ahora hacemos giras de seis fechas, pero trampeando entre conciertos con marcas, instituciones y sala con caché. Aún queda alguna en Catalunya que ofrece un fijo mínimo, pero en Asturias, Galicia o Extremadura ya no existen”.El bucle de la supervivencia
Para Cuevas, “la industria musical en España siempre se ha basado en la supervivencia y en este momento las salas están intentando ver de qué manera sobreviven. Cobrando un alquiler al menos tienen los gastos cubiertos, aunque sea a costa del artista, que es el que da sentido a su trabajo”, puntualiza. “Esto es un negocio”, insiste Rivases. “En Rocksound (con aforo para unas 100 personas) había grupos que no tenían ni el repertorio controlado y convocaban a 15 personas. ¡Yo no abro una sala para eso! ¡Quédate en el local de ensayo hasta que tengas una base de fans!”, estalla. Urano entiende que “nadie es una oenegé” y que “todo el mundo necesita hacer dinero”. Incluso entiende que la sala cobre alquiler “pero no puede ser una cifra desproporcionada”, advierte. Cuevas también quiere ser comprensivo. “Pero hace poco me pasaron el precio de alquiler de una de Castellón y pedían 500 euros. ¿Estamos locos o qué?”, se pregunta.
Carmen Zapata es la gerente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC) desde 2006 y apunta que en este asunto se mezclan muchas casuísticas. Una misma sala puede cobrar un alquiler más alto o más bajo en función del tipo de música y de la edad del público porque estos factores determinan que la sala haga negocio. “El público del heavy toma copas, no solo cerveza, y la sala factura mucho en barras. En cambio, con el trap los camareros se pasan el concierto de brazos cruzados. Y el público del jazz también consume. Probablemente, porque tiene un poder adquisitivo más alto”, compara.
También la ciudad donde esté la sala marca su estrategia. “Fuera de Barcelona, en Valls o Manresa, tienes que pagar para que los grupos vayan. Todo el mundo quiere tocar en Barcelona, pero si tocas en L’Hospitalet (ciudad limítrofe a la capital catalana), la sala Salamandra también paga cachés a los grupos”, informa. Incluso las salas grandes de Barcelona programan algunas bandas. “En Razzmatazz los conciertos de madrugada y los discjockeys son de producción propia y la sala paga cachés”, explica. Por otro lado, “en algunas salas pequeñas todo lo que se recauda va a los artistas y la sala se queda con las copas”. También hay salas en las que el grupo paga un alquiler simbólico que sirve para remunerar al técnico de sonido y salas que se quedan un euro de cada entrada vendida.
Otros factores han puesto cada vez más a las salas contra las cuerdas. “Los macrofestivales están generando una desigualdad extrema y al final el circuito de salas acaba cayendo en el saco de afectados igual que los artistas”. Para Cuevas, “con el auge de los festivales, las salas se encuentran en un ambiente hostil donde vale todo. Nos escriben salas interesándose por artistas y al preguntarles por las condiciones te pasan el precio del alquiler. ¡Antes si preguntaban por un artista era para ofrecerte un caché!”, exclama. La lucha por la supervivencia está empujando a algunas salas a introducir medidas controvertidas: exigir un porcentaje del merchandising que venden las bandas, cobrar seis euros por cerveza y cuatro por el servicio de guardarropía, obligar a los grupos a dejar la sala en cuanto termina el concierto para abrir cuanto antes la discoteca…Una ‘Galia’ en Vitoria
Por supuesto que hay salas que aún programan el 100% de su agenda y pagan rigurosamente su caché. En Vitoria está el Dazz, un bar con ocho años de historia que desde su nacimiento ofrece un concierto de jazz cada la semana. Su dueño, Beñat Lasagabaster, tiene todos los números en la cabeza. “Ofrezco a los artistas alojamiento, cena y 600 euros de caché. La sala tiene un aforo de 57 personas y hacemos dos pases para no palmar pasta porque también pago 100 euros por concierto a una fotógrafa profesional y luego al diseñador gráfico”, enumera. Eso sí, los 600 euros son innegociables: para dúos, tríos o quintetos.
En este tiempo, el Dazz se ha ganado una sólida reputación en el circuito estatal de jazz. “Somos el único club de jazz de Vitoria, una ciudad que tiene un festival de jazz desde hace más de 40 años”, resalta. “Dinero no ganamos mucho, pero ganamos otras muchas cosas. Lo pongo todo en la balanza y me sale a favor”, comenta refiriéndose a la amistad que ha entablado con varios artistas. “La idea es que no gane solo el promotor o solo el artista. Las condiciones son relativamente buenas y todos ganamos un poco. A veces puedo perder 150 o 200 euros, pero la clientela que tengo en el bar es gracias a los conciertos que hemos programado. Al final es como una inversión en publicidad”, resume.
En un país con cada vez menos salas y “con tantísima gente haciendo música, hay una cantidad ingente de propuestas que el propio sistema no puede asumir”, diagnostica Cuevas. “Todo el mundo quiere tocar y en algún momento, aunque no metan gente, hacen un esfuerzo por pagar una sala”, explica. La ley de la oferta y la demanda favorece a las salas y genera una brecha insalvable para los grupos sin recursos económicos que invertir y, posiblemente, perder. “Si yo, como persona pluriempleada que soy, tuviera que adelantar o pagar el alquiler de una sala, sería inviable”, asume Urano, que lleva más de 15 años en activo y ahora se mueve a través de la agencia del sello Sonido Muchacho.La alternativa pública
Rivases gestionaba la minúscula sala Puerto Hurraco Sisters de Barcelona cuando acogió a principios de los noventa un concierto de Bach Is Dead. “La prensa hablaba mucho de ellos, pero el resultado fue cero entradas vendidas”, recuerda. El grupo tocó para el telonero y el telonero tocó para el grupo del que años después surgirían Beef y La Estrella de David. Aquel día perdieron el dinero de la gasolina. Hoy perderían 300 euros más. O tal vez ni se hubiesen atrevido y David Rodríguez nunca hubiese emprendido su carrera musical. Un país que no permita fracasos de ese tipo será un país donde, tirando del símil futbolístico de Urano, “solo existirá la Champions y no habrá tercera división”. Otras tendencias de supervivencia de las salas son preferir grupos de versiones a artistas noveles con repertorio propio o, en grandes ciudades, adaptarse a los gustos del los turistas y expats con dinero para gastar. Todo ello recorta más las vías de desarrollo de los músicos.
El rapero vallisoletano apela a “la responsabilidad de lo institucional y la importancia de centros cívicos o centros culturales donde no pagas un alquiler y te dejan esa sala con un equipo y un técnico para desarrollar propuestas. Porque aquí nadie quiere que los chavales se droguen y estén haciendo el mal, pero luego tampoco se les ofrece una alternativa para desarrollar propuestas”, denuncia. “En Valladolid, con la entrada en el gobierno PP y Vox, espacios de alquiler simbólico han aumentado el coste de forma vertiginosa para que ningún grupo de la ciudad puede pagarlos. Eso es muy preocupante. Y otro buen melón es cómo los ayuntamientos están más dispuestos a dilapidar miles de euros en grandes festivales que a destinar una cuota de dinero al pequeño tejido cultural”. A diferencia del Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz, que en 2023 recibió 198.000 euros del Ayuntamiento, el bar Dazz de Vitoria no recibe ninguna subvención.
En la promotora Born! Music llevan años trabajando el circuito de teatros, auditorios y centros impulsados desde la iniciativa pública. “Nos llegan propuestas de artistas internacionales, de sellos como Drag City o City Slang, y tenemos que decirles que no porque aquí ya no hay un circuito para ellos. Sabes que tienen una propuesta interesante, pero que no puedes ir alquilando salas porque vas a perder dinero. Lo que sí hay es un circuito de programación institucional. En Castellón, por ejemplo, estamos metiendo 120 personas un lunes para ver a Niam Reagan”, resalta en referencia a una joven cantautora irlandesa.
Cuevas celebra la existencia de otras iniciativas como el programa Artistas en Ruta o Girando por Salas, pero advierte que “los cachés en espacios con financiación pública también se están reduciendo porque los presupuestos de cultura de las instituciones suelen ir a la baja”. Tampoco hay que olvidar que no pocas salas de este país reciben ayudas públicas, aunque las destinen casi siempre a mejoras arquitectónicas y no a la programación artística. Y que la práctica ya mayoritaria de alquilar sala en vez de programar facilita que estas eludan la responsabilidad de contratar y asegurar a los grupos. Rivases celebra que, por lo menos, “muchos artistas entiendan que todos estamos en el mismo barco porque no hay tantas salas donde tocar”. Por su parte, Urano aspira a “una relación de simbiosis entre salas pequeñas y grupos pequeños, más que a una relación parasitaria”. Será lo único que, en su opinión, puede salvar a unas y a otros.
Es que en las giras en algún sitio tienen que tocar entre semana. Unas veces tendrás suerte y otras no. En Madrid la mayoría de las veces son entre semana. de los 10 conciertos para los que tengo entrada hasta junio, solo uno es en viernes.
BLINK503- Mensajes : 6025
Fecha de inscripción : 08/01/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Rasputin escribió:Hoy he mostrado mi estupefacción en la oficina porque la tal Karol G llene el Bernabeu (a 58€ mas gastos la más barata y 420€ mas gastos la más cara) y me han dicho que es que lleva un gran espectáculo, que es como ver a Madonna o algo así
He intentado que no se notara mucho mi expresión de rockero-viejuno-no-entiende-nada, creo que he disimulado razonablemente bien
Mira tú la así llamada Karol G, tomando el relevo a los Rolling Stones en la camiseta del Barsa para el próximo clásico:
https://www.sport.es/es/noticias/barca/sera-camiseta-barca-clasico-logo-99341809
wakam- Mensajes : 81209
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
https://www.livenationentertainment.com/2024/03/the-truth-about-ticket-prices/?trk=feed_main-feed-card_feed-article-content
Artículo de Live Nation en el que "explica" a su modo de ver el porqué de los altos precios. Obviamente para ellos Ticketmaster y ellos mismos en papel de promotor dicen que son los que menos culpa tienen, por no decir que no tienen. Y toda la culpa es del artista y de la reventa.
Artículo de Live Nation en el que "explica" a su modo de ver el porqué de los altos precios. Obviamente para ellos Ticketmaster y ellos mismos en papel de promotor dicen que son los que menos culpa tienen, por no decir que no tienen. Y toda la culpa es del artista y de la reventa.
cachucha- Mensajes : 2980
Fecha de inscripción : 06/10/2016
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Mañana voy al concierto en sala con la entrada más cara que haya pagado nunca.
Poco me parece leyendo este tópic.
Poco me parece leyendo este tópic.
Infernu- Mensajes : 56401
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Fuer de tema: hace unos dias estaba un pavo en mi gimnasio entrenando con la famosa camiseta del Barsa + lo s Rolling y no se me ocurre ninguna situación en la que alguien considere ponerse una prenda de más de 200 leureles para resudarla en una sala de pesas de Vicálvaro.wakam escribió:Rasputin escribió:Hoy he mostrado mi estupefacción en la oficina porque la tal Karol G llene el Bernabeu (a 58€ mas gastos la más barata y 420€ mas gastos la más cara) y me han dicho que es que lleva un gran espectáculo, que es como ver a Madonna o algo así
He intentado que no se notara mucho mi expresión de rockero-viejuno-no-entiende-nada, creo que he disimulado razonablemente bien
Mira tú la así llamada Karol G, tomando el relevo a los Rolling Stones en la camiseta del Barsa para el próximo clásico:
https://www.sport.es/es/noticias/barca/sera-camiseta-barca-clasico-logo-99341809
Ladylog- Mensajes : 24466
Fecha de inscripción : 16/11/2010
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Pues justo esa.Ladylog escribió:Fuer de tema: hace unos dias estaba un pavo en mi gimnasio entrenando con la famosa camiseta del Barsa + lo s Rolling y no se me ocurre ninguna situación en la que alguien considere ponerse una prenda de más de 200 leureles para resudarla en una sala de pesas de Vicálvaro.wakam escribió:Rasputin escribió:Hoy he mostrado mi estupefacción en la oficina porque la tal Karol G llene el Bernabeu (a 58€ mas gastos la más barata y 420€ mas gastos la más cara) y me han dicho que es que lleva un gran espectáculo, que es como ver a Madonna o algo así
He intentado que no se notara mucho mi expresión de rockero-viejuno-no-entiende-nada, creo que he disimulado razonablemente bien
Mira tú la así llamada Karol G, tomando el relevo a los Rolling Stones en la camiseta del Barsa para el próximo clásico:
https://www.sport.es/es/noticias/barca/sera-camiseta-barca-clasico-logo-99341809
Infernu- Mensajes : 56401
Fecha de inscripción : 02/06/2015
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
cachucha escribió:https://www.livenationentertainment.com/2024/03/the-truth-about-ticket-prices/?trk=feed_main-feed-card_feed-article-content
Artículo de Live Nation en el que "explica" a su modo de ver el porqué de los altos precios. Obviamente para ellos Ticketmaster y ellos mismos en papel de promotor dicen que son los que menos culpa tienen, por no decir que no tienen. Y toda la culpa es del artista y de la reventa.
La reventa no les perjudica, otra cosa es que quieran participar de ella.
A parte, en muchos conciertos no hay apenas reventa especulativa, y hay toledeo, y aún así las entradas siguen subiendo.
Poisonblade- Mensajes : 55349
Fecha de inscripción : 06/03/2016
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
cachucha escribió:https://www.livenationentertainment.com/2024/03/the-truth-about-ticket-prices/?trk=feed_main-feed-card_feed-article-content
Artículo de Live Nation en el que "explica" a su modo de ver el porqué de los altos precios. Obviamente para ellos Ticketmaster y ellos mismos en papel de promotor dicen que son los que menos culpa tienen, por no decir que no tienen. Y toda la culpa es del artista y de la reventa.
Interesante, gracias.
No compro el grueso de las tres primeras partes en las que el autor hace un esfuerzo ímprovo por descargar a LN y TM de cualquier responsabilidad sobre el precio de las entradas.
Dicho eso, en esta sección final encuentro varias cosas muy lógicas y, desgraciadamente para nuestros bolsillos, consecuencia del signo de nuestro tiempo. Sobre todo el segundo párrafo, porque el primero, relativo a oferta-demanda, siempre ha existido, al menos no es nuevo respecto a muchos artistas que se han subido a la parra en el último año.
WHAT REALLY CAUSES HIGH TICKET PRICES
The real explanations for high ticket prices are well-understood and have very little to do with Live Nation or Ticketmaster. They begin with the economic conditions that explain most pricing: supply and demand. For a small percentage of concerts — the high-profile ones — consumer demand greatly exceeds the supply of available tickets. This is obvious at the apex of the industry, where stars like Taylor Swift, Beyoncé, Ed Sheeran, Bruce Springsteen and Harry Styles could easily sell out far more shows than they could realistically play. But it’s not just them. For the top 5-10% of touring artists, demand is regularly well in excess of the supply of tickets. We are fortunate that artists in this category choose not to exercise their full pricing power; otherwise, they would charge the much higher prices we see on resale markets. But basic economics applies to concert tickets too, so strong demand naturally leads to higher ticket pricing.
Closely related to this is the phenomenon of concerts becoming premier “experience goods.” Much has been written about the advent of the “experience economy,” in which economic value has shifted progressively from the production and supply of goods, to the delivery of services, and now to the staging of experiences. Music, whether recorded or live, is by its nature experienced, but plainly the live experience is richer and in economic terms more valuable. Concerts also have the potential to become spectacles, whether though elaborate staging and production or a consumer buzz that makes them “the place to be.” This factor is magnified by social media, which in addition to creating demand through ongoing connections to artists, allows concerts to be shared experiences when fans upload videos and “Instagrammable moments” to their social media platforms. The experience value of concerts has been increasing for decades, and with it the price of tickets.
Spasic- Mensajes : 4058
Fecha de inscripción : 16/05/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
¿Pero vosotros de verdad os creéis esas noticias sobre llenazos de 3 fechas del Bernabéu en 10 minutos con entradas a más de 90 €? ¿O que haya miles de personas dispuestas a pagar más de 1000 pavos por ver a Luis Miguel?
Yo no me creo nada.
Yo no me creo nada.
Ladylog- Mensajes : 24466
Fecha de inscripción : 16/11/2010
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Yo no, ya lo dije arriba.
DuffMc- Mensajes : 11033
Fecha de inscripción : 21/10/2019
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Spasic escribió:cachucha escribió:https://www.livenationentertainment.com/2024/03/the-truth-about-ticket-prices/?trk=feed_main-feed-card_feed-article-content
Artículo de Live Nation en el que "explica" a su modo de ver el porqué de los altos precios. Obviamente para ellos Ticketmaster y ellos mismos en papel de promotor dicen que son los que menos culpa tienen, por no decir que no tienen. Y toda la culpa es del artista y de la reventa.
Interesante, gracias.
No compro el grueso de las tres primeras partes en las que el autor hace un esfuerzo ímprovo por descargar a LN y TM de cualquier responsabilidad sobre el precio de las entradas.
Dicho eso, en esta sección final encuentro varias cosas muy lógicas y, desgraciadamente para nuestros bolsillos, consecuencia del signo de nuestro tiempo. Sobre todo el segundo párrafo, porque el primero, relativo a oferta-demanda, siempre ha existido, al menos no es nuevo respecto a muchos artistas que se han subido a la parra en el último año.
WHAT REALLY CAUSES HIGH TICKET PRICES
The real explanations for high ticket prices are well-understood and have very little to do with Live Nation or Ticketmaster. They begin with the economic conditions that explain most pricing: supply and demand. For a small percentage of concerts — the high-profile ones — consumer demand greatly exceeds the supply of available tickets. This is obvious at the apex of the industry, where stars like Taylor Swift, Beyoncé, Ed Sheeran, Bruce Springsteen and Harry Styles could easily sell out far more shows than they could realistically play. But it’s not just them. For the top 5-10% of touring artists, demand is regularly well in excess of the supply of tickets. We are fortunate that artists in this category choose not to exercise their full pricing power; otherwise, they would charge the much higher prices we see on resale markets. But basic economics applies to concert tickets too, so strong demand naturally leads to higher ticket pricing.
Closely related to this is the phenomenon of concerts becoming premier “experience goods.” Much has been written about the advent of the “experience economy,” in which economic value has shifted progressively from the production and supply of goods, to the delivery of services, and now to the staging of experiences. Music, whether recorded or live, is by its nature experienced, but plainly the live experience is richer and in economic terms more valuable. Concerts also have the potential to become spectacles, whether though elaborate staging and production or a consumer buzz that makes them “the place to be.” This factor is magnified by social media, which in addition to creating demand through ongoing connections to artists, allows concerts to be shared experiences when fans upload videos and “Instagrammable moments” to their social media platforms. The experience value of concerts has been increasing for decades, and with it the price of tickets.
si que sale caro hacer una story...
Cerpin Taxt- Mensajes : 23513
Fecha de inscripción : 24/12/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
We are fortunate that artists in this category choose not to exercise their full pricing power; otherwise, they would charge the much higher prices we see on resale markets. But basic economics applies to concert tickets too, so strong demand naturally leads to higher ticket pricing.
todavía habrá que dar gracias jaja
si las entradas normales costasen como las de reventa, esas giras no harían soldout
bueno, igual comprarian las entradas los especuladores y Viagogo, pero los conciertos iban a estar medio vacíos
Cerpin Taxt- Mensajes : 23513
Fecha de inscripción : 24/12/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
lagrimas de promotor....
Heaven- Mensajes : 5890
Fecha de inscripción : 09/04/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Sospecho que luego muchas de esas entradas se destinan a patrocinadores, famoseos y demás autopromociones, algo así como lo que hace la UEFA con las finales de Copa de Europa, que más de un tercio se las guarda para sus mamoneosCerpin Taxt escribió:We are fortunate that artists in this category choose not to exercise their full pricing power; otherwise, they would charge the much higher prices we see on resale markets. But basic economics applies to concert tickets too, so strong demand naturally leads to higher ticket pricing.
todavía habrá que dar gracias jaja
si las entradas normales costasen como las de reventa, esas giras no harían soldout
bueno, igual comprarian las entradas los especuladores y Viagogo, pero los conciertos iban a estar medio vacíos
Ladylog- Mensajes : 24466
Fecha de inscripción : 16/11/2010
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
pero esa gente lo mismo luego no aparece, no se puede depender de ellos
yo los sold out en 10 minutos por 90 euros, me los creo
por 400, no me lo creeería
todo esto, dando por hecho, que un 30% de las entradas las compran bots de reventa o especuladores
yo los sold out en 10 minutos por 90 euros, me los creo
por 400, no me lo creeería
todo esto, dando por hecho, que un 30% de las entradas las compran bots de reventa o especuladores
Cerpin Taxt- Mensajes : 23513
Fecha de inscripción : 24/12/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Ladylog escribió:Sospecho que luego muchas de esas entradas se destinan a patrocinadores, famoseos y demás autopromociones, algo así como lo que hace la UEFA con las finales de Copa de Europa, que más de un tercio se las guarda para sus mamoneosCerpin Taxt escribió:We are fortunate that artists in this category choose not to exercise their full pricing power; otherwise, they would charge the much higher prices we see on resale markets. But basic economics applies to concert tickets too, so strong demand naturally leads to higher ticket pricing.
todavía habrá que dar gracias jaja
si las entradas normales costasen como las de reventa, esas giras no harían soldout
bueno, igual comprarian las entradas los especuladores y Viagogo, pero los conciertos iban a estar medio vacíos
Seguro, así fomentan el FOMO, y si es necesario ponen más entradas a la venta poco a poco, y sino las regalan, para que parezca el Estadio lleno. Win-win.
Poisonblade- Mensajes : 55349
Fecha de inscripción : 06/03/2016
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
¿Cuándo es el primer concierto en el nuevo Bernabeu? veremos que si los dias previos aparecen nuevas entradas magicamente...
Heaven- Mensajes : 5890
Fecha de inscripción : 09/04/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
iba a ser Tay, creo, ella y Duki fueron los únicos anunciados durante un tiempo, pero luego vi una vez en Marca que ya habian anunciado como medio centenar de conciertos alli
Cerpin Taxt- Mensajes : 23513
Fecha de inscripción : 24/12/2018
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Pues en poco mas de 1 mes con esta casposidad debutan...no creo que sea ni a media pista por lo que no podremos comprobar las nuevas capacidades del recinto que aspira a ser el nuevo Güzin o Madison Square Garden de la musica....
Pues venden hasta el tercer anfiteatro....
Pues venden hasta el tercer anfiteatro....
Heaven- Mensajes : 5890
Fecha de inscripción : 09/04/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
¿Toreros con chanclas?
Dani- Mensajes : 44165
Fecha de inscripción : 12/08/2010
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Dani escribió:¿Toreros con chanclas?
El crossover de Toreros Muertos y No me pises que llevo chanclas
Riff- Mensajes : 6172
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Ladylog escribió:¿Pero vosotros de verdad os creéis esas noticias sobre llenazos de 3 fechas del Bernabéu en 10 minutos con entradas a más de 90 €? ¿O que haya miles de personas dispuestas a pagar más de 1000 pavos por ver a Luis Miguel?
Yo no me creo nada.
Las hay, muchas más de las que imaginas.
También hay que entender que soldout no es vender el 100% del aforo para los grupos/promotores.
Si un show es soldout en minutos y durante meses no salen entradas a la venta... cuál es la finalidad de esconderlas?
Que se puede entender si tienes que vender más noches y tal guardarse unas cuantas pero cuando ya está todo anunciado para qué las retienes?
Antes se decía que era la reventa, ahora que directamente pueden poner precio de reventa sin más de manera oficial cuál es la finalidad???
Aparte que si hay gente dispuesta a sobrepagar en reventa.... es que sigues teniendo más oferta que demanda, luego hay gente de sobras que quiere comprar.
Nadie repite en un negocio si no le es rentable. Si no vendes 2 bernabeus.... para qué anuncias un tercero???
Antes era la reventa y ahora son los patrocinadores y gente que va gratis. Claro. Por eso luego vuelves y subes el precio, porque como no vendiste en realidad, a ver si la gente cree que si y le da por comprar a lo que no compraba y más caro.
Seamos serios.
Hay demanda y punto. Y por eso suben los precios, cuando deje de haberla bajarán, como todo.
killerjoe- Mensajes : 5978
Fecha de inscripción : 24/08/2010
Humpty Dumpty- Mensajes : 16471
Fecha de inscripción : 30/01/2019
Re: SE NOS VA EL PRECIO DE LAS ENTRADAS
Parece que Nick tampoco tira lo deseado dicen los chicos de Binaural...
Heaven- Mensajes : 5890
Fecha de inscripción : 09/04/2008
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