Naked Lunch

Mision District, en San Francisco, era el lugar mas caliente de la ciudad, un punto que se extendía hacia el sur repleto de hogares rotos, almacenes y negocios Latinoamericanos. Sus calles eran un lienzo para los “muralistas” y la cuna del famoso “boom” del Latin Rock liderado por Santana. La historia de Naked Lunch es la historia de unos cuantos chicos de Mision Distric, liderados por el genio musical del cantante y guitarrista Abel Zarate, vecinos de Carlos Santana, que cruzaron la línea divisoria cultural en búsqueda de su musa, y la hallaron juntos en un grupo sensacional hoy olvidado: Naked Lunch, unos auténticos pioneros de los que se dio en llamar a finales de los 60´s el Latin Rock. Cuando el grupo salía a escena la gente abarrotaba los locales apretándose contra las paredes, el poder y la intensidad que provenía de los miembros de Naked Lunch era algo increíble en esos años, según los testigos directos que tuvieron la suerte de presenciar sus conciertos en vivo a finales de los 60´s. En 1969, Naked Lunch estaban en la cima de la vanguardia, incluso en San Francisco, el nexo del renacimiento de la contracultura. En ese año grabaron una demo con sus mejores temas, así como a algunas grabaciones en vivo, que debido a la falta de fortuna nunca se llegaron a convertirse en un álbum en su momento, y que se perdieron irremisiblemente para el gran público. En 2008, se produjo el milagro: las grabaciones inéditas del grupo, que se creían perdidas, fueron descubiertas y editadas por vez primera, en CD y vinilo, las únicas grabaciones conocidas del fantástico grupo. Las grabaciones, totalmente inéditas, procedían de una cinta grabadora de bobina olvidada que había sobrevivido a un incendio. Gracias a este golpe de la fortuna, los amantes a la música de todo el mundo al fin pueden comprobar como sonaba la música perdida de un grupo de primer nivel, un grupo que llegó a eclipsar en directo a bandas míticas como , Creedence Clearwater Revival, Black Sabbath, Tower Of Power o al mismísimo Santana. Un grupo que, según se dice, inspiró a Edgar Winter a la hora de componer su famoso hit “Frankesnstein”.
Naked Lunch fue un grupo único, liderado por un músico extraordinario de origen filipino de tan sólo 16 años de edad: Abel Zarate. Un guitarrista excelente y un cantante y compositor nato. Un guitarra con un sonido potente y nítido, de ejecución perfecta y dotado de una técnica depurada para sus16 años años. En su estilo mezclaba la agresividad del adolescente con la delicadeza del músico melódico, mezclando elementos del Rock, Blues y Jazz interpretados con su peculiar forma de tocar, impecable y precisa, con una refinada digitación y una articulación y sincronización perfecta. Abel Zarate, el genio y el principal personaje detrás de Naked Lunch, que componía música cada día en muchísimos estilos diferentes, como un Bach o un Haendel del Rock, poseía una madurez musical poco común ya a los 14 años, semejante a la mostrada por Steve Winwood en Spencer Davis Group unos años antes. Sin embargo, al contrario que Winwood, Zarate nunca se convirtió en un nombre familiar en la historia del Rock. El propio Zarate siempre le echó la culpa de ello a su propia personalidad reservada, orgullosa y terca, y a la reticencia de la industria de la época en apoyar a un artista Asiático. Dos de los principales miembros de Naked Lunch describen la música del grupo de la forma siguiente.

Roy Murray: “Algunos pueden considerar los temas de Naked Lunch anticuados e irrelevantes hoy día, pero esta era la música de vanguardia en 1969, la que se tocaba al otro lado de la calle dónde ensayaba Santana. El sonido de Naked Lunch era el sonido de siete jóvenes adolescentes poniendo todo el corazón y el alma en su música mucho antes que cualquier otro grupo de su mismo estilo.”

Abel Zarate, por su parte, opinaba: “La historia de Naked Lunch festeja la pasión juvenil y el fuego que sólo puede tener lugar en los días de la inocencia. Estos eran nuestros comienzos, cuando intentábamos hacernos valer y afianzarnos en el mundo por primera vez. Aquellos días eran muy divertidos, y la inexperiencia que teníamos como músicos queda superada con corazón, honestidad y honradez. Cuarenta años más tarde, es un auténtico placer poder compartir los momentos musicales que recogen estas grabaciones inéditas que ya creíamos perdidas para siempre. Todos los músicos de inmenso talento con los que toqué en Naked Lunch y Banda de Jesus ocupan un lugar especial en mi corazón. El grupo tenía una auténtica visión musical que siempre miraba hacia el futuro, una visión que creíamos que nunca volvería a ser oída. Los miembros del grupo estarán muy contentos con esta colección de canciones perdidas que se han recuperado del olvido cuando ya creíamos que la música de Naked Lunch se había perdido para siempre en el tiempo.”