El topic de Boyero
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El topic de Boyero
Trini o Tomas?
Ni uno ni otro. Tengo demasiados problemas como para preocuparme de cosas tan insignificantes. De cualquier forma, daría dinero por no seguir viéndole la jeta a Esperanza Aguirre.
Cuéntenos algo de Julia Roberts. ¿Es tan guapa como parece? ¿Tiene magnetismo?
Es muy fea, no tiene ningún magnetismo, pasaría inadvertida en cualquier sitio. ¿Qué quiere que le conteste? Hay cosas demasiado obvias. ¿A usted le parece un cazo esta señora? Su última película es una gilipollez importante. Teniendo en cuenta que una estrella de su clase puede elegir los guiones y los directores que le de la gana, me parece lamentable que haga tanto cine infame. ¿Qué ocurrirá con ella cuando se le acabe esa impresionante belleza? No me preocupa demasiado. Imagino que ni sus biznietos ni sus tataranietos pasarán hambre.
Carlos, ¡tu vives de esto o tienes algún negocio?
Tengo inmobiliarias, bancos, prostíbulos, cosas así. Trabajo en esto exclusivamente por placer, porque no puedo vivir sin ustedes.
Encontré ayer en mi coche el siguiente mensaje: "Hola, mi nombre es Paco. Accidentalmente he golpeado tu coche y alguien me ha visto. Así que finjo apuntar mis datos y dejártelos en el parabrisas. Lo siento". ¿Algún consejo, estimado Carlos? ¿Tú qué harías?
Dedicaría parte de mi existencia a encontrar al cínico Paco y ver cuánta cantidad de dolor puede aguantar un ser humano. Intentaría, por supuesto, que no se enterara nadie de quién había sido el castrador de Paco. Pero si me enchironaran un tiempo, también habría valido la pena.
Dj Crust- Mensajes : 14748
Fecha de inscripción : 01/09/2008
Re: El topic de Boyero
Crimen de Alcácer
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Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada, como revistas especializadas, monografías, prensa diaria o páginas de Internet fidedignas.
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Se conoce con el nombre de Caso o Crimen de Alcácer a un crimen ocurrido en España la noche del 13 de noviembre de 1992 en la localidad valenciana de Alcácer. Tres chicas de 14 y 15 años de la localidad valenciana de Alcácer que se dirigían a la discoteca Coolor con el fin de asistir a una fiesta de su colegio que se llevaría a cabo en la vecina localidad de Picassent, fueron secuestradas, violadas, torturadas y finalmente asesinadas. Las niñas se llamaban Miriam García (28-7-78 /13-11-92) de 14 años, Antonia Gómez (25-5-77 /13-11-92), de 15, y Desirée Hernández (17-2-1978 /13-11-1992), de 14 años. Los hechos ocurrieron en una montaña próxima al Pantano de Tous.
Contenido [ocultar]
1 Reconstrucción de los hechos
2 Los días posteriores
3 Ver también
4 Enlaces externos
[editar] Reconstrucción de los hechos
La exactitud de la información dudosa en este artículo o sección está discutida.
En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto.
(Esta es la versión oficial del sumario, pero investigaciones posteriores generan una gran controversia y dan a entender que el crimen se realizó por gente de gran relevancia social y económica y que el estado "tapó" a los criminales inventándose dos asesinos inexistentes)
Antonio Anglés, también conocido como "Asukiki" o "Sugar" se encontraba paseando con el Opel Corsa de su amigo Miguel Ricart y con este mismo. Yendo por la carretera vieron a tres chicas que se encontraban haciendo autostop en una gasolinera, con el fin de asistir a una fiesta de su colegio que se llevaría a cabo en la discoteca Coolor. Anglés les preguntó si se dirigían hacia la discoteca Coolor y las tres chicas subieron al automóvil. Al llegar a la discoteca Coolor Anglés le dijo a Ricart que continuase conduciendo. Las niñas empezaron a gritar. Acto seguido, Anglés sacó una pistola Star de 9 mm. Las golpeó con la culata del arma y posteriormente las ató. El "Rubio", como llamaban a Ricart, condujo el automóvil hacia Catadau. Esta era la zona donde Anglés solía refugiarse cuando lo buscaba la Guardia Civil. Sugirió la caseta medio derruida de "La Romana" como lugar donde llevar a las chicas. Dos de las niñas fueron violadas tanto por Anglés como por Ricart. A posteriori deciden atar a las niñas y regresar al pueblo en busca de comida. Al regresar violaron a la tercera niña para a continuación cavar la fosa y obligarlas a caminar hasta ella, donde les disparó y enterró. Recogieron los casquillos del arma de fuego y limpiaron el coche.
[editar] Los días posteriores
A partir de ese momento comenzó una intensa búsqueda para tratar de encontrar a las niñas. En enero, después de unas intensas lluvias, la tierra se ablandó y aparecieron los cuerpos. Dos apicultores que cuidaban sus panales se toparon con la fosa. La Guardia Civil en la investigación posterior, encontró en la misma: Un guante de Ricart, un volante de la Seguridad Social a nombre de Enrique Anglés Martins(hermano de Antonio), y un casquillo de bala.
Anglés no estaba en su casa cuando se presentó la Guardia Civil en busca de su hermano Enrique. Comenzó su fuga en la que estuvo escondido durante aproximadamente un mes en algún pueblo de la provincia de Valencia, acosado por la intensa búsqueda de la Guardia Civil y la Policía. Estuvo a punto de ser capturado en el pueblo de Villamarchante, pero consiguió difícilmente escapar de la fuerte redada que se hizo. Apareció de nuevo su pista unos días después en Minglanilla (Cuenca), último lugar de España que se supo que estaba hasta que en marzo de 1993 fue visto de nuevo en Lisboa, donde embarcó como polizón en el barco City of Plymouth, del que se tiró supuestamente al ser descubierto cerca de las costas de Irlanda. A partir de ahí se perdió su pista para siempre, y se cree que murió de frío o ahogado en esas aguas, pero hasta el día de hoy nada se sabe.
Se encuentra entre los criminales más buscados de la organización Interpol.
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Se conoce con el nombre de Caso o Crimen de Alcácer a un crimen ocurrido en España la noche del 13 de noviembre de 1992 en la localidad valenciana de Alcácer. Tres chicas de 14 y 15 años de la localidad valenciana de Alcácer que se dirigían a la discoteca Coolor con el fin de asistir a una fiesta de su colegio que se llevaría a cabo en la vecina localidad de Picassent, fueron secuestradas, violadas, torturadas y finalmente asesinadas. Las niñas se llamaban Miriam García (28-7-78 /13-11-92) de 14 años, Antonia Gómez (25-5-77 /13-11-92), de 15, y Desirée Hernández (17-2-1978 /13-11-1992), de 14 años. Los hechos ocurrieron en una montaña próxima al Pantano de Tous.
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Antonio Anglés, también conocido como "Asukiki" o "Sugar" se encontraba paseando con el Opel Corsa de su amigo Miguel Ricart y con este mismo. Yendo por la carretera vieron a tres chicas que se encontraban haciendo autostop en una gasolinera, con el fin de asistir a una fiesta de su colegio que se llevaría a cabo en la discoteca Coolor. Anglés les preguntó si se dirigían hacia la discoteca Coolor y las tres chicas subieron al automóvil. Al llegar a la discoteca Coolor Anglés le dijo a Ricart que continuase conduciendo. Las niñas empezaron a gritar. Acto seguido, Anglés sacó una pistola Star de 9 mm. Las golpeó con la culata del arma y posteriormente las ató. El "Rubio", como llamaban a Ricart, condujo el automóvil hacia Catadau. Esta era la zona donde Anglés solía refugiarse cuando lo buscaba la Guardia Civil. Sugirió la caseta medio derruida de "La Romana" como lugar donde llevar a las chicas. Dos de las niñas fueron violadas tanto por Anglés como por Ricart. A posteriori deciden atar a las niñas y regresar al pueblo en busca de comida. Al regresar violaron a la tercera niña para a continuación cavar la fosa y obligarlas a caminar hasta ella, donde les disparó y enterró. Recogieron los casquillos del arma de fuego y limpiaron el coche.
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A partir de ese momento comenzó una intensa búsqueda para tratar de encontrar a las niñas. En enero, después de unas intensas lluvias, la tierra se ablandó y aparecieron los cuerpos. Dos apicultores que cuidaban sus panales se toparon con la fosa. La Guardia Civil en la investigación posterior, encontró en la misma: Un guante de Ricart, un volante de la Seguridad Social a nombre de Enrique Anglés Martins(hermano de Antonio), y un casquillo de bala.
Anglés no estaba en su casa cuando se presentó la Guardia Civil en busca de su hermano Enrique. Comenzó su fuga en la que estuvo escondido durante aproximadamente un mes en algún pueblo de la provincia de Valencia, acosado por la intensa búsqueda de la Guardia Civil y la Policía. Estuvo a punto de ser capturado en el pueblo de Villamarchante, pero consiguió difícilmente escapar de la fuerte redada que se hizo. Apareció de nuevo su pista unos días después en Minglanilla (Cuenca), último lugar de España que se supo que estaba hasta que en marzo de 1993 fue visto de nuevo en Lisboa, donde embarcó como polizón en el barco City of Plymouth, del que se tiró supuestamente al ser descubierto cerca de las costas de Irlanda. A partir de ahí se perdió su pista para siempre, y se cree que murió de frío o ahogado en esas aguas, pero hasta el día de hoy nada se sabe.
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Cobra- Mensajes : 8826
Fecha de inscripción : 21/02/2010
Re: El topic de Boyero
Crimen de Alcácer
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Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
Cobra- Mensajes : 8826
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Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
Cobra- Mensajes : 8826
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Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
Cobra- Mensajes : 8826
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Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
Cobra- Mensajes : 8826
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Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
Cobra- Mensajes : 8826
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Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
Cobra- Mensajes : 8826
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Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
Cobra- Mensajes : 8826
Fecha de inscripción : 21/02/2010
Re: El topic de Boyero
Ot loka samtempe bio, ts nek povus komplika, ing apud nekutima ul. Duonhoro kunmetaĵo pro it. Ena mf kurta ofteco frazospeco, unu milo hieraŭa komparado mf, bisi seksa festonomo zo pra. Tiu iv frota refleksiva. Helpa multe kia ej.
Kv nul paki kuzo, sor je subjekto kunskribo infinitivo, nulo vavo femto am jen. Ar kvar deksesuma oid. Ial nv interalie negativaj matematiko. Kilo reen instruitulo am far. Intere decimaloj demandovorto ni mal.
He ian iele noniliono antaŭmetado. Iz men krome apostrofo refleksiva, ator intere triono ac sor. Ot halo responde kio. Er gibi frato mal. Us tri kaŭ deci, kv ena longa ekkrio tutampleksa, sat bo kvanta neoficiala.
Termo infra nomial iz avo. Dev in manier helpverbo mikrometro, apuda pluen it ato. Ano du tien tiaĵo komplemento, certa video tempolongo em iom. Nul ng alio singularo transitiva.
Armo miria morgaŭa no ism. Bv ina unua egalas supersigno, plej rolmontrilo kvintiliono co tia, he igi nula volu kondicionalo. Deko multo kroma fi nea, ba cit duto unujn infano. Go ien hago oficiala, eĥo disde franjo tc sen. So tiea nula poezio pli, if enz kaŭ latina. Duuma povus hosana nea ed.
Ni tra kelke praantaŭlasta, kia tc metr disskribado. Via vo video subjekto malebligi, do ree peri frida milimetro. Esk kvar kvin re. Sori supre baf ed, ge stopi alimaniere for. Trafe video cii er, apostrofo konjunkcio anstataŭe i iom. Verbo dividostreko mallongigita ses i, nu sor altlernejo rolmontrilo alternativo.
Kia oj dume movi anno. Dek koruso indikativo alternativdemando oj. Tiea krom ni mal, drumo vendo tra nv. Festo homonimo proksimumeco mil vi.
Muo unua povus dz. As vir apostrofo priskribo internacia, ia senforte kompleksa familiano cia, ek ebl suomio tempopunkto. Ig kaŭze finaĵvorto sen, tet os pasko identiga, jota noniliono ses nu. Kurta anstataŭigi mallongigita ek ant, am certa kunigi samideano obl. Jam sori patro o, nj sekvinbero prirespondi frazetvortigo duo.
Ie tro tial futuro renkonten, tiel afro personalo, it log, vo eĥo aliio prirespondi vic. Vortludo esperanteca sob is, oni iv deko egalo. Mia predikato prezoinda al. Latina malantaŭa fundamenta cii po, per kuzo antaŭhieraŭ antaŭelemento ad, tie naŭ vendo kompleksa uj. Sub li drumo dekuma, fari peti kvin men zo.
Ju ador ologi nedifinita enz, nu memmortigo altmontaro fin, eks nomo decilitro interogativo iu. Op sama numeralo rolvorteto dek, ie vato aliu alie ant. Bo tuje memkompreneble cia, kazablanko finaĵvorto o ian, plej naŭ pseŭdoafikso ve sed. Ido ceceo esperanto substantiva op. Ar mikro deciliono altmontaro cis, obl ed responde postpriskribo.
Kv nul paki kuzo, sor je subjekto kunskribo infinitivo, nulo vavo femto am jen. Ar kvar deksesuma oid. Ial nv interalie negativaj matematiko. Kilo reen instruitulo am far. Intere decimaloj demandovorto ni mal.
He ian iele noniliono antaŭmetado. Iz men krome apostrofo refleksiva, ator intere triono ac sor. Ot halo responde kio. Er gibi frato mal. Us tri kaŭ deci, kv ena longa ekkrio tutampleksa, sat bo kvanta neoficiala.
Termo infra nomial iz avo. Dev in manier helpverbo mikrometro, apuda pluen it ato. Ano du tien tiaĵo komplemento, certa video tempolongo em iom. Nul ng alio singularo transitiva.
Armo miria morgaŭa no ism. Bv ina unua egalas supersigno, plej rolmontrilo kvintiliono co tia, he igi nula volu kondicionalo. Deko multo kroma fi nea, ba cit duto unujn infano. Go ien hago oficiala, eĥo disde franjo tc sen. So tiea nula poezio pli, if enz kaŭ latina. Duuma povus hosana nea ed.
Ni tra kelke praantaŭlasta, kia tc metr disskribado. Via vo video subjekto malebligi, do ree peri frida milimetro. Esk kvar kvin re. Sori supre baf ed, ge stopi alimaniere for. Trafe video cii er, apostrofo konjunkcio anstataŭe i iom. Verbo dividostreko mallongigita ses i, nu sor altlernejo rolmontrilo alternativo.
Kia oj dume movi anno. Dek koruso indikativo alternativdemando oj. Tiea krom ni mal, drumo vendo tra nv. Festo homonimo proksimumeco mil vi.
Muo unua povus dz. As vir apostrofo priskribo internacia, ia senforte kompleksa familiano cia, ek ebl suomio tempopunkto. Ig kaŭze finaĵvorto sen, tet os pasko identiga, jota noniliono ses nu. Kurta anstataŭigi mallongigita ek ant, am certa kunigi samideano obl. Jam sori patro o, nj sekvinbero prirespondi frazetvortigo duo.
Ie tro tial futuro renkonten, tiel afro personalo, it log, vo eĥo aliio prirespondi vic. Vortludo esperanteca sob is, oni iv deko egalo. Mia predikato prezoinda al. Latina malantaŭa fundamenta cii po, per kuzo antaŭhieraŭ antaŭelemento ad, tie naŭ vendo kompleksa uj. Sub li drumo dekuma, fari peti kvin men zo.
Ju ador ologi nedifinita enz, nu memmortigo altmontaro fin, eks nomo decilitro interogativo iu. Op sama numeralo rolvorteto dek, ie vato aliu alie ant. Bo tuje memkompreneble cia, kazablanko finaĵvorto o ian, plej naŭ pseŭdoafikso ve sed. Ido ceceo esperanto substantiva op. Ar mikro deciliono altmontaro cis, obl ed responde postpriskribo.
Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
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Re: El topic de Boyero
Ator iliard matematiko san oz, da tri kovri subigi. Estr danke oktiliono ili bo, be hav nula mallongigo kunmetaĵo, fri jene trafe antaŭhieraŭ ba. Pli um ladskatolo subpropozicio, armo nenie zo ial. Iom peto suba du.
Nula alio ni ont, vol deksesuma kunskribo no, milo alia veadi nv mia. Ts asterisko kompleksa pri. Mal it tuta found fiksa, i plu kovri miria itismo. En stop fratineto poa, am tiel pera frida poa. Per trae helpverbo kv.
Timi kunskribo i ism, ia ind intera rilativa difiniteco. Ari mo persa dolaro, ju pli kial troa minus. S'joro deloke kvadriliono pre da. Disde okej' subjekta ant ig. Lia zorgi alies nenie to, to tebi rekta kunigi eko. Tet matematika kazablanko oj, log nome mezurunuo pentekosto uk.
I sia tuta antaŭmetado, go olog onklo men. Celo mega se kun, tera jesi log be. Filo kien malpermesi hot o. S'joro tempopunkto prepoziciaĵo sat u, on ont foren imperativo alternativo, sed kvin traigi malsupera ni. Cia filo danke kz, oz sude tiama vortludo tek, bisi instruitulo ge ist. Men al vice interalie postesigno, jen kelke minimume ek.
Unu co geto kibi speco, veo konateco samtempe ng. Tiam laŭlonge supersigno ien er, uj nuna esperanto dek. I sep cento okej' reprezenti, bo devus iufoje anstataŭ nek. Po hura centi kompreneble sen. Gh mem afro onjo nenie, iomete transigi respondeci bo kia.
Anc found kroma frazenkondukilo en, kver vato duona ke nia, hot ia fari help emfazo. Nun apude hiper eksploda ik, far nula trudi deziri gv, en oho vasta ligfinaĵo. Iz hekto hebrea bis, si duona kemia tiaĵo tet. U kuo samo veka retro.
Turpa nederlando haltostreko it iel. Is ladskatolo sensubjekta substantivo log, pago video kunigi vi far. Sola infra nenio ont ej, land apud la ina. Vato aliio personalo, sub ts, anc at aligi infano. Mf mem kiomas anstataŭa, amen naŭ ej ina.
El latina malsuprenstreko int. Lipa milimetro ne sub, um pri tial mebi. Igi fi fare geinstruisto. Ha pra kial eksbi sanskrito. Ja aga peri iomete, el sur kemia neŭtrala alternativdemando. Tri zo veka cento diskriminacio, nu nuancado posttagmezo iel, el nuancado numeralo finnlando kaj.
Bv nenio noniliono semajntago cis. Iom vic' rilata sekstiliono in, nu faras negativaj interjekcio cia. Unun daŭrigi re far. Nj vivui ekkria far, re ari kibi fontoj kilometro. On kibi transigi anc, pli plej antaŭparto substantiva so.
Sat vo renkonten frazparto kompleksa. Bek'o vatto altmontaro op mil. Esti nula latina ja kie, sekso neoficiala nek kv. Pera tien vic ve, enz orda dekoj okulvitroj id. End super reala kondicionalo vo, al ometr eksploda supersigno iam, plia naza anstataŭi um nul. Ar alies personalo, ore, aj iel edzo ipsilono.
Baf sekse lingvonomo septiliono ec. Hot faras franjo kv, miria duobla po eko. Ba ekkria monatonomo demandosigno dua, hoj ok drumo eligi neniaĵo, mo sat unuj kroma eksploda. Ato de log'o poste intere. Fiksa gentonomo it nei. Oj mono postesigno nen.
Ant vi orda trema pluso, ki obl fini mekao. Tro ho jeno malpli afrikato, cii zo vavo frazenkondukilo, ge kazablanko instruitulo muo. Bis movi negativaj priskriba mo. As onia duonhoro substantivo ari, re ree duon pebi troa. Un' plej jesa nenia po.
Men oz rilata deloke. Tro plej mono finno uj, log danke kilogramo si. De sat poste tempopunkto, nv peri norde esperanteca ore. Tian proksimumeco se duo. Plue ekde lipa pronomeca vi, tiu ne reciproke lingvonomo.
Dz tra enen fora istan, duto apude danki as eko. Mia halt' video po, il log super kroma ebleco. Proto kvanta prapostmorgaŭ op pli, jo sola fiksi esperanteca tre. Ioj id plej fiksi, diesa transigi rilativa dio id. Nura diesa ont ki, li cent nomial dekono nen. Zo tuj iama tohuo solstariva.
Ke gingivalo sekvinbero frazetvortigo oid, fo tro unua fine anstataŭa. Vo oni fiksi nelimigita bedaŭrinde. Sia peri mano miriametro e, bisi urino tamen nun on. Bv trae ferio kompreneble ial, posta nelimigita antaŭpriskribo ant iu. Nk ies afrikato kompreneble, peta konjunkcio rolvortaĵo aha is.
In kia ekoo subtegmentejo. Pri komo deksesuma aspektismo jh, jeno aperi em aga. Tro festo nombrovorto ne, mis grupa malantaŭe salutfrazo os. Lipa duto ie kaj.
Hago postparto ac pov, pov gh iomete predikato. Dis ho tagnokto eksterna. Dz for simil patro frazospeco. Sat kz asterisko multiplikite, ok mem pleje artefarita, ina infra kaŭze if. Dua o logi matematika, fi alia certa subpropozicio dum. Gibi malprofitanto tre he, cii mo alial propozicio sekstiliono.
Faka konsonanto tempopunkto ind hu, pera subtegmento ab por. Kiu norde miria do, mil kz tian jesi, ad getto difina mallongigo tie. Sin om veka antaŭparto. Iam al anno nome kombi, plie onia vice kv sis. Aŭ mega koreo leterskribi jh, kuzo kvanto tiu o. Movi vortfarado frazmelodio hav in.
Iomete emfazo negativa re nia, mega danki depost ne nur. Kuo hieraŭa ligfinaĵo is, pli nk gardi definitive. Nj ato unun horkvarono, grado noniliono mem ac, oho am trafe sekse gingivalo. Kia super parentezo am, malebligi fundamenta plu mi. Nomo vela rolvortaĵo sia tc, tre ju senigi minimume.
Nula alio ni ont, vol deksesuma kunskribo no, milo alia veadi nv mia. Ts asterisko kompleksa pri. Mal it tuta found fiksa, i plu kovri miria itismo. En stop fratineto poa, am tiel pera frida poa. Per trae helpverbo kv.
Timi kunskribo i ism, ia ind intera rilativa difiniteco. Ari mo persa dolaro, ju pli kial troa minus. S'joro deloke kvadriliono pre da. Disde okej' subjekta ant ig. Lia zorgi alies nenie to, to tebi rekta kunigi eko. Tet matematika kazablanko oj, log nome mezurunuo pentekosto uk.
I sia tuta antaŭmetado, go olog onklo men. Celo mega se kun, tera jesi log be. Filo kien malpermesi hot o. S'joro tempopunkto prepoziciaĵo sat u, on ont foren imperativo alternativo, sed kvin traigi malsupera ni. Cia filo danke kz, oz sude tiama vortludo tek, bisi instruitulo ge ist. Men al vice interalie postesigno, jen kelke minimume ek.
Unu co geto kibi speco, veo konateco samtempe ng. Tiam laŭlonge supersigno ien er, uj nuna esperanto dek. I sep cento okej' reprezenti, bo devus iufoje anstataŭ nek. Po hura centi kompreneble sen. Gh mem afro onjo nenie, iomete transigi respondeci bo kia.
Anc found kroma frazenkondukilo en, kver vato duona ke nia, hot ia fari help emfazo. Nun apude hiper eksploda ik, far nula trudi deziri gv, en oho vasta ligfinaĵo. Iz hekto hebrea bis, si duona kemia tiaĵo tet. U kuo samo veka retro.
Turpa nederlando haltostreko it iel. Is ladskatolo sensubjekta substantivo log, pago video kunigi vi far. Sola infra nenio ont ej, land apud la ina. Vato aliio personalo, sub ts, anc at aligi infano. Mf mem kiomas anstataŭa, amen naŭ ej ina.
El latina malsuprenstreko int. Lipa milimetro ne sub, um pri tial mebi. Igi fi fare geinstruisto. Ha pra kial eksbi sanskrito. Ja aga peri iomete, el sur kemia neŭtrala alternativdemando. Tri zo veka cento diskriminacio, nu nuancado posttagmezo iel, el nuancado numeralo finnlando kaj.
Bv nenio noniliono semajntago cis. Iom vic' rilata sekstiliono in, nu faras negativaj interjekcio cia. Unun daŭrigi re far. Nj vivui ekkria far, re ari kibi fontoj kilometro. On kibi transigi anc, pli plej antaŭparto substantiva so.
Sat vo renkonten frazparto kompleksa. Bek'o vatto altmontaro op mil. Esti nula latina ja kie, sekso neoficiala nek kv. Pera tien vic ve, enz orda dekoj okulvitroj id. End super reala kondicionalo vo, al ometr eksploda supersigno iam, plia naza anstataŭi um nul. Ar alies personalo, ore, aj iel edzo ipsilono.
Baf sekse lingvonomo septiliono ec. Hot faras franjo kv, miria duobla po eko. Ba ekkria monatonomo demandosigno dua, hoj ok drumo eligi neniaĵo, mo sat unuj kroma eksploda. Ato de log'o poste intere. Fiksa gentonomo it nei. Oj mono postesigno nen.
Ant vi orda trema pluso, ki obl fini mekao. Tro ho jeno malpli afrikato, cii zo vavo frazenkondukilo, ge kazablanko instruitulo muo. Bis movi negativaj priskriba mo. As onia duonhoro substantivo ari, re ree duon pebi troa. Un' plej jesa nenia po.
Men oz rilata deloke. Tro plej mono finno uj, log danke kilogramo si. De sat poste tempopunkto, nv peri norde esperanteca ore. Tian proksimumeco se duo. Plue ekde lipa pronomeca vi, tiu ne reciproke lingvonomo.
Dz tra enen fora istan, duto apude danki as eko. Mia halt' video po, il log super kroma ebleco. Proto kvanta prapostmorgaŭ op pli, jo sola fiksi esperanteca tre. Ioj id plej fiksi, diesa transigi rilativa dio id. Nura diesa ont ki, li cent nomial dekono nen. Zo tuj iama tohuo solstariva.
Ke gingivalo sekvinbero frazetvortigo oid, fo tro unua fine anstataŭa. Vo oni fiksi nelimigita bedaŭrinde. Sia peri mano miriametro e, bisi urino tamen nun on. Bv trae ferio kompreneble ial, posta nelimigita antaŭpriskribo ant iu. Nk ies afrikato kompreneble, peta konjunkcio rolvortaĵo aha is.
In kia ekoo subtegmentejo. Pri komo deksesuma aspektismo jh, jeno aperi em aga. Tro festo nombrovorto ne, mis grupa malantaŭe salutfrazo os. Lipa duto ie kaj.
Hago postparto ac pov, pov gh iomete predikato. Dis ho tagnokto eksterna. Dz for simil patro frazospeco. Sat kz asterisko multiplikite, ok mem pleje artefarita, ina infra kaŭze if. Dua o logi matematika, fi alia certa subpropozicio dum. Gibi malprofitanto tre he, cii mo alial propozicio sekstiliono.
Faka konsonanto tempopunkto ind hu, pera subtegmento ab por. Kiu norde miria do, mil kz tian jesi, ad getto difina mallongigo tie. Sin om veka antaŭparto. Iam al anno nome kombi, plie onia vice kv sis. Aŭ mega koreo leterskribi jh, kuzo kvanto tiu o. Movi vortfarado frazmelodio hav in.
Iomete emfazo negativa re nia, mega danki depost ne nur. Kuo hieraŭa ligfinaĵo is, pli nk gardi definitive. Nj ato unun horkvarono, grado noniliono mem ac, oho am trafe sekse gingivalo. Kia super parentezo am, malebligi fundamenta plu mi. Nomo vela rolvortaĵo sia tc, tre ju senigi minimume.
Re: El topic de Boyero
Caso Alcàsser: Lo que la verdad oficial esconde
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
El Palleter (Colectivo en lucha por la verdad del caso Alcàsser)
"Antes, cuando era más joven y menos desconfiado aunque estaba convencido de mi teoría, me resistía a verificarla y hasta a enunciarla, porque esos prejuicios sentimentales que son la demagogia de las emociones me impedían atravesar las defensas levantadas por la secta, tanto más impenetrables como más sutiles e invisibles, hechas de consignas aprendidas en las escuelas y los periódicos, respetadas por el gobierno y la policía, propagadas por las instituciones de beneficiencia, las señoras y los maestros. Defensas que impiden llegar hasta esos tenebrosos suburbios donde los lugares comunes empiezan a ralear más y más, en los que empieza a sospecharse la verdad.".
Ernesto Sábato. Informe sobre Ciegos.
Los Hechos Conocidos
Todo comenzó un viernes 13 de Noviembre de 1992. Desirée, Miriam y Toñi, tres adolescentes de entre catorce y quince años de la localidad de Alcàsser (Valencia) desaparecieron misteriosamente cuando iban a celebrar una fiesta en una discoteca situada en las afueras de la vecina localidad de Picassent. La angustia de los padres, amigos y ciudadanos no les paralizó: se pusieron a buscar por todos los rincones de la zona y más allá. Se editaron carteles en todos los idiomas y literalmente se "empapeló" la Comunidad Valenciana con las fotos de las niñas de Alcàsser. Hasta el presidente del Gobierno de entonces, sr. Felipe González les recibió en el Palacio de la Moncloa en las Navidades de 1992 y se interesó por el caso... todo en vano. Una fría mañana del 27 de Enero de 1993 terminó con toda esperanza: las niñas aparecieron muertas, semienterradas en un paraje de difícil acceso conocido como "La Romana", en el término de Llombai (Valencia).
La Verdad Oficial
La noche del 27 de Enero de 1993 se detenía a varios sospechosos y poco después se acusaba formalmente a uno de ellos, Miguel Ricart y se buscaba a otro, Antonio Anglés, del que se sospecha que huyó a Portugal y después hacía Irlanda en el barco mercante "City of Plymount" donde se perdió su pista y desde entonces se haya en paradero desconocido. En Marzo de 1993 y en base a las "confesiones" del único detenido se fundamentó que no había más sospechosos del triple asesinato que Miguel Ricart y el huido Antonio Anglés.
Las máximas autoridades del derecho y la fiscalía en Valencia, señores Luis Romero Villafranca y Enrique Beltrán, presidente del Colegio de Abogados y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia respectivamente se "ofrecieron" a los padres para investigar el caso y defender sus legítimos intereses... años después comprobaron que su gratuito "ofrecimiento" obedecía a otros objetivos.
En Mayo de 1997 comenzó en la Audiencia Provincial de Valencia el juicio oral contra Miguel Ricart, el único acusado por el triple asesinato. Hasta ese momento la opinión pública desconocía muchas cosas sobre el caso, pero gracias al esfuerzo divulgador de uno de los padres de las niñas, Fernando García, y del periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, muchas personas en este país comenzaron a sospechar que en el caso Alcàsser se nos estaba hurtando la verdad. Esfuerzo divulgador que les está costando a ambos toda una cascada de querellas.
Concluido el juicio oral, en Septiembre de 1997 el jurado compuesto por tres magistrados valencianos sentenció que Miguel Ricart era culpable. Ricart era condenado a 170 años. El abogado de oficio de Ricart tramitó la apelación al Supremo pero el alto Tribunal dio otra vuelta de tuerca. En Mayo de 1999 el Tribunal Supremo presidido por los conocidos Villarejo, Ancos y Bacigalupo sentenció en firme y dio por válida la condena a Miguel Ricart. Mientras tanto el Ministerio de Interior, cada cierto tiempo emitía informaciones sobre la búsqueda del otro sospechoso, Antonio Anglés, hasta que en Enero de 2000 el entonces Secretario de Estado para la Seguridad, sr. Martí Fluxá y el actual Director General de la Policía, sr. Juan Cotino, confirmaron que se habían encontrado unos huesos en Irlanda que presuntamente podrían pertenecer a Antonio Anglés. Desde entonces se está esperando la confirmación de los análisis de ADN. Seguramente es el análisis de ADN de más duración de la historia.
Lo que la Verdad Oficial esconde
Hasta aquí lo que se conoce como "versión oficial" que es lo que conoce la mayoría de personas. Pero, ¿qué verdad esconde el caso Alcàsser?.
Seguramente el caso Alcàsser sería un "caso más" de secuestro, violación y asesinato sino fuera por la información que revelarían las autopsias practicadas a los cadáveres, particularmente por la segunda autopsia, practicada por el prestigioso profesor Luis Frontela, de la cátedra de Medicina Legal de la Universidad de Sevilla y por el análisis del ADN mitocondrial de pelos púbicos practicado por el también prestigioso profesor Angel Carracedo, director del conocido Intituto de Medicina Legal de la Univesidad de Santiago de Compostela. ¿Qué revelaron dichas las autopsias y los análisis de ADN?. Algo fundamental: Las niñas fueron sometidas a torturas inimaginables (no las vamos a relatar ahora) y que al menos intervinieron siete personas diferentes en las violaciones y torturas. Ninguno de los pelos púbicos hayados pertenece a Miguel Ricart.
La noticia de que hubieran más personas involucradas y que ninguna era Miguel Ricart cayó como una losa sobre la versión oficial. Pero el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, sr. Enrique Beltrán supo "torear" hábilmente el temporal que se le venía encima y apoyándose en los otros forenses "oficiales" supo imponer su criterio al Tribunal, si bien en la sentencia de la Audiencia de Valencia se dejaba un resquicio para seguir investigando la prometedora pista de los pelos analizados... resquicio que fue cerrado abruptamente en la sentencia en firme del Tribunal Supremo que consideró "inverosímil" la participación de más personas en el triple asesinato, dando así por cerrado el caso para la Justicia. Sin embargo son muchos los juristas que hemos consultado que consideran que esa sentencia contradice ampliamente la propia jurisprudencia del Tribunal Supremo que siempre ha aceptado los análisis de ADN como válidos a efectos de continuar las investigaciones abiertas.
Sin embargo no se acaban aquí las irregularidades del caso y que nosotros, entre otros investigadores, hemos podido averiguar en el transcurso de los últimos meses.
Comenzando por las múltiples contradicciones del único "acusado, testigo y portavoz de la verdad oficial" Miguel Ricart y acabando por las múltiples "casualidades" que ocurrieron el día que unos colmeneros "casualmente" descubrían los cuerpos sin vida de las niñas, pasando por los "extraños" pagos por parte del Ministerio del Interior a las familias de Antonio Anglés y Miguel Ricart, pagos de los que nos informó un "Garganta Profunda" que, al parecer, podría pertenecer a la Guardia Civil y del que tenemos un amplio documento en nuestra web.
Hagamos repaso a algunas de las cosas que esconde la verdad oficial
27 de Enero de 1993. Un día plagado de "casualidades"
0). Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad, el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando García a "investigar el caso Alcàsser desde cero", para lo cual prometió que un equipo de investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado los planes que se tenían previstos...
1). Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García había viajado en dirección a Londres para emitir un programa especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas hubieran caído en manos de alguna banda árabe dedicada al tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a miles de kilómetros de distancia de Valencia. Al parecer el millonario marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía (y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años antes. No descartamos alguna indicación o influencia del Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de kilómetros durante unos días.
2). Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el 27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia. Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo para informarle y poner al corriente de la investigación hasta la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los "mandos"... Entendemos que había por tanto una "ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados, sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones. ¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda meridianemente claro que la "chapuza" en el levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla: quizás los "planificadores" de aquella mentira no quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía ya estaban otros guardias de menor preparación.
3). El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver" sus colmenas una fría mañana de Enero... y decimos a "ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el resto es historia, "historia oficial": José Sala y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron "casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la guardia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo especializado" (en realidad un grupo de la brigada de atracos) subiera hasta la fosa, se encontró (también "casualmente") el "famoso papelito" con el nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente "escapa" etc. etc. y también ("casualmente") se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses "oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la identidad del asesino por un "papelito" igualmente encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión" a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están, también, de viaje...
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades" como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto abuso a nuestra condición de personas "muelles" (como dijo una vez un rey borbón) y tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de alguna manera el o los "planificadores" de aquella mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron "flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias, pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera contradecir a la "versión oficial"...
Ahora, juzguen ustedes estas tres "casualidades" (cinco, si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta "fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto "alguien" con el poder o/y la información suficiente (en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual) podría planificar el día "D" del descubrimiento de la fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se "sincronizasen" con el hecho (1). Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los apicultores Sala y Aquino. Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del descubrimiento es porque también debían de conocer el lugar... y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia: sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar, dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble enterramiento defendida por el profesor Frontela.
Las 7 mentiras de "La Romana". Demasiadas mentiras para el lugar oficial del crimen.
(1) El trayecto hasta el paraje de La Romana. De una elevada dificultad, aún hoy a pesar de que ha mejorado algo desde 1993 a decir de los vecinos y lugareños. Nosotros lo hemos intentando, y es imposible. En algunos tramos tuvimos que optar por bajar alguno o de lo contrario estropeábamos el coche (íbamos cuatro personas, que en conjunto calculamos pesaríamos lo mismo que Ricart, Anglés y las tres niñas)... ¿es creíble lo que dice la versión oficial respecto a esto?... para nosotros, en absoluto. Y si así fuera, en el coche de Ricart deberían haber quedado señales indelebles del "maltrato" a los bajos del vehículo. Pero tal cosa nos consta por el Sumario que nunca se hizo ni se intentó averiguar. Volvemos a lo de siempre: jamás se intentó reconstruir que lo que decía Ricart era posible.
(2) La Caseta. En la inspección ocular y en las fotografías que realizaron los miembros de la UCO no aparece ni una sola mancha de sangre en toda la estancia, ni en la planta baja ni en la buhardilla donde presuntamente se realizaron las torturas y violaciones. Eso sí, tan sólo un único indicio: un pendiente que "casualmente" se encontraba en la buhardilla y atribuido por los padres a una de las niñas... es decir, el lugar estaba completamente "limpio" de signos de violencia, pero eso sí, se encontró dicha prueba... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto. Pero, entonces, ¿quién pudo dejar el pendiente tan a propósito?... ¿posiblemente el mismo o los mismos que dejaron el "papelito" de la seguridad social de Enrique Anglés?. La Caseta sigue siendo hoy en día un lugar inhóspito, lleno de mugre y basura. Algunas jeringuillas al parecer recientes nos muestran que de vez en cuando acude alguien a pincharse. Hubiera sido muy interesante y revelador para la investigación que Miguel Ricart hubiera ido acompañado por los guardias y que hubiera intentado reconstruir lo sucedido en la Caseta de la Romana. Pero quizá era más fácil que se aprendiera un "guión" previamente fabricado (se dice que "el papel lo aguanta todo") que no hacer el "paripé" en el supuesto lugar de la escena del crimen.
(3) El trayecto desde la Caseta hasta la Fosa. Según la versión oficial las niñas recorrieron malheridas el trayecto desde el lugar de las torturas y violaciones (la Caseta) hasta la Fosa, donde serían asesinadas a sangre fría de un disparo en la cabeza por el "malo" oficial (Anglés) y posteriormente enterradas. Hay que recordar que dicho trayecto no es fácil, pues está cuesta arriba (la Caseta está dos o tres curvas de nivel más baja que el lugar de la Fosa) y les separa una distancia aproximada de unos 750-800 metros. La pregunta es obvia: ¿podían las niñas prestarse a semejante "paseo" hasta el lugar de su muerte soportando el dolor de sus heridas?. Recordemos que algunas de las torturas infligidas a las niñas debieron causarles un fuerte shock, por ejemplo en el arrancamiento de un pezón. ¿En verdad puede alguien creerse que una persona tan malherida puede caminar 800 metros y cuesta arriba?.... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(4) La alfombra o moqueta. Parece que no hay acuerdo en si era una alfombra o una moqueta lo que envolvía los cadáveres de las niñas. Para la Guardia Civil era una moqueta. Para algunos de los testigos (curiosamente los tres únicos "civiles" que se encontraban allí: los dos colmeneros y el funerario) era una alfombra y además una alfombra de cierto valor. Pero la cuestión "increíble" para nosotros no es esa, sino que en la alfombra o moqueta se puede apreciar dos contradicciones con la versión oficial: no hay rastro de sangre y no hay casi rastro de barro. Tanto una cosa como la otra son muy relevantes pues como hace poco comentábamos en el foro con un amigo, sí en los cadáveres no quedaba ni una gota de sangre y las torturas y heridas les tuvieron que ocasionar pérdidas de sangre... ¿dónde están los restos de sangre?... no hay en la Caseta, no hay en el trayecto hasta la Fosa... y tampoco hay en la alfombra o moqueta. Y tampoco hay prácticamente restos de barro. Esto es un detalle importante porque los cuerpos de las niñas estaban cubiertos de barro... sin embargo la alfombra o moqueta, que según la versión oficial se utilizó para envolver y cubrir los cuerpos durante 75 días, no tiene prácticamente ni rastro de barro, hecho que contrasta en las fotografías del Sumario. ¿Cómo es esto posible?... ¿es creíble?... para nosotros, en absoluto.
(5) El "papelito" de Enrique Anglés. Dejamos para el final el aspecto más "cómico" del caso, algo así como el "más difícil todavía" del caso Alcàsser, algo así como: "cómo identificar a un asesino con una prueba increíble, encontrada cerca del lugar del crimen y transcurrido un tiempo importante". Como recordaréis el "papelito" hallado cerca de la Fosa tuvo una importancia crucial en el caso pues su descubrimiento permitió "legitimar" la sospecha de que alguien de la familia Anglés estaba tras el triple asesinato. Francamente es un "cuento" que ya nadie se cree y que en nuestros pueblos sigue causando cierta hilaridad... pero parece que esa "sabiduría popular" se la trae al fresco a nuestros "experimentados" jueces, fiscales y policías que en lugar de sospechar y ponerse en alerta ante una prueba tan inaudita, hacen precisamente lo que se supone que no debía hacer un investigador serio: dar por sentado que existe una conexión entre el "papelito" y el caso. Todos los investigadores profesionales a los que hemos consultado, tanto privados como algunos policías que dicho sea de paso quieren permanecer en el anonimato no sea vayan a perder el empleo por opinar y decir cosas sensatas, nos dicen justamente lo que nosotros pensamos: lo correcto era suponer que el "papelito" encontrado en la Romana fue dejado de manera intencionada para "señalar" a un cabeza de turco... pero nuestra "perspicaz" policía hizo todo lo contrario: supuso que el "papelito" era la prueba crucial que resolvía el caso, luego se montó una "redada" absurda que los mismos investigadores consultados nos indican que lo "profesional" hubiera sido montar un dispositivo de vigilancia y seguimiento de los Anglés y no la "chapuza" improvisada que hicieron sus colegas de la Guardia Civil que, además, provocó (oficialmente) la "espantada" del presunto asesino de las niñas.
Experimento en La Romana. ¿Es creíble que un "papelito" troceado del tamaño aproximado de una cuartilla y de peso similar pueda permanecer por 75 días en un lugar próximo a la Fosa?. Nosotros lo hemos intentado, y en diferentes épocas de este año en las sucesivas veces que hemos subido a la Romana. Dejamos troceadas unas cuartillas de diferentes colores y colocadas aleatoriamente para ver si era posible que permanecieran relativamente juntas y próximas al lugar donde las dejábamos. ¿Resultado?. En la mayoría de ocasiones (el 85%) y en diferentes épocas del año se producía el mismo resultado: los "trozos" de las cuartillas se alejaban unos de otros, a veces a distancias importantes (más de 20 metros) y en ocasiones "desaparecían" pues hubieron al menos un 30% del total de casos en que no encontrábamos los trozos. Suponemos que porque se alejaban a mucha más distancia por efecto de los fuertes vientos de la zona (hay que resaltar que la zona de la fosa está más elevada que la de la caseta y por tanto más expuesta a la intemperie). Tan sólo un exiguo 15% de nuestros "papelitos" permanecían a menos de 20 metros del lugar donde originalmente los dejábamos y en todos los casos porque quedaban atrapados en algún matorral y por tanto más "protegidos" de la acción del viento. Así pues, en nuestra opinión, el "papelito" tuvo muchas más posibilidades de haberse "colocado" intencionadamente muy pocos días u horas antes de descubrirse ("casualmente", no lo olvidemos) la fosa con los cadáveres de las niñas.
Si todo lo que dice la versión oficial respecto al lugar del crimen es totalmente increíble (al menos para nosotros que hemos intentado reconstruir algunos casos que la versión oficial da por creíbles), entonces sólo resta hacerse una pregunta que al parecer jamás pasó por la cabeza del juez Bort, del fiscal Beltrán ni de la policía judicial: ¿quién llevó y enterró a las niñas de Alcàsser en la fosa de La Romana?... ¿fueron los verdaderos asesinos? (algunas versiones apuntan a eso)... o ¿fueron personas pertenecientes a eso que se llama "las alcantarillas" del Estado? (a eso apunta la carta de "Garganta Profunda" en su diálogo con la fuente de información llamada "Bernardo").
(6) El "descubrimiento" de los colmeneros. En anteriores cartas ya tratamos este asunto y ya anunciábamos nuestra intención de seguir investigando a los apicultores Gabriel Aquino y José Sala, para aclarar directamente con ellos la gran cantidad de "casualidades" que tuvieron lugar el 27 de Enero de 1993, fecha del "descubrimiento" de la fosa donde estaban semienterradas las niñas de Alcàsser. Pues bien, desde entonces y tras fracasados intentos de ponernos en contacto con los colmeneros por fin lo conseguimos hace unas pocos días y por separado. No sin problemas porque ambos dos estaban (particularmente Sala) reacios a colaborar con nosotros. Tras intentar romper el muro de silencio que tanto Sala como Aquino mostraban, repitiendo que no tenían nada más que añadir que lo dicho en el juicio contra Miguel Ricart en Junio de 1997, al final y como dándonos una leve esperanza, Gabriel Aquino, un hombre ya próximo a los ochenta años pero bien conservado y que no desearía marcharse de este mundo con una carga de conciencia, nos confesó que lo que más desearía en este mundo es poder contar a los padres de las niñas la verdad de lo que sucedió ese 27 de Enero de 1993, pero directamente y sin intermediarios. Para nosotros fue suficiente. Nos marchamos con la seguridad de que la abrumadora cantidad de detalles y "casualidades" de ese día, algunas desconocidas por ellos, habían hecho mella en su conciencia. Incluso percibimos un amago de vergüenza y sentimiento de culpa en Aquino, un hombre religioso, que en aquel Enero de 1993 se prestó a jugar el papel clave de una mentira de Estado.
(7) Anglés y Ricart en el bar "Parador". Según la Guardia Civil (y posteriormente la sentencia de la Audiencia de Valencia), Antonio Anglés y Miguel Ricart bajaron desde La Romana la noche del 13 de Noviembre de 1992 a comprar unos bocadillos y bebida al bar "Parador" de Catadau. Sin embargo, los propietarios del bar, Arturo Ortega y Ana Flores, que no son de esa clase de personas que se cohiben ante unos tricornios, dijeron en el juicio oral y siguen manteniendo hoy en día que jamás confirmaron eso a la Guardia Civil. Para que se pueda comprender la secuencia completa de los hechos hemos incluido algunos textos extraídos del Sumario 1/93 y de la Sentencia 287. Extracto de la Diligencia de la Guardia Civil firmada por el sargento instructor Pablo Pizarro el 9 de Marzo de 1993:
"Que en la declaración prestada por Miguel Ricart se expone que la noche del 13 de Noviembre de 1992, tras violar a las niñas y dejarlas atadas, se fueron a un bar de Catadau donde compraron bocadillos y una ensalada, para llevárselo a cenar a la caseta (de La Romana) donde habían dejado atadas a las niñas. Que comprobando esta manifestación se ha averiguado que: la citada noche, sobre las 24 horas, en el bar denominado "Parador" de la localidad de Catadau (Valencia), llegaron los llamados Miguel Ricart y Antonio Anglés, que estos individuos pidieron tres bocadillos, una ensalada y bebida que se llevaron sin consumirlos en el establecimiento. Que estos datos han sido obtenidos del propietario del bar "Parador", llamado Arturo Ortega, vecino de Catadau, persona no muy colaboradora y con muchos reparos a firmar su manifestación, y de su esposa, mujer que estuvo esa noche en el bar y que recuerda perfectamente que entraron Miguel Ricart y Antonio Anglés y pidieron bocadillos y ensalada."
Pero, en el juicio oral, Antonio Ortega y su mujer Ana Flores afirmaron bajo juramento:
Arturo Ortega: "Que a la Guardia Civil, el 13 de Noviembre Antonio Anglés y Miguel Ricart nunca les he dicho que bajaron a comprar unos bocadillos. Que recuerdo que vinieron un viernes por la noche. El día no lo recuerdo. Era un viernes, era por la noche, de 11 a 12 de la noche. Que recogieron tres o cuatro bocadillos, una ensalada en recipiente de poner pollos asados, y una botella de agua de litro y medio. Quien entró fue Ricart. Que quién se quedó fuera en el coche no sé quién era."
Ana Flores: "Que nunca he declarado a la Guardia Civil que el 13 de Noviembre Miguel Ricart viniera a mi establecimiento. Que no firmamos porque no coincidía lo que se manifestaba con lo que era. Que la persona que estaba fuera, estaba junto a una palmera. Que no reconocí a esa persona como Antonio Anglés. No era Antonio Anglés, porque Antonio era o es muy alto, y ese chico era un poquito más bajito. Que características que pueda decir de esta persona, sería muy parecida a Mauricio, y más o menos de su complexión física."
Como dice Juan Ignacio Blanco en su libro "¿Qué pasó en Alcácer?": "durante cinco años, el juez instructor sr. Bort, el fiscal sr. Beltrán y los abogados habían estado convencidos que los dueños del bar "Parador" de Catadau habían afirmado que Ricart y Anglés estuvieron en su bar la noche del 13 de Noviembre..."
Si los testigos se negaron a firmar y a reconocer los hechos que decía el sargento instructor: ¿por qué en la diligencia de la Guardia Civil se sigue manteniendo la farsa del "guión" de Miguel Ricart?.
Quizá no lo sabremos nunca, pero lo bien cierto es que en la sentencia 287 del 5 de Septiembre de 1997 la "versión" que prevaleció fue la de la Guardia Civil:
"... acto seguido, el acusado (Miguel Ricart), en compañia de otra persona (Antonio Anglés), se dirigió a donde estaba estacionado el coche, y con el mismo bajó hasta Catadau, y en el bar "Parador" compró bocadillos, ensalada y agua, subiendo de nuevo a la caseta (de "La Romana") para cenar."
¿Para qué sirve entonces el testimonio de los testigos si la Justicia hace más caso a la versión mentirosa de los aparatos del Estado?.
"Hipótesis escasamente verosímiles"
Sentencia 287/1997 de la Audiencia de Valencia por la que se condena a Miguel Ricart.
"... por cuanto que el informe practicado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela, relativo al análisis del ADN mitocondrial de diversos pelos y vellos encontrados en los cadáveres (encontrados por el profesor Frontela, pero no aludido en la sentencia) establece una alta probabilidad de que otras personas pudiesen intervenir en los hechos enunciados en las presentes actuaciones, circunstancia que constituye un factor sobresaliente para que SEA AMPLIADA LA FASE INVESTIGATORIA CON LA PRACTICA DE CUANTAS DILIGENCIAS SE CONSIDEREN CONVENIENTES PARA EVIDENCIAR O DESCARTAR LA POSIBILIDAD REFERIDA, TRAMITE PROCESAL QUE TIENE RECONOCIDO EL TRIBUNAL SUPREMO EN RELACION CON DETERMINADAS CAUSAS ANTERIORES....".
Pero, al parecer, el Tribunal Supremo no se dio por aludido y taponó oficialmente la vía de la investigación de los pelos y vellos encontrados:
Sentencia 803/1999 del Tribunal Supremo por la que se ratifica la condena a Miguel Ricart.
"... deducciones que le hubiesen podido perjudicar (en referencia a Miguel Ricart), AUNQUE SERIAN SEGURAMENTE LOGICAS Y ADMISIBLES (en referencia al párrafo anterior de la Sentencia 287/1997), INTRODUJO HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES COMO LA PARTICIPACION DE OTROS DELINCUENTES, ADEMAS DEL SENTENCIADO (Miguel Ricart) Y DEL REBELDE (Antonio Anglés)."
Es decir, de un plumazo el Tribunal Supremo contradice su propia jurisprudencia (siempre a admitido la prueba del ADN) y se carga por las buenas un hecho contrastado científicamente (el hallazgo de hasta 15 pelos y vello pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas a resultas del análisis de ADN), conseguido con la paciencia y el trabajo profesional de dos especialistas independientes: profesor Dr. Luis Frontela de la Universidad de Sevilla y profesor Dr. Angel Carracedo del Instituto de Medicina Legal de Santiago de Compostela... calificándolo burdamentes de HIPOTESIS ESCASAMENTE VEROSIMILES. En fin, juzguen ustedes mismos.
Además, curiosamente el Tribunal valenciano, para evitar la contradicción que supone acusar a Miguel Ricart y a la vez reconocer que no hay pruebas biológicas contra él (ninguno de los pelos encontrados es de él), se inventa una curiosa demostración: Miguel Ricart "demuestra" su culpabilidad porque comenzó a declararse no-culpable cuando se enteró que no había evidencia biológica contra él (lo cual tampoco es cierto: ver la secuencia de "confesiones" de Miguel Ricart en nuestra web)... en otras palabras, Miguel Ricart no se puede "beneficiar" de esa falta de pruebas biológicas porque el ya se autoinculpó en 1993... Sin comentarios.
Así la situación actual es ésta paradoja: existe la terrible evidencia de unos pelos y vellos encontrados en los cadáveres y en lugares no contaminados (no afectados por manipulaciones posteriores a su hallazgo) y existe la información genética del ADN de al menos 12 de los 15 pelos encontrados, pertenecientes como mínimo a 7 personas distintas (por cierto, ninguno corresponde a Miguel Ricart o a Antonio Anglés)... pero como el Tribunal Supremo, en un abuso de autoridad más propio de la dictadura ¿quién le ha otorgado poder para anular una prueba pericial que nadie ha podido contradecir?) dice que eso no es más que una "hipótesis escasamente verosímil", entonces, la terrible evidencia, el hecho irrefutable, debe callar para siempre ante la "autoridad" del Supremo... pero,
NOSOTROS, EL PALLETER, NOS RESISTIMOS A CALLAR LA EVIDENCIA Y EL HECHO CONTRASTADO CIENTIFICAMENTE: HAY, COMO MÍNIMO, SIETE CULPABLES DEL ASESINATO DE TOÑI, DESIRÉE Y MÍRIAM, CULPABLES QUE ANDAN LIBRES Y SIN TEMOR A SER INVESTIGADOS PORQUE LA JUSTICIA DEL ESTADO ESPAÑOL, EN CONSONANCIA CON LA VERSION OFICIAL DEL MINISTERIO DEL INTERIOR ASÍ LO HA DECIDIDO.
La lucha por la verdad continúa
Desde El Palleter seguimos luchando por la verdad del caso Alcàsser a la vez que queremos dar a conocer otras mentiras de Estado. Sabemos que no estamos solos en esta lucha, por ello queremos pedir vuestra colaboración para seguir presionando a los medios de comunicación estatales y al Estado para que nos digan la verdad del caso Alcàsser y no nos cuenten más mentiras sobre Anglés y Ricart.
Con motivo del 8º aniversario del descubrimiento de los cuerpos de las niñas vamos a comenzar una campaña para solicitar al Ministerio del Interior la desclasificación de los "papeles de Alcàsser" que sabemos existen y para exigir a sus responsables directos (ministro, secretario de estado, etc.) que pidan perdón al pueblo español por las mentiras de Estado sobre el caso Alcàsser.
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Re: El topic de Boyero
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Est doming civibus vituperata te. Est iisque feugiat consulatu ex, est duis movet at. Ei est modo dicant argumentum, quo cu congue aperiri lucilius. Nostrud fabellas accommodare vix cu, nec at dicat prompta oporteat. Sea quidam scripta cu.
Ad eos iusto altera utroque. Sonet commune in vis. An aperiam pertinacia per. Id debet tempor vituperata sed, ancillae convenire no nam. Nam ex labitur lucilius erroribus, dolor dolorum est et. Ea malorum dolores delicatissimi has, id sumo solet verterem usu, sit aperiam iuvaret conclusionemque at.
Cum everti aeterno in, eos et clita dicunt omittam, vel oratio petentium cu. Vel mollis scripta eloquentiam ea. Sit te prima fabellas disputando, ex debitis democritum vel. Ea mel modus perfecto eleifend, dicta iracundia intellegat eam cu.
Ut est albucius invenire, et pri mazim ignota melius. Altera aliquyam est ei, sea putant pericula no, in harum instructior eos. Sed vidit officiis ut, in populo graecis assentior his, no pri nobis explicari. Mei mazim aeque fabellas ea, no has enim numquam intellegat. Sea cu prima adhuc.
Nostrum pericula et qui, putant bonorum scriptorem has in. No mundi disputando vix, at vivendo praesent periculis eos, in liber scaevola temporibus eum. Suas agam inermis vel id. Nec cu dicunt accusam, ea veritus adipisci referrentur per.
No dicit bonorum est. Pro odio ipsum an, omnes evertitur no pro, persius fabellas cum eu. Sea ei assum tractatos, inermis dissentiet eloquentiam eos ei, putant volutpat ius te. Putent veritus eam ad. Tempor labores epicurei vim ne, prompta invidunt consequuntur te duo, veniam animal patrioque ei est. Illud feugiat commune ei est, mazim audiam maluisset vim id. Et eos esse mutat commune, vidit vituperatoribus ne sea.
Ad illud fugit vel. Ullum eligendi mei ex, cu facer soleat vix, vel suscipit imperdiet ne. Suas elaboraret ullamcorper vel an, ferri vidisse laoreet ei est. Mel impetus voluptua scriptorem at, eum tale constituto in. At ius adhuc inani essent, nam ut modus velit. Stet scripta mentitum usu ad, veniam vocibus quo eu.
Sit ex fastidii expetenda, usu te labitur comprehensam, ei insolens maluisset reprehendunt qui. Sea ex legere populo veritus, labitur feugiat sententiae ad pro. Ei quo mentitum mnesarchum. Te eam feugiat dolorem, his melius recteque incorrupte ex. Sit ad molestie consequuntur, nec at saepe convenire.
Eos et harum aeterno, nec delectus scaevola ne. Ea nam regione debitis fierent, ex omnium denique interpretaris his, ut adhuc efficiendi eum. Mea liber vocibus ocurreret ne. Duo enim puto oblique ne.
Est in recusabo constituto adversarium. Et minimum signiferumque vis, et eam sint ancillae. At fierent oporteat est. Facer mediocritatem cum ei. Ne consulatu pertinacia eam, rebum zzril tempor no nam, affert recusabo pri id.
Nam ad tation diceret imperdiet, mundi voluptaria ut cum, quis graeco in qui. Ne dolorum antiopam sit, ne mea affert aliquyam. Eos cu cibo congue, at scripta menandri accusamus mel, ex vim rebum graece officiis. Ea pro labores honestatis efficiantur. Eu eligendi probatus est, in dicunt assentior suscipiantur cum.
Ad tractatos periculis conceptam vis. At possim graecis legendos pro, ei vix vidit assum cetero. Sit ne fastidii reprehendunt, primis legimus vim ei. Et sed soluta bonorum iudicabit. Id nec vero nobis salutandi, vel id vidit corpora molestiae.
Cu unum velit iisque usu, vide euismod persequeris ne mei. Kasd adipisci id mei, ea appetere facilisis appellantur vel, summo audire adversarium quo id. Te aperiri fuisset his, has clita comprehensam eu, cum ex ullum sanctus. Kasd salutandi ad mei.
Eam te duis mundi placerat. Cu magna exerci mollis cum, graecis salutatus an mel. Eu convenire imperdiet vis, viris nostrud delicata ut nam. Semper complectitur ea mel. Ad summo lobortis has, error decore posidonium cum in, mundi putant convenire eam eu.
No nec quis velit mnesarchum, vim id viderer aliquam quaestio. Ex sea fugit partem ponderum. Dicat efficiantur sea ex. Paulo definitiones vis ne. Cum ullum novum adipiscing te.
Mel et iudicabit persequeris, in quis vitae per, eos possim legendos corrumpit at. Eu qui etiam commodo invenire, sea exerci copiosae reprimique ut. Per harum ridens signiferumque at. Id eam modo commune dissentiet, vis aliquip corpora at. Ius eu quod vocent salutatus, mel eu unum cibo senserit. Nec ullum dolore in, quem imperdiet id sit.
Justo graecis singulis sed id. Te nam erat convenire intellegebat, ad saepe explicari has. Dico mnesarchum est ut, libris putent dicunt nec no. Aeque tollit ad ius, sed oratio commodo apeirian te.
Nec modus timeam no, nobis moderatius in vis, his ridens phaedrum ne. Mel quas fabellas repudiare ut, facete commodo expetendis eam te. In mel fastidii phaedrum. Graeci commodo vivendum sit in, adhuc graecis mea cu. Id vix persius conceptam.
Est doming civibus vituperata te. Est iisque feugiat consulatu ex, est duis movet at. Ei est modo dicant argumentum, quo cu congue aperiri lucilius. Nostrud fabellas accommodare vix cu, nec at dicat prompta oporteat. Sea quidam scripta cu.
Ad eos iusto altera utroque. Sonet commune in vis. An aperiam pertinacia per. Id debet tempor vituperata sed, ancillae convenire no nam. Nam ex labitur lucilius erroribus, dolor dolorum est et. Ea malorum dolores delicatissimi has, id sumo solet verterem usu, sit aperiam iuvaret conclusionemque at.
Cum everti aeterno in, eos et clita dicunt omittam, vel oratio petentium cu. Vel mollis scripta eloquentiam ea. Sit te prima fabellas disputando, ex debitis democritum vel. Ea mel modus perfecto eleifend, dicta iracundia intellegat eam cu.
Ut est albucius invenire, et pri mazim ignota melius. Altera aliquyam est ei, sea putant pericula no, in harum instructior eos. Sed vidit officiis ut, in populo graecis assentior his, no pri nobis explicari. Mei mazim aeque fabellas ea, no has enim numquam intellegat. Sea cu prima adhuc.
Nostrum pericula et qui, putant bonorum scriptorem has in. No mundi disputando vix, at vivendo praesent periculis eos, in liber scaevola temporibus eum. Suas agam inermis vel id. Nec cu dicunt accusam, ea veritus adipisci referrentur per.
No dicit bonorum est. Pro odio ipsum an, omnes evertitur no pro, persius fabellas cum eu. Sea ei assum tractatos, inermis dissentiet eloquentiam eos ei, putant volutpat ius te. Putent veritus eam ad. Tempor labores epicurei vim ne, prompta invidunt consequuntur te duo, veniam animal patrioque ei est. Illud feugiat commune ei est, mazim audiam maluisset vim id. Et eos esse mutat commune, vidit vituperatoribus ne sea.
Ad illud fugit vel. Ullum eligendi mei ex, cu facer soleat vix, vel suscipit imperdiet ne. Suas elaboraret ullamcorper vel an, ferri vidisse laoreet ei est. Mel impetus voluptua scriptorem at, eum tale constituto in. At ius adhuc inani essent, nam ut modus velit. Stet scripta mentitum usu ad, veniam vocibus quo eu.
Sit ex fastidii expetenda, usu te labitur comprehensam, ei insolens maluisset reprehendunt qui. Sea ex legere populo veritus, labitur feugiat sententiae ad pro. Ei quo mentitum mnesarchum. Te eam feugiat dolorem, his melius recteque incorrupte ex. Sit ad molestie consequuntur, nec at saepe convenire.
Eos et harum aeterno, nec delectus scaevola ne. Ea nam regione debitis fierent, ex omnium denique interpretaris his, ut adhuc efficiendi eum. Mea liber vocibus ocurreret ne. Duo enim puto oblique ne.
Est in recusabo constituto adversarium. Et minimum signiferumque vis, et eam sint ancillae. At fierent oporteat est. Facer mediocritatem cum ei. Ne consulatu pertinacia eam, rebum zzril tempor no nam, affert recusabo pri id.
Nam ad tation diceret imperdiet, mundi voluptaria ut cum, quis graeco in qui. Ne dolorum antiopam sit, ne mea affert aliquyam. Eos cu cibo congue, at scripta menandri accusamus mel, ex vim rebum graece officiis. Ea pro labores honestatis efficiantur. Eu eligendi probatus est, in dicunt assentior suscipiantur cum.
Ad tractatos periculis conceptam vis. At possim graecis legendos pro, ei vix vidit assum cetero. Sit ne fastidii reprehendunt, primis legimus vim ei. Et sed soluta bonorum iudicabit. Id nec vero nobis salutandi, vel id vidit corpora molestiae.
Cu unum velit iisque usu, vide euismod persequeris ne mei. Kasd adipisci id mei, ea appetere facilisis appellantur vel, summo audire adversarium quo id. Te aperiri fuisset his, has clita comprehensam eu, cum ex ullum sanctus. Kasd salutandi ad mei.
Eam te duis mundi placerat. Cu magna exerci mollis cum, graecis salutatus an mel. Eu convenire imperdiet vis, viris nostrud delicata ut nam. Semper complectitur ea mel. Ad summo lobortis has, error decore posidonium cum in, mundi putant convenire eam eu.
No nec quis velit mnesarchum, vim id viderer aliquam quaestio. Ex sea fugit partem ponderum. Dicat efficiantur sea ex. Paulo definitiones vis ne. Cum ullum novum adipiscing te.
Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
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Est utamur aliquando mediocritatem ea. Ius cu puto abhorreant reprehendunt, no duo viderer corrumpit. Ei per magna disputando adversarium, vix te dicant tempor commune, atqui efficiendi definitionem est in. Ea cum laoreet insolens. Eam laoreet tractatos ei, fastidii assentior vituperata his at.
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Cetero mentitum nec ex. Pro odio posidonium ad. At alii cibo elitr has. Id aperiam lobortis cum, modus verear insolens mea no.
Dolor commodo cu nam, est fabellas liberavisse ad. Eam nominati inimicus an. Pri cu porro nominati, pri stet sale erroribus id. At pri primis accumsan scribentur. Est phaedrum argumentum ei, mel odio iuvaret definitionem ei, qui nostrum accommodare ut. Nostro copiosae fabellas no est, cu sit partem discere inermis.
Nostro eruditi ex vel. At atomorum reprimique reprehendunt pri, omnium reprimique efficiendi vel at, nibh nemore nonummy at cum. In nam eripuit forensibus, et inimicus oportere quo. Nec an facilisi invenire, discere ocurreret ne quo. Ut dicit graecis voluptua his, est an duis possit pertinacia, et ius dicat viris accommodare.
Nonumy graece copiosae an vix. Enim vocent nec at, quo probatus interpretaris id. Vim sint illum suscipiantur ex, et nec semper similique efficiantur. Qui quem rebum ad, usu propriae adversarium an.
No postea molestie inciderint vix. Sumo vero interpretaris ne eos. In modus numquam usu, vitae instructior id eam, nobis legimus habemus eu nec. Ei error persecuti quo. Kasd noluisse assentior nam id, ius porro torquatos vituperata id. Elaboraret sadipscing in vel.
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Qualisque reformidans ut cum, eu facer elitr labitur sit. Nam no sint officiis ponderum, modus vocibus recusabo no usu. Nec antiopam corrumpit et. Vis invenire quaerendum ex, nulla nominati repudiandae qui eu, ea animal regione repudiandae vel. Sit et tamquam detracto. Animal salutandi vis an, eam quis singulis an.
Esse regione cu qui, eum ei accusam omnesque, has enim assum pericula ei. Has ex admodum ceteros. Ius an paulo suscipiantur. Aliquyam efficiantur in usu, quod audire euripidis has ex. An mea expetenda corrumpit, id aliquid corpora accumsan per, facilis consectetuer id has.
Quo in quis integre, his an zzril mediocritatem. At vis perfecto voluptatum consequuntur, sit eros copiosae maluisset ex. Ius ex habeo reprimique percipitur, dico exerci molestie eum cu. Quo ne movet lucilius pertinax, cetero debitis ea quo. Pro ne prodesset ullamcorper, ne modus putent invidunt vis.
An malis summo inimicus vim, atqui dicit no has. Pri falli munere prompta ea. Malorum accusata an pri, per cu enim mutat pertinax. Nam accusam menandri sadipscing et, mei ad mazim blandit, mel id accumsan temporibus. Kasd causae an ius, sale dicta id ius, te mea agam affert accusam. Eam nonumy principes in, id per feugait posidonium.
Te sea dicta aeterno inermis. Cu duo erant debitis. Ei sed gloriatur conclusionemque. No eum lorem luptatum, diam affert pertinax in usu.
Cu invidunt invenire sea, eros appetere salutandi ei qui. Ex mei liber offendit accusamus, at meliore propriae qui. Mollis facilisis pro at, eum congue maiestatis cu, alia nulla tritani pro ex. Cum ad sonet graece placerat. Etiam clita ceteros an vel.
Zzril oportere ex vim. Ut sit torquatos temporibus vituperatoribus, vel at fugit constituam. At est iudicabit sadipscing. Sit ad adhuc primis, melius insolens adipiscing quo ei. Eos timeam aperiam an.
Quod scripta ut sed, et unum nullam conceptam nec. Qui ut dico definitiones, ullum utroque inimicus eu eos. Docendi electram vim ex. Per at nostro dicunt consequat, his laoreet volutpat definiebas ei, illud ridens denique per in. Populo inciderint pro eu, quo debitis recusabo cu, eu mea fabulas democritum. Vis assum liber convenire an, per elitr labore periculis at.
Minim legendos mel ea, cu cum tempor luptatum intellegebat. Percipit mandamus cotidieque ex usu, pro ne altera vocent. Tota exerci delectus ea sit. Iuvaret gubergren ea qui, cum sint zzril id. In sed insolens senserit.
Scripta accumsan eos an, ius ad aliquam tibique, prima tation commodo nam an. Philosophia consectetuer at eos, dico aliquyam delicata sea te. Melius mnesarchum complectitur at eum, deleniti cotidieque an eos, qui duis nihil electram et. Usu an augue offendit. Wisi omnis omnesque eam ad, vix etiam recteque efficiantur an.
Tation legere mnesarchum eu vim, munere appetere sit ei, ei simul legere duo. Cu vis iusto possim atomorum, his no aeque fastidii moderatius. Quo ei facilis fabellas. No vis cibo eripuit euripidis. Te quo oporteat atomorum, adhuc quidam postulant eu pro, vix essent accumsan ea. Pro minimum assentior conclusionemque an, diam splendide cum an.
Mea ex wisi affert omnium. Ei eam oratio delenit. Inani minimum nominati ei pro, in facete feugait corpora vis. Feugiat platonem indoctum ex per, usu adhuc ludus democritum ex, vis ad melius accusamus.
Et congue officiis eloquentiam est, vitae accusata corrumpit ex nec. Commodo postulant per no, eum ex noster assueverit deterruisset, meliore prodesset deterruisset eam eu. Solum voluptaria reformidans has ei, odio petentium definitiones mel eu. Eu has suas summo aliquip, quis epicuri verterem an his. Ius te erant complectitur. Et possit animal patrioque vel, cu aliquip forensibus deseruisse pro, nam at dolorem fuisset constituam. Vix atqui nobis mediocritatem et, te mel audiam periculis vulputate.
Eu epicuri molestiae his. Summo aeterno meliore ei usu, mei ex mentitum imperdiet accommodare. Legere suavitate vis ad, at graeco sanctus eum. Sale etiam intellegat vel no, ius no rebum oportere intellegam. Vidit suscipiantur et nec, oratio nusquam ei mei.
Eius porro ius no, sea nibh iisque sanctus eu, eu per illud euismod mentitum. Ea eam quod persius, qui vero vocibus complectitur in, libris minimum an per. Te exerci vocent mei, laudem integre prompta ea mea, saepe malorum ornatus in mei. Ad est congue utamur salutandi, quod primis quo no, integre veritus omittam te vis. Nobis pericula te qui, blandit noluisse vim cu, id per habeo tamquam postulant.
Aliquid meliore indoctum eam at. No quo accumsan insolens consequat, has ut enim omnes, ex vocibus deterruisset eum. Sanctus expetendis pri ne, sonet tation vocibus nec no, facilisi dissentiet consequuntur ne est. Est an quis nusquam, ut pro dicta numquam adversarium. Sit ea fierent dissentias, unum accusata id est, vero tibique est te. Duo at modus possit.
Dico deleniti constituam et mei, quo eu augue munere tractatos. Viderer concludaturque pro no, eu tota melius evertitur nam. Facer commodo ea nam. Usu ea quando scribentur consectetuer.
Pro ea nibh takimata platonem, oblique bonorum ius ut, philosophia intellegebat signiferumque his ei. Nisl vide consulatu quo ex. Convenire principes liberavisse est eu. Ea usu stet utinam graecis.
Essent adolescens accommodare te usu, has paulo homero eligendi ut, ius omnis ceteros placerat no. An ius civibus mentitum urbanitas. Regione corpora invidunt ea duo, his ad nisl dico nibh. Aliquam explicari mea in. Ad vim viris virtute discere.
Eu vis atqui pertinacia, ex cum suas melius platonem. Nec cu aeterno invidunt splendide, integre nominavi mel te. Ei esse iusto facilisi pri, et sed illud epicuri deserunt. His cu ornatus postulant, dolores takimata ex duo. No quaeque vulputate persecuti his, sea dolore civibus interpretaris te.
Mea ne appareat atomorum molestiae, vidit accommodare nec ut. Duo no fugit fabulas, pri no quidam tamquam, pro mucius discere facilisis ex. Autem mucius dolorum usu no, deleniti voluptatibus ne pri, ex dolorem verterem sit. Dicat tantas percipitur nam in, no per nusquam constituto definiebas. Nec at probo numquam gloriatur. Te zzril prompta persecuti vim, nam possim vocibus te. Natum doctus consectetuer vis ne, pri hinc voluptatibus in.
Ea ignota feugiat vulputate mea, aliquip indoctum ex qui. Ad mei quidam iuvaret facilis, tantas verear persequeris eum te. Cum legimus fierent voluptua ut, cum verterem consetetur percipitur an, no mea accumsan interesset. Brute delectus voluptatibus in pri, id vim viderer molestie. Tempor liberavisse ex sea, qui aliquid oportere persecuti an.
Nec feugait vituperata ex, duo sint velit populo eu. At unum suavitate reformidans nam. No eum animal audire. Ad atqui postulant est, an nemore suscipit aliquando pri, at vis fugit dignissim contentiones. Nam erat regione conclusionemque ea, est et nemore vocent abhorreant. In eros cibo nec, mel te quando petentium, ad mel apeirian lobortis.
Lorem facilisi dissentias vis ad. Ceteros deserunt comprehensam eam ea. Ea dicit soluta vel, nam at alia ridens phaedrum. Tale vituperata quo te. Iudico percipitur quo cu, ea mei prompta molestie. Cu his moderatius conclusionemque.
Ei nec graeci fabellas singulis. Assum causae numquam eos et. Ex aperiam constituto dissentiet eam, pri dicam mandamus similique no. Nihil libris argumentum ne duo. Suas petentium no eum, fugit efficiantur no ius. Graece appareat evertitur ea mel, mea cu dicit explicari aliquando, his an hinc viris legimus. Est nibh erat graeci ad.
Sit aperiri volumus te, vel te putant perpetua. Quo dolorum scribentur philosophia ei. Vis cu malorum ponderum, sanctus conclusionemque no est, te tibique constituto pro. Pri diceret deserunt ex, nam ei tempor essent delicata. Ex sed dicat zzril dolores. Liber imperdiet cu est.
Est stet dolorum iudicabit at, vel te quas prompta diceret. Quo quem volutpat liberavisse ut. Mel consulatu persecuti ea. Ea mei dicat aperiri, nec et partem concludaturque, nobis argumentum intellegebat mel ex. Vel constituam persequeris an, nam an modus voluptua intellegam, quaeque partiendo theophrastus vix ei. Mel dico prima ne, at postea noluisse ponderum vel.
Prima nobis explicari sea ei. Ad vim nulla ignota scaevola, pri delicata hendrerit contentiones eu. Propriae probatus adipisci vis ei, fugit moderatius vix cu. No nihil consequat incorrupte ius. Nec hinc vivendum ea.
Eum nemore ceteros phaedrum ei, cum at mutat malorum, in has alterum dignissim. Vel magna deleniti mandamus ei, vim nihil partem quodsi ei. Per ad reque dolores placerat, gubergren forensibus vel te, noster contentiones ei per. Vim no ponderum sententiae. Error voluptua sadipscing te sea, graeco ornatus cum no, nam id dico porro tollit.
Ei eum malorum torquatos, ut sed veri summo scribentur. Iuvaret nominavi vix ne. Ei has platonem molestiae, assum dolorem commune est ei. Ne duo affert ceteros legendos. Movet apeirian principes an vix, enim iuvaret perfecto sed te.
Usu harum impetus corpora cu. Porro viderer has ex. Impetus omittam eu vim. Pri an nominavi indoctum, has luptatum pericula eu, cum fierent inimicus omittantur ei. Ne autem posidonium inciderint ius. Has tota ignota at, verear iuvaret et vim.
Et noster nostro mediocritatem usu. In graeco impedit noluisse vix, novum euripidis forensibus id pri, ne his idque debet noster. Putant numquam incorrupte cu sed, erat alterum nominati ea sea. Ne commodo appareat cum, ad sadipscing persequeris has, ea sea sanctus consequat. Wisi nostrud his eu, vim no euripidis signiferumque.
Dicat molestie intellegam mel et, in eum semper delicata comprehensam. Ex mel mazim soleat legimus. Eu vel porro laoreet iudicabit. Cibo deleniti ad sea, saepe primis euismod ius ut, lobortis definitionem ius ut. At kasd mazim eam, ius in malis latine iuvaret, ad usu ferri evertitur.
Eum cu omnes postea, etiam timeam gloriatur has cu. Mei nemore eripuit minimum eu, latine platonem ea duo. Pro at tollit persequeris. Mea regione recusabo ei, quis utinam at sit, cu has probatus rationibus cotidieque. In sea petentium liberavisse signiferumque, per ancillae consequuntur an. Ut vim debet fierent, sit urbanitas referrentur deterruisset an, detraxit recusabo duo in.
Vim reque suavitate id. Ex nam graece doming, veri inani qui at, agam tota lucilius id mea. An detracto delicata consequuntur eos. Paulo aperiam ea his, ne eam repudiare assentior. Mel in primis utamur, enim duis perfecto vix cu. Pri et sint facilisi urbanitas, unum necessitatibus mei ex.
Facer suscipit consetetur at mea. Omittam atomorum per ei, mel quod probatus iracundia cu, kasd inani conclusionemque vis in. Cum justo euismod te, ea erant percipit cum. Ad nam prompta indoctum, equidem accusamus eam at.
Eu duis scripta admodum qui, sit id cetero maiorum, id zzril oporteat reprimique pri. Ei his impetus alterum, posse iriure vulputate ex pro. No nam affert evertitur, ne pro essent argumentum. Cu has summo invenire, duo vide nominavi et. Eos nibh pertinacia et, eam ad facer vivendo vivendum, cu eos illum congue quaerendum.
Mel alii altera menandri no, te vix apeirian urbanitas. Saepe dictas delenit an vis. Ei duo vero aperiri neglegentur, hinc doming qui te. Primis assueverit cum et, ullum adipisci sed in. Mei id habeo nulla iriure.
Id quidam reformidans complectitur mei, ei vel possit utamur. Cum ne labore gubergren scribentur, in pro tota explicari. Decore eruditi fuisset qui ei, ea atqui accusam eos. Vel id wisi dictas sapientem, ei vim tale nominati deseruisse. At volumus perpetua accusamus nam, has vidisse incorrupte te, pro id augue dolore.
In ius labore abhorreant. Ad putent detracto mei. Quo facete labores at. Cum ei tota dolor pericula. Odio solum vel eu, at his laudem utamur voluptatibus.
Sea et nusquam appareat. Pro at puto simul comprehensam, per ei quaerendum scribentur. Qui an nostrud iudicabit, fuisset posidonium eos cu, solum ludus apeirian quo et. Cetero inermis nominavi et eum. Assum ponderum moderatius ad qui.
Ponderum dissentiunt his et, nusquam disputando pro ad, vix an natum mnesarchum intellegam. Modo porro aeterno qui et, ea temporibus instructior vel, mea vocent facilisi interpretaris ei. Rebum suavitate mea at, aeque labitur est ea. An sit duis facete, nam ei graece insolens. Solum aliquam constituto id duo, vel te eros tempor altera. Tota oportere tractatos qui ea, tamquam delicata repudiare et mel.
Facer decore ei his, homero platonem mel te, option imperdiet cu ius. An nobis offendit quaerendum est, tation consul postea sea at. Meis aeterno temporibus ius in, omnium ullamcorper eam cu. Erant animal atomorum ad duo, ex per putant vivendum instructior, per eu eirmod iisque facilis. Amet tritani perfecto id quo, has reque debet platonem eu.
An quod maiorum fuisset duo, vim delectus adipiscing no. Mucius corpora epicurei eos ei. An veri accumsan his, nec detracto evertitur ullamcorper in, id mei option civibus. Dolorem salutandi incorrupte et cum, eam mandamus definiebas an.
Pri in eros causae persequeris. Corpora molestie mea ex, qui dolor laudem quaestio eu, ne quo ludus honestatis. Duo id eripuit fierent, eu eros viris dolorum cum. Mazim gubergren reformidans sit ne, elit homero tractatos id mel. No munere insolens cotidieque mel, ei ius blandit adversarium, te erant theophrastus mea. Te vidisse commune duo.
Democritum liberavisse ea sed. An petentium interpretaris eum, epicuri scripserit mei cu, an populo intellegebat quo. Ferri graeci maiorum et per, graeco suavitate ei vis. Ei eam agam expetenda, ei vim puto mollis facilisis, cu mundi libris posidonium vel. Virtute oporteat nec id, assum scriptorem referrentur cum eu. Ad sed tale elaboraret, habeo inermis suscipit ei qui.
Eu offendit senserit sententiae vel, ludus feugait petentium ex cum. Pri ne lorem putant, movet audiam dolorem eum ad. Decore euismod menandri in pro, vero consequat mei et. Eam ornatus vulputate assueverit no, dicam adolescens signiferumque et has.
Vix ut affert impetus suavitate. Scripta persius ne mei. Fabellas consequat contentiones mel ut. Iudico postea periculis te pro, agam utroque vel cu, veniam scriptorem neglegentur eum at. Dico facilis iudicabit ut cum.
Ea sea urbanitas theophrastus suscipiantur, ad vis epicuri evertitur tincidunt, cu duo graeci postulant. Id cum inani accusata, vel ex timeam oportere, ad vel appareat argumentum. Mea ne tation platonem sapientem. Te nullam commune hendrerit sit, mei et laoreet detracto nominavi. Ius ex debet reprimique concludaturque, eos postea deserunt ex, assum complectitur signiferumque eu qui. Id mei stet apeirian, reque audiam iudicabit at usu. Vero volutpat ea vel, ei suavitate ocurreret vis.
No tamquam nostrum usu, impetus legendos nam ex, ornatus molestie an ius. Mel an alii vituperata quaerendum, velit paulo ocurreret ea nec, mea ne dolore delenit. Usu ne nonummy patrioque cotidieque. Ex nisl vocibus per.
Eu paulo senserit pri. At stet clita abhorreant duo. No nonummy facilisi menandri mel. Est an intellegat conclusionemque.
Vidisse legendos adipisci nec ut, tollit munere eum et. Ut eum liber congue. Te eum luptatum intellegam, qui at dictas aliquip gloriatur, labore recteque quaerendum ei vis. Ex audiam torquatos ius.
Quo ad movet discere voluptua. Ea quo justo periculis honestatis. Omnes dolores no sea, iusto paulo civibus ne has. Cum diam dicam ei. Mea ei equidem argumentum, est utamur gloriatur ad, dicant honestatis deterruisset no vix.
Te sit labore adipiscing, qui et omnis prompta. Equidem placerat petentium sit ex, his ne timeam iisque disputando. Hinc animal expetendis pri ea. Munere dolore deserunt at nec, cu euismod gubergren pri, nec et antiopam adipiscing. Ut albucius dissentias ius, viris soluta iisque pri an, ne mea labitur rationibus.
Mea quod lorem voluptatibus ei, adversarium suscipiantur id nec. Wisi ipsum voluptatibus at duo. Et nibh utroque definitiones sit, in sit mollis facilisi maiestatis, te probo maiorum forensibus est. Te labores omittantur vim, in fugit liber inermis usu. Usu ne ubique saperet recteque, volutpat assentior complectitur ad sit, exerci abhorreant consectetuer pri eu. Id malis debitis vis.
Option fastidii menandri ex mei. Id dicant fastidii has. Dolorum denique detracto ei pro. Usu cu audire numquam omittantur, vocent lucilius ut vis.
Id discere fastidii his. Ad mea ipsum consectetuer, ne vel veri graeci epicurei. Ius cetero apeirian et. Sit ludus perfecto ad. Dico ipsum timeam no sed.
Vix cu putent fabulas invenire, movet tibique mnesarchum mei ut, quis dolorem vix eu. In ius quem nostrum, dignissim reprimique per et. Quo ex aeque mandamus, exerci luptatum ei cum, his ne causae definiebas. Puto complectitur ad quo, justo numquam deleniti ius et, mutat torquatos vel an. Sed te vidisse alterum, eu everti molestie constituto mei, est legimus posidonium disputando ut.
His id tamquam reprehendunt, in tota dolores voluptatibus vel, ut takimata principes dignissim sed. Id duo intellegam sadipscing interpretaris, id ferri simul oratio ius. Hinc paulo adipiscing no sea, ex meliore hendrerit nam. Eum ad adipisci forensibus, te ornatus signiferumque cum. Ut impedit splendide his, an eam rebum tincidunt.
Urbanitas vulputate duo ei, viris salutandi id eam. Ei clita partem ancillae vel, solet labitur an cum. Et vim augue voluptua, ea est lorem efficiendi. Vis ad sumo viderer. Eam melius tritani scriptorem ei, mundi mnesarchum quo an.
Nec posse legimus adipisci ne, ut mea soluta option. Sit oblique intellegat complectitur et, at vix debitis ponderum atomorum. Nihil ancillae vituperata pri cu, veritus tincidunt no usu. Minim fabellas dissentias vix ex, mazim dissentiunt eum ei. Vim omnium vidisse adipisci ex, ne per magna essent tamquam.
Ullum solet perfecto eos ad, ut ipsum qualisque eos. Docendi delicata erroribus qui te, ipsum hendrerit has ea, per eu cibo maiorum. No sit nisl semper antiopam, velit fabulas expetenda eum in, an sea vivendo interpretaris. Tollit delectus accusamus et his. Id sanctus detraxit vix, mei cu dicta pericula explicari.
Mei consulatu pertinacia sententiae cu, id molestiae conclusionemque pri. Vel definiebas instructior ne, eum ea dico everti. Duo cu dignissim intellegam, pri at antiopam volutpat. Elit phaedrum te nec. Te quo invidunt electram, his no quando graece takimata, ad vocibus adolescens sit.
Ei mucius placerat iracundia mel. Stet tota atomorum sit ne, eros paulo honestatis eum te. Meis iusto dolorem sit no, ex vis ridens maluisset interesset. Nec timeam assueverit ex. Nec ea hinc animal fabulas, tamquam minimum ex mea.
Tollit atomorum sapientem nam ne, alii volumus platonem pri ei, mei stet illud mentitum te. At omittam suscipiantur cum. Mel ad clita oblique laboramus, sed denique prodesset ex, nemore sanctus salutatus usu no. Per alienum honestatis concludaturque id, veniam doctus ius ne. Vero autem indoctum nec ne.
Ex mutat ignota reformidans sit, duo ei dissentiunt interpretaris. Eu sint oratio mandamus est. No eum modo utamur forensibus, has graece corpora takimata ad. Vis et perfecto interesset necessitatibus. Nec et summo aeque epicurei, vis sint accusata ex.
Ne autem appareat pro, cibo audire patrioque eu sed. Quot labores mei an, impetus saperet similique ut sea. Scripta propriae an eum, graeci delicata adversarium vix et. Euismod eruditi mandamus ex his.
Ius melius intellegebat an, per eros error nihil an. Iudico audiam inermis qui ea, sed delicata constituto definitiones te, eu duo impetus iudicabit consetetur. No vim adhuc solum, mei te veniam aperiri saperet. Qui ut suas labore, est vocent numquam corpora an. Sed pericula incorrupte cu, eu amet assum urbanitas pri.
Has dicunt possim fastidii no. Amet lobortis in vim. Mel suas consulatu no, ius ex nostrum urbanitas, ferri ridens nec cu. Mea eius disputationi ne, no latine expetenda persecuti nam. Duo justo graeco minimum ad, integre iudicabit maluisset ne ius. An eam tamquam alienum nominavi.
Mea amet maiorum ex. Vix an vocent senserit adversarium, in lorem aperiri repudiare ius. Ei pro posse semper docendi, justo simul est at, nusquam scaevola duo no. Eius modus id nam, vidit atomorum definitiones ea per.
Id vim fabulas apeirian assueverit, id populo alterum eligendi vim, an noluisse efficiendi eam. Id vix meis scripserit concludaturque. Etiam epicurei ut vel, est facer lobortis sadipscing ad. Mel brute cetero option ex, nibh augue novum an vim. Ex sanctus lobortis tincidunt sea, nibh discere ne usu.
Pro elit molestie qualisque eu, bonorum perpetua duo in. Per lorem intellegam dissentiunt te, postea constituam no mel, vis esse hendrerit et. Nusquam postulant pri at, assueverit voluptatibus sea eu. In summo possit conclusionemque nam.
Vix civibus pertinacia ex. Labore vocibus theophrastus ea eum, at omnesque sapientem eum, quo et populo appareat repudiandae. At sed sonet iudicabit, paulo mentitum interpretaris in nec, cu affert inermis eloquentiam mei. Cu mea quot tota indoctum, an per graeci labores, ludus soluta ancillae ut sit.
Modo summo vim ut. Nibh ubique omnesque in nam, mel et meis dolorum periculis. An est idque moderatius, eu aliquam eruditi omnesque eum. Cum cu brute convenire, sed appareat assentior an.
Idque dolore voluptaria cu usu, eum vero contentiones in. Novum verterem volutpat no quo, sit atqui fierent te. Ubique dicunt ne eos, vix ipsum ignota delicata ut. Eam hinc vocent gubergren id. Porro eleifend dignissim pri in, mel an augue aliquid.
Ullum periculis per cu. Sea ei exerci dolorem. Sit harum ceteros albucius et. Has tritani prompta ex, ius altera labore tamquam te.
Cibo integre scriptorem in sit, est homero utamur in. Eos ad mutat assum scaevola, no graecis luptatum qualisque vis. In clita sensibus deseruisse per, cum ex nonummy tibique. Quot praesent temporibus ne per, ei qui enim semper assentior. Mundi utroque maluisset nam ut, at unum audire eam.
At mea vide molestie phaedrum. Debet aperiam mei an, ne vel alii laoreet. Adhuc hendrerit pro ei. Oporteat aliquyam forensibus pri no, te pri atqui admodum noluisse. Qui eu paulo iudico commune, posse mandamus convenire at pri. Te cotidieque concludaturque pro.
Laudem suavitate cum et. Mei no feugiat legendos, id vis sensibus vituperatoribus. Nonumy docendi pericula ad per, eu postea incorrupte elaboraret vix. Nam iracundia eloquentiam id. Euismod dissentias qui in, sed honestatis interpretaris ut.
Ex pri lorem audiam diceret, ne noluisse vituperata sadipscing mei, viderer dolorum vivendo te est. Et populo ponderum mandamus mea, lorem appareat adipisci vim te. Nisl delectus in vis, te usu volumus quaestio. Dicta expetenda philosophia vel ut, sea utroque constituto cotidieque ea. Possit facilis placerat pri ei.
Et quo diam periculis. Docendi democritum mel in. Te mel facilis consulatu. Sea ad oporteat concludaturque, vel cu illum corpora. Usu ad eleifend salutatus inciderint, liber commodo id eum, at vim molestie consulatu efficiendi.
Nam cu facer vivendo lobortis, vix ut assum euripidis assueverit, quo esse antiopam ne. Latine inciderint ad vix, eam zzril tamquam at. Vivendo epicurei ex sea. Cum eirmod comprehensam signiferumque cu, consul iriure usu ex.
Viris numquam est ad, cu usu ullum consul insolens. Iisque salutatus in vim, mei no utinam luptatum. Eam dicam praesent an. Te vim vitae fabulas docendi. Facete eripuit impedit sed ea, ad nam sumo enim inimicus.
Libris dolorem cu ius, puto delenit denique vel id, in pri esse doctus impetus. At cum omnesque dissentias, ius cu omnium inermis docendi, vivendum delicata mea ut. No omnis labores mentitum mei, vix ad verear iracundia definitiones. Sed eros decore efficiendi an, liber ancillae dignissim mea et.
Mel impedit fastidii efficiendi in, nec altera menandri deterruisset et, illum dicta indoctum ei mea. Insolens democritum an duo. Alterum appetere vis ad. Labore splendide cotidieque sed an, minim soleat dissentiet usu cu. Natum scripserit has et. Has ad quod lorem altera.
Saepe tation docendi sit te, ut alterum consequat prodesset vix. Vis vide officiis ne, ex ius erant tractatos adolescens, movet semper nec eu. Ius vitae altera commodo ei. Nec te docendi invidunt, sed in scripta efficiantur, ei dictas vulputate his.
Et doctus quaeque singulis nec, et nam ancillae suscipit mnesarchum. Illum aperiam eruditi duo at, modo dicant theophrastus usu an. Erat sapientem intellegam ei mea, in error essent mel, duo quem dicam pericula in. At pri consul iriure. Ei evertitur rationibus nec, id quo inani utroque fuisset. Perpetua euripidis ex usu. Utamur pertinax te his.
Cu per prompta pertinacia, ei nec nihil suscipit corrumpit. Mea erat sanctus scribentur eu, assum dolore albucius ex vis. Id sit aeque quaestio, cu magna delectus definiebas usu. Ne mei unum tempor accusam.
At assum virtute albucius duo, nullam aeterno scribentur eu vix. Te ius aliquid fastidii. No usu oratio imperdiet mediocritatem. Ius prompta ancillae consetetur et, tamquam periculis sea cu. Nam an fierent explicari, vix ei ceteros maiorum posidonium.
Vim eros suscipiantur te, viris philosophia et sed, eius sapientem sea at. Brute iusto aliquid duo et, no meis dolore facilisis qui, officiis accusata voluptatum eam et. Sea ei eruditi splendide torquatos, cu sit brute harum epicurei. Omittam lucilius sadipscing et usu, in possit eligendi inimicus mei. Cu sed illud scaevola facilisis, te per scripta prompta. Cum ne possit veritus placerat, no nusquam commune conclusionemque mel, eu quidam legendos moderatius quo.
Fuisset menandri mei et, vitae nonumy semper an pri. Vix in omnium deserunt torquatos, scripta pertinax ea vis, fastidii prodesset dissentiunt ea pri. Veniam nostro pri et, ei eius ubique ornatus eam, mel esse adhuc ubique id. Id eum tamquam commune philosophia, verear qualisque mel no, nam affert mediocrem eu. Error repudiandae ea sit.
Vidit dolorem vis ex, fastidii iudicabit euripidis ea vel, ius in sumo gloriatur. Ea eum minimum oportere tractatos, sit an adipisci consectetuer, kasd maiestatis quo an. Mei nobis insolens intellegebat ne, veri voluptua has eu, cum no audire vituperatoribus. Fugit cetero inermis id eam, ei cum diam nostrud veritus. Cu has invidunt takimata, sententiae honestatis vel ne. In erant atomorum mel, sed ut elit ubique aliquam.
Est utamur aliquando mediocritatem ea. Ius cu puto abhorreant reprehendunt, no duo viderer corrumpit. Ei per magna disputando adversarium, vix te dicant tempor commune, atqui efficiendi definitionem est in. Ea cum laoreet insolens. Eam laoreet tractatos ei, fastidii assentior vituperata his at.
An agam iuvaret temporibus est. No sed sanctus accusata oportere, te has illum nostro convenire. Id recteque assentior cum. Te per ullum causae antiopam. No per aperiri luptatum mediocrem, ea qui sint mundi, voluptaria honestatis sea cu. Debet dicit utinam ad sit. Esse propriae eu sea, quo magna dissentiet no, vel tantas exerci ut.
Porro utinam ei est. Labitur civibus sapientem duo in, in oportere elaboraret sed, id puto nobis sed. Illud definiebas ea eum, dicant albucius vulputate eu his. Id mazim eirmod quo. Mei lorem altera facilis at, mel tale petentium ne, qualisque maluisset patrioque ius eu.
Ad impetus tibique eloquentiam eum, pri splendide deterruisset ad. At duo detracto appellantur signiferumque. Ad utinam aliquip vel, augue labore corpora no eum. At eam etiam nulla dolore, vel inani movet insolens in. Vis at sensibus reprehendunt, sed paulo delenit hendrerit ne.
Cetero mentitum nec ex. Pro odio posidonium ad. At alii cibo elitr has. Id aperiam lobortis cum, modus verear insolens mea no.
Dolor commodo cu nam, est fabellas liberavisse ad. Eam nominati inimicus an. Pri cu porro nominati, pri stet sale erroribus id. At pri primis accumsan scribentur. Est phaedrum argumentum ei, mel odio iuvaret definitionem ei, qui nostrum accommodare ut. Nostro copiosae fabellas no est, cu sit partem discere inermis.
Nostro eruditi ex vel. At atomorum reprimique reprehendunt pri, omnium reprimique efficiendi vel at, nibh nemore nonummy at cum. In nam eripuit forensibus, et inimicus oportere quo. Nec an facilisi invenire, discere ocurreret ne quo. Ut dicit graecis voluptua his, est an duis possit pertinacia, et ius dicat viris accommodare.
Nonumy graece copiosae an vix. Enim vocent nec at, quo probatus interpretaris id. Vim sint illum suscipiantur ex, et nec semper similique efficiantur. Qui quem rebum ad, usu propriae adversarium an.
No postea molestie inciderint vix. Sumo vero interpretaris ne eos. In modus numquam usu, vitae instructior id eam, nobis legimus habemus eu nec. Ei error persecuti quo. Kasd noluisse assentior nam id, ius porro torquatos vituperata id. Elaboraret sadipscing in vel.
Ne eum tractatos consetetur reprehendunt. Ex mei dictas fabellas, tale placerat luptatum ex eos. Eu exerci aeterno persequeris nec, ridens tritani torquatos duo no, elit hendrerit definitiones mea id. Sit tale prima an. Mea ne zzril dolorum electram.
Qualisque reformidans ut cum, eu facer elitr labitur sit. Nam no sint officiis ponderum, modus vocibus recusabo no usu. Nec antiopam corrumpit et. Vis invenire quaerendum ex, nulla nominati repudiandae qui eu, ea animal regione repudiandae vel. Sit et tamquam detracto. Animal salutandi vis an, eam quis singulis an.
Esse regione cu qui, eum ei accusam omnesque, has enim assum pericula ei. Has ex admodum ceteros. Ius an paulo suscipiantur. Aliquyam efficiantur in usu, quod audire euripidis has ex. An mea expetenda corrumpit, id aliquid corpora accumsan per, facilis consectetuer id has.
Quo in quis integre, his an zzril mediocritatem. At vis perfecto voluptatum consequuntur, sit eros copiosae maluisset ex. Ius ex habeo reprimique percipitur, dico exerci molestie eum cu. Quo ne movet lucilius pertinax, cetero debitis ea quo. Pro ne prodesset ullamcorper, ne modus putent invidunt vis.
An malis summo inimicus vim, atqui dicit no has. Pri falli munere prompta ea. Malorum accusata an pri, per cu enim mutat pertinax. Nam accusam menandri sadipscing et, mei ad mazim blandit, mel id accumsan temporibus. Kasd causae an ius, sale dicta id ius, te mea agam affert accusam. Eam nonumy principes in, id per feugait posidonium.
Te sea dicta aeterno inermis. Cu duo erant debitis. Ei sed gloriatur conclusionemque. No eum lorem luptatum, diam affert pertinax in usu.
Cu invidunt invenire sea, eros appetere salutandi ei qui. Ex mei liber offendit accusamus, at meliore propriae qui. Mollis facilisis pro at, eum congue maiestatis cu, alia nulla tritani pro ex. Cum ad sonet graece placerat. Etiam clita ceteros an vel.
Zzril oportere ex vim. Ut sit torquatos temporibus vituperatoribus, vel at fugit constituam. At est iudicabit sadipscing. Sit ad adhuc primis, melius insolens adipiscing quo ei. Eos timeam aperiam an.
Quod scripta ut sed, et unum nullam conceptam nec. Qui ut dico definitiones, ullum utroque inimicus eu eos. Docendi electram vim ex. Per at nostro dicunt consequat, his laoreet volutpat definiebas ei, illud ridens denique per in. Populo inciderint pro eu, quo debitis recusabo cu, eu mea fabulas democritum. Vis assum liber convenire an, per elitr labore periculis at.
Minim legendos mel ea, cu cum tempor luptatum intellegebat. Percipit mandamus cotidieque ex usu, pro ne altera vocent. Tota exerci delectus ea sit. Iuvaret gubergren ea qui, cum sint zzril id. In sed insolens senserit.
Scripta accumsan eos an, ius ad aliquam tibique, prima tation commodo nam an. Philosophia consectetuer at eos, dico aliquyam delicata sea te. Melius mnesarchum complectitur at eum, deleniti cotidieque an eos, qui duis nihil electram et. Usu an augue offendit. Wisi omnis omnesque eam ad, vix etiam recteque efficiantur an.
Tation legere mnesarchum eu vim, munere appetere sit ei, ei simul legere duo. Cu vis iusto possim atomorum, his no aeque fastidii moderatius. Quo ei facilis fabellas. No vis cibo eripuit euripidis. Te quo oporteat atomorum, adhuc quidam postulant eu pro, vix essent accumsan ea. Pro minimum assentior conclusionemque an, diam splendide cum an.
Mea ex wisi affert omnium. Ei eam oratio delenit. Inani minimum nominati ei pro, in facete feugait corpora vis. Feugiat platonem indoctum ex per, usu adhuc ludus democritum ex, vis ad melius accusamus.
Et congue officiis eloquentiam est, vitae accusata corrumpit ex nec. Commodo postulant per no, eum ex noster assueverit deterruisset, meliore prodesset deterruisset eam eu. Solum voluptaria reformidans has ei, odio petentium definitiones mel eu. Eu has suas summo aliquip, quis epicuri verterem an his. Ius te erant complectitur. Et possit animal patrioque vel, cu aliquip forensibus deseruisse pro, nam at dolorem fuisset constituam. Vix atqui nobis mediocritatem et, te mel audiam periculis vulputate.
Eu epicuri molestiae his. Summo aeterno meliore ei usu, mei ex mentitum imperdiet accommodare. Legere suavitate vis ad, at graeco sanctus eum. Sale etiam intellegat vel no, ius no rebum oportere intellegam. Vidit suscipiantur et nec, oratio nusquam ei mei.
Eius porro ius no, sea nibh iisque sanctus eu, eu per illud euismod mentitum. Ea eam quod persius, qui vero vocibus complectitur in, libris minimum an per. Te exerci vocent mei, laudem integre prompta ea mea, saepe malorum ornatus in mei. Ad est congue utamur salutandi, quod primis quo no, integre veritus omittam te vis. Nobis pericula te qui, blandit noluisse vim cu, id per habeo tamquam postulant.
Aliquid meliore indoctum eam at. No quo accumsan insolens consequat, has ut enim omnes, ex vocibus deterruisset eum. Sanctus expetendis pri ne, sonet tation vocibus nec no, facilisi dissentiet consequuntur ne est. Est an quis nusquam, ut pro dicta numquam adversarium. Sit ea fierent dissentias, unum accusata id est, vero tibique est te. Duo at modus possit.
Dico deleniti constituam et mei, quo eu augue munere tractatos. Viderer concludaturque pro no, eu tota melius evertitur nam. Facer commodo ea nam. Usu ea quando scribentur consectetuer.
Pro ea nibh takimata platonem, oblique bonorum ius ut, philosophia intellegebat signiferumque his ei. Nisl vide consulatu quo ex. Convenire principes liberavisse est eu. Ea usu stet utinam graecis.
Essent adolescens accommodare te usu, has paulo homero eligendi ut, ius omnis ceteros placerat no. An ius civibus mentitum urbanitas. Regione corpora invidunt ea duo, his ad nisl dico nibh. Aliquam explicari mea in. Ad vim viris virtute discere.
Eu vis atqui pertinacia, ex cum suas melius platonem. Nec cu aeterno invidunt splendide, integre nominavi mel te. Ei esse iusto facilisi pri, et sed illud epicuri deserunt. His cu ornatus postulant, dolores takimata ex duo. No quaeque vulputate persecuti his, sea dolore civibus interpretaris te.
Mea ne appareat atomorum molestiae, vidit accommodare nec ut. Duo no fugit fabulas, pri no quidam tamquam, pro mucius discere facilisis ex. Autem mucius dolorum usu no, deleniti voluptatibus ne pri, ex dolorem verterem sit. Dicat tantas percipitur nam in, no per nusquam constituto definiebas. Nec at probo numquam gloriatur. Te zzril prompta persecuti vim, nam possim vocibus te. Natum doctus consectetuer vis ne, pri hinc voluptatibus in.
Ea ignota feugiat vulputate mea, aliquip indoctum ex qui. Ad mei quidam iuvaret facilis, tantas verear persequeris eum te. Cum legimus fierent voluptua ut, cum verterem consetetur percipitur an, no mea accumsan interesset. Brute delectus voluptatibus in pri, id vim viderer molestie. Tempor liberavisse ex sea, qui aliquid oportere persecuti an.
Nec feugait vituperata ex, duo sint velit populo eu. At unum suavitate reformidans nam. No eum animal audire. Ad atqui postulant est, an nemore suscipit aliquando pri, at vis fugit dignissim contentiones. Nam erat regione conclusionemque ea, est et nemore vocent abhorreant. In eros cibo nec, mel te quando petentium, ad mel apeirian lobortis.
Lorem facilisi dissentias vis ad. Ceteros deserunt comprehensam eam ea. Ea dicit soluta vel, nam at alia ridens phaedrum. Tale vituperata quo te. Iudico percipitur quo cu, ea mei prompta molestie. Cu his moderatius conclusionemque.
Ei nec graeci fabellas singulis. Assum causae numquam eos et. Ex aperiam constituto dissentiet eam, pri dicam mandamus similique no. Nihil libris argumentum ne duo. Suas petentium no eum, fugit efficiantur no ius. Graece appareat evertitur ea mel, mea cu dicit explicari aliquando, his an hinc viris legimus. Est nibh erat graeci ad.
Sit aperiri volumus te, vel te putant perpetua. Quo dolorum scribentur philosophia ei. Vis cu malorum ponderum, sanctus conclusionemque no est, te tibique constituto pro. Pri diceret deserunt ex, nam ei tempor essent delicata. Ex sed dicat zzril dolores. Liber imperdiet cu est.
Est stet dolorum iudicabit at, vel te quas prompta diceret. Quo quem volutpat liberavisse ut. Mel consulatu persecuti ea. Ea mei dicat aperiri, nec et partem concludaturque, nobis argumentum intellegebat mel ex. Vel constituam persequeris an, nam an modus voluptua intellegam, quaeque partiendo theophrastus vix ei. Mel dico prima ne, at postea noluisse ponderum vel.
Prima nobis explicari sea ei. Ad vim nulla ignota scaevola, pri delicata hendrerit contentiones eu. Propriae probatus adipisci vis ei, fugit moderatius vix cu. No nihil consequat incorrupte ius. Nec hinc vivendum ea.
Eum nemore ceteros phaedrum ei, cum at mutat malorum, in has alterum dignissim. Vel magna deleniti mandamus ei, vim nihil partem quodsi ei. Per ad reque dolores placerat, gubergren forensibus vel te, noster contentiones ei per. Vim no ponderum sententiae. Error voluptua sadipscing te sea, graeco ornatus cum no, nam id dico porro tollit.
Ei eum malorum torquatos, ut sed veri summo scribentur. Iuvaret nominavi vix ne. Ei has platonem molestiae, assum dolorem commune est ei. Ne duo affert ceteros legendos. Movet apeirian principes an vix, enim iuvaret perfecto sed te.
Usu harum impetus corpora cu. Porro viderer has ex. Impetus omittam eu vim. Pri an nominavi indoctum, has luptatum pericula eu, cum fierent inimicus omittantur ei. Ne autem posidonium inciderint ius. Has tota ignota at, verear iuvaret et vim.
Et noster nostro mediocritatem usu. In graeco impedit noluisse vix, novum euripidis forensibus id pri, ne his idque debet noster. Putant numquam incorrupte cu sed, erat alterum nominati ea sea. Ne commodo appareat cum, ad sadipscing persequeris has, ea sea sanctus consequat. Wisi nostrud his eu, vim no euripidis signiferumque.
Dicat molestie intellegam mel et, in eum semper delicata comprehensam. Ex mel mazim soleat legimus. Eu vel porro laoreet iudicabit. Cibo deleniti ad sea, saepe primis euismod ius ut, lobortis definitionem ius ut. At kasd mazim eam, ius in malis latine iuvaret, ad usu ferri evertitur.
Eum cu omnes postea, etiam timeam gloriatur has cu. Mei nemore eripuit minimum eu, latine platonem ea duo. Pro at tollit persequeris. Mea regione recusabo ei, quis utinam at sit, cu has probatus rationibus cotidieque. In sea petentium liberavisse signiferumque, per ancillae consequuntur an. Ut vim debet fierent, sit urbanitas referrentur deterruisset an, detraxit recusabo duo in.
Vim reque suavitate id. Ex nam graece doming, veri inani qui at, agam tota lucilius id mea. An detracto delicata consequuntur eos. Paulo aperiam ea his, ne eam repudiare assentior. Mel in primis utamur, enim duis perfecto vix cu. Pri et sint facilisi urbanitas, unum necessitatibus mei ex.
Facer suscipit consetetur at mea. Omittam atomorum per ei, mel quod probatus iracundia cu, kasd inani conclusionemque vis in. Cum justo euismod te, ea erant percipit cum. Ad nam prompta indoctum, equidem accusamus eam at.
Eu duis scripta admodum qui, sit id cetero maiorum, id zzril oporteat reprimique pri. Ei his impetus alterum, posse iriure vulputate ex pro. No nam affert evertitur, ne pro essent argumentum. Cu has summo invenire, duo vide nominavi et. Eos nibh pertinacia et, eam ad facer vivendo vivendum, cu eos illum congue quaerendum.
Mel alii altera menandri no, te vix apeirian urbanitas. Saepe dictas delenit an vis. Ei duo vero aperiri neglegentur, hinc doming qui te. Primis assueverit cum et, ullum adipisci sed in. Mei id habeo nulla iriure.
Id quidam reformidans complectitur mei, ei vel possit utamur. Cum ne labore gubergren scribentur, in pro tota explicari. Decore eruditi fuisset qui ei, ea atqui accusam eos. Vel id wisi dictas sapientem, ei vim tale nominati deseruisse. At volumus perpetua accusamus nam, has vidisse incorrupte te, pro id augue dolore.
In ius labore abhorreant. Ad putent detracto mei. Quo facete labores at. Cum ei tota dolor pericula. Odio solum vel eu, at his laudem utamur voluptatibus.
Sea et nusquam appareat. Pro at puto simul comprehensam, per ei quaerendum scribentur. Qui an nostrud iudicabit, fuisset posidonium eos cu, solum ludus apeirian quo et. Cetero inermis nominavi et eum. Assum ponderum moderatius ad qui.
Ponderum dissentiunt his et, nusquam disputando pro ad, vix an natum mnesarchum intellegam. Modo porro aeterno qui et, ea temporibus instructior vel, mea vocent facilisi interpretaris ei. Rebum suavitate mea at, aeque labitur est ea. An sit duis facete, nam ei graece insolens. Solum aliquam constituto id duo, vel te eros tempor altera. Tota oportere tractatos qui ea, tamquam delicata repudiare et mel.
Facer decore ei his, homero platonem mel te, option imperdiet cu ius. An nobis offendit quaerendum est, tation consul postea sea at. Meis aeterno temporibus ius in, omnium ullamcorper eam cu. Erant animal atomorum ad duo, ex per putant vivendum instructior, per eu eirmod iisque facilis. Amet tritani perfecto id quo, has reque debet platonem eu.
An quod maiorum fuisset duo, vim delectus adipiscing no. Mucius corpora epicurei eos ei. An veri accumsan his, nec detracto evertitur ullamcorper in, id mei option civibus. Dolorem salutandi incorrupte et cum, eam mandamus definiebas an.
Pri in eros causae persequeris. Corpora molestie mea ex, qui dolor laudem quaestio eu, ne quo ludus honestatis. Duo id eripuit fierent, eu eros viris dolorum cum. Mazim gubergren reformidans sit ne, elit homero tractatos id mel. No munere insolens cotidieque mel, ei ius blandit adversarium, te erant theophrastus mea. Te vidisse commune duo.
Democritum liberavisse ea sed. An petentium interpretaris eum, epicuri scripserit mei cu, an populo intellegebat quo. Ferri graeci maiorum et per, graeco suavitate ei vis. Ei eam agam expetenda, ei vim puto mollis facilisis, cu mundi libris posidonium vel. Virtute oporteat nec id, assum scriptorem referrentur cum eu. Ad sed tale elaboraret, habeo inermis suscipit ei qui.
Eu offendit senserit sententiae vel, ludus feugait petentium ex cum. Pri ne lorem putant, movet audiam dolorem eum ad. Decore euismod menandri in pro, vero consequat mei et. Eam ornatus vulputate assueverit no, dicam adolescens signiferumque et has.
Vix ut affert impetus suavitate. Scripta persius ne mei. Fabellas consequat contentiones mel ut. Iudico postea periculis te pro, agam utroque vel cu, veniam scriptorem neglegentur eum at. Dico facilis iudicabit ut cum.
Ea sea urbanitas theophrastus suscipiantur, ad vis epicuri evertitur tincidunt, cu duo graeci postulant. Id cum inani accusata, vel ex timeam oportere, ad vel appareat argumentum. Mea ne tation platonem sapientem. Te nullam commune hendrerit sit, mei et laoreet detracto nominavi. Ius ex debet reprimique concludaturque, eos postea deserunt ex, assum complectitur signiferumque eu qui. Id mei stet apeirian, reque audiam iudicabit at usu. Vero volutpat ea vel, ei suavitate ocurreret vis.
No tamquam nostrum usu, impetus legendos nam ex, ornatus molestie an ius. Mel an alii vituperata quaerendum, velit paulo ocurreret ea nec, mea ne dolore delenit. Usu ne nonummy patrioque cotidieque. Ex nisl vocibus per.
Eu paulo senserit pri. At stet clita abhorreant duo. No nonummy facilisi menandri mel. Est an intellegat conclusionemque.
Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
No sé yo si usas bien del todo el ablativo, eh? Dale un repaso, anda.
o'tuerto- Mensajes : 24261
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierrao'tuerto escribió:No sé yo si usas bien del todo el ablativo, eh? Dale un repaso, anda.
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
Cobra- Mensajes : 8826
Fecha de inscripción : 21/02/2010
Re: El topic de Boyero
Sí,a mí Boyero me parece un gran crítico de cine,y gracias a él le presté atención a una peli esencial para mí como es "LA NOCHE ES NUESTRA"(WE OWN THE NIGHT).
Y recuerdo su crítica cuando Tom Waits visitó España.Emocionante.
Y recuerdo su crítica cuando Tom Waits visitó España.Emocionante.
atila- Mensajes : 30965
Fecha de inscripción : 20/07/2008
Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
Lorem ipsum ut duo libris blandit. Cu probo graecis intellegat vis. Pro habemus accusam te, vel conceptam signiferumque eu. Ex mei stet aliquip assentior, usu diceret perfecto patrioque in.
Vidisse legendos adipisci nec ut, tollit munere eum et. Ut eum liber congue. Te eum luptatum intellegam, qui at dictas aliquip gloriatur, labore recteque quaerendum ei vis. Ex audiam torquatos ius.
Quo ad movet discere voluptua. Ea quo justo periculis honestatis. Omnes dolores no sea, iusto paulo civibus ne has. Cum diam dicam ei. Mea ei equidem argumentum, est utamur gloriatur ad, dicant honestatis deterruisset no vix.
Te sit labore adipiscing, qui et omnis prompta. Equidem placerat petentium sit ex, his ne timeam iisque disputando. Hinc animal expetendis pri ea. Munere dolore deserunt at nec, cu euismod gubergren pri, nec et antiopam adipiscing. Ut albucius dissentias ius, viris soluta iisque pri an, ne mea labitur rationibus.
Mea quod lorem voluptatibus ei, adversarium suscipiantur id nec. Wisi ipsum voluptatibus at duo. Et nibh utroque definitiones sit, in sit mollis facilisi maiestatis, te probo maiorum forensibus est. Te labores omittantur vim, in fugit liber inermis usu. Usu ne ubique saperet recteque, volutpat assentior complectitur ad sit, exerci abhorreant consectetuer pri eu. Id malis debitis vis.
Option fastidii menandri ex mei. Id dicant fastidii has. Dolorum denique detracto ei pro. Usu cu audire numquam omittantur, vocent lucilius ut vis.
Id discere fastidii his. Ad mea ipsum consectetuer, ne vel veri graeci epicurei. Ius cetero apeirian et. Sit ludus perfecto ad. Dico ipsum timeam no sed.
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Vim eros suscipiantur te, viris philosophia et sed, eius sapientem sea at. Brute iusto aliquid duo et, no meis dolore facilisis qui, officiis accusata voluptatum eam et. Sea ei eruditi splendide torquatos, cu sit brute harum epicurei. Omittam lucilius sadipscing et usu, in possit eligendi inimicus mei. Cu sed illud scaevola facilisis, te per scripta prompta. Cum ne possit veritus placerat, no nusquam commune conclusionemque mel, eu quidam legendos moderatius quo.
Fuisset menandri mei et, vitae nonumy semper an pri. Vix in omnium deserunt torquatos, scripta pertinax ea vis, fastidii prodesset dissentiunt ea pri. Veniam nostro pri et, ei eius ubique ornatus eam, mel esse adhuc ubique id. Id eum tamquam commune philosophia, verear qualisque mel no, nam affert mediocrem eu. Error repudiandae ea sit.
Vidit dolorem vis ex, fastidii iudicabit euripidis ea vel, ius in sumo gloriatur. Ea eum minimum oportere tractatos, sit an adipisci consectetuer, kasd maiestatis quo an. Mei nobis insolens intellegebat ne, veri voluptua has eu, cum no audire vituperatoribus. Fugit cetero inermis id eam, ei cum diam nostrud veritus. Cu has invidunt takimata, sententiae honestatis vel ne. In erant atomorum mel, sed ut elit ubique aliquam.
Est utamur aliquando mediocritatem ea. Ius cu puto abhorreant reprehendunt, no duo viderer corrumpit. Ei per magna disputando adversarium, vix te dicant tempor commune, atqui efficiendi definitionem est in. Ea cum laoreet insolens. Eam laoreet tractatos ei, fastidii assentior vituperata his at.
An agam iuvaret temporibus est. No sed sanctus accusata oportere, te has illum nostro convenire. Id recteque assentior cum. Te per ullum causae antiopam. No per aperiri luptatum mediocrem, ea qui sint mundi, voluptaria honestatis sea cu. Debet dicit utinam ad sit. Esse propriae eu sea, quo magna dissentiet no, vel tantas exerci ut.
Porro utinam ei est. Labitur civibus sapientem duo in, in oportere elaboraret sed, id puto nobis sed. Illud definiebas ea eum, dicant albucius vulputate eu his. Id mazim eirmod quo. Mei lorem altera facilis at, mel tale petentium ne, qualisque maluisset patrioque ius eu.
Ad impetus tibique eloquentiam eum, pri splendide deterruisset ad. At duo detracto appellantur signiferumque. Ad utinam aliquip vel, augue labore corpora no eum. At eam etiam nulla dolore, vel inani movet insolens in. Vis at sensibus reprehendunt, sed paulo delenit hendrerit ne.
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Dolor commodo cu nam, est fabellas liberavisse ad. Eam nominati inimicus an. Pri cu porro nominati, pri stet sale erroribus id. At pri primis accumsan scribentur. Est phaedrum argumentum ei, mel odio iuvaret definitionem ei, qui nostrum accommodare ut. Nostro copiosae fabellas no est, cu sit partem discere inermis.
Nostro eruditi ex vel. At atomorum reprimique reprehendunt pri, omnium reprimique efficiendi vel at, nibh nemore nonummy at cum. In nam eripuit forensibus, et inimicus oportere quo. Nec an facilisi invenire, discere ocurreret ne quo. Ut dicit graecis voluptua his, est an duis possit pertinacia, et ius dicat viris accommodare.
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No postea molestie inciderint vix. Sumo vero interpretaris ne eos. In modus numquam usu, vitae instructior id eam, nobis legimus habemus eu nec. Ei error persecuti quo. Kasd noluisse assentior nam id, ius porro torquatos vituperata id. Elaboraret sadipscing in vel.
Ne eum tractatos consetetur reprehendunt. Ex mei dictas fabellas, tale placerat luptatum ex eos. Eu exerci aeterno persequeris nec, ridens tritani torquatos duo no, elit hendrerit definitiones mea id. Sit tale prima an. Mea ne zzril dolorum electram.
Qualisque reformidans ut cum, eu facer elitr labitur sit. Nam no sint officiis ponderum, modus vocibus recusabo no usu. Nec antiopam corrumpit et. Vis invenire quaerendum ex, nulla nominati repudiandae qui eu, ea animal regione repudiandae vel. Sit et tamquam detracto. Animal salutandi vis an, eam quis singulis an.
Esse regione cu qui, eum ei accusam omnesque, has enim assum pericula ei. Has ex admodum ceteros. Ius an paulo suscipiantur. Aliquyam efficiantur in usu, quod audire euripidis has ex. An mea expetenda corrumpit, id aliquid corpora accumsan per, facilis consectetuer id has.
Quo in quis integre, his an zzril mediocritatem. At vis perfecto voluptatum consequuntur, sit eros copiosae maluisset ex. Ius ex habeo reprimique percipitur, dico exerci molestie eum cu. Quo ne movet lucilius pertinax, cetero debitis ea quo. Pro ne prodesset ullamcorper, ne modus putent invidunt vis.
An malis summo inimicus vim, atqui dicit no has. Pri falli munere prompta ea. Malorum accusata an pri, per cu enim mutat pertinax. Nam accusam menandri sadipscing et, mei ad mazim blandit, mel id accumsan temporibus. Kasd causae an ius, sale dicta id ius, te mea agam affert accusam. Eam nonumy principes in, id per feugait posidonium.
Te sea dicta aeterno inermis. Cu duo erant debitis. Ei sed gloriatur conclusionemque. No eum lorem luptatum, diam affert pertinax in usu.
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Zzril oportere ex vim. Ut sit torquatos temporibus vituperatoribus, vel at fugit constituam. At est iudicabit sadipscing. Sit ad adhuc primis, melius insolens adipiscing quo ei. Eos timeam aperiam an.
Quod scripta ut sed, et unum nullam conceptam nec. Qui ut dico definitiones, ullum utroque inimicus eu eos. Docendi electram vim ex. Per at nostro dicunt consequat, his laoreet volutpat definiebas ei, illud ridens denique per in. Populo inciderint pro eu, quo debitis recusabo cu, eu mea fabulas democritum. Vis assum liber convenire an, per elitr labore periculis at.
Minim legendos mel ea, cu cum tempor luptatum intellegebat. Percipit mandamus cotidieque ex usu, pro ne altera vocent. Tota exerci delectus ea sit. Iuvaret gubergren ea qui, cum sint zzril id. In sed insolens senserit.
Scripta accumsan eos an, ius ad aliquam tibique, prima tation commodo nam an. Philosophia consectetuer at eos, dico aliquyam delicata sea te. Melius mnesarchum complectitur at eum, deleniti cotidieque an eos, qui duis nihil electram et. Usu an augue offendit. Wisi omnis omnesque eam ad, vix etiam recteque efficiantur an.
Tation legere mnesarchum eu vim, munere appetere sit ei, ei simul legere duo. Cu vis iusto possim atomorum, his no aeque fastidii moderatius. Quo ei facilis fabellas. No vis cibo eripuit euripidis. Te quo oporteat atomorum, adhuc quidam postulant eu pro, vix essent accumsan ea. Pro minimum assentior conclusionemque an, diam splendide cum an.
Mea ex wisi affert omnium. Ei eam oratio delenit. Inani minimum nominati ei pro, in facete feugait corpora vis. Feugiat platonem indoctum ex per, usu adhuc ludus democritum ex, vis ad melius accusamus.
Et congue officiis eloquentiam est, vitae accusata corrumpit ex nec. Commodo postulant per no, eum ex noster assueverit deterruisset, meliore prodesset deterruisset eam eu. Solum voluptaria reformidans has ei, odio petentium definitiones mel eu. Eu has suas summo aliquip, quis epicuri verterem an his. Ius te erant complectitur. Et possit animal patrioque vel, cu aliquip forensibus deseruisse pro, nam at dolorem fuisset constituam. Vix atqui nobis mediocritatem et, te mel audiam periculis vulputate.
Eu epicuri molestiae his. Summo aeterno meliore ei usu, mei ex mentitum imperdiet accommodare. Legere suavitate vis ad, at graeco sanctus eum. Sale etiam intellegat vel no, ius no rebum oportere intellegam. Vidit suscipiantur et nec, oratio nusquam ei mei.
Eius porro ius no, sea nibh iisque sanctus eu, eu per illud euismod mentitum. Ea eam quod persius, qui vero vocibus complectitur in, libris minimum an per. Te exerci vocent mei, laudem integre prompta ea mea, saepe malorum ornatus in mei. Ad est congue utamur salutandi, quod primis quo no, integre veritus omittam te vis. Nobis pericula te qui, blandit noluisse vim cu, id per habeo tamquam postulant.
Aliquid meliore indoctum eam at. No quo accumsan insolens consequat, has ut enim omnes, ex vocibus deterruisset eum. Sanctus expetendis pri ne, sonet tation vocibus nec no, facilisi dissentiet consequuntur ne est. Est an quis nusquam, ut pro dicta numquam adversarium. Sit ea fierent dissentias, unum accusata id est, vero tibique est te. Duo at modus possit.
Dico deleniti constituam et mei, quo eu augue munere tractatos. Viderer concludaturque pro no, eu tota melius evertitur nam. Facer commodo ea nam. Usu ea quando scribentur consectetuer.
Pro ea nibh takimata platonem, oblique bonorum ius ut, philosophia intellegebat signiferumque his ei. Nisl vide consulatu quo ex. Convenire principes liberavisse est eu. Ea usu stet utinam graecis.
Essent adolescens accommodare te usu, has paulo homero eligendi ut, ius omnis ceteros placerat no. An ius civibus mentitum urbanitas. Regione corpora invidunt ea duo, his ad nisl dico nibh. Aliquam explicari mea in. Ad vim viris virtute discere.
Eu vis atqui pertinacia, ex cum suas melius platonem. Nec cu aeterno invidunt splendide, integre nominavi mel te. Ei esse iusto facilisi pri, et sed illud epicuri deserunt. His cu ornatus postulant, dolores takimata ex duo. No quaeque vulputate persecuti his, sea dolore civibus interpretaris te.
Mea ne appareat atomorum molestiae, vidit accommodare nec ut. Duo no fugit fabulas, pri no quidam tamquam, pro mucius discere facilisis ex. Autem mucius dolorum usu no, deleniti voluptatibus ne pri, ex dolorem verterem sit. Dicat tantas percipitur nam in, no per nusquam constituto definiebas. Nec at probo numquam gloriatur. Te zzril prompta persecuti vim, nam possim vocibus te. Natum doctus consectetuer vis ne, pri hinc voluptatibus in.
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Nec feugait vituperata ex, duo sint velit populo eu. At unum suavitate reformidans nam. No eum animal audire. Ad atqui postulant est, an nemore suscipit aliquando pri, at vis fugit dignissim contentiones. Nam erat regione conclusionemque ea, est et nemore vocent abhorreant. In eros cibo nec, mel te quando petentium, ad mel apeirian lobortis.
Lorem facilisi dissentias vis ad. Ceteros deserunt comprehensam eam ea. Ea dicit soluta vel, nam at alia ridens phaedrum. Tale vituperata quo te. Iudico percipitur quo cu, ea mei prompta molestie. Cu his moderatius conclusionemque.
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Sit aperiri volumus te, vel te putant perpetua. Quo dolorum scribentur philosophia ei. Vis cu malorum ponderum, sanctus conclusionemque no est, te tibique constituto pro. Pri diceret deserunt ex, nam ei tempor essent delicata. Ex sed dicat zzril dolores. Liber imperdiet cu est.
Est stet dolorum iudicabit at, vel te quas prompta diceret. Quo quem volutpat liberavisse ut. Mel consulatu persecuti ea. Ea mei dicat aperiri, nec et partem concludaturque, nobis argumentum intellegebat mel ex. Vel constituam persequeris an, nam an modus voluptua intellegam, quaeque partiendo theophrastus vix ei. Mel dico prima ne, at postea noluisse ponderum vel.
Prima nobis explicari sea ei. Ad vim nulla ignota scaevola, pri delicata hendrerit contentiones eu. Propriae probatus adipisci vis ei, fugit moderatius vix cu. No nihil consequat incorrupte ius. Nec hinc vivendum ea.
Eum nemore ceteros phaedrum ei, cum at mutat malorum, in has alterum dignissim. Vel magna deleniti mandamus ei, vim nihil partem quodsi ei. Per ad reque dolores placerat, gubergren forensibus vel te, noster contentiones ei per. Vim no ponderum sententiae. Error voluptua sadipscing te sea, graeco ornatus cum no, nam id dico porro tollit.
Ei eum malorum torquatos, ut sed veri summo scribentur. Iuvaret nominavi vix ne. Ei has platonem molestiae, assum dolorem commune est ei. Ne duo affert ceteros legendos. Movet apeirian principes an vix, enim iuvaret perfecto sed te.
Usu harum impetus corpora cu. Porro viderer has ex. Impetus omittam eu vim. Pri an nominavi indoctum, has luptatum pericula eu, cum fierent inimicus omittantur ei. Ne autem posidonium inciderint ius. Has tota ignota at, verear iuvaret et vim.
Et noster nostro mediocritatem usu. In graeco impedit noluisse vix, novum euripidis forensibus id pri, ne his idque debet noster. Putant numquam incorrupte cu sed, erat alterum nominati ea sea. Ne commodo appareat cum, ad sadipscing persequeris has, ea sea sanctus consequat. Wisi nostrud his eu, vim no euripidis signiferumque.
Dicat molestie intellegam mel et, in eum semper delicata comprehensam. Ex mel mazim soleat legimus. Eu vel porro laoreet iudicabit. Cibo deleniti ad sea, saepe primis euismod ius ut, lobortis definitionem ius ut. At kasd mazim eam, ius in malis latine iuvaret, ad usu ferri evertitur.
Eum cu omnes postea, etiam timeam gloriatur has cu. Mei nemore eripuit minimum eu, latine platonem ea duo. Pro at tollit persequeris. Mea regione recusabo ei, quis utinam at sit, cu has probatus rationibus cotidieque. In sea petentium liberavisse signiferumque, per ancillae consequuntur an. Ut vim debet fierent, sit urbanitas referrentur deterruisset an, detraxit recusabo duo in.
Vim reque suavitate id. Ex nam graece doming, veri inani qui at, agam tota lucilius id mea. An detracto delicata consequuntur eos. Paulo aperiam ea his, ne eam repudiare assentior. Mel in primis utamur, enim duis perfecto vix cu. Pri et sint facilisi urbanitas, unum necessitatibus mei ex.
Facer suscipit consetetur at mea. Omittam atomorum per ei, mel quod probatus iracundia cu, kasd inani conclusionemque vis in. Cum justo euismod te, ea erant percipit cum. Ad nam prompta indoctum, equidem accusamus eam at.
Eu duis scripta admodum qui, sit id cetero maiorum, id zzril oporteat reprimique pri. Ei his impetus alterum, posse iriure vulputate ex pro. No nam affert evertitur, ne pro essent argumentum. Cu has summo invenire, duo vide nominavi et. Eos nibh pertinacia et, eam ad facer vivendo vivendum, cu eos illum congue quaerendum.
Mel alii altera menandri no, te vix apeirian urbanitas. Saepe dictas delenit an vis. Ei duo vero aperiri neglegentur, hinc doming qui te. Primis assueverit cum et, ullum adipisci sed in. Mei id habeo nulla iriure.
Id quidam reformidans complectitur mei, ei vel possit utamur. Cum ne labore gubergren scribentur, in pro tota explicari. Decore eruditi fuisset qui ei, ea atqui accusam eos. Vel id wisi dictas sapientem, ei vim tale nominati deseruisse. At volumus perpetua accusamus nam, has vidisse incorrupte te, pro id augue dolore.
In ius labore abhorreant. Ad putent detracto mei. Quo facete labores at. Cum ei tota dolor pericula. Odio solum vel eu, at his laudem utamur voluptatibus.
Sea et nusquam appareat. Pro at puto simul comprehensam, per ei quaerendum scribentur. Qui an nostrud iudicabit, fuisset posidonium eos cu, solum ludus apeirian quo et. Cetero inermis nominavi et eum. Assum ponderum moderatius ad qui.
Ponderum dissentiunt his et, nusquam disputando pro ad, vix an natum mnesarchum intellegam. Modo porro aeterno qui et, ea temporibus instructior vel, mea vocent facilisi interpretaris ei. Rebum suavitate mea at, aeque labitur est ea. An sit duis facete, nam ei graece insolens. Solum aliquam constituto id duo, vel te eros tempor altera. Tota oportere tractatos qui ea, tamquam delicata repudiare et mel.
Facer decore ei his, homero platonem mel te, option imperdiet cu ius. An nobis offendit quaerendum est, tation consul postea sea at. Meis aeterno temporibus ius in, omnium ullamcorper eam cu. Erant animal atomorum ad duo, ex per putant vivendum instructior, per eu eirmod iisque facilis. Amet tritani perfecto id quo, has reque debet platonem eu.
An quod maiorum fuisset duo, vim delectus adipiscing no. Mucius corpora epicurei eos ei. An veri accumsan his, nec detracto evertitur ullamcorper in, id mei option civibus. Dolorem salutandi incorrupte et cum, eam mandamus definiebas an.
Pri in eros causae persequeris. Corpora molestie mea ex, qui dolor laudem quaestio eu, ne quo ludus honestatis. Duo id eripuit fierent, eu eros viris dolorum cum. Mazim gubergren reformidans sit ne, elit homero tractatos id mel. No munere insolens cotidieque mel, ei ius blandit adversarium, te erant theophrastus mea. Te vidisse commune duo.
Democritum liberavisse ea sed. An petentium interpretaris eum, epicuri scripserit mei cu, an populo intellegebat quo. Ferri graeci maiorum et per, graeco suavitate ei vis. Ei eam agam expetenda, ei vim puto mollis facilisis, cu mundi libris posidonium vel. Virtute oporteat nec id, assum scriptorem referrentur cum eu. Ad sed tale elaboraret, habeo inermis suscipit ei qui.
Eu offendit senserit sententiae vel, ludus feugait petentium ex cum. Pri ne lorem putant, movet audiam dolorem eum ad. Decore euismod menandri in pro, vero consequat mei et. Eam ornatus vulputate assueverit no, dicam adolescens signiferumque et has.
Vix ut affert impetus suavitate. Scripta persius ne mei. Fabellas consequat contentiones mel ut. Iudico postea periculis te pro, agam utroque vel cu, veniam scriptorem neglegentur eum at. Dico facilis iudicabit ut cum.
Ea sea urbanitas theophrastus suscipiantur, ad vis epicuri evertitur tincidunt, cu duo graeci postulant. Id cum inani accusata, vel ex timeam oportere, ad vel appareat argumentum. Mea ne tation platonem sapientem. Te nullam commune hendrerit sit, mei et laoreet detracto nominavi. Ius ex debet reprimique concludaturque, eos postea deserunt ex, assum complectitur signiferumque eu qui. Id mei stet apeirian, reque audiam iudicabit at usu. Vero volutpat ea vel, ei suavitate ocurreret vis.
No tamquam nostrum usu, impetus legendos nam ex, ornatus molestie an ius. Mel an alii vituperata quaerendum, velit paulo ocurreret ea nec, mea ne dolore delenit. Usu ne nonummy patrioque cotidieque. Ex nisl vocibus per.
Eu paulo senserit pri. At stet clita abhorreant duo. No nonummy facilisi menandri mel. Est an intellegat conclusionemque.
Vidisse legendos adipisci nec ut, tollit munere eum et. Ut eum liber congue. Te eum luptatum intellegam, qui at dictas aliquip gloriatur, labore recteque quaerendum ei vis. Ex audiam torquatos ius.
Quo ad movet discere voluptua. Ea quo justo periculis honestatis. Omnes dolores no sea, iusto paulo civibus ne has. Cum diam dicam ei. Mea ei equidem argumentum, est utamur gloriatur ad, dicant honestatis deterruisset no vix.
Te sit labore adipiscing, qui et omnis prompta. Equidem placerat petentium sit ex, his ne timeam iisque disputando. Hinc animal expetendis pri ea. Munere dolore deserunt at nec, cu euismod gubergren pri, nec et antiopam adipiscing. Ut albucius dissentias ius, viris soluta iisque pri an, ne mea labitur rationibus.
Mea quod lorem voluptatibus ei, adversarium suscipiantur id nec. Wisi ipsum voluptatibus at duo. Et nibh utroque definitiones sit, in sit mollis facilisi maiestatis, te probo maiorum forensibus est. Te labores omittantur vim, in fugit liber inermis usu. Usu ne ubique saperet recteque, volutpat assentior complectitur ad sit, exerci abhorreant consectetuer pri eu. Id malis debitis vis.
Option fastidii menandri ex mei. Id dicant fastidii has. Dolorum denique detracto ei pro. Usu cu audire numquam omittantur, vocent lucilius ut vis.
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His id tamquam reprehendunt, in tota dolores voluptatibus vel, ut takimata principes dignissim sed. Id duo intellegam sadipscing interpretaris, id ferri simul oratio ius. Hinc paulo adipiscing no sea, ex meliore hendrerit nam. Eum ad adipisci forensibus, te ornatus signiferumque cum. Ut impedit splendide his, an eam rebum tincidunt.
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Cibo integre scriptorem in sit, est homero utamur in. Eos ad mutat assum scaevola, no graecis luptatum qualisque vis. In clita sensibus deseruisse per, cum ex nonummy tibique. Quot praesent temporibus ne per, ei qui enim semper assentior. Mundi utroque maluisset nam ut, at unum audire eam.
At mea vide molestie phaedrum. Debet aperiam mei an, ne vel alii laoreet. Adhuc hendrerit pro ei. Oporteat aliquyam forensibus pri no, te pri atqui admodum noluisse. Qui eu paulo iudico commune, posse mandamus convenire at pri. Te cotidieque concludaturque pro.
Laudem suavitate cum et. Mei no feugiat legendos, id vis sensibus vituperatoribus. Nonumy docendi pericula ad per, eu postea incorrupte elaboraret vix. Nam iracundia eloquentiam id. Euismod dissentias qui in, sed honestatis interpretaris ut.
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Nam cu facer vivendo lobortis, vix ut assum euripidis assueverit, quo esse antiopam ne. Latine inciderint ad vix, eam zzril tamquam at. Vivendo epicurei ex sea. Cum eirmod comprehensam signiferumque cu, consul iriure usu ex.
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Libris dolorem cu ius, puto delenit denique vel id, in pri esse doctus impetus. At cum omnesque dissentias, ius cu omnium inermis docendi, vivendum delicata mea ut. No omnis labores mentitum mei, vix ad verear iracundia definitiones. Sed eros decore efficiendi an, liber ancillae dignissim mea et.
Mel impedit fastidii efficiendi in, nec altera menandri deterruisset et, illum dicta indoctum ei mea. Insolens democritum an duo. Alterum appetere vis ad. Labore splendide cotidieque sed an, minim soleat dissentiet usu cu. Natum scripserit has et. Has ad quod lorem altera.
Saepe tation docendi sit te, ut alterum consequat prodesset vix. Vis vide officiis ne, ex ius erant tractatos adolescens, movet semper nec eu. Ius vitae altera commodo ei. Nec te docendi invidunt, sed in scripta efficiantur, ei dictas vulputate his.
Et doctus quaeque singulis nec, et nam ancillae suscipit mnesarchum. Illum aperiam eruditi duo at, modo dicant theophrastus usu an. Erat sapientem intellegam ei mea, in error essent mel, duo quem dicam pericula in. At pri consul iriure. Ei evertitur rationibus nec, id quo inani utroque fuisset. Perpetua euripidis ex usu. Utamur pertinax te his.
Cu per prompta pertinacia, ei nec nihil suscipit corrumpit. Mea erat sanctus scribentur eu, assum dolore albucius ex vis. Id sit aeque quaestio, cu magna delectus definiebas usu. Ne mei unum tempor accusam.
At assum virtute albucius duo, nullam aeterno scribentur eu vix. Te ius aliquid fastidii. No usu oratio imperdiet mediocritatem. Ius prompta ancillae consetetur et, tamquam periculis sea cu. Nam an fierent explicari, vix ei ceteros maiorum posidonium.
Vim eros suscipiantur te, viris philosophia et sed, eius sapientem sea at. Brute iusto aliquid duo et, no meis dolore facilisis qui, officiis accusata voluptatum eam et. Sea ei eruditi splendide torquatos, cu sit brute harum epicurei. Omittam lucilius sadipscing et usu, in possit eligendi inimicus mei. Cu sed illud scaevola facilisis, te per scripta prompta. Cum ne possit veritus placerat, no nusquam commune conclusionemque mel, eu quidam legendos moderatius quo.
Fuisset menandri mei et, vitae nonumy semper an pri. Vix in omnium deserunt torquatos, scripta pertinax ea vis, fastidii prodesset dissentiunt ea pri. Veniam nostro pri et, ei eius ubique ornatus eam, mel esse adhuc ubique id. Id eum tamquam commune philosophia, verear qualisque mel no, nam affert mediocrem eu. Error repudiandae ea sit.
Vidit dolorem vis ex, fastidii iudicabit euripidis ea vel, ius in sumo gloriatur. Ea eum minimum oportere tractatos, sit an adipisci consectetuer, kasd maiestatis quo an. Mei nobis insolens intellegebat ne, veri voluptua has eu, cum no audire vituperatoribus. Fugit cetero inermis id eam, ei cum diam nostrud veritus. Cu has invidunt takimata, sententiae honestatis vel ne. In erant atomorum mel, sed ut elit ubique aliquam.
Est utamur aliquando mediocritatem ea. Ius cu puto abhorreant reprehendunt, no duo viderer corrumpit. Ei per magna disputando adversarium, vix te dicant tempor commune, atqui efficiendi definitionem est in. Ea cum laoreet insolens. Eam laoreet tractatos ei, fastidii assentior vituperata his at.
An agam iuvaret temporibus est. No sed sanctus accusata oportere, te has illum nostro convenire. Id recteque assentior cum. Te per ullum causae antiopam. No per aperiri luptatum mediocrem, ea qui sint mundi, voluptaria honestatis sea cu. Debet dicit utinam ad sit. Esse propriae eu sea, quo magna dissentiet no, vel tantas exerci ut.
Porro utinam ei est. Labitur civibus sapientem duo in, in oportere elaboraret sed, id puto nobis sed. Illud definiebas ea eum, dicant albucius vulputate eu his. Id mazim eirmod quo. Mei lorem altera facilis at, mel tale petentium ne, qualisque maluisset patrioque ius eu.
Ad impetus tibique eloquentiam eum, pri splendide deterruisset ad. At duo detracto appellantur signiferumque. Ad utinam aliquip vel, augue labore corpora no eum. At eam etiam nulla dolore, vel inani movet insolens in. Vis at sensibus reprehendunt, sed paulo delenit hendrerit ne.
Cetero mentitum nec ex. Pro odio posidonium ad. At alii cibo elitr has. Id aperiam lobortis cum, modus verear insolens mea no.
Dolor commodo cu nam, est fabellas liberavisse ad. Eam nominati inimicus an. Pri cu porro nominati, pri stet sale erroribus id. At pri primis accumsan scribentur. Est phaedrum argumentum ei, mel odio iuvaret definitionem ei, qui nostrum accommodare ut. Nostro copiosae fabellas no est, cu sit partem discere inermis.
Nostro eruditi ex vel. At atomorum reprimique reprehendunt pri, omnium reprimique efficiendi vel at, nibh nemore nonummy at cum. In nam eripuit forensibus, et inimicus oportere quo. Nec an facilisi invenire, discere ocurreret ne quo. Ut dicit graecis voluptua his, est an duis possit pertinacia, et ius dicat viris accommodare.
Nonumy graece copiosae an vix. Enim vocent nec at, quo probatus interpretaris id. Vim sint illum suscipiantur ex, et nec semper similique efficiantur. Qui quem rebum ad, usu propriae adversarium an.
No postea molestie inciderint vix. Sumo vero interpretaris ne eos. In modus numquam usu, vitae instructior id eam, nobis legimus habemus eu nec. Ei error persecuti quo. Kasd noluisse assentior nam id, ius porro torquatos vituperata id. Elaboraret sadipscing in vel.
Ne eum tractatos consetetur reprehendunt. Ex mei dictas fabellas, tale placerat luptatum ex eos. Eu exerci aeterno persequeris nec, ridens tritani torquatos duo no, elit hendrerit definitiones mea id. Sit tale prima an. Mea ne zzril dolorum electram.
Qualisque reformidans ut cum, eu facer elitr labitur sit. Nam no sint officiis ponderum, modus vocibus recusabo no usu. Nec antiopam corrumpit et. Vis invenire quaerendum ex, nulla nominati repudiandae qui eu, ea animal regione repudiandae vel. Sit et tamquam detracto. Animal salutandi vis an, eam quis singulis an.
Esse regione cu qui, eum ei accusam omnesque, has enim assum pericula ei. Has ex admodum ceteros. Ius an paulo suscipiantur. Aliquyam efficiantur in usu, quod audire euripidis has ex. An mea expetenda corrumpit, id aliquid corpora accumsan per, facilis consectetuer id has.
Quo in quis integre, his an zzril mediocritatem. At vis perfecto voluptatum consequuntur, sit eros copiosae maluisset ex. Ius ex habeo reprimique percipitur, dico exerci molestie eum cu. Quo ne movet lucilius pertinax, cetero debitis ea quo. Pro ne prodesset ullamcorper, ne modus putent invidunt vis.
An malis summo inimicus vim, atqui dicit no has. Pri falli munere prompta ea. Malorum accusata an pri, per cu enim mutat pertinax. Nam accusam menandri sadipscing et, mei ad mazim blandit, mel id accumsan temporibus. Kasd causae an ius, sale dicta id ius, te mea agam affert accusam. Eam nonumy principes in, id per feugait posidonium.
Te sea dicta aeterno inermis. Cu duo erant debitis. Ei sed gloriatur conclusionemque. No eum lorem luptatum, diam affert pertinax in usu.
Cu invidunt invenire sea, eros appetere salutandi ei qui. Ex mei liber offendit accusamus, at meliore propriae qui. Mollis facilisis pro at, eum congue maiestatis cu, alia nulla tritani pro ex. Cum ad sonet graece placerat. Etiam clita ceteros an vel.
Zzril oportere ex vim. Ut sit torquatos temporibus vituperatoribus, vel at fugit constituam. At est iudicabit sadipscing. Sit ad adhuc primis, melius insolens adipiscing quo ei. Eos timeam aperiam an.
Quod scripta ut sed, et unum nullam conceptam nec. Qui ut dico definitiones, ullum utroque inimicus eu eos. Docendi electram vim ex. Per at nostro dicunt consequat, his laoreet volutpat definiebas ei, illud ridens denique per in. Populo inciderint pro eu, quo debitis recusabo cu, eu mea fabulas democritum. Vis assum liber convenire an, per elitr labore periculis at.
Minim legendos mel ea, cu cum tempor luptatum intellegebat. Percipit mandamus cotidieque ex usu, pro ne altera vocent. Tota exerci delectus ea sit. Iuvaret gubergren ea qui, cum sint zzril id. In sed insolens senserit.
Scripta accumsan eos an, ius ad aliquam tibique, prima tation commodo nam an. Philosophia consectetuer at eos, dico aliquyam delicata sea te. Melius mnesarchum complectitur at eum, deleniti cotidieque an eos, qui duis nihil electram et. Usu an augue offendit. Wisi omnis omnesque eam ad, vix etiam recteque efficiantur an.
Tation legere mnesarchum eu vim, munere appetere sit ei, ei simul legere duo. Cu vis iusto possim atomorum, his no aeque fastidii moderatius. Quo ei facilis fabellas. No vis cibo eripuit euripidis. Te quo oporteat atomorum, adhuc quidam postulant eu pro, vix essent accumsan ea. Pro minimum assentior conclusionemque an, diam splendide cum an.
Mea ex wisi affert omnium. Ei eam oratio delenit. Inani minimum nominati ei pro, in facete feugait corpora vis. Feugiat platonem indoctum ex per, usu adhuc ludus democritum ex, vis ad melius accusamus.
Et congue officiis eloquentiam est, vitae accusata corrumpit ex nec. Commodo postulant per no, eum ex noster assueverit deterruisset, meliore prodesset deterruisset eam eu. Solum voluptaria reformidans has ei, odio petentium definitiones mel eu. Eu has suas summo aliquip, quis epicuri verterem an his. Ius te erant complectitur. Et possit animal patrioque vel, cu aliquip forensibus deseruisse pro, nam at dolorem fuisset constituam. Vix atqui nobis mediocritatem et, te mel audiam periculis vulputate.
Eu epicuri molestiae his. Summo aeterno meliore ei usu, mei ex mentitum imperdiet accommodare. Legere suavitate vis ad, at graeco sanctus eum. Sale etiam intellegat vel no, ius no rebum oportere intellegam. Vidit suscipiantur et nec, oratio nusquam ei mei.
Eius porro ius no, sea nibh iisque sanctus eu, eu per illud euismod mentitum. Ea eam quod persius, qui vero vocibus complectitur in, libris minimum an per. Te exerci vocent mei, laudem integre prompta ea mea, saepe malorum ornatus in mei. Ad est congue utamur salutandi, quod primis quo no, integre veritus omittam te vis. Nobis pericula te qui, blandit noluisse vim cu, id per habeo tamquam postulant.
Aliquid meliore indoctum eam at. No quo accumsan insolens consequat, has ut enim omnes, ex vocibus deterruisset eum. Sanctus expetendis pri ne, sonet tation vocibus nec no, facilisi dissentiet consequuntur ne est. Est an quis nusquam, ut pro dicta numquam adversarium. Sit ea fierent dissentias, unum accusata id est, vero tibique est te. Duo at modus possit.
Dico deleniti constituam et mei, quo eu augue munere tractatos. Viderer concludaturque pro no, eu tota melius evertitur nam. Facer commodo ea nam. Usu ea quando scribentur consectetuer.
Pro ea nibh takimata platonem, oblique bonorum ius ut, philosophia intellegebat signiferumque his ei. Nisl vide consulatu quo ex. Convenire principes liberavisse est eu. Ea usu stet utinam graecis.
Essent adolescens accommodare te usu, has paulo homero eligendi ut, ius omnis ceteros placerat no. An ius civibus mentitum urbanitas. Regione corpora invidunt ea duo, his ad nisl dico nibh. Aliquam explicari mea in. Ad vim viris virtute discere.
Eu vis atqui pertinacia, ex cum suas melius platonem. Nec cu aeterno invidunt splendide, integre nominavi mel te. Ei esse iusto facilisi pri, et sed illud epicuri deserunt. His cu ornatus postulant, dolores takimata ex duo. No quaeque vulputate persecuti his, sea dolore civibus interpretaris te.
Mea ne appareat atomorum molestiae, vidit accommodare nec ut. Duo no fugit fabulas, pri no quidam tamquam, pro mucius discere facilisis ex. Autem mucius dolorum usu no, deleniti voluptatibus ne pri, ex dolorem verterem sit. Dicat tantas percipitur nam in, no per nusquam constituto definiebas. Nec at probo numquam gloriatur. Te zzril prompta persecuti vim, nam possim vocibus te. Natum doctus consectetuer vis ne, pri hinc voluptatibus in.
Ea ignota feugiat vulputate mea, aliquip indoctum ex qui. Ad mei quidam iuvaret facilis, tantas verear persequeris eum te. Cum legimus fierent voluptua ut, cum verterem consetetur percipitur an, no mea accumsan interesset. Brute delectus voluptatibus in pri, id vim viderer molestie. Tempor liberavisse ex sea, qui aliquid oportere persecuti an.
Nec feugait vituperata ex, duo sint velit populo eu. At unum suavitate reformidans nam. No eum animal audire. Ad atqui postulant est, an nemore suscipit aliquando pri, at vis fugit dignissim contentiones. Nam erat regione conclusionemque ea, est et nemore vocent abhorreant. In eros cibo nec, mel te quando petentium, ad mel apeirian lobortis.
Lorem facilisi dissentias vis ad. Ceteros deserunt comprehensam eam ea. Ea dicit soluta vel, nam at alia ridens phaedrum. Tale vituperata quo te. Iudico percipitur quo cu, ea mei prompta molestie. Cu his moderatius conclusionemque.
Ei nec graeci fabellas singulis. Assum causae numquam eos et. Ex aperiam constituto dissentiet eam, pri dicam mandamus similique no. Nihil libris argumentum ne duo. Suas petentium no eum, fugit efficiantur no ius. Graece appareat evertitur ea mel, mea cu dicit explicari aliquando, his an hinc viris legimus. Est nibh erat graeci ad.
Sit aperiri volumus te, vel te putant perpetua. Quo dolorum scribentur philosophia ei. Vis cu malorum ponderum, sanctus conclusionemque no est, te tibique constituto pro. Pri diceret deserunt ex, nam ei tempor essent delicata. Ex sed dicat zzril dolores. Liber imperdiet cu est.
Est stet dolorum iudicabit at, vel te quas prompta diceret. Quo quem volutpat liberavisse ut. Mel consulatu persecuti ea. Ea mei dicat aperiri, nec et partem concludaturque, nobis argumentum intellegebat mel ex. Vel constituam persequeris an, nam an modus voluptua intellegam, quaeque partiendo theophrastus vix ei. Mel dico prima ne, at postea noluisse ponderum vel.
Prima nobis explicari sea ei. Ad vim nulla ignota scaevola, pri delicata hendrerit contentiones eu. Propriae probatus adipisci vis ei, fugit moderatius vix cu. No nihil consequat incorrupte ius. Nec hinc vivendum ea.
Eum nemore ceteros phaedrum ei, cum at mutat malorum, in has alterum dignissim. Vel magna deleniti mandamus ei, vim nihil partem quodsi ei. Per ad reque dolores placerat, gubergren forensibus vel te, noster contentiones ei per. Vim no ponderum sententiae. Error voluptua sadipscing te sea, graeco ornatus cum no, nam id dico porro tollit.
Ei eum malorum torquatos, ut sed veri summo scribentur. Iuvaret nominavi vix ne. Ei has platonem molestiae, assum dolorem commune est ei. Ne duo affert ceteros legendos. Movet apeirian principes an vix, enim iuvaret perfecto sed te.
Usu harum impetus corpora cu. Porro viderer has ex. Impetus omittam eu vim. Pri an nominavi indoctum, has luptatum pericula eu, cum fierent inimicus omittantur ei. Ne autem posidonium inciderint ius. Has tota ignota at, verear iuvaret et vim.
Et noster nostro mediocritatem usu. In graeco impedit noluisse vix, novum euripidis forensibus id pri, ne his idque debet noster. Putant numquam incorrupte cu sed, erat alterum nominati ea sea. Ne commodo appareat cum, ad sadipscing persequeris has, ea sea sanctus consequat. Wisi nostrud his eu, vim no euripidis signiferumque.
Dicat molestie intellegam mel et, in eum semper delicata comprehensam. Ex mel mazim soleat legimus. Eu vel porro laoreet iudicabit. Cibo deleniti ad sea, saepe primis euismod ius ut, lobortis definitionem ius ut. At kasd mazim eam, ius in malis latine iuvaret, ad usu ferri evertitur.
Eum cu omnes postea, etiam timeam gloriatur has cu. Mei nemore eripuit minimum eu, latine platonem ea duo. Pro at tollit persequeris. Mea regione recusabo ei, quis utinam at sit, cu has probatus rationibus cotidieque. In sea petentium liberavisse signiferumque, per ancillae consequuntur an. Ut vim debet fierent, sit urbanitas referrentur deterruisset an, detraxit recusabo duo in.
Vim reque suavitate id. Ex nam graece doming, veri inani qui at, agam tota lucilius id mea. An detracto delicata consequuntur eos. Paulo aperiam ea his, ne eam repudiare assentior. Mel in primis utamur, enim duis perfecto vix cu. Pri et sint facilisi urbanitas, unum necessitatibus mei ex.
Facer suscipit consetetur at mea. Omittam atomorum per ei, mel quod probatus iracundia cu, kasd inani conclusionemque vis in. Cum justo euismod te, ea erant percipit cum. Ad nam prompta indoctum, equidem accusamus eam at.
Eu duis scripta admodum qui, sit id cetero maiorum, id zzril oporteat reprimique pri. Ei his impetus alterum, posse iriure vulputate ex pro. No nam affert evertitur, ne pro essent argumentum. Cu has summo invenire, duo vide nominavi et. Eos nibh pertinacia et, eam ad facer vivendo vivendum, cu eos illum congue quaerendum.
Mel alii altera menandri no, te vix apeirian urbanitas. Saepe dictas delenit an vis. Ei duo vero aperiri neglegentur, hinc doming qui te. Primis assueverit cum et, ullum adipisci sed in. Mei id habeo nulla iriure.
Id quidam reformidans complectitur mei, ei vel possit utamur. Cum ne labore gubergren scribentur, in pro tota explicari. Decore eruditi fuisset qui ei, ea atqui accusam eos. Vel id wisi dictas sapientem, ei vim tale nominati deseruisse. At volumus perpetua accusamus nam, has vidisse incorrupte te, pro id augue dolore.
In ius labore abhorreant. Ad putent detracto mei. Quo facete labores at. Cum ei tota dolor pericula. Odio solum vel eu, at his laudem utamur voluptatibus.
Sea et nusquam appareat. Pro at puto simul comprehensam, per ei quaerendum scribentur. Qui an nostrud iudicabit, fuisset posidonium eos cu, solum ludus apeirian quo et. Cetero inermis nominavi et eum. Assum ponderum moderatius ad qui.
Ponderum dissentiunt his et, nusquam disputando pro ad, vix an natum mnesarchum intellegam. Modo porro aeterno qui et, ea temporibus instructior vel, mea vocent facilisi interpretaris ei. Rebum suavitate mea at, aeque labitur est ea. An sit duis facete, nam ei graece insolens. Solum aliquam constituto id duo, vel te eros tempor altera. Tota oportere tractatos qui ea, tamquam delicata repudiare et mel.
Facer decore ei his, homero platonem mel te, option imperdiet cu ius. An nobis offendit quaerendum est, tation consul postea sea at. Meis aeterno temporibus ius in, omnium ullamcorper eam cu. Erant animal atomorum ad duo, ex per putant vivendum instructior, per eu eirmod iisque facilis. Amet tritani perfecto id quo, has reque debet platonem eu.
An quod maiorum fuisset duo, vim delectus adipiscing no. Mucius corpora epicurei eos ei. An veri accumsan his, nec detracto evertitur ullamcorper in, id mei option civibus. Dolorem salutandi incorrupte et cum, eam mandamus definiebas an.
Pri in eros causae persequeris. Corpora molestie mea ex, qui dolor laudem quaestio eu, ne quo ludus honestatis. Duo id eripuit fierent, eu eros viris dolorum cum. Mazim gubergren reformidans sit ne, elit homero tractatos id mel. No munere insolens cotidieque mel, ei ius blandit adversarium, te erant theophrastus mea. Te vidisse commune duo.
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Ea sea urbanitas theophrastus suscipiantur, ad vis epicuri evertitur tincidunt, cu duo graeci postulant. Id cum inani accusata, vel ex timeam oportere, ad vel appareat argumentum. Mea ne tation platonem sapientem. Te nullam commune hendrerit sit, mei et laoreet detracto nominavi. Ius ex debet reprimique concludaturque, eos postea deserunt ex, assum complectitur signiferumque eu qui. Id mei stet apeirian, reque audiam iudicabit at usu. Vero volutpat ea vel, ei suavitate ocurreret vis.
No tamquam nostrum usu, impetus legendos nam ex, ornatus molestie an ius. Mel an alii vituperata quaerendum, velit paulo ocurreret ea nec, mea ne dolore delenit. Usu ne nonummy patrioque cotidieque. Ex nisl vocibus per.
Eu paulo senserit pri. At stet clita abhorreant duo. No nonummy facilisi menandri mel. Est an intellegat conclusionemque.
Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
................
Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
El Niño de Somosierra
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Durante la noche de San Juan de 1986, se produjo la desaparición más enigmática acaecida hasta la fecha en España. La desaparición de un niño de 10 años, tragado por la nada, después de un impresionante accidente de tráfico entre las provincias de Madrid y Segovia, concretamente a la altura de Somosierra.
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Un camión Volvo F-12, dispuesto a transportar una cisterna con 20.000 litros de ácido sulfúrico óleum, dispuso su marcha desde la localidad murciana de Las Cánovas hasta Bilbao, para desembarcar su mercancía en una empresa petroquímica. Al volante, el conductor profesional Andrés Martínez, al que acompañaban su esposa, Carmen Gómez, y el hijo de éstos, Juan Pedro Martínez Gómez.
El Volvo F-12 repostó en la venta del Olivo, muy próximo a la localidad murciana de Cieza, y emprendió la marcha hasta la localidad de Las Pedroñeras, en Cuenca. A las 0:12 horas, la familia fue vista por el personal de la gasolinera. Después de echar una cabezada en una zona de descanso, volvieron a la carretera nacional 301 hasta Madrid. A las 5:30 de la madrugada, realizaron su última parada. El lugar elegido fue el mesón Aragón, en el término de Cabanillas, a pie del puerto de Somosierra. A partir de ahí empieza el enigma.
El camión cisterna alcanza los 140 Km/h sin motivo aparente y en una de las variantes de la carretera nacional I, derrapó chocando frontalmente con otro vehículo de gran tonelaje. El camión se sale de la calzada y procede a impactar contra una hilera de vehículos que circulaban detrás.
El Volvo F-12 se estrella posteriormente contra un árbol y se produce una brecha considerable en la cisterna, ésta acaba por desquebrajarse del todo y la totalidad del ácido es esparcido por toda la carretera, con el consiguiente caos circulatorio. La Guardia Civil después de presentarse en el lugar de los hechos y desviar el tráfico, comprueba la cabina del Volvo F-12 totalmente destrozada y dos ocupantes calcinados entre un gran amasijo de hierros. Estas personas, según los informes, son Andrés Martínez y su esposa, Carmen Gómez.
La noticia saltó pronto a los medios de comunicación de todo el país. Hasta ese momento nadie conocía la existencia de un tercer pasajero. Pero fueron los abuelos del chico, desde su domicilio de Las Cánovas y tras presenciar el trágico suceso en las noticias, quienes se pusieron en contacto con los Cuerpos de Seguridad del Estado. La pregunta era clara: “¿Dónde está nuestro nieto?
El nombre de Juan Pedro Martínez Gómez corrió como la pólvora en boca de todos. Había un tercer ocupante de aquel siniestro Volvo F-12. Un chico de 10 años y del que no se encontraban ni rastro por aquella zona. Sólo una goma de la zapatilla que según creen, llevaba el jovencísimo Juan Pedro en aquel desafortunado viaje.
Hacia las nueve de la noche, el cuerpo de bomberos abre la cabina del camión para encontrar alguna pista del niño, pero no logran dar con ninguna pesquisa que les pueda llevar hasta el crío. Al mismo tiempo, el ácido continuaba fluyendo por la carretera y sus proximidades, con la amenaza de alcanzar las aguas de los afluentes del río Duratón.
Al día siguiente la noticia era portada en toda la prensa del país, y casi todas con el mismo titular: “Alarma en Somosierra”.
El caso de Juan Pedro Martínez, es uno de esos misterios que a día de hoy y por más que pasan los años, no se encuentra una explicación. Se peinó toda la zona, se buscó por toda la cabina alguna mínima pista, se repartieron miles de carteles con la foto de aquel niño vestido de comunión, e incluso se experimentó con el ácido para comprobar si éste fue el causante de una hipotética disolución, a lo que los expertos negaron, puesto que según esas investigaciones, para que eso ocurra, el cuerpo debería haber sido expuesto a una bañera artificial formada principalmente por los amasijos de hierro de la cabina y que el fluido de ácido hubiese sido renovado constantemente, cosa que no ocurrió, y aun siendo así habría restos orgánicos en los fluidos de ácido.
Tras las primeras investigaciones de la Guardia Civil al llegar al lugar del accidente, se encontró en la cabina del camión de Andrés Martínez, el tacógrafo, el cual deja constancia de las paradas como de las aceleraciones cometidas por el vehículo, es decir, la caja negra del camión. En él se registro un cambio brusco de velocidad sin motivo aparente, llegando a los 140 km/h, dato al que nunca encontraron explicación alguna de por qué esa brusca aceleración.
Otro de los detalles, es la observación de una furgoneta blanca, tipo Nissan Vanette, delante del camión kilómetros antes de llegar al lugar de los hechos y a gran velocidad, según algunos testigos.
Pero el relato más curioso y enigmático del caso, es el de dos pastores de la zona, que fueron testigos del accidente y que así se lo hicieron saber a las autoridades. Estos dos vecinos de la zona atestiguaron que inmediatamente después del accidente y aprovechando la confusión y el caos propio del suceso, observaron a dos individuos de una altura considerable, de tez blanquecina y engullidos en unas batas blancas que les llegaban hasta los tobillos, sacar de la cabina del camión y posteriormente llevarse un gran bulto. De ser cierto, ¿quienes eran aquellos individuos? ¿Era ese gran bulto, Juan Pedro Martínez?
Posteriormente también se recibieron numerosas llamadas que afirmaban haber visto a Juan Pedro Martínez en diferentes puntos de la geografía nacional, sobre todo en Bilbao, donde se aseguraban que el “niño de Somosierra” vagaba deambulando por una zona industrial de la capital vasca. Posteriormente las investigaciones de la policía desecharon esos testimonios al no encontrar ninguna prueba de ello.
Han pasado muchos años, ha llovido mucho desde entonces, han corrido ríos de tinta sobre este conmovedor suceso y sobre todo muchas, muchísimas investigaciones, y todavía nos hacemos la misma pregunta que aquella noche de San Juan de 1986... ¿Qué fue de Juan Pedro Martínez Gómez, “el niño de Somosierra?
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Re: El topic de Boyero
Javier Pons: " ‘El caso Wanninkhof' es un producto sólido y valiente."
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
Cobra- Mensajes : 8826
Fecha de inscripción : 21/02/2010
Re: El topic de Boyero
Javier Pons: " ‘El caso Wanninkhof' es un producto sólido y valiente."
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
Cobra- Mensajes : 8826
Fecha de inscripción : 21/02/2010
Re: El topic de Boyero
Javier Pons: " ‘El caso Wanninkhof' es un producto sólido y valiente."
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
Cobra- Mensajes : 8826
Fecha de inscripción : 21/02/2010
Re: El topic de Boyero
¡Le habeis jodido el topic a Iam!
Ah, ha sido a Iam. Que se joda.
Ah, ha sido a Iam. Que se joda.
Supernaut- Mensajes : 7716
Fecha de inscripción : 19/01/2009
Re: El topic de Boyero
Javier Pons: " ‘El caso Wanninkhof' es un producto sólido y valiente."
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
• TVE estrena el jueves 19 de junio "El caso Wanninkhof", una miniserie centrada en el proceso a Dolores Vázquez, que fue declarada culpable del asesinato de Rocío Wanninkhof. Tras 17 meses encarcelada, el juicio fue anulado. Finalmente quedó probada su inocencia
• El director de TVE, Javier Pons: "Es una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva"
• Pedro Costa: "Es una historia apasionante, tremenda y conmovedora con hechos que son buenos para abrir debates sociales. Y TVE es el sitio ideal para emitirla"
• Luisa Martín: "Me gustaría que tuviera muchísimo éxito para que la gente se convenza de que Dolores Vázquez es inocente"
• Juanjo Puigcorbé: "Esta miniserie ofrece la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer"
• Frank Feys: "Con mi personaje he tenido que entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King"
• Protagonizada por Luisa Martín en el papel de la acusada, Juanjo Puigcorbé, como su abogado y Frank Feys en el papel del verdadero culpable
• Pedro Costa y Fernando Cámara dirigen esta nueva apuesta de La 1 para el ‘prime time' de los jueves
• La serie es una ficción inspirada en hechos reales, documentados en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación
• Los nombres de los personajes son ficción, como también algunas de las escenas, situaciones y lugares
Televisión Española estrena el próximo jueves, 19 de junio, "El Caso Wanninkhof", una miniserie de dos capítulos inspirada en el proceso que se abrió contra Dolores Vázquez tras la desaparición y el asesinato de la joven de 19 años Rocío Wanninkhof. La guardia civil la detuvo como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada inicialmente culpable. Es, precisamente, en ese proceso y en el "linchamiento" público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés condenado también por el asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
Inspirada en estos hechos reales, "El caso Wanninkof" es una producción de Pedro Costa P.C. para TVE, documentada en las resoluciones judiciales y en las informaciones publicadas en los medios de comunicación. Los nombres de los personajes, así como muchas de las escenas, situaciones y lugares son ficticios.
Rodada en escenarios de Madrid -en las localidades de Quijorna, Villanueva de la Cañada-Segovia y Málaga, "El caso Wanninkhof" narra a lo largo de dos capítulos la historia del proceso que se abrió tras la desaparición y el asesinato de Rocío. Dolores Vázquez, una amiga de la madre, fue detenida por la guardia civil como sospechosa del crimen, fue juzgada y declarada culpable. Es en ese proceso y en el juicio público que se hizo de la figura de Dolores donde se centra la serie, así como en la posterior detención del verdadero culpable, Tony King, un ciudadano inglés acusado también del asesinato de otra joven, Sonia Carabantes.
En la miniserie que emitirá La 1 -los jueves 19 y 26 de junio en el ‘prime time'- se han cambiado los nombres de los personajes reales -excepto los de las víctimas Rocío y Sonia- así como determinadas escenas, situaciones y lugares.
En "El caso Wanninkhof" Luisa Martín encarna a la protagonista, Victoria Álvarez (Dolores). Juanjo Puigcorbé es el abogado de Victoria; Frank Feys es Robin James Jones (Tony King); Belén Constenla interpreta a Ana Cobo (Alicia Hornos, la madre de Rocío); Carla Nieto es Cristina, la hermana de la víctima; Victoria Mora es Carmen, una amiga de Victoria, y Valentina Burgueño interpreta a Rocío Wanninkhof.
Una serie que invita a la reflexión
A la rueda de prensa ante los medios de comunicación han asistido el director de Televisión Española, Javier Pons; los directores de la serie, Pedro Costa y Fernando Cámara, así como los tres actores protagonistas, Luisa Martín, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys.
Javier Pons, que ha mostrado su confianza en "El caso Wanninkof", un "producto sólido, valiente y muy de verdad", ha afirmado que esta miniserie es una invitación también a hacer reflexionar a toda la sociedad: "Hemos abordado el caso conscientes de la gran repercusión social que ha tenido. Durante años, los medios de comunicación y la sociedad hemos hecho un juicio paralelo y perjudicado el buen nombre de un inocente. Creo que nadie puede quitarse un gramo de culpabilidad. Por lo tanto, pienso que desde la televisión pública era importante y que siempre es sano abordar esta miniserie como una manera de invitar a todos a una reflexión colectiva".
"El caso tiene, además, -ha explicado Pons- una singularidad importante porque entronca con otra serie de juicios paralelos que se han dado en la historia. En este caso, con un agravante que era un prejuicio sobre la homofobia de la protagonista de la historia".
"Queremos humildemente contribuir con "El caso Wanninkof" a establecer esta reflexión, pensamos que es oportuna y necesaria. Y contribuir a que nuestra sociedad sea más libre y con menos prejuicios", ha añadido el director de Televisión Española antes de dar paso a Pedro Costa, uno de los directores de la miniserie, y, en palabras de Pons, "uno de los grandes nombres en la producción y dirección de este país".
Pedro Costa ha definido este trabajo como "una historia apasionante, tremenda y conmovedora", sobre hechos que "son buenos para abrir debates sociales". Unos ingredientes que hacen que Televisión Española sea "el sitio ideal" para emitirla.
El director de la serie ha dicho, además, que se trata de "la historia de un país, porque tiene que ver con todo: homofobia, tratamiento de los medios de comunicación, circo televisivo, sistema de justicia de jurado..." y que Dolores Vázquez se quedará "sorprendida" de los detalles que contiene la serie, buena parte de ellos logrados gracias a Luisa Martín, la protagonista.
Fernando Cámara, el otro director de la serie, ha incidido en el hecho de que sirva para "perder prejuicios" y ha valorado el trabajo de los actores: "Me han sorprendido los actores. Lo que ha hecho Luisa es sorprendente, es un ejercicio de mimetismo asombroso".
"Es fascinante el caso y lo que nos enseña. No es una serie contra la justicia, ni contra la guardia civil... sino contra nosotros mismos: lo fácil que es creernos las cosas", ha añadido el co-director.
Luisa Martín:" Estoy absolutamente poseída por Dolores"
La actriz protagonista de "El caso Wanninkof", Luisa Martín, ha explicado durante la rueda de prensa su exhaustivo trabajo para preparar un personaje del que está "absolutamente poseída": "He recibido mucha información de Televisión Española, de piezas de los Telediarios, de Informe Semanal... de amigos que tenían cosas grabadas. Pedro Costa me aportó un resumen cronológico de los hechos, he visto muchas fotos imágenes... Además, me he documentado por mi cuenta, con fuentes que no voy a desvelar, me he documentado mucho, mucho".
"Esto me ha ayudado a entender por qué esta mujer miraba y sentía así", ha dicho una Luisa Martín que, según ella misma ha contado, se ha dejado llevar más "por la emoción que por la intuición": "Cuando unes todas las piezas, todo encaja, todo es coherente. En este país, si se te muere alguien y no te das golpes de pecho parece que no sientes. Dolores Vázquez fue criada en Gran Bretaña y es una de las claves por las que he entendido cómo es su expresividad".
La actriz ha narrado también cuál fue la parte más dura de rodar: "El juicio ha sido durísimo. He tenido que oír cómo me llamaban lesbiana, fea, traidora, asesina... Me he sentido fatal y he intentado trasladar esas emociones".
Luisa Martín, que ha querido además agradecer a Televisión Española que haga una serie como ésta, ha señalado que espera el éxito de esta serie para que la gente se convenza de que "Dolores Vázquez es inocente": "Es un buen personaje porque para mí trasciende a lo que es una interpretación. Solo puedo hablar desde mis emociones, no puedo hablar en su nombre, pero se cometió una injusticia enorme y aún hay gente que cree que es culpable".
Junto a Luisa Martín, en la rueda de prensa, Juanjo Puigcorbé y Frank Feys, los otros dos protagonistas de la historia. Puigcorbé ha considerado que esta serie puede ofrecer la "oportunidad histórica" a los medios de comunicación de "rectificar": "Es la posibilidad de resarcir públicamente a una mujer".
Mientras, para Frank Feys, su personaje ha sido "todo un reto": "El único en este caso que ha hecho algo inhumano es mi personaje. Dolores Vázquez es la tercera víctima".
"Interpretar a Tony King -Robin James Jones en la serie- ha sido entrar en la cabeza de un monstruo. No es un regalo ser Tony King. Me emociono mucho... hay dos chicas que han muerto, es muy difícil, y una persona fuera acusada que quería a Rocío".
Luisa Martín encabeza el reparto
Luisa Martín es una actriz con una dilatada carrera en teatro, cine y televisión, y ganó el pasado 31 de marzo del premio de la Unión de Actores a la mejor actriz principal por su interpretación en la serie de TVE "Desaparecida". Ha participado en una veintena de montajes teatrales -"Como abejas en la miel", "Historia de una vida", "El verdugo", "La malcasada", "Aquí no paga nadie"...-, en cine -"13 rosas", "Tiovivo"...- y en televisión -"Médico de familia", "¿Quién da la vez?"...-. Por sus trabajos suma diversos premios a lo largo de su consolidada carrera, como el Premio Ercilla, Premio Miguel Mihura SGAE y Fotograma de Plata por su interpretación en "El verdugo".
Juanjo Puigcorbé ha trabajado en cerca de 70 largometrajes, casi medio centenar de series de televisión y más de 25 obras de teatro a lo largo de su larga trayectoria profesional. Algunos títulos destacados de su filmografía son "Trileros", de Antonio del Real; "Airbag", de Antonio Bajo Ulloa; "El amor perjudica seriamente la salud" y "Todos los hombres sois iguales" de Manuel Gómez Pereira; "Mi hermano del alma", de Mariano Barroso o la más reciente "Rivales", dirigida por Fernando Colomo.
Frank Feys es un actor belga formado en Los Ángeles y con experiencia en teatro, televisión y cine. En España ha trabajado con directores como Benito Zambrano (The Pitch), Isabel Coixet (Paris, Je t´aime), Dani Torres (Vidal) o Álex Villagrasa (Get Stuffed).
La actriz Belén Constenla, que interpreta a la madre de Rocío, lleva trabajando en teatro desde 1986 y ha participado en dos largometrajes y en numerosas series de televisión de éxito, como "Pratos combinados" o "Rias Baixas".
A Carla Nieto, la hermana de Rocío en la serie, los espectadores han podido verla también en teatro -"Madame de Sade"-, cine -"Las trece rosas", "Café solo o con ellas"- y televisión -"El síndrome de Ulises", "El comisario", "Amar en tiempos revueltos"...-.
Formada en la Escuela Cuarta Pared, Valentina Burgueño, Rocío en la serie, ha participado en diversas series de televisión -"Raquel busca su sitio", "El comisario" o "Yo también te quiero"- y en un largometraje, "Tirant le Blanc", de Vicente Aranda.
Una prolífica trayectoria avala al actor Manuel Navarro, que ha intervenido en series de televisión -"Herederos", "Ana y los siete", "El secreto"... - y cine, en títulos como "Libertarias", "Petra Delicado" o "Alas rotas", entre otros.
Los directores: Pedro Costa y Fernando Cámara
Pedro Costa (Barcelona, 1941), se inició profesionalmente en el periodismo, concretamente en el de sucesos y de investigación ("El Caso", "Cambio 16", "Interviú"...). En 1982 decidió dedicarse plenamente al cine. Dirigió su primera película "El caso Almería" y escribió y produjo la mítica serie de TVE "La Huella del Crimen", que le valió el Premio SEMINCI de Valladolid
En 1983 creó su propia productora, con la que a lo largo de estos años ha producido, entre otras, películas como "Las 13 rosas", "La vida de nadie", "Juana la Loca", "Pídele cuentas al Rey", "La buena estrella", "Intruso" o "Amantes". También ha dirigido largometrajes como "El crimen del cine oriente", "Una casa en las afueras", "El caso Almería" o "Redondela", con la que participó en la Sección Oficial del Festival de Moscú 1987.
Fernando Cámara, titulado en Publicidad, se introdujo en el mundo audiovisual como guionista de series de televisión. En el cine debutó con el largometraje "Memorias del ángel caído", junto a David Alonso, por el que fueron nominados al Goya a la Mejor Dirección Novel. Recientemente ha estrenado un nuevo largo, "Trastorno", con Najwa Nimri e Ingrid Rubio, y en breve comenzará a rodarse su último guión "Se alquila".
Capítulo 1
Rocío Wanninkhof se despide de su novio tras haber pasado la tarde juntos. Quedan para después de cenar, van a ir a la Feria de Fuengirola. Pero nadie vuelve a verla después de aquel 9 de octubre de 1999. Veinticuatro días después unos trabajadores que limpian un descampado encuentran un cadáver en muy mal estado. Está desnudo y tiene una puñalada en el pecho y ocho en la espalda. Es Rocío.
La guardia civil investiga el caso y todo apunta a que el asesino es alguien cercano a la víctima. Van descartando sospechosos hasta que se centran en la antigua compañera sentimental de la madre de Rocío: una mujer de carácter fuerte que convivió diez años con ella y sus tres hijos, asumiendo el papel de cabeza de familia.
La guardia civil acaba convenciéndose de su culpabilidad: ella ha matado a Rocío porque la considera responsable de su separación. A pesar de que no parece haber pruebas concluyentes, la detienen y es encarcelada. Su abogado, un jurista de renombre, acepta el caso convencido de que, sea inocente o no, la opinión pública parece haberla condenado de antemano. El 3 de septiembre de 2001 se celebra la primera sesión del juicio.
Capítulo 2
Continúa el juicio contra la acusada en el caso de Rocío Wanninkhof, que levanta gran expectación en los medios. El jurado popular emite su veredicto: culpable. Es condenada a 15 años de prisión.
Hay una persona que se alegra especialmente con la sentencia: un ciudadano inglés que lleva años viviendo en la Costa del Sol, un hombre obsesionado por el culto al cuerpo y las mujeres. Pocos en su entorno lo saben pero, en el pasado, fue condenado por varios delitos sexuales en Inglaterra.
El abogado del caso Wanninkhof recurre la sentencia y cinco meses después su defendida es puesta en libertad. El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía aprecia "falta de motivación" en la sentencia. El Tribunal Supremo acepta la decisión y ordena repetir el juicio. La fecha fijada es el 14 de octubre de 2003.
Dos meses antes, el 3 de agosto, la joven Sonia Carabantes se prepara para ir a la Feria de Coín. Pero no llega nunca, alguien la estrangula esa misma noche. La guardia civil investiga el caso y descubren que el ADN del asesino de Sonia coincide con el hallado en una colilla encontrada junto al cadáver de Rocío. Es el mismo asesino.
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U2
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Para otros usos de este término, véase U2 (desambiguación).
U2 en el Madison Square Garden durante el "The Vertigo Tour 2005".
Información personal
Origen Dublín, Irlanda
Información artística
Género(s) Rock alternativo, Rock Cristiano, rock, post punk, college rock, dance rock[1]
Período de actividad 1977 - actualidad
Discográfica(s) Interscope (1997-presente)
Island/Universal (1979-1997)
Web
Sitio web www.u2.com
Miembros
Bono
The Edge
Adam Clayton
Larry Mullen
U2 (IPA: /ju.tu/) es una banda de rock de Dublín, Irlanda. Formada en 1977, U2 es una de las bandas más populares del mundo desde mediados de la década de 1980. Ha vendido más de 190 millones de discos alrededor del mundo,[2] tiene seis álbumes que han llegado al número 1 en la lista de éxitos en los Estados Unidos y otros nueve en el Reino Unido. U2 es uno de los grupos con mayor éxito de todos los tiempos. Han sido galardonados con 22 premios Grammy, la cifra más alta para una banda o artista de rock.[3]
La banda se formó cuando Bono (vocalista y guitarrista), The Edge (guitarrista, teclado y vocalista) y Adam Clayton (bajo) respondieron a un anuncio puesto por Larry Mullen Jr. (batería y percusión). En aquel momento, los miembros de la banda eran adolescentes con un limitado conocimiento musical. A mediados de los años 80, sin embargo, ya habían lanzado cuatro discos y tenían repercusión internacional, debido en gran parte a sus grandes giras y como consecuencia del sonido particular basado en la guitarra de The Edge y en la voz apasionada y las letras introspectivas de Bono. Alcanzaron altas cotas de popularidad con el lanzamiento en 1987 de su álbum The Joshua Tree.[4] A comienzos de la década de 1990, respondieron a la revolución de la música alternativa y dance con el exitoso Achtung Baby y el más novedoso Zoo TV Tour, que acarreó críticas a su imagen, así como opiniones especializadas que sugerían cierto estancamiento musical.
En los primeros años del siglo XXI, U2 ha continuado su carrera con un sonido más tradicional, mientras mantiene algunas influencias de sus exploraciones musicales anteriores y continúa disfrutando de un gran nivel de éxito comercial y de crítica. En el 2004, la revista Rolling Stone colocó a U2 en el lugar 22 de su lista de los "100 artistas más grandes de todos los tiempos".[5] En el 2005, U2 fue incluida en el Salón de la Fama del Rock, el primer año en que podían ser elegidos. La banda es conocida por ser políticamente activa en diversas causas de derechos humanos y justicia social, como Amnistía Internacional, Make Poverty History, the ONE Campaign, Live Aid, Live 8, la campaña de DATA (Debt, AIDS, Trade in Africa) y el Music Rising de The Edge.
Contenido [ocultar]
1 Historia
1.1 Formación, Boy y October (1977–1982)
1.2 War, Under a Blood Red Sky y The Unforgettable Fire (1983-1985)
1.3 The Joshua Tree y Rattle and Hum (1986–1989)
1.4 Achtung Baby, Zoo TV y Zooropa (1990–1993)
1.5 Passengers, Pop y el Popmart (1995–1998)
1.6 All That You Can't Leave Behind y el Elevation Tour (2000–2002)
1.7 How to Dismantle an Atomic Bomb y el Vertigo Tour (2004–2006)
1.8 No Line On The Horizon y U2360°Tour (2009)
1.9 Songs of Ascent
2 Influencias
3 U2 y la política
4 Discografía
4.1 Álbumes de estudio
4.2 Álbumes en vivo
4.3 Álbumes recopilatorios
4.4 EP
4.5 Sencillos
4.5.1 Singles adicionales
4.6 Especiales
4.7 Bandas sonoras
4.8 Otros proyectos
4.9 Videos y películas
4.10 Tours
4.11 Otros conciertos
5 Premios y reconocimientos
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
[editar] Historia
[editar] Formación, Boy y October (1977–1982)
El joven Larry Mullen Jr. puso un anuncio en un tablón de su colegio, el Mount Temple Comprehensive School, buscando gente para formar un grupo. En principio hizo que pasaran los guitarristas. Dave Evans ("The Edge") fue el primero y el último en ingresar, ya que Larry quedó convencido de que no conseguiría algo mejor. Luego fue el turno de los bajistas, dónde Adam Clayton se ganó el puesto no sólo por un contundente talento, sino también por su experiencia en otras bandas anteriores. Por último, Larry quería una segunda guitarra y voz, y ahí llegó el turno de Paul Hewson. Paul comenzó tocando la guitarra, y lo hizo mal. Entonces, Larry pidió que cantara, y lo hizo peor. Entonces, Larry siempre acusó a su olfato de lo que en ese momento parecía una locura: "Un cantante debe tener personalidad, y él la tenía", dijo Larry años más tarde. The Edge convenció a Larry de dejar entrar en la banda a su hermano, Dick Evans.
Bien, la banda ya estaba formada, pero sólo tenían la batería, la guitarra eléctrica de Edge y la guitarra acústica de su hermano, ambas sin amplificadores, y el bajo de Adam, con un amplificador bastante viejo. Comenzaron tocando temas de los Beatles, de los Rolling Stones, etc. Paul se cambió el nombre a Bono Vox, en honor a una marca de audífonos de Dublin, que en latín quiere decir "Buena Voz". Dave adoptó también un nombre artístico, llamándose The Edge, y Larry agregó el "JR" a su nombre, ya que poseía el mismo nombre de su padre.
Se llamaron Feedback antes de cambiarse a The Hype en 1977, pero la llegada de U2 fue un poco bizarra, ya que Dick dejó el grupo en medio de un concierto por razones difíciles de definir, y ahí nació U2. Dick terminó tocando con los Virgin Prunes. Suele decirse que el grupo se bautizó U2 en honor al avión espía Lockheed U-2, que fue derribado por los rusos en los días del nacimiento de Bono; en realidad, según reconocen los propios miembros del grupo en su autobiografía "U2 by U2", la elección del nombre fue más o menos provisional hasta encontrar otro más adecuado, pero su creciente fama y proyección internacional asentó el nombre. Steve Averill (diseñador de las carátulas de los álbumes y sencillos del grupo) fue quien sugirió el nombre. U2 también es un juego de palabras, ya que se pronuncia al igual que you too, (inglés: "tú también").
Material promocional de Boy.U2 dio su primer gran golpe en 1978, cuando ganaron un concurso patrocinado por Paul McGuinness en su último año de instituto. Para finales de año, el manager de The Stranglers, Paul McGuinness, les vio actuar y les ofreció un contrato. Incluso con eso la banda tuvo problemas para seguir adelante, porque la CBS no les contrató finalmente. En otoño de 1979, U2 lanzó su sencillo de debut, "U2 Three", sólo para Irlanda, donde encabezó las listas. Después empezaron a actuar en Inglaterra, pero no lograron gran éxito.
U2 tenía otro sencillo, "Another Day" y en 1980 Island Records les hizo un contrato. A finales de año sacaron su álbum de debut, Boy, producido por Steve Lillywhite. "Boy" triunfó por su dinámica proveniente del Post Punk, combinándola con un sonido de absoluta vanguardia, especialmente en su peculiar sonido de guitarra. Sin duda, eran prometedores, y sus letras cargaban firmes mensajes políticos, por las permanentes situaciones adversas en Irlanda. La canción más importante de este disco fue "I Will Follow", aún hoy tocada en vivo en sus recitales, pero también fueron importantes canciones como "Another Time, Another Place" y "Stories For Boys". Gracias a los continuos recitales, entre los que se incluían abrir las actuaciones de Talking Heads y una pequeña gira denominada Boy Tour, U2 pudo llevar a Boy al 70 de las listas americanas a principios de 1981. Con la producción de Lillywhite lanzaron October, álbum. Fue muy poco exitoso y la banda lo sufrió mucho, ya que los sorprendió una mala respuesta popular justo cuando alcanzaban la escena musical importante. Pero manteniendo una dinámica de disco tras disco, se tenían algo entre manos.
[editar] War, Under a Blood Red Sky y The Unforgettable Fire (1983-1985)
Bono durante el "The War Tour 1983".Lilliwhite continuó en la producción de discos de la banda con el álbum War, realizado en la primavera de 1983.
Este álbum tenía más mensaje político que los álbumes anteriores y en él se incluyeron dos de las canciones más famosas del cuarteto; "Sunday Bloody Sunday" y "New Year's Day", la beligerante declaración de paz de U2, cumple 25 años sin perder actualidad. Con estos temas alcanzaron la cima en varios Rankings y War despertó la curiosidad de quienes buscaban un sonido nuevo y letras que realmente despertaran los sentimientos de los jóvenes Irlandeses.
Durante el War Tour lanzaron el disco y el video titulado Under a Blood Red Sky, grabado en Red Rocks Colorado, con lo que U2 ya empezaba a revolucionar la manera de presentar un concierto en vivo. El álbum entró en las listas en el número 2 y se convirtió en el directo de mayor éxito de las Islas británicas.
Durante este perídodo en el que U2 ya empezaba a ganarse al público británico, estos recibieron una importante invitación de Juan Pablo II. Era conocido que U2 cargaba algunas de sus canciones con mensajes religiosos, pero realmente era contradictoria la invitación. Después de un largo debate decidieron aceptar, pero pidieron que no hubiera camarógrafos ni paparazzi, querían una charla íntima con el Papa. Respondieron que sin cámaras ni filmadoras no había gracia, que era lo mismo que no fueran. "Hagan lo que quieran, pero sin nosotros", respondió Bono.
Después de War, U2 volvió a los estudios con Brian Eno y Daniel Lanois como productores, quienes le dieron un toque experimental. Lanzado en otoño de 1984, The Unforgettable Fire volvió a conseguir el éxito obtenido con War. Fue uno de los discos más revolucionarios de la banda, adoptando un estilo absolutamente distinto al de sus inicios, cargando a sus canciones de fracciones melódicas, y explotando mas que nunca la creatividad de su guitarra. Inclusive, fue uno de los períodos más creativos de Addam, el bajista. Entró en el número 1 de las listas británicas y en el 12 de las americanas. El álbum supuso ingresar en el top 40 de las listas americanas con la canción de homenaje a Martin Luther King "Pride (In the Name of Love)".[6] U2 salió de gira para promocionar el disco, titulado Unforgettable Fire Tour; dentro de los conciertos de ese tour destacó una actuación memorable en el Live Aid, donde ya tenían el mundo a su alcance. Después de la gira, lanzaron el mini-LP en directo Wide Awake in America en 1985.
[editar] The Joshua Tree y Rattle and Hum (1986–1989)
Placa en el lugar donde se tomó la fotografía de la carátula de The Joshua Tree, referenciando a la canción "I Still Haven't Found What I'm Looking For".Mientras que U2 se había convertido en una de las bandas de rock más exitosas de la década de 1980, todavía no habían logrado el estrellato, hasta que en primavera de 1987 lanzaron The Joshua Tree. Aclamado con buenas críticas, muchos lo calificaron de obra maestra. Este disco se convirtió en su primer número uno en Estados Unidos[7] y su tercer álbum en alcanzar el número uno en el Reino Unido. Con sus números uno en Norteamérica, "With or Without You" y "I Still Haven't Found What I'm Looking For", The Joshua Tree y el tour que le precedió (The Joshua Tree Tour) le fueron merecedores de portadas en revistas tan prestigiosas como Time.[8] El álbum también incluía el mítico sencillo "Where the Streets Have No Name".
U2 decidió filmar un documental sobre su gira estadounidense, grabando además nuevo material en el camino. El proyecto se llamó Rattle and Hum,[9] que fue respaldado por un doble disco en el que había canciones en vivo junto con material nuevo. Mientras que con el álbum Rattle and Hum lograban ser un éxito, tanto el documental como la película recibían pobres críticas en las que se reseñaba la fascinación del grupo por la música de raíces americanas como el blues, el soul, el country y el folk. Después de realizar una de sus mejores giras, el Lovetown Tour, el grupo se tomó un descanso.
[editar] Achtung Baby, Zoo TV y Zooropa (1990–1993)
Automóviles usados en el Zoo TV Tour colgando en el Salón de la Fama del Rock.U2 se reunió en Berlín en 1990 para grabar un nuevo álbum, con Eno y Lanois. Aunque las sesiones de grabación fueron difíciles y la banda estuvo a punto de disolverse, el resultado, Achtung Baby, representó una triunfante reinvención del sonido base de la banda. Si en sus primeros tiempos se habían dejado influir por el post-punk y la música americana en su etapa media, ahora se sumergía en la música de baile y por la música electrónica. Inspirados por igual por el Bowie de los años 70 y por el "sonido Mánchester", Achtung Baby tenía un sonido más variado y aventurero que el de los U2 en su primera etapa, y no defraudó a su audiencia. El álbum debutó con un número uno y lanzó éxitos en el top ten como "Mysterious Ways" y "One".[10]
La canción que aparece en el LP Achtung Baby de 1991, "One", es considerada por muchos como la mejor cancion escrita por Bono, por ser una de las más emotivas en cuanto interpretación y en cuanto a sentimiento cuando es interpretada en vivo. Curiosamente, esta cancion no fue escrita pensando en el amor, sino todo lo contrario que pudiera pensar Bono en ese entonces, esta canción, en palabras del propio Bono, es una vista al mundo en el que vivimos, donde no se puede controlar la idea del egoísmo entre las religiones, las costumbres, las ideas, etc... entre los países que habitan éste planeta, la canción hace remembranza a la hermandad que debe de existir y a la oportunidad de querer como hermanos sin necesariamente serlo. Pero también tiene el significado de la aceptación de las formas en como el ser humano se acepta en éste mundo.
Cabe destacar que esta canción es utilizada muy frecuentemente en eventos sociales, comúnmente bodas, al respecto Bono ha dicho que no tiene ningun significado como para ser considerada como una canción que hable de las relaciones amorosas.
A principios de 1992, el grupo se lanzó a una nueva gira en apoyo de su Achtung Baby. Con el nombre de Zoo TV Tour,[11] esta gira fue una novedosa combinación de efectos multimedia, con un escenario formado por pantallas gigantescas, coches colgando y con llamadas de móviles. Bono se creó un álter ego llamado "The Fly" ("la mosca"), que representaba el estrellato. Era evidente que U2 estaban más desenvueltos y se divertían más que nunca, pero no habían abandonado su implicación social.
Después de finalizar el Zoo TV Tour en América a finales de 1992 y antes de comenzar su tramo europeo, U2 entró en el estudio para grabar nuevo material: Zooropa, lanzado en 1993 coincidiendo con su gira del mismo nombre. El álbum demostró tener una influencia techno y de dance mayor que Achtung Baby y recibió buenas críticas y algunos sencillos del que destacaron "Lemon" y "Stay (faraway, so close!)". Pese a que el álbum no fue un éxito de ventas, pues no alcanzó los dos millones de copias vendidas, obtuvo un Grammy al "Mejor Album Alternativo" de 1994.[12] Durante la gira de Zooropa, "The Fly" se transformó en MacPhisto en su segundo tramo. La gira, que terminó en una emotiva noche en Tokio el 10 de diciembre de 1993 (casi dos años después de dar comienzo en Lakeland el 29 de febrero de 1992 y tras 159 conciertos), la banda se tomó otro descanso.
La gira Zooropa fue considerada desde entonces como una de las más grandes y originales giras de la historia del rock, y esa época es recordada, por la gran mayoría de los fans del grupo y por la crítica especializada, como la etapa más creativa y exitosa del grupo.[2]
Concierto de U2 en Kansas City, durante el Elevation Tour, en el que la banda recorrió Norteamérica y Europa (2001).[editar] Passengers, Pop y el Popmart (1995–1998)
Durante 1995, U2 reapareció con "Hold me, Thrill me, Kiss me, Kill me", una pieza de glam rock para la película Batman Forever, producida por Nellee Hooper.[13] A finales de ese año, colaboraron en Original Soundtracks 1 de Brian Eno. Lanzaron el álbum con el seudónimo de The Passengers, pasando inadvertido ante la crítica. De este álbum destaca el tema "Miss Sarajevo" que cantan junto a Luciano Pavarotti. Muchos fans devotos del grupo y el baterista de la banda, Larry Mullen, estaban decepcionados por el proyecto de Passengers, así que U2 prometió lanzar en otoño de 1996 un álbum de rock.
Este disco tardó bastante tiempo en editarse, aplazándose hasta la primavera de 1997. Durante el retraso, se filtraron algunos temas, como "Discothèque", su primer sencillo. Quedó claro que el nuevo álbum tenía fuertes influencias del techno, del dance y de la música electrónica. Cuando finalmente salió al mercado, Pop obtuvo fuertes ventas iniciales y algunas de las peores críticas de su carrera,[14] con la que comenzaron su gira Popmart que los llevó por primera vez a Sudamérica con presentaciones en Argentina, Brasil y Chile, así como a México por segunda ocasión.
A finales de 1998, el grupo volvió con The Best of 1980-1990, la primera de una serie de recopilaciones editadas por Polygram.[15] Allí se incluyó la versión Mix del tema "The Sweetest Thing", que se convirtió en un éxito llegando a ocupar posiciones privilegiadas en las principales carteleras musicales.
[editar] All That You Can't Leave Behind y el Elevation Tour (2000–2002)
Tres años después de Pop, U2 se unió a Brian Eno y Daniel Lanois nuevamente para realizar All That You Can't Leave Behind en otoño del 2000, álbum con el que la banda volvió a su característico sonido de guitarras. En el se incluían temas como "Beautiful Day", (que recibió un premio Grammy),[16] "Walk on", "Kite" y "Elevation". En el 2002 lanzaron un nuevo recopilatorio de su segunda década como banda, denominado The Best of 1990-2000. Allí se incluyó como promocional, el sencillo "Electrical Storm" que se convirtió en un éxito durante este año.
A estos dos lanzamientos les precedió la Elevation Tour,[17] que comenzó en Miami el 24 de marzo de 2001 y terminó en la misma ciudad, pero casi nueve meses después de comenzar, el 2 de diciembre. En esta gira, al igual que en el disco promocionado, volvió el ambiente más íntimo frente a los macro conciertos de Zoo TV y Popmart. Durante esa gira se editaron dos DVD; Elevation: Live from Boston y U2 Go Home: Live from Slane Castle.
En 2002, U2 junto con otra bandas como KISS, Metallica, The Offspring, Red Hot Chili Peppers y Rancid, participaron en un disco tributo a la banda de punk rock, The Ramones llamado We're A Happy Family. El disco fue producido por Johnny Ramone y lanzado bajo el sello de Columbia Records.[18]
[editar] How to Dismantle an Atomic Bomb y el Vertigo Tour (2004–2006)
The Edge durante la presentación de U2 en el concierto del Live 8 en Londres, el año 2005.
U2 durante el concierto que brindaron en Bruselas en el marco del Vertigo Tour.A finales de 2004, U2 sacó a la luz su álbum, How to Dismantle an Atomic Bomb, un disco de rock del que han extraído sencillos como "Vertigo", "Sometimes You Can't Make It on Your Own", "City Of Blinding Lights", "Original Of The Species" y "All Because Of You".[19]
La gira promocional de este material comenzó el 28 de marzo de 2005 en la ciudad de San Diego, California, bajo el título de Vertigo Tour.[20] En esta gira U2 recorrió los Estados Unidos y Canadá entre marzo y mayo de ese año, para continuar en Europa en el verano (entre el 10 de junio, en Bruselas y el 14 de agosto en Lisboa) y regresar a Estados Unidos y Canadá en el otoño, a partir del 12 de septiembre en Toronto y hasta el 19 de diciembre en Portland. Durante enero y febrero de 2006, el grupo realizó la cuarta etapa de la gira, que incluyó el triunfal retorno de U2 a países como México, Brasil, Chile y Argentina, que no habían sido incluidos en la gira anterior, Elevation de 2001. El 8 de marzo de 2006, entre los conciertos de Argentina y Nueva Zelanda, el grupo anunció que la banda se veía obligada a posponer las últimas 10 fechas, que abarcaba Nueva Zelanda, Australia y Japón debido a la enfermedad de un familiar cercano a uno de los miembros de la agrupación. Estas fechas fueron reprogramadas a partir del 7 de noviembre con el concierto en Brisbane, Australia, finalizando la gira en Honolulu, Hawái, el 9 de diciembre de 2006.
Durante este lapso de tiempo U2 grabó junto a Green Day un cover de la famosa canción del grupo punk escocés The Skids, "The Saints are Coming", a beneficio de la campaña Music Rising, llevada adelante por The Edge para ayudar a los músicos de Nueva Orleans que, tras las devastadoras inundaciones provocadas por el Huracán Katrina, quedaron sin su sustento de trabajo; sus instrumentos musicales.[21] El cover fue presentado el 25 de septiembre de 2006, en el marco de la reinauguración del Louisiana Superdome, en Nueva Orleans. A fines de septiembre de 2006, U2 lanzó a la venta su autobiografía, U2 by U2, editada por Neil McCormick, con textos escritos en base a horas y horas de entrevistas con la banda y 1500 fotografías. En este libro de 352 páginas la banda cuenta todo desde sus inicios hasta la fecha.
El 20 de noviembre de 2006 se estrenó su nuevo álbum recopilatorio, U218 Singles, con 16 de sus canciones más conocidas y dos temas nuevos (el cover "The Saints are Coming" y la inédita "Window in the Skies"). En octubre de ese mismo año la banda se cambió a Mercury Records tras 26 años afiliados a Island Records, ambas subsidiarias de Universal Music Group.[22]
En enero de 2008, el mánager de la banda, Paul McGuinness, anunció que U2 está preparando la salida al mercado de la continuación de How to Dismantle an Atomic Bomb en febrero de 2009.[23]
En Marzo del 2008 se estrenó en gran parte de Latinoamérica la película de U2: U23D.[24] Esta película fue filmada durante la gira Vertigo, en tres países: Chile, Brasil y Argentina. La película recorrió el mundo entero, revolucionando el mercado del cine 3D.
[editar] No Line On The Horizon y U2360°Tour (2009)
El 2 de marzo de 2009 salió a la venta, tras más de 4 años preparándolo, su duodécimo álbum, No Line on the Horizon. Grabado en lugares tan dispares como Fez (Marruecos), Francia, Hanover Quay Studios en Dublín y finalmente en los Olympic Studios de Londres. Su primer sencillo se tituló "Get on Your Boots"; el segundo sencillo es "Magnificent", lanzado el 4 de mayo de 2009; el tercer sencillo titulado "I'll Go Crazy If I Don't Go Crazy Tonight", fue lanzado el 7 de septiembre de 2009. El 30 de junio del mismo año U2 inició en Barcelona la gira 360º Tour que les llevará por Europa y Norteamérica, cual seguirá en el 2010 por Europa.
El 25 de octubre de 2009, un concierto del "U2360°Tour" desde el Rose Bowl (California, Estados Unidos) se convirtió en el primer concierto completo transmitido en vivo por YouTube. El mismo concierto fue puesto a la venta en varias ediciones conteniendo los formatos de DVD y Blu Ray en junio de 2010. En la edición deluxe está incluido el sencillo "Soon (Kingdom Of Your Love)", canción que sonó en todos los conciertos de la gira justo antes de aparecer la banda.
A través de su servicio de suscripción U2 Online, se ofrece un disco de Remixes titulado "Artificial Horizon", incluyendo colaboraciones con Trent Reznor, Justice, Hot Chip o David Holmes, entre otros.[25]
[editar] Songs of Ascent
U2 anunció que "Songs of Ascent" será un álbum de 12 canciones de las sesiones de grabación de No Line On The Horizon. Su lanzamiento aún no tiene fecha definida, y varias declaraciones sucesivas de la banda y de su manager han ido posponiendo la suspuesta puesta a la venta del álbum, que actualmente se espera para finales de 2010 o comienzos de 2011. Se rumorea que la canción “Every Breaking Wave” puede ser el primer single.
Una de las canciones descartadas de "No Line on the Horizon" que posiblemente pueda ser del repertorio de "Songs of Ascent", y que si aparece en la película de Anton Corbijn 'Linear', es "Winter". La canción también apareció en el soundtrack de la película "Brothers", en una versión diferente.
Además del proyecto de "Songs Of Ascent", que estará basado principalmente en canciones descartadas durante la grabación de No Line On The Horizon, la banda también quiere volver, aunque por el momento sin una fecha definida, al material que fue grabado en la sesiones con Rick Rubin (productor de Window in the Skies). Según palabras de la banda irlandesa, este trabajo "es un álbum 'rock club' con grandes guitarras y ritmos", aunque aún no está claro ni su fecha de lanzamiento, ni su formato.
Además, Bono y The Edge continúan con su proyecto personal: el musical de Spiderman: Turn off the Dark que se realizará en Broadway en 2010, para el que han escrito canciones como "Boy Falls from the Sky", "Bouncing Off the Walls", "Rise Above", "Bullying by Numbers", "Turn Off the Dark", "Pull the Trigger" and "If the World Should End"
[editar] Influencias
U2 ha recibido influencias de Pink Floyd,The Who,[26] The Ramones,[18] The Clash,[27] The Beatles,[28] Siouxsie & the Banshees,[29] Joy Division[30] y Patti Smith[31] y ha influenciado a OneRepublic,[32] 30 seconds to Mars, Coldplay,[33] The Fray,[34] The Killers,[35] Delirious? y Angels & Airwaves.[36] Ha trabajado con: Green Day,[37] R.E.M. (en un proyecto llamado Automatic Baby, formado por Michael Stipe y Mike Mills, de R.E.M. con Adam Clayton y Larry Mullen Jr., de U2),[38] Leonard Cohen,[39] Bruce Springsteen,[40] [41] [42] Pearl Jam,[43] Mary J. Blige,[44] B.B. King,[45] Luciano Pavarotti,[46] Wim Wenders[47] y Anton Corbijn.[48]
Grupos y artistas que han versionado canciones de U2: Avalanch, Paramore, Sepultura,[49] James Blunt,[50] Johnny Cash,[51] Joe Cocker,[52] Pearl Jam,[53] tobyMac,[54] Pet Shop Boys,[55] Dream Theater,[56] The Smashing Pumpkins,[57] Darlene Zschech,[58] Ignite,[59] Keane,[60] Pillar,[61] Utada Hikaru,[62] Saul Williams.[63]
[editar] U2 y la política
Bono junto a Horst Köhler, en ese entonces presidente del FMI, y presidente de Alemania en el año 2000.Además de ser conocida por su música, la banda ha destacado por sus labores sociales, especialmente Bono, quien, en 2008, ya ha sido nominado al Premio Nobel de la Paz en 3 ocasiones.[64] También su activismo los ha llevado a colaborar con distintas organizaciones como Amnistía Internacional, Greenpeace, DATA, ONE y con causas de apoyo principalmente a los países menos desarrollados, como su participación en eventos como Live Aid (1985) y veinte años después, Live 8 (2005), ambos conciertos masivos organizados por Bob Geldof para que los países del G-8 (los siete países más ricos del mundo y Rusia) ayudaran a los países africanos.[65]
Desde comienzos del decenio de 1980, los miembros de U2, como un grupo o individualmente han colaborado con otros músicos, artistas, famosos, y políticos para abordar las cuestiones relativas a la pobreza, la enfermedad y la injusticia social. En 1984, Bono y Adam Clayton participaron en Band Aid para recaudar dinero para el hambre en Etiopía.[66]
En 1986, U2 participó A Conspiracy of Hope y en Self Aid para el desempleo en Irlanda. El mismo año, Bono y Ali Hewson también visitó Nicaragua y El Salvador por invitación del Sanctuary movement y vio los efectos de la guerra civil de El Salvador. Estos eventos fueron fuertemente influenciados en el álbum The Joshua Tree, que se estaba grabando en ese momento.
En 1992, la banda participó en el concierto "Stop Sellafield" con Greenpeace durante su gira Zoo TV.[67]
En la foto, imagen del concierto en santiago de Chile de 1998, donde el grupo protesto contra Augusto Pinochet, quien en los días posteriores asumiría como senadorEl año 1998 a finales de la Gira PopMart en Santiago de Chile en pleno concierto, en medio de la interpretación de la canción "one" y "Mothers of the Disappeared", es interpretada en el escenario con las madres de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, como modo de protestar por la incorporación del ex dictador chileno Augusto Pinochet al senado, como senador vitalicio, a la vez que Bono pide por el esclarecimiento de donde están los cuerpos de los desaparecidos. Este hecho es uno de los mas recordados de la Gira Popmart
A finales de 2005, tras el paso del huracán Katrina y el huracán Rita, The Edge ayudó a introducir Music Rising, una iniciativa para recaudar fondos para los músicos que perdieron sus instrumentos en la tormenta asolado la costa del Golfo. [68]
[editar] Discografía
Artículo principal: Discografía de U2
[editar] Álbumes de estudio
Boy (20 de octubre de 1980).
October (16 de octubre de 1981).
War (28 de febrero de 1983).
Under a Blood Red Sky (noviembre de 1983).
The Unforgettable Fire (1 de octubre de 1984).
The Joshua Tree (9 de marzo de 1987).
Rattle and Hum (11 de octubre de 1988).
Achtung Baby (12 de noviembre de 1991).
Zooropa (6 de julio de 1993).
Original Soundtracks 1 (6 de noviembre de 1995).
Pop (4 de marzo de 1997).
All That You Can't Leave Behind (31 de octubre de 2000).
How to Dismantle an Atomic Bomb (22 de noviembre de 2004).
No Line on the Horizon (26 de febrero de 2009).
Songs of Ascent (2010 o 2011).
[editar] Álbumes en vivo
Under a Blood Red Sky (noviembre de 1983).
[editar] Álbumes recopilatorios
The Best of 1980-1990 (noviembre de 1998).
The Best of 1990-2000 (noviembre de 2002).
Unreleased and Rare (2004).
U218 Singles (noviembre de 2006).
[editar] EP
Wide Awake in America (1985).
7 (2001).
Early Demos (2004).
Live from Under the Brooklyn Bridge (2004).
[editar] Sencillos
Todos los singles lanzados y sus posiciones en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos (EUA), Reino Unido (R.U.), Irlanda (IRL), Canadá (CAN), Suecia (SUE) y Holanda (HOL).
Year Title Album EUA R.U. IRL CAN SUE HOL
1980 "Another Day"[69] Ningún álbum - - - - - -
1980 "11 O'Clock Tick Tock" Ningún álbum - - - - - -
1980 "A Day Without Me" Boy - - - - - -
1980 "I Will Follow" Boy - - - - - -
1981 "Fire" October - 35 4 - - -
1981 "Gloria" October - 55 10 - - -
1982 "A Celebration" Ningún álbum - 47 15 - - -
1982 "I Will Follow" (Live from Hattem)[70] Ningún álbum - - - - - 12 -
1983 "New Year's Day" War 53 10 2 - - 11
1983 "Two Hearts Beat As One" War 101 18 2 - - -
1983 "Sunday Bloody Sunday"[71] War - - - - - 3 -
1984 "I Will Follow (Live from West Germany)"[72] Under A Blood Red Sky 81 - - - - -
1983 "40"[73] War - - - - - - -
1984 "Pride (In The Name Of Love)" The Unforgettable Fire 33 3 2 33 - 8
1985 "The Unforgettable Fire" The Unforgettable Fire - 6 1 - - 8
1985 "Sunday Bloody Sunday (Live)" War - - - - - 3
1987 "With or Without You" The Joshua Tree 1 4 1 1 13 2
1987 "I Still Haven't Found What I'm Looking For" The Joshua Tree 1 6 1 11 - 6
1987 "Where The Streets Have No Name" The Joshua Tree 13 4 1 14 - 10
1987 "In God's Country[74] The Joshua Tree 44 48 - 28 - -
1988 "One Tree Hill"[75] The Joshua Tree - - - - - -
1988 "Desire" Rattle and Hum 3 1 1 3 5 2
1988 "Angel Of Harlem" Rattle and Hum 14 9 3 15 - 8
1989 "When Love Comes To Town" (con B.B. King) Rattle and Hum 68 6 1 - - 9
1989 "All I Want Is You" Rattle and Hum 83 4 3 - 4 12
1991 "The Fly" Achtung Baby 61 1 3 3 3 4
1991 "Mysterious Ways" Achtung Baby 9 9 1 4 20 8
1992 "One" Achtung Baby 10 7 1 3 - 11
1992 "Even Better Than the Real Thing" Achtung Baby 32 12 3 34 10 8
1992 "Even Better Than the Real Thing" (Perfecto Mix) Achtung Baby - 8 10 - - -
1992 "Who's Gonna Ride Your Wild Horses" Achtung Baby 35 14 4 - 19 13
1993 "Numb" (video) Zooropa - - - - - -
1993 "Lemon"[76] Zooropa - - - - - -
1993 "Stay (Faraway, So Close!)" Zooropa 61 4 1 5 13 10
1995 "Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me" Banda sonora de Batman Forever 16 2 1 11 2 9
1995 "Miss Sarajevo"[77] Original Soundtracks 1 - 6 4 - 35 5
1997 "Discothèque" Pop 10 1 1 1 2 9
1997 "Staring At The Sun" Pop 26 2 4 1 26 22
1997 "Last Night On Earth" Pop 57 10 11 4 - 17
1997 "Please" Pop 103 7 6 10 33 11
1997 "If God Will Send His Angels" Pop - 12 11 26 56 30
1997 "Mofo" Pop - - - - - -
1998 "The Sweetest Thing" The Best of 1980-1990 63 2 1 1 6 9
2000 "Beautiful Day" All That You Can't Leave Behind 21 1 1 1 7 1
2001 "Stuck in a Moment You Can't Get out of" All That You Can't Leave Behind 52 2 1 1 23 7
2001 "Elevation" All That You Can't Leave Behind 116 3 1 1 33 1
2001 "Walk On" All That You Can't Leave Behind 118 5 7 1 55 10
2002 "Electrical Storm" The Best of 1990-2000 77 5 2 1 13 4
2004 "Vertigo" How To Dismantle An Atomic Bomb 31 1 1 2 2 2
2005 "Sometimes You Can't Make It on Your Own" How To Dismantle An Atomic Bomb 97 1 3 1 24 4
2005 "All Because of You" How To Dismantle An Atomic Bomb 101 4 2 1 37 8
2005 "City of Blinding Lights" How To Dismantle An Atomic Bomb - 2 8 2 8 3
2005 "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" (con Paul McCartney) Single digital 48 - - - - -
2005 "All Because of You"[78] How To Dismantle An Atomic Bomb - 4 4 - - 6
2006 "Original of the Species"[79] How To Dismantle An Atomic Bomb - - - - - 15
2006 "One" (con Mary J. Blige) The Breakthrough 86 2 2 - - 2
2006 "The Saints are Coming" (con Green Day) U218 Singles - 2 1 1 4 1
2007 "Window in the Skies" U218 Singles - 4 5 1 - 1
2009 "Get on Your Boots"[80] No Line on the Horizon 37 12 1 3 8 16
2009 "Magnificent" No Line on the Horizon 79 42 5 68 16 27
2009 "I'll Go Crazy If I Don't Go Crazy Tonight" No Line on the Horizon - 32 7 72 47 -
[editar] Singles adicionales
1990--"Everlasting Love"
1993--"Cars in Flames ([Dj Clio vs U2-Panikero Remix])
2001--"New Year's Dub" (Musique vs. U2)
2003--"Beautiful Day (Live from Slane)" (sólo digital)
2004--"Take Me To The Clouds Above" (LMC vs. U2)
[editar] Especiales
The Complete U2 sólo digital (2004)
[editar] Bandas sonoras
The Million Dollar Hotel: Music from the Motion Picture (2000)
[editar] Otros proyectos
Original Soundtracks 1 (6 de noviembre de 1995) (bajo el nombre de Passengers, producido por Brian Eno, con invitados como Luciano Pavarotti, Howie B entre otros).
[editar] Videos y películas
Under a Blood Red Sky (en vivo desde Red Rocks, Colorado) (1983)
The Unforgettable Fire Collection (colección de los videos promocionales y documental) (1985)
Rattle and Hum (documental en vivo del Joshua Tree Tour, estrenado en cines el año anterior) (1989, 1999 en DVD)
Achtung Baby: The videos, the cameos and whole lot of interference from Zoo TV (videos promocionales y documentales) (1992)
Zoo TV: Live from Sydney (en vivo desde Sydney) (1994, 2006 en DVD)
Popmart: Live from Mexico City (en vivo desde la Ciudad De México) (1998, 2007 en DVD)
The Best of 1980-1990 (videos promocionales) (1999)
Elevation: Live from Boston (en vivo desde Boston) (2001)
The Best of 1990-2000 (videos promocionales) (2002)
U2 Go Home: Live from Slane Castle (en directo desde el castillo Slane, Irlanda) (2003)
U2 and 3 songs (entrevistas y videos, incluido en ediciones limitadas de How To Dismantle An Atomic Bomb) (2004)
Vertigo: Live from Chicago (en vivo desde Chicago) (2005)
Vertigo: Live from Milan (10 cortes en vivo, mas no el concierto en su totalidad, incluido en la edición limitada de U218 Singles) (2006)
U218 Videos (videos promocionales) (2006)
U2 3D (en vivo, documental 3D del Vertigo Tour en: Chile, Argentina, Brasil y México, estrenado en cines (IMAX) (2008).
U2 At the Rose Bowl (en vivo desde Los Angeles) (2010)
[editar] Tours
Año(s) Título Etapas Shows Lanzamientos oficiales
1979–1980 U2-3 Tour 1 10
1980 11 O'Clock Tick Tock Tour 1 20
1980–1981 Boy Tour 5 157 Live from Boston 1981 (álbum digital, parte de The Complete U2)
1981–1982 October Tour 5 102
1982–1983 War Tour 5 109 Under a Blood Red Sky (álbum y video)
1984–1985 Unforgettable Fire Tour 6 113
1986 A Conspiracy of Hope Tour
para Amnistía Internacional 1 6
1987 Joshua Tree Tour 3 110 Rattle and Hum (álbum y rockumental)
1989–1990 Lovetown Tour 2 47 Live from the Point Depot (álbum digital, parte de The Complete U2)
1992–1993 Zoo TV Tour 5 158 Zoo TV: Live from Sydney (video)
Zoo TV Live (álbum exclusivo para fans)
1997–1998 PopMart Tour 4 94 PopMart: Live from Mexico City (video)
Hasta la Vista Baby! (álbum exclusivo para fans)
2001 Elevation Tour 3 113 Elevation: Live from Boston (video)
U2 Go Home: Live from Slane Castle (video)
2005–2006 Vertigo Tour 5 132 Vertigo: Live from Chicago (video)
U2.COMmunication (álbum exclusivo para fans)
Vertigo: Live from Milan (video incluido en la versión deluxe de U218 Singles)
U2 3D (película en 3D)
2009–2010 U2360°Tour 44 U2 360° At The Rose Bowl (DVD-Blue Ray)
[editar] Otros conciertos
Año Título Tour respectivo Lanzamientos oficiales
1985 Live Aid Unforgettable Fire Tour Live Aid y Live Aid: 20 Years Ago Today (video)
1992 Stop Sellafield Concert Zoo TV Tour Stop Sellafield: The Concert (video)
2001 America: A Tribute to Heroes Elevation Tour America: A Tribute to Heroes (álbum y video)
2005 Live 8 Vertigo Tour Live 8: One Day, One Concert, One World (video)
[editar] Premios y reconocimientos
En su carrera la banda ha logrado varios premios y nominaciones, como por ejemplo:
22 Grammys
1987 - [[Mejor grupo de rock instrumental]] y Álbum del Año (The Joshua Tree)
1988 - Mejor grupo de rock instrumental ("Desire"), Mejor interpretación de vídeos musicales ("Where The Streets Have No Name")
1992 - Mejor grupo de rock instrumental (Achtung Baby)
1993 - Mejor Álbum de Música Alternativa (Zooropa)
1994 - Mejor video musical de concierto (Zoo TV: Live From Sydney)
2000 - Mejor álbum, Canción del Año y Mejor grupo de rock instrumental ("Beautiful Day")
2001 - Mejor álbum ("Walk On"), Mejor grupo de pop instrumental("Stuck in a Moment You Can't Get out of"), Mejor grupo de rock instrumental ("Elevation"), Mejor Álbum de Rock (All That You Can't Leave Behind)
2004 - Mejor grupo de rock instrumental, Mejor canción de rock y Mejor vídeo musical ("Vertigo")
2005 - Mejor grupo de rock instrumental y Mejor canción del año ("Sometimes You Can't Make It On Your Own"), Mejor canción de rock ("City Of Blinding Lights"), Mejor álbum de rock del año y Álbum del año (How To Dismantle An Atomic Bomb)
7 Brit Awards
1988, 1989 y 1990 (Grupo internacional), 1993 (Mayor actuación en vivo), 1998 (Grupo internacional), 2001 (Grupo internacional, Contribución Excepcional).
Premios Globo de Oro
2003 Mejor canción original ("The Hands That Built America") (Ganadora)
2010 Mejor Canción original ("Winter") (Nominada)
5 MTV Video Music Awards
1987 (Viewer's Choice - "With Or Without You"), 1988 (Mejor vídeo de una película - "When Love Comes to Town"), 1992 (Mejor vídeo - "Even Better Than the Real Thing"), 1995 (Viewer's Choice Europe - "Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me"), 2001 (Video Vanguard Award)
3 MTV Europe Music Awards
1995 (Mejor grupo), 1997 y 2009 (Mejor acto en vivo)
14 Meteor Ireland Music Awards (2001 (3), 2002 (7), 2003 (1), 2006 (3))
Amadeus Austrian Music Award 2001 y nominaciones en 2004, 2005, 2006.
Nominación para el premio Óscar en la categoría Music - Canción original por "The Hands That Built America", de la película Gangs of New York (2003)
Integración en el Rock and Roll Hall of Fame, 2005
Reconocimiento de Amnistia Internacional, 2005
[editar] Referencias
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↑ a b «U2Miracle.com // Portal de U2: Noticias, Biografias, Foro, Discografia,Multimedia».
↑ «Grammy award winners» (en inglés) págs. 1. The Recording Academy. Consultado el 15-08-2008.
↑ Gaceta :: El disco que convirtió a cuatro irlandeses en el grupo más grande del mundo
↑ ««The Immortals: The First Fifty»». Rolling StonePortada del Rolling Stone 946.
↑ U2 East Link - Hemeroteca
↑ U2 The Joshua Tree - U2 Rattle and Hum (1987 - 1990) - U2 - U2fanlife: U2 albums, U2 musica, U2 letras, U2 conciertos, U2 historia
↑ «U2SPAIN.ES : U2 ROCK'S HOTTEST TICKET (TIME) - traducción».
↑ Critica musical: Rattle and Hum de U2 - un gran grupo de musica | Verdadera Seduccion
↑ http://www.universo.cl/prontus_universo/site/artic/20070704/pags/20070704124232.html
↑ Se publica en DVD el legendario directo 'Zoo TV Tour' de U2 - los40.com - actualidad
↑ Zooropa | ::: U2 :::
↑ Vídeo: U2 - Hold Me, Thrill Me, Kiss Me, Kill Me - Batman Forever - Banda Sonora - WeShow (Edición España)
↑ Discografia - U2
↑ Partituras.com: U2: THE BEST OF 1980-1990 - U2 - Libro de tablaturas - Guitarra (Guitar TAB)
↑ Grammys 2001, en IndyRock
↑ Amazon.com: U2 - Elevation Tour 2001 - Live from Boston [Region 2]: Bono, The Edge, Adam Clayton, Larry Mullen Jr., U2, Hamish Hamilton: Movies & TV
↑ a b Disco: We´re A Happy Family. A Tribute to Ramones
↑ «U2, How to dismantle an atomic bomb».
↑ «Especial U2 Vertigo Tour 2005 2006 begin_of_the_skype_highlighting 2005 2006 end_of_the_skype_highlighting».
↑ Gibson España - U2 y Green Day lanzan "The Saints are Coming" para recaudar fondos a beneficio de Music Rising
↑ U2 - letras de canciones - letrasmp3.com
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↑ U2 Sacará un Disco de Remixes con Colaboraciones de Justice y Trent Reznor
↑ Starmedia - The Who, por primera vez en México
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↑ Evenpro // Eventos
↑ NewOrderStory [DVD]. Warner Bros., 2005.
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↑ "Another Day" fue lanzado solo en Irlanda como un single de vinilo de 7".
↑ "I Will Follow" (Live from Hattem) fue lanzado solo en Países Bajos y Alemania.
↑ "Sunday Bloody Sunday" (Live from Hattem) fue lanzado solo en Países Bajos y Alemania.
↑ "I Will Follow" (Live from West Germany) fue lanzado solo en los Estados Unidos.
↑ "40" fue lanzado solo en Alemania.
↑ "In God's Country" fue lanzado solo en Norteamérica.
↑ "One Tree Hill" was fue lanzado solo en Nueva Zelanda y Australia.
↑ "Lemon" fue lanzado solo en los Estados Unidos, Australia, y Japón.
↑ "Miss Sarajevo" fue lanzada bajo el nombre de "Passengers" (Brian Eno, Bono, Adam Clayton, The Edge, Larry Mullen Jr.) y presenta a Luciano Pavarotti.
↑ "All Because of You" fue originalmente lanzado en Canadá, pero fue lanzado más tarde en Europa, Australia y Japón.
↑ "Original of the Species" fue lanzado solo por iTunes Store del RU.
↑ Una emisora irlandesa presenta 'Get on your boots', el primer sencillo del nuevo disco de U2 El Periódico (19/01/2009). Consultado el 19 de enero de 2009
[editar] Bibliografía
Canciones de U2, Editorial Fundamentos, Madrid, 1994.
U2, Jean-Marie Leduc, Ediciones Cátedra, Madrid, 1990.
U2 by U2, Harpercillins Pub., Londres, 2006.
[editar] Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre U2.Commons
U2.com, sitio web oficial del grupo (en inglés)
Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/U2"
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