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Re: Ser ASTURIANO mola más
El que quiera saber la realidad de la situación política asturiana que lea esto.
http://www.atlanticaxxii.com/3848/por-fin-un-poco-de-inteligencia-en-la-politica-asturiana
http://www.atlanticaxxii.com/3848/por-fin-un-poco-de-inteligencia-en-la-politica-asturiana
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
Acojonante !!!
Voy decilo claro, no se si podré facelo más alto...LA FSA (FEDERACIÓN SOCIALISTA DE ASTURIAS) SOIS UNA PUTA MAFIA!!!! CREEIS QUE DICIÉNDOLE A MI PADRE QUE SI INCUMPLE LA OBLIGACIÓN DEL PARTIDO DE NO APOYAR A UN PARTIDO DE IZQUIERDAS PARA ALCANZAR LA ALCALDIA DE OVIEDO, LO VAIS A ECHAR DEL PSOE, LO VAIS A AMEDRENTAR???? QUE EQUIVOCADOS ESTAIS......NO OS DEBE NADA...NAAAADAAAA!!!! NUNCA HA TENIDO UN PUESTIN, NI LO QUIERE. SÓLO QUIERE AYUDAR, APOYAR, NEGOCIAR, TRABAJAR, IMPULSAR, PONER DE SU PARTE TODO LO QUE TIENE/PUEDE/CONOCE/SABE....NO TENEIS NI PUTA IDEA DE CON QUIEN ESTAIS TRATANDO.....ÁNIMO PAPÁ, DALES DURO, CASI QUE A LOS DE DENTRO MAS QUE A LOS DE FUERA....QUE MAS SE LO MERECEN...YO YA NO ENTIENDO NADA.....POR SI A ALGUNO NO LE HA QUEDADO CLARO, ESTO ES LO QUE HAN VENIDO A DECIRLE ESTE MEDIO DÍA SUS "COMPAÑEROS DE LA FSA" EN PERSONA, CON DOS COJONES:..."WENCESLAO, SI APOYAS A SOMOS OVIEDO EN LA INVESTIDURA DE LA ALCALDIA DE OVIEDO, EL LUNES ESTÁS FUERA DEL PARTIDO" QUE SE SEPA, POR FAVOR....
Voy decilo claro, no se si podré facelo más alto...LA FSA (FEDERACIÓN SOCIALISTA DE ASTURIAS) SOIS UNA PUTA MAFIA!!!! CREEIS QUE DICIÉNDOLE A MI PADRE QUE SI INCUMPLE LA OBLIGACIÓN DEL PARTIDO DE NO APOYAR A UN PARTIDO DE IZQUIERDAS PARA ALCANZAR LA ALCALDIA DE OVIEDO, LO VAIS A ECHAR DEL PSOE, LO VAIS A AMEDRENTAR???? QUE EQUIVOCADOS ESTAIS......NO OS DEBE NADA...NAAAADAAAA!!!! NUNCA HA TENIDO UN PUESTIN, NI LO QUIERE. SÓLO QUIERE AYUDAR, APOYAR, NEGOCIAR, TRABAJAR, IMPULSAR, PONER DE SU PARTE TODO LO QUE TIENE/PUEDE/CONOCE/SABE....NO TENEIS NI PUTA IDEA DE CON QUIEN ESTAIS TRATANDO.....ÁNIMO PAPÁ, DALES DURO, CASI QUE A LOS DE DENTRO MAS QUE A LOS DE FUERA....QUE MAS SE LO MERECEN...YO YA NO ENTIENDO NADA.....POR SI A ALGUNO NO LE HA QUEDADO CLARO, ESTO ES LO QUE HAN VENIDO A DECIRLE ESTE MEDIO DÍA SUS "COMPAÑEROS DE LA FSA" EN PERSONA, CON DOS COJONES:..."WENCESLAO, SI APOYAS A SOMOS OVIEDO EN LA INVESTIDURA DE LA ALCALDIA DE OVIEDO, EL LUNES ESTÁS FUERA DEL PARTIDO" QUE SE SEPA, POR FAVOR....
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
BONZO escribió:Acojonante !!!
Voy decilo claro, no se si podré facelo más alto...LA FSA (FEDERACIÓN SOCIALISTA DE ASTURIAS) SOIS UNA PUTA MAFIA!!!! CREEIS QUE DICIÉNDOLE A MI PADRE QUE SI INCUMPLE LA OBLIGACIÓN DEL PARTIDO DE NO APOYAR A UN PARTIDO DE IZQUIERDAS PARA ALCANZAR LA ALCALDIA DE OVIEDO, LO VAIS A ECHAR DEL PSOE, LO VAIS A AMEDRENTAR???? QUE EQUIVOCADOS ESTAIS......NO OS DEBE NADA...NAAAADAAAA!!!! NUNCA HA TENIDO UN PUESTIN, NI LO QUIERE. SÓLO QUIERE AYUDAR, APOYAR, NEGOCIAR, TRABAJAR, IMPULSAR, PONER DE SU PARTE TODO LO QUE TIENE/PUEDE/CONOCE/SABE....NO TENEIS NI PUTA IDEA DE CON QUIEN ESTAIS TRATANDO.....ÁNIMO PAPÁ, DALES DURO, CASI QUE A LOS DE DENTRO MAS QUE A LOS DE FUERA....QUE MAS SE LO MERECEN...YO YA NO ENTIENDO NADA.....POR SI A ALGUNO NO LE HA QUEDADO CLARO, ESTO ES LO QUE HAN VENIDO A DECIRLE ESTE MEDIO DÍA SUS "COMPAÑEROS DE LA FSA" EN PERSONA, CON DOS COJONES:..."WENCESLAO, SI APOYAS A SOMOS OVIEDO EN LA INVESTIDURA DE LA ALCALDIA DE OVIEDO, EL LUNES ESTÁS FUERA DEL PARTIDO" QUE SE SEPA, POR FAVOR....
Qué puta mafia...
Re: Ser ASTURIANO mola más
Es dificil determinar quien salió ganando ayer, pero está claro que el golpe de timón de Somos fue brillante.
Ahora queda por ver el escenario regional.
Ahora queda por ver el escenario regional.
Re: Ser ASTURIANO mola más
http://www.google.es/search?q=/gijon/201506/15/admite-responsabilidad-pucherazo-asturiano-20150615172258.html
La Corriente Sindical de Izquierda (CSI) ha salido al paso de las acusaciones que les responsabiliza de haber influido en la investidura de la alcadesa de Gijón el pasado sábado. El sindicato ha enviado un comunicado a los medios de comunicación en el que, con mucha sorna reconocen «su decisiva participación en el llamado 'pucherazo asturiano', que ha configurado todas y cada una de las alcaldías de Asturies»
«Además de ello, fuentes solventes asturianas (FSA), han revelado, también, la existencia de documentos que demuestran la participación de la CSI en la muerte de Manolete, el asesinato de J. F. K. y la caída del Muro de Berlín. Esas mismas fuentes (FSA), han confirmado que los máximos dirigentes de la CSI se reunirán, esta misma tarde, para decidir los próximos movimientos del Ejército Islámico, la flota rusa del Báltico y el número que saldrá premiado en el próximo sorteo de la lotería nacional», apuntan
La Corriente Sindical de Izquierda (CSI) ha salido al paso de las acusaciones que les responsabiliza de haber influido en la investidura de la alcadesa de Gijón el pasado sábado. El sindicato ha enviado un comunicado a los medios de comunicación en el que, con mucha sorna reconocen «su decisiva participación en el llamado 'pucherazo asturiano', que ha configurado todas y cada una de las alcaldías de Asturies»
«Además de ello, fuentes solventes asturianas (FSA), han revelado, también, la existencia de documentos que demuestran la participación de la CSI en la muerte de Manolete, el asesinato de J. F. K. y la caída del Muro de Berlín. Esas mismas fuentes (FSA), han confirmado que los máximos dirigentes de la CSI se reunirán, esta misma tarde, para decidir los próximos movimientos del Ejército Islámico, la flota rusa del Báltico y el número que saldrá premiado en el próximo sorteo de la lotería nacional», apuntan
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
Pero como iba a votar Xixon si puede la investidura de un tío que como concejal votó a favor de los 200 millones de euros de sobre costes en el musel? Joder que se miren el informe de la OLAF, la oficina antifraude de la unión europea, que deben de ser peligrosos podemitas. Camiones con la capacidad de carga de un ferry, poca broma. obviamente las ayudas de la unión europea va a tocar devolverlas con las perras del bolsillo de todos.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Eddie, eché de menos una felicitación, aunque fuese pequeñita.
red_mosquito- Mensajes : 40956
Fecha de inscripción : 28/09/2009
Re: Ser ASTURIANO mola más
Estaba de cuarentena hasta que la venadel cuello volviese a su estado habitual. Felicidades, of course. Pero no dejéis que el doctor Cervero se suba mucho a la bici que no os llega a agosto.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Eddie Inda escribió:Estaba de cuarentena hasta que la venadel cuello volviese a su estado habitual. Felicidades, of course. Pero no dejéis que el doctor Cervero se suba mucho a la bici que no os llega a agosto.
red_mosquito- Mensajes : 40956
Fecha de inscripción : 28/09/2009
Re: Ser ASTURIANO mola más
Estoy mirando el periódico del viernes. Sale el zorolo del PSOE de Gijón diciendo que podemos ha de escoger entre el hijo de una limpiadora y una señora de Somió. Javier Fernández esta construyéndose un chalet en Somió. Son subnormales hasta para eso.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Eddie Inda escribió:Estoy mirando el periódico del viernes. Sale el zorolo del PSOE de Gijón diciendo que podemos ha de escoger entre el hijo de una limpiadora y una señora de Somió. Javier Fernández esta construyéndose un chalet en Somió. Son subnormales hasta para eso.
Se lució en esas declaraciones
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
BONZO escribió:Eddie Inda escribió:Estoy mirando el periódico del viernes. Sale el zorolo del PSOE de Gijón diciendo que podemos ha de escoger entre el hijo de una limpiadora y una señora de Somió. Javier Fernández esta construyéndose un chalet en Somió. Son subnormales hasta para eso.
Se lució en esas declaraciones
Lo dirá porque Javier Fernández no es Señora....Y después de todo el lío, mudito volverá a ganar en Asturias en las próximas elecciones. La verdad es que lo de Gijón es mucha risa (bueno, mucha pena), pero viendo las rencillas y odios personales (todos procedentes de pasado políticos y sindicales), al final los que pueden venderse como "nuevos" y fuera del bipartidismo que llevamos padeciendo los últimos tropecientos años.
Black Eye- Mensajes : 9518
Fecha de inscripción : 12/01/2009
Re: Ser ASTURIANO mola más
Bienvenidos a la tierra de los viejunos.
http://www.google.es/search?q=/asturias/201506/22/numero-defunciones-casi-dobla-20150622114816.html
http://www.google.es/search?q=/asturias/201506/22/numero-defunciones-casi-dobla-20150622114816.html
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
La escandalosa propuesta de subida salarial del alcalde de Siero
El socialista Ángel García plantea subir su salario de los 38.000 a los 48.000 euros brutos anuales y el de los concejales liberados, de los 19.000 a los 28.000
Antes incluso de conocerse el equipo de gobierno que gestionará el Ayuntamiento de Siero, el nuevo alcalde, el socialista Ángel García, ha planteado ya una propuesta de subida de salarios y de dietas para los integrantes de la corporación municipal.
Las subidas afectan al sueldo del propio alcalde, al de los concejales liberados y a las dietas por asistencia a las comisiones y al pleno.
El alcalde ha trasladado su propuesta a cada uno de los grupos con representación en el ayuntamiento y, hasta ahora, ha sido rechazada, al menos, por Somos, IU y Foro.
El alcalde, de salir adelante su planteamiento, se elevará el sueldo de los 38.000 euros brutos que anuales que cobraba el regidor hasta la fecha a los 48.000. El incremento, de un 26,3%, supera con mucho los aumentos previstos en los convenios colectivos de cualquier empresa.
El primer edil de Siero prevé también subir los salarios de los concejales liberados. Los ediles pasarán de cobrar los 19.000 euros brutos anuales a los 28.000.
Las nóminas de los miembros de la corporación se engrosarán aún más por las dietas que perciben por asistencia a comisiones, junta de gobierno o pleno.
Así, la propuesta de Ángel García, según han denunciado tanto Somos como Izquierda Unida, es la siguiente:
De los 55 a los 90 euros por asistencia a comisiones.
De los 112 a 150 por asistencia a plenos.
90 por asistencia a las juntas de gobierno.
El grupo municipal socialista, con el alcalde a la cabeza, deberá contar con el apoyo de los partidos minoritarios y del PP para sacar adelante su nueva propuesta retributiva.
Desacuerdo
Somos, Izquierda Unida y Foro ya han mostrado su disconformidad.
Izquierda Unida es partidaria de congelar las retribuciones, con la excepción de los concejales liberados, que tienen un sueldo pequeño. IU plantea en este caso un cobro máximo de 22.000 euros brutos al año.
La coalición supedita además cualquier acuerdo al cumplimiento de dos condiciones básicas.
1-Que ningún concejal no liberado cobre, gracias a las dietas, más que uno liberado. Esta situación se producía durante la pasada legislatura.
2-Que ningún concejal pueda cobrar más de dos dietas diarias.
Por su parte, Somos Siero ha calificado de "obsceno" que en en el actual contexto de crisis, con ciudadanos sin empleo o con inmensas dificultades económicas, la primera medida del alcalde socialista sea subirse el suelo.
"¿De dónde piensa obtener ese dinero y cumplir la ley de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera de las administraciones locales?", se pregunta Somos. "¿Intentando bajarles el sueldo a los empleados municipales, recortando en saneamiento rural y en planes de empleo, o reduciendo el presupuesto para planes de infancia o comedores escolares? ¿O quizás subiendo los ingresos por el I.B.I., las viñetas, los impuestos sobre actividades económicas o las licencias de apertura de pequeños empresarios y autónomos?", inquiere la formación.
Somos, que ha tirado de calculadora, estima que la propuesta retributiva del grupo socialista incrementaría en 300.000 euros el presupuesto de la pasada legislatura.
Con dos cojones
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Poco caudal en el Sella.
Este año bajan en piragua con ruedas.
Este año bajan en piragua con ruedas.
Rayo- Mensajes : 55516
Fecha de inscripción : 14/09/2011
Re: Ser ASTURIANO mola más
Asturias postelectoral
Enrique del Teso Martín
Extraña sesión de investidura la de Asturias. Nadie tenía mayoría ni acuerdos con nadie. Nadie intentó convencer a nadie y ni siquiera sorprender con algo nuevo. La actitud allí en la tribuna recordaba a la que tiene la gente que coincide en un ascensor. Por la invasión del espacio íntimo, la gente en un ascensor se evita la mirada, manipula sin sentido el reloj y mira hacia arriba o hace estiramientos de cuello extraños. Allí en la Junta todo el mundo se ponía de perfil intentando no coincidir ni rozar con nadie. Extraña sesión que deja el gobierno en el aire y cuestiones para la observación.
Llamamientos a la unidad de la izquierda. Ya teníamos los amores de la izquierda en tres sabores. Gijón dejó el desencuentro más traumático, que mantuvo a Foro en el gobierno. Oviedo dejó el idílico entendimiento con generosidad de unos y gratitud emocionada de otros. Y el empate del Principado dejó la imagen del próximo futuro, que es el PSOE y Podemos con las espadas en alto y rugiéndose. En Gijón, XSP cometió un grave error. Se equivocó porque no se puede rechazar al PSOE por principio, dado que la tendencia es que nadie en la izquierda llegue al poder sin un acuerdo entre PSOE y Podemos. Y se equivocó porque no dieron más explicación sobre sus discrepancias de programa que una acumulación de eslóganes. Pero no nos conformemos con señalar a XSP.
Cabe pensar que que arreciarán estas próximas horas llamamientos al entendimiento de la izquierda y que después se multiplicarán manifiestos de aquí a noviembre. Ese entendimiento solicitado suele acabar consistiendo en la obligación de los demás a apoyar al PSOE por el valor supremo de evitar gobiernos de derechas, sin que se reclamen también a él obligaciones claras. Cualquier manifiesto que pida la unidad de la izquierda debe añadir algunas líneas a su prosa habitual que dejen nítidos algunos deberes para el PSOE. Tres deberes fundamentales. El primero es la repulsa creíble de la corrupción, que implica necesariamente el distanciamiento explícito de políticos asociados con períodos de desmanes. Lo hizo Cristina Cifuentes señalando con el dedo y por su nombre a Esperanza Aguirre. Lo hizo Felipe VI dejando a su hermana sin títulos. Y lo debe hacer el PSOE censurando explícitamente a cuantos Areces haga falta y dejando de convivir con placidez con casos como los de Villa o El Musel, que no les provocan el menor sarpullido interno. El segundo es la despolitización de las instituciones y servicios con leyes parecidas a las que impiden esta lacra en otros países. Y el tercer deber es el compromiso con las políticas efectivamente de izquierdas aquí y en los organismos internacionales.
IU en Asturias nunca exigió al PSOE nada de esto. Y sigue sin hacerlo. Llamazares no quiere alejarse del PSOE por acercarse a Podemos. ¡Qué diferencia antes y después de las elecciones! Señalaba en este periódico Xandru Fernández que de 66 tuits que Llamazares publicó en 7 días, 44 fueron hacia Podemos y sólo 2 fueron críticos con el PSOE. XSP no convenció en Gijón, pero Llamazares cada vez se explica peor en el Principado.
Ahora el Principado. No creo que Podemos tenga obligación moral de pactar con el PSOE por la unidad de la izquierda, pero sí la tiene para evitar otras elecciones. Es difícil saber cómo asimilaría la sociedad asturiana semejante alarde de incompetencia. Al PSOE le corresponde en estas horas ir más allá de sus líneas rojas para convencer a Podemos. Y a Podemos cintura de contorsionista por una responsabilidad con Asturias mayor que la unidad de la izquierda. Lo del Foro parecen ganas de enredar. O a lo mejor creen que les va a llover otro Gijón del cielo. Lo cierto es que lo único que tienen es Gijón y muy en precario. Que cuiden bien que el abrazo de Coto y Cherines no acabe siendo el abrazo del oso para Moriyón. Y vaya carrerón que lleva Javier Fernández. Primero quiere poner patas arriba a Oviedo y Ana Taboada le pinta la cara. Y ahora jugó al Llanero Solitario y acaba teniendo que negociar en rebajas.
Sus sueldos. Parece que 1.900 euros de sueldo para sus señorías es pura demagogia. En este espacio recordé que de año en año aumentan los profesores de media jornada con 800 euros de salario. Apetece apurar la demagogia y decir que si un trabajo como el de la enseñanza, cualificado como el un ingeniero o un juez, se despacha con 800 euros, no ha de haber diputado que gane más de 1.900. Pero lo que planteó Podemos es más estructural y consiste en relacionar el sueldo de los parlamentarios con el salario mínimo. Si tres veces el salario mínimo es poco, discutamos si debe ser cinco veces más, pero aceptemos el principio de que, por aquello de dar ejemplo, no puedan subir su propio sueldo sin subírselo al que menos cobra. ¿Tan gracioso es como para merecer la condescendencia de Lastra y el hastío de Llamazares? ¿Es raro que pregunte Daniel Ripa por qué la Junta aumentó su presupuesto esta legislatura, cuando se redujo el de todo el mundo? ¿Cuánto ganan en dietas y por hacer no sé qué en comisiones? Si hay más asesores que diputados, ¿se puede saber a qué se dedican los diputados? Si el señor Lastra cree que lo que ocurre es que Emilio León, como todos nosotros, no entiende cómo funciona la Junta, ¿cree que no tiene que dar explicaciones para que lo entendamos todos? Ojalá Emilio León mantenga su postureo y Llamazares se levante de la siesta.
Derecha en Gijón y el Principado. El PP en Asturias es como esas canicas que se oyen siempre en el piso de arriba sin sentido y sin consecuencias. Cherines es la digna representante de su irrelevancia. Su afirmación solemne de que ella es una rebelde, hecha sin entonación ni expresión, merece sin duda el premio al Gran Sonrojo de la sesión. El Foro en la Junta es como un rabo de lagartija agitándose ya sin cuerpo. Ahora enredan entre los dos para ver si consiguen otras elecciones. Qué rebeldía, cuánto alzamiento.
En Gijón el gobierno del Foro cayó como una tonelada de hormigón en los pies de la ciudad. No quedó más movimiento que la inercia apagada de tiempos pasados. En esta legislatura los primeros pasos de Moriyón parecen ser distintos. No cabe esperar ideas o iniciativa donde nunca las hubo, pero sí un cambio forzado de actitud. Ahora parece querer flotar sobre el magma izquierdista mayoritario. Habló en pocos días de gastos sociales más que en toda la legislatura anterior. E hizo un par de gestos de apertura, que en realidad son obviedades. Uno fue el de abrir la representación en las empresas municipales. Habían copado ellos y el PP esa representación y no llevaban al Pleno más temas que los que les apetecía (como antes las corporaciones socialistas). Ahora dice que dejará de abusar. Qué remedio. El otro gesto fue renunciar a su proyecto estrella de soterrar la circulación del Muro. Otra obviedad. La ocurrencia electoral después de cuatro años de atonía había producido ya todo tipo de gracietas en la parte risueña de Gijón e irritación por la enésima tomadura de pelo en la parte más circunspecta. Claro que tiene que abandonar esa broma. Extraño puzle el de Gijón, donde todo el mundo jugará sólo a no despeñarse.
La legislatura se anuncia, pues, gris en Asturias. El partido más votado se había acostumbrado a bajar en cada elección y ya no notaba la sensación de descenso. Ser menos pequeño que los demás parecía bastarle. Pero ya es demasiado pequeño y acumula demasiadas malformaciones para ser un socio cómodo. Urge su refundación.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Bueno, pues salta la liebre: Javierín el mudu tiene una hipoteca con Liberbank, a cuyo presidente Menéndez colocó el SOMA en su momento de presidente de Cajastur, de 280.000 euros, por la que paga una cuota mensual de 273 euros. Tardaría 85 años en devolverla a ese ritmo. Tienen 67 años.
Voy a ir a mi oficina, ya que soy cliente, a ver si a mí me conceden una hipoteca en esas condiciones.
A todo esto la hipoteca fue para comprar un chalet en Somió. No se sabe qué opina Josechu ,el hijo de la limpiadora, al respecto.
Voy a ir a mi oficina, ya que soy cliente, a ver si a mí me conceden una hipoteca en esas condiciones.
A todo esto la hipoteca fue para comprar un chalet en Somió. No se sabe qué opina Josechu ,el hijo de la limpiadora, al respecto.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Eddie Inda escribió:Bueno, pues salta la liebre: Javierín el mudu tiene una hipoteca con Liberbank, a cuyo presidente Menéndez colocó el SOMA en su momento de presidente de Cajastur, de 280.000 euros, por la que paga una cuota mensual de 273 euros. Tardaría 85 años en devolverla a ese ritmo. Tienen 67 años.
Voy a ir a mi oficina, ya que soy cliente, a ver si a mí me conceden una hipoteca en esas condiciones.
A todo esto la hipoteca fue para comprar un chalet en Somió. No se sabe qué opina Josechu ,el hijo de la limpiadora, al respecto.
La culpa ye de Xixón Sí Puede!!!
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
Fuera de un crimen llamativo o un accidente notable, Asturias no entra en las redes informativas españolas
Si hubo un lugar donde la leyenda apenas cubría una realidad combativa, ese fue Asturias. Un país pequeño, de deficientes comunicaciones, con un clima para optimistas meteorológicos –que los hay; ya pueden estar cayendo chuzos de punto que le dirán que “orbaya” o “está escampando”–. La clase obrera española siempre tuvo un punto de referencia asturiano y ese era la tradición combativa de una profesión cargada de riesgos, la minería, que dio vida, junto a una metalurgia más modesta, a lo que los antiguos denominamos clase obrera. Es verdad que Asturias aportó líderes de la derecha incontestables, desde el gran Pidal, don Pedro, más conocido como “el zar”, un ultramontano belicoso y manipulador. El discreto Melquiades Álvarez, un pico de oro, que tuvo una carrera política oblicua liquidada en una muerte ominosa. La gama de líderes de la izquierda asturiana es ilimitada; Indalecio Prieto, Santiago Carrillo, Quintanilla, y decenas de modernos.
Ya sé que a los asturianos de pro les complace la mirada al pasado supuestamente glorioso, desde el Don Pelayo aquel, que según los posmodernos ya comía fabada, hasta la brutalidad del Favila echándole un pulso mortal al oso. Lo peor de todo esto es que Asturias se amamanta de las leyendas como si fueran patrimonio de la humanidad, y resulta ridículo que esta nueva Andorra dominada por el Partido Socialista durante toda la transición, casi sin interrupciones, se haya convertido en algo desdeñable para la ciudadanía que no la sufre, incluso para quien la sufre, lo cual viene a ser más grave, porque sus pautas de comportamiento han roto todos los esquemas que alimentaron otrora la leyenda. A nivel económico sigue el crecimiento de Ceuta y Melilla, pero la gente apenas es consciente de que ese pequeño país, que elogiaron personajes tan dispares como Ortega y Gasset y Albert Camus, ha entrado en un período de vasallaje y corrupción que cada vez me recuerda más aquellas visitas a Sicilia en los años sesenta, cuando los audaces preguntaban discretamente, para no ofender en los bares de Caltanissetta, o Palermo, o Catania: “¿Qué es la mafia?”. Y el paisano local, sonriente ante la candidez, respondía: “Una invención de la prensa”.
Fuera de un crimen llamativo o un accidente notable, Asturias no entra en las redes informativas españolas. Lugar turístico de paisaje encantador y comida contundente. Punto. Pero las elecciones autonómicas y municipales han introducido variantes significativas en esta Andorra del lavado general de materiales procedentes de la corrupción y el narcotráfico. Hay un paralelo entre Andalucía y Asturias. El control de todos los mecanismos institucionales por el PSOE y su capacidad para ejercer de poder fáctico, independientemente de que sea legal o lo parezca. Si el presidente de CajAstur, Manuel Menéndez, en vísperas de la quiebra fraudulenta de su entidad, saca dos millones de euros personales y los coloca en el Santander, digamos como una metáfora, nadie podrá reprochárselo. Está en su derecho; es legal y despreciable.
El responsable del sindicato minero, el inefable Fernández Villa, un delincuente con antecedentes que le llevaban hasta los bordes de la policía franquista –en palabras claras, confidente– se descubre poseedor de una fortuna superior al millón de euros en el extranjero. Intocable. Era el hombre del PSOE, del SOMA-UGT, y Alfonso Guerra en los mítines obreros con cordero a la estaca en la explanada de Rodiezmo. No puede aclarar cómo afanó su dinero porque un alzheimer repentino le ha encerrado en su casa. La exalcaldesa de Llanes, lugar donde cualquier corrupción tenía su asiento, Dolores (Álvarez) Campillo, la que consiguió que sus hermanos se hicieran ricos, ella aún más, la que decía que sus decisiones las tomaba “porque me sale del higo”, gente como se ve del bronce socialista, ha sido aforada retirándose de la alcaldía y pasando a parlamentaria local. ¡Ay, Dolores, ya nadie se acordará de la frase del presidente Rubalcaba cuando en sus veranos de Celorio (Llanes) te decía en señal de bienvenida: “Sigue así, alcaldesa, sigue así”
Los resultados electorales son aleccionadores pero no lo suficiente. Podemos se ha constituido en tercera fuerza, tras PSOE y PP, pero el juego político está entre los dos partidos corruptos. La evidencia de que el PSOE iba a gobernar de nuevo en minoría, habiendo perdido 3 escaños y quedándose en 14, era tan evidente que el periódico del monopolio local, La Nueva España, en un alarde periodístico que debería ser incluido en el guiñes de las genialidades, tituló en primera página “Mañana será presidente Fernández” (el candidato del PSOE). Lo que no había previsto es que Foro, aquel partido que montó Álvarez Cascos hoy en trance de disolución, le concediera sus tres votos al PP y quedaran empatados PP i PSOE. La cara del secretario general socialista ante el dilema irresoluble del empate deberá figurar en el catálogo de imágenes folklóricas de Asturias. ¡O sea que podemos perder por culpa de estos hideputas de la derecha! Una estupidez, porque la derecha en Asturias es tanto el PSOE como el PP y así han convivido en buena compaña desde la muerte de Franco repartiéndose el botín. Hay que decir que más inclinado a los socialistas que a los peperos, como en Andalucía, pero a escala asturiana. Un Musel de Gijón que habrá hecho ricos a muchos, ahora aforados por el PSOE, un Niemeyer en Avilés que haría las delicias de Walt Disney, una Universidad Laboral convertida en laboratorio de sacamantecas, un Montepío Minero que no resistiría una revisión de cuentas, un campus en Mieres que clama al cielo, una autopista minera cuyo argumento más sólido era el derecho de los mineros jubilados a ir a la playa de Gijón en veinte minutos…
Cuando en su intervención parlamentaria por la presidencia del principado el candidato socialista Javier Fernández se refirió a lo innecesario de abrir una Causa General de los 30 años abundantes de gobierno socialista en Asturias, ya tiene que ser bestia el material del delito acumulado. “No hay una podredumbre sistémica”, afirmó, y aprovechó para negar que la política asturiana sea un lodazal (son palabras suyas).
Los optimistas dicen que hay signos de cambio. Entretanto, el único vehículo en papel digno de tal nombre, Atlántica XXII, un bimensual, explica en su último número el significado de la introducción en Asturias de dos personajes que nos llenan de zozobra. Una vez retirado por acusaciones directas de irregularidades urbanísticas, García Simón, un paisano hecho rico en México gracias, entre otras cosas, al petróleo y socio putativo de la familia que controlaba Llanes y sus alrededores, ha aparecido Slim. El fantasma que recorre España de la mano del gran jugador de billar, Felipe González. Ahora estos se dedican al fútbol con gran éxito del personal aficionado, como si se tratara de una tarea de mecenas para gente que necesita contentarse con victorias futboleras que añoren tiempos pasados. ¡Como Berlusconi
Del arte y las grandes colecciones de García Simón, significativamente cedidas a los grandes museos hispanos –dudo mucho que él sepa diferenciar a Ribera de Zurbarán, pero tiene dinero sin color para comprarlos–, hemos pasado a Slim. El símbolo de los nuevos tiempos de filibusterismo económico. Todos somos griegos. Eso debemos grabárnoslo en nuestro ADN íntimo. Nos evitará disgustos y nos consentirá ser discretos y no pisar la manguera del Gran Bombero. Y de no ser así, descubran los buchos, la gran novedad gastronómica asturiana, el cúbrelo todo, lo que antaño fue la invención de las alubias con almejas de éxito mundial. Sencillamente callos de merluza, como preparan en Cudillero desde hace décadas, lo mismo que los llamados callos del bacalao; el aprovechamiento de la aleta natatoria. Buchos. Asturias da para mucho. Es verdad que se acabaron los pozos mineros y el único que se mantiene ya tiene nombre, pozo corrupción, por eso puede mantenerse sin gobierno el tiempo que haga falta.
Gregorio Morán
Si hubo un lugar donde la leyenda apenas cubría una realidad combativa, ese fue Asturias. Un país pequeño, de deficientes comunicaciones, con un clima para optimistas meteorológicos –que los hay; ya pueden estar cayendo chuzos de punto que le dirán que “orbaya” o “está escampando”–. La clase obrera española siempre tuvo un punto de referencia asturiano y ese era la tradición combativa de una profesión cargada de riesgos, la minería, que dio vida, junto a una metalurgia más modesta, a lo que los antiguos denominamos clase obrera. Es verdad que Asturias aportó líderes de la derecha incontestables, desde el gran Pidal, don Pedro, más conocido como “el zar”, un ultramontano belicoso y manipulador. El discreto Melquiades Álvarez, un pico de oro, que tuvo una carrera política oblicua liquidada en una muerte ominosa. La gama de líderes de la izquierda asturiana es ilimitada; Indalecio Prieto, Santiago Carrillo, Quintanilla, y decenas de modernos.
Ya sé que a los asturianos de pro les complace la mirada al pasado supuestamente glorioso, desde el Don Pelayo aquel, que según los posmodernos ya comía fabada, hasta la brutalidad del Favila echándole un pulso mortal al oso. Lo peor de todo esto es que Asturias se amamanta de las leyendas como si fueran patrimonio de la humanidad, y resulta ridículo que esta nueva Andorra dominada por el Partido Socialista durante toda la transición, casi sin interrupciones, se haya convertido en algo desdeñable para la ciudadanía que no la sufre, incluso para quien la sufre, lo cual viene a ser más grave, porque sus pautas de comportamiento han roto todos los esquemas que alimentaron otrora la leyenda. A nivel económico sigue el crecimiento de Ceuta y Melilla, pero la gente apenas es consciente de que ese pequeño país, que elogiaron personajes tan dispares como Ortega y Gasset y Albert Camus, ha entrado en un período de vasallaje y corrupción que cada vez me recuerda más aquellas visitas a Sicilia en los años sesenta, cuando los audaces preguntaban discretamente, para no ofender en los bares de Caltanissetta, o Palermo, o Catania: “¿Qué es la mafia?”. Y el paisano local, sonriente ante la candidez, respondía: “Una invención de la prensa”.
Fuera de un crimen llamativo o un accidente notable, Asturias no entra en las redes informativas españolas. Lugar turístico de paisaje encantador y comida contundente. Punto. Pero las elecciones autonómicas y municipales han introducido variantes significativas en esta Andorra del lavado general de materiales procedentes de la corrupción y el narcotráfico. Hay un paralelo entre Andalucía y Asturias. El control de todos los mecanismos institucionales por el PSOE y su capacidad para ejercer de poder fáctico, independientemente de que sea legal o lo parezca. Si el presidente de CajAstur, Manuel Menéndez, en vísperas de la quiebra fraudulenta de su entidad, saca dos millones de euros personales y los coloca en el Santander, digamos como una metáfora, nadie podrá reprochárselo. Está en su derecho; es legal y despreciable.
El responsable del sindicato minero, el inefable Fernández Villa, un delincuente con antecedentes que le llevaban hasta los bordes de la policía franquista –en palabras claras, confidente– se descubre poseedor de una fortuna superior al millón de euros en el extranjero. Intocable. Era el hombre del PSOE, del SOMA-UGT, y Alfonso Guerra en los mítines obreros con cordero a la estaca en la explanada de Rodiezmo. No puede aclarar cómo afanó su dinero porque un alzheimer repentino le ha encerrado en su casa. La exalcaldesa de Llanes, lugar donde cualquier corrupción tenía su asiento, Dolores (Álvarez) Campillo, la que consiguió que sus hermanos se hicieran ricos, ella aún más, la que decía que sus decisiones las tomaba “porque me sale del higo”, gente como se ve del bronce socialista, ha sido aforada retirándose de la alcaldía y pasando a parlamentaria local. ¡Ay, Dolores, ya nadie se acordará de la frase del presidente Rubalcaba cuando en sus veranos de Celorio (Llanes) te decía en señal de bienvenida: “Sigue así, alcaldesa, sigue así”
Los resultados electorales son aleccionadores pero no lo suficiente. Podemos se ha constituido en tercera fuerza, tras PSOE y PP, pero el juego político está entre los dos partidos corruptos. La evidencia de que el PSOE iba a gobernar de nuevo en minoría, habiendo perdido 3 escaños y quedándose en 14, era tan evidente que el periódico del monopolio local, La Nueva España, en un alarde periodístico que debería ser incluido en el guiñes de las genialidades, tituló en primera página “Mañana será presidente Fernández” (el candidato del PSOE). Lo que no había previsto es que Foro, aquel partido que montó Álvarez Cascos hoy en trance de disolución, le concediera sus tres votos al PP y quedaran empatados PP i PSOE. La cara del secretario general socialista ante el dilema irresoluble del empate deberá figurar en el catálogo de imágenes folklóricas de Asturias. ¡O sea que podemos perder por culpa de estos hideputas de la derecha! Una estupidez, porque la derecha en Asturias es tanto el PSOE como el PP y así han convivido en buena compaña desde la muerte de Franco repartiéndose el botín. Hay que decir que más inclinado a los socialistas que a los peperos, como en Andalucía, pero a escala asturiana. Un Musel de Gijón que habrá hecho ricos a muchos, ahora aforados por el PSOE, un Niemeyer en Avilés que haría las delicias de Walt Disney, una Universidad Laboral convertida en laboratorio de sacamantecas, un Montepío Minero que no resistiría una revisión de cuentas, un campus en Mieres que clama al cielo, una autopista minera cuyo argumento más sólido era el derecho de los mineros jubilados a ir a la playa de Gijón en veinte minutos…
Cuando en su intervención parlamentaria por la presidencia del principado el candidato socialista Javier Fernández se refirió a lo innecesario de abrir una Causa General de los 30 años abundantes de gobierno socialista en Asturias, ya tiene que ser bestia el material del delito acumulado. “No hay una podredumbre sistémica”, afirmó, y aprovechó para negar que la política asturiana sea un lodazal (son palabras suyas).
Los optimistas dicen que hay signos de cambio. Entretanto, el único vehículo en papel digno de tal nombre, Atlántica XXII, un bimensual, explica en su último número el significado de la introducción en Asturias de dos personajes que nos llenan de zozobra. Una vez retirado por acusaciones directas de irregularidades urbanísticas, García Simón, un paisano hecho rico en México gracias, entre otras cosas, al petróleo y socio putativo de la familia que controlaba Llanes y sus alrededores, ha aparecido Slim. El fantasma que recorre España de la mano del gran jugador de billar, Felipe González. Ahora estos se dedican al fútbol con gran éxito del personal aficionado, como si se tratara de una tarea de mecenas para gente que necesita contentarse con victorias futboleras que añoren tiempos pasados. ¡Como Berlusconi
Del arte y las grandes colecciones de García Simón, significativamente cedidas a los grandes museos hispanos –dudo mucho que él sepa diferenciar a Ribera de Zurbarán, pero tiene dinero sin color para comprarlos–, hemos pasado a Slim. El símbolo de los nuevos tiempos de filibusterismo económico. Todos somos griegos. Eso debemos grabárnoslo en nuestro ADN íntimo. Nos evitará disgustos y nos consentirá ser discretos y no pisar la manguera del Gran Bombero. Y de no ser así, descubran los buchos, la gran novedad gastronómica asturiana, el cúbrelo todo, lo que antaño fue la invención de las alubias con almejas de éxito mundial. Sencillamente callos de merluza, como preparan en Cudillero desde hace décadas, lo mismo que los llamados callos del bacalao; el aprovechamiento de la aleta natatoria. Buchos. Asturias da para mucho. Es verdad que se acabaron los pozos mineros y el único que se mantiene ya tiene nombre, pozo corrupción, por eso puede mantenerse sin gobierno el tiempo que haga falta.
Gregorio Morán
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Esto son uno del PP, uno de Siutadans y uno de IU que se juntan en Oviedo para subirse las aportaciones a los partidos. Ji ji ja ja
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
CARTA ABIERTA A GASPAR LLAMAZARES
LUIS ARIAS ARGÜELLES-MERES
«Decir la verdad es imposible; o es nefanda o es inefable». (María Zambrano).
Según parece, don Gaspar, salvo que la militancia de IU, convocada con urgencia para el fin de semana, diga lo contrario, ustedes serán los garantes de que don Javier Fernández repita como presidente de Asturias. Ante todo, hay que ponerle freno a la derechona de Cherines. Muy bien. El problema es doble, señor Llamazares. Primero, habría que estar muy seguro de que la única opción para parar a la derecha es apostar por la FSA. Segundo, no hay ninguna duda de que el PP, fundado y refundado por un exministro de Franco, no sólo es la derecha, sino también la derechona. Y en el mismo renglón hay que plantearse si el PSOE llariego de don Javier es de izquierdas en algo más que en la siglas. Cabría decir más bien que ustedes, frente a la derechona de Cherines, optaron por la derecha con siglas de izquierdas. Sólo cabe, pues, argüir que se decantaron por la continuidad como mal menor. ¿Pero no había otras opciones?
Cabe preguntarse por qué no optó IU en la primera sesión de investidura por apoyar a Podemos, lo que hubiera obligado a don Javier a ceder mucho más de lo que ahora figura en el documento que publica EL COMERCIO.
Pero, claro, el desencuentro con el grupo parlamentario que encabeza Emilio León empezó ya con los sueldos y dineros para asesores a dedo. Anatema, pues. Cabe aducir lo del empate infinito. ¡Menudo bucle! ¿Pero se puede asegurar que ese empate no hubiera podido ser útil para negociar con Javier Fernández un proyecto o programa de izquierdas más ambicioso? ¿Intentaron pactar con Podemos unos mínimos encaminados a tal fin?
¡Ay, don Gaspar! Usted sabe que don Javier se declara monárquico, lo que encaja mal con el republicanismo que vino usted reivindicando en los últimos años. Usted tiene constancia de que fue Zapatero quien empezó la política de recortes que IU combate con su discurso, recortes que llevó más lejos Rajoy y que don Javier aplicó en Asturias muy disciplinadamente. Usted tiene conocimiento de una larga lista de corruptelas en Asturias: el ‘caso Renedo’, el ‘caso Riopedre’ (que no son el mismo exactamente), la fortuna oculta de maese Villa y así sucesivamente. Aún así, se entiende mejor con don Javier que con Podemos. Perfecto.
Y, en lo que se refiere, al –llamémosle así– preacuerdo con el PSOE, se pacta luchar contra la corrupción, no recurrir la sentencia de la incineradora, así como abrir una comisión parlamentaria sobre El Musel. Muy bien. No sé si tendrá usted en cuenta en sus exigencias que el Gobierno de Asturias no siga defendiendo a empresas que fueron más de una vez sancionadas por la Confederación Hidrográfica a resultas de sus vertidos. No sé tampoco si demandarán al Gobierno próximo que combata las políticas de recortes en sanidad y enseñanza. Como sabe, septiembre llegará muy pronto y, con ello, el nuevo curso.
En conclusión, don Gaspar, lo del empate infinito no me parece argamasa suficiente para sostener que lo único posible desde la izquierda (o el mal menor) es apoyar a Javier Fernández, en lugar, repito, de haber acordado con Podemos unos mínimos irrenunciables para negociar con el actual presidente en funciones. Y, por último, no puedo dejar de preguntarme si esa falta de entendimiento con Podemos, asuntos dinerarios aparte, no significa ceder y conceder demasiado a un PSOE llariego que no se caracteriza precisamente por su izquierdismo.
LUIS ARIAS ARGÜELLES-MERES
«Decir la verdad es imposible; o es nefanda o es inefable». (María Zambrano).
Según parece, don Gaspar, salvo que la militancia de IU, convocada con urgencia para el fin de semana, diga lo contrario, ustedes serán los garantes de que don Javier Fernández repita como presidente de Asturias. Ante todo, hay que ponerle freno a la derechona de Cherines. Muy bien. El problema es doble, señor Llamazares. Primero, habría que estar muy seguro de que la única opción para parar a la derecha es apostar por la FSA. Segundo, no hay ninguna duda de que el PP, fundado y refundado por un exministro de Franco, no sólo es la derecha, sino también la derechona. Y en el mismo renglón hay que plantearse si el PSOE llariego de don Javier es de izquierdas en algo más que en la siglas. Cabría decir más bien que ustedes, frente a la derechona de Cherines, optaron por la derecha con siglas de izquierdas. Sólo cabe, pues, argüir que se decantaron por la continuidad como mal menor. ¿Pero no había otras opciones?
Cabe preguntarse por qué no optó IU en la primera sesión de investidura por apoyar a Podemos, lo que hubiera obligado a don Javier a ceder mucho más de lo que ahora figura en el documento que publica EL COMERCIO.
Pero, claro, el desencuentro con el grupo parlamentario que encabeza Emilio León empezó ya con los sueldos y dineros para asesores a dedo. Anatema, pues. Cabe aducir lo del empate infinito. ¡Menudo bucle! ¿Pero se puede asegurar que ese empate no hubiera podido ser útil para negociar con Javier Fernández un proyecto o programa de izquierdas más ambicioso? ¿Intentaron pactar con Podemos unos mínimos encaminados a tal fin?
¡Ay, don Gaspar! Usted sabe que don Javier se declara monárquico, lo que encaja mal con el republicanismo que vino usted reivindicando en los últimos años. Usted tiene constancia de que fue Zapatero quien empezó la política de recortes que IU combate con su discurso, recortes que llevó más lejos Rajoy y que don Javier aplicó en Asturias muy disciplinadamente. Usted tiene conocimiento de una larga lista de corruptelas en Asturias: el ‘caso Renedo’, el ‘caso Riopedre’ (que no son el mismo exactamente), la fortuna oculta de maese Villa y así sucesivamente. Aún así, se entiende mejor con don Javier que con Podemos. Perfecto.
Y, en lo que se refiere, al –llamémosle así– preacuerdo con el PSOE, se pacta luchar contra la corrupción, no recurrir la sentencia de la incineradora, así como abrir una comisión parlamentaria sobre El Musel. Muy bien. No sé si tendrá usted en cuenta en sus exigencias que el Gobierno de Asturias no siga defendiendo a empresas que fueron más de una vez sancionadas por la Confederación Hidrográfica a resultas de sus vertidos. No sé tampoco si demandarán al Gobierno próximo que combata las políticas de recortes en sanidad y enseñanza. Como sabe, septiembre llegará muy pronto y, con ello, el nuevo curso.
En conclusión, don Gaspar, lo del empate infinito no me parece argamasa suficiente para sostener que lo único posible desde la izquierda (o el mal menor) es apoyar a Javier Fernández, en lugar, repito, de haber acordado con Podemos unos mínimos irrenunciables para negociar con el actual presidente en funciones. Y, por último, no puedo dejar de preguntarme si esa falta de entendimiento con Podemos, asuntos dinerarios aparte, no significa ceder y conceder demasiado a un PSOE llariego que no se caracteriza precisamente por su izquierdismo.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
¿Hablamos de la "izquierda"?
Tras la lectura diaria de las noticias que afectan a nuestras instituciones políticas y a sus protagonistas no hago sino reafirmarme en la obsolescencia de los arcaicos conceptos de "izquierda" y "derecha" que las elecciones del 24 de mayo pasado han vuelto a colocar interesadamente sobre el tablero institucional. Desde aquella noche son miríada los que han desempolvado las viejas etiquetas para sumar las cifras que las urnas han dividido.
¿Se puede hablar de izquierda cuando hablamos del Partido Socialista Obrero Español? ¡Hombre! Si se pone en consonancia con el Partido Popular parece lógico diferenciarlos de alguna manera. Sin embargo, el centenario partido de Pablo Iglesias (el otro, el de verdad) hace años que se apuntó a una socialdemocracia inventada por los 'nuevos' socialistas para enmascarar sus vergüenzas conservadoras.
Voy a decir más. A mi no me parece siquiera izquierda la coalición Izquierda Unida, por mucho que lo lleve en sus siglas. Quizá la dificultad de alcanzar el poder haya permitido a sus dirigentes mantener ese prurito de ser los guardianes del fuego sagrado, aunque las escasas veces que han compartido gobierno hayan mostrado un rostro bien diferente y a ratos confundido con el de sus partenaires socialistas.
Es IU la más empeñada ahora en agrupar bajo un solo manto a toda la "izquierda", aunque la tercera pata de la mesa no quiere ni oir hablar del asunto y se haya desmarcado contundentemente de la susodicha marca. No están los tiempos para ello. Ahora, lo que importa es tomar el palacio de invierno (de otoño, habría que decir) y para ello hay que huir de las "amistades peligrosas".
Con este panorama a nadie deben extrañar los avances en el concubinato con el que la muy polarizada Junta General del Principado ha vuelto a juntar a "socialistas" y "ecocomunistas" en un pacto que se cocina lentamente a los ojos de la opinión pública aunque todos sabemos hace ya semanas que el verdadero guiso se hizo mucho antes y en olla express.
Resulta hilarante ver a Javier Fernández y Gaspar Llamazares sentarse a una mesa con fuertes escoltas respectivas para anunciar el entendimiento en asuntos tan viejos como la reforma electoral. ¿Acaso no sirvió de nada la "traición" del presidente del Principado en funciones durante la pasada legislatura? Javier Fernández, cual bizarro conquistador muestras los cristalitos de colores a los indios arrodillados que se los cambian por el reluciente oro.
En el fondo, los que tenemos ya el culo pelado y conocemos la historia de la autonomía asturiana, sabemos que los guiones se repiten y que, como antes Vicente Álvarez Areces, su sucesor hará el necesario cambio de cromos con una fuerza política siempre entregada interesadamente a "la causa de la izquierda".
El Fernández del PSOE ha tenido desde el minuto cero una indisimulada prisa por ser investido y ahora, con la seguridad de los votos de la coalición, ya ni siquiera considera que haya tiempo para incorporar a Podemos, menos permeables a sus juegos malabares. Esos diecinueve votos le parecen, dadas las circunstancias, más que suficientes. Renovar el cargo es la meta y después, ya veremos. Es una actitud muy característica del dirigente del socialismo asturiano.
No quiero terminar sin hacer una referencia a otro de los aspectos que desmontan día a día el cacareado bloque de la izquierda, o bloque de progreso, o como cada cual lo quiera llamar. Estoy pensando en lo de las retribuciones de los cargos institucionales. ¿Habrá algo más incongruente al respecto que la postura de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Oviedo, apoyándose en el Partido Popular para subir los sueldos de los concejales?
Estrategias electorales aparte, puede que la negativa de Pablo iglesias (el nuevo, el de la coleta) a sumar sus huestes a la plataforma de unidad de la "izquierda" promovida por IU tenga su sustento en que en su discurso siempre se refirió a una casta que personificaban PSOE y PP, pero eludió sus consideraciones sobre esa otra "castita" de los adláteres que se aferran a las sobras que les dejan los "mayoritarios".
Tras la lectura diaria de las noticias que afectan a nuestras instituciones políticas y a sus protagonistas no hago sino reafirmarme en la obsolescencia de los arcaicos conceptos de "izquierda" y "derecha" que las elecciones del 24 de mayo pasado han vuelto a colocar interesadamente sobre el tablero institucional. Desde aquella noche son miríada los que han desempolvado las viejas etiquetas para sumar las cifras que las urnas han dividido.
¿Se puede hablar de izquierda cuando hablamos del Partido Socialista Obrero Español? ¡Hombre! Si se pone en consonancia con el Partido Popular parece lógico diferenciarlos de alguna manera. Sin embargo, el centenario partido de Pablo Iglesias (el otro, el de verdad) hace años que se apuntó a una socialdemocracia inventada por los 'nuevos' socialistas para enmascarar sus vergüenzas conservadoras.
Voy a decir más. A mi no me parece siquiera izquierda la coalición Izquierda Unida, por mucho que lo lleve en sus siglas. Quizá la dificultad de alcanzar el poder haya permitido a sus dirigentes mantener ese prurito de ser los guardianes del fuego sagrado, aunque las escasas veces que han compartido gobierno hayan mostrado un rostro bien diferente y a ratos confundido con el de sus partenaires socialistas.
Es IU la más empeñada ahora en agrupar bajo un solo manto a toda la "izquierda", aunque la tercera pata de la mesa no quiere ni oir hablar del asunto y se haya desmarcado contundentemente de la susodicha marca. No están los tiempos para ello. Ahora, lo que importa es tomar el palacio de invierno (de otoño, habría que decir) y para ello hay que huir de las "amistades peligrosas".
Con este panorama a nadie deben extrañar los avances en el concubinato con el que la muy polarizada Junta General del Principado ha vuelto a juntar a "socialistas" y "ecocomunistas" en un pacto que se cocina lentamente a los ojos de la opinión pública aunque todos sabemos hace ya semanas que el verdadero guiso se hizo mucho antes y en olla express.
Resulta hilarante ver a Javier Fernández y Gaspar Llamazares sentarse a una mesa con fuertes escoltas respectivas para anunciar el entendimiento en asuntos tan viejos como la reforma electoral. ¿Acaso no sirvió de nada la "traición" del presidente del Principado en funciones durante la pasada legislatura? Javier Fernández, cual bizarro conquistador muestras los cristalitos de colores a los indios arrodillados que se los cambian por el reluciente oro.
En el fondo, los que tenemos ya el culo pelado y conocemos la historia de la autonomía asturiana, sabemos que los guiones se repiten y que, como antes Vicente Álvarez Areces, su sucesor hará el necesario cambio de cromos con una fuerza política siempre entregada interesadamente a "la causa de la izquierda".
El Fernández del PSOE ha tenido desde el minuto cero una indisimulada prisa por ser investido y ahora, con la seguridad de los votos de la coalición, ya ni siquiera considera que haya tiempo para incorporar a Podemos, menos permeables a sus juegos malabares. Esos diecinueve votos le parecen, dadas las circunstancias, más que suficientes. Renovar el cargo es la meta y después, ya veremos. Es una actitud muy característica del dirigente del socialismo asturiano.
No quiero terminar sin hacer una referencia a otro de los aspectos que desmontan día a día el cacareado bloque de la izquierda, o bloque de progreso, o como cada cual lo quiera llamar. Estoy pensando en lo de las retribuciones de los cargos institucionales. ¿Habrá algo más incongruente al respecto que la postura de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Oviedo, apoyándose en el Partido Popular para subir los sueldos de los concejales?
Estrategias electorales aparte, puede que la negativa de Pablo iglesias (el nuevo, el de la coleta) a sumar sus huestes a la plataforma de unidad de la "izquierda" promovida por IU tenga su sustento en que en su discurso siempre se refirió a una casta que personificaban PSOE y PP, pero eludió sus consideraciones sobre esa otra "castita" de los adláteres que se aferran a las sobras que les dejan los "mayoritarios".
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Bueno, supongo que los que echaron sapos y culebras acerca del referéndum de Xixon Si Puede, coherentemente, también lo harán sobre el referéndum entre las bases de IU para apoyar el pacto con el PSOE. El pacto ha sido refrendado con 328 votos estando llamados a votar 3200 afiliados. Participación por todo lo alto. 328 votos a favor. Pues palante con el pactín ji ji ja ja
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
http://www.google.es/search?q=/economia/trabajo/201507/23/paro-sube-asturias-personas-20150723092850.html
Y como premio tenemos que aguantar al PSOE otros 4 años más con el apoyo de IU con la esperanza de que cambie.
Y como premio tenemos que aguantar al PSOE otros 4 años más con el apoyo de IU con la esperanza de que cambie.
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
Asturias tiene el mayor numero de pueblos abandonados del estado, 666, que tiene cojones el numero. Casi la mitad en las cuencas mineras. La mayoría porcentualmente de ese casi la mitad en Mieres. Y casi la totalidad de los pueblos abandonados de Mieres están en el valle de turón, de donde es el menda.
Yo me cago en dios. Qué puta masacre macho.
Yo me cago en dios. Qué puta masacre macho.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Me está quedando el topic muy Caputo, las cosas como son
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Anticorrupción investiga a Dique Torres y Tudela Veguín por un fraude millonario a Hacienda
El escrito del Ministerio Público revela indicios de que la UTE pudo pagar a la cementera 80 millones en B // Daniel Ripa señala que el fiscal trata de dirimir si "el poder político benefició en Asturias al poder empresarial a través de la familia Masaveu"
Pablo Zariquiegui
La Fiscalía Anticorrupción investiga a la UTE Dique Torres y a la cementara Tudela Veguín tras detectar indicios de un fraude fiscal millonario dentro de la causa abierta en al Audiencia Nacional por los sobrecostes de El Musel.
El Ministerio Público, representado por el fiscal Miguel Serrano Solís, ha emitido dos escritos. El segundo de ellos, especialmente relevante, pone el foco sobre la relación entre Dique Torres, la UTE encargada de las obras de ampliación del macropuerto, y la cementara Tudela Veguín, propiedad de la Corporación Masaveu.
La Fiscalía considera que existen indicios de un delito contra la Hacienda Pública que salpicarían a ambas sociedades. El Ministerio Público se apoya, entre otros argumentos, en las declaraciones del gerente de la UTE, Juan Miguel Pérez Rodríguez, imputado en el proceso. Rodríguez explica en su declaración que Dique Torres contrató a la cementara Tudela Veguín para la prestación de una serie de trabajos por una valor de 7,7 millones de euros. El gerente de la UTE añade que a este importe, "efectivamente facturado", habría que añadir otros 150 millones de euros abonados a la entidad Tudela Veguín SA por diversas contraprestaciones complentarias.
El gerente manifiesta, siempre en su declaración, que la cementera recibió una cantidad que, según sus estimaciones, asciende a 80 millones de euros y que, sin embargo, no fue facturada, es decir, se trataría, dice el escrito, de "prestaciones a favor de Tudela Veguuín al margen de contabilización a favor de ésta, sin factura y sin repercusión del correspondiente IVA".
El fiscal sostiene, por lo tanto, que tras la declaración del gerente de la UTE y el análisis de la documentación, aunque no es completa, resultan indicios de que no se habría facturado por la UTE esta ejecución de obras en favor de Tudela Veguín, de momo que la UTE habría ocultado esta prestación de servicios a la Agencia Tributaria. A su vez, siempre según el fiscal, Tudela Veguín podría así omitir la contabilización de ingresos en el impuesto de sociedades del año 2009.
Por todo ello, la Fiscalía solicita la declaración en calidad de imputados de José Antonio Muñiz, apoderado de Tudela Veguín; Juan Miguel Pérez Rodríguez, gerente de la UTE, Isidro Alonso Sierra, posterior gerente de la UTE, así como de todas las personas que hayan ejercido como consejeros delegados o apoderados de Tudela Veguín, luego Corporación Masaveu, entre los años 2005 y 2010.
El escrito de la Fiscalía ha sido hecho público este viernes por el Observatorio Ciudadano Anticorrupción de Asturias (OCAN) y Podemos. Daniel Ripa, secretario general de esta formación y diputado en la Junta General, ha señalado este viernes, "con cautela", eso sí, que lo que trata de dirimir el Ministerio Público es si "el poder político benefició en Asturias al poder empresarial a través de la familia Masaveu". Ripa ha insistido en su consideración de que la corrupción en Asturias es "sistémica" y ha acusado al nuevo Gobierno asturiano, presidido por Javier Fernández, de "falta de voluntad" para perseguirla y atajarla.
El secretario general de Podemos ha señalado que su formación estará especialmente vigilante a la evolución del frente judicial para pedir, en su caso, "responsabilidades políticas" a quien corresponda.
El escrito del Ministerio Público revela indicios de que la UTE pudo pagar a la cementera 80 millones en B // Daniel Ripa señala que el fiscal trata de dirimir si "el poder político benefició en Asturias al poder empresarial a través de la familia Masaveu"
Pablo Zariquiegui
La Fiscalía Anticorrupción investiga a la UTE Dique Torres y a la cementara Tudela Veguín tras detectar indicios de un fraude fiscal millonario dentro de la causa abierta en al Audiencia Nacional por los sobrecostes de El Musel.
El Ministerio Público, representado por el fiscal Miguel Serrano Solís, ha emitido dos escritos. El segundo de ellos, especialmente relevante, pone el foco sobre la relación entre Dique Torres, la UTE encargada de las obras de ampliación del macropuerto, y la cementara Tudela Veguín, propiedad de la Corporación Masaveu.
La Fiscalía considera que existen indicios de un delito contra la Hacienda Pública que salpicarían a ambas sociedades. El Ministerio Público se apoya, entre otros argumentos, en las declaraciones del gerente de la UTE, Juan Miguel Pérez Rodríguez, imputado en el proceso. Rodríguez explica en su declaración que Dique Torres contrató a la cementara Tudela Veguín para la prestación de una serie de trabajos por una valor de 7,7 millones de euros. El gerente de la UTE añade que a este importe, "efectivamente facturado", habría que añadir otros 150 millones de euros abonados a la entidad Tudela Veguín SA por diversas contraprestaciones complentarias.
El gerente manifiesta, siempre en su declaración, que la cementera recibió una cantidad que, según sus estimaciones, asciende a 80 millones de euros y que, sin embargo, no fue facturada, es decir, se trataría, dice el escrito, de "prestaciones a favor de Tudela Veguuín al margen de contabilización a favor de ésta, sin factura y sin repercusión del correspondiente IVA".
El fiscal sostiene, por lo tanto, que tras la declaración del gerente de la UTE y el análisis de la documentación, aunque no es completa, resultan indicios de que no se habría facturado por la UTE esta ejecución de obras en favor de Tudela Veguín, de momo que la UTE habría ocultado esta prestación de servicios a la Agencia Tributaria. A su vez, siempre según el fiscal, Tudela Veguín podría así omitir la contabilización de ingresos en el impuesto de sociedades del año 2009.
Por todo ello, la Fiscalía solicita la declaración en calidad de imputados de José Antonio Muñiz, apoderado de Tudela Veguín; Juan Miguel Pérez Rodríguez, gerente de la UTE, Isidro Alonso Sierra, posterior gerente de la UTE, así como de todas las personas que hayan ejercido como consejeros delegados o apoderados de Tudela Veguín, luego Corporación Masaveu, entre los años 2005 y 2010.
El escrito de la Fiscalía ha sido hecho público este viernes por el Observatorio Ciudadano Anticorrupción de Asturias (OCAN) y Podemos. Daniel Ripa, secretario general de esta formación y diputado en la Junta General, ha señalado este viernes, "con cautela", eso sí, que lo que trata de dirimir el Ministerio Público es si "el poder político benefició en Asturias al poder empresarial a través de la familia Masaveu". Ripa ha insistido en su consideración de que la corrupción en Asturias es "sistémica" y ha acusado al nuevo Gobierno asturiano, presidido por Javier Fernández, de "falta de voluntad" para perseguirla y atajarla.
El secretario general de Podemos ha señalado que su formación estará especialmente vigilante a la evolución del frente judicial para pedir, en su caso, "responsabilidades políticas" a quien corresponda.
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Re: Ser ASTURIANO mola más
GISPASA: Cuando el inquilino quiere desahuciar al propietario
El Principado es el dueño de los terrenos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), pero paga un alquiler de más de 65 millones de euros al año a una polémica empresa creada por el propio Gobierno. Los trabajadores sanitarios no entienden eso ni casi nada del funcionamiento de GISPASA, un organismo al que ven como un intruso, un chiringuito que viene a privatizar el sector y que se guía por la opacidad y el enchufismo. Piden su disolución, como la oposición en la Junta General.
Javier Fernández / Periodista.
“Estás trabajando y aparecen dos tipos vestidos con un mono que nadie conoce de nada ni se sabe de qué empresa son. El hospital está lleno de extraños”. Gestión de Infraestructuras Sanitarias del Principado (GISPASA) parece un enfermo apestado en el HUCA. Excepto los socialistas, que pusieron en marcha esta empresa pública para construir y equipar el nuevo hospital de Oviedo y el Álvarez-Buylla de Mieres, nadie quiere ni oír hablar de GISPASA, en el punto de mira de los sindicatos sanitarios y de la plataforma SOS HUCA, que sacó a la calle a un millar de personas contra un organismo que para el PP no es más que otro “chiringuito” de los que proliferan en Asturias desde los Gobiernos de Vicente Álvarez Areces. Tendría que estar cerrado si el Gobierno asturiano cumpliera su propio compromiso con el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro para rebajar el peso del sector público, pero la legislatura terminó y GISPASA acumula cada vez más poder, competencias y recelos.
Desde limpieza a locales comerciales
GISPASA, con un capital que supera los 138 millones de euros (aportados por el Principado, único accionista), se creó en 2004 como organismo instrumental para la construcción y equipamiento de los dos nuevos hospitales. Está presidida por Dolores Carcedo, consejera de Hacienda, y con el titular de Sanidad, Faustino Blanco, de vicepresidente. A partir del año 2009 el objeto social de esta sociedad anónima se amplió, “haciéndose cargo GISPASA también del equipamiento médico, dentro del alcance estatutario y con el fin de facilitar al Principado de Asturias infraestructuras sanitarias plenamente equipadas y operativas”, dice su protocolo general de funcionamiento, al que tuvo acceso esta revista.
Así, si antes de la apertura sus labores se ceñían a la construcción, adecuación y puesta en funcionamiento de los complejos hospitalarios, con la llegada de la actividad creció su relevancia al asumir la prestación de servicios relacionados con el mantenimiento y la conservación.
Cuando los nuevos complejos de Mieres y Oviedo se encontrasen funcionando con normalidad, como lo hacen en la actualidad, el protocolo preveía dar aún más peso a GISPASA. Y así ocurrió. Los servicios de limpieza, mantenimiento y vigilancia están a pleno rendimiento bajo su gestión y lleva a cabo, además, la explotación de servicios asimilables a concesiones como el aparcamiento, la cafetería y los locales comerciales.
Pero los servicios que presta van más allá. Incluyen desde la gestión de residuos y el sistema de televisión de habitaciones y salas comunes hasta la alimentación de pacientes y médicos de guardia, pasando por el mantenimiento de instalaciones térmicas, fontanería y saneamiento.
En muchos de estos casos, GISPASA interactúa con servicios de los hospitales, como el de Ingeniería, el de Medicina Preventiva o las direcciones médicas. Esto ha creado lo que los trabajadores definen como “un sistema con dos cabezas”, que provoca que sea muy complicado saber a quién dirigirse en caso de incidencia, alargándose la solución a los problemas que puedan surgir con el desarrollo normal de la actividad sanitaria. La necesidad de cambiar un enchufe o reparar algún desperfecto, por ejemplo, obliga al personal a dirigirse al call center de GISPASA que, según a quien corresponda la primera intervención, se dirigirá a la empresa pública y su proveedor de servicios o al personal de mantenimiento del HUCA.
¿Objetivo privatizar?
Los empleados sanitarios nunca habían visto tantas empresas ajenas prestando servicios que podría asumir el propio Servicio de Salud del Principado (SESPA), aumentando su plantilla en caso de que fuese necesario. No estiman oportuno dejar en manos de nadie tareas que consideran de vital importancia y que deberían desarrollar trabajadores públicos. Y ven en GISPASA una sibilina operación de paulatina privatización de la sanidad, que podría abrir paso a servicios médicos. SOS HUCA y los sindicatos, que llevaban en sus programas electorales en las elecciones sindicales del pasado mes de abril la desaparición de GISPASA, ya observaron el primer paso en esa privatización de las prestaciones sanitarias con la cesión a una empresa catalana de los informes de los radiólogos, que mantienen un pulso con el SESPA desde hace tiempo.
Enchufismo y opacidad
Además de un peligro para la sanidad pública, los trabajadores de las batas blancas no ven ahorro alguno con GISPASA, sino despilfarro y opacidad. La observan con un velo que consideran imprescindible retirar, ya que, tal y como recogen documentos de la propia sociedad anónima, ésta es “la titular de los inmuebles” en los que trabajan y “el órgano de contratación de todos los contratos”. Un esquema con “ventajas de funcionamiento” desde las “perspectivas económica y fiscal para el Principado”, su único accionista y sola fuente de capital, ya que no realiza actividad alguna que pueda procurarle ingresos adicionales. El Gobierno es también dueño del suelo sobre el que se construyó el nuevo HUCA y, aún así, el SESPA paga alquiler por el uso de las instalaciones. Más de 65 millones de euros al año hasta 2035. Una situación que tampoco logran entender los trabajadores.
Otro tema candente son las contrataciones. GISPASA es una isla dentro del HUCA, donde tiene sus instalaciones, que para la plantilla son una especie de “territorio comanche”. Algo que rechaza de pleno Alfonso de Carlos Muñoz, gerente de la polémica empresa y persona totalmente desconocida para la opinión pública, que aseguró a esta revista que “los puestos de trabajo se cubren conforme a los principios de contratación de personal laboral del sector público: publicidad, mérito y capacidad”. Primero se publican en prensa las características requeridas para cubrir la vacante, después se contrata a una empresa especializada (“no disponemos de ningún departamento de personal”) que se encarga de recibir currículos, realizar entrevistas y proponer unos baremos de puntuación. Por último, GISPASA realiza las pruebas finales y toma una decisión sobre el candidato idóneo.
Candidato que pasará a formar parte de una plantilla de diez trabajadores, que en 2013 se repartió más de 530.000 euros. Cantidad que aumentó hasta los 737.355 (casi un 40% más) presupuestados en las cuentas de 2015. Unos números que arrojan sal sobre las heridas que la austeridad de los últimos años ha abierto en los empleados sanitarios y que añade aún más peso a las quejas que apuntan a que saldría más barato que el SESPA se hiciese cargo de todo cuanto afecta a los complejos hospitalarios.
Alfonso de Carlos Muñoz alega que este año el gasto en personal será menor al presupuestado y explica la espectacular subida de esta partida: “El director financiero se incorpora el 1 de junio de 2013, por lo que el resto del año su puesto estaba vacante”. La responsable de mantenimiento de instalaciones estuvo dos meses por baja maternal (se incorporó al año siguiente) y “entre final de 2013 y diez meses de 2014 fue necesario incorporar en contratos por obra y servicio -debido a la apertura de los hospitales- a seis técnicos de obra en el HUCA y a uno en el Álvarez Buylla, que hacían tareas de vigilancia por zonas, recepción de equipos y control de las obras relativas a la instalación de la alta tecnología, entre otras tareas. Tras la apertura y puesta en marcha, esos siete vigilantes fueron dados de baja en octubre del año 2014 y ya no forman parte de GISPASA”.
La Fiscalía investiga
Esta versión oficial es rebatida absolutamente por el Conceyu por Otra Función Pública n´Asturies. En enero este colectivo solicitó información a todas las Consejerías del Principado y al analizar la documentación que se les remitió apreció que se podían haber cometido irregularidades en los procesos de contratación de personal laboral de las empresas y fundaciones que forman el sector público asturiano. Eso, cuando obtuvieron respuesta. “En el caso de GISPASA no nos facilitaron ninguna información”, lamenta Xabel Álvarez Villa, presidente del Conceyu. “Lo único que sabemos es que no tienen en su página web oficial datos de plantilla ni de cómo contratan personal”, relata a continuación, para rematar que “GISPASA es totalmente opaca”.
Ahora será la Fiscalía Superior del Tribunal Superior del Principado de Asturias la que se encargue de esclarecer si se ha producido alguna irregularidad. El Conceyu por Otra Función Pública denunció el pasado 24 de marzo y el 14 de abril se le notificó que se abrían diligencias previas para investigar delitos de prevaricación y nombramientos ilegales.
Su lucha contra el enchufismo y los nombramientos a dedo va mucho más allá de GISPASA y ha provocado que se ponga la lupa sobre 74 entidades adscritas a las distintas Consejerías. Además de las del nuevo HUCA y el Hospital Álvarez Buylla se revisarán las contrataciones de empresas como Sogepsa, Recrea, Fundación Niemeyer o Serpa.
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 38, MAYO DE 2015
El Principado es el dueño de los terrenos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), pero paga un alquiler de más de 65 millones de euros al año a una polémica empresa creada por el propio Gobierno. Los trabajadores sanitarios no entienden eso ni casi nada del funcionamiento de GISPASA, un organismo al que ven como un intruso, un chiringuito que viene a privatizar el sector y que se guía por la opacidad y el enchufismo. Piden su disolución, como la oposición en la Junta General.
Javier Fernández / Periodista.
“Estás trabajando y aparecen dos tipos vestidos con un mono que nadie conoce de nada ni se sabe de qué empresa son. El hospital está lleno de extraños”. Gestión de Infraestructuras Sanitarias del Principado (GISPASA) parece un enfermo apestado en el HUCA. Excepto los socialistas, que pusieron en marcha esta empresa pública para construir y equipar el nuevo hospital de Oviedo y el Álvarez-Buylla de Mieres, nadie quiere ni oír hablar de GISPASA, en el punto de mira de los sindicatos sanitarios y de la plataforma SOS HUCA, que sacó a la calle a un millar de personas contra un organismo que para el PP no es más que otro “chiringuito” de los que proliferan en Asturias desde los Gobiernos de Vicente Álvarez Areces. Tendría que estar cerrado si el Gobierno asturiano cumpliera su propio compromiso con el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro para rebajar el peso del sector público, pero la legislatura terminó y GISPASA acumula cada vez más poder, competencias y recelos.
Desde limpieza a locales comerciales
GISPASA, con un capital que supera los 138 millones de euros (aportados por el Principado, único accionista), se creó en 2004 como organismo instrumental para la construcción y equipamiento de los dos nuevos hospitales. Está presidida por Dolores Carcedo, consejera de Hacienda, y con el titular de Sanidad, Faustino Blanco, de vicepresidente. A partir del año 2009 el objeto social de esta sociedad anónima se amplió, “haciéndose cargo GISPASA también del equipamiento médico, dentro del alcance estatutario y con el fin de facilitar al Principado de Asturias infraestructuras sanitarias plenamente equipadas y operativas”, dice su protocolo general de funcionamiento, al que tuvo acceso esta revista.
Así, si antes de la apertura sus labores se ceñían a la construcción, adecuación y puesta en funcionamiento de los complejos hospitalarios, con la llegada de la actividad creció su relevancia al asumir la prestación de servicios relacionados con el mantenimiento y la conservación.
Cuando los nuevos complejos de Mieres y Oviedo se encontrasen funcionando con normalidad, como lo hacen en la actualidad, el protocolo preveía dar aún más peso a GISPASA. Y así ocurrió. Los servicios de limpieza, mantenimiento y vigilancia están a pleno rendimiento bajo su gestión y lleva a cabo, además, la explotación de servicios asimilables a concesiones como el aparcamiento, la cafetería y los locales comerciales.
Pero los servicios que presta van más allá. Incluyen desde la gestión de residuos y el sistema de televisión de habitaciones y salas comunes hasta la alimentación de pacientes y médicos de guardia, pasando por el mantenimiento de instalaciones térmicas, fontanería y saneamiento.
En muchos de estos casos, GISPASA interactúa con servicios de los hospitales, como el de Ingeniería, el de Medicina Preventiva o las direcciones médicas. Esto ha creado lo que los trabajadores definen como “un sistema con dos cabezas”, que provoca que sea muy complicado saber a quién dirigirse en caso de incidencia, alargándose la solución a los problemas que puedan surgir con el desarrollo normal de la actividad sanitaria. La necesidad de cambiar un enchufe o reparar algún desperfecto, por ejemplo, obliga al personal a dirigirse al call center de GISPASA que, según a quien corresponda la primera intervención, se dirigirá a la empresa pública y su proveedor de servicios o al personal de mantenimiento del HUCA.
¿Objetivo privatizar?
Los empleados sanitarios nunca habían visto tantas empresas ajenas prestando servicios que podría asumir el propio Servicio de Salud del Principado (SESPA), aumentando su plantilla en caso de que fuese necesario. No estiman oportuno dejar en manos de nadie tareas que consideran de vital importancia y que deberían desarrollar trabajadores públicos. Y ven en GISPASA una sibilina operación de paulatina privatización de la sanidad, que podría abrir paso a servicios médicos. SOS HUCA y los sindicatos, que llevaban en sus programas electorales en las elecciones sindicales del pasado mes de abril la desaparición de GISPASA, ya observaron el primer paso en esa privatización de las prestaciones sanitarias con la cesión a una empresa catalana de los informes de los radiólogos, que mantienen un pulso con el SESPA desde hace tiempo.
Enchufismo y opacidad
Además de un peligro para la sanidad pública, los trabajadores de las batas blancas no ven ahorro alguno con GISPASA, sino despilfarro y opacidad. La observan con un velo que consideran imprescindible retirar, ya que, tal y como recogen documentos de la propia sociedad anónima, ésta es “la titular de los inmuebles” en los que trabajan y “el órgano de contratación de todos los contratos”. Un esquema con “ventajas de funcionamiento” desde las “perspectivas económica y fiscal para el Principado”, su único accionista y sola fuente de capital, ya que no realiza actividad alguna que pueda procurarle ingresos adicionales. El Gobierno es también dueño del suelo sobre el que se construyó el nuevo HUCA y, aún así, el SESPA paga alquiler por el uso de las instalaciones. Más de 65 millones de euros al año hasta 2035. Una situación que tampoco logran entender los trabajadores.
Otro tema candente son las contrataciones. GISPASA es una isla dentro del HUCA, donde tiene sus instalaciones, que para la plantilla son una especie de “territorio comanche”. Algo que rechaza de pleno Alfonso de Carlos Muñoz, gerente de la polémica empresa y persona totalmente desconocida para la opinión pública, que aseguró a esta revista que “los puestos de trabajo se cubren conforme a los principios de contratación de personal laboral del sector público: publicidad, mérito y capacidad”. Primero se publican en prensa las características requeridas para cubrir la vacante, después se contrata a una empresa especializada (“no disponemos de ningún departamento de personal”) que se encarga de recibir currículos, realizar entrevistas y proponer unos baremos de puntuación. Por último, GISPASA realiza las pruebas finales y toma una decisión sobre el candidato idóneo.
Candidato que pasará a formar parte de una plantilla de diez trabajadores, que en 2013 se repartió más de 530.000 euros. Cantidad que aumentó hasta los 737.355 (casi un 40% más) presupuestados en las cuentas de 2015. Unos números que arrojan sal sobre las heridas que la austeridad de los últimos años ha abierto en los empleados sanitarios y que añade aún más peso a las quejas que apuntan a que saldría más barato que el SESPA se hiciese cargo de todo cuanto afecta a los complejos hospitalarios.
Alfonso de Carlos Muñoz alega que este año el gasto en personal será menor al presupuestado y explica la espectacular subida de esta partida: “El director financiero se incorpora el 1 de junio de 2013, por lo que el resto del año su puesto estaba vacante”. La responsable de mantenimiento de instalaciones estuvo dos meses por baja maternal (se incorporó al año siguiente) y “entre final de 2013 y diez meses de 2014 fue necesario incorporar en contratos por obra y servicio -debido a la apertura de los hospitales- a seis técnicos de obra en el HUCA y a uno en el Álvarez Buylla, que hacían tareas de vigilancia por zonas, recepción de equipos y control de las obras relativas a la instalación de la alta tecnología, entre otras tareas. Tras la apertura y puesta en marcha, esos siete vigilantes fueron dados de baja en octubre del año 2014 y ya no forman parte de GISPASA”.
La Fiscalía investiga
Esta versión oficial es rebatida absolutamente por el Conceyu por Otra Función Pública n´Asturies. En enero este colectivo solicitó información a todas las Consejerías del Principado y al analizar la documentación que se les remitió apreció que se podían haber cometido irregularidades en los procesos de contratación de personal laboral de las empresas y fundaciones que forman el sector público asturiano. Eso, cuando obtuvieron respuesta. “En el caso de GISPASA no nos facilitaron ninguna información”, lamenta Xabel Álvarez Villa, presidente del Conceyu. “Lo único que sabemos es que no tienen en su página web oficial datos de plantilla ni de cómo contratan personal”, relata a continuación, para rematar que “GISPASA es totalmente opaca”.
Ahora será la Fiscalía Superior del Tribunal Superior del Principado de Asturias la que se encargue de esclarecer si se ha producido alguna irregularidad. El Conceyu por Otra Función Pública denunció el pasado 24 de marzo y el 14 de abril se le notificó que se abrían diligencias previas para investigar delitos de prevaricación y nombramientos ilegales.
Su lucha contra el enchufismo y los nombramientos a dedo va mucho más allá de GISPASA y ha provocado que se ponga la lupa sobre 74 entidades adscritas a las distintas Consejerías. Además de las del nuevo HUCA y el Hospital Álvarez Buylla se revisarán las contrataciones de empresas como Sogepsa, Recrea, Fundación Niemeyer o Serpa.
PUBLICADO EN ATLÁNTICA XXII Nº 38, MAYO DE 2015
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Demonios, los "federalistas" juntándose con los asesinos de Lorca para ir en contra del Asturiano.
Sorpresón gordo. No me lo esperaba.
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
El Ayuntamiento de Oviedo ha paralizado el convenio suscrito con la Fundación Gustavo Bueno y ha cancelado la subvención nominal de 54.000 euros que está entidad recibía gracias a un acuerdo firmado con el PP en el año 2011. La Fundación Municipal de Cultura, presidida por Roberto Sánchez Ramos, ha decidido con los votos de los tres partidos que conforman el Gobierno (Somos, PSOE e IU) y de Ciudadanos no aceptar una prórroga que la Fundación hacía solicitado, ya que el convenio había expirado el 31 de diciembre. De forma efectiva, esto supone que la Fundación Gustavo Bueno ya no cobrará los 54.000 euros correspondientes al ejercicio 2015. Las dos razones fundamentales esgrimidas para anular la ayuda son las dudas de legalidad existentes, tanto sobre la fórmula elegida por el anterior Gobierno del PP para conceder la subvención como sobre el uso que de ella se estaba haciendo.
La Fundación Municipal de Cultura ha aprobado una resolución de apenas un folio en el que justifica punto por punto su decisión y recurre a los antecedentes históricos de este caso, en el que ha intervenido desde la Sindicatura de Cuentas asturiana hasta el Tribunal de Cuentas nacional.
El Gobierno local ya había anunciado, desde el primer momento, su intención de dar un vuelco a la política de subvenciones a dedo que había iniciado Gabino de Lorenzo y que había continuado Agustín Iglesias Caunedo. La Fundación Ópera de Oviedo recibe 475.000 euros de subvención municipal, la Fundación Princesa de Asturias, 350.000 euros y la Fundación Gustavo Bueno, 54.000 euros de subvención municipal. Son tres ejemplos que el tripartito cita sobre los expedientes que debe revisar.
Antecedentes y decisiones
El acuerdo de paralización, alcanzado hoy mismo, recuerda que el convenio que ahora se anula fue suscrito en el año 2011 y que estableció como periodo máximo de vigor el 31 de diciembre de 2014, aunque incluyó la posibilidad de fijar otras dos prórrogas anuales que requerían del acuerdo expreso del ayuntamiento. Esta prórroga es lo que ha debatido la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo. Sus integrantes explican que esta petición se produce en un momento en el que "una subvención anterior concedida a la misma entidad se encuentra pendiente en el Tribunal de Cuentas, a partir de informes suscritos por funcionarios municipales, de los que se desprende la existencia de dudas sobre la correcta aplicación".
No es la única duda de legalidad que sobrevuela este pacto. La Fundación también tenía sobre la mesa las objeciones planteadas por un reciente informe de la Sindicatura de Cuentas, de fiscalización de las subvenciones municipales del año 2013. En ese informe, la Sindicatura reveló una serie de incumplimientos del Ayuntamiento de Oviedo con respecto a la normativa vigente en materia de subvenciones. En concreto, denunciaba que “ninguna de las subvenciones directas concedidas mediante convenio se aporta informe de la excepcionalidad, simplemente se justifica en función de la existencia de un convenio que se prorroga. La excepcionalidad en todas las subvenciones directas analizadas, tratadas como nominativas en el presupuesto, se justifica con el mismo hecho de estar presupuestadas como nominativas, y no en el objeto". Hace hasta una referencia directa a la Fundación Gustavo Bueno.
Estos dos antecedentes de calado, unidos a otros problemas detectados en la justificación del dinero, han sido determinantes. La resolución final, votada por el Gobierno y Ciudadanos, anuncia la paralización de la concesión de la subvención solicitada hasta que se apruebe un plan estratégico de subvenciones de acuerdo a la legislación actual, en el que los criterios básicos sean los de publicidad, concurrencia, objetividad y transparencia.
El presidente
Roberto Sánchez Ramos ha destacado "la necesidad de poner en marcha ese plan estratégico de subvenciones, al que puedan acceder todos los colectivos del municipio en igualdad de condiciones y sobre una bases completamente legales, que cumplan la ley de subvenciones fijada por el Estado, tal y como ha indicado la Sindicatura de Cuentas". Cree que la resolución en la que se decreta la paralización está suficientemente argumentada y ha prometido que su acción política va a estar regida "por el mayor rigor en la gestión de los dineros públicos".
Oviedo cancela la subvención de 54000 euros a la fundación Gustavo Bueno
La Fundación Municipal de Cultura ha aprobado una resolución de apenas un folio en el que justifica punto por punto su decisión y recurre a los antecedentes históricos de este caso, en el que ha intervenido desde la Sindicatura de Cuentas asturiana hasta el Tribunal de Cuentas nacional.
El Gobierno local ya había anunciado, desde el primer momento, su intención de dar un vuelco a la política de subvenciones a dedo que había iniciado Gabino de Lorenzo y que había continuado Agustín Iglesias Caunedo. La Fundación Ópera de Oviedo recibe 475.000 euros de subvención municipal, la Fundación Princesa de Asturias, 350.000 euros y la Fundación Gustavo Bueno, 54.000 euros de subvención municipal. Son tres ejemplos que el tripartito cita sobre los expedientes que debe revisar.
Antecedentes y decisiones
El acuerdo de paralización, alcanzado hoy mismo, recuerda que el convenio que ahora se anula fue suscrito en el año 2011 y que estableció como periodo máximo de vigor el 31 de diciembre de 2014, aunque incluyó la posibilidad de fijar otras dos prórrogas anuales que requerían del acuerdo expreso del ayuntamiento. Esta prórroga es lo que ha debatido la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo. Sus integrantes explican que esta petición se produce en un momento en el que "una subvención anterior concedida a la misma entidad se encuentra pendiente en el Tribunal de Cuentas, a partir de informes suscritos por funcionarios municipales, de los que se desprende la existencia de dudas sobre la correcta aplicación".
No es la única duda de legalidad que sobrevuela este pacto. La Fundación también tenía sobre la mesa las objeciones planteadas por un reciente informe de la Sindicatura de Cuentas, de fiscalización de las subvenciones municipales del año 2013. En ese informe, la Sindicatura reveló una serie de incumplimientos del Ayuntamiento de Oviedo con respecto a la normativa vigente en materia de subvenciones. En concreto, denunciaba que “ninguna de las subvenciones directas concedidas mediante convenio se aporta informe de la excepcionalidad, simplemente se justifica en función de la existencia de un convenio que se prorroga. La excepcionalidad en todas las subvenciones directas analizadas, tratadas como nominativas en el presupuesto, se justifica con el mismo hecho de estar presupuestadas como nominativas, y no en el objeto". Hace hasta una referencia directa a la Fundación Gustavo Bueno.
Estos dos antecedentes de calado, unidos a otros problemas detectados en la justificación del dinero, han sido determinantes. La resolución final, votada por el Gobierno y Ciudadanos, anuncia la paralización de la concesión de la subvención solicitada hasta que se apruebe un plan estratégico de subvenciones de acuerdo a la legislación actual, en el que los criterios básicos sean los de publicidad, concurrencia, objetividad y transparencia.
El presidente
Roberto Sánchez Ramos ha destacado "la necesidad de poner en marcha ese plan estratégico de subvenciones, al que puedan acceder todos los colectivos del municipio en igualdad de condiciones y sobre una bases completamente legales, que cumplan la ley de subvenciones fijada por el Estado, tal y como ha indicado la Sindicatura de Cuentas". Cree que la resolución en la que se decreta la paralización está suficientemente argumentada y ha prometido que su acción política va a estar regida "por el mayor rigor en la gestión de los dineros públicos".
Oviedo cancela la subvención de 54000 euros a la fundación Gustavo Bueno
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
El SOMA denuncia a Villa por 360.000 euros en dietas.
JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA
Prubitinos, nun sabien nada.
JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA
JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA
Prubitinos, nun sabien nada.
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Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Eddie Inda escribió:Me está quedando el topic muy Caputo, las cosas como son
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Eddie Inda escribió:Eddie Inda escribió:Me está quedando el topic muy Caputo, las cosas como son
Re: Ser ASTURIANO mola más
Gastos atribuidos al exalcalde de Oviedo, Caunedo: "PUTAS Y VARIOS". Todo muy asturiano
http://www.asturias24.es/secciones/oviedo-1/noticias/una-presunta-ruta-de-turismo-sexual-pagada-por-una-trama-corrupta-implica-a-caunedo-y-pecharroman/1446207513
http://www.asturias24.es/secciones/oviedo-1/noticias/una-presunta-ruta-de-turismo-sexual-pagada-por-una-trama-corrupta-implica-a-caunedo-y-pecharroman/1446207513
blackfoot- Mensajes : 32940
Fecha de inscripción : 25/06/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
blackfoot escribió:Gastos atribuidos al exalcalde de Oviedo, Caunedo: "PUTAS Y VARIOS". Todo muy asturiano
http://www.asturias24.es/secciones/oviedo-1/noticias/una-presunta-ruta-de-turismo-sexual-pagada-por-una-trama-corrupta-implica-a-caunedo-y-pecharroman/1446207513
BONZO- Mensajes : 27200
Fecha de inscripción : 24/03/2008
Re: Ser ASTURIANO mola más
Elegantísimo en el vestir. No entiendo por qué le tenían que llevar de puticlistas
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Pecharroman, otro dandy astur. No entiendo lo de llevar de putas a hombres a los pies de los cuales les muyeres caen reondes.
PD: Me encanta la palabra puriferio. Qué sonoridad. Debería gozar de especial protección
PD: Me encanta la palabra puriferio. Qué sonoridad. Debería gozar de especial protección
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Pecharroman es follador hasta en el apellido, no le debería de faltar de nada. Yo tampoco lo entiendo.Eddie Inda escribió:Pecharroman, otro dandy astur. No entiendo lo de llevar de putas a hombres a los pies de los cuales les muyeres caen reondes.
PD: Me encanta la palabra puriferio. Qué sonoridad. Debería gozar de especial protección
red_mosquito- Mensajes : 40956
Fecha de inscripción : 28/09/2009
Re: Ser ASTURIANO mola más
A todo esto Pecharroman es el que impugnó el congreso pepero-gijonés en el que votaron muertos que hicieron después de que el juez declarara nulo el que ganó el farlopero traficante de costo no?
Yo no sé por qué no ganan la alcaldía. Inyusticia
Yo no sé por qué no ganan la alcaldía. Inyusticia
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
También le da a las robopilinguis?
Menudo viciosete el Caunedo
Menudo viciosete el Caunedo
Requexu- Mensajes : 11377
Fecha de inscripción : 22/09/2010
Re: Ser ASTURIANO mola más
Historia de una ojeriza
Cómo Emilio Alarcos pasó de ser amigo al más enconado enemigo de la 'llingua' asturiana
Pablo Batalla Cueto
Viernes 30 de octubre de 2015
El 15 de diciembre de 1980 nacía por fin una institución que llevaba en estado de proyecto intermitente nada menos que dos siglos, los transcurridos desde que fuera imaginada y propuesta por primera vez por el insigne ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos: la Academia de la Llingua Asturiana. Vieja reivindicación del, en aquellos años, pujante movimiento asturianista, la Academia se fundaba con el propósito de toda entidad de similares características: limpiar, fijar y dar esplendor a la maltrecha lengua vernácula de los asturianos. Como su primer director se escogía entonces a quien lo sería hasta 2001: el filólogo tevergano Xosé Lluis García Arias, que había sido uno de los principales impulsores del movimiento Conceyu Bable, fundado a finales de los años sesenta para promover la dignificación y recuperación de la llingua y la adquisición de cotas de autogobierno para Asturias. Asistirían a García Arias veinticinco académicos de número y un número indeterminado de académicos correspondientes y académicos de honor, todos ellos seleccionados de entre los hombres y mujeres, asturianos o no, filólogos o no, más distinguidos en los últimos años en su defensa del idioma asturiano. En aquella nómina de amigos de la llingua convertidos en académicos con que la Academia echa a andar en 1980 hay algunos nombres ilustres, pero uno relumbra especialmente, por su enorme prestigio, en el listado de académicos de honor: el del lingüista y catedrático de la Universidad de Oviedo Emilio Alarcos Llorach.
Alarcos ya era, en aquel 1980, el más importante lingüista español, distinguiéndose por ser el introductor en el país de las nuevas corrientes lingüísticas desarrolladas en Praga, Copenhague y París por las escuelas estructuralista, glosemática y funcionalista. No era asturiano de origen, sino salmantino (había nacido en la ciudad del Tormes en 1922 y se declaraba «castellano de natura, asturiano de pastura y europeo de ventura»), pero llevaba ya treinta años en Oviedo, a cuya universidad había llegado en 1950 para fungir como catedrático de gramática histórica después de serlo de instituto en Avilés, Cabra (Córdoba) y Logroño y de doctorarse en filología románica en Madrid, donde había tenido como profesor a Dámaso Alonso. En 1972 había sido nombrado académico de la lengua española. Amigo del asturiano, parecía serlo bastante: aunque su campo de trabajo era el castellano y no participaba activamente en el movimiento en pro de la normalización del bable, sí que se mostraba públicamente favorable a ésta. En 1976, por ejemplo, escribía en Asturias Semanal que era «perfectamente válido hablar de llingua asturiana» y firmaba un elogioso prólogo para Gramática bable, un primer intento de sistematización provisional de la gramática asturiana realizado por la entonces joven filóloga somedana Ana Cano, hoy presidenta de la Academia de la Llingua.
En aquel prólogo, Alarcos rechazaba los argumentos esgrimidos por los contrarios a la normalización, entre los cuales descollaban el dialectólogo Jesús Neira y el filósofo riojano Gustavo Bueno. Para éstos no existía una lengua asturiana, sino muchos bables ininteligibles entre sí cuyos hablantes sólo podían entenderse con los de otra variedad recurriendo al castellano. Alarcos contraargumentaba en Gramática bable que, aun siendo cierto que existía en Asturias una notable variedad dialectológica, como por otra parte es normal en cualquier idioma, no era cierto que se emplease el castellano como lingua franca: bien al contrario, lo que hacían los hablantes de dos variedades distintas cuando entablaban conversación era utilizar sus propias lenguas modificándolas mediante un proceso de tanteo y aproximación, lo cual demostraba que sí que existían entre esos bables nexos en común que permitían considerarlos parte de una lengua única y sistematizable.
Nada había más lógico, pues, que ofrecer al profesor Alarcos en 1980 formar parte de la naciente Academia, y que Alarcos accediera gustoso.
El Rubicón antiasturianista
En 1988 se funda otra entidad relacionada con el asturiano, pero desde la trinchera contraria a la ocupada por la Academia: la asociación Amigos de los Bables, que se presenta con un largo manifiesto en el diario La Nueva España. En él, sus promotores se presentan a sí mismos como «la Asturias pensante y sensata» —«Sensatos y pensantes, sois unos mangantes», se gritaría desde entonces en las manifestaciones por la oficialidad de la llingua— y expresan su rotunda oposición a la normalización del asturiano, que en 1985 había dado un paso importante al impartirse por primera vez clases de bable de manera optativa en algunos centros públicos. Esgrimen el argumento consabido: no hay un bable, sino cien —«Que florezcan los cien bables» fue uno de los lemas de la asociación—, y el asturiano estándar aprobado por la Academia, «un invento aberrante» y una «jerga in vitro», haría desaparecer la rica variedad dialectológica del país. También lanzan dos argumentos nuevos: el de que la normalización costaba una enorme cantidad de dinero para la que había destinos más útiles y el de que detrás de esa normalización supuestamente desligada de todo interés político había «minorías abertzales» cuyo propósito real era «una especie de formación del espíritu regional», esto es, cultivar un hecho diferencial de Asturias con respecto al resto de España que justificase reivindicaciones de tipo nacionalista en el futuro. Entre estos sensatos y pensantes se encontraban Jesús Neira, Gustavo Bueno, el presidente regional del CDS Adolfo Barthe Aza… y Emilio Alarcos.
Las simpatías del profesor Alarcos hacia el asturiano habían desaparecido en algún momento posterior a 1983, cuando apuesta por la unificación de las variantes del asturiano a partir de la central —«científicamente no es un disparate», dice— en una conferencia titulada «Del Babel y los bables», y aun a 1985, cuando escribe a favor de la «cuarta» lengua románica de la península en un artículo para la Fundación March. El Rubicón del antiasturianismo, en todo caso, lo cruza públicamente en ese mismo 1988, cuando se produce un ruidoso incidente que tiene por protagonistas al propio Alarcos y a un alumno suyo, el entonces doctorando en filología románica pero ya también académico de la llingua Ramón d’Andrés. Los pormenores de lo sucedido los recordaba el propio D’Andrés hace unos meses en una larga entrevista en este mismo diario: «Alarcos», rememora D'Andrés, «era el director de mi tesis, y un día de 1988 recibo una nota en un sobre que llega a mi despacho —todavía la tengo por ahí— en la que me comunica, en tono muy despectivo, que renuncia a ser el director de mi tesis por estar redactada en bable. Cosa que él sabía perfectamente, porque había presidido en 1981 el tribunal de mi tesina, que había sido en asturiano también, sin mayor problema por su parte. Yo, estando la facultad como estaba ya incendiada, me pregunté: “¿Por qué voy a tener que aguantar esto?”, y decidí hacerlo público. El día de la lectura de mi tesis estaba el salón de actos lleno de prensa y de televisión. Fue una cosa de locura. Ya lo había sido buscarme un tribunal, porque Alarcos tenía sus influencias e hizo que costara trabajo encontrarlo».
Tal como apunta D’Andrés al referirse al «incendio» que sacudía ya la Facultad de Filología en el momento en el que decide hacer público el desaire de su maestro, el asunto de su tesis fue sólo el salto a la arena del debate social de un conflicto que hasta entonces había permanecido circunscrito a los pasillos de la universidad ovetense, pero que como tal guerra de despachos había alcanzado gran virulencia. Las raíces de tal conflicto también las exponía D’Andrés en su entrevista con ASTURIAS24.
«Lo que pasó», recuerda D’Andrés, «fue que hubo unos enfrentamientos dentro del departamento, en el que Alarcos era la máxima figura. Efectivamente, hasta 1985 simpatizaba de una manera tibia, pero muy permisiva, con el tema del asturiano, en el que el gran paladín aquí era Xosé Lluis García Arias. García Arias no era catedrático aún, pero era la persona que lideraba esta cuestión en la facultad, y tenía muy buena relación con Alarcos, y también con el catedrático de lengua José Antonio Martínez. En general había armonía en esta cuestión. Sólo una persona del departamento se oponía: Jesús Neira. El clima fue ése hasta que, a mediados de los ochenta, empezó a haber una serie de malos rollos dentro del departamento; luchas de poder que deterioraron las relaciones, que terminaron por romperse cuando José Antonio Martínez, que era vicerrector, exigió al matrimonio Alarcos que devolviera unos dineros del tiempo en que Alarcos había sido decano de la facultad. Era]un enfrentamiento personal que no implicaba al asturiano para nada, pero que causó una división en el departamento y dio lugar a dos bandos. García Arias se colocó, como la mayor parte del departamento, del lado de Martínez, y ahí empezó una guerra que hizo que Alarcos empezara a disparar contra el asturiano».
En lo sucedido juega un papel protagónico, también, Josefina Martínez, la esposa ovetense de Alarcos. Su relación biográfica con el asturiano es idéntica a la de su marido: si en los años sesenta escribe su tesis comparando al asturiano con el castellano y en 1976 prologa el libro Llingua y sociedá asturiana de Xosé Lluis García Arias describiéndolo como «una obra científica escrita en bable» que haría más difícil «argumentar que el habla de Asturias no sirve para exponer conocimientos científicos serios», en 1984 abandona la Academia —hay quien sostiene que aspiraba a presidirla, y que su frustración al no conseguirlo jugó también algún papel en su repertina conversión al antibablismo— y comienza a lanzar frecuentes embestidas contra la ahora denostada llingua y sus defensores.
El 15 de diciembre de 1980 nacía por fin una institución que llevaba en estado de proyecto intermitente nada menos que dos siglos, los transcurridos desde que fuera imaginada y propuesta por primera vez por el insigne ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos: la Academia de la Llingua Asturiana. Vieja reivindicación del, en aquellos años, pujante movimiento asturianista, la Academia se fundaba con el propósito de toda entidad de similares características: limpiar, fijar y dar esplendor a la maltrecha lengua vernácula de los asturianos. Como su primer director se escogía entonces a quien lo sería hasta 2001: el filólogo tevergano Xosé Lluis García Arias, que había sido uno de los principales impulsores del movimiento Conceyu Bable, fundado a finales de los años sesenta para promover la dignificación y recuperación de la llingua y la adquisición de cotas de autogobierno para Asturias. Asistirían a García Arias veinticinco académicos de número y un número indeterminado de académicos correspondientes y académicos de honor, todos ellos seleccionados de entre los hombres y mujeres, asturianos o no, filólogos o no, más distinguidos en los últimos años en su defensa del idioma asturiano. En aquella nómina de amigos de la llingua convertidos en académicos con que la Academia echa a andar en 1980 hay algunos nombres ilustres, pero uno relumbra especialmente, por su enorme prestigio, en el listado de académicos de honor: el del lingüista y catedrático de la Universidad de Oviedo Emilio Alarcos Llorach.
Alarcos ya era, en aquel 1980, el más importante lingüista español, distinguiéndose por ser el introductor en el país de las nuevas corrientes lingüísticas desarrolladas en Praga, Copenhague y París por las escuelas estructuralista, glosemática y funcionalista. No era asturiano de origen, sino salmantino (había nacido en la ciudad del Tormes en 1922 y se declaraba «castellano de natura, asturiano de pastura y europeo de ventura»), pero llevaba ya treinta años en Oviedo, a cuya universidad había llegado en 1950 para fungir como catedrático de gramática histórica después de serlo de instituto en Avilés, Cabra (Córdoba) y Logroño y de doctorarse en filología románica en Madrid, donde había tenido como profesor a Dámaso Alonso. En 1972 había sido nombrado académico de la lengua española. Amigo del asturiano, parecía serlo bastante: aunque su campo de trabajo era el castellano y no participaba activamente en el movimiento en pro de la normalización del bable, sí que se mostraba públicamente favorable a ésta. En 1976, por ejemplo, escribía en Asturias Semanal que era «perfectamente válido hablar de llingua asturiana» y firmaba un elogioso prólogo para Gramática bable, un primer intento de sistematización provisional de la gramática asturiana realizado por la entonces joven filóloga somedana Ana Cano, hoy presidenta de la Academia de la Llingua.
En aquel prólogo, Alarcos rechazaba los argumentos esgrimidos por los contrarios a la normalización, entre los cuales descollaban el dialectólogo Jesús Neira y el filósofo riojano Gustavo Bueno. Para éstos no existía una lengua asturiana, sino muchos bables ininteligibles entre sí cuyos hablantes sólo podían entenderse con los de otra variedad recurriendo al castellano. Alarcos contraargumentaba en Gramática bable que, aun siendo cierto que existía en Asturias una notable variedad dialectológica, como por otra parte es normal en cualquier idioma, no era cierto que se emplease el castellano como lingua franca: bien al contrario, lo que hacían los hablantes de dos variedades distintas cuando entablaban conversación era utilizar sus propias lenguas modificándolas mediante un proceso de tanteo y aproximación, lo cual demostraba que sí que existían entre esos bables nexos en común que permitían considerarlos parte de una lengua única y sistematizable.
Nada había más lógico, pues, que ofrecer al profesor Alarcos en 1980 formar parte de la naciente Academia, y que Alarcos accediera gustoso.
El Rubicón antiasturianista
En 1988 se funda otra entidad relacionada con el asturiano, pero desde la trinchera contraria a la ocupada por la Academia: la asociación Amigos de los Bables, que se presenta con un largo manifiesto en el diario La Nueva España. En él, sus promotores se presentan a sí mismos como «la Asturias pensante y sensata» —«Sensatos y pensantes, sois unos mangantes», se gritaría desde entonces en las manifestaciones por la oficialidad de la llingua— y expresan su rotunda oposición a la normalización del asturiano, que en 1985 había dado un paso importante al impartirse por primera vez clases de bable de manera optativa en algunos centros públicos. Esgrimen el argumento consabido: no hay un bable, sino cien —«Que florezcan los cien bables» fue uno de los lemas de la asociación—, y el asturiano estándar aprobado por la Academia, «un invento aberrante» y una «jerga in vitro», haría desaparecer la rica variedad dialectológica del país. También lanzan dos argumentos nuevos: el de que la normalización costaba una enorme cantidad de dinero para la que había destinos más útiles y el de que detrás de esa normalización supuestamente desligada de todo interés político había «minorías abertzales» cuyo propósito real era «una especie de formación del espíritu regional», esto es, cultivar un hecho diferencial de Asturias con respecto al resto de España que justificase reivindicaciones de tipo nacionalista en el futuro. Entre estos sensatos y pensantes se encontraban Jesús Neira, Gustavo Bueno, el presidente regional del CDS Adolfo Barthe Aza… y Emilio Alarcos.
Las simpatías del profesor Alarcos hacia el asturiano habían desaparecido en algún momento posterior a 1983, cuando apuesta por la unificación de las variantes del asturiano a partir de la central —«científicamente no es un disparate», dice— en una conferencia titulada «Del Babel y los bables», y aun a 1985, cuando escribe a favor de la «cuarta» lengua románica de la península en un artículo para la Fundación March. El Rubicón del antiasturianismo, en todo caso, lo cruza públicamente en ese mismo 1988, cuando se produce un ruidoso incidente que tiene por protagonistas al propio Alarcos y a un alumno suyo, el entonces doctorando en filología románica pero ya también académico de la llingua Ramón d’Andrés. Los pormenores de lo sucedido los recordaba el propio D’Andrés hace unos meses en una larga entrevista en este mismo diario: «Alarcos», rememora D'Andrés, «era el director de mi tesis, y un día de 1988 recibo una nota en un sobre que llega a mi despacho —todavía la tengo por ahí— en la que me comunica, en tono muy despectivo, que renuncia a ser el director de mi tesis por estar redactada en bable. Cosa que él sabía perfectamente, porque había presidido en 1981 el tribunal de mi tesina, que había sido en asturiano también, sin mayor problema por su parte. Yo, estando la facultad como estaba ya incendiada, me pregunté: “¿Por qué voy a tener que aguantar esto?”, y decidí hacerlo público. El día de la lectura de mi tesis estaba el salón de actos lleno de prensa y de televisión. Fue una cosa de locura. Ya lo había sido buscarme un tribunal, porque Alarcos tenía sus influencias e hizo que costara trabajo encontrarlo».
Tal como apunta D’Andrés al referirse al «incendio» que sacudía ya la Facultad de Filología en el momento en el que decide hacer público el desaire de su maestro, el asunto de su tesis fue sólo el salto a la arena del debate social de un conflicto que hasta entonces había permanecido circunscrito a los pasillos de la universidad ovetense, pero que como tal guerra de despachos había alcanzado gran virulencia. Las raíces de tal conflicto también las exponía D’Andrés en su entrevista con ASTURIAS24.
«Lo que pasó», recuerda D’Andrés, «fue que hubo unos enfrentamientos dentro del departamento, en el que Alarcos era la máxima figura. Efectivamente, hasta 1985 simpatizaba de una manera tibia, pero muy permisiva, con el tema del asturiano, en el que el gran paladín aquí era Xosé Lluis García Arias. García Arias no era catedrático aún, pero era la persona que lideraba esta cuestión en la facultad, y tenía muy buena relación con Alarcos, y también con el catedrático de lengua José Antonio Martínez. En general había armonía en esta cuestión. Sólo una persona del departamento se oponía: Jesús Neira. El clima fue ése hasta que, a mediados de los ochenta, empezó a haber una serie de malos rollos dentro del departamento; luchas de poder que deterioraron las relaciones, que terminaron por romperse cuando José Antonio Martínez, que era vicerrector, exigió al matrimonio Alarcos que devolviera unos dineros del tiempo en que Alarcos había sido decano de la facultad. Era]un enfrentamiento personal que no implicaba al asturiano para nada, pero que causó una división en el departamento y dio lugar a dos bandos. García Arias se colocó, como la mayor parte del departamento, del lado de Martínez, y ahí empezó una guerra que hizo que Alarcos empezara a disparar contra el asturiano».
En lo sucedido juega un papel protagónico, también, Josefina Martínez, la esposa ovetense de Alarcos. Su relación biográfica con el asturiano es idéntica a la de su marido: si en los años sesenta escribe su tesis comparando al asturiano con el castellano y en 1976 prologa el libro Llingua y sociedá asturiana de Xosé Lluis García Arias describiéndolo como «una obra científica escrita en bable» que haría más difícil «argumentar que el habla de Asturias no sirve para exponer conocimientos científicos serios», en 1984 abandona la Academia —hay quien sostiene que aspiraba a presidirla, y que su frustración al no conseguirlo jugó también algún papel en su repertina conversión al antibablismo— y comienza a lanzar frecuentes embestidas contra la ahora denostada llingua y sus defensores.
Xosé Lluis García Arias, quien también concedió una entrevista a este diario el año pasado, es mucho más comedido que Ramón d'Andrés a la hora de recordar lo sucedido con Alarcos, que no quiere valorar porque supone que, como parte implicada, no sería considerado una voz imparcial, aunque sí reflexiona que «el problema que se planteó derivó hacia la cuestión lingüística para afianzar otro tipo de cuestiones» y que «la gente, cuando está en la guerra, tira toda la munición que encuentra a mano, y a veces, a causa de eso, se convierte en casus belli algo que no debería ser objeto más que de una discusión tranquila».
Los recelos de García Arias provienen de que toda esta historia incluye un episodio en el que él es actor principal y no secundario. Fue un año antes que el incidente de D’Andrés, en 1987, cuando se convoca una oposición a una cátedra de dialectología hispánica y él se presenta avalado por un deslumbrante currículum y una larga lista de publicaciones. Cuando Alarcos tiene noticia de ello, se autodesigna presidente del tribunal que debe valorar los méritos de Arias y nombra secretaria a Josefina Martínez, completando el grupo sendos profesores de las universidades de León y Alicante y el académico de la RAE y amigo personal del matrimonio Alarcos Gregorio Salvador, también contrario a la normalización del asturiano. Al conocer la noticia, García Arias impugna la presencia de Alarcos, Martínez y Salvador, pero el rector Alberto Marcos Vallaure no la aprueba aduciendo tras consultar a la asesoría jurídica de la Universidad que, para constituir un motivo de impugnación, la enemistad debe ser probada documentalmente. El 27 y el 28 de octubre, cuando tiene lugar el examen, García Arias pierde la cátedra sin ningún voto a favor. Sólo la conseguirá veinticinco años más tarde.
Energías desperdiciadas
En 1994, Alarcos concedía una pequeña entrevista informal al periodista de El País Feliciano López. Éste le preguntaba, entre otras cosas:
—El bable, lengua asturiana, ¿le sirve?
—Sí, para que me den la lata todos los Jomeinis de la localidad —respondía Alarcos.
La activísima colaboración de Alarcos con Amigos de los Bables duraría diez años, los comprendidos entre 1988 y 1998, cuando el catedrático fallece repentinamente. Emplearía en ello grandes energías —de hecho, la actividad de la asociación decae brusca y fuertemente tras la muerte del profesor— y conseguiría involucrar en el conflicto a personas e instituciones en principio completamente ajenas a él, como la Real Academia Española. Así, ya en 1988, y a raíz del affaire D’Andrés, se entabla un rifirrafe entre la Academia de la Llingua y la RAE que termina con la segunda aprobando por unanimidad renunciar a la condición de miembro de honor de la academia asturiana, ello después de que la ALLA declarase persona non grata a Alarcos y remitiese a la RAE un escrito mostrando su malestar por las invectivas antiasturianas del propio Alarcos y de otros miembros de la institución, como Pedro Laín Entralgo o Rafael Lapesa.
La actividad antiasturianista de Alarcos, Josefina Martínez y los amigos de los bables no se limita a frecuentes artículos en prensa en los que defienden sus posiciones con argumentos de más que cuestionable rigor científico. Según contaban Sofía Castañón y Xuan Cándano en un artículo publicado en la revista Atlántica XXII hace cinco años, los miembros de este lobby antibablista «visitan o telefonean a políticos, sindicalistas, académicos, universitarios y a cualquier persona influyente o relacionada con el tema a la que puedan alertar contra “el peligro de la normalización”, tanto en Asturias como en Madrid. No hubo presidente del Principado, consejero de Cultura ni rector que se librara, sin faltar ministros, de aquellas presiones, que fueron realmente exitosas y tienen mucho que ver con la fobia a la lengua asturiana de las élites de la autonomía».
En opinión de Ramón d’Andrés, aquella batalla fue muy perjudicial para Alarcos. «Empleó», valora D’Andrés, «muchísima energía en la asociación Amigos de los Bables y en una batalla de puro odio personal que no manejó bien y que intelectualmente no le benefició en nada, y dejó de emplearla en otras cuestiones que habrían redundado más en prestigio personal para él». D’Andrés pone el siguiente ejemplo: «Todos esperábamos que, en los ochenta y noventa, Alarcos publicara su famosa gramática funcional, que ya había ido anticipando en varios libros y que era la que nos enseñaba en las aulas. Todos esperábamos la gran gramática de Alarcos, pero cuando finalmente publica la RAE su Gramática de la lengua española, en 1994, aquello es el parto de los montes: una mínima expresión que se notaba que eran cuatro apuntes y en la que se desdecía de parte de la terminología que había acuñado».
Según concluye el filólogo, «quien más perdió con todo este asunto fue el propio Alarcos».
Cómo Emilio Alarcos pasó de ser amigo al más enconado enemigo de la 'llingua' asturiana
Pablo Batalla Cueto
Viernes 30 de octubre de 2015
El 15 de diciembre de 1980 nacía por fin una institución que llevaba en estado de proyecto intermitente nada menos que dos siglos, los transcurridos desde que fuera imaginada y propuesta por primera vez por el insigne ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos: la Academia de la Llingua Asturiana. Vieja reivindicación del, en aquellos años, pujante movimiento asturianista, la Academia se fundaba con el propósito de toda entidad de similares características: limpiar, fijar y dar esplendor a la maltrecha lengua vernácula de los asturianos. Como su primer director se escogía entonces a quien lo sería hasta 2001: el filólogo tevergano Xosé Lluis García Arias, que había sido uno de los principales impulsores del movimiento Conceyu Bable, fundado a finales de los años sesenta para promover la dignificación y recuperación de la llingua y la adquisición de cotas de autogobierno para Asturias. Asistirían a García Arias veinticinco académicos de número y un número indeterminado de académicos correspondientes y académicos de honor, todos ellos seleccionados de entre los hombres y mujeres, asturianos o no, filólogos o no, más distinguidos en los últimos años en su defensa del idioma asturiano. En aquella nómina de amigos de la llingua convertidos en académicos con que la Academia echa a andar en 1980 hay algunos nombres ilustres, pero uno relumbra especialmente, por su enorme prestigio, en el listado de académicos de honor: el del lingüista y catedrático de la Universidad de Oviedo Emilio Alarcos Llorach.
Alarcos ya era, en aquel 1980, el más importante lingüista español, distinguiéndose por ser el introductor en el país de las nuevas corrientes lingüísticas desarrolladas en Praga, Copenhague y París por las escuelas estructuralista, glosemática y funcionalista. No era asturiano de origen, sino salmantino (había nacido en la ciudad del Tormes en 1922 y se declaraba «castellano de natura, asturiano de pastura y europeo de ventura»), pero llevaba ya treinta años en Oviedo, a cuya universidad había llegado en 1950 para fungir como catedrático de gramática histórica después de serlo de instituto en Avilés, Cabra (Córdoba) y Logroño y de doctorarse en filología románica en Madrid, donde había tenido como profesor a Dámaso Alonso. En 1972 había sido nombrado académico de la lengua española. Amigo del asturiano, parecía serlo bastante: aunque su campo de trabajo era el castellano y no participaba activamente en el movimiento en pro de la normalización del bable, sí que se mostraba públicamente favorable a ésta. En 1976, por ejemplo, escribía en Asturias Semanal que era «perfectamente válido hablar de llingua asturiana» y firmaba un elogioso prólogo para Gramática bable, un primer intento de sistematización provisional de la gramática asturiana realizado por la entonces joven filóloga somedana Ana Cano, hoy presidenta de la Academia de la Llingua.
En aquel prólogo, Alarcos rechazaba los argumentos esgrimidos por los contrarios a la normalización, entre los cuales descollaban el dialectólogo Jesús Neira y el filósofo riojano Gustavo Bueno. Para éstos no existía una lengua asturiana, sino muchos bables ininteligibles entre sí cuyos hablantes sólo podían entenderse con los de otra variedad recurriendo al castellano. Alarcos contraargumentaba en Gramática bable que, aun siendo cierto que existía en Asturias una notable variedad dialectológica, como por otra parte es normal en cualquier idioma, no era cierto que se emplease el castellano como lingua franca: bien al contrario, lo que hacían los hablantes de dos variedades distintas cuando entablaban conversación era utilizar sus propias lenguas modificándolas mediante un proceso de tanteo y aproximación, lo cual demostraba que sí que existían entre esos bables nexos en común que permitían considerarlos parte de una lengua única y sistematizable.
Nada había más lógico, pues, que ofrecer al profesor Alarcos en 1980 formar parte de la naciente Academia, y que Alarcos accediera gustoso.
El Rubicón antiasturianista
En 1988 se funda otra entidad relacionada con el asturiano, pero desde la trinchera contraria a la ocupada por la Academia: la asociación Amigos de los Bables, que se presenta con un largo manifiesto en el diario La Nueva España. En él, sus promotores se presentan a sí mismos como «la Asturias pensante y sensata» —«Sensatos y pensantes, sois unos mangantes», se gritaría desde entonces en las manifestaciones por la oficialidad de la llingua— y expresan su rotunda oposición a la normalización del asturiano, que en 1985 había dado un paso importante al impartirse por primera vez clases de bable de manera optativa en algunos centros públicos. Esgrimen el argumento consabido: no hay un bable, sino cien —«Que florezcan los cien bables» fue uno de los lemas de la asociación—, y el asturiano estándar aprobado por la Academia, «un invento aberrante» y una «jerga in vitro», haría desaparecer la rica variedad dialectológica del país. También lanzan dos argumentos nuevos: el de que la normalización costaba una enorme cantidad de dinero para la que había destinos más útiles y el de que detrás de esa normalización supuestamente desligada de todo interés político había «minorías abertzales» cuyo propósito real era «una especie de formación del espíritu regional», esto es, cultivar un hecho diferencial de Asturias con respecto al resto de España que justificase reivindicaciones de tipo nacionalista en el futuro. Entre estos sensatos y pensantes se encontraban Jesús Neira, Gustavo Bueno, el presidente regional del CDS Adolfo Barthe Aza… y Emilio Alarcos.
Las simpatías del profesor Alarcos hacia el asturiano habían desaparecido en algún momento posterior a 1983, cuando apuesta por la unificación de las variantes del asturiano a partir de la central —«científicamente no es un disparate», dice— en una conferencia titulada «Del Babel y los bables», y aun a 1985, cuando escribe a favor de la «cuarta» lengua románica de la península en un artículo para la Fundación March. El Rubicón del antiasturianismo, en todo caso, lo cruza públicamente en ese mismo 1988, cuando se produce un ruidoso incidente que tiene por protagonistas al propio Alarcos y a un alumno suyo, el entonces doctorando en filología románica pero ya también académico de la llingua Ramón d’Andrés. Los pormenores de lo sucedido los recordaba el propio D’Andrés hace unos meses en una larga entrevista en este mismo diario: «Alarcos», rememora D'Andrés, «era el director de mi tesis, y un día de 1988 recibo una nota en un sobre que llega a mi despacho —todavía la tengo por ahí— en la que me comunica, en tono muy despectivo, que renuncia a ser el director de mi tesis por estar redactada en bable. Cosa que él sabía perfectamente, porque había presidido en 1981 el tribunal de mi tesina, que había sido en asturiano también, sin mayor problema por su parte. Yo, estando la facultad como estaba ya incendiada, me pregunté: “¿Por qué voy a tener que aguantar esto?”, y decidí hacerlo público. El día de la lectura de mi tesis estaba el salón de actos lleno de prensa y de televisión. Fue una cosa de locura. Ya lo había sido buscarme un tribunal, porque Alarcos tenía sus influencias e hizo que costara trabajo encontrarlo».
Tal como apunta D’Andrés al referirse al «incendio» que sacudía ya la Facultad de Filología en el momento en el que decide hacer público el desaire de su maestro, el asunto de su tesis fue sólo el salto a la arena del debate social de un conflicto que hasta entonces había permanecido circunscrito a los pasillos de la universidad ovetense, pero que como tal guerra de despachos había alcanzado gran virulencia. Las raíces de tal conflicto también las exponía D’Andrés en su entrevista con ASTURIAS24.
«Lo que pasó», recuerda D’Andrés, «fue que hubo unos enfrentamientos dentro del departamento, en el que Alarcos era la máxima figura. Efectivamente, hasta 1985 simpatizaba de una manera tibia, pero muy permisiva, con el tema del asturiano, en el que el gran paladín aquí era Xosé Lluis García Arias. García Arias no era catedrático aún, pero era la persona que lideraba esta cuestión en la facultad, y tenía muy buena relación con Alarcos, y también con el catedrático de lengua José Antonio Martínez. En general había armonía en esta cuestión. Sólo una persona del departamento se oponía: Jesús Neira. El clima fue ése hasta que, a mediados de los ochenta, empezó a haber una serie de malos rollos dentro del departamento; luchas de poder que deterioraron las relaciones, que terminaron por romperse cuando José Antonio Martínez, que era vicerrector, exigió al matrimonio Alarcos que devolviera unos dineros del tiempo en que Alarcos había sido decano de la facultad. Era]un enfrentamiento personal que no implicaba al asturiano para nada, pero que causó una división en el departamento y dio lugar a dos bandos. García Arias se colocó, como la mayor parte del departamento, del lado de Martínez, y ahí empezó una guerra que hizo que Alarcos empezara a disparar contra el asturiano».
En lo sucedido juega un papel protagónico, también, Josefina Martínez, la esposa ovetense de Alarcos. Su relación biográfica con el asturiano es idéntica a la de su marido: si en los años sesenta escribe su tesis comparando al asturiano con el castellano y en 1976 prologa el libro Llingua y sociedá asturiana de Xosé Lluis García Arias describiéndolo como «una obra científica escrita en bable» que haría más difícil «argumentar que el habla de Asturias no sirve para exponer conocimientos científicos serios», en 1984 abandona la Academia —hay quien sostiene que aspiraba a presidirla, y que su frustración al no conseguirlo jugó también algún papel en su repertina conversión al antibablismo— y comienza a lanzar frecuentes embestidas contra la ahora denostada llingua y sus defensores.
El 15 de diciembre de 1980 nacía por fin una institución que llevaba en estado de proyecto intermitente nada menos que dos siglos, los transcurridos desde que fuera imaginada y propuesta por primera vez por el insigne ilustrado gijonés Gaspar Melchor de Jovellanos: la Academia de la Llingua Asturiana. Vieja reivindicación del, en aquellos años, pujante movimiento asturianista, la Academia se fundaba con el propósito de toda entidad de similares características: limpiar, fijar y dar esplendor a la maltrecha lengua vernácula de los asturianos. Como su primer director se escogía entonces a quien lo sería hasta 2001: el filólogo tevergano Xosé Lluis García Arias, que había sido uno de los principales impulsores del movimiento Conceyu Bable, fundado a finales de los años sesenta para promover la dignificación y recuperación de la llingua y la adquisición de cotas de autogobierno para Asturias. Asistirían a García Arias veinticinco académicos de número y un número indeterminado de académicos correspondientes y académicos de honor, todos ellos seleccionados de entre los hombres y mujeres, asturianos o no, filólogos o no, más distinguidos en los últimos años en su defensa del idioma asturiano. En aquella nómina de amigos de la llingua convertidos en académicos con que la Academia echa a andar en 1980 hay algunos nombres ilustres, pero uno relumbra especialmente, por su enorme prestigio, en el listado de académicos de honor: el del lingüista y catedrático de la Universidad de Oviedo Emilio Alarcos Llorach.
Alarcos ya era, en aquel 1980, el más importante lingüista español, distinguiéndose por ser el introductor en el país de las nuevas corrientes lingüísticas desarrolladas en Praga, Copenhague y París por las escuelas estructuralista, glosemática y funcionalista. No era asturiano de origen, sino salmantino (había nacido en la ciudad del Tormes en 1922 y se declaraba «castellano de natura, asturiano de pastura y europeo de ventura»), pero llevaba ya treinta años en Oviedo, a cuya universidad había llegado en 1950 para fungir como catedrático de gramática histórica después de serlo de instituto en Avilés, Cabra (Córdoba) y Logroño y de doctorarse en filología románica en Madrid, donde había tenido como profesor a Dámaso Alonso. En 1972 había sido nombrado académico de la lengua española. Amigo del asturiano, parecía serlo bastante: aunque su campo de trabajo era el castellano y no participaba activamente en el movimiento en pro de la normalización del bable, sí que se mostraba públicamente favorable a ésta. En 1976, por ejemplo, escribía en Asturias Semanal que era «perfectamente válido hablar de llingua asturiana» y firmaba un elogioso prólogo para Gramática bable, un primer intento de sistematización provisional de la gramática asturiana realizado por la entonces joven filóloga somedana Ana Cano, hoy presidenta de la Academia de la Llingua.
En aquel prólogo, Alarcos rechazaba los argumentos esgrimidos por los contrarios a la normalización, entre los cuales descollaban el dialectólogo Jesús Neira y el filósofo riojano Gustavo Bueno. Para éstos no existía una lengua asturiana, sino muchos bables ininteligibles entre sí cuyos hablantes sólo podían entenderse con los de otra variedad recurriendo al castellano. Alarcos contraargumentaba en Gramática bable que, aun siendo cierto que existía en Asturias una notable variedad dialectológica, como por otra parte es normal en cualquier idioma, no era cierto que se emplease el castellano como lingua franca: bien al contrario, lo que hacían los hablantes de dos variedades distintas cuando entablaban conversación era utilizar sus propias lenguas modificándolas mediante un proceso de tanteo y aproximación, lo cual demostraba que sí que existían entre esos bables nexos en común que permitían considerarlos parte de una lengua única y sistematizable.
Nada había más lógico, pues, que ofrecer al profesor Alarcos en 1980 formar parte de la naciente Academia, y que Alarcos accediera gustoso.
El Rubicón antiasturianista
En 1988 se funda otra entidad relacionada con el asturiano, pero desde la trinchera contraria a la ocupada por la Academia: la asociación Amigos de los Bables, que se presenta con un largo manifiesto en el diario La Nueva España. En él, sus promotores se presentan a sí mismos como «la Asturias pensante y sensata» —«Sensatos y pensantes, sois unos mangantes», se gritaría desde entonces en las manifestaciones por la oficialidad de la llingua— y expresan su rotunda oposición a la normalización del asturiano, que en 1985 había dado un paso importante al impartirse por primera vez clases de bable de manera optativa en algunos centros públicos. Esgrimen el argumento consabido: no hay un bable, sino cien —«Que florezcan los cien bables» fue uno de los lemas de la asociación—, y el asturiano estándar aprobado por la Academia, «un invento aberrante» y una «jerga in vitro», haría desaparecer la rica variedad dialectológica del país. También lanzan dos argumentos nuevos: el de que la normalización costaba una enorme cantidad de dinero para la que había destinos más útiles y el de que detrás de esa normalización supuestamente desligada de todo interés político había «minorías abertzales» cuyo propósito real era «una especie de formación del espíritu regional», esto es, cultivar un hecho diferencial de Asturias con respecto al resto de España que justificase reivindicaciones de tipo nacionalista en el futuro. Entre estos sensatos y pensantes se encontraban Jesús Neira, Gustavo Bueno, el presidente regional del CDS Adolfo Barthe Aza… y Emilio Alarcos.
Las simpatías del profesor Alarcos hacia el asturiano habían desaparecido en algún momento posterior a 1983, cuando apuesta por la unificación de las variantes del asturiano a partir de la central —«científicamente no es un disparate», dice— en una conferencia titulada «Del Babel y los bables», y aun a 1985, cuando escribe a favor de la «cuarta» lengua románica de la península en un artículo para la Fundación March. El Rubicón del antiasturianismo, en todo caso, lo cruza públicamente en ese mismo 1988, cuando se produce un ruidoso incidente que tiene por protagonistas al propio Alarcos y a un alumno suyo, el entonces doctorando en filología románica pero ya también académico de la llingua Ramón d’Andrés. Los pormenores de lo sucedido los recordaba el propio D’Andrés hace unos meses en una larga entrevista en este mismo diario: «Alarcos», rememora D'Andrés, «era el director de mi tesis, y un día de 1988 recibo una nota en un sobre que llega a mi despacho —todavía la tengo por ahí— en la que me comunica, en tono muy despectivo, que renuncia a ser el director de mi tesis por estar redactada en bable. Cosa que él sabía perfectamente, porque había presidido en 1981 el tribunal de mi tesina, que había sido en asturiano también, sin mayor problema por su parte. Yo, estando la facultad como estaba ya incendiada, me pregunté: “¿Por qué voy a tener que aguantar esto?”, y decidí hacerlo público. El día de la lectura de mi tesis estaba el salón de actos lleno de prensa y de televisión. Fue una cosa de locura. Ya lo había sido buscarme un tribunal, porque Alarcos tenía sus influencias e hizo que costara trabajo encontrarlo».
Tal como apunta D’Andrés al referirse al «incendio» que sacudía ya la Facultad de Filología en el momento en el que decide hacer público el desaire de su maestro, el asunto de su tesis fue sólo el salto a la arena del debate social de un conflicto que hasta entonces había permanecido circunscrito a los pasillos de la universidad ovetense, pero que como tal guerra de despachos había alcanzado gran virulencia. Las raíces de tal conflicto también las exponía D’Andrés en su entrevista con ASTURIAS24.
«Lo que pasó», recuerda D’Andrés, «fue que hubo unos enfrentamientos dentro del departamento, en el que Alarcos era la máxima figura. Efectivamente, hasta 1985 simpatizaba de una manera tibia, pero muy permisiva, con el tema del asturiano, en el que el gran paladín aquí era Xosé Lluis García Arias. García Arias no era catedrático aún, pero era la persona que lideraba esta cuestión en la facultad, y tenía muy buena relación con Alarcos, y también con el catedrático de lengua José Antonio Martínez. En general había armonía en esta cuestión. Sólo una persona del departamento se oponía: Jesús Neira. El clima fue ése hasta que, a mediados de los ochenta, empezó a haber una serie de malos rollos dentro del departamento; luchas de poder que deterioraron las relaciones, que terminaron por romperse cuando José Antonio Martínez, que era vicerrector, exigió al matrimonio Alarcos que devolviera unos dineros del tiempo en que Alarcos había sido decano de la facultad. Era]un enfrentamiento personal que no implicaba al asturiano para nada, pero que causó una división en el departamento y dio lugar a dos bandos. García Arias se colocó, como la mayor parte del departamento, del lado de Martínez, y ahí empezó una guerra que hizo que Alarcos empezara a disparar contra el asturiano».
En lo sucedido juega un papel protagónico, también, Josefina Martínez, la esposa ovetense de Alarcos. Su relación biográfica con el asturiano es idéntica a la de su marido: si en los años sesenta escribe su tesis comparando al asturiano con el castellano y en 1976 prologa el libro Llingua y sociedá asturiana de Xosé Lluis García Arias describiéndolo como «una obra científica escrita en bable» que haría más difícil «argumentar que el habla de Asturias no sirve para exponer conocimientos científicos serios», en 1984 abandona la Academia —hay quien sostiene que aspiraba a presidirla, y que su frustración al no conseguirlo jugó también algún papel en su repertina conversión al antibablismo— y comienza a lanzar frecuentes embestidas contra la ahora denostada llingua y sus defensores.
Xosé Lluis García Arias, quien también concedió una entrevista a este diario el año pasado, es mucho más comedido que Ramón d'Andrés a la hora de recordar lo sucedido con Alarcos, que no quiere valorar porque supone que, como parte implicada, no sería considerado una voz imparcial, aunque sí reflexiona que «el problema que se planteó derivó hacia la cuestión lingüística para afianzar otro tipo de cuestiones» y que «la gente, cuando está en la guerra, tira toda la munición que encuentra a mano, y a veces, a causa de eso, se convierte en casus belli algo que no debería ser objeto más que de una discusión tranquila».
Los recelos de García Arias provienen de que toda esta historia incluye un episodio en el que él es actor principal y no secundario. Fue un año antes que el incidente de D’Andrés, en 1987, cuando se convoca una oposición a una cátedra de dialectología hispánica y él se presenta avalado por un deslumbrante currículum y una larga lista de publicaciones. Cuando Alarcos tiene noticia de ello, se autodesigna presidente del tribunal que debe valorar los méritos de Arias y nombra secretaria a Josefina Martínez, completando el grupo sendos profesores de las universidades de León y Alicante y el académico de la RAE y amigo personal del matrimonio Alarcos Gregorio Salvador, también contrario a la normalización del asturiano. Al conocer la noticia, García Arias impugna la presencia de Alarcos, Martínez y Salvador, pero el rector Alberto Marcos Vallaure no la aprueba aduciendo tras consultar a la asesoría jurídica de la Universidad que, para constituir un motivo de impugnación, la enemistad debe ser probada documentalmente. El 27 y el 28 de octubre, cuando tiene lugar el examen, García Arias pierde la cátedra sin ningún voto a favor. Sólo la conseguirá veinticinco años más tarde.
Energías desperdiciadas
En 1994, Alarcos concedía una pequeña entrevista informal al periodista de El País Feliciano López. Éste le preguntaba, entre otras cosas:
—El bable, lengua asturiana, ¿le sirve?
—Sí, para que me den la lata todos los Jomeinis de la localidad —respondía Alarcos.
La activísima colaboración de Alarcos con Amigos de los Bables duraría diez años, los comprendidos entre 1988 y 1998, cuando el catedrático fallece repentinamente. Emplearía en ello grandes energías —de hecho, la actividad de la asociación decae brusca y fuertemente tras la muerte del profesor— y conseguiría involucrar en el conflicto a personas e instituciones en principio completamente ajenas a él, como la Real Academia Española. Así, ya en 1988, y a raíz del affaire D’Andrés, se entabla un rifirrafe entre la Academia de la Llingua y la RAE que termina con la segunda aprobando por unanimidad renunciar a la condición de miembro de honor de la academia asturiana, ello después de que la ALLA declarase persona non grata a Alarcos y remitiese a la RAE un escrito mostrando su malestar por las invectivas antiasturianas del propio Alarcos y de otros miembros de la institución, como Pedro Laín Entralgo o Rafael Lapesa.
La actividad antiasturianista de Alarcos, Josefina Martínez y los amigos de los bables no se limita a frecuentes artículos en prensa en los que defienden sus posiciones con argumentos de más que cuestionable rigor científico. Según contaban Sofía Castañón y Xuan Cándano en un artículo publicado en la revista Atlántica XXII hace cinco años, los miembros de este lobby antibablista «visitan o telefonean a políticos, sindicalistas, académicos, universitarios y a cualquier persona influyente o relacionada con el tema a la que puedan alertar contra “el peligro de la normalización”, tanto en Asturias como en Madrid. No hubo presidente del Principado, consejero de Cultura ni rector que se librara, sin faltar ministros, de aquellas presiones, que fueron realmente exitosas y tienen mucho que ver con la fobia a la lengua asturiana de las élites de la autonomía».
En opinión de Ramón d’Andrés, aquella batalla fue muy perjudicial para Alarcos. «Empleó», valora D’Andrés, «muchísima energía en la asociación Amigos de los Bables y en una batalla de puro odio personal que no manejó bien y que intelectualmente no le benefició en nada, y dejó de emplearla en otras cuestiones que habrían redundado más en prestigio personal para él». D’Andrés pone el siguiente ejemplo: «Todos esperábamos que, en los ochenta y noventa, Alarcos publicara su famosa gramática funcional, que ya había ido anticipando en varios libros y que era la que nos enseñaba en las aulas. Todos esperábamos la gran gramática de Alarcos, pero cuando finalmente publica la RAE su Gramática de la lengua española, en 1994, aquello es el parto de los montes: una mínima expresión que se notaba que eran cuatro apuntes y en la que se desdecía de parte de la terminología que había acuñado».
Según concluye el filólogo, «quien más perdió con todo este asunto fue el propio Alarcos».
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Re: Ser ASTURIANO mola más
Vuelven los ochenta
Xandru Fernández
La guerra contra la llingua asturiana tien tenío episodios vergonzosos y otros francamente divertíos. Alcuando ye difícil estremar unos d’otros y ye fácil qu’un mesmu sucesu empiece siendo una cosa y acabe siendo otra, pero asina ye como funciona la memoria humana, poniendo y quitando fierro a los drames d’a diario.
A mi esti día diome por alcordame d’aquella espresión que, según un conocíu comensal de La Nueva España, usaben los “bablistes” pa traducir l’intraducible y mui español “campo magnético”: “prau qu’atrapa”. Y tamién me dio por pensar que tanto l’inventor d’esi bilordiu como yo mesmu somos xente con poca conciencia llingüística y menos formación científica: ¿cómo se dirá n’asturiano “agujero de gusano”? La cosa ye que basta con responder “furacu de merucu” pa que perdamos de vista lo único qu’esa pregunta tien d’interesante, a saber: que la espresión ye un sinsentíu tanto n’asturiano como en castellano, y que namás el vezu d’oyir esta última en películes de ciencia ficción nos impide considerala un horror llingüísticu.
Esi ye precisamente’l significáu del términu “normalización”: volver normal (habitual) dalgo que, de mano, nun lo yera. Tocante al idioma asturianu, lo único que tenemos normalizao ye la frecuencia con que se producen episodios vergonzosos protagonizaos por dalgún intolerante de ringorrangu. Seique fuera un furacu de merucu lo que nos fixo alborecer esta selmana en 1988, cuando l’eminente llingüista Emilio Alarcos, l’eminente filósofu Gustavo Bueno y l’eminente lo que fuera Evaristo Casariego fundaron Amigos de los Bables y punxeron los sos nomes, los sos apellíos y les sos trayectories personales al serviciu de la causa contra la pantasma asturianista, qu’a xulgar polo qu’entós escribieron debía ser, pamidea, más peligrosa que l’ISIS. Sumóse-yos una estravagante tropa d’abaxofirmantes que pidíen a les autoridaes mano dura y tolerancia cero contra los “normalizadores del bable”, a los que calificaben de “abertzales desestabilizadores” (ellos, pela contra, presentábense como l’Asturies “pensante y sensata”). Como se conoz que nun pensaben facer prisioneros, sacaron tola artillería y organizaron una especie de congresu de filoloxía (pagáu con perres publiques, por descontao) que la única finalidá que tenía yera asoleyar tolos díes na prensa opiniones contraries a la normalización llingüística. De tal xeitu forzaron la máquina, qu’al cabu de cuatro díes llograron lo que nun llograren cuarenta años de dictadura: que cientos d’estudiantes irrumpieren nel paraninfu de la universidá en protesta por aquella descarada manipulación d’una institución a la que tovía se-y atribuía daquella dalgún tipu d’enclín científicu. A los estudiantes, cómo non, púnxosenos de vuelta y media, pero incluso la mayoría de los que condenaron aquella “acción incivilizada” reconoció que los Amigos de los Bables nos lo punxeren a güevu.
Esti día, a esti llau del furacu de merucu, el fíu d’aquel llingüista eminente de 1988, Miguel Alarcos, tamién profesor universitariu anque sin poder presumir, de momentu, d’un currículum pareyu al del pá, protagonizó un incidente de poca importancia que, nostante, valió pa que nos decatáremos de que ciertes contradicciones aínda nun se resolvieron. Valió, tamién, pa que dalgunos cayeren na cuenta de lo fácil que ye heredar posiciones de micropoder n’instituciones opaques como la universidá, precisamente onde más tresparentes habíen ser les normes y los vezos. Y valió pa que dalgunos nos sorprendiéremos de lo fácil que ye reproducir pautes de conducta que contábemos esclusives de los misioneros y los miembros del Fight Club de Chuck Palahniuk.
Tengo un problema colo de poner la otra mexella cuando me dan un guantazu: nun me sal solo. Necesito hores de pedagoxía pa ve-y la gracia a una actitú humildante amás d’inútil. Desque tengo usu de razón (llingüística) llevo sintiendo que si l’idioma asturianu sigue teniendo un estatutu xurídicu y social de segunda división ye por culpa de los sos defensores, que tienden a perder los nervios y a portase como “abertzales desestabilizadores” en cuenta de dialogar colos “sensatos y pensantes” enemigos de la normalización. Tenemos que facénoslo mirar, empezando polos falsos recuerdos: ¿ú la violencia exercida polos defensores de la normalización llingüística estos últimos cuarenta años? ¿Ú los dichosos comederos del bable? ¿Ú la cooptación de cátedres universitaries por parte del lobby asturianista?
Los (cada vez menos, afortunadamente) defensores d’una Asturies monollingüe y cervantina militante van tener que deprender un par de regles básiques de la convivencia ciudadana, empezando pola más cenciella: que’l que fai una acusación, el qu’insulta o difunde un bilordiu, asume, implícitamente, la carga de la prueba. Asume tamién les consecuencies que puedan derivase de facer el ridículu, y eso nun se quita por muncho que’l periódicu más lleíu en to casa salga a defendete incondicionalmente. Pero hai dalgo, amás del asturiano, que tovía nun consiguimos normalizar n’Asturies: que’l ridículu pase factura, y que’l que fai’l ridículu voluntariamente y de manera insultante nun disponga d’un espaciu acutáu onde pueda desquitase exerciendo un poder académicu que supón invulnerable. Yá valió de mirar pa otru llau y dexalo too n’anécdota.
Xandru Fernández
La guerra contra la llingua asturiana tien tenío episodios vergonzosos y otros francamente divertíos. Alcuando ye difícil estremar unos d’otros y ye fácil qu’un mesmu sucesu empiece siendo una cosa y acabe siendo otra, pero asina ye como funciona la memoria humana, poniendo y quitando fierro a los drames d’a diario.
A mi esti día diome por alcordame d’aquella espresión que, según un conocíu comensal de La Nueva España, usaben los “bablistes” pa traducir l’intraducible y mui español “campo magnético”: “prau qu’atrapa”. Y tamién me dio por pensar que tanto l’inventor d’esi bilordiu como yo mesmu somos xente con poca conciencia llingüística y menos formación científica: ¿cómo se dirá n’asturiano “agujero de gusano”? La cosa ye que basta con responder “furacu de merucu” pa que perdamos de vista lo único qu’esa pregunta tien d’interesante, a saber: que la espresión ye un sinsentíu tanto n’asturiano como en castellano, y que namás el vezu d’oyir esta última en películes de ciencia ficción nos impide considerala un horror llingüísticu.
Esi ye precisamente’l significáu del términu “normalización”: volver normal (habitual) dalgo que, de mano, nun lo yera. Tocante al idioma asturianu, lo único que tenemos normalizao ye la frecuencia con que se producen episodios vergonzosos protagonizaos por dalgún intolerante de ringorrangu. Seique fuera un furacu de merucu lo que nos fixo alborecer esta selmana en 1988, cuando l’eminente llingüista Emilio Alarcos, l’eminente filósofu Gustavo Bueno y l’eminente lo que fuera Evaristo Casariego fundaron Amigos de los Bables y punxeron los sos nomes, los sos apellíos y les sos trayectories personales al serviciu de la causa contra la pantasma asturianista, qu’a xulgar polo qu’entós escribieron debía ser, pamidea, más peligrosa que l’ISIS. Sumóse-yos una estravagante tropa d’abaxofirmantes que pidíen a les autoridaes mano dura y tolerancia cero contra los “normalizadores del bable”, a los que calificaben de “abertzales desestabilizadores” (ellos, pela contra, presentábense como l’Asturies “pensante y sensata”). Como se conoz que nun pensaben facer prisioneros, sacaron tola artillería y organizaron una especie de congresu de filoloxía (pagáu con perres publiques, por descontao) que la única finalidá que tenía yera asoleyar tolos díes na prensa opiniones contraries a la normalización llingüística. De tal xeitu forzaron la máquina, qu’al cabu de cuatro díes llograron lo que nun llograren cuarenta años de dictadura: que cientos d’estudiantes irrumpieren nel paraninfu de la universidá en protesta por aquella descarada manipulación d’una institución a la que tovía se-y atribuía daquella dalgún tipu d’enclín científicu. A los estudiantes, cómo non, púnxosenos de vuelta y media, pero incluso la mayoría de los que condenaron aquella “acción incivilizada” reconoció que los Amigos de los Bables nos lo punxeren a güevu.
Esti día, a esti llau del furacu de merucu, el fíu d’aquel llingüista eminente de 1988, Miguel Alarcos, tamién profesor universitariu anque sin poder presumir, de momentu, d’un currículum pareyu al del pá, protagonizó un incidente de poca importancia que, nostante, valió pa que nos decatáremos de que ciertes contradicciones aínda nun se resolvieron. Valió, tamién, pa que dalgunos cayeren na cuenta de lo fácil que ye heredar posiciones de micropoder n’instituciones opaques como la universidá, precisamente onde más tresparentes habíen ser les normes y los vezos. Y valió pa que dalgunos nos sorprendiéremos de lo fácil que ye reproducir pautes de conducta que contábemos esclusives de los misioneros y los miembros del Fight Club de Chuck Palahniuk.
Tengo un problema colo de poner la otra mexella cuando me dan un guantazu: nun me sal solo. Necesito hores de pedagoxía pa ve-y la gracia a una actitú humildante amás d’inútil. Desque tengo usu de razón (llingüística) llevo sintiendo que si l’idioma asturianu sigue teniendo un estatutu xurídicu y social de segunda división ye por culpa de los sos defensores, que tienden a perder los nervios y a portase como “abertzales desestabilizadores” en cuenta de dialogar colos “sensatos y pensantes” enemigos de la normalización. Tenemos que facénoslo mirar, empezando polos falsos recuerdos: ¿ú la violencia exercida polos defensores de la normalización llingüística estos últimos cuarenta años? ¿Ú los dichosos comederos del bable? ¿Ú la cooptación de cátedres universitaries por parte del lobby asturianista?
Los (cada vez menos, afortunadamente) defensores d’una Asturies monollingüe y cervantina militante van tener que deprender un par de regles básiques de la convivencia ciudadana, empezando pola más cenciella: que’l que fai una acusación, el qu’insulta o difunde un bilordiu, asume, implícitamente, la carga de la prueba. Asume tamién les consecuencies que puedan derivase de facer el ridículu, y eso nun se quita por muncho que’l periódicu más lleíu en to casa salga a defendete incondicionalmente. Pero hai dalgo, amás del asturiano, que tovía nun consiguimos normalizar n’Asturies: que’l ridículu pase factura, y que’l que fai’l ridículu voluntariamente y de manera insultante nun disponga d’un espaciu acutáu onde pueda desquitase exerciendo un poder académicu que supón invulnerable. Yá valió de mirar pa otru llau y dexalo too n’anécdota.
Requexu- Mensajes : 11377
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Re: Ser ASTURIANO mola más
Hijos de
Luis Ordóñez
Los hechos con los que empieza esta historia son los siguientes: en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo se celebra un día un homenaje a poetas recogidos en una antología que habían participado de algún modo en la Cátedra Emilio Alarcos. Durante el acto una joven poeta lee un texto en asturiano y, al final, toma la palabra el hijo de Emilio Alarcos para calificar esa lectura de "deshonra para la memoria" de su padre. A partir de ahí se ha levantado una polémica que se mantiene hasta hoy y que nos ha permitido volver a escuchar argumentos sobre las lenguas y las variantes dialectales que uno creía ya perdidos, de los tiempos en que podía venir un guardia y meterte un bofetón en plena calle por no hablar la lengua del imperio.
Es verdad que Asturias es bien singular pero desengáñese, nadie absolutamente en el mundo, ni entre estudiosos académicos, ni en organismos internacionales que se ocupan de estudiar los idiomas considera que no existe una lengua asturiana. La teoría de los múltiples bables ininteligibles entre sí se limita a una pequeña aunque poderosa comunidad de una cierta droite divine que vive en Oviedo encantada de conocerse desde hace décadas. Sí es verdad que esta teoría fabulosa --equiparable a los fantásticos complots de extraterrestres constructores de pirámides-- nos permite escuchar golosos chistes que una mente común nunca hubiera podido imaginar. Piensen un momento en todos esos asturianos que hablaban lenguas distintas antes del siglo XVIII, incapaces de comprender al del valle vecino, quizá comunicándose telepáticamente, qué sé yo. Tan es así que Ignacio Gracia Noriega todavía nos explicaba esta semana que si el asturiano se extingue es porque nunca fue una lengua, así que menos mal que en el Vaticano se sigue usando un poco el latín porque de lo contrario tendríamos que pensar que la lengua madre de la mitad de los idiomas europeos, sobre cuyos genitivos se sustentan buena parte de los pilares fundamentales de la cultura, nunca fue una lengua ni nada.
Está muy extendida en España la idea de que quienes hablan una lengua distinta al castellano lo hacen fundamentalmente por fastidiar, que no es algo natural, pero han desarrollado una increíble capacidad para reducir a mílesimas de segundo la traducción que van haciendo del castellano --lengua natural de todos los hombres-- a alguno de sus idiomas inventados y artificiales que sueltan por la boca. Claro que hay cosas que son difíciles de disimular. Escuché y leí muchos testimonios de asturianos que sufrieron la represión tras la Revolución del 34, cuando desde la ventana de la cárcel de Oviedo se ponía un gramófono con música a la calle para que no se escucharan los gritos de quienes allí eran torturados. No se finje la lengua en la que se dan alaridos de dolor, con la que se ruega piedad cuando te arrancan las uñas con tenazas, y les aseguro que en lo que se quejaba aquella gente era en asturiano. Esto es tan cierto como que, si a esas personas les preguntáramos por su opinión sobre las lenguas de Asturias y su futuro, lo más probable es que nos mandaran a la mierda o al gulag, lo que quedara más cerca.
De ahí que a mí me parezca respetable la opinión de quienes no ven importante que una lengua minoritaria desaparezca, o que consideren que no ayuda en nada que se la haga oficial, o que opinen que es un estorbo impartirla en la escuela. Todo eso es discutible, pero no hay ningún argumento serio, académico y científico, para negar que hay una lengua asturiana. Y no podemos perder el tiempo ya en unas disquisiciones que no tienen ninguna base filológica sino que, como explicó perfectamente aquí Pablo Batalla, tienen su origen en rencillas personales.
Pero todo esto no ha sido más que una divagación. Volvamos al principio, al relato exacto de los hechos. Porque lo que se celebraba en el Aula Magna no era un homenaje a la figura de Emilio Alarcos, sino la publicación de una antología en la que se habían recogido poemas en asturiano. No hubo ninguna provocación posible, ni deshonra a la memoria de Alarcos, porque es que en aquel momento nadie estaba honrando nada del insigne lingüista. Simplemente la cátedra lleva su nombre. Y está muy bien. Pero lo raro, raro de verdad, es que se asuma con normalidad que en la Universidad de Oviedo ser viuda de sea un cargo equiparable a doctor honoris causa; que se asimile con total naturalidad que los profesores del presente sean los hijos de los profesores del pasado, que parezca que haya linajes destinados a brillar en un oficio, que se heredan o algo, que un departamento en una facultad es un feudo y una cátedra un cortijo. Claro que no es un problema exclusivo de la Universidad de Oviedo sino de la española en general. Y esto es lo terrible, que creamos normal que sea doctor el hijo del doctor y albañil el hijo del albañil. Per secula seculorum, se lo digo en una lengua muerta.
Luis Ordóñez
Los hechos con los que empieza esta historia son los siguientes: en el Aula Magna de la Universidad de Oviedo se celebra un día un homenaje a poetas recogidos en una antología que habían participado de algún modo en la Cátedra Emilio Alarcos. Durante el acto una joven poeta lee un texto en asturiano y, al final, toma la palabra el hijo de Emilio Alarcos para calificar esa lectura de "deshonra para la memoria" de su padre. A partir de ahí se ha levantado una polémica que se mantiene hasta hoy y que nos ha permitido volver a escuchar argumentos sobre las lenguas y las variantes dialectales que uno creía ya perdidos, de los tiempos en que podía venir un guardia y meterte un bofetón en plena calle por no hablar la lengua del imperio.
Es verdad que Asturias es bien singular pero desengáñese, nadie absolutamente en el mundo, ni entre estudiosos académicos, ni en organismos internacionales que se ocupan de estudiar los idiomas considera que no existe una lengua asturiana. La teoría de los múltiples bables ininteligibles entre sí se limita a una pequeña aunque poderosa comunidad de una cierta droite divine que vive en Oviedo encantada de conocerse desde hace décadas. Sí es verdad que esta teoría fabulosa --equiparable a los fantásticos complots de extraterrestres constructores de pirámides-- nos permite escuchar golosos chistes que una mente común nunca hubiera podido imaginar. Piensen un momento en todos esos asturianos que hablaban lenguas distintas antes del siglo XVIII, incapaces de comprender al del valle vecino, quizá comunicándose telepáticamente, qué sé yo. Tan es así que Ignacio Gracia Noriega todavía nos explicaba esta semana que si el asturiano se extingue es porque nunca fue una lengua, así que menos mal que en el Vaticano se sigue usando un poco el latín porque de lo contrario tendríamos que pensar que la lengua madre de la mitad de los idiomas europeos, sobre cuyos genitivos se sustentan buena parte de los pilares fundamentales de la cultura, nunca fue una lengua ni nada.
Está muy extendida en España la idea de que quienes hablan una lengua distinta al castellano lo hacen fundamentalmente por fastidiar, que no es algo natural, pero han desarrollado una increíble capacidad para reducir a mílesimas de segundo la traducción que van haciendo del castellano --lengua natural de todos los hombres-- a alguno de sus idiomas inventados y artificiales que sueltan por la boca. Claro que hay cosas que son difíciles de disimular. Escuché y leí muchos testimonios de asturianos que sufrieron la represión tras la Revolución del 34, cuando desde la ventana de la cárcel de Oviedo se ponía un gramófono con música a la calle para que no se escucharan los gritos de quienes allí eran torturados. No se finje la lengua en la que se dan alaridos de dolor, con la que se ruega piedad cuando te arrancan las uñas con tenazas, y les aseguro que en lo que se quejaba aquella gente era en asturiano. Esto es tan cierto como que, si a esas personas les preguntáramos por su opinión sobre las lenguas de Asturias y su futuro, lo más probable es que nos mandaran a la mierda o al gulag, lo que quedara más cerca.
De ahí que a mí me parezca respetable la opinión de quienes no ven importante que una lengua minoritaria desaparezca, o que consideren que no ayuda en nada que se la haga oficial, o que opinen que es un estorbo impartirla en la escuela. Todo eso es discutible, pero no hay ningún argumento serio, académico y científico, para negar que hay una lengua asturiana. Y no podemos perder el tiempo ya en unas disquisiciones que no tienen ninguna base filológica sino que, como explicó perfectamente aquí Pablo Batalla, tienen su origen en rencillas personales.
Pero todo esto no ha sido más que una divagación. Volvamos al principio, al relato exacto de los hechos. Porque lo que se celebraba en el Aula Magna no era un homenaje a la figura de Emilio Alarcos, sino la publicación de una antología en la que se habían recogido poemas en asturiano. No hubo ninguna provocación posible, ni deshonra a la memoria de Alarcos, porque es que en aquel momento nadie estaba honrando nada del insigne lingüista. Simplemente la cátedra lleva su nombre. Y está muy bien. Pero lo raro, raro de verdad, es que se asuma con normalidad que en la Universidad de Oviedo ser viuda de sea un cargo equiparable a doctor honoris causa; que se asimile con total naturalidad que los profesores del presente sean los hijos de los profesores del pasado, que parezca que haya linajes destinados a brillar en un oficio, que se heredan o algo, que un departamento en una facultad es un feudo y una cátedra un cortijo. Claro que no es un problema exclusivo de la Universidad de Oviedo sino de la española en general. Y esto es lo terrible, que creamos normal que sea doctor el hijo del doctor y albañil el hijo del albañil. Per secula seculorum, se lo digo en una lengua muerta.
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