Re: Searching for Sugar Man

por Invitado_Z 14.05.13 19:34

http://www.jotdown.es/2013/05/construyendo-a-sugar-man/

por Búho Lunático 15.05.13 19:37

javiviramone escribió:anvil > sugar man

Para mí, no. Eso sí, el de Anvil es genial también. Sugar Man tiene ese toque mágico, ese momento que te pone la piel de gallina.

Desde el documental habré escuchado Cold Fact mil millones de veces. Qué disco tan brutal. Si Sixto Rodriguez no hubiera tenido esa cara de chicano habría triunfado, seguro.

por Neenah Menasha 15.05.13 19:44

http://www.jotdown.es/2013/05/construyendo-a-sugar-man/

El documental Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012) cuenta la historia de Sixto Rodríguez, un cantautor del Detroit de principios de los 70 que grabó dos excelentes discos de nulo éxito en su país, pero que descubrió casi 30 años después que su música era bien conocida desde siempre en Sudáfrica, donde sus ventas se contaban por centenares de miles y sus canciones habían llegado incluso a inspirar a los movimientos sociales contra el apartheid. Lo supo gracias a dos fans de Ciudad del Cabo que, creyendo que se había suicidado tiempo atrás (algo que todos los sudafricanos daban por hecho) decidieron indagar en su misteriosa biografía, averiguando que estaba vivo y trabajaba como peón en Detroit, alejado de la industria musical.

La historia, indudablemente atractiva, nos la cuentan esos dos fans, Stephen “Sugar” Segerman, propietario de una tienda de discos, y Craig Bartholomew Strydom, crítico musical. Todo arranca en Detroit: varias personas rememoran su primer encuentro con Rodríguez a finales de los 60. Nos describen al cantautor como un espíritu errante, una especie de vagabundo y poeta de la calle. Hay algo literario en el relato que los productores que lo descubrieron hacen de la noche neblinosa, mágica e inolvidable en que lo vieron actuar por primera vez. Sorprende después el testimonio de Steve Rowland, productor del segundo disco de Rodríguez: tras mostrarnos unas fotos del misterioso músico que Rowland asegura llevar 35 años sin ver (pero que extrae del primer cajón de un mueble del salón de su casa) el productor se entrega a un calculado rasgado de vestiduras a cuenta de que Rodríguez decidiera retirarse tras el nulo éxito de sus dos discos y quedara condenado al olvido.

Y ciertamente se nos antoja injusto el olvido de Rodríguez, pues el documental nos va descubriendo en excelentes intercalados sus magníficas canciones. Viajamos entonces a Sudáfrica, donde se nos habla de la llegada al país, prácticamente accidental, de su primer disco en los años 70, de su inmediato éxito y de cómo inspiró a los músicos que cantaban contra el apartheid. Segerman y Bartholomew nos cuentan entonces la leyenda plenamente extendida en Sudáfrica según la cual Rodríguez se habría suicidado durante un concierto, y cómo ellos decidieron averiguar la verdad. Hay algo artificioso y construido para la ocasión en estos testimonios. También involuntariamente cómico: se queda uno sin palabras cuando escucha a estos grandes investigadores contar que se fueron a Amsterdam y a Londres a buscar el rastro de Rodríguez al citar este ambas ciudades en sus canciones, y que tras años analizando sus letras (dos discos, 25 temas) se dieron cuenta de que aún no habían buscado en el atlas dónde estaba otra ciudad en ellas mencionada: Dearborn, en las afueras de Detroit.

La búsqueda de Segerman y Bartholomew gana sin embargo interés cuando se hacen una pregunta pertinente: ¿dónde fueron a parar las ganancias por las innumerables ventas de los discos de Rodríguez en Sudáfrica? Hay entonces una impagable entrevista con Clarence Avant, responsable de la discográfica americana (Sussex Records) en la que publicó sus discos Rodríguez y exgerente de Motown. Entrevistador y entrevistado disputan una gozosa batalla en la que las frases echan chispas, y Avant se defiende como gato panza arriba de las acusaciones de haber contribuido a que el artista no viera jamás un duro de sus ventas sudafricanas. Pero después, incomprensiblemente, el documental soslaya totalmente el tema, que bien podría haber dado fruto a una brillante disección de las miserias del mercado discográfico.

Volvemos entonces a la búsqueda del cantante: Segerman y Bartholomew nos cuentan cómo dieron finalmente con Rodríguez, a quien vemos por primera vez de cuerpo presente: el músico sigue viviendo en Detroit, efectivamente nunca supo nada de su éxito en Sudáfrica y lleva años trabajando en la demolición de edificios. El resto del documental se centra entonces en el retrato que de él hacen sus tres hijas: se nos insiste, con reiteración excesiva, en el carácter humilde, altruista y socialmente comprometido de su padre. También se nos muestra la emocionante gira de conciertos que Rodríguez emprendió en Sudáfrica en 1998, una vez rescatado del olvido. Porque es precisamente en ese momento cuando averiguamos que todo lo que nos han contado referente a la búsqueda del músico no ha ocurrido recientemente como el documental nos ha querido hacer comprender hasta ahora, sino hace 15 años. Cierta escena vista antes con una ventana que se abre se nos antoja ahora algo maniquea. También hay una incongruencia en el testimonio de una de las hijas (hijastra de hecho, aunque no sepamos el porqué, pues nada se dice de la esposa o esposas de Rodríguez): nos dice la hija que el duro trabajo de su padre obligó a la familia a vivir en 26 casas diferentes, pero los créditos finales aseguran que el músico lleva viviendo en su casa de Detroit 40 años.

Sale uno por tanto de Searching for Sugar Man con el placer de haber descubierto a un músico excelente, pero también con la sensación del frío cálculo, del relato orientado, de la creación de una trama, de características todas ellas más propias del género de ficción. Todo empeora cuando se empieza a indagar en la red. Basta echar un rápido vistazo para descubrir lo siguiente: en la propia web oficial del músico encontramos las notas de un álbum en directo grabado en Australia en 1979. Ahí se nos dice que en 1978 una discográfica australiana firmó un contrato con Sussex Records (la compañía presidida por Clarence Avant) para publicar en las antípodas un Best of del artista convertido inmediatamente en superventas, lo que llevó al cantante a realizar una gira el año siguiente por el país actuando ante miles de personas en Sidney, Melbourne, Perth y otras ciudades. Échenle un vistazo, es la misma historia del documental (el boca a boca de su primer disco, el éxito inesperado de este, la búsqueda del cantante dado por muerto y finalmente encontrado, los nervios del artista antes de enfrentarse a tan numeroso público, el entusiasmo de las masas) pero 20 años antes. Otro vistazo aquí revela que en 1981 volvió al país para compartir escenario con artistas locales como Midnight Oil o Men at Work. También en 2007 y 2010. Se comprende entonces que al menos Rodríguez sí debió recibir royalties por sus ventas en Australia. Y no se comprende cómo Barholomew y Segerman siguieron confiando en su atlas cuando en 1998 una simple consulta en la red (la misma red que usaron para crear un foro on line de apoyo a su búsqueda) podría probablemente haberles revelado esta información.

Se puede argüir que Searching for Sugar Man está contado desde el punto de vista sudafricano, pero un segundo visionado del documental revela detalles flagrantes: el entrevistador plantea a Rodríguez preguntas como “¿No hubiera sido bueno saber que eras una superestrella, que hubo algo que pudo cambiar tu vida para siempre?” Y uno de los entrevistados llega a decir: “Rodríguez no fue un éxito en ninguna otra parte”. Sospechamos entonces de la veracidad de todo lo que se nos ha contado, y es una pena, porque si no se hubiera ocultado el episodio australiano la gira de Rodríguez por Sudáfrica habría resultado igualmente emocionante. Pero ahora el documental nos obliga, por desgracia, a dudar del propio retrato que se hace del músico. Y nos volvemos recelosos (quizá equivocadamente) ante detalles como el hecho de que en los conciertos sudafricanos de Rodríguez toda esta música contra el apartheid congregara a millares de espectadores de raza exclusivamente blanca. O de que, en la escena en la que se nos muestra el ridículo y rudimentario procedimiento de censura musical de las autoridades (el rayado de los vinilos) el documento original que detalla las letras prohibidas por el gobierno esté encabezado por el texto “CD TITLE”.

No dejes que la realidad te estropee una buena historia, pero si haces un documental cuéntame toda la verdad. Para la ficción ya están las películas. Searching for Sugar Man no opta por la verdad, sino por la construcción de un personaje. La estrategia ha funcionado: Oscar al mejor documental y gira mundial de Rodríguez, que en breve le traerá al Primavera Sound de Barcelona. Yo estaré ahí. Sus canciones al menos sí merecen olvidar estas malas tretas.

por RockRotten 15.05.13 21:01

La verdad es que en el segundo visionado yo también encontré alguna cosa que me chocó, como lo que dicen del atlas, cierto. Pero por otro lado, ¿por qué no?. Por qué no pudo descubrirse eso de esa manera, a veces después de darle mil veces vueltas a un mismo problema sin encontrar la solución, resulta que la tenías delante de las narices sin verla y era una gilipollez. El caso es que la historia de base sí es real, el fondo de la historia es real.

Y lo de Australia.... bueno, digamos que en Sudafrica siempre han vivido como en una burbuja, incluso en EEUU viven en una burbuja donde se piensan que el mundo es sólo EEUU, no me extraña que en ningún sitio nadie se enterara de sus giras por alli en los 90. Incluso puede que la noticia no estuviera por entonces ni siquiera en internet...

Pues eso, que la búsqueda no será real, pero el personaje lo es, y creo que es lo que cuenta...

por Boohan 15.05.13 21:09

Boohan escribió:
mugu escribió:
Boohan escribió:Visto. Me esperaba algo más. Lo mejor, la música. Espero que este hombre esté recibiendo un pico de todo esto. El otro día vi que han reeditado en vinilo el Cold Fact.

Hostia Boohan, ¿algo más? Pero si es tremenda en todas sus facetas

Apenas profundizan en lo que ha sucedido con su vida desde que dio esos primeros conciertos en Sudáfrica hasta hoy. Sí, al final dicen que volvió varias veces más y tal. Y se tiran la primera mitad de la peli con las charlas de esos 3 pantxitos sudafricanos que se creían que estaba muerto desde el año 70 y pocos, cuando el tío había estado en activo hasta el 81. Para ser sus mayores fans del mundo eran un poco tarugos jajaja!

El tío al final parece vivir en la indigencia casi casi... cuando se supone que tampoco le ha ido tan mal pues desde el 98 no ha dejado de tocar por Sudáfrica y Australia. Y qué pasa con esas 3 hijas que tiene... no van de vez en cuando a su casa a echarle una mano?

Desde luego que como documental biográfico no tiene mucho valor.

Esto es lo que contaba yo hace unos meses tras ver el documental. No me convenció mucho.
Recibí privados amenazantes por decir esto. "Insensible, cabrón!". En fin...
Coincido con lo que leo ahí arriba.

por RockRotten 15.05.13 21:15

Boohan escribió:
Boohan escribió:
mugu escribió:
Boohan escribió:Visto. Me esperaba algo más. Lo mejor, la música. Espero que este hombre esté recibiendo un pico de todo esto. El otro día vi que han reeditado en vinilo el Cold Fact.

Hostia Boohan, ¿algo más? Pero si es tremenda en todas sus facetas

Apenas profundizan en lo que ha sucedido con su vida desde que dio esos primeros conciertos en Sudáfrica hasta hoy. Sí, al final dicen que volvió varias veces más y tal. Y se tiran la primera mitad de la peli con las charlas de esos 3 pantxitos sudafricanos que se creían que estaba muerto desde el año 70 y pocos, cuando el tío había estado en activo hasta el 81. Para ser sus mayores fans del mundo eran un poco tarugos jajaja!

El tío al final parece vivir en la indigencia casi casi... cuando se supone que tampoco le ha ido tan mal pues desde el 98 no ha dejado de tocar por Sudáfrica y Australia. Y qué pasa con esas 3 hijas que tiene... no van de vez en cuando a su casa a echarle una mano?

Desde luego que como documental biográfico no tiene mucho valor.

Esto es lo que contaba yo hace unos meses tras ver el documental. No me convenció mucho.
Recibí privados amenazantes por decir esto. "Insensible, cabrón!". En fin...
Coincido con lo que leo ahí arriba.

En serio??

joder, la gente está muy mal! Laughing

por mugu 15.05.13 21:21

Neenah Menasha escribió:http://www.jotdown.es/2013/05/construyendo-a-sugar-man/

El documental Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012) cuenta la historia de Sixto Rodríguez, un cantautor del Detroit de principios de los 70 que grabó dos excelentes discos de nulo éxito en su país, pero que descubrió casi 30 años después que su música era bien conocida desde siempre en Sudáfrica, donde sus ventas se contaban por centenares de miles y sus canciones habían llegado incluso a inspirar a los movimientos sociales contra el apartheid. Lo supo gracias a dos fans de Ciudad del Cabo que, creyendo que se había suicidado tiempo atrás (algo que todos los sudafricanos daban por hecho) decidieron indagar en su misteriosa biografía, averiguando que estaba vivo y trabajaba como peón en Detroit, alejado de la industria musical.

La historia, indudablemente atractiva, nos la cuentan esos dos fans, Stephen “Sugar” Segerman, propietario de una tienda de discos, y Craig Bartholomew Strydom, crítico musical. Todo arranca en Detroit: varias personas rememoran su primer encuentro con Rodríguez a finales de los 60. Nos describen al cantautor como un espíritu errante, una especie de vagabundo y poeta de la calle. Hay algo literario en el relato que los productores que lo descubrieron hacen de la noche neblinosa, mágica e inolvidable en que lo vieron actuar por primera vez. Sorprende después el testimonio de Steve Rowland, productor del segundo disco de Rodríguez: tras mostrarnos unas fotos del misterioso músico que Rowland asegura llevar 35 años sin ver (pero que extrae del primer cajón de un mueble del salón de su casa) el productor se entrega a un calculado rasgado de vestiduras a cuenta de que Rodríguez decidiera retirarse tras el nulo éxito de sus dos discos y quedara condenado al olvido.

Y ciertamente se nos antoja injusto el olvido de Rodríguez, pues el documental nos va descubriendo en excelentes intercalados sus magníficas canciones. Viajamos entonces a Sudáfrica, donde se nos habla de la llegada al país, prácticamente accidental, de su primer disco en los años 70, de su inmediato éxito y de cómo inspiró a los músicos que cantaban contra el apartheid. Segerman y Bartholomew nos cuentan entonces la leyenda plenamente extendida en Sudáfrica según la cual Rodríguez se habría suicidado durante un concierto, y cómo ellos decidieron averiguar la verdad. Hay algo artificioso y construido para la ocasión en estos testimonios. También involuntariamente cómico: se queda uno sin palabras cuando escucha a estos grandes investigadores contar que se fueron a Amsterdam y a Londres a buscar el rastro de Rodríguez al citar este ambas ciudades en sus canciones, y que tras años analizando sus letras (dos discos, 25 temas) se dieron cuenta de que aún no habían buscado en el atlas dónde estaba otra ciudad en ellas mencionada: Dearborn, en las afueras de Detroit.

La búsqueda de Segerman y Bartholomew gana sin embargo interés cuando se hacen una pregunta pertinente: ¿dónde fueron a parar las ganancias por las innumerables ventas de los discos de Rodríguez en Sudáfrica? Hay entonces una impagable entrevista con Clarence Avant, responsable de la discográfica americana (Sussex Records) en la que publicó sus discos Rodríguez y exgerente de Motown. Entrevistador y entrevistado disputan una gozosa batalla en la que las frases echan chispas, y Avant se defiende como gato panza arriba de las acusaciones de haber contribuido a que el artista no viera jamás un duro de sus ventas sudafricanas. Pero después, incomprensiblemente, el documental soslaya totalmente el tema, que bien podría haber dado fruto a una brillante disección de las miserias del mercado discográfico.

Volvemos entonces a la búsqueda del cantante: Segerman y Bartholomew nos cuentan cómo dieron finalmente con Rodríguez, a quien vemos por primera vez de cuerpo presente: el músico sigue viviendo en Detroit, efectivamente nunca supo nada de su éxito en Sudáfrica y lleva años trabajando en la demolición de edificios. El resto del documental se centra entonces en el retrato que de él hacen sus tres hijas: se nos insiste, con reiteración excesiva, en el carácter humilde, altruista y socialmente comprometido de su padre. También se nos muestra la emocionante gira de conciertos que Rodríguez emprendió en Sudáfrica en 1998, una vez rescatado del olvido. Porque es precisamente en ese momento cuando averiguamos que todo lo que nos han contado referente a la búsqueda del músico no ha ocurrido recientemente como el documental nos ha querido hacer comprender hasta ahora, sino hace 15 años. Cierta escena vista antes con una ventana que se abre se nos antoja ahora algo maniquea. También hay una incongruencia en el testimonio de una de las hijas (hijastra de hecho, aunque no sepamos el porqué, pues nada se dice de la esposa o esposas de Rodríguez): nos dice la hija que el duro trabajo de su padre obligó a la familia a vivir en 26 casas diferentes, pero los créditos finales aseguran que el músico lleva viviendo en su casa de Detroit 40 años.

Sale uno por tanto de Searching for Sugar Man con el placer de haber descubierto a un músico excelente, pero también con la sensación del frío cálculo, del relato orientado, de la creación de una trama, de características todas ellas más propias del género de ficción. Todo empeora cuando se empieza a indagar en la red. Basta echar un rápido vistazo para descubrir lo siguiente: en la propia web oficial del músico encontramos las notas de un álbum en directo grabado en Australia en 1979. Ahí se nos dice que en 1978 una discográfica australiana firmó un contrato con Sussex Records (la compañía presidida por Clarence Avant) para publicar en las antípodas un Best of del artista convertido inmediatamente en superventas, lo que llevó al cantante a realizar una gira el año siguiente por el país actuando ante miles de personas en Sidney, Melbourne, Perth y otras ciudades. Échenle un vistazo, es la misma historia del documental (el boca a boca de su primer disco, el éxito inesperado de este, la búsqueda del cantante dado por muerto y finalmente encontrado, los nervios del artista antes de enfrentarse a tan numeroso público, el entusiasmo de las masas) pero 20 años antes. Otro vistazo aquí revela que en 1981 volvió al país para compartir escenario con artistas locales como Midnight Oil o Men at Work. También en 2007 y 2010. Se comprende entonces que al menos Rodríguez sí debió recibir royalties por sus ventas en Australia. Y no se comprende cómo Barholomew y Segerman siguieron confiando en su atlas cuando en 1998 una simple consulta en la red (la misma red que usaron para crear un foro on line de apoyo a su búsqueda) podría probablemente haberles revelado esta información.

Se puede argüir que Searching for Sugar Man está contado desde el punto de vista sudafricano, pero un segundo visionado del documental revela detalles flagrantes: el entrevistador plantea a Rodríguez preguntas como “¿No hubiera sido bueno saber que eras una superestrella, que hubo algo que pudo cambiar tu vida para siempre?” Y uno de los entrevistados llega a decir: “Rodríguez no fue un éxito en ninguna otra parte”. Sospechamos entonces de la veracidad de todo lo que se nos ha contado, y es una pena, porque si no se hubiera ocultado el episodio australiano la gira de Rodríguez por Sudáfrica habría resultado igualmente emocionante. Pero ahora el documental nos obliga, por desgracia, a dudar del propio retrato que se hace del músico. Y nos volvemos recelosos (quizá equivocadamente) ante detalles como el hecho de que en los conciertos sudafricanos de Rodríguez toda esta música contra el apartheid congregara a millares de espectadores de raza exclusivamente blanca. O de que, en la escena en la que se nos muestra el ridículo y rudimentario procedimiento de censura musical de las autoridades (el rayado de los vinilos) el documento original que detalla las letras prohibidas por el gobierno esté encabezado por el texto “CD TITLE”.

No dejes que la realidad te estropee una buena historia, pero si haces un documental cuéntame toda la verdad. Para la ficción ya están las películas. Searching for Sugar Man no opta por la verdad, sino por la construcción de un personaje. La estrategia ha funcionado: Oscar al mejor documental y gira mundial de Rodríguez, que en breve le traerá al Primavera Sound de Barcelona. Yo estaré ahí. Sus canciones al menos sí merecen olvidar estas malas tretas.

Es posible lo que dice, es posible, pero sí tengo que contar, que hace unos tres años que descubrí "Cold Fact". Me gustó tanto que no pude por menos que compartirlo con mis amigos, uno de ellos se volvió poco menos que paranoico con el disco en cuestión. Indagamos en la red buscando todo lo buscable, y no, no había historias de Australia ni de Sudáfrica, sólo algunas referencias a cierto éxito en la primera y a que el cantante se había afincado en Sudáfrica, que había abandonado la música y se había ido allí. Todo muy contradictorio, cada día me venía el colega con una historia diferente.
Eso hace tres años. Pensar que en 1998 los sudafricanitos se metían en internet y encontraban vida, obra y milagros de Rodríguez se me antoja ciencia ficción.
Claro que hay ciertas contradicciones, incluso en lo que yo digo puede haberlas, incluso es posible que encontráramos noticias más extensas y no le diéramos credibilidad, tal era el caos informativo que encontrábamos de este hombre.
Hoy sí, hoy sabemos a qué hora va a mear. Pero lo importante de la historia es la constatación de la estupidez supina de los humanos, convertidos en ensalzadores de lo obvio y en detractores de lo desconocido, hasta que lo desconocido se transmuta en obvio y ¡WOW!

por Boohan 15.05.13 21:22

RockRotten escribió:
Boohan escribió:Esto es lo que contaba yo hace unos meses tras ver el documental. No me convenció mucho.
Recibí privados amenazantes por decir esto. "Insensible, cabrón!". En fin...
Coincido con lo que leo ahí arriba.

En serio??

joder, la gente está muy mal!

No hombre, era broma

por mugu 15.05.13 21:22

Boohan escribió:
Boohan escribió:
mugu escribió:
Boohan escribió:Visto. Me esperaba algo más. Lo mejor, la música. Espero que este hombre esté recibiendo un pico de todo esto. El otro día vi que han reeditado en vinilo el Cold Fact.

Hostia Boohan, ¿algo más? Pero si es tremenda en todas sus facetas

Apenas profundizan en lo que ha sucedido con su vida desde que dio esos primeros conciertos en Sudáfrica hasta hoy. Sí, al final dicen que volvió varias veces más y tal. Y se tiran la primera mitad de la peli con las charlas de esos 3 pantxitos sudafricanos que se creían que estaba muerto desde el año 70 y pocos, cuando el tío había estado en activo hasta el 81. Para ser sus mayores fans del mundo eran un poco tarugos jajaja!

El tío al final parece vivir en la indigencia casi casi... cuando se supone que tampoco le ha ido tan mal pues desde el 98 no ha dejado de tocar por Sudáfrica y Australia. Y qué pasa con esas 3 hijas que tiene... no van de vez en cuando a su casa a echarle una mano?

Desde luego que como documental biográfico no tiene mucho valor.

Esto es lo que contaba yo hace unos meses tras ver el documental. No me convenció mucho.
Recibí privados amenazantes por decir esto. "Insensible, cabrón!". En fin...
Coincido con lo que leo ahí arriba.

No seas cabrón y me quotees para decir eso. Van a pensar que fui yo Laughing

por RockRotten 15.05.13 21:27

Boohan escribió:
RockRotten escribió:
Boohan escribió:Esto es lo que contaba yo hace unos meses tras ver el documental. No me convenció mucho.
Recibí privados amenazantes por decir esto. "Insensible, cabrón!". En fin...
Coincido con lo que leo ahí arriba.

En serio??

joder, la gente está muy mal!

No hombre, era broma

jajajaja, ah joder!!! Yo qué sé, de aqui me lo creo todo

por RockRotten 15.05.13 21:32

mugu escribió:
Neenah Menasha escribió:http://www.jotdown.es/2013/05/construyendo-a-sugar-man/

El documental Searching for Sugar Man (Malik Bendjelloul, 2012) cuenta la historia de Sixto Rodríguez, un cantautor del Detroit de principios de los 70 que grabó dos excelentes discos de nulo éxito en su país, pero que descubrió casi 30 años después que su música era bien conocida desde siempre en Sudáfrica, donde sus ventas se contaban por centenares de miles y sus canciones habían llegado incluso a inspirar a los movimientos sociales contra el apartheid. Lo supo gracias a dos fans de Ciudad del Cabo que, creyendo que se había suicidado tiempo atrás (algo que todos los sudafricanos daban por hecho) decidieron indagar en su misteriosa biografía, averiguando que estaba vivo y trabajaba como peón en Detroit, alejado de la industria musical.

La historia, indudablemente atractiva, nos la cuentan esos dos fans, Stephen “Sugar” Segerman, propietario de una tienda de discos, y Craig Bartholomew Strydom, crítico musical. Todo arranca en Detroit: varias personas rememoran su primer encuentro con Rodríguez a finales de los 60. Nos describen al cantautor como un espíritu errante, una especie de vagabundo y poeta de la calle. Hay algo literario en el relato que los productores que lo descubrieron hacen de la noche neblinosa, mágica e inolvidable en que lo vieron actuar por primera vez. Sorprende después el testimonio de Steve Rowland, productor del segundo disco de Rodríguez: tras mostrarnos unas fotos del misterioso músico que Rowland asegura llevar 35 años sin ver (pero que extrae del primer cajón de un mueble del salón de su casa) el productor se entrega a un calculado rasgado de vestiduras a cuenta de que Rodríguez decidiera retirarse tras el nulo éxito de sus dos discos y quedara condenado al olvido.

Y ciertamente se nos antoja injusto el olvido de Rodríguez, pues el documental nos va descubriendo en excelentes intercalados sus magníficas canciones. Viajamos entonces a Sudáfrica, donde se nos habla de la llegada al país, prácticamente accidental, de su primer disco en los años 70, de su inmediato éxito y de cómo inspiró a los músicos que cantaban contra el apartheid. Segerman y Bartholomew nos cuentan entonces la leyenda plenamente extendida en Sudáfrica según la cual Rodríguez se habría suicidado durante un concierto, y cómo ellos decidieron averiguar la verdad. Hay algo artificioso y construido para la ocasión en estos testimonios. También involuntariamente cómico: se queda uno sin palabras cuando escucha a estos grandes investigadores contar que se fueron a Amsterdam y a Londres a buscar el rastro de Rodríguez al citar este ambas ciudades en sus canciones, y que tras años analizando sus letras (dos discos, 25 temas) se dieron cuenta de que aún no habían buscado en el atlas dónde estaba otra ciudad en ellas mencionada: Dearborn, en las afueras de Detroit.

La búsqueda de Segerman y Bartholomew gana sin embargo interés cuando se hacen una pregunta pertinente: ¿dónde fueron a parar las ganancias por las innumerables ventas de los discos de Rodríguez en Sudáfrica? Hay entonces una impagable entrevista con Clarence Avant, responsable de la discográfica americana (Sussex Records) en la que publicó sus discos Rodríguez y exgerente de Motown. Entrevistador y entrevistado disputan una gozosa batalla en la que las frases echan chispas, y Avant se defiende como gato panza arriba de las acusaciones de haber contribuido a que el artista no viera jamás un duro de sus ventas sudafricanas. Pero después, incomprensiblemente, el documental soslaya totalmente el tema, que bien podría haber dado fruto a una brillante disección de las miserias del mercado discográfico.

Volvemos entonces a la búsqueda del cantante: Segerman y Bartholomew nos cuentan cómo dieron finalmente con Rodríguez, a quien vemos por primera vez de cuerpo presente: el músico sigue viviendo en Detroit, efectivamente nunca supo nada de su éxito en Sudáfrica y lleva años trabajando en la demolición de edificios. El resto del documental se centra entonces en el retrato que de él hacen sus tres hijas: se nos insiste, con reiteración excesiva, en el carácter humilde, altruista y socialmente comprometido de su padre. También se nos muestra la emocionante gira de conciertos que Rodríguez emprendió en Sudáfrica en 1998, una vez rescatado del olvido. Porque es precisamente en ese momento cuando averiguamos que todo lo que nos han contado referente a la búsqueda del músico no ha ocurrido recientemente como el documental nos ha querido hacer comprender hasta ahora, sino hace 15 años. Cierta escena vista antes con una ventana que se abre se nos antoja ahora algo maniquea. También hay una incongruencia en el testimonio de una de las hijas (hijastra de hecho, aunque no sepamos el porqué, pues nada se dice de la esposa o esposas de Rodríguez): nos dice la hija que el duro trabajo de su padre obligó a la familia a vivir en 26 casas diferentes, pero los créditos finales aseguran que el músico lleva viviendo en su casa de Detroit 40 años.

Sale uno por tanto de Searching for Sugar Man con el placer de haber descubierto a un músico excelente, pero también con la sensación del frío cálculo, del relato orientado, de la creación de una trama, de características todas ellas más propias del género de ficción. Todo empeora cuando se empieza a indagar en la red. Basta echar un rápido vistazo para descubrir lo siguiente: en la propia web oficial del músico encontramos las notas de un álbum en directo grabado en Australia en 1979. Ahí se nos dice que en 1978 una discográfica australiana firmó un contrato con Sussex Records (la compañía presidida por Clarence Avant) para publicar en las antípodas un Best of del artista convertido inmediatamente en superventas, lo que llevó al cantante a realizar una gira el año siguiente por el país actuando ante miles de personas en Sidney, Melbourne, Perth y otras ciudades. Échenle un vistazo, es la misma historia del documental (el boca a boca de su primer disco, el éxito inesperado de este, la búsqueda del cantante dado por muerto y finalmente encontrado, los nervios del artista antes de enfrentarse a tan numeroso público, el entusiasmo de las masas) pero 20 años antes. Otro vistazo aquí revela que en 1981 volvió al país para compartir escenario con artistas locales como Midnight Oil o Men at Work. También en 2007 y 2010. Se comprende entonces que al menos Rodríguez sí debió recibir royalties por sus ventas en Australia. Y no se comprende cómo Barholomew y Segerman siguieron confiando en su atlas cuando en 1998 una simple consulta en la red (la misma red que usaron para crear un foro on line de apoyo a su búsqueda) podría probablemente haberles revelado esta información.

Se puede argüir que Searching for Sugar Man está contado desde el punto de vista sudafricano, pero un segundo visionado del documental revela detalles flagrantes: el entrevistador plantea a Rodríguez preguntas como “¿No hubiera sido bueno saber que eras una superestrella, que hubo algo que pudo cambiar tu vida para siempre?” Y uno de los entrevistados llega a decir: “Rodríguez no fue un éxito en ninguna otra parte”. Sospechamos entonces de la veracidad de todo lo que se nos ha contado, y es una pena, porque si no se hubiera ocultado el episodio australiano la gira de Rodríguez por Sudáfrica habría resultado igualmente emocionante. Pero ahora el documental nos obliga, por desgracia, a dudar del propio retrato que se hace del músico. Y nos volvemos recelosos (quizá equivocadamente) ante detalles como el hecho de que en los conciertos sudafricanos de Rodríguez toda esta música contra el apartheid congregara a millares de espectadores de raza exclusivamente blanca. O de que, en la escena en la que se nos muestra el ridículo y rudimentario procedimiento de censura musical de las autoridades (el rayado de los vinilos) el documento original que detalla las letras prohibidas por el gobierno esté encabezado por el texto “CD TITLE”.

No dejes que la realidad te estropee una buena historia, pero si haces un documental cuéntame toda la verdad. Para la ficción ya están las películas. Searching for Sugar Man no opta por la verdad, sino por la construcción de un personaje. La estrategia ha funcionado: Oscar al mejor documental y gira mundial de Rodríguez, que en breve le traerá al Primavera Sound de Barcelona. Yo estaré ahí. Sus canciones al menos sí merecen olvidar estas malas tretas.

Es posible lo que dice, es posible, pero sí tengo que contar, que hace unos tres años que descubrí "Cold Fact". Me gustó tanto que no pude por menos que compartirlo con mis amigos, uno de ellos se volvió poco menos que paranoico con el disco en cuestión. Indagamos en la red buscando todo lo buscable, y no, no había historias de Australia ni de Sudáfrica, sólo algunas referencias a cierto éxito en la primera y a que el cantante se había afincado en Sudáfrica, que había abandonado la música y se había ido allí. Todo muy contradictorio, cada día me venía el colega con una historia diferente.
Eso hace tres años. Pensar que en 1998 los sudafricanitos se metían en internet y encontraban vida, obra y milagros de Rodríguez se me antoja ciencia ficción.
Claro que hay ciertas contradicciones, incluso en lo que yo digo puede haberlas, incluso es posible que encontráramos noticias más extensas y no le diéramos credibilidad, tal era el caos informativo que encontrábamos de este hombre.
Hoy sí, hoy sabemos a qué hora va a mear. Pero lo importante de la historia es la constatación de la estupidez supina de los humanos, convertidos en ensalzadores de lo obvio y en detractores de lo desconocido, hasta que lo desconocido se transmuta en obvio y ¡WOW!

A lo que habría que añadir el revisionismo en internet, las contra-historias, los bulos repetidos una y mil veces para que parezcan verdad, y el intentar desmontar una historia exitosa.... hasta el punto de ya no saber lo que es verdad y lo que no.

Pero bueno, ya te digo, la primera vez que la vi me la tragué entera, a la segunda ya te chirrian ciertas cosas, y en fin.... quién sabe

por Boohan 15.05.13 21:44

RockRotten, me voy a poner en plan Stoner... cuándo cojones te vas a poner un avatar? Wink

por RockRotten 16.05.13 12:47

Boohan escribió:RockRotten, me voy a poner en plan Stoner... cuándo cojones te vas a poner un avatar?

Es que en principio solo me registré aquí para poner a parir a algunos! Laughing

por Boohan 16.05.13 16:07

RockRotten escribió:
Boohan escribió:RockRotten, me voy a poner en plan Stoner... cuándo cojones te vas a poner un avatar?

Es que en principio solo me registré aquí para poner a parir a algunos!

Hombre, pero sin avatar cómo vas a poner a parir a nadie? Pierdes presencia, fuerza, personalidad... todo!

por Neenah Menasha 16.05.13 16:13

Boohan escribió:
RockRotten escribió:
Boohan escribió:RockRotten, me voy a poner en plan Stoner... cuándo cojones te vas a poner un avatar?

Es que en principio solo me registré aquí para poner a parir a algunos!

Hombre, pero sin avatar cómo vas a poner a parir a nadie? Pierdes presencia, fuerza, personalidad... todo!

Sin avatar no eres naide y sin firma aún memos Very Happy

por Jane Doe 16.05.13 18:48

No está mal del todo.

por rebellion 12.06.13 15:53

Ayer vi al fin el oscarizado documental del que todo el mundo habla
Es tramposo y sensiblero, no me ha gustado nada. Lo único bueno es que un huevo de gente hayamos podido acercarnos a su obra.

por Maniac is out 12.06.13 15:55

Neenah Menasha escribió:
Boohan escribió:
RockRotten escribió:
Boohan escribió:RockRotten, me voy a poner en plan Stoner... cuándo cojones te vas a poner un avatar?

Es que en principio solo me registré aquí para poner a parir a algunos!

Hombre, pero sin avatar cómo vas a poner a parir a nadie? Pierdes presencia, fuerza, personalidad... todo!

Sin avatar no eres naide y sin firma aún memos

Rotten, pon una foto del tripode.

por Ayers 12.06.13 23:08

por fin he visto el documental, muy emotivo la verdad. Y la música de Rodríguez otro hallazgo.

por romuloyeah 12.06.13 23:17

Lo que hay en Spotify mola.

Yo tenía dudas de que la cosa fuera para tanto, y hace unos dias que vinieron de visita mi cuñada y su marido que es sudafricano y le pregunté por Rodriguez. Al principio no sabía de quien le hablaba y me temía un chasco, pero después de un rato se dió cuenta y me pregunto ¿Sugar man?
Entonces ya si que dió muestras de que si lo conocía y que si era alguien importante.
Por supuesto el ni conocía el documental ni nada.

por Stonerider 22.06.13 21:05

Lo vi anoche. Tremenda historia y muy bien contada. Me encantó.

Eso si, he leido que en Australia tb tuvo exito y de esa parte no se cuenta nada en el documental.

por Killer Wolf 10.07.13 23:50

wakam escribió:La vi ayer.
Bien, pero tampoco para pajearse como hacéis todos.
De menos a más, eso sí.

La acabo de ver, bonita historia, aunque me ha costado entrar ante un inicio algo irritante con tanto elogio y manipulación.

Muy grande la transformación de albañil a príncipe, seguramente, los momentos más emotivos.

Musicalmente, me parece del montón.

por Logan 08.08.13 19:50

La vi ayer. Tengo sentimientos encontrados, por un lado me gustó, a pesar de que la trama es muy parecida a "Anvil" y "Last Days Here" y oí hablar tanto de ella que se pierde un poco el efecto sorpresa. Por otro lado estoy con Rebe, que comentaba que le pareció tramposa. A mí también, me da la sensación de que está excesivamente "guionizada" para hacer la historia más atractiva y eso en un documental no me parece de recibo.

De todas maneras, Sixto Rodríguez es un personaje muy interesante y musicalmente me sorprendió, me esperaba un cantautor duermeovejas pero no, tiene algunos temas guapos y una voz bastante singular y atractiva.

por DeGuindos al Pavo 09.08.13 13:08

Pues lo de todos, el momento en que la familia descubre que el patriarca es una estrella del rock en Sudáfrica es lo mejor de la película junto al descubrimiento de la propia música de Rodríguez. Su voz es bonita y las canciones tienen buenas melodías, yo también esperaba algo más coñazo y la conclusión más clara que saqué de visionado fue las ganas de escuchar los dos discos.

En cuanto a las entrevistas...en los documentales musicales siempre pasa igual. Mucha leyenda, mucha exageración, nostalgia, algo de sobreactuación etc...aquí al menos servían al propósito de ir presentando al músico, sus circunstancias y la tremenda historia que había detrás. Hype merecido.

por Jano 09.08.13 13:11

regulera

por rebellion 09.08.13 16:30

No es un documental sobre Rodriguez, es un documental sobre la búsqueda de Rodriguez. Por tanto se centra en la búsqueda y el encuentro, y rasca muy poco del personaje.
teatraliza en exceso (anda y a tomar por culo con el mapamundi), e ignora las cosas que no interesan para la historia que quiere contar.

Hype de peli
Los discos son tremendos.

por Hesse 14.05.14 1:26

Ha muerto el director del documental, Malik Bendjelloul a los 36 años Sad

http://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/2014/muerte-malik-bendjelloul-sugarman-1010138.html

por metalbert 14.05.14 3:04

Hesse escribió:Ha muerto el director del documental, Malik Bendjelloul a los 36 años

http://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/2014/muerte-malik-bendjelloul-sugarman-1010138.html

joder macho.
RIP
Aun tengo que visionar la pelicula, por cierto.

por Boohan 14.05.14 6:00

Hesse escribió:Ha muerto el director del documental, Malik Bendjelloul a los 36 años

http://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/2014/muerte-malik-bendjelloul-sugarman-1010138.html

por sonic buzzard 14.05.14 6:12

metalbert escribió:
Hesse escribió:Ha muerto el director del documental, Malik Bendjelloul a los 36 años

http://www.eluniversal.com.mx/espectaculos/2014/muerte-malik-bendjelloul-sugarman-1010138.html

joder macho.
RIP
Aun tengo que visionar la pelicula, por cierto.

por celtasnake 14.05.14 15:24

Pues me da igual.
No he visto la película, así que nada de empatía con su muerte.

por sonic buzzard 14.05.14 15:35

Se te ve venir... Laughing

Y no, no es lo mismo.

por celtasnake 14.05.14 15:37

sonic buzzard escribió:Por desgracia, esto se veía venir...

Y no, no es lo mismo.

Corregido.

por sonic buzzard 14.05.14 15:45

por Hank 10.08.14 21:19

su puta madre, ayer me pusieron la BSO de esta película y se me cayeron los cojones al suelo ...... Smile

por Kupak 10.08.14 22:17

Pedazo documental, aún quedan gradísimas historias que contar y esto es una prueba de ello.

Me flipa, ya lo he visto como 3 veces en las últimas semanas.

por Hank 13.08.14 7:26

sigo sin ver el documental, pero me encanta como suena la música de Rodriguez, ... Smile

por red_shoes 13.08.14 9:36

HankIV escribió:sigo sin ver el documental, pero me encanta como suena la música de Rodriguez, ...

Ya somos dos. Pongo el disco a veces al abrir el bar cuando todo está aún tranquilito y se está más bien!! Mucha gente pregunta a ver qué es lo que está sonando.

por Boohan 13.08.14 9:43

HankIV escribió:sigo sin ver el documental, pero me encanta como suena la música de Rodriguez, ...

Es lo que más merece la pena. Por no decir lo único.
Yo soy de los que piensa que el documental está sobrevalorado to the max y que es todo puro envoltorio.

por Hank 13.08.14 10:03

Boohan escribió:
HankIV escribió:sigo sin ver el documental, pero me encanta como suena la música de Rodriguez, ...

Es lo que más merece la pena. Por no decir lo único.
Yo soy de los que piensa que el documental está sobrevalorado to the max y que es todo puro envoltorio.

tengo bajada la película, pero no encuentro el momento, y me preocupa el hecho de que la conozca hasta el zapatero de la esquina, no sé, .... ya contaré, aunque podría ser lo que tú dices, pues varios amigos y amigas que nada tienen que ver con la música me han dicho que es increíble, bla, bla, bla

por kaneda 13.08.14 20:23

Cuando lo escuché pensé: es una mezcla entre Dylan y Feliciano. Me pareció un músico muy interesante.

por Unsein16 13.08.14 20:29

Mi sentido arácnido me dice que me estoy perdiendo algo y no hablo del documental confused

por Logan 13.08.14 21:15

El documental se deja ver, aunque conviene visionarrlo sin tener referencias previas (cosa difícil a estas alturas).

Yo fuí a verlo el verano pasado con un colega que no tenía ni idea de quién era el personaje (aunque yo pensaba que sí) y vivimos una situación un poco surrealista:

Spoiler:

Opino que es un film pelín tramposo y que está demasiado "cocinado" para ser un documental. De todas maneras la historia es potente y sólo por descubrir la música de Rodríguez merece la pena verlo.

por Boohan 13.08.14 21:18

Me gusta eso de "film pelin tramposo". Perfecta definición.

por RockRotten 14.08.14 11:59

Pero esas trampas es lo que mola del documental, el enfoque que le dan hace que te sorprenda la cosa, pero eso no significa que sea falso lo que se cuenta en él..., excepto quizás que dio alguna girilla que otra, eso sí, ni dios se enteró de eso en su día, normal que esas cosas salgan ahora a la luz con toda la popularidad del personaje y tal, pero yo creo sinceramente que no trataron de mentir los creadores del documental

por Boohan 14.08.14 12:07

RockRotten escribió:Pero esas trampas es lo que mola del documental, el enfoque que le dan hace que te sorprenda la cosa, pero eso no significa que sea falso lo que se cuenta en él..., excepto quizás que dio alguna girilla que otra, eso sí, ni dios se enteró de eso en su día, normal que esas cosas salgan ahora a la luz con toda la popularidad del personaje y tal, pero yo creo sinceramente que no trataron de mentir los creadores del documental

No, claro que no. La peli es la historia de un puñado de fans sudafricanos que no tenían Google Laughing

Es la historia de esas personas, que lo daban por desaparecido. No la de Rodriguez.

por RockRotten 14.08.14 12:25

Boohan escribió:
RockRotten escribió:Pero esas trampas es lo que mola del documental, el enfoque que le dan hace que te sorprenda la cosa, pero eso no significa que sea falso lo que se cuenta en él..., excepto quizás que dio alguna girilla que otra, eso sí, ni dios se enteró de eso en su día, normal que esas cosas salgan ahora a la luz con toda la popularidad del personaje y tal, pero yo creo sinceramente que no trataron de mentir los creadores del documental

No, claro que no. La peli es la historia de un puñado de fans sudafricanos que no tenían Google
Es la historia de esas personas, que lo daban por desaparecido. No la de Rodriguez.

Coño, eso es! Cojonudamente resumido! jajajaja

por Boohan 14.08.14 12:33

RockRotten escribió:
Boohan escribió:
RockRotten escribió:Pero esas trampas es lo que mola del documental, el enfoque que le dan hace que te sorprenda la cosa, pero eso no significa que sea falso lo que se cuenta en él..., excepto quizás que dio alguna girilla que otra, eso sí, ni dios se enteró de eso en su día, normal que esas cosas salgan ahora a la luz con toda la popularidad del personaje y tal, pero yo creo sinceramente que no trataron de mentir los creadores del documental

No, claro que no. La peli es la historia de un puñado de fans sudafricanos que no tenían Google
Es la historia de esas personas, que lo daban por desaparecido. No la de Rodriguez.

Coño, eso es! Cojonudamente resumido! jajajaja

por Nomeko7 14.08.14 12:34

Igual ya se ha dicho pero el otro día viendo la ficha de Fat City en Imbd vi que Sixto Rodríguez había participado en la peli haciendo de secundario, un boxeador hispano llamado Lucero.

Me chocó, es una peli buenísima que lo debió petar en su día porque estaba dirigida por John Huston. Se supone que a esas alturas ya estaba retirado.

También sale un tal Art Aragón. No sé si es primo del también de Rody. Otro genio incomprendido.

por Litronadeleroski 14.08.14 13:11

Joder cada vez que reflotáis el hilo creo que Rodríguez ha muerto. De hecho estuve a punto de ver cómo lo hacía, en su concierto de Londres del año pasado xD. Lo sacaron en brazos tras desplomarse.