Los artículos de opinión de Lapido, Hoy "así somos"

A ver que os parece:

A veces uno toma carrerilla, acelera el paso y ya no puede parar. La inercia es una cosa muy seria. Empezamos criticando a un político de determinado partido porque ha metido la mano en la caja. Con toda la razón. Luego nos cebamos con otro de diferente adscripción por la misma o similar cosa, pero cuando uno se quiere dar cuenta se encuentra con que despotricar contra todos los políticos, por el mero hecho de serlo, se ha convertido en su deporte favorito. En esta columna no hemos ahorrado cogotazos simbólicos a diestro y siniestro cuando lo hemos creído oportuno, pero creo que sería saludable frenar esa inercia ya que corremos el riesgo de gustarnos tanto en la faena de castigo que nos ceguemos y no sepamos diferenciar entre la puerta de chiqueros y la puerta de la enfermería.

A tenor de nuestra vehemencia en la descalificación de conductas ajenas impropias alguien podría deducir que los ciudadanos españoles, nosotros mismos, hubiésemos nacido, crecido y envejecido limpios, puros y beneméritos. No hay asomo de duda: tenemos una gran opinión de nosotros mismos. Los malos, torpes, ineptos y corruptos son los otros, en este caso los políticos. Me pregunto cómo es posible que salga tanto sinvergüenza de un pueblo tan ejemplar.

El otro día se corrió un bulo en Tenerife según el cual había un cajero automático que "regalaba" dinero. Sacabas la cantidad que querías y no quedaba constancia de esa operación. Ni que decir tiene que se formaron largas colas de honrados vecinos que fueron a ver qué había de lo suyo. Reconozcámoslo: los políticos son como nosotros. Como muchos de nosotros. Si se puede hacer la trampa se hace. Si se puede trincar, se trinca. Todos somos corruptibles, el grado depende del poder que uno ostente.

En las piedras del templo de Apolo en Delfos había tallado un aforismo, "Conócete a ti mismo". Si nos lo aplicáramos con más frecuencia tal vez las cosas serían de otro modo, porque nos bastamos y nos sobramos para ensalzar nuestras bondades, pero ¿y nuestras miserias? Vivimos en un país que hace pocos días estuvo pegado a la pantalla del televisor para ver a Falete saltar a una piscina. Un país que tiene en Belén Esteban un modelo a seguir. Un país en el que se ve como sospechoso a cualquiera que se dedique a la ciencia o la cultura. Un país que hace poco más de un año le dio en las urnas una holgada mayoría absoluta al partido que le pagaba sueldo, despacho y secretaria a Luis Bárcenas. ¿De qué nos escandalizamos? Así es como somos. Y de lo que se come, se cría.

Criminal pentatónico escribió:A ver que os parece:

A veces uno toma carrerilla, acelera el paso y ya no puede parar. La inercia es una cosa muy seria. Empezamos criticando a un político de determinado partido porque ha metido la mano en la caja. Con toda la razón. Luego nos cebamos con otro de diferente adscripción por la misma o similar cosa, pero cuando uno se quiere dar cuenta se encuentra con que despotricar contra todos los políticos, por el mero hecho de serlo, se ha convertido en su deporte favorito. En esta columna no hemos ahorrado cogotazos simbólicos a diestro y siniestro cuando lo hemos creído oportuno, pero creo que sería saludable frenar esa inercia ya que corremos el riesgo de gustarnos tanto en la faena de castigo que nos ceguemos y no sepamos diferenciar entre la puerta de chiqueros y la puerta de la enfermería.

A tenor de nuestra vehemencia en la descalificación de conductas ajenas impropias alguien podría deducir que los ciudadanos españoles, nosotros mismos, hubiésemos nacido, crecido y envejecido limpios, puros y beneméritos. No hay asomo de duda: tenemos una gran opinión de nosotros mismos. Los malos, torpes, ineptos y corruptos son los otros, en este caso los políticos. Me pregunto cómo es posible que salga tanto sinvergüenza de un pueblo tan ejemplar.

El otro día se corrió un bulo en Tenerife según el cual había un cajero automático que "regalaba" dinero. Sacabas la cantidad que querías y no quedaba constancia de esa operación. Ni que decir tiene que se formaron largas colas de honrados vecinos que fueron a ver qué había de lo suyo. Reconozcámoslo: los políticos son como nosotros. Como muchos de nosotros. Si se puede hacer la trampa se hace. Si se puede trincar, se trinca. Todos somos corruptibles, el grado depende del poder que uno ostente.

En las piedras del templo de Apolo en Delfos había tallado un aforismo, "Conócete a ti mismo". Si nos lo aplicáramos con más frecuencia tal vez las cosas serían de otro modo, porque nos bastamos y nos sobramos para ensalzar nuestras bondades, pero ¿y nuestras miserias? Vivimos en un país que hace pocos días estuvo pegado a la pantalla del televisor para ver a Falete saltar a una piscina. Un país que tiene en Belén Esteban un modelo a seguir. Un país en el que se ve como sospechoso a cualquiera que se dedique a la ciencia o la cultura. Un país que hace poco más de un año le dio en las urnas una holgada mayoría absoluta al partido que le pagaba sueldo, despacho y secretaria a Luis Bárcenas. ¿De qué nos escandalizamos? Así es como somos. Y de lo que se come, se cría.

Pues sí pero no. Que todos somos unos chorizos vale, pero es infinitamente más grave que lo sea un político a que lo sea... Lapido, por ejemplo.

Yo no soy un chorizo.

sovietik escribió:Yo no soy un chorizo.

¿Nunca te has llevado un boli del curro? Estar 100% libre de pecado me parece muy difícil.

Yo tampoco me considero un chorizo.
Por supuesto que mas de una vez he hecho alguna cosilla sin importancia que traspasan lo legal, como el 99% de la gente. Y si se diese el caso puesto de ejemplo y se pudiese sacar dinero del cajero sin que constase en cuenta sacaría todo lo posible y no me pondría ni colorao. Bastante mas me roba el banco a mi.
Ya no se ni las veces que me han cobrado 30 euros, y hasta 90, por tener un descubierto de unos pocos euros, o incluso céntimos, en la cuenta durante unos dias. Eso si que me parece un robo.
Tengo 2 cuentas en la misma oficina y cuando a ellos les interesan bien que tiran de una o de otra para cobrarse algún recibo. Eso si, si una se me queda en descubierto no lo compensan con lo de la otra para ahorrarme el sablazo.

Volviendo al tema este de los cajeros ... lo que si somos, mas que ladrones, es bastante ilusos. ¿De verdad la gente se creía eso de que iban a sacar dinero y el banco no se iba a enterar? Hay que joderse.
En fin, no se de que me sorprendo. No hay mas que ver en el facebook las noticias y demás chorradas que comparte la peña sin contrastar. Que si, que algunas son creíbles, pero hay cosas que claman al cielo y la gente se lo traga todo.

A lo que iba, que me desvié ... lo de ser un chorizo yo lo valoro mas allá de unas leyes escritas, muchas veces ridículas o injustas y que muchas veces no se ajustan a la realidad o no son razonables.
Me guío mucho mas por el tema moral que por el legal. Igual que sacaría dinero en el caso este de los cajeros compenso con muchas otras cosas en mi "balanza de moralidad". Cosas que no tendría por que hacer, pero que me hacen estar mas a gusto conmigo mismo. Y supongo que como yo mucha gente.
Lo legal no siempre es lo correcto.

dffd escribió:

sovietik escribió:Yo no soy un chorizo.

¿Nunca te has llevado un boli del curro? Estar 100% libre de pecado me parece muy difícil.

Que yo recuerde no. Si quiero algo lo compro, y si no tengo para comprarlo me quedo sin ello.

De cani si mangué alguna cosilla sin importancia, pero de adulto no. Nada.