Ronda 42 del INCOMPARABLE CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL ARF - GALA DE ESTA NOCHE - OJU! HILO PROPIO!

Con la inestimable ayuda del forero Borogis (graciasaloscielos) me place anunciar la inaguración de la ronda 42 del concurso microrrelatero.


Frase de la semana:

Los macarrones ya estaban fríos

HILO VOTACIONES:


https://www.foroazkenarock.com/t53505-votaciones-microrrelatos-ronda-42-aqui

SENTIR MICRORRELATISTA POR SR:

RECORDATORIO: No publiquen directamente. Envíen a Jud sus relatos por mensaje privado.

Sr Kupak: Me tomo en serio que aquí algunos ofrecen algo de ellos a los demás. Ni más ni menos.


PUEDEN VER LOS RELATOS DE TODAS LAS RONDAS ORDENADOS POR AUTOR EN ESTE LINK (A MENOS QUE ESE AUTOR SEA UN VAGO REDOMADO CÓMO MR. MERCURY, o MR. DON O SERVIDOR. LOS AÑADIRÉ UN DÍA DE ESTOS, AUNQUE NO PUEDO PROMETERLO...)


https://docs.google.com/document/d/1jB5odLgZy0AhOo0xPpbUOefot-Ps7D2nrKfKS25i7v4/edit?usp=sharing



NORMAS INVIOLABLES BAJO PENA DE MUERTE O SUSTO (LIBRE ELECCIÓN) :

NORMAS INVIOLABLES BAJO LA PENA DE MUERTE O SUSTO (LIBE ELECCIÓN):

Clasificación ronda 41:

Clasificación general:

Clasificación puntos totales:

1 - Un día perfecto.

Los macarrones ya estaban fríos cuando los probaron. Normal. Ya sabía yo que participar en un concurso de cocina multitudinario con el N° 327 no nos daba muchas posibilidades, así que presentamos los putos macarrones con atún, mientras nosotros nos comíamos las kokotxas de merluza en salsa verde, deliciosas, como siempre.
Y para más cojones ganamos el premio a la mejor ensalada.



2 - Nicolás.

Los macarrones ya estaban fríos. Su pequeño cuerpo aún estaba caliente.



3 - La justicia por su mano

Los macarrones ya estaban fríos cuando me senté a cenar. Estaba tan inmerso en la investigación que apenas podía centrarme en otra cosa. Una asesina en serie de maltratadores, mutilaba sus genitales y los empalaba vivos. Poco a poco me fué ganando, sentía una atracción metafísica, irresistible. Ni supe cómo se enteró de que pegaba a mi mujer, ni supe de dónde había sacado la cuchilla cuando entré a su celda.



4 - Se estrella Michelin

Los macarrones ya estaban fríos, el arroz totalmente pasado, las alubias fermentadas y las natillas cortadas. El entrecot como una suela, las almejas podridas, las croquetas congeladas por dentro, la lubina sin escamar, el pan mohoso, el vino picado…
Una merluza parece hacernos burla desde la vitrina. Nos saca su lengua amarilla y cochambrosa.
El señor de los vaqueros sobaqueros vuelve a secarse esa mezcla de sudor y gomina que adorna su frente. Se acerca decidido a nuestra mesa con ese aire de seguridad que imprime ser el dueño de algo, abre los brazos como un torero delante del tendido y dedicándonos una gran sonrisa pregunta ufano… “¿Qué tal familia, habéis comido bien?, ¿un chupito? Invita la casa...”




5 - La cocina del infierno

Los macarrones ya estaban fríos, tras el primer calentón. La salsa arrabbiata siempre los ponía irritables y de mal humor. Y más desde que Rajesh, el nuevo cocinero, se pasaba tres pueblos con el chile rojo.
Pero no duró mucho la calma. Mientras esperaban a que alguien los escogiera de entre la carta, desde el otro lado de la encimera los tortellini, nadando plácidamente en una tibia y agradable carbonara, empezaron a susurrarles eehh, penne, penne, corto e piccolo!! sabiendo lo mucho que les jodía eso. Mala gente los tortellini.
Volvieron a calentarse, sobre todo los chavales. Y a punto estaban de liarse a tortas, como vulgares lentejas, cuando Stefano y Tiberio, los macarrones de más edad, se giraron hacia el resto y pidieron calma: tieni i tuoi amici vicino, ma i tuoi nemici più vicini, capito?
Capito!, respondieron varios macarrones al unísono, volviendo a enfriarse…




6 - A mi manera

Los macarrones ya estaban fríos, la lumbre apagada y las cenizas recogidas. No quedaba otra opción que recalentarlos en el microondas y eso sí que no. Las novedades no tienen cabida en mi forma de vida, así que los comí tal cual estaban. Soy un clásico.




7 - Madurez

Los macarrones ya estaban fríos, la cerveza caliente y el plátano más maduro que los pectorales de David Hasselhoff. Ante este panorama se le escaparon unas lágrimas, y sus compañeros de piso no tardaron en animarlo. Qué injusto había sido con su madre durante toda su vida, tenía que llamarla y hablar con ella para darle las gracias por todo. Y habían hecho falta unos putos macarrones fríos para que se diera cuenta.




8 - Ladrillos de olvido

Los macarrones ya estaban fríos y podía guardarlos en el congelador.

Aunque él ya no fuera a volver, ella seguía cocinándolos todos los jueves. Siempre a su manera y siempre para dos. Tozuda, obligaba a sus dientes a librar una feroz batalla contra la masa gomosa de los macarrones, mientras clavaba la mirada en la silla vacía que acogía toda aquella ausencia con la que aún estaba aprendiendo a convivir.

Terminaba sin fuerzas. Con el acre regusto de la hiel pegado al paladar. Pero, tarde o temprano, lograba verter en un tupper el contenido del plato sobrante.

Él parecía estar esperando al momento en el que ella levantara la tapa del arcón para devolverle una miraba implorante, pero ella se limitaba a arrojar sobre la piel congelada de su antiguo maltratador un nuevo ladrillo de olvido.

Tal vez cuando lo hubiera enterrado del todo, pudiera volver a ser feliz.





9 - Tripadvisor

Los macarrones ya estaban fríos cuando los sirvieron y el tomate no era casero como esperábamos. Menú limitado, higiene dudosa y personal  poco amable, hastiado.
María García Ramos. Colaborador nivel 3.

Respuesta del establecimiento:
Nuestro horario de comidas es hasta las tres de la tarde y usted y su pareja se presentaron ebrios y sin reserva a las cinco, siendo tal el motivo de las deficiencias del menú. En cuanto a la higiene, era intachable hasta que su acompañante vomitó en la maceta del ficus del comedor. Tiene usted razón en cuanto a la amabilidad del personal, al que no agradaron las palmaditas en el trasero ni comentarios tales como "¿dónde vas sin ordeñar?". Tenga en cuenta que esto no es un restaurante ni un hotel, por lo que la invito a buscar trabajo e independizarse a la mayor brevedad posible.
María Ramos. Tu Madre.




10 - La abultada derrota del Inter de Boloñesa

Los macarrones ya estaban fríos cuando salieron a jugar la decisiva eliminatoria. Recorrieron la banda durante tres minutos a tope de potencia, pero era la tercera vez que les mandaban salir a calentar y estaban ya exhaustos. La salsa de tomate mandaba centros templados desde el centro del campo e intentó contagiarse del espíritu competitivo de la pasta, pero la estática defensa compuesta por carne picada congelada no ayudó a que el equipo funcionara. El preparador físico pegaba gritos desde el banquillo y el público abucheaba al entrenador por presentarse tarde al partido. Mientras, el paciente ojeador contemplaba derrumbado como sus jugadores, uno a uno, acabaron el encuentro en el cubo de la basura.

La próxima jornada ofrecerá un emocionante Lentejas F.C. contra el Deportivo Reunión de los miércoles. La estrella local, el delantero burgalés Chorizo Picante, intentará alcanzar el trofeo pichichi que  actualmente ostenta Huevo Frito con Puntilla.




11 - Rebelión en la cocina

Los macarrones ya estaban fríos conmigo cuando bajé a la tienda a comprar beicon y un litro de cerveza. Pero de ninguna manera podía esperar, la andanada de reproches y el comportamiento socarrón que tuve que sufrir a mi vuelta:

-¡el otro día te comiste a nuestros hermanos aprovechándote de que estaban cocidos!
-¡De la despensa no nos mueves ni con agua hirviendo!
-¡La cosa se puso tomatosa porque te dio la gana!
-¡Échate la sal en los huevos! (fritos quiero entender)
-¡Hiciste pedazos al pobre beicon!

Cansado de escuchar tonterías los mandé al infierno de los macarrones, y me preparé unos espaguetis (¡ellos sí que son enrollados!)




12 - Loca

Los macarrones ya estaban fríos pero a ella eso no le importaba. Era el último recuerdo que él había dejado en casa. El único recuerdo que le quedaba.

Quería disfrutar al máximo de su plato favorito, que no se acabaran nunca, ya que nadie más sabía cocinárselos así. Decidió contarlos uno a uno. En el plato había 153 macarrones. Realizo un par de cálculos para que al menos comiéndose un pequeño trozo cada día, tuviera para abastecer su ausencia de por vida. 

La muy tonta no pensó en congelarlos, a las dos semanas eso se convirtió en un plato mohoso. 

Logro sobrevivir sin él y sin sus macarrones. Pero nunca más fue feliz.




13 - La llamada

Los macarrones ya estaban fríos, hoy no tenía apetito. Miró a través de la vieja ventana y vio a los chavales del segundo jugando en el patio, anochecía y su madre les llamaba para cenar. Cerró las cortinillas de la cocina y encendió la radio, 25 años escuchando "Todo noticias" y cenando los mismos macarrones, sencillos, con tomate. Hoy había sido un día como otro cualquiera, indistinguible de los 365 anteriores. Cogió el plato de macarrones y lo metió en el microondas, sobre el ronroneo eléctrico del hornillo sonó el teléfono.






14 - Esperando a Orlando

Los macarrones ya estaban fríos y empezaban a impacientarse. Su memoria ancestral les indicaba un orden inusual de los acontecimientos: no deberían llevar tanto rato olvidados en la cazuela.
- Se han olvidado de nosotros.
- No seas negativo, René.
- Negativo, negativo... Yo tenía madera de lazo. Podría haberme codeado con remolachas, nueces, tomatitos cherry...
Ludwig y Martin interrumpieron:
- ¡Deja de dar la paliza! Tendrían que haberte aplanado y rellenado de carne, como a uno de esos...
René saltó de ira y estuvo a punto de saltar sobre un fogón.
- ¡...ni se os ocurra compararme con un... ravioli!
- Tampoco hace falta ponerse así - intervino Alex, poniendo paz. - Al fin y al cabo todos acabaremos en el mismo sitio.
- ¡Silencio, que viene!
Un reconfortante diluvio de salsa de tomate acabó con su inquietud y todos dieron las gracias en silencio.




15 - Venganza

Los macarrones ya estaban fríos, ¿en serio? – preguntó con perplejidad señalando el humo que salía del plato.
No, Padrino; que esos cabrones ya están en el río – respondieron señalando el humo que salía de sus pistolas.



16 - ... Y el Infierno finalizó

Los macarrones ya estaban fríos y él aún no había llegado: perfecto. Mentí a madre al respeto, claro, porqué sino hubiese corrido a calentar el plato; sabía cuáles eran las consecuencias de servirle un plato frío. Pero la comida caliente huele, y no podía correr ese riesgo.  Así que, sentado en mi cuarto, esperé hasta escuchar sus llaves en la cerradura, sus pasos, la silla arrastrarse; el golpeteo del tenedor en el plato, el grito y otra vez pasos, esta vez furiosos. Cerré los ojos con fuerza porqué esta parte ya la conocía: Gritos, en plural ahora, uno ira y otro súplica que cambia a dolor cuando llega el golpe, el cuerpo de madre cayendo al suelo, sollozos. Y, por fin, ahí estaba: gorgoteos, intentos de respirar, susurros de auxilio, su cuerpo cayendo a plomo al suelo. Y mi propio suspiro de alivio por haber utilizado suficiente veneno.




17 - Despertares

Los macarrones ya estaban fríos cuando Ofelia levantó la cabeza de la mesa. Su narcolepsia le jugaba malas pasadas cada día y hoy no era una excepción. Llevó el plato al microondas y se quedó helada. La imagen que reflejaba el cristal del horno no era nítida, pero detrás de ella había un avestruz. El plato se estrelló contra el embaldosado de la cocina y se hizo añicos. Apretó su espalda contra la pared mientras el avestruz se abalanzaba sobre el amasijo de macarrones y cristales, engullendo éstos y aquéllos sin miramiento. A los pocos minutos se desplomaba entre borbotones de sangre aflorando a su enorme pico. Un reguero de orina resbalaba por los muslos de Ofelia hasta el suelo mezclándose con la sangre.
Buscando algún tipo de liberación gritaba con toda la fuerza de su alma "Odio los putos macarroneeeeeeeeeees", para volver a caer en brazos de Morfeo.





18 - The macaroni incident?

Los macarrones ya estaban fríos cuando los sirvieron, como los frijoles del día anterior o la sopa del lunes. Pancho gritó: ¡NO SOMOS ANIMALES CARAJO, SOMOS PERSONAS! Agarró la bandeja y la tiró con fuerza al suelo. El resto de reclusos no necesitó nada más para declararse en rebeldía. Cucharas, vasos y trozos de pan empezaron a volar por el comedor. Alguien incluso empezó un fuego tras la cocina. Los vigías cogieron posiciones y mandaron cerrar los accesos al comedor.  
Pero para entonces Pancho estaba ya en las duchas escurriéndose por el agujero que sus compadres del exterior habían cavado.
Cuando acabado el recuento de presos confirmaron que faltaba uno, ya estaba muy lejos.
Tres días después, Pancho comía unos macarrones al dente en una bodega del Trastevere mientras leía en su celular un artículo titulado "The macaroni incident?" - ¿pero qué mierda de titular es ese? - pensó.




19 - Misa, cubiertos de plata y trucu.

Los macarrones ya estaban fríos cuando salieron de la cocina. Anita, la hija de la cocinera, apareció con la bandeja de plata y su habitual e impertérrita compostura. Únicamente un par de mechones despuntaban de su habitualmente perfecto moño llamando la atención del señor Díaz-Farrerons de Vinamesset y Cardona y de su mujer.
Esta, imperturbable pese a la tardanza de los macarrones, escuchaba la perorata de su hijo pequeño, cuyo cumpleaños daba carta de libertad a un menú propio de un internado jesuita, mirando con desprecio a su marido y esa media sonrisa que mostraba mientras Anita hacía su trabajo. Estaba segura de que tenían un asunto.
El señor Díaz-Farrerons sonreía bajo su recortado bigote. Un domingo más, Anita olía a semen. No sabía cómo, pero los domingos olía a semen.
Vicentet, su hijo mayor, entraba otra vez tarde al salón. Tendría que prohibirle que montara a caballo los domingos.





20 - Un mal día

Los macarrones ya estaban fríos después del viaje interdimensional, de forma que opté por usar el microondas. Al ir a asir la puerta del mismo, el microondas desapareció. Estupefacto, sin tiempo a discernir qué había pasado, opté por calentarlos en el wok, el hambre me podía. Mismo resultado, desapareció sin dejar rastro. El asunto se complicaba. Decidí encender la TV esperando descubrir una crisis mundial de utensilios de cocina que se esfumaban. Sin palabras me quedé al ver cómo mi amada desaparecía igualmente. Al intentar llamar, mi teléfono se desintegró. Estaba claro lo que pasaba, todo aquello que iba a usar, desaparecía. Algo había salido mal en el viaje. Mal no, fatal. ¿O no? Llamé a gritos a mi mujer para pegar un polvo. Esperaba hacerlo antes de que las ganas de orinar me pudiesen. Cuando fuimos a abrazarnos el que desapareció fui yo. Mierda de día.




21 - Colores fríos

Los macarrones ya estaban fríos  y el pesto había perdido su color verde brillante. En el vaso de agua  que también había sobre el mantel , las motas de polvo se balanceaban suavemente sobre los rayos de sol que atravesaban el cristal; no había otro alimento sobre la mesa. Sobre el  alféizar de la ventana un contemplativo gato azul observaba  la escena.
Ella inclinada en la silla, también estaba fría. Un mechón de pelo agrisado le cubría la cara y sólo dejaba entrever sus labios morados. Su brazo inerte, que momentos antes  debió de balancearse, ahora estaba rígido y apuntaba  inquietante  a un papel  con garabatos que descansaba en el enlosado. Desde la puerta un hombre lo alcanzaba a leer  < que no se culpe nadie de…>Y  fue entonces cuando en el silencio de la casa se oyó un punzante lamento < ¿cómo es posible? ¡Ay, Dios mío  madame!  >




22 - Eros

Los macarrones ya estaban fríos. El Chianti, buscado con esmero en la vinoteca, caliente. Pero los dos tenían hambre. Devoraban todo lo que había en la mesa, mientras las sonrisas nerviosas y las miradas, a veces pícaras, a veces vergonzosas, les delataban, desnudos uno frente al otro.

Hacía rato que había terminado In ogni senso.

La jugada de recibir a Flavia con música resultó mejor de lo esperado para una primera cita, sin duda.





23 - Bloqueo

Los macarrones ya estaban fríos y él no sabía que escribir. Al fin y al cabo, no debía resultarle tan difícil, porque no se le pedía nada que no hubiera hecho ya muchas veces. Pero seguía bloqueado. Llevaba unas semanas así. Pensó hablar justamente del bloqueo del escritor, pero en seguida lo desechó. De él se esperaba algo más. Algo brillante, algo distinto, algo visceral, algo auténtico, que le saliera de las tripas. Justamente, cuando estaba pensando eso de las tripas, su estómago en perfecta sintonía con su mente rugió como un león. Se levantó a recalentar los macarrones. El taxi llegaría pronto, pero tenía todo el viaje y algún rato le dejarían descansar en el hotel. Ya improvisaría, al fin y al cabo los vejestorios de la Academia sueca aplaudirían igual y ya tenía a la crítica mundial rendida a sus pies. Buenísimos, estos macarrones.






24. - El palacio de la locura

Los macarrones ya estaban fríos cuando mi padre, que estaba en la habitación contigua, puso aquel disco de Patsy Cline en su vieja gramola. Entonces empezó a sonar “Crazy” y no pude resistirlo; me levanté, agarré tu cuerpo imaginario y me puse a bailar con los ojos cerrados.

Hay muchas maneras de volverse loco pero aquella era la mejor. La tristeza me hacía llorar pero también me calmaba y me hacía volar hasta transportarme a tu lado. Cuando casi podía olerte y sentir tu calor, el volumen de la música subió: era mi padre entrando en la cocina. “¿Qué coño estás haciendo, maricón de mierda?” me gritó como un chalado que sufre el peor de los trastornos.

Riéndome como un lunático, y aún con lágrimas en los ojos, metí uno de mis dedos en el plato de macarrones y dibujé una sonrisa sobre mi triste cara de loco.




25 - Pasta interruptus.

Los macarrones ya estaban fríos. Lógico. A la vecina del quinto hay que abrirle la puerta siempre.





26 - Cuando el hambre aprieta

Los macarrones ya estaban fríos y rígidos desde hacía días. Arropados por una corteza de queso gratinado de aspecto impenetrable.

Si tuviera que ponerle banda sonora al plato elegiría Paris, Texas de Ry Cooder. Daba pena verlos. El zulo sin ventanas tampoco mejoraba la escena.

Como no aspiraba a nada mejor decidí catarlos. Alejé un poco el cubo de las heces y cogí un dadito de jamón entre la salsa reseca, lo probé y oye… No estaba mal. Acabé con ellos y me animé con la verdosa carne picada, que lucía peor de lo que sabía. Alternándola con la crujiente pasta me lo comí todo usando como cuchara el queso duro y chicloso, con el que terminé rebañando el plato.

Se abrió la puerta y papá me dejó salir mientras le decía a mamá: “Ves como si no le dabas otra cosa acabaría comiéndoselos cuando tuviera hambre”.





27 - Otra vez

Los macarrones estaban fríos. El agua hervía, borboteaba, pero al sacar un macarrón para comprobar el punto, estaba frío, helado casi. Probó con otro. Lo mismo. Aún más sorprendente era el asunto de la textura: seguían intactos, como recién salidos del paquete. 

Se sentó absorto mirando la cazuela que continuaba escupiendo vapor. Enseguida grabó un vídeo explicando sus observaciones. Decidió dejar que el agua se evaporase completamente. Allí seguían los macarrones fríos, duros. Guardó algunos y sobre el resto vertió agua de nuevo. Preparó una nueva olla con otros 70 gramos de pasta. Registró ambos procesos con la cámara y lamentó no tener un termómetro de cocina para anotar las temperaturas intermedias. 

Cuarenta minutos después masticaba amargamente un plato de boloñesa con macarrones perfectos, al dente. Las anomalías físicas y probablemente la gloria habían vuelto a darle esquinazo.




28 - Bonico cuñao

Los macarrones ya estaban fríos y además no quedaba nadie en casa, con lo que odiaba comer solo, “y todo por culpa de los jodidos inmigrantes que abusan de la seguridad social”. Ahora no tendría ni tiempo de echar una siestecita, “el mejor invento español”, antes de bajar al bar a ver el partido de la selección “¿qué es eso de la roja? La selección de toda la vida”.

-¡Jefe! Un cafelito y un ruavieja. ¡A ver si ganamos la Eurocopa y se van enterando esos catalanes!

Ovación y vuelta al ruedo.




29 - La abuela

Los macarrones ya estaban fríos, pero no quiso calentarlos. Total, para lo que iba a comer... Le pregunté cuántos días llevaba sin salir de casa y a modo de respuesta me explicó que le costaba horrores subir los escalones del portal. Cuando le propuse acompañarla a la peluquería, puso mala cara y me dijo que para qué. Intenté animarla prometiéndole que volvería el fin de semana con los niños y ni siquiera de ese modo conseguí que esbozara una sonrisa sincera. En cuanto me fui estoy seguro de que se metió en la cama, probablemente hasta mañana, aunque si de ella dependiera no volvería a abrir los ojos. Yo también empiezo a pensar que sería lo mejor.




30 - MASTER CHÉ

Los macarrones ya estaban fríos cuando la cara del Presidente impactó contra el plato, provocando un salvaje estallido de pasta, salsa carbonara y bacon.
Toda la República contuvo el aliento esperando el comienzo del baño de sangre, los ajustes de cuentas pendientes y el baile de generales habitual.
Cuando el chef estrella de la televisión nacional y recién nombrado jefe de cocina del gabinete presidencial tomó las riendas del poder sin apenas oposición, el pueblo se lanzó a la calle a celebrar el advenimiento del nuevo líder con un atracón de carne a la parrilla que duró varios días.
Al finalizar los fastos, algunos cayeron en la cuenta de que la práctica totalidad de los altos cargos del ejército habían desaparecido, pero casi nadie quiso hacerse demasiadas preguntas.




31 - historia real, pero muy real.

Los macarrones ya estaban fríos, volví  a meterlos en el microondas, máxima potencia, dos minutos, vuelta a empezar, media docena de cucharadas y volvían  a estar fríos. Tal vez fríos no sea la palabra  adecuada, pero soy una persona exigente a la hora de comer la comida caliente. Verme en un restaurante es toda una experiencia.



32 - Tinder

Los macarrones ya estaban fríos y el postre se le quemó en el horno. Tampoco me importó mucho: el tipo era un desastre en la cocina pero resultó ser un atleta en la cama.




33 - La hora del baño

Los macarrones ya estaban fríos, al menos lo suficiente como para no quemarme. Había sido agotador tirarme toda la mañana cociendo pasta, pero al fin iba a recibir mi recompensa. Solo me faltaba añadir un poco de agua, la justa para cubrir todos los macarrones que había ido depositando dentro de la bañera. Dejé que sonara Astrud Gilberto y me desnudé. Introduje primero un pie. La temperatura era perfecta. Escurrir los macarrones mientras los remojaba para templarlos siempre me había reportado diversión y placer al tocarlos con las manos. Ahora esa suavidad escurridiza iba a recorrer cada poro de mi piel.

ohh,frase muy parecida a la de otra ronda.

YOMISMO escribió:ohh,frase muy parecida a la de otra ronda.

El sendero avanzaba a traves del bosque y apareció el abuelo con un cuchillo y el wifi de la casa se activó.

El sendero avanzaba a través del bosque. Ringo, el pulpo y yo le seguíamos la pista a un cazador que cazó a un cazador cazado. The walrus was Paul

YOMISMO escribió:ohh,frase muy parecida a la de otra ronda.

¡Toda coincidencia es pura casualidad! ¿Ante esto es mejor cambiarla?

Jud escribió:

YOMISMO escribió:ohh,frase muy parecida a la de otra ronda.

¡Toda coincidencia es pura casualidad! ¿Ante esto es mejor cambiarla?

puedes hacer lo que quieras....siempre tendrás a gente quejándose...es una norma no escrita del concurso... .....lo que decidas bien está.
m

Jud escribió:

YOMISMO escribió:ohh,frase muy parecida a la de otra ronda.

¡Toda coincidencia es pura casualidad! ¿Ante esto es mejor cambiarla?

Que va, es tu decisión

El sendero avanzaba a través del bosque
vs
Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque

No tienes porqué saberlo

Okis pues, disculpad la similitud pero no la modifico

Administración ejemplar

Voy a buscar el relato ganador de esa ronda y lo voy a copiar. Como consiga un rosco quemo el chiringuito.

Jud escribió:Okis pues, disculpad la similitud pero no la modifico

Eso es que tienes el relato ya escrito, no eres la primera

Qué os pasa con los bosques?

Remake de Mary-Lou?

YOMISMO escribió:Voy a buscar el relato ganador de esa ronda y lo voy a copiar. Como consiga un rosco quemo el chiringuito.

De lo mejores relatos que yo recuerde

borogis escribió:Administración ejemplar

No diremos que tu eres el negro y así todos los méritos van para la nueva   xDD

YOMISMO escribió:Voy a buscar el relato ganador de esa ronda y lo voy a copiar. Como consiga un rosco quemo el chiringuito.

Yo voy a reciclar el que escribí esa ronda que se llevó un rosco.

Como puntúe quemo el chiringuito

Jud escribió:

borogis escribió:Administración ejemplar

No diremos que tu eres el negro y así todos los méritos van para la nueva   xDD

No me explico como has adivinado que soy negro

a ver, que no tienes porque saberlo, hay una ronda casi igual, la cuarta o la quinta.

Se puede cambiar la frase?

borogis escribió:

Jud escribió:

borogis escribió:Administración ejemplar

No diremos que tu eres el negro y así todos los méritos van para la nueva   xDD

No me explico como has adivinado que soy negro

 Intución femenina 

(He editado el 1r post )

Esta era la otra frase... es casi igual


Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque

Stoner escribió:Esta era la otra frase... es casi igual


Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque

Durrutazo


También hubo un par de rondas con espejos/reflejos

no veo el problema

silver escribió:

Jud escribió:Okis pues, disculpad la similitud pero no la modifico

Eso es que tienes el relato ya escrito, no eres la primera

m

Stoner escribió:a ver, que no tienes porque saberlo, hay una ronda casi igual, la cuarta o la quinta.

Se puede cambiar la frase?

Ok, apliquemos democracia: hasta las 16:30 (o antes si el resultado es aplastante) votad sí o no a si se debe cambiar la frase

m señor escribió:

silver escribió:

Jud escribió:Okis pues, disculpad la similitud pero no la modifico

Eso es que tienes el relato ya escrito, no eres la primera

m

Jajjajajjajajaaj 

¡¡que injustos fuisteis con este relato esa ronda!!....

32º Ka-tet

Las huellas eran recientes y se adentraban en el bosque, no hay duda.
Seguimos buscando nuestro ka.


de los mejores, no recuerdo el autor...

m

Jud escribió:

Stoner escribió:a ver, que no tienes porque saberlo, hay una ronda casi igual, la cuarta o la quinta.

Se puede cambiar la frase?

Ok, apliquemos democracia: hasta las 16:30 (o antes si el resultado es aplastante) votad sí o no a si se debe cambiar la frase

Sigues empeñada en meterte en líos



la demcracia y el microrrelatismo casi siempre acaban en caos

la adminitración con mano hierro es lo que se lleva.

observaré el desarrollo de lis acontecimientos con interés

joder, será por frases

Stoner escribió:joder, será por frases

Pues a mi no me ha parecido tan fácil!


Enga, votad antes de las 16:30!6

Stoner escribió:joder, será por frases

y por relatos en bosques....
m

Jud escribió:

Stoner escribió:joder, será por frases

Pues a mi no me ha parecido tan fácil!


Enga, votad antes de las 16:30!6

voto lo que quiera Jud.
m

voto cambio.

Me gusta mucho leeros como para tener que ver ideas repetidas.

Jud no lo sabía, es lógico. Es tan fácil como cambiarla

No había ninguna huella que se adentrara en el sendero del bosque

El sendero de Del Bosque...

Apa, frase modificada.

jajajaja, pedazo de frase

Los macarrones estaban fríos y faltaba un cuchillo. Era el plato del abuelo.

borogis escribió:Los macarrones estaban fríos y faltaba un cuchillo. Era el plato del abuelo.

Gracias borogis. Faena que me ahorras

Esto tambien es una tradicion jud. El primer relato de la primera ronda era de un abuelo. Y un cuchillo.

Jajajja gracias por la aclaración

Macarrones

ese día en que no puedes probar sonido porque en la catedral de al lado están coronando nuevo obispo y en el jardín contiguo hay una pantalla gigante para los feligreses que se han quedado fuera. 


Me encanta la frase. Mucho mucho.

Ojo que macarrón tiene mas signifcados, ojo,ojo.

¿También es sinónimo de chulo en castellano? (En catalán sí)

Jud escribió:¿También es sinónimo de chulo en castellano? (En catalán sí)

Cuando de pequeño jugando por ahí todo sudado, te rascabas la piel y salian esas tirillas de piel muerta gris y apestosa y sucia y enganchosa.. A eso le llama mi madre macarrones

No puedo evitar que la frase me recuerde a esta cancion:

metalbert escribió:

Jud escribió:¿También es sinónimo de chulo en castellano? (En catalán sí)

Cuando de pequeño jugando por ahí todo sudado, te rascabas la piel y salian esas tirillas de piel muerta gris y apestosa y sucia y enganchosa.. A eso le llama mi madre macarrones

   "Xurro de pell", decía la mía 

Jajajaja

He desayunado macarrones.

Eloy escribió:

YOMISMO escribió:He desayunado macarrones.