Axl reparte amor

radiorag escribió:Parece que por fin cayó Yesterdays

mardigross escribió:A 4 kilos por bolo, éxito mediático sin precedentes, recibidos y tratados como megaestrellas de primerisimo nivel.... Habría que ser muy estúpido o estar irremediablente como una cabra para mandar todo esto a la mierda.

Aunque tengo mis dudas; el otro día en el Calderón Axl cruzó un par de miradas y gestos de auténtico lunático. Y no me refiero a la cocaine eye of the tiger sight, me refiero a un par de gestos de una persona enferma...

Quiero volver a verlos y no quiero esperar otros 2/5/10 años para verlos. La noche del Calderón tuve la sensación de que no se volvería a repetir y sigo con un vacío desde entonces...

Lorenzombie escribió:Uf, qué pereza, no sabía que me estaba metiendo en un debate de esos en los que no se avanza nada.

Te irrita Melissa? Pues estupendo, jajaja

Me borro del asunto.

rockero deprimido escribió:

Axlferrari escribió:

rockero deprimido escribió:¿Y estos porque no han actuado en Francia?

El 7 de julio en París me parece.

Ok...miraba gira y no veia le france.Gracias.

Sobre Melissa, soy fan desde el principio de la banda y personalmente no me irrita.Ha pasado ya muchos años desde que me encabronase que incluyesen un teclista,que echasen a Adler y el sistituto copiase pateticamente la imagen de axl, que se fuese izzy...Lo que me irrita fué la travesia por el desierto y que la vision tentacion fuese el album de Axl en solitario

Lo que no tengo claro, es que toca.
En its so easy...yo pocos teclados oigo, y si es piano, lo hace el otro.
Coros si lo tengo claro, ha ganado mucho el grupo y tapa carencias del pelirrojo.
Y en los temas más recientes tambien.
De todos modos, si hay novas musicas, obviamente habrán sonidos modernetes y ahi entra ella, que sabe mas que todos juntos.Hizo musica de videojuegos, bandas sonoras y por la edad sabrá mas.
Y POR SUPUESTO ME LA FOLLABA HASTA QUE NOS SEPARASE EL FORENSE

Moltisanti escribió:

mardigross escribió:A 4 kilos por bolo, éxito mediático sin precedentes, recibidos y tratados como megaestrellas de primerisimo nivel.... Habría que ser muy estúpido o estar irremediablente como una cabra para mandar todo esto a la mierda.

Aunque tengo mis dudas; el otro día en el Calderón Axl cruzó un par de miradas y gestos de auténtico lunático. Y no me refiero a la cocaine eye of the tiger sight, me refiero a un par de gestos de una persona enferma...

Quiero volver a verlos y no quiero esperar otros 2/5/10 años para verlos. La noche del Calderón tuve la sensación de que no se volvería a repetir y sigo con un vacío desde entonces...

Eres grande y te viene de familia.

Pienso igual.

Y sí, vi esos jetos de cruzao de la hostia. Axl está como unas maracas.

Lazaretto escribió:

Spoiler:

Adso escribió:La mía:
Guns N´ Roses en el Vicente Calderón. Not in this lifetime tour. (4/06/2017)

Ha pasado exactamente una semana del concierto de Guns and Roses en Madrid, por lo que ya va siendo hora de ofrecer mis impresiones por escrito, tal y como prometí. Antes de entrar en harina, me gustaría realizar dos consideraciones ajenas al propio show y que no tendría mucho sentido rescatar después.

En primer lugar, la reunión. Hay quien dice que esta formación de Guns and Roses no es la auténtica, porque no está Steven Adler y sobre todo por la ausencia de Izzy Stradlin. Es decir, los cinco magníficos que crearon el mejor debut de la década de los años ochenta. Sólo recordarles que Izzy Stradlin dejó el barco antes de la edición de los dos discos dobles de “Use Your Illusion”, es decir, en 1991. Y en el caso de Steven Adler, sólo llegó a participar en la grabación de “Civil War” de dichos discos. Yo amo a Izzy, claro que sí, y le tengo cariño a Steven. Pero negar que Guns and Roses lo son también sin Izzy es negar a los Guns and Roses masivos, los que todos conocemos. Los que algunos vimos hace ahora veinticinco años en el campo del Betis. Izzy nunca disfrutó con los estadios, con las giras mastodónticas, con los excesos de las giras, ni siquiera con la dirección musical de temas como “Estranged” o “Coma”. Izzy es puro y simple rock and roll, y ojalá vuelva de algún modo. Pero Guns and Roses es un monstruo demasiado grande para rechazarlo por la ausencia del carismático guitarrista y fantástico compositor.

En segundo lugar, Mark Lanegan. Muy poca gente entendió la propuesta del exlíder de Screaming Trees como segundo telonero de los Guns. Es cierto que su música intimista y oscura no es la más adecuada para un recinto de estas características, encima con pésimo sonido. Además Lanegan apenas se mueve, canta inmóvil pegado al micro, con esa voz de ultratumba, todas esas increíbles canciones que son más apropiadas para un pequeño club lleno de humo. No obstante, pese a la indiferencia y el cuchicheo general, disfruté enormemente temas como “Nocturne” o “Beehive” de su último disco, así como clásicos como “Hit the city” o la más reciente “The Gravedigger´s song”. Mark incluso cantó “Black rose way” de Screaming Trees, que tuvo una acogida tan fría como el resto. No importa, su nuevo disco, “Gargoyle” le certifica como uno de los grandes cantautores de la actualidad, y el que mejor supo reinventarse de la época del grunge, y su concierto estuvo cargado de clase y elegancia. Ojalá podamos volver a verle en mejores condiciones, pero yo doy las gracias a Duff McKagan por hacer posible este concierto. Al que no le guste, que no mire (y que se calle).

Y ahora sí, Guns and Roses.

Había sido un fin de semana muy intenso, y la espera desde los accesos al estadio, muy larga. Tras los teloneros y parte de la discografía de Queen sonando por los altavoces, ahí estábamos de nuevo mi hermano Álvaro y yo a escasos metros de un escenario en el que una pantalla proyectaba una animación con el logo de las pistolas y las rosas. El colega Gonzalo Pascual se había quedado un poco más atrás. La hora programada era las 21:30, y contra todo pronóstico, casi un cuarto de hora antes, ya estaba sonando la sintonía de Looney Tunes que sirve de introducción. Muy poco después ya estaban todos sobre el escenario, atacando “It´s so easy”. Lejos quedan ya los tiempos en los que Axl Rose tardaba un par de horas en salir a cantar (aún recuerdo el espectáculo del 2006, por ejemplo, con la gente arrancando los asientos de las gradas). Los tiempos han cambiado, y con ellos, todos nosotros, Guns and Roses incluidos. Axl Rose incluido (quién lo diría).

Ahí estaban los tres magníficos 25 años después: Duff Mckagan, fibroso e imponente, con su bajo blanco con el símbolo de Prince, a quien tanto admira; Slash, con su Les Paul y su chistera de terciopelo negro, que pocos saben que sólo se enfunda con Guns and Roses. En otros proyectos suele llevar chisteras de cuero. Y Axl Rose, sin sombrero, ni pañuelo ni nada en la cabeza. Vaqueros rotos, chaqueta roja y gafas de sol. Aún no es de noche, pero el show acaba de empezar y ya no decaerá hasta el final. Detrás de ellos, los necesarios mercenarios a excepción del mítico teclista Dizzy Reed, que lleva en la banda más tiempo que Duff y Slash. El estadio está caliente, sold out, la gente tiene ganas de Guns y mi cabeza no deja de pensar en muchos momentos de mi vida.
Porque no son una banda cualquiera. Son los jodidos Guns and Roses, y toda mi vida está asociada a ellos desde mi adolescencia. Guns and Roses es tener 17 años y estar en un autobús camino de París escuchando “Use your Illusion 2” en el walkman. Era el viaje de fin de curso del instituto. En aquella época escuchar a los Guns era como “estar en casa”. No importaba si había tenido un mal día, si las cosas no habían salido como esperaba con alguna chica o algún examen. Escuchar aquellas canciones era reconfortante, era estar a salvo. Esa guitarra majestuosa de Slash, con tantos matices y cambios; esa chulería de Izzy, tan Stoniana; esa rabia de Axl al cantar, que se tornaba dulce en las baladas como “Don´t cry”. Los dos discos habían salido un año antes, y mi hermano Álvaro había comprado los CDS, que yo ya me sabía de memoria y me había grabado en dos cintas TDK de 90 en la cadena AIWA del salón. Creo que también se los grabé a mi amigo Antonio Galindo.

Guns and Roses eran aquellos extraños videos de delfines y bodas/funerales que me pasó en VHS hace años Maria Esmas, era el concierto del Ritz, los múltiples escándalos que aparecían en las revistas heavies, en Popular 1, en el ABC, en los 40 principales. Y era el concierto de Sevilla, por supuesto, con Soundgarden y Faith No More de teloneros. “Bastardos” gritaba a la audiencia Mike Patton, y la audiencia respondía lanzando una lluvia de latas. Recuerdo que llevé una camiseta negra con la portada azul de Use your illusion y un cutreparche con el logo cosido a una manga. Mi hermano llevó la camiseta blanca de “Lies”, aunque yo fui con mi con mi amigo Antonio.
Guns and Roses era estar en casa, y el Calderón fue rememorar muchos momentos de mi vida, y acordarme de las personas que tanto quiero y que ya no están. Las que se fueron para siempre y aquellas con las que ya no tengo relación. Porque Guns and Roses también es mi etapa en Granada, y la facultad, y el canal del IRC, y los foros de elistas, y el foro de la Plazoleta. Axl reparte amor.

Allí estaba yo. Allí estaban ellos. Y en medio, 55.000 personas cantando las canciones de la banda sonora de mi vida. Y vaya cómo sonaron. Como no me cansé de repetir, el concierto sonó mejor que hace 25 años, si somos capaces de obviar a un batería carente de groove y personalidad. Axl muy bien de voz, como ya nos demostró un año antes con AC/DC, Slash sublime a las seis cuerdas (impresionante en la parte final de “Double talkin´jive”, por ejemplo) y Duff con su habitual presencia y estilo. Detrás de ellos, Richard Fortus muy solvente y Melissa muy divertida con su pelo azul y su pinta de anime. Qué graciosa es esta chica.

Se les ve motivados, entregados, profesionales, aunque hay muy poca interacción entre Axl y Slash. De hecho, en el momento de la presentación de los músicos, Axl ni siquiera menciona su nombre. Dice: “A la guitarra…” y su silencio se convierte en los gritos de la audiencia. A Axl le gusta jugar con el morbo, porque en realidad sabe que nadie en el mundo toca como Slash las canciones de Guns and Roses.

El repertorio es extenso y variado, y en él tienen cabida, por supuesto, los clásicos de “Appetite for destruction” (sorprende ese oscuro “Out ta get me”), los hits más populares de “Use your illusion” que todos conocemos, y hasta tres temas de “Chinese Democracy”. Y por Dios, “Coma”. Y por si fuera poco, la que para muchos es una de las grandes canciones de los años 90, “Estranged”. Nunca soñé que iba a escuchar estos dos temazos en directo. Ojalá hubiera estado el petardo de Matt Sorum a la batería, pero aún así los disfruté muchísimo. Dos temas largos, llenos de partes, complejos. La parte final de “Coma”, tan aguda, es todo un desafío para las cuerdas vocales y los pulmones de Axl, un speech larguísimo in crescendo que no parece tener fin. Y “Estranged” es casi una sinfonía, una canción que está permanentemente empezando de nuevo. La canción de toda una generación. "Viejo en el corazón pero sólo tengo 28 años".

También hay versiones, algunas muy emotivas, como ese “Black hole sun” en memoria de Chris Cornell, al que he tenido en mente todos estos días. La versión es muy respetuosa, Axl lo admiraba mucho. Si hasta llegaron a meter “Big dumb sex” de Soundgarden en “The Spaghetti incident?”. Fuck, fuck, fuck, etc..

El ritmo no decae. Axl controla un estadio como si fuera un pequeño local, sabe como guiar a las masas, sobre todo cuando se pone una bufanda del Atlético de Madrid que alguien le lanza del público. Slash toca mejor que nunca, se sucede un clásico tras otro ("Civil War", "Sweet child", "Nightrain", "Knockin"), y en medio de todo, más versiones, mucha parte instrumental para que el de la chistera se luzca: “El Padrino”, “Wish you were here” de Pink Floyd, el final de “Layla” de Clapton con Axl al piano, “Melissa” de Allman brothers band, tributo al desaparecido Gregg Allman… y hasta “The seeker” de The Who. Vuelve a sonar “Live and let die” justo un año después en el mismo escenario, y yo vuelvo a estar en el mismo sitio con la misma sonrisa en la cara. Viva Paul McCartney.

En las canciones de “Chinese Democracy” a Slash se le ve menos cómodo (e incluso suelta su mítica Les Paul y saca su guitarra verde), pero “This I love” es una de las que mejor suena de la noche. Canciones por contrato, pero me encanta escucharlas. Axl está feliz, ganador.
Duff tiene su momento de gloria cantando “Attitude” de los Misfits, con la introducción de “You Can't Put Your Arms Around A Memory” de Johnny Thunders que hacía en el Spaghetti. Recuerdo que en la facultad escribí un cortometraje que titulé “Actitud” y que iba a protagonizar mi amigo Darío Galo. Por supuesto, en la banda sonora del film estaba esta versión, recuerdo mi imagen mental de la escena en la que iba a sonar. Lástima que nunca terminara de rodar ese corto. A saber dónde estará esa cinta de Minidv.
De la parte final sorprende una “Patience” totalmente acústica, memorable, perfecto preludio para el fin de fiesta con “Paradise city” con petardos, confeti, Slash haciendo el pino y Axl lanzando su micrófono al público. El micro cae a mi lado pero no me lanzo a por él, hay una batalla campal y yo estoy ya mayor para estos trotes.
.
Son tres horas de concierto, tres horas de emociones y recuerdos, sin un respiro, sin un parón, ni siquiera cuando subía o bajaba el piano de Axl para acometer “November Rain”. Qué anillacos lleva Axl en los dedos, por cierto. El concierto ha sido un sueño, un regalo inesperado para muchos de nosotros, algo tan intenso y triunfal que la semana siguiente ha sido un bajón, un contraste demasiado difícil de afrontar. Me siento como cuando Kiz Richards no está de gira.

Ha pasado una semana del concierto y en realidad han sido 25 años. Slash tiene un marcapasos, a Duff le explotó el páncreas antes de licenciarse en Económicas, y Axl estuvo sumido en una depresión durante muchos años hasta que el clan brasileño le rescató, pero aquí están los tres, aún vivos. “Not in this lifetime” se llama la gira. “No nos reuniremos en esta vida” dijo Axl Rose, y aquí están, esperemos que por mucho tiempo.

Porque yo quiero volver a tener diecisiete años, quiero volver a rememorar el tiempo en que Guns and Roses dominaban el mundo, y teníamos toda la vida por delante. Quiero volver a estar “en casa”.

VELVETGUNNER escribió:

Adso escribió:La mía:
Guns N´ Roses en el Vicente Calderón. Not in this lifetime tour. (4/06/2017)

Ha pasado exactamente una semana del concierto de Guns and Roses en Madrid, por lo que ya va siendo hora de ofrecer mis impresiones por escrito, tal y como prometí. Antes de entrar en harina, me gustaría realizar dos consideraciones ajenas al propio show y que no tendría mucho sentido rescatar después.

En primer lugar, la reunión. Hay quien dice que esta formación de Guns and Roses no es la auténtica, porque no está Steven Adler y sobre todo por la ausencia de Izzy Stradlin. Es decir, los cinco magníficos que crearon el mejor debut de la década de los años ochenta. Sólo recordarles que Izzy Stradlin dejó el barco antes de la edición de los dos discos dobles de “Use Your Illusion”, es decir, en 1991. Y en el caso de Steven Adler, sólo llegó a participar en la grabación de “Civil War” de dichos discos. Yo amo a Izzy, claro que sí, y le tengo cariño a Steven. Pero negar que Guns and Roses lo son también sin Izzy es negar a los Guns and Roses masivos, los que todos conocemos. Los que algunos vimos hace ahora veinticinco años en el campo del Betis. Izzy nunca disfrutó con los estadios, con las giras mastodónticas, con los excesos de las giras, ni siquiera con la dirección musical de temas como “Estranged” o “Coma”. Izzy es puro y simple rock and roll, y ojalá vuelva de algún modo. Pero Guns and Roses es un monstruo demasiado grande para rechazarlo por la ausencia del carismático guitarrista y fantástico compositor.

En segundo lugar, Mark Lanegan. Muy poca gente entendió la propuesta del exlíder de Screaming Trees como segundo telonero de los Guns. Es cierto que su música intimista y oscura no es la más adecuada para un recinto de estas características, encima con pésimo sonido. Además Lanegan apenas se mueve, canta inmóvil pegado al micro, con esa voz de ultratumba, todas esas increíbles canciones que son más apropiadas para un pequeño club lleno de humo. No obstante, pese a la indiferencia y el cuchicheo general, disfruté enormemente temas como “Nocturne” o “Beehive” de su último disco, así como clásicos como “Hit the city” o la más reciente “The Gravedigger´s song”. Mark incluso cantó “Black rose way” de Screaming Trees, que tuvo una acogida tan fría como el resto. No importa, su nuevo disco, “Gargoyle” le certifica como uno de los grandes cantautores de la actualidad, y el que mejor supo reinventarse de la época del grunge, y su concierto estuvo cargado de clase y elegancia. Ojalá podamos volver a verle en mejores condiciones, pero yo doy las gracias a Duff McKagan por hacer posible este concierto. Al que no le guste, que no mire (y que se calle).

Y ahora sí, Guns and Roses.

Había sido un fin de semana muy intenso, y la espera desde los accesos al estadio, muy larga. Tras los teloneros y parte de la discografía de Queen sonando por los altavoces, ahí estábamos de nuevo mi hermano Álvaro y yo a escasos metros de un escenario en el que una pantalla proyectaba una animación con el logo de las pistolas y las rosas. El colega Gonzalo Pascual se había quedado un poco más atrás. La hora programada era las 21:30, y contra todo pronóstico, casi un cuarto de hora antes, ya estaba sonando la sintonía de Looney Tunes que sirve de introducción. Muy poco después ya estaban todos sobre el escenario, atacando “It´s so easy”. Lejos quedan ya los tiempos en los que Axl Rose tardaba un par de horas en salir a cantar (aún recuerdo el espectáculo del 2006, por ejemplo, con la gente arrancando los asientos de las gradas). Los tiempos han cambiado, y con ellos, todos nosotros, Guns and Roses incluidos. Axl Rose incluido (quién lo diría).

Ahí estaban los tres magníficos 25 años después: Duff Mckagan, fibroso e imponente, con su bajo blanco con el símbolo de Prince, a quien tanto admira; Slash, con su Les Paul y su chistera de terciopelo negro, que pocos saben que sólo se enfunda con Guns and Roses. En otros proyectos suele llevar chisteras de cuero. Y Axl Rose, sin sombrero, ni pañuelo ni nada en la cabeza. Vaqueros rotos, chaqueta roja y gafas de sol. Aún no es de noche, pero el show acaba de empezar y ya no decaerá hasta el final. Detrás de ellos, los necesarios mercenarios a excepción del mítico teclista Dizzy Reed, que lleva en la banda más tiempo que Duff y Slash. El estadio está caliente, sold out, la gente tiene ganas de Guns y mi cabeza no deja de pensar en muchos momentos de mi vida.
Porque no son una banda cualquiera. Son los jodidos Guns and Roses, y toda mi vida está asociada a ellos desde mi adolescencia. Guns and Roses es tener 17 años y estar en un autobús camino de París escuchando “Use your Illusion 2” en el walkman. Era el viaje de fin de curso del instituto. En aquella época escuchar a los Guns era como “estar en casa”. No importaba si había tenido un mal día, si las cosas no habían salido como esperaba con alguna chica o algún examen. Escuchar aquellas canciones era reconfortante, era estar a salvo. Esa guitarra majestuosa de Slash, con tantos matices y cambios; esa chulería de Izzy, tan Stoniana; esa rabia de Axl al cantar, que se tornaba dulce en las baladas como “Don´t cry”. Los dos discos habían salido un año antes, y mi hermano Álvaro había comprado los CDS, que yo ya me sabía de memoria y me había grabado en dos cintas TDK de 90 en la cadena AIWA del salón. Creo que también se los grabé a mi amigo Antonio Galindo.

Guns and Roses eran aquellos extraños videos de delfines y bodas/funerales que me pasó en VHS hace años Maria Esmas, era el concierto del Ritz, los múltiples escándalos que aparecían en las revistas heavies, en Popular 1, en el ABC, en los 40 principales. Y era el concierto de Sevilla, por supuesto, con Soundgarden y Faith No More de teloneros. “Bastardos” gritaba a la audiencia Mike Patton, y la audiencia respondía lanzando una lluvia de latas. Recuerdo que llevé una camiseta negra con la portada azul de Use your illusion y un cutreparche con el logo cosido a una manga. Mi hermano llevó la camiseta blanca de “Lies”, aunque yo fui con mi con mi amigo Antonio.
Guns and Roses era estar en casa, y el Calderón fue rememorar muchos momentos de mi vida, y acordarme de las personas que tanto quiero y que ya no están. Las que se fueron para siempre y aquellas con las que ya no tengo relación. Porque Guns and Roses también es mi etapa en Granada, y la facultad, y el canal del IRC, y los foros de elistas, y el foro de la Plazoleta. Axl reparte amor.

Allí estaba yo. Allí estaban ellos. Y en medio, 55.000 personas cantando las canciones de la banda sonora de mi vida. Y vaya cómo sonaron. Como no me cansé de repetir, el concierto sonó mejor que hace 25 años, si somos capaces de obviar a un batería carente de groove y personalidad. Axl muy bien de voz, como ya nos demostró un año antes con AC/DC, Slash sublime a las seis cuerdas (impresionante en la parte final de “Double talkin´jive”, por ejemplo) y Duff con su habitual presencia y estilo. Detrás de ellos, Richard Fortus muy solvente y Melissa muy divertida con su pelo azul y su pinta de anime. Qué graciosa es esta chica.

Se les ve motivados, entregados, profesionales, aunque hay muy poca interacción entre Axl y Slash. De hecho, en el momento de la presentación de los músicos, Axl ni siquiera menciona su nombre. Dice: “A la guitarra…” y su silencio se convierte en los gritos de la audiencia. A Axl le gusta jugar con el morbo, porque en realidad sabe que nadie en el mundo toca como Slash las canciones de Guns and Roses.

El repertorio es extenso y variado, y en él tienen cabida, por supuesto, los clásicos de “Appetite for destruction” (sorprende ese oscuro “Out ta get me”), los hits más populares de “Use your illusion” que todos conocemos, y hasta tres temas de “Chinese Democracy”. Y por Dios, “Coma”. Y por si fuera poco, la que para muchos es una de las grandes canciones de los años 90, “Estranged”. Nunca soñé que iba a escuchar estos dos temazos en directo. Ojalá hubiera estado el petardo de Matt Sorum a la batería, pero aún así los disfruté muchísimo. Dos temas largos, llenos de partes, complejos. La parte final de “Coma”, tan aguda, es todo un desafío para las cuerdas vocales y los pulmones de Axl, un speech larguísimo in crescendo que no parece tener fin. Y “Estranged” es casi una sinfonía, una canción que está permanentemente empezando de nuevo. La canción de toda una generación. "Viejo en el corazón pero sólo tengo 28 años".

También hay versiones, algunas muy emotivas, como ese “Black hole sun” en memoria de Chris Cornell, al que he tenido en mente todos estos días. La versión es muy respetuosa, Axl lo admiraba mucho. Si hasta llegaron a meter “Big dumb sex” de Soundgarden en “The Spaghetti incident?”. Fuck, fuck, fuck, etc..

El ritmo no decae. Axl controla un estadio como si fuera un pequeño local, sabe como guiar a las masas, sobre todo cuando se pone una bufanda del Atlético de Madrid que alguien le lanza del público. Slash toca mejor que nunca, se sucede un clásico tras otro ("Civil War", "Sweet child", "Nightrain", "Knockin"), y en medio de todo, más versiones, mucha parte instrumental para que el de la chistera se luzca: “El Padrino”, “Wish you were here” de Pink Floyd, el final de “Layla” de Clapton con Axl al piano, “Melissa” de Allman brothers band, tributo al desaparecido Gregg Allman… y hasta “The seeker” de The Who. Vuelve a sonar “Live and let die” justo un año después en el mismo escenario, y yo vuelvo a estar en el mismo sitio con la misma sonrisa en la cara. Viva Paul McCartney.

En las canciones de “Chinese Democracy” a Slash se le ve menos cómodo (e incluso suelta su mítica Les Paul y saca su guitarra verde), pero “This I love” es una de las que mejor suena de la noche. Canciones por contrato, pero me encanta escucharlas. Axl está feliz, ganador.
Duff tiene su momento de gloria cantando “Attitude” de los Misfits, con la introducción de “You Can't Put Your Arms Around A Memory” de Johnny Thunders que hacía en el Spaghetti. Recuerdo que en la facultad escribí un cortometraje que titulé “Actitud” y que iba a protagonizar mi amigo Darío Galo. Por supuesto, en la banda sonora del film estaba esta versión, recuerdo mi imagen mental de la escena en la que iba a sonar. Lástima que nunca terminara de rodar ese corto. A saber dónde estará esa cinta de Minidv.
De la parte final sorprende una “Patience” totalmente acústica, memorable, perfecto preludio para el fin de fiesta con “Paradise city” con petardos, confeti, Slash haciendo el pino y Axl lanzando su micrófono al público. El micro cae a mi lado pero no me lanzo a por él, hay una batalla campal y yo estoy ya mayor para estos trotes.
.
Son tres horas de concierto, tres horas de emociones y recuerdos, sin un respiro, sin un parón, ni siquiera cuando subía o bajaba el piano de Axl para acometer “November Rain”. Qué anillacos lleva Axl en los dedos, por cierto. El concierto ha sido un sueño, un regalo inesperado para muchos de nosotros, algo tan intenso y triunfal que la semana siguiente ha sido un bajón, un contraste demasiado difícil de afrontar. Me siento como cuando Kiz Richards no está de gira.

Ha pasado una semana del concierto y en realidad han sido 25 años. Slash tiene un marcapasos, a Duff le explotó el páncreas antes de licenciarse en Económicas, y Axl estuvo sumido en una depresión durante muchos años hasta que el clan brasileño le rescató, pero aquí están los tres, aún vivos. “Not in this lifetime” se llama la gira. “No nos reuniremos en esta vida” dijo Axl Rose, y aquí están, esperemos que por mucho tiempo.

Porque yo quiero volver a tener diecisiete años, quiero volver a rememorar el tiempo en que Guns and Roses dominaban el mundo, y teníamos toda la vida por delante. Quiero volver a estar “en casa”.

Cojonuda crítica, estar en casa para mí es entrar cada día en este topic y leer este tipo de cosas con las que también conecto con mi adolescencia. Guns son una parte muy importante de nuestra vida para nosotros y que está gira que pensábamos que nunca iba a suceder se haya hecho realidad, es algo que nos hace sentir cosas que creíamos que teníamos olvidadas.
Solo un apunte porque es algo que ya la he escuchado varias veces y es erroneo. Axl en Madrid sí dijo el nombre de Slash al presentarlo, lo que pasa que la ovación del público lo tapó, pero lo hace bajando la voz y en tono más grave, tal como hacía en la gira de los Illusions. Es otro gesto más hacia la nostalgia de los fans que lo vivimos en su momento, pero hay gente que solo lo utiliza para decir chorradas como que lo hizo porque no se llevan bien.

Se ve perfectamente en el vídeo de Gavitana minuto 0:49

Katxorro escribió:Adso, que se oye muy claro

rockero deprimido escribió:Bullyng a Melissa y Frank.
Mujer y negro
Es un foro rasista.

mardigross escribió:Fernado Lebais está buscando la Godltop de Slash que le robaron en 1999 y que el mulato lleva dos años buscando como un loco.

Fuete:
https://m.facebook.com/slashsguitars/photos/a.154089767989667.39765.151834768215167/1466448656753765/?type=3&source=48

ion escribió:

La pongo entera. Ferrer es un PUTO DESASTRE durante todo el tema!

Edko Fuzz escribió:

mardigross escribió:Fernado Lebais está buscando la Godltop de Slash que le robaron en 1999 y que el mulato lleva dos años buscando como un loco.

Fuete:
https://m.facebook.com/slashsguitars/photos/a.154089767989667.39765.151834768215167/1466448656753765/?type=3&source=48

Hostia, no tenía ni idea de que se la habían robado. Me parece increíble que a alguien como Slash le puedan robar una guitarra. Menos mal que la encontraron!

Adso escribió:

Katxorro escribió:Adso, que se oye muy claro

Ese "Es-lash" no lo dice Axl, no me jodas. Yo creo que es hasta Gavitana.

vernset escribió:No dijo eso. Dijo lo que ha dicho en muchas otras ocasiones. Dice "... well..." que es una manera de decir: NO NECESITA PUTA PRESENTACIÓN.

DumDumBoy escribió:

Adso escribió:

Katxorro escribió:Adso, que se oye muy claro

Ese "Es-lash" no lo dice Axl, no me jodas. Yo creo que es hasta Gavitana.

Axl sí dice Slash en la presentación, justo antes de que empiezce a tocar el sólo y Axl se vaya yendo del escenario dice "Slash", lo dice grave y hace un gesto con la mano. Luego ya baja el micro. Es lo último que dice.

screamin' rat escribió:

DumDumBoy escribió:

Adso escribió:

Katxorro escribió:Adso, que se oye muy claro

Ese "Es-lash" no lo dice Axl, no me jodas. Yo creo que es hasta Gavitana.

Axl sí dice Slash en la presentación, justo antes de que empiezce a tocar el sólo y Axl se vaya yendo del escenario dice "Slash", lo dice grave y hace un gesto con la mano. Luego ya baja el micro. Es lo último que dice.

Eso es exactamente lo que hizo en Bilbao, lo mismo.

Alcaudon escribió:No se para que quereis musicas novas sin Izzy, que fue el alma de los mejores temas de los Ilusions. Si las hay, será una mezcla del Chinese con Velvet Revolver, vamos, como para que sea el disco del año

DumDumBoy escribió:

Alcaudon escribió:No se para que quereis musicas novas sin Izzy, que fue el alma de los mejores temas de los Ilusions. Si las hay, será una mezcla del Chinese con Velvet Revolver, vamos, como para que sea el disco del año

Eso es altamente discutible, Izzy aportaba mucho, por supuesto, pero los illusions sin Izzy tampoco sería un disco flojo eh? además parte de la esencia de los Illusions está precisamente en los temas en los que no está Izzy.
Dicho esto yo quiero que esté Izzy en un posible nuevo disco. En equilibrio entre la grandilocuencia y la simplicidad está la clave. Slash enseguida se subía al carro mastodóntico de Axl

Estranged
November Rain
Civil War
Locomotive
Breakdown
Coma
Get In The Ring
Yesterdays
So Fine
The Garden
Dead Horse
Don't Damn Me
Garden Of Eden

Adso escribió:Este topic es un deja vu constante.

Rickytin escribió:Qué cansinez de vinagre.

Pendejo escribió:

Adso escribió:Este topic es un deja vu constante.

¿Y de que vas a hablar si llevan 24 años sin sacar nuevo disco?

Adso escribió:

Pendejo escribió:

Adso escribió:Este topic es un deja vu constante.

¿Y de que vas a hablar si llevan 24 años sin sacar nuevo disco?

Ya, pero parecemos el chiringuito de jugones. ¿Vendemos a Benzema? ¿Que vuelva Izzy?

Alcaudon escribió:

Adso escribió:

Pendejo escribió:

Adso escribió:Este topic es un deja vu constante.

¿Y de que vas a hablar si llevan 24 años sin sacar nuevo disco?

Ya, pero parecemos el chiringuito de jugones. ¿Vendemos a Benzema? ¿Que vuelva Izzy?

   

le pega mucho mas axl/dc eso esta claro, en todo caso mira que venga lo que venga y que sea lo que dios quiera, me retiro del topìc porque entiendo que aqui es territorio gunner y mi axl/dcdismo molesta e irrita  

Pendejo escribió:

DumDumBoy escribió:

Alcaudon escribió:No se para que quereis musicas novas sin Izzy, que fue el alma de los mejores temas de los Ilusions. Si las hay, será una mezcla del Chinese con Velvet Revolver, vamos, como para que sea el disco del año

Eso es altamente discutible, Izzy aportaba mucho, por supuesto, pero los illusions sin Izzy tampoco sería un disco flojo eh? además parte de la esencia de los Illusions está precisamente en los temas en los que no está Izzy.
Dicho esto yo quiero que esté Izzy en un posible nuevo disco. En equilibrio entre la grandilocuencia y la simplicidad está la clave. Slash enseguida se subía al carro mastodóntico de Axl

Estranged
November Rain
Civil War
Locomotive
Breakdown
Coma
Get In The Ring
Yesterdays
So Fine
The Garden
Dead Horse
Don't Damn Me
Garden Of Eden

¿Esa lista que es? ¿Canciones compuestas por Izzy en los Illusions?

vernset escribió:No dijo eso. Dijo lo que ha dicho en muchas otras ocasiones. Dice "... well..." que es una manera de decir: NO NECESITA PUTA PRESENTACIÓN.

polasco77 escribió:Temas de izzy en los illusions

Dust n' bones
Don't cry
You ain't the first
Bad obsession
Double talkin' jive
14 years (a medias con Axl)
Pretty tied up
You could be mine

Y no hay más.