CONCURSO MICRORRELATOS: Ronda 4 - Edición IV . RUDICIO Y ELOY GANADORES!!

por Toro 17.08.18 11:32

ACTAS:

https://docs.google.com/spreadsheets/d/1yL3FwBAD_9E03v04Te6YiZ56QZk87DFBy9z4Uie6tXs/edit?usp=sharing

FdC:

REGLAS:

El juego consiste en escribir un relato inédito verdaderamente corto, inferior a 150 palabras.
La primera frase de cada texto habrá de ser, obligatoriamente, la dada previamente por el campeón de la edición anterior.
El tema del texto será libre, siempre y cuando tenga sentido con la primera frase predeterminada.
Los relatos deberán enviarse mediante mensaje privado al administrador del hilo de cada ronda.
La periodicidad del juego será semanal.
Solo se podrá concursar con un texto por forero y ronda. Las segundas y sucesivas versiones, variantes y demás supondrán la descalificación en la ronda en curso.
El sistema de puntuación será el siguiente: puede votar cualquier forero (si no ha participado enviando relato, deberá tener más de 50 mensajes) y puntuará a los tres textos que más le gusten, otorgando 3 puntos al que más le gustó, 2 puntos al segundo y 1 punto al tercero. No es obligatorio haber participado en el concurso para poder votar. Es obligatorio votar si se ha participado publicando un relato, quedando exento sólo por causa mayor (viaje, rapto, abducción, etc...). Si no vota su relato quedará fuera del concurso.
El ganador del concurso propondrá la frase que se utilizará la semana siguiente, pudiendo ser esta frase totalmente libre, pero de una extensión no superior a 2 líneas, que sí contarán para la longitud del relato.
El orden de publicación, voto y recuento de los distintos relatos será el siguiente:

Publicación de la frase: Antes de las 23:59 h del viernes
Escritura de los relatos: viernes a miércoles a las 22h.
Votaciones: hasta jueves a las 22 h.
Gala: el jueves tras las votaciones.
La puntuación para la clasificación general será la siguiente: 10 puntos al ganador, 7 al segundo clasificado, 5 al tercero, 3 al cuarto y 1 punto al quinto clasificado.
Si, después de la votación semanal, hubiere un empate se establecerá lo siguiente: ganador quien tenga más votaciones de foreros. Si siguiese el empate: ganador quien además
tenga más votos de 3 puntos. Si siguiese el empate: ambos consiguen los puntos, se casan y tienen hijos gemelos.

ANEXO:

La norma DON admite los empates en cualquiera de las posiciones.
Los puntos también podrán repartirse, a criterio del administrador de la ronda, entre cuatro seleccionados: otorgando 3 puntos al que más le gustó, 2 puntos al segundo, 1 punto al tercero, y 1 punto extra a un cuarto.
En ausencia de frase o administrador en una ronda nueva, la administración de la ronda pasaría al segundo clasificado; si el segundo clasificado tampoco respondiera de sus obligaciones, la administración de la ronda pasaría al tercer clasificado, y así sucesivamente.

Registro histórico de resultados:

Actas de las rondas no incluidas en el historico de esta edicion, hasta la gala actual:

Clasificación provisional Edición IV hasta Ronda 4:

Enlace a archivo word con los relatos de las rondas y su autoría:

por Toro 17.08.18 11:32

“RELATOS A CONCURSO”:

1.- UN MUNDO NUEVO

Los tres nos sentamos en la mesa. A Eloy y a Rhonda no les conocía, aunque fue sencillo entablar amistad con ellos después de un par de cervezas. Al cabo de un rato llegaron Toro, RegSound, ksmith y CocH. Aquello se empezó a animar, sobre todo cuando YOMIS, SugarBug y Hank hicieron acto de presencia. No tardaron en aparecer más foreros. Silver y SirConradBurns trajeron ensaimada; DarthMercury y Damià, butifarras de las mejores. Llegaron Búho Lunático, Stoneheart, rudicio, Koikila, mugu, Crimi, Elsan y m señor, que no trajeron nada. Y por fin arribaron el resto; entre ellos, la tímida jom, Nomeko7, Fargo, manof, quakto y Troy Mc Clure.

No supimos el porqué de la demora de Salakov y David Z., aunque supusimos que habrían estado discutiendo sobre el premio Poeta Negro.

Las negociaciones iban a ser duras, pero todos sabíamos que La Nueva República iba a llamarse La Plazoleta.

2.- No hubo desmayo

Los tres nos sentamos en la mesa y él se quedó de pie aturdido, puesto que parecía no querer creérselo, así que Shannon le preguntó.
-¿Qué recuerdas después de desmayarte?
-Nada

Era la decimocuarta vez que se le estaba intentado hacer comprender, por lo que Tony procedió a la explicación de nuevo:
-El desmayo que recuerdas no fue tal, fue un infarto y por eso te has despertado aquí con nosotros, cuanto antes lo asumas mejor será, de hecho, yo llegué en tu misma situación.

Por fin parecía asumirlo, así que se sentó en la mesa con nosotros y cogió un sándwich. Ya teníamos un nuevo inquilino, por lo que hice la presentación formal.
-Pues bienvenido. El rubio es Shannon Hoon, nuestro otro amigo se llama Tony Sly, y yo soy Ian Curtis. Un placer.

Sonrió felizmente y nos dijo:
-Sobraba la presentación, sé quiénes sois los 3 de sobra

3.- Mantel de hule

Los tres nos sentamos en la mesa rodeados por el silencio cortante y denso que nos envolvía desde hacía meses. Mamá preparaba la cena para todos por inercia. Sus platos seguían sabiendo bien, pero ahora tenían un regusto funcionarial. Papá masticaba con la cabeza gacha, incapaz de establecer contacto visual con nada que no fuera la pantalla de su teléfono. De repente, levantó la vista. Sus ojos se encontraron con los de mamá. Mamá dejó caer la mano como un peso muerto. El tenedor rebotó contra el plato con un sonoro “clonc”.
-Quiero el divorcio.
Papa asintió y volvió a concentrarse en su móvil. Quizás en aquel momento debería haberme puesto triste. Pero sentí como si alguien me hubiera quitado una pesada carga de encima de los hombros.

4.- Mi última derrota

Los tres nos sentamos en la mesa con todo dispuesto para comenzar ese singular juego donde siempre hay dos ganadores y un perdedor. Ella no dijo ni una sola palabra. Su mera presencia hizo nuestro diálogo cada vez más intenso y dramático. Tras mi última intervención se levantó, puso la mano en mi hombro y al fin dijo: Tenemos que irnos.

Mientras me alejaba no pude evitar girarme y observar a mi rival, que en su patetismo acababa de romper a llorar.

5.- Nos gusta el cole

Los tres nos sentamos en la mesa con escasa ilusión. Platos y cubiertos siguen en huelga de celo, no hace falta retirar la mesa ni volverla a poner al día siguiente. Desayuno, comida y cena son el mismo menú: porcelana blanca.
Una mala racha —dice papá—; otra vez borracho —dice mamá—; ya encontraré algo —repite él—; otro trago —replica ella.
No necesitamos hablar, nuestro estómago lo hace por nosotros. Si nos damos prisa —dice el mío—, llegaremos a las sobras del comedor. Vamos —rugen los suyos.
Nos gusta el cole. Muchos niños no terminan sus bocadillos y nosotros les ayudamos. Tenemos fama de glotones.
También aprendemos mucho. Esto de ahora, la anorexia y la bulimia, no lo entiendo bien. Mis hermanas están estudiando el sistema digestivo, suena fenomenal ¿no? No os he dicho que son gemelas, siempre están peleando por todo. Por todo menos por la comida en casa.

6.- Me llamaban Trinidad

Los tres nos sentamos en la mesa y Papá materializa unos pescaditos, pan y vino.
Tres toneles.
Discusión seria.

Dice que hemos fallado. Que yo me debía ocupar del amor y cada vez da más problemas.
¿Le arranco el corazón y probamos?
No, es tarde.

También hay estopa para lengüitas. Que el sexo es responsabilidad suya y va el mundo de cabeza por él.
Se defiende atacando (¡ese es el Espíritu!): Padre, tú tampoco has hecho gran trabajo con el cerebro. Muchos males le vienen de ahí.
Vanitas vanitatis…

¡No es momento de culparse!
¡Acción! ¡Un escarmiento!
¡Una buena plaga de langostas, lluvia de fuego, algo!

¿Dónde están peor?
¡España!
¿Por qué?

¡Míralos!
Los toros, los políticos, Tele 5, César Brandon…
¡Ni corazón ni cabeza!

¿Qué mandamos?
Por mí, Apocalipsis.
¡Hay que dar ejemplo!

Por tus pecados, España, te enviamos a los Cuatro Jinetes: Melendi, Alborán, Yung Beef y Pitingo.

7.- El banquete

Los tres nos sentamos en la mesa del gran salón, tal y como nos indicó el mayordomo. Estaba repleta de los mejores manjares imaginables: perdiz rellena de foie y trufas, ciervo estofado con salsa de moras y miel, faisán guisado con uvas... Después de semanas hacinados en un barracón alimentándonos con pienso, procedimos a devorar con fruición todo el contenido de las bandejas, hasta quedar extenuados. Entonces la puerta del salón se abrió, y aparecieron dos cerdos en batín, conversando y caminando con afectación. Uno de ellos se acercó, y con su enorme monóculo nos examinó mientras con su pezuña toqueteaba nuestras hinchadas barrigas. Señaló a uno de mis compañeros, el más rollizo, y asintió con la cabeza. A nosotros nos llevaron de vuelta al barracón, mientras el mayordomo acompañaba al elegido a la cocina y los cerdos se sentaban a la mesa dispuestos a disfrutar de su banquete.

8.- Cucú

Los tres nos sentamos en la mesa, pero pesaba en el aire un complot encubierto. Cuando mi mujer se levantó, hice un gesto a mi hijo —“ahora”— y Adrián corrió a esconderse tras la puerta. Contaba cuatro años y su anhelo era dar un susto de verdad, se habían acabado los tiempos donde él hacía “¡uh!” y nosotros fingíamos miedo con aspavientos. Aquel día el susto sería real.
Se oyeron pasos, Adrián apareció:
—¡Cucú!
Como una flecha de luz fue el acto reflejo de mi mujer, fulminante, una sonora bofetada, ¡plas! Su mano izquierda abofeteó a Adrián con la velocidad de un parpadeo.
En los ojos de Adrián comenzaron a condensarse lágrimas de incomprensión. No quería llorar, pero se palpaba el moflete amoratado y hacía pucheros. Mi hijo descubriendo de sopetón la ingratitud de las bromas no correspondidas, su crueldad. Game over, hijo. Lo siento, tesoro.
Y empezó a llorar.

9.- Los ocho

Los tres nos sentamos en la mesa redonda del fondo, la de siempre. La misma vieja mesa junto al fuego que hace cinco décadas nos asaba la oreja y que esta tarde acaricia nuestro lumbago. Juan y Tomás sorben sus cortados, yo un carajillo a escondidas del matasanos. El hijo de Matías seca los vasos y nos observa. Recuerda cuando su padre llevaba cuatro cervezas en cada mano a la mesa de los ocho y él, mirando sus pequeñas manos, se preguntaba cómo lo hacía.
Tomás alza la vista, hoy más nostálgico que de costumbre: nuestra mesa es como una gran sortija que va perdiendo engarces dice, con su acento de poetastro. Más bien como una encía a la que sólo le quedan tres muelas, bromea Juan. Cariadas, apostillo.
Nos miramos un segundo y reímos y, compañeros de toda una vida, compartimos fraternalmente un violento acceso de tos.

10.- Me, myself and I

Los tres nos sentamos en la mesa. Pedimos una jarra de cerveza, un Cacaolat y un plato de alpiste. Tras varias horas de elucubraciones, no logramos esclarecer cómo es posible que los tres seamos uno. Si las implicaciones de un padre concibiéndose a sí mismo ya son inquietantes, peor aún cuando entra en la ecuación una paloma. Nos recogemos. Mañana, como cada día, volveremos a intentarlo.

11.- Moncho:

12.- Insomnio colectivo

Los tres nos sentamos en la mesa para cenar en el que era nuestro séptimo día en aquel lugar. Sonaba jazz.
El programa del retiro Dulces Sueños consistía en mantener una rutina tranquila durante toda la jornada. Exentos de fármacos ni preocupaciones, sin asuntos pendientes.

Nos asignaban una tarea matinal, nos especializábamos y con el transcurso de los días fluía la cotidianidad.
Tras el almuerzo, era importante esquivar la siesta. Así, pasamos la tarde viendo una película (nada de suspense o terror), leyendo clásicos de la literatura o manteniendo una conversación trivial. El único requisito era que cumpliera con las dos eses: sopor y somnolencia.
Llegados al ocaso, preparábamos el salón para la cena. Y debía ser ligera para favorecer la digestión.

Me prometieron al llegar que esta mezcolanza de actividades conseguiría sumirme en un profundo, delicioso y reparador sueño.
Yo aún no había podido pegar ojo.
Panda de tarados.

13.- Lealtad

Los tres nos sentamos en la mesa del comedor casi al mismo tiempo, como si hubiéramos estado predestinados. Me sentí incómodo al principio, con aquellos chicos tan raros de la clase de al lado. El resto de los alumnos nos miraba de una manera burlona, "la mesa de los perdedores", decían. (Yo tampoco era demasiado sociable en aquella época). Pero nos hicimos inseparables, teníamos grandes planes cuando saliéramos de aquel pueblucho, y yo bastantes problemas con mi tutora, empeñada en resaltar mi mediocridad y mi falta de ambición.
Fantaseábamos con un accidente, una enfermedad, lo que fuera, con tal de que me dejara en paz. Cuando su cadáver apareció en el fondo de un barranco después de un fallo mecánico no tuve que preguntar nada. Hoy en día tengo una empresa con cientos de empleados, pero nunca he olvidado a mis fieles amigos. Todo lo que soy ahora se lo debo a ellos.

14.- Sudores fríos

Los tres nos sentamos en la mesa, ella, su nuevo novio y yo. Nuestra relación llevaba rota meses, y traerse a su amante actual era otra forma más de humillarme. Me daba igual, quería acabar con esto cuanto antes.

-Habrá que vender la casa y repartir el dinero. Yo prefiero quedarme el coche, ponemos el precio que salga en Compramostucoche.es y lo descontamos.

-Bueno, veremos. He hecho una lista con los discos que me corresponden.

-¿Cómo? Los discos son míos, los he comprado yo. Además, nunca les has hecho caso.

-Llevan más de 10 años en casa y me corresponde al menos la mitad. Mira la lista.

Empecé a sentir cómo palpitaba la vena que pasa por mi sien. Él seguía callado, pero me pareció percibir una ligera sonrisa en su cara. Entonces me di cuenta de que llevaba una chapa de Big Star en la solapa.

15.- Los tres alquimistas y el reloj de cuco detenido

Los tres nos sentamos en la mesa. Abrimos nuestros maletines y la llenamos de probetas, quemadores Bunsen, alambiques y frascos de azufre, sal y mercurio. Hubo aspavientos, borrones y correcciones de cálculos en las hojas, pero pronto Hermes, Al-Razí y yo estábamos metidos en faena. Una nube amarilla planeaba sobre la mesa, aquello solo podía ser el infierno o una reunión de locos. Cruzando los dedos, miramos el extremo del alambique, un líquido condensado color ambarino fluyó sobre un vaso. Con un cuentagotas, Hermes recogió una muestra del líquido mientras yo abría la puerta del reloj de cuco con unas pequeñas pinzas, Al-Razí tiró con mucha prudencia del simpático animal y del mecanismo que puntualmente lo hacía aparecer, Hermes introdujo entonces temblando unas gotas en el pico. Me asomé al gnomon del patio. Fueron instantes eternos, pero la sombra en movimiento no mentía. A veces dudo si hicimos lo correcto.

16.- ¡Que siga el juego!

Los tres nos sentamos en la mesa cuando el agua comenzó a llegarnos a las rodillas. La partida no podía terminar de aquella manera así que decidimos cambiar la baraja mojada por un revólver con una bala. El juego había sido nuestro sustento durante las interminables travesías bajo el mar por eso, antes que ahogarnos, preferíamos una derrota con sabor a victoria. Al menos para el último de nosotros. Nunca hubo un mejor momento para jugar a la ruleta.

17.- Mi deconstrucción

Los tres nos sentamos en la mesa de su despacho. Tenía una pantalla táctil integrada donde elegir las características. A ella le brillaban los ojos de ilusión, yo siempre había sido más indeciso.

— ¿Y podría ser más alta?
—Claro, aquí pueden seleccionarlo — le contestó, arrancándole una sonrisa infantil.

Cuando seleccionamos la altura, me vino un recuerdo disfrutando de pequeño en el pueblo, con el abuelo Diego; “el mediometro”, como le conocían todos. Y sentí… como un dolor intenso dentro de mí… como robándome algo muy personal.

La sucesión de elecciones seguía, al ritmo que iba sintiendo más punzadas.

—Sus elecciones han definido una carta genética ideal para su hija. La semana que viene haremos el transfer al útero.
— ¿Y mis rasgos descartados?, ¿hemos borrado mi herencia biológica?, ¿dónde quedo yo? — resonaba en mi cabeza mientras miraba, con tristeza y odio, a esa mesa que me había arrebatado algo íntimo.

18.- Poyatos, 17 de agosto de 2017

Los tres nos sentamos en la mesa hambrientos, a pesar de que la ascensión a la Mogorrita no había supuesto un gran esfuerzo. El dueño del bar cojeaba por la polio y nos trajo un pequeño menú escrito a mano. Mientras esperábamos sacamos el móvil y vimos indiferentes que estábamos sin cobertura.
En la barra dos vecinos debatían sobre un documental de Cousteau y bebian cerveza. Comimos migas y rabo de toro. Poco después de comer llegaron cuatro vecinos y pidieron cuatro cortados, el dueño les acercó la caja de fichas de dominó.
Tomando café un avance informativo urgente interrumpía el documental, una furgoneta acababa de atropellar a mucha gente en la Rambla. Las primeras imágenes eran confusas. Aterrorizados salimos fuera, necesitábamos imperiosamente esa señal en el móvil para localizar a los nuestros, pero nos aterrorizaba tener alguna llamada perdida de un número desconocido.

19.- Olvídate de mí

Los tres nos sentamos en la mesa. Ya iba siendo hora de contarle que se me olvidó tomar la píldora.
Me ha dicho que va al baño, no sé por qué se ha llevado la chaqueta. Por qué corre.
Mejor voy pidiendo cita con el doctor.
Quizá debería cambiar mi táctica amorosa. Ya es el quinto que sale por patas.

20.- La herencia

Los tres nos sentamos en la mesa para leer el testamento de padre. Las instrucciones eran claras: teníamos quince minutos para decidir quien sería su único heredero. Nuestro padre era siempre así, buscaba el enfrentamiento, le gustaba vernos sufrir. Esta era su última provocación. Tan previsible como inmoral. Lo que él nunca supo es que el trato ya estaba acordado de antemano: el que apretara el gatillo se quedaba con todo.

21.- Cuento de Navidad

Los tres nos sentamos en la mesa, era nuestro último día libre y teníamos que ultimar detalles. Era la víspera de Nochebuena y todo tenía que funcionar como un reloj, tal como hablamos con Marley.

El primero de nosotros le mostraría su pasado, cuando ya sometía a bullying a toda su clase, incluso en la academia militar donde le llevaron tras ser expulsado. El segundo espíritu le enseñaría cómo su reputación está cayendo en picado, pues por culpa de su intolerancia, racismo y prepotencia, ha conseguido que la gente le odie, incluso los que apostaron por él. A mí me tocaría revelarle cómo su imperio colapsará, todo por una rabieta que causará una hecatombe en el noreste asiático.

Según repasábamos el plan, teníamos cada vez más claro que hacer cambiar de actitud a Donald nos iba a costar más que con Scrooge aquellas navidades.

22.- La partida

Los tres nos sentamos en la mesa, nos sirvieron los cafés con gotas como todos los días de diario, miramos el final del telediario para verle las piernas a la presentadora y Sebas se levantó a pedir las cartas y el tapete.
Vimos la silla vacía y ninguno pudimos articular palabra.
- ¿un tute cabrón? ya que al mús no podremos volver a jugar decentemente, dijo el Antonio que parecía el más entero.

23.- Los sueños de Laia

Los tres nos sentamos en la mesa. Todo el salón estaba abarrotado de mesas con tres sillas cada una. En las mesas que nos rodeaban pude distinguir, entre otros, a Padre, Hijo y Espíritu Santo, los tres mosqueteros, los tres cerditos, los tres tristes tigres e incluso el bueno, el feo y el malo. El resto de mesas estaban también ocupadas por tríos. Al terminar la comida tres personajes que parecían elegidos al azar nos dirigieron unas palabras.

«Veni, vidi, vici» nos dijo el tercer mosquetero.

«Sangre, sudor y lágrimas» nos dijo el feo.

«Busque, compare, y si encuentra algo mejor, cómprelo» nos dijo el Espíritu Santo.

Una vez terminado el banquete los tres reyes magos nos dieron tres obsequios a cada uno...

Miguel noto como la pequeña Laia ya se había dormido. Y sonrió al pensar en los cuentos que tenía que inventarse para conseguir que se durmiera.

24.- Director’s cut

Los tres nos sentamos en la mesa. Quang explicaba las reglas. Nick no me reconoció. Sus ojos giraban ansiosos pero no me veían. "Nick, soy yo, Mike". Me oía sin escuchar. El gentío no paraba de gritar. Las apuestas se disparaban. El calor en el sótano era asfixiante. Quang levantó el brazo y se hizo el silencio. Me miró satisfecho a través del humo de su puro y depositó la pistola en la mesa. La cogí sin dudar, apunté en mi sien y grité "Nick, soy yo, he venido a buscarte". Click. Nick sonreía. Empecé a llorar. Nick cogió el arma. "Un disparo Nick, recuerda, un disparo". Su ceño se frunció y por un instante sus ojos volvieron. Bang. La sangre brotó violentamente. Abracé su cabeza mientras sus ojos se cerraban.
Al abrirlos estaba en el fumadero de opio. Me esperaban de nuevo en el sótano. ¿Vendría hoy Mike?

25.- La Timba

Nos sentamos los tres en la mesa dispuestos a dar el todo por el todo. Miguel mezcló las cartas, lentamente, mirándonos a los ojos.
Julia cortó, Miguel repartió, giró la primera carta del mazo y los dos me miraron a mí.
Jugué castigo, Julia lo dobló y Miguel tuvo que robar.
Una, dos, tres rondas. Infinitas manos, infinitos cambios de cartas.
Me tocaba otra vez. Cambie de color, Julia de número y Miguel, cada vez más agobiado, me saltó.
Le tocaba a Julia. La tensión crecía a la vez que disminuían las cartas en su mano. Lentamente, emergió un esbozo de sonrisa en su cara. Miro a Miguel, luego a mí…

- ¡Niños, nos vamos! ¡Que son las ocho y hay que ir a casa a cenar! ¡Decidle adiós a la tita Carmen y a Miguelito!

26.- Intercambio

Los tres nos sentamos en la mesa y nos colgaban las piernas. Mi hermano ciego, mi hermano mudo y yo, el sordo, esperábamos el momento relamiéndonos. El ritual de intercambio comenzaría pronto, el muchacho perfecto sería traído ante nosotros: le transferiríamos nuestras taras.
No pensábamos en cómo quedaría él, ni en por qué nuestros vasallos le llamaban, en ese dialecto ininteligible que no nos habíamos molestado en prohibir, odatcefni.

27.- Humo
Los tres nos sentamos en la mesa; parece que fue ayer. Padre lleva puesta una bata roja y lee el periódico mientras fuma uno de sus asquerosos puros. Sus gestos son mecánicos y cada mano parece funcionar sin saber lo que hace la otra. Su truco favorito para evitar cualquier tipo de culpa.

Madre fuma uno de sus ridículos cigarros y toma una taza de café que en realidad contiene bourbon. Su cabeza gira hacia un lado y otro: hacia mí, hacia mi padre. Cada vez que se detiene muestra una sonrisa que no concuerda con su cara. Supongo que aquella fue su herencia: Manual de sonrisas aleatorias para engañar a tu cerebro.

Años después, estoy sentado en la misma mesa. Soy oficialmente huérfano y uso uno de los puros de mi padre para conseguir reír y llorar al mismo tiempo. Una cicatriz más que se confundirá con el resto.

28.- Una noche de Schubert

Los tres nos sentamos en la mesa, tu fiel perra es considerada una más, así que nos da igual. Me cuentas de la tristeza de la soledad, de tu baja estatura, de inseguridades, de tu microscópica autoestima. Te animo a que desarrolles esa ansiada cuarta sonata. Te lo agradeceremos.

Damos un paseo por el parque y te invito a una copa del mejor vino en Viena. Te quiero presentar a una amiga que encajará contigo como tus dedos a las octavas de tu viejo piano. Revolotean las hojas y el atardecer se nos echa encima.

Al día siguiente me planto en tu pequeño piso, y te cuento que estoy decidido a financiarte, que se acabaron los días de intentar conseguir comida, alojamiento y dinero. Tus lágrimas rebotan en mis hombros mientras me abrazas como a un hermano.

Me despierto a contra luz y triste, has partido hace casi 200 años.

29.- Los tres bioarquitectos

Los tres nos sentamos en la mesa de bambú para repartimos la lasaña crudivegana regada con leche de coco cuando, sin previo aviso, empezó a soplar un fuerte viento que hizo temblar los cimientos de madera laminada. Las paredes de polímero de celulosa crujieron como cáscaras de huevo: no iban a aguantar mucho más el envite. Mis hermanos y yo nos levantamos instintivamente a observar por los ventanales de fibra de vidrio termoaislante.

Nos esforzábamos por ver el azote desatado de las ramas en la oscuridad del bosque, cuando la mirada de dos ascuas rojas en la penumbra nos heló el sudor del lomo. Debajo de los ojos se perfiló la sonrisa lobuna de un asesino. La fiera volvió a soplar a pleno pulmón y pronto sentiríamos su aliento en los morros.

30.- Esas pequeñas cosas en las que nadie repara pero son clave para que siga el mundo girando y los planetas sigan suspendidos

Los tres nos sentamos en la mesa y, al unísono, alzamos la pierna derecha.
Las alubias de la abuela Mari seguían siendo mortales. Coreografía incluida.

31.- Nos y el horizonte de obstantes

Los tres nos sentamos en la mesa de al lado. Uno detrás de otro, y yo detrás de uno. No es la primera vez que me encuentro en esta posición: con el trasero apoyado en el asiento. La experiencia resulta útil en muchos casos. La postura de uno y otro me reafirma. Estamos los tres sentados. La mesa se mantiene de pie.
Puedo notar la desconfianza de otro cuando le miro y no me mira. Se lo comento a uno entre susurros. Me devuelve los susurros junto a un bonometro gastado. El desconcierto puede crecer o menguar, pero nunca coger el metro. Uno sabe cosas que yo ignoro.
Otro suele tener una baraja en casa. A veces jugamos a los dardos. Ahora estamos sentados en una mesa.

por Toro 17.08.18 11:32

Votaciones LIVE!

Condiciones:

Los puntos del lider solo se podrán ver si hay menos de 5 de diferencia con el segundo
Los roscos solo se ven si son más de 4
Cualquier dato solo es visible si en ese momento ha votado un número impar de personas

por Ecthelion 17.08.18 11:33

por Ecthelion 17.08.18 11:34

Muchas posibilidades

por Toro 17.08.18 11:36

Ecthelion escribió:Muchas posibilidades

Es la idea cheers

por Yomis 17.08.18 11:51

Fdc.

Reunión.

Los tres nos sentamos en la mesa. El abuelo, el cuchillo y yo.

por CocH. 17.08.18 12:20

FdC.

Pérdidas.

Los tres nos sentamos en la mesa porque fuimos a Sevilla.

por Hank 17.08.18 17:28

Hola, guapos

por Hank 17.08.18 17:29

No puede ser las tres?

por RegSound 17.08.18 17:44

Hola Toro

por RegSound 17.08.18 17:45

Esta ronda tendrás fácil saber cual es el mío

por sapir 17.08.18 18:17

por Rhonda 17.08.18 18:40

Impugno. A salakot no le ha dado tiempo a protestar. ¡Administración precipitada!

por RegSound 17.08.18 18:54

Rhonda escribió:Impugno. A salakot no le ha dado tiempo a protestar. ¡Administración precipitada!

Pero porque está de vacaciones en los pirineos

por RegSound 17.08.18 18:54

¡Administración lamentable!

por Hank 17.08.18 18:57

RegSound escribió:¡Administración lamentable!

CONCURSO MICRORRELATOS: Ronda 4 - Edición IV . RUDICIO Y ELOY GANADORES!! 3

CONCURSO MICRORRELATOS: Ronda 4 - Edición IV . RUDICIO Y ELOY GANADORES!! 8471129_R_Z002A?$Web$&$DefaultPDP570$

por rudicio 17.08.18 19:00

por ksmith 17.08.18 20:17

Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

por Hank 17.08.18 20:17

ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno... Smile

por RegSound 17.08.18 20:20

Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...

No te pega nada

por Hank 17.08.18 20:21

RegSound escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...
No te pega nada

lo sé, pero quiero innovar... Smile

por Perseide 17.08.18 20:22

Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...

Puede ser megaporno... gay...

por Hank 17.08.18 20:23

Perseide escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...

Puede ser megaporno... gay...

en este caso, no sería lo mismo...

además iba a ser gay... Smile

por Eloy 17.08.18 20:23

Hank escribió:
RegSound escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...
No te pega nada

lo sé, pero quiero innovar...

Los protagonistas pueden ser tres culos femeninos

Ahí te va...

por RegSound 17.08.18 20:24

Perseide escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...

Puede ser megaporno... gay...

por RegSound 17.08.18 20:24

Hank escribió:
Perseide escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...

Puede ser megaporno... gay...

en este caso, no sería lo mismo...

además iba a ser gay...

Hank innovando cheers

por Hank 17.08.18 20:24

RegSound escribió:
Hank escribió:
Perseide escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...

Puede ser megaporno... gay...

en este caso, no sería lo mismo...

además iba a ser gay...
Hank innovando

por RegSound 17.08.18 20:25

Eloy escribió:
Hank escribió:
RegSound escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...
No te pega nada

lo sé, pero quiero innovar...

Los protagonistas pueden ser tres culos femeninos

Ahí te va...

Bien visto.

O empezar el relato llamándolas "Los tres cañones" o algo así

por mugu 17.08.18 20:26

Próximamente en sus pantallas: "Vuelve el abuelo"

por In Ñute 17.08.18 20:27

Fdc

Los tres nos sentamos en la mesa porque no encontrábamos las sillas.

por Hank 17.08.18 20:27

Eloy escribió:
Hank escribió:
RegSound escribió:
Hank escribió:
ksmith escribió:
Hank escribió:No puede ser las tres?

parece que no... administración no inclusiva!

pues vaya mierda, ya que se me había ocurrido un relato megaporno...
No te pega nada

lo sé, pero quiero innovar...

Los protagonistas pueden ser tres culos femeninos

Ahí te va...

iban a serlo, pero ya he descartado la idea... Smile

ya no me gusta que se me vea el plumero, y creo que a la gente no le gusta el sexo...

por Búho Lunático 17.08.18 20:27

Yomis escribió:Fdc.

Reunión.

Los tres nos sentamos en la mesa. El abuelo, el cuchillo y yo.

.

Ya me has jodido el relato Laughing

por Hank 17.08.18 20:27

In Ñute escribió:Fdc

Los tres nos sentamos en la mesas porque no encontrábamos las sillas.

calzador con errata... Smile

por mugu 17.08.18 20:28

Hank escribió:
RegSound escribió:¡Administración lamentable!

Bonito jerohankiglífico

por In Ñute 17.08.18 20:28

Hank escribió:
In Ñute escribió:Fdc

Los tres nos sentamos en la mesas porque no encontrábamos las sillas.

calzador con errata...

Ups

Todavía no me he tomado el café.

por Hank 17.08.18 20:29

In Ñute escribió:
Hank escribió:
In Ñute escribió:Fdc

Los tres nos sentamos en la mesas porque no encontrábamos las sillas.

calzador con errata...

Ups Todavía no me he tomado el café.

Los tres nos sentamos en la mesa a tomar café... Smile

por Hank 17.08.18 20:30

solo espero que Toro no quisiera decir:

'Los tres nos sentamos a la mesa...'

Smile

por mugu 17.08.18 20:33

Buena frase para que Damià se luzca con su tema favorito.

por Eloy 17.08.18 20:34

mugu escribió:Buena frase para que Damià se luzca con su tema favorito.

...del refugio

y tira millas

por Hank 17.08.18 20:34

mugu escribió:Buena frase para que Damià se luzca con su tema favorito.

¿carpintería?

por RegSound 17.08.18 20:34

FdC

Risk

Los tres nos sentamos en la mesa decididos a conquistar el mundo, por lo que gritamos al unísono:
-¡QUE COMIENCE LA PARTIDA!

por Hank 17.08.18 20:35

RegSound escribió:FdC

Risk

Los tres nos sentamos en la mesa decididos a conquistar el mundo, por lo que gritamos al unísono:
-¡QUE COMIENCE LA PARTIDA!

molt bo!

por Eloy 17.08.18 20:35

Hank escribió:solo espero que Toro no quisiera decir:

'Los tres nos sentamos a la mesa...'

Están reconocidas ambas expresiones con ese sentido

Obviamente EN la mesa también puede significar ENCIMA DE

Pero en la mesa o a la mesa son equivalentes.

por Hank 17.08.18 20:36

Eloy escribió:
Hank escribió:solo espero que Toro no quisiera decir:

'Los tres nos sentamos a la mesa...'

Están reconocidas ambas expresiones con ese sentido

Obviamente EN la mesa también puede significar ENCIMA DE

Pero en la mesa o a la mesa son equivalentes.

ok, gracias x la aclaración... me suena siempre mejor con 'a'... cuestión de percepciones... o de gustos... o de armonía linguística, o de tocar los huevos... Smile

por ksmith 17.08.18 20:38

Hank escribió:
Eloy escribió:
Hank escribió:solo espero que Toro no quisiera decir:

'Los tres nos sentamos a la mesa...'

Están reconocidas ambas expresiones con ese sentido

Obviamente EN la mesa también puede significar ENCIMA DE

Pero en la mesa o a la mesa son equivalentes.

ok, gracias x la aclaración... me suena siempre mejor con 'a'... cuestión de percepciones... o de gustos... o de armonía linguística, o de tocar los huevos...

ya que no está sala... alguien lo tendrá que hacer. Laughing

por Eloy 17.08.18 20:38

Hank escribió:
Eloy escribió:
Hank escribió:solo espero que Toro no quisiera decir:

'Los tres nos sentamos a la mesa...'

Están reconocidas ambas expresiones con ese sentido

Obviamente EN la mesa también puede significar ENCIMA DE

Pero en la mesa o a la mesa son equivalentes.

ok, gracias x la aclaración... me suena siempre mejor con 'a'... cuestión de percepciones... o de gustos... o de armonía linguística, o de tocar los huevos...

A mi también me suena mejor con "a" pero supongo que es por tema subjetivo, como dices

por CocH. 17.08.18 20:38

Hank escribió:
Eloy escribió:
Hank escribió:solo espero que Toro no quisiera decir:

'Los tres nos sentamos a la mesa...'

Están reconocidas ambas expresiones con ese sentido

Obviamente EN la mesa también puede significar ENCIMA DE

Pero en la mesa o a la mesa son equivalentes.

ok, gracias x la aclaración... me suena siempre mejor con 'a'... cuestión de percepciones... o de gustos... o de armonía linguística, o de tocar los huevos...

De ahí mi nano fdc:

Se sentaron en la mesa porque fueron a sevilla.

(El que fue a sevilla perdió su silla)

por Eloy 17.08.18 20:39

ksmith escribió:
Hank escribió:
Eloy escribió:
Hank escribió:solo espero que Toro no quisiera decir:

'Los tres nos sentamos a la mesa...'

Están reconocidas ambas expresiones con ese sentido

Obviamente EN la mesa también puede significar ENCIMA DE

Pero en la mesa o a la mesa son equivalentes.

ok, gracias x la aclaración... me suena siempre mejor con 'a'... cuestión de percepciones... o de gustos... o de armonía linguística, o de tocar los huevos...

ya que no está sala... alguien lo tendrá que hacer.

Sala está tocándose los huevos en el Pirineo

Ajenos o propios, el tío no para

por mugu 17.08.18 20:39

Eloy escribió:
mugu escribió:Buena frase para que Damià se luzca con su tema favorito.

...del refugio

y tira millas

creo que él me va a entender mejor que tú Laughing