QUINTA RONDA CONCURSO MICRORRELATOS - V EDICIÓN (VOTACIONES Y GALA A PARTIR DE LAS 22:30H)

Saludos, microrrelatistas

La frase:

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo

Reglas:

REGISTRO HISTÓRICO:

ACTAS DE ESTA EDICION, HASTA LA GALA ACTUAL:

CLASIFICACIÓN V EDICIÓN:

RELATOS A CONCURSO:

1.Vicente

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo; se miró y vio a su padre: la nariz ancha, las patillas encanecidas, las mismas ojeras grises. De pequeño le repetían que se parecía a su madre, pero cuarenta y tres años después el espejo le devolvía la inconfundible imagen de su progenitor. Se había convertido en su padre. La genética prevalece, pensó. Somos materia, cadenas de ADN dispuestas de esta o aquella manera. Sonrió y el espejo le devolvió la sonrisa de su padre; luego esbozó una reconocible mueca. ¿Se parecerá tanto mi hijo a mí?, se preguntó esperanzado. Entonces recordó la piel cálida de aquellas manos que siempre olían a pan y el pasado se le acumuló, juntándose en una melancolía difusa, en una tristeza anticipada. ¿Por qué esas ganas de llorar? ¿Cuánto hacía...?
Marcó un número:
—¿Papá? No, no pasa nada. Sólo saber qué tal estás.

2. Self-made man

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo, como cada mañana. Recorrió con calma su fisonomía: alopecia desbocada, pliegues epidérmicos desde la papada hasta la rodilla asemejándolo a esos perros chinos, la fuerza de la gravedad obstinada con tanta adiposidad sobrante, granos encapsulados, pelos invasivos… Un baño de realidad antes de la ducha: La donna è mobile…
Desayunó, hizo sus necesidades con aire ausente, se lavó el tercer ojo con esmero y volvió a la cama. Se arropó como hacen los niños en invierno, cerró los ojos y fue consciente del tensar de músculos, del crecer de pelo, del esquivar la gravedad de su nueva estructura: ¿Cenamos esta noche, Dorita? preguntaba coqueto a la vecina del quinto al cruzarse con ella en el parque. Me encantaría, gorjeaba Dorita.
Y así, entre amables y jugosos sueños diurnos, suplía esas supuestas carencias a las que no osaba enfrentarse.

3. El dilema del bigote

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo para comprobar que su bigote seguía ahí. La noche anterior había tomado una decisión que desde hacía tiempo había estado meditando: dejarse bigote, dado que la barba ya le aburría. Con cierta vergüenza, pero decidido, salió a la calle para desempeñar el día junto a su bigote a lo Freddie Mercury.

Sin embargo, no contaba con semejante baño de negatividad. Su novia le comparó con Ned Flanders y sus compañeros de clase con Antonio Alcántara, siendo el objeto de mofa del día. Ante tanta discordia, se decidió por envió una foto de su rostro abigotado a un fiel amigo, creyendo que este le daría su aprobación. Desgraciadamente, éste le comparó con un pedófilo.

Al llegar a casa, fue directo al baño para acabar con la pesadilla. Una vez más, las normas sociales habían triunfado.

4. Rexona nunca te abandona

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo.
Se bajó los pantalones y se sentó en la taza.
El zurullo se estaba resistiendo a salir .
Decidió entretenerse con lo primero que tuviera a mano.
Y así descubrió los secretos del champú Johnson,s.
Como aquello seguía sin salir y se aburría mortalmente se metió el roll-on por el culo.
Y le dieron las diez y las 11 las 12 y la una y las dos y las tres.
Y con el culo al aire le cogió la luna en el servicio de urgencias de la clínica Ruber.

5. Transformación

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. Durante la noche había tenido un sueño intranquilo, y al levantarse se sentía extraño. Cuando encendió la luz se quedó horrorizado por la imagen que se reflejaba en el espejo. Su cara era una máscara monstruosa, y de su cabeza surgía una especie de apéndice peludo, como un cuerno lleno de rizos. De su boca salió una lengua gigantesca, roja y puntiaguda. Alrededor de sus hombros había aparecido un caparazón, y bajo los brazos tenía unas membranas similares a las alas de un murciélago. Bajó a la calle a pedir ayuda, pero cuando quiso hablar empezó a brotar un líquido sanguinolento por su boca. Los paseantes, espantados, se cambiaban de acera y los perritos le ladraban nerviosos. Entonces vio acercarse a Antonio, el jevi del barrio, que le miraba maravillado:
-¡Es Gene Simmons, aquí, en Moratalaz!

6. Al despertar

Al despertar entró en el baño y se miró al espejo. Se enjuagó la cara con agua y al volver a mirarse al espejo vio pasar una silueta humana por el pasillo y escuchó como la puerta de su habitación se cerraba de un portazo.
Se quedó paralizado. Cerró el grifo del lavamanos.
Notaba que un creciente terror se apoderaba de su cuerpo y de su mente.
¿Quién demonios había entrado en su casa?
Corrió hasta la cocina, abrió uno de los cajones y cogió un cuchillo.
-¡Voy a llamar a la policía, cabronazo!-gritaba blandiendo el cuchillo, tembloroso, dando zancadas en pijama por todo el piso.
Abrió la puerta de la habitación.
Vislumbró una silueta humana su cama, tiró con furia de la colcha que la cubría y se encontró frente a frente con un hombre en pijama exactamente igual a él.
Se incorporó en la cama, sudando, agitado..
Sólo había sido una pesadilla.
Al despertar entró en el baño y se miró al espejo.

7. ¿Mi baño?

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. Todo seguía igual, pero ella lo sentía como distinto. Su pelo seguía siendo castaño y con el corte de Uma Thurman en Pulp Fiction. Sus ojos seguían siendo verde claro... No cuadraba que es lo que podía fallar.

Se enjuagó la cara y al coger la toalla se percató del cambio. Una toalla beige que ella no tenía y un azulejado amarillo en tono pastel, cuando el suyo era blanquecino. No tenía ni idea de donde podría haber amanecido. Abrió la puerta del baño cuidadosamente intentando hacer el menor ruido posible, pues no querría levantar a nadie en el caso de que hubiese más personas, y descubrió que era su casa. 

Se dirigió a la cocina, se preparó el desayuno, se sentó en la mesa y mientras le pegó el primer bocado a la tostada pensó: "Alguna explicación habrá".

8. El rostro del ángel

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo levantando los ojos despacio, temiendo ver esa extraña cara que llevaba persiguiéndole semanas... y ahí seguía.
Sabía que no era su cara, aunque ya dudaba de todo. Revisaba sus fotos y veía lo mismo… era él, pero no su cara. Le decían que estaba loco, que era su aspecto de siempre.
Había pasado fases de terror, histerismo, y ahora, desesperación.
Resignado, cruzaba cabizbajo el puente hacia el trabajo, rodeado de extraños que ignoraban su tragedia.
Alzó la vista sintiendo un escalofrío al encontrarse el rostro que veía en los espejos, al final del puente.
Corrió y agarró su solapa preguntándole:
—¿Quién eres?
—Norberto… Pérez  —titubeó.
—No me suena… vamos, necesito saber todo sobre ti.
No sabía quién era, ni sus preocupaciones, pero tampoco sabía que Norberto llevaba días valorando saltar, tampoco sabía que con su interés, le había salvado.

9. Jabberwocky

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. Contemplo su figura ajada por el paso del tiempo, y las infinitas arrugas que surcaban su rostro. Cada día que pasaba se preguntaba cada vez más si su vida había merecido la pena. Pero lo único que merecía ser recordado eran las dos aventuras vividas de niña por haber sabido atravesar el espejo. Locuras sin sentido de una chiquilla le dijeron. Olvídate de todo eso y disfruta de la vida real. ¿Por qué tuvo que hacerles caso? ¿Acaso le podía importar menos esa vida que querían obligarle a vivir? Una realidad que no era la suya, solo la que le habían impuesto. Le costó mucho tomar la decisión pero ya no tenía nada que perder. Decidió atravesar de nuevo el espejo para buscar otra vez al Jabberwocky.

10. Ojoseco

Al despertar entró en el baño y se miró al espejo; este le devolvió una imagen borrosa. Decenas de recuerdos pasaron a toda velocidad por su cabeza intentando buscar una solución a su ceguera.
Faltó aquel en el que se quitaba las lentillas antes de acostarse.

11. Modernidades

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo que formaban las aguas del estanque.
Dentro del baño, dentro del estanque, fingió, disimuló y meó.
Salió del estanque, salió del baño y volvió a dormir el sueño del justo, del que justo se mea en la cama en un sueño lucido por no despertarse y levantarse.
Pero pocas veces se sueña con patos.

12. La mosca

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. Le gustó lo que vio y, casi sin darse cuenta, descubrió las yemas de sus dedos acariciando ese vientre lentamente, con timidez, camino de su sexo.
Del escalofrío inicial se pasó al sofoco, su cuerpo comenzaba a estremecerse cada vez más mientras su mente navegaba en plena marejada de dopamina. Y fue entonces cuando una mosca tuvo el atrevimiento y la falta de tino de posarse en su hombro.

- Fuera, mosca - pensó mientras agitaba el brazo tratando de espantarla.
- ¡Largo, mosca! - espetó (ya en voz alta) viendo que ni el aumento de los aspavientos conseguía que alzase el vuelo.

El vaho cubría el espejo,  el sudor corría por todo su cuerpo y el frenesí alcanzaba su cénit...

- ¡Fuera, mosca! 
- ¡Fuera...!
- ¡¡¡BÉSAMEEEE!!!

13. El afilador

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. Tersó la piel de sus pómulos con las yemas de los dedos, después empujó sus pechos hacia arriba, para volver a dejarlos colgar flácidos y resopló. Mientras se duchaba contempló los cuerpos de aquellos dos efebos de mirada enigmática recostados en la ajada cama de motel. «Disfruta mientras puedas, Lola», pensaba, cuando la melodía del chiflo de un afilador la sobresaltó desde la ventana. Tiraba de una bici destartalada, con un viejo esmeril montado en el manillar. La mujer se vistió apresuradamente, recogió el paño con los cuchillos ya limpios en una bolsa y se dirigió a la puerta. Vaciló, volvió al camastro y apenas rozó con los labios las bocas entreabiertas de sus jóvenes amantes.
—Ahora vuelvo —susurró.
Cerró los ojos de los dos cadáveres degollados, los cubrió con la sábana ensangrentada y salió tras el afilador.

14. worm.worm.worm.worm.worm.

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. Se sentía torpe y pegajoso. Parpadeó con dificultad. Estuvo unos segundos sin saber qué hacer. Algo no iba bien. Apagó la luz del armario y la volvió a encender. Entonces se percató de lo que había al fondo del reflejo y gritó.

15. Jo, qué noche!

Al despertar entró en el baño y se miró en el espejo. Tenía el ojo izquierdo amoratado. Intentó recordar. Ni idea. Solo litros de alcohol. Ducha, desayuno, mochila, bici, metro. Una tirita, por disimular algo. Revisando informes, un flash: vodkas con tónica con Chano y se acerca el cabrón de Andrés. Fue el cabrón de Andrés. No está seguro. En la pausa del café ve algo mientras revuelve el azúcar: charlaba con Lolilabuena. ¿Se me enfadó? Imposible que pegue así. Dan las tres: mochila, bici, metro. Al girar la llave del portal, la revelación: salía disimulando del aseo de chicas con Lolilabuena. Albino, el novio/ex-novio de Lolilabuena, se me vino encima. Fue él, coño, el novio/ex-novio de Lolilabuena. Al salir del aseo. Con Lolilabuena. Gran sonrisa.
Por la tarde, con Chano en el bar. Gran sonrisa. Mola que te lo tomes así, dice Chano, aliviado. Ibas de culo, pero es que querías meterme el iphone dentro de un cubata...

16. La redención del hombre nervioso en pijama

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo mientras se repetía una y otra vez que ya iba tarde. Maldijo su trabajo, a su jefe y a los lameculos de sus compañeros al par que se encendió un cigarro del revés. Entre corte y corte en la cara producido por la navaja de afeitar voceó a sus hijos para que salieran de una maldita vez de la cama. Este era señores y señoras, el guión del comienzo de cada una de sus jornadas. Pero esto iba a cambiar...

Al despertar, salió del espejo y se miró en la cama. Un hilo de baba caía por la comisura de su boca mientras balbucía entre gemidos la palabra Natasha, después comenzó a roncar con delectación. El reflejo decidió entonces que jefes, lameculos y cortes en la cara podían esperar ese día y se metió en la cama también.

17. Manías

Al despertar entró en el baño y se miró en el espejo. Contrariado, observó cómo en la esquina inferior derecha había una casi imperceptible huella seca de una gota de agua.
Sacó el desinfectante, pulverizó y pasó un paño hasta que la marca desapareció. Tendría que hablar con Laura.

18. Erreala

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. Luego se encendió un cigarrillo. Qué a gusto se sentía, ¡se la habían follado bien!

19. Y este mes ya van cuatro

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo, que le recibió con una sonrisa irónica.
—¿Qué tal? Buena melopea trajiste anoche — le dijo con cierto retintín.
—Ya sabes —entonando el mea culpa—, una cosa lleva a la otra. 
—Eres incorregible. Mira qué ojos, qué pelos, qué cara de atribulado. Hoy es sábado, ¿recuerdas? Tengo planes para esta noche. ¿Podrás mantener el tipo?
—No lo sé. Tengo el estómago como una hormigonera —dijo moviendo una mano en círculos alrededor de la tripa que asomaba sin timidez entre el calzoncillo y la camiseta de dormir.
—Pobrecito —replicó con un asomo de malicia mal disimulada—. ¡Pues te jodes! Un vaso de leche, una aspirina y una buena siesta, y esta noche como nuevo.
Cogió el martillo que dormitaba en el bidé e hizo añicos el espejo con un certero golpe.
—¿Qué culpa tendrán los espejos? —oyó decir a sus pies.

20. Decisiones

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo concluyendo que debía perder peso. Sin dudarlo se aputó la pierna derecha y alcanzó su objetivo de 80 kilos.

21. Vamos con afán

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. La mugre que había incrustada en él hacía que la imagen devuelta fuese de poca nitidez. Dudaba entre limpiarlo y ver la realidad o seguir con el descuido y no asumirla. Recapacitó y decidió por fin limpiarlo tras cuatro meses.

Una vez finalizada la limpieza se miró en él y allí estaba, una cicatriz que le recordó a la de Yamcha, pues se situaba atravesando el ojo y en la misma dirección que la del personaje de ficción. Era una tontería pero le sirvió para confiar en él mismo y subir su autoestima.

Desde aquel día siempre viste naranja, tiene un gato azul llamado Puar y a todo el mundo le cae bien porque al fin y al cabo... ¿A quién no le gusta Bola de Dragón?

22. Relevo existencialista

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo fijamente a los ojos diciendo:
—«Los hombres mueren, y no son felices».
Se quedó pensativo y reflexionó en voz alta:
—Debería dejar de leer a Camus, pero cuánta razón tenía.
Observando su cara, revivió momentos pasados; lavándose los dientes de pequeño con su madre frente al espejo, cuando le enseñó a explotarse espinillas y disimularlas, o quitándose cuatro pelos mal puestos con la maquinilla de su padre para quedar por primera vez con Sonia…
Aquellas veces también se miraba a los ojos, pero no tenía esta sensación angustiosa, quizá porque no era consciente de que iba a morir algún día, quizá porque sí era feliz, quizá porque ni siquiera era hombre aún, o quizá por todo junto.
Un súbito impulso le hizo volver al dormitorio, asomándose a la cuna para besar a Mara en la frente, mientras todavía dormía.

23. Ya no hubo más despertares para nadie

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. El viaje había funcionado.

Tenía que llevar el dispositivo en la muñeca las 24 horas que duraba su único salto. Se veía 10 años más joven, y tenía que pellizcarse para corroborar que no era un sueño. Imberbe, abdominales sin grasa y melena abundante. No sólo había cambiado el aspecto físico, sino que se sentía más ágil. Salió a la calle a correr, para recordar cómo era moverse sin su problema de rodilla.

Recibió un sms de Carlos, fiesta a las 7 en su casa. Tenía una misión, pero no le quitaría mucho tiempo… no todos los días se tenían 25 de nuevo. Devoró varios big mac y se presentó puntual. Perdió el control con el alcohol, no debía haberse bebido esa última copa.

Justo antes de perder el conocimiento, recordó por qué había vuelto a aquel día.

24. Damaged

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. Lanzó un puñetazo contra el cristal, su reflejo quedó hecho añicos. Sangre en los nudillos, astillas de cristal por todas partes.
El mejor disco de hardcore de la historia.

25. Familia

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo: la barba lanuda ocultaba la mayor parte del agrietado rostro, quemado por el frío polar, y aunque se sabía él mismo, ante su reflejo cabía dudarlo. El laboratorio quedaba al fondo de un distribuidor de salitas, habitáculos y reservorios. Bajo los neones habían colocado gasas para matar la afilada luz metálica, y junto a las computadoras, dibujos de inimitable trazo infantil, retratos familiares y tarjetones de aniversario; una estación de internet radiaba una pieza clásica para violín solo, su melodía flotaba como un hilo invisible en el calor de la sala. En el exterior imperaba la ascética magnitud ártica, los -30ºC., los kilómetros - cientos de miles- que aislaban de cualquier contacto humano. Con todo, por todo, le pareció un buen lugar para depositar los huevos: posiblemente, el mejor del mundo.

26. Voy a contarte un secreto

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo sin reconocerse. Frente a él una figura ojerosa, famélica y satanizada bailaba independientemente de forma ridícula dentro del espejo; pero lo más inquietante estaba dentro de la cabeza del hombre que miraba, una serie de frases que pesaban como losas de plomo en su conciencia. Salió a la calle, pero no encontró a nadie ni lo suficientemente bueno ni lo suficientemente despreciable con quien compartir ese lastre. Tras varios días vagando se refugió en una iglesia.

En la consulta el loquero mira al párroco—seguro algún conflicto entre su polla y las Sagradas Escrituras—piensa. El párroco habla y el loquero disimuladamente abre el DSM-IV por el capítulo de los trastornos de la personalidad. Tras la consulta el loquero entra al cuarto de baño—está como una cabra—dice, después se mira en el espejo sin reconocerse.

27. Burbujas

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo; algo iba mal. Al inclinarse hacia adelante, Hans fue absorbido violentamente al otro lado. Se incorporó escudriñando alrededor: el alicatado, los muebles, todo era idéntico, pero más sombrío, olía a moho y cloaca. En un rincón un rebaño de bamboleantes burbujas de azogue parecían observarlo ¿sonriendo? Se acercó a ellas curioso, y por sorpresa se aglutinaron en una masa fluida, amorfa, que fue mutando hasta tomar un aspecto similar… ¡al suyo! Su réplica lo empujó y atravesó de un brinco el marco, de vuelta hacia la realidad. Hans salió de su estupefacción cuando a través del cristal vio al diabólico gemelo posar la mano sobre el hombro de su recién despertada esposa, acompañándola lentamente hacia el espejo. Intentó prevenirla, pero chocó contra el invisible muro. Mientras chillaba enloquecido, otro corro de burbujas bullían a su lado regocijadas, ansiosas...

28. Tangram

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo roto. Las líneas quebradas del cristal devolvían una imagen despedazada de su rostro, un rompecabezas de sí mismo: un ojo arriba, una ceja más abajo, la boca partida. Podríamos decir que era el suyo un autorretrato picassiano, cubista, irreal, que sin embargo le representaba. Los espejos rotos reflejan las almas rotas, por eso causan horror. Por eso somos incapaces de sostener la mirada que restituyen. Por eso inventamos que romperlos da mala suerte.
Porque enseñan una verdad.
Porque asustan.
Guiñó un ojo y el fractal al otro lado cerró el suyo. Entonces asestó un puñetazo al espejo, añadiendo nuevas tangentes a su superficie. La resulta fue un reflejo más deforme, más quebrado, aún más roto. Así mejor, sonrió.
Continuaría asestando puñetazos cada mañana hasta descubrir su verdadero rostro. Su alma demandaba esquirlas, más pedazos a recomponer. Todavía faltaban heridas.

29. Gracias Dr. Sánchez

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. Rápidamente, y antes de caer en la trampa de pulida superficie, se puso sus ojos de miope y salió a la calle. Día largo.

Tiene que ir a revender su autocaravana propulsada por biocombustible no fósil y su ala delta de segunda mano. Resulta que, contra todo pronóstico, ser aventurero y volar como un pájaro no es lo suyo. Después, ha quedado con otro grupo de tristes para fumar marlboros en una localización secreta, a escondidas de la policía de la salud.
Nunca había fumado hasta ahora, pero al menos este hobby peligroso sí que le gusta.

Se aburre hasta el agotamiento, mataría por un trabajo y una oficinita en la que estar rodeado de seres aburridos como él. Jubilarse a los 26 no fue la mejor idea de su vida.

30. Espejito, espejito

Al despertar entró en el baño y se miró en el espejo. Espejito, espejito, ¿quién es la tía más buena de todo el barrio?
La tía de Arturo, el callista.
Espejito, no te pases. Contesta.
La tía de Arturo tiene casi sesenta pero está como un queso. De hecho...
¡Espejito! ¡gilipollas! ¿quién es la mujer más guapa del barrio?
Depende.
¿De queeeeeé?
A ver. Lucía Lastra es la más guapa. Pero está operada de nariz. ¿Eso cuenta?
No. O sea, sí. O sea, no vale. ¿Quién es la más guapa de las no operadas?
Rosa Collazo. Morenaza, con un par de ojazos negros y otro par de...
¡¡¡Espejito de los cojones!!!!
¿Qué?
Rosa Collazo no vive en el barrio.
Bah, por un par de calles...
La madre que te parió....

31. El sardinero

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. Luego se sentó en el váter y, con la sardina colgando, no pudo evitar recordar aquella tonadilla: «Santander, cagar y volver»
¿Qué habrá hecho hoy el Racing? ¿Y a quién le importa?

32. ¿Dilema moral?

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. Observó con tranquilidad su cuerpo cubierto de sangre, y procedió a ducharse para eliminar todos los restos. Se vistió, y contempló con satisfacción el cadáver de su tío José Manuel. Por fin había conseguido vengarse de todas sus violaciones. Virginia lo había planificado todo a la perfección, y el día de su 18 cumpleaños por fin pudo matarlo. Había sufrido mucho menos de lo que quería, pues solo había podido torturarle unas pocas horas. Pero era necesario si quería que le diera tiempo a desaparecer por completo. Fue al aeropuerto, y en un par de escalas recaló en un país sin acuerdo de extradición. Lo único que no le gustaba del plan es que, para poder financiarse, le esperaba un trabajo de escort de lujo. Pero su venganza lo merecía, y al menos esta vez había podido elegir.

33. :-D

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo para comprobar que sólo había sido una pesadilla: en efecto, las dos pinzas invisibles que llevaban más de una década sujetando las comisuras de sus labios no se habían roto, sino que seguían en su sitio, dejando ver dos perfectas hileras de dientes. Suspiró de alivio e intentó alejar de su mente la imagen todavía caliente de todas las personas que había conocido durante aquel tiempo viendo su rostro (y, en consecuencia, su alma) tal y como era realmente. Se echó agua en la cara, se cepilló el pelo, se lavó los dientes. Antes de salir, dio un último vistazo a su reflejo para poder encarar otro día con tranquilidad.

34. El espejo nublado

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo el señor Tadashi, que inclinó la cabeza, como cada mañana. Tadashi era un maestro de escuela, viudo y muy reservado. Pasaba los días de verano en una cabaña alquilada cerca de una aldea costera. Allí regresaba cada año con su maleta, sus lentes y su bigote canoso. Apreciaba el espejo porque era viejo como él y ambos empezaban a mostrar los destrozos del tiempo. Pero sobre todo, porque desde el otro lado, Nioko, eternamente joven, le devolvía el saludo.

35. Las matemáticas del amor

Al despertar se fue al baño y se miró en el espejo. Había un mensaje: "te dejo, eres más que complejo". Se miró perplejo y comprobó que el punto sobre su cabeza era ahora un acento circunflejo.

36. Cristiano

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo. Observó con detenimiento su bello rostro. Acarició con deleite los trabajados pectorales. Toqueteó con placer sus cincelados abdominales.  Observó con lujuria cómo su pene (hermosísimo y masivo, a su entender) se henchía inhiesto (que no iniesta) con virulencia y presteza. Con sus suaves y hábiles manos comenzó a agitarlo y, en pocos segundos, su resplandeciente semen salpicó la superficie. Rió mostrando sus -ahora- perfectos dientes. La prensa le inventaba relaciones; pero eso era estúpido porque, realmente… Nadie le ponía más que el tipo del espejo.

“Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo”.

¿No?

salakov escribió:“Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo”.

¿No?

Ok

salakov escribió:“Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo”.

¿No?

El guarda

Al despertar entró en el baño y se miró en el espejo. Un grito de horror se estrelló contra la imagen allí reflejada: Salakov vestido de uniforme, libreta en ristre, garabateaba la pertinente denuncia que aparejaba cien flexiones de multa, la cual, a causa de la erección matutina, tuvo que pagar con sumo cuidado.

El guarda 2

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. Escritas con carmín, estaban las reglas del concurso: “Es obligatorio votar si se ha participado publicando un relato, quedando exento sólo por causa mayor (viaje, rapto, abducción, etc...). Si no vota, su relato quedará fuera del concurso“.
¡No se volverá a repetir!, se dijo. ¡Ignominia y tabanada(*) para el próximo que no vote!

Spoiler:

¡Administración veloz!

Gracias fron!! Eres un monstruo! Y no necesariamente en la misma acepcion que tu nick....

Administracion ejemplar!!

Me gusta la frase...

Muy buenas señor administrador

Como suelo hacer le escribo aquí las cabeceras completas y actualizadas que a veces se usan en el primer post, su uso es voluntario por supuesto, pero si quiere usarlas solo tiene que darme quote a este mensaje y copiar literalmente todo lo de aquí debajo:

Reglas:

REGISTRO HISTÓRICO:

ACTAS DE ESTA EDICION, HASTA LA GALA ACTUAL:

CLASIFICACIÓN V EDICIÓN:

Un consejo: si has usado antes los privados, vacía la bandeja de entrada. Y si tienes dudas, pregunta.

Toro escribió:Muy buenas señor administrador

Como suelo hacer le escribo aquí las cabeceras completas y actualizadas que a veces se usan en el primer post, su uso es voluntario por supuesto, pero si quiere usarlas solo tiene que darme quote a este mensaje y copiar literalmente todo lo de aquí debajo:

Reglas:

REGISTRO HISTÓRICO:

ACTAS DE ESTA EDICION, HASTA LA GALA ACTUAL:

CLASIFICACIÓN V EDICIÓN:

Gracias, Torete!

Mientras van llegando los microrrelatos, unos minutos musicales..

Fronkonstin escribió:

Toro escribió:Muy buenas señor administrador

Como suelo hacer le escribo aquí las cabeceras completas y actualizadas que a veces se usan en el primer post, su uso es voluntario por supuesto, pero si quiere usarlas solo tiene que darme quote a este mensaje y copiar literalmente todo lo de aquí debajo:

Reglas:

REGISTRO HISTÓRICO:

ACTAS DE ESTA EDICION, HASTA LA GALA ACTUAL:

CLASIFICACIÓN V EDICIÓN:

Gracias, Torete!

Aparte de la música, un poco de inspiración cinematográfica...

Toro escribió:Muy buenas señor administrador

Como suelo hacer le escribo aquí las cabeceras completas y actualizadas que a veces se usan en el primer post, su uso es voluntario por supuesto, pero si quiere usarlas solo tiene que darme quote a este mensaje y copiar literalmente todo lo de aquí debajo:

Reglas:

REGISTRO HISTÓRICO:

ACTAS DE ESTA EDICION, HASTA LA GALA ACTUAL:

CLASIFICACIÓN V EDICIÓN:

Un rosco, un punto y dos cuartos puestos.

Me siento tan raro estando fuera de los puntos.

Tan... bovino.

salakov escribió:Me siento tan raro estando fuera de los puntos.

Tan... bovino.

Supongo que es porque están pegadas las letras, pero se te ha colado una "v" que debía ser "b"....

Toro escribió:

salakov escribió:Me siento tan raro estando fuera de los puntos.

Tan... bovino.

Supongo que es porque están pegadas las letras, pero se te ha colado una "v" que debía ser "b"....

posiciones apretadas.

Tengo que escribir algo...

Dins.

¿Ha salido ya Nomeko?

Spoiler:

1.Vicente

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo; se miró y vio a su padre: la nariz ancha, las patillas encanecidas, las mismas ojeras grises. De pequeño le repetían que se parecía a su madre, pero cuarenta y tres años después el espejo le devolvía la inconfundible imagen de su progenitor. Se había convertido en su padre. La genética prevalece, pensó. Somos materia, cadenas de ADN dispuestas de esta o aquella manera. Sonrió y el espejo le devolvió la sonrisa de su padre; luego esbozó una reconocible mueca. ¿Se parecerá tanto mi hijo a mí?, se preguntó esperanzado. Entonces recordó la piel cálida de aquellas manos que siempre olían a pan y el pasado se le acumuló, juntándose en una melancolía difusa, en una tristeza anticipada. ¿Por qué esas ganas de llorar? ¿Cuánto hacía...?
Marcó un número:
—¿Papá? No, no pasa nada. Sólo saber qué tal estás.

2. Self-made man

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo, como cada mañana. Recorrió con calma su fisonomía: alopecia desbocada, pliegues epidérmicos desde la papada hasta la rodilla asemejándolo a esos perros chinos, la fuerza de la gravedad obstinada con tanta adiposidad sobrante, granos encapsulados, pelos invasivos… Un baño de realidad antes de la ducha: La donna è mobile…
Desayunó, hizo sus necesidades con aire ausente, se lavó el tercer ojo con esmero y volvió a la cama. Se arropó como hacen los niños en invierno, cerró los ojos y fue consciente del tensar de músculos, del crecer de pelo, del esquivar la gravedad de su nueva estructura: ¿Cenamos esta noche, Dorita? preguntaba coqueto a la vecina del quinto al cruzarse con ella en el parque. Me encantaría, gorjeaba Dorita.
Y así, entre amables y jugosos sueños diurnos, suplía esas supuestas carencias a las que no osaba enfrentarse.

Autista escribió:Tengo que escribir algo...

CocH. escribió:Dins.

Por si a alguien se sirve de inspiración..

Felicidades a Criminal Pentatónico, uno de los grandes del microrrelatismo!

Zorionak, Crimi!

102 años y estás hecho un zagal.

Felicidades crimi!!

Felicidades Crimi!!

¡Felicidades Crimi!

Muchas gracias camaradas 102 años no se cumplen todos los días !! 

feliz cumple, crimi!

¡Felicidades Crimi, considera mis puntos de la última ronda como regalo de cumpleaños!

Autista escribió:¡Felicidades Crimi, considera mis puntos de la última ronda como regalo de cumpleaños!

No tengo la culpa de que tengas una mente tan sucia, a ver si te voy a tener que dar las gracias por ello 

Sobre la frase creo que lo conté una vez, un amigo mío se acercó y me dijo: tengo que hablar contigo como psicólogo, creo que tengo anorexia.

Pero si pesas 120 kilos-le contesté.

Ya, pero me miro en el espejo y me veo gordo...

Criminal pentatónico escribió:

Autista escribió:¡Felicidades Crimi, considera mis puntos de la última ronda como regalo de cumpleaños!

No tengo la culpa de que tengas una mente tan sucia, a ver si te voy a tener que dar las gracias por ello 

Buenas noches....
Me voy a bailar frente al espejo....
Veo que no gané....
Siento no haber podido ejercer el voto....los pueblos de montaña tienen sus cosas...

m

jo jo jo jo

zorionak crimi!!

3. El dilema del bigote

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo para comprobar que su bigote seguía ahí. La noche anterior había tomado una decisión que desde hacía tiempo había estado meditando: dejarse bigote, dado que la barba ya le aburría. Con cierta vergüenza, pero decidido, salió a la calle para desempeñar el día junto a su bigote a lo Freddie Mercury.

Sin embargo, no contaba con semejante baño de negatividad. Su novia le comparó con Ned Flanders y sus compañeros de clase con Antonio Alcántara, siendo el objeto de mofa del día. Ante tanta discordia, se decidió por envió una foto de su rostro abigotado a un fiel amigo, creyendo que este le daría su aprobación. Desgraciadamente, éste le comparó con un pedófilo.

Al llegar a casa, fue directo al baño para acabar con la pesadilla. Una vez más, las normas sociales habían triunfado.

4. Rexona nunca te abandona

Al despertar entró al baño y se miró en el espejo.
Se bajó los pantalones y se sentó en la taza.
El zurullo se estaba resistiendo a salir .
Decidió entretenerse con lo primero que tuviera a mano.
Y así descubrió los secretos del champú Johnson,s.
Como aquello seguía sin salir y se aburría mortalmente se metió el roll-on por el culo.
Y le dieron las diez y las 11 las 12 y la una y las dos y las tres.
Y con el culo al aire le cogió la luna en el servicio de urgencias de la clínica Ruber.

5. Transformación

Al despertar, entró al baño y se miró en el espejo. Durante la noche había tenido un sueño intranquilo, y al levantarse se sentía extraño. Cuando encendió la luz se quedó horrorizado por la imagen que se reflejaba en el espejo. Su cara era una máscara monstruosa, y de su cabeza surgía una especie de apéndice peludo, como un cuerno lleno de rizos. De su boca salió una lengua gigantesca, roja y puntiaguda. Alrededor de sus hombros había aparecido un caparazón, y bajo los brazos tenía unas membranas similares a las alas de un murciélago. Bajó a la calle a pedir ayuda, pero cuando quiso hablar empezó a brotar un líquido sanguinolento por su boca. Los paseantes, espantados, se cambiaban de acera y los perritos le ladraban nerviosos. Entonces vio acercarse a Antonio, el jevi del barrio, que le miraba maravillado:
-¡Es Gene Simmons, aquí, en Moratalaz!

6. Al despertar

Al despertar entró en el baño y se miró al espejo. Se enjuagó la cara con agua y al volver a mirarse al espejo vio pasar una silueta humana por el pasillo y escuchó como la puerta de su habitación se cerraba de un portazo.
Se quedó paralizado. Cerró el grifo del lavamanos.
Notaba que un creciente terror se apoderaba de su cuerpo y de su mente.
¿Quién demonios había entrado en su casa?
Corrió hasta la cocina, abrió uno de los cajones y cogió un cuchillo.
-¡Voy a llamar a la policía, cabronazo!-gritaba blandiendo el cuchillo, tembloroso, dando zancadas en pijama por todo el piso.
Abrió la puerta de la habitación.
Vislumbró una silueta humana su cama, tiró con furia de la colcha que la cubría y se encontró frente a frente con un hombre en pijama exactamente igual a él.
Se incorporó en la cama, sudando, agitado..
Sólo había sido una pesadilla.
Al despertar entró en el baño y se miró al espejo.

Mañana lunes vuelvo a la ofi, que bajón