Anécdotas de bar
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Anécdotas de bar
El bar, ese lugar segunda residencia de muchos humanos, ha dado siempre mucho juego. Momentos que son imposible vivirlos en otro sitio. Situaciones habituales o totalmente bizarras. Paraje idóneo para, desde cero, conocer personas con las que forjas amistades duraderas, o lo contrario, junglas en las que surgen de la oscuridad fieras que alteran tu status. Aventuras disfrutadas con la cerveza en la mano y el culo pegado a un taburete. Comienzo:
-Entras en 1984 por primera vez en un bar famoso de Torrelavega del que has oído muchas cosas pero nunca nada positivo. Tus amigos y tu vais de malotes, así que para dentro. Pides unas cervezas a un tío chungo que no te mira a los ojos, te las sirve y a la vez entrega al que está a tu lado una cucharilla y medio limón, éste lo guarda y se va al baño. Cerveza que se evapora y en menos de cinco minutos esa pandilla de imberbes sale pálida del lugar para no volver nunca más
-Entras en 1984 por primera vez en un bar famoso de Torrelavega del que has oído muchas cosas pero nunca nada positivo. Tus amigos y tu vais de malotes, así que para dentro. Pides unas cervezas a un tío chungo que no te mira a los ojos, te las sirve y a la vez entrega al que está a tu lado una cucharilla y medio limón, éste lo guarda y se va al baño. Cerveza que se evapora y en menos de cinco minutos esa pandilla de imberbes sale pálida del lugar para no volver nunca más
Re: Anécdotas de bar
-La cuadrilla va de ruta cervecera por los bares que nutren una ruidosa calle un sábado cualquiera y eres cabeza del pelotón al entrar en uno de ellos. Eres popular por lo despistado que sueles ser, de hecho entras con vigor y notas algo extraño, pero no sabes qué, dices buenas noches y hacia dentro. Alguien te agarra y te arrastra hacia el exterior. No te habías percatado de que la mayoría de presentes en el lugar iban uniformados y estaban realizando una redada/volquete histórica. Tampoco te habías dado cuenta de los automóviles extrañamente tuneados de blanco y verde con lucecitas que había aparcados frente al bar
Re: Anécdotas de bar
-Noche larga, dura batalla cervecera veinteañera. Cierran los bares a vuestro alrededor. Hora de retirada. Tomas una calle desconocida, y luego otra, buscando otro abrevadero, un último descanso guerrero. Tu colega te señala uno que pone "Bar Latino" que aún tiene luz el letrero. Frunces el morro en señal de desagrado, pero es lo que hay. Entráis y os encontráis un lugar silencioso y oscuro, casi no se puede ver dónde se pisa. La única luz del lugar surge de detrás de la barra, donde habita una mole de dos metros por dos, rubio pelao, cabeza esférica, con michelines en el cogote, al que casi no se le ven los ojos. Barra pequeña, dudo que quepan seis personas de codos en ella. Preguntas si aún está abierto y su respuesta es un gesto con el brazo, similar al que suelen hacer los policías que ordenan el tráfico, que traduces como "adelante, bienvenidos". En el lado exterior de la barra hay otro obelisco humano, de parecidas características, que os mira con la misma expresión, que puedes traducir como "ni respires". Pedís un par de cervezas, os las sirve y a la vez os pone dos vasos pequeños (pero no chupitos, cuatro dedos de altura) con un líquido similar en ausencia de color al agua. Pensáis que no son para vosotros y comenzáis a beber vuestras cervezas. El barman llena su vaso y el de su compañero. Mira hacia tí y observa que no has tocado aquellos vasos y, con cara de indignación, hace un gesto que parece indicar que te lo bebas ya. Sumisamente pegáis un trago de ese aguardiente que abrasa paulatinamente todo tu ser a medida que desciende por tu tracto digestivo hasta detenerse en el ojete, el cual notas en llamas. Trago de cerveza que apacigüe esa tormenta. Vuelve el ogro a acercarse a ti con una botella y ve que no has terminado aún ese maligno vaso. Te mira con cara de enfado y vuelve a hacer el gesto de "traga ya". La pareja de víctimas obedecen raudos. Al terminar de pasar por el gaznate ese agua de fuego, veis sonreír, o algo parecido, a ese "simpático" gestor que vuelve a llenar los vasos. Os miráis la socia y tu y telepáticamente la dices "¿dónde coño nos hemos metido?" pero no os movéis, ahí, al pie del cañón. Hablan entre ellos algo que debe ser originario de más allá de los Urales. Algo le debió decir el otro, que se metió a la trastienda/cocina y sale con una bandeja de queso, que debió rebanar un queso completo. La puso en el centro de la barra y mientras desintegraba con aquellas fauces el primer trozo, nos señaló la bandeja. Decís tímidamente "no, gracias" y el otro ser, con una voz de camionero cabreado que acojona suelta algo con las cejas unidas a la vez que señala al plato, que en segundos estábamos dándole salida los cuatro a aquel queso curado. Pides otras dos cervezas (para pasarlo) y os sirven también otros dos vasos de aquel satánico orujo.
En eso que entran otros dos chungos, parientes de aquellos, que empiezan a hablar con ellos y el más espabilao, te mira con cara de mala hostia y ojos azules agresivos, señala a su reloj y con gestos te invita a salir. Preguntas al anfitrión que cuánto debeis y moviendo los brazos, cual negro dj del rap haciendo scratch, viene a interpretarse que "nada y largo de aquí"
Al salir imaginas que son la mafia rusa, que se han cargao a los latinos y que se metió detrás de la barra para disimular al veros llegar. Sería lo más cabal para justificar esa vivencia
En eso que entran otros dos chungos, parientes de aquellos, que empiezan a hablar con ellos y el más espabilao, te mira con cara de mala hostia y ojos azules agresivos, señala a su reloj y con gestos te invita a salir. Preguntas al anfitrión que cuánto debeis y moviendo los brazos, cual negro dj del rap haciendo scratch, viene a interpretarse que "nada y largo de aquí"
Al salir imaginas que son la mafia rusa, que se han cargao a los latinos y que se metió detrás de la barra para disimular al veros llegar. Sería lo más cabal para justificar esa vivencia
Re: Anécdotas de bar
Entran unos chavalucos a tu bar de referencia a media tarde y piden uno a uno extraños potingues en lo que sería su "primera furtiva incursión en antro de mayores":
-"Un gintonic"
-"Un ginkas"
-"Un destornillador"
-"Un cubata"
El camarero pregunta al del "cubata"
-"¿De qué?
y el crio, responde:
-"¿De qué va a ser?, ¡de Cocacola!"
-"Un gintonic"
-"Un ginkas"
-"Un destornillador"
-"Un cubata"
El camarero pregunta al del "cubata"
-"¿De qué?
y el crio, responde:
-"¿De qué va a ser?, ¡de Cocacola!"
Re: Anécdotas de bar
Es tarde ya. Sois los últimos y el camarero se percata de que ya es la hora de cierre. Corre las cortinas, cierra la puerta y apaga casi todas las luces. En eso veis acercarse un coche con lucecitas arriba y el camarero dice:
-"¡La guardia civil! ¡Arriba!"
Y todos subís las escaleras a oscuras y miráis tímidamente con sigilo desde las ventanucas de la parte superior cómo los funcionarios miran a través de las translúcidas cortinas buscando presencia humana. Acto seguido, entran en el bar de en frente. El camarero os informa de que, con esa, son ya tres las sanciones que lleva el vecino. Allí estáis hasta que se fueron, hasta las cinco, y tu maldiciendo tu vida allí arriba porque te dejaste la cerveza olvidada en la barra
-"¡La guardia civil! ¡Arriba!"
Y todos subís las escaleras a oscuras y miráis tímidamente con sigilo desde las ventanucas de la parte superior cómo los funcionarios miran a través de las translúcidas cortinas buscando presencia humana. Acto seguido, entran en el bar de en frente. El camarero os informa de que, con esa, son ya tres las sanciones que lleva el vecino. Allí estáis hasta que se fueron, hasta las cinco, y tu maldiciendo tu vida allí arriba porque te dejaste la cerveza olvidada en la barra
Re: Anécdotas de bar
En un pub de pseudo-ambiente gay, o ambiente mixto. Una amiga se dirige al baño con otra amiga, para mear (heteras) y hay dos gays en la misma puerta dándose el lote y no pueden entrar.
- ¿Me dejáis pasar? Me estoy meando
Uno de ellos se gira entonces y la mira.
- Pues meame en la boca.
La chica automáticamente se empieza a desabrochar el cinturón, la otra la agarra del brazo y se la lleva.
- ¿Me dejáis pasar? Me estoy meando
Uno de ellos se gira entonces y la mira.
- Pues meame en la boca.
La chica automáticamente se empieza a desabrochar el cinturón, la otra la agarra del brazo y se la lleva.
Moderno- Mensajes : 6583
Fecha de inscripción : 28/11/2015
Re: Anécdotas de bar
Entramos mi hermano y yo en un bar, que años antes era un bar base comunista y vimos que ya no lo llevaba el mismo. Nos atendió una muchacha muy borde. La decoración era rarísima, con cosas casi de mal gusto y justo tras de mí, en la pared, un póster gigantísimo de la campaña gubernamental "póntelo, pónselo". Casi no había gente, dos aquí, dos allí. Mi hermano es un acérrimo coleccionista de fanzines y vio sobre la mesa un periódico "alternativo". Se puso a ojearlo y me dice: "qué noticias mas raras tiene esto". Estaba frente a mí y pude leer el título del fanzine: "La Gayceta". Nos entró la risa. Somos unos putos despistaos
Re: Anécdotas de bar
Un pariente mío trabajaba en una empresa vasca en el euskadi aquel aún martirizado por el terrorismo. Le vacilaban por ser de un puebluco de Cantabria. Mucho rollo político, eran todos del pnv y urbanitas y veían que éste no se cortaba y que les daba su opinión sobre cualquier tema, sin pelos en la lengua
Un día, para reírse, le llevaron de poteo a una herrikotaberna o gaztetxe, del rollo indepe. Ji ji ji, ja ja ja, a ver qué dice el paleto español
El muchacho, que tonto no es, vió la jugada y pensó "pensáis que me voy a acojonar y no os dais cuenta que yo estoy de paso y los que vivís aqui a diario sois vosotros. Sus vais a cagar"
Llegaron a la barra, pidieron y ya empezaban con las guasas. En la esquina de la barra, donde estaba el pariente, había una hucha y salta en voz alta: "¡Anda, no sabía yo que era ya el Domund!". Les cambió el rictus y le dicen a lo bajo: "oye, no, que no es del domund, que es para..." y sin dejarles terminar, mira a la pared y ve colgados un numeroso montón de cuadros con fotos de miembros de eta presos, y dice: "¡Joer, anda que no sois aquí fanáticos ni ná, que empapeláis la pared con toooooda la plantilla del Alavés!"
Zurito rápido y salida con gesto serio de los peneuvistas del bar
Un día, para reírse, le llevaron de poteo a una herrikotaberna o gaztetxe, del rollo indepe. Ji ji ji, ja ja ja, a ver qué dice el paleto español
El muchacho, que tonto no es, vió la jugada y pensó "pensáis que me voy a acojonar y no os dais cuenta que yo estoy de paso y los que vivís aqui a diario sois vosotros. Sus vais a cagar"
Llegaron a la barra, pidieron y ya empezaban con las guasas. En la esquina de la barra, donde estaba el pariente, había una hucha y salta en voz alta: "¡Anda, no sabía yo que era ya el Domund!". Les cambió el rictus y le dicen a lo bajo: "oye, no, que no es del domund, que es para..." y sin dejarles terminar, mira a la pared y ve colgados un numeroso montón de cuadros con fotos de miembros de eta presos, y dice: "¡Joer, anda que no sois aquí fanáticos ni ná, que empapeláis la pared con toooooda la plantilla del Alavés!"
Zurito rápido y salida con gesto serio de los peneuvistas del bar
Re: Anécdotas de bar
Una tarde en Santander a finales de los ochenta, entramos a un mítico bar heavy cuyo nombre era el de una importante ciudad marroquí. La decoración no reflejaba tanta identidad magrebí como el aroma. Estaba el bar bastante poblado. Entre los indígenas autóctonos había lo clásico; pelambreras de toda longitud, vaqueros, zapatillas deportivas blancas, pulseras, pines, cervezas y porros. Todos en armonía de amor a la fiesta, paz y tranquilidad. Entra por la puerta un pavo como ninguno: melena larguísima, botas de motero, pantalón de cuero, cinturón de balas, muñequeras... miembro de obús, muro, o póster de la metalhammer. Oigo una palabra en voz no muy alta de alguien con afilado olfato:
-"Secreta"
y en pocos minutos el bar quedó vacío
-"Secreta"
y en pocos minutos el bar quedó vacío
Re: Anécdotas de bar
Mismo año. Bar de la Universidad, Empresariales. Hemos ido de visita y ha coincidido con el recreo. El camarero era un borde de cojones, a veces pensábamos que si tenía una inquina especial con nosotros.
Como si hubiera una guerra, la peña empieza a agolparse en la barra, pidiendo un pincho de tortilla, un sandwich vegetal, un botellín de agua,... Uno de mis amigos ve una cucaracha alrededor de los donuts. La espera en su paseo, y la aplasta con el vaso.
Llama al camarero y le dice a ver si pone tapas en condiciones y no esa mierda. Todos los chavales que iban a pedir por nuestra zona desaparecieron
Como si hubiera una guerra, la peña empieza a agolparse en la barra, pidiendo un pincho de tortilla, un sandwich vegetal, un botellín de agua,... Uno de mis amigos ve una cucaracha alrededor de los donuts. La espera en su paseo, y la aplasta con el vaso.
Llama al camarero y le dice a ver si pone tapas en condiciones y no esa mierda. Todos los chavales que iban a pedir por nuestra zona desaparecieron
Re: Anécdotas de bar
Una vez me sirvieron una cerveza que llevaba dentro una piedra mucho mayor que el agujero de la botella. El dueño del bar la dejó de exposición
Re: Anécdotas de bar
En otra ocasión, a las tantas de la mañana, nos pedimos unos chocolates con churros. Dentro de uno de ellos se veía una mosca negra más grande que un grillo
Re: Anécdotas de bar
De película de risa/gore. En un mesón, en Gijón, esperando para cenar, oímos un grito proveniente de la cocina. De allí salió una rata standard, ni muy grande ni muy pequeña y tras ella el dueño con la escoba, guiándola hacia la salida. Al lado de la puerta estaban dos bombonas de butano vacías y lo peor de todo, un tio de León de apariencia elegante y refinada, pero con menos luces que la taiga rusa en invierno. Este que ve acercarse a él la rata, agarró una bombona a una mano y la elevó sobre su cabeza ya a dos manos, hasta lanzarla sobre el roedor. Se quedó el mesón mudo. la bombona tras la colisión dio varios botes hasta tropezar con la escoba del dueño. La rata quedó como el coyote en todos y cada uno de los episodios del correcaminos y las baldosas del suelo rotas en mil pedazos. Menos mal que la bombona estaba vacía y fabricada concienzudamente
Re: Anécdotas de bar
Un festival hippy/heavy/rocker/punky que se celebraba en un pueblo casi abandonado. Era un festival de ámbito familiar sin ánimo de lucro, pues entre todos se montaba el escenario, equipo, barra, luces. Tocaban todas las bandas que acudiesen a la cita, así que la cosa duraba casi 24 horas. Se hacía mirando a una loma, es decir, el escenario abajo y toda la gente tirada por el prao. De tumbados veían perfectamente el escenario. Se compartía todo y había muy buen rollo. Y lo bueno estaba en la barra. La bebida tenía precios populares (la voluntad) y había una caja que ponía "galletas cósmicas. 100 pesetas"
Menuda fiesta
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