Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
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Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
psycho-sonic escribió:Kupak escribió:Pier escribió:Ah,, y sobre lo del arte y el contexto. Sin contexto no hay arte. Y no se trata siquiera del contexto de la obra o del autor, que también, sino del contexto de vosotros los que intepretais el hecho artístico. Que somos seres sociales, que no vivimos aislados en el eter!!!!
"Contextos" hay siempre, me refiero al contexto de la historia oficial y la academia. Me interesan los contextos personales que dan lugar a las interpretaciones de cada uno, eso sí.
Mucho más, que duda cabe.
De todas maneras, a mi esto de tener que contextualizar el arte a toda costa me resulta al menos curioso. Racionalizar en exceso estas cosas....no se. Parece que es un signo de los tiempos racionalizar a saco lo que ha de ser más "mágico", y plagar de sentimentalismos y tripas las cosas que se han de racionalizar más.
Sí, racionalizar suena un poco rígido, yo diría que es curiosidad por ver cuales son los mecanismos que funcionan en cada uno, lo mágico, lo intuitivo, lo visceral, también tiene sus bases y sus principios aunque no atiendan a una lógica formal de A+B. Conocerte un poco mejor y a los demás te ayuda a manejarte con un mínimo de rumbo. También entiendo que cada uno escucha música según lo que busca y le gusta.
Kupak- Mensajes : 29314
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Me he leido ambulos y colofón......el contexto pa otro día...
David Z. escribió:pero la primera forma en que me interesaron fue leyendo sobre ellos antes de escucharlos.
Cierto. En la etapa preinternet, leyendo el Ruta 66, así es como discos captaban mi atención.....por las palabras de Jaime Gonzalo, por ejemplo. Luego a rapiñear tdks a colegas enrollaos y con discoteca potable, o a pedirte un disco de importación y esperar dos meses a que te llegasen. Creo que aquello me traumatizo tanto que por eso ahora no leo el Ruta y paso del contexto.
psycho-sonic- Mensajes : 25945
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Y Louis Armstrong me tiene pilladisimo.....
psycho-sonic- Mensajes : 25945
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
posiblemente sea el mayor ladrillo de la historia del foro?
morley- Mensajes : 34201
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
por el esfuerzo le voy a dar otra otra escucha al de Juanito...
morley- Mensajes : 34201
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Bravo, Z! reconozco no haber entendido mucho el de Richman, aunque suena "bonito". De los Alimentado me cuesta más, pero es por el tipo de música. Genial haberlos puesto en contexto.
Respecto a los Guided, totalmente de acuerdo, en el fondo no sé si me quedé en los 90 cuando me sentía la mar de alternativa
Respecto a los Guided, totalmente de acuerdo, en el fondo no sé si me quedé en los 90 cuando me sentía la mar de alternativa
Koikila- Mensajes : 46193
Fecha de inscripción : 29/07/2009
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
morley escribió:por el esfuerzo le voy a dar otra otra escucha al de Juanito...
ay! ahora por tu culpa, David, mientras le escucho no puedo dejar de imaginarlo en pijama, con legañas y los ojos hinchados...
morley- Mensajes : 34201
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
eskoriez escribió:¿Como que un recopilatorio?Pier escribió:
A ver, que Watts decidió que no le gustaban al enterarse que era un recopilata camuflao. Y partir de ahi que si el sonido, que si el indie no me gusta,, que si a las canciones les falta trabajo, que si la abuela fuma....
fui yo el que dijo que eran canciones que habían grabado desde finales de los 80 y hasta que salió el disco, y sí, se puede hablar de recopilación, pero de material nunca publicado anteriormente... No es algo tan raro, muchos grupos lo han hecho en mayor o menor medida.
En la wiki pone lo siguiente:
"Only a few new songs were written for the album, among them "I Am a Scientist" and "Gold Star for Robot Boy", with the rest of the album mostly being overdubbed, rerecorded, or edited versions of the band's older, unused material."
Según pone en el cd "King Shit & the Golden Boys", existieron varias versiones del "Bee Thousand", hasta 5 ó 6, y en cada nueva versión el tracklist variaba, quitaban unos temas y ponían otros más recientes. Al final acabaron con cerca de 60 canciones para elegir, y de ese montón salió el tracklist de 20 temas definitivo.
El disco "King Shit..." incluye entre otros 12 de esos descartes (otros aparecerían como caras b, o en futuros LPs, en la misma o diferente forma), y pone que todos ellos fueron grabados entre el 92 y 93, salvo 1 que se grabó a mediados de los 80; éste tema fue incluido en el director's cut del disco, una edición de 4 LPs con un total de 55 temas. Edición que vale un pastizal hoy día...
hachimaki- Mensajes : 1068
Fecha de inscripción : 01/06/2009
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Pier escribió:Ah,, y sobre lo del arte y el contexto. Sin contexto no hay arte. Y no se trata siquiera del contexto de la obra o del autor, que también, sino del contexto de vosotros los que intepretais el hecho artístico. Que somos seres sociales, que no vivimos aislados en el eter!!!!
Exacto. Nada más que añadir señoría. 100% agree
DumDumBoy- Mensajes : 17191
Fecha de inscripción : 09/06/2008
psycho-sonic- Mensajes : 25945
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
morley escribió:morley escribió:por el esfuerzo le voy a dar otra otra escucha al de Juanito...
ay! ahora por tu culpa, David, mientras le escucho no puedo dejar de imaginarlo en pijama, con legañas y los ojos hinchados...
Caramba!, he de decir que en esta tercera escucha me ha entrado de maravilla. Es que se puede decir que me hasta ha encantado! Lo que corrobora la importancia del contexto, en este caso el personal, que yo el lunes siempre ando con las dopaminas por el suelo y todo me suena mucho peor. Con este me como mis palabras, hasta la producción y su tosquedad me han parecido perfectas...
morley- Mensajes : 34201
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Joder.
Luego saco un rato y leo.
Se te echaba de menos, Z.
Luego saco un rato y leo.
Se te echaba de menos, Z.
Stoneheart- Mensajes : 46096
Fecha de inscripción : 10/10/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
morley escribió:morley escribió:morley escribió:por el esfuerzo le voy a dar otra otra escucha al de Juanito...
ay! ahora por tu culpa, David, mientras le escucho no puedo dejar de imaginarlo en pijama, con legañas y los ojos hinchados...
Caramba!, he de decir que en esta tercera escucha me ha entrado de maravilla. Es que se puede decir que me hasta ha encantado! Lo que corrobora la importancia del contexto, en este caso el personal, que yo el lunes siempre ando con las dopaminas por el suelo y todo me suena mucho peor. Con este me como mis palabras, hasta la producción y su tosquedad me han parecido perfectas...
A la inversa que yo....cuanto más escucho el disco más taras le encuentro. Lo principal es que me empieza a oler mal tanta supuesta frescura, excentricidad, amateurismo y tosquedad. Todo me parece impostado.
Lo mejor con el es escuchar y olvidar hasta que se te vuelva a cruzar en el camino. Si abuso lo más mínimo, como ha pasado esta semana, me da cierta dentera....
psycho-sonic- Mensajes : 25945
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
psycho-sonic escribió:morley escribió:morley escribió:morley escribió:por el esfuerzo le voy a dar otra otra escucha al de Juanito...
ay! ahora por tu culpa, David, mientras le escucho no puedo dejar de imaginarlo en pijama, con legañas y los ojos hinchados...
Caramba!, he de decir que en esta tercera escucha me ha entrado de maravilla. Es que se puede decir que me hasta ha encantado! Lo que corrobora la importancia del contexto, en este caso el personal, que yo el lunes siempre ando con las dopaminas por el suelo y todo me suena mucho peor. Con este me como mis palabras, hasta la producción y su tosquedad me han parecido perfectas...
A la inversa que yo....cuanto más escucho el disco más taras le encuentro. Lo principal es que me empieza a oler mal tanta supuesta frescura, excentricidad, amateurismo y tosquedad. Todo me parece impostado.
Lo mejor con el es escuchar y olvidar hasta que se te vuelva a cruzar en el camino. Si abuso lo más mínimo, como ha pasado esta semana, me da cierta dentera....
A mí me parece el profesor de instituto esforzándose por dar una clase fresca y buen rollista ante unos chavales mirando el móvil que no les importa lo más mínimo lo que diga.
Kupak- Mensajes : 29314
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Hombre señor Z qué alegría leerle!! Por esta ausencia prolongada debería vd pagar prenda. ¿qué tal la reseña del primero de Manowar que se ha saltado?
DumDumBoy- Mensajes : 17191
Fecha de inscripción : 09/06/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
psycho-sonic escribió:morley escribió:morley escribió:morley escribió:por el esfuerzo le voy a dar otra otra escucha al de Juanito...
ay! ahora por tu culpa, David, mientras le escucho no puedo dejar de imaginarlo en pijama, con legañas y los ojos hinchados...
Caramba!, he de decir que en esta tercera escucha me ha entrado de maravilla. Es que se puede decir que me hasta ha encantado! Lo que corrobora la importancia del contexto, en este caso el personal, que yo el lunes siempre ando con las dopaminas por el suelo y todo me suena mucho peor. Con este me como mis palabras, hasta la producción y su tosquedad me han parecido perfectas...
A la inversa que yo....cuanto más escucho el disco más taras le encuentro. Lo principal es que me empieza a oler mal tanta supuesta frescura, excentricidad, amateurismo y tosquedad. Todo me parece impostado.
Lo mejor con el es escuchar y olvidar hasta que se te vuelva a cruzar en el camino. Si abuso lo más mínimo, como ha pasado esta semana, me da cierta dentera....
No he dicho nada. Lee bien, Rhonda
Última edición por Rhonda el 17.07.20 15:16, editado 1 vez
Rhonda- Mensajes : 50748
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
David Z. escribió:Hola, queridos. Me paso porque me llamáis, por cumplir. No tengo tanto que decir (¡temblad!).
- Spoiler:
1. Preámbulo
Eskoriez y me atrevo a sugerir que Morley, bueno, en realidad casi todos, sois gente bella y joven (de espíritu cuanto menos), ergo con el gusto distorsionado por el lógico exceso de películas de acción, drogaína, sexo uni y multipersonal y superproducciones ochenteras, noventeras y del nuevo siglo. Son décadas de compresión a tope, de producciones que tapan carencias compositivas: efectos especiales, explosiones, colorcitos, ruidos, collarcitos de cuentas para engañar al oyente, ruido, forma y volumen sobre sustancia y fondo. Pretenciosidad, fuegos artificiales, épica frente a la desnudez y el corazón tendido al sol.
2. Ámbulo
Por ello os puede costar a algunos apreciar los tres discos de la semana (aunque veo bellos, prometedores y emocionantes progresos en mi estimado Cabalga-Sin-Prejuicios). Si lo de Guided By Voices os parece ‘sonido lata’ o ‘maquetero’ ya lo entiendo todo fácilmente después. Yo no sé qué le pedís a un disco. Me lo he puesto y a mí me suena perfectamente, como tiene que sonar, no se me ocurre ninguna queja ni se me pasa por la cabeza ponerle un 'pero' al sonido. Qué malacostumbrados estáis, joder. Escuchad a Ulan Bator Trío o a Los Piolines o la primera maqueta de Sarkófago o Hidropedo o cualquier disco al azar en la estantería de Annie y luego venidme a oír esto y a decirme que suena a lata y chatarra.
Otra cosa es el contenido, que no está mal pero personalmente no me emociona, aunque es bello, ojo, simplemente no me parece arrebatador, es pop noventero típico, hay canciones que prometen pero no pasa de bubblegum lo-fi. Pero ¿el sonido? No sé, ni que todos los discos tuvieran que tener la producción de Lady Gaga. Es más, y esto tal vez os cueste comprenderlo, ese disco con “mejor” sonido no sonaría bien, no tendría el encanto que tiene. Si algo tiene de ‘defecto’ para mí es precisamente el contrario; sonar demasiado como tiene que sonar, demasiado ‘noventas’, demasiado ‘hijo de su tiempo’. No sé, tiene ese sonido y esa forma de componer y cantar que lo escuchas e inmediatamente puedes fechar como si fuera carbono-14. Casi todos los 90 suenan así. ¿Por qué? Qué sé yo, alguien que sepa de sonido y cantométrica podrá explicarlo. Pero este me ha gustado bastante más que el propuesto hace unos meses. Hay algún temón, sí. Pasa como con los otros que le gustan a Koi, los del Anton LaVey ese, que alguna vez descubres un temazo pero con esa diarrea competitiva que tienen da pereza investigar.
3. Postámbulo
Vamos, que parece que no vivisteis los 90. Se le perdonaría a Annie, que se los pasó encerrado en un zulo de la KGB en la Siberia postsoviética (según he creído deducir de sus mensajes) y luego resulta que él es el que mejor lo entiende. Esto son los 90, joder, qué otra cosa le pides a un disco, qué otro sonido. Los estadios, la producción limpita y la épica os las podéis meter todas por el culo ochentero de Joey DiMaggio.
Por cierto, creo que viene a colación, y ya os lo habré contado, pero me repito más que Arévalo: una vez estuve de breve charla con Manowar. Y también los escuché de cani, curiosamente el mismo disco que Francois, que me encantaba (es que de hecho creo que lo compré por lo de la Iliada). He tenido momentos muy bajos en mi vida, sí. Fue la misma noche en que Lemmy, tras horas pegado a una máquina de no sé qué juego de marcianitos, se me acercó y me farfulló al oído que “los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. Gran sabiduría oriental que siempre llevaré conmigo y que me ayuda en momentos difíciles. “Estoy hasta los huevos de la pandemia…. Bueno, pero los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. “Estoy engordando y poniéndome como un búfalo albino… Pero bueno, peor es lo de los fineses, según Lemmy”. Siempre me he preguntado por qué a mí, en todo caso (el mensaje, claramente, no es cuestionable: necesitaba decirse y se dijo). Creo que es porque el destino le hizo decírselo a la única persona en aquel lugar que sabía y sabe de fútbol menos que un finés, en concreto un finés sordomudo y en coma.
4. Un nuevo ataque gratuíto
Y de esos polvos, de esos oídos taponados por la cera de la superproducción y la fantasía noventera que proclamaba ‘indie’ y ‘alternativo’ mientras ofrecía superproducciones en grandes multinacionales… De esos polvos auditivos, todos los lodos que vienen después. ¿El disco de Jonathan Richman suena a boceto? Por Osiris y por Apis, ¿qué le falta? ¿Violines? ¿Arpa láser? ¿Autotune? ¿Beyoncé a los coros? ¿El sonido de Alimantado es “cutrongo”? Claro, joder, debe ser porque solo tiene a los mandos a tal vez los dos mejores productores e ingenieros de estudio de la historia del reggae, a dos revolucionarios que inventaron casi todo lo que sucede en Jamaica y en el mundo desde entonces: Lee Scratch Perry y King Tubby. Que es como decir los Tom Dowd, Tom Wilson o Bob Thiele de su escena. O, para noventeros, los Albini o Rick Rubin de Jamaica. Solo que mucho más influyentes, la verdad, en la música del mundo entero. La crema de la crema, lo más de lo más, lo muy muy y lo tope de lo tope. Una puta barbaridad, lo que en inglés se llama 'state of the art': el sonido más vanguardista y avanzado de su época. Por eso fue la bomba que fue y por eso influyó a toda la escena punk británica.
5 y 6. Ñañañaña
Yo tengo los dos en vinilo (yi tingui lis dis in vinili) y ambos suenan a gloria. Igual si sacáis la cabeza de la pantalla del móvil y os lo ponéis en un buen equipo descubrís la belleza de estos sonidos. Igual no. Os doy un voto de confianza. Vamos a contextualizarlos un poco.
7. Una Alimantación Completa
7.1. Crítica del reggaetón puro
El disco del Dr. Alimantado suena a cañón. Es que te lo cascas hoy, casi 50 años después, y suena aún fresco, vital, impactante: relevante, en una palabra. Es fácil comprender su influencia. Habrá que ver cómo suenan qué sé yo, Rosalía o Kendrick Lamar dentro de 50 años, a ver si siguen así de frescos y potentes, de actuales incluso. Es que te lo ponen hoy en una pista de baile y arrasa. Lo pones a buen volumen y alucinas con los matices y detalles.
Al Dr., alias “El Cirujano Ital”, lo propuse sin pretensiones históricas ni nada de esas tontadas tan comunes en mí, simplemente para gosal, y por dos o tres razones: la principal, y me congratula que Piedritas lo haya pillado a la primera, para ella: para que tuviera precisamente ‘la original’ de esa de Massive Attack que tanto le gusta. Que tampoco es la original, pero sí es la definitiva, la que lo petó en Inglaterra y la que por tanto conocerían y adorarían los Massive Attack, me imagino. Es complicado el asunto con esta canción, “Poison Flour”: es versión de una versión, aunque ‘versión’ no en el sentido que se da a la palabra en el rock, una ‘versión’ jamaicana en este contexto (porque luego casi cada single reggae desde fines de los 70 tiene su ‘version’ en la otra cara que suele ser un dub), en este contexto digo, es una canción nueva que parte de algunos elementos de la anterior.
Una de las grandezas de la música reggae de estos años es que es de las primeras músicas populares ‘posmodernas’, lo que luego será el rap o la electrónica por ejemplo: la primera música que casi vuelve al folk y al blues, donde la autoría es un concepto difuso y con multitud de capas: versiones sobre versiones, tomar elementos de aquí y allá, robar vilmente, copiar, saquear, hacer modificaciones, nuevas canciones que reciclan la base rítmica y melódica o los acordes de una anterior… En Jamaica, año 73, la cosa funciona así: el productor se queda las pistas instrumentales, con énfasis en las de bajo y batería, de cualquier canción, especialmente si tiene éxito, y las reutiliza en multitud de nuevas grabaciones con un montón de nuevos vocalistas. Llega alguien y le dice ‘tengo esta letra’ y él dice ‘coño, pues tengo esta base cojonuda, dale ahí’. Sacarle a la vaca toda la leche posible, vaya. No es ‘la misma canción’, pero es la misma base.
7.2 Crítica del reggaetón práctico: toneladas de marihuana y otras cosas que les gustan a los ingleses
Lee Scratch Perry, que viene de producir hace poco nada menos que los dos mejores discos que jamás grabara Bob Marley, acaba de construir los que luego serán legendarios estudios, el “Arca negra” (Black Ark), donde uno de los primeros clientes es un joven DJ llamado para la posteridad Dr. Alimantado. Lo primero que graba Perry con él es “Ride On”, y de este estudio salen también el tema título, el "Barbero" y "Can’t Conquer Natty Dreadlocks". Del estudio de King Tubby salen el resto, excepto "Gimmie My Gun" y "Unitone Slank", que vienen respectivamente de los estudios Channel One y Randy’s, o sea, de algunos de los sellos y estudios más reputados de Jamaica. Estamos en la vanguardia del sonido de su época, no se nos olvide. Esto es calidad jamaicana suprema. Vamos, es que no hay más que ponérselo para comprenderlo.
Lo que entronca, lo del gusto de piedras y la influencia de Scratch Perry, con la segunda razón por la que lo propuse: el tremendo éxito e influencia de Alimantado (que realmente no se corresponde tanto con su lugar en la historia de la música jamaicana, algo más modesto) en la escena punk inglesa. Y no digamos de Perry, claro, que por ejemplo producirá alguna canción (no recuerdo cuál) de The Clash. Pensé que por ahí os podría entrar a algunos, que sois tan pumukys y tan anglófilos. De hecho el éxito del Dr. en Inglaterra y el mundo de fuera de Jamaica (donde “Chicken” ya ha petado hace tiempo) viene sobre todo gracias a Johnny Rotten, quien menciona en aquellos años el “Born for a Purpose” de Alimantado —absoluto temazo grabado poco después de este disco que os recomiendo también: "si no tienes un propósito para vivir / no determines mi vida"— como una de sus canciones favoritas del universo. De hecho en su última bio, la Ira es energía, la vuelve a nombrar. A él le debo descubrir esa canción (este disco ya me lo había puesto mi querido padrino) o la de Althea y Donna que pegué aquí y tanto le gustó a Annie hace unos meses, “Uptown Top Ranking”. Y el 'patrocinio' incondicional de Rotten asegura el gran éxito de este disco, que como digo ya era bien conocido en Jamaica, y de ahí que Alimantado se fuera a Londres y al estrellato, con la consiguiente omnipresencia en Inglaterra. De hecho el disco que nos ocupa también es influyente porque es la primera referencia que edita el sello inglés Greensleeves, que creo que es hoy día la compañía con el mayor catálogo reggae del mundo. Eso leo, vaya.
7.3. King Tubby, Retubby
Y hasta hay una tercera razón por la que lo propuse (o vaya, que me estoy apropiando sobre la marcha): este ‘reggae’ ya es algo más que reggae, ya estamos en los albures del dub y el dancehall. Dub es 'doblar' pistas, o sea, cortapegar, jugar con las grabaciones para hacer nuevas versiones (generalmente casi instrumentales, cortando partes vocales y dejando solo momentos, estribillos entrecortados, etc). Es la creación sobre todo de King Tubby, que produce varias canciones aquí (el "Barbero" tiene cierto aire dub). Todo esto por ejemplo se puede entender comparando "Poison Flour" y "I Shall Fear No Evil", eso es el dub. Hecho, ojo, no con protoolsito y ordenata y darle a un botoncico mágico, sino con horas de curro e ingenio cortando cinta a mano, de manera totalmente loca, artesanal y bella. Y dancehall, la música de baile de las pistas jamaicanas que manará a finales de los 70 de la fuente de discos como este, es la base de toda la música electrónica (o el reggaetón, que creo que nace del dem bow del dancehall) posterior (la mención al reggaetón es para impresionar al chicochoni). Bueno, pues todo esto, para lo bueno y para lo malo, empieza con los DJs jamaicanos que en estos años, primeros 70, hacen comúnmente lo que se llama “toasting”, que no es tanto hacer tostadas como poner un disco y empezar a soltar sandeces y astracanadas por encima. Alimantado es un pionero en esto. No el primero ni mucho menos, pero es un genio en ello, de hecho, si escuchas el "Man Next Door” o el “Quiet Place” original, entiendes mejor lo que su "Poison Flour" aporta a ambas: una energía maníaca, un frenesí total… Igual que el “Chicken”, que tanto sorprendió a propios extraños porque de repente en mitad de una canción que parecía normal un anormal no paraba de decir cosas y soltar berridos y soniditos, quién se había creído este… Este, el llamado “toaster” o “DJ gritón”, es un clarísimo precedente del MC, del hip hop (algunos de cuyos inventores en NYC, como sabemos y ya hemos hablado, son de origen jamaicano y aprenden mucho de esta escena), como el productor e ingeniero jamaicanos (como Perry o Tubby) son claros predecesores del productor de rap y su uso de ‘samples’ y demás efectos. Como el DJ jamaicano es el directo creador del DJ hip hop: vamos, wikipedia mismo lo dice:Jamaican-born DJ Kool Herc, who immigrated to New York City, influenced the early development of scratching. Kool Herc developed break-beat DJing, where the breaks of funk songs—being the most danceable part, often featuring percussion—were isolated and repeated for the purpose of all-night dance parties.
Es decir, que en ese sentido este disco sí tiene una cierta importancia histórica como uno de los discos pioneros de lo que después llevará a la música de baile de todo el mundo y el nuevo universo del hip hop. No es poco, la verdad. De hecho, por la cantidad de músicos a los que este disco vuela la cabeza, su influencia y fama van bastante más allá de su valor musical.
7.4. Por hablar de todo un poco
Que tampoco es poco, ese valor musical. La primera cara es imbatible, tiro tras tiro. Para mí "I Killed the Barber", "Just the Other Day", "Gimmie My Gun", "Poison Flour" y el tema título son auténticos himnos (de hecho mis criaturicas, con dos años y pico, van por la casa diciendo “who shot de baba, him shot de baba”). Especialmente "Poison Flour" es empezar y llenarme de adrenalina pura, qué gloria de canción, es que me lanzo a darlo todo cada vez que suena (van tres luxaciones de cadera ya). La forma y urgencia con que anuncia la canción sobre el inicio de la base o con la que pronuncia “EVIL” en la cita bíblica, “though I walk the valley of darkness / I shall fear no evil…” resumen lo que es Alimantado, igual que ese tema título, que tan exitoso fue en Inglaterra y que también es un perfecto compendio de las virtudes del Dr: una forma de hablar y recitar cercana a la entonación, con sonidos y gritos totalmente energéticos, que contrasta de manera maravillosa con la melodía principal, es como chocar dos canciones una contra otra, a lo loco, y el resultado es eso, una explosión de energía. Lo mismo en "Gimme Mi Gun", de hecho oyes cualquiera de las versiones originales de esas canciones, o como digo, la ‘versión base’, y te das cuenta de cómo la energía maníaca del Dr. las mejora todas, las hace vibrantes. Pasan de temas rocksteady o reggae buenísimos pero estándar a algo totalmente único y nuevo, de hecho es que eso, es el inicio de un nuevo estilo, que igual casualmente es el estilo más influyente jamás salido de Jamaica, por, como digo, su influencia en la electrónica y el hip hop.
Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
La canción en sí, “Poison Flour” digo, va sobre una partida de harina con restos de veneno llegada de Londres que mató a una decena de personas o así en Jamaica. Temática social, vaya. Igual que Best Dressed Chicken in Town, que va sobre pollos. Viene de un anuncio de pollos, de verdad:
“Los pollos mejor vestidos de la ciudad”. Pero ‘dressed’ también puede ser ‘aliñados’, ‘condimentados’. Como se ve en la portada, Alimantado era claramente un dandy: calzones que dejan ver los calzoncillos por la bragueta abierta, torso al aire… Pero de hecho en la contra sale con un traje bien bello y elegante. O sea que el ‘contraste’ entre título y portada es un juego buscado. Mismo contraste que entre la figura del ídem, tirando a enjuta y casi hasta esquelética, y su nombre, porque desde luego no está tan bien alimantado.
Fue esa forma de ‘tostar’, o de ‘rapear’ casi continuamente sobre la canción, la que resultó tan innovadora e influyente (e irritante para mí hasta que le pillé el punto). Lo mismo pasa en “I Killed the Barber”, resulta que es su demencia forma de hablar por encima y medio rapear de manera casi constante —que es la ‘aportación’ de Alimantado, el ‘toaster’ antes de él me parece que tiende a ser algo más ‘ocasional’, a entrar en partes de la canción, no a estar ahí dando por culo todo el rato— la que convierte un buen tema en algo mágico.
La cara B es más normalita, aunque llena también de temazos gozosos, precisamente porque es algo más ‘estándar’ o tradicional, algo menos demenciada. Son buenas canciones pero no son revolucionarias como sí lo son todas las de la cara A, que son magia todas y cada una.
Se puede leer a mucha gente aún hoy, especialmente supongo que ingleses, comentando que este es su disco favorito de la historia del reggae. No es mi caso, pero mira, cada vez me gusta más, y eso que me costó, cuando lo compré, lo oí y oí y no me atrapó… Hasta que un día puse la primera cara, un poquito ‘tostado’ yo, casualmente (¡que hay que explicaros todos los secretos, coima!), a volumen fiestero, y aluciné. Y ha acabado convirtiéndose en uno de mis discos favoritos, en efecto, de la música jamaicana. Puro groove, pura dosis de energía para cualquier tarde tonta de esas en que te sientes depre porque el cactus no te pone morritos.
8. Hombre Rico, Hombre Pobre
Y luego Jonathan Richman: el disco producido por Ocasek (I’m so Confused) es bonito, sin duda, mugu, de hecho para mí Jonathan no tiene disco malo, pero no es para mí muy representativo de lo que él es, al contrario, es su disco ‘pop’, su disco ‘producido’, y da una impresión totalmente alejada de la carrera de Jonathan en las dos últimas décadas, que era lo que me interesaba traer a colación con este disco: un “aquí sigue este tipo y es que es alucinante lo que hace”. Eso no me valía con un disco de los 90. De hecho, queridos, he propuesto un disco de 2008. Pura vanguardia. ¿Cuántos habéis propuesto discos posteriores a ese año? Insertar imagen de burns con gorro grunge.
Pero no sufras, mugu, que también os he cascado uno noventero, el maravilloso “I, Jonathan”, que contiene una de sus mejores canciones y de las mejores canciones de la historia del pop, y que tocará para cuando lleguemos a la letra ‘i’, allá por el siglo XXIII, cuando Vox sea la fuerza dominante en el Triunvirato del Nuevo Imperio de las Españas y Ultramar (Isla Perejil, una finca en la Isla de Basura del Pacífico, dos aldeas venezolanas y una sierra perdida que no aparece en los mapas porque ‘qué sabrá la ciencia’) y el nivel de los océanos esté a la altura de los arcos torales del cimborrio de la Catedral de Burgos. No sufras por mis elecciones : )
Lo que pasa es que me parece importante entender dónde esta Jonathan hoy día. Porque hablamos de alguien que para mí, y no puedo ser objetivo ni lo pretendo, pero en mi mundo está a la altura compositiva y literaria de un Dylan o un Leonard Cohen, alguien a quien se ningunea precisamente por el pecado capital de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, por preferir la sencillez, la frescura y la espontaneidad a la planificación, la pose y la sobreproducción (que tanto estropea tantos de los discos ‘posmodernos’ de Leonard Cohen, en mi opinión). “Es como el pan”, ha de ser fresco y del día, no pasado y recocido. Es como ha explicado perfectamente annie. Pues como grabaron los Stooges su primer disco, en dos ratos y compuesto en uno y medio. Y ahí lo tienes, uno de los 3 discos definitivos de la historia del rock, junto a VU&Nico y Modern Lovers. Y ojo, que como dice Dum Dum, no es que haya que contraponer ‘sencillez’ y ‘arte’, al contrario, amigo, la clave es precisamente que la sencillez es la esencia de la genialidad en el arte.
Algo, lo de la sencillez y espontaneidad, que queda claro en este disco con su versión de Cohen (“Here It Is”): una de tantas enormes canciones del genio canadiense, si la escuchas en la barroca y recargada versión original no te transmite apenas nada de la honestidad, la trascendencia y la urgencia de la propia y maravillosa letra, que sí comunica la versión desnuda y descarnada que hace Jonathan, en cuya voz sincera, cálida, profunda y frágil cobran especial relevancia esos versos absolutamente alucinantes de Cohen: “aquí está la noche / la noche se hizo / y aquí está la muerte / en el corazón de tu hijo”, “aquí está tu vino / y tu caída borracha / y aquí está tu amor / tu amor por todo”; “viva todo el mundo / muera todo el mundo / hola, mi amor / adiós, mi amor”. Una especie de aceptación zen del bello absurdo circular de la vida que encaja muy bien en la visión de Jonathan.
Es raro ver a Jonathan haciendo versiones en disco, por cierto, por lo que esta elección es aún más relevante. Pero para mí lo mágico es como consigue mejorar una canción de Leonard Cohen. Quién cojones se atreve a eso. No a hacer una versión, no. A cambiar una canción por completo y hacer otra cosa. Y decirle a Cohen algo como “aquí está tu canción / en el espíritu de otro”.
A este disco le di bastantes vueltas con un buen amigo en ipunkrock, Don Sicalíptico, a quien perdí la pista y añoro, y ambos coincidíamos en que es una absoluta obra maestra. Es más, no solo considero que Richman está a la altura de Dylan y Cohen, sino que, en los últimos 20-30 años de carrera de los 3, está claramente por encima. Es el único que sigue siendo inquieto, que no se acomodó, que va a contracorriente pero encima haciendo maravillas a la altura de sus mejores obras, el único cuya carrera parece mejorar con los años, es como el vino y como el pan. ¿Que el “gran mundo” no lo sabe? Bueno, pues como dice Juan Ramón: “con la minoría, siempre”. Por cierto, ¿cuántos artistas americanos conocéis que hayan hecho canciones con versos de Juan Ramón Jiménez, como Jonathan? Ya, eso digo.
Podría haber puesto el anterior a este: “Not So Much to Be Loved as to Love”, otra obra maestra. O el de después o el siguiente o el siguiente, que son sus tres más recientes y pronto editará Munster en España si no lo ha hecho ya: “O Moon, Queen of Night on Earth”, “Ishkode, Ishkode” o el maravilloso “Sa”, donde vuelve Jerry Harrison (del primer disco de Modern Lovers y Talking Heads) y donde la mezcla de su órgano con la tambura de Nicole logra algo majestuoso, inquietante, un sonido totalmente único y espectral, como de otro mundo. Pero este mismo vale, porque da una excelente idea de dónde está Jonathan hoy día. Y francamente porque tiene algunas de las mejores canciones y letras de toda su carrera (y mira que tiene canciones mágicas a porrillo).
Es además un disco más serio y sombrío de lo habitual tal vez, donde, cosa no tan normal en JoJo, entra el tema de la muerte de manera explícita, debido a la muerte de su madre (Here It Is, As My Mother…, Time Has Been Going by so Fast…). En fin, este es de 2008, creo, tras 4 años desde el anterior, con ese dolor por medio, y es uno de los últimos para Vapor, el sello creado por Neil Young, que adora a Jonathan. Lo interesante para mí es precisamente que sea reciente: es un disco para demostrar a los jóvenes que hay esperanza, que no todo en la vida es o venderse o repetirse hasta la saciedad, que existe un camino en el arte que es auténtico, sincero y que implica un crecimiento vital continuo. Es casi un milagro encontrar a un músico de más de sesenta años, que podría estar cediendo Pablo Picasso y Roadrunner a anuncios de Cadillac y Victoria’s Secret (cof cof cof), haciendo giras de ‘reunión’ y demás giliflautadas que señalan la muerte de toda inquietud artística verdadera, pero que resulta que no, que sigue inquieto, buscándose aún, experimentando con su sonido, sacando canciones de poemas sufíes o españoles, o de observaciones tan mundanas y divertidas como siempre, aprendiendo, explorando y divirtiéndose. “Como un niño distraído”…
No lo pone fácil, y entiendo que no entre a todos. Pero por eso “I’m So Confused” no sería una elección representativa, es mucho más accesible si quieres. Richman va a contracorriente, pone las cosas difíciles, no le gusta acomodarse, suena ‘raro’, suena personal y diferente. No es el sonido que esperas cuando pones un disco supuestamente pop. Es algo que va más allá. De hecho el diálogo que puso Morley entre él y el productor es adecuado pero está totalmente al revés, con los papeles invertidos. En realidad el productor sería el que le dice, “pero hombre, vamos a ponerle más cosas, esto está así como muy boceto, como inacabado” y él el que siempre replica, como dice Juan Ramón:
No lo toques ya más,
Que así es la rosa.
Porque “Juanito” sabe de qué va la cosa.
Si no entendéis la belleza de la sencillez,
- Spoiler:
pues eso, no comprendéis un tipo esencial de genialidad. No pasa nada, el mundo está hecho para eso, lo complicado es lo típico y fácil. Hace falta valor y genio, como siempre, para ser simple y sencillo, para ir desnudo por la vida (o por el salón, como yo ahora mismo. Pero igual esto no viene al caso. Claro que ahora a ver quién os quita la imagen de la cabeza. Gif de las cejas).
¿El primer disco de Modern Lovers? es típico medirlo todo por ese inalcanzable escalafón. Y erróneo. Jonathan escapó de la trampa del rock, de la trampa del estrellato, en favor de otra concepción de la música. Lo hizo voluntariamente. Le costó perder a su banda, que no lo entendía. Contratos jugosos, esas cosas. Curiosamente ese disco, de mis favoritos del mundo, una noche hace pocos años con un amigo en casa se lo puse (¿podéis creer que hay aún quien no conoce ese disco?) y lo primero que me chocó, tras años acostumbrado ya a JoJo en solitario… fue darme cuenta lo ‘producido’ que estaba, lo ‘pulido’ que suena, lo ‘rock’ que es. Que no es malo, pero es que eso no es lo que es Jonathan hoy. Eso fue su primera versión, si quieres decirlo así. Pero con los años pasó a ser un músico único, algo que va más allá de un sonido coyuntural, un trovador errante y políglota al que le importa tres pimientos si crees que solo es un payaso o un gracioso. Es la paradoja de Jonathan: la sonrisa, el humor, la inocencia y lo que muchos perciben como ‘poco pulido’ o ‘amateur’ o ‘payaso’ encierran a un músico maravilloso, serio, lleno de filosofía y con una técnica de guitarra que ya quisiera cualquiera en el rock. Y que a la vez, por supuesto, es un bufón y un payaso. Así y es y así lo queremos.
“Es como el pan”, el momento en que dice “y si las palabras quieren venir que vengan / y si no vienen a nosotros da igual”… es de una belleza indescriptible. O ese “lo que queremos es el momento / tal como el viento”… Qué filosofía más perfecta, más sincera. El presente, el ahora. Lo que nos ha recordado de nuevo la pandemia.
En efecto, canciones en español tiene a patadas, y discos en español no solo el “Te vas a emocionar” (de mis favoritos suyos), también Munster recopiló varias de sus canciones en español más recientes (al menos comparadas con las de “Te vas a emocionar”), incluida la celebérrima “Vampiresa mujer”, en el bello “¿A qué venimos si no a fracasar?” Tiene bastante música reciente en español: poema de Juan Ramón Jiménez, canto a la alegría, versiones en directo de tanguillos de Cádiz, Albéniz o Falla, respuestas a Peret (“La fiesta es para todos”), odas a la guitarra flamenca (“La guitarra flamenca rubia”)… De hecho hoy día siempre toca con guitarras Ramírez, flamencas o clásicas. Le sientan como un guante. Estamos hablando de la marca más excelsa de la historia de la guitarra, por cierto…
Pero es que España está en este disco: “This Romance…”, “las ‘gemelas’ (en sus propias palabras) “Le Printemps…” / “The Lovers…” y “Es como el pan”, se graban en Tarifa, mirando al estrecho de Gibraltar. “Las luces de Tánger. Polvo del Sáhara. Un lugar electrizante para pensar y hacer música”. Y por cierto, él mismo dice en las notas al disco: “no tengo un control completo de estos idiomas” (se refiere a francés, italiano y español, los tres más típicos en que canta… aunque últimamente ha incorporado al repertorio canciones en hebreo, la lengua indígena ojibwe o el dialecto siciliano). Llegaba el productor de Tarifa y le decía, “oye, esto está mal dicho”, “y así aprendo: tengo bastante descaro y no tengo miedo a que se rían de mí”.
O, con algo de aire español, esta “No One Was Like Vermeer”, una ‘rumba a la Juanito’, una guitarra que levanta a un muerto con una letra magnífica llena de humor que siempre triunfa en vivo. Ese humor tan suyo: “Parece como nacido en una era más moderna / pongamos hace unos 100 años o así”.
Y de nuevo una filosofía artística clara encerrada en lo que parece simple homenaje: “algunos cuadros huelen a sudor y alegría / otros a vino tinto / otros se plantan y cierran la puerta / pero Vermeer te estremece los huesos”, sobre el objetivo del arte, que no es “el suelo del convento”, no es pedantería ni borrachera ni siquiera belleza, es simple conexión humana, es contacto con las emociones puras de otra persona. Y en directo suele explicar cómo vas a ver cuadros de gente de la misma época o escena y ahí tienes, Rubens, una tela de 20 metros de alto por 20 de ancho… Otro, lo mismo… Otro, 30x30… Y llegas a vermeer, y son 20 centímetros x 20 centímetros. Y eso vale de sobra para transmitirlo todo.
Que es una buena metáfora de Juanito: no hace falta grandilocuencia, temas ‘gloriosos’, pedanterías… Algo pequeño y sencillo, una pequeña imagen de una hilandera a contraluz, tiene más realidad y sinceridad y belleza que tres señoras desnudas ocupando una pared entera. Y luego lo termina en directo diciendo a veces: no hay nadie como Vermeer… excepto su hija, que como era una mujer en esa época no tuvo ningún crédito pero parece que completó varios de los cuadros de su padre y que algunos de los que creemos que son de él son en realidad de ella.
Y por cierto, ya que estamos en Vermeer, qué guitarrista tremendo es JoJo, qué poco se le reconoce también esto. Y cómo se nota en este disco. Poned atención, muchachos, ponedla. Que es todo grabado en directo, ¿eh? Que no hay overdubs ni pollas, que no hay más que lo que suena en directo en el estudio.
Y sí: improvisación contra lo planeado. “Boceto”. De hecho es el único artista que conozco que nunca lleva set-list. Nunca jamás. Toca lo que le sale en cada momento. Los set-list son para funcionarios de la música.
Tomad si no el bellísimo tema título, variación de una de sus ideas comunes que también es su filosofía del sonido y la música (‘su misterio no está en los tacones ni la sombra de ojos’, por ejemplo): “porque su belleza es cruda y salvaje / está en el núcleo de las estrellas / no necesita ponerse nada en el pelo / es rizado y salvaje, como ella”. No hacen falta adornos, como el magnífico poema de Juan Ramón: “vino, primero, pura…” o la bella canción de Yeats que termina “canción, déjales llevársela [toda tu ropa], pues hay más valor en caminar desnudo”.
También está “The Lovers…”, oda a los amantes juveniles como vosotros mismos: “pues claro que huelen un poco mal, llevan todo su mundo en una mochila, no son buenos en los negocios, pero son amantes, son los que van a devolver la vida a este lugar estéril”… O la muy relacionada temáticamente, su ‘gemela’, “Llegó la primavera de los amantes”, una maravilla con letra suya en francés sobre un verso de Rumi (en efecto, ¿conocéis muchos músicos populares que hagan canciones basadas en poesía sufí?): “y otra vez / todo este bulevar de polvo / volverá tal vez a ser un jardín”. Tal vez referencia a la reencarnación o al eterno retorno de los ciclos vitales, comprensible cuando entendemos que la última canción trata sobre la muerte de su madre. Pero no adelantemos. “Los amantes, que no tienen interés / en el mundo del bisnés / los amantes, que no tienen ninguna gana / de ser famosos”, los amantes “que no necesitan dormir por la noche”… Ah, qué ecos me trae todo esto de Machado, de las noches estrelladas con olor a jazmín, rumor de fuente y callejuelas secretas donde buscar un beso furtivo… O droga, en vuestro caso. Pero ese amor por la vida, esa ansiedad de estar vivo. Ese dolor de amar.
Algo que explica perfectamente una de las canciones más esenciales de sus últimos años en cuestión de ‘mensaje’, de letra: “Cuando rechazamos sufrir”. Tan importante es que tiene dos versiones aquí (y qué guitarras, por favor). Pero lo hace en varios discos esto: “todo lo que canto, incluso una vieja canción como “Old World”, está ‘en construcción’: siempre ando cambiando letras y melodía. Últimamente pongo dos versiones de una misma canción en un disco para contrastar”. Viene a tratar de aceptar que la vida tiene dolor (“todo no es más que un eterno sufrir” como dice Arsenio) y que tratar de ahogar ese dolor en medicinas, drogas o cualquier otra forma de abotargamiento intelectual es engañarse, porque te cierra a las cosas que necesitan ese sufrimiento para germinar: el amor, el crecimiento personal, la responsabilidad y la comprensión de que en esta vida estamos todos solos y necesitados de comprensión y amor.
“Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, es cuando la urbanización privada gana y tú pierdes”, “es cuando el prozac gana y tu cuerpo y tus sentimientos pierden”, y en directo le encanta improvisar variaciones sobre esta idea con que las gente se parte: “Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, puedes tener pornografía, pero no Miguel Ángel”…
Creo que es otra buena metáfora de los discos de Jonathan. Hay partes áridas, crudas y difíciles para un disco de ‘música popular’. Sí. Y así debe ser.
Esto lo dijo Espinosa ya y mucho mejor: “nada bueno fue nunca fácil”.
Y luego su revisión de “Old World”, que siempre que la empieza en directo la gente se viene arriba creyendo que por una vez va a hacer una concesión a ese primer disco y luego resulta que no, que es una revisión o rectificación, preciosa en su idea y ‘cerrando un círculo’: sí, me encanta ese viejo mundo de los 50 del que hablaba hace 40 años, pero no podemos volver a ese viejo mundo, ese viejo mundo de trajes y sombreros y vestidos con corsé y tupés y fajas, ese mundo donde el racismo imperaba, donde la mujer no podía votar o firmar sus propios cuadros… Así que adiós, adiós, viejo mundo.
Qué irónico y delicioso es que cuando tenía menos de 20 años cantara loas al viejo mundo y cuando tiene más de 60 haya aprendido a decirle adiós. Qué crecimiento personal indica eso, cuando lo común con los años es que la gente se cierre más y más en ese mundo de su juventud y en sus prejuicios.
En su columna para una revista punk dijo una vez: “el verdadero arte tiene que tener un elemento de tristeza”. Lo hay en este disco, con la canción final a su madre recién fallecida. Que contiene uno de los mejores versos que he escuchado en la vida:
Now she’s laying
In the sun
Breaking free of earthly chains
One by one
As my mother lay lying
I learned
(ahora está tumbada al sol / rompiendo sus cadenas terrenas / una a una: / cuando mi madre yacía postrada / aprendí)
Me pone los pelos de punta y al borde de las lágrimas cada vez.
Una canción así no se puede cantar con grandilocuencia, solos eléctricos y violines, quedaría falso. Una canción así solo se puede cantar susurrando con una guitarra.
En fin: realidad, belleza sin alharacas, desnudez. Como tu amante recién despierto o despierta: oliendo mal tal vez, despeinado/a, en pijama arrugado y ojos hinchados, pero más bella y pura de lo que va a ser con ningún vestido o maquillaje.
Eso solo se consigue con la constancia: no es el amor de un día, son los años de amor. Y eso pasa un poco con Jonathan, no son discos que deslumbren a primera escucha, pero dales unas cuantas y con el tiempo te sorprenderás enganchado.
9. Los fineses y el fútbol
En fin, que tanta palabrería no es necesaria —las reclamaciones a los damnificados por mi ladrillo, se las ponéis a koikila, a watts o a chaleco, por pedir—; yo estoy en el bando chicochónico, ni contexto ni leches, disco al 11 y a lo loco, te gusta o no te gusta. Luego ya si te gusta buscas el contexto. Pero también es verdad lo contrario, choni: que yo de siempre me he acercado a muchos discos interesado antes de escucharlos, y que me han acabado fascinando pero la primera forma en que me interesaron fue leyendo sobre ellos antes de escucharlos. Vamos, que cualquier excusa es buena paracapar a Casado,digooo, para escucharse unos temazos y disfrutarlos. Me vale con que os haya gustado a varios, a annie, mugu e incluso parece que a Eskoriez y Rhonda. Y a los que no, no os toméis la mención de arriba como nada personal, simplemente uso vuestras palabras como excusa para lanzar mis filípicas, pero os estimo a todos y os agradezco el que lo hayáis escuchado. Y a chicochoni ya lo engancho la semana siguiente con Louis Armstrong.
No sabéis lo que me cuesta contenerme y moderarme así. Con lo que yo he sido. Y ahora mira, apenas microcríticas.
10. Salud,
z
La belleza de la sencillez, dice, con un ladrillaco de más de 6000 palabras. Vaya cojonazos que tiene
Autista- Mensajes : 15011
Fecha de inscripción : 28/11/2018
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Autista escribió:
La belleza de la sencillez, dice, con un ladrillaco de más de 6000 palabras. Vaya cojonazos que tiene
Stoneheart- Mensajes : 46096
Fecha de inscripción : 10/10/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Me parece que la semana que viene le toca otra vez, yo hasta Anton no os vuelvo a torturar.
Koikila- Mensajes : 46193
Fecha de inscripción : 29/07/2009
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Kupak escribió:DumDumBoy escribió:psycho-sonic escribió:morley escribió:eskoriez escribió:A mí un buen contexto si que me ayuda a acercarme al disco con otra predisposición
eso pasa con todo, con un vino, un plato, un cuadro... al final las historias son las que aportan significado a la obra, más allá del que la propia obra pueda suscitarnos.
Ya puede haber una intrahistoria del copón, que lo que no te gusta no te va a
gustar.....le da un tanto de adorno y color al asunto tedices "mira tu que curioso" y a otra historia. Que te gusta y la historieta detrás es pintona, pues oye....mejor que mejor, eso si.
Pero a veces pasa que una cosa no es que no te guste, te quedas con sensación de no saber si te gusta o no... ves cosas... y contextualizar puede ayudar a derribar ciertas barreras mentales, a que te intereses, a que le des más oportunidades. La actitud cuenta a la hora de enfrentarse a cualquier obra artística.
Además lo que gusta hoy puede no gustar mañana y viceversa. Somos seres complejos
Yo es que soy muy escéptico con las contextualizaciones y las narrativas humanas, ya la historia antigua es el despiporre con crónicas escritas 300 años después con el rigor y las evidencias documentales de la época. Una vez visto que son ficciones tienen el valor de que representan temas y obsesiones recurrentes en los humanos, pero bueno... me voy... sin ir tan lejos como eso las narrativas del rock me interesan bien poco, en el peor de los casos son anecdotarios que te dicen el tipo de gente que puebla esos mundos y en el mejor pues tampoco es tan distinto de otros temas que vienen de lejos.
Creo que me interesaría saber más sobre sr. y sra, también me gusta leer lo que tiene que decir John Lurie (también por la perspectiva humorística que siempre tiene), Yowie también... como dice Annie, la cuestión es sentir alguna empatía... yo añado curiosidad.
En el fondo todo esto con la mitomanía rock me viene de la tremenda decepción con gente de la que se habla mucho (Rolling Stones y similares) pero que me llevé un chasco tremendo al escuchar la música en si. También con Kurt Cobain que es un tipo poco interesante donde los haya y me encanta su música. En fin, me gustan los ruidos, no la gente.
Entiendo lo que dices y escuchar o apreciar las cosas sin ninguna calse de contexto también tiene su aquel. No obstante de ese modo a unos oidos totalmente vírgenes casi les va a dar lo mismo Led Zeppelin que los Grate Von Fleet. Es perfectamete posible que te gusten más incluso los segundos si sólo escuchas un tema y sacado de contexto. Al final son gustos y puede ser, ¿porqué no?que te guste más el tercer tema del disco de greta que Whole Lotta Love...
Pero... ahí viene el contexto. Unos son un grupo de finales de los 60 que partiendo del blues progresivo de la época facturan un concepto de grupo y sonido bastante novedoso y tremendamente influyente,con temas que han han pasado el filtro de varias décadas y los otros son una banda que replica esos hallazgos más de 40 añois después.
Luego también podría estaría el contexto de "obra global" en el que se encontrara cada tema. Cabría "evaluar" cada tema en el contexto de su propio album.
El contexto no sólo tiene que ser un anecdotario.
No obstante yo lo que decía es que el contexto y el anecdotarío pueden ayudar a mostrar más interés por una obra y al final acabar enamorado de ella por sus propios méritos fuera de contexto.
DumDumBoy- Mensajes : 17191
Fecha de inscripción : 09/06/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
David Z. escribió:una vez estuve de breve charla con Manowar. Y también los escuché de cani, curiosamente el mismo disco que Francois, que me encantaba (es que de hecho creo que lo compré por lo de la Iliada). He tenido momentos muy bajos en mi vida, sí. Fue la misma noche en que Lemmy, tras horas pegado a una máquina de no sé qué juego de marcianitos, se me acercó y me farfulló al oído que “los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. Gran sabiduría oriental que siempre llevaré conmigo y que me ayuda en momentos difíciles. “Estoy hasta los huevos de la pandemia…. Bueno, pero los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. “Estoy engordando y poniéndome como un búfalo albino… Pero bueno, peor es lo de los fineses, según Lemmy”. Siempre me he preguntado por qué a mí, en todo caso (el mensaje, claramente, no es cuestionable: necesitaba decirse y se dijo). Creo que es porque el destino le hizo decírselo a la única persona en aquel lugar que sabía y sabe de fútbol menos que un finés, en concreto un finés sordomudo y en coma.
Pues es la primera vez que leo esto. ¿Qué hay de verdad ahí? ¿Me pierdo alguna metáfora?
David Z. escribió:
Al Dr., alias “El Cirujano Ital”, lo propuse sin pretensiones históricas ni nada de esas tontadas tan comunes en mí, simplemente para gosal, y por dos o tres razones: la principal, y me congratula que Piedritas lo haya pillado a la primera, para ella: para que tuviera precisamente ‘la original’ de esa de Massive Attack que tanto le gusta. Que tampoco es la original, pero sí es la definitiva, la que lo petó en Inglaterra y la que por tanto conocerían y adorarían los Massive Attack, me imagino. Es complicado el asunto con esta canción, “Poison Flour”: es versión de una versión, aunque ‘versión’ no en el sentido que se da a la palabra en el rock, una ‘versión’ jamaicana en este contexto (porque luego casi cada single reggae desde fines de los 70 tiene su ‘version’ en la otra cara que suele ser un dub), en este contexto digo, es una canción nueva que parte de algunos elementos de la anterior.
Por lo demás:
Con la música jamaicana siempre disfruto más de los sucedáneos y derivados que de los pioneros, pero el señor este me ha parecido, dentro de lo que cabe, bastante disfrutable. Y fresquito.
Con el del Yonatan ya cambia la cosa, pero no descarto que dentro de muchos años, cuando haya madurado y me dedique a comer remolachas y buscar el placer de las cosas sencillas, le dé otra oportunidad. Mientras tanto, creo que ha llegado el momento de que confiese algo que me da mucha vergüenza confesar, pero tarde o temprano tendré que hacerlo. Y es que...
- Spoiler:
- nunca he escuchado el primer disco de Modern Lovers
Stoneheart- Mensajes : 46096
Fecha de inscripción : 10/10/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
David Z. escribió: Habrá que ver cómo suenan qué sé yo, Rosalía o Kendrick Lamar dentro de 50 años
Dicen que va a ser música que va a permanecer, así que podrás comprobar tú mismo, antes de cumplir los 100, que siguen sonando a puta mierda, como ahora.
Annie- Mensajes : 16973
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Ojo, dicho esto desde el más despectivo respeto.
Annie- Mensajes : 16973
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Autista escribió:David Z. escribió:Hola, queridos. Me paso porque me llamáis, por cumplir. No tengo tanto que decir (¡temblad!).
- Spoiler:
1. Preámbulo
Eskoriez y me atrevo a sugerir que Morley, bueno, en realidad casi todos, sois gente bella y joven (de espíritu cuanto menos), ergo con el gusto distorsionado por el lógico exceso de películas de acción, drogaína, sexo uni y multipersonal y superproducciones ochenteras, noventeras y del nuevo siglo. Son décadas de compresión a tope, de producciones que tapan carencias compositivas: efectos especiales, explosiones, colorcitos, ruidos, collarcitos de cuentas para engañar al oyente, ruido, forma y volumen sobre sustancia y fondo. Pretenciosidad, fuegos artificiales, épica frente a la desnudez y el corazón tendido al sol.
2. Ámbulo
Por ello os puede costar a algunos apreciar los tres discos de la semana (aunque veo bellos, prometedores y emocionantes progresos en mi estimado Cabalga-Sin-Prejuicios). Si lo de Guided By Voices os parece ‘sonido lata’ o ‘maquetero’ ya lo entiendo todo fácilmente después. Yo no sé qué le pedís a un disco. Me lo he puesto y a mí me suena perfectamente, como tiene que sonar, no se me ocurre ninguna queja ni se me pasa por la cabeza ponerle un 'pero' al sonido. Qué malacostumbrados estáis, joder. Escuchad a Ulan Bator Trío o a Los Piolines o la primera maqueta de Sarkófago o Hidropedo o cualquier disco al azar en la estantería de Annie y luego venidme a oír esto y a decirme que suena a lata y chatarra.
Otra cosa es el contenido, que no está mal pero personalmente no me emociona, aunque es bello, ojo, simplemente no me parece arrebatador, es pop noventero típico, hay canciones que prometen pero no pasa de bubblegum lo-fi. Pero ¿el sonido? No sé, ni que todos los discos tuvieran que tener la producción de Lady Gaga. Es más, y esto tal vez os cueste comprenderlo, ese disco con “mejor” sonido no sonaría bien, no tendría el encanto que tiene. Si algo tiene de ‘defecto’ para mí es precisamente el contrario; sonar demasiado como tiene que sonar, demasiado ‘noventas’, demasiado ‘hijo de su tiempo’. No sé, tiene ese sonido y esa forma de componer y cantar que lo escuchas e inmediatamente puedes fechar como si fuera carbono-14. Casi todos los 90 suenan así. ¿Por qué? Qué sé yo, alguien que sepa de sonido y cantométrica podrá explicarlo. Pero este me ha gustado bastante más que el propuesto hace unos meses. Hay algún temón, sí. Pasa como con los otros que le gustan a Koi, los del Anton LaVey ese, que alguna vez descubres un temazo pero con esa diarrea competitiva que tienen da pereza investigar.
3. Postámbulo
Vamos, que parece que no vivisteis los 90. Se le perdonaría a Annie, que se los pasó encerrado en un zulo de la KGB en la Siberia postsoviética (según he creído deducir de sus mensajes) y luego resulta que él es el que mejor lo entiende. Esto son los 90, joder, qué otra cosa le pides a un disco, qué otro sonido. Los estadios, la producción limpita y la épica os las podéis meter todas por el culo ochentero de Joey DiMaggio.
Por cierto, creo que viene a colación, y ya os lo habré contado, pero me repito más que Arévalo: una vez estuve de breve charla con Manowar. Y también los escuché de cani, curiosamente el mismo disco que Francois, que me encantaba (es que de hecho creo que lo compré por lo de la Iliada). He tenido momentos muy bajos en mi vida, sí. Fue la misma noche en que Lemmy, tras horas pegado a una máquina de no sé qué juego de marcianitos, se me acercó y me farfulló al oído que “los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. Gran sabiduría oriental que siempre llevaré conmigo y que me ayuda en momentos difíciles. “Estoy hasta los huevos de la pandemia…. Bueno, pero los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. “Estoy engordando y poniéndome como un búfalo albino… Pero bueno, peor es lo de los fineses, según Lemmy”. Siempre me he preguntado por qué a mí, en todo caso (el mensaje, claramente, no es cuestionable: necesitaba decirse y se dijo). Creo que es porque el destino le hizo decírselo a la única persona en aquel lugar que sabía y sabe de fútbol menos que un finés, en concreto un finés sordomudo y en coma.
4. Un nuevo ataque gratuíto
Y de esos polvos, de esos oídos taponados por la cera de la superproducción y la fantasía noventera que proclamaba ‘indie’ y ‘alternativo’ mientras ofrecía superproducciones en grandes multinacionales… De esos polvos auditivos, todos los lodos que vienen después. ¿El disco de Jonathan Richman suena a boceto? Por Osiris y por Apis, ¿qué le falta? ¿Violines? ¿Arpa láser? ¿Autotune? ¿Beyoncé a los coros? ¿El sonido de Alimantado es “cutrongo”? Claro, joder, debe ser porque solo tiene a los mandos a tal vez los dos mejores productores e ingenieros de estudio de la historia del reggae, a dos revolucionarios que inventaron casi todo lo que sucede en Jamaica y en el mundo desde entonces: Lee Scratch Perry y King Tubby. Que es como decir los Tom Dowd, Tom Wilson o Bob Thiele de su escena. O, para noventeros, los Albini o Rick Rubin de Jamaica. Solo que mucho más influyentes, la verdad, en la música del mundo entero. La crema de la crema, lo más de lo más, lo muy muy y lo tope de lo tope. Una puta barbaridad, lo que en inglés se llama 'state of the art': el sonido más vanguardista y avanzado de su época. Por eso fue la bomba que fue y por eso influyó a toda la escena punk británica.
5 y 6. Ñañañaña
Yo tengo los dos en vinilo (yi tingui lis dis in vinili) y ambos suenan a gloria. Igual si sacáis la cabeza de la pantalla del móvil y os lo ponéis en un buen equipo descubrís la belleza de estos sonidos. Igual no. Os doy un voto de confianza. Vamos a contextualizarlos un poco.
7. Una Alimantación Completa
7.1. Crítica del reggaetón puro
El disco del Dr. Alimantado suena a cañón. Es que te lo cascas hoy, casi 50 años después, y suena aún fresco, vital, impactante: relevante, en una palabra. Es fácil comprender su influencia. Habrá que ver cómo suenan qué sé yo, Rosalía o Kendrick Lamar dentro de 50 años, a ver si siguen así de frescos y potentes, de actuales incluso. Es que te lo ponen hoy en una pista de baile y arrasa. Lo pones a buen volumen y alucinas con los matices y detalles.
Al Dr., alias “El Cirujano Ital”, lo propuse sin pretensiones históricas ni nada de esas tontadas tan comunes en mí, simplemente para gosal, y por dos o tres razones: la principal, y me congratula que Piedritas lo haya pillado a la primera, para ella: para que tuviera precisamente ‘la original’ de esa de Massive Attack que tanto le gusta. Que tampoco es la original, pero sí es la definitiva, la que lo petó en Inglaterra y la que por tanto conocerían y adorarían los Massive Attack, me imagino. Es complicado el asunto con esta canción, “Poison Flour”: es versión de una versión, aunque ‘versión’ no en el sentido que se da a la palabra en el rock, una ‘versión’ jamaicana en este contexto (porque luego casi cada single reggae desde fines de los 70 tiene su ‘version’ en la otra cara que suele ser un dub), en este contexto digo, es una canción nueva que parte de algunos elementos de la anterior.
Una de las grandezas de la música reggae de estos años es que es de las primeras músicas populares ‘posmodernas’, lo que luego será el rap o la electrónica por ejemplo: la primera música que casi vuelve al folk y al blues, donde la autoría es un concepto difuso y con multitud de capas: versiones sobre versiones, tomar elementos de aquí y allá, robar vilmente, copiar, saquear, hacer modificaciones, nuevas canciones que reciclan la base rítmica y melódica o los acordes de una anterior… En Jamaica, año 73, la cosa funciona así: el productor se queda las pistas instrumentales, con énfasis en las de bajo y batería, de cualquier canción, especialmente si tiene éxito, y las reutiliza en multitud de nuevas grabaciones con un montón de nuevos vocalistas. Llega alguien y le dice ‘tengo esta letra’ y él dice ‘coño, pues tengo esta base cojonuda, dale ahí’. Sacarle a la vaca toda la leche posible, vaya. No es ‘la misma canción’, pero es la misma base.
7.2 Crítica del reggaetón práctico: toneladas de marihuana y otras cosas que les gustan a los ingleses
Lee Scratch Perry, que viene de producir hace poco nada menos que los dos mejores discos que jamás grabara Bob Marley, acaba de construir los que luego serán legendarios estudios, el “Arca negra” (Black Ark), donde uno de los primeros clientes es un joven DJ llamado para la posteridad Dr. Alimantado. Lo primero que graba Perry con él es “Ride On”, y de este estudio salen también el tema título, el "Barbero" y "Can’t Conquer Natty Dreadlocks". Del estudio de King Tubby salen el resto, excepto "Gimmie My Gun" y "Unitone Slank", que vienen respectivamente de los estudios Channel One y Randy’s, o sea, de algunos de los sellos y estudios más reputados de Jamaica. Estamos en la vanguardia del sonido de su época, no se nos olvide. Esto es calidad jamaicana suprema. Vamos, es que no hay más que ponérselo para comprenderlo.
Lo que entronca, lo del gusto de piedras y la influencia de Scratch Perry, con la segunda razón por la que lo propuse: el tremendo éxito e influencia de Alimantado (que realmente no se corresponde tanto con su lugar en la historia de la música jamaicana, algo más modesto) en la escena punk inglesa. Y no digamos de Perry, claro, que por ejemplo producirá alguna canción (no recuerdo cuál) de The Clash. Pensé que por ahí os podría entrar a algunos, que sois tan pumukys y tan anglófilos. De hecho el éxito del Dr. en Inglaterra y el mundo de fuera de Jamaica (donde “Chicken” ya ha petado hace tiempo) viene sobre todo gracias a Johnny Rotten, quien menciona en aquellos años el “Born for a Purpose” de Alimantado —absoluto temazo grabado poco después de este disco que os recomiendo también: "si no tienes un propósito para vivir / no determines mi vida"— como una de sus canciones favoritas del universo. De hecho en su última bio, la Ira es energía, la vuelve a nombrar. A él le debo descubrir esa canción (este disco ya me lo había puesto mi querido padrino) o la de Althea y Donna que pegué aquí y tanto le gustó a Annie hace unos meses, “Uptown Top Ranking”. Y el 'patrocinio' incondicional de Rotten asegura el gran éxito de este disco, que como digo ya era bien conocido en Jamaica, y de ahí que Alimantado se fuera a Londres y al estrellato, con la consiguiente omnipresencia en Inglaterra. De hecho el disco que nos ocupa también es influyente porque es la primera referencia que edita el sello inglés Greensleeves, que creo que es hoy día la compañía con el mayor catálogo reggae del mundo. Eso leo, vaya.
7.3. King Tubby, Retubby
Y hasta hay una tercera razón por la que lo propuse (o vaya, que me estoy apropiando sobre la marcha): este ‘reggae’ ya es algo más que reggae, ya estamos en los albures del dub y el dancehall. Dub es 'doblar' pistas, o sea, cortapegar, jugar con las grabaciones para hacer nuevas versiones (generalmente casi instrumentales, cortando partes vocales y dejando solo momentos, estribillos entrecortados, etc). Es la creación sobre todo de King Tubby, que produce varias canciones aquí (el "Barbero" tiene cierto aire dub). Todo esto por ejemplo se puede entender comparando "Poison Flour" y "I Shall Fear No Evil", eso es el dub. Hecho, ojo, no con protoolsito y ordenata y darle a un botoncico mágico, sino con horas de curro e ingenio cortando cinta a mano, de manera totalmente loca, artesanal y bella. Y dancehall, la música de baile de las pistas jamaicanas que manará a finales de los 70 de la fuente de discos como este, es la base de toda la música electrónica (o el reggaetón, que creo que nace del dem bow del dancehall) posterior (la mención al reggaetón es para impresionar al chicochoni). Bueno, pues todo esto, para lo bueno y para lo malo, empieza con los DJs jamaicanos que en estos años, primeros 70, hacen comúnmente lo que se llama “toasting”, que no es tanto hacer tostadas como poner un disco y empezar a soltar sandeces y astracanadas por encima. Alimantado es un pionero en esto. No el primero ni mucho menos, pero es un genio en ello, de hecho, si escuchas el "Man Next Door” o el “Quiet Place” original, entiendes mejor lo que su "Poison Flour" aporta a ambas: una energía maníaca, un frenesí total… Igual que el “Chicken”, que tanto sorprendió a propios extraños porque de repente en mitad de una canción que parecía normal un anormal no paraba de decir cosas y soltar berridos y soniditos, quién se había creído este… Este, el llamado “toaster” o “DJ gritón”, es un clarísimo precedente del MC, del hip hop (algunos de cuyos inventores en NYC, como sabemos y ya hemos hablado, son de origen jamaicano y aprenden mucho de esta escena), como el productor e ingeniero jamaicanos (como Perry o Tubby) son claros predecesores del productor de rap y su uso de ‘samples’ y demás efectos. Como el DJ jamaicano es el directo creador del DJ hip hop: vamos, wikipedia mismo lo dice:Jamaican-born DJ Kool Herc, who immigrated to New York City, influenced the early development of scratching. Kool Herc developed break-beat DJing, where the breaks of funk songs—being the most danceable part, often featuring percussion—were isolated and repeated for the purpose of all-night dance parties.
Es decir, que en ese sentido este disco sí tiene una cierta importancia histórica como uno de los discos pioneros de lo que después llevará a la música de baile de todo el mundo y el nuevo universo del hip hop. No es poco, la verdad. De hecho, por la cantidad de músicos a los que este disco vuela la cabeza, su influencia y fama van bastante más allá de su valor musical.
7.4. Por hablar de todo un poco
Que tampoco es poco, ese valor musical. La primera cara es imbatible, tiro tras tiro. Para mí "I Killed the Barber", "Just the Other Day", "Gimmie My Gun", "Poison Flour" y el tema título son auténticos himnos (de hecho mis criaturicas, con dos años y pico, van por la casa diciendo “who shot de baba, him shot de baba”). Especialmente "Poison Flour" es empezar y llenarme de adrenalina pura, qué gloria de canción, es que me lanzo a darlo todo cada vez que suena (van tres luxaciones de cadera ya). La forma y urgencia con que anuncia la canción sobre el inicio de la base o con la que pronuncia “EVIL” en la cita bíblica, “though I walk the valley of darkness / I shall fear no evil…” resumen lo que es Alimantado, igual que ese tema título, que tan exitoso fue en Inglaterra y que también es un perfecto compendio de las virtudes del Dr: una forma de hablar y recitar cercana a la entonación, con sonidos y gritos totalmente energéticos, que contrasta de manera maravillosa con la melodía principal, es como chocar dos canciones una contra otra, a lo loco, y el resultado es eso, una explosión de energía. Lo mismo en "Gimme Mi Gun", de hecho oyes cualquiera de las versiones originales de esas canciones, o como digo, la ‘versión base’, y te das cuenta de cómo la energía maníaca del Dr. las mejora todas, las hace vibrantes. Pasan de temas rocksteady o reggae buenísimos pero estándar a algo totalmente único y nuevo, de hecho es que eso, es el inicio de un nuevo estilo, que igual casualmente es el estilo más influyente jamás salido de Jamaica, por, como digo, su influencia en la electrónica y el hip hop.
Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
La canción en sí, “Poison Flour” digo, va sobre una partida de harina con restos de veneno llegada de Londres que mató a una decena de personas o así en Jamaica. Temática social, vaya. Igual que Best Dressed Chicken in Town, que va sobre pollos. Viene de un anuncio de pollos, de verdad:
“Los pollos mejor vestidos de la ciudad”. Pero ‘dressed’ también puede ser ‘aliñados’, ‘condimentados’. Como se ve en la portada, Alimantado era claramente un dandy: calzones que dejan ver los calzoncillos por la bragueta abierta, torso al aire… Pero de hecho en la contra sale con un traje bien bello y elegante. O sea que el ‘contraste’ entre título y portada es un juego buscado. Mismo contraste que entre la figura del ídem, tirando a enjuta y casi hasta esquelética, y su nombre, porque desde luego no está tan bien alimantado.
Fue esa forma de ‘tostar’, o de ‘rapear’ casi continuamente sobre la canción, la que resultó tan innovadora e influyente (e irritante para mí hasta que le pillé el punto). Lo mismo pasa en “I Killed the Barber”, resulta que es su demencia forma de hablar por encima y medio rapear de manera casi constante —que es la ‘aportación’ de Alimantado, el ‘toaster’ antes de él me parece que tiende a ser algo más ‘ocasional’, a entrar en partes de la canción, no a estar ahí dando por culo todo el rato— la que convierte un buen tema en algo mágico.
La cara B es más normalita, aunque llena también de temazos gozosos, precisamente porque es algo más ‘estándar’ o tradicional, algo menos demenciada. Son buenas canciones pero no son revolucionarias como sí lo son todas las de la cara A, que son magia todas y cada una.
Se puede leer a mucha gente aún hoy, especialmente supongo que ingleses, comentando que este es su disco favorito de la historia del reggae. No es mi caso, pero mira, cada vez me gusta más, y eso que me costó, cuando lo compré, lo oí y oí y no me atrapó… Hasta que un día puse la primera cara, un poquito ‘tostado’ yo, casualmente (¡que hay que explicaros todos los secretos, coima!), a volumen fiestero, y aluciné. Y ha acabado convirtiéndose en uno de mis discos favoritos, en efecto, de la música jamaicana. Puro groove, pura dosis de energía para cualquier tarde tonta de esas en que te sientes depre porque el cactus no te pone morritos.
8. Hombre Rico, Hombre Pobre
Y luego Jonathan Richman: el disco producido por Ocasek (I’m so Confused) es bonito, sin duda, mugu, de hecho para mí Jonathan no tiene disco malo, pero no es para mí muy representativo de lo que él es, al contrario, es su disco ‘pop’, su disco ‘producido’, y da una impresión totalmente alejada de la carrera de Jonathan en las dos últimas décadas, que era lo que me interesaba traer a colación con este disco: un “aquí sigue este tipo y es que es alucinante lo que hace”. Eso no me valía con un disco de los 90. De hecho, queridos, he propuesto un disco de 2008. Pura vanguardia. ¿Cuántos habéis propuesto discos posteriores a ese año? Insertar imagen de burns con gorro grunge.
Pero no sufras, mugu, que también os he cascado uno noventero, el maravilloso “I, Jonathan”, que contiene una de sus mejores canciones y de las mejores canciones de la historia del pop, y que tocará para cuando lleguemos a la letra ‘i’, allá por el siglo XXIII, cuando Vox sea la fuerza dominante en el Triunvirato del Nuevo Imperio de las Españas y Ultramar (Isla Perejil, una finca en la Isla de Basura del Pacífico, dos aldeas venezolanas y una sierra perdida que no aparece en los mapas porque ‘qué sabrá la ciencia’) y el nivel de los océanos esté a la altura de los arcos torales del cimborrio de la Catedral de Burgos. No sufras por mis elecciones : )
Lo que pasa es que me parece importante entender dónde esta Jonathan hoy día. Porque hablamos de alguien que para mí, y no puedo ser objetivo ni lo pretendo, pero en mi mundo está a la altura compositiva y literaria de un Dylan o un Leonard Cohen, alguien a quien se ningunea precisamente por el pecado capital de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, por preferir la sencillez, la frescura y la espontaneidad a la planificación, la pose y la sobreproducción (que tanto estropea tantos de los discos ‘posmodernos’ de Leonard Cohen, en mi opinión). “Es como el pan”, ha de ser fresco y del día, no pasado y recocido. Es como ha explicado perfectamente annie. Pues como grabaron los Stooges su primer disco, en dos ratos y compuesto en uno y medio. Y ahí lo tienes, uno de los 3 discos definitivos de la historia del rock, junto a VU&Nico y Modern Lovers. Y ojo, que como dice Dum Dum, no es que haya que contraponer ‘sencillez’ y ‘arte’, al contrario, amigo, la clave es precisamente que la sencillez es la esencia de la genialidad en el arte.
Algo, lo de la sencillez y espontaneidad, que queda claro en este disco con su versión de Cohen (“Here It Is”): una de tantas enormes canciones del genio canadiense, si la escuchas en la barroca y recargada versión original no te transmite apenas nada de la honestidad, la trascendencia y la urgencia de la propia y maravillosa letra, que sí comunica la versión desnuda y descarnada que hace Jonathan, en cuya voz sincera, cálida, profunda y frágil cobran especial relevancia esos versos absolutamente alucinantes de Cohen: “aquí está la noche / la noche se hizo / y aquí está la muerte / en el corazón de tu hijo”, “aquí está tu vino / y tu caída borracha / y aquí está tu amor / tu amor por todo”; “viva todo el mundo / muera todo el mundo / hola, mi amor / adiós, mi amor”. Una especie de aceptación zen del bello absurdo circular de la vida que encaja muy bien en la visión de Jonathan.
Es raro ver a Jonathan haciendo versiones en disco, por cierto, por lo que esta elección es aún más relevante. Pero para mí lo mágico es como consigue mejorar una canción de Leonard Cohen. Quién cojones se atreve a eso. No a hacer una versión, no. A cambiar una canción por completo y hacer otra cosa. Y decirle a Cohen algo como “aquí está tu canción / en el espíritu de otro”.
A este disco le di bastantes vueltas con un buen amigo en ipunkrock, Don Sicalíptico, a quien perdí la pista y añoro, y ambos coincidíamos en que es una absoluta obra maestra. Es más, no solo considero que Richman está a la altura de Dylan y Cohen, sino que, en los últimos 20-30 años de carrera de los 3, está claramente por encima. Es el único que sigue siendo inquieto, que no se acomodó, que va a contracorriente pero encima haciendo maravillas a la altura de sus mejores obras, el único cuya carrera parece mejorar con los años, es como el vino y como el pan. ¿Que el “gran mundo” no lo sabe? Bueno, pues como dice Juan Ramón: “con la minoría, siempre”. Por cierto, ¿cuántos artistas americanos conocéis que hayan hecho canciones con versos de Juan Ramón Jiménez, como Jonathan? Ya, eso digo.
Podría haber puesto el anterior a este: “Not So Much to Be Loved as to Love”, otra obra maestra. O el de después o el siguiente o el siguiente, que son sus tres más recientes y pronto editará Munster en España si no lo ha hecho ya: “O Moon, Queen of Night on Earth”, “Ishkode, Ishkode” o el maravilloso “Sa”, donde vuelve Jerry Harrison (del primer disco de Modern Lovers y Talking Heads) y donde la mezcla de su órgano con la tambura de Nicole logra algo majestuoso, inquietante, un sonido totalmente único y espectral, como de otro mundo. Pero este mismo vale, porque da una excelente idea de dónde está Jonathan hoy día. Y francamente porque tiene algunas de las mejores canciones y letras de toda su carrera (y mira que tiene canciones mágicas a porrillo).
Es además un disco más serio y sombrío de lo habitual tal vez, donde, cosa no tan normal en JoJo, entra el tema de la muerte de manera explícita, debido a la muerte de su madre (Here It Is, As My Mother…, Time Has Been Going by so Fast…). En fin, este es de 2008, creo, tras 4 años desde el anterior, con ese dolor por medio, y es uno de los últimos para Vapor, el sello creado por Neil Young, que adora a Jonathan. Lo interesante para mí es precisamente que sea reciente: es un disco para demostrar a los jóvenes que hay esperanza, que no todo en la vida es o venderse o repetirse hasta la saciedad, que existe un camino en el arte que es auténtico, sincero y que implica un crecimiento vital continuo. Es casi un milagro encontrar a un músico de más de sesenta años, que podría estar cediendo Pablo Picasso y Roadrunner a anuncios de Cadillac y Victoria’s Secret (cof cof cof), haciendo giras de ‘reunión’ y demás giliflautadas que señalan la muerte de toda inquietud artística verdadera, pero que resulta que no, que sigue inquieto, buscándose aún, experimentando con su sonido, sacando canciones de poemas sufíes o españoles, o de observaciones tan mundanas y divertidas como siempre, aprendiendo, explorando y divirtiéndose. “Como un niño distraído”…
No lo pone fácil, y entiendo que no entre a todos. Pero por eso “I’m So Confused” no sería una elección representativa, es mucho más accesible si quieres. Richman va a contracorriente, pone las cosas difíciles, no le gusta acomodarse, suena ‘raro’, suena personal y diferente. No es el sonido que esperas cuando pones un disco supuestamente pop. Es algo que va más allá. De hecho el diálogo que puso Morley entre él y el productor es adecuado pero está totalmente al revés, con los papeles invertidos. En realidad el productor sería el que le dice, “pero hombre, vamos a ponerle más cosas, esto está así como muy boceto, como inacabado” y él el que siempre replica, como dice Juan Ramón:
No lo toques ya más,
Que así es la rosa.
Porque “Juanito” sabe de qué va la cosa.
Si no entendéis la belleza de la sencillez,
- Spoiler:
pues eso, no comprendéis un tipo esencial de genialidad. No pasa nada, el mundo está hecho para eso, lo complicado es lo típico y fácil. Hace falta valor y genio, como siempre, para ser simple y sencillo, para ir desnudo por la vida (o por el salón, como yo ahora mismo. Pero igual esto no viene al caso. Claro que ahora a ver quién os quita la imagen de la cabeza. Gif de las cejas).
¿El primer disco de Modern Lovers? es típico medirlo todo por ese inalcanzable escalafón. Y erróneo. Jonathan escapó de la trampa del rock, de la trampa del estrellato, en favor de otra concepción de la música. Lo hizo voluntariamente. Le costó perder a su banda, que no lo entendía. Contratos jugosos, esas cosas. Curiosamente ese disco, de mis favoritos del mundo, una noche hace pocos años con un amigo en casa se lo puse (¿podéis creer que hay aún quien no conoce ese disco?) y lo primero que me chocó, tras años acostumbrado ya a JoJo en solitario… fue darme cuenta lo ‘producido’ que estaba, lo ‘pulido’ que suena, lo ‘rock’ que es. Que no es malo, pero es que eso no es lo que es Jonathan hoy. Eso fue su primera versión, si quieres decirlo así. Pero con los años pasó a ser un músico único, algo que va más allá de un sonido coyuntural, un trovador errante y políglota al que le importa tres pimientos si crees que solo es un payaso o un gracioso. Es la paradoja de Jonathan: la sonrisa, el humor, la inocencia y lo que muchos perciben como ‘poco pulido’ o ‘amateur’ o ‘payaso’ encierran a un músico maravilloso, serio, lleno de filosofía y con una técnica de guitarra que ya quisiera cualquiera en el rock. Y que a la vez, por supuesto, es un bufón y un payaso. Así y es y así lo queremos.
“Es como el pan”, el momento en que dice “y si las palabras quieren venir que vengan / y si no vienen a nosotros da igual”… es de una belleza indescriptible. O ese “lo que queremos es el momento / tal como el viento”… Qué filosofía más perfecta, más sincera. El presente, el ahora. Lo que nos ha recordado de nuevo la pandemia.
En efecto, canciones en español tiene a patadas, y discos en español no solo el “Te vas a emocionar” (de mis favoritos suyos), también Munster recopiló varias de sus canciones en español más recientes (al menos comparadas con las de “Te vas a emocionar”), incluida la celebérrima “Vampiresa mujer”, en el bello “¿A qué venimos si no a fracasar?” Tiene bastante música reciente en español: poema de Juan Ramón Jiménez, canto a la alegría, versiones en directo de tanguillos de Cádiz, Albéniz o Falla, respuestas a Peret (“La fiesta es para todos”), odas a la guitarra flamenca (“La guitarra flamenca rubia”)… De hecho hoy día siempre toca con guitarras Ramírez, flamencas o clásicas. Le sientan como un guante. Estamos hablando de la marca más excelsa de la historia de la guitarra, por cierto…
Pero es que España está en este disco: “This Romance…”, “las ‘gemelas’ (en sus propias palabras) “Le Printemps…” / “The Lovers…” y “Es como el pan”, se graban en Tarifa, mirando al estrecho de Gibraltar. “Las luces de Tánger. Polvo del Sáhara. Un lugar electrizante para pensar y hacer música”. Y por cierto, él mismo dice en las notas al disco: “no tengo un control completo de estos idiomas” (se refiere a francés, italiano y español, los tres más típicos en que canta… aunque últimamente ha incorporado al repertorio canciones en hebreo, la lengua indígena ojibwe o el dialecto siciliano). Llegaba el productor de Tarifa y le decía, “oye, esto está mal dicho”, “y así aprendo: tengo bastante descaro y no tengo miedo a que se rían de mí”.
O, con algo de aire español, esta “No One Was Like Vermeer”, una ‘rumba a la Juanito’, una guitarra que levanta a un muerto con una letra magnífica llena de humor que siempre triunfa en vivo. Ese humor tan suyo: “Parece como nacido en una era más moderna / pongamos hace unos 100 años o así”.
Y de nuevo una filosofía artística clara encerrada en lo que parece simple homenaje: “algunos cuadros huelen a sudor y alegría / otros a vino tinto / otros se plantan y cierran la puerta / pero Vermeer te estremece los huesos”, sobre el objetivo del arte, que no es “el suelo del convento”, no es pedantería ni borrachera ni siquiera belleza, es simple conexión humana, es contacto con las emociones puras de otra persona. Y en directo suele explicar cómo vas a ver cuadros de gente de la misma época o escena y ahí tienes, Rubens, una tela de 20 metros de alto por 20 de ancho… Otro, lo mismo… Otro, 30x30… Y llegas a vermeer, y son 20 centímetros x 20 centímetros. Y eso vale de sobra para transmitirlo todo.
Que es una buena metáfora de Juanito: no hace falta grandilocuencia, temas ‘gloriosos’, pedanterías… Algo pequeño y sencillo, una pequeña imagen de una hilandera a contraluz, tiene más realidad y sinceridad y belleza que tres señoras desnudas ocupando una pared entera. Y luego lo termina en directo diciendo a veces: no hay nadie como Vermeer… excepto su hija, que como era una mujer en esa época no tuvo ningún crédito pero parece que completó varios de los cuadros de su padre y que algunos de los que creemos que son de él son en realidad de ella.
Y por cierto, ya que estamos en Vermeer, qué guitarrista tremendo es JoJo, qué poco se le reconoce también esto. Y cómo se nota en este disco. Poned atención, muchachos, ponedla. Que es todo grabado en directo, ¿eh? Que no hay overdubs ni pollas, que no hay más que lo que suena en directo en el estudio.
Y sí: improvisación contra lo planeado. “Boceto”. De hecho es el único artista que conozco que nunca lleva set-list. Nunca jamás. Toca lo que le sale en cada momento. Los set-list son para funcionarios de la música.
Tomad si no el bellísimo tema título, variación de una de sus ideas comunes que también es su filosofía del sonido y la música (‘su misterio no está en los tacones ni la sombra de ojos’, por ejemplo): “porque su belleza es cruda y salvaje / está en el núcleo de las estrellas / no necesita ponerse nada en el pelo / es rizado y salvaje, como ella”. No hacen falta adornos, como el magnífico poema de Juan Ramón: “vino, primero, pura…” o la bella canción de Yeats que termina “canción, déjales llevársela [toda tu ropa], pues hay más valor en caminar desnudo”.
También está “The Lovers…”, oda a los amantes juveniles como vosotros mismos: “pues claro que huelen un poco mal, llevan todo su mundo en una mochila, no son buenos en los negocios, pero son amantes, son los que van a devolver la vida a este lugar estéril”… O la muy relacionada temáticamente, su ‘gemela’, “Llegó la primavera de los amantes”, una maravilla con letra suya en francés sobre un verso de Rumi (en efecto, ¿conocéis muchos músicos populares que hagan canciones basadas en poesía sufí?): “y otra vez / todo este bulevar de polvo / volverá tal vez a ser un jardín”. Tal vez referencia a la reencarnación o al eterno retorno de los ciclos vitales, comprensible cuando entendemos que la última canción trata sobre la muerte de su madre. Pero no adelantemos. “Los amantes, que no tienen interés / en el mundo del bisnés / los amantes, que no tienen ninguna gana / de ser famosos”, los amantes “que no necesitan dormir por la noche”… Ah, qué ecos me trae todo esto de Machado, de las noches estrelladas con olor a jazmín, rumor de fuente y callejuelas secretas donde buscar un beso furtivo… O droga, en vuestro caso. Pero ese amor por la vida, esa ansiedad de estar vivo. Ese dolor de amar.
Algo que explica perfectamente una de las canciones más esenciales de sus últimos años en cuestión de ‘mensaje’, de letra: “Cuando rechazamos sufrir”. Tan importante es que tiene dos versiones aquí (y qué guitarras, por favor). Pero lo hace en varios discos esto: “todo lo que canto, incluso una vieja canción como “Old World”, está ‘en construcción’: siempre ando cambiando letras y melodía. Últimamente pongo dos versiones de una misma canción en un disco para contrastar”. Viene a tratar de aceptar que la vida tiene dolor (“todo no es más que un eterno sufrir” como dice Arsenio) y que tratar de ahogar ese dolor en medicinas, drogas o cualquier otra forma de abotargamiento intelectual es engañarse, porque te cierra a las cosas que necesitan ese sufrimiento para germinar: el amor, el crecimiento personal, la responsabilidad y la comprensión de que en esta vida estamos todos solos y necesitados de comprensión y amor.
“Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, es cuando la urbanización privada gana y tú pierdes”, “es cuando el prozac gana y tu cuerpo y tus sentimientos pierden”, y en directo le encanta improvisar variaciones sobre esta idea con que las gente se parte: “Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, puedes tener pornografía, pero no Miguel Ángel”…
Creo que es otra buena metáfora de los discos de Jonathan. Hay partes áridas, crudas y difíciles para un disco de ‘música popular’. Sí. Y así debe ser.
Esto lo dijo Espinosa ya y mucho mejor: “nada bueno fue nunca fácil”.
Y luego su revisión de “Old World”, que siempre que la empieza en directo la gente se viene arriba creyendo que por una vez va a hacer una concesión a ese primer disco y luego resulta que no, que es una revisión o rectificación, preciosa en su idea y ‘cerrando un círculo’: sí, me encanta ese viejo mundo de los 50 del que hablaba hace 40 años, pero no podemos volver a ese viejo mundo, ese viejo mundo de trajes y sombreros y vestidos con corsé y tupés y fajas, ese mundo donde el racismo imperaba, donde la mujer no podía votar o firmar sus propios cuadros… Así que adiós, adiós, viejo mundo.
Qué irónico y delicioso es que cuando tenía menos de 20 años cantara loas al viejo mundo y cuando tiene más de 60 haya aprendido a decirle adiós. Qué crecimiento personal indica eso, cuando lo común con los años es que la gente se cierre más y más en ese mundo de su juventud y en sus prejuicios.
En su columna para una revista punk dijo una vez: “el verdadero arte tiene que tener un elemento de tristeza”. Lo hay en este disco, con la canción final a su madre recién fallecida. Que contiene uno de los mejores versos que he escuchado en la vida:
Now she’s laying
In the sun
Breaking free of earthly chains
One by one
As my mother lay lying
I learned
(ahora está tumbada al sol / rompiendo sus cadenas terrenas / una a una: / cuando mi madre yacía postrada / aprendí)
Me pone los pelos de punta y al borde de las lágrimas cada vez.
Una canción así no se puede cantar con grandilocuencia, solos eléctricos y violines, quedaría falso. Una canción así solo se puede cantar susurrando con una guitarra.
En fin: realidad, belleza sin alharacas, desnudez. Como tu amante recién despierto o despierta: oliendo mal tal vez, despeinado/a, en pijama arrugado y ojos hinchados, pero más bella y pura de lo que va a ser con ningún vestido o maquillaje.
Eso solo se consigue con la constancia: no es el amor de un día, son los años de amor. Y eso pasa un poco con Jonathan, no son discos que deslumbren a primera escucha, pero dales unas cuantas y con el tiempo te sorprenderás enganchado.
9. Los fineses y el fútbol
En fin, que tanta palabrería no es necesaria —las reclamaciones a los damnificados por mi ladrillo, se las ponéis a koikila, a watts o a chaleco, por pedir—; yo estoy en el bando chicochónico, ni contexto ni leches, disco al 11 y a lo loco, te gusta o no te gusta. Luego ya si te gusta buscas el contexto. Pero también es verdad lo contrario, choni: que yo de siempre me he acercado a muchos discos interesado antes de escucharlos, y que me han acabado fascinando pero la primera forma en que me interesaron fue leyendo sobre ellos antes de escucharlos. Vamos, que cualquier excusa es buena paracapar a Casado,digooo, para escucharse unos temazos y disfrutarlos. Me vale con que os haya gustado a varios, a annie, mugu e incluso parece que a Eskoriez y Rhonda. Y a los que no, no os toméis la mención de arriba como nada personal, simplemente uso vuestras palabras como excusa para lanzar mis filípicas, pero os estimo a todos y os agradezco el que lo hayáis escuchado. Y a chicochoni ya lo engancho la semana siguiente con Louis Armstrong.
No sabéis lo que me cuesta contenerme y moderarme así. Con lo que yo he sido. Y ahora mira, apenas microcríticas.
10. Salud,
z
La belleza de la sencillez, dice, con un ladrillaco de más de 6000 palabras. Vaya cojonazos que tiene
lo iba a decir pero no quería quedar como un frívolo...
morley- Mensajes : 34201
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Ayer me tiré todo el día buscando huecos para leer el tocho de Z... Entero, sin lecturas en diagonal ni nada...
Tengo unas preguntas para usted, Mr Z
1. Que le parece el último disco de Dylan?
2. Cuál es su disco favorito de Cohen?
3. A propósito de Leonard y el postmodernismo, incluímos I'm Your Man entre los discos "sobreproducidos"?
4. Sobreproducidos? De verdad? Esos (pen)últimos discos de Casiotone y PT-10 le parecen sobreproducidos?
5. Conoce a algún artista que le haya dedicado un disco completo a Yeats?
6. Tiene algo que envidiar Yeats a Juan Ramón?
7. Que le parecen "Chiquitita" o la versión de "Day in-Day Out" en castellano? Y la de "Mujer contra mujer" en francés?
8. No le parece que detrás de esa austeridad germana de JoJo se podría encontrar un cierto cutrerío en el sentido de que a nuestro amigo no le apetece invertir unas pelillas en contratar más músicos y estudios porque así ya vive bien? No podría ser esto otra manera de "estancamiento creativo"?
9. Toca usted la guitarra?
10. Ha visto la serie documental de Netflix "Hip Hop Evolution"?
11. Como fan del hip hop que sé que es, no le parece interesante lo que viene haciendo Kendrick?
12. Que hay de cierto en esa leyenda urbana que dice que el estudio más popular de Jamaica tenía algo mal montado y había una pista que generaba su propio reverb y de ahí prácticamente se genera el reggae? Son estos productores que comenta usted los descubridores de esta revelación?
Creo que de momento, esto es todo. Gracias por su atención y felicidades por el "pograma"
Tengo unas preguntas para usted, Mr Z
1. Que le parece el último disco de Dylan?
2. Cuál es su disco favorito de Cohen?
3. A propósito de Leonard y el postmodernismo, incluímos I'm Your Man entre los discos "sobreproducidos"?
4. Sobreproducidos? De verdad? Esos (pen)últimos discos de Casiotone y PT-10 le parecen sobreproducidos?
5. Conoce a algún artista que le haya dedicado un disco completo a Yeats?
6. Tiene algo que envidiar Yeats a Juan Ramón?
7. Que le parecen "Chiquitita" o la versión de "Day in-Day Out" en castellano? Y la de "Mujer contra mujer" en francés?
8. No le parece que detrás de esa austeridad germana de JoJo se podría encontrar un cierto cutrerío en el sentido de que a nuestro amigo no le apetece invertir unas pelillas en contratar más músicos y estudios porque así ya vive bien? No podría ser esto otra manera de "estancamiento creativo"?
9. Toca usted la guitarra?
10. Ha visto la serie documental de Netflix "Hip Hop Evolution"?
11. Como fan del hip hop que sé que es, no le parece interesante lo que viene haciendo Kendrick?
12. Que hay de cierto en esa leyenda urbana que dice que el estudio más popular de Jamaica tenía algo mal montado y había una pista que generaba su propio reverb y de ahí prácticamente se genera el reggae? Son estos productores que comenta usted los descubridores de esta revelación?
Creo que de momento, esto es todo. Gracias por su atención y felicidades por el "pograma"
watts- Mensajes : 39805
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Creo que con la respuesta a la primera pregunta, vas a tener respondidas las demás.
- Spoiler:
- David Z escribió:No está mal "Blood on the tracks", pero me temo un giro a la canción ligera en su siguiente disco.
Annie- Mensajes : 16973
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Voy por la mitad del tochoZ. Ahora encararé la segunda mitad, en el viaje que tengo en Rodalies...
Rhonda- Mensajes : 50748
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
DumDumBoy escribió:Kupak escribió:
- Spoiler:
DumDumBoy escribió:psycho-sonic escribió:morley escribió:eskoriez escribió:A mí un buen contexto si que me ayuda a acercarme al disco con otra predisposición
eso pasa con todo, con un vino, un plato, un cuadro... al final las historias son las que aportan significado a la obra, más allá del que la propia obra pueda suscitarnos.
Ya puede haber una intrahistoria del copón, que lo que no te gusta no te va a
gustar.....le da un tanto de adorno y color al asunto tedices "mira tu que curioso" y a otra historia. Que te gusta y la historieta detrás es pintona, pues oye....mejor que mejor, eso si.
Pero a veces pasa que una cosa no es que no te guste, te quedas con sensación de no saber si te gusta o no... ves cosas... y contextualizar puede ayudar a derribar ciertas barreras mentales, a que te intereses, a que le des más oportunidades. La actitud cuenta a la hora de enfrentarse a cualquier obra artística.
Además lo que gusta hoy puede no gustar mañana y viceversa. Somos seres complejos
Yo es que soy muy escéptico con las contextualizaciones y las narrativas humanas, ya la historia antigua es el despiporre con crónicas escritas 300 años después con el rigor y las evidencias documentales de la época. Una vez visto que son ficciones tienen el valor de que representan temas y obsesiones recurrentes en los humanos, pero bueno... me voy... sin ir tan lejos como eso las narrativas del rock me interesan bien poco, en el peor de los casos son anecdotarios que te dicen el tipo de gente que puebla esos mundos y en el mejor pues tampoco es tan distinto de otros temas que vienen de lejos.
Creo que me interesaría saber más sobre sr. y sra, también me gusta leer lo que tiene que decir John Lurie (también por la perspectiva humorística que siempre tiene), Yowie también... como dice Annie, la cuestión es sentir alguna empatía... yo añado curiosidad.
En el fondo todo esto con la mitomanía rock me viene de la tremenda decepción con gente de la que se habla mucho (Rolling Stones y similares) pero que me llevé un chasco tremendo al escuchar la música en si. También con Kurt Cobain que es un tipo poco interesante donde los haya y me encanta su música. En fin, me gustan los ruidos, no la gente.
Entiendo lo que dices y escuchar o apreciar las cosas sin ninguna calse de contexto también tiene su aquel. No obstante de ese modo a unos oidos totalmente vírgenes casi les va a dar lo mismo Led Zeppelin que los Grate Von Fleet. Es perfectamete posible que te gusten más incluso los segundos si sólo escuchas un tema y sacado de contexto. Al final son gustos y puede ser, ¿porqué no?que te guste más el tercer tema del disco de greta que Whole Lotta Love...
Pero... ahí viene el contexto. Unos son un grupo de finales de los 60 que partiendo del blues progresivo de la época facturan un concepto de grupo y sonido bastante novedoso y tremendamente influyente,con temas que han han pasado el filtro de varias décadas y los otros son una banda que replica esos hallazgos más de 40 añois después.
Luego también podría estaría el contexto de "obra global" en el que se encontrara cada tema. Cabría "evaluar" cada tema en el contexto de su propio album.
El contexto no sólo tiene que ser un anecdotario.
No obstante yo lo que decía es que el contexto y el anecdotarío pueden ayudar a mostrar más interés por una obra y al final acabar enamorado de ella por sus propios méritos fuera de contexto.
Sí, veo lo que dices, una visión amplia te permite valorar: cuando escuché el de los The music machine vi de dónde venía el rollo Persian Rugs o más recientemente algún tema de los Spam Risk, riffs y ritmos calcados que podría pensar que son fresquísimos y en realidad probablemente los han sacado del hit "Talk talk".
Eso sería una valoración de la novedad o la originalidad... pero por otro lado, cuando te dicen lo de "los [X] lo hicieron antes en los 70s", es un tic que cuando va unido a un vinagrismo de "estoy de vuelta de todo" te puede cabrear bastante porque escuchar música no es solo valoración, es disfrute y en ese viejunismo todos estamos en peligro de caer con el paso del tiempo. Cada uno descubre sus cosillas y va investigando pero que no te quiten la ilusión del descubrimiento!!!
Me voy por las ramas pero más o menos.
Kupak- Mensajes : 29314
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Por cierto, Watts, "Hip hop evolution" sentí que caía irremediablemente en el chupaculismo promocional de la mayoría de reportajes musicales, alejándolo peligrosamente de la palabra documental. Tiene cosas interesantes, pero para un ignorante del género lo vi disperso, y sobrecargado de halagos innecesarios en la mayoría de opiniones. ¿Has leído "Generación Hip Hop" ("Can´t stop won´t stop") de Jeff Chang?
Annie- Mensajes : 16973
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Ya completado 3/4
Rhonda- Mensajes : 50748
Fecha de inscripción : 24/10/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Annie escribió:Por cierto, Watts, "Hip hop evolution" sentí que caía irremediablemente en el chupaculismo promocional de la mayoría de reportajes musicales, alejándolo peligrosamente de la palabra documental. Tiene cosas interesantes, pero para un ignorante del género lo vi disperso, y sobrecargado de halagos innecesarios en la mayoría de opiniones. ¿Has leído "Generación Hip Hop" ("Can´t stop won´t stop") de Jeff Chang?
Seguramente caiga en el chupapollismo... Pero es que estamos hablando de un género en el que el autochupapollismo forma parte indisociable de su estética!
Cierto que conforme van pasando las temporadas va perdiendo fuelle porque los raperos van siendo autoconscientes. También cierto que los artistas que más me interesan musicalmente (A Tribe Called Quest, por ejemplo) son los menos interesantes personalmente... Con todo, cada vez que anuncian nueva temporada ahí me tienen porque puede surgir un Jay-Z repartiendo billetes en los conciertos que me alegré la temporada...
Y no, no he leído el libro ese
watts- Mensajes : 39805
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Muchas gracias por el repaso tan entretenido como sentido de Best Dressed chicken in town, mejor no se puede poner en contexto y sentimiento ese discazo.
TERRICOLA- Mensajes : 532
Fecha de inscripción : 01/07/2014
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Ya tengo lectura para el bañoDavid Z. escribió:Hola, queridos. Me paso porque me llamáis, por cumplir. No tengo tanto que decir (¡temblad!).
1. Preámbulo
Eskoriez y me atrevo a sugerir que Morley, bueno, en realidad casi todos, sois gente bella y joven (de espíritu cuanto menos), ergo con el gusto distorsionado por el lógico exceso de películas de acción, drogaína, sexo uni y multipersonal y superproducciones ochenteras, noventeras y del nuevo siglo. Son décadas de compresión a tope, de producciones que tapan carencias compositivas: efectos especiales, explosiones, colorcitos, ruidos, collarcitos de cuentas para engañar al oyente, ruido, forma y volumen sobre sustancia y fondo. Pretenciosidad, fuegos artificiales, épica frente a la desnudez y el corazón tendido al sol.
2. Ámbulo
Por ello os puede costar a algunos apreciar los tres discos de la semana (aunque veo bellos, prometedores y emocionantes progresos en mi estimado Cabalga-Sin-Prejuicios). Si lo de Guided By Voices os parece ‘sonido lata’ o ‘maquetero’ ya lo entiendo todo fácilmente después. Yo no sé qué le pedís a un disco. Me lo he puesto y a mí me suena perfectamente, como tiene que sonar, no se me ocurre ninguna queja ni se me pasa por la cabeza ponerle un 'pero' al sonido. Qué malacostumbrados estáis, joder. Escuchad a Ulan Bator Trío o a Los Piolines o la primera maqueta de Sarkófago o Hidropedo o cualquier disco al azar en la estantería de Annie y luego venidme a oír esto y a decirme que suena a lata y chatarra.
Otra cosa es el contenido, que no está mal pero personalmente no me emociona, aunque es bello, ojo, simplemente no me parece arrebatador, es pop noventero típico, hay canciones que prometen pero no pasa de bubblegum lo-fi. Pero ¿el sonido? No sé, ni que todos los discos tuvieran que tener la producción de Lady Gaga. Es más, y esto tal vez os cueste comprenderlo, ese disco con “mejor” sonido no sonaría bien, no tendría el encanto que tiene. Si algo tiene de ‘defecto’ para mí es precisamente el contrario; sonar demasiado como tiene que sonar, demasiado ‘noventas’, demasiado ‘hijo de su tiempo’. No sé, tiene ese sonido y esa forma de componer y cantar que lo escuchas e inmediatamente puedes fechar como si fuera carbono-14. Casi todos los 90 suenan así. ¿Por qué? Qué sé yo, alguien que sepa de sonido y cantométrica podrá explicarlo. Pero este me ha gustado bastante más que el propuesto hace unos meses. Hay algún temón, sí. Pasa como con los otros que le gustan a Koi, los del Anton LaVey ese, que alguna vez descubres un temazo pero con esa diarrea competitiva que tienen da pereza investigar.
3. Postámbulo
Vamos, que parece que no vivisteis los 90. Se le perdonaría a Annie, que se los pasó encerrado en un zulo de la KGB en la Siberia postsoviética (según he creído deducir de sus mensajes) y luego resulta que él es el que mejor lo entiende. Esto son los 90, joder, qué otra cosa le pides a un disco, qué otro sonido. Los estadios, la producción limpita y la épica os las podéis meter todas por el culo ochentero de Joey DiMaggio.
Por cierto, creo que viene a colación, y ya os lo habré contado, pero me repito más que Arévalo: una vez estuve de breve charla con Manowar. Y también los escuché de cani, curiosamente el mismo disco que Francois, que me encantaba (es que de hecho creo que lo compré por lo de la Iliada). He tenido momentos muy bajos en mi vida, sí. Fue la misma noche en que Lemmy, tras horas pegado a una máquina de no sé qué juego de marcianitos, se me acercó y me farfulló al oído que “los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. Gran sabiduría oriental que siempre llevaré conmigo y que me ayuda en momentos difíciles. “Estoy hasta los huevos de la pandemia…. Bueno, pero los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. “Estoy engordando y poniéndome como un búfalo albino… Pero bueno, peor es lo de los fineses, según Lemmy”. Siempre me he preguntado por qué a mí, en todo caso (el mensaje, claramente, no es cuestionable: necesitaba decirse y se dijo). Creo que es porque el destino le hizo decírselo a la única persona en aquel lugar que sabía y sabe de fútbol menos que un finés, en concreto un finés sordomudo y en coma.
4. Un nuevo ataque gratuíto
Y de esos polvos, de esos oídos taponados por la cera de la superproducción y la fantasía noventera que proclamaba ‘indie’ y ‘alternativo’ mientras ofrecía superproducciones en grandes multinacionales… De esos polvos auditivos, todos los lodos que vienen después. ¿El disco de Jonathan Richman suena a boceto? Por Osiris y por Apis, ¿qué le falta? ¿Violines? ¿Arpa láser? ¿Autotune? ¿Beyoncé a los coros? ¿El sonido de Alimantado es “cutrongo”? Claro, joder, debe ser porque solo tiene a los mandos a tal vez los dos mejores productores e ingenieros de estudio de la historia del reggae, a dos revolucionarios que inventaron casi todo lo que sucede en Jamaica y en el mundo desde entonces: Lee Scratch Perry y King Tubby. Que es como decir los Tom Dowd, Tom Wilson o Bob Thiele de su escena. O, para noventeros, los Albini o Rick Rubin de Jamaica. Solo que mucho más influyentes, la verdad, en la música del mundo entero. La crema de la crema, lo más de lo más, lo muy muy y lo tope de lo tope. Una puta barbaridad, lo que en inglés se llama 'state of the art': el sonido más vanguardista y avanzado de su época. Por eso fue la bomba que fue y por eso influyó a toda la escena punk británica.
5 y 6. Ñañañaña
Yo tengo los dos en vinilo (yi tingui lis dis in vinili) y ambos suenan a gloria. Igual si sacáis la cabeza de la pantalla del móvil y os lo ponéis en un buen equipo descubrís la belleza de estos sonidos. Igual no. Os doy un voto de confianza. Vamos a contextualizarlos un poco.
7. Una Alimantación Completa
7.1. Crítica del reggaetón puro
El disco del Dr. Alimantado suena a cañón. Es que te lo cascas hoy, casi 50 años después, y suena aún fresco, vital, impactante: relevante, en una palabra. Es fácil comprender su influencia. Habrá que ver cómo suenan qué sé yo, Rosalía o Kendrick Lamar dentro de 50 años, a ver si siguen así de frescos y potentes, de actuales incluso. Es que te lo ponen hoy en una pista de baile y arrasa. Lo pones a buen volumen y alucinas con los matices y detalles.
Al Dr., alias “El Cirujano Ital”, lo propuse sin pretensiones históricas ni nada de esas tontadas tan comunes en mí, simplemente para gosal, y por dos o tres razones: la principal, y me congratula que Piedritas lo haya pillado a la primera, para ella: para que tuviera precisamente ‘la original’ de esa de Massive Attack que tanto le gusta. Que tampoco es la original, pero sí es la definitiva, la que lo petó en Inglaterra y la que por tanto conocerían y adorarían los Massive Attack, me imagino. Es complicado el asunto con esta canción, “Poison Flour”: es versión de una versión, aunque ‘versión’ no en el sentido que se da a la palabra en el rock, una ‘versión’ jamaicana en este contexto (porque luego casi cada single reggae desde fines de los 70 tiene su ‘version’ en la otra cara que suele ser un dub), en este contexto digo, es una canción nueva que parte de algunos elementos de la anterior.
Una de las grandezas de la música reggae de estos años es que es de las primeras músicas populares ‘posmodernas’, lo que luego será el rap o la electrónica por ejemplo: la primera música que casi vuelve al folk y al blues, donde la autoría es un concepto difuso y con multitud de capas: versiones sobre versiones, tomar elementos de aquí y allá, robar vilmente, copiar, saquear, hacer modificaciones, nuevas canciones que reciclan la base rítmica y melódica o los acordes de una anterior… En Jamaica, año 73, la cosa funciona así: el productor se queda las pistas instrumentales, con énfasis en las de bajo y batería, de cualquier canción, especialmente si tiene éxito, y las reutiliza en multitud de nuevas grabaciones con un montón de nuevos vocalistas. Llega alguien y le dice ‘tengo esta letra’ y él dice ‘coño, pues tengo esta base cojonuda, dale ahí’. Sacarle a la vaca toda la leche posible, vaya. No es ‘la misma canción’, pero es la misma base.
7.2 Crítica del reggaetón práctico: toneladas de marihuana y otras cosas que les gustan a los ingleses
Lee Scratch Perry, que viene de producir hace poco nada menos que los dos mejores discos que jamás grabara Bob Marley, acaba de construir los que luego serán legendarios estudios, el “Arca negra” (Black Ark), donde uno de los primeros clientes es un joven DJ llamado para la posteridad Dr. Alimantado. Lo primero que graba Perry con él es “Ride On”, y de este estudio salen también el tema título, el "Barbero" y "Can’t Conquer Natty Dreadlocks". Del estudio de King Tubby salen el resto, excepto "Gimmie My Gun" y "Unitone Slank", que vienen respectivamente de los estudios Channel One y Randy’s, o sea, de algunos de los sellos y estudios más reputados de Jamaica. Estamos en la vanguardia del sonido de su época, no se nos olvide. Esto es calidad jamaicana suprema. Vamos, es que no hay más que ponérselo para comprenderlo.
Lo que entronca, lo del gusto de piedras y la influencia de Scratch Perry, con la segunda razón por la que lo propuse: el tremendo éxito e influencia de Alimantado (que realmente no se corresponde tanto con su lugar en la historia de la música jamaicana, algo más modesto) en la escena punk inglesa. Y no digamos de Perry, claro, que por ejemplo producirá alguna canción (no recuerdo cuál) de The Clash. Pensé que por ahí os podría entrar a algunos, que sois tan pumukys y tan anglófilos. De hecho el éxito del Dr. en Inglaterra y el mundo de fuera de Jamaica (donde “Chicken” ya ha petado hace tiempo) viene sobre todo gracias a Johnny Rotten, quien menciona en aquellos años el “Born for a Purpose” de Alimantado —absoluto temazo grabado poco después de este disco que os recomiendo también: "si no tienes un propósito para vivir / no determines mi vida"— como una de sus canciones favoritas del universo. De hecho en su última bio, la Ira es energía, la vuelve a nombrar. A él le debo descubrir esa canción (este disco ya me lo había puesto mi querido padrino) o la de Althea y Donna que pegué aquí y tanto le gustó a Annie hace unos meses, “Uptown Top Ranking”. Y el 'patrocinio' incondicional de Rotten asegura el gran éxito de este disco, que como digo ya era bien conocido en Jamaica, y de ahí que Alimantado se fuera a Londres y al estrellato, con la consiguiente omnipresencia en Inglaterra. De hecho el disco que nos ocupa también es influyente porque es la primera referencia que edita el sello inglés Greensleeves, que creo que es hoy día la compañía con el mayor catálogo reggae del mundo. Eso leo, vaya.
7.3. King Tubby, Retubby
Y hasta hay una tercera razón por la que lo propuse (o vaya, que me estoy apropiando sobre la marcha): este ‘reggae’ ya es algo más que reggae, ya estamos en los albures del dub y el dancehall. Dub es 'doblar' pistas, o sea, cortapegar, jugar con las grabaciones para hacer nuevas versiones (generalmente casi instrumentales, cortando partes vocales y dejando solo momentos, estribillos entrecortados, etc). Es la creación sobre todo de King Tubby, que produce varias canciones aquí (el "Barbero" tiene cierto aire dub). Todo esto por ejemplo se puede entender comparando "Poison Flour" y "I Shall Fear No Evil", eso es el dub. Hecho, ojo, no con protoolsito y ordenata y darle a un botoncico mágico, sino con horas de curro e ingenio cortando cinta a mano, de manera totalmente loca, artesanal y bella. Y dancehall, la música de baile de las pistas jamaicanas que manará a finales de los 70 de la fuente de discos como este, es la base de toda la música electrónica (o el reggaetón, que creo que nace del dem bow del dancehall) posterior (la mención al reggaetón es para impresionar al chicochoni). Bueno, pues todo esto, para lo bueno y para lo malo, empieza con los DJs jamaicanos que en estos años, primeros 70, hacen comúnmente lo que se llama “toasting”, que no es tanto hacer tostadas como poner un disco y empezar a soltar sandeces y astracanadas por encima. Alimantado es un pionero en esto. No el primero ni mucho menos, pero es un genio en ello, de hecho, si escuchas el "Man Next Door” o el “Quiet Place” original, entiendes mejor lo que su "Poison Flour" aporta a ambas: una energía maníaca, un frenesí total… Igual que el “Chicken”, que tanto sorprendió a propios extraños porque de repente en mitad de una canción que parecía normal un anormal no paraba de decir cosas y soltar berridos y soniditos, quién se había creído este… Este, el llamado “toaster” o “DJ gritón”, es un clarísimo precedente del MC, del hip hop (algunos de cuyos inventores en NYC, como sabemos y ya hemos hablado, son de origen jamaicano y aprenden mucho de esta escena), como el productor e ingeniero jamaicanos (como Perry o Tubby) son claros predecesores del productor de rap y su uso de ‘samples’ y demás efectos. Como el DJ jamaicano es el directo creador del DJ hip hop: vamos, wikipedia mismo lo dice:Jamaican-born DJ Kool Herc, who immigrated to New York City, influenced the early development of scratching. Kool Herc developed break-beat DJing, where the breaks of funk songs—being the most danceable part, often featuring percussion—were isolated and repeated for the purpose of all-night dance parties.
Es decir, que en ese sentido este disco sí tiene una cierta importancia histórica como uno de los discos pioneros de lo que después llevará a la música de baile de todo el mundo y el nuevo universo del hip hop. No es poco, la verdad. De hecho, por la cantidad de músicos a los que este disco vuela la cabeza, su influencia y fama van bastante más allá de su valor musical.
7.4. Por hablar de todo un poco
Que tampoco es poco, ese valor musical. La primera cara es imbatible, tiro tras tiro. Para mí "I Killed the Barber", "Just the Other Day", "Gimmie My Gun", "Poison Flour" y el tema título son auténticos himnos (de hecho mis criaturicas, con dos años y pico, van por la casa diciendo “who shot de baba, him shot de baba”). Especialmente "Poison Flour" es empezar y llenarme de adrenalina pura, qué gloria de canción, es que me lanzo a darlo todo cada vez que suena (van tres luxaciones de cadera ya). La forma y urgencia con que anuncia la canción sobre el inicio de la base o con la que pronuncia “EVIL” en la cita bíblica, “though I walk the valley of darkness / I shall fear no evil…” resumen lo que es Alimantado, igual que ese tema título, que tan exitoso fue en Inglaterra y que también es un perfecto compendio de las virtudes del Dr: una forma de hablar y recitar cercana a la entonación, con sonidos y gritos totalmente energéticos, que contrasta de manera maravillosa con la melodía principal, es como chocar dos canciones una contra otra, a lo loco, y el resultado es eso, una explosión de energía. Lo mismo en "Gimme Mi Gun", de hecho oyes cualquiera de las versiones originales de esas canciones, o como digo, la ‘versión base’, y te das cuenta de cómo la energía maníaca del Dr. las mejora todas, las hace vibrantes. Pasan de temas rocksteady o reggae buenísimos pero estándar a algo totalmente único y nuevo, de hecho es que eso, es el inicio de un nuevo estilo, que igual casualmente es el estilo más influyente jamás salido de Jamaica, por, como digo, su influencia en la electrónica y el hip hop.
Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
La canción en sí, “Poison Flour” digo, va sobre una partida de harina con restos de veneno llegada de Londres que mató a una decena de personas o así en Jamaica. Temática social, vaya. Igual que Best Dressed Chicken in Town, que va sobre pollos. Viene de un anuncio de pollos, de verdad:
“Los pollos mejor vestidos de la ciudad”. Pero ‘dressed’ también puede ser ‘aliñados’, ‘condimentados’. Como se ve en la portada, Alimantado era claramente un dandy: calzones que dejan ver los calzoncillos por la bragueta abierta, torso al aire… Pero de hecho en la contra sale con un traje bien bello y elegante. O sea que el ‘contraste’ entre título y portada es un juego buscado. Mismo contraste que entre la figura del ídem, tirando a enjuta y casi hasta esquelética, y su nombre, porque desde luego no está tan bien alimantado.
Fue esa forma de ‘tostar’, o de ‘rapear’ casi continuamente sobre la canción, la que resultó tan innovadora e influyente (e irritante para mí hasta que le pillé el punto). Lo mismo pasa en “I Killed the Barber”, resulta que es su demencia forma de hablar por encima y medio rapear de manera casi constante —que es la ‘aportación’ de Alimantado, el ‘toaster’ antes de él me parece que tiende a ser algo más ‘ocasional’, a entrar en partes de la canción, no a estar ahí dando por culo todo el rato— la que convierte un buen tema en algo mágico.
La cara B es más normalita, aunque llena también de temazos gozosos, precisamente porque es algo más ‘estándar’ o tradicional, algo menos demenciada. Son buenas canciones pero no son revolucionarias como sí lo son todas las de la cara A, que son magia todas y cada una.
Se puede leer a mucha gente aún hoy, especialmente supongo que ingleses, comentando que este es su disco favorito de la historia del reggae. No es mi caso, pero mira, cada vez me gusta más, y eso que me costó, cuando lo compré, lo oí y oí y no me atrapó… Hasta que un día puse la primera cara, un poquito ‘tostado’ yo, casualmente (¡que hay que explicaros todos los secretos, coima!), a volumen fiestero, y aluciné. Y ha acabado convirtiéndose en uno de mis discos favoritos, en efecto, de la música jamaicana. Puro groove, pura dosis de energía para cualquier tarde tonta de esas en que te sientes depre porque el cactus no te pone morritos.
8. Hombre Rico, Hombre Pobre
Y luego Jonathan Richman: el disco producido por Ocasek (I’m so Confused) es bonito, sin duda, mugu, de hecho para mí Jonathan no tiene disco malo, pero no es para mí muy representativo de lo que él es, al contrario, es su disco ‘pop’, su disco ‘producido’, y da una impresión totalmente alejada de la carrera de Jonathan en las dos últimas décadas, que era lo que me interesaba traer a colación con este disco: un “aquí sigue este tipo y es que es alucinante lo que hace”. Eso no me valía con un disco de los 90. De hecho, queridos, he propuesto un disco de 2008. Pura vanguardia. ¿Cuántos habéis propuesto discos posteriores a ese año? Insertar imagen de burns con gorro grunge.
Pero no sufras, mugu, que también os he cascado uno noventero, el maravilloso “I, Jonathan”, que contiene una de sus mejores canciones y de las mejores canciones de la historia del pop, y que tocará para cuando lleguemos a la letra ‘i’, allá por el siglo XXIII, cuando Vox sea la fuerza dominante en el Triunvirato del Nuevo Imperio de las Españas y Ultramar (Isla Perejil, una finca en la Isla de Basura del Pacífico, dos aldeas venezolanas y una sierra perdida que no aparece en los mapas porque ‘qué sabrá la ciencia’) y el nivel de los océanos esté a la altura de los arcos torales del cimborrio de la Catedral de Burgos. No sufras por mis elecciones : )
Lo que pasa es que me parece importante entender dónde esta Jonathan hoy día. Porque hablamos de alguien que para mí, y no puedo ser objetivo ni lo pretendo, pero en mi mundo está a la altura compositiva y literaria de un Dylan o un Leonard Cohen, alguien a quien se ningunea precisamente por el pecado capital de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, por preferir la sencillez, la frescura y la espontaneidad a la planificación, la pose y la sobreproducción (que tanto estropea tantos de los discos ‘posmodernos’ de Leonard Cohen, en mi opinión). “Es como el pan”, ha de ser fresco y del día, no pasado y recocido. Es como ha explicado perfectamente annie. Pues como grabaron los Stooges su primer disco, en dos ratos y compuesto en uno y medio. Y ahí lo tienes, uno de los 3 discos definitivos de la historia del rock, junto a VU&Nico y Modern Lovers. Y ojo, que como dice Dum Dum, no es que haya que contraponer ‘sencillez’ y ‘arte’, al contrario, amigo, la clave es precisamente que la sencillez es la esencia de la genialidad en el arte.
Algo, lo de la sencillez y espontaneidad, que queda claro en este disco con su versión de Cohen (“Here It Is”): una de tantas enormes canciones del genio canadiense, si la escuchas en la barroca y recargada versión original no te transmite apenas nada de la honestidad, la trascendencia y la urgencia de la propia y maravillosa letra, que sí comunica la versión desnuda y descarnada que hace Jonathan, en cuya voz sincera, cálida, profunda y frágil cobran especial relevancia esos versos absolutamente alucinantes de Cohen: “aquí está la noche / la noche se hizo / y aquí está la muerte / en el corazón de tu hijo”, “aquí está tu vino / y tu caída borracha / y aquí está tu amor / tu amor por todo”; “viva todo el mundo / muera todo el mundo / hola, mi amor / adiós, mi amor”. Una especie de aceptación zen del bello absurdo circular de la vida que encaja muy bien en la visión de Jonathan.
Es raro ver a Jonathan haciendo versiones en disco, por cierto, por lo que esta elección es aún más relevante. Pero para mí lo mágico es como consigue mejorar una canción de Leonard Cohen. Quién cojones se atreve a eso. No a hacer una versión, no. A cambiar una canción por completo y hacer otra cosa. Y decirle a Cohen algo como “aquí está tu canción / en el espíritu de otro”.
A este disco le di bastantes vueltas con un buen amigo en ipunkrock, Don Sicalíptico, a quien perdí la pista y añoro, y ambos coincidíamos en que es una absoluta obra maestra. Es más, no solo considero que Richman está a la altura de Dylan y Cohen, sino que, en los últimos 20-30 años de carrera de los 3, está claramente por encima. Es el único que sigue siendo inquieto, que no se acomodó, que va a contracorriente pero encima haciendo maravillas a la altura de sus mejores obras, el único cuya carrera parece mejorar con los años, es como el vino y como el pan. ¿Que el “gran mundo” no lo sabe? Bueno, pues como dice Juan Ramón: “con la minoría, siempre”. Por cierto, ¿cuántos artistas americanos conocéis que hayan hecho canciones con versos de Juan Ramón Jiménez, como Jonathan? Ya, eso digo.
Podría haber puesto el anterior a este: “Not So Much to Be Loved as to Love”, otra obra maestra. O el de después o el siguiente o el siguiente, que son sus tres más recientes y pronto editará Munster en España si no lo ha hecho ya: “O Moon, Queen of Night on Earth”, “Ishkode, Ishkode” o el maravilloso “Sa”, donde vuelve Jerry Harrison (del primer disco de Modern Lovers y Talking Heads) y donde la mezcla de su órgano con la tambura de Nicole logra algo majestuoso, inquietante, un sonido totalmente único y espectral, como de otro mundo. Pero este mismo vale, porque da una excelente idea de dónde está Jonathan hoy día. Y francamente porque tiene algunas de las mejores canciones y letras de toda su carrera (y mira que tiene canciones mágicas a porrillo).
Es además un disco más serio y sombrío de lo habitual tal vez, donde, cosa no tan normal en JoJo, entra el tema de la muerte de manera explícita, debido a la muerte de su madre (Here It Is, As My Mother…, Time Has Been Going by so Fast…). En fin, este es de 2008, creo, tras 4 años desde el anterior, con ese dolor por medio, y es uno de los últimos para Vapor, el sello creado por Neil Young, que adora a Jonathan. Lo interesante para mí es precisamente que sea reciente: es un disco para demostrar a los jóvenes que hay esperanza, que no todo en la vida es o venderse o repetirse hasta la saciedad, que existe un camino en el arte que es auténtico, sincero y que implica un crecimiento vital continuo. Es casi un milagro encontrar a un músico de más de sesenta años, que podría estar cediendo Pablo Picasso y Roadrunner a anuncios de Cadillac y Victoria’s Secret (cof cof cof), haciendo giras de ‘reunión’ y demás giliflautadas que señalan la muerte de toda inquietud artística verdadera, pero que resulta que no, que sigue inquieto, buscándose aún, experimentando con su sonido, sacando canciones de poemas sufíes o españoles, o de observaciones tan mundanas y divertidas como siempre, aprendiendo, explorando y divirtiéndose. “Como un niño distraído”…
No lo pone fácil, y entiendo que no entre a todos. Pero por eso “I’m So Confused” no sería una elección representativa, es mucho más accesible si quieres. Richman va a contracorriente, pone las cosas difíciles, no le gusta acomodarse, suena ‘raro’, suena personal y diferente. No es el sonido que esperas cuando pones un disco supuestamente pop. Es algo que va más allá. De hecho el diálogo que puso Morley entre él y el productor es adecuado pero está totalmente al revés, con los papeles invertidos. En realidad el productor sería el que le dice, “pero hombre, vamos a ponerle más cosas, esto está así como muy boceto, como inacabado” y él el que siempre replica, como dice Juan Ramón:
No lo toques ya más,
Que así es la rosa.
Porque “Juanito” sabe de qué va la cosa. Si no entendéis la belleza de la sencillez, pues eso, no comprendéis un tipo esencial de genialidad. No pasa nada, el mundo está hecho para eso, lo complicado es lo típico y fácil. Hace falta valor y genio, como siempre, para ser simple y sencillo, para ir desnudo por la vida (o por el salón, como yo ahora mismo. Pero igual esto no viene al caso. Claro que ahora a ver quién os quita la imagen de la cabeza. Gif de las cejas).
¿El primer disco de Modern Lovers? es típico medirlo todo por ese inalcanzable escalafón. Y erróneo. Jonathan escapó de la trampa del rock, de la trampa del estrellato, en favor de otra concepción de la música. Lo hizo voluntariamente. Le costó perder a su banda, que no lo entendía. Contratos jugosos, esas cosas. Curiosamente ese disco, de mis favoritos del mundo, una noche hace pocos años con un amigo en casa se lo puse (¿podéis creer que hay aún quien no conoce ese disco?) y lo primero que me chocó, tras años acostumbrado ya a JoJo en solitario… fue darme cuenta lo ‘producido’ que estaba, lo ‘pulido’ que suena, lo ‘rock’ que es. Que no es malo, pero es que eso no es lo que es Jonathan hoy. Eso fue su primera versión, si quieres decirlo así. Pero con los años pasó a ser un músico único, algo que va más allá de un sonido coyuntural, un trovador errante y políglota al que le importa tres pimientos si crees que solo es un payaso o un gracioso. Es la paradoja de Jonathan: la sonrisa, el humor, la inocencia y lo que muchos perciben como ‘poco pulido’ o ‘amateur’ o ‘payaso’ encierran a un músico maravilloso, serio, lleno de filosofía y con una técnica de guitarra que ya quisiera cualquiera en el rock. Y que a la vez, por supuesto, es un bufón y un payaso. Así y es y así lo queremos.
“Es como el pan”, el momento en que dice “y si las palabras quieren venir que vengan / y si no vienen a nosotros da igual”… es de una belleza indescriptible. O ese “lo que queremos es el momento / tal como el viento”… Qué filosofía más perfecta, más sincera. El presente, el ahora. Lo que nos ha recordado de nuevo la pandemia.
En efecto, canciones en español tiene a patadas, y discos en español no solo el “Te vas a emocionar” (de mis favoritos suyos), también Munster recopiló varias de sus canciones en español más recientes (al menos comparadas con las de “Te vas a emocionar”), incluida la celebérrima “Vampiresa mujer”, en el bello “¿A qué venimos si no a fracasar?” Tiene bastante música reciente en español: poema de Juan Ramón Jiménez, canto a la alegría, versiones en directo de tanguillos de Cádiz, Albéniz o Falla, respuestas a Peret (“La fiesta es para todos”), odas a la guitarra flamenca (“La guitarra flamenca rubia”)… De hecho hoy día siempre toca con guitarras Ramírez, flamencas o clásicas. Le sientan como un guante. Estamos hablando de la marca más excelsa de la historia de la guitarra, por cierto…
Pero es que España está en este disco: “This Romance…”, “las ‘gemelas’ (en sus propias palabras) “Le Printemps…” / “The Lovers…” y “Es como el pan”, se graban en Tarifa, mirando al estrecho de Gibraltar. “Las luces de Tánger. Polvo del Sáhara. Un lugar electrizante para pensar y hacer música”. Y por cierto, él mismo dice en las notas al disco: “no tengo un control completo de estos idiomas” (se refiere a francés, italiano y español, los tres más típicos en que canta… aunque últimamente ha incorporado al repertorio canciones en hebreo, la lengua indígena ojibwe o el dialecto siciliano). Llegaba el productor de Tarifa y le decía, “oye, esto está mal dicho”, “y así aprendo: tengo bastante descaro y no tengo miedo a que se rían de mí”.
O, con algo de aire español, esta “No One Was Like Vermeer”, una ‘rumba a la Juanito’, una guitarra que levanta a un muerto con una letra magnífica llena de humor que siempre triunfa en vivo. Ese humor tan suyo: “Parece como nacido en una era más moderna / pongamos hace unos 100 años o así”.
Y de nuevo una filosofía artística clara encerrada en lo que parece simple homenaje: “algunos cuadros huelen a sudor y alegría / otros a vino tinto / otros se plantan y cierran la puerta / pero Vermeer te estremece los huesos”, sobre el objetivo del arte, que no es “el suelo del convento”, no es pedantería ni borrachera ni siquiera belleza, es simple conexión humana, es contacto con las emociones puras de otra persona. Y en directo suele explicar cómo vas a ver cuadros de gente de la misma época o escena y ahí tienes, Rubens, una tela de 20 metros de alto por 20 de ancho… Otro, lo mismo… Otro, 30x30… Y llegas a vermeer, y son 20 centímetros x 20 centímetros. Y eso vale de sobra para transmitirlo todo.
Que es una buena metáfora de Juanito: no hace falta grandilocuencia, temas ‘gloriosos’, pedanterías… Algo pequeño y sencillo, una pequeña imagen de una hilandera a contraluz, tiene más realidad y sinceridad y belleza que tres señoras desnudas ocupando una pared entera. Y luego lo termina en directo diciendo a veces: no hay nadie como Vermeer… excepto su hija, que como era una mujer en esa época no tuvo ningún crédito pero parece que completó varios de los cuadros de su padre y que algunos de los que creemos que son de él son en realidad de ella.
Y por cierto, ya que estamos en Vermeer, qué guitarrista tremendo es JoJo, qué poco se le reconoce también esto. Y cómo se nota en este disco. Poned atención, muchachos, ponedla. Que es todo grabado en directo, ¿eh? Que no hay overdubs ni pollas, que no hay más que lo que suena en directo en el estudio.
Y sí: improvisación contra lo planeado. “Boceto”. De hecho es el único artista que conozco que nunca lleva set-list. Nunca jamás. Toca lo que le sale en cada momento. Los set-list son para funcionarios de la música.
Tomad si no el bellísimo tema título, variación de una de sus ideas comunes que también es su filosofía del sonido y la música (‘su misterio no está en los tacones ni la sombra de ojos’, por ejemplo): “porque su belleza es cruda y salvaje / está en el núcleo de las estrellas / no necesita ponerse nada en el pelo / es rizado y salvaje, como ella”. No hacen falta adornos, como el magnífico poema de Juan Ramón: “vino, primero, pura…” o la bella canción de Yeats que termina “canción, déjales llevársela [toda tu ropa], pues hay más valor en caminar desnudo”.
También está “The Lovers…”, oda a los amantes juveniles como vosotros mismos: “pues claro que huelen un poco mal, llevan todo su mundo en una mochila, no son buenos en los negocios, pero son amantes, son los que van a devolver la vida a este lugar estéril”… O la muy relacionada temáticamente, su ‘gemela’, “Llegó la primavera de los amantes”, una maravilla con letra suya en francés sobre un verso de Rumi (en efecto, ¿conocéis muchos músicos populares que hagan canciones basadas en poesía sufí?): “y otra vez / todo este bulevar de polvo / volverá tal vez a ser un jardín”. Tal vez referencia a la reencarnación o al eterno retorno de los ciclos vitales, comprensible cuando entendemos que la última canción trata sobre la muerte de su madre. Pero no adelantemos. “Los amantes, que no tienen interés / en el mundo del bisnés / los amantes, que no tienen ninguna gana / de ser famosos”, los amantes “que no necesitan dormir por la noche”… Ah, qué ecos me trae todo esto de Machado, de las noches estrelladas con olor a jazmín, rumor de fuente y callejuelas secretas donde buscar un beso furtivo… O droga, en vuestro caso. Pero ese amor por la vida, esa ansiedad de estar vivo. Ese dolor de amar.
Algo que explica perfectamente una de las canciones más esenciales de sus últimos años en cuestión de ‘mensaje’, de letra: “Cuando rechazamos sufrir”. Tan importante es que tiene dos versiones aquí (y qué guitarras, por favor). Pero lo hace en varios discos esto: “todo lo que canto, incluso una vieja canción como “Old World”, está ‘en construcción’: siempre ando cambiando letras y melodía. Últimamente pongo dos versiones de una misma canción en un disco para contrastar”. Viene a tratar de aceptar que la vida tiene dolor (“todo no es más que un eterno sufrir” como dice Arsenio) y que tratar de ahogar ese dolor en medicinas, drogas o cualquier otra forma de abotargamiento intelectual es engañarse, porque te cierra a las cosas que necesitan ese sufrimiento para germinar: el amor, el crecimiento personal, la responsabilidad y la comprensión de que en esta vida estamos todos solos y necesitados de comprensión y amor.
“Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, es cuando la urbanización privada gana y tú pierdes”, “es cuando el prozac gana y tu cuerpo y tus sentimientos pierden”, y en directo le encanta improvisar variaciones sobre esta idea con que las gente se parte: “Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, puedes tener pornografía, pero no Miguel Ángel”…
Creo que es otra buena metáfora de los discos de Jonathan. Hay partes áridas, crudas y difíciles para un disco de ‘música popular’. Sí. Y así debe ser.
Esto lo dijo Espinosa ya y mucho mejor: “nada bueno fue nunca fácil”.
Y luego su revisión de “Old World”, que siempre que la empieza en directo la gente se viene arriba creyendo que por una vez va a hacer una concesión a ese primer disco y luego resulta que no, que es una revisión o rectificación, preciosa en su idea y ‘cerrando un círculo’: sí, me encanta ese viejo mundo de los 50 del que hablaba hace 40 años, pero no podemos volver a ese viejo mundo, ese viejo mundo de trajes y sombreros y vestidos con corsé y tupés y fajas, ese mundo donde el racismo imperaba, donde la mujer no podía votar o firmar sus propios cuadros… Así que adiós, adiós, viejo mundo.
Qué irónico y delicioso es que cuando tenía menos de 20 años cantara loas al viejo mundo y cuando tiene más de 60 haya aprendido a decirle adiós. Qué crecimiento personal indica eso, cuando lo común con los años es que la gente se cierre más y más en ese mundo de su juventud y en sus prejuicios.
En su columna para una revista punk dijo una vez: “el verdadero arte tiene que tener un elemento de tristeza”. Lo hay en este disco, con la canción final a su madre recién fallecida. Que contiene uno de los mejores versos que he escuchado en la vida:
Now she’s laying
In the sun
Breaking free of earthly chains
One by one
As my mother lay lying
I learned
(ahora está tumbada al sol / rompiendo sus cadenas terrenas / una a una: / cuando mi madre yacía postrada / aprendí)
Me pone los pelos de punta y al borde de las lágrimas cada vez.
Una canción así no se puede cantar con grandilocuencia, solos eléctricos y violines, quedaría falso. Una canción así solo se puede cantar susurrando con una guitarra.
En fin: realidad, belleza sin alharacas, desnudez. Como tu amante recién despierto o despierta: oliendo mal tal vez, despeinado/a, en pijama arrugado y ojos hinchados, pero más bella y pura de lo que va a ser con ningún vestido o maquillaje.
Eso solo se consigue con la constancia: no es el amor de un día, son los años de amor. Y eso pasa un poco con Jonathan, no son discos que deslumbren a primera escucha, pero dales unas cuantas y con el tiempo te sorprenderás enganchado.
9. Los fineses y el fútbol
En fin, que tanta palabrería no es necesaria —las reclamaciones a los damnificados por mi ladrillo, se las ponéis a koikila, a watts o a chaleco, por pedir—; yo estoy en el bando chicochónico, ni contexto ni leches, disco al 11 y a lo loco, te gusta o no te gusta. Luego ya si te gusta buscas el contexto. Pero también es verdad lo contrario, choni: que yo de siempre me he acercado a muchos discos interesado antes de escucharlos, y que me han acabado fascinando pero la primera forma en que me interesaron fue leyendo sobre ellos antes de escucharlos. Vamos, que cualquier excusa es buena paracapar a Casado,digooo, para escucharse unos temazos y disfrutarlos. Me vale con que os haya gustado a varios, a annie, mugu e incluso parece que a Eskoriez y Rhonda. Y a los que no, no os toméis la mención de arriba como nada personal, simplemente uso vuestras palabras como excusa para lanzar mis filípicas, pero os estimo a todos y os agradezco el que lo hayáis escuchado. Y a chicochoni ya lo engancho la semana siguiente con Louis Armstrong.
No sabéis lo que me cuesta contenerme y moderarme así. Con lo que yo he sido. Y ahora mira, apenas microcríticas.
10. Salud,
z
eskoriez- Mensajes : 28376
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Gracias por el quote.
Annie- Mensajes : 16973
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Se me van a dormir las piernas
eskoriez- Mensajes : 28376
Fecha de inscripción : 13/01/2014
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Joder, Eskoriez, ¿hacía falta el quoteo?
Stoneheart- Mensajes : 46096
Fecha de inscripción : 10/10/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Después de escuchar al Dr. Alimantado me he ido a dar cuenta de un buen plato de alubias con sus sacramentos. Eso sí que es sentirse alimentado, lo otro, gñe.
mugu- Mensajes : 26584
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
eskoriez escribió:Ya tengo lectura para el baño
- Spoiler:
David Z. escribió:Hola, queridos. Me paso porque me llamáis, por cumplir. No tengo tanto que decir (¡temblad!).
1. Preámbulo
Eskoriez y me atrevo a sugerir que Morley, bueno, en realidad casi todos, sois gente bella y joven (de espíritu cuanto menos), ergo con el gusto distorsionado por el lógico exceso de películas de acción, drogaína, sexo uni y multipersonal y superproducciones ochenteras, noventeras y del nuevo siglo. Son décadas de compresión a tope, de producciones que tapan carencias compositivas: efectos especiales, explosiones, colorcitos, ruidos, collarcitos de cuentas para engañar al oyente, ruido, forma y volumen sobre sustancia y fondo. Pretenciosidad, fuegos artificiales, épica frente a la desnudez y el corazón tendido al sol.
2. Ámbulo
Por ello os puede costar a algunos apreciar los tres discos de la semana (aunque veo bellos, prometedores y emocionantes progresos en mi estimado Cabalga-Sin-Prejuicios). Si lo de Guided By Voices os parece ‘sonido lata’ o ‘maquetero’ ya lo entiendo todo fácilmente después. Yo no sé qué le pedís a un disco. Me lo he puesto y a mí me suena perfectamente, como tiene que sonar, no se me ocurre ninguna queja ni se me pasa por la cabeza ponerle un 'pero' al sonido. Qué malacostumbrados estáis, joder. Escuchad a Ulan Bator Trío o a Los Piolines o la primera maqueta de Sarkófago o Hidropedo o cualquier disco al azar en la estantería de Annie y luego venidme a oír esto y a decirme que suena a lata y chatarra.
Otra cosa es el contenido, que no está mal pero personalmente no me emociona, aunque es bello, ojo, simplemente no me parece arrebatador, es pop noventero típico, hay canciones que prometen pero no pasa de bubblegum lo-fi. Pero ¿el sonido? No sé, ni que todos los discos tuvieran que tener la producción de Lady Gaga. Es más, y esto tal vez os cueste comprenderlo, ese disco con “mejor” sonido no sonaría bien, no tendría el encanto que tiene. Si algo tiene de ‘defecto’ para mí es precisamente el contrario; sonar demasiado como tiene que sonar, demasiado ‘noventas’, demasiado ‘hijo de su tiempo’. No sé, tiene ese sonido y esa forma de componer y cantar que lo escuchas e inmediatamente puedes fechar como si fuera carbono-14. Casi todos los 90 suenan así. ¿Por qué? Qué sé yo, alguien que sepa de sonido y cantométrica podrá explicarlo. Pero este me ha gustado bastante más que el propuesto hace unos meses. Hay algún temón, sí. Pasa como con los otros que le gustan a Koi, los del Anton LaVey ese, que alguna vez descubres un temazo pero con esa diarrea competitiva que tienen da pereza investigar.
3. Postámbulo
Vamos, que parece que no vivisteis los 90. Se le perdonaría a Annie, que se los pasó encerrado en un zulo de la KGB en la Siberia postsoviética (según he creído deducir de sus mensajes) y luego resulta que él es el que mejor lo entiende. Esto son los 90, joder, qué otra cosa le pides a un disco, qué otro sonido. Los estadios, la producción limpita y la épica os las podéis meter todas por el culo ochentero de Joey DiMaggio.
Por cierto, creo que viene a colación, y ya os lo habré contado, pero me repito más que Arévalo: una vez estuve de breve charla con Manowar. Y también los escuché de cani, curiosamente el mismo disco que Francois, que me encantaba (es que de hecho creo que lo compré por lo de la Iliada). He tenido momentos muy bajos en mi vida, sí. Fue la misma noche en que Lemmy, tras horas pegado a una máquina de no sé qué juego de marcianitos, se me acercó y me farfulló al oído que “los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. Gran sabiduría oriental que siempre llevaré conmigo y que me ayuda en momentos difíciles. “Estoy hasta los huevos de la pandemia…. Bueno, pero los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. “Estoy engordando y poniéndome como un búfalo albino… Pero bueno, peor es lo de los fineses, según Lemmy”. Siempre me he preguntado por qué a mí, en todo caso (el mensaje, claramente, no es cuestionable: necesitaba decirse y se dijo). Creo que es porque el destino le hizo decírselo a la única persona en aquel lugar que sabía y sabe de fútbol menos que un finés, en concreto un finés sordomudo y en coma.
4. Un nuevo ataque gratuíto
Y de esos polvos, de esos oídos taponados por la cera de la superproducción y la fantasía noventera que proclamaba ‘indie’ y ‘alternativo’ mientras ofrecía superproducciones en grandes multinacionales… De esos polvos auditivos, todos los lodos que vienen después. ¿El disco de Jonathan Richman suena a boceto? Por Osiris y por Apis, ¿qué le falta? ¿Violines? ¿Arpa láser? ¿Autotune? ¿Beyoncé a los coros? ¿El sonido de Alimantado es “cutrongo”? Claro, joder, debe ser porque solo tiene a los mandos a tal vez los dos mejores productores e ingenieros de estudio de la historia del reggae, a dos revolucionarios que inventaron casi todo lo que sucede en Jamaica y en el mundo desde entonces: Lee Scratch Perry y King Tubby. Que es como decir los Tom Dowd, Tom Wilson o Bob Thiele de su escena. O, para noventeros, los Albini o Rick Rubin de Jamaica. Solo que mucho más influyentes, la verdad, en la música del mundo entero. La crema de la crema, lo más de lo más, lo muy muy y lo tope de lo tope. Una puta barbaridad, lo que en inglés se llama 'state of the art': el sonido más vanguardista y avanzado de su época. Por eso fue la bomba que fue y por eso influyó a toda la escena punk británica.
5 y 6. Ñañañaña
Yo tengo los dos en vinilo (yi tingui lis dis in vinili) y ambos suenan a gloria. Igual si sacáis la cabeza de la pantalla del móvil y os lo ponéis en un buen equipo descubrís la belleza de estos sonidos. Igual no. Os doy un voto de confianza. Vamos a contextualizarlos un poco.
7. Una Alimantación Completa
7.1. Crítica del reggaetón puro
El disco del Dr. Alimantado suena a cañón. Es que te lo cascas hoy, casi 50 años después, y suena aún fresco, vital, impactante: relevante, en una palabra. Es fácil comprender su influencia. Habrá que ver cómo suenan qué sé yo, Rosalía o Kendrick Lamar dentro de 50 años, a ver si siguen así de frescos y potentes, de actuales incluso. Es que te lo ponen hoy en una pista de baile y arrasa. Lo pones a buen volumen y alucinas con los matices y detalles.
Al Dr., alias “El Cirujano Ital”, lo propuse sin pretensiones históricas ni nada de esas tontadas tan comunes en mí, simplemente para gosal, y por dos o tres razones: la principal, y me congratula que Piedritas lo haya pillado a la primera, para ella: para que tuviera precisamente ‘la original’ de esa de Massive Attack que tanto le gusta. Que tampoco es la original, pero sí es la definitiva, la que lo petó en Inglaterra y la que por tanto conocerían y adorarían los Massive Attack, me imagino. Es complicado el asunto con esta canción, “Poison Flour”: es versión de una versión, aunque ‘versión’ no en el sentido que se da a la palabra en el rock, una ‘versión’ jamaicana en este contexto (porque luego casi cada single reggae desde fines de los 70 tiene su ‘version’ en la otra cara que suele ser un dub), en este contexto digo, es una canción nueva que parte de algunos elementos de la anterior.
Una de las grandezas de la música reggae de estos años es que es de las primeras músicas populares ‘posmodernas’, lo que luego será el rap o la electrónica por ejemplo: la primera música que casi vuelve al folk y al blues, donde la autoría es un concepto difuso y con multitud de capas: versiones sobre versiones, tomar elementos de aquí y allá, robar vilmente, copiar, saquear, hacer modificaciones, nuevas canciones que reciclan la base rítmica y melódica o los acordes de una anterior… En Jamaica, año 73, la cosa funciona así: el productor se queda las pistas instrumentales, con énfasis en las de bajo y batería, de cualquier canción, especialmente si tiene éxito, y las reutiliza en multitud de nuevas grabaciones con un montón de nuevos vocalistas. Llega alguien y le dice ‘tengo esta letra’ y él dice ‘coño, pues tengo esta base cojonuda, dale ahí’. Sacarle a la vaca toda la leche posible, vaya. No es ‘la misma canción’, pero es la misma base.
7.2 Crítica del reggaetón práctico: toneladas de marihuana y otras cosas que les gustan a los ingleses
Lee Scratch Perry, que viene de producir hace poco nada menos que los dos mejores discos que jamás grabara Bob Marley, acaba de construir los que luego serán legendarios estudios, el “Arca negra” (Black Ark), donde uno de los primeros clientes es un joven DJ llamado para la posteridad Dr. Alimantado. Lo primero que graba Perry con él es “Ride On”, y de este estudio salen también el tema título, el "Barbero" y "Can’t Conquer Natty Dreadlocks". Del estudio de King Tubby salen el resto, excepto "Gimmie My Gun" y "Unitone Slank", que vienen respectivamente de los estudios Channel One y Randy’s, o sea, de algunos de los sellos y estudios más reputados de Jamaica. Estamos en la vanguardia del sonido de su época, no se nos olvide. Esto es calidad jamaicana suprema. Vamos, es que no hay más que ponérselo para comprenderlo.
Lo que entronca, lo del gusto de piedras y la influencia de Scratch Perry, con la segunda razón por la que lo propuse: el tremendo éxito e influencia de Alimantado (que realmente no se corresponde tanto con su lugar en la historia de la música jamaicana, algo más modesto) en la escena punk inglesa. Y no digamos de Perry, claro, que por ejemplo producirá alguna canción (no recuerdo cuál) de The Clash. Pensé que por ahí os podría entrar a algunos, que sois tan pumukys y tan anglófilos. De hecho el éxito del Dr. en Inglaterra y el mundo de fuera de Jamaica (donde “Chicken” ya ha petado hace tiempo) viene sobre todo gracias a Johnny Rotten, quien menciona en aquellos años el “Born for a Purpose” de Alimantado —absoluto temazo grabado poco después de este disco que os recomiendo también: "si no tienes un propósito para vivir / no determines mi vida"— como una de sus canciones favoritas del universo. De hecho en su última bio, la Ira es energía, la vuelve a nombrar. A él le debo descubrir esa canción (este disco ya me lo había puesto mi querido padrino) o la de Althea y Donna que pegué aquí y tanto le gustó a Annie hace unos meses, “Uptown Top Ranking”. Y el 'patrocinio' incondicional de Rotten asegura el gran éxito de este disco, que como digo ya era bien conocido en Jamaica, y de ahí que Alimantado se fuera a Londres y al estrellato, con la consiguiente omnipresencia en Inglaterra. De hecho el disco que nos ocupa también es influyente porque es la primera referencia que edita el sello inglés Greensleeves, que creo que es hoy día la compañía con el mayor catálogo reggae del mundo. Eso leo, vaya.
7.3. King Tubby, Retubby
Y hasta hay una tercera razón por la que lo propuse (o vaya, que me estoy apropiando sobre la marcha): este ‘reggae’ ya es algo más que reggae, ya estamos en los albures del dub y el dancehall. Dub es 'doblar' pistas, o sea, cortapegar, jugar con las grabaciones para hacer nuevas versiones (generalmente casi instrumentales, cortando partes vocales y dejando solo momentos, estribillos entrecortados, etc). Es la creación sobre todo de King Tubby, que produce varias canciones aquí (el "Barbero" tiene cierto aire dub). Todo esto por ejemplo se puede entender comparando "Poison Flour" y "I Shall Fear No Evil", eso es el dub. Hecho, ojo, no con protoolsito y ordenata y darle a un botoncico mágico, sino con horas de curro e ingenio cortando cinta a mano, de manera totalmente loca, artesanal y bella. Y dancehall, la música de baile de las pistas jamaicanas que manará a finales de los 70 de la fuente de discos como este, es la base de toda la música electrónica (o el reggaetón, que creo que nace del dem bow del dancehall) posterior (la mención al reggaetón es para impresionar al chicochoni). Bueno, pues todo esto, para lo bueno y para lo malo, empieza con los DJs jamaicanos que en estos años, primeros 70, hacen comúnmente lo que se llama “toasting”, que no es tanto hacer tostadas como poner un disco y empezar a soltar sandeces y astracanadas por encima. Alimantado es un pionero en esto. No el primero ni mucho menos, pero es un genio en ello, de hecho, si escuchas el "Man Next Door” o el “Quiet Place” original, entiendes mejor lo que su "Poison Flour" aporta a ambas: una energía maníaca, un frenesí total… Igual que el “Chicken”, que tanto sorprendió a propios extraños porque de repente en mitad de una canción que parecía normal un anormal no paraba de decir cosas y soltar berridos y soniditos, quién se había creído este… Este, el llamado “toaster” o “DJ gritón”, es un clarísimo precedente del MC, del hip hop (algunos de cuyos inventores en NYC, como sabemos y ya hemos hablado, son de origen jamaicano y aprenden mucho de esta escena), como el productor e ingeniero jamaicanos (como Perry o Tubby) son claros predecesores del productor de rap y su uso de ‘samples’ y demás efectos. Como el DJ jamaicano es el directo creador del DJ hip hop: vamos, wikipedia mismo lo dice:Jamaican-born DJ Kool Herc, who immigrated to New York City, influenced the early development of scratching. Kool Herc developed break-beat DJing, where the breaks of funk songs—being the most danceable part, often featuring percussion—were isolated and repeated for the purpose of all-night dance parties.
Es decir, que en ese sentido este disco sí tiene una cierta importancia histórica como uno de los discos pioneros de lo que después llevará a la música de baile de todo el mundo y el nuevo universo del hip hop. No es poco, la verdad. De hecho, por la cantidad de músicos a los que este disco vuela la cabeza, su influencia y fama van bastante más allá de su valor musical.
7.4. Por hablar de todo un poco
Que tampoco es poco, ese valor musical. La primera cara es imbatible, tiro tras tiro. Para mí "I Killed the Barber", "Just the Other Day", "Gimmie My Gun", "Poison Flour" y el tema título son auténticos himnos (de hecho mis criaturicas, con dos años y pico, van por la casa diciendo “who shot de baba, him shot de baba”). Especialmente "Poison Flour" es empezar y llenarme de adrenalina pura, qué gloria de canción, es que me lanzo a darlo todo cada vez que suena (van tres luxaciones de cadera ya). La forma y urgencia con que anuncia la canción sobre el inicio de la base o con la que pronuncia “EVIL” en la cita bíblica, “though I walk the valley of darkness / I shall fear no evil…” resumen lo que es Alimantado, igual que ese tema título, que tan exitoso fue en Inglaterra y que también es un perfecto compendio de las virtudes del Dr: una forma de hablar y recitar cercana a la entonación, con sonidos y gritos totalmente energéticos, que contrasta de manera maravillosa con la melodía principal, es como chocar dos canciones una contra otra, a lo loco, y el resultado es eso, una explosión de energía. Lo mismo en "Gimme Mi Gun", de hecho oyes cualquiera de las versiones originales de esas canciones, o como digo, la ‘versión base’, y te das cuenta de cómo la energía maníaca del Dr. las mejora todas, las hace vibrantes. Pasan de temas rocksteady o reggae buenísimos pero estándar a algo totalmente único y nuevo, de hecho es que eso, es el inicio de un nuevo estilo, que igual casualmente es el estilo más influyente jamás salido de Jamaica, por, como digo, su influencia en la electrónica y el hip hop.
Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
La canción en sí, “Poison Flour” digo, va sobre una partida de harina con restos de veneno llegada de Londres que mató a una decena de personas o así en Jamaica. Temática social, vaya. Igual que Best Dressed Chicken in Town, que va sobre pollos. Viene de un anuncio de pollos, de verdad:
“Los pollos mejor vestidos de la ciudad”. Pero ‘dressed’ también puede ser ‘aliñados’, ‘condimentados’. Como se ve en la portada, Alimantado era claramente un dandy: calzones que dejan ver los calzoncillos por la bragueta abierta, torso al aire… Pero de hecho en la contra sale con un traje bien bello y elegante. O sea que el ‘contraste’ entre título y portada es un juego buscado. Mismo contraste que entre la figura del ídem, tirando a enjuta y casi hasta esquelética, y su nombre, porque desde luego no está tan bien alimantado.
Fue esa forma de ‘tostar’, o de ‘rapear’ casi continuamente sobre la canción, la que resultó tan innovadora e influyente (e irritante para mí hasta que le pillé el punto). Lo mismo pasa en “I Killed the Barber”, resulta que es su demencia forma de hablar por encima y medio rapear de manera casi constante —que es la ‘aportación’ de Alimantado, el ‘toaster’ antes de él me parece que tiende a ser algo más ‘ocasional’, a entrar en partes de la canción, no a estar ahí dando por culo todo el rato— la que convierte un buen tema en algo mágico.
La cara B es más normalita, aunque llena también de temazos gozosos, precisamente porque es algo más ‘estándar’ o tradicional, algo menos demenciada. Son buenas canciones pero no son revolucionarias como sí lo son todas las de la cara A, que son magia todas y cada una.
Se puede leer a mucha gente aún hoy, especialmente supongo que ingleses, comentando que este es su disco favorito de la historia del reggae. No es mi caso, pero mira, cada vez me gusta más, y eso que me costó, cuando lo compré, lo oí y oí y no me atrapó… Hasta que un día puse la primera cara, un poquito ‘tostado’ yo, casualmente (¡que hay que explicaros todos los secretos, coima!), a volumen fiestero, y aluciné. Y ha acabado convirtiéndose en uno de mis discos favoritos, en efecto, de la música jamaicana. Puro groove, pura dosis de energía para cualquier tarde tonta de esas en que te sientes depre porque el cactus no te pone morritos.
8. Hombre Rico, Hombre Pobre
Y luego Jonathan Richman: el disco producido por Ocasek (I’m so Confused) es bonito, sin duda, mugu, de hecho para mí Jonathan no tiene disco malo, pero no es para mí muy representativo de lo que él es, al contrario, es su disco ‘pop’, su disco ‘producido’, y da una impresión totalmente alejada de la carrera de Jonathan en las dos últimas décadas, que era lo que me interesaba traer a colación con este disco: un “aquí sigue este tipo y es que es alucinante lo que hace”. Eso no me valía con un disco de los 90. De hecho, queridos, he propuesto un disco de 2008. Pura vanguardia. ¿Cuántos habéis propuesto discos posteriores a ese año? Insertar imagen de burns con gorro grunge.
Pero no sufras, mugu, que también os he cascado uno noventero, el maravilloso “I, Jonathan”, que contiene una de sus mejores canciones y de las mejores canciones de la historia del pop, y que tocará para cuando lleguemos a la letra ‘i’, allá por el siglo XXIII, cuando Vox sea la fuerza dominante en el Triunvirato del Nuevo Imperio de las Españas y Ultramar (Isla Perejil, una finca en la Isla de Basura del Pacífico, dos aldeas venezolanas y una sierra perdida que no aparece en los mapas porque ‘qué sabrá la ciencia’) y el nivel de los océanos esté a la altura de los arcos torales del cimborrio de la Catedral de Burgos. No sufras por mis elecciones : )
Lo que pasa es que me parece importante entender dónde esta Jonathan hoy día. Porque hablamos de alguien que para mí, y no puedo ser objetivo ni lo pretendo, pero en mi mundo está a la altura compositiva y literaria de un Dylan o un Leonard Cohen, alguien a quien se ningunea precisamente por el pecado capital de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, por preferir la sencillez, la frescura y la espontaneidad a la planificación, la pose y la sobreproducción (que tanto estropea tantos de los discos ‘posmodernos’ de Leonard Cohen, en mi opinión). “Es como el pan”, ha de ser fresco y del día, no pasado y recocido. Es como ha explicado perfectamente annie. Pues como grabaron los Stooges su primer disco, en dos ratos y compuesto en uno y medio. Y ahí lo tienes, uno de los 3 discos definitivos de la historia del rock, junto a VU&Nico y Modern Lovers. Y ojo, que como dice Dum Dum, no es que haya que contraponer ‘sencillez’ y ‘arte’, al contrario, amigo, la clave es precisamente que la sencillez es la esencia de la genialidad en el arte.
Algo, lo de la sencillez y espontaneidad, que queda claro en este disco con su versión de Cohen (“Here It Is”): una de tantas enormes canciones del genio canadiense, si la escuchas en la barroca y recargada versión original no te transmite apenas nada de la honestidad, la trascendencia y la urgencia de la propia y maravillosa letra, que sí comunica la versión desnuda y descarnada que hace Jonathan, en cuya voz sincera, cálida, profunda y frágil cobran especial relevancia esos versos absolutamente alucinantes de Cohen: “aquí está la noche / la noche se hizo / y aquí está la muerte / en el corazón de tu hijo”, “aquí está tu vino / y tu caída borracha / y aquí está tu amor / tu amor por todo”; “viva todo el mundo / muera todo el mundo / hola, mi amor / adiós, mi amor”. Una especie de aceptación zen del bello absurdo circular de la vida que encaja muy bien en la visión de Jonathan.
Es raro ver a Jonathan haciendo versiones en disco, por cierto, por lo que esta elección es aún más relevante. Pero para mí lo mágico es como consigue mejorar una canción de Leonard Cohen. Quién cojones se atreve a eso. No a hacer una versión, no. A cambiar una canción por completo y hacer otra cosa. Y decirle a Cohen algo como “aquí está tu canción / en el espíritu de otro”.
A este disco le di bastantes vueltas con un buen amigo en ipunkrock, Don Sicalíptico, a quien perdí la pista y añoro, y ambos coincidíamos en que es una absoluta obra maestra. Es más, no solo considero que Richman está a la altura de Dylan y Cohen, sino que, en los últimos 20-30 años de carrera de los 3, está claramente por encima. Es el único que sigue siendo inquieto, que no se acomodó, que va a contracorriente pero encima haciendo maravillas a la altura de sus mejores obras, el único cuya carrera parece mejorar con los años, es como el vino y como el pan. ¿Que el “gran mundo” no lo sabe? Bueno, pues como dice Juan Ramón: “con la minoría, siempre”. Por cierto, ¿cuántos artistas americanos conocéis que hayan hecho canciones con versos de Juan Ramón Jiménez, como Jonathan? Ya, eso digo.
Podría haber puesto el anterior a este: “Not So Much to Be Loved as to Love”, otra obra maestra. O el de después o el siguiente o el siguiente, que son sus tres más recientes y pronto editará Munster en España si no lo ha hecho ya: “O Moon, Queen of Night on Earth”, “Ishkode, Ishkode” o el maravilloso “Sa”, donde vuelve Jerry Harrison (del primer disco de Modern Lovers y Talking Heads) y donde la mezcla de su órgano con la tambura de Nicole logra algo majestuoso, inquietante, un sonido totalmente único y espectral, como de otro mundo. Pero este mismo vale, porque da una excelente idea de dónde está Jonathan hoy día. Y francamente porque tiene algunas de las mejores canciones y letras de toda su carrera (y mira que tiene canciones mágicas a porrillo).
Es además un disco más serio y sombrío de lo habitual tal vez, donde, cosa no tan normal en JoJo, entra el tema de la muerte de manera explícita, debido a la muerte de su madre (Here It Is, As My Mother…, Time Has Been Going by so Fast…). En fin, este es de 2008, creo, tras 4 años desde el anterior, con ese dolor por medio, y es uno de los últimos para Vapor, el sello creado por Neil Young, que adora a Jonathan. Lo interesante para mí es precisamente que sea reciente: es un disco para demostrar a los jóvenes que hay esperanza, que no todo en la vida es o venderse o repetirse hasta la saciedad, que existe un camino en el arte que es auténtico, sincero y que implica un crecimiento vital continuo. Es casi un milagro encontrar a un músico de más de sesenta años, que podría estar cediendo Pablo Picasso y Roadrunner a anuncios de Cadillac y Victoria’s Secret (cof cof cof), haciendo giras de ‘reunión’ y demás giliflautadas que señalan la muerte de toda inquietud artística verdadera, pero que resulta que no, que sigue inquieto, buscándose aún, experimentando con su sonido, sacando canciones de poemas sufíes o españoles, o de observaciones tan mundanas y divertidas como siempre, aprendiendo, explorando y divirtiéndose. “Como un niño distraído”…
No lo pone fácil, y entiendo que no entre a todos. Pero por eso “I’m So Confused” no sería una elección representativa, es mucho más accesible si quieres. Richman va a contracorriente, pone las cosas difíciles, no le gusta acomodarse, suena ‘raro’, suena personal y diferente. No es el sonido que esperas cuando pones un disco supuestamente pop. Es algo que va más allá. De hecho el diálogo que puso Morley entre él y el productor es adecuado pero está totalmente al revés, con los papeles invertidos. En realidad el productor sería el que le dice, “pero hombre, vamos a ponerle más cosas, esto está así como muy boceto, como inacabado” y él el que siempre replica, como dice Juan Ramón:
No lo toques ya más,
Que así es la rosa.
Porque “Juanito” sabe de qué va la cosa. Si no entendéis la belleza de la sencillez, pues eso, no comprendéis un tipo esencial de genialidad. No pasa nada, el mundo está hecho para eso, lo complicado es lo típico y fácil. Hace falta valor y genio, como siempre, para ser simple y sencillo, para ir desnudo por la vida (o por el salón, como yo ahora mismo. Pero igual esto no viene al caso. Claro que ahora a ver quién os quita la imagen de la cabeza. Gif de las cejas).
¿El primer disco de Modern Lovers? es típico medirlo todo por ese inalcanzable escalafón. Y erróneo. Jonathan escapó de la trampa del rock, de la trampa del estrellato, en favor de otra concepción de la música. Lo hizo voluntariamente. Le costó perder a su banda, que no lo entendía. Contratos jugosos, esas cosas. Curiosamente ese disco, de mis favoritos del mundo, una noche hace pocos años con un amigo en casa se lo puse (¿podéis creer que hay aún quien no conoce ese disco?) y lo primero que me chocó, tras años acostumbrado ya a JoJo en solitario… fue darme cuenta lo ‘producido’ que estaba, lo ‘pulido’ que suena, lo ‘rock’ que es. Que no es malo, pero es que eso no es lo que es Jonathan hoy. Eso fue su primera versión, si quieres decirlo así. Pero con los años pasó a ser un músico único, algo que va más allá de un sonido coyuntural, un trovador errante y políglota al que le importa tres pimientos si crees que solo es un payaso o un gracioso. Es la paradoja de Jonathan: la sonrisa, el humor, la inocencia y lo que muchos perciben como ‘poco pulido’ o ‘amateur’ o ‘payaso’ encierran a un músico maravilloso, serio, lleno de filosofía y con una técnica de guitarra que ya quisiera cualquiera en el rock. Y que a la vez, por supuesto, es un bufón y un payaso. Así y es y así lo queremos.
“Es como el pan”, el momento en que dice “y si las palabras quieren venir que vengan / y si no vienen a nosotros da igual”… es de una belleza indescriptible. O ese “lo que queremos es el momento / tal como el viento”… Qué filosofía más perfecta, más sincera. El presente, el ahora. Lo que nos ha recordado de nuevo la pandemia.
En efecto, canciones en español tiene a patadas, y discos en español no solo el “Te vas a emocionar” (de mis favoritos suyos), también Munster recopiló varias de sus canciones en español más recientes (al menos comparadas con las de “Te vas a emocionar”), incluida la celebérrima “Vampiresa mujer”, en el bello “¿A qué venimos si no a fracasar?” Tiene bastante música reciente en español: poema de Juan Ramón Jiménez, canto a la alegría, versiones en directo de tanguillos de Cádiz, Albéniz o Falla, respuestas a Peret (“La fiesta es para todos”), odas a la guitarra flamenca (“La guitarra flamenca rubia”)… De hecho hoy día siempre toca con guitarras Ramírez, flamencas o clásicas. Le sientan como un guante. Estamos hablando de la marca más excelsa de la historia de la guitarra, por cierto…
Pero es que España está en este disco: “This Romance…”, “las ‘gemelas’ (en sus propias palabras) “Le Printemps…” / “The Lovers…” y “Es como el pan”, se graban en Tarifa, mirando al estrecho de Gibraltar. “Las luces de Tánger. Polvo del Sáhara. Un lugar electrizante para pensar y hacer música”. Y por cierto, él mismo dice en las notas al disco: “no tengo un control completo de estos idiomas” (se refiere a francés, italiano y español, los tres más típicos en que canta… aunque últimamente ha incorporado al repertorio canciones en hebreo, la lengua indígena ojibwe o el dialecto siciliano). Llegaba el productor de Tarifa y le decía, “oye, esto está mal dicho”, “y así aprendo: tengo bastante descaro y no tengo miedo a que se rían de mí”.
O, con algo de aire español, esta “No One Was Like Vermeer”, una ‘rumba a la Juanito’, una guitarra que levanta a un muerto con una letra magnífica llena de humor que siempre triunfa en vivo. Ese humor tan suyo: “Parece como nacido en una era más moderna / pongamos hace unos 100 años o así”.
Y de nuevo una filosofía artística clara encerrada en lo que parece simple homenaje: “algunos cuadros huelen a sudor y alegría / otros a vino tinto / otros se plantan y cierran la puerta / pero Vermeer te estremece los huesos”, sobre el objetivo del arte, que no es “el suelo del convento”, no es pedantería ni borrachera ni siquiera belleza, es simple conexión humana, es contacto con las emociones puras de otra persona. Y en directo suele explicar cómo vas a ver cuadros de gente de la misma época o escena y ahí tienes, Rubens, una tela de 20 metros de alto por 20 de ancho… Otro, lo mismo… Otro, 30x30… Y llegas a vermeer, y son 20 centímetros x 20 centímetros. Y eso vale de sobra para transmitirlo todo.
Que es una buena metáfora de Juanito: no hace falta grandilocuencia, temas ‘gloriosos’, pedanterías… Algo pequeño y sencillo, una pequeña imagen de una hilandera a contraluz, tiene más realidad y sinceridad y belleza que tres señoras desnudas ocupando una pared entera. Y luego lo termina en directo diciendo a veces: no hay nadie como Vermeer… excepto su hija, que como era una mujer en esa época no tuvo ningún crédito pero parece que completó varios de los cuadros de su padre y que algunos de los que creemos que son de él son en realidad de ella.
Y por cierto, ya que estamos en Vermeer, qué guitarrista tremendo es JoJo, qué poco se le reconoce también esto. Y cómo se nota en este disco. Poned atención, muchachos, ponedla. Que es todo grabado en directo, ¿eh? Que no hay overdubs ni pollas, que no hay más que lo que suena en directo en el estudio.
Y sí: improvisación contra lo planeado. “Boceto”. De hecho es el único artista que conozco que nunca lleva set-list. Nunca jamás. Toca lo que le sale en cada momento. Los set-list son para funcionarios de la música.
Tomad si no el bellísimo tema título, variación de una de sus ideas comunes que también es su filosofía del sonido y la música (‘su misterio no está en los tacones ni la sombra de ojos’, por ejemplo): “porque su belleza es cruda y salvaje / está en el núcleo de las estrellas / no necesita ponerse nada en el pelo / es rizado y salvaje, como ella”. No hacen falta adornos, como el magnífico poema de Juan Ramón: “vino, primero, pura…” o la bella canción de Yeats que termina “canción, déjales llevársela [toda tu ropa], pues hay más valor en caminar desnudo”.
También está “The Lovers…”, oda a los amantes juveniles como vosotros mismos: “pues claro que huelen un poco mal, llevan todo su mundo en una mochila, no son buenos en los negocios, pero son amantes, son los que van a devolver la vida a este lugar estéril”… O la muy relacionada temáticamente, su ‘gemela’, “Llegó la primavera de los amantes”, una maravilla con letra suya en francés sobre un verso de Rumi (en efecto, ¿conocéis muchos músicos populares que hagan canciones basadas en poesía sufí?): “y otra vez / todo este bulevar de polvo / volverá tal vez a ser un jardín”. Tal vez referencia a la reencarnación o al eterno retorno de los ciclos vitales, comprensible cuando entendemos que la última canción trata sobre la muerte de su madre. Pero no adelantemos. “Los amantes, que no tienen interés / en el mundo del bisnés / los amantes, que no tienen ninguna gana / de ser famosos”, los amantes “que no necesitan dormir por la noche”… Ah, qué ecos me trae todo esto de Machado, de las noches estrelladas con olor a jazmín, rumor de fuente y callejuelas secretas donde buscar un beso furtivo… O droga, en vuestro caso. Pero ese amor por la vida, esa ansiedad de estar vivo. Ese dolor de amar.
Algo que explica perfectamente una de las canciones más esenciales de sus últimos años en cuestión de ‘mensaje’, de letra: “Cuando rechazamos sufrir”. Tan importante es que tiene dos versiones aquí (y qué guitarras, por favor). Pero lo hace en varios discos esto: “todo lo que canto, incluso una vieja canción como “Old World”, está ‘en construcción’: siempre ando cambiando letras y melodía. Últimamente pongo dos versiones de una misma canción en un disco para contrastar”. Viene a tratar de aceptar que la vida tiene dolor (“todo no es más que un eterno sufrir” como dice Arsenio) y que tratar de ahogar ese dolor en medicinas, drogas o cualquier otra forma de abotargamiento intelectual es engañarse, porque te cierra a las cosas que necesitan ese sufrimiento para germinar: el amor, el crecimiento personal, la responsabilidad y la comprensión de que en esta vida estamos todos solos y necesitados de comprensión y amor.
“Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, es cuando la urbanización privada gana y tú pierdes”, “es cuando el prozac gana y tu cuerpo y tus sentimientos pierden”, y en directo le encanta improvisar variaciones sobre esta idea con que las gente se parte: “Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, puedes tener pornografía, pero no Miguel Ángel”…
Creo que es otra buena metáfora de los discos de Jonathan. Hay partes áridas, crudas y difíciles para un disco de ‘música popular’. Sí. Y así debe ser.
Esto lo dijo Espinosa ya y mucho mejor: “nada bueno fue nunca fácil”.
Y luego su revisión de “Old World”, que siempre que la empieza en directo la gente se viene arriba creyendo que por una vez va a hacer una concesión a ese primer disco y luego resulta que no, que es una revisión o rectificación, preciosa en su idea y ‘cerrando un círculo’: sí, me encanta ese viejo mundo de los 50 del que hablaba hace 40 años, pero no podemos volver a ese viejo mundo, ese viejo mundo de trajes y sombreros y vestidos con corsé y tupés y fajas, ese mundo donde el racismo imperaba, donde la mujer no podía votar o firmar sus propios cuadros… Así que adiós, adiós, viejo mundo.
Qué irónico y delicioso es que cuando tenía menos de 20 años cantara loas al viejo mundo y cuando tiene más de 60 haya aprendido a decirle adiós. Qué crecimiento personal indica eso, cuando lo común con los años es que la gente se cierre más y más en ese mundo de su juventud y en sus prejuicios.
En su columna para una revista punk dijo una vez: “el verdadero arte tiene que tener un elemento de tristeza”. Lo hay en este disco, con la canción final a su madre recién fallecida. Que contiene uno de los mejores versos que he escuchado en la vida:
Now she’s laying
In the sun
Breaking free of earthly chains
One by one
As my mother lay lying
I learned
(ahora está tumbada al sol / rompiendo sus cadenas terrenas / una a una: / cuando mi madre yacía postrada / aprendí)
Me pone los pelos de punta y al borde de las lágrimas cada vez.
Una canción así no se puede cantar con grandilocuencia, solos eléctricos y violines, quedaría falso. Una canción así solo se puede cantar susurrando con una guitarra.
En fin: realidad, belleza sin alharacas, desnudez. Como tu amante recién despierto o despierta: oliendo mal tal vez, despeinado/a, en pijama arrugado y ojos hinchados, pero más bella y pura de lo que va a ser con ningún vestido o maquillaje.
Eso solo se consigue con la constancia: no es el amor de un día, son los años de amor. Y eso pasa un poco con Jonathan, no son discos que deslumbren a primera escucha, pero dales unas cuantas y con el tiempo te sorprenderás enganchado.
9. Los fineses y el fútbol
En fin, que tanta palabrería no es necesaria —las reclamaciones a los damnificados por mi ladrillo, se las ponéis a koikila, a watts o a chaleco, por pedir—; yo estoy en el bando chicochónico, ni contexto ni leches, disco al 11 y a lo loco, te gusta o no te gusta. Luego ya si te gusta buscas el contexto. Pero también es verdad lo contrario, choni: que yo de siempre me he acercado a muchos discos interesado antes de escucharlos, y que me han acabado fascinando pero la primera forma en que me interesaron fue leyendo sobre ellos antes de escucharlos. Vamos, que cualquier excusa es buena paracapar a Casado,digooo, para escucharse unos temazos y disfrutarlos. Me vale con que os haya gustado a varios, a annie, mugu e incluso parece que a Eskoriez y Rhonda. Y a los que no, no os toméis la mención de arriba como nada personal, simplemente uso vuestras palabras como excusa para lanzar mis filípicas, pero os estimo a todos y os agradezco el que lo hayáis escuchado. Y a chicochoni ya lo engancho la semana siguiente con Louis Armstrong.
No sabéis lo que me cuesta contenerme y moderarme así. Con lo que yo he sido. Y ahora mira, apenas microcríticas.
10. Salud,
z
¿Estreñido?
mugu- Mensajes : 26584
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
mugu escribió:eskoriez escribió:Ya tengo lectura para el baño
- Spoiler:
David Z. escribió:Hola, queridos. Me paso porque me llamáis, por cumplir. No tengo tanto que decir (¡temblad!).
1. Preámbulo
Eskoriez y me atrevo a sugerir que Morley, bueno, en realidad casi todos, sois gente bella y joven (de espíritu cuanto menos), ergo con el gusto distorsionado por el lógico exceso de películas de acción, drogaína, sexo uni y multipersonal y superproducciones ochenteras, noventeras y del nuevo siglo. Son décadas de compresión a tope, de producciones que tapan carencias compositivas: efectos especiales, explosiones, colorcitos, ruidos, collarcitos de cuentas para engañar al oyente, ruido, forma y volumen sobre sustancia y fondo. Pretenciosidad, fuegos artificiales, épica frente a la desnudez y el corazón tendido al sol.
2. Ámbulo
Por ello os puede costar a algunos apreciar los tres discos de la semana (aunque veo bellos, prometedores y emocionantes progresos en mi estimado Cabalga-Sin-Prejuicios). Si lo de Guided By Voices os parece ‘sonido lata’ o ‘maquetero’ ya lo entiendo todo fácilmente después. Yo no sé qué le pedís a un disco. Me lo he puesto y a mí me suena perfectamente, como tiene que sonar, no se me ocurre ninguna queja ni se me pasa por la cabeza ponerle un 'pero' al sonido. Qué malacostumbrados estáis, joder. Escuchad a Ulan Bator Trío o a Los Piolines o la primera maqueta de Sarkófago o Hidropedo o cualquier disco al azar en la estantería de Annie y luego venidme a oír esto y a decirme que suena a lata y chatarra.
Otra cosa es el contenido, que no está mal pero personalmente no me emociona, aunque es bello, ojo, simplemente no me parece arrebatador, es pop noventero típico, hay canciones que prometen pero no pasa de bubblegum lo-fi. Pero ¿el sonido? No sé, ni que todos los discos tuvieran que tener la producción de Lady Gaga. Es más, y esto tal vez os cueste comprenderlo, ese disco con “mejor” sonido no sonaría bien, no tendría el encanto que tiene. Si algo tiene de ‘defecto’ para mí es precisamente el contrario; sonar demasiado como tiene que sonar, demasiado ‘noventas’, demasiado ‘hijo de su tiempo’. No sé, tiene ese sonido y esa forma de componer y cantar que lo escuchas e inmediatamente puedes fechar como si fuera carbono-14. Casi todos los 90 suenan así. ¿Por qué? Qué sé yo, alguien que sepa de sonido y cantométrica podrá explicarlo. Pero este me ha gustado bastante más que el propuesto hace unos meses. Hay algún temón, sí. Pasa como con los otros que le gustan a Koi, los del Anton LaVey ese, que alguna vez descubres un temazo pero con esa diarrea competitiva que tienen da pereza investigar.
3. Postámbulo
Vamos, que parece que no vivisteis los 90. Se le perdonaría a Annie, que se los pasó encerrado en un zulo de la KGB en la Siberia postsoviética (según he creído deducir de sus mensajes) y luego resulta que él es el que mejor lo entiende. Esto son los 90, joder, qué otra cosa le pides a un disco, qué otro sonido. Los estadios, la producción limpita y la épica os las podéis meter todas por el culo ochentero de Joey DiMaggio.
Por cierto, creo que viene a colación, y ya os lo habré contado, pero me repito más que Arévalo: una vez estuve de breve charla con Manowar. Y también los escuché de cani, curiosamente el mismo disco que Francois, que me encantaba (es que de hecho creo que lo compré por lo de la Iliada). He tenido momentos muy bajos en mi vida, sí. Fue la misma noche en que Lemmy, tras horas pegado a una máquina de no sé qué juego de marcianitos, se me acercó y me farfulló al oído que “los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. Gran sabiduría oriental que siempre llevaré conmigo y que me ayuda en momentos difíciles. “Estoy hasta los huevos de la pandemia…. Bueno, pero los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. “Estoy engordando y poniéndome como un búfalo albino… Pero bueno, peor es lo de los fineses, según Lemmy”. Siempre me he preguntado por qué a mí, en todo caso (el mensaje, claramente, no es cuestionable: necesitaba decirse y se dijo). Creo que es porque el destino le hizo decírselo a la única persona en aquel lugar que sabía y sabe de fútbol menos que un finés, en concreto un finés sordomudo y en coma.
4. Un nuevo ataque gratuíto
Y de esos polvos, de esos oídos taponados por la cera de la superproducción y la fantasía noventera que proclamaba ‘indie’ y ‘alternativo’ mientras ofrecía superproducciones en grandes multinacionales… De esos polvos auditivos, todos los lodos que vienen después. ¿El disco de Jonathan Richman suena a boceto? Por Osiris y por Apis, ¿qué le falta? ¿Violines? ¿Arpa láser? ¿Autotune? ¿Beyoncé a los coros? ¿El sonido de Alimantado es “cutrongo”? Claro, joder, debe ser porque solo tiene a los mandos a tal vez los dos mejores productores e ingenieros de estudio de la historia del reggae, a dos revolucionarios que inventaron casi todo lo que sucede en Jamaica y en el mundo desde entonces: Lee Scratch Perry y King Tubby. Que es como decir los Tom Dowd, Tom Wilson o Bob Thiele de su escena. O, para noventeros, los Albini o Rick Rubin de Jamaica. Solo que mucho más influyentes, la verdad, en la música del mundo entero. La crema de la crema, lo más de lo más, lo muy muy y lo tope de lo tope. Una puta barbaridad, lo que en inglés se llama 'state of the art': el sonido más vanguardista y avanzado de su época. Por eso fue la bomba que fue y por eso influyó a toda la escena punk británica.
5 y 6. Ñañañaña
Yo tengo los dos en vinilo (yi tingui lis dis in vinili) y ambos suenan a gloria. Igual si sacáis la cabeza de la pantalla del móvil y os lo ponéis en un buen equipo descubrís la belleza de estos sonidos. Igual no. Os doy un voto de confianza. Vamos a contextualizarlos un poco.
7. Una Alimantación Completa
7.1. Crítica del reggaetón puro
El disco del Dr. Alimantado suena a cañón. Es que te lo cascas hoy, casi 50 años después, y suena aún fresco, vital, impactante: relevante, en una palabra. Es fácil comprender su influencia. Habrá que ver cómo suenan qué sé yo, Rosalía o Kendrick Lamar dentro de 50 años, a ver si siguen así de frescos y potentes, de actuales incluso. Es que te lo ponen hoy en una pista de baile y arrasa. Lo pones a buen volumen y alucinas con los matices y detalles.
Al Dr., alias “El Cirujano Ital”, lo propuse sin pretensiones históricas ni nada de esas tontadas tan comunes en mí, simplemente para gosal, y por dos o tres razones: la principal, y me congratula que Piedritas lo haya pillado a la primera, para ella: para que tuviera precisamente ‘la original’ de esa de Massive Attack que tanto le gusta. Que tampoco es la original, pero sí es la definitiva, la que lo petó en Inglaterra y la que por tanto conocerían y adorarían los Massive Attack, me imagino. Es complicado el asunto con esta canción, “Poison Flour”: es versión de una versión, aunque ‘versión’ no en el sentido que se da a la palabra en el rock, una ‘versión’ jamaicana en este contexto (porque luego casi cada single reggae desde fines de los 70 tiene su ‘version’ en la otra cara que suele ser un dub), en este contexto digo, es una canción nueva que parte de algunos elementos de la anterior.
Una de las grandezas de la música reggae de estos años es que es de las primeras músicas populares ‘posmodernas’, lo que luego será el rap o la electrónica por ejemplo: la primera música que casi vuelve al folk y al blues, donde la autoría es un concepto difuso y con multitud de capas: versiones sobre versiones, tomar elementos de aquí y allá, robar vilmente, copiar, saquear, hacer modificaciones, nuevas canciones que reciclan la base rítmica y melódica o los acordes de una anterior… En Jamaica, año 73, la cosa funciona así: el productor se queda las pistas instrumentales, con énfasis en las de bajo y batería, de cualquier canción, especialmente si tiene éxito, y las reutiliza en multitud de nuevas grabaciones con un montón de nuevos vocalistas. Llega alguien y le dice ‘tengo esta letra’ y él dice ‘coño, pues tengo esta base cojonuda, dale ahí’. Sacarle a la vaca toda la leche posible, vaya. No es ‘la misma canción’, pero es la misma base.
7.2 Crítica del reggaetón práctico: toneladas de marihuana y otras cosas que les gustan a los ingleses
Lee Scratch Perry, que viene de producir hace poco nada menos que los dos mejores discos que jamás grabara Bob Marley, acaba de construir los que luego serán legendarios estudios, el “Arca negra” (Black Ark), donde uno de los primeros clientes es un joven DJ llamado para la posteridad Dr. Alimantado. Lo primero que graba Perry con él es “Ride On”, y de este estudio salen también el tema título, el "Barbero" y "Can’t Conquer Natty Dreadlocks". Del estudio de King Tubby salen el resto, excepto "Gimmie My Gun" y "Unitone Slank", que vienen respectivamente de los estudios Channel One y Randy’s, o sea, de algunos de los sellos y estudios más reputados de Jamaica. Estamos en la vanguardia del sonido de su época, no se nos olvide. Esto es calidad jamaicana suprema. Vamos, es que no hay más que ponérselo para comprenderlo.
Lo que entronca, lo del gusto de piedras y la influencia de Scratch Perry, con la segunda razón por la que lo propuse: el tremendo éxito e influencia de Alimantado (que realmente no se corresponde tanto con su lugar en la historia de la música jamaicana, algo más modesto) en la escena punk inglesa. Y no digamos de Perry, claro, que por ejemplo producirá alguna canción (no recuerdo cuál) de The Clash. Pensé que por ahí os podría entrar a algunos, que sois tan pumukys y tan anglófilos. De hecho el éxito del Dr. en Inglaterra y el mundo de fuera de Jamaica (donde “Chicken” ya ha petado hace tiempo) viene sobre todo gracias a Johnny Rotten, quien menciona en aquellos años el “Born for a Purpose” de Alimantado —absoluto temazo grabado poco después de este disco que os recomiendo también: "si no tienes un propósito para vivir / no determines mi vida"— como una de sus canciones favoritas del universo. De hecho en su última bio, la Ira es energía, la vuelve a nombrar. A él le debo descubrir esa canción (este disco ya me lo había puesto mi querido padrino) o la de Althea y Donna que pegué aquí y tanto le gustó a Annie hace unos meses, “Uptown Top Ranking”. Y el 'patrocinio' incondicional de Rotten asegura el gran éxito de este disco, que como digo ya era bien conocido en Jamaica, y de ahí que Alimantado se fuera a Londres y al estrellato, con la consiguiente omnipresencia en Inglaterra. De hecho el disco que nos ocupa también es influyente porque es la primera referencia que edita el sello inglés Greensleeves, que creo que es hoy día la compañía con el mayor catálogo reggae del mundo. Eso leo, vaya.
7.3. King Tubby, Retubby
Y hasta hay una tercera razón por la que lo propuse (o vaya, que me estoy apropiando sobre la marcha): este ‘reggae’ ya es algo más que reggae, ya estamos en los albures del dub y el dancehall. Dub es 'doblar' pistas, o sea, cortapegar, jugar con las grabaciones para hacer nuevas versiones (generalmente casi instrumentales, cortando partes vocales y dejando solo momentos, estribillos entrecortados, etc). Es la creación sobre todo de King Tubby, que produce varias canciones aquí (el "Barbero" tiene cierto aire dub). Todo esto por ejemplo se puede entender comparando "Poison Flour" y "I Shall Fear No Evil", eso es el dub. Hecho, ojo, no con protoolsito y ordenata y darle a un botoncico mágico, sino con horas de curro e ingenio cortando cinta a mano, de manera totalmente loca, artesanal y bella. Y dancehall, la música de baile de las pistas jamaicanas que manará a finales de los 70 de la fuente de discos como este, es la base de toda la música electrónica (o el reggaetón, que creo que nace del dem bow del dancehall) posterior (la mención al reggaetón es para impresionar al chicochoni). Bueno, pues todo esto, para lo bueno y para lo malo, empieza con los DJs jamaicanos que en estos años, primeros 70, hacen comúnmente lo que se llama “toasting”, que no es tanto hacer tostadas como poner un disco y empezar a soltar sandeces y astracanadas por encima. Alimantado es un pionero en esto. No el primero ni mucho menos, pero es un genio en ello, de hecho, si escuchas el "Man Next Door” o el “Quiet Place” original, entiendes mejor lo que su "Poison Flour" aporta a ambas: una energía maníaca, un frenesí total… Igual que el “Chicken”, que tanto sorprendió a propios extraños porque de repente en mitad de una canción que parecía normal un anormal no paraba de decir cosas y soltar berridos y soniditos, quién se había creído este… Este, el llamado “toaster” o “DJ gritón”, es un clarísimo precedente del MC, del hip hop (algunos de cuyos inventores en NYC, como sabemos y ya hemos hablado, son de origen jamaicano y aprenden mucho de esta escena), como el productor e ingeniero jamaicanos (como Perry o Tubby) son claros predecesores del productor de rap y su uso de ‘samples’ y demás efectos. Como el DJ jamaicano es el directo creador del DJ hip hop: vamos, wikipedia mismo lo dice:Jamaican-born DJ Kool Herc, who immigrated to New York City, influenced the early development of scratching. Kool Herc developed break-beat DJing, where the breaks of funk songs—being the most danceable part, often featuring percussion—were isolated and repeated for the purpose of all-night dance parties.
Es decir, que en ese sentido este disco sí tiene una cierta importancia histórica como uno de los discos pioneros de lo que después llevará a la música de baile de todo el mundo y el nuevo universo del hip hop. No es poco, la verdad. De hecho, por la cantidad de músicos a los que este disco vuela la cabeza, su influencia y fama van bastante más allá de su valor musical.
7.4. Por hablar de todo un poco
Que tampoco es poco, ese valor musical. La primera cara es imbatible, tiro tras tiro. Para mí "I Killed the Barber", "Just the Other Day", "Gimmie My Gun", "Poison Flour" y el tema título son auténticos himnos (de hecho mis criaturicas, con dos años y pico, van por la casa diciendo “who shot de baba, him shot de baba”). Especialmente "Poison Flour" es empezar y llenarme de adrenalina pura, qué gloria de canción, es que me lanzo a darlo todo cada vez que suena (van tres luxaciones de cadera ya). La forma y urgencia con que anuncia la canción sobre el inicio de la base o con la que pronuncia “EVIL” en la cita bíblica, “though I walk the valley of darkness / I shall fear no evil…” resumen lo que es Alimantado, igual que ese tema título, que tan exitoso fue en Inglaterra y que también es un perfecto compendio de las virtudes del Dr: una forma de hablar y recitar cercana a la entonación, con sonidos y gritos totalmente energéticos, que contrasta de manera maravillosa con la melodía principal, es como chocar dos canciones una contra otra, a lo loco, y el resultado es eso, una explosión de energía. Lo mismo en "Gimme Mi Gun", de hecho oyes cualquiera de las versiones originales de esas canciones, o como digo, la ‘versión base’, y te das cuenta de cómo la energía maníaca del Dr. las mejora todas, las hace vibrantes. Pasan de temas rocksteady o reggae buenísimos pero estándar a algo totalmente único y nuevo, de hecho es que eso, es el inicio de un nuevo estilo, que igual casualmente es el estilo más influyente jamás salido de Jamaica, por, como digo, su influencia en la electrónica y el hip hop.
Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
La canción en sí, “Poison Flour” digo, va sobre una partida de harina con restos de veneno llegada de Londres que mató a una decena de personas o así en Jamaica. Temática social, vaya. Igual que Best Dressed Chicken in Town, que va sobre pollos. Viene de un anuncio de pollos, de verdad:
“Los pollos mejor vestidos de la ciudad”. Pero ‘dressed’ también puede ser ‘aliñados’, ‘condimentados’. Como se ve en la portada, Alimantado era claramente un dandy: calzones que dejan ver los calzoncillos por la bragueta abierta, torso al aire… Pero de hecho en la contra sale con un traje bien bello y elegante. O sea que el ‘contraste’ entre título y portada es un juego buscado. Mismo contraste que entre la figura del ídem, tirando a enjuta y casi hasta esquelética, y su nombre, porque desde luego no está tan bien alimantado.
Fue esa forma de ‘tostar’, o de ‘rapear’ casi continuamente sobre la canción, la que resultó tan innovadora e influyente (e irritante para mí hasta que le pillé el punto). Lo mismo pasa en “I Killed the Barber”, resulta que es su demencia forma de hablar por encima y medio rapear de manera casi constante —que es la ‘aportación’ de Alimantado, el ‘toaster’ antes de él me parece que tiende a ser algo más ‘ocasional’, a entrar en partes de la canción, no a estar ahí dando por culo todo el rato— la que convierte un buen tema en algo mágico.
La cara B es más normalita, aunque llena también de temazos gozosos, precisamente porque es algo más ‘estándar’ o tradicional, algo menos demenciada. Son buenas canciones pero no son revolucionarias como sí lo son todas las de la cara A, que son magia todas y cada una.
Se puede leer a mucha gente aún hoy, especialmente supongo que ingleses, comentando que este es su disco favorito de la historia del reggae. No es mi caso, pero mira, cada vez me gusta más, y eso que me costó, cuando lo compré, lo oí y oí y no me atrapó… Hasta que un día puse la primera cara, un poquito ‘tostado’ yo, casualmente (¡que hay que explicaros todos los secretos, coima!), a volumen fiestero, y aluciné. Y ha acabado convirtiéndose en uno de mis discos favoritos, en efecto, de la música jamaicana. Puro groove, pura dosis de energía para cualquier tarde tonta de esas en que te sientes depre porque el cactus no te pone morritos.
8. Hombre Rico, Hombre Pobre
Y luego Jonathan Richman: el disco producido por Ocasek (I’m so Confused) es bonito, sin duda, mugu, de hecho para mí Jonathan no tiene disco malo, pero no es para mí muy representativo de lo que él es, al contrario, es su disco ‘pop’, su disco ‘producido’, y da una impresión totalmente alejada de la carrera de Jonathan en las dos últimas décadas, que era lo que me interesaba traer a colación con este disco: un “aquí sigue este tipo y es que es alucinante lo que hace”. Eso no me valía con un disco de los 90. De hecho, queridos, he propuesto un disco de 2008. Pura vanguardia. ¿Cuántos habéis propuesto discos posteriores a ese año? Insertar imagen de burns con gorro grunge.
Pero no sufras, mugu, que también os he cascado uno noventero, el maravilloso “I, Jonathan”, que contiene una de sus mejores canciones y de las mejores canciones de la historia del pop, y que tocará para cuando lleguemos a la letra ‘i’, allá por el siglo XXIII, cuando Vox sea la fuerza dominante en el Triunvirato del Nuevo Imperio de las Españas y Ultramar (Isla Perejil, una finca en la Isla de Basura del Pacífico, dos aldeas venezolanas y una sierra perdida que no aparece en los mapas porque ‘qué sabrá la ciencia’) y el nivel de los océanos esté a la altura de los arcos torales del cimborrio de la Catedral de Burgos. No sufras por mis elecciones : )
Lo que pasa es que me parece importante entender dónde esta Jonathan hoy día. Porque hablamos de alguien que para mí, y no puedo ser objetivo ni lo pretendo, pero en mi mundo está a la altura compositiva y literaria de un Dylan o un Leonard Cohen, alguien a quien se ningunea precisamente por el pecado capital de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, por preferir la sencillez, la frescura y la espontaneidad a la planificación, la pose y la sobreproducción (que tanto estropea tantos de los discos ‘posmodernos’ de Leonard Cohen, en mi opinión). “Es como el pan”, ha de ser fresco y del día, no pasado y recocido. Es como ha explicado perfectamente annie. Pues como grabaron los Stooges su primer disco, en dos ratos y compuesto en uno y medio. Y ahí lo tienes, uno de los 3 discos definitivos de la historia del rock, junto a VU&Nico y Modern Lovers. Y ojo, que como dice Dum Dum, no es que haya que contraponer ‘sencillez’ y ‘arte’, al contrario, amigo, la clave es precisamente que la sencillez es la esencia de la genialidad en el arte.
Algo, lo de la sencillez y espontaneidad, que queda claro en este disco con su versión de Cohen (“Here It Is”): una de tantas enormes canciones del genio canadiense, si la escuchas en la barroca y recargada versión original no te transmite apenas nada de la honestidad, la trascendencia y la urgencia de la propia y maravillosa letra, que sí comunica la versión desnuda y descarnada que hace Jonathan, en cuya voz sincera, cálida, profunda y frágil cobran especial relevancia esos versos absolutamente alucinantes de Cohen: “aquí está la noche / la noche se hizo / y aquí está la muerte / en el corazón de tu hijo”, “aquí está tu vino / y tu caída borracha / y aquí está tu amor / tu amor por todo”; “viva todo el mundo / muera todo el mundo / hola, mi amor / adiós, mi amor”. Una especie de aceptación zen del bello absurdo circular de la vida que encaja muy bien en la visión de Jonathan.
Es raro ver a Jonathan haciendo versiones en disco, por cierto, por lo que esta elección es aún más relevante. Pero para mí lo mágico es como consigue mejorar una canción de Leonard Cohen. Quién cojones se atreve a eso. No a hacer una versión, no. A cambiar una canción por completo y hacer otra cosa. Y decirle a Cohen algo como “aquí está tu canción / en el espíritu de otro”.
A este disco le di bastantes vueltas con un buen amigo en ipunkrock, Don Sicalíptico, a quien perdí la pista y añoro, y ambos coincidíamos en que es una absoluta obra maestra. Es más, no solo considero que Richman está a la altura de Dylan y Cohen, sino que, en los últimos 20-30 años de carrera de los 3, está claramente por encima. Es el único que sigue siendo inquieto, que no se acomodó, que va a contracorriente pero encima haciendo maravillas a la altura de sus mejores obras, el único cuya carrera parece mejorar con los años, es como el vino y como el pan. ¿Que el “gran mundo” no lo sabe? Bueno, pues como dice Juan Ramón: “con la minoría, siempre”. Por cierto, ¿cuántos artistas americanos conocéis que hayan hecho canciones con versos de Juan Ramón Jiménez, como Jonathan? Ya, eso digo.
Podría haber puesto el anterior a este: “Not So Much to Be Loved as to Love”, otra obra maestra. O el de después o el siguiente o el siguiente, que son sus tres más recientes y pronto editará Munster en España si no lo ha hecho ya: “O Moon, Queen of Night on Earth”, “Ishkode, Ishkode” o el maravilloso “Sa”, donde vuelve Jerry Harrison (del primer disco de Modern Lovers y Talking Heads) y donde la mezcla de su órgano con la tambura de Nicole logra algo majestuoso, inquietante, un sonido totalmente único y espectral, como de otro mundo. Pero este mismo vale, porque da una excelente idea de dónde está Jonathan hoy día. Y francamente porque tiene algunas de las mejores canciones y letras de toda su carrera (y mira que tiene canciones mágicas a porrillo).
Es además un disco más serio y sombrío de lo habitual tal vez, donde, cosa no tan normal en JoJo, entra el tema de la muerte de manera explícita, debido a la muerte de su madre (Here It Is, As My Mother…, Time Has Been Going by so Fast…). En fin, este es de 2008, creo, tras 4 años desde el anterior, con ese dolor por medio, y es uno de los últimos para Vapor, el sello creado por Neil Young, que adora a Jonathan. Lo interesante para mí es precisamente que sea reciente: es un disco para demostrar a los jóvenes que hay esperanza, que no todo en la vida es o venderse o repetirse hasta la saciedad, que existe un camino en el arte que es auténtico, sincero y que implica un crecimiento vital continuo. Es casi un milagro encontrar a un músico de más de sesenta años, que podría estar cediendo Pablo Picasso y Roadrunner a anuncios de Cadillac y Victoria’s Secret (cof cof cof), haciendo giras de ‘reunión’ y demás giliflautadas que señalan la muerte de toda inquietud artística verdadera, pero que resulta que no, que sigue inquieto, buscándose aún, experimentando con su sonido, sacando canciones de poemas sufíes o españoles, o de observaciones tan mundanas y divertidas como siempre, aprendiendo, explorando y divirtiéndose. “Como un niño distraído”…
No lo pone fácil, y entiendo que no entre a todos. Pero por eso “I’m So Confused” no sería una elección representativa, es mucho más accesible si quieres. Richman va a contracorriente, pone las cosas difíciles, no le gusta acomodarse, suena ‘raro’, suena personal y diferente. No es el sonido que esperas cuando pones un disco supuestamente pop. Es algo que va más allá. De hecho el diálogo que puso Morley entre él y el productor es adecuado pero está totalmente al revés, con los papeles invertidos. En realidad el productor sería el que le dice, “pero hombre, vamos a ponerle más cosas, esto está así como muy boceto, como inacabado” y él el que siempre replica, como dice Juan Ramón:
No lo toques ya más,
Que así es la rosa.
Porque “Juanito” sabe de qué va la cosa. Si no entendéis la belleza de la sencillez, pues eso, no comprendéis un tipo esencial de genialidad. No pasa nada, el mundo está hecho para eso, lo complicado es lo típico y fácil. Hace falta valor y genio, como siempre, para ser simple y sencillo, para ir desnudo por la vida (o por el salón, como yo ahora mismo. Pero igual esto no viene al caso. Claro que ahora a ver quién os quita la imagen de la cabeza. Gif de las cejas).
¿El primer disco de Modern Lovers? es típico medirlo todo por ese inalcanzable escalafón. Y erróneo. Jonathan escapó de la trampa del rock, de la trampa del estrellato, en favor de otra concepción de la música. Lo hizo voluntariamente. Le costó perder a su banda, que no lo entendía. Contratos jugosos, esas cosas. Curiosamente ese disco, de mis favoritos del mundo, una noche hace pocos años con un amigo en casa se lo puse (¿podéis creer que hay aún quien no conoce ese disco?) y lo primero que me chocó, tras años acostumbrado ya a JoJo en solitario… fue darme cuenta lo ‘producido’ que estaba, lo ‘pulido’ que suena, lo ‘rock’ que es. Que no es malo, pero es que eso no es lo que es Jonathan hoy. Eso fue su primera versión, si quieres decirlo así. Pero con los años pasó a ser un músico único, algo que va más allá de un sonido coyuntural, un trovador errante y políglota al que le importa tres pimientos si crees que solo es un payaso o un gracioso. Es la paradoja de Jonathan: la sonrisa, el humor, la inocencia y lo que muchos perciben como ‘poco pulido’ o ‘amateur’ o ‘payaso’ encierran a un músico maravilloso, serio, lleno de filosofía y con una técnica de guitarra que ya quisiera cualquiera en el rock. Y que a la vez, por supuesto, es un bufón y un payaso. Así y es y así lo queremos.
“Es como el pan”, el momento en que dice “y si las palabras quieren venir que vengan / y si no vienen a nosotros da igual”… es de una belleza indescriptible. O ese “lo que queremos es el momento / tal como el viento”… Qué filosofía más perfecta, más sincera. El presente, el ahora. Lo que nos ha recordado de nuevo la pandemia.
En efecto, canciones en español tiene a patadas, y discos en español no solo el “Te vas a emocionar” (de mis favoritos suyos), también Munster recopiló varias de sus canciones en español más recientes (al menos comparadas con las de “Te vas a emocionar”), incluida la celebérrima “Vampiresa mujer”, en el bello “¿A qué venimos si no a fracasar?” Tiene bastante música reciente en español: poema de Juan Ramón Jiménez, canto a la alegría, versiones en directo de tanguillos de Cádiz, Albéniz o Falla, respuestas a Peret (“La fiesta es para todos”), odas a la guitarra flamenca (“La guitarra flamenca rubia”)… De hecho hoy día siempre toca con guitarras Ramírez, flamencas o clásicas. Le sientan como un guante. Estamos hablando de la marca más excelsa de la historia de la guitarra, por cierto…
Pero es que España está en este disco: “This Romance…”, “las ‘gemelas’ (en sus propias palabras) “Le Printemps…” / “The Lovers…” y “Es como el pan”, se graban en Tarifa, mirando al estrecho de Gibraltar. “Las luces de Tánger. Polvo del Sáhara. Un lugar electrizante para pensar y hacer música”. Y por cierto, él mismo dice en las notas al disco: “no tengo un control completo de estos idiomas” (se refiere a francés, italiano y español, los tres más típicos en que canta… aunque últimamente ha incorporado al repertorio canciones en hebreo, la lengua indígena ojibwe o el dialecto siciliano). Llegaba el productor de Tarifa y le decía, “oye, esto está mal dicho”, “y así aprendo: tengo bastante descaro y no tengo miedo a que se rían de mí”.
O, con algo de aire español, esta “No One Was Like Vermeer”, una ‘rumba a la Juanito’, una guitarra que levanta a un muerto con una letra magnífica llena de humor que siempre triunfa en vivo. Ese humor tan suyo: “Parece como nacido en una era más moderna / pongamos hace unos 100 años o así”.
Y de nuevo una filosofía artística clara encerrada en lo que parece simple homenaje: “algunos cuadros huelen a sudor y alegría / otros a vino tinto / otros se plantan y cierran la puerta / pero Vermeer te estremece los huesos”, sobre el objetivo del arte, que no es “el suelo del convento”, no es pedantería ni borrachera ni siquiera belleza, es simple conexión humana, es contacto con las emociones puras de otra persona. Y en directo suele explicar cómo vas a ver cuadros de gente de la misma época o escena y ahí tienes, Rubens, una tela de 20 metros de alto por 20 de ancho… Otro, lo mismo… Otro, 30x30… Y llegas a vermeer, y son 20 centímetros x 20 centímetros. Y eso vale de sobra para transmitirlo todo.
Que es una buena metáfora de Juanito: no hace falta grandilocuencia, temas ‘gloriosos’, pedanterías… Algo pequeño y sencillo, una pequeña imagen de una hilandera a contraluz, tiene más realidad y sinceridad y belleza que tres señoras desnudas ocupando una pared entera. Y luego lo termina en directo diciendo a veces: no hay nadie como Vermeer… excepto su hija, que como era una mujer en esa época no tuvo ningún crédito pero parece que completó varios de los cuadros de su padre y que algunos de los que creemos que son de él son en realidad de ella.
Y por cierto, ya que estamos en Vermeer, qué guitarrista tremendo es JoJo, qué poco se le reconoce también esto. Y cómo se nota en este disco. Poned atención, muchachos, ponedla. Que es todo grabado en directo, ¿eh? Que no hay overdubs ni pollas, que no hay más que lo que suena en directo en el estudio.
Y sí: improvisación contra lo planeado. “Boceto”. De hecho es el único artista que conozco que nunca lleva set-list. Nunca jamás. Toca lo que le sale en cada momento. Los set-list son para funcionarios de la música.
Tomad si no el bellísimo tema título, variación de una de sus ideas comunes que también es su filosofía del sonido y la música (‘su misterio no está en los tacones ni la sombra de ojos’, por ejemplo): “porque su belleza es cruda y salvaje / está en el núcleo de las estrellas / no necesita ponerse nada en el pelo / es rizado y salvaje, como ella”. No hacen falta adornos, como el magnífico poema de Juan Ramón: “vino, primero, pura…” o la bella canción de Yeats que termina “canción, déjales llevársela [toda tu ropa], pues hay más valor en caminar desnudo”.
También está “The Lovers…”, oda a los amantes juveniles como vosotros mismos: “pues claro que huelen un poco mal, llevan todo su mundo en una mochila, no son buenos en los negocios, pero son amantes, son los que van a devolver la vida a este lugar estéril”… O la muy relacionada temáticamente, su ‘gemela’, “Llegó la primavera de los amantes”, una maravilla con letra suya en francés sobre un verso de Rumi (en efecto, ¿conocéis muchos músicos populares que hagan canciones basadas en poesía sufí?): “y otra vez / todo este bulevar de polvo / volverá tal vez a ser un jardín”. Tal vez referencia a la reencarnación o al eterno retorno de los ciclos vitales, comprensible cuando entendemos que la última canción trata sobre la muerte de su madre. Pero no adelantemos. “Los amantes, que no tienen interés / en el mundo del bisnés / los amantes, que no tienen ninguna gana / de ser famosos”, los amantes “que no necesitan dormir por la noche”… Ah, qué ecos me trae todo esto de Machado, de las noches estrelladas con olor a jazmín, rumor de fuente y callejuelas secretas donde buscar un beso furtivo… O droga, en vuestro caso. Pero ese amor por la vida, esa ansiedad de estar vivo. Ese dolor de amar.
Algo que explica perfectamente una de las canciones más esenciales de sus últimos años en cuestión de ‘mensaje’, de letra: “Cuando rechazamos sufrir”. Tan importante es que tiene dos versiones aquí (y qué guitarras, por favor). Pero lo hace en varios discos esto: “todo lo que canto, incluso una vieja canción como “Old World”, está ‘en construcción’: siempre ando cambiando letras y melodía. Últimamente pongo dos versiones de una misma canción en un disco para contrastar”. Viene a tratar de aceptar que la vida tiene dolor (“todo no es más que un eterno sufrir” como dice Arsenio) y que tratar de ahogar ese dolor en medicinas, drogas o cualquier otra forma de abotargamiento intelectual es engañarse, porque te cierra a las cosas que necesitan ese sufrimiento para germinar: el amor, el crecimiento personal, la responsabilidad y la comprensión de que en esta vida estamos todos solos y necesitados de comprensión y amor.
“Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, es cuando la urbanización privada gana y tú pierdes”, “es cuando el prozac gana y tu cuerpo y tus sentimientos pierden”, y en directo le encanta improvisar variaciones sobre esta idea con que las gente se parte: “Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, puedes tener pornografía, pero no Miguel Ángel”…
Creo que es otra buena metáfora de los discos de Jonathan. Hay partes áridas, crudas y difíciles para un disco de ‘música popular’. Sí. Y así debe ser.
Esto lo dijo Espinosa ya y mucho mejor: “nada bueno fue nunca fácil”.
Y luego su revisión de “Old World”, que siempre que la empieza en directo la gente se viene arriba creyendo que por una vez va a hacer una concesión a ese primer disco y luego resulta que no, que es una revisión o rectificación, preciosa en su idea y ‘cerrando un círculo’: sí, me encanta ese viejo mundo de los 50 del que hablaba hace 40 años, pero no podemos volver a ese viejo mundo, ese viejo mundo de trajes y sombreros y vestidos con corsé y tupés y fajas, ese mundo donde el racismo imperaba, donde la mujer no podía votar o firmar sus propios cuadros… Así que adiós, adiós, viejo mundo.
Qué irónico y delicioso es que cuando tenía menos de 20 años cantara loas al viejo mundo y cuando tiene más de 60 haya aprendido a decirle adiós. Qué crecimiento personal indica eso, cuando lo común con los años es que la gente se cierre más y más en ese mundo de su juventud y en sus prejuicios.
En su columna para una revista punk dijo una vez: “el verdadero arte tiene que tener un elemento de tristeza”. Lo hay en este disco, con la canción final a su madre recién fallecida. Que contiene uno de los mejores versos que he escuchado en la vida:
Now she’s laying
In the sun
Breaking free of earthly chains
One by one
As my mother lay lying
I learned
(ahora está tumbada al sol / rompiendo sus cadenas terrenas / una a una: / cuando mi madre yacía postrada / aprendí)
Me pone los pelos de punta y al borde de las lágrimas cada vez.
Una canción así no se puede cantar con grandilocuencia, solos eléctricos y violines, quedaría falso. Una canción así solo se puede cantar susurrando con una guitarra.
En fin: realidad, belleza sin alharacas, desnudez. Como tu amante recién despierto o despierta: oliendo mal tal vez, despeinado/a, en pijama arrugado y ojos hinchados, pero más bella y pura de lo que va a ser con ningún vestido o maquillaje.
Eso solo se consigue con la constancia: no es el amor de un día, son los años de amor. Y eso pasa un poco con Jonathan, no son discos que deslumbren a primera escucha, pero dales unas cuantas y con el tiempo te sorprenderás enganchado.
9. Los fineses y el fútbol
En fin, que tanta palabrería no es necesaria —las reclamaciones a los damnificados por mi ladrillo, se las ponéis a koikila, a watts o a chaleco, por pedir—; yo estoy en el bando chicochónico, ni contexto ni leches, disco al 11 y a lo loco, te gusta o no te gusta. Luego ya si te gusta buscas el contexto. Pero también es verdad lo contrario, choni: que yo de siempre me he acercado a muchos discos interesado antes de escucharlos, y que me han acabado fascinando pero la primera forma en que me interesaron fue leyendo sobre ellos antes de escucharlos. Vamos, que cualquier excusa es buena paracapar a Casado,digooo, para escucharse unos temazos y disfrutarlos. Me vale con que os haya gustado a varios, a annie, mugu e incluso parece que a Eskoriez y Rhonda. Y a los que no, no os toméis la mención de arriba como nada personal, simplemente uso vuestras palabras como excusa para lanzar mis filípicas, pero os estimo a todos y os agradezco el que lo hayáis escuchado. Y a chicochoni ya lo engancho la semana siguiente con Louis Armstrong.
No sabéis lo que me cuesta contenerme y moderarme así. Con lo que yo he sido. Y ahora mira, apenas microcríticas.
10. Salud,
z
¿Estreñido?
Chaleco- Mensajes : 4557
Fecha de inscripción : 15/06/2018
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Me gustará leer el tocho. Pero será cuando vuelva a casa con ordenador.
A mí el disco me ha gustado.
A mí el disco me ha gustado.
Chaleco- Mensajes : 4557
Fecha de inscripción : 15/06/2018
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
David Z. escribió:Hola, queridos. Me paso porque me llamáis, por cumplir. No tengo tanto que decir (¡temblad!).
- Spoiler:
1. Preámbulo
Eskoriez y me atrevo a sugerir que Morley, bueno, en realidad casi todos, sois gente bella y joven (de espíritu cuanto menos), ergo con el gusto distorsionado por el lógico exceso de películas de acción, drogaína, sexo uni y multipersonal y superproducciones ochenteras, noventeras y del nuevo siglo. Son décadas de compresión a tope, de producciones que tapan carencias compositivas: efectos especiales, explosiones, colorcitos, ruidos, collarcitos de cuentas para engañar al oyente, ruido, forma y volumen sobre sustancia y fondo. Pretenciosidad, fuegos artificiales, épica frente a la desnudez y el corazón tendido al sol.
2. Ámbulo
Por ello os puede costar a algunos apreciar los tres discos de la semana (aunque veo bellos, prometedores y emocionantes progresos en mi estimado Cabalga-Sin-Prejuicios). Si lo de Guided By Voices os parece ‘sonido lata’ o ‘maquetero’ ya lo entiendo todo fácilmente después. Yo no sé qué le pedís a un disco. Me lo he puesto y a mí me suena perfectamente, como tiene que sonar, no se me ocurre ninguna queja ni se me pasa por la cabeza ponerle un 'pero' al sonido. Qué malacostumbrados estáis, joder. Escuchad a Ulan Bator Trío o a Los Piolines o la primera maqueta de Sarkófago o Hidropedo o cualquier disco al azar en la estantería de Annie y luego venidme a oír esto y a decirme que suena a lata y chatarra.
Otra cosa es el contenido, que no está mal pero personalmente no me emociona, aunque es bello, ojo, simplemente no me parece arrebatador, es pop noventero típico, hay canciones que prometen pero no pasa de bubblegum lo-fi. Pero ¿el sonido? No sé, ni que todos los discos tuvieran que tener la producción de Lady Gaga. Es más, y esto tal vez os cueste comprenderlo, ese disco con “mejor” sonido no sonaría bien, no tendría el encanto que tiene. Si algo tiene de ‘defecto’ para mí es precisamente el contrario; sonar demasiado como tiene que sonar, demasiado ‘noventas’, demasiado ‘hijo de su tiempo’. No sé, tiene ese sonido y esa forma de componer y cantar que lo escuchas e inmediatamente puedes fechar como si fuera carbono-14. Casi todos los 90 suenan así. ¿Por qué? Qué sé yo, alguien que sepa de sonido y cantométrica podrá explicarlo. Pero este me ha gustado bastante más que el propuesto hace unos meses. Hay algún temón, sí. Pasa como con los otros que le gustan a Koi, los del Anton LaVey ese, que alguna vez descubres un temazo pero con esa diarrea competitiva que tienen da pereza investigar.
3. Postámbulo
Vamos, que parece que no vivisteis los 90. Se le perdonaría a Annie, que se los pasó encerrado en un zulo de la KGB en la Siberia postsoviética (según he creído deducir de sus mensajes) y luego resulta que él es el que mejor lo entiende. Esto son los 90, joder, qué otra cosa le pides a un disco, qué otro sonido. Los estadios, la producción limpita y la épica os las podéis meter todas por el culo ochentero de Joey DiMaggio.
Por cierto, creo que viene a colación, y ya os lo habré contado, pero me repito más que Arévalo: una vez estuve de breve charla con Manowar. Y también los escuché de cani, curiosamente el mismo disco que Francois, que me encantaba (es que de hecho creo que lo compré por lo de la Iliada). He tenido momentos muy bajos en mi vida, sí. Fue la misma noche en que Lemmy, tras horas pegado a una máquina de no sé qué juego de marcianitos, se me acercó y me farfulló al oído que “los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. Gran sabiduría oriental que siempre llevaré conmigo y que me ayuda en momentos difíciles. “Estoy hasta los huevos de la pandemia…. Bueno, pero los fineses no tienen ni puta idea de fútbol”. “Estoy engordando y poniéndome como un búfalo albino… Pero bueno, peor es lo de los fineses, según Lemmy”. Siempre me he preguntado por qué a mí, en todo caso (el mensaje, claramente, no es cuestionable: necesitaba decirse y se dijo). Creo que es porque el destino le hizo decírselo a la única persona en aquel lugar que sabía y sabe de fútbol menos que un finés, en concreto un finés sordomudo y en coma.
4. Un nuevo ataque gratuíto
Y de esos polvos, de esos oídos taponados por la cera de la superproducción y la fantasía noventera que proclamaba ‘indie’ y ‘alternativo’ mientras ofrecía superproducciones en grandes multinacionales… De esos polvos auditivos, todos los lodos que vienen después. ¿El disco de Jonathan Richman suena a boceto? Por Osiris y por Apis, ¿qué le falta? ¿Violines? ¿Arpa láser? ¿Autotune? ¿Beyoncé a los coros? ¿El sonido de Alimantado es “cutrongo”? Claro, joder, debe ser porque solo tiene a los mandos a tal vez los dos mejores productores e ingenieros de estudio de la historia del reggae, a dos revolucionarios que inventaron casi todo lo que sucede en Jamaica y en el mundo desde entonces: Lee Scratch Perry y King Tubby. Que es como decir los Tom Dowd, Tom Wilson o Bob Thiele de su escena. O, para noventeros, los Albini o Rick Rubin de Jamaica. Solo que mucho más influyentes, la verdad, en la música del mundo entero. La crema de la crema, lo más de lo más, lo muy muy y lo tope de lo tope. Una puta barbaridad, lo que en inglés se llama 'state of the art': el sonido más vanguardista y avanzado de su época. Por eso fue la bomba que fue y por eso influyó a toda la escena punk británica.
5 y 6. Ñañañaña
Yo tengo los dos en vinilo (yi tingui lis dis in vinili) y ambos suenan a gloria. Igual si sacáis la cabeza de la pantalla del móvil y os lo ponéis en un buen equipo descubrís la belleza de estos sonidos. Igual no. Os doy un voto de confianza. Vamos a contextualizarlos un poco.
7. Una Alimantación Completa
7.1. Crítica del reggaetón puro
El disco del Dr. Alimantado suena a cañón. Es que te lo cascas hoy, casi 50 años después, y suena aún fresco, vital, impactante: relevante, en una palabra. Es fácil comprender su influencia. Habrá que ver cómo suenan qué sé yo, Rosalía o Kendrick Lamar dentro de 50 años, a ver si siguen así de frescos y potentes, de actuales incluso. Es que te lo ponen hoy en una pista de baile y arrasa. Lo pones a buen volumen y alucinas con los matices y detalles.
Al Dr., alias “El Cirujano Ital”, lo propuse sin pretensiones históricas ni nada de esas tontadas tan comunes en mí, simplemente para gosal, y por dos o tres razones: la principal, y me congratula que Piedritas lo haya pillado a la primera, para ella: para que tuviera precisamente ‘la original’ de esa de Massive Attack que tanto le gusta. Que tampoco es la original, pero sí es la definitiva, la que lo petó en Inglaterra y la que por tanto conocerían y adorarían los Massive Attack, me imagino. Es complicado el asunto con esta canción, “Poison Flour”: es versión de una versión, aunque ‘versión’ no en el sentido que se da a la palabra en el rock, una ‘versión’ jamaicana en este contexto (porque luego casi cada single reggae desde fines de los 70 tiene su ‘version’ en la otra cara que suele ser un dub), en este contexto digo, es una canción nueva que parte de algunos elementos de la anterior.
Una de las grandezas de la música reggae de estos años es que es de las primeras músicas populares ‘posmodernas’, lo que luego será el rap o la electrónica por ejemplo: la primera música que casi vuelve al folk y al blues, donde la autoría es un concepto difuso y con multitud de capas: versiones sobre versiones, tomar elementos de aquí y allá, robar vilmente, copiar, saquear, hacer modificaciones, nuevas canciones que reciclan la base rítmica y melódica o los acordes de una anterior… En Jamaica, año 73, la cosa funciona así: el productor se queda las pistas instrumentales, con énfasis en las de bajo y batería, de cualquier canción, especialmente si tiene éxito, y las reutiliza en multitud de nuevas grabaciones con un montón de nuevos vocalistas. Llega alguien y le dice ‘tengo esta letra’ y él dice ‘coño, pues tengo esta base cojonuda, dale ahí’. Sacarle a la vaca toda la leche posible, vaya. No es ‘la misma canción’, pero es la misma base.
7.2 Crítica del reggaetón práctico: toneladas de marihuana y otras cosas que les gustan a los ingleses
Lee Scratch Perry, que viene de producir hace poco nada menos que los dos mejores discos que jamás grabara Bob Marley, acaba de construir los que luego serán legendarios estudios, el “Arca negra” (Black Ark), donde uno de los primeros clientes es un joven DJ llamado para la posteridad Dr. Alimantado. Lo primero que graba Perry con él es “Ride On”, y de este estudio salen también el tema título, el "Barbero" y "Can’t Conquer Natty Dreadlocks". Del estudio de King Tubby salen el resto, excepto "Gimmie My Gun" y "Unitone Slank", que vienen respectivamente de los estudios Channel One y Randy’s, o sea, de algunos de los sellos y estudios más reputados de Jamaica. Estamos en la vanguardia del sonido de su época, no se nos olvide. Esto es calidad jamaicana suprema. Vamos, es que no hay más que ponérselo para comprenderlo.
Lo que entronca, lo del gusto de piedras y la influencia de Scratch Perry, con la segunda razón por la que lo propuse: el tremendo éxito e influencia de Alimantado (que realmente no se corresponde tanto con su lugar en la historia de la música jamaicana, algo más modesto) en la escena punk inglesa. Y no digamos de Perry, claro, que por ejemplo producirá alguna canción (no recuerdo cuál) de The Clash. Pensé que por ahí os podría entrar a algunos, que sois tan pumukys y tan anglófilos. De hecho el éxito del Dr. en Inglaterra y el mundo de fuera de Jamaica (donde “Chicken” ya ha petado hace tiempo) viene sobre todo gracias a Johnny Rotten, quien menciona en aquellos años el “Born for a Purpose” de Alimantado —absoluto temazo grabado poco después de este disco que os recomiendo también: "si no tienes un propósito para vivir / no determines mi vida"— como una de sus canciones favoritas del universo. De hecho en su última bio, la Ira es energía, la vuelve a nombrar. A él le debo descubrir esa canción (este disco ya me lo había puesto mi querido padrino) o la de Althea y Donna que pegué aquí y tanto le gustó a Annie hace unos meses, “Uptown Top Ranking”. Y el 'patrocinio' incondicional de Rotten asegura el gran éxito de este disco, que como digo ya era bien conocido en Jamaica, y de ahí que Alimantado se fuera a Londres y al estrellato, con la consiguiente omnipresencia en Inglaterra. De hecho el disco que nos ocupa también es influyente porque es la primera referencia que edita el sello inglés Greensleeves, que creo que es hoy día la compañía con el mayor catálogo reggae del mundo. Eso leo, vaya.
7.3. King Tubby, Retubby
Y hasta hay una tercera razón por la que lo propuse (o vaya, que me estoy apropiando sobre la marcha): este ‘reggae’ ya es algo más que reggae, ya estamos en los albures del dub y el dancehall. Dub es 'doblar' pistas, o sea, cortapegar, jugar con las grabaciones para hacer nuevas versiones (generalmente casi instrumentales, cortando partes vocales y dejando solo momentos, estribillos entrecortados, etc). Es la creación sobre todo de King Tubby, que produce varias canciones aquí (el "Barbero" tiene cierto aire dub). Todo esto por ejemplo se puede entender comparando "Poison Flour" y "I Shall Fear No Evil", eso es el dub. Hecho, ojo, no con protoolsito y ordenata y darle a un botoncico mágico, sino con horas de curro e ingenio cortando cinta a mano, de manera totalmente loca, artesanal y bella. Y dancehall, la música de baile de las pistas jamaicanas que manará a finales de los 70 de la fuente de discos como este, es la base de toda la música electrónica (o el reggaetón, que creo que nace del dem bow del dancehall) posterior (la mención al reggaetón es para impresionar al chicochoni). Bueno, pues todo esto, para lo bueno y para lo malo, empieza con los DJs jamaicanos que en estos años, primeros 70, hacen comúnmente lo que se llama “toasting”, que no es tanto hacer tostadas como poner un disco y empezar a soltar sandeces y astracanadas por encima. Alimantado es un pionero en esto. No el primero ni mucho menos, pero es un genio en ello, de hecho, si escuchas el "Man Next Door” o el “Quiet Place” original, entiendes mejor lo que su "Poison Flour" aporta a ambas: una energía maníaca, un frenesí total… Igual que el “Chicken”, que tanto sorprendió a propios extraños porque de repente en mitad de una canción que parecía normal un anormal no paraba de decir cosas y soltar berridos y soniditos, quién se había creído este… Este, el llamado “toaster” o “DJ gritón”, es un clarísimo precedente del MC, del hip hop (algunos de cuyos inventores en NYC, como sabemos y ya hemos hablado, son de origen jamaicano y aprenden mucho de esta escena), como el productor e ingeniero jamaicanos (como Perry o Tubby) son claros predecesores del productor de rap y su uso de ‘samples’ y demás efectos. Como el DJ jamaicano es el directo creador del DJ hip hop: vamos, wikipedia mismo lo dice:Jamaican-born DJ Kool Herc, who immigrated to New York City, influenced the early development of scratching. Kool Herc developed break-beat DJing, where the breaks of funk songs—being the most danceable part, often featuring percussion—were isolated and repeated for the purpose of all-night dance parties.
Es decir, que en ese sentido este disco sí tiene una cierta importancia histórica como uno de los discos pioneros de lo que después llevará a la música de baile de todo el mundo y el nuevo universo del hip hop. No es poco, la verdad. De hecho, por la cantidad de músicos a los que este disco vuela la cabeza, su influencia y fama van bastante más allá de su valor musical.
7.4. Por hablar de todo un poco
Que tampoco es poco, ese valor musical. La primera cara es imbatible, tiro tras tiro. Para mí "I Killed the Barber", "Just the Other Day", "Gimmie My Gun", "Poison Flour" y el tema título son auténticos himnos (de hecho mis criaturicas, con dos años y pico, van por la casa diciendo “who shot de baba, him shot de baba”). Especialmente "Poison Flour" es empezar y llenarme de adrenalina pura, qué gloria de canción, es que me lanzo a darlo todo cada vez que suena (van tres luxaciones de cadera ya). La forma y urgencia con que anuncia la canción sobre el inicio de la base o con la que pronuncia “EVIL” en la cita bíblica, “though I walk the valley of darkness / I shall fear no evil…” resumen lo que es Alimantado, igual que ese tema título, que tan exitoso fue en Inglaterra y que también es un perfecto compendio de las virtudes del Dr: una forma de hablar y recitar cercana a la entonación, con sonidos y gritos totalmente energéticos, que contrasta de manera maravillosa con la melodía principal, es como chocar dos canciones una contra otra, a lo loco, y el resultado es eso, una explosión de energía. Lo mismo en "Gimme Mi Gun", de hecho oyes cualquiera de las versiones originales de esas canciones, o como digo, la ‘versión base’, y te das cuenta de cómo la energía maníaca del Dr. las mejora todas, las hace vibrantes. Pasan de temas rocksteady o reggae buenísimos pero estándar a algo totalmente único y nuevo, de hecho es que eso, es el inicio de un nuevo estilo, que igual casualmente es el estilo más influyente jamás salido de Jamaica, por, como digo, su influencia en la electrónica y el hip hop.
Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
La canción en sí, “Poison Flour” digo, va sobre una partida de harina con restos de veneno llegada de Londres que mató a una decena de personas o así en Jamaica. Temática social, vaya. Igual que Best Dressed Chicken in Town, que va sobre pollos. Viene de un anuncio de pollos, de verdad:
“Los pollos mejor vestidos de la ciudad”. Pero ‘dressed’ también puede ser ‘aliñados’, ‘condimentados’. Como se ve en la portada, Alimantado era claramente un dandy: calzones que dejan ver los calzoncillos por la bragueta abierta, torso al aire… Pero de hecho en la contra sale con un traje bien bello y elegante. O sea que el ‘contraste’ entre título y portada es un juego buscado. Mismo contraste que entre la figura del ídem, tirando a enjuta y casi hasta esquelética, y su nombre, porque desde luego no está tan bien alimantado.
Fue esa forma de ‘tostar’, o de ‘rapear’ casi continuamente sobre la canción, la que resultó tan innovadora e influyente (e irritante para mí hasta que le pillé el punto). Lo mismo pasa en “I Killed the Barber”, resulta que es su demencia forma de hablar por encima y medio rapear de manera casi constante —que es la ‘aportación’ de Alimantado, el ‘toaster’ antes de él me parece que tiende a ser algo más ‘ocasional’, a entrar en partes de la canción, no a estar ahí dando por culo todo el rato— la que convierte un buen tema en algo mágico.
La cara B es más normalita, aunque llena también de temazos gozosos, precisamente porque es algo más ‘estándar’ o tradicional, algo menos demenciada. Son buenas canciones pero no son revolucionarias como sí lo son todas las de la cara A, que son magia todas y cada una.
Se puede leer a mucha gente aún hoy, especialmente supongo que ingleses, comentando que este es su disco favorito de la historia del reggae. No es mi caso, pero mira, cada vez me gusta más, y eso que me costó, cuando lo compré, lo oí y oí y no me atrapó… Hasta que un día puse la primera cara, un poquito ‘tostado’ yo, casualmente (¡que hay que explicaros todos los secretos, coima!), a volumen fiestero, y aluciné. Y ha acabado convirtiéndose en uno de mis discos favoritos, en efecto, de la música jamaicana. Puro groove, pura dosis de energía para cualquier tarde tonta de esas en que te sientes depre porque el cactus no te pone morritos.
8. Hombre Rico, Hombre Pobre
Y luego Jonathan Richman: el disco producido por Ocasek (I’m so Confused) es bonito, sin duda, mugu, de hecho para mí Jonathan no tiene disco malo, pero no es para mí muy representativo de lo que él es, al contrario, es su disco ‘pop’, su disco ‘producido’, y da una impresión totalmente alejada de la carrera de Jonathan en las dos últimas décadas, que era lo que me interesaba traer a colación con este disco: un “aquí sigue este tipo y es que es alucinante lo que hace”. Eso no me valía con un disco de los 90. De hecho, queridos, he propuesto un disco de 2008. Pura vanguardia. ¿Cuántos habéis propuesto discos posteriores a ese año? Insertar imagen de burns con gorro grunge.
Pero no sufras, mugu, que también os he cascado uno noventero, el maravilloso “I, Jonathan”, que contiene una de sus mejores canciones y de las mejores canciones de la historia del pop, y que tocará para cuando lleguemos a la letra ‘i’, allá por el siglo XXIII, cuando Vox sea la fuerza dominante en el Triunvirato del Nuevo Imperio de las Españas y Ultramar (Isla Perejil, una finca en la Isla de Basura del Pacífico, dos aldeas venezolanas y una sierra perdida que no aparece en los mapas porque ‘qué sabrá la ciencia’) y el nivel de los océanos esté a la altura de los arcos torales del cimborrio de la Catedral de Burgos. No sufras por mis elecciones : )
Lo que pasa es que me parece importante entender dónde esta Jonathan hoy día. Porque hablamos de alguien que para mí, y no puedo ser objetivo ni lo pretendo, pero en mi mundo está a la altura compositiva y literaria de un Dylan o un Leonard Cohen, alguien a quien se ningunea precisamente por el pecado capital de no tomarse demasiado en serio a sí mismo, por preferir la sencillez, la frescura y la espontaneidad a la planificación, la pose y la sobreproducción (que tanto estropea tantos de los discos ‘posmodernos’ de Leonard Cohen, en mi opinión). “Es como el pan”, ha de ser fresco y del día, no pasado y recocido. Es como ha explicado perfectamente annie. Pues como grabaron los Stooges su primer disco, en dos ratos y compuesto en uno y medio. Y ahí lo tienes, uno de los 3 discos definitivos de la historia del rock, junto a VU&Nico y Modern Lovers. Y ojo, que como dice Dum Dum, no es que haya que contraponer ‘sencillez’ y ‘arte’, al contrario, amigo, la clave es precisamente que la sencillez es la esencia de la genialidad en el arte.
Algo, lo de la sencillez y espontaneidad, que queda claro en este disco con su versión de Cohen (“Here It Is”): una de tantas enormes canciones del genio canadiense, si la escuchas en la barroca y recargada versión original no te transmite apenas nada de la honestidad, la trascendencia y la urgencia de la propia y maravillosa letra, que sí comunica la versión desnuda y descarnada que hace Jonathan, en cuya voz sincera, cálida, profunda y frágil cobran especial relevancia esos versos absolutamente alucinantes de Cohen: “aquí está la noche / la noche se hizo / y aquí está la muerte / en el corazón de tu hijo”, “aquí está tu vino / y tu caída borracha / y aquí está tu amor / tu amor por todo”; “viva todo el mundo / muera todo el mundo / hola, mi amor / adiós, mi amor”. Una especie de aceptación zen del bello absurdo circular de la vida que encaja muy bien en la visión de Jonathan.
Es raro ver a Jonathan haciendo versiones en disco, por cierto, por lo que esta elección es aún más relevante. Pero para mí lo mágico es como consigue mejorar una canción de Leonard Cohen. Quién cojones se atreve a eso. No a hacer una versión, no. A cambiar una canción por completo y hacer otra cosa. Y decirle a Cohen algo como “aquí está tu canción / en el espíritu de otro”.
A este disco le di bastantes vueltas con un buen amigo en ipunkrock, Don Sicalíptico, a quien perdí la pista y añoro, y ambos coincidíamos en que es una absoluta obra maestra. Es más, no solo considero que Richman está a la altura de Dylan y Cohen, sino que, en los últimos 20-30 años de carrera de los 3, está claramente por encima. Es el único que sigue siendo inquieto, que no se acomodó, que va a contracorriente pero encima haciendo maravillas a la altura de sus mejores obras, el único cuya carrera parece mejorar con los años, es como el vino y como el pan. ¿Que el “gran mundo” no lo sabe? Bueno, pues como dice Juan Ramón: “con la minoría, siempre”. Por cierto, ¿cuántos artistas americanos conocéis que hayan hecho canciones con versos de Juan Ramón Jiménez, como Jonathan? Ya, eso digo.
Podría haber puesto el anterior a este: “Not So Much to Be Loved as to Love”, otra obra maestra. O el de después o el siguiente o el siguiente, que son sus tres más recientes y pronto editará Munster en España si no lo ha hecho ya: “O Moon, Queen of Night on Earth”, “Ishkode, Ishkode” o el maravilloso “Sa”, donde vuelve Jerry Harrison (del primer disco de Modern Lovers y Talking Heads) y donde la mezcla de su órgano con la tambura de Nicole logra algo majestuoso, inquietante, un sonido totalmente único y espectral, como de otro mundo. Pero este mismo vale, porque da una excelente idea de dónde está Jonathan hoy día. Y francamente porque tiene algunas de las mejores canciones y letras de toda su carrera (y mira que tiene canciones mágicas a porrillo).
Es además un disco más serio y sombrío de lo habitual tal vez, donde, cosa no tan normal en JoJo, entra el tema de la muerte de manera explícita, debido a la muerte de su madre (Here It Is, As My Mother…, Time Has Been Going by so Fast…). En fin, este es de 2008, creo, tras 4 años desde el anterior, con ese dolor por medio, y es uno de los últimos para Vapor, el sello creado por Neil Young, que adora a Jonathan. Lo interesante para mí es precisamente que sea reciente: es un disco para demostrar a los jóvenes que hay esperanza, que no todo en la vida es o venderse o repetirse hasta la saciedad, que existe un camino en el arte que es auténtico, sincero y que implica un crecimiento vital continuo. Es casi un milagro encontrar a un músico de más de sesenta años, que podría estar cediendo Pablo Picasso y Roadrunner a anuncios de Cadillac y Victoria’s Secret (cof cof cof), haciendo giras de ‘reunión’ y demás giliflautadas que señalan la muerte de toda inquietud artística verdadera, pero que resulta que no, que sigue inquieto, buscándose aún, experimentando con su sonido, sacando canciones de poemas sufíes o españoles, o de observaciones tan mundanas y divertidas como siempre, aprendiendo, explorando y divirtiéndose. “Como un niño distraído”…
No lo pone fácil, y entiendo que no entre a todos. Pero por eso “I’m So Confused” no sería una elección representativa, es mucho más accesible si quieres. Richman va a contracorriente, pone las cosas difíciles, no le gusta acomodarse, suena ‘raro’, suena personal y diferente. No es el sonido que esperas cuando pones un disco supuestamente pop. Es algo que va más allá. De hecho el diálogo que puso Morley entre él y el productor es adecuado pero está totalmente al revés, con los papeles invertidos. En realidad el productor sería el que le dice, “pero hombre, vamos a ponerle más cosas, esto está así como muy boceto, como inacabado” y él el que siempre replica, como dice Juan Ramón:
No lo toques ya más,
Que así es la rosa.
- Spoiler:
Porque “Juanito” sabe de qué va la cosa. Si no entendéis la belleza de la sencillez, pues eso, no comprendéis un tipo esencial de genialidad. No pasa nada, el mundo está hecho para eso, lo complicado es lo típico y fácil. Hace falta valor y genio, como siempre, para ser simple y sencillo, para ir desnudo por la vida (o por el salón, como yo ahora mismo. Pero igual esto no viene al caso. Claro que ahora a ver quién os quita la imagen de la cabeza. Gif de las cejas).
¿El primer disco de Modern Lovers? es típico medirlo todo por ese inalcanzable escalafón. Y erróneo. Jonathan escapó de la trampa del rock, de la trampa del estrellato, en favor de otra concepción de la música. Lo hizo voluntariamente. Le costó perder a su banda, que no lo entendía. Contratos jugosos, esas cosas. Curiosamente ese disco, de mis favoritos del mundo, una noche hace pocos años con un amigo en casa se lo puse (¿podéis creer que hay aún quien no conoce ese disco?) y lo primero que me chocó, tras años acostumbrado ya a JoJo en solitario… fue darme cuenta lo ‘producido’ que estaba, lo ‘pulido’ que suena, lo ‘rock’ que es. Que no es malo, pero es que eso no es lo que es Jonathan hoy. Eso fue su primera versión, si quieres decirlo así. Pero con los años pasó a ser un músico único, algo que va más allá de un sonido coyuntural, un trovador errante y políglota al que le importa tres pimientos si crees que solo es un payaso o un gracioso. Es la paradoja de Jonathan: la sonrisa, el humor, la inocencia y lo que muchos perciben como ‘poco pulido’ o ‘amateur’ o ‘payaso’ encierran a un músico maravilloso, serio, lleno de filosofía y con una técnica de guitarra que ya quisiera cualquiera en el rock. Y que a la vez, por supuesto, es un bufón y un payaso. Así y es y así lo queremos.
“Es como el pan”, el momento en que dice “y si las palabras quieren venir que vengan / y si no vienen a nosotros da igual”… es de una belleza indescriptible. O ese “lo que queremos es el momento / tal como el viento”… Qué filosofía más perfecta, más sincera. El presente, el ahora. Lo que nos ha recordado de nuevo la pandemia.
En efecto, canciones en español tiene a patadas, y discos en español no solo el “Te vas a emocionar” (de mis favoritos suyos), también Munster recopiló varias de sus canciones en español más recientes (al menos comparadas con las de “Te vas a emocionar”), incluida la celebérrima “Vampiresa mujer”, en el bello “¿A qué venimos si no a fracasar?” Tiene bastante música reciente en español: poema de Juan Ramón Jiménez, canto a la alegría, versiones en directo de tanguillos de Cádiz, Albéniz o Falla, respuestas a Peret (“La fiesta es para todos”), odas a la guitarra flamenca (“La guitarra flamenca rubia”)… De hecho hoy día siempre toca con guitarras Ramírez, flamencas o clásicas. Le sientan como un guante. Estamos hablando de la marca más excelsa de la historia de la guitarra, por cierto…
Pero es que España está en este disco: “This Romance…”, “las ‘gemelas’ (en sus propias palabras) “Le Printemps…” / “The Lovers…” y “Es como el pan”, se graban en Tarifa, mirando al estrecho de Gibraltar. “Las luces de Tánger. Polvo del Sáhara. Un lugar electrizante para pensar y hacer música”. Y por cierto, él mismo dice en las notas al disco: “no tengo un control completo de estos idiomas” (se refiere a francés, italiano y español, los tres más típicos en que canta… aunque últimamente ha incorporado al repertorio canciones en hebreo, la lengua indígena ojibwe o el dialecto siciliano). Llegaba el productor de Tarifa y le decía, “oye, esto está mal dicho”, “y así aprendo: tengo bastante descaro y no tengo miedo a que se rían de mí”.
O, con algo de aire español, esta “No One Was Like Vermeer”, una ‘rumba a la Juanito’, una guitarra que levanta a un muerto con una letra magnífica llena de humor que siempre triunfa en vivo. Ese humor tan suyo: “Parece como nacido en una era más moderna / pongamos hace unos 100 años o así”.
Y de nuevo una filosofía artística clara encerrada en lo que parece simple homenaje: “algunos cuadros huelen a sudor y alegría / otros a vino tinto / otros se plantan y cierran la puerta / pero Vermeer te estremece los huesos”, sobre el objetivo del arte, que no es “el suelo del convento”, no es pedantería ni borrachera ni siquiera belleza, es simple conexión humana, es contacto con las emociones puras de otra persona. Y en directo suele explicar cómo vas a ver cuadros de gente de la misma época o escena y ahí tienes, Rubens, una tela de 20 metros de alto por 20 de ancho… Otro, lo mismo… Otro, 30x30… Y llegas a vermeer, y son 20 centímetros x 20 centímetros. Y eso vale de sobra para transmitirlo todo.
Que es una buena metáfora de Juanito: no hace falta grandilocuencia, temas ‘gloriosos’, pedanterías… Algo pequeño y sencillo, una pequeña imagen de una hilandera a contraluz, tiene más realidad y sinceridad y belleza que tres señoras desnudas ocupando una pared entera. Y luego lo termina en directo diciendo a veces: no hay nadie como Vermeer… excepto su hija, que como era una mujer en esa época no tuvo ningún crédito pero parece que completó varios de los cuadros de su padre y que algunos de los que creemos que son de él son en realidad de ella.
Y por cierto, ya que estamos en Vermeer, qué guitarrista tremendo es JoJo, qué poco se le reconoce también esto. Y cómo se nota en este disco. Poned atención, muchachos, ponedla. Que es todo grabado en directo, ¿eh? Que no hay overdubs ni pollas, que no hay más que lo que suena en directo en el estudio.
Y sí: improvisación contra lo planeado. “Boceto”. De hecho es el único artista que conozco que nunca lleva set-list. Nunca jamás. Toca lo que le sale en cada momento. Los set-list son para funcionarios de la música.
Tomad si no el bellísimo tema título, variación de una de sus ideas comunes que también es su filosofía del sonido y la música (‘su misterio no está en los tacones ni la sombra de ojos’, por ejemplo): “porque su belleza es cruda y salvaje / está en el núcleo de las estrellas / no necesita ponerse nada en el pelo / es rizado y salvaje, como ella”. No hacen falta adornos, como el magnífico poema de Juan Ramón: “vino, primero, pura…” o la bella canción de Yeats que termina “canción, déjales llevársela [toda tu ropa], pues hay más valor en caminar desnudo”.
También está “The Lovers…”, oda a los amantes juveniles como vosotros mismos: “pues claro que huelen un poco mal, llevan todo su mundo en una mochila, no son buenos en los negocios, pero son amantes, son los que van a devolver la vida a este lugar estéril”… O la muy relacionada temáticamente, su ‘gemela’, “Llegó la primavera de los amantes”, una maravilla con letra suya en francés sobre un verso de Rumi (en efecto, ¿conocéis muchos músicos populares que hagan canciones basadas en poesía sufí?): “y otra vez / todo este bulevar de polvo / volverá tal vez a ser un jardín”. Tal vez referencia a la reencarnación o al eterno retorno de los ciclos vitales, comprensible cuando entendemos que la última canción trata sobre la muerte de su madre. Pero no adelantemos. “Los amantes, que no tienen interés / en el mundo del bisnés / los amantes, que no tienen ninguna gana / de ser famosos”, los amantes “que no necesitan dormir por la noche”… Ah, qué ecos me trae todo esto de Machado, de las noches estrelladas con olor a jazmín, rumor de fuente y callejuelas secretas donde buscar un beso furtivo… O droga, en vuestro caso. Pero ese amor por la vida, esa ansiedad de estar vivo. Ese dolor de amar.
Algo que explica perfectamente una de las canciones más esenciales de sus últimos años en cuestión de ‘mensaje’, de letra: “Cuando rechazamos sufrir”. Tan importante es que tiene dos versiones aquí (y qué guitarras, por favor). Pero lo hace en varios discos esto: “todo lo que canto, incluso una vieja canción como “Old World”, está ‘en construcción’: siempre ando cambiando letras y melodía. Últimamente pongo dos versiones de una misma canción en un disco para contrastar”. Viene a tratar de aceptar que la vida tiene dolor (“todo no es más que un eterno sufrir” como dice Arsenio) y que tratar de ahogar ese dolor en medicinas, drogas o cualquier otra forma de abotargamiento intelectual es engañarse, porque te cierra a las cosas que necesitan ese sufrimiento para germinar: el amor, el crecimiento personal, la responsabilidad y la comprensión de que en esta vida estamos todos solos y necesitados de comprensión y amor.
“Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, es cuando la urbanización privada gana y tú pierdes”, “es cuando el prozac gana y tu cuerpo y tus sentimientos pierden”, y en directo le encanta improvisar variaciones sobre esta idea con que las gente se parte: “Cuando rechazamos sufrir, cuando rechazamos sentir, puedes tener pornografía, pero no Miguel Ángel”…
Creo que es otra buena metáfora de los discos de Jonathan. Hay partes áridas, crudas y difíciles para un disco de ‘música popular’. Sí. Y así debe ser.
Esto lo dijo Espinosa ya y mucho mejor: “nada bueno fue nunca fácil”.
Y luego su revisión de “Old World”, que siempre que la empieza en directo la gente se viene arriba creyendo que por una vez va a hacer una concesión a ese primer disco y luego resulta que no, que es una revisión o rectificación, preciosa en su idea y ‘cerrando un círculo’: sí, me encanta ese viejo mundo de los 50 del que hablaba hace 40 años, pero no podemos volver a ese viejo mundo, ese viejo mundo de trajes y sombreros y vestidos con corsé y tupés y fajas, ese mundo donde el racismo imperaba, donde la mujer no podía votar o firmar sus propios cuadros… Así que adiós, adiós, viejo mundo.
Qué irónico y delicioso es que cuando tenía menos de 20 años cantara loas al viejo mundo y cuando tiene más de 60 haya aprendido a decirle adiós. Qué crecimiento personal indica eso, cuando lo común con los años es que la gente se cierre más y más en ese mundo de su juventud y en sus prejuicios.
En su columna para una revista punk dijo una vez: “el verdadero arte tiene que tener un elemento de tristeza”. Lo hay en este disco, con la canción final a su madre recién fallecida. Que contiene uno de los mejores versos que he escuchado en la vida:
Now she’s laying
In the sun
Breaking free of earthly chains
One by one
As my mother lay lying
I learned
(ahora está tumbada al sol / rompiendo sus cadenas terrenas / una a una: / cuando mi madre yacía postrada / aprendí)
Me pone los pelos de punta y al borde de las lágrimas cada vez.
Una canción así no se puede cantar con grandilocuencia, solos eléctricos y violines, quedaría falso. Una canción así solo se puede cantar susurrando con una guitarra.
En fin: realidad, belleza sin alharacas, desnudez. Como tu amante recién despierto o despierta: oliendo mal tal vez, despeinado/a, en pijama arrugado y ojos hinchados, pero más bella y pura de lo que va a ser con ningún vestido o maquillaje.
Eso solo se consigue con la constancia: no es el amor de un día, son los años de amor. Y eso pasa un poco con Jonathan, no son discos que deslumbren a primera escucha, pero dales unas cuantas y con el tiempo te sorprenderás enganchado.
9. Los fineses y el fútbol
En fin, que tanta palabrería no es necesaria —las reclamaciones a los damnificados por mi ladrillo, se las ponéis a koikila, a watts o a chaleco, por pedir—; yo estoy en el bando chicochónico, ni contexto ni leches, disco al 11 y a lo loco, te gusta o no te gusta. Luego ya si te gusta buscas el contexto. Pero también es verdad lo contrario, choni: que yo de siempre me he acercado a muchos discos interesado antes de escucharlos, y que me han acabado fascinando pero la primera forma en que me interesaron fue leyendo sobre ellos antes de escucharlos. Vamos, que cualquier excusa es buena paracapar a Casado,digooo, para escucharse unos temazos y disfrutarlos. Me vale con que os haya gustado a varios, a annie, mugu e incluso parece que a Eskoriez y Rhonda. Y a los que no, no os toméis la mención de arriba como nada personal, simplemente uso vuestras palabras como excusa para lanzar mis filípicas, pero os estimo a todos y os agradezco el que lo hayáis escuchado. Y a chicochoni ya lo engancho la semana siguiente con Louis Armstrong.
No sabéis lo que me cuesta contenerme y moderarme así. Con lo que yo he sido. Y ahora mira, apenas microcríticas.
10. Salud,
z
Después de semejante muro, me había animado a darte la contra réplica, pero ha petado. No voy a tentar a la suerte una vez más, además he perdido la inspiración.
Resumiendo, que el disco propuesto me ha gustado mucho, ya la había dicho. También que la falta de instrumentación lo puede hacer menos amigable, a mí me pasa cuando los discos flojean. Me hace falta instrumentación y fuegos de artificio sonoros para pasar el trago, pero no es el caso.
Y tampoco lo es en "I'm so confused" donde las canciones brillan con luz propia. Que una producción limpia y popera (qué sino estando Ocaseck) no te impida disfrutar de las canciones que hay detrás.
Y que me voy a poner el de Modern Lovers y muchas más cosas que se me han olvidado. Putos nanobichos.
Salud y rock and reggae
mugu- Mensajes : 26584
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Me lo ha hecho por segunda vez el ioputa (lo de borrarme lo escrito), menos mal que esta vez había copiado el texto, si no, dejo a Z con el ladrillo en la boca
mugu- Mensajes : 26584
Fecha de inscripción : 25/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
mugu escribió:Me lo ha hecho por segunda vez el ioputa (lo de borrarme lo escrito), menos mal que esta vez había copiado el texto, si no, dejo a Z con el ladrillo en la boca
Desde hace un par de meses va fatal lo de darle a enviar, el 99% de las veces no funciona a la primera... dando a volver atrás en el navegador normalmente te guarda lo que habías escrito pero ya casi siempre copio antes por si las moscas.
Kupak- Mensajes : 29314
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
morley escribió:posiblemente sea el mayor ladrillo de la historia del foro?
Me ofende el signo de interrogación : )
morley escribió:
Caramba!, he de decir que en esta tercera escucha me ha entrado de maravilla. Es que se puede decir que me hasta ha encantado! Lo que corrobora la importancia del contexto, en este caso el personal, que yo el lunes siempre ando con las dopaminas por el suelo y todo me suena mucho peor. Con este me como mis palabras, hasta la producción y su tosquedad me han parecido perfectas...
No sé si me estás vacilando pero me vas a hacer soltar una lagrimita... ¡La secuencia de mensajes que emocionó a Spielbergo!
Gracias a ti, pues, mi tostón no ha sido del todo en vano.
psycho-sonic escribió:
A la inversa que yo....cuanto más escucho el disco más taras le encuentro. Lo principal es que me empieza a oler mal tanta supuesta frescura, excentricidad, amateurismo y tosquedad. Todo me parece impostado.
Lo mejor con el es escuchar y olvidar hasta que se te vuelva a cruzar en el camino. Si abuso lo más mínimo, como ha pasado esta semana, me da cierta dentera....
Debe ser prejuicio personal, chicochoni. A alguna gente le cae mal su forma de ser tan suya, su humor... O creen que no puede ser real, que toda esa frescura tiene que ser impostada. Es natural, a veces nos da 'gato' alguien así tan en tu cara, tan sincero, tan a su puta bola, tan frescales. En España sin ir más lejos mucha gente lo ve como un chiste, como un simple bufón. O nos preguntamos qué ocultará. Pero si ves entrevistas, si le oyes hablar, si lo ves en concierto alguna vez, no te cabrá duda de que 'impostado' es la última palabra que se le puede aplicar. No 'intenta' nada, eso que dice Kupak de 'profe del insti' también es falso, no está ahí para enseñar nada y le da igual si le escuchas o si no, de hecho suele tocar a volumen bastante bajo... Recuerdo mi segundo o tercer concierto suyo, cuando les rechisté a unos toledanos (¿no andarías tú por allí?) para que se callaran y dejaran oír un poco el show, que estaban ahí todos solo por la Vampiresa Mujer y el resto del concierto se lo pasaron de cháchara, solté un 'chsst' y el tipo me dijo, 'no, está bien, déjales', le digo 'es que no se oye', y dice, 'bueno, sí se oye, si se callan, se oye, y si no quieren callarse, no pasa nada, es su opción'. Me dejó planchao pero mira, me puse a escuchar y aislarme del entorno. Y he podido comprobar en otros momentos que a veces toca bajo de la hostia a propósito, si quieres lo oyes y si no no, es tu problema. Y luego hay momentos en que susurrando sin micro y con la guitarra más 'pianissimo' que puedas concebir es capaz de hacer callar a una sala entera. Quiero decir que de profe y de ganas de convertir a quien no le interesa tiene muy poco. Es un cantante nato, es lo que es.
La primera vez que lo vi en directo —aquel Serie B con The Make-Up, Monkeywrench y Zen Guerrilla— a mí también me cayó mal, de hecho. Por lo mismo. Porque digo quién es este tipo, de qué cojones va. Qué son esos bailecitos. Por qué no hay volumen. Luego ya comprendí su rollo y que era todo de verdad y espontáneo, que no estaba tratando de ir de gracioso, que era así, un poco lunático, un poco bufoncete, un poco 'mágico' como tú mismo dices que debe ser esto. Richman no ha venido al mundo a convencer a nadie de nada ni a impostar nada, sino a admirarse de todo, a observarlo y a cantar lo que de verdad mueve su corazón, a menudo las cosas más bellas, nimias y despreciadas por todos, desde un "papel de chicle" a un "vendedor de helados", desde "el olor de la gasolina cuando era un niño" al "pescadito y azafrán" de la guitarra flamenca.
Yo no sé, dejémonos de cháchara: si te pones Vermeer o el Pan y no se te van los pies y las caderas, si no te sale una sonrisa de oreja a oreja y te invade una alegría total, pues igual es que has perdido el niño interior, chico, el Calvin con su Hobbes que deberías llevar dentro todavía. Rebusca que debe andar por ahí.
DumDumBoy escribió:Hombre señor Z qué alegría leerle!! Por esta ausencia prolongada debería vd pagar prenda. ¿qué tal la reseña del primero de Manowar que se ha saltado?
Jajaja. Yo soy más de "Carry On".
Piedris, no hay metáfora, es una anécdota, tal como te la cuento. Lo que más me sorprendió, aparte del koan de Lemmy, fue lo tímido, tranquilo y modosito que era el cantante de los Manolowars. El tipo iba con sus greñitas rizadas bien aseadas y como esponjosas de anuncio de H&S y unas gafitas así casi redondas de metal (¡claro! ¡de puro metal!) y su jerseicito o sudadera gris, parecía no sé, un profesor de primaria o ese amigo nerdo y retraído que todos tenemos (o, más probablemente aquí, que todos hemos sido) y que vive para sus partidas de rol del D&D y sus discos de algo así progresivo y épico y medievalista, ELP, Deep Purple, Mike Olfield y mierdas así. Me sorprendió. Para bien, creo.
Ahora sigo, que vaya turra que me dais. Lo que habláis, la virgen.
Salud,
z
David Z.- Mensajes : 14440
Fecha de inscripción : 05/10/2017
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
David Z. escribió:psycho-sonic escribió:
A la inversa que yo....cuanto más escucho el disco más taras le encuentro. Lo principal es que me empieza a oler mal tanta supuesta frescura, excentricidad, amateurismo y tosquedad. Todo me parece impostado.
Lo mejor con el es escuchar y olvidar hasta que se te vuelva a cruzar en el camino. Si abuso lo más mínimo, como ha pasado esta semana, me da cierta dentera....
Debe ser prejuicio personal, chicochoni. A alguna gente le cae mal su forma de ser tan suya, su humor... O creen que no puede ser real, que toda esa frescura tiene que ser impostada. Es natural, a veces nos da 'gato' alguien así tan en tu cara, tan sincero, tan a su puta bola, tan frescales. En España sin ir más lejos mucha gente lo ve como un chiste, como un simple bufón. O nos preguntamos qué ocultará. Pero si ves entrevistas, si le oyes hablar, si lo ves en concierto alguna vez, no te cabrá duda de que 'impostado' es la última palabra que se le puede aplicar. No 'intenta' nada, eso que dice Kupak de 'profe del insti' también es falso, no está ahí para enseñar nada y le da igual si le escuchas o si no, de hecho suele tocar a volumen bastante bajo... Recuerdo mi segundo o tercer concierto suyo, cuando les rechisté a unos toledanos (¿no andarías tú por allí?) para que se callaran y dejaran oír un poco el show, que estaban ahí todos solo por la Vampiresa Mujer y el resto del concierto se lo pasaron de cháchara, solté un 'chsst' y el tipo me dijo, 'no, está bien, déjales', le digo 'es que no se oye', y dice, 'bueno, sí se oye, si se callan, se oye, y si no quieren callarse, no pasa nada, es su opción'. Me dejó planchao pero mira, me puse a escuchar y aislarme del entorno. Y he podido comprobar en otros momentos que a veces toca bajo de la hostia a propósito, si quieres lo oyes y si no no, es tu problema. Y luego hay momentos en que susurrando sin micro y con la guitarra más 'pianissimo' que puedas concebir es capaz de hacer callar a una sala entera. Quiero decir que de profe y de ganas de convertir a quien no le interesa tiene muy poco. Es un cantante nato, es lo que es.
La primera vez que lo vi en directo —aquel Serie B con The Make-Up, Monkeywrench y Zen Guerrilla— a mí también me cayó mal, de hecho. Por lo mismo. Porque digo quién es este tipo, de qué cojones va. Qué son esos bailecitos. Por qué no hay volumen. Luego ya comprendí su rollo y que era todo de verdad y espontáneo, que no estaba tratando de ir de gracioso, que era así, un poco lunático, un poco bufoncete, un poco 'mágico' como tú mismo dices que debe ser esto. Richman no ha venido al mundo a convencer a nadie de nada ni a impostar nada, sino a admirarse de todo, a observarlo y a cantar lo que de verdad mueve su corazón, a menudo las cosas más bellas, nimias y despreciadas por todos, desde un "papel de chicle" a un "vendedor de helados", desde "el olor de la gasolina cuando era un niño" al "pescadito y azafrán" de la guitarra flamenca.
Yo no sé, dejémonos de cháchara: si te pones Vermeer o el Pan y no se te van los pies y las caderas, si no te sale una sonrisa de oreja a oreja y te invade una alegría total, pues igual es que has perdido el niño interior, chico, el Calvin con su Hobbes que deberías llevar dentro todavía. Rebusca que debe andar por ahí.
Joder Z.......puestos a utilizar un argumento de mierda, prefiero que emplees ese de "tu gusto es una mierda, mi gusto no" antes que el manido del prejuicio. Es más sincero y con más base empírica.
No creo que tenga prejuicios con respecto a el. Me considero un fan moderado de los Modern Lovers. Le he ido a escuchar en directo un par de veces y no por moda de la "Vampiresa Mujer" y "Algo pasa con Mary". Le reconozco valia y actitud por pasar de los Lovers y tirar solo. También tengo un par de 7" antes de que saliese por patas del Club del Single de Munster Records y los pincho.
Pero está claro. No conecto con el más que de manera temporal, breve y espaciada. A los Modern Lovers no los considero tan fundamentales ni tan proto. Las veces que he ido a verle en directo recuerdo más si la cerveza estaba caliente o el WC no tenía pestillo que cualquier detalle de su actuación. Le reconozco esa valía que decia y a la vez su manera de funcionar la veo tan "espectacular" como cualquier otra manera de funcionar en el choubisnes. Los singles los pincho cuando toca (considero una falta de respeto que cualquier vinilo de mi casa, o casí, no suene nunca en mi tocata), sonrio con una poca sorna y hasta dentro de x años.
Será que el niño ese interior le perdí en algún WC con pestillo......
PD1: la proxima vez que vuelvas a insinuar que voceo en manada toledana en los bolos te rajo de arribabajo...
PD2: doble rasero.....el Richman ni de coña profe de insti....el de los Manowar, por supuestisimo. Y de primaria.
Última edición por psycho-sonic el 18.07.20 20:17, editado 1 vez
psycho-sonic- Mensajes : 25945
Fecha de inscripción : 27/03/2008
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Yo precisamente soy más fan del dub y todas esas cosas modernas. El reggae no me gusta nada y toda esa tradición de MCs que creó tampoco. Era una de las cosas que no me gustaban de las sesiones de drum n bass que escuchaba a finales de los noventa: el puto MC puesto hasta las cejas de coca que solamente conseguía sacarme de la sesión.Z escribió:Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
Me he leído el tocho, y de acuerdo con todo, pero no creo que vuelva a escuchar el disco en mi vida.
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Sr. Z escribió:eso que dice Kupak de 'profe del insti' también es falso, no está ahí para enseñar nada y le da igual si le escuchas o si no, de hecho suele tocar a volumen bastante bajo...
Sí eso que dices encaja muy bien con la impresión que me dió, lo de profesor de instituto fue por la foto y luego el estereotipo de profesor hiper-motivado que un poco flota en un ambiente de desmotivación donde lo normal es estar por obligación, aburrido, atontao y desmotivado.
Es eso, lo "mágico", lo desnudamente alegre, lo descaradamente sincero, lo "bufonesco", etc... como que no nos lo creemos en los tiempos que corren, algo tiene que ir mal, tiene que tener mala leche, o no es uno de los nuestros.
Kupak- Mensajes : 29314
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Annie escribió:Creo que con la respuesta a la primera pregunta, vas a tener respondidas las demás.
- Spoiler:
David Z escribió:No está mal "Blood on the tracks", pero me temo un giro a la canción ligera en su siguiente disco.
De hecho no me gusta nada Blood on the tracks. : )
watts escribió:Ayer me tiré todo el día buscando huecos para leer el tocho de Z... Entero, sin lecturas en diagonal ni nada...
¿Por qué se castiga usted así?
Mirad que iba a dividir el tocho en 3 mensajes, "filípica/alimentado/richman", pero pensé que para qué ponerlo fácil. Me parecía que los 3 temas iban sobre lo mismo.
A tus preguntas:
1. Que le parece el último disco de Dylan?
—No lo he escuchado. ¿Debería? Tenga en cuenta que a mí Dylan deja de interesarme prácticamente y con muy contadas excepciones tras Bringing It All Back Home ; )
Lo del asesinato de Kennedy en 4 horitas y media de canción me da un poco de pereza. Me atrae el título folclórico del disco y el robado de Whitman para una canción, pero... Mira, amigos dylanófilos (y digo de esos que tienen 600 bootlegs en casa, que tienen dos paredes llenas de música y una es "Dylan" y otra "El resto") me han puesto el Time Out of Mind o el Love and Theft, no recuerdo cuál, y con brillito en los ojos, "mira, mira, escucha qué maravilla", y se me venía el mundo encima, yo es que no soporto esa voz que parece el fantasma de Ramsés II, me da mucha pena que alguien que tenía una voz y forma de cantar tan magníficas tenga ahora el rango vocal de Dath Vader tras una traqueotomía. Pero dígame vuesa merced la mejor canción y me la pongo con gusto, que siempre me interesa al menos saber entender por qué algo no me gusta.
2. Cuál es su disco favorito de Cohen?
Los tres primeros me maravillan, le tengo mucho cariño en especial a la Habitación, pero el primero es algo descomunal, un grandes éxitos en sí mismo, una maravilla.
3. A propósito de Leonard y el postmodernismo, incluímos I'm Your Man entre los discos "sobreproducidos"?
El caso es que "I'm Your Man" funciona muy bien, no es mi disco favorito de Cohen pero es un discazo, porque todo el concepto del disco precisamente va sobre eso, sobre 'venderse', sobre la industria, y entonces los arreglos funcionan a la perfección como irónico comentario sobre la letra, me encanta ese disco aunque en efecto por mí ya estaría bien con voz y guitarra. Pero vamos, que el tema, el concepto del disco lo justifica. Pero luego se vuelve tan repetitivo ese sonido en los siguientes discos, siempre igual... Y siempre hay alguna canción maravillosa, claro, todos sus discos tienen algo. Pero me fatiga mucho esa producción 'al día', queda tan obsoleta tan pronto... En cambio, el sonido de esos primeros discos es algo atemporal, nunca quedará anticuado. Un buen equilibrio lo encuentro en el New Skin..., por ejemplo en esa maravilla que es "There Is a War".
4. Sobreproducidos? De verdad? Esos (pen)últimos discos de Casiotone y PT-10 le parecen sobreproducidos?
No sé si es sobreproducidos la palabra, pero que tienen más elementos de los necesarios, sobreinstrumentados si quieres. Producidos con el culo, si prefieres.
5. Conoce a algún artista que le haya dedicado un disco completo a Yeats?
No. ¿Qué disco es?
6. Tiene algo que envidiar Yeats a Juan Ramón?
En absoluto. Yeats es uno de los mejores poetas de todos los tiempos y uno de mis maestros. Divertido que me diga usté esto ahora, ando leyendo una biografía y sus poemas completos.
Pero volviendo a Yeats, lo que sí diré es que es una opción más "fácil" que Juan Ramón o Kabir para un poeta inglés, algo más 'mainstream'. Eso no quiere decir nada malo ni nada más que que el riesgo y la exploración tal vez sean menores. O mayores, según se quiera ver. Solo apunto el dato, sin juicio.
7. Que le parecen "Chiquitita" o la versión de "Day in-Day Out" en castellano? Y la de "Mujer contra mujer" en francés?
Me he perdido, ¿de quién hablamos? ¿Chiquitita la original de ABBA? Ehm... Una de las canciones más tóxicas y nocivas de todos los tiempos, como la sífilis hecha canción, y que por supuesto en cuanto oigo mencionar tengo ya incrustada en el cerebelo todo el resto del día, así que muchas gracias. ¡LAS ESTRELLAS BRILLAN POR TI ALLA EN LO ALTOU!
8. No le parece que detrás de esa austeridad germana de JoJo se podría encontrar un cierto cutrerío en el sentido de que a nuestro amigo no le apetece invertir unas pelillas en contratar más músicos y estudios porque así ya vive bien? No podría ser esto otra manera de "estancamiento creativo"?
Es una buena observación, y podría serlo. Pero en los últimos discos precisamente está cambiando de nuevo su sonido, los músicos que tocan con él, la instrumentación... "Sa" por ejemplo suena diferente a cualquier otra cosa que haya hecho.
9. Toca usted la guitarra?
Malamente, pero sí. Española, por supuesto. La electricidad es de cobardes : )
10. Ha visto la serie documental de Netflix "Hip Hop Evolution"?
No. Le he oído a usté hablar de él antes. Tal vez debería. ¿Conoce usted los cómics "Hip Hop Family Tree"? Me molan mucho esos, son la historia del género en cómics.
11. Como fan del hip hop que sé que es, no le parece interesante lo que viene haciendo Kendrick?
No soy tan fan. Algunas cosas me encantan, pero no es un estilo que hoy día escuche mucho. Sí, me gusta e interesa mucho Kendrick, era un ejemplo de 'sonido que hoy es digamos lo más o 'el estándar' y a ver cómo aguanta en 50 años y si lo hace tan bien como las producciones de Tubby y Scratch Perry, no era por atacarlo, sino por poner un equivalente de nuestra época.
12. Que hay de cierto en esa leyenda urbana que dice que el estudio más popular de Jamaica tenía algo mal montado y había una pista que generaba su propio reverb y de ahí prácticamente se genera el reggae? Son estos productores que comenta usted los descubridores de esta revelación?
Jajaja, me encantaría que fuera cierto. No conocía la historia, pero me parece perfectamente posible, plausible y deseable. Como decía el poeta ruso Jlébnikov, "el error es un artista de primera". Sin duda Lee Scratch Perry es uno de los definidores y más grandes descubridores del reggae, sí.
Reciba un cordial saludo,
z
David Z.- Mensajes : 14440
Fecha de inscripción : 05/10/2017
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Kupak escribió:Sr. Z escribió:eso que dice Kupak de 'profe del insti' también es falso, no está ahí para enseñar nada y le da igual si le escuchas o si no, de hecho suele tocar a volumen bastante bajo...
Sí eso que dices encaja muy bien con la impresión que me dió, lo de profesor de instituto fue por la foto y luego el estereotipo de profesor hiper-motivado que un poco flota en un ambiente de desmotivación donde lo normal es estar por obligación, aburrido, atontao y desmotivado.
Es eso, lo "mágico", lo desnudamente alegre, lo descaradamente sincero, lo "bufonesco", etc... como que no nos lo creemos en los tiempos que corren, algo tiene que ir mal, tiene que tener mala leche, o no es uno de los nuestros.
En efecto. Vivimos en la era del cinismo. Las personas "en el buen sentido de la palabra buenas" creemos que o son idiotas o no van de frente. Triunfan los vendedores de aceite de serpiente, los charlatanes de feria y los proveedores de espectáculo. La gente que va a lo suyo sin preocuparse de lo que piensen de ella... ¿Qué cojones esconde esa gente? ¿Por qué tanta sinceridad? ¿Por qué no se ríen de todo cínica y desesperadamente como todos nosotros? ¿Dónde está el sarcasmo? ¿Dónde el hastío vital?
Salud,
z
David Z.- Mensajes : 14440
Fecha de inscripción : 05/10/2017
Re: Más discos, por favor (aka Los Antiguos 1001). "Black bottom" (The Troggs); "Black Moses" (Isaac Hayes); "Black noise" (Pantha du Prince)
Francois Zappa escribió:Yo precisamente soy más fan del dub y todas esas cosas modernas. El reggae no me gusta nada y toda esa tradición de MCs que creó tampoco . Era una de las cosas que no me gustaban de las sesiones de drum n bass que escuchaba a finales de los noventa: el puto MC puesto hasta las cejas de coca que solamente conseguía sacarme de la sesión.Z escribió:Y fíjate que yo, por supuesto, soy de rocksteady y ska antes que de dub y no digamos cosas modernas de discotecas, esos lugares satánicos que jamás se me ocurriría pisar, como el dancehall y demás. Pero oye, es que cuando alguien lo tiene, pues eso. Y que vamos, que qué narices, la otra virtud es que esto todavía también es reggae, es lo más disfrutable, es un disco que culmina un estilo y anuncia otro nuevo a la vez. Imagino que a un fan del reggae que no soporte el dub o el dancehall precisamente lo que más le dará por saco será la voz alocada y nada ‘mellow’ de Alimantado.
Me he leído el tocho, y de acuerdo con todo, pero no creo que vuelva a escuchar el disco en mi vida.
Coñe, pues el dub viene del reggae y de esos MCs y DJs (digo los MCs también porque sin los 'gritos' al azar cortados en los dubs, ¿qué sería del género?). No sé, se me antoja rara esa radical distinción. Pero no sufras por falta de dub, que creo que os he cascado a Augustus Pablo por algún lado.
A mí el dub me fascina como idea y como sonido, simplemente me cuesta más encontrar temazos maravillosos en él que en el ska y el reggae. Pero si lo tuyo es el dub, tu disco de Alimantado debe ser esta joya:
Salud,
z
David Z.- Mensajes : 14440
Fecha de inscripción : 05/10/2017
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