RONDA 6.14 DEL ACEITUNADO CONCURSO DE MICRORRELATOS. MIERCOLES A LAS 23:59 CIERRE DE PLAZO.

Esmeralda escribió:Yo me conformo con que no entren las señoras a ponerme verde

Toro escribió:

tacitus escribió:https://twitter.com/OnePerfectShot/status/1318936087209955329?s=20

Ahora que me acabo de cruzar con esta foto en twitter, confieso que desde que le conozco forerísticamente -que es casi como bíblicamente- hablando, siempre me he representado a David Z con un aspecto parecido a ese
Sin la sangre
O bien pensado, con sangre incluida

Toro escribió:8.- El hombre que visitó la laguna

Aquel día se levantó e inexplicablemente tenía la imperiosa necesidad de ir a la laguna del bosque. Una vez allí, a cualquier lugar que mirase le parecían tranquilizadoras las tonalidades verdes de las arboledas. Se sentó en la orilla y el sol le resultaba cómodo. Conforme el tiempo avanzaba, su sensación de agradabilidad aumentaba, hasta tal punto que comenzaba a sentir que aquel era su verdadero lugar, no la ciudad.

Tras un rato, empezó a notar una sensación cambiante en su cuerpo. Sentía el cuello inflamado (pero no por ello doloroso), tenía ganas de ponerse a saltar de nenúfar en nenúfar y las moscas le parecían apetitosas, hasta tal punto que llegó a alcanzar una con la lengua y la ingirió. Aquello le resultó extraño por lo que se miró en el reflejo del agua y se vio verde la piel. Se asustó y quiso gritar, pero sólo lograba croar.

Vinny Vedecci escribió:Añadido Torosplaining.

Toro escribió:
9.- EL GRITO

El joven Pavel sostenía su papelito lleno de escudos en la salita desangelada. Allí nunca encontraba a nadie. Carecía del consuelo de otras miradas como la suya, del aliento que espontáneamente tiene lugar entre desvalidos. Luego lo llamaban y de nuevo presentaba el papelito; se desnudaba, lo pesaban y medían, lo auscultaban y examinaban su garganta con una potente linterna. Echado sobre la fría plancha metálica, Pavel seguía sujetando su papelito cuando la máquina lo fotografiaba por dentro; el monstruo gruñía con ruidos que solamente otras máquinas entenderían ¿Qué cosas malas de él diría?
Cuando acabaron, Pavel les entregó el papelito y esperó en una nueva salita -otra más- hasta que horas después, un sanitario se le entregó con un nuevo escudo recién sellado. Todavía albergaba la esperanza de recuperar el habla. Quizá en breve; habían estampado el escudo verde y no el rojo. Quiso gritar ¡Viva!

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:Añadido Torosplaining.

Lo único no lo añadas en el tuyo que se te echan encima, solo aviso

Toro escribió:
10.- Happy green tears to you

-Va usted a mear verde, escupirá saliva verde, sudará verde… Deberá extremar precauciones, importante no acercarse a niños o embarazadas, el contraste que le inyectaremos por vía es altamente radioactivo. Su cuerpo lo expulsará mediante esos fluidos durante unas veinticuatro horas, después vuelta a la normalidad.
Me metieron en un búnker, un enfermero con traje NBQ extrajo una jeringuilla de un enorme cilindro de plomo e inyectó el líquido verde fosforito en la bolsa de suero. Se fue con premura y comencé a sentir calor interno, notaba el fluir ardiente en cada vena, en cada órgano, en cada célula.

Por la tarde me llamaron con los resultados del PET. Ni rastro del linfoma, estaba por fin limpio. Cuando colgué, me mirabas temblorosa. No pudimos abrazarnos, lloramos de lejos en silencio, comencé a verlo todo verde.

Aún conservamos mis lágrimas verdes en el pañuelo. Se lo regalaremos a Jade cuando crezca.

Toro escribió:11.- Cápsula

Me detengo en el cruce, miro alrededor y entretengo la espera. En ambas aceras, como decorados móviles de un teatro infantil, van apareciendo. Telones dibujados con el colmado y la barbería, el café de la Reme y aquel primer videoclub. Cruza un bus de un color que ya no existe.
En el retrovisor pedalea un grupo de niños, parecen estar más cerca de lo que en realidad están. El perro de Jonás el mendigo ladra, pero no se le escucha. Subo la ventanilla, enciendo un cigarrillo. La luz cambia, pero no quiero avanzar. Subo el volumen hasta que los cristales tiemblan, ahogo el primer claxon. Unos nudillos preguntan qué ocurre. Giro la cabeza y veo al hijo de la Reme. Es igual que su madre pero con bigote. Le digo que se está bien aquí, que me deje quedarme un poco más por favor, aunque sé que no puede escucharme.

Toro escribió:12.- Prasinofobia

Las industrias cárnicas querían más poder mundial. El auge de corrientes vegetarianas y ecologistas hacía peligrar su crecimiento de las últimas décadas. Ahora iban con todo para pararlo: una estación en el ártico emitiendo ondas al planeta para originarnos una cromofobia.
Empezaron los síntomas ante el color verde; palpitaciones, temblores, mareos y vómitos.
Los vegetales empezaron a salir de las dietas, pero no fue la única consecuencia. Las tiendas de animales se deshicieron paulatinamente de tortugas y periquitos. Ante la falta de clientes, las farmacias comenzaron a utilizar una cruz amarilla en la entrada. Incluso se aprobó cambiar los semáforos a rojo, ámbar y azul.
Hasta que se produjo la Gran Eyección Solar. Destrozó la base ártica y toda la red eléctrica del planeta. A oscuras, salimos de las casas y bajo el enorme manto verde con el que la aurora boreal nos cubría, nos volvimos a encontrar en paz.

Toro escribió:13.- Iowa

Soy un preservativo de menta, el puto Teletubbie verde esbozando ante cámara los movimientos pactados. ¿Acontezco un monstruo en el interior de un volcán? ¿Quizá soy un robot colosal? El croma puede ser cualquier cosa y a la vez ninguna, hasta tal punto se ha envilecido el cine. Todo es artificio, ordenador, una excrecencia digital. Luego habrá que añadirme ojos, una sonrisa, algo parecido a una emoción. En vano. El rostro final nunca será mi rostro aunque el amo de las marionetas intente capturar mis gestos (los robe, más bien). Ahora el director pide que me mueva, que bracee, que gesticule con fuerza. «¡Lo estoy haciendo!», protesto. Nadie me oye. Soy una figura verde delante de un fondo verde, verde delante de verde, verde detrás de verde, transparente e ilusorio, el intérprete y su mundo. «¿Dónde estás?», pienso que están bromeando. «¡Aquí!», grito desvanecido, pero nadie escucha a un color.

Toro escribió:14.- Adiós, Oruguis

Oruguis nació en el herbazal; era verde manzana, como las hojas nuevas, y recorría la fronda sin cuidado, ondulando su cuerpo rechoncho. Vivían allí larvas, ninfas, pupas: entre las hebras color esmeralda bullía la vida. Juntas charlaban, reían, comían brotes jugosos: era su única ocupación. De pronto, a Oruguis dejó de apetecerle engullir hojas tiernas. Abandonó a sus amigas y comenzó a segregar hilo blanco, sin saber por qué, pero no podía parar. La arañita preguntó si iba a morir. No pasa nada, se va a hacer mayor, la consoló la larva escarabajo. Unos días más tarde emergió su nuevo cuerpo. Era etérea, delgada, brillante, con alas verde pavo. No atendió a su nombre y voló sin mirarlas, mariposeando junto a una monarca. Nunca volvió, ni llegó a ver su reflejo glauco en los ocho minúsculos ojos húmedos de la solitaria araña…hasta el atardecer, cuando cayó en su tela.

Toro escribió:15.- Nueva patraña

¿La socialdemocracia ya no le excita? ¿Se siente liberal pero con corazoncito? ¿Cree que la reforma del capitalismo es posible?
Tenemos lo que está buscando. La nueva doctrina económica basada en la sostenibilidad: ¡El New Green Deal, la economía verde!

Apostemos por la digitalización, el teletrabajo, los patinetes eléctricos y los huertos urbanos. Salvemos el medio ambiente y luego ya si hay tiempo nos preocuparemos por la pobreza y la desigualdad. Liberemos al planeta de los combustibles fósiles saqueando el litio boliviano y el coltán congoleño.

La industria pesada es fea y sucia, saquémosla de nuestro entorno y llevémosla a países tercermundistas. Desarrollemos apps, economía colaborativa, atomicemos la clase obrera. ¿Para qué tener sindicatos si tenemos Twitter y change.org? ¿Quién quiere un convenio colectivo pudiendo ser falso autónomo?

Tenemos a Bernie, a Greta, a AOC, a Sanchez Galán, a Elon Musk.

El futuro será verde.

(Para el que pueda pagarlo).

Toro escribió:Tengo que confirmar una terrible noticia.

Me ha surgido una urgencia laboral y mañana salgo por la mañana hacia territorio comanche; zaragoza.

Implica que las votaciones las tengo que poner esta noche...

Y esto implica que tengo que cerrar el plazo a medianoche

Lo anunciare en el titulo...

Toro escribió:16.- No te quedes mucho tiempo

Si te acercas a mí aún oyes el tañido de las campanas. Aún puedes oler el centeno recién trillado. Mucho más cerca, fijándote en mi fondo, puedes ver la hierba que aún se mueve, trémula, con los pasos de los niños. Si te atreves a sumergirte y le das tiempo a mi agua verdosa para que se amanse, quizá puedes jugar en los cercados o espiar las pocas casas cuyos muros se mantienen en pie. Pero no te quedes mucho tiempo o no volverás a ser quien fuiste: todo aquí es del color de la nostalgia.

Toro escribió:17.- Fractales

Entró en el blanco y concibió miles de posibilidades. Y comenzó a aturullarse. Se mareaba.
Entró en el azul y sintió frío. Se lo habían pintado muy bonito, pero se sentía vacío. Enloqueció y se creyó un príncipe.
Entró en amarillo restregándose los ojos. Demasiada luz, demasiadas ideas. Creyó ver a lo lejos un submarino.
Entró en el rojo y notó un subidón. Se vio transportado a una guerra, a un bote refresco, a la primavera en ciernes. Casi estalla.
Entró en el negro y tuvo claro: todo estaba allí pero no podía tocarlo. La tristeza lo cercaba. Huyó.
Entró en el rosa y se le nubló la vista. La vida acudía a su encuentro,  pero desconfiaba..  aquello parecía una trampa. Demasiado bonito.
Entró en el verde y respiró hondo. Todo parecía estar en su sitio. Nada estaba consumado, el futuro aguardaba. Se quedó. A ver qué pasa, dijo.

Toro escribió:18.- Serpentina

“Mi mamita era una serpiente, por eso soy verde”. Las demás niñas del orfanato de Cahuinarí la llamaban Serpentina por esa historia; la madre superiora le abofeteó; Serpentina era otra maldita huérfana indígena cobriza más. ¡Oh, cómo le repugnaban! Sólo las toleraba por el buen dinero que obtenía al cederlas a los capataces de la plantación. A Serpentina siempre la devolvían; su piel era fría y áspera, se quejaban los hombres. Cada vez, las monjas la molían a palos. Serpentina ni se inmutaba. “Mi mamita me salvará y las matará a ustedes”. Redoblaban los golpes.
Una mañana, un temblor formidable sacudió el hospicio. De la selva emergieron miles de serpientes que, en minutos, estrangularon y devoraron a las monjas. Libres, las niñas asaltaron la despensa y tomaron el hospicio. Antes de expirar, la madre superiora aún pudo ver a Serpentina regresando a la espesura a lomos de una gigantesca anaconda.

Toro escribió:19.- Lucrecia, mi reflejo.

No muy lejos del mohoso cementerio judío de Cracovia, habita Wojciech un apartamento igualmente desangelado y sin más mobiliario que la pareja de antiquísimos ataúdes a los que los neones del cercano callejón hacen parecer más grandes y fantasmales. De los dos, uno permanece sellado más de ciento noventa años, el otro es para Wojciech, refugio y alcoba. La soledad del vampiro, su ausencia de empatía, el hastío, la invariabilidad del tiempo, l’ennui. Literatura mezclada con absenta y hemoglobina, una droga poderosa. Pero allí está, sujetando el  tomo esmeralda donde Jules Verne escribiera su proemio: Wojciech, querido; a la fuerza un melancólico vampiro. Más allá del crepúsculo… Cherchez le soleil. Ante el espejo, tan solo niebla verdosa.

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:16.- No te quedes mucho tiempo

Si te acercas a mí aún oyes el tañido de las campanas. Aún puedes oler el centeno recién trillado. Mucho más cerca, fijándote en mi fondo, puedes ver la hierba que aún se mueve, trémula, con los pasos de los niños. Si te atreves a sumergirte y le das tiempo a mi agua verdosa para que se amanse, quizá puedes jugar en los cercados o espiar las pocas casas cuyos muros se mantienen en pie. Pero no te quedes mucho tiempo o no volverás a ser quien fuiste: todo aquí es del color de la nostalgia.

Verdómetro: 7,5/10
Verde que te quiero verde: hierba, agua verdosa, ¿la nostalgia? ¿También es verde?
Arturo Pérez-Reverde: Ese subjuntivo...
Torosplaining: Ni la más remota idea, pero mola.

Toro escribió:1.-La insignificancia del Ser

Una vez caí del cielo. Era un huevo que, al chocar contra el suelo, se convirtió en persona. Fue como nacer. Abrí los ojos y todo era campo: había árboles, animales que corrían y también soledad, mucha soledad. Caminé unos minutos hasta que encontré un cofre de madera. Parecía llevar siglos allí. Lo abrí y estaba repleto de libros: Dostoyevski, Hugo, Miller, Allan Poe. Los leí todos y continué mi camino, hasta que divisé el Gran Árbol. Fue una revelación: un mensaje oculto sobre mi destino. Sin saber porqué caminé hacia él, intuyendo que tendría todas las preguntas a esas respuestas que mi corazón albergaba. Sin embargo, cuanto más caminaba, más lejano sentía su tronco y sus hojas azuladas. Pasaron años hasta que acepté mi verdadero destino. Digerí todas aquellas respuestas y permití que la inmensidad del campo me absorbiera hasta convertirme en una ínfima parte de su verdor.

Toro escribió:

2.-Verde fetiche

Carlos descubrió a los 5 años que los colores simbolizaban cosas para él, aunque no sabía muy bien qué. Luego comprendió que los colores emitían olores remitentes a símbolos ocultos. El blanco olía a comida, el rojo a alegría… pero algo ocurría con el verde. Tenía algo oscuro, algo fantasmagórico. Escondía un secreto que a Carlos le costó descifrar hasta los 18 años, cuando empezó a trabajar en la fábrica de su padre.

El verde desentrañaba explotación. Cuando por fin lo descubrió, no dejaba de ver verde allí donde pusiera la mirada. Algunas personas eran de un verde más vivo, y otras tenían un tono más apagado. Incluso veía verde superpuesto en otros colores, como ocurría con la comida.

En su primer día de trabajo, Carlos quedó cegado al ver a su padre como nunca lo había visto. Desprendiendo un verde tan intenso que era imposible mirarlo a la cara.

Toro escribió:3.- Monstra te ipsum, hoste meum!

Verde es el lino teñido de los vates celtas, el color que se intensifica en las selvas bárbaras. Mas Roma se afirma y vindica en el blanco de sus urbes y calzadas. El verde solo cabe en nuestros dominios sojuzgado, como los esclavos, sea en jardines, sea en bosques postrados ante la civilización. Sobrellevo con honor mi tarea de estabilizar la frontera en esta orilla del Rhin, pese a que me repugna su exuberancia vegetal, pues soy veterano de las legiones de Germánico. Bajo su mando vengamos la afrenta de Teutoburgo y aquellas tribus conocieron el aciago destino de todo pueblo que desafíe a Roma. Heráclides interrumpe mis meditaciones. Es médico griego, sabe ser tan amable como sincero. Me explica que sufro el mal del hombre árbol, incurable. Escudriño mis dedos, semejantes ya a troncos. Lo niega, pero temo que broten hojas. Mi cuerpo será el último campo de batalla.

Toro escribió:4.- Reverdeciendo caquis

—¿Has visto el anuncio de la tele? Dicen piensa en verde.
—¡Hombre! —dijo alargando la e hasta el ocho tumbado— Pero eso no es lo mismo que cuando me dices: Piensa en verde actuar. ¡Inculto!
—¡Y tú eres una listilla! ¡Tú y tu federico!
—No es lo mismo. Mi logopeda dice que lo pronuncio estupendamente.
—Claro, claro. ¿Le has dicho al logopeda que guardas los yogures en el federico?¿Se lo has dicho?
—No es tan tonto como para no saber eso. Todo el mundo los guarda allí. Como tus putas botellitas verdes. ¿Dónde las guardas?¿Eh?¿Eh? —insistió otra vez con la e.
Un ángel, verde como una vara verde, atravesó el espacio que los separaba instalándolos en un silencio incómodo. Ahítos, cruzaron sus miradas, verde oliva la de él, verde menta la de ella, fruncieron los labios en una graciosa mueca y dijeron al unísono:
—Y sin en cambio te quiero.

Toro escribió:5.- El superviviente

Se habían llevado a mis familiares y a mis amigos. También a mis vecinos. No entendía por qué aquellos individuos, que solían ser educados y civilizados, se convirtieron de la noche a la mañana en una turba enfurecida. Los vimos venir a lo lejos: llegaron en tromba, arrasándolo todo a su paso. Reconocí a un señor mayor que se había parado frente a mí el día anterior, dedicándome unas agradables palabras e interesándose por mi procedencia. Ahora tenía los ojos inyectados en sangre y presumía del botín obtenido, jactándose abiertamente de su ignominioso comportamiento. El asedio fue completo, dejando mi territorio y los colindantes convertidos en lugares fantasma. Yo, testigo de excepción, miraba con tristeza infinita a mi alrededor y no acertaba a comprender cómo podía haber sobrevivido al horror. Sin saber si volverían al día siguiente iba a ser una noche muy larga para un pequeño brócoli como yo.

Toro escribió:6.- ¿Es estar vivo la nueva normalidad?

Nunca había pensado en la posibilidad de no ser, nadie lo piensa, es la argucia que emplea la vida para que podamos seguir viviéndola.

En un principio la infección fue leve, lenta, asintomática, pero cuando se manifestó, lo hizo de forma implacable. Su dolor fue inconcebible, atacó todos los órganos de forma tan agresiva que apenas dio una oportunidad a su sistema inmunitario. Ella se encontraba sola, tanto como siempre lo había estado, y casi había perdido la esperanza, cuando supo rezar a un Dios en el que nunca se atrevió a creer.

Hoy todo ha acabado y sólo algunos edificios asoman como excrecencias entre la vegetación como prueba de que no ha sido un sueño. Gaia seguía siendo, más viva, más verde de lo que jamás había estado.

Toro escribió:7.- A Chico Mendes

Alzado sobre mi atalaya, ungido por el viento y la luz.
Renacido como un nuevo hombre, del vientre de la Pachamama.
En la abrumadora espesura, la neblina y la imperturbable lluvia.
De este paisaje insólito, verdadero vergel, envidia de los dioses, inquina de los hombres.
Abro mis brazos, ofrendo mi alma y mi vida a la defensa del verde.
A la batalla perpetua de la naturaleza, contra el vil, el malvado, el villano.
Aquel que arranca de las entrañas de la tierra todo lo bueno, lo fútil.
Que nunca aprendió lo importante, aquel ciego de oropel.
Desconocedor del prójimo, envuelto y enajenado en su sempiterna avaricia.
Y ahora ese verde omnipresente, mi querida Amazonia, torna los sonidos de las aves.
En chasquidos, llama y humo, en gritos y quejidos de árboles que convierten su verde sangre.
En el tesoro de los avaros.

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:17.- Fractales

Entró en el blanco y concibió miles de posibilidades. Y comenzó a aturullarse. Se mareaba.
Entró en el azul y sintió frío. Se lo habían pintado muy bonito, pero se sentía vacío. Enloqueció y se creyó un príncipe.
Entró en el amarillo restregándose los ojos. Demasiada luz, demasiadas ideas. Creyó ver a lo lejos un submarino.
Entró en el rojo y notó un subidón. Se vio transportado a una guerra, a un bote refresco, a la primavera en ciernes. Casi estalla.
Entró en el negro y tuvo claro: todo estaba allí pero no podía tocarlo. La tristeza lo cercaba. Huyó.
Entró en el rosa y se le nubló la vista. La vida acudía a su encuentro,  pero desconfiaba..  aquello parecía una trampa. Demasiado bonito.
Entró en el verde y respiró hondo. Todo parecía estar en su sitio. Nada estaba consumado, el futuro aguardaba. Se quedó. A ver qué pasa, dijo.

Verdómetro: 6,37/10
Verde que te quiero verde: el verde.
Arturo Pérez-Reverde: Pobre amarillo, sin su artículo determinado.
Torosplaining: ¿Fractales? Yo es que soy de letras. Pero debe tener algún sentido.

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:17.- Fractales

Entró en el blanco y concibió miles de posibilidades. Y comenzó a aturullarse. Se mareaba.
Entró en el azul y sintió frío. Se lo habían pintado muy bonito, pero se sentía vacío. Enloqueció y se creyó un príncipe.
Entró en el amarillo restregándose los ojos. Demasiada luz, demasiadas ideas. Creyó ver a lo lejos un submarino.
Entró en el rojo y notó un subidón. Se vio transportado a una guerra, a un bote refresco, a la primavera en ciernes. Casi estalla.
Entró en el negro y tuvo claro: todo estaba allí pero no podía tocarlo. La tristeza lo cercaba. Huyó.
Entró en el rosa y se le nubló la vista. La vida acudía a su encuentro,  pero desconfiaba..  aquello parecía una trampa. Demasiado bonito.
Entró en el verde y respiró hondo. Todo parecía estar en su sitio. Nada estaba consumado, el futuro aguardaba. Se quedó. A ver qué pasa, dijo.

Verdómetro: 6,37/10
Verde que te quiero verde: el verde.
Arturo Pérez-Reverde: Pobre amarillo, sin su artículo determinado.
Torosplaining: ¿Fractales? Yo es que soy de letras. Pero debe tener algún sentido.

No entiendo a don arturo

mugu escribió:Vinny, dime cuál es tu relato que te doy los tres puntos. Eres el que mantiene viva la llama.

Toro, también, pero porque tiene contrato eventual esta semana.

tacitus escribió:https://twitter.com/OnePerfectShot/status/1318936087209955329?s=20

Ahora que me acabo de cruzar con esta foto en twitter, confieso que desde que le conozco forerísticamente -que es casi como bíblicamente- hablando, siempre me he representado a David Z con un aspecto parecido a ese
Sin la sangre
O bien pensado, con sangre incluida

Zzzz escribió:En mi escasa experiencia, al menos con este yo, que con otro lo mismo llevo la tira, también disfruto los análisis de Vinny, siempre positifffos pero no por ello menos entretenidos. Los análisis de poner verde, los de estrellas, los de estadillo, los de a ver qué opina mi mujer, etc. también me gustan, dan vidilla.

Por cierto, cada vez que leo su nick, me parece leer Veni vidi vici y me lo imagino vestido de romano.

A DavidZ me lo imagino con gafas, barba, sombrero y una gran nariz.

Stoneheart escribió:Yo no tengo ni pajolera idea de cómo imaginarme a Z. Entre otras cosas porque no tiene foto de persona en el avatar. Aunque eso tiene truco, porque tampoco me imaginaba a Tacitus como Fidel Castro.

(Es Fidel Castro, ¿no? )

mugu escribió:Vinny, dime cuál es tu relato que te doy los tres puntos. Eres el que mantiene viva la llama.

Toro, también, pero porque tiene contrato eventual esta semana.

David Z. escribió:Me gustaría saber en qué contexto te gusta imaginarme afeminado, piratón.

A mí me gustaría ser andrógino y ambiguo como Bowie. Pero mi genética me ha hecho ser ambiguo como Arévalo.

Salud,
z

salakov escribió:
> A Piedroncias, antes de saber que era Goya Toledo, me la imaginaba como una heavy despeluchada. Y siempre con camisetas negras de tirantes.

Stoneheart escribió:

salakov escribió:
> A Piedroncias, antes de saber que era Goya Toledo, me la imaginaba como una heavy despeluchada. Y siempre con camisetas negras de tirantes.

¿Pero qué dices?