RONDA 6.49 DEL FERROVIARIO CONCURSO DE MICRORRELATOS. TROY TOMA EL TALGO

Tenemos un nuevo relato. Y basado en hechos reales, nada menos. Antena 3, muérete de envidia.

02.-Justicia Divina

Miraba el reloj y quedaba más de noventa minutos para llegar al destino. La sensación era cada vez más fuerte y con ello, más desagradable. No quedaba más remedio y opté por ir al baño.

Limpié cuidadosamente la tapa del inodoro, para posteriormente forrarla de pequeños pedazos de papel higiénico. Solté rápido todo el lastre que tenía dentro (que no era poco), me limpié y tiré de la cadena. Mientras me lavaba las manos me daban arcadas, pues el hedor que había dejado era nauseabundo.

Abrí la puerta y allí estaba. Frente a mí la mismísima María Teresa Campos, quién iba a comerse toda la bomba. Algo muy malo había tenido que pasarme antes para que el karma me recompensase de aquella gran forma.

Y otra joya. Vamos a tope.

¡Vaya ritmo!

Joder, que al final no he publicado el tercero.

03.- El bosque azul

Hay un tren en una vía muerta y gente en fila, fuera, corriendo en paralelo por la parte derecha mirando de atrás adelante. Por estribor en términos marineros. Van desde la locomotora hacia el último vagón. Y al llegar a la parte trasera, la rodean y siguen corriendo por el lado izquierdo -babor- hacia la locomotora. Forman una cadena de gente que corre alrededor de un tren parado. Hay mucha niebla.
Imaginemos ahora a trece monjes orientales en su interior, sentados hacia adelante. Si miran a las ventanas de la derecha, creen que el tren avanza porque parece ir más rápido que la gente, pero si miran por las ventanas de la izquierda, creen que retrocede. Imaginaos que uno enloquece.
Es ahora cuando todo esto tiene sentido. Si esperáis un gran final, podríais darme tres puntos. Si os ha causado intriga, dos. Y si simplemente habéis llegado hasta aquí, uno.

Para ser lunes vamos un poco escasos de relatos no?

Anda, ya es lunes?

04.- Negra vida

Con sólo doce años y cuatro hermanos menores, Gelín perdió a su padre en una explosión de grisú, pero el patrón fue generoso con la familia al permitirle entrar en la mina de guaje caballista. Le asignaron una mula parda, unas madreñas y un turno en la bocana del pozo. Para asombro de trenistas veteranos, pronto consiguió que la acémila arrastrara veinte vagonetas, hincando las madreñas en el barro junto a sus pezuñas, tirando de la collera rampa arriba, “tira, Muralla, que al salir doite un puñadín de sal”.
Gelín llevaba años soñando ver el mar, y le habían hablado de montañas de sal junto a la playa, así que una tarde se encaramó en una vagoneta del tren que llevaba el carbón al puerto. Adormecido por kilómetros de traqueteo, abrió los ojos al sentir el vuelco del material. La bruma no le permitió ver el mar, pero sonrió cuando creyó oler a sal, justo antes de ser sepultado por el siguiente vuelco.

Hemos alcanzado la velocidad de crucero, parece ser.

No me decido con el calzador. Amor, abuelos, fantasía, solo falta encajarlos en el tren.

Esmeralda escribió:No me decido con el calzador. Amor, abuelos, fantasía, solo falta encajarlos en el tren.

Llama tren al abuelo.
Tienes mis puntos.

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05.- Lobo

Cada martes subía al nocturno a Budapest en la Gara Nord. Pedía una mimosa en el vagón restaurante, y tan solo esperaba. Poco tiempo. En un tren plagado de viajantes, militares retirados y algún diplomático, yo era como un gigantesco farol rodeado de polillas una noche cualquiera de verano. Siempre me hablaban de amor, de sus Faház en la preciosa campiña húngara… Mas todo acababa en sus compartimentos del coche cama, mucho antes de amanecer. Pasaba el día encerrada en algún hostal de mala muerte en Timișoara, de esos que no hacen preguntas, para volver la noche siguiente a mi amada Comana, a la sombra de Bucarest. Pero esta noche es diferente. Su voz, su olor, su piel velluda… Me he dejado llevar, y ahora es demasiado tarde. Pronto los primeros rayos de sol atravesarán el ventanuco del tren, y con ellos el fin. Él me mira, y lo sabe.

Autista escribió:01.- Traviesas

Como un animal resignado a su suerte, la máquina montacargas emite un suspiro cuando se cruza con el Talgo que viaja a Badajoz. «Chu-chu», se pierde su jadeo neumático por las llanuras extremeñas. 

Parece un libro infantil.

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Autista escribió:02.-Justicia Divina

Miraba el reloj y quedaba más de noventa minutos para llegar al destino. La sensación era cada vez más fuerte y con ello, más desagradable. 

Ansiedad por llegar.....mal rollo.

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Autista escribió:03.- El bosque azul

Hay un tren en una vía muerta y gente en fila, fuera, corriendo en paralelo por la parte derecha mirando de atrás adelante. 

Si esto termina dando bofetadas a la gente que asoma la cabeza.....puntos.


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Autista escribió:04.- Negra vida

Con sólo doce años y cuatro hermanos menores, Gelín perdió a su padre en una explosión de grisú, pero el patrón fue generoso con la familia al permitirle entrar en la mina de guaje caballista. 

Huérfano y trabajador



Un relato leolo nos viene...

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Autista escribió:05.- Lobo

Cada martes subía al nocturno a Budapest en la Gara Nord. 

Cosas cotidianas que pierden....Gara nord

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Del.bosque azul promete...


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m señor escribió:Del.bosque azul promete...


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No he podido evitar pensar en un seleccionador nacional de futbol con bigote y entrenando a los pitufos, diciendo en una rueda de prensa que se van a llevar el mundial...

Esmeralda escribió:No me decido con el calzador. Amor, abuelos, fantasía, solo falta encajarlos en el tren.

A ver... con los 4 elementos...

por ejemplo

Un abuelo y una abuela mueren durante la hambruna de 2049 al mismo tiempo, y llegan a la vez al tren de las ánimas, que como siempre en tiempos de desastres, va petao, tanto, que tiene que acudir Caronte, que solo consigue meterlos a los dos, que son los últimos en llegar, bien juntitos con un calzador granítico de dos metros, les hace palanca y consigue cerrar las puertas del vagón. En ese viaje incorporeo, de forma que sus almas han quedado enredadas por horas dilatables en la dimensión de los muertos, surge la chispa del amor...

Que talentoso Toro, a mi no se me ocurre nada original joder

Coñe, ¿ya es lunes?

Stoneheart escribió:Coñe, ¿ya es lunes?

No. Todavía miércoles. Faltan cinco días para el lunes.

¡Qué bonico era esto, por Dio! Me ponía de tierno...

06.- Regla de tres

Todavía guardo la tórrida notita aunque no fuera yo el destinatario, ahora sirve como marcapáginas en un voluminoso libro que arrastro conmigo en cada trayecto ferroviario por evitar acercarme al arquetipo de viajero solitario y sentimentalmente arruinado que siempre detesté y que es en el que me he convertido. El vagón es silencioso bajo la tiranía de auriculares y pantallas. Aparece y reaparece fantasmagórica la llanura manchega tras el vidrio por efecto de la locomoción. Quisiera fumar, como la vez aquella que yo no encontré el encendedor y ella señaló su bolso. Allí estaba el fuego, en efecto. «Cariño, si un tren de cercanías tarda 1 hora y 15 minutos en completar su trayecto a una velocidad de 80 km/h. ¿Cuánto tiempo tardaremos en desnudarnos si aumentase su velocidad a 110 km/h?».

07.- Mis primeras vacaciones

En cuanto me quité la máscara, dentro del vagón, los nervios estallaron. Apreté con fuerza la mano de yayo.
—Tranquilo Paul, te va a encantar —dijo sonriéndome.
Pero no podía calmarme, llevaba meses imaginando este momento. Papá y mamá no podían venir. Llevaban cuatro años ahorrando para este viaje y tenían que seguir trabajando.
Los días desde nuestra cabina eran maravillosos. Sobre el cristal, boquiabierto, miraba durante horas montañas cubiertas de nieve, inmensos lagos y densos bosques.
—¡Mira, yayo! ¿Eso es un cervatillo?
Sonrió —¡Hoy no vamos a sacar otra lata para comer, hijo, hoy vamos al vagón restaurante! —dijo.
Aluciné, ¿podía haber mejores vacaciones?
Al día siguiente llegamos a la estación. Por megafonía mandaron poner las máscaras, y al salir, entre lágrimas volví la vista hacia el vagón tapado, y las enormes pantallas led de los cristales.
—¿Algún día podremos montarnos en uno de estos en la superficie, yayo?

fritz escribió:

Stoneheart escribió:Coñe, ¿ya es lunes?

No. Todavía miércoles. Faltan cinco días para el lunes.

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Tenéis un regalo extra en la primera página, aparte de lo del libro de Hankie.

Autista escribió:Tenéis un regalo extra en la primera página, aparte de lo del libro de Hankie.

Es el final de El bosque azul, pero faltan tres monjes. Más intriga imposible.

fritz escribió:

Autista escribió:Tenéis un regalo extra en la primera página, aparte de lo del libro de Hankie.

Es el final de El bosque azul, pero faltan tres monjes. Más intriga imposible.

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m señor escribió:

fritz escribió:

Autista escribió:Tenéis un regalo extra en la primera página, aparte de lo del libro de Hankie.

Es el final de El bosque azul, pero faltan tres monjes. Más intriga imposible.

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Autista escribió:03.- El bosque azul

Hay un tren en una vía muerta y gente en fila, fuera, corriendo en paralelo por la parte derecha mirando de atrás adelante. Por estribor en términos marineros. Van desde la locomotora hacia el último vagón. Y al llegar a la parte trasera, la rodean y siguen corriendo por el lado izquierdo -babor- hacia la locomotora. Forman una cadena de gente que corre alrededor de un tren parado. Hay mucha niebla.
Imaginemos ahora a trece monjes orientales en su interior, sentados hacia adelante. Si miran a las ventanas de la derecha, creen que el tren avanza porque parece ir más rápido que la gente, pero si miran por las ventanas de la izquierda, creen que retrocede. Imaginaos que uno enloquece.
Es ahora cuando todo esto tiene sentido. Si esperáis un gran final, podríais darme tres puntos. Si os ha causado intriga, dos. Y si simplemente habéis llegado hasta aquí, uno.

Tenemos ganador.....



3 puntos colega 


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No hay frase, el único requisito es que el relato deberá transcurrir en un tren. Tren tren pa pa pirulí.

Que no se entere Blas, pero se me ha hecho llegar esta maravilla, y siento el deber de compartirla:

Autista escribió:Tenéis un regalo extra en la primera página, aparte de lo del libro de Hankie.

Qué mal gusto, joder. Si hasta un par de ellos llevan calcetines puestos.

Reconozco a un par de foreros.

Foreros cántabros.

Autista escribió:

m señor escribió:

fritz escribió:

Autista escribió:Tenéis un regalo extra en la primera página, aparte de lo del libro de Hankie.

Es el final de El bosque azul, pero faltan tres monjes. Más intriga imposible.

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08.- La soledad del sábado noche

El último metro es un reloj de arena, colmado en el centro de la ciudad, va desgranándose tras cada restallar de puertas. Los vecinos del extrarradio sabemos que la algarabía inicial dará paso a un sórdido vagón de luces titilantes donde los pocos pasajeros restantes nos observaremos con suspicacia.

Sin embargo, esta noche sentada frente a mí, una chica de aspecto frágil se mantiene absorta en la lectura; parece ajena a todo entretanto se suceden las estaciones. A punto de llegar a mi parada permanece sin levantar la vista del papel mientras reparo en un granujiento tipo que la mira de lejos. En un impulso protector —o celoso, tal vez—, decido no apearme.

La penúltima estación nos deja solos y alimenta mis más delirantes fantasías románticas. Se me acelera el pulso cuando la veo levantarse y sonreírme. Feliz, apenas percibo el leve destello de un cuchillo deslizándose bajo su libro.

Me hacéis sufrir.

Así que hala, el jonbonjovi. A tomar por saco.

Uy, uy, tengo un privado.

Posteando desde el móvil, cayendo chuzos de punta... La virgen.

09.- Yo es que no puedo, lo siento

Siendo niño gané el Primer Concurso Literario Infantil de RENFE de La Rioja, con un precioso relato de temática ferroviaria. El premio, cinco mil pesetas y un Ibertren con cambio de agujas y todo, nunca me llegó; papá le echaba la culpa al cartero, al jefe de estación del pueblo y hasta al alcalde, según el humor que trajese del bar de abajo. Pese al disgusto no me desanimé y continué escribiendo, mientras oía jugar por el patio de luces al hijo del tabernero llamando a viajeros al tren. Eso sí, no he vuelto a escribir sobre temática ferroviaria, mi psicoanalista dice que es un trauma infantil y que debo matar al padre, pero me da cosa y ya se está encargando la cirrosis. Es por todo esto que no puedo participar en esta ronda, y escribo esta disculpa desde el vagón restaurante del Alsa Madrid-Logroño.

Autista escribió:Posteando desde el móvil, cayendo chuzos de punta... La virgen.

Vaya verano que llevo yo, vaya donde vaya llueve, no te quejes

Autista escribió:09.- Yo es que no puedo, lo siento

Siendo niño gané el Primer Concurso Literario Infantil de RENFE de La Rioja, con un precioso relato de temática ferroviaria. El premio, cinco mil pesetas y un Ibertren con cambio de agujas y todo, nunca me llegó; papá le echaba la culpa al cartero, al jefe de estación del pueblo y hasta al alcalde, según el humor que trajese del bar de abajo. Pese al disgusto no me desanimé y continué escribiendo, mientras oía jugar por el patio de luces al hijo del tabernero llamando a viajeros al tren. Eso sí, no he vuelto a escribir sobre temática ferroviaria, mi psicoanalista dice que es un trauma infantil y que debo matar al padre, pero me da cosa y ya se está encargando la cirrosis. Es por todo esto que no puedo participar en esta ronda, y escribo esta disculpa desde el vagón restaurante del Alsa Madrid-Logroño.

Este es de Autillo

Autista escribió:Me hacéis sufrir.

No haber puesto esa ilustración, que me voy a chivar a Jud salen penes, y eso está prohibidisimo aquí

Esmeralda escribió:

Autista escribió:Me hacéis sufrir.

No haber puesto esa ilustración, que me voy a chivar a Jud salen penes, y eso está prohibidisimo aquí

Mas que salir, entran.