HOTEL VALMONT (2022)

m señor escribió:Mira tu que a mi marrakech no me dice gran cosa.....prefiero antes otras.
m

Vampa escribió:Y porque nadie está hablando de un tema perfecto como territorio perdido.

mr_mojorising escribió:

Vampa escribió:Y porque nadie está hablando de un tema perfecto como territorio perdido.

Ejem
“ Territorio Perdido que sería un perfecto hit radiable si es que la radio se pudiera escuchar en este país. ”

https://www.dirtyrock.info/2022/05/hotel-valmont/

Moltisanti escribió:El orgullo de la diversidad.

Hotel Valmont, ente trasversal.

Moltisanti escribió:

mr_mojorising escribió:

Vampa escribió:Y porque nadie está hablando de un tema perfecto como territorio perdido.

Ejem
“ Territorio Perdido que sería un perfecto hit radiable si es que la radio se pudiera escuchar en este país. ”

https://www.dirtyrock.info/2022/05/hotel-valmont/

Tose, tose.

Que igual es la segunda de la que que subimos vídeo a YouTube.

Moltisanti escribió:

mr_mojorising escribió:

Vampa escribió:Y porque nadie está hablando de un tema perfecto como territorio perdido.

Ejem
“ Territorio Perdido que sería un perfecto hit radiable si es que la radio se pudiera escuchar en este país. ”

https://www.dirtyrock.info/2022/05/hotel-valmont/

Tose, tose.

Que igual es la segunda de la que que subimos vídeo a YouTube.

m señor escribió:

Moltisanti escribió:El orgullo de la diversidad.

Hotel Valmont, ente trasversal.

Nos vemos seguro y si no.....tengo tu número.

m

Moltisanti escribió:

m señor escribió:

Moltisanti escribió:El orgullo de la diversidad.

Hotel Valmont, ente trasversal.

Nos vemos seguro y si no.....tengo tu número.

m

Mínimo Virgen Blanca con el carrito de los discos el viernes a mediodía????

Moltisanti escribió:

Eloy escribió:No mires atrás con ira, decían aquel par de hooligans de Manchester. Y una mierda que no, debió pensar Manuel en su momento. Pasando del hit single de marras y abrazando la peli de Tony Richardson (basada en una obra de teatro de John Osborne, doble cita cultureta), Hotel Valmont dice que sí. Que mires atrás con ira. Porque la ira es el perfecto contrapunto de la nostalgia. Ambas se compensan, y equilibrar la una con la otra es lo que hace que a día de hoy te puedas por fin reconocer como lo que eres. 

Y lo que eres es un hombre a una banda pegado. Una banda que ha compuesto y grabado el mejor disco de rock en español de los últimos tiempos. Nadie que pase de los treinta y muchos y no esté castrado por la ridícula fragilidad de estos tiempos de mierda, puede dejar de sentirse representado en la ira de Manuel y sus secuaces. Una ira lúcida, tan airada como reflexiva. Tan íntima y personal como, por inteligente simpatía, universal. 

Hotel Valmont, el disco, es prácticamente un manifesto generacional. Manuel siempre ha sido, voluntariamente o a su pesar, un songwriter, en el sentido más anglosajón del término. Alguien que cuenta historias y que, vicios que tiene uno, le da por musicarlas. Y en esta ocasión lo que ha hecho es explicarnos una historia que muchos reconocemos como propia. La historia de alguien que reivindica su sitio en un mundo que se empeña en decirle que ya no pertenece a él. Que le quiere jubilar a base de idiotez y exclusión disfrazada de buenrollismo. ¿Una historia explícita? No, no es tan obvio el amigo. Pero con una mínima cultura y capacidad para leer entre líneas, las diez canciones de este disco deberías saber que te están hablando a tí a través de él. Con un montón de guitarras por si todavía no habías entendido de qué iba el tema. 

Porque sí, Hotel Valmont es un disco de guitarras de una banda de guitarras. Un instrumento arcaico, desfasadísimo si lo que se pretendiera fuera reflejar el angst existencial (risas) de las nuevas y blandengues generaciones. Esto no va de ritmos urbanos y mestizaje de mierda. No hay bases, loops ni pollas. Lo que hay es el puñetazo en la mesa de un cuarentón que mira hacia atrás con ira. Porque sabe que mirar hacia atrás de otro modo, es de lloricas.
Solo reivindicando con mala hostia lo que fuiste, lo que viviste y lo que mamaste, puedes entenderte a día de hoy. Y, en un enorme corte de mangas a los cretinos, los modernos y los alaúltima, parir undisco como este. No voy a desgranar el álbum tema por tema. ¿Es «Territorio Perdido» un perfecto single? ¿Es «Los Santos» una patada en los huevos? ¿Es «Robot» un grito sin eco? ¿Es «Marrakech» la banda sonora de ese recuerdo que, en una u otra forma, todos atesoramos y no sabemos expresar? Lo es, lo son. Pero no se puede reseñar, explicar este disco canción a canción. Sería como hacer la crítica de un libro capítulo a capítulo. 

Hotel Valmont es un libro cuasi perfecto. Un puto viaje a través de lo que fuimos para ser lo que somos, con un final absolutamente magistral. 
Una orgía de rimas que dicen tanto, que hasta da un poco de rabia. Porque dan ganas de coger a Manuel por las solapas y decirle eh cabrón, haz que esto lo conozca más gente. Mucha más gente. 

Una absoluta barbaridad.

MEMYSELF&I escribió:

Eloy escribió:No mires atrás con ira, decían aquel par de hooligans de Manchester. Y una mierda que no, debió pensar Manuel en su momento. Pasando del hit single de marras y abrazando la peli de Tony Richardson (basada en una obra de teatro de John Osborne, doble cita cultureta), Hotel Valmont dice que sí. Que mires atrás con ira. Porque la ira es el perfecto contrapunto de la nostalgia. Ambas se compensan, y equilibrar la una con la otra es lo que hace que a día de hoy te puedas por fin reconocer como lo que eres. 

Y lo que eres es un hombre a una banda pegado. Una banda que ha compuesto y grabado el mejor disco de rock en español de los últimos tiempos. Nadie que pase de los treinta y muchos y no esté castrado por la ridícula fragilidad de estos tiempos de mierda, puede dejar de sentirse representado en la ira de Manuel y sus secuaces. Una ira lúcida, tan airada como reflexiva. Tan íntima y personal como, por inteligente simpatía, universal. 

Hotel Valmont, el disco, es prácticamente un manifesto generacional. Manuel siempre ha sido, voluntariamente o a su pesar, un songwriter, en el sentido más anglosajón del término. Alguien que cuenta historias y que, vicios que tiene uno, le da por musicarlas. Y en esta ocasión lo que ha hecho es explicarnos una historia que muchos reconocemos como propia. La historia de alguien que reivindica su sitio en un mundo que se empeña en decirle que ya no pertenece a él. Que le quiere jubilar a base de idiotez y exclusión disfrazada de buenrollismo. ¿Una historia explícita? No, no es tan obvio el amigo. Pero con una mínima cultura y capacidad para leer entre líneas, las diez canciones de este disco deberías saber que te están hablando a tí a través de él. Con un montón de guitarras por si todavía no habías entendido de qué iba el tema. 

Porque sí, Hotel Valmont es un disco de guitarras de una banda de guitarras. Un instrumento arcaico, desfasadísimo si lo que se pretendiera fuera reflejar el angst existencial (risas) de las nuevas y blandengues generaciones. Esto no va de ritmos urbanos y mestizaje de mierda. No hay bases, loops ni pollas. Lo que hay es el puñetazo en la mesa de un cuarentón que mira hacia atrás con ira. Porque sabe que mirar hacia atrás de otro modo, es de lloricas.
Solo reivindicando con mala hostia lo que fuiste, lo que viviste y lo que mamaste, puedes entenderte a día de hoy. Y, en un enorme corte de mangas a los cretinos, los modernos y los alaúltima, parir undisco como este. No voy a desgranar el álbum tema por tema. ¿Es «Territorio Perdido» un perfecto single? ¿Es «Los Santos» una patada en los huevos? ¿Es «Robot» un grito sin eco? ¿Es «Marrakech» la banda sonora de ese recuerdo que, en una u otra forma, todos atesoramos y no sabemos expresar? Lo es, lo son. Pero no se puede reseñar, explicar este disco canción a canción. Sería como hacer la crítica de un libro capítulo a capítulo. 

Hotel Valmont es un libro cuasi perfecto. Un puto viaje a través de lo que fuimos para ser lo que somos, con un final absolutamente magistral. 
Una orgía de rimas que dicen tanto, que hasta da un poco de rabia. Porque dan ganas de coger a Manuel por las solapas y decirle eh cabrón, haz que esto lo conozca más gente. Mucha más gente. 

Una absoluta barbaridad.

Pendejo escribió:

Moltisanti escribió:

A ver si puedo ir.

Eloy escribió:No mires atrás con ira, decían aquel par de hooligans de Manchester. Y una mierda que no, debió pensar Manuel en su momento. Pasando del hit single de marras y abrazando la peli de Tony Richardson (basada en una obra de teatro de John Osborne, doble cita cultureta), Hotel Valmont dice que sí. Que mires atrás con ira. Porque la ira es el perfecto contrapunto de la nostalgia. Ambas se compensan, y equilibrar la una con la otra es lo que hace que a día de hoy te puedas por fin reconocer como lo que eres. 

Y lo que eres es un hombre a una banda pegado. Una banda que ha compuesto y grabado el mejor disco de rock en español de los últimos tiempos. Nadie que pase de los treinta y muchos y no esté castrado por la ridícula fragilidad de estos tiempos de mierda, puede dejar de sentirse representado en la ira de Manuel y sus secuaces. Una ira lúcida, tan airada como reflexiva. Tan íntima y personal como, por inteligente simpatía, universal. 

Hotel Valmont, el disco, es prácticamente un manifesto generacional. Manuel siempre ha sido, voluntariamente o a su pesar, un songwriter, en el sentido más anglosajón del término. Alguien que cuenta historias y que, vicios que tiene uno, le da por musicarlas. Y en esta ocasión lo que ha hecho es explicarnos una historia que muchos reconocemos como propia. La historia de alguien que reivindica su sitio en un mundo que se empeña en decirle que ya no pertenece a él. Que le quiere jubilar a base de idiotez y exclusión disfrazada de buenrollismo. ¿Una historia explícita? No, no es tan obvio el amigo. Pero con una mínima cultura y capacidad para leer entre líneas, las diez canciones de este disco deberías saber que te están hablando a tí a través de él. Con un montón de guitarras por si todavía no habías entendido de qué iba el tema. 

Porque sí, Hotel Valmont es un disco de guitarras de una banda de guitarras. Un instrumento arcaico, desfasadísimo si lo que se pretendiera fuera reflejar el angst existencial (risas) de las nuevas y blandengues generaciones. Esto no va de ritmos urbanos y mestizaje de mierda. No hay bases, loops ni pollas. Lo que hay es el puñetazo en la mesa de un cuarentón que mira hacia atrás con ira. Porque sabe que mirar hacia atrás de otro modo, es de lloricas.
Solo reivindicando con mala hostia lo que fuiste, lo que viviste y lo que mamaste, puedes entenderte a día de hoy. Y, en un enorme corte de mangas a los cretinos, los modernos y los alaúltima, parir undisco como este. No voy a desgranar el álbum tema por tema. ¿Es «Territorio Perdido» un perfecto single? ¿Es «Los Santos» una patada en los huevos? ¿Es «Robot» un grito sin eco? ¿Es «Marrakech» la banda sonora de ese recuerdo que, en una u otra forma, todos atesoramos y no sabemos expresar? Lo es, lo son. Pero no se puede reseñar, explicar este disco canción a canción. Sería como hacer la crítica de un libro capítulo a capítulo. 

Hotel Valmont es un libro cuasi perfecto. Un puto viaje a través de lo que fuimos para ser lo que somos, con un final absolutamente magistral. 
Una orgía de rimas que dicen tanto, que hasta da un poco de rabia. Porque dan ganas de coger a Manuel por las solapas y decirle eh cabrón, haz que esto lo conozca más gente. Mucha más gente. 

Una absoluta barbaridad.

Steve Trumbo escribió:Billete de AVE sacado, yeah.

m señor escribió:Mmmm......yo no estoy muy deacuerdo con el texto de Eloy

Cada uno interpreta el disco a su manera....sé que Manuel por la conversación que tuve con él en el azkena tal vez este en ese punto....pero la nostalgia no va conmigo.
Las guitarras arcaicas....el mundo de los demás...la pose de derrotado....
Un puto nuevo CD es una revolución.
Punto.

m

Boohan escribió:

m señor escribió:Mmmm......yo no estoy muy deacuerdo con el texto de Eloy

Cada uno interpreta el disco a su manera....sé que Manuel por la conversación que tuve con él en el azkena tal vez este en ese punto....pero la nostalgia no va conmigo.
Las guitarras arcaicas....el mundo de los demás...la pose de derrotado....
Un puto nuevo CD es una revolución.
Punto.

m

La nostalgia no es mala, y en este disco hay  paladas. Siendo Marrakech la guinda del pastel nostálgico  Y cada uno interpreta según cómo le llega, según el momento que esté viviendo, qué tipo de nostalgia transmiten las canciones. Pueden ser con ira, pueden traer recuerdos dulces. O un poco de todo.

Neska escribió:Si me fui a un rincón remoto y profundo de León para verles cómo no acercarme a Madrid! Aunque hasta el último momento no estaré segura de poder.

De todas formas, aparte de tan magno evento… ¿Qué demonios hay el 9 de julio en Madrid para que el precio de los hoteles esté tan disparadísimo?

Godofredo escribió:

Neska escribió:Si me fui a un rincón remoto y profundo de León para verles cómo no acercarme a Madrid! Aunque hasta el último momento no estaré segura de poder.

De todas formas, aparte de tan magno evento… ¿Qué demonios hay el 9 de julio en Madrid para que el precio de los hoteles esté tan disparadísimo?

Pendejo escribió:

Godofredo escribió:

Neska escribió:Si me fui a un rincón remoto y profundo de León para verles cómo no acercarme a Madrid! Aunque hasta el último momento no estaré segura de poder.

De todas formas, aparte de tan magno evento… ¿Qué demonios hay el 9 de julio en Madrid para que el precio de los hoteles esté tan disparadísimo?

Madcool

Neska escribió:Si me fui a un rincón remoto y profundo de León para verles cómo no acercarme a Madrid! Aunque hasta el último momento no estaré segura de poder.

De todas formas, aparte de tan magno evento… ¿Qué demonios hay el 9 de julio en Madrid para que el precio de los hoteles esté tan disparadísimo?

Boohan escribió:

Eloy escribió:No mires atrás con ira, decían aquel par de hooligans de Manchester. Y una mierda que no, debió pensar Manuel en su momento. Pasando del hit single de marras y abrazando la peli de Tony Richardson (basada en una obra de teatro de John Osborne, doble cita cultureta), Hotel Valmont dice que sí. Que mires atrás con ira. Porque la ira es el perfecto contrapunto de la nostalgia. Ambas se compensan, y equilibrar la una con la otra es lo que hace que a día de hoy te puedas por fin reconocer como lo que eres. 

Y lo que eres es un hombre a una banda pegado. Una banda que ha compuesto y grabado el mejor disco de rock en español de los últimos tiempos. Nadie que pase de los treinta y muchos y no esté castrado por la ridícula fragilidad de estos tiempos de mierda, puede dejar de sentirse representado en la ira de Manuel y sus secuaces. Una ira lúcida, tan airada como reflexiva. Tan íntima y personal como, por inteligente simpatía, universal. 

Hotel Valmont, el disco, es prácticamente un manifesto generacional. Manuel siempre ha sido, voluntariamente o a su pesar, un songwriter, en el sentido más anglosajón del término. Alguien que cuenta historias y que, vicios que tiene uno, le da por musicarlas. Y en esta ocasión lo que ha hecho es explicarnos una historia que muchos reconocemos como propia. La historia de alguien que reivindica su sitio en un mundo que se empeña en decirle que ya no pertenece a él. Que le quiere jubilar a base de idiotez y exclusión disfrazada de buenrollismo. ¿Una historia explícita? No, no es tan obvio el amigo. Pero con una mínima cultura y capacidad para leer entre líneas, las diez canciones de este disco deberías saber que te están hablando a tí a través de él. Con un montón de guitarras por si todavía no habías entendido de qué iba el tema. 

Porque sí, Hotel Valmont es un disco de guitarras de una banda de guitarras. Un instrumento arcaico, desfasadísimo si lo que se pretendiera fuera reflejar el angst existencial (risas) de las nuevas y blandengues generaciones. Esto no va de ritmos urbanos y mestizaje de mierda. No hay bases, loops ni pollas. Lo que hay es el puñetazo en la mesa de un cuarentón que mira hacia atrás con ira. Porque sabe que mirar hacia atrás de otro modo, es de lloricas.
Solo reivindicando con mala hostia lo que fuiste, lo que viviste y lo que mamaste, puedes entenderte a día de hoy. Y, en un enorme corte de mangas a los cretinos, los modernos y los alaúltima, parir undisco como este. No voy a desgranar el álbum tema por tema. ¿Es «Territorio Perdido» un perfecto single? ¿Es «Los Santos» una patada en los huevos? ¿Es «Robot» un grito sin eco? ¿Es «Marrakech» la banda sonora de ese recuerdo que, en una u otra forma, todos atesoramos y no sabemos expresar? Lo es, lo son. Pero no se puede reseñar, explicar este disco canción a canción. Sería como hacer la crítica de un libro capítulo a capítulo. 

Hotel Valmont es un libro cuasi perfecto. Un puto viaje a través de lo que fuimos para ser lo que somos, con un final absolutamente magistral. 
Una orgía de rimas que dicen tanto, que hasta da un poco de rabia. Porque dan ganas de coger a Manuel por las solapas y decirle eh cabrón, haz que esto lo conozca más gente. Mucha más gente. 

Una absoluta barbaridad.

Joder.

Lo clavas.