RONDA 7.45 DEL CONCURSO DE MICRORRELATOS. ADMINISTRA OTRA VEZ, SAM.

m señor escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Toro escribió:

salakov escribió:Me la he rascado con fuerza.

¡Exijo mi punto!

Si es mucha fuerza será de sutura...

si lo tienes bien fácil, más hacer show, ganarse un puntito y menos llorar

También puede probar con la segunda ronda de la PEcP, que ya hay otros seis relatos en busca de autor.

Hombre, a ver... es menos esfuerzo llorar

Si se lo doy por rascarse la oreja se impugna a sí mismo.

Con el.orgullo que sacaba chinokov....y ahora llorando por un punto.
que cosas...
m

Vinny Vedecci escribió:1. Adoctrinamiento receptivo

Me informaron mal desde que nací, pensando de forma inocente, supongo, en protegerme, pero empezaban a moldearme.
Reyes magos, Ratoncito Pérez o la virgen María.
No iba a dudar, me lo contaban mis padres, que eran los más listos, buenos y guapos del mundo.
Pero era un entrenamiento para nuestra sociedad, que nunca ha buscado informarnos bien.
Dictadores malísimos muertos y derrotados por presidentes bondadosos, sabios y carismáticos.
«Puedes conseguir todo lo que quieras», «los límites los pones tú», «atraes lo que deseas», y todas esas mierdas que conoces de sobra.
Mensajes que graban en tu mente todos aquellos que tienen lo que desean, que son guapos, poderosos, listos, millonarios. Que solo se preocupan de mantener su status frente a ti, mientras intentan convencerte de que podrás ser uno de ellos. Nunca podrás creyendo en lo que dicen otros.
¡Deja de consumir información ultraprocesada! ¡Sal tú a buscar el conocimiento!

Vinny Vedecci escribió:2. La Catedral del hombre

Me informaron mal, muy mal. Primero, como en aquellos juegos de lógica que nos enseñaban de pequeños, me dijeron que había dos guardianes. Uno de ellos siempre decía la verdad y el otro, por el contrario, siempre mentía. Estaba exultante, porque me sabía como solucionar el entuerto, pero cuando llegué al lugar en el que se suponía que alguien me iba a decir el camino exacto hasta el Cielo, allí no había más que un mastuerzo a modo de guardián de cuatro grandes portones que a saber dónde conducían. Quiero pensar que sus destinos eran Cielo, Infierno, Purgatorio y … San Mamés, o cualquier otro lugar de baja estofa. Anda que si teniendo a mano el camino del Infierno, te equivocas y te vas a San Mamés, es para perseguirte a hostias por todo Bilbado (huy, por dios, lo que he dicho).

Vinny Vedecci escribió:3. El final del principio

Me informaron mal, no sabía que después de la ruptura íbamos a discutir otra vez. Y otra vez. Y otra más. Que nos íbamos a decir cosas horribles que no queríamos decir. Que luego íbamos a estar juntos, en silencio, un día tras otro, para más tarde volver a hablar poco a poco. Que pasaría el tiempo y haríamos el amor, cada vez con más pasión, para acabar haciéndolo todos los días. Que reiríamos juntos, cenaríamos juntos, amaneceríamos juntos. Que seríamos inseparables. Que después parecería que nos conocemos cada vez menos, pero disfrutando con cada cosa nueva que descubriéramos el uno del otro. Que ya no viviríamos juntos, pero esperaríamos con ilusión vernos cada día. Que hablaríamos por teléfono sin parar. Que tendríamos dudas de si nos gustábamos de verdad. Que nos encontraríamos en una parada de autobús. Que fuéramos dos almas solitarias que nunca pensaron en querer a nadie.

Vinny Vedecci escribió:4. Pedrerol informa: Mbappé madridista. Fichaje inminente.

Me informaron mal.

Vinny Vedecci escribió:5. Tratado de teratología

Me informaron mal y no encontré el local, en su lugar terminé en una nave apartada. En cuanto traspasé la puerta, me prohibí cerrar los ojos. Comprendí que no debía inventar vergüenzas donde marginados, amorfos y tullidos hallan paz. ¿Podéis creerlo?, allí la mujer barbuda se sabía hermosa. Sin ningún pudor, ufano, un tipo alardeaba de la joya en su muñón (1). Ajenos a miradas inquisitorias, el tronco humano —síndrome de tetraamelia— era llevado a hombros por un enano asimismo encimado a un hercúleo gigantón. Capital de la asimetría, cantina imposible de ortopedias, de los baños llegaban gemidos de jorobados homosexuales esbozando, en vano, complicadas figuras para darse placer ¿Acromegalia? ¿Bicefalia? ¿Acondroplasia? Las etiquetas pertenecían al exterior, aquí la palabra «monstruo» era delito; la palabra «normal», un subrayado. Esto era territorio puro del amor, arcadia feliz, un espacio donde los contrechos podían mostrarse vanidosos. Un lugar donde nadie juzgaba a nadie.


(1): “Es para siempre”, ronda 7.44.

Vinny Vedecci escribió:6. El hombre de la Catedral

En definitiva, que sin saber si aquel pollo mentía o no, no sabía por dónde empezar. Decidí preguntarle por el camino al Cielo y coger cualquiera diferente del señalado. Una decisión de mierda, lo sé, pero la culpa es de quien me informó, que me metió en la cabeza las adivinanzas y a ver quién me saca de ese imaginario ahora.
Resultado: Llegué a un campo de fútbol y no era San Mamés. Había personas normales allí, que para un campo de fútbol es mucho nivel.
Os preguntareis por qué no regresé al punto de partida y volví a probar con otra puerta. Lo pensé, pero me habían avisado de que el destino de las puertas cambiaba. Claro, pensé, es que si no, acierta cualquier mangurrián. Y el Cielo es para cuatro elegidos, así como el Infierno. Para los torpes y pobres de espíritu ya hemos hecho los campos de fútbol, con catedral y toda la pesca.

Vinny Vedecci escribió:7. Un buen curro

Me informaron mal, aunque no les culpo. Debí sospechar en cuanto vi la granja, pero necesitaba pagar el alquiler. No iba a dejar de comer pollas y seguiría viviendo en las cloacas, pero oye, esto no está tan mal y el sueldo da para más que mi ojete. No me informaron mal, realmente el destino quiso que leyera aquel anuncio  puesto de popper y coca.

Vinny Vedecci escribió:8. Tamaño natural

Me informaron mal. Con un lenguaje que parecía sacado de una convencional novela erótica, en la propaganda se decía que la muñeca hinchable e interactiva tenía los labios sensuales, turgentes los pechos, torneados los muslos, ojos verdes y rasgados, cintura de avispa; y que cuando entraba en acción, sus movimientos se acoplaban a los del usuario, acompañados de gemidos orgásmicos… Y aunque no puedo decir que me engañaran, ahora tengo que aprender a conocerla y quererla mejor, más allá de esa burda descripción, de la mera apariencia. Porque de lo que no informaban es de que si a Fanny —así es como la llamo— no le gustan algunas de las formas en que le hago el amor, o las palabras que en los bruscos arrebatos de deseo le susurro al oído, entonces empieza a desinflarse lentamente en un hastiado y profundo suspiro de decepción.

Vinny Vedecci escribió:9. Pésame. Pésame mucho

Me informaron mal: «Sala tres». Busqué sin éxito entre la multitud arracimada en la estancia principal del tanatorio —ningún conocido—, así que no tuve más remedio que entrar tímidamente al velatorio. Sólo se encontraba allí una anciana a la que un señor acababa de presentar sus respetos, visiblemente aliviado al cederme el testigo de las condolencias. Me abrazó llorosa: «Sabía que vendrías». No me atreví a confesarle que no la conocía, así que asentí y miré al féretro abierto tras el cristal. El finado abrió los ojos y me sonrió. Mira... qué contento se ha puesto al verte —me dijo—. Creo que se ha confundido, señora... no lo conozco... —admití finalmente, obviando el hecho de que estuviese muerto—. Pero él a ti, sí —afirmó, apretándome cariñosa el brazo—. Anda, y ahora vete, que tu difunto tío está esperándote en la sala ocho. No te saludará, siempre fue un sieso —añadió.

Vinny Vedecci escribió:10. m señor el día que ganó

Me informaron mal, yo nunca salgo del underground.

Vinny Vedecci escribió:11. Toda la madrugada del 11 de noviembre en vela, con la parafernalia del Delorean, esperando el puto rayo

Me informaron mal

Vinny Vedecci escribió:12. Conejo

Me informaron mal y cuando llegué disfrazado de conejo rosa todos se giraron sorprendidos. El CEO de la compañía hizo una mueca de disgusto, aunque por lo menos ahora ya sabía de mi existencia. Me escabullí (si es que eso es posible en una oficina llena de personas con traje de gala cuando vas vestido de conejo) hasta la barra más cercana y pedí un trago, ante la mirada compadecida del camarero. Me encontraba ahogando mis penas cuando se me acercó Lucy, la de recepción. Me extrañó, porque nunca me había dirigido la mirada. Posó una mano en mi hombro, y me dijo susurrando, «Qué suave». Me giré, incrédulo, para descubrir que no solo Lucy, todas las chicas de administración me rodeaban. Comenzaron a acariciarme, tirándome de las orejas de felpa, noté a alguna atrevida tanteando en busca de la cremallera del traje... Al día siguiente me despidieron, evidentemente.

Vinny Vedecci escribió:

Vinny Vedecci escribió:12. Conejo

Me informaron mal y cuando llegué disfrazado de conejo rosa todos se giraron sorprendidos. El CEO de la compañía hizo una mueca de disgusto, aunque por lo menos ahora ya sabía de mi existencia. Me escabullí (si es que eso es posible en una oficina llena de personas con traje de gala cuando vas vestido de conejo) hasta la barra más cercana y pedí un trago, ante la mirada compadecida del camarero. Me encontraba ahogando mis penas cuando se me acercó Lucy, la de recepción. Me extrañó, porque nunca me había dirigido la mirada. Posó una mano en mi hombro, y me dijo susurrando, «Qué suave». Me giré, incrédulo, para descubrir que no solo Lucy, todas las chicas de administración me rodeaban. Comenzaron a acariciarme, tirándome de las orejas de felpa, noté a alguna atrevida tanteando en busca de la cremallera del traje... Al día siguiente me despidieron, evidentemente.

No me informaron mal, este relato es el mejor que he leído nunca por disfrazar a un calzador de conejo rosa.

m señor escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Vinny Vedecci escribió:12. Conejo

Me informaron mal y cuando llegué disfrazado de conejo rosa todos se giraron sorprendidos. El CEO de la compañía hizo una mueca de disgusto, aunque por lo menos ahora ya sabía de mi existencia. Me escabullí (si es que eso es posible en una oficina llena de personas con traje de gala cuando vas vestido de conejo) hasta la barra más cercana y pedí un trago, ante la mirada compadecida del camarero. Me encontraba ahogando mis penas cuando se me acercó Lucy, la de recepción. Me extrañó, porque nunca me había dirigido la mirada. Posó una mano en mi hombro, y me dijo susurrando, «Qué suave». Me giré, incrédulo, para descubrir que no solo Lucy, todas las chicas de administración me rodeaban. Comenzaron a acariciarme, tirándome de las orejas de felpa, noté a alguna atrevida tanteando en busca de la cremallera del traje... Al día siguiente me despidieron, evidentemente.

No me informaron mal, este relato es el mejor que he leído nunca por disfrazar a un calzador de conejo rosa.

De calzador nada...siento que hayas escrito un relato ganador.....pero ahora apechuga

m
.

Vinny Vedecci escribió:Pongamos en práctica la Doctrina Toro, ya que nadie más se anima a hacer chow chow.

salakov escribió:Doctrina Toro. Representación gráfica.

Spoiler:

Zzzz escribió:7. Un buen curro

Me informaron mal, aunque no les culpo. Debí sospechar en cuanto vi la granja, pero necesitaba pagar el alquiler. No iba a dejar de comer pollas y seguiría viviendo en las cloacas, pero oye, esto no está tan mal y el sueldo da para más que mi ojete. No me informaron mal, realmente el destino quiso que leyera aquel anuncio  puesto de popper y coca.

quakto

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8. Tamaño natural

Me informaron mal. Con un lenguaje que parecía sacado de una convencional novela erótica, en la propaganda se decía que la muñeca hinchable e interactiva tenía los labios sensuales, turgentes los pechos, torneados los muslos, ojos verdes y rasgados, cintura de avispa; y que cuando entraba en acción, sus movimientos se acoplaban a los del usuario, acompañados de gemidos orgásmicos… Y aunque no puedo decir que me engañaran, ahora tengo que aprender a conocerla y quererla mejor, más allá de esa burda descripción, de la mera apariencia. Porque de lo que no informaban es de que si a Fanny —así es como la llamo— no le gustan algunas de las formas en que le hago el amor, o las palabras que en los bruscos arrebatos de deseo le susurro al oído, entonces empieza a desinflarse lentamente en un hastiado y profundo suspiro de decepción.

Monegasco

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9. Pésame. Pésame mucho

Me informaron mal: «Sala tres». Busqué sin éxito entre la multitud arracimada en la estancia principal del tanatorio —ningún conocido—, así que no tuve más remedio que entrar tímidamente al velatorio. Sólo se encontraba allí una anciana a la que un señor acababa de presentar sus respetos, visiblemente aliviado al cederme el testigo de las condolencias. Me abrazó llorosa: «Sabía que vendrías». No me atreví a confesarle que no la conocía, así que asentí y miré al féretro abierto tras el cristal. El finado abrió los ojos y me sonrió. Mira... qué contento se ha puesto al verte —me dijo—. Creo que se ha confundido, señora... no lo conozco... —admití finalmente, obviando el hecho de que estuviese muerto—. Pero él a ti, sí —afirmó, apretándome cariñosa el brazo—. Anda, y ahora vete, que tu difunto tío está esperándote en la sala ocho. No te saludará, siempre fue un sieso —añadió.

Eloyso

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10. m señor el día que ganó

Me informaron mal, yo nunca salgo del underground.

m, tal vez

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11. Toda la madrugada del 11 de noviembre en vela, con la parafernalia del Delorean, esperando el puto rayo

Me informaron mal

Reg

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12. Conejo

Me informaron mal y cuando llegué disfrazado de conejo rosa todos se giraron sorprendidos. El CEO de la compañía hizo una mueca de disgusto, aunque por lo menos ahora ya sabía de mi existencia. Me escabullí (si es que eso es posible en una oficina llena de personas con traje de gala cuando vas vestido de conejo) hasta la barra más cercana y pedí un trago, ante la mirada compadecida del camarero. Me encontraba ahogando mis penas cuando se me acercó Lucy, la de recepción. Me extrañó, porque nunca me había dirigido la mirada. Posó una mano en mi hombro, y me dijo susurrando, «Qué suave». Me giré, incrédulo, para descubrir que no solo Lucy, todas las chicas de administración me rodeaban. Comenzaron a acariciarme, tirándome de las orejas de felpa, noté a alguna atrevida tanteando en busca de la cremallera del traje... Al día siguiente me despidieron, evidentemente.

Vinny

Zzzz escribió:Mira otra vez, no sea que te hayan informado mal.

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:Mira otra vez, no sea que te hayan informado mal.

Nada, zero, zilch.

Ahora bien, dos autores están, solo que no donde les corresponde.

Zzzz escribió:Mira otra vez, no sea que te hayan informado mal.

Zzzz escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:Mira otra vez, no sea que te hayan informado mal.

Nada, zero, zilch.

Ahora bien, dos autores están, solo que no donde les corresponde.

Sabía que tenía que hacer el enroque Reg-quakto.

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:Mira otra vez, no sea que te hayan informado mal.

Nada, zero, zilch.

Ahora bien, dos autores están, solo que no donde les corresponde.

Sabía que tenía que hacer el enroque Reg-quakto.

Te hubieras quedado igual.

Zzzz escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:

Vinny Vedecci escribió:

Zzzz escribió:Mira otra vez, no sea que te hayan informado mal.

Nada, zero, zilch.

Ahora bien, dos autores están, solo que no donde les corresponde.

Sabía que tenía que hacer el enroque Reg-quakto.

Te hubieras quedado igual.

Me haces luz de gas.

Troy Mc Clure escribió:ya se ha ido a cenar Vinny?

salakov escribió:Sí es poco.

Esmeralda escribió:Bueno, muy bien,  no?

Esmeralda escribió:Por fin se va a materializar algo así, una pena la gente que se pasa poco ahora, se os echa de menos

El asombroso mundo micorrelatil


Era mi primer Azkena. A medida que la autopista me acercaba a la ciudad se hacían cada vez más presentes enormes nubarrones negros, fogonazos de rayos. No importaba, iba a ver a Fogerty y además iba a conocer a todos. Después de tantos meses leyendo, escribiendo, pensé mientras aspiraba el metálico aire de tormenta. Habíamos quedado en un restaurante a las afueras, la Pantorrilla Enroscada. El comedor del fondo, masculló el camarero sin levantar la vista de la barra. El corredor oscuro terminaba en una puerta verde y detrás un intenso murmullo de voces hablando a la vez. Distinguí palabras sueltas (¡lamentable metalregneko!, decía una voz, istivi i pinti, gritaba otra, ¡poeta negro merecidísimo!, gritaban atrás). Sonreí. Allí estaban, por fin. La abrí, pero no había personas. Eran unos extraños seres, algunos bidimensionales, de tamaño diverso. Algunos semejaban personas, otros objetos con extremidades, fotografías que habían cobrado vida, dibujos. Un tipo negro con un clarinete presidía la mesa. A su lado, una cabeza bicéfala de dos perfiles hablaba por un lado con la tía de la portada de Black Sabbath y por el otro con un tipo enfadado con el pelo verde, junto a un mosquito jugando al básket, un cuadrado negro con letras blancas trataba de beber por  diciendo que mi vigilas y me juzgas, un tipo con gafas y pinta de cura arrojaba aceitunas a un pequeño rebaño de gifs que triscaba juguetón sobre su cabeza, un negro fumaba un porro echando el humo a un paisaje rosado con palmeras que se inclinaba sobre  un conejo de peluche, un tipo en blanco y negro con bigote, un barbudo le cogía la mano a una chica dibujada con gafas. Y estaba Bowie y otros con pinta de músico, algunos en blanco y negro, otros en color. Todos vivían y bebían cerveza. Algunos fumaban, saliéndose el humo al otro lado de su ser bidimensional.

Me quedé paralizado por el horror. Quise retroceder, pero me vieron y se hizo el silencio.

El enorme ojo empezó a gritar:

- ¡Os dije que no se había transmutado!

El resto de seres se fueron levantando lentamente, algunos amenazantes, otros desconcertados. 

- Tal vez es que usa la versión web desde el móvil y no ha visto los avatares - dijo el toro, con voz suave.

Pero el ojo fue implacable. 

- ¡Rigorrrrr!!!! ¡Rigorrrr!!!!!! - bramaba, hinchándose su cristalino.

 Fue lo último que escuché. Corrí. Desde el móvil me di de baja en el foro. Me han visto, pero es igual. En su mundo ya no existo.

Vinny Vedecci escribió:Infórmense mal y voten peor.