VUELVE M KARMEN. MODERNO GANADOR: He visto el futuro. Ronda 27 de la novena temporada. Lo de los cuentitos... (MIMIKOV QUINTANA, GANAPÁN)

m señor escribió:

Sugar Bug escribió:

m señor escribió:¿No se va a votar como la primera vez que ganó sugar?



Que decepción.....

m

si haces un show te dejo votar cuatro veces.

Voy....¿lo quieres.con sangre o sin?

m

Sugar Bug escribió:

m señor escribió:

Sugar Bug escribió:

m señor escribió:¿No se va a votar como la primera vez que ganó sugar?



Que decepción.....

m

si haces un show te dejo votar cuatro veces.

Voy....¿lo quieres.con sangre o sin?

m

Siempre con.

Sugar Bug escribió:1. (Des)gentrificando

-Hablemos de huevos fritos, señorita…

Manolo Garcia, el dueño del Manolo’s, se encaró con Penélope McBridge, la reputada crítica de la aún más reputada “Sibarit’s Guide”. A Manolo le había caído una inesperada fama cuando su bar de la Prospe salió en un tik-tok de un famoso influencer, diciendo que sus tapas eran “best of Barcelona”.

Total, que Manolo, acostumbrado a su manejable clientela de barrio, se encontró con riadas de guiris robándole el sitio a los parroquianos de siempre. Y los vecinos cabreados. Y él sin dar abasto. Y entonces llegó Penélope, que pidió los huevos fritos, le fascinaron y reclamó la presencia de Manolo's. Hasta los huevos, es lo que estaba él.

Manolo detalló a Penélope una historia terrorífica sobre aceites reutilizados durante meses. Falso, claro. Pero dos semanas después los guiris habían desaparecido, Manolo recuperó la calma y la Prospe, su mejor bar de tapas.

Sugar Bug escribió:2. Crescerdo (calentando el cerdo para la cena)

Hablemos de huevos fritos, señorita del pan pingao. O de coser un botón, uno cualquiera de una camisa cualquiera. ¿Por qué no de planchar un pañuelo? Uno de esos para los mocos que han caído en desuso. ¿No fueron las señoritas del pan pingao las que pusieron el grito en el cielo? Que qué era eso de meter los mocos en el bolsillo envueltos en una mortaja que luego tendría que lavar y planchar ella. Mejor comprar toneladas de papel tisú para atascar las tuberías. Que esté contenta la señorita del pan pingao.
Hablemos de la persiana que se atasca los viernes. O de que todavía no has aprendido a aparcar si no tienes cincuenta metros. A veces ni así.
Hablemos de los niños, si quieres, no me importa. Pero también de los abuelos. Hablemos de tu madre, que me estoy calentando ya con tanta tontería.
Que te voy a…

Sugar Bug escribió:3. Un puñado de narcisos

«Hablemos de huevos fritos, señorita» era la clave semanal para acceder a La Jonquille. En su interior, un sinfín de individuos daba rienda suelta a su sexualidad: orgías, bacanales, cenagales de babas, comilonas de escroto, todo se podía encontrar. Hartos de relaciones duraderas, de decepcionantes clubs de singles y del agujero negro de Tinder, La Jonquille ofrecía un espacio irreflexivo para el encuentro. Juntar velcros nunca fue tan fácil. Pronto sucursales en todo el mundo engulleron los antiguos bares donde la gente berreaba en karaokes en pos de la cópula. Algunos veían una degradación de las relaciones interpersonales en este modelo, el triunfo definitivo del individualismo neoliberal, pero sus voces eran acalladas por una publicidad al servicio del deseo: «podemos-follar-pero-no-te-puto-pilles». Cada vez menos personas, dentro y fuera, buscaban sólo un poco de ternura. Marginados, eran considerados bichos raros por el resto de la sociedad.

Sugar Bug escribió:4. Método Bronson, manual de seducción para dummies

—Hablemos de huevos fritos, señorita.
El Método lo especifica bien claro en su primer capítulo; hay que entrarles siempre con una frase poco convencional, algo que las deje fuera de juego y las sitúe en una realidad alternativa donde hasta lo más descabellado sea posible, incluido el que acaben decidiendo irse a la cama con un adefesio como yo. Ella me mira desde lo alto de su banqueta en la barra y no dice nada, pero esboza una sonrisa y me clava un escupitajo entre ceja y ceja.
Salgo del bar sin limpiármelo, dejando que me resbale por el puente de la nariz, sacando pecho como si acabara de ser condecorado. Es la primera vez que una mujer que no sea mi madre me da algo sin que tenga que pagar por ello.
Días de gloria se avecinan. El Método funciona y esto no ha hecho más que empezar.

Sugar Bug escribió:5. Nubes y claros


Hablemos de huevos fritos, señorita. Me encantaba que me llamase señorita, me hacía sentir especial. Sabía que esa frase era el preludio de un cuento gastronómico. Mi abuela Mari siempre me contaba historias a través de la comida y mis favoritas comenzaban con huevos en todas sus modalidades. Me contaba que la yema estaba hecha del mismo material que el sol, y que los días nublados se aclaraban si freías un huevo. Cada ingrediente y elaboración eran parte de un engranaje perfectamente diseñado para transmitirme alguna enseñanza. La importancia del tiempo la aprendí con ella a través de las cocciones. Añoro sus manos arrugadas con olor a una mezcla de ajo con lejía y sus bizcochos en cazuela, hasta su carácter ácido y ese ceño fruncido inquisidor. Pero al chisporrotear el aceite de la fritura y al crujir de la puntilla, vuelven aquellas historias y la claridad.

Sugar Bug escribió:6. Una sombra en la noche

—Hablemos de huevos fritos, señorita.
Estaba sentada en comisaría con las piernas cruzadas seductoramente.
—No sé de qué me habla.
—Lo sabe muy bien. Hallamos sus huellas. Y hay testigos. Deja tras de sí un rastro de cadáveres con los huevos calcinados. Hay registros de sus víctimas desde hace 50 años.
—Explíquemelo entonces —dijo encogiéndose de hombros.
El agente perdió los estribos y se puso en pie.
—¡Ya está bien! ¡Sabemos lo que ha hecho! ¡Sólo quiero una explicación!
La joven se levantó, caminando hacia él sensualmente, acercando sus labios a los suyos.
—¿De verdad quiere saberlo? Entonces déjese llevar.
La joven besó al agente, que no pudo resistirse, agarrándole los testículos. Empezó a absorber su energía vital, hasta que cayó fulminado al suelo, arrugado y con los testículos ennegrecidos. La joven se miró al espejo antes de salir de comisaría. Sonriendo, vio cómo desaparecían unas levísimas patas de gallo.

Sugar Bug escribió:7. Cuisine Without Borders S.L.

- «Hablemos de huevos fritos, señorita».

Cayetano Alemany, dueño y director de la empresa Cuisine Without Borders S.L. , saludaba todos los días a su secretaria Nicole Mota con esta frase. Había creado la empresa como una ONG con el noble objetivo de dar de comer a las familias más necesitadas. Las comisiones eran lo suficientemente jugosas como para aumentar considerablemente su ya de por si abultado patrimonio que había adquirido por herencia y clase social. La frase clave con su secretaria para hablar de esas comisiones era precisamente esa «hablemos de huevos fritos, señorita». Nicole, aparte de ser su supuesta secretaria, era de momento su tercera esposa. Cayetano mientras tanto babeaba pensando ya en la cuarta incauta que cayese en sus garras, y en el jugoso puesto que le esperaba en el partido cuando terminaran de defenestrar al tipo ese que de momento había acabado en el grupo mixto.

Sugar Bug escribió:8. “El chef magnífico”

-Hablemos de huevos fritos, señorita…

(señoritaaaa)

-El aceite bien calienteee

(¡caliente!)

- Pero que no se queemee

(¡no!)

Amanda Ruiz, la gran productora, no daba crédito. ¡“El chef magnífico” barrería a El rey León! ¡Iba a ser el mejor musical hecho en España! Glosaría nuestra principal riqueza: ¡la cocina! El afamado compositor Giulio Benitone había perseguido a Amanda con su idea. Ella confió y consiguió la inversión.

En el primer ensayo quiso morir. Actores afónicos, escenografías cutres, canciones ridículas…

El orondo chef celebraba la preparación del huevo frito mientras un coro de mucamas le replicaba.

-La puntilla, la puuntiiillaaaaaaaaaaaa

¡Y ese era el número principal!

Amanda salió sigilosamente y, en la Gran Vía, rompió en sollozos. Adiós dinero y reputación. Pero era una mujer con recursos y se sobrepuso. Cogió su teléfono y llamó a J.A Bayona. ¿Te interesaría una adaptación musical de ‘La sociedad de la nieve’? ¡Hablemos!

Sugar Bug escribió:9. Caminando sobre la luna

-Hablemos de huevos fritos, señorita…
- ¿Cómo los quiere señor?
-Ya tu sabe mi amol
Llevaban años con ese jueguecito en la cafetería de Cabo Cañaveral, donde preparaban los mejores huevos fritos de toda Florida. Gracias a Rosita, Neil Armstrong hablaba español con perfecto acento cubano
El bueno de Armstrong se sentó a leer el periódico, y como era un genio multiuso -gran trompetista también- anotó en una libreta que llevaba siempre consigo una letra, con indicaciones sobre la música que la acompañaba.
Terminó los huevos, se levantó y se despidió de Rosita con un beso y la libretita de regalo. Se iba a la Luna, sí, pero no le daba mayor importancia.
Cuando volvió, Rosita ya no estaba allí. Se mudó a Newcastle donde abrió una huevofritería. Un tipo teñido de rubio la oyó una vez tararear giant steps are what you take …
El resto es historia

Sugar Bug escribió:10. Lo peor de todo

"Hablemos de huevos fritos, señorita…" decía mi hermano imitando la voz de la abuela y nos mondábamos de risa, aunque en el fondo era triste porque me hacía pensar en las otras muchas cosas que a la abuela no le gustaban de mí.

La abuela adoraba a mi hermano. Conmigo creo que supo que me acabaría perdiendo y no sería una cosa diferente de la que fue mi madre, su hija, al final de sus días. No la culpo, pero nadie es responsable de lo que le ocurrió o de lo que luego hizo ella con nosotros.

Era malo que la abuela no parara de lanzarme reproches, pero lo peor de todo fue cuando se rindió conmigo. Cuando ni siquiera me dirigió una palabra cuando me vio llegar a casa desnuda y con el pelo mojado. Supongo que no quería escuchar, ver ciertas cosas o, simplemente, no quería recordar.

Sugar Bug escribió:11. No poseo más que piel.

amb una entrada de muntants tremosos,
tu els erigires temples a l’oïda.
—R.M. Rilke (Trad. Joan Vinyoli)

Hablemos de huevos fritos, señorita.
De patatas y panceta. De sidra. De la sidreria.
De levantarse tarde y el sol entrando por la ventana.
Hablemos de sus besos, señorita. De su resaca.
De su aliento de buena mañana, de sus ojos
entrecerrados, doloridos, adorables ojos.
Del reflejo de sus desnudas caderas
en un vinilo viejo de Barbra Streisand,
de mi mano en su nalga izquierda.
Hablemos de pizza fría, señorita.
De bailar borrachos un canal de Twitch,
usted desnudándose mientras yo me visto,
de buscar un cargador viejo por ahí
en el cajón de los cables sin sentido.
Hablemos de desayunarnos esa pizza.
Hablemos de huevos fritos, señorita,
de sábanas limpias y alcobas con risas.
Hablemos de que quizá usted y yo,
De que quizá nosotros, mañana...
hablemos de juntar nuestros libros,
de cocinar una paella, de merendar,
de meter el tenedor en mi plato sin preguntar...

Sugar Bug escribió:12. Nada por aquí

Hablemos de huevos fritos, señorita. Iba a almorzarme un par y al cascar el primero cayó de su interior un naipe cortado; una reina de picas con los trazos de una firma. Asombrado, casqué otro; apareció la parte restante, encajaba a la perfección. Miré los huevos restantes con desconfianza y preferí abrirme una fabada. ¡Flasssssssh! Una humarada inundó la cocina, de la lata salieron volando dos palomas blancas. Estoy preocupado, temo haber pasado de aluminista a ilusionista de la noche a la mañana. Mire, ¡hop! —le sacó una moneda tras la oreja—. ¿Es grave, señorita? Interesante... lo primero, revisaremos su vista —contestó el viejo doctor—, después un especialista valorará su caso. El facultativo comenzó a escribir su informe: "Derivar al psiquiatra...". No lo hizo con su ininteligible letra habitual, sino con una esmerada escritura redonda, que coronó poniendo unos pequeños círculos sobre todas las íes. Se sintió distinta.

Sugar Bug escribió:13. Shurikens fritos

—Hablemos de huevos fritos, señorita. Dices en tu currículum ser la mejor del mundo. ¿No te parece exagerado?

—En absoluto. Es una cualidad que me hace ser la candidata perfecta para el puesto.

—Explícate.

—Al morir mi abuela heredé su superpoder, con sólo mirar el iris de cualquier persona soy capaz de hacerle su huevo frito perfecto. El punto de cuajado, la puntilla, temperatura, sabor… todo exactamente como le gusta a cada cliente, inmejorable.

—Mira, chinita. Lo que necesito es una cocinera para la tasca, me la sopla cómo hagas los huevos. Si tratas bien a estos dos, —dijo mientras se sobaba sus genitales— el curro es tuyo.

—Ya había visto en sus ojos al recoger la solicitud los huevos fritos ideales para usted.

Abrió el bolso y le lanzó dos huevos fritos con puntilla dura y afilada. Uno lo clavó en su frente, el segundo le seccionó la yugular.

Sugar Bug escribió:14. Cuñados espaciales

-“Hablemos de huevos fritos, señorita. Y no de lo que sirven en esta cafetería. Aceitito humeante en la sartén dispuesta a recibir la zambullida de un buen huevo cascado, esa yema bañada en su clara, salpicada con la ayuda de una espumadera logrando una puntillita apetitosa. Servido en un plato, esperando la colisión de un buen pan recién horneado y mojar una y otra vez. Igual es usted demasiado joven para saber de qué hablo, pero aquí lo único que sirven son sucedáneos asquerosos.”

-“Era mi plato favorito de pequeña, sí. Pero usted comprenderá que aquí no crecen los olivos ni las gallinas ponen huevos, cosas de la gravedad. Pruebe en otro planeta, aquí no dejamos de ser una estación de paso. Lo único que puedo ofrecerle es un buen potaje de garbanzos a gravedad cero y espinacas impresas en 3D cortesía de la Red.”

Sugar Bug escribió:15. Inadvertidos

—Hablemos de huevos fritos, señorita.
Marta seguía perpleja. Incomprensiblemente había aceptado la invitación a sentarse de servicio a conversar, cosa que no recordaba haber hecho en sus treinta años de profesión.
—Usted es profesional y me encantaría saber cómo le gustan.
Comenzó a relatarle a aquel extraño sus huevos favoritos. Confusa pero halagada. No recordaba cliente que se hubiera interesado por lo que ella opinase. Se recreó aprovechando que dejaba de sentirse invisible.
Al terminar, el extraño le agradeció su amabilidad y se levantó.
—Espere, ¿se va?, vuelva otro día a probarlos y nos veremos de nuevo.
—Quizá algún día pueda pagarlos, y no se preocupe, que nos veremos. Yo también era invisible, por eso he venido a hablar con usted.
Boquiabierta quedo mirando como aquel hombre cruzaba la calle y volvía a recostarse bajo el puente arropándose con cartones. Pasaba todos los días junto a él camino del trabajo.

Sugar Bug escribió:16. Huevos fritos rusos

—Hablemos de huevos fritos, señorita—dijo uno de los miembros del jurado.
—Su plato nos parece totalmente indigno de ser presentado a un concurso que busca la excelencia culinaria; no solo es insultantemente burdo, además está horrible. El resto del jurado asentía mientras miraba con severidad a la joven cocinera que hacía verdaderos esfuerzos por no romper a reír.

—Les deconstruiré mi plato. Estos huevos fritos que acaban de probar guardan una serie de peculiaridades: en primer lugar son aquellos que no los prueban los que más los disfrutan. Es un plato que me gusta especialmente servir a imbéciles arrogantes como vosotros. Personas que gustan de ningunear el trabajo y el esfuerzo ajeno. No señores, estos huevos fritos no están horribles. Estos huevos están de muerte. Por cierto, el nombre de la receta es "huevos fritos rusos" o "huevos fritos al polonio 210".

Sugar Bug escribió:17. Camarera, por favor....

- Hablemos de huevos fritos, señorita, no de esto
que está en el plato.
Primero el número de huevos fritos, siempre tiene
que ser impar y la cama de patatas fritas suficiente
para alojarlos. Después la puntillita,  si señorita,
tiene que tener puntillita, natural o artificial echando
un poco de harina, después el color, blancos y
amarillos, no hay más colores posibles y poner la
opción de salsa barbacoa, ketchup o mostaza es
insultar al cocinero.
¡haga usted el favor de llevarse esto! y traigame otro café solo, solísimo.

Sugar Bug escribió:18.  Los huevos de Clara

-Hablemos de huevos fritos, Señorita Rottenmeier.
- Nunca se servirán en esta casa.
- Despedida.

Sugar Bug escribió:empeiza el caos
acabo de borrar la mitad de los relatos!!!
jajajajaja



dame un minuto

m señor escribió:

Sugar Bug escribió:11. No poseo más que piel.

amb una entrada de muntants tremosos,
tu els erigires temples a l’oïda.
—R.M. Rilke (Trad. Joan Vinyoli)

Hablemos de huevos fritos, señorita.
De patatas y panceta. De sidra. De la sidreria.
De levantarse tarde y el sol entrando por la ventana.
Hablemos de sus besos, señorita. De su resaca.
De su aliento de buena mañana, de sus ojos
entrecerrados, doloridos, adorables ojos.
Del reflejo de sus desnudas caderas
en un vinilo viejo de Barbra Streisand,
de mi mano en su nalga izquierda.
Hablemos de pizza fría, señorita.
De bailar borrachos un canal de Twitch,
usted desnudándose mientras yo me visto,
de buscar un cargador viejo por ahí
en el cajón de los cables sin sentido.
Hablemos de desayunarnos esa pizza.
Hablemos de huevos fritos, señorita,
de sábanas limpias y alcobas con risas.
Hablemos de que quizá usted y yo,
De que quizá nosotros, mañana...
hablemos de juntar nuestros libros,
de cocinar una paella, de merendar,
de meter el tenedor en mi plato sin preguntar...

No

No


No



Nada de encabezamientos.....y más peso a los huevos fritos.

m

m señor escribió:3 puntos a.los huevos fritos del espacio......dos puntos a los huevos fritos que no van en bici.....un punto a los huevos fritos del barrio....y un punto a los huevos fritos del concurso.

Buena ronda.....

m

Eduardo Montenegro escribió:Bailemos... salsa.

Nomeko7 escribió:Sé que la foto es la misma de siempre, pero cada vez veo más gordito a Brandon.

salakov escribió:Hermoso.

https://x.com/ElHespanolazo/status/1762897900160401838?s=20

Zzzz escribió:

salakov escribió:Hermoso.

https://x.com/ElHespanolazo/status/1762897900160401838?s=20

Joder, pensé que era Marichalar y es peor todavía.

Zzzz escribió:

salakov escribió:Hermoso.

https://x.com/ElHespanolazo/status/1762897900160401838?s=20

Joder, pensé que era Marichalar y es peor todavía.

Aurora escribió:

Aurora escribió:¿El formulario es esa cosa que hay al principio? ¿Binario?

Zzzz escribió:

Aurora escribió:

Todos estos se ven bastante jóvenes, veo ahí movimientos que harían las delicias de cualquier traumatólogo y fabricante de implantes de cadera según cuentas el percal real de los que bailan.