RONDA 9.50 DEL FRESQUITO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. ZZZZ CAMPEÓN, DE LA RONDA Y DE LA NOVENA EDICIÓN

Para esta última ronda de la novena edición del concurso de microrrelatos del Foro Azkena propongo una frase veraniega y refrescante.

"Del ventilador del techo colgaba..."

Se admite cambio a plural en el verbo (colgaban). También en el tiempo (Cuelga, hubiera o hubiese colgado, colgaré, cuelga tú primero, cuelga tú, tonto,...  no has colgado...).

La frase no cuenta para las 150 palabras.

Podemos ir a lo clásico...



O innovar con propuestas más arriesgadas...

Reglas:

Accesorios varios:

CLASIFICACIÓN IX EDICIÓN:

RELATOS:

1.- Mr. Lawrence



2.- El juguete roto

Del ventilador del techo colgaba una foto. Una foto del momento mismo de lo que ella suponía un orgasmo y que en realidad era el infarto que acabó con la vida de su marido. Una mañana amaneció con una erección que ella quiso aprovechar. Por casualidad, palpó y aquello estaba muy duro. Se quitó las bragas, le quitó los calzoncillos sin despertarlo y se sentó a horcajadas sobre él. No tuvo que agarrarla para clavársela, entró como si fuera el único camino posible. Poco a poco fue despertando de su ¿sueño? ¡Sorpresa!
Preparó la cámara mientras seguía con aquello metido hasta el esófago. Entonces abrió los ojos y la boca. Ella pensó en un orgasmo, él supo que algo iba mal. No dijo nada.
Descabalgó del reventado caballo mientras la erección se mantenía incólume. Luego, el desasosiego de explicarlo a la médico que certificó la muerte y porfiaba por montar en aquel juguete roto.


3.- Verdad vs Justicia

Del ventilador del techo colgaban cuatro medallitas.
El resto era un caos: sangre, órganos y vísceras por todas partes. Al entrar, el inspector casi pisa un ojo.
-Mierda.
El forense ya estaba allí. Era un hombre discreto y de intachable reputación.
-¿Quién te lo ha dicho?
-La madre de la última víctima se ha entregado. Aún no le he tomado declaración, pero dice que le ha visto comprando las medallas que supo que habría más niñas y se volvió loca.
-Es imposible haya hecho esto sola.
-Creo que lo hizo con el marido, pero tienen otra hija que no puede quedarse sola y ella no tiene trabajo. Hiciste las autopsias de las niñas, yo no sé qué habría hecho en su lugar.
-Yo sí.
-A veces, odio mi trabajo.
-Yo también. Otras, no tanto.
-Vuelvo a comisaría. Avísame cuando tengas el informe de la autopsia.
-Te lo puedo adelantar ya. Sin duda: suicidio.


4.- Vaciado

Del ventilador del techo colgaba una figurilla de Superman. En un acceso de nostalgia, busqué una goma por la cocina y la enganché allí como tantas veces hice de niño. Accioné el interruptor y quedé absorto ante el vertiginoso vuelo del superhéroe alrededor de mi cuarto. Mi madre lo mantuvo intacto aferrándose a la idea de que nunca me había marchado del todo y ahora, tras su muerte, debía vaciarlo. Cogí un viejo tebeo, que celebró el reencuentro abriéndose con un amable crujido. Debí de pasar horas leyendo antes de que la próstata me urgiese a ir al baño. Ahí también aguardaban imágenes. Vertí gel en la bañera y la llené. Las burbujas se arracimaban reflejando mi imagen como lo harían los ojos compuestos de una mosca. Me sumergí encogido. No quería salir de allí. No hasta oír a mamá diciendo que ya era hora, que se me iban a quedar arrugados los dedos.


5.- Helarte

Del ventilador del techo colgaba una cabeza de cada aspa. También colgaban algunas manos decorativas y otras partes pudendas. Marcos se puso las gafas protectoras y apretó el interruptor. El ventilador comenzó a girar y las cabezas dieron vueltas pelos al viento. La sangre salpicó por todas partes haciendo un gotelé de puta madre en las paredes. El ventilador se detuvo y se quitó las gafas satisfecho, al tiempo que se abría la puerta y entraban los jueces libreta en mano, que habían observado la jugada tras el cristal. Tomaron sus notas oportunas.
—La puntuación media es de 9,5, pasa a la siguiente fase —dijo uno de ellos tras un análisis exhaustivo y las deliberaciones.
La siguiente fase sí que era cojonuda, lo llevaron al Louvre y lo plantaron frente a la Mona Lisa. En el suelo había tres pollos muertos.
—Puede usted comenzar la restauración.
Marcos miró alrededor y se bajó la bragueta.


6.- Deus ex machina

Del ventilador del techo colgaba la camiseta que cogió de la casa donde se coló para no ir desnudo. Se extirpó de la muñeca un microchip, recuperando la información que viajó con él desde el futuro. Preparó una carpeta con todo lo relacionado con el complot de las IAs y los estudios manipulados sobre el Colapso. “Inventor” lo dejó en el despacho de su mujer, quién tenía influencia para tomar las decisiones necesarias.  
Después fue al bosque, donde retiró los tablones que su mujer colocó para que su yo del pasado construyera la cabaña, donde inventó el estabilizador de agujeros de gusano. Tras eso comenzó a sentirse mal, comprendió, y desapareció.
…
Después de un paseo por el bosque, compró un regalo para su mujer, acompañándolo de una nota: “En tus ojos veo una galaxia de estrellas brillantes, en ti veo ESPERANZA”.
Le gustó, ya que colocó en el centro de mesa aquella orquídea blanca.


7.- Rock ‘n’ roll suicide

Del ventilador del techo colgaba yo; girando y girando. Mis pies levitaban igual que un bailarín de ballet al ritmo de “Rock ‘n’ roll suicide”. Como único hilo conductor a la vida terrenal que había abandonado, tenía la cuerda del tendal alrededor de mi cuello. Ese pedacito de esparto era lo único que me ataba a mi pasado.

Norte, sur, este, oeste y vuelta a empezar.

Al realizar la ejecución sentí una supernova dentro de mí. Un alivio me desbordó. Quizás fuera mi pene que se alegraba de verme tras muchos años de ausencia. Nunca imaginé que la hipoxia sentase tan bien. Esperaba ansioso mi inhumación para reunirme con los grandes en el averno y beber whisky. Había deseado la eternidad durante años para poder conocer a mis deidades. Suspenso en el aire, mascullaba cómo sería mi presentación una y otra vez, tan solo susurraría: hola David, encantado de conocerte.


8.- Fin

Del ventilador del techo colgaba Juan Carlos Ablanedo. Igual que una hoja sacudida por la lluvia, su cuerpo daba vueltos de forma absurda. Cansado de ser utilizado en microrrelatos ridículos, había decidido quitarse la vida. Esta vez de verdad.

Aquí la tenéis. Esta es su última historia.


9.- Novena guerra dormondonita

Del ventilador del techo colgaba un dormondonita hecho trizas. Uno menos. Por los apliques de luz se filtraban cánticos dormondonitas de guerra —«domingo en la tarde, fui a los coches de choques, noninoninoni»— y Eusebio disparó hacia ellos. Maldición, ahora estaban bajo el suelo. Armado con una palanca, levantó la tarima y prestó atención. Desde que el imperio dormondonita iniciara un periodo interregno, su virulencia se había multiplicado. Ahora mismo trazaban alianzas con marcianos narcosatánicos negros. Sería el fin del universo. Mierda, joder, quemaría a esos malnacidos. Lleno de determinación, Eusebio aplicó fuego sobre las cañerías y pronto le alcanzó el olor a carne chamuscada. ¡Napalm! ¡Victoria! A través de la lluvia del sistema contraincendios, completamente empapado, sonrió transido. Era un héroe, hostia puta, un paladín galáctico, aunque pronto regresaría su mujer y con ella las lágrimas de incomprensión y los reproches amargos —«¡la recagaste, tarado!»— y esos enfermeros con bata blanca, malditos súbditos dormondonitas.


10.- Amanecer en domingo

Del ventilador del techo colgaba un liguero de encaje, del que emanaba un olor a perfume muy caro. El rumor de agua en el baño, como lluvia tropical. Encendiendo otro cigarrillo, miró de reojo el sujetador y el tanga simétricamente desmayados sobre la butaca. Desnudo y agotado, se sentó al borde de la cama y pisó uno de los zapatos de tacón, charol del bueno. Vio el frasco de Chanel.
Como cada sábado noche, la puesta en escena había funcionado. Desde el mismo lugar de siempre, ese rincón húmedo y oscuro de su cerebro, las dependientas de la zapatería, la perfumería y la tienda de lencería se habían materializado sobre sus sábanas. Las mejores carnes de cada una, fusionadas en la mujer ideal. Los restos de la batalla, victoriosamente esparcidos.
Recogió recibos, cajas y envoltorios. El lunes iría, sonriendo azorado, a excusarlas: no era su talla, no era su número. Gracias por la devolución.


11.- Eulogio: profesional y testarudo.

Del ventilador del techo colgaba ahorcado el comercial de Hilti.

'Es imposible que esos tacos aguanten más de 100 kilos', le dijeron.


12.- Vida perra

Del ventilador del techo colgaban unos gayumbos raídos. Doña Asunción irrumpió en el cuarto,  echó un vistazo y bramó (todo en tiempo récord): ¡Otra vez haciendo manualidades, Alberto!
- ¡Mamá, que llames antes de entrar, jod....!
- Palabrotas no, cortó la madre de Alberto mientras lo apuntaba con un dedo acusador, pero sucio (estaba salteando unas gambas) ¡Y más vale que te afeites ese bigote horroroso!
Alberto, instintivamente, protegió su bigote con la mano izquierda y eso impidió que ella escuchara su contestación.
Cuando salió de casa, con el aire sombrío de los ninis a los que la vida les había dicho que nones y facturado hacia un bucle melancólico, llevaba una carpeta con un billete de lotería:  "Vida perra", el manuscrito en el que ajustaba cuentas con su pasado y se reía del futuro.

Dos años después, sonreía recordándolo todo mientras la fila ante su caseta era la envidia de los autores vecinos.


13.- Vacaciones en Tailandia

Del ventilador del techo colgaba un pulmón. En el sofá había una pierna. Encima de la mesita del comedor estaba la cabeza.

Madre mía... La que se ha liado en un momento… Pensó Daniel mientras sostenía el cuchillo con una mano y se atusaba el pelo con la otra.


14.- Paraíso perdido

Del ventilador del techo colgaba un negligé de satén gris perla. Cómo había ido a parar ahí era algo en lo que prefería no pensar.
Abandonó el dormitorio y se paseó por la casa acariciando los muebles, en un intento pueril de aprehender para siempre la esencia de aquel espacio, tantos años compartido con ella, que ahora le estaba vedado. En cada rincón encontraba rastros del intruso; zapatillas de paño del cuarenta y cuatro, un bote de espuma de afeitar, su desagradable tufo a Varón Dandy invadiéndolo todo.
Desde que lo echaran, aquellas visitas furtivas se repetían martes y jueves. Aunque dijo que lo haría, ella no había cambiado la cerradura y él conservaba su llave. Sentado en el salón, recordó tiempos mejores y tuvo ganas de llorar.
De repente, miró el reloj, se levantó como un resorte y salió de la casa deprisa. Su madre debía de estar a punto de llegar del pilates.


15.- ¡Habrase visto! ¡Lo que hay que ver!

Del ventilador del techo colgaba un cable, y en su extremo lo que parecía un botón de cristal. Cuando subió al colchón descubrió que se trataba de una microcámara espía y palideció al imaginar las imágenes que podría haber grabado aquello, a saber desde cuándo y para quién. El cable se perdía techo arriba, así que con tremendo cabreo forzó la trampilla del desván. En teoría nadie subía a aquel oscuro y polvoriento espacio bajocubierta. Al entrar descubrió una telaraña de cables que confluían tras una columna. Alumbró con la linterna y descubrió una silla, un cenicero lleno y un ordenador sobre una mesita. Enfureció. En la pantalla se sucedían imágenes de todos los vecinos del edificio. Vio al del tercero cagando. A su hijo pajeándose. A la del segundo comerse un moco. Era indignante, para denunciar.  ¿Para qué llevaban los del cuarto al perro al dormitorio? Se sentó. Súbitamente le apeteció volver a fumar.


16.- Eterno

Del ventilador del techo colgaba ella, la araña, desplegando su perfecta tela.
Mucho tiempo dedicado a tejer aquella trampa mortal.
Era una perfecta obra de ingeniería que había ido tejiendo con el paso de los días.
Atrapado en la red había un mosquito, pequeño, insignificante.
Aun no sabía como se las había apañado para acabar así.
Seguramente había sido embaucado con alguna artimaña, algún embrujo malévolo.
Lo único que tenía claro era que no había escapatoria.
A su mente venían las palabras del cura....Para siempre.


17.- No saber, no sufrir

Del ventilador de techo colgaba algo, hilos, o pelusa. Venía agotada de su viaje y nada había cambiado: no había empleada que limpiara bien. Acercó la escalera. Era un mechón de pelo rubio, largo, que tuvo que desenredar de entre las aspas y el motor. En el extremo conservaba algo de piel ensangrentada. Se dejó caer en el sofá con el mechón entre las manos, horrorizada, perpleja. Su hijo mayor tomaba el sol en el jardín, el mediano entrenaba en el garaje y el pequeño leía en su cuarto. Su marido estaba haciendo té en la cocina. Notó que algo tiraba del mechón, era Jasper, siempre dispuesto a jugar. Se levantó de un salto, empujó al perro. Se visualizó gritando, preguntando. Lucas nunca hablaba, era incapaz de hacer daño, Tomás, tan agradable…imposible. Duarte, estudioso, tan parecido a su abuelo… si fuera Juan, tendría que divorciarse. Miró el mechón fijamente antes de salir a quemarlo.


18.- Herencia

Del ventilador del techo colgaba aquel trozo de cuerda en el que Clara se había fijado desde el principio, dos meses atrás, cuando heredó aquella casa. “La abuela la usaría para colgar algún chorizo”.
Sus giros la hipnotizaban conciliando el sueño. Desconocía el sofocante calor toledano al que tuvo que enfrentarse cada noche, culpable sin duda del deterioro que estaba sufriendo tan rápidamente. Cada despertar encontraba su almohada inundada de mechones empapados en sudor y las arrugas en su piel eran más acuciantes. “Pero esa maldita cuerda parece cada noche más larga”. Enajenada, se irguió sobre el colchón, pero al tocarla se congeló. Eran hebras de cabello humano. Irritada, la arranco de cuajo y un agudo chillido la tumbó de nuevo. La cama comenzó a plegarse lateralmente sobre ella. Inmovilizada, la progresiva presión acabó abrazándola por completo, y cuando quedó perdida en la oscuridad, revivió la misma sensación que tenía cuando abrazaba a su abuela.

VOTACIONES Cerradas

Aquí tenéis gazpacho, por supuesto con croquetas.

Me gusta.

¿El ventilador puede ser de pie? Los de techo me da la sensación de que se me van a caer encima.

A mí me dan miedo los ventiladores.

¿Puede ser un pie?

Tenéis que superar vuestros miedos. Aquí tenéis la terapia de grupo que necesitáis.

Yo mismo he instalado el ventilador del techo del dormitorio, con mis manitas, y duermo tranquilo incluso boca arriba, con el riesgo añadido que supone.

Yo te he visto colgar globos que se han caído.

No se me ocurre nada. Voy a escribir algo sobre Cuenca.

Vamos a por otra mala semana......vamos a ver si dejamos esta vez los deberes hechos antes del cierre.

m

Vaya, qué buena remontada, 9 puntos! He empatado con Gae en el octavo puesto y sólo queda una ronda. Cualquier cosa puede pasar. Ahora mis enemigos estarán escribiéndole para que participe y no le venza.

Moderno escribió:Vaya, qué buena remontada, 9 puntos! He empatado con Gae en el octavo puesto y sólo queda una ronda. Cualquier cosa puede pasar. Ahora mis enemigos estarán escribiéndole para que participe y no le venza.

Ventilador de techo Moderno, puede ser el más votado.

Hace poco he vendido en Wallapop un ventilador como ese.

Buenos días.

Qué gusto da despertar bajo las aspas refrescantes del ventilador, con sólo una ligera sábana y la suave piel de tu amada para acariciar lentamente.

Y qué gustazo da que además haya un relato en la bandeja.

Empieza el sábado de la mejor manera posible.

“La suave piel de tu amada…”.

Pues porque ha parado el relato, que si no, tenemos que poner los dos rombos.

“La suave piel de tu amada para acariciar lentamente…”.

Al límite del coma diabético. Decidme, ¿lo pongo aquí?

https://www.foroazkenarock.com/t65569-peores-escenas-sexuales-jamas-narradas

Ahora tal vez esté libando del dulce néctar del fruto prohibido o algo parecido. Recuerdo un relato cojonudo de Eloy que iba de algo así.

Qué envidia y qué rabia da esta gente que se quiere.

salakov escribió:“La suave piel de tu amada para acariciar lentamente…”.

Al límite del coma diabético. Decidme, ¿lo pongo aquí?

https://www.foroazkenarock.com/t65569-peores-escenas-sexuales-jamas-narradas

Lo puedo mejorar.

La dulce piel de tu amada Esmeralda, esmeralda verde como sus ojos, verde como la envidia de quien despierta con el amargo sinsabor de la bilis, también verde, como la marihuana que ya no le permite disfrutar su corazón arrítmico...

Mendiós qué inspiración, tengo que aprovechar este estado de gracia.

m señor escribió:Vamos a por otra mala semana......vamos a ver si dejamos esta vez los deberes hechos antes del cierre.

m

Yo ya dengo los beberes hechos, hicks.

Eduardo Montenegro escribió:

salakov escribió:“La suave piel de tu amada para acariciar lentamente…”.

Al límite del coma diabético. Decidme, ¿lo pongo aquí?

https://www.foroazkenarock.com/t65569-peores-escenas-sexuales-jamas-narradas

Lo puedo mejorar.

La dulce piel de tu amada Esmeralda, esmeralda verde como sus ojos, verde como la envidia de quien despierta con el amargo sinsabor de la bilis, también verde, como la marihuana que ya no le permite disfrutar su corazón arrítmico...

Mendiós qué inspiración, tengo que aprovechar este estado de gracia.

Te remito a los Mojinos Escozíos

verde como los estropajos
verde como los gargajos
los gargajos de los viejos verdes
verdes, me gustan tus ojos verdes
verde como las lechugas
como las acelgas
verde como las espinacas
verde como las aceitunas
como las verdes, como las negras
verde como los higos chumbos
que dan las verdes chumberas
verdes, me gustan tus ojos verdes
verde como los sobacos de los extraterrestres
verde como los mocos verdes
verde como las moscas
verde como los billetes
verde como el papel de lija
verde como los lagartos
y como las verdes lagartijas

A que saco la zapatilla

Intuyo que no roncais ninguno de los dos. No hay nada que destruya más el amor.
Qué buena canción.

Aurora escribió:Intuyo que no roncais ninguno de los dos. No hay nada que destruya más el amor.
Qué buena canción.

A mí se me ocurren un par de cosas o tres que destruyan más el amor.

Zzzz escribió:

Aurora escribió:Intuyo que no roncais ninguno de los dos. No hay nada que destruya más el amor.
Qué buena canción.

A mí se me ocurren un par de cosas o tres que destruyan más el amor.

Pues si no dejas dormir a tu amado a base ronquidos empiezan las broncas, el dormir en otra habitación... yo te digo que es un factor muy importante lo del dormir. Sin dormir no hay amor ¡no hay ni vida!
Pero dime en lo que has pensado, anda. Si quieres.

Como motivación he estado buscando noticias de accidentes con ventiladores de techo. Iba a poner algunos vídeos de youtube pero vamos a dejarlo estar.

Por cierto, las últimas actualizaciones desde Cuenca. Ya pasó por aquí el autobús que hacía el casting de Gran Hermano. Me han dicho que se han presentado 4000 personas aquí en Cuenca , que había mucha gente con pintas raras y que en la casa te pagan 8000€ al mes  Espero que algún forero se anime y tengamos entretenimiento televisivo.

Aurora escribió:

Zzzz escribió:

Aurora escribió:Intuyo que no roncais ninguno de los dos. No hay nada que destruya más el amor.
Qué buena canción.

A mí se me ocurren un par de cosas o tres que destruyan más el amor.

Pues si no dejas dormir a tu amado a base ronquidos empiezan las broncas, el dormir en otra habitación... yo te digo que es un factor muy importante lo del dormir. Sin dormir no hay amor ¡no hay ni vida!
Pero dime en lo que has pensado, anda. Si quieres.

Así a bote pronto, alcoholismo, ludopatía y malos tratos. Y eso sin nombrar el mal aliento o la familia política.

Zzzz escribió:

Aurora escribió:

Zzzz escribió:

Aurora escribió:Intuyo que no roncais ninguno de los dos. No hay nada que destruya más el amor.
Qué buena canción.

A mí se me ocurren un par de cosas o tres que destruyan más el amor.

Pues si no dejas dormir a tu amado a base ronquidos empiezan las broncas, el dormir en otra habitación... yo te digo que es un factor muy importante lo del dormir. Sin dormir no hay amor ¡no hay ni vida!
Pero dime en lo que has pensado, anda. Si quieres.

Así a bote pronto, alcoholismo, ludopatía y malos tratos. Y eso sin nombrar el mal aliento o la familia política.

Todos esos factores que has mencionado te quitan el sueño. Sin dormir se va todo a la mierda, sea el motivo que sea.
Este verano nada más llegar a Cervera me han notificado tres divorcios y me temo que cuando vuelva para la Virgen de agosto me van a notificar otros dos. La cosa está chunga. Mejor dormir a pierna suelta.

https://x.com/BarDePueblo1/status/1821872922996232693

Aurora escribió:

Zzzz escribió:

Aurora escribió:

Zzzz escribió:

Aurora escribió:Intuyo que no roncais ninguno de los dos. No hay nada que destruya más el amor.
Qué buena canción.

A mí se me ocurren un par de cosas o tres que destruyan más el amor.

Pues si no dejas dormir a tu amado a base ronquidos empiezan las broncas, el dormir en otra habitación... yo te digo que es un factor muy importante lo del dormir. Sin dormir no hay amor ¡no hay ni vida!
Pero dime en lo que has pensado, anda. Si quieres.

Así a bote pronto, alcoholismo, ludopatía y malos tratos. Y eso sin nombrar el mal aliento o la familia política.

Todos esos factores que has mencionado te quitan el sueño. Sin dormir se va todo a la mierda, sea el motivo que sea.
Este verano nada más llegar a Cervera me han notificado tres divorcios y me temo que cuando vuelva para la Virgen de agosto me van a notificar otros dos. La cosa está chunga. Mejor dormir a pierna suelta.

Si te tienes que soltar una pierna para poder dormir es que la cosa está muy malita.
Cinco divorcios de golpe. Mañana a
comprar acciones de Tinder que tienen subidón

Ha llegado otro relato veraniego para refrescarnos la noche de sábado.

Disfrútenlo como se merece.

2.- El juguete roto

Del ventilador del techo colgaba una foto. Una foto del momento mismo de lo que ella suponía un orgasmo y que en realidad era el infarto que acabó con la vida de su marido. Una mañana amaneció con una erección que ella quiso aprovechar. Por casualidad, palpó y aquello estaba muy duro. Se quitó las bragas, le quitó los calzoncillos sin despertarlo y se sentó a horcajadas sobre él. No tuvo que agarrarla para clavársela, entró como si fuera el único camino posible. Poco a poco fue despertando de su ¿sueño? ¡Sorpresa!
Preparó la cámara mientras seguía con aquello metido hasta el esófago. Entonces abrió los ojos y la boca. Ella pensó en un orgasmo, él supo que algo iba mal. No dijo nada.
Descabalgó del reventado caballo mientras la erección se mantenía incólume. Luego, el desasosiego de explicarlo a la médico que certificó la muerte y porfiaba por montar en aquel juguete roto.

mugu escribió:

Aurora escribió:

Zzzz escribió:

Aurora escribió:

Zzzz escribió:

Aurora escribió:Intuyo que no roncais ninguno de los dos. No hay nada que destruya más el amor.
Qué buena canción.

A mí se me ocurren un par de cosas o tres que destruyan más el amor.

Pues si no dejas dormir a tu amado a base ronquidos empiezan las broncas, el dormir en otra habitación... yo te digo que es un factor muy importante lo del dormir. Sin dormir no hay amor ¡no hay ni vida!
Pero dime en lo que has pensado, anda. Si quieres.

Así a bote pronto, alcoholismo, ludopatía y malos tratos. Y eso sin nombrar el mal aliento o la familia política.

Todos esos factores que has mencionado te quitan el sueño. Sin dormir se va todo a la mierda, sea el motivo que sea.
Este verano nada más llegar a Cervera me han notificado tres divorcios y me temo que cuando vuelva para la Virgen de agosto me van a notificar otros dos. La cosa está chunga. Mejor dormir a pierna suelta.

Si te tienes que soltar una pierna para poder dormir es que la cosa está muy malita.
Cinco divorcios de golpe. Mañana a
comprar acciones de Tinder que tienen subidón

Dos de ellas no estaban casadas así que podemos hablar de separación. De golpe nada, llevaban tiempo gestándose. El verano pasado ya salía humo, que yo supiera. Me faltan por confirmar dos, lo sospecho. Eso de irte a vivir a otro país, tú solo, teniendo dos hijos pequeñas como que no me cuadra. 
En cuanto al Tinder, quién va a apuntarse, ¿ellos o ellas? ¿O todos?
Pues se encontrarán de nuevo porque el Tinder se renueva muy poco, están siempre los mismos.
Yo veía a exmaridos de mis amigas y a padres de mis alumnos ¡algunos estaban casados!

He dormido 11 horas, aquí hay amor.

Amor o barbitúricos.

Ahí veo despreocupación por los encantadores ruiditos de dormir de quien te abraza.

Amor verdadero.

Así sí.

Bandeja vacía.

La de recibir relatos.

La de la parrilla que me estoy currando, llena de langostinos.

En mi caso también hay mucho amor hacia mi madre de 95 años pero entre el calor, atenderla cuando me llama y el ruido de los coches no he pegado ojo.
Me tocaba este finde.

Eduardo Montenegro escribió:Bandeja vacía.

La de recibir relatos.

La de la parrilla que me estoy currando, llena de langostinos.

Yo hoy he comido arroz con langostinos pero ayer han dicho que lo que comemos no son langostinos. Yo he pensado que podrían ser trilobites camuflados.

Despierto sudoroso de una tórrida siesta post-langostinos a la parrilla. Quizás me hayan despertado unos adorables ruiditos de dormir vertiendo un montón de erres verdes en mi oreja, quizás haya sido una amorosa pero contundente patada esmeralda en mi tobillo inflamado, o quizás haya sido que olvidé silenciar las notificaciones de mi bandeja de entrada en el móvil y me hayan despertado los tres "pirubís" que han sonado en la mesita.

El caso es que estoy despierto y con relatos para publicar.

Procedo.

3.- Verdad vs Justicia

Del ventilador del techo colgaban cuatro medallitas.
El resto era un caos: sangre, órganos y vísceras por todas partes. Al entrar, el inspector casi pisa un ojo.
-Mierda.
El forense ya estaba allí. Era un hombre discreto y de intachable reputación.
-¿Quién te lo ha dicho?
-La madre de la última víctima se ha entregado. Aún no le he tomado declaración, pero dice que le ha visto comprando las medallas que supo que habría más niñas y se volvió loca.
-Es imposible haya hecho esto sola.
-Creo que lo hizo con el marido, pero tienen otra hija que no puede quedarse sola y ella no tiene trabajo. Hiciste las autopsias de las niñas, yo no sé qué habría hecho en su lugar.
-Yo sí.
-A veces, odio mi trabajo.
-Yo también. Otras, no tanto.
-Vuelvo a comisaría. Avísame cuando tengas el informe de la autopsia.
-Te lo puedo adelantar ya. Sin duda: suicidio.

4.- Vaciado

Del ventilador del techo colgaba una figurilla de Superman. En un acceso de nostalgia, busqué una goma por la cocina y la enganché allí como tantas veces hice de niño. Accioné el interruptor y quedé absorto ante el vertiginoso vuelo del superhéroe alrededor de mi cuarto. Mi madre lo mantuvo intacto aferrándose a la idea de que nunca me había marchado del todo y ahora, tras su muerte, debía vaciarlo. Cogí un viejo tebeo, que celebró el reencuentro abriéndose con un amable crujido. Debí de pasar horas leyendo antes de que la próstata me urgiese a ir al baño. Ahí también aguardaban imágenes. Vertí gel en la bañera y la llené. Las burbujas se arracimaban reflejando mi imagen como lo harían los ojos compuestos de una mosca. Me sumergí encogido. No quería salir de allí. No hasta oír a mamá diciendo que ya era hora, que se me iban a quedar arrugados los dedos.