RONDA 9.50 DEL FRESQUITO CONCURSO DE MICRORRELATOS DEL AZKENA. ZZZZ CAMPEÓN, DE LA RONDA Y DE LA NOVENA EDICIÓN

Eduardo Montenegro escribió:FdC

Sonatina estival
Jo qué ruina
Todo mal

Del ventilador del techo cuelga
Un triste administrador
El relatismo está en huelga
O disfrutando Marina D'or.
El caso es que hoy le deja
Durante todo el santo día
Desolada su bandeja,
De ventiladores vacía.
Así que su decisión
Es recurrir a la soga
Y mientras casi se ahoga
Disfruta de una erección.
Habrá que sacarle provecho
Y suicidarse mañana,
Decide bajar del techo
Y zurrarse la banana.
Después de tal fechoría
Ya sin dolor de huevos
Todo se ve de otra forma,
Mañana será otro día
Llegarán los miercoleros,
Con cinco o seis se conforma.

Lástima que no hayas tenido un doble nick a mano.

Vaya noche me ha dado un puto mosquito. Disfrutaba zumbando en mi oreja, pero cuando no zumbaba era peor, ¡porque se había posado!

salakov escribió:Vaya noche me ha dado un puto mosquito. Disfrutaba zumbando en mi oreja, pero cuando no zumbaba era peor, ¡porque se había posado!

Ese momento en el que después de intentar cazarlo, te das por vencido, te pones los tapones para no oírlo y dices, ¡hazme tuyo!

Pero no todo es malo. Este año te inspiraron un relato y el año pasado me inspiraron otro a mí.

A mí me adoran.

Leí en algún sitio que la sangre 0- es su favorita. Los sumilleres de los cojones.

El cero no es positivo ni negativo. Vaya matemático estás hecho.

Buenos días.

Es miércoles y comienza el goteo, espero que según avance el día sea chaparrón.

De momento, tenemos el octavo relato.

8.- Fin

Del ventilador del techo colgaba Juan Carlos Ablanedo. Igual que una hoja sacudida por la lluvia, su cuerpo daba vueltos de forma absurda. Cansado de ser utilizado en microrrelatos ridículos, había decidido quitarse la vida. Esta vez de verdad.

Aquí la tenéis. Esta es su última historia.

Eduardo Montenegro escribió:8.- Fin

Del ventilador del techo colgaba Juan Carlos Ablanedo. Igual que una hoja sacudida por la lluvia, su cuerpo daba vueltos de forma absurda. Cansado de ser utilizado en microrrelatos ridículos, había decidido quitarse la vida. Esta vez de verdad.

Aquí la tenéis. Esta es su última historia.

Noooo

Sigue el goteo.

Tenemos el noveno.

9.- Novena guerra dormondonita

Del ventilador del techo colgaba un dormondonita hecho trizas. Uno menos. Por los apliques de luz se filtraban cánticos dormondonitas de guerra —«domingo en la tarde, fui a los coches de choques, noninoninoni»— y Eusebio disparó hacia ellos. Maldición, ahora estaban bajo el suelo. Armado con una palanca, levantó la tarima y prestó atención. Desde que el imperio dormondonita iniciara un periodo interregno, su virulencia se había multiplicado. Ahora mismo trazaban alianzas con marcianos narcosatánicos negros. Sería el fin del universo. Mierda, joder, quemaría a esos malnacidos. Lleno de determinación, Eusebio aplicó fuego sobre las cañerías y pronto le alcanzó el olor a carne chamuscada. ¡Napalm! ¡Victoria! A través de la lluvia del sistema contraincendios, completamente empapado, sonrió transido. Era un héroe, hostia puta, un paladín galáctico, aunque pronto regresaría su mujer y con ella las lágrimas de incomprensión y los reproches amargos —«¡la recagaste, tarado!»— y esos enfermeros con bata blanca, malditos súbditos dormondonitas.

Llega el décimo ventilador.

10.- Amanecer en domingo

Del ventilador del techo colgaba un liguero de encaje, del que emanaba un olor a perfume muy caro. El rumor de agua en el baño, como lluvia tropical. Encendiendo otro cigarrillo, miró de reojo el sujetador y el tanga simétricamente desmayados sobre la butaca. Desnudo y agotado, se sentó al borde de la cama y pisó uno de los zapatos de tacón, charol del bueno. Vio el frasco de Chanel.
Como cada sábado noche, la puesta en escena había funcionado. Desde el mismo lugar de siempre, ese rincón húmedo y oscuro de su cerebro, las dependientas de la zapatería, la perfumería y la tienda de lencería se habían materializado sobre sus sábanas. Las mejores carnes de cada una, fusionadas en la mujer ideal. Los restos de la batalla, victoriosamente esparcidos.
Recogió recibos, cajas y envoltorios. El lunes iría, sonriendo azorado, a excusarlas: no era su talla, no era su número. Gracias por la devolución.

LeChaperonRouge escribió:

Eduardo Montenegro escribió:8.- Fin

Del ventilador del techo colgaba Juan Carlos Ablanedo. Igual que una hoja sacudida por la lluvia, su cuerpo daba vueltos de forma absurda. Cansado de ser utilizado en microrrelatos ridículos, había decidido quitarse la vida. Esta vez de verdad.

Aquí la tenéis. Esta es su última historia.

Noooo

Esperemos que sea una bravata. Ablanedo siempre resucita.

Menudo drama queen está hecho Ablanedo. Además los gatos tienen siete vidas.

Llega el número ONCE.

11.- Eulogio: profesional y testarudo.

Del ventilador del techo colgaba ahorcado el comercial de Hilti.

'Es imposible que esos tacos aguanten más de 100 kilos', le dijeron.

Nomeko7 escribió:Menudo drama queen está hecho Ablanedo. Además los gatos tienen siete vidas.

Ojalá para la próxima temporada sea sustituido por Lopetegui, que da mucho juego.

Estaba dando el habitual paseo hacia la heladería cuando vi que esta escena no encajaba…



Avancé un poco y todo cobró sentido.

Zzzz escribió:Estaba dando el habitual paseo hacia la heladería cuando vi que esta escena no encajaba…



Avancé un poco y todo cobró sentido.

El libro estaba hueco, y en su interior...

Con esta frase propuesta por Eloy gané mi segunda ronda, hace ya más de tres años.


Pues yo creo que tiene una petaca dentro, o esconde ahí los porros, o la heroína.

O simplemente es que come fuerte y lee a Kierkegaard.

Zzzz escribió:

LeChaperonRouge escribió:

Eduardo Montenegro escribió:8.- Fin

Del ventilador del techo colgaba Juan Carlos Ablanedo. Igual que una hoja sacudida por la lluvia, su cuerpo daba vueltos de forma absurda. Cansado de ser utilizado en microrrelatos ridículos, había decidido quitarse la vida. Esta vez de verdad.

Aquí la tenéis. Esta es su última historia.

Noooo

Esperemos que sea una bravata. Ablanedo siempre resucita.

Que no nos engañen, todos sabemos cómo funciona este mundo de las series. Esta semana acaba la temporada y lo matan y la semana que viene empieza la temporada nueva y lo resucitan.

¡Honor a Sonny Jim!

¡Mucho ha aguantado con el poco favor del lumpen del que goza!

Sonny el problema que tiene es que está un poco encasillado. Bueno, enablanado.

Sonny, no puedes matar a Ablanedo.

Tus fans somos como esos fans de banda underground que nunca han pagado un disco ni una entrada y luego lloran porque lo dejan.

Pero estamos ahí, leyéndote con agrado, echándote de menos cuando no participas.

Y Ablanedo no se merece ese final, esperamos Ablanedo Returns

Zzzz escribió:Estaba dando el habitual paseo hacia la heladería cuando vi que esta escena no encajaba…



Avancé un poco y todo cobró sentido.

Dormirse en plena calle, sin camiseta, a la vista de todos los que pasan, menuda pachorra tiene ese señor. Tengo un primo que era capaz de dormir de pie en el bus, y le sangraba muchas veces la nariz y alguna vez despertó con la sangre cayéndole por la cara y la gente espantada alrededor. Es difícil superar eso en materia de dormirse en sitios

Qué bien que siga vivo el señor que se duerme.

Tenemos chorreo de relatos

Iré publicando mientras veo a Montenegro Jr levantar el banderín en una banda de un campo de fútbol de tercera división en la cuenca minera. Espero no tener que levantar yo la muleta.

12.- Vida perra

Del ventilador del techo colgaban unos gayumbos raídos. Doña Asunción irrumpió en el cuarto,  echó un vistazo y bramó (todo en tiempo récord): ¡Otra vez haciendo manualidades, Alberto!
- ¡Mamá, que llames antes de entrar, jod....!
- Palabrotas no, cortó la madre de Alberto mientras lo apuntaba con un dedo acusador, pero sucio (estaba salteando unas gambas) ¡Y más vale que te afeites ese bigote horroroso!
Alberto, instintivamente, protegió su bigote con la mano izquierda y eso impidió que ella escuchara su contestación.
Cuando salió de casa, con el aire sombrío de los ninis a los que la vida les había dicho que nones y facturado hacia un bucle melancólico, llevaba una carpeta con un billete de lotería:  "Vida perra", el manuscrito en el que ajustaba cuentas con su pasado y se reía del futuro.

Dos años después, sonreía recordándolo todo mientras la fila ante su caseta era la envidia de los autores vecinos.

13.- Vacaciones en Tailandia

Del ventilador del techo colgaba un pulmón. En el sofá había una pierna. Encima de la mesita del comedor estaba la cabeza.

Madre mía... La que se ha liado en un momento… Pensó Daniel mientras sostenía el cuchillo con una mano y se atusaba el pelo con la otra.

14.- Paraíso perdido

Del ventilador del techo colgaba un negligé de satén gris perla. Cómo había ido a parar ahí era algo en lo que prefería no pensar.
Abandonó el dormitorio y se paseó por la casa acariciando los muebles, en un intento pueril de aprehender para siempre la esencia de aquel espacio, tantos años compartido con ella, que ahora le estaba vedado. En cada rincón encontraba rastros del intruso; zapatillas de paño del cuarenta y cuatro, un bote de espuma de afeitar, su desagradable tufo a Varón Dandy invadiéndolo todo.
Desde que lo echaran, aquellas visitas furtivas se repetían martes y jueves. Aunque dijo que lo haría, ella no había cambiado la cerradura y él conservaba su llave. Sentado en el salón, recordó tiempos mejores y tuvo ganas de llorar.
De repente, miró el reloj, se levantó como un resorte y salió de la casa deprisa. Su madre debía de estar a punto de llegar del pilates.

15.- ¡Habrase visto! ¡Lo que hay que ver!

Del ventilador del techo colgaba un cable, y en su extremo lo que parecía un botón de cristal. Cuando subió al colchón descubrió que se trataba de una microcámara espía y palideció al imaginar las imágenes que podría haber grabado aquello, a saber desde cuándo y para quién. El cable se perdía techo arriba, así que con tremendo cabreo forzó la trampilla del desván. En teoría nadie subía a aquel oscuro y polvoriento espacio bajocubierta. Al entrar descubrió una telaraña de cables que confluían tras una columna. Alumbró con la linterna y descubrió una silla, un cenicero lleno y un ordenador sobre una mesita. Enfureció. En la pantalla se sucedían imágenes de todos los vecinos del edificio. Vio al del tercero cagando. A su hijo pajeándose. A la del segundo comerse un moco. Era indignante, para denunciar.  ¿Para qué llevaban los del cuarto al perro al dormitorio? Se sentó. Súbitamente le apeteció volver a fumar.

Información de servicio:

En el descanso, 0-0. Sin jugadas polémicas. No me ha tocado la rifa, sorteaban un kilo de fabes y el compango para hacer una fabada.

Y tenemos más relatos.

16.- Eterno

Del ventilador del techo colgaba ella, la araña, desplegando su perfecta tela.
Mucho tiempo dedicado a tejer aquella trampa mortal.
Era una perfecta obra de ingeniería que había ido tejiendo con el paso de los días.
Atrapado en la red había un mosquito, pequeño, insignificante.
Aun no sabía como se las había apañado para acabar así.
Seguramente había sido embaucado con alguna artimaña, algún embrujo malévolo.
Lo único que tenía claro era que no había escapatoria.
A su mente venían las palabras del cura....Para siempre.

17.- No saber, no sufrir

Del ventilador de techo colgaba algo, hilos, o pelusa. Venía agotada de su viaje y nada había cambiado: no había empleada que limpiara bien. Acercó la escalera. Era un mechón de pelo rubio, largo, que tuvo que desenredar de entre las aspas y el motor. En el extremo conservaba algo de piel ensangrentada. Se dejó caer en el sofá con el mechón entre las manos, horrorizada, perpleja. Su hijo mayor tomaba el sol en el jardín, el mediano entrenaba en el garaje y el pequeño leía en su cuarto. Su marido estaba haciendo té en la cocina. Notó que algo tiraba del mechón, era Jasper, siempre dispuesto a jugar. Se levantó de un salto, empujó al perro. Se visualizó gritando, preguntando. Lucas nunca hablaba, era incapaz de hacer daño, Tomás, tan agradable…imposible. Duarte, estudioso, tan parecido a su abuelo… si fuera Juan, tendría que divorciarse. Miró el mechón fijamente antes de salir a quemarlo.

Admisión de relatos hasta las 10:00 del jueves.

Aproximativamente.

La noche trae un nuevo relato.

A ver si al despertar hay algún otro, no hay que olvidar que en cualquier momento puede llegar la esperada invasión palentina.

18.- Herencia

Del ventilador del techo colgaba aquel trozo de cuerda en el que Clara se había fijado desde el principio, dos meses atrás, cuando heredó aquella casa. “La abuela la usaría para colgar algún chorizo”.
Sus giros la hipnotizaban conciliando el sueño. Desconocía el sofocante calor toledano al que tuvo que enfrentarse cada noche, culpable sin duda del deterioro que estaba sufriendo tan rápidamente. Cada despertar encontraba su almohada inundada de mechones empapados en sudor y las arrugas en su piel eran más acuciantes. “Pero esa maldita cuerda parece cada noche más larga”. Enajenada, se irguió sobre el colchón, pero al tocarla se congeló. Eran hebras de cabello humano. Irritada, la arranco de cuajo y un agudo chillido la tumbó de nuevo. La cama comenzó a plegarse lateralmente sobre ella. Inmovilizada, la progresiva presión acabó abrazándola por completo, y cuando quedó perdida en la oscuridad, revivió la misma sensación que tenía cuando abrazaba a su abuela.

Buenos días.

El jueves no trae más relatos, nos quedamos con 18 ventiladores, que refrescan lo suyo.

Gracias a tod@s l@s participantes por sus relatos.

Ya se puede votar en la primera página, justo debajo de los relatos y encima del gazpacho con croquetas.

Hoy intentaré votar de los primeros, no quiero verme en la posibilidad de decidir con mi tongo votación el primer puesto de la edición.

Hola. Os dejo una temporada, no sé si larga o corta. En mi casa ja vuelvo a aparecer el cáncer en una persona muy joven y empezamos la quimio en unos días. Además, mi madre casi se nos va este verano. Mi estado de ánimo es llorar. No voy ni a leer ni a escribir, por ahora. A ver si consigo canalizar este dolor infinito que vuelvo a tener de otra manera que no sea delante de una pantalla, porque las pantallas nos envalentonan, nos confunden y quizás sirvan para enmascarar el dolor en forma de otros sentimientos.
Nos vemos. Ya sé que volvéis a tener a Hank, no sé si en los micros.
Suerte a todos. Y no es necesario que me contestéis porque otro de los objetivos que me he puesto es no leer nada en el foro, es decir, no me voy a enterar.

Mucho ánimo, Aurora.

Lo siento....cuando lo te ia escrito..... no tenía cobertura....lo mando sin corregir

La abuela juana.

Del ventilador del techo colgaba el niño del tercero, mi nieto Juan, su novia Susanita y el hijo del primo Antonio, todos reían sin parar, en ropa interior, después de bañarse con la manguera en el patio y jugar a tirarse baldes de agua y merendar un bocadillo de chocolate, ¡dales fruta! Me dijeron sus padres.
Había bajado al colmao, para comprar unos Red Bull para que los padres de estos chavales tan majos, disfruten por la noche tanto como yo por el día.


Seguimos en desconexión....os leo el lunes.

m

Nomeko7 escribió:Mucho ánimo, Aurora.

Aquí estamos para lo que necesites.

Un abrazazo enorme.

m señor escribió:Lo siento....cuando lo te ia escrito..... no tenía cobertura....lo mando sin corregir

La abuela juana.

Del ventilador del techo colgaba el niño del tercero, mi nieto Juan, su novia Susanita y el hijo del primo Antonio, todos reían sin parar, en ropa interior, después de bañarse con la manguera en el patio y jugar a tirarse baldes de agua y merendar un bocadillo de chocolate, ¡dales fruta! Me dijeron sus padres.
Había bajado al colmao, para comprar unos Red Bull para que los padres de estos chavales tan majos, disfruten por la noche tanto como yo por el día.


Seguimos en desconexión....os leo el lunes.

m

Pero qué mierda de escusa es esa, si no hay cobertura la pintas!

A que voy yo y la encuentro!

Ahora te vas a la cama sin puntos, pa que aprendas!


Haberlo enviado por Correos, en una postal. O por tam-tam, que algo de eso sabes.

Si es que no me dais más que disgustos.

Eduardo Montenegro escribió:

Nomeko7 escribió:Mucho ánimo, Aurora.

Aquí estamos para lo que necesites.

Un abrazazo enorme.

Un abrazo 🤍

Abrazos a Aurora, aquí estaremos para cuando vuelvas. Ánimo.

Y ahora a leer emulando a nuestro ídolo durmiente.

Una abrazo fortísimo, Aurora. Laureolas para:

1.- Mr. Lawrence: fractal. (3)

4.- Vaciado: ternura. (2)

10.- Amanecer en domingo: fetichista. (1)

14.- Paraíso perdido: perverso. (1)

Pero coño, ¿a quién acabo de dar yo mi tres si estaba seguro de que era tuyo?

Será que ha vuelto Don.

Vamos a votar, que me lío y mira qué horas son.