RONDA 8.21 DEL MONTENEGRINO CONCURSO DE MICRORRELATOS DE FOROAZKENA…. ¡NOMEKO CAMPEÓN!

Moderno escribió:Cualquier frase es buena, cualquier concepto, cualquier color. Un buen microrrelatista tira para adelante con lo que sea.

Zzzz escribió:Yo espero el relato autobiográfico de Eduardo con sus partes más escabrosas.

Bueno, si es que no es alguno de los ya publicados.

Zzzz escribió:Trópico agárramela que me crece.

Eduardo Montenegro escribió:

Zzzz escribió:Yo espero el relato autobiográfico de Eduardo con sus partes más escabrosas.

Bueno, si es que no es alguno de los ya publicados.

Ni confirmo ni desmiento que haya un 98,5% de autobiografía en esto:


FdC


Muy profesional

Hice de todo bajo los arcos dorados para sacarme un sobresueldo. De la cocina sisaba litros de salsa BigMac, que vendía a mi hermana para saciar sus antojos de embarazada. En caja, cobraba menús sin pasar por la registradora, directamente a mi bolsillo.
Los regalos de cumpleaños de mis sobrinos eran cajas llenas de juguetitos del HappyMeal que iba recopilando durante el año.
Cuando había promociones de “rasca y gana”, con la luz del detector de billetes falsos también detectaba los boletos premiados. Los clientes rascaban y sólo ganaba quien yo decidía, previa compensación económica.
Me encargaron organizar los horarios semanales de los empleados, y muchos me pasaban porros a cambio de fines de semana libres o jornadas sin turno partido.
Me sentía el más listo aunque un tanto miserable, pero se me pasó cuando observé a una adorable viejecita que pedía todas las mañanas una pajita, entraba al baño y se llevaba enrollados sobre ella los cientos de metros de papel higiénico recién repuestos.

Zzzz escribió:¿Sonny se habrá hecho un doble nick?

Zzzz escribió:Veinte está muy bien. Lo normal, vamos.

salakov escribió:

Zzzz escribió:Veinte está muy bien. Lo normal, vamos.

Lo normal… en la meseta.

salakov escribió:RELATOS A CONCURSO:


1.- Sefer Yetzirah

Hice de todo bajo los arcos dorados del subconsciente emocional.

* * *

2.- Arco del triunfo

Hice de todo bajo los arcos dorados de la plaza San Marcos para alcanzar el éxito: malabares, cantar con un laúd… pero nada daba resultado. Observé a mi alrededor a los demás mendigos. Todos lograban algo de atención con sus números. Resoplé. Ésta no es vida para una mujer como yo. Deambulé por Venecia para inspirarme, cruzando puentes y callejuelas. Recordé la India. Aquello sí era un espectáculo: faquires, magos… Aquellos arcos dorados eran muy similares a los de Venecia. De pronto, di con la clave. Volví a la plaza. Me subí al escenario.
-¡Atención! –grité alzando las manos. Todos se detuvieron. Me miraron-. Durante generaciones, todos los magos del mundo han realizado un truco de magia: sacar el conejo de la chistera. ¡Hoy daré un giro a este truco, que lo cambiará todo!
Se hizo el silencio, todos me miraban. Levanté mis faldas, metí la mano entre mis piernas y me saqué la chistera del conejo.


* * *

3.- Heaven

Hice de todo bajo los arcos dorados que formaban la inicial de tu nombre. Cuando me prendía fuego, tus palabras extinguían el incendio sofocando cada una de las llamas, dejándome después descansar sobre un placentero lecho de cenizas. Cuando me clavaba dagas en el estómago, tus abrazos sanaban la herida y

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4.- Más allá de Orión

Hice de todo bajo los arcos dorados de la Puerta de Tannhäuser mientras los Rayos-C brillaban en la oscuridad.
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5.- Baldaquino
 
Monsieur Aubergine hizo de todo bajo los arcos dorados. Cuando las arañas ardían, entre los claroscuros amarillos de las velas de Versalles, el noble desplegaba su poder. .


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6.- McHitler con patatas deluxe

Hice de todo bajo los arcos dorados mientras estudiaba biotecnología. El salario era ridículo pero la hamburguesería posibilitaba unas prácticas excepcionales, aquellos discos de carne eran mejores que las placas de Petri para cultivar microorganismos. Una noche, el borracho de mi padre fue el primero en zamparse una de mis creaciones. Despertó con verdín floreciéndole de la raja del culo y al poco apareció podrido en el portal como una mandarina pocha. Nadie sospechó nada, conocían su descuidada higiene: muerte natural.

Tamaño éxito me animó a extender la eugenesia gastronómica. Volví al trabajo pasando de rondón unas cuantas hamburguesas modificadas; el dilema era descubrir a los más idiotas

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7.- En la trinchera

Hice de todo bajo los arcos dorados del Puente de Toledo junto a mis compañeros.
La vida seguía en Madrid,

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8.- Isidro Fernández Álvarez (1988)

Hice de todo bajo los arcos dorados del Molinón.

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9.- Afghan Wings

Hice de todo bajo los arcos dorados de la seguridad del aeropuerto: canturreé La Internacional, dejé caer unos porros de la riñonera, me metí el dedo en la nariz, pero nada, no conseguí llamar la atención de los vigilantes. Lo único que hicieron fue recordarme que debía llevar la mascarilla puesta a bordo. Así conseguí colar un revolver Glock en mi bolsillo. Mi intención era demostrar que, desde la pandemia, en los aviones preocupa más el Covid que el terrorismo. El vuelo iba a Copenhague, pero yo prefería un destino con calorcito, así que decidí secuestrarlo, por puro aburrimiento. Crucé la zona de azafatas, que preparaban fingers de merluza en una freidora de aire, y entré en la cabina. El copiloto me resultó familiar, se parecía a Kareem Abdul-Jabbar pero sin gafas. Con tranquilidad saqué la pistola y encañoné al Capitán:
—Por favor, ponga rumbo a Benalmádena.
—De acuerdo, pero dígame, ¿le gustan las películas de gladiadores?


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10.- Mi exitosa historia vital

Hice de todo bajo los arcos dorados para conseguir llegar aquí.
Con cuatro pelos en el bigote empecé de limpiador. Me nombraron empleado del mes, un honor para alguien incapaz de acabar EGB. Desde aquello encontré mi camino.
Repartidor, cajero, supervisor. Los años pasaban y yo subía escalones hasta el salto: responsable de zona. Después mi hambre y entrega me llevaron a directivo nacional. Iba a comerme el mundo.
Para las gestiones ya había visitado Manhattan, París, Roma, Buenos Aires y el resto de grandes ciudades a mis cincuenta años. Conozco principalmente nuestras oficinas y sus aeropuertos, pero seguro que ya las disfrutaré más en futuras visitas.
De noche en casa u hotel, apenas distingo, llega mi mejor momento; disfrutar un pedido de pizza o sushi según el día (hamburguesas he cubierto el cupo) despatarrado en cama de matrimonio para mí solo, mientras sigo en el móvil la cotización de la empresa. Es para sentirse orgulloso, ¿verdad?


* * *

11.- Los grandes días nimios

Hice de todo bajo los arcos dorados de los días prósperos, todo cuanto pude para saciar mi sed de dinero, adulación y sobre todo de experiencias. Pero lo cierto es que en nada de ello encontré una verdadera satisfacción. Traté entonces de ir más allá del arco dorado; me volví egoísta, mezquino y arrogante, hiriendo sin importarme a gente que un día me quiso. Tan solo cuando crucé bajo el arco metálico del detector de metales de la cárcel, comprendí que cada peldaño que bajé por la vertiginosa escalera del exceso solo aumentó mi sed.



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12.- Algunos pensaron que era buena idea la urolagnia durante la orgía

Hice de todo bajo los arcos dorados.


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13.- «Deja aquí tu alma» te espera

Hice de todo bajo los arcos dorados que presiden la entrada al gran centro comercial «Deja aquí tu alma». Hice sólido, líquido y viceversa; dulce, salado y sabor a fresa. De-to-do
Dejé mi alma y parte de mi cuerpo. Ciertas comidas me sientan mal, pero no puedo evitarlas. Me gustan,  por ellas soy capaz de abandonar mi alma y mi cuerpo al albur de lo que salga.
Ahora me he convertido en guerrero. Lucho por la sensatez humana,

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14.- No va más

Hice de todo bajo los arcos dorados del Golden Nugget, el casino más grande de Las Vegas. Fue la más brillante carrera de la ciudad del pecado: comencé de botones, más tarde aparcacoches, crupier, jefe de seguridad y finalmente, gerente.

15.- El amortiguador

Hice de todo bajo los arcos dorados. Había que desviarse un poco, disimulando, detrás del gran junco, y ya ninguna podía verme, pues la hierba crecía por entre el metal y se convertía en telón. Lo mejor era no hacer nada, tumbarse un rato, volver rápido. Pero no siempre se podía,

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16.- Recompensa

Hice de todo bajo los arcos dorados… había probado con todo y nada, que no podía abrir aquella puerta. Tardé días hasta llegar donde indicaba el mapa, hasta los malditos arcos. Ya había recorrido senderos kilométricos, metiéndome por cualquier recoveco para recopilar todo lo necesario, y nada, que no había manera.

Abrí la mochila para inventariar todo lo que llevaba, no cabía ningún ítem más. Primero lo intenté con la única llave que encontré un par de niveles atrás, pero no encajó. Contrariado, probé combinando varios objetos, incluso con una freidora de aire,


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17.- Cuota de autónoma

Hicieron de todo bajo los arcos dorados dos veces. Yo no conocía el lugar y era mi primera boda (soy especialista en foto de producto), así que se empeñaron en posar la primera vez con su ropa de idiotas de jueves por la tarde sugiriendo encuadres. Hay personas que veneran el artificio y se destestan, que se gustan muchísimo en fotografías donde no son ellas.
La segunda vez, ya con sus trajes de idiotas carísimos, cualquiera de las imágenes previas y ensayos se les antojaba poca cosa, ordinaria. Así que, encorajinados por la falsa exclusividad del lugar  y la ilusión de pareja única en el mundo, pasaron rápidamente de los arrumacos al refrote y en algún momento el manoseo devino en bofetón fingido que dejó de serlo peroquémásda si la foto es súperoriginal. Con un sarcasmo desesperado sugerí trepar desnudos a los arcos. Aceptaron.
En el contrato figuraba algo llamado postboda. No hay arcos dorados en Las Palmas, pero voy a morir de asco igual.


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18.- Pesadilla  desde la esquina del córner

Hice de todo bajo los arcos dorados. O eso creía. Hoy jueves, eran tres tambores los que impulsados por mí, horadaban la portería contraria. En el siguiente sueño, hasta diez gaviotas  enredadas en la red, desbordaron a un portero que en mis sueños, y siempre en mis sueños, respondía por Erentxun. Por fin se enteraba a donde iban.



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19.- Lady Do

Hice de todo bajo los arcos dorados donde empezaba el camino de baldosas amarillas

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20.- Todo

Hice de todo bajo los arcos dorados, y cuando digo todo quiero decir todo. Cuando amanece, cojo mi lápiz y mi cuaderno y me siento con la espalda apoyada en una de aquellas columnas bañadas en oro. Aprendí pronto que la única forma de no cegarte con el reflejo del sol sobre los arcos dorados es formar parte de ellas.
Con mi lápiz dibujo, pero también escribo y todo ocurre si decido escribirlo. Un día, un dragón aterrizó sobre la plaza y rescató a la esposa del dueño de la tienda de especias, que a veces llora en secreto detrás de una columna parecida a la mía. También fueron expulsadas las fuerzas del orden que mataron a mi abuelo: todo el pueblo se volvió contra ellos al grito de "Abajo el Imperio"...
Hice de todo bajo los arcos. Todo sucede si decido escribirlo.


* * *

salakov escribió:Decidme cómo lo ajusto y lo ajusto.

Toro escribió:

salakov escribió:Decidme cómo lo ajusto y lo ajusto.

Edita el mensaje, y donde pone: width="640" pon width="360"

salakov escribió:¡Hecho!

Spoiler:

Spoiler:

Nomeko7 escribió:Yo seguiría insistiendo hasta que me saliera un solo check gris.

Eduardo Montenegro escribió:Buenas, gente

Con permiso del administrador y de todos vosotros, voy a usar este espacio para patalear un poco y desahogarme ante la que empieza a ser mi cruzada personal contra el supermercado Masymás. ¿Os acordáis del concurso de relatos que convocaron allá por marzo?

Spoiler:

Yo participé, y creo que alguien más de este hilo también, pero desde entonces no se ha sabido nada, ha acabado el año del aniversario y ni una referencia en su web, ni en sus redes sociales, ni na de na.

Es por esto que les he escrito pidiendo explicaciones.

Spoiler:

Sigo sin noticias de Christian. Con lo majo que parecía.

Es por esto que si alguno de vosotros se siente tan ultrajado como yo, le animo a escribir al Masymás y meter un poco de presión. No puede ser que nuestro concurso semanal sea más riguroso con las normas que el de una gran empresa, nos quieren adelantar en lo de ser poco serios, y ese es nuestro punto fuerte, no debería ser el de ellos.

Es por esto que mi siguiente mensaje será:

Hola, Christian, me llamo Eduardo Montenegro, tú mataste tu concurso, prepárate a morir.




Lo sé, tengo demasiado tiempo libre y a veces lo ocupo con chorradas, qué os voy a contar a vosotros.  

Dama de Shalott escribió:

Eduardo Montenegro escribió:Buenas, gente

Con permiso del administrador y de todos vosotros, voy a usar este espacio para patalear un poco y desahogarme ante la que empieza a ser mi cruzada personal contra el supermercado Masymás. ¿Os acordáis del concurso de relatos que convocaron allá por marzo?

Spoiler:

Yo participé, y creo que alguien más de este hilo también, pero desde entonces no se ha sabido nada, ha acabado el año del aniversario y ni una referencia en su web, ni en sus redes sociales, ni na de na.

Es por esto que les he escrito pidiendo explicaciones.

Spoiler:

Sigo sin noticias de Christian. Con lo majo que parecía.

Es por esto que si alguno de vosotros se siente tan ultrajado como yo, le animo a escribir al Masymás y meter un poco de presión. No puede ser que nuestro concurso semanal sea más riguroso con las normas que el de una gran empresa, nos quieren adelantar en lo de ser poco serios, y ese es nuestro punto fuerte, no debería ser el de ellos.

Es por esto que mi siguiente mensaje será:

Hola, Christian, me llamo Eduardo Montenegro, tú mataste tu concurso, prepárate a morir.




Lo sé, tengo demasiado tiempo libre y a veces lo ocupo con chorradas, qué os voy a contar a vosotros.  

Uy, tiene mala pinta. 
Parece un concurso fantasma para publicitarse, o lo que es peor, para hacerse con una lista de personas con datos

Vinny Vedecci escribió:Sería bonito que Christian fuera uno de los que se tuvo que comer fines de semana y jornadas partidas por no querer sobornar con estupefacientes al encargado. O un cliente de los que nunca pilló nada con los rasca y gana.

Eduardo Montenegro escribió:

Vinny Vedecci escribió:Sería bonito que Christian fuera uno de los que se tuvo que comer fines de semana y jornadas partidas por no querer sobornar con estupefacientes al encargado. O un cliente de los que nunca pilló nada con los rasca y gana.

Vinny, contaba con tu espada.
Desengáñate, la justicia poética sólo existe en el cine.
Christian es mi archienemigo.

Esmeralda escribió:Montenegro,  les demandamos

Les denunciamos a la AEPD

Se van a cagar