RONDA 8.39 GATTACA CONCURSO DE MICRORRELATOS DE FOROAZKENA

Zzzz escribió:Tiene sentido. Cuando fui, lo que más recuerdo era el lince loco. Sólo daba vueltas en círculo con la cabeza gacha como si hubiese perdido una lentilla. Una estampa lastimosa.

salakov escribió:Uf, cómo me hincha la cerveza. Será la edad.

Volveré al kalimotxo.

Esmeralda escribió:

salakov escribió:Uf, cómo me hincha la cerveza. Será la edad.

Volveré al kalimotxo.

Eso tiene mucho azúcar

Toro escribió:

Esmeralda escribió:

salakov escribió:Uf, cómo me hincha la cerveza. Será la edad.

Volveré al kalimotxo.

Eso tiene mucho azúcar

Kalimotxo SIEMPRE Zero

Zzzz escribió:A las doce, salvo que la todopoderosa administradora decida hacer prórroga, se cierra recepción.

Mañana tengo una mañana fina filipina de reuniones, así que se podrá votar más cerca de la hora de comer que de la de desayunar.

Sugiero que uséis mientras alguna herramienta alternativa experimental. Como apuntar los votos en un papel.

LeChaperonRouge escribió:Si hay alguien que quiera prorroga que se pronuncie que estoy de turno de noche y hasta las 8 estoy operativa.

Esmeralda escribió:

Toro escribió:

Esmeralda escribió:

salakov escribió:Uf, cómo me hincha la cerveza. Será la edad.

Volveré al kalimotxo.

Eso tiene mucho azúcar

Kalimotxo SIEMPRE Zero

Sabe raro. Y con Pepsi, también 

Y eso que yo nunca bebo coca normal

salakov escribió:Kalimotxo con coca-cola zero. Mecagüenlavelvet.

Estáis destruyendo la sociedad. Vosotros, hipsters, sois el declive del mundo occidental.

Aurora escribió:

salakov escribió:Kalimotxo con coca-cola zero. Mecagüenlavelvet.

Estáis destruyendo la sociedad. Vosotros, hipsters, sois el declive del mundo occidental.

Es porque mi amiga es diabética y yo me estoy engordando.

Esmeralda escribió:Quince relatos ¿es un nuevo límite?

Esmeralda escribió:Quince relatos ¿es un nuevo límite?

Nuxe escribió:Kalimotxo... ¡SOBREVALORADO!
Yo bebía ese brebaje cuando tenía 15 años. Lo comprábamos a granel en una bodega antes de entrar en los antros de la zona de poble nou. Si éramos 5, pues cinco litros en una garrafa. Imagino que podría llamarse protobotellón.

Siempre asocié esta bebida a la juventud más temprana y un mero instrumento para tajarse más rápido (y barato).  Creo que por estas latitudes (Barcelona y alrededores) entre los cuarentones y cincuentones (forero medio) es, o al menos fue así.

Lo cual demuestra lo poco viajado que es uno y lo inmaduros que sois  
¿Qué será lo próximo, coca-cola con fanta ?

Toro escribió:

Nuxe escribió:Kalimotxo... ¡SOBREVALORADO!
Yo bebía ese brebaje cuando tenía 15 años. Lo comprábamos a granel en una bodega antes de entrar en los antros de la zona de poble nou. Si éramos 5, pues cinco litros en una garrafa. Imagino que podría llamarse protobotellón.

Siempre asocié esta bebida a la juventud más temprana y un mero instrumento para tajarse más rápido (y barato).  Creo que por estas latitudes (Barcelona y alrededores) entre los cuarentones y cincuentones (forero medio) es, o al menos fue así.

Lo cual demuestra lo poco viajado que es uno y lo inmaduros que sois  
¿Qué será lo próximo, coca-cola con fanta ?

Hay kalimotxo guarro de tajarse y mas para jovenes.
Una buena coca cola con rioja en un vaso de sidra con hielito es muy disfrutable a cualquier edad…

Nuxe escribió:Kalimotxo... ¡SOBREVALORADO!
Yo bebía ese brebaje cuando tenía 15 años. Lo comprábamos a granel en una bodega antes de entrar en los antros de la zona de poble nou. Si éramos 5, pues cinco litros en una garrafa. Imagino que podría llamarse protobotellón.

Siempre asocié esta bebida a la juventud más temprana y un mero instrumento para tajarse más rápido (y barato).  Creo que por estas latitudes (Barcelona y alrededores) entre los cuarentones y cincuentones (forero medio) es, o al menos fue así.

Lo cual demuestra lo poco viajado que es uno y lo inmaduros que sois  
¿Qué será lo próximo, coca-cola con fanta ?

LeChaperonRouge escribió:1. Quaerere et invenire

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible resultó ser imposible.
En el cielo, convertidas en esculturas de caliza negra y obsidiana, las nubes cesaron su bullir voluptuoso y envolvente. El temporal había pasado y las calles dejaron de gemir. Reginald, aprovechó esta tregua para salir del pub. La imperfecta cadencia de su errático andar —era cojo y un bebedor obstinado— provocó que sus zapatos, en contacto con el pavimento mojado, emitieran un «flip-flap-flip-flap» que el hormigón y el acero de la noche escupieron mágicamente. Antes de llegar a la esquina, paró en seco y se llevó la mano al bolsillo trasero. Tras comprobar que su cartera estaba allí, buscó sus llaves, y pese encontrarlas, la sensación de que olvidaba algo, lejos de desaparecer, aumentó.
Cuando abrió las puertas del pub, todos los feligreses se giraron para saludarlo.
«¡Eh, buenas noches, Reggie!»
Reginald Perrins, esbozó una amplia sonrisa. Ya no estaba inquieto, una noche más se había encontrado.

LeChaperonRouge escribió:
2. Lesionado

El momento que hizo que todo fuera posible, el que marcó un punto de inflexión en una guerra absurda que ya duraba demasiado, fue la salida de Aquiles al terreno de juego.
Impelido por el ansia de venganza y la fuerza sobrenatural que le confería el recuerdo de Patroclo, avanzaba por el campo de batalla haciendo fintas, rebanando troyanos con la facilidad con la que se unta mantequilla. Se veía a la legua que era un nueve nato, un ariete inclemente dotado de una capacidad prodigiosa para leer los espacios, un matador.
Las sensaciones no podían ser mejores. Los cánticos enfervorecidos con que su afición lo jaleaba desde la grada le hacían sentirse invulnerable. Estaba bordando el partido.
De repente, sintió un pinchazo en el talón derecho. «¡No puedo ser más imbécil!, debería haber calentado en la banda antes de salir», pensó.
Contrariado, Aquiles se retiró al banquillo para darse una buena rociada de Reflex.

LeChaperonRouge escribió:3. SOLA

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue aquel instante en el que sus miradas se encontraron por primera vez: sumisa la de ella, dominante la de él. Ese encuentro fugaz tejió el hilo que los unió para siempre.
Ella aprendió, primero a obedecer, luego a interpretar y por fin a colmar lo que él esperaba. También él aprendió: a no desesperar, a confiar y a agradecer.
Esa conexión no terminó ni cuando él, víctima de una dolencia traicionera, emprendió el viaje más largo y solitario que uno pueda imaginar.
Fue a partir de entonces que ella se encomendó a las estrellas en la búsqueda ¿de qué? Pobrecita mía, nunca encontrarás otro humano que penetre en tu dócil corazón perruno como lo hizo él.
—¿Para qué tanto amor?
—Wow.

LeChaperonRouge escribió:4. Stamwool

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue agridulce. Tengo vagos recuerdos infantiles.

Nací en una familia anarquista riosellana. Recuerdo la inmensidad del barco Stamwool que partió de Ribadesella. Salvó mi vida y la rajó en dos.

Las fiebres quisieron llevarme, se mezclaron con el salitre y las náuseas por el vaivén del Cantábrico. Mi madre pudo ver cómo tiraban a un pequeño moribundo por la cubierta para evitar contagios. Tengo grabada la fuerza con la que me agarraba, exprimiéndome, para que nadie reparara en mi enfermedad.

Entre delirios y gasoil alcanzamos las costas francesas. Lloramos, lloramos océanos. Por sobrevivir y por la morriña de no saber si volveríamos a pisar tierras astures.

Hoy a mis 89 años vuelvo la vista atrás y siento que no ha pasado tanto tiempo. Comienzo a olvidar detalles y ya no se habla de todo aquello.

Pero el viento nordeste siempre vuelve y con él, el olor a salitre.

LeChaperonRouge escribió:5. Aquí está pasando algo

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible. Nos encontrábamos en la playa, mirando al horizonte de un cielo nuboso, cogidos de la mano. El primer viaje interespacial en el tiempo. Con un estallido, la nave desapareció en el firmamento y todo cambió para nosotros. Cualquiera podía viajar atrás y hacia adelante y cambiar el curso de la historia.
Puse la televisión.
-Abandona la casa… ¡Mari Carmen!
Se puso a gritar enloquecida y desesperada.
-Joder, vaya dramas… -dije mirando a mi acompañante.
Los GEOs entraron con fusiles de asalto y la exterminaron en directo.
Empecé a encontrarme mal y al día siguiente fui al doctor.
-Esto es fácil. Túmbese en la camilla y bájese el pantalón.
El doctor dibujó dos líneas paralelas a cada lado de mi glande, que se tiñeron de rojo y azul.
-Llévenselo, ha dado positivo.
Aparecí en un castillo en la Edad Media. Los seres extraterrestres entraron en mi celda comandados por Napoleón Bonaparte.

LeChaperonRouge escribió:6. Calumnias impunes

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue darme cuenta de la verdad. Qué  alivio sentí cuando supe que yo no era la primera víctima ni iba a ser la última.

Estabas siempre al acecho, aprovechando la soledad de las presas para cazar. Como arma, mentiras cómodas de creer para manipular a la audiencia...Necios.

Historia que se repite. Violencia sibilina la tuya pero no dolorosa, por ridícula, por envidiosa. Ganar por saber matar, no por saber valer.

Lo que tú no sabes es que yo soy un gato.

LeChaperonRouge escribió:7. De organdí

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue la compra de ese muñeco horrible. Sus proporciones perfectas, los ojos estrábicos, el surco nasogeniano rodeando una boca entreabierta, aquel muñeco era la viva representación de un bebé humano. Rebecca lo amamantaba con su pecho seco y por las noches velaba su llanto callado. Como si estuviese vivo, también lo sacaba a pasear. ¡Cuántas risas, entre el horror de otras madres, mientras lo columpiaba! Siempre vestido de organdí, coqueto y grotesco, aquel muñeco fue aprendiendo gestos. Si Rebecca lo acariciaba, soltaba babas; si le reñía, esbozaba un mohín. Pero la realidad sucede ajena a la magia de los cuentos y aquel milagro daba grima. Ningún niño quería jugar con él cuando aprendió a caminar. Entonces Rebecca sufría y se agarraba el vientre, su hijo, su muñeco, tan sólo en el cuadrado de arena. ¡Qué sabrían del dolor esas madres primíparas! Ellas también comprarían muñecos siniestros. Su hijo tendría amigos.

LeChaperonRouge escribió:8. Laetoli

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible surgió de una cervicalgia.
La cueva, tras el incendio, estaba helada y la noche había sido horrible.
Sus tripas rugían y no le apetecía nada volver a comer semillas.
Recordaba haber visto algo colgado del árbol de la entrada.
Se sorprendió al ver que había dos cosas.
Pero, claro, eran inalcanzables.
Miró arriba, miró abajo.
Volvió a mirar.
Up.
Miró otra vez.
Estaba temblando.
Alzó el brazo y tocó la cosa.
Tocó la otra cosa y se olisqueó la mano.
Le había gustado. Miró al frente y volvió a alzar la mano.
Agarró la primera cosa y dio un fuerte tirón. Tenía la cosa. Gritó.
Se la llevó a la nariz despacio. Era algo nuevo. Volvió a gritar. Estaba contento.
En Laetoli acababa de pasar algo que cambiaría todo. Se terminaron las cuatro patas.

LeChaperonRouge escribió:9. Teletienda

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue fruto del azar.
Era otra noche que no conseguía dormir, y ya iban muchas.
No recordaba la última vez que se había levantado con esa sensación de descanso que sólo los niños sienten.
Lo había intentado todo. Se había acostado temprano, tarde; había limpiado la habitación con afán de descubrir el germen que quitaba el sueño; había hecho ejercicios gimnásticos que asustarían a cualquier decatleta, pero nada.
Se resistía a creer que fuera insomne. Su vida no era tan interesante como para poder serlo.
Después de haber consultado con varios psicoanalistas, descubrió la solución viendo la televisión: Sin duda, necesitaba otro colchón.

LeChaperonRouge escribió:10. La pedida

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible; si aquella mañana no hubiese llovido, tu padre habría caminado al trabajo y no se hubiese sentado a mi lado en el autobús. Y ahora no estaríais vosotros anunciándonos vuestra boda, fíjate tú —decía Amalia a nuestra hija—. Qué poético sonaba y qué prosaica era la realidad, acordándome de lo del condón. Si no se hubiera roto hace treinta años, no tendríamos aquí al futuro yerno, el imbécil de Estebitan, pero tampoco estaría Irene —pensé con un escalofrío—. No iba a relatar intimidades, conté cuando el tío Pablo me disparó de pequeño creyéndome un conejo. ¡De un palmo fue y si me llega a dar, aquí no estamos ninguno! Vaya historias cuentas —me regañó Amalia—, hoy es día de celebración. Como siempre, tenía razón; cogí el Macallan 15 años y serví una copa a todos. Estebitan me pidió cocacola para mezclar. Respiré hondo. Para que todo lo demás fuera posible.

LeChaperonRouge escribió:11. Salakocalipsis


El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue datado por las autoridades en el uno de junio de 2023, aunque podría decirse que todo había comenzado mucho antes, cuando ignoramos el cambio climático, o miles de siglos atrás cuando  descubrimos el fuego y creímos dominarlo.
El caso es que aquella tarde la sequía y los nuevos vientos hicieron el incendio imparable en el Monte Cueto. Rápidamente consumió los pinares aledaños. Toda Cantabria ardía el sábado, Euskadi entera el domingo, el lunes el fuego cruzó los Pirineos. Imposible de controlar, en una semana ardían ya Barcelona, París, Madrid ... La tragedia humana y ecológica devastó Europa. La nube de cenizas ennegreció el Ártico, que dejó de reflejar los rayos solares. Los glaciares se derritieron como azucarillos, las inundaciones fueron catastróficas. En un mes se extinguió la humanidad.
Y todo porque un muchacho de botas rojas apagó mal un chiflo cuando subió a leer al monte. A leer. ¡Menudo inconsciente!

LeChaperonRouge escribió:12. Hagiografía

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue la temporada 85-86 cuando fui el portero menos goleado. El Sporting se clasificó para la UEFA y también gané el Zamora. Como premio adicional, fui convocado para el Mundial de Mexico-86. Nos fuimos en Cuartos de Final, Zubizarreta no detuvo ningún penalti. Pero si tengo que quedarme con un momento en la vida es El Molinón al completo cantándome aquello de: «¡No tenemos miedo, tenemos a Ablanedo!». Ahora me refugio en los recuerdos, acurrucándome en un pasado desvaído que, todavía hoy, es capaz de regresar para brillar con el fulgor apagado de la gloria. Sólo me quedan ellos. Ellos y mi cipote.

LeChaperonRouge escribió:13. Mi tesoro

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible lo llevo guardado en la cartera, como me enseñó mi padre.
—¡Es el momento más importante de mi vida! —grité eufórico tras mis primeras pedaladas en bici.
—Hasta hoy —contestó—. Mira, guardémoslo en esta bolsita y lo llevarás contigo.
Quedé perplejo, no comprendía qué hacía.
Meses después, conseguí un diez en matemáticas. Entonces me lo recordó:
—¿Ves?, ahora este momento es el más importante ¿Sabes por qué? —preguntó, a lo que me encogí de hombros—. Por lo que guardas en la cartera. Portas contigo siempre el momento que hará todo posible en el futuro.
Y así sucedió; lo llevaba en mi graduación, mi boda, el nacimiento de mi hijo.
—Cada cosa que nos ocurre es posible por lo ocurrido anteriormente, los momentos no son puntos, son un hilo. Recuérdalo.
Así lo recordaba ahora apretando mi bolsillo en su funeral. Por fin lo aprendí. El momento ha sido siempre. Es ahora.

LeChaperonRouge escribió:14. Los sueños húmedos

El momento que hizo que todo lo demás fuera posible no fue ni un momento tal y como lo entendería tu madre. Ella lo llamaría... un yoquesé.
Le pareció que aquel hombre se había mojado los labios al verla cruzar por delante de la puerta de su despacho.
Luego su mente había rellenado los huecos. Y un hombre afortunado sus anhelos.
Un hombre al que ella no dejó hablar demasiado, un hombre de espalda ancha y labios carnosos. Un hombre que entendió que el silencio era su mejor arma. El pirata de los sueños húmedos de las esposas aburridas, el icono que recordábamos de los sueños de Marge Simpson.
Bueno, pues genéticamente vienes de ahí. Aunque te parezca mentira, puto cojo.

LeChaperonRouge escribió:15. Alucinante


El momento que hizo que todo lo demás fuera posible fue el día que me decidí a comerla. Era turgente como un tapizado capitoné; suave y delicada como piel de un adolescente. Su albo existir satinado, de tenue olor a lluvia, invitaba a lamerla. Deslicé la lengua sin obstáculo por la superficie lubricada y la noté receptiva. Lo deseaba tanto como yo. Abrí los labios y la envolví, cuidando no dañar con los dientes su trémulo cuerpo y la mantuve un momento llenando mi boca,  abarcando todo su tronco. Mordí.

Nunca había probado nada tan repugnante como aquella seta. Náuseas terribles precedieron al desmayo. Cuando volví, no percibía los olores como antes. No hay sinestesias sin color, pienso en palabras, pero no puedo hablar. Ladro y mi humana me coge en brazos, me sienta en su regazo, duermo en su cama. "Sólo me entiende mi Cuchi", dice besándome el hocico. Por lo demás, es imbécil.